El mercado americano registró su tercera rueda consecutiva a la baja, en un contexto marcado por el continuo aumento en los rendimientos de los bonos del Tesoro. El S&P 500 y el Dow Jones retrocedieron un 0,9% y 1,0%, respectivamente, mientras que el Nasdaq fue el más afectado, con una caída del 1,5%, a raíz del descenso en las acciones de gigantes tecnológicos como Nvidia (-2,8%), Apple (-2,1%) y Qualcomm (-3,8%). Además, Boeing (-1,8%) reportó una importante pérdida trimestral y McDonald's (-5,1%) enfrentó presión luego de que sus hamburguesas fueran relacionadas con un brote de E. coli. En contraste, AT&T subió un 4,7% tras superar las expectativas de aumento en sus suscriptores.

En cuanto a Tesla, aunque en la jornada de ayer cayó un 2%, tras la presentación de resultados rebotó y registra un alza del 6% en el pre-market de hoy. La empresa de Elon Musk reportó un beneficio por acción de USD 0,72, superando los USD 0,6 esperados por el consenso del mercado. Sin embargo, los ingresos del 3Q24 fueron de USD 25.180 M, ligeramente por debajo de las expectativas de los analistas, que proyectaban USD 25.430 M. Además, Tesla indicó que espera un suave crecimiento en la entrega de vehículos para 2024 y confirmó que comenzará a producir modelos eléctricos asequibles en la segunda mitad de 2025, como estaba previsto. "Los planes para nuevos vehículos, incluidos modelos más accesibles, siguen en camino para iniciar la producción en la primera mitad de 2025. Estos vehículos incorporarán aspectos de la plataforma de próxima generación", señalaron.

Los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU. continuaron al alza. La UST10Y subió al 4,23% el miércoles, su nivel más alto en tres meses, impulsada por la expectativa de una política fiscal expansiva que amplificó las preocupaciones sobre una inflación persistente y llevó a los mercados a anticipar recortes de tasas más moderados por parte de la Reserva Federal. La creciente especulación de una posible victoria de Donald Trump en las próximas elecciones presidenciales también generó inquietudes, ya que sus políticas de aranceles elevados y recortes de impuestos podrían dificultar que la inflación se estabilice en el objetivo del 2% sin mayores costos de endeudamiento. Esto limitaría la magnitud y frecuencia de los recortes de tasas que la Fed podría implementar. No obstante, los datos económicos sólidos –como un robusto informe de empleo y precios al consumidor subyacentes más altos de lo esperado en septiembre– reducen la urgencia de recortes agresivos de tasas en la próxima reunión. En consecuencia, los futuros de fondos reflejan que los inversores esperan que el banco central estadounidense detenga el ciclo de recortes de tasas en un 3,75% el próximo año, frente al 3% que se esperaba en septiembre.