En la segunda reunión del año, la Fed mantuvo la tasa de los fondos federales estable (por quinta reunión consecutiva) en 5,25%–5,5% (máximo de 23 años), en línea con las expectativas del mercado. Tal como lo venían adelantando, las autoridades planean hacer recortes tres veces este año hasta 4,65% –lo mismo que decían en diciembre–, y otras tres en 2025 que terminaría en 3,9% –esto supone una rebaja menor a la proyectada en la reunión de fines de 2023–. Relacionado con las proyecciones para este año, mejoró el cálculo de crecimiento de PBI de 1,4% a 2,1%, redujo la estimación de tasa de desempleo de 4,1% a 4%, dejó sin cambios las previsiones de inflación general en 2,4% mientras que la tasa subyacente se prevé algo más alta de 2,4% frente a 2,64%. Para 2025, estima un crecimiento de PBI de 2,0% i.a., la tasa de desocupación subiría a 4,1% y la inflación general y la subyacente se reducirían a 2,2% i.a.

En este contexto, las acciones estadounidenses ganaron fuerza. El S&P 500 sumó un 1% y el Dow Jones avanzó 400 puntos (+1%), ambos alcanzando máximos históricos, mientras que el Nasdaq 100 subió un 1,1%. La tracción de las acciones tecnológicas de mega capitalización lideró la jornada de los principales índices, con Meta, Alphabet y Apple sumando cerca del 1%. Además, las acciones de JPMorgan subieron cerca de un 1% después de que el banco más grande del país aumentara inesperadamente su dividendo en un 9,5% a raíz de ganancias récord.

Por su parte, los rendimientos de los bonos del Tesoro tuvieron una jornada a la baja ante la confirmación de la expectativa del recorte de tasas. Así, la UST2Y bajó 8pb hasta los 4,61% y la UST10Y cedió 2pb para cerrar en 4,28%. Los índices de renta fija tuvieron una jornada positiva con subas promedio del 0,3%. En este contexto, el dólar perdió terreno al caer 0,2% y cotizar en 103,4. Contrariamente, el oro se fortaleció 1,2% para cotizar en USD 2.183 la onza.

Respecto a los commodities, el petróleo cedió 2,1% hasta los USD 81 el barril, alejándose aún más de los máximos de más de cuatro meses alcanzados el martes, ya que los inversores retiraron algunas ganancias tras un fuerte aumento en los precios de esta commodity. Además, un dólar más fuerte también presionó los precios del petróleo, ya que esto hace que encarezcan para los compradores que tienen otras monedas, perjudicando la demanda. Mientras tanto, los datos de la EIA mostraron que los inventarios de crudo en EE. UU. disminuyeron inesperadamente en 1,95M, la mayor cantidad en dos meses, a medida que las refinerías continúan aumentando la actividad. Por otro lado, los recientes ataques con drones ucranianos contra refinerías rusas generaron preocupaciones sobre el suministro.

Referido a datos económicos de la fecha, el indicador de confianza del consumidor en la zona del euro aumentó hasta -14,9 en marzo (vs -15,5 previo), superando ligeramente las expectativas del mercado (-15). Así, se alcanzó el nivel más alto desde febrero de 2022, en medio de una desaceleración gradual de la inflación y el optimismo en torno a posibles recortes de las tasas de interés por parte del BCE más adelante este mismo año.

En Brasil, el BCB redujo la tasa de interés de referencia Selic en 50pb hasta el 10,75%, en línea con las expectativas –recordemos que en agosto del año pasado inició el ciclo de baja de tasas, cuando se ubicaban en 13,75%–. El Comité observó que el entorno externo actual sigue siendo volátil, caracterizado por debates en curso en torno al inicio de una flexibilización de la política monetaria en las principales economías y el ritmo de disminución de la inflación a nivel mundial. En el plano interno, los indicadores de actividad económica se alinearon con el escenario de desaceleración anticipado por el comité. Aunque la inflación general tuvo un leve aumento en los últimos meses, el IPC core quedó por debajo de lo esperado por los directores. El comité proyecta una inflación de 3,5% y 3,2% para 2024–2025.