Las acciones en EE. UU. tuvieron una jornada estable, en medio de crecientes preocupaciones sobre las tasas de interés y resultados mixtos de ganancias. El S&P 500 y el Dow Jones terminaron marginalmente a la baja, en tanto el Nasdaq ganó un 0,1%. La incertidumbre persiste, mientras el mercado evalúa el ritmo de recortes de tasas por parte de la Fed frente a una economía resiliente y un déficit fiscal en aumento. Algunos sectores, como el de bienes de consumo básico, mostraron subas, aunque el industrial se rezagó, con GE Aerospace cayendo un 8,1% debido a problemas de suministro. Los constructores de viviendas también enfrentaron dificultades, con acciones sensibles a las tasas como Lennar y D.R. Horton cediendo más del 3%. Entre los principales motores de las ganancias, General Motors subió un 9,8% tras superar las estimaciones. Por su parte, Verizon bajó un 5% debido a una pérdida de ingresos, y Lockheed Martin retrocedió un 6,2% luego de reportar ventas decepcionantes. Los inversores mantienen la atención en los próximos informes de ganancias de Tesla, Coca-Cola y Honeywell.

Los rendimientos de los bonos del Tesoro alcanzaron el 4,22%, su punto más alto desde julio, antes de retroceder ligeramente, a medida que los operadores reevaluaban la trayectoria de las tasas de la Fed. En este contexto, el dólar continuó fortaleciéndose, con el DXY subiendo un 0,1% y superando los 104 puntos, manteniéndose en sus máximos desde principios de agosto.

Los futuros del petróleo crudo WTI avanzaron un 2,1%, cerrando el martes en USD 72 por barril, con un alza por segunda sesión consecutiva, ya que los operadores descontaron la probabilidad de un alto el fuego en Oriente Medio y dirigieron su atención al equilibrio entre la oferta y la demanda global. Las recientes medidas de estímulo de China, incluido un recorte de las tasas de interés de referencia, brindaron cierto apoyo a los precios del petróleo. Sin embargo, persisten preocupaciones a largo plazo sobre la demanda de crudo en el gigante asiático, ya que se espera que un crecimiento económico más lento y el avance de los vehículos eléctricos limiten la demanda futura. Por otro lado, las reservas estadounidenses también están bajo la lupa, con la atención centrada en el próximo informe de la EIA. Los inventarios de crudo en el centro de Cushing, Oklahoma, han aumentado durante cuatro semanas consecutivas, la racha más prolongada desde marzo.

En el marco de la reunión de otoño, el FMI actualizó su informe de Perspectivas de la Economía Mundial (WEO) manteniendo la estimación de crecimiento global para este año en 3,2% i.a., pero aumentando la proyección para 2025 a 3,3%, frente al 3,2% estimado en julio. El organismo advirtió sobre los riesgos que se avecinan, como los conflictos y el proteccionismo comercial, aunque elogió a los bancos centrales por controlar la inflación sin causar recesiones. En cuanto a las economías, corrigió al alza la proyección del PBI de EE.UU., que se espera crezca 2,8% i.a. en 2024 –2 pb más de lo previsto en julio– impulsado por el consumo y la inversión no residencial, mientras que para 2025 se estima que crezca un 2,2% i.a. Con relación a la Eurozona, se espera un crecimiento modesto de apenas 0,8% i.a. en 2024 y de 1,2% i.a. en 2025. Respecto a China, tras un crecimiento de 5,2% i.a. en 2023, el FMI estima una expansión de 4,8% i.a. –por debajo del objetivo del gobierno– y de 4,5% i.a. para 2024 y 2025, respectivamente. Japón tuvo la corrección más significativa al reducir su perspectiva de crecimiento para este año a solo 0,3% i.a. –frente al 0,7% i.a. previsto en la publicación anterior–, aunque se espera que acelere a 1,1% i.a. en 2025. Por su parte, India seguirá siendo la economía con mejor desempeño, con previsiones de expansión de 7,0% i.a. en 2024 y 6,5% i.a. en 2025. A su vez, Latinoamérica mantendría un desempeño mediocre, con un alza del PBI de apenas 2,1% i.a. en 2024 y 2,5% i.a. en 2025, impulsada principalmente por Brasil, que crecería al 3,0% i.a. en 2024 y 2,2% i.a. en 2025.