Las acciones cerraron el año en baja, registrando la tercera caída consecutiva con elevada volatilidad, especialmente en los papeles tecnológicos. El S&P 500 y el Nasdaq 100 retrocedieron 0,6%, mientras que el Dow Jones perdió 300 puntos tras haber caído más de 700 puntos al inicio de la sesión. Las Megacaps permanecieron bajo presión, con bajas generalizadas: Tesla bajó un 2%, Apple un 1% y Meta un 0,8%. Por su parte, Nvidia se destacó con una suba del 1,8% tras el anuncio de que ByteDance planea invertir USD 7.000 M en sus chips de IA, a pesar de las restricciones a las exportaciones de EE. UU. La energía fue el único sector positivo entre los once del S&P, impulsado por el aumento en los futuros del gas natural y el petróleo. A pesar de esto, el S&P 500 logró una sólida ganancia del 27% en el año, debido a factores como los recortes anticipados de tasas de interés, sólidas ganancias corporativas e importantes inversiones en inteligencia artificial. Empresas como Palantir Technologies y Nvidia lideraron el avance con alzas de tres dígitos. El Dow Jones también tuvo un buen desempeño, acumulando una suba del 14,4%, respaldado por datos económicos positivos en EE. UU., un gasto de consumo robusto y mejoras en las relaciones comerciales globales. Asimismo, el Nasdaq Composite superó a ambos, con un aumento del 34%. Este índice de alta tecnología se benefició de innovaciones en sectores de IA, computación en la nube y biotecnología.
El rendimiento del UST10Y retrocedió 7 pb, ubicándose en 4,55%, así como el UST2Y que cerró en 4,26%. A pesar de las expectativas de mayor inflación y de menos recortes de tasas para 2025, persisten las dudas sobre si la economía podría entrar en un escenario que justifique una mayor cantidad de recortes de tasas. Este debate se destacó recientemente tras el débil incremento de la inflación subyacente del PCE en noviembre. Además, las solicitudes de pensión por desempleo alcanzaron su nivel más alto en más de tres años a mediados de diciembre. Con esto, el índice que agrupa los bonos del Tesoro avanzó un 0,4%, al igual que el índice de corporativos Investment Grade. Por su parte, los High Yield se mantuvieron sin cambios, mientras que los bonos emergentes replicaron la tendencia alcista y subieron un 0,4%.
El índice de dólar DXY registró un leve incremento del 0,1%, al apreciarse un 0,4% frente al yen japonés, un 0,3% ante el euro y un 0,2% contra la libra, cerrando en 108,1. Por el lado de Brasil, donde persisten las inquietudes sobre el rumbo fiscal y la inflación, con un Banco Central vendiendo reservas y la tasa del bono a diez años superando el 15%, el USDBRL retrocedió un 0,2%, finalizó en USDBRL 6,18. Así, en diciembre acumula un alza del 3,5% y de 27,4% en el año.
El petróleo WTI subió un 1,0% y cerró en USD 71 el barril, acercándose a máximos de siete semanas ante el incremento de expectativas de mayor demanda por parte de China y el alza del 20% en los futuros de gas natural, que podría potenciar aún más la demanda de petróleo. En cuanto a los metales, el oro retrocedió un 0,6% y finalizó en USD 2.604 la onza. Por último, en el segmento de los agrícolas, la soja cayó un 0,5%, ubicándose en USD 358 la tonelada y cerrando el año con una pérdida del 25%.