Noticias locales: el país hoy.
El costo de la construcción subió 1,6% m/m en agosto y 194,9% i.a., registrando un incremento menor al del IPC (236,7% i.a.), explicado por la caída en el precio relativo de los materiales y la mano de obra en un contexto de fuerte contracción del sector. Por otro lado, los precios mayoristas aumentaron 2,1% m/m en agosto (218,4% i.a.), siendo la menor suba mensual desde mayo de 2020. Sin embargo, esto no necesariamente anticipa la inflación minorista, ya que esta tuvo un incremento de 94,8% mientras la mayorista estuvo por debajo con un 58,4% acumulado en el mismo período.
Por su parte, los salarios privados registrados, medidos por el RIPTE, mostraron una suba del 6,6% m/m en julio, con un incremento real del 2,5% m/m. Tras la contracción del 19,2% real entre noviembre y febrero, acumulan cinco meses consecutivos de aumentos, reduciendo la caída total desde noviembre a un 5,2%.
En el mercado cambiario, el BCRA registró compras netas por USD 70 M. En lo que va de septiembre, la autoridad monetaria acumula ventas por USD 352 M. Por otro lado, el stock de reservas internacionales se redujo en USD 33 M, quedando en USD 26.908 M.
El dólar oficial aumentó diariamente en 3 centavos, alcanzando $962,1. Esto implica un ritmo de devaluación mensualizado de 0,1%, que se desaceleró frente al 0,3% registrado el lunes. En los últimos cinco días hábiles, la devaluación avanzó a una TEM de 1,8%, mientras que en lo que va de septiembre fue de 1,6% TEM.
Los dólares financieros operaron a la baja. El MEP con AL30 cayó 0,3%, alcanzando los $1.214, en tanto el CCL se mantuvo en $1.244. De este modo, sus brechas con el dólar oficial se sitúan en 26% y 29%, respectivamente.
Durante la jornada de ayer, los contratos de futuros de dólar cayeron un 0,1%. Las mayores bajas se registraron en los contratos de octubre (-0,2%), mayo (-0,2%) y noviembre (-0,2%). De esta forma, la devaluación implícita se ubica en un 2,9% mensual promedio hasta agosto de 2025.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una rueda mayormente positiva. Los bonos CER retrocedieron un 0,2%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró con un alza de 1,7%, mientras que las Lecaps cayeron un 0,1%. Por su parte, los duales registraron una ganancia de 2,9% y los bonos dollar linked subieron 0,1%.
Los bonos soberanos en hard-dollar cayeron 0,3%, con una baja de 0,1% en los de ley Nueva York y una de 0,6% en los de ley Argentina. Aun así, acumulan una ganancia de 5,8% en lo que va del mes y de 51,7% en lo que va del año. De esta manera, las paridades promedian el 53,2%, y el riesgo país aumentó 11 pb, cerrando en 1.370 pb. Por otro lado, los BOPREAL del BCRA subieron 0,4%.
Análisis del ambicioso plan para retomar el liderazgo perdido en la fabricación de chips.
Intel es el principal fabricante de chips de Estados Unidos. La empresa, junto con Samsung, es de las pocas en el mundo que se dedican tanto al diseño como a la fabricación de chips. Su especialidad son las unidades de procesamiento central para computadoras personales, mercado en el que domina con una participación del 62%.
A principios de 2020, Intel estaba posicionada como una de las 20 empresas más valiosas del mundo, con un valor de mercado que rondaba los USD 295 MM, apenas por debajo de su principal competidor, Taiwán Semiconductor (TSM), que tenía un valor de USD 300 MM.
Desde entonces, Intel perdió el 71% de su valor mientras que TSM triplicó su valuación hasta USD 895 MM, consolidándose como el líder indiscutido del mercado.
Lo que sucedió en el medio fue una serie de decisiones desafortunadas que culminaron con la renuncia del CEO a principios de 2021. Estas decisiones abarcaron desde aspectos técnicos, como el ingreso tardío a la utilización de litografía en el proceso productivo, hasta aspectos comerciales, como la falta de visión para apostar por tendencias emergentes, incluyendo chips para teléfonos celulares e inteligencia artificial.
El rezago de Intel frente a TSM ha llegado a un punto crítico. Actualmente, las fábricas de Intel no tienen la capacidad para producir sus diseños de chips más avanzados, obligando a la empresa a subcontratar la producción a la compañía taiwanesa. Esto significa que la unidad de fabricación de Intel no logra producir a escala, lo que ha resultado en pérdidas operativas que en 2023 ascendieron a USD 7 MM.
Ahora bien, del mismo modo que en 2020 la valuación de Intel no reflejaba un declive que llevaba años gestándose, su valuación actual tampoco considera el ambicioso plan de reconversión de la empresa, que podría devolverle algo del brillo perdido.
En concreto, el plan con el que Pat Gelsinger asumió el liderazgo de la empresa en 2021 implica invertir más de USD 100 MM con el objetivo de alcanzar los máximos estándares en capacidad de diseño y fabricación de chips. Para ello, Intel inició la construcción de tres mega-fábricas de última generación.
Estas mega-fábricas estarían listas entre 2027 y 2028, lo cual implica que aún faltan varios años para que la empresa pueda mostrar los primeros resultados de su plan de reconversión.
Mientras tanto, el avance pesa sobre la posición financiera de la empresa, que viene invirtiendo más de USD 20 MM al año desde la asunción de su nuevo CEO.
El proyecto de reconversión de Intel coincidió con la aprobación del CHIPS Act en Estados Unidos. Este programa del gobierno busca reducir la dependencia de chips fabricados en el exterior, particularmente en Taiwán, país que corre el riesgo de sufrir una invasión china. Para ello, el presidente Biden ofrece importantes subsidios a proyectos de construcción dentro del país.
No es casualidad que Intel, el mayor fabricante nacional, se viera particularmente beneficiado por este programa. La empresa dispuso sus planes de construcción para las tres mega-fábricas en los estados de Arizona y Ohio, obteniendo en total unos USD 19 MM en subsidios, los cuales se vienen desembolsando a medida que avanza la construcción.
Dejando de lado la unidad de fabricación, el área de diseño de Intel es altamente rentable (USD 11 MM de ganancia operativa en 2023) y cuenta con victorias más tempranas. En los próximos meses debutarán los nuevos chips “Gaudi 3”, diseñados por Intel y producidos por TSM, que proponen una alternativa de bajo costo a los chips H100 de NVIDIA, quienes dominan en rendimiento a cambio de un costo que resulta prohibitivo para muchas empresas.s.
El futuro de Intel
Intel planea alcanzar USD 100 MM en ingresos para 2030. Para ese entonces, la compañía tendría sus nuevas fábricas operando a pleno potencial, produciendo no solo sus chips más avanzados sino también encargos de diseñadores que no cuentan con fábricas propias.
La rentabilidad debería recomponerse, apuntalada tanto por la mayor escala de producción como por las iniciativas de diseñar chips para inteligencia artificial, los cuales suponen un gran impacto positivo incluso si la empresa se hace de un pequeño porcentaje de este gigante mercado.
Al mismo tiempo, la pesada carga de inversiones que la empresa soporta en la actualidad debería normalizarse en niveles inferiores, dando espacio a una mayor generación de caja.
Por último, el endeudamiento debería mantenerse bajo control ya que Intel espera financiar parte de sus nuevas inversiones con la venta de subsidiarias que no forman parte de su actividad principal, tales como Mobileye (conducción autónoma) y Altera (chips programables), ambas valuadas en torno a USD 10 MM..
Si para 2030 Intel alcanza su meta de USD 100 MM en facturación con un margen neto del 20% (todavía lejos del 30% logrado en 2018), generaría ganancias de USD 20 MM. Aplicando un múltiplo de 12,5x, su valor de mercado podría ascender a USD 250 MM. Esto representaría un crecimiento de prácticamente 200% desde su valuación actual de USD 84 MM, triplicando el valor para los accionistas en 6 años.
Ahora bien, un retorno potencial de estas magnitudes no se logra libre de riesgos. En el caso de Intel, los desafíos son considerables y van desde la ejecución a tiempo de sus fábricas hasta la adopción lograda por sus nuevos chips de inteligencia artificial. Al mismo tiempo, competidores como Arm Holdings y AMD vienen ganando participación de mercado en computadoras personales, sumando un desafío adicional para la empresa.
Noticias globales: el mundo hoy.
Tras varias jornadas de fuertes subas, los mercados arrancaron la semana con rendimientos mixtos en un contexto de cautela previo a la reunión clave de política monetaria de la Fed del miércoles. El S&P 500 cerró con un alza del 0,1%, mientras que el Dow Jones ganó 0,6% –alcanzando un nuevo récord– y el Nasdaq retrocedió un 0,5%. El foco de los inversores está en el esperado recorte de la tasa de referencia, el primero desde 2020, con la probabilidad de una reducción de más de 50 puntos básicos aumentando al 60%, comparado con el 50% de la semana anterior. Las acciones tecnológicas fueron las más afectadas, destacándose la caída del 2,8% en Apple debido a preocupaciones por una menor demanda del iPhone 16. Los fabricantes de chips también experimentaron caídas, con descensos del 2% en Nvidia y Broadcom. En contraste, los sectores energético y financiero mostraron mejores desempeños, encabezados por un aumento del 1% en Chevron y del 1,7% en JP Morgan.
En cuanto al dato económico del día, el índice manufacturero Empire State de Nueva York saltó inesperadamente a 11,5 en septiembre de 2024, el más alto desde abril de 2022, en comparación con -4,7 en agosto y previsiones de -3,9. La lectura mostró que la actividad empresarial en el estado de Nueva York creció por primera vez en casi un año, ya que los nuevos pedidos aumentaron (9,4 frente a -7,9 en agosto) y los envíos crecieron significativamente (17,9 frente a 0,3). Los plazos de entrega (-1,1 frente a -3,2) y la disponibilidad de suministro se mantuvieron estables (2,1 frente a -7,4) y los inventarios se estabilizaron (0 frente a -10,6). Mientras tanto, las condiciones del mercado laboral se mantuvieron débiles: el empleo siguió contrayéndose modestamente (-5,7 frente a -6,7) y la semana laboral promedio varió notablemente (2,9 frente a -17,8). Además, el ritmo de los aumentos de los insumos (23,2 frente a 23,4) y de los precios de venta (7,4 frente a 8,5) apenas cambiaron. Las empresas se volvieron más optimistas en cuanto a que las condiciones mejorarían en los próximos meses (30,6 frente a 22,9), aunque el índice de gasto de capital cayó por debajo de cero por primera vez desde 2020 (-2,1 frente a 8,5).
Noticias locales: el país hoy.
El Presupuesto Nacional presentado estima un superávit primario del 1,3% del PBI, en línea con el 1,5% previsto para 2024, basado en un ajuste automático y un compromiso firme de frenar iniciativas legislativas costosas. Entre las definiciones clave, se destacan la eliminación del impuesto PAIS en 2025, la ausencia de financiamiento del FMI y la continuidad de un tipo de cambio sin saltos abruptos. Si bien el mensaje fiscal ha sido bien recibido por los inversores, los supuestos macroeconómicos parecen demasiado optimistas: se proyecta una inflación y un crawling del 1,4% m/m sin una salida explícita del cepo, junto con un crecimiento del 5% (sin unificación cambiaria), además de una nueva reducción de subsidios económicos (principal componente del ajuste fiscal) sin un impacto claro en la inflación. En síntesis, persisten dudas sobre la consistencia interna del presupuesto y del plan económico, aunque estas no tendrían mayores implicancias prácticas, dado que históricamente esta guía fiscal no suele cumplirse. El Presupuesto constituye así un nuevo termómetro de la capacidad legislativa del Gobierno Nacional y una buena señal en materia fiscal, principal ancla del programa económico.
