En la rueda del miércoles, el petróleo registró una importante suba de casi 5% tras el anuncio de Trump sobre un acuerdo comercial con China, lo que mejoró las perspectivas de demanda a nivel global. También se publicó el dato de inflación, que resultó mejor a lo esperado y alimentó las expectativas del mercado sobre la posibilidad de dos recortes de tasas antes de fin de año. Por su parte, las acciones retrocedieron luego de tres ruedas consecutivas al alza.
Los funcionarios estadounidenses y chinos alcanzaron un acuerdo tentativo para reanudar las negociaciones comerciales, en el cual China aceptó suministrar tierras raras y EE. UU. flexibilizar las restricciones de visas estudiantiles. Sin embargo, el acuerdo carece de detalles sobre aranceles y controles a las exportaciones, lo que moderó el entusiasmo del mercado. Trump calificó el marco como “cerrado”, a la espera de la aprobación final, mientras que el secretario de Comercio, Howard Lutnick, señaló que una decisión podría conocerse en los próximos días.
Tras este anuncio de un acuerdo comercial preliminar entre EE. UU. y China, el petróleo WTI avanzó un 4,7% y cerró en un nivel de USD 68 por barril el miércoles, ya que la noticia elevó las expectativas de una mayor demanda de energía por parte de las dos economías más grandes del mundo. Con esta nueva suba, el petróleo recorta su pérdida en 2025 a 5,2%. Si bien los riesgos comerciales se han reducido, persiste la incertidumbre sobre el impacto del acuerdo en la demanda global. En simultáneo, continúan las tensiones con Irán, que amenazó con atacar bases estadounidenses si fracasan las negociaciones nucleares, lo que mantiene la presión sobre la oferta. En cuanto al suministro, la OPEP+ planea aumentar la producción en 411.000 barriles por día en julio, siguiendo con el desmantelamiento gradual de los recortes. Sin embargo, la oferta en EE. UU. se redujo, con los inventarios de crudo cayendo en 3,64 millones de barriles la semana pasada, según datos de la EIA, por encima del descenso esperado de 2,5 millones, lo que señala una mayor demanda o condiciones de oferta más ajustadas.
Por otro lado, las tasas de la UST10Y y la UST2Y retrocedieron 6 pb cada una luego de que datos de inflación más bajos de lo esperado ofrecieran al mercado un alivio momentáneo respecto al impacto inflacionario de las políticas comerciales de Trump y reforzaran las expectativas de recortes de tasas por parte de la Fed este año. El mercado descuenta un recorte de 25 pb en septiembre y aumenta la probabilidad de otro en diciembre. De esta manera, el índice de bonos del Tesoro subió un 0,3%, al igual que el de mercados emergentes e Investment Grade, en tanto que los High Yield se mantuvieron neutrales.
A pesar de datos de inflación más suaves de lo esperado y de un acuerdo preliminar entre EE. UU. y China, las acciones cedieron tras tres ruedas consecutivas al alza. El S&P 500 y el Nasdaq cayeron un 0,4%, al tiempo que el Dow perdió un 0,1%. Los sectores de materiales y consumo discrecional quedaron rezagados, mientras que el sector energético mostró avances.
En cuanto a la cotización de monedas, el dólar retrocedió a nivel global. El DXY bajó un 0,4% a raíz de una suba del 0,5% del euro y 0,3% de la libra. En Brasil, también siguió perdiendo terreno y cayó un 0,6%, cerrando en USDBRL 5,54. Por su parte, el oro ganó un 0,7% hasta USD 3.345 la onza.
En el dato económico del día, se publicó el IPC de EE. UU. correspondiente a mayo. Subió un 0,1% mensual, desacelerándose respecto al 0,2% de abril y por debajo de lo esperado (0,2%). En cambio, la inflación anual aumentó por primera vez en cuatro meses, alcanzando el 2,4%, aunque también quedó por debajo del consenso (2,5%). Los mayores aumentos se registraron en alimentos, servicios de transporte y vehículos, en tanto que los precios de la energía cayeron un 3,5%, con fuertes bajas en naftas y fuel oil. Por otro lado, la inflación núcleo, que excluye alimentos y energía, también subió solo un 0,1% mensual (vs. 0,2% en abril y 0,3% esperado), y se mantuvo en 2,8% anual, su menor nivel desde 2021. Estos datos reflejan una inflación más moderada de lo previsto, especialmente en la medida núcleo, lo que podría aliviar la presión sobre la política monetaria de la Reserva Federal.