Manejo de liquidez: pasarse a la caución bursátil

La primera recomendación es salir de las Letras del Tesoro cortas, fondos de inversión “money market” y fondos T+1, para pasarse a la caución bursátil, al menos hasta que se aclare el panorama político. Mientras los fondos T+0 rinden 30% y los fondos T+1 cerca de 36%, la caución bursátil rinde 34%, pero tiene una seguridad mucho mayor: está garantizada en primera instancia por los títulos puestos en garantía y en segunda instancia por el Mercado de Valores en su totalidad. Su track record es impecable: jamás ha defaulteado. Son el vehículo ideal para colocar el capital de trabajo en tiempos turbulentos.

Bonos CER: importante acortar duration

Recomendamos salir de las posiciones largas, puntualmente del TX24 en adelante, es decir, todos aquellos bonos CER con vencimientos en 2024 o posteriores. Esto se debe a que, si el mercado empieza a asignar un mayor riesgo de renovación a la deuda doméstica, todos estos bonos -cuyos flujos están más lejos en el tiempo- se verán perjudicados en mayor medida.

Para aquellos perfiles más conversadores, otra opción es el bono TO21, que es a tasa fija y su vencimiento es el 4 de octubre, mostrando una TIR del 50%. Debido a su corta duración, la seguridad de este instrumento es mayor. Para perfiles aún más conservadores, se puede optar por la mencionada caución.

Diversificar el riesgo soberano

Si bien no vemos probable que la situación actual se traslade a un riesgo de incumplimiento en los títulos del Tesoro en pesos, un manejo apropiado del riesgo obliga a diversificar dicha posibilidad. Por ello, recomendamos no estar sobreexpuestos al riesgo soberano. 

Dentro de los bonos en pesos, hay obligaciones negociables (deuda de empresas) que se operan en pesos y están indexadas al dólar (dollar linked); a su vez, hay deuda denominada en dólar (hard dollar), pero que se puede operar en pesos. Una buena opción es el fondo Compass Renta Fija III, que invierte un 71% de su patrimonio en obligaciones negociables (tanto dollar linked como hard dollar).

Para conocer más en detalle estas opciones y otras similares, se puede leer nuestra nota: Inversiones indexadas al CCL.

ROFEX está barato (por intervenciones)

Hay dos maneras de calcular la devaluación esperada por el mercado. Una es a través de los bonos, viendo la tasa que se le exige a un bono a tasa fija y a un dollar linked. De tal comparación se puede obtener la expectativa devaluatoria del mercado. La otra es con el mercado de dólar futuro de ROFEX, comparando el valor del dólar actual y el que se negocia a un plazo futuro.

Históricamente, la devaluación esperada por ROFEX es mayor, debido al riesgo asimétrico que tiene (en síntesis: es más riesgoso apostar a que el dólar baje que a que suba). Debido a intervenciones del Banco Central, ahora pasa lo contrario: los bonos esperan más devaluación, lo que marca que ROFEX quedó barato. En el cuadro 1 proyectamos (en base al promedio histórico de prima de riesgo) cuál debería ser la tasa teórica que debería mostrar ROFEX si no fuera por estas intervenciones.

Es un momento propicio para asumir cobertura. En caso de buscar abaratar la cobertura, también se puede realizar un Pase: para conocer más sobre esa estrategia, se puede visitar nuestra nota.

Bonos en USD: ruido de corto, oportunidad de largo


En la semana previa a las elecciones, el consenso de mercado estimaba -a grandes rasgos- que una victoria del oficialismo por menos de 4 puntos en la Provincia de Buenos Aires sería un driver alcista para los bonos en USD, a la vez que, a nivel nacional, un empate ya sería un motivo de suba. 

Los fuertes ruidos políticos generaron que, incluso con un escenario en teoría más favorable, los inversores hayan entrado en modo cautela y los precios no pudieran despegarse: como muestra el cuadro 2, los precios de los bonos están por debajo de lo que estaban en la semana previa a las PASO.

Dejando de lado la volatilidad del corto plazo, la cual subsistirá, creemos que el sendero de largo plazo se muestra más positivo. Considerando que el calendario de pagos externos del gobierno se estresa recién en 2024, y que los precios actuales ya contemplan un default agresivo, estos precios deberán ser ganadores.