Por su parte, la deuda pública sigue en aumento. En agosto, el stock bruto total subió a USD 6.336 millones, alcanzando los USD 458.407 millones, con un 44% de deuda pagadera en moneda local. A pesar del superávit fiscal primario, en lo que va del año el pasivo se ha incrementado en USD 87.734 millones, reflejando el impacto combinado del saneamiento del BCRA, la apreciación cambiaria y los intereses capitalizables.
En el mercado cambiario, el BCRA registró compras netas por USD 11 M. En lo que va de septiembre, la autoridad monetaria adiciona ventas por USD 422 M que comparan contra compras por USD 197 M al mismo plazo en agosto. Por otro lado, el stock de reservas internacionales se redujo en USD 478 M hasta los USD 26.941 M.
El dólar oficial aumentó diariamente en 33 centavos hasta $962,1. Esto implica un ritmo de devaluación mensualizado de 0,3%, desacelerándose frente al ritmo del 6,7% registrado el viernes. En los últimos cinco días hábiles, la devaluación avanzó a una TEM de 2,0%, mientras que en lo que va de septiembre, corrió a TEM 1,7%.
Los dólares financieros operaron a la baja. El MEP con AL30 cayó 0,7% hasta alcanzar los $1.218, mientras que el CCL disminuyó 0,5% hasta $1.244. De este modo, sus brechas con el dólar oficial se sitúan en 27% y 29%, respectivamente.
Durante la jornada de ayer, los contratos de futuros de dólar cayeron un 0,9%. Las mayores bajas se registraron en los contratos de agosto (-1,2%), enero (-1,1%) y febrero (-1,1%). De este modo, la devaluación implícita se ubica en un 2,6% mensual promedio hasta agosto de 2025.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una jornada mixta. Los bonos CER cedieron un 0,4%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró con una suba de 0,6%, en tanto las Lecaps aumentaron 0,2%. Por su parte, los duales no registraron variaciones y los bonos dollar linked cayeron 1,0%.
Los bonos soberanos en hard-dollar subieron 1,9% tras el discurso de Milei frente al Congreso. Así, acumulan una ganancia de 6,1% en lo que va del mes y de 52,2% en lo que va del año. De esta manera, las paridades promedian el 53,5% y el riesgo país disminuyó 48 pb, cerrando en 1.359 pb.
En cuanto a las acciones, el Merval finalizó prácticamente sin cambios respecto al viernes, quedando en USD 1.456. Telecom, Irsa y Loma Negra fueron las acciones de mejor desempeño subiendo 4,3%, 2,7% y 2,3%, respectivamente, mientras que Banco de Galicia, Supervielle y Holcim tuvieron la peor performance con caídas en torno al 2%.
Análisis de problemas prácticos y soluciones ante el blanqueo de este tipo de bienes.
Marco normativo
El marco normativo relevante incluye a la ley 27.743, el Decreto 608/2024 y la Resolución General (AFIP) 5528.
¿Qué criptoactivos pueden regularizarse?
La ley 27.743 adoptó un criterio cuestionable y estableció que sólo podrían ser objeto de regularización los criptoactivos “en el país”, dejando de lado los primeros proyectos de blanqueo que permitían la regularización sin importar quién haya sido su emisor, quién era su titular o dónde estuvieran depositadas, custodiadas o guardadas. Ahora bien, ¿qué debe entenderse por criptoactivos “en el país”? ¿Acaso los criptoactivos están en algún país?
Veamos. El Decreto 608, norma reglamentaria del Blanqueo, ensaya una definición sobre qué debe entenderse por criptoactivos “del país”. En nuestra opinión, dicha definición resulta aplicable simplemente al mero efecto del Blanqueo, mas no podría válidamente ser compartida (discusión que seguramente excede a este comentario).
Entonces, al efecto del Blanqueo, el artículo 12 establece que los criptoactivos se considerarán del país en la medida en que se hubieren encontrado en custodia y/o administración –a la fecha de regularización (31.12.2023)– de un Proveedor de Servicios de Activos Virtuales (“PSAV”) que esté inscripto ante la Comisión Nacional de Valores (“CNV”). En esencia, ello dejó a un lado a la mayoría de los tenedores de criptoactivos, quienes tienen estos bienes en autocustodia (cold wallets) o en algún exchange internacional o billetera digital. Conscientes de ese problema, pero a la vez sin perder de vista el principio general, la norma reglamentaria aclara que si los criptoactivos no se encuentran a la fecha de regularización en custodia y/o administración de un PSAV inscripto ante CNV, esos criptoactivos podrán ingresarse al Blanqueo si, antes de la fecha límite prevista para la manifestación de adhesión de la etapa 1 (30 de septiembre), son transferidos a un PSAV que cumpla la condición requerida, en cuyo caso tendrán que mantenerse allí depositados hasta esa fecha. No existiría impedimento para disponer de los criptoactivos transferidos al PSAV luego del 30.09.2024.
Recapitulando, aquellos sujetos que poseen criptoactivos sin declarar podrían incluirlos en el Blanqueo en la medida que:
Acreditación de la titularidad de los criptoactivos
Siguiendo la misma mecánica dispuesta para otros bienes, a los fines de regularizar criptoactivos debe poder acreditar su titularidad a la fecha de regularización (31.12.2023).
La Resolución General (AFIP) 5536 incorporó un Anexo al artículo 10 de la Resolución General (AFIP) 5528 y estableció las condiciones que se deben cumplir a los fines de acreditar la titularidad a la fecha de regularización.
En tal sentido, mediante el apartado A), punto H) de la norma, dispuso que, para acreditar la titularidad, se deberá adjuntar la constancia de que el sujeto adherente es titular de la cuenta registrada en el PSAV que ejerció la custodia de los criptoactivos y/o de la billetera virtual donde se encontraban depositados dichos activos. Asimismo, se deberán adjuntar las constancias y/o documentos equivalentes de los datos identificatorios de cada PSAV y/o billetera virtual, con el detalle de la clave pública asociada, inclusive aquellas que sean descentralizadas.
En caso de que los criptoactivos deban ser transferidos a un PSAV inscripto ante CNV (por encontrarse en autocustodia, o custodia y/o administración de un Exchange o billetera digital), deberá presentarse constancia y/o documento equivalente que identifique a la entidad depositaria y acredite el depósito y tenencia al 30 de septiembre.
Toda la documentación solicitada deberá estar certificada por escribano público al momento de la presentación de la declaración jurada, salvo que la información exigida surja de un reporte emitido por el PSAV que haya ejercido la custodia de los criptoactivos a la fecha de regularización. A esos fines, la norma impone al PSAV el deber de disponer para los sujetos adherentes la información necesaria para acreditar la titularidad y la valuación.
Acreditación de la valuación de los criptoactivos
El artículo 27.1, inciso h) de la ley 27.743 dispone que los criptoactivos deberán valuarse según su cotización de mercado a la fecha de inscripción en el régimen o su costo de adquisición. Nuevamente, en este punto la ley se desvía del proyecto original que indicaba que debía tomarse el valor a la “Fecha de Regularización” (31 de diciembre 2023) o el de su adquisición. Es el Decreto 608 que cambia la regla disponiendo que deberá considerarse el mayor valor entre el establecido por el mercado al 31.12.2023 y el de adquisición. Ese criterio es reiterado por las reglamentaciones de AFIP. Como muchas veces sucede en el mundo del revés (derecho tributario) pareciera que la reglamentación mata la ley.
Entonces, siguiendo los lineamientos del Decreto 608 y la RG 5528, a efectos de determinar su base imponible (sobre la cual debiera ingresarse el Impuesto Especial de Regularización), tendrá que considerarse su valor de mercado al 31 de diciembre de 2023 o su valor de adquisición –el que fuera mayor– convertido al Tipo de Cambio de Regularización ($1.000) en ambos casos, de corresponder.
A fin de acreditar la valuación, se deberán presentar las constancias y/o documentos equivalentes que acrediten su valor de adquisición y el de mercado al 31 de diciembre de 2023. Cabe destacar que la normativa exige tomar el mayor cotización entre ambos comparables, lo que requiere demostrar el valor de los criptoactivos en ambos momentos, a fin de que el Fisco advierta el “mayor valor”.
Problemas prácticos y ¿soluciones?
A veces, lo novedoso mal ejecutado puede resultar peligroso. La posibilidad de regularizar criptoactivos es loable. Al fin y al cabo, esos bienes han crecido en popularidad durante los últimos años y son muchos los que lo incluyen en su porfolio de inversiones. Ahora bien, creemos en algún punto que, en el afán de estar a la moda, se ha ignorado cómo se opera usualmente en el mercado cripto y las características esenciales que poseen estos bienes.
Primero, reiteramos, a nuestro juicio resulta erróneo el criterio asumido en el Blanqueo de solo permitir la regularización de criptoactivos “en el país” u obligando a transferir los que se encuentren en autocustodia y/o custodia o administración de un Exchange. No advertimos razones valederas para ese proceder.
Eso, además, es el punto de partida de algunos de los problemas que se identifican en la práctica. ¿Pueden todos los criptoactivos ser transferidos a un PSAV? La respuesta es no. Sin entrar en tecnicismos, existen ciertos tipos de criptoactivos que no son “soportados” por un PSAV local. Entonces, ¿pueden regularizarse? Entendemos que sería muy irrazonable que no puedan regularizarse por el mero hecho de que no sean “soportados” por el PSAV. Pero en tal caso, ¿cómo pueden regularizarse? ¿Podrían ser regularizados como “otros bienes” en el exterior? Lo cierto es que ello no sería estrictamente correcto pues, aunque no sean “soportados” por el PSAV, son efectivamente criptoactivos y tienen sus normas específicas dentro del Blanqueo. ¿Podrían ser convertidos en algún Criptoactivo que el PSAV pueda custodiar? Creemos que ello podría ser una posible solución, al menos no reglamentaria. Esa conversión posibilitaría su transferencia a dicho proveedor, tal como exige la normativa. Ahora bien, no se estaría transfiriendo la misma tenencia existente al 31.12.2023 y se estaría regularizando criptoactivos distintos. Ello sin contar la decisión económica-financiera que asuma el sujeto adherente, pues podría claramente no resultar beneficioso convertir esos criptoactivos en otros. Estamos convencidos de que estos temas no se previeron y que ello fue por desconocimiento de la realidad del mercado de criptoactivos. Sin aclaraciones al respecto, las soluciones se convierten en un juego de sábana corta: si me protejo de un lado, me descuido del otro.
Con relación a la valuación de los criptoactivos, también se presentan innumerables desafíos. La normativa nos dice, valor de adquisición o valor de mercado: de los dos, el mayor. Vayamos de lo simple a lo complejo y de lo complejo a lo imposible.
Primero, en lo que refiere al “valor de adquisición”.
Simple. Una persona compró 1 BTC en un PSAV local o hasta en un Exchange, quedando reflejado el valor de la transferencia y su fecha. En ese caso, podría acreditarse el valor de adquisición sin mayores inconvenientes.
