Luego de sufrir la peor semana del año, el lunes los mercados tuvieron una jornada muy positiva, con subas generalizadas, ya que los inversores aprovecharon los precios más bajos y anticiparon un posible recorte de las tasas de interés por parte de la Fed. El S&P 500 y el Dow Jones subieron 1,1%, y el Nasdaq avanzó 1,3%, impulsado por un repunte del 3,5% en Nvidia. Sectores como el de consumo discrecional, el industrial y el financiero lideraron la recuperación, junto con las acciones tecnológicas, que habían sido de las más afectadas en la liquidación de la semana pasada. Empresas como JPMorgan Chase, Mastercard, Boeing y Tesla se destacaron entre las de mejor desempeño, con alzas superiores al 2% cada una.

Los rendimientos de los bonos del Tesoro operaron mixtos, con la parte corta de la curva mostrando subas marginales –la UST2Y subió 2 pb hasta 3,67%–, mientras que el tramo largo volvió a operar a la baja –la UST10Y cayó 1 pb hasta 3,70%–. En este contexto, también fue una buena jornada para la renta fija, que registró un alza promedio de 0,2%, destacándose los bonos corporativos High Yield y emergentes con una suba de 0,3%. El dólar se fortaleció 0,4%, y los commodities subieron 0,3%, con una recuperación de 1,5% en el petróleo, que cerró en USD 69 por barril, y de 1,1% en el precio de la soja, que quedó en USD 367 por tonelada.

Respecto a los datos del día, se destacó que las expectativas de inflación al consumidor de EE. UU. para el próximo año se mantuvieron sin cambios en 3% en agosto de 2024, las mismas que en julio y junio. Las expectativas de inflación a cinco años también se mantuvieron estables en 2,8%. Por otro lado, la mediana de las expectativas de inflación a tres años mostró una leve recuperación tras la baja lectura de julio, aumentando de 2,3% a 2,5%.

También fue relevante que el crédito total al consumo en EE. UU. aumentó en USD 25.450 M en julio de 2024, una cifra significativamente superior al incremento de USD 12.500 M esperado por los analistas y muy por encima del aumento revisado a la baja de USD 5.230 M en junio. Esto representó el mayor crecimiento del crédito desde noviembre de 2022, impulsado por aumentos sustanciales tanto en la deuda renovable como en la no renovable. El crédito renovable, que incluye los saldos de tarjetas de crédito, aumentó en USD 10.600 M, el mayor incremento en cinco meses. Mientras tanto, el crédito no renovable, que incluye préstamos para vehículos y educación, subió en USD 14.800 M. Este fuerte aumento en el endeudamiento de los consumidores refleja una alta demanda de crédito, a pesar de las actuales incertidumbres económicas.