Los mercados globales tuvieron una rueda negativa el martes, marcada nuevamente por la fortaleza del dólar y el repunte de los rendimientos de los bonos del Tesoro. Esto impactó en toda la renta fija, los commodities e incluso en las acciones, frenando el rally que venían acumulando desde el triunfo de Trump, cuando alcanzaron nuevos máximos históricos.

Tras el feriado del lunes, los bonos del Tesoro estadounidense volvieron a estar bajo presión por las preocupaciones sobre el incremento del déficit fiscal y el alza de la inflación. Las subas se observaron a lo largo de toda la curva, con mayor énfasis en el tramo largo. El UST2Y aumentó 9 pb hasta 4,34%, y el UST10Y escaló 13 pb hasta 4,43%. Esto afectó a todos los índices de renta fija, que registraron una caída promedio de 0,6%, impulsada principalmente por los bonos corporativos Investment Grade, que retrocedieron 0,9%, mientras que los bonos del Tesoro y los corporativos High Yield cayeron 0,5% y 0,4%, respectivamente.

En cuanto a las acciones, el S&P 500 cayó un 0,3%, el Nasdaq retrocedió un 0,2% y el Dow Jones perdió un 0,8%. Entre los movimientos destacados, Tesla bajó un 6,1% y Trump Media & Technology Group cedió  un 8,8%, en tanto que Nvidia subió un 2,1%, Microsoft avanzó un 1,3% y Alphabet ganó un 0,7%. Por sectores, materiales, real estate y servicios públicos fueron los más afectados, mientras que comunicaciones y la tecnología lideraron las ganancias. A nivel global, el índice general excluyendo EE. UU. perdió un 1,7%, impulsado por el retroceso del 2% en las acciones europeas y la caída del 3,3% en las acciones de China.

El dólar continuó su escalada impulsado por las expectativas de aranceles más altos bajo la administración de Donald Trump. El mercado anticipa que estos aranceles podrían elevar los precios y limitar la capacidad de la Fed para reducir las tasas de interés. El DXY subió otro 0,5%, alcanzando 106,1, su pico más alto desde 2022. El fortalecimiento fue generalizado contra todas las monedas, destacándose la presión contra el euro y el yuan, dado que serían los más afectados por las medidas arancelarias, al tener los mayores superávits comerciales con EE. UU. Así, el dólar ganó 0,3% contra el euro en la rueda y 2,9% en la última semana; en el mismo período, avanzó 0,3% y 1,8%, respectivamente, frente al yuan, cerrando en USDCNY 7,23. El yen cayó 0,7% a 154,8, su nivel más bajo en tres meses y medio, mientras que el dólar canadiense bajó por tercer día consecutivo, acercándose a un mínimo de cuatro años frente al dólar.

En cuanto a los datos económicos del día, se destacó el índice de optimismo económico RealClearMarkets/TIPP, una medida clave de la confianza del consumidor estadounidense, que en noviembre marcó un salto de 13,4% hasta 53,2, el nivel más alto en más de tres años. Esta es la primera vez que el índice se vuelve positivo desde septiembre de 2021, poniendo fin a una racha negativa de 38 meses, impulsado por el regreso al cargo del presidente Donald Trump. La perspectiva de los estadounidenses sobre sus finanzas personales mejoró notablemente: el indicador de perspectiva financiera personal pasó de 53,6 en octubre a 61,0 en noviembre. Las perspectivas económicas a seis meses también subieron, de 47,3 a 55,9, reflejando mayor confianza en las condiciones económicas futuras. Asimismo, la confianza en las políticas económicas federales aumentó de 39,7 a 42,7. Tanto los inversores (con 57,8) como los no inversores (con 50,5) reportaron un mayor optimismo en comparación con meses previos.

De acuerdo con la encuesta de la Fed de Nueva York, las expectativas de inflación al consumidor en EE. UU. para el próximo año cayeron al 2,9%, la cifra más baja desde octubre de 2020, luego de mantenerse en 3% en los cuatro meses anteriores. Las proyecciones de precios para el año próximo disminuyeron para el gas (-0,2 pp a 3,2%), alimentos (-0,2 pp a 4,3%), educación universitaria (-0,2 pp a 5,7%), alquiler (-0,4 pp a 5,9%) y atención médica (-0,8 pp hasta 5,8%, el registro más bajo desde enero de 2020). Además, las expectativas medianas de aumento en el precio de la vivienda se mantuvieron sin cambios en 3%. Por otro lado, las previsiones de inflación a tres años disminuyeron 0,2 pp a 2,5%, y las expectativas a cinco años cayeron 0,1 pp a 2,8%.