Complejo. Una persona compró 0.3454566 BTC en fecha determinada, realizando posteriormente otras pequeñas compras de BTC para finalmente diversificar la cartera convirtiendo esa moneda en otras criptomonedas y hasta stablecoins. En estos casos, los rastreos de las operaciones son ciertamente complejos y determinar el valor de adquisición, un desafío. Otro ejemplo de escenario complejo podría ser la adquisición como cobro por venta de bienes o prestación de servicios. En este caso, será sencillo acreditar el valor de adquisición si se cuenta con la documentación respaldatoria del bien entregado o el servicio prestado, pero será complejo en caso de no contar con las debidas constancias.
Las compras P2P (peer-to-peer) o F2F (face-to-face), también podrían presentar complejidades. En estos casos las personas negocian y concretan la operación de compraventa en forma directa y sin importar la ubicación (P2P) o en forma personal y pagan en efectivo (F2F). Por lo general, son operaciones que se caracterizan por su anonimato y falta de formas sacramentales, a excepción de aquellas operaciones P2P en donde intervenga un escrow que podría registrar el valor de la transacción.
¿Imposible? Existen escenarios donde creemos que determinar el valor de adquisición podría resultar prácticamente imposible o, si se quiere, de una dificultad extrema. Veamos:
En lo que refiere al valor de mercado al 31.12.2023, cabe destacar que también podrían existir inconvenientes. Vale aclarar, en primer lugar, que no existe “un mercado” de criptoactivos al estilo Chicago Mercantile Exchange (CME) o ROFEX. El movimiento del precio de un criptoactivo se refleja con “velas” que representan las subidas y bajadas del precio del activo. Como las criptomonedas se negocian las 24 horas del día, a diferencia del mercado bursátil, los precios de apertura y cierre suelen referirse al inicio y al final de la jornada. Cuando estas velas se colocan una tras otra, forman un gráfico que indica una sucesión de movimientos históricos del precio del activo. En ese sentido, creemos que el valor de mercado a computar deberá -idealmente- tener en cuenta estas indicaciones.
Claro está que existen sitios en la web que pueden demostrar el valor de mercado a una fecha determinada, pero las valuaciones pueden cambiar y, de nuevo, no existe un “mercado” en particular. ¿Aceptará el Fisco la valuación del criptoactivo que surge de Coinbase? Y, ¿qué pasa si existe una diferencia con el publicado por Ripio, Binance o algún otro? Existen además ciertos tokens donde tampoco puede verse eso. En tal caso, ¿cuál sería el valor de mercado a computar?
Palabras finales
Abrimos este comentario expresando que es correcto permitir la regularización de criptoactivos. Lo reiteramos. Sin embargo, creemos que la reglamentación se ha quedado a mitad de camino, errando en algunos criterios básicos e imponiendo (por desconocimiento) distintos obstáculos que atentan contra la regularización de estos bienes. Los desafíos prácticos que impone la regularización de criptoactivos son, en última instancia, analizados por la AFIP al momento en el que el contribuyente presenta su declaración jurada. ¿Serán conscientes los funcionarios a cargo de estas dificultades? El objetivo primordial del Blanqueo es que los contribuyentes puedan sincerar su patrimonio. Con ese horizonte en miras, opinamos que no debería obstaculizarse la regularización de aquel que pretende enderezar su patrimonio y cumplir con sus obligaciones. Cuando quien sincera su patrimonio no recibe los beneficios prometidos (por meras cuestiones formales), el Blanqueo se convierte en un arma de doble filo.
Cierre semanal del mercado local: renta fija y variable
A continuación podrás descargar el informe semanal del mercado local, en el que analizamos los distintos instrumentos de renta fija con posibles escenarios de sensibilidad. Además, mostramos los índices de mercados accionarios locales e internacionales, y finalmente el mercado de renta variable local.
Descargar informe al 13/09/2024
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local.
A pesar de la calma de los dólares financieros, el frente cambiario sigue siendo la mayor debilidad del esquema económico actual dado que los flujos vienen siendo crecientemente negativos. El goteo es silencioso pero persistente. Al ritmo promedio de ventas diarias por USD 40 M observado en septiembre, la presión sobre una modificación en materia cambiaria se hará cada vez más evidente, ya sea mediante eliminación del blend, unificación o devaluación del tipo de cambio oficial. El frente político también es desafiante, con un Ejecutivo que con el objetivo de no ceder un paso en la meta de “déficit fiscal cero” tiene que buscar acuerdos caso por caso: logró evitar la reforma jubilatoria mediante el veto, pero sufrió el rechazo del DNU de ampliación de fondos a la SIDE y se enfrenta a tener que vetar una nueva Ley de Financiamiento universitario. Mientras tanto, la economía sigue tambaleante. La actividad económica muestra tímidos signos de recuperación, pero la euforia aún está lejos. Si bien en julio la industria y la construcción registraron incrementos mensuales, las caídas interanuales siguen pesando y los indicadores adelantados de agosto presentan un panorama mixto que no permite anticipar una salida clara del pozo. Además, la inflación ya no trae buenas noticias al persistir en torno al 4% m/m por cuarto mes consecutivo. Mientras tanto, en plena temporada alta de blanqueo y vencimientos impositivos, los activos locales mostraron una muy buena semana con subas generalizadas, con el riesgo país retrocediendo al nivel más bajo desde mayo y el Merval superando los USD 1.400. Esta semana se presentará el Presupuesto 2025 en el que el gobierno promete equilibrio fiscal con recuperación económica, desaceleración de la inflación y sin salto cambiario. También se publicarán importantes indicadores como los de actividad y empleo en el 2Q24 y el resultado de la balanza comercial de bienes correspondiente a agosto.
Pulseada legislativa. El Gobierno sigue en una constante pulseada con el Congreso. Por un lado, se ratificó el veto presidencial a la reforma jubilatoria –los 153 votos a favor no fueron suficientes para desautorizar la decisión presidencial, ya que se requerían dos tercios de ambas cámaras para lograrlo–. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), la reforma jubilatoria implicaba un costo fiscal de 1,2% del PIB para 2025. Por otro lado, se revocó el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que ampliaba el presupuesto de la SIDE, marcando la primera vez en la historia que el Congreso rechaza un DNU desde la reforma constitucional de 1994. Además, se aprobó el financiamiento universitario, equivalente al 0,14% del PIB, aunque el Ejecutivo ya anunció que lo vetará. La debilidad política obliga al Ejecutivo a negociar cada tema de forma individual.
Un lento despegue. La actividad económica habría tocado piso, pero hay que evitar la euforia, dado que, si bien los datos de julio fueron muy buenos—probablemente beneficiados por los malos resultados de junio—los datos adelantados de agosto nos obligan a la prudencia, pues marcan un desempeño heterogéneo y frágil. La industria registró en julio un aumento del 6,9% m/m, recuperando así toda la caída acumulada desde diciembre, aunque quedó 20% debajo de julio de 2023. La construcción aumentó un 8,0% m/m, subiendo desde abril, pero acumula una contracción del 30,9% i.a. Para agosto, los indicadores adelantados son mixtos: los despachos de cemento cayeron 13% m/m y el índice Construya 4% m/m, mientras que el IVA DGI real aumentó 5,8% m/m, el patentamiento de motos subió 25,1% m/m y el patentamiento de autos creció 2% m/m, todos ajustados por estacionalidad.
No baja de 4. Aunque la desaceleración del shock inflacionario fue rápida, pasando de 25,5% m/m en diciembre al 4,2% m/m en mayo, la convergencia a la tasa de depreciación del tipo de cambio del 2% m/m sigue sin concretarse. El IPC Nacional de agosto marcó un alza de 4,2% m/m, y ya son cuatro meses consecutivos con una inflación en torno al 4% m/m, incluso con la inflación núcleo acelerando de 3,7% m/m en mayo a 4,1% m/m en agosto. La inercia inflacionaria, los precios regulados que aún podrían sumar entre 4 y 5 pp a la inflación anual, las paritarias cerrando en septiembre y octubre con actualizaciones superiores al 3% m/m, y principalmente la eventual corrección del tipo de cambio, dificultan la posibilidad de romper el 4% m/m. Podría haber un alivio temporal en septiembre por la reducción del Impuesto PAIS—estimamos un alza de 3,5% m/m— aunque es incierto si este ajuste se trasladará a los precios al consumidor.
Sigue el goteo de reservas internacionales. Durante la semana, las reservas internacionales del BCRA disminuyeron en USD 45 M, cerrando el viernes con un stock bruto de USD 27.419 M, mientras que las reservas netas registraron un saldo negativo de aproximadamente USD 3.700 M. La baja semanal fue determinada por la venta neta de divisas por USD 250 M, compensada por el aumento de encajes en moneda extranjera y por el efecto de la revalorización del oro. Desde mediados de junio, cuando las reservas netas superaron los USD 1.000 M, estas no han dejado de caer, tendencia que podría intensificarse en octubre debido a una mayor demanda de divisas por parte de los importadores ante el nuevo cronograma de pagos. Es muy probable que no se cumpla la meta de reservas con el FMI, lo que requeriría un waiver para recibir el desembolso de USD 590 M estipulado en el acuerdo. Esta situación se debe a la tendencia preocupante en las intervenciones del BCRA en el mercado de cambios, que en lo que va del mes acumula ventas por USD 433 M, en contraste con compras netas de USD 200 M en el mismo período de los meses anteriores, incluso con el agro manteniendo un buen ritmo de liquidación.
El blanqueo avanza, pero no llega a las reservas. Como hemos mencionado, el blanqueo de capitales se refleja en la evolución de los depósitos en moneda extranjera del sector privado, que desde el 12 de agosto han acelerado su incremento. Mientras en julio aumentaban USD 25 M diarios, desde el 12 de agosto la tasa aumentó a USD 70 M diarios, y ganó aún más impulso en la primera semana de septiembre, con un promedio de alza de USD 141 M diarios, y la semana pasada ascendieron a USD 275 M por día. Desde el 12 de agosto hasta el 11 de septiembre, los depósitos privados en moneda extranjera aumentaron USD 2.400 M (13%), pero la mayoría quedó en la caja de los bancos, no como encaje en el BCRA, por lo que su impacto en las reservas internacionales no es evidente. La disponibilidad en caja de los bancos aumentó USD 1.400 M (35%), mientras que los encajes solo aumentaron USD 102 M y el resto fluyó hacia préstamos en moneda extranjera, que se incrementaron en USD 500 M (7%). Es probable que parte de estos depósitos se retire en octubre, ya que la normativa permite evitar el pago del impuesto a quienes depositen hasta el 30 de septiembre.
Retrocede la brecha y repuntan los bonos CER. En el marco de la temporada alta de blanqueo de capitales y del pago de bienes personales, sumado a la discrecionalidad del BCRA para intervenir y esterilizar los pesos emitidos en el 2Q24, los dólares financieros mantuvieron su tendencia a la baja. El MEP, medido con GD30, descendió 1,4%, cerrando en $1.226, mientras que el CCL, también medido con GD30, finalizó en $1.252, prácticamente igual al cierre de la semana anterior. Así, la brecha con el tipo de cambio oficial se situó en 27% y 30%, respectivamente. En la curva de pesos, los bonos ajustables por inflación destacaron con un aumento del 1,6%, seguidos por los dollar linked y las Lecaps, ambos con un incremento del 0,4%. Por su parte, el TO26 retrocedió 0,7%, aunque sigue liderando las ganancias del mes con un 3,2%.
