Impulsados por las acciones tecnológicas, los principales índices bursátiles cerraron al alza el miércoles. El S&P 500 subió un 1%, extendiendo su racha ganadora a tres sesiones, mientras que el Nasdaq sumó un 2,2%, impulsado por Nvidia y Broadcom, que saltaron 8% y 7%, respectivamente. Por su parte, el Dow Jones finalizó la jornada con una modesta suba de 0,2%. En el frente político, el debate presidencial aumentó las posibilidades de una victoria electoral de Kamala Harris, lo que impulsó las acciones de energía solar, como First Solar (+15,2%), y presionó a la baja a las criptovinculadas, como Coinbase (-1%).
Los rendimientos de los bonos del Tesoro operaron con leves subas, especialmente en el tramo corto de la curva. La UST2Y subió 4 pb y la UST10Y 1 pb, cerrando ambas en 3,65%. Esto afectó al índice de bonos del Tesoro, que cayó 0,1%, mientras que el resto de la renta fija terminó al alza, entre los que se destacaron los bonos High Yield y los emergentes con incrementos de 0,2% y 0,3%, respectivamente.
Respecto al dato del día, en agosto el IPC general de EE. UU. marcó un alza de 0,2% m/m, en línea con lo esperado por el mercado, acumulando en los últimos doce meses un incremento del 2,5% i.a., frente al 2,9% i.a. de julio. La mala noticia fue que el IPC Core superó las expectativas al subir 0,3% m/m, el mayor aumento desde marzo, y 3,3% i.a. –desde 3,2% i.a. en julio–, lo que refleja cierta resistencia de la inflación. A excepción de alimentos y energía, que mostraron un mejor desempeño que hace dos meses, el resto de los componentes del IPC empeoraron levemente en comparación con julio, destacándose vivienda, transporte e indumentaria con subas de 0,5% m/m, 0,9% m/m y 0,3% m/m, respectivamente. Esto incrementó la especulación de que la Reserva Federal optará por un recorte de la tasa de interés del 0,25% en la reunión de la próxima semana, y los operadores redujeron la probabilidad de una reducción de 50 pb a sólo el 13%.
El petróleo crudo WTI subió 2,4% para cerrar en USD 67,3, recuperando algo de terreno después de tocar un mínimo de casi tres años en la sesión anterior. La fuerte caída del martes se produjo tras la decisión de la OPEP de reducir su pronóstico de crecimiento de la demanda por segunda vez en dos meses, junto con la desaceleración de las importaciones de crudo por parte de China en 2024. Aun así, los precios del petróleo se mantuvieron cerca de su nivel más bajo desde mayo de 2023. Los inventarios de crudo en EE. UU. aumentaron en 0,83 millones de barriles, por debajo del millón previsto, mientras que las existencias de gasolina y destilados crecieron más de lo esperado. Además, la EIA redujo sus proyecciones de precios del petróleo para el cuarto trimestre y 2025, tras las continuas revisiones a la baja en las previsiones de demanda por parte de la OPEP. Persisten las preocupaciones sobre este debilitamiento en mercados clave, particularmente en China, donde el aumento de vehículos eléctricos ha frenado el consumo. Mientras tanto, el huracán Francine se está fortaleciendo en el oeste del Golfo de México y representa una amenaza para las operaciones de refinería a lo largo de la costa del Golfo.