La falta de avances en la negociación con el FMI viene siendo un foco de tensión que afecta a todas las variables financieras. Los tiempos apremian: el 21 de marzo de 2022 el país deberá abonar USD 2.800 M, cifra que, considerando otros pagos a realizar hasta ese entonces, superará ampliamente las reservas internacionales disponibles. Sumado a esto, el contexto inflacionario sigue afectando negativamente los ahorros en moneda local, ya que para fines de este año se calcula una inflación esperada de 51,5%, mientras que para el 2022 ya se proyecta un valor anual de 52%. 

Diversificar: la mejor manera de invertir

Nuestro escenario base indica que terminará llegando a un acuerdo con el FMI, que le permitirá esquivar el default. Aun así, vemos que puede haber mucha volatilidad hasta ese entonces, y por ello invitamos a la cautela. A la hora de invertir, es importante abordar un portfolio que nos permita cubrirnos de manera integral ante los posibles escenarios que podrían plasmarse en los próximos meses, además de mantener una alta liquidez en el mercado. Bajo tales premisas, presentamos la siguiente propuesta de inversión:


I. Cedears: CARTERA A

Los Cedears son certificados de depósitos argentinos que se suscriben en moneda local, pero a su vez representan participaciones en compañías internacionales. De esta forma, estos activos de renta variable logran captar tanto el rendimiento de la firma como el crecimiento del país o la zona geográfica donde se ubican las empresas. A su vez, al ser activos dolarizados, logran una cobertura ante posibles devaluaciones, lo que los convierte en una interesante inversión de cara a los próximos meses.  

Para aprovechar estos activos y lograr una baja volatilidad, recomendamos posicionarnos en nuestra cartera de CEDEARS A (conocé más en esta nota). Esta cartera está constituida por 17 Cedears que logran replicar en un 98% al índice S&P -índice que engloba a las 500 compañías con mayor capitalización del mundo-. Al estar compuesta por distintos sectores, esta cartera logra captar el crecimiento de las compañías, pero sin verse afectada por factores que impacten en una única industria.

En lo que va del año 2021, esta cartera alcanzó un rendimiento de 24,2% en dólares, mientras que gracias a su composición, mostró la menor volatilidad entre las carteras recomendadas. Sumado a esto, su alta liquidez la lleva a ser una buena alternativa a la hora de formar una cartera.

II. Obligaciones negociables

Las obligaciones negociables son bonos que emiten las empresas, tanto en pesos como en dólares, para así obtener financiamiento. Hoy en día, es posible encontrar en el mercado alternativas interesantes, como la CSDOO (comprándola con pesos) o CSDOD (comprándola en dólares), que son obligaciones negociables de Cresud -una empresa con campos e inversiones en inmuebles que dan mayor previsibilidad en el cobro- y que actualmente rinden un 7,2% en dólares. Nuestra recomendación es colocar un 10% de la cartera en este activo, que se basa en empresas argentinas y otorga un rendimiento por encima de la inflación estadounidense.

III. Acciones argentinas

Para aquellos inversores con un perfil de riesgo más agresivo y de largo plazo, hay atractivo también en acciones locales de empresas sólidas, con buen management y con rendimientos que superan al Merval. Nos referimos a Ternium Argentina, Pampa Energía y Mirgor.

Ternium Argentina es el principal fabricante de acero plano en el país, controlada por una empresa líder en el mismo rubro en la región y con participaciones internacionales en México y Brasil, que explican gran parte del valor de mercado. La empresa cotiza a una valuación muy atractiva en relación a las ganancias de los próximos años, además de poseer una caja importante que la ayuda a mitigar turbulencias de corto plazo. Creemos que, a un año vista, la empresa debería subir un 62% en dólares -a USD 0,89- la acción para estar en valores más acordes de mercado.

Pampa Energía es la empresa líder, independiente e integrada de energía de Argentina. Desarrolla actividades de Oil & Gas, generación de electricidad y petroquímica, con participaciones en empresas de refino de petróleo, transporte de gas y transporte de electricidad. Pampa tiene gran parte de sus ventas en contratos en dólares, que le aseguran buena rentabilidad en los próximos años en relación a la cotización actual. Creemos que, a un año vista, la empresa debería subir un 50% en dólares -a USD 1,13- la acción para estar en valores más acordes de mercado. Te invitamos a leer nuestra nota para conocer más sobre esta empresa y sus oportunidades de inversión.

En el caso de Mirgor, encontramos una empresa líder del sector tecnológico local, una compañía que fabrica y distribuye electrónica de consumo, autopartes y, además, exporta productos agrícolas y oleaginosas. Es el principal fabricante de Samsung en Argentina, además de ser un importante proveedor de la industria automotriz. La empresa se encuentra en plena expansión de su retail Diggit y Samshop; a su vez, la extensión del subrégimen de Tierra del Fuego le permitirá seguir sumando nuevos negocios.  Creemos que, a un año vista, la empresa debería subir un 33% en dólares -a USD 24,25- la acción para estar en valores más acordes de mercado.

IV. Dollar linked

Habiendo sobreponderado a los bonos CER en nuestras carteras de inversión a lo largo del año, ahora creemos que el foco debe estar en los dollar linked. Tras haber proyectado una fuerte devaluación, los activos de cobertura cambiaria ajustaron mucho su precio, y presentan actualmente una interesante oportunidad para cubrirse de la devaluación a un precio aceptable. 

Si proyectamos, por ejemplo, las estimaciones de mercado para la inflación y la devaluación (basándonos en el REM del Banco Central), el resultado que se obtiene da una leve ventaja para los bonos dollar linked. Más aún, nosotros creemos que dichas estimaciones son conservadoras y, además, los riesgos de un ajuste cambiario más fuerte no son despreciables. 

Dentro de los dollar linked, vemos mayor valor en el bono TV22, que vence en abril del año próximo. Esto es así debido a que, gracias a su vencimiento corto, el bono permite salvaguardarse del denominado efecto “puerta 12”: este efecto refiere a que, ante una devaluación fuerte, los inversores ya no verán interés en cubrirse contra el tipo de cambio oficial, por lo que se disponen a vender dichos bonos, repercutiendo en que dichas ventas mitiguen parcialmente las ganancias obtenidas por el salto cambiario.

V. Bonos CER

Al margen de lo mencionado previamente, seguimos constructivos con los bonos CER. La dinámica alcista de la inflación se mostró resiliente incluso a los últimos congelamientos de precios; por ello, invertir en bonos CER sigue siendo una manera segura de resguardar el capital

Ya van 7 meses seguidos en los que el mercado aumenta de manera consecutiva sus proyecciones de inflación para el año 2022. Nuestras estimaciones marcan un alza de precios cercano al 3,5% para noviembre, en tanto que en diciembre difícilmente sea menor, debido a la alta estacionalidad del mes y los faltantes de productos que se están evidenciando.

Dentro de la curva CER, vemos mayor valor en aquellos papeles que tienen vencimientos entre junio y septiembre de 2022, puesto que son los que devengarán los meses de inflación que estimamos más alcistas (enero a abril), sin exponerse tampoco a la volatilidad que los vencimientos más lejanos suelen conllevar. Se debe mencionar que los bonos CER tienen un letargo entre la inflación y el momento en que se devenga. Por dicho motivo, recomendamos bonos que venzan después de los meses más inflacionarios.