Estirando plazos, pero pagando tasas. En la última licitación, el Tesoro adjudicó $6,99 billones, tras recibir ofertas por $7,24 billones y enfrentar vencimientos por $6,9 billones. Esto resultó en un financiamiento neto de $0,25 billones, que probablemente se depositará en la cuenta del Tesoro en el BCRA, la cual ya tiene $16,78 billones. La adjudicación se concentró en instrumentos de tasa fija, con $6,59 billones colocados (94% del total). De este total, $2,18 billones correspondieron a la Lecap de diciembre-24 (S13D4-TEM 3,75%), $1,25 billones a la Lecap de febrero-25 (S14F5-TEM 3,90%) y $1 billón a la de abril-25 (S16A5-TEM 3,90%). Además, se colocaron $0,41 billones en Bonos CER, distribuidos como sigue: $0,24 billones en el TZXM5 (+5,63% TIREA, vto. marzo-25), $0,15 billones en el TZXM6 (+8,5% TIREA, vto. marzo-26) y $0,02 billones en el TZXM7 (+9,73% TIREA, vto. marzo-27). Los próximos vencimientos están programados para fin de mes, por $7,3 billones.
Rally de soberanos y de acciones. En el mercado continuaron dominando los flujos por sobre los fundamentos y los activos locales tuvieron una excelente semana que les permitió recuperarse de la caída de la semana pasada. Los bonos soberanos hard dollar subieron 5,1% en promedio, impulsados por los de legislación internacional que ganaron 5,7%, mientras que los Bonar subieron 4,3%. En lo que va del mes, los bonos acumulan un alza de 4,2%. Con esto, el riesgo país bajó en 73 pb hasta 1.402, el nivel más bajo de los últimos 4 meses. Los BOPREAL, que se vienen mostrando mucho menos volátiles que los soberanos, subieron 1,8% en la semana y 3,7% en lo que va de septiembre. En el caso del Merval, el impulso no se detuvo y en la semana marcó un alza de 5,6% en pesos y 5,9% en dólares CCL, cerrando en USD 1.446. Las acciones de Holcim, Edenor y Central Puerto fueron las que mejor rindieron con subas de 15%, 14% y 10%, respectivamente.
Promesa de déficit cero. El Presidente presentó el Presupuesto Nacional 2025 con un contundente mensaje contra el déficit fiscal, anunciando el veto de todo proyecto de ley que incremente el gasto público sin financiamiento correspondiente. El proyecto propone alcanzar un equilibrio financiero y un superávit primario del 1,3% del PIB mediante una regla de ajuste automático. El Mensaje de Presupuesto prevé una recuperación del PIB del 5% en 2025, después de una caída estimada del 3,8% i.a. en 2024, según el Ejecutivo. En relación con la inflación, se espera que cierre en un 18% i.a. para diciembre de 2025, lo que representaría una tasa promedio mensual cercana al 1,4% durante el próximo año. No se anunciaron cambios en el esquema cambiario, aunque se confirmó la eliminación del Impuesto PAIS para 2025.
Lo que viene. Luego de la presentación del Presupuesto 2025, el gobierno espera que la promesa de equilibrio fiscal ayude a bajar el riesgo país. Sin embargo, la falta de definiciones sobre el control de cambios genera resistencia a la baja, especialmente porque en 2025 Argentina enfrentará significativos vencimientos en moneda extranjera y necesitará de apertura financiera. En cuanto a la agenda económica, se publicarán los datos de la inflación mayorista y el costo de la construcción de agosto, sin esperarse sorpresas debido a la estabilidad del tipo de cambio oficial y la brecha cambiaria. Además, se destaca la publicación del saldo comercial de agosto, con especial atención en las importaciones. Finalmente, se publicará el PBI del 2Q24, que debería confirmar que la actividad económica continuó en declive a pesar de la mejora en los sectores agrícola y energético, dependiendo de los ajustes desestacionalizados que utilice el INDEC, y los datos del mercado de trabajo que se espera muestren un incremento en la tasa de desocupación.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano internacional.
Semana de recuperación para los mercados globales. Los temores de recesión quedaron atrás, y los inversores ahora se preparan para la baja de tasas de la Fed, que se haría efectiva el próximo miércoles 18. Sería el primer movimiento desde julio del año pasado y marcaría el fin del ciclo de ajuste monetario iniciado en marzo de 2022. Los inversores descuentan que, pese a que la economía sigue creciendo, con una aceleración marginal en el empleo y los precios, la Fed recortará la tasa de referencia. Solo resta saber si serán 25 pb –como creemos más probable– o 50 pb –que ha ganado probabilidad en la última semana– y cuál será la perspectiva de Powell respecto a las decisiones en las próximas reuniones. En este contexto, los rendimientos de los bonos del Tesoro operaron a la baja, mientras que las acciones se recuperaron de la pésima semana anterior, impulsadas por las tecnológicas que se benefician de la expectativa de tasas de interés más bajas. El dólar se mantuvo estable, los commodities se recuperaron, y el oro volvió a tomar impulso, alcanzando un nuevo récord histórico. Además de la decisión de la Fed, que vendrá acompañada del cuadro de proyecciones, la atención de esta semana estará en las ventas minoristas de agosto, la producción industrial y varios indicadores del mercado inmobiliario y de la construcción.
La inflación subió más de lo esperado. Si bien la Fed y el mercado están convencidos de que la inflación converge hacia el objetivo de la política económica –y por ello esperan un ciclo de baja de tasas de interés–, los últimos datos del IPC nos obligan a mantener una postura prudente, ya que en el margen se observa cierta resistencia e incluso aceleración de los precios, en especial en servicios. Concretamente, el IPC de agosto registró un alza de 0,2% m/m (2,3% anualizado), en línea con lo esperado, lo que hizo que la medición interanual bajara a 2,6% desde el 2,9% de julio –esta desaceleración más rápida se explicó también porque en agosto de 2023 el IPC había subido 0,5% m/m–. La mala noticia fue que el IPC Core aumentó por tercer mes consecutivo, marcando una suba de 0,3% m/m (3,4% anualizado), superando las previsiones del mercado y quedando 3,3% por encima del año anterior, registrando un leve repunte respecto a julio, cuando fue de 3,2% i.a. A excepción de energía y alimentos, todos los componentes del IPC se aceleraron respecto a julio, destacándose vivienda y transporte con alzas de 0,5% m/m y 0,9% m/m, respectivamente. Así, la dinámica inflacionaria enfrenta un desafío mayor, dado el incremento en los precios de los servicios –excluyendo energía–, que subieron 0,4% m/m y 4,9% i.a., mientras que los bienes bajaron 0,2% m/m y 1,7% i.a.
Fuerte aumento del déficit fiscal en agosto. El resultado fiscal del gobierno federal en agosto mostró un marcado deterioro debido al fuerte incremento en el gasto primario, que revirtió toda la mejora observada en el año. Concretamente, este último subió 385% i.a. –venía elevándose al 2% i.a.– hasta USD 606,4 MM, mientras que los ingresos totales aumentaron 8,6% i.a. –venían haciéndolo al 10% i.a.– hasta USD 306,5 MM, lo que resultó en un saldo negativo primario de USD 300 MM –vs. un superávit de USD 158,0 MM en agosto de 2023–, siendo el peor resultado desde marzo del año pasado. Sumando los pagos de intereses, que fueron de USD 80,0 MM –un alza de 16,6% i.a.–, el resultado fiscal del mes totalizó un déficit de USD 380 MM –vs. un saldo positivo de USD 89 MM en el mismo mes del año pasado–, superando las previsiones de un desequilibrio de casi USD 350 MM y siendo el peor resultado desde septiembre de 2022. En este contexto, en los 11 meses del año fiscal 2024, el déficit primario subió 17% i.a. –de USD 894 MM a USD 1.048 MM–, mientras que el saldo presupuestario total aumentó un 24% i.a. respecto al mismo período del ejercicio anterior –de USD 1.525 MM a USD 1.897 MM–, explicado principalmente por el incremento del 34% i.a. en los pagos de intereses, en tanto el gasto primario y los ingresos totales crecieron al 12% i.a. y 11% i.a., respectivamente. Tomando los últimos doce meses, el desequilibrio fiscal primario subió a 4,2% del PBI –vs. 3,8% en 2023–, mientras que los pagos por intereses pasaron a 3,1% del PBI –vs. 2,7% en 2023–, resultando en un negativo total de 7,3% del PBI –vs. 6,5% del PBI en 2023–. Con más déficit, la deuda pública sigue en aumento y ya alcanza los USD 35,320 trillones (123% del PBI).
Kamala achica distancias. El martes pasado se llevó a cabo el primer debate entre Kamala Harris y Donald Trump de cara a las próximas elecciones presidenciales de noviembre. La aspirante demócrata tuvo un mejor desempeño que el expresidente, logrando disimular sus debilidades –especialmente en el frente económico, que es la mayor preocupación de la población, dado que las encuestas indican que la inflación es el tema principal para los votantes, seguido a distancia por el empleo y la inmigración–. Además, logró potenciar sus fortalezas –apoyo a la clase media para contrarrestar la pérdida de poder adquisitivo y un plan de aumento de impuestos a los ricos y empresas para reducir el déficit fiscal–. Trump, por su parte, se mostró más extremo, lo que lo distancia del votante moderado, aspecto clave para ganar la elección. Tal como Trump hizo con Biden, ahora es Kamala quien aprovecha su ventaja generacional respecto al republicano (59 vs. 78), quien no logró transmitir un mensaje claro. El próximo debate está programado para el 1 de octubre, aunque el expresidente adelantó que no se presentará, por lo que el debate entre los candidatos a la vicepresidencia cobra mayor relevancia. Las encuestas siguen siendo ajustadas entre los dos candidatos, con Harris manteniendo una estrecha ventaja en las encuestas nacionales y ganando terreno en los estados clave, si bien el escenario sigue siendo favorable para el republicano.
Esperando la baja de tasas. Pese a la resistencia que mostró la inflación y los buenos indicadores de actividad, el mercado sigue convencido de que se avecinan recortes de tasas, y la duda principal es si estos serán de 25 pb o 50 pb, no solo en la reunión del miércoles, sino también en las siguientes. En la última semana, la expectativa de una reducción de 50 pb ganó terreno, al punto de empatar con la de 25 pb, cuando la semana anterior las probabilidades eran de 25% frente a 75%. Esto inaugura la posibilidad de un ciclo de recortes consecutivos en la tasa de referencia en las próximas reuniones, esperándose que cierre el año en 4,25% y llegue a 3,25% para marzo. En este contexto, los rendimientos de los bonos del Tesoro volvieron a caer, con una baja más homogénea en los tramos medio y largo. Concretamente, la UST2Y bajó 7 pb hasta 3,58%, y la UST10Y cayó 6 pb hasta 3,65%, alcanzando su nivel más bajo desde mayo de 2023.
