Después del ataque perpetrado por el grupo militante islamista Hamás contra Israel el pasado sábado, desencadenando una declaración de guerra en respuesta, los mercados se encuentran cautelosos a medida que los inversores temen que este nuevo conflicto se sume a la ya existente batalla entre Rusia y Ucrania. Con un saldo trágico de al menos 1.600 muertos y más de 100 personas secuestradas, el presidente de Israel, Netanyahu, ha declarado el estado de guerra. Mientras tanto, Jordania y Egipto están haciendo esfuerzos para negociar un alto el fuego. Aunque, por el momento, la violencia parece estar contenida en la región, existe un temor palpable de que las tensiones geopolíticas puedan escalar a nivel mundial.

En este marco, el WTI subió 4,34% y cerró en USD 86,38 el barril, recuperando algunas pérdidas de la semana pasada. Por el contrario, el mercado inició la semana al alza. Los sectores más beneficiados fueron Energía (3,34%), Industria (1,57%) y Comunicaciones (1,08%), respectivamente. De esta forma, el S&P 500 subió 0,64% hasta los 4.335 puntos. Por su lado, el Nasdaq, impulsado por las subas en Meta (0,93%), Apple (0,84%) y Microsoft (0,78%), ganó un 0,51%, mientras que el Dow Jones obtuvo una suba del 0,6%.

En el mercado de renta fija, los rendimientos de los títulos emitidos por el Tesoro de EE. UU. cerraron sin variaciones. La tasa a 10 años se ubica en 4,78% mientras que la tasa a 2 años llegó al 5,08%. En consonancia con estos movimientos, el US Dollar Index se debilitó y registró una baja del 0,04%, cotizando a 106,08.

En el mercado de commodities, la soja tuvo una baja de 0,14% alcanzando los USD 464 por tonelada en el mercado de Chicago. El oro avanzó un 1,60%, situándose en USD 1.861 por onza. El gas natural en Europa saltó un 15% hasta los EUR 43 por MWh, tras las preocupaciones de suministro por el conflicto bélico donde el Ministerio de Energía israelí ordenó a Chevron, la compañía responsable de las instalaciones, a suspender temporalmente el suministro de gas natural.

En otras regiones, la producción industrial en Alemania cayó un 0,2% m/m en agosto, en comparación con las previsiones del mercado de una caída del 0,1% y después de una caída revisada a la baja del 0,6% en el mes anterior. Se trata del quinto descenso en lo que va del año, en medio de la debilidad de la producción de energía (-6,6%), la construcción (-2,4%) y la fabricación de maquinaria y equipos (-2,3%). Por el contrario, la industria automotriz creció un 7,6%, frente a una caída del 9,4% en julio. Dentro de la industria, la producción de bienes de consumo fue un 1,4% menor, mientras que la de bienes de equipo y la de bienes intermedios aumentaron un 1,3% y un 0,5%, respectivamente. Excluidas la energía y la construcción, la producción industrial disminuyó un 0,7%. En términos anuales, la producción industrial se contrajo un 2,0% en agosto, tras una contracción del 1,7% en julio.