El rendimiento del bono del Tesoro de EE. UU. a 10 años cayó 12 pb a menos del 4,2%, recuperando mínimos de tres meses, en medio de datos recientes que refuerzan la creencia de que la Reserva Federal ha concluido su campaña de ajuste y podría iniciar recortes de tasas pronto. La tasa a 2 años cedió 8 pb para terminar en 4,58%. En consonancia, la renta fija ganó un 0,5% en la jornada.
Wall Street cerró de forma mixta el martes, mientras los inversores asimilaban nuevos datos económicos, donde las ofertas de empleo en EE. UU. estuvieron por debajo de las expectativas, marcando el nivel más bajo desde marzo de 2021. Esto señala un enfriamiento del mercado laboral. Mientras, el PMI de servicios de ISM superó las previsiones, apuntando a un sector de servicios resistente. En este contexto, el Dow Jones perdió un 0,2%, mientras que el S&P 500 se mantuvo estable y el Nasdaq ganó un 0,3%.
Los sectores de materiales (–1,3%) y energía (–1,7%) obtuvieron los peores resultados, mientras que tecnología (0,6%) y consumo discrecional (0,1%) mostraron mejores desempeños. ExxonMobil (–1,9%) y Chevron (–1,4%) registraron pérdidas, mientras que Apple (+2,1%), Amazon (+1,4%), Nvidia (+2,3%) y Tesla (+1,3%) avanzaron con fuerza.
En el sector de los commodities, el WTI cayó a USD 72 por barril, tocando un mínimo de cinco meses en medio de dudas sobre los recortes de la OPEP+ y preocupaciones sobre la demanda. Los precios del petróleo se mantuvieron bajo presión por cuarto día consecutivo, ya que los inversores creen que el acuerdo de la OPEP+ hizo poco para sostener los precios. En el frente de la demanda, los países en la conferencia climática COP28 están considerando pedir una eliminación formal de los combustibles fósiles como parte del acuerdo final de la cumbre de las Naciones Unidas para abordar el calentamiento global. Por su parte, el dólar (DXY) subió a un máximo de dos semanas de 104,1 y el oro cedió un 0,5% en su valor, alcanzando los USD 2.019 por onza.
En otras regiones, la economía brasileña creció un 0,1% t/t en el 3Q23, desacelerándose con respecto a una fuerte expansión en la primera mitad del año, pero escapando a la contracción del 0,2% t/t que pronosticaban los mercados. El sector industrial aumentó un 0,6%, y tanto la manufactura como la minería agregaron un 0,1%, mientras que los servicios públicos se dispararon un 3,6%. Por otro lado, la producción agrícola se contrajo el 3,3%, ya que la cosecha de soja, la mayor de Brasil, se concentra en el primer semestre del año. Por el lado de la demanda, tanto el gasto de los hogares (1,1%) como el del gobierno (0,5%) aumentaron, impulsados por los programas de transferencia de ingresos públicos y una mejora continua del mercado laboral. En términos interanuales, el PBI se expandió un 2% i.a. en el 3Q23, la menor cifra desde el 1Q22.
Por último, Moody's revisó la calificación crediticia de China de 'estable' a 'negativo', citando riesgos amplificados derivados de un menor crecimiento económico sostenido a mediano plazo y la reestructuración en curso del sector inmobiliario. Además, surgieron temores debido a la creciente evidencia de asistencia financiera brindada por el gobierno y el sector público en general a los gobiernos regionales y locales, y a empresas estatales financieramente tensas, que plantean importantes riesgos a la baja para el presupuesto fiscal de China.