Dólar estable, oro en récord y commodities en alza. En una semana en la que el BCE volvió a bajar la tasa de interés de referencia en 25 pb hasta 3,50% –es la segunda vez que lo hace en el año, tras el recorte de igual magnitud en junio pasado–, el dólar a nivel global operó estable, y el DXY cerró con una caída marginal de 0,1%, estabilizándose tras el retroceso de las semanas previas, acumulando en el mes una baja de 0,6%. Frente al euro y la libra terminó sin cambios, mientras que en comparación al yen bajó 0,9%, finalizando la semana en USDJPY 140 –retomando el nivel de fines de 2023–. Contrastado con el real brasileño perdió 0,6%, cerrando en USDBRL 5,56 –si bien el real se devaluó 14% en el año, desde fines de junio ha operado en estos valores y podría apreciarse si el BCB endurece su política monetaria ante el alza de la inflación–. Lo más destacado de la semana fue, en este contexto de flexibilización monetaria por parte de los bancos centrales de países desarrollados, la cotización del oro, que subió 3,3% y alcanzó un nuevo récord histórico de USD 2.580 la onza –acumulando un alza de 25% en lo que va del año y 35% en comparación con un año atrás–. Entre los commodities, destacó la recuperación del petróleo, que subió 1,4% –aunque en el mes acumula una baja de 7%–, y del cobre, que ganó 4%, mientras que la soja perdió 0,3% y cerró en USD 362 la tonelada.
Semana de recuperación. La combinación de expectativas de recortes de tasas sin recesión fue un terreno fértil para que bonos y acciones cerraran una muy buena semana, recuperándose de la fuerte caída anterior. En cuanto a la renta fija, el índice agregado subió 0,6% en la semana y acumula un alza de 1,5% en el mes –todos los índices mostraron una performance similar, aunque los Investment Grade fueron los ganadores, que subieron 0,8% en la semana y 1,9% en lo que va de septiembre–. En el caso de las acciones, los tres principales índices estadounidenses tuvieron una excelente semana, impulsados por las empresas tecnológicas, lo que les permitió compensar casi toda la caída de la semana anterior. Concretamente, el Nasdaq se disparó 5,8%, el S&P 500 subió 3,9%, y el Dow Jones, que venía beneficiándose de la rotación hacia sectores Value, tuvo un incremento más modesto de 2,5%. También fue una semana muy positiva para el resto de los mercados globales: el índice de acciones globales –excluyendo EE. UU. ganó 2,2%, destacándose los mercados emergentes con un alza de 2,4%, mientras que en renta fija, los bonos emergentes anotaron una suba de 1,2%.
Lo que viene. La mayor atención de la semana estará en la decisión de la Fed, que reduciría la tasa de interés por primera vez desde marzo de 2020, cuando comenzó la pandemia. Las expectativas de los inversores están divididas entre un recorte de 25 pb y 50 pb. Además de la decisión, la Fed proporcionará el cuadro con las proyecciones económicas actualizadas, un aspecto clave para las expectativas sobre futuras reducciones. En cuanto a los datos, se espera que las ventas minoristas crezcan a un ritmo más lento del 0,2% m/m –en julio habían aumentado 1% m/m–. Asimismo, la producción industrial probablemente se mantuvo estable, tras una caída del 0,6% en julio.
Noticias locales: el país hoy.
Las reservas internacionales subieron USD 98 M y cerraron el día con un stock bruto de USD 27.317 M, mientras que las netas quedaron con un saldo negativo de aproximadamente USD 3.700 M. El aumento estuvo explicado por la compra de divisas del miércoles por USD 21 M. En tanto, en la rueda de ayer, se volvió a observar una mayor presión de la demanda y el BCRA vendió USD 74 M, acumulando en lo que va del mes ventas netas por USD 344 M, lo que contrasta con las compras de más de USD 164 M en el mismo período de agosto.
Los dólares financieros volvieron a operar con leves subas. El MEP, medido con GD30, subió 0,3% hasta $1.239, y el CCL, con GD30, avanzó 0,1% hasta $1.261, por lo que la brecha con el tipo de cambio oficial quedó en 29% y 31%, respectivamente.
En la curva de pesos todos los bonos operaron al alza, aunque los de mejor desempeño fueron las Lecaps que se recuperaron de la caída de la jornada anterior y subieron 2,4%, seguido por los ajustables por CER que ganaron 1,9%, mientras que el TO26 apenas aumentó 0,1% y los dollar linked cerraron estables.
Los bonos soberanos hard dollar subieron 0,7%, con una performance destacada de los globales que avanzaron 0,8%, mientras que los de legislación local lo hicieron en un 0,5%. El riesgo país bajó 1,5%, ubicándose en 1.422 pb. Por otro lado, los BOPREAL tuvieron un desempeño mixto y en promedio cerraron sin variaciones respecto a la jornada anterior.
En cuanto a las acciones, el Merval tuvo una buena jornada al anotar un alza de 1,5% tanto en moneda local como medido en dólares CCL de Galicia, cerrando la rueda en USD 1.431, el más bajo desde el 19 de junio pasado. Loma Negra tuvo la mejor performance y saltó un 6,5%, seguido por Banco Supervielle y Transener con incrementos de 5,4% y 4,4%, respectivamente. Durante la jornada Holcim, Irsa y Telecom fueron las que más cayeron, con una baja promedio de 3%. Los ADR registraron una rueda favorable, entre los que se destacaron Loma Negra, Corporación América y Meli con subas de 5,8%, 5,0% y 4,6%, respectivamente.
Noticias globales: el mundo hoy.
Las acciones estadounidenses ampliaron sus ganancias el jueves, impulsadas por el sólido desempeño del sector tecnológico. El S&P 500 y el Dow Jones subieron 0,8% y 0,7%, respectivamente, en tanto el Nasdaq volvió a ser el claro ganador de la rueda con una alza de 1,0%. Se destacaron las acciones de empresas tecnológicas de megacapitalización, con Nvidia avanzando 1,9%, y Alphabet y Meta Platforms aumentando 2,3% y 2,7%, respectivamente. Mientras tanto, todos los sectores cerraron en verde, con los servicios de comunicaciones y el consumo discrecional liderando las subidas.
Con los inversores consolidando sus expectativas de un recorte de 25 pb en la tasa de la Fed el próximo miércoles, los rendimientos de los bonos del Tesoro se mantuvieron estables, con una leve suba en el tramo largo. La UST2Y cerró en 3,65%, igual que el miércoles, mientras que la UST10Y aumentó 3 pb hasta 3,68%. En este contexto, el índice de bonos del Tesoro registró una caída de 0,2% y los corporativos Investment Grade de 0,1%, mientras que los High Yield y los emergentes tuvieron una rueda positiva, con alzas de 0,2% y 0,3%, respectivamente.
Lo más destacado de la jornada fue que, ante las perspectivas de recorte de tasas y desaceleración económica, el precio del oro subió 1,5% en la rueda de ayer, alcanzando un récord de USD 2.554 por onza el jueves. En lo que va del año, acumula un alza de 24%, y de 34% si se lo compara con un año atrás.
Respecto a los datos económicos publicados, se destacó que el índice de precios al productor (IPP) de agosto subió 0,2% m/m, ligeramente por encima de las previsiones que apuntaban a un alza de 0,1%. Los precios de los servicios se incrementaron 0,4% m/m, mientras que el costo de los bienes se mantuvo sin cambios. El índice de precios mayoristas core aumentó 0,3% m/m, revirtiendo la caída de 0,2% registrada en julio y superando también las expectativas de los analistas. Con este resultado, en el último año los precios mayoristas subieron 1,7% en la medición general y 2,4% en la medición core.
En cuanto a los datos de empleo, el número de personas que solicitaron prestaciones por desempleo subió en 2.000 respecto a la semana anterior, alcanzando 230.000 en el período que finalizó el 7 de septiembre, en línea con las expectativas del mercado.
Lo más destacado de la jornada fue la publicación del resultado fiscal de agosto del gobierno federal, que registró un déficit presupuestario de USD 380 MM, lo que representó un fuerte deterioro respecto al superávit de USD 89 MM del mismo mes del año pasado y en comparación con las previsiones de un déficit de casi USD 350 MM. Este fue el peor resultado desde septiembre de 2022, ya que los desembolsos aumentaron un 254% i.a. a un máximo de casi un año y medio, impulsados por un aumento en el gasto de Medicare y Seguridad Social, mientras que los ingresos crecieron solo un 8,3% i.a. Con este resultado, en los 11 meses del año fiscal 2024, el déficit aumentó un 24% i.a. respecto al mismo período del ejercicio anterior, pasando de USD 1.525 MM a USD 1.897 MM, ya que los costos de intereses de la deuda pública superaron el billón de dólares por primera vez.
En otras latitudes, el Banco Central Europeo recortó el tipo de la facilidad de depósito en 25 pb, hasta el 3,5%. Además, los tipos de interés de las operaciones principales de financiación y de la facilidad marginal de crédito se redujeron al 3,65% y al 3,90%, respectivamente, a partir del 18 de septiembre. Las proyecciones de inflación se mantienen en línea con pronósticos anteriores: 2,5% en 2024, 2,2% en 2025 y 1,9% en 2026, y se prevé que la inflación subyacente disminuya del 2,9% en 2023 al 2,0% en 2026. Las presiones inflacionarias internas siguen siendo elevadas debido al aumento de los salarios, pero la moderación de los costos laborales y las ganancias firmes ayudan a amortiguar el impacto.
Cómo la IA impacta en el comercio online, desde recomendaciones personalizadas hasta la logística
Imagine que entra a una tienda online y, de inmediato, el sitio web muestra productos que parecen diseñados justo para usted. Esto no es magia; es la IA en acción. Los algoritmos de recomendación, como los que utiliza Amazon, analizan su historial de compras, los productos que ha visto y sus preferencias para sugerir artículos que podrían interesarle ¿Pero cómo funciona esto exactamente?
La inteligencia artificial utiliza un tipo de entrenamiento llamado "aprendizaje automático", que permite a un sistema aprender de los datos sin ser programado explícitamente para cada posible decisión. Por ejemplo, si compra con frecuencia libros de ciencia ficción, el algoritmo de recomendación comenzará a sugerir más títulos dentro de ese género. A medida que más clientes adquieren productos y navegan, el sistema se vuelve aún más preciso, personalizando la experiencia para cada usuario.
Este tipo de personalización mejora la experiencia del cliente al hacer más relevante la búsqueda de productos. Las recomendaciones a medida demostraron ser más efectivas para convertir visitantes en compradores, lo cual significa mayores ingresos para las compañías y una base de clientes más comprometidos.
El uso de IA para optimizar la cadena de suministro
Esta tecnología no solo es útil en la interfaz de usuario, sino que también cumple un papel central en el detrás de escena, especialmente en la gestión de inventarios y logística. En el pasado, las tiendas físicas y en línea enfrentaban problemas comunes de stock: exceso de productos no deseados o falta de artículos populares. Aquí es donde la IA entra en juego.
Al analizar patrones de compra y tendencias del mercado, los algoritmos prevén la demanda de productos con mayor precisión que los métodos tradicionales. Por ejemplo, durante las temporadas festivas, el sistema anticipa un aumento en el pedido de ciertos juguetes o gadgets tecnológicos y ajusta el inventario. A su vez, la IA optimiza la logística, sugiriendo las rutas más eficientes para la entrega de productos, reduciendo costos y tiempos de entrega.
Un claro ejemplo es la implementación de estos sistemas en almacenes. Utilizando cámaras y sensores, la IA monitorea el flujo de productos y mejora su disposición, asegurando que los artículos de alta demanda estén siempre disponibles y que aquellos de baja rotación no ocupen un espacio innecesario.
