Ayer se publicaron las minutas de la FED de la reunión de julio, que terminaron dando un respiro al mercado recortando parte de las pérdidas del día. A pesar de que se conoció la unanimidad en la votación de 75pb, varios miembros dejaron en claro que veían una política más laxa por parte de la entidad, de cara a los próximos meses ante una desaceleración de la inflación.
Esta visión más ¨dovish¨ fue tomada como una señal positiva por parte de los mercados globales que temían que la FED continúe con su postura más agresiva a pesar de la caída en la inflación. Esto sería lógico de esperar, producto de la fuerte desaceleración que vienen marcando los precios energéticos en los últimos dos meses.
Luego de darse a conocer las minutas, el mercado pasó a pronosticar una suba de 50pb con 65% de probabilidad, disminuyendo así su pronóstico para el alza de 75pb. Sin embargo, la próxima mira estará puesta en el dato del IPC de agosto, que llevaría a confirmar esta postura en caso de volver a marcar un retroceso respecto al dato previo.
La noticia impactó en la curva de bonos del tesoro, principalmente en el tramo largo. Unas menores perspectivas de suba de tasas se trasladaron a una menor desaceleración económica pronosticada para el largo plazo. Esto llevó a que la USD 10 YR avance 8pb en comparación a la USD 2 YR, que sólo lo hizo en 4pb. Sin embargo, el gran spread de ambas tasas demuestra que el mercado aún requiere mayores señales para descartar una recesión de cara a los próximos años.
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