En la actualización de su informe de perspectivas de la economía global –World Economic Outlook–, el FMI espera que la economía mundial repita la performance del año pasado y marque una expansión de 3,2% en 2024. Pero para 2025 revisó al alza en 0,1 pp hasta el 3,3% i.a. Las economías desarrolladas crecerán 1,7% i.a. este año y 1,8% i.a. en 2025 mientras que las economías emergentes mantendrían una expansión de 4,3% i.a. 

En cuanto a las economías desarrolladas, para EE. UU. estima un crecimiento de 2,6% i.a. para este año y, el año que viene, desaceleraría a 1,9% i.a. Para la Eurozona se prevé una expansión de 0,9% y 1,5% en tanto que Japón se expandiría 0,7% y 1,0%, respectivamente. Por el lado de los países emergentes, China e India continuarán desacelerando su dinamismo al estimarse una expansión de 5,0% y 7,0% para 2024 –vs 5,2% i.a. y 8,2% i.a. en 2023– y de 4,5% y 6,5% en 2025.

El resto de los emergentes acelerarán su crecimiento, entre los que se destacan Oriente Medio y África con una proyección de ganancia superior al 4% para 2025. Para Latam se espera un alza de apenas 1,9% i.a. este año, pero repuntaría a 2,7% i.a. en 2025. 

Si bien la economía global mantiene esta buena performance de crecimiento, el FMI advirtió que la inflación de los servicios está frenando los avances en materia de desinflación, lo que complica la normalización de la política monetaria. Por lo tanto, los riesgos al alza para la inflación han aumentado, incrementando la perspectiva de tasas de interés más altas durante un período aún más largo, en el contexto de crecientes tensiones comerciales y una mayor incertidumbre política.

Otro de los datos económicos del día fue el informe de ventas minoristas de EE. UU., que destacó en junio un estancamiento en términos nominales, tras un aumento revisado al alza del 0,3% m/m en mayo. Las ventas de combustibles bajaron un 3% m/m y las de automóviles, un 2,3% m/m. Excluyendo el combustible, las ventas aumentaron un 0,2% m/m, tras una suba del 0,5% en mayo. Mientras tanto las ventas –excluyendo los servicios de alimentación, los concesionarios de automóviles, las tiendas de materiales de construcción y las gasolineras, que se utilizan para calcular el PBI– aumentaron un 0,9% m/m, lo que registra el mayor crecimiento desde abril de 2023. 

Con este marco, el mercado de EE. UU. volvió a tener una buena jornada con subas en bonos y acciones. En cuanto a la renta fija, los rendimientos de los bonos del Tesoro siguieron en baja con la USDT10Y cerrando en 4,16% –su nivel más bajo de los últimos 4 meses– y esto impulsó a todos los índices de bonos que tuvieron un alza promedio de 0,5%. Por el lado de las acciones, los tres principales índices subieron: el S&P 500 ganó 0,6%; el Dow Jones, 1,8% marcando un nuevo récord; el Nasdaq tuvo un incremento de sólo 0,2% golpeado por la rotación de carteras que están haciendo los inversores de empresas grandes hacia empresas chicas.

El dólar tuvo una jornada estable y marcó un repunte de 0,1% mientras que los commodities operaron con bajas generalizadas, entre los que se destacó el petróleo con una caída de 1,4% ante las perspectivas de menor crecimiento de China. Lo destacado de la jornada fue la performance del oro que subió 1,9% y cerró en USD 2.469 la onza, lo que marca un nuevo récord histórico, acumulando en el año un alza de 20%.