En la víspera de las elecciones presidenciales de EE. UU., los mercados mostraron una jornada mixta, con las acciones retrocediendo y los bonos en alza, después de que las últimas encuestas indicaran un avance de Kamala Harris, que aumentó sus chances de suceder a Biden en la Casa Blanca. A pesar de esto, los resultados aún son muy parejos y persisten dudas sobre el control del futuro Congreso. Este comportamiento refleja la expectativa de los inversores de que un eventual triunfo de Trump traería mayores presiones inflacionarias ante una política arancelaria y migratoria mucho más restrictiva, junto con una política fiscal más expansiva que incrementaría las presiones sobre la deuda pública. Los inversores también se preparan para la decisión de política monetaria que tome la Fed el próximo jueves, en la cual se espera un recorte en la tasa de referencia de 25 pb hasta 4,75%, luego de haberla reducido sorpresivamente en 50 pb en la reunión anterior.
Por otro lado, los tres principales índices de acciones de EE. UU. cerraron a la baja, siendo el Dow Jones el más castigado con un retroceso de 0,8%, seguido por el Nasdaq que perdió 0,3%, mientras que el S&P 500 disminuyó 0,2%. Los sectores de servicios públicos, bancos y salud fueron los de peor desempeño en la rueda, con caídas de 1,2%, 0,8% y 0,7%, respectivamente, en tanto que las acciones petroleras obtuvieron ganancias de 1,3% ante el aumento del 3% en los precios del petróleo crudo. Entre las megacapitalizaciones, Apple (-0,4%), Microsoft (-0,5%), Amazon (-1,1%), Alphabet (-1,2%) y Meta (-1,1%) registraron pérdidas. Por su parte, las acciones de Nvidia subieron un 0,5% tras la noticia de que reemplazará a Intel (-2,9%) en el Dow Jones, reflejando el dominio de Nvidia en IA.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro operaron con bajas modestas pero generalizadas, lo que le dio aire a los índices de renta fija, que mostraron ganancias amplias en la rueda. En concreto, el rendimiento del UST2Y bajó 2 pb hasta 4,18%, mientras que el UST10Y retrocedió 3 pb desde el máximo de cuatro meses alcanzado en la sesión anterior, rondando la marca del 4,3%. Esto impulsó a los índices de renta fija americanos, que tuvieron una jornada con una suba promedio de 0,6%, destacándose los Investment Grade con un avance de 0,7%, al tiempo que los High Yield subieron 0,3%.
Las mayores chances de Harris también impactaron en el dólar, que tras el fuerte rally alcista del último mes, comenzó la semana con el DXY cayendo un 0,4%, alcanzando su nivel más bajo en dos semanas, mientras que frente al real brasileño retrocedió un 1,2% y cerró en USDBRL 5,79.
En el segmento de commodities, el precio del petróleo WTI subió un 3%, alcanzando USD 71,5 por barril, luego de que la OPEP+ decidiera posponer un mes los incrementos de producción previstos. El grupo anunció la extensión del recorte de producción actual de 2,2 millones de barriles por día (bpd) hasta diciembre, aplazando un aumento previamente planificado de 180.000 bpd debido a la baja en los precios y la débil demanda. Además, persisten preocupaciones sobre un posible ataque de represalia de Irán contra Israel en los próximos días.