En la última rueda del año, las acciones cayeron levemente, dejándolas cerca de máximos históricos. Las minutas de la Fed mantuvieron el foco en la expectativa de recortes en 2026, pese a posturas divididas. En tanto, los rendimientos de los Treasuries se movieron sin cambios relevantes y la renta fija operó estable. El dólar mostró una ligera recuperación, el oro moderó la volatilidad tras la corrección reciente, el petróleo retrocedió pese al ruido geopolítico y el cobre volvió a avanzar por la demanda estructural.

En cuanto a la caída en acciones, el Dow Jones retrocedió 0,2%, seguido de bajas de 0,1% tanto en el S&P 500 como en el Nasdaq. De esta manera, el Nasdaq finalizó diciembre con un avance de 0,2%, acumulando una suba de 21,4% en el año. El S&P 500 registró una ganancia de 0,6% en el mes y del 17,3% en 2025, mientras que el Dow Jones cerró con un alza de 1,4% y 13,7%, respectivamente.

Las minutas de la reunión de diciembre de la Fed señalaron que la mayoría del FOMC considera que serán apropiados recortes de tasas el próximo año si la inflación continúa moderándose. Aun así, los funcionarios mostraron división respecto del balance de riesgos entre inflación y desempleo: algunos expresaron mayor preocupación por un posible arraigo de la inflación, que podría requerir costos de financiamiento más altos, mientras que otros se inclinaron por una magnitud mayor de recortes para contener señales de enfriamiento en el mercado laboral. En diciembre, el comité recortó la tasa de fondos federales en 25 pb hasta el rango 3,5%-3,75%, en línea con las expectativas y marcando el tercer recorte del año. La decisión incluyó disidencias: dos miembros votaron por mantener la tasa sin cambios y el nuevo gobernador del FOMC, Miran, favoreció un recorte de 50 pb. Además, el guidance presentado en la reunión reflejó una visión más optimista sobre el crecimiento para el próximo año, indicando un impacto inicial de los aranceles menor al previsto.

En paralelo, los bonos del Tesoro operaron sin cambios, con la US10Y manteniéndose en un nivel de 4,12%. Con esto, el índice de bonos del Tesoro también operó sin variaciones, al igual que la deuda de mercados emergentes y los corporativos Investment Grade. En tanto, el segmento High Yield se destacó con un leve avance de 0,1%. En el año, la mayor suba correspondió a los bonos de mercados emergentes (8,4%), seguido de los corporativos Investment Grade (3,6%) y los High Yield (2,6%), y por último la deuda del Tesoro, que ganó un 0,4%.

En este contexto, el US Dollar Index subió por segunda rueda consecutiva un 0,11% y cerró en 98,15, gracias a su apreciación de 0,1% frente al euro, 0,3% contra la libra y 0,2% ante el yen japonés. De esta forma, en diciembre el dólar cayó un 1,3% y un 9,5% en el año. Por otro lado, en Brasil, donde la divisa estadounidense venía apreciándose durante la última semana, recortó el aumento y perdió un 1,4%, cerrando en USDBRL 5,49. Así, el dólar subió un 2,9% frente al real en diciembre, acumulando una caída de 11,1% en el año. En cuanto al oro, había comenzado la rueda con alzas de hasta 5%, aunque cerró con una ganancia de 0,9% tras una fuerte corrección en la rueda del lunes. De esta manera, alcanzó un precio de USD 4.369 la onza y cerró diciembre con una suba del 3,3%, finalizando 2025 una ganancia total de 66,5% y marcando su mejor año desde 1979.

Por su parte, el petróleo WTI bajó un 0,1% y cerró en USD 58 el barril tras el rebote previo sostenido por tensiones geopolíticas: dudas sobre las negociaciones de paz en Ucrania, cierres de pozos en Venezuela bajo bloqueo de EE. UU. y advertencias de Trump a Irán. Con esto, en el mes el petróleo cayó un 0,9%, acumulando una baja de 19,1% en el año. En cambio, el cobre rebotó un 4,3%, impulsado por la firme demanda relacionada con energía y la inversión en centros de datos. De esta manera, cerró en USD 5,73 la libra, por lo que en diciembre subió un 10,5% y en 2025 un 43,7%. Por último, la soja cedió un 0,2%, terminando el año en USD 385 la tonelada. En diciembre retrocedió un 7,9% debido a una menor demanda de lo esperado por parte de China hacia EE. UU. tras el acuerdo comercial, aunque en el año subió un 4,9%.