Publicidad dirigida: cómo los algoritmos redefinen la publicidad digital
Otro campo donde la inteligencia artificial deja su huella es en la publicidad digital. Tradicionalmente, los anuncios se mostraban a audiencias amplias con la esperanza de que algunos estuvieran interesados. Sin embargo, la IA permite una precisión mucho mayor a través del análisis de datos del usuario, como su comportamiento de navegación y compras. De esta forma, los algoritmos determinan qué anuncios tienen más probabilidades de captar la atención de un consumidor.
Por ejemplo, si una persona busca calzado deportivo en varios sitios web, el algoritmo le mostrará anuncios de las últimas zapatillas en las páginas que visite posteriormente. Esta forma de publicidad dirigida aumenta la probabilidad de que el usuario haga clic en el aviso y, en consecuencia, un retorno de inversión más alto.
Implicaciones de los algoritmos
Aunque la adopción de la inteligencia artificial en el comercio electrónico es una transformación fundamental, su implementación presenta tanto oportunidades como desafíos. Por un lado, las empresas que integran esta tecnología en sus operaciones e-commerce tienen el potencial de mejorar la eficiencia, reducir costos y aumentar las ventas. Sin embargo, también hay consideraciones éticas y de privacidad que deben tener en cuenta.
La recolección y análisis de datos personales es esencial para muchas aplicaciones de IA, por lo que las empresas deben garantizar su manejo de manera segura y responsable, así como cumplir con las regulaciones locales e internacionales. Una mala gestión de la información puede llevar a una pérdida de confianza del consumidor y, potencialmente, a sanciones legales.
Noticias globales: el mundo hoy.
Impulsados por las acciones tecnológicas, los principales índices bursátiles cerraron al alza el miércoles. El S&P 500 subió un 1%, extendiendo su racha ganadora a tres sesiones, mientras que el Nasdaq sumó un 2,2%, impulsado por Nvidia y Broadcom, que saltaron 8% y 7%, respectivamente. Por su parte, el Dow Jones finalizó la jornada con una modesta suba de 0,2%. En el frente político, el debate presidencial aumentó las posibilidades de una victoria electoral de Kamala Harris, lo que impulsó las acciones de energía solar, como First Solar (+15,2%), y presionó a la baja a las criptovinculadas, como Coinbase (-1%).
Los rendimientos de los bonos del Tesoro operaron con leves subas, especialmente en el tramo corto de la curva. La UST2Y subió 4 pb y la UST10Y 1 pb, cerrando ambas en 3,65%. Esto afectó al índice de bonos del Tesoro, que cayó 0,1%, mientras que el resto de la renta fija terminó al alza, entre los que se destacaron los bonos High Yield y los emergentes con incrementos de 0,2% y 0,3%, respectivamente.
Respecto al dato del día, en agosto el IPC general de EE. UU. marcó un alza de 0,2% m/m, en línea con lo esperado por el mercado, acumulando en los últimos doce meses un incremento del 2,5% i.a., frente al 2,9% i.a. de julio. La mala noticia fue que el IPC Core superó las expectativas al subir 0,3% m/m, el mayor aumento desde marzo, y 3,3% i.a. –desde 3,2% i.a. en julio–, lo que refleja cierta resistencia de la inflación. A excepción de alimentos y energía, que mostraron un mejor desempeño que hace dos meses, el resto de los componentes del IPC empeoraron levemente en comparación con julio, destacándose vivienda, transporte e indumentaria con subas de 0,5% m/m, 0,9% m/m y 0,3% m/m, respectivamente. Esto incrementó la especulación de que la Reserva Federal optará por un recorte de la tasa de interés del 0,25% en la reunión de la próxima semana, y los operadores redujeron la probabilidad de una reducción de 50 pb a sólo el 13%.
El petróleo crudo WTI subió 2,4% para cerrar en USD 67,3, recuperando algo de terreno después de tocar un mínimo de casi tres años en la sesión anterior. La fuerte caída del martes se produjo tras la decisión de la OPEP de reducir su pronóstico de crecimiento de la demanda por segunda vez en dos meses, junto con la desaceleración de las importaciones de crudo por parte de China en 2024. Aun así, los precios del petróleo se mantuvieron cerca de su nivel más bajo desde mayo de 2023. Los inventarios de crudo en EE. UU. aumentaron en 0,83 millones de barriles, por debajo del millón previsto, mientras que las existencias de gasolina y destilados crecieron más de lo esperado. Además, la EIA redujo sus proyecciones de precios del petróleo para el cuarto trimestre y 2025, tras las continuas revisiones a la baja en las previsiones de demanda por parte de la OPEP. Persisten las preocupaciones sobre este debilitamiento en mercados clave, particularmente en China, donde el aumento de vehículos eléctricos ha frenado el consumo. Mientras tanto, el huracán Francine se está fortaleciendo en el oeste del Golfo de México y representa una amenaza para las operaciones de refinería a lo largo de la costa del Golfo.
Noticias locales: el país hoy.
En el Congreso Nacional, la oposición no logró aprobar el rechazo al veto de Javier Milei sobre la reforma jubilatoria (que, según la OPC, tenía un costo fiscal de 1,2% del PBI en 2025). El resultado fue de 153 votos a favor y 87 en contra, pero se requerían dos tercios de ambas cámaras para desautorizar la decisión presidencial.
El IPC Nacional de agosto se mantuvo por cuarto mes consecutivo en torno al 4% m/m, confirmando la resistencia a la baja de la inflación. El dato superó las expectativas del mercado (3,9% m/m). Concretamente, la inflación minorista registró un alza de 4,2% m/m (vs. 4,0% m/m en julio), acumulando 94,8% en lo que va del año y 237% i.a. Lo que más sorprendió fue que el IPC Core continuó con la leve suba observada en julio, incrementando 4,1% m/m (vs. 3,8% m/m en julio), mientras que los precios regulados aumentaron 5,9% m/m (vs. 4,3% m/m en julio) y los estacionales 1,5% m/m (vs. 5,1% m/m en junio). Alimentos y bebidas no alcohólicas subieron 3,6% m/m (vs. 3,2% m/m en julio), mientras que Vivienda fue el sector con mayor alza (+7% m/m) debido a los incrementos en alquileres y tarifas energéticas.
Las reservas internacionales bajaron USD 27 M y cerraron el día con un stock bruto de USD 27.219 M, mientras que las netas quedaron con un saldo negativo en torno a USD 3.800 M. La caída se explicó por las ventas de divisas del martes, que alcanzaron los USD 31 M. Sin embargo, en la rueda de ayer, el BCRA quebró la racha vendedora y adquirió USD 21 M, acumulando en lo que va del mes ventas netas por USD 270 M, en contraste con las compras de más de USD 160 M en el mismo período de agosto.
Los dólares financieros volvieron a operar con leves subas, interrumpiendo la tendencia a la baja. El MEP medido con GD30 subió 0,2% hasta $1.235, en tanto el CCL con GD30 avanzó 1,1% hasta $1.260, dejando la brecha con el tipo de cambio oficial en 28% y 31%, respectivamente.
La sorpresa por el dato de inflación del mes pasado repercutió en la curva de pesos, afectando especialmente a las Lecaps. Mientras que los bonos ajustables por inflación y por tipo de cambio retrocedieron 0,8% y 0,9%, respectivamente, las Lecaps cayeron un 2,7% en promedio, mientras que el TO26 retrocedió 0,1%.
En la licitación de ayer, el Tesoro colocó $6,99 billones –recibió ofertas por $7,24 billones–, logrando captar cerca del 97% de las propuestas presentadas por los inversores, en una operación en la que tuvo que ofrecer premios en casi todos los instrumentos para renovar la mayor parte de lo que vencía. Entre los instrumentos adjudicados, las Lecap con vencimientos en 2024 ($2,2 billones) y 2025 ($4,18 billones repartidos entre febrero y septiembre) concentraron la mayor parte de la emisión, totalizando $5,79 billones –82,8% del total adjudicado–, con una TEM que varió entre el 3,75% y el 3,95%. Por otro lado, se adjudicaron BONCER por un total de $0,41 billones (tres títulos con vencimientos en marzo de 2025, 2026 y 2027).
Los bonos soberanos hard dollar subieron 0,2%, con una performance muy equilibrada entre los globales y los bonares. El riesgo país bajó 5 pb, cerrando en 1.445 pb. En contraste, los bonos provinciales registraron una baja promedio de 0,5%.
En cuanto a las acciones, el Merval se recuperó de la caída del martes y avanzó 2,9%, tanto medido en moneda local como en CCL Galicia, terminando la jornada en USD 1.409. Holcim, Telecom y Central Puerto registraron las mejores performances, con subas de 14%, 8% y 6%, respectivamente, mientras que Irsa y Comercial del Plata tuvieron las mayores caídas, con retrocesos de 1% y 0,2%, respectivamente. Para los ADR, fue una jornada muy positiva, destacándose Corporación América, Central Puerto y Edenor, que avanzaron 7%, 6% y 5%, respectivamente.
Noticias locales: el país hoy.
En junio, el empleo registrado total mostró un leve crecimiento del 0,1% m/m (+13.000), aunque acumula una caída del 0,6% desde noviembre de 2023 (-74.000). Dentro de este contexto, el empleo asalariado privado continuó su tendencia a la baja, acelerando la caída respecto a mayo con un retroceso del 0,2% m/m (-13.000), sumando ya diez meses consecutivos de pérdidas. En los primeros siete meses de gestión, el empleo privado se redujo un 2,1% (-136.000), impulsado principalmente por la contracción del empleo en la construcción, que cayó un 15,6% (-67.000). De la reducción total en el empleo privado, el 40% (-55.000) corresponde a la Provincia de Buenos Aires, que concentra el 30% del empleo asalariado privado. Por otro lado, los monotributistas fueron el único segmento con una dinámica positiva, registrando un aumento del 1% m/m en junio y un crecimiento superior al 4% (+114.000) desde noviembre de 2023. En contraste, los asalariados públicos se mantuvieron sin cambios respecto a mayo, pero acumulan una caída del 1,1% (-38.000) en lo que va de la gestión.
Las reservas internacionales bajaron USD 154 M y cerraron el día con un stock bruto de USD 27.245 M, mientras que las netas quedaron con un saldo negativo entorno a USD 3.800 M. La caída estuvo explicada por las ventas de divisas del lunes por USD 165 M; en tanto que en la rueda de ayer, se vendieron otros USD 31 M, acumulando en lo que va del mes ventas netas por USD 290 M que contrastan con las compras de más de USD 125 M en el mismo período de agosto.
Los dólares financieros interrumpieron la tendencia a la baja. El MEP medido con GD30 subió 1,0% hasta $1.232 y el CCL con GD30 avanzó 0,4% hasta $1.246, por lo que la brecha con el tipo de cambio oficial quedó en 29% y 30%, respectivamente.
Los bonos en pesos tuvieron una rueda mixta. Los bonos ajustables por inflación y por tipo de cambio avanzaron 0,1%, las Lecaps registraron un alza promedio de 0,2%, mientras que el TO26 retrocedió 1,7%.
Los bonos soberanos hard dollar bajaron 0,4%, impulsados por una caída de 0,6% en los globales y de 0,3% en los bonares. El riesgo país aumentó 8 pb y cerró en 1.450 pb. También fue una rueda negativa para los BOPREAL, que registraron una baja promedio de 0,4%.
