La semana comenzó positiva para las acciones, que continúan cotizando en niveles récord. El S&P 500 avanzó un 0,4%, al tiempo que el Nasdaq 100 subió un 1,4%, superando por primera vez la marca de 22.000 puntos. Tesla (+6%) y Broadcom (+11,2%) lideraron las ganancias, con esta última superando la valoración de mercado de USD 1 billón la semana pasada. Tanto Apple (+1,1%) como Alphabet (+3,6%) alcanzaron nuevos máximos históricos, mientras que Nvidia retrocedió un 1,7%. Por su parte, MicroStrategy terminó levemente en negativo antes de su inclusión en el Nasdaq 100, y Super Micro Computer cayó un 8,2% en el marco de su próxima salida del índice. En contraste, el Dow Jones cedió un 0,3%, extendiendo su racha de pérdidas a ocho sesiones, afectado por UnitedHealth Group (-4,2%) en medio de un creciente escrutinio y presiones legislativas tras el fallecimiento del director general de su unidad de seguros.

En la renta fija, los rendimientos de los bonos del Tesoro se mantuvieron estables, consolidando el repunte del último viernes, cuando alcanzaron el nivel más alto del mes. Esto es debido a las nuevas señales de fortaleza en la economía estadounidense, junto a las expectativas de menores recortes de tasas por parte de la Fed en 2025. La UST2Y cerró en 4,25% y la UST10Y en 4,40%. En este contexto, el índice que agrupa los bonos del Tesoro no registró cambios, al igual que los bonos de Mercados Emergentes, en tanto que los Investment Grade y los High Yield avanzaron un 0,1% y un 0,2%, respectivamente.

El dólar DXY se mantuvo estable, cotizando por encima de 107, su nivel más alto en las últimas tres semanas, un comportamiento que también se reflejó frente a las monedas emergentes. Entre estas últimas, volvió a destacar el real brasileño, que alcanzó un mínimo histórico de USDBRL 6,10, impulsado por las preocupaciones sobre las perspectivas fiscales del país, la incertidumbre política y el aumento de las primas de riesgo. Los inversores continúan preocupados por la capacidad del gobierno para asegurar la aprobación de medidas de recorte de gastos en el Congreso antes del receso de fin de año. Las garantías del ministro de Finanzas, Fernando Haddad, resultaron insuficientes para calmar al mercado, a pesar de importantes intervenciones del Banco Central, que totalizaron USD 4.600 M mediante subastas al contado y en línea. Además, el aumento de las tasas de interés internas y las críticas del presidente Lula a la política monetaria del Banco Central generaron mayor inquietud entre los inversores.

Los commodities tuvieron una jornada negativa, con una caída del 0,4%. El petróleo WTI retrocedió un 0,8%, cerrando en USD 70,7 el barril, afectado por los datos económicos desfavorables de China, que redujeron las expectativas de demanda. Esto llevó a la Agencia Internacional de Energía (IEA) a proyectar que el mercado mundial de petróleo permanecerá en superávit en 2025, incluso después de que los miembros de la OPEP+ acordaran postergar los aumentos en la producción. En el segmento de metales, el oro avanzó un 0,2% hasta los USD 2.654 la onza. Entre los agrícolas, la soja retrocedió un 0,6% hasta USD 361 la tonelada, mientras que el trigo registró un alza del 4,5%, a partir de una mejora en las perspectivas de demanda y preocupaciones sobre la oferta debido a las heladas en EE. UU. y Rusia.

En cuanto al dato económico del día, el PMI compuesto preliminar de diciembre en EE. UU. subió a 56,6 desde 54,9 en noviembre, reflejando el desempeño más sólido de la actividad del sector privado desde marzo de 2022. Este avance fue resultado del crecimiento en el sector de servicios, que alcanzó 58,5 (el nivel más alto desde octubre de 2021, frente a 56,1 en noviembre). No obstante, la desaceleración del sector manufacturero se profundizó, con una caída a 48,3 (el nivel más bajo en tres meses, frente a 49,7). Los niveles de actividad se expandieron a un ritmo mayor en respuesta al fortalecimiento de la demanda. Los nuevos pedidos crecieron al ritmo más rápido desde abril de 2022 y el empleo registró un incremento por primera vez en cinco meses. Además, las presiones inflacionarias continuaron moderándose, a pesar de un aumento en los costos de insumos en el sector manufacturero.