A la espera de las conclusiones del simposio de Jackson Hole, donde los inversores esperan el discurso de Powell, los rendimientos de los bonos del Tesoro subieron y las acciones registraron pérdidas después de nueve jornadas de ganancias. El S&P 500 retrocedió un 0,8%, el Dow Jones un 0,4% y el Nasdaq fue el más afectado con una caída del 1,6%, impulsada por un descenso notable en las acciones tecnológicas; Nvidia, por ejemplo, bajó un 3,7%, antes de su informe de resultados de la próxima semana. Las acciones de consumo discrecional también sufrieron caídas significativas, con Tesla perdiendo un 5,6%. Por el contrario, los sectores financiero, inmobiliario y energético cerraron el día en terreno positivo.

En cuanto a los datos económicos del día, se destacó la publicación semanal de las solicitudes iniciales de desempleo, que ascendieron a 232.000 para el período que finalizó el 17 de agosto, un aumento de 4.000 respecto a la semana anterior y ligeramente por encima de las expectativas del mercado de 230.000. Este incremento marca un máximo de tres semanas y mantiene el recuento de solicitudes iniciales sustancialmente por encima de los promedios de principios de año, reforzando la percepción de un debilitamiento en el mercado laboral. Este panorama se ve agravado por el informe de empleo de julio y la notable revisión a la baja de 818.000 en las nóminas no agrícolas para el año que finalizó en marzo, intensificando las preocupaciones sobre una moderación en el mercado laboral de EE. UU.

Mientras tanto, los datos del S&P PMI indicaron que la economía privada estadounidense se expandió notablemente en agosto, aunque el crecimiento estuvo impulsado exclusivamente por el sector servicios. Específicamente, el PMI manufacturero experimentó una baja significativa, descendiendo a 48 en agosto desde 49,6 en julio, marcando la mayor caída en ocho meses. Por otro lado, el PMI de servicios superó las expectativas al aumentar a 55,2 desde 55 en julio. Esto resultó en que el PMI compuesto registrara una leve disminución a 54,1, pero aún así superó las expectativas del mercado. A pesar de cierta desaceleración, el crecimiento económico sigue siendo robusto, alejando considerablemente los temores de una recesión en la economía americana.

En Europa, se dieron a conocer las minutas de la reunión de julio del Banco Central Europeo (BCE), en la que se decidió no precipitarse en recortar las tasas de interés, optando en su lugar por esperar hasta septiembre para reevaluar la postura política. El BCE mantuvo las tasas sin cambios en julio y ofreció poca orientación sobre futuras acciones políticas, a pesar de las crecientes expectativas del mercado de una posible reducción en las tasas para el 12 de septiembre. Las autoridades destacaron el desafío que representa flexibilizar gradualmente la política restrictiva sin perjudicar la economía al mantener las tasas demasiado altas por un período prolongado. Las actas subrayaron que la reunión de septiembre sería el momento ideal para reevaluar el nivel de restricción de la política monetaria, enfatizando la importancia de abordar esa reunión con una mente abierta.

En Japón, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de julio registró un incremento del 0,2% mensual, acumulando un aumento del 2,8% en los últimos doce meses, cifra que se repite respecto a la variación registrada en junio. Un resultado similar mostró el IPC core, que marcó un alza del 2,7% interanual. Será crucial la interpretación que haga el Banco de Japón (BoJ) sobre estos datos, especialmente porque en la última reunión sorprendió al mercado con un aumento en la tasa de referencia —hasta el 0,25%—, señalando que su objetivo principal es reajustar la inflación para alinearla con la meta del 2% i.a.