En línea con las expectativas del mercado, la FED elevó la tasa de referencia en 75 pb hasta 3,25%, el nivel más alto de los últimos 15 años previo a la crisis financiera. De esta manera, siendo la tercera suba consecutiva de esta magnitud, en lo que va del 2022 acumula un alza de 3 pp, haciendo del actual ciclo de suba de tasas como el más agresivo desde 1981. 

Al anuncio se le sumó la publicación de las nuevas proyecciones económicas de la FED, donde la mayor sorpresa fueron las estimaciones de tasas, las que finalizarían el año en 4,4%. Este resultado se ubica muy por encima del último dato estimado (3,4%). Dicha proyección demuestra que la FED no sólo planea mantener esta tendencia para el 2022 sino que mantendría las tasas en 2023 en 4,6%, para recién retroceder a 3,9% en 2024. En línea con este análisis, se espera que la inflación general de 2022 finalice en 5,4% i.a. - vs. 5,2% i.a. en junio - y retrocedería hasta 2,8% en 2023. Para la inflación Core, se estima que este año finalice en 4,5% i.a. y 3,1% en 2023.  Cabe destacar que para que este escenario se cumpla, dada la dinámica actual que presentan los precios, debería haber una caída abrupta de la inflación lo cual parece tener baja probabilidad. Por esta razón, podría llevar a necesitar una mayor suba de tasas para el año siguiente. 

Otro dato a destacar es el fuerte recorte en el crecimiento de PBI de este año que se redujo de 1,7% a apenas 0,2%, en tanto que para 2023 y 2024 estima un alza del PBI de 1,2% y 1,7%. Ante este escenario, el pronóstico del mercado laboral también tuvo su ajuste, llevando a un desempleo de 3,8% en el 2022 y de 4,4% en 2023 – vs. 3,7% y 3,9% publicados en junio -. 

Esto, sumado a los comentarios de Jerome Powell donde defendió esta postura agresiva de la entidad que se alargaría por un mayor tiempo al esperado, golpeó al mercado que terminó cerrando el día en terreno negativo. El Nasdaq y el S&P retrocedieron 1,8% seguidos por el Dow Jones que lo hizo en 1,7%. Todos los sectores que componen al S&P terminaron la jornada en terreno negativo con el sector de comunicaciones (-2,5%) y el de consumo discrecional (-2,3%) marcando las mayores caídas.  

Los anuncios también impactaron en la curva de bonos del tesoro, ya que mientras el corto plazo volvió a avanzar, el tramo largo tuvo un fuerte retroceso. Esto implica un recorte del spread entre la USD 10 YR (3,53%), que se alejó de los máximos alcanzados ayer desde el 2011, y la USD 2 YR (4,05%), que marcó un nuevo máximo desde el 2007. De esta manera el mercado confirma su preocupación respecto a la inflación que se mantendrá en el corto plazo, mientras que confirma la desaceleración económica que proyecta para los períodos más largos. Este escenario favoreció a los bonos de mayor calidad, los cuales avanzaron un 0,4% frente a los de más riesgo que tuvieron un retroceso de 0,3%. 

Ante este contexto, el dólar volvió a fortalecerse llevando al DXY a avanzar un 0,4%. A pesar de la suba en la moneda norteamericana, el oro también cerró la jornada al alza favorecido por su condición de reserva de valor ante escenarios inflacionarios. Esto lo impulsó en un 0,6%, llevando a que las mineras sean una de las pocas ganadoras luego de la jornada de ayer (0,3%).