Las acciones en EE. UU. comenzaron la semana con marcada volatilidad y un ajuste en el sector tecnológico, aunque cerraron la jornada con pocos cambios. El S&P 500 avanzó 0,2% y el Dow Jones subió 0,9%. Por su parte, el Nasdaq retrocedió 0,3% tras la decisión de la Casa Blanca de imponer restricciones globales a la exportación de inteligencia artificial y semiconductores. La rotación desde tecnológicas hacia sectores value benefició a empresas como Caterpillar (+3,3%), JPMorgan (+1,8%) y UnitedHealth (+3,9%). En contraste, Nvidia y Palantir extendieron las caídas de la semana previa, con bajas de 2% y 3,4%, respectivamente.
Continuando con la tendencia de la semana pasada, los rendimientos de los bonos del Tesoro siguieron en alza. El UST10Y alcanzó su nivel más alto desde noviembre de 2023, rozando el 4,80%, mientras que el rendimiento del UST30Y superó el 5% por primera vez en más de un año. Los operadores redujeron las expectativas de recortes de tasas de la Fed a 25 pb para este año, impulsadas por un informe de empleo mejor de lo esperado el viernes pasado y por las preocupaciones sobre las políticas inflacionarias del presidente electo Donald Trump, lo que generó un clima de mayor cautela. En este contexto, todos los índices de renta fija cerraron con una caída del 0,2%.
La suba de tasas siguió presionando sobre la cotización del dólar, que volvió a apreciarse frente a todas las monedas. Tras avanzar un 0,6% la semana pasada, el índice DXY superó los 110 puntos, alcanzando su nivel más alto en meses. El fortalecimiento del dólar fue generalizado, con las mayores ganancias siendo contra la libra esterlina y el euro. En este contexto, el oro retrocedió un 1,31%, cerrando en USD 2.679 por onza.
El precio del petróleo WTI subió un 2,8% hasta los USD 78 por barril, el nivel más alto en más de cuatro meses, a raíz de las nuevas sanciones de EE. UU. al sector energético de Rusia, que generaron temores sobre interrupciones en el suministro. Estas medidas, las más amplias hasta ahora, afectaron a los principales exportadores, aseguradoras y más de 150 petroleros, dejando a compradores clave como India y China enfrentando dificultades para encontrar alternativas. Las sanciones ya han causado confusión en el mercado: refinerías chinas convocaron reuniones de emergencia, mientras que refinerías indias se preparan para enfrentar posibles interrupciones en los próximos meses. Entre las señales iniciales de perturbación, algunos petroleros sancionados permanecen atascados frente a las costas de China. Se estima que las restricciones podrían afectar hasta 800.000 barriles diarios de petróleo ruso, aunque la pérdida real podría ser menor. A este escenario se suma la caída en las reservas de petróleo en EE. UU., el clima más frío en el hemisferio norte y especulaciones de que la administración entrante de Trump podría endurecer las sanciones contra Irán.