En cuanto a las acciones, el Merval bajó 1,3% en moneda local y 2,1% medido en CCL, cerrando la rueda en USD 1.370. Irsa, Aluar y Loma Negra tuvieron la mejor actuación, con incrementos de 1,7%, 1,2% y 0,8%, respectivamente. En contraste, TGS, Telecom y Banco Macro registraron las mayores caídas, con descensos de 3,3%, 3,1% y 3,0%, respectivamente. En cuanto a los ADR, la jornada fue muy negativa, destacándose el desplome de Bioceres, que bajó 14%, y las pérdidas de Vista y TGS, que cayeron 4,7% y 4,1%, respectivamente.
Noticias globales: el mundo hoy.
A la espera del dato de inflación de agosto, que se publicará esta mañana y que será determinante para la decisión de política monetaria de la Fed, las acciones estadounidenses cerraron mixtas el martes. El S&P 500 subió 0,4%, el Nasdaq 0,9%, en tanto el Dow Jones retrocedió 0,2%. A nivel sectorial, la industria energética –arrastrada por la caída del petróleo–, y el rubro bancario registraron las peores performances, bajando 1,7% y 1,0%, respectivamente. JPMorgan disminuyó un 5,2% tras reducir las expectativas para sus ingresos netos por intereses para 2025, mientras que Goldman Sachs retrocedió un 4,4% debido a las débiles proyecciones de ingresos comerciales. Las tecnológicas fueron las ganadoras de la jornada con un avance de 1,5% –Nvidia subió 1,5%, Microsoft 2,1% y Amazon 2,4%. Entre otras acciones, Oracle se disparó 11,5% después de superar las estimaciones de ganancias y cerrar un acuerdo con Amazon Web Services. Apple finalizó con una caída del 0,3% en medio de una derrota judicial en su disputa fiscal de USD 14.000 M en Irlanda. La política también ocupó un lugar central, con el mercado atento al debate entre Kamala Harris y Donald Trump, lo que añadió más incertidumbre al sentimiento general.
En este contexto de expectativa por el IPC, los rendimientos de los bonos del Tesoro volvieron a caer. La UST2Y bajó 6 pb y la UST10Y 5 pb, terminando la rueda en 3,61% y 3,64%, respectivamente. Los operadores ven ahora una probabilidad del 71% de una reducción de 25 pb la próxima semana, y un 29% asignado a un recorte mayor de 50 pb, según la herramienta CME FedWatch. Esto dio aire a los índices de renta fija, que tuvieron un alza promedio de 0,2%, destacándose los bonos del Tesoro con un avance de 0,4%.
El petróleo WTI se derrumbó 4,3% y cerró en USD 65,7 por barril el martes, acercándose a su nivel más bajo desde noviembre de 2021, tras el segundo recorte en dos meses de las previsiones de demanda por parte de la OPEP. La organización ahora estima que aumentará en 2 millones de barriles por día (bpd) en 2024, 80.000 bpd menos que su proyección anterior. Para 2025, revisó su pronóstico de crecimiento de la demanda a 1,7 millones de bpd, 40.000 bpd por debajo de las estimaciones previas. Estos recortes se deben al menor consumo de petróleo en China, impulsado en parte por el aumento en las ventas de vehículos eléctricos, lo que reduce el uso de combustible tradicional. La posibilidad de que la OPEP+ aumente la producción en diciembre añade más presión, y los analistas anticipan un posible superávit para el próximo año. A pesar del tono bajista general, las pérdidas fueron moderadas por las preocupaciones sobre la tormenta tropical Francine, que amenaza la producción de petróleo y gas, así como las operaciones de refinería en la Costa del Golfo.
En otras latitudes, en Brasil el IPC de agosto disminuyó 0,02% m/m. La mayor presión a la baja provino del costo de la vivienda (-0,51%), la electricidad residencial (-2,77%) y los alimentos y bebidas (-0,44%). Por otro lado, los precios del transporte se estabilizaron, ya que el aumento en el costo de los combustibles (0,61%), el gas para vehículos (4,10%), la gasolina (0,67%) y el gasóleo (0,37%) compensó la caída del etanol (-0,18%) y de los billetes de avión (-4,93%). Con este resultado, el acumulado en los últimos doce meses marcó un alza de 4,24% –vs 4,5% i.a. en julio–, quedando por debajo de las previsiones del 4,3% i.a. Los precios del transporte se redujeron (4,53% frente a 4,88%); vivienda (3,22% frente a 4,9%); salud y cuidado personal (5,7% vs 6,04%); y los gastos personales se aceleraron (4,59% vs 4,45%). Por el contrario, los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas aumentaron (4,59% frente a 4,15%). En comparación con el mes anterior, el IPC registró pocos cambios, tras un aumento del 0,38% en julio, y estuvo más o menos en línea con las expectativas.
Noticias globales: el mundo hoy.
Luego de sufrir la peor semana del año, el lunes los mercados tuvieron una jornada muy positiva, con subas generalizadas, ya que los inversores aprovecharon los precios más bajos y anticiparon un posible recorte de las tasas de interés por parte de la Fed. El S&P 500 y el Dow Jones subieron 1,1%, y el Nasdaq avanzó 1,3%, impulsado por un repunte del 3,5% en Nvidia. Sectores como el de consumo discrecional, el industrial y el financiero lideraron la recuperación, junto con las acciones tecnológicas, que habían sido de las más afectadas en la liquidación de la semana pasada. Empresas como JPMorgan Chase, Mastercard, Boeing y Tesla se destacaron entre las de mejor desempeño, con alzas superiores al 2% cada una.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro operaron mixtos, con la parte corta de la curva mostrando subas marginales –la UST2Y subió 2 pb hasta 3,67%–, mientras que el tramo largo volvió a operar a la baja –la UST10Y cayó 1 pb hasta 3,70%–. En este contexto, también fue una buena jornada para la renta fija, que registró un alza promedio de 0,2%, destacándose los bonos corporativos High Yield y emergentes con una suba de 0,3%. El dólar se fortaleció 0,4%, y los commodities subieron 0,3%, con una recuperación de 1,5% en el petróleo, que cerró en USD 69 por barril, y de 1,1% en el precio de la soja, que quedó en USD 367 por tonelada.
Respecto a los datos del día, se destacó que las expectativas de inflación al consumidor de EE. UU. para el próximo año se mantuvieron sin cambios en 3% en agosto de 2024, las mismas que en julio y junio. Las expectativas de inflación a cinco años también se mantuvieron estables en 2,8%. Por otro lado, la mediana de las expectativas de inflación a tres años mostró una leve recuperación tras la baja lectura de julio, aumentando de 2,3% a 2,5%.
También fue relevante que el crédito total al consumo en EE. UU. aumentó en USD 25.450 M en julio de 2024, una cifra significativamente superior al incremento de USD 12.500 M esperado por los analistas y muy por encima del aumento revisado a la baja de USD 5.230 M en junio. Esto representó el mayor crecimiento del crédito desde noviembre de 2022, impulsado por aumentos sustanciales tanto en la deuda renovable como en la no renovable. El crédito renovable, que incluye los saldos de tarjetas de crédito, aumentó en USD 10.600 M, el mayor incremento en cinco meses. Mientras tanto, el crédito no renovable, que incluye préstamos para vehículos y educación, subió en USD 14.800 M. Este fuerte aumento en el endeudamiento de los consumidores refleja una alta demanda de crédito, a pesar de las actuales incertidumbres económicas.
Noticias locales: el país hoy.
Confirmando que la actividad económica habría tocado su piso, la industria registró en julio un aumento del 6,9% m/m, recuperando así toda la caída acumulada desde diciembre, aunque quedó 20% por debajo respecto al mismo mes del año pasado. A nivel sectorial, todos los rubros mostraron crecimiento en la comparación mensual, tras haber registrado caídas generalizadas en junio. Es posible que, al menos en parte, esta mejora se explique por la cantidad atípica de feriados en ese mes, lo que amplificó su caída y su posterior reversión. A pesar de esto, el panorama sigue siendo favorable, con la producción automotriz creciendo un 5% m/m, ajustada por estacionalidad.
En cuanto a la construcción, aumentó 8,0% m/m, marcando el cuarto mes consecutivo de crecimiento, aunque acumula una contracción anual del 30,9%. Sin embargo, esta recuperación en el sector podría haberse frenado en agosto, como sugiere el índice Construya, que mostró una caída desestacionalizada del 4,3% m/m, mientras que las ventas de cemento cayeron un 13% m/m.
Las reservas internacionales bajaron USD 69 M y cerraron el día con un stock bruto de USD 27.399 M, mientras que las netas quedaron con un saldo negativo en torno a USD 3.700 M. Lo más importante –y preocupante– fue que el resultado de operaciones en el mercado de cambios marcó ventas por USD 165 M, acumulando en lo que va del mes ventas netas por USD 259 M. Esto contrasta con las compras de más de USD 100 M en el mismo período de los tres meses anteriores, siendo el peor arranque de mes del año.
Los dólares financieros continuaron a la baja, y la brecha con el tipo de cambio oficial perforó el 30%. Concretamente, el MEP medido con GD30 bajó 1,8% hasta $1.220, mientras que el CCL con GD30 cedió 0,7% hasta $1.241, lo que redujo la brecha con el tipo de cambio oficial a 27,6% y 29,7%, respectivamente.
Los bonos en pesos tuvieron una rueda con subas generalizadas. El TO26 fue el claro ganador del día, con un alza de 0,9% y un rendimiento de 3,0% TEM, mientras que las Lecaps operaron prácticamente sin cambios, dejando un rendimiento promedio de 3,7% TEM. Los bonos dollar linked subieron 0,5% –sin incluir el T2V24, rinden devaluación -7%–, en tanto que los bonos ajustables por CER subieron 0,1%, cerrando la jornada con un rendimiento promedio de inflación + 7,2%.
Los bonos soberanos hard dollar volvieron a tener una jornada positiva, recuperando rápidamente la baja del último viernes. En promedio, marcaron un alza de 2,7% –impulsados por los de legislación global– que ganaron 2,9%, mientras que los de legislación local subieron 2,3%. El riesgo país bajó 33 pb y cerró en 1.442 pb. También fue una buena rueda para los BOPREAL, que subieron 2,4%.
En cuanto a las acciones, el Merval subió 1,0% en moneda local y 2,4% medido en CCL, terminando la jornada en USD 1.419. Holcim, Irsa y Central Puerto registraron las mayores subas con alzas de 7,6%, 3,8% y 3,0%, respectivamente, mientras que las caídas más pronunciadas fueron de Ternium, YPF y Loma Negra, con retrocesos de 2,5%, 1,6% y 0,8%, respectivamente.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local.
