El gobierno chino anunció medidas que cambian radicalmente la educación pre universitaria privada del país. Las organizaciones que se dediquen a la enseñanza de materias escolares no podrán tener fines de lucro, captar capital o salir a cotizar en bolsa. Cuando se trate de programas que se den en las escuelas, tampoco podrán ofrecer capacitaciones durante los fines de semana o feriados.

Una restricción adicional prohíbe el dictado de clases académicas online a menores de 6 años, un segmento de la población que venía siendo presionado a comenzar sus estudios tempranamente.

Los primeros indicios de la medida, confirmada durante el fin de semana, trascendieron el viernes por la tarde, generando caídas de entre -54% y -70% en empresas del sector que cotizan en la bolsa de valores de Nueva York. También se evidenció un efecto contagio en el resto de las compañías del país, iShares MSCI China ETF cedió -3,5%, con empresas como Baidu y Alibaba cayendo en igual magnitud.

En lo que va del año 2021, New Oriental Education & Tech (EDU), que cuenta con fuentes de ingresos no alcanzadas por las medidas, como preparación para ingreso a universidades internacionales, acumula una baja de “solo” 83%. Empresas concentradas en educación primaria y secundaria, como Gaotu Techedu (GOTU) y TAL Education Group (TAL), perdieron más de 90% de su valuación de mercado en igual lapso.

El golpe a los activos chinos continuaba en el pre market de esta mañana, con bajas superiores al 20% en las empresas de educación y caídas superiores al 4% en los gigantes tecnológicos Alibaba, JD.com y Baidu.

Votación por infraestructura en camino

Las negociaciones entre Demócratas y Republicanos están avanzando aceleradamente ante la presión de aprobar el primer tramo del plan de infraestructura antes del receso del Congreso, que tendrá lugar a partir del 9 de agosto y se extenderá hasta mediados de septiembre.

El grupo, que engloba 22 congresistas de ambos partidos, se encuentra cerrando los últimos detalles de un programa de desembolsos multianual que totalizará USD 579.000 M. Se estima que el acuerdo estará listo y podrá ser votado antes de que finalice la semana en curso. 

Cerrar un acuerdo pronto es prioritario para Biden, que está acompañando personalmente las negociaciones y buscando apalancarse en sus más de 36 años de relaciones con el Congreso para lograrlo. La estrategia del presidente norteamericano incluye discursos públicos y reuniones con líderes sindicales y empresarios para ampliar el respaldo público al proyecto, que constituye uno de los pilares en que basó su campaña electoral.