Los mercados globales volvieron a tener una jornada con ganancias generalizadas. El S&P 500 subió un 0,5% y el Dow Jones un 0,7%, cerrando en un nuevo récord, mientras que el Nasdaq terminó sin variaciones. Entre los sectores que componen el S&P, las utilities y el sistema financiero obtuvieron los mejores resultados, mientras que las comunicaciones y los bienes de consumo básico quedaron rezagados. Los operadores siguen centrados en los resultados corporativos: Morgan Stanley ganó un 6,5% después de que las ganancias y los ingresos de la compañía superaran las estimaciones. Además, Abbott subió un 1,5% tras presentar resultados trimestrales ligeramente mejores de lo esperado. Mientras tanto, Intel cayó un 1,4% después de que la ciber asociación china solicitara una revisión de los productos Intel vendidos en China. Las megacaps registraron bajas generalizadas: Apple (-0,9%), Microsoft (-0,6%), Amazon (-0,4%), Meta (-1,7%) y Alphabet (-0,2%), en tanto Nvidia se recuperó un 3,1% luego de una caída del 4,5% el día anterior. Por otro lado, las empresas de menor capitalización, medidas por el Russell 2000, subieron un 1,6%, alcanzando su nivel más alto desde noviembre de 2021.
En cuanto a la renta fija, los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense tuvieron una leve caída, con la UST10Y cerrando en 4,02%, 2 pb por debajo del día anterior, al igual que la UST2Y, que terminó en 3,94%. Esto permitió que los índices de renta fija tuvieran una jornada mayormente positiva, con subas promedio del 0,2%.
En cuanto a los commodities, el precio del petróleo se mantuvo estable, con el WTI cerrando la jornada en USD 70,5 por barril, pero con presión alcista debido a la inesperada reducción en los inventarios de crudo en EE. UU. Los datos del API mostraron que las existencias de crudo cayeron en 1,6 millones de barriles la semana pasada, tras un aumento de casi 11 M y contra pronósticos de un incremento de 2,3 M de barriles. Además, las renovadas tensiones en Oriente Medio, con ataques aéreos de Israel y contra el Líbano, también influyeron en esta presión alcista.
El índice dólar DXY subió un 0,3% y terminó la jornada en 103,6, alcanzando sus niveles más altos en 11 semanas, impulsado por las señales de fortaleza de la economía estadounidense. Esto, a su vez, refuerza las expectativas de que la Fed adoptará un enfoque más cauteloso respecto a los recortes de tasas de interés. Asimismo, las crecientes probabilidades de una victoria de Trump en las elecciones de noviembre también impulsaron al dólar, ya que sus políticas sobre aranceles, inmigración e impuestos son vistas como inflacionarias, lo que dificultaría que el banco central reduzca aún más las tasas. Por otro lado, el oro tuvo una ganancia de 0,5%, llegando a USD 2.673 la onza, e incluso superó los USD 2.700 durante la jornada.