Tras la rápida confirmación de la amplia victoria de Donald Trump sobre Kamala Harris, los principales índices de Wall Street cerraron en máximos históricos. La victoria republicana también se reflejó en el Congreso, por lo que el presidente tendrá nuevamente el apoyo legislativo, otorgándole mayor respaldo a su plan económico. El S&P 500 subió un 2,5%, el Nasdaq un 2,7% y el Dow Jones, con el mejor desempeño, registró un salto de 3,6%, marcando su sesión más fuerte desde 2022. Además, las empresas de menor capitalización experimentaron un incremento superior al 5%. El optimismo de los inversores se nutre de las expectativas de que una segunda administración Trump traerá políticas promercado –como recortes de impuestos, desregulación y aranceles–, que se espera impulsen el crecimiento económico y las ganancias corporativas. Lideraron el repunte los sectores que es probable se beneficien más de estas medidas, como el financiero, el energético y el industrial. Las acciones de los principales bancos como JPMorgan y Wells Fargo subieron un 11,5% y un 13,5%, respectivamente, alcanzando nuevos récords, mientras que Nvidia ganó un 4% y Tesla se disparó un 14,7%. En cambio, los sectores de bienes raíces, consumo básico y servicios públicos quedaron rezagados. Asimismo, las acciones de energías renovables y empresas chinas como Alibaba cayeron debido a las preocupaciones sobre un posible aumento en las tensiones entre EE. UU. y China.

La contrapartida de las políticas de Trump es que se orientan hacia una agresiva suba de aranceles, principalmente sobre las importaciones chinas, así como hacia medidas más restrictivas en inmigración. Esto generaría mayores presiones inflacionarias y limitaría la baja de tasas de la Fed. Al mismo tiempo, el recorte de impuestos impactaría en las cuentas públicas, reflejándose en un mayor déficit fiscal y un aumento sostenido de la deuda, que ya supera el 100% del PBI. En este contexto, los rendimientos de los bonos del Tesoro continuaron al alza, especialmente en el tramo largo, con el UST10Y subiendo 14 pb hasta 4,46%. Así, los índices de renta fija tuvieron una jornada mayormente negativa, con una caída promedio de 0,8%, impulsada por el retroceso del 1,0% en los corporativos Investment Grade y de 0,8% en los bonos del Tesoro, mientras que los corporativos High Yield volvieron a diferenciarse con una suba de 0,2%.

Con los rendimientos en alza, el dólar a nivel global consolidó su tendencia ascendente y el DXY subió 1,6%, cerrando por encima de los 105 puntos, su nivel más alto en cuatro meses, con un fuerte avance frente a las monedas de países que podrían verse afectados por aranceles más elevados. El euro y el yen cayeron un 2%, mientras que el yuan perdió un 1,0% hasta USDCNY7,16. En cuanto a las monedas emergentes, si bien el real brasileño comenzó la jornada con una fuerte suba, la decisión del Banco Central de Brasil (BCB) de elevar la tasa de interés le permitió revertir la tendencia, cerrando la jornada con una baja de 1,6% hasta USDBRL5,65. El oro retrocedió un 3,1%, cerrando en USD 2.670 por onza, alejándose de su máximo histórico del 30 de octubre, cuando había alcanzado los USD 2.758.

Los commodities tuvieron una jornada mayormente negativa, en particular en el sector de metales. El petróleo se mantuvo estable y cerró con el WTI en USD 71,7 por barril. Los inversores anticipan que las políticas de Trump podrían estimular el crecimiento económico de EE. UU. e impulsar el consumo a través de un aumento del gasto fiscal y recortes de impuestos. Por otro lado, la EIA informó un incremento mayor al esperado en los inventarios de crudo en EE. UU., con un alza de 2,149 M de barriles frente a la previsión de 1,8 M. Además, los productores de petróleo en el Golfo de México comenzaron a suspender operaciones y evacuar personal en previsión de la tormenta tropical Rafael, que podría intensificarse hasta convertirse en un huracán de categoría 1, aumentando el riesgo de interrupciones. En cuanto a los metales, las preocupaciones sobre el impacto económico de los aranceles comerciales y la menor demanda de China –principal consumidor global– golpearon con fuerza al precio del cobre, que retrocedió un 5,1%, y del aluminio, que cayó un 2,6%.

Tal como comentamos, el BCB elevó la tasa Selic en 50 pb, situándola en 11,25%, con el objetivo de alinear la inflación con su meta y respaldar la estabilidad económica. El Comité de Política Monetaria (Copom) destacó los riesgos de una mayor inflación, impulsada por la resiliencia en la dinámica de precios de los servicios. Entre las principales preocupaciones se encuentran una posible desaceleración económica global más pronunciada y una desinflación mayor de lo esperado. A nivel interno, aunque la actividad económica y el mercado laboral se mantienen sólidos, la inflación ha superado recientemente las metas establecidas. Las expectativas de inflación para 2024 y 2025 son de 4,6% y 4,0%, respectivamente, con una proyección del Copom para el segundo trimestre de 2026 en 3,6%. Las autoridades indicaron que futuros ajustes en las tasas dependerán de las tendencias inflacionarias y la evolución de los factores de riesgo.