En el marco del blanqueo de capitales y la moratoria, septiembre comenzó con la brecha cambiaria reduciéndose y cerró la semana en el nivel más bajo desde mediados de mayo. Creemos que podría seguir disminuyendo a lo largo del mes debido a la mayor oferta en el mercado paralelo para pagar impuestos. Finalizada la ventana del blanqueo o moratoria, si el gobierno no cambia de estrategia –como lo asegura–, la presión sobre la brecha volvería al centro de la escena, dado el deterioro del frente externo por la mayor venta de divisas y los pagos de deuda. En este sentido, el BCRA inició el mes con saldo vendedor, y estimamos que seguirá así debido a la menor oferta de exportadores y la mayor demanda para pagar importaciones, esto último potenciado por el rezago de las compras de agosto, la baja del impuesto PAIS y la incipiente recuperación del nivel de actividad. En cuanto a este impuesto, el gobierno cumplió con la promesa de reducir la alícuota en 10 pp –que había aumentado al asumir– lo que pone presión sobre la recaudación, que en agosto profundizó la caída previa, obligando a mantener la disciplina de recorte de gastos para cumplir con la meta fiscal. En este contexto, luego del rally de la segunda quincena, los activos financieros locales tuvieron una semana relativamente estable, con una leve caída en los bonos soberanos, acciones en alza y una curva de pesos mixta, con los bonos a tasa fija en alza y los ajustables por inflación y tipo de cambio a la baja. La clave de esta semana será el IPC Nacional de agosto que publicará el INDEC, y esperamos que se ubique en torno al 4% m/m, lo que marcaría el cuarto mes consecutivo en ese rango, reflejando la resistencia para perforar ese umbral y converger al ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial.
Recaudación en baja obliga a ajustar el gasto. En agosto, la recaudación total aceleró el ritmo de caída al retroceder 14% i.a. en términos reales, contra una baja de 8% i.a. real en julio y de 7% i.a. real en los siete meses previos. La mala performance se explicó principalmente por el impuesto a las Ganancias, que cayó 27% real i.a. –la mayor caída desde abril–, el IVA DGA y los derechos de importación disminuyeron 34% i.a., probablemente debido al freno temporal de importaciones ante la baja del impuesto PAIS. La recaudación por bienes personales fue 24% menor en términos reales que un año atrás, dado que se extendió hasta septiembre la fecha límite para efectuar el pago del saldo de la declaración jurada de personas humanas del período fiscal 2023. Tampoco fue buena la dinámica de los ingresos por seguridad social, que bajaron 6% i.a. real –acumula 12 meses de caídas interanuales consecutivas por la pérdida de poder adquisitivo de los salarios y la disminución del nivel de empleo–. Los impuestos asociados a la actividad tuvieron una baja más moderada de 3% real i.a., mientras que el impuesto PAIS cayó 7%, su primera baja desde julio de 2023. Los combustibles y los derechos de exportación compensaron parte de esta caída, con alzas de 36% i.a. y 26% i.a. real, respectivamente. Con este resultado, los ingresos del fisco nacional habrían caído 15% i.a. real en el mes, por lo que el gasto debería haber disminuido más de 20% i.a. para que el gobierno mantenga el superávit primario y financiero.
Reservas bajo presión. En la semana, las reservas internacionales del BCRA subieron en USD 744 M, cerrando el viernes con un stock bruto de USD 27.463 M, mientras que las netas quedaron con un saldo negativo en torno a los USD 3.700 M. La mejora semanal se explicó exclusivamente por el aumento de USD 1.100 M en encajes en moneda extranjera –habitual a esta altura del mes, ya que recupera la baja registrada al cierre del mes anterior–, que fueron compensados en parte por la venta de divisas en el mercado cambiario –que creemos que irá tomando impulso a medida que avance el mes– y otras operaciones que implicaron el uso de activos externos del BCRA por USD 313 M, incluyendo el uso de reservas para contener la brecha cambiaria y esterilizar pesos.
Del colchón a la caja en bancos. El blanqueo de capitales sigue en marcha y esto se refleja en la evolución de los depósitos en moneda extranjera del sector privado, que desde el 12 de agosto pasado vienen acelerando. De hecho, mientras que en julio crecían USD 25 M por día, desde el 12 de agosto se aceleraron a USD 70 M diarios, tomando aún más impulso en la primera semana de septiembre en la que promedian un alza de USD 145 M. Con esto, al 4 de septiembre el stock asciende a USD 19.874 M –USD 1.200 M más que antes del inicio del blanqueo–, de los cuales USD 10.600 M van como encajes en moneda extranjera en el BCRA –sumando a las reservas brutas–, otros USD 4.800 M quedan en caja de los bancos –es lo que más subió en el último mes– y los USD 7.100 M restantes –un 32% de los depósitos– están destinados a crédito en moneda extranjera al sector privado.
¿Poker de 4? A la espera del dato del IPC Nacional que se publicará el miércoles 11 de septiembre, la inflación en la Ciudad de Buenos Aires marcó un alza de 4,2% m/m, desacelerando respecto al 5,1% de julio, aunque mostrando resistencia para perforar el umbral del 4% m/m. Si se extrapolan las variaciones de los componentes del IPC CABA al IPC Nacional, este último podría situarse en torno al 3,9%, alineado con las expectativas del mercado y por encima de las proyecciones del gobierno. Sin embargo, si la diferencia acumulada entre ambos índices desde noviembre de 2023 persiste, la inflación nacional podría superar levemente el 4% mensual, alcanzando aproximadamente el 4,4% (similar al 4,3% registrado en la inflación núcleo de la Ciudad en agosto). Estos datos sugieren que la desaceleración inflacionaria ha encontrado un límite desde mayo (cuando se registró por primera vez el 4,2% m/m), afectando las expectativas de la población. De hecho, para los hogares de menor nivel educativo, las expectativas inflacionarias aumentaron levemente por primera vez en el año, pasando del 78,8% en julio al 79,5% en agosto.
Retrocede la brecha. El blanqueo de capitales y de pago de bienes personales, sumado a la discrecionalidad con la que cuenta el BCRA para intervenir, llevaron a un importante retroceso de los dólares financieros en la última semana, lo que redujo la brecha con el tipo de cambio oficial –que se mantiene en el crawling peg del 2% mensual– al nivel más bajo desde mayo. Concretamente, el MEP medido con GD30 bajó 3,2% y cerró en $1.244, mientras que el CCL medido con GD30 cayó 4,5% hasta $1.250, dejando la brecha con el tipo de cambio levemente por encima del 30%.
Un respiro para los bonos soberanos y las acciones. Los bonos soberanos cerraron la semana con una caída acumulada de 0,9%, aunque en el último mes acumulan una ganancia de 11%. La caída fue más pronunciada en los globales, que retrocedieron 1,2%, mientras que los bonares perdieron solo 0,4%. Con esto, el riesgo país subió 2,9% y terminó la semana en 1.475 pb. La semana fue mejor para los BOPREAL, que lograron un alza de 1,6%, acumulando en los últimos 30 días un aumento de 4,5%. En el caso del Merval, tras el fuerte rally de la última semana de agosto, comenzó el mes con una baja marginal de 0,1% en pesos, aunque, por la caída del CCL, medido en dólares subió 3% y alcanzó los USD 1.383.
Lo que viene. Si bien las reservas internacionales y la brecha cambiaria estarán en la mira de los inversores –con el avance del blanqueo, la brecha podría seguir en baja–, la semana estará marcada por el dato de inflación nacional que se publicará el miércoles 11. Como mencionamos anteriormente, el dato de CABA sugiere que se ubicaría en torno al 4% m/m, lo que marcaría el cuarto mes consecutivo en esos niveles, reflejando cierta resistencia a perforar dicho umbral, pese a que el gobierno mantiene a rajatabla el mandato de no devaluar más del 2% mensual y el ajuste fiscal. También se publicarán datos referentes a la industria y construcción de julio, para los que se espera un repunte. Respecto a la deuda, en un mes desafiante para el Tesoro –que deberá afrontar vencimientos totales por casi $15 billones–, esta semana buscará refinanciar los más de $6 billones de Lecaps que vencen, para lo cual hoy deberá publicar el llamado a licitación.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano internacional.
Las señales de desaceleración económica son cada vez más evidentes, pero por ahora la recesión es un escenario lejano. Si bien la creación de empleos no agrícolas perdió impulso, también mermó el poder de compra de los salarios, lo que le da soporte al consumo, principal componente del PBI. El mercado, que viene fallando en su interpretación de recesión desde el año pasado, parece estar cada vez más convencido de que se avecinan tiempos de menor actividad por lo que descuenta recortes de tasas de interés más agresivos. Para Powell, luego de dos años de ajuste, llegó el momento de modificar la tasa y la Fed deberá decidir la semana que viene la dosis que aplica. Mientras tanto los inversores rotan cartera: apagado el motor de las tecnológicas, las acciones profundizan la caída mientras que la renta fija se recupera ante la expectativa de un ciclo de tasas de interés más bajas. De hecho, los rendimientos de los bonos del Tesoro volvieron a caer, especialmente el tramo corto anulando el spread entre tasas cortas y largas. En este contexto, el dólar se debilitó pero contrario a lo que suele ocurrir en estos escenarios, los commodities continuaron en baja, especialmente el petróleo que tuvo un marcado retroceso. Las miradas de esta semana se centrarán en los datos de inflación de agosto de los cuales se espera que mantengan el ritmo de julio y confirmarían el canal de convergencia hacia el objetivo de la política monetaria.
Moderación no es recesión. Luego de las declaraciones de Powell al cierre del simposio de Jackson Hole que alertaba sobre el debilitamiento de la economía americana, las miradas de los inversores pasaron a concentrarse más en los indicadores de actividad que en los de precios, dado que de estos últimos no se esperan novedades puesto que la inflación está encaminada al objetivo de la política monetaria. Como lo hemos remarcado en informes anteriores, los indicadores son mixtos, pero al final lo que cuenta es la evolución del PBI y este sigue sorprendiendo por su resiliencia: en el 2Q24 aceleró el crecimiento al 3% t/t anualizado y se espera que en el 3Q24 repita la buena performance con un alza de 2,2% t/t anualizada –de acuerdo a la última estimación del Nowcast de Atlanta–. Con este contexto, los datos de empleo de agosto se esperaban con ansiedad dado que debían confirmar que el mal dato de julio –se crearon menos de 100 mil puestos de trabajo y la tasa de desocupación subió al 4,3%– era algo transitorio o la confirmación de que la actividad finalmente había perdido impulso. El dato final de agosto trajo noticias que avalan mantener la cautela: aunque el mercado laboral viene perdiendo impulso, la desocupación se mantuvo baja –incluso descendió– pero lo compensa la mejora en los salarios que ganaron impulso, por lo que la masa salarial real –empleo y salarios– continuó creciendo y le da soporte al consumo de las familias, fundamental para que el PBI no decaiga.
Mejoraron el empleo y los salarios y cayó la desocupación. El dato del mercado laboral de agosto, publicado el viernes, reveló que la creación de empleo no agrícola se aceleró de 89.000 en julio a 142.000 –el empleo privado pasó de 74.000 a 118.000– aunque estuvo levemente por debajo de las expectativas, que lo situaban en 160.000. A esto se sumó el aporte de otros 26.000 de empleo agrícola –recordemos que este sector viene de una fuerte caída y fue, junto al aumento de la población económicamente activa, uno de los factores detrás del incremento de la tasa de desocupación del último año, que escaló del 3,6% al 4,3% hasta julio–, suficientes para cubrir el incremento de 120.000 personas en la PEA, permitiendo que disminuya la cantidad de desocupados en 48.000 personas y dejando la tasa de desocupación en 4,2% –vs. 4,3% en julio–. Con este resultado, en los últimos dos meses, el ritmo de creación de empleos fue de 116.000 mensuales, muy por debajo de los 267.000 del 1Q23 y de los 147.000 del 2Q24. Así, en los últimos doce meses, el empleo no agrícola creció 1,5% i.a., lo que marca una desaceleración desde el 2,0% i.a. de hace un año. Por otