Siguiendo con la tendencia de la semana pasada, los mercados globales arrancaron la semana con caídas fuertes y generalizadas, siendo una de las peores jornadas financieras desde la pandemia, con el índice VIX subiendo a 38 pb –había superado los 60 pb durante la jornada–, el nivel más alto desde octubre de 2020. El mal humor de los inversores se apoyó en los temores de recesión de la economía americana, el rápido desmantelamiento del carry trade del yen japonés y las dudas sobre la dinámica de las empresas tecnológicas luego de haber alcanzado valuaciones máximas. La jornada fue de peor a mejor ya que, a medida que avanzaba la rueda, la publicación de indicadores de EE. UU. dejó evidencia de que el riesgo de recesión era exagerado. Con todo esto, el Dow Jones y el S&P 500 cayeron 2,6% y 3%, respectivamente, mientras que el Nasdaq fue el más golpeado con un retroceso de 3,4%. En los últimos 30 días, el Nasdaq se desplomó más de 12% y en el año sube 6,3%, cediendo el primer lugar al S&P 500, que anotó un alza de 8,9%. Las acciones tecnológicas de megacapitalización que lideraron el repunte de este año fueron las que más cayeron el lunes, incluidas Nvidia (-6,4%), Microsoft (-3,3%) y Tesla (-4,2%). Apple también cayó un 4,8% después de que Berkshire Hathaway, de Warren Buffett, redujera a la mitad su participación en el fabricante del iPhone.

Con este marco de fondo, los rendimientos de los bonos del Tesoro se derrumbaron, llegando al nivel más bajo en un año. Los operadores ahora están descontando casi 115 puntos básicos de recortes de tipos este año, y las probabilidades de una reducción de 50 puntos básicos en septiembre se sitúan en casi el 92%, en comparación con alrededor del 12% la semana pasada. La USDT2Y cerró en 3,89% y la UST10Y en 3,78%. Esto le dio impulso al índice de bonos del Tesoro, que se diferenció del resto de los activos financieros al anotar un alza de 0,1%, mientras que los índices de renta fija corporativa tuvieron caídas de 0,3% y 0,6%, y los bonos emergentes perdieron 1,0%.

El PMI de servicios de ISM en EE. UU. aumentó a 51,4 en julio de 2024 desde el mínimo de abril de 2020 de 48,8 en el mes anterior y por encima de las expectativas del mercado de 51, lo que indica un repunte en la actividad de servicios. Los nuevos pedidos repuntaron (52,5 frente a 47,3 en junio), impulsando la actividad empresarial (54,5 frente a 49,6) y la cartera de pedidos (50,6 frente a 44). Además, los niveles de empleo de los proveedores de servicios aumentaron por segunda vez este año (51,1 frente a 46,1), desafiando el débil informe sobre empleo que generó grandes preocupaciones sobre la salud de la economía estadounidense. Aun así, el indicador de precios del ISM se aceleró aún más (57 frente a 56,3). El PMI compuesto se revisó a la baja a 54,3 en julio de 2024, desde la estimación preliminar de 55 y una ligera disminución desde el 54,8 de junio. La lectura revisada aún señaló una sólida expansión mensual en la actividad empresarial del sector privado, liderada por el sector servicios, mientras que la producción manufacturera aumentó sólo marginalmente.

El índice del dólar cayó 0,5% hasta ubicarse en 102,5, el nivel más bajo de los últimos siete meses. El yen japonés fue la moneda que más se apreció, cerrando la jornada en USDJPY 144, 1,6% más bajo que el viernes y 10% menos que un mes atrás.