Los mercados globales comenzaron la semana con leves subas, en una jornada en la que se destacó el derrumbe del precio del petróleo –luego de que los ataques aéreos israelíes contra Irán evitaran instalaciones petroleras y nucleares–, lo que alivió los temores iniciales. Los inversores se están preparando para una semana repleta de resultados del 3Q24, con el foco en cinco de las megacapitalizaciones de las "Siete Magníficas" –Apple, Meta, Amazon, Alphabet y Microsoft– que deberán mostrar un alza del 26% i.a. en las ganancias para cumplir con las expectativas del mercado.

El S&P 500 subió 0,3%, el Dow Jones 0,7%, mientras que el Nasdaq finalizó sin cambios. El sector tecnológico lideró las ganancias, seguido de avances en consumo discrecional, finanzas y bienes raíces, en tanto que las acciones de energía retrocedieron. Lo más destacado fue el alza del conglomerado Trump Media & Technology Group, que se disparó un 20% en esta sesión, reflejando también una posible apuesta de los inversores por el candidato republicano.

El rendimiento del UST10Y subió 4 pb hasta 4,3%, alcanzando su nivel más alto en casi cuatro meses y acumulando en lo que va de octubre un alza de 60 pb. Por otro lado, los operadores se preparan para una semana cargada de datos económicos que se espera confirmen la fortaleza actual de la economía estadounidense. Los indicadores clave que se publicarán incluyen la estimación anticipada del crecimiento del PBI, la inflación PCE y las nóminas, justo antes de las elecciones presidenciales y la decisión de política monetaria de la Fed la próxima semana. En este contexto, la renta fija tuvo una jornada mixta: los bonos del Tesoro y los corporativos Investment Grade retrocedieron 0,1%, mientras que los High Yield subieron 0,3%.

Las cotizaciones de los commodities mostraron bajas generalizadas. El precio del petróleo WTI se desplomó 6,0% y cerró en USD 67 el barril, acercándose a mínimos anuales; la soja retrocedió 1,7% hasta USD 357 la tonelada, y el cobre perdió 0,2%. En una sesión en la que el dólar continuó fortaleciéndose frente a todas las monedas –con el DXY avanzando otro 0,1% impulsado por un alza de 0,6% frente al yen japonés que cerró en USDJPY 153–, el oro bajó 0,2% hasta los USD 2.742 por onza, aunque se mantuvo en zona de máximos históricos.