A diferencia de otras regiones como Europa, la actividad en Estados Unidos se mantiene firme y resiliente a las altas tasas de interés. En este sentido, nuevos datos del sector de la construcción fueron positivos en noviembre. Por un lado, los inicios de construcción de viviendas exhibieron una sorpresiva alza de 14,8 % m/m, hasta una cifra anualizada de 1,6 M (dato similar al pico de mayo) superando las expectativas del mercado que estaban por debajo de 1,4 M. Una parte de la explicación podría radicar en la caída de las tasas hipotecarias. Por otro lado, los permisos de la construcción, si bien mostraron una baja m/m del 2,5%, mostraron un valor anualizado de 1,5 M (similar al valor esperado), algo por encima del promedio del último año, sin mostrar pérdida de dinamismo en el sector.
Las acciones americanas ampliaron su escalada el martes mientras los inversores se inclinaban hacia la idea de que la Fed está gestionando una suave desaceleración económica, a pesar de los esfuerzos de sus autoridades para moderar las expectativas de recortes de tasas. El S&P 500 subió un 0,6%, apenas por debajo de su cierre récord de enero de 2022. El Nasdaq 100 ganó 0,5% para llegar a 16.811, mientras que el Dow Jones subió 0,7%, alcanzando también niveles récord. Entre los sectores, Energía ganó 1,2% y Comunicaciones 1%, siendo los más destacados. En cuanto a resultados operativos, Meta subió un 1,7%, cotizando a niveles no vistos desde septiembre de 2021. Tesla subió un 2%, mientras que FedEx cayó un 0,7% antes de su informe de resultados tras el cierre del mercado.
En tanto, los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU. mostraron un comportamiento negativo. La tasa de interés del bono a 10 años bajó 2 pb, situándose en 3,93%, al igual que la tasa del bono a 2 años. Como resultado, la renta fija experimentó una suba del 0,2%. Por otro lado, el índice del dólar (DXY) registró una leve disminución del 0,4%, alcanzando 102,1, su nivel más bajo desde agosto, con el euro fortaleciéndose hasta 1,10. Este panorama de debilidad en el dólar contribuyó a impulsar el precio del oro, que aumentó un 0,6%, cerrando en USD 2.040 la onza.
Referido a la zona del Euro, en noviembre hubo deflación del 0,6% m/m y así la inflación se ubicó en 2,4% i.a. (desde 2,9% previo), siendo la más baja desde julio de 2021 y manteniendo una constante reducción desde el pico de 10,6% i.a. en octubre de 2022. Asimismo, la inflación subyacente anual, que excluye los precios de la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco, se ubicó en el 3,6%, transformándose en la más baja desde abril de 2022. Estos números podrían alentar al Banco Central Europeo a planificar un recorte de tasas para el próximo año y fomentar una actividad económica que ya está mostrando signos de agotamiento.
Por su parte, el Banco de Japón mantuvo la tasa de interés a corto plazo en el -0,1% y el rendimiento de los bonos a 10 años en alrededor del 0% (tal como se esperaba), a contramano del resto de las grandes economías para controlar episodios de aceleración inflacionaria y a pesar de tener una inflación sostenida por encima del 3% i.a. y haber marcado en octubre una variación de 0,7% m/m.
Finalmente, el precio del WTI aumentó un 1,3% a USD 73,4 por barril el martes, siguiendo un alza del 1,5% el día anterior. Este incremento se debe a preocupaciones sobre posibles interrupciones en el suministro, causadas por intensificados ataques de militantes hutíes en Yemen contra barcos en el Mar Rojo. Como resultado, transportistas, incluyendo a BP y Frontline, están desviando buques de esta ruta. Por otra parte, la soja tuvo una merma del 1% para alcanzar los USD 482 la tonelada.