El IPC en EE. UU. aumentó un 0,4% m/m en marzo, misma cifra que en febrero y por encima de las expectativas del mercado (0,3%). Los precios de la vivienda (+0,4%) y de la gasolina (+1,7%) contribuyeron con más del 50% del aumento. Así, la inflación se aceleró, por segundo mes consecutivo, hasta el 3,5% i.a. (vs. 3,2% previo), la más alta desde septiembre. En la misma línea, los precios subyacentes, que excluyen artículos volátiles como los alimentos y la energía, aumentaron un 0,4% m/m (igual que el mes previo), por encima de las expectativas del mercado que marcaban un 0,3%. Los precios al consumidor subieron marcadamente en los servicios de transporte y prendas de vestir, mientras que se mantuvieron altos en el caso de vivienda. En términos anuales, la inflación subyacente al consumo se mantuvo sin cambios en el 3,8%.

En este contexto, las acciones estadounidenses cayeron en la jornada del miércoles y el mercado espera con un 80% de probabilidades que se mantenga la tasa en la reunión de junio, en comparación con el 42% del día anterior.

El Dow Jones cayó más del 1%, el S&P 500 cedió 0,9% y el Nasdaq bajó alrededor de un 0,8%. Todos los sectores estuvieron en números rojos: Tecnología (1,1%) y Financiero (-1,4%), siendo el Real Estate (-4,2%) el que registró la mayor caída. En el frente corporativo, las mega capitalizaciones, incluidas Microsoft (-0,6%), Apple (-0,9%), Alphabet (-0,2%) y Tesla (-2,7%), cayeron, mientras que Nvidia ganó un 2%. Mientras tanto, Delta Air Lines recortó ganancias anteriores del 4% y terminó con una caída del 2,2% a pesar de superar las predicciones de ganancias.

Los mercados globales también tuvieron una jornada negativa, con el índice global (ACWI) perdiendo 1,1% y los emergentes 1,5%. Desglosado por regiones, LATAM cayó 2,1% –arrastrado por un descenso del 3% en Brasil– y Asia cayó 2%.

En tanto, los rendimientos de los bonos del Tesoro experimentaron una fuerte presión alcista con subas de 22 pb para la UST2Y y de 18 pb para la UST10Y, que terminaron en 4,97% y 4,55% respectivamente. Así llegaron a su nivel más alto en cinco meses. La renta fija se vio perjudicada con mermas promedio del 1,2%, siendo los bonos emergentes los más afectados con un 1,6%.

Por su parte, el dólar se fortaleció con una subida del 1,1%, ganando contra el Euro que perdió 1% y se ubicó en 1,07. También el real experimentó un salto de 1,4% hasta los BRL 5,08 en la jornada. El yen se depreció hasta los USD 152,7, alcanzando su nivel más bajo desde julio de 1990. En contraste, el oro perdió 0,9% hasta los USD 2.330 la onza.

Referido a los commodities, el WTI subió un 1,1% hasta los USD 86,2 por barril el miércoles, revirtiendo pérdidas anteriores y rompiendo con dos días de caídas, mientras el mercado reaccionaba a las noticias de Gaza donde tres hijos de un líder de Hamás murieron en un ataque aéreo israelí, lo que puede complicar las conversaciones de alto el fuego. Esto compensó los datos de la EIA que mostraban un aumento de 5,8 M de barriles en los inventarios, superando las expectativas del mercado de un aumento de 2,3 M de barriles.

También Fitch revisó la perspectiva crediticia soberana de China, que pasó de ser estable a negativa debido a los riesgos que aprecia para las finanzas públicas del gigante asiático, ya que la economía se enfrenta a una gran incertidumbre en su camino hacia nuevos modelos de crecimiento. De todas formas mantiene la nota de A+. Además, se destacaron los déficits fiscales y el aumento de la deuda pública en los últimos años, erosionando los colchones fiscales desde el punto de vista de las calificaciones.

Referido a datos de la región, la tasa de inflación en Brasil desaceleró hasta el 0,16% m/m en marzo (vs. 0,83% previo), el menor incremento en ocho meses, y así cayó, por sexto mes consecutivo, al 3,93% i.a. (vs. 4,5% previo), la más baja en nueve meses y por debajo de las estimaciones del mercado del 4,01%. En consecuencia, el crecimiento de los precios cayó dentro del límite superior de tolerancia del banco central brasileño del 4,5%, en línea con el contexto necesario para que el BCB extendiera su impulso de reducción de tasas.