El WTI subió más de un 3,5% hasta tocar los USD 94 por barril en la jornada de ayer, el nivel más alto desde julio de 2022, después de que los datos de la Agencia de Energía Internacional (EIA) mostraran que los inventarios de crudo en EE. UU. cayeron en 2,17 millones de barriles, mucho más de lo esperado la semana pasada. Esto se da en un mercado que ya está lidiando con la escasez de oferta global producto de que las grandes potencias de la OPEP+, Arabia Saudita y Rusia, ampliaron los recortes de suministro hasta finales de año. También se sumó esta semana posibles restricciones del gobierno ruso a la exportación de combustible. Por eso desde Julio el petróleo viene subiendo un 34%.
Por otra parte, los nuevos pedidos de bienes duraderos manufacturados en EE. UU. aumentaron inesperadamente un 0,2% m/m en agosto, recuperándose de una caída revisada al alza del 5,6% en julio y superando las previsiones del mercado de una caída del 0,5%. Los pedidos de maquinaria lideraron el aumento (0,5%), seguidos de equipos eléctricos (1,1%). Por el contrario, disminuyeron los pedidos de bienes de capital (-0,2%) y equipos de transporte (-0,2%). Mientras tanto, los pedidos de bienes de capital no relacionados con la defensa, aumentaron un 0,9%, recuperándose de una caída del 0,4% en julio.
En el mercado inmobiliario, la tasa de interés para hipotecas de tasa fija a 30 años en los EE. UU. aumentó 10 pb al 7,41% en la semana que finalizó el 22 de septiembre de 2023. Marca la tercera semana consecutiva de aumentos, lo que impulsó el endeudamiento a nuevos máximos de diciembre de 2000. En comparación, hace un año, las tasas eran aproximadamente un punto porcentual más bajas, ubicándose en 6,52%. Como consecuencia, las solicitudes de hipotecas en EE. UU. disminuyeron un 1,3 % en la semana, tras un aumento del 5,4 % en la semana anterior.
Ante un mercado preocupado por un nuevo incremento de las tasas de los bonos del Tesoro y también por la fuerte subida del petróleo, que podría golpear a la economía estadounidense, los índices de renta variable terminaron la sesión del miércoles en forma mixta. Con los sectores de Utilidades (-1,9%), Consumo No Cíclico (-0,8%) y Salud (-1,8%) como los más afectados, mientras que Energía saltó un (2,49%) de la mano del petróleo e impulsó al S&P 500 que subió levemente 0,04% hasta los 4.274 puntos. Por su lado, el Nasdaq, ayudado por las subas en Google (1,5%) y Nvidia (1,33%), ganó un 0,2%, mientras que el Dow Jones disminuyó un 0,18%.
En el mercado de renta fija, los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU. cerraron la jornada en alza. La tasa a 10 años ascendió 5 pb, situándose en el 4,61% y marcando un nuevo pico de 16 años. De manera similar, la tasa a 2 años avanzó levemente 1 pb, alcanzando el 5,14%. En consonancia con estos movimientos, el US Dollar Index ganó terreno, registrando un incremento del 0,6% y cotizando a 106,6, su nivel más alto desde marzo. Paralelamente, el euro se debilitó hasta los USD 1,05, afectado por cifras más débiles de lo previsto del consumidor alemán y en anticipación a datos clave sobre inflación que se publicarán a finales de esta semana. Estos factores han llevado a la expectativa de que el Banco Central Europeo no elevará más las tasas de interés este año.
En el mercado de commodities, el precio de la soja se mantuvo estable, negociándose a USD 478 por tonelada en el mercado de Chicago. Por otro lado, el oro experimentó un descenso del 1,4%, ubicándose en USD 1.874 por onza.
En cuanto a indicadores económicos internacionales, el índice de clima del consumidor de GfK para Alemania se deterioró, descendiendo a -26,5 de cara a octubre desde un -25,6 revisado en septiembre. Este resultado no cumplió con las expectativas del mercado de -26 y se convirtió en la lectura más baja desde abril. La propensión a ahorrar en Alemania alcanzó su nivel más alto desde abril de 2011, situándose en 8,0 frente a 0,5 en septiembre. En tanto, los indicadores de expectativas de ingresos (-11,3 frente a -11,5) y de propensión a comprar (-16,4 frente a -17,0) continuaron mostrándose débiles. Estos datos sugieren que es poco probable una recuperación de la confianza del consumidor en Alemania este año, dada la persistente alta inflación.
Finalmente, en la eurozona, los préstamos bancarios a los hogares se incrementaron solo un 1% i.a en agosto, marcando la tasa de crecimiento más lenta desde agosto de 2015. Esta tendencia se debe a la continua desaceleración en la demanda de crédito, atribuible a la política restrictiva del Banco Central Europeo. Adicionalmente, el crecimiento general del crédito al sector privado, que incluye tanto a los hogares como a las empresas no financieras, se enfrió hasta el 0,6% en agosto, siendo este el ritmo más débil desde septiembre de 2015.