Tras la caída de 27 pb en los rendimientos del Tesoro de EE. UU. la semana pasada, el mercado observa con prudencia las subastas de deuda de esta semana, que podrían ser decisivas para evaluar si hay demanda suficiente como para ejercer una nueva presión a la baja sobre las tasas. En este contexto, la UST2Y aumentó 11 pb, cerrando en 4,94%, y la UST10Y ascendió 9 pb, terminando en 4,65%. De manera correspondiente, el US Dollar Index registró una leve subida del 0,1%, situándose en 105,2 puntos.
Además, el mercado bursátil cerró al alza el lunes ante las esperanzas de que la Reserva Federal esté lista para poner fin al ajuste. El S&P 500 registró un aumento del 0,2%, mientras que el Nasdaq –impulsado principalmente por el rendimiento positivo de Nvidia (1,6%) y Apple (1,4%)– avanzó un 0,4%. Además, el Dow Jones tuvo un incremento del 0,1%. Los sectores más favorecidos fueron Tecnología y Salud, con un 0,6% respectivamente, mientras que Energía (-1,1%) y Bienes Raíces (-1,3%) fueron los más perjudicados.
En el mercado de commodities, el WTI subió un 0,4%, llegando a USD 80,80 por barril después de que los principales exportadores, Arabia Saudita y Rusia, confirmaron que continuarán con sus recortes adicionales voluntarios de producción. Además, la soja tuvo una suba del 1%, alcanzando los USD 492 por tonelada en el mercado de Chicago. Por su parte, el oro retrocedió un 0,7%, situándose en USD 1.977 por onza.
En otras regiones, el PMI de servicios de Brasil aumentó a 51 en octubre desde 48,7 en septiembre, lo que indica la mayor expansión en el sector de servicios desde junio de 2023. Los nuevos negocios crecieron después de la contracción en el período anterior, en medio de mejores condiciones de demanda y la obtención de nuevos clientes. Las ventas aumentaron al ritmo más rápido en cuatro meses, lo que impulsó la producción. En consecuencia, los trabajos atrasados se acumularon por primera vez en casi un año y medio, y la creación de empleo se recuperó marginalmente.
Por último, el PMI compuesto de la zona euro se confirmó en 46,5 en octubre, por debajo del 47,2 de septiembre y el más bajo desde noviembre de 2020. La desaceleración más pronunciada de la actividad se debió principalmente a un deterioro del desempeño de los proveedores de servicios, mientras que la reducción de los niveles de producción de las fábricas se mantuvo consistente con lo observado en septiembre. Las frágiles condiciones de la demanda fueron un aspecto notable de los resultados de la encuesta, siendo el más débil desde la crisis de deuda soberana, si se excluyen los meses afectados por la pandemia. Además, las perspectivas económicas parecían sombrías: el empleo se estancó y puso fin a un período de 32 meses de creación de empleo.