Mal arranque de semana para los mercados financieros globales. El dato de inflación de EE. UU. que estuvo por encima de las expectativas y golpeó el humor de los inversores, que van moderando su expectativa de baja de tasas de la Fed. Ahora la probabilidad de que la Fed baje la tasa de referencia se corrió a junio –una semana atrás esperaban que fuera en marzo–. En este marco, la jornada terminó con caída en bonos, acciones, commodities y dólar fortalecido.
Concretamente, el IPC de enero de EE. UU. marcó un alza de 0,3% m/m, siendo la tercera aceleración consecutiva y superando las expectativas del mercado, que preveían un alza de 0,2%. El mayor dinamismo de precios no lo explicaron ni los precios de la energía ni el de los alimentos, sino que lo determinaron los precios de viviendas, salud y transporte. Así, fue peor el resultado para el IPC Core, que anotó una suba de 0,4% m/m, el mayor incremento desde abril del año pasado. Con este resultado, en los últimos doce meses, el índice general subió 3,1% –desde 3,4% i.a. en diciembre– y el Core 3,8% –desde 3,9% i.a. en diciembre–.
La sorpresa negativa impactó a los bonos del Tesoro y los rendimientos ascendieron al nivel más alto de los últimos dos meses. La UST2Y aumentó 20 pb hasta 4,67% y la UST10Y a 4,33%, 16 pb más que el lunes. Esto se reflejó en un descenso generalizado en los índices de renta fija gubernamentales y corporativos, que experimentaron una reducción de entre 0,8% y 1,1%, mientras que los más afectados fueron los emergentes, con una pérdida de 1,2%.
En la renta variable, todos los índices operaron a la baja. El S&P 500 y el Dow Jones retrocedieron 1,4%, mientras que el Nasdaq disminuyó 1,6%. Esto arrastró a todos los mercados globales, con el índice global sin EE. UU. registrando un descenso de 1,8%, entre los que se destacaron Brasil y China con retrocesos de 2,9% y 2,1%, respectivamente.
En un contexto en el que el dólar se fortaleció contra todas las monedas –el US Dollar Index subió 0,8% y alcanzó el nivel más alto desde mediados de noviembre pasado– los commodities operaron con bajas generalizadas. El cobre perdió 0,4%, la soja 0,6% –cerró en USD 436 la tonelada– y el oro fue el más afectado al registrar una baja de 1,4%, cerrando en USD 1.962 la onza. Solo escapó a la tendencia general el petróleo, que ante el agravamiento en el conflicto en Medio Oriente –Israel lanzó un ataque a la ciudad de Rafah– y los pronósticos de mayor demanda emitidos por la OPEP, anotó un alza de 1,2% en el WTI y cerró en USD 78 el barril.