Jornada sin grandes cambios en el mercado global debido al feriado en EE. UU. por el Día del Trabajo. Esta semana estará marcada por la publicación de importantes indicadores del mercado laboral, incluyendo el índice JOLT que mide las vacantes de empleo de julio y la creación de empleos no agrícolas de agosto, de los cuales se anticipa una recuperación del dinamismo con más de 165.000 nuevos empleos, tras el decepcionante resultado de julio, con menos de 100.000.

En un mercado con escasas variaciones, la atención se centró en China con la publicación del PMI manufacturero Caixin, que en agosto ascendió a 50,4 desde 49,8 en julio, superando las expectativas de 50,0. Los nuevos pedidos experimentaron un crecimiento, impulsando un aumento más rápido de la producción ante mejores condiciones de demanda subyacente. No obstante, la demanda extranjera disminuyó ligeramente por primera vez en el año debido a un deterioro en las condiciones. El empleo se estabilizó tras once meses de descensos gracias a una mejora en la demanda, y los pedidos pendientes crecieron por sexto mes consecutivo. La actividad de compras decreció marginalmente y los tiempos de entrega se extendieron ligeramente más rápido por restricciones de suministro y transporte. En cuanto a precios, los de insumos disminuyeron por primera vez en cinco meses debido a la caída en las valoraciones de materias primas, mientras que los precios de los productos descendieron ya que las empresas aplicaron descuentos para mantener su competitividad. La confianza empresarial alcanzó un máximo de tres meses, fortalecida por el optimismo sobre mejoras en la situación económica.

En Brasil, el PMI manufacturero descendió a 50,4 en agosto de 2024 desde 54,0 en julio, registrando la cifra más baja del año y señalando una desaceleración considerable en la actividad industrial. Las crecientes presiones de costos, que alcanzaron su nivel más elevado desde marzo de 2022, y la reducción en la demanda llevaron a los fabricantes a disminuir la producción por primera vez en 2024. Los nuevos pedidos se expandieron al ritmo más lento en ocho meses, con ventas moderadas en EE. UU. y Mercosur que fueron parcialmente contrarrestadas por una mayor demanda de Asia y Medio Oriente. A pesar de estos desafíos, el empleo aumentó, apoyado por una fuerte confianza empresarial y planes de expansión de plantas, diversificación de productos e inversiones. La adquisición de insumos y los niveles de inventario disminuyeron, dado que las empresas optaron por utilizar existencias de seguridad ante un deterioro en el desempeño de los proveedores. Sin embargo, el optimismo sobre la producción futura se mantiene elevado, pues los fabricantes anticipan posibles mejoras en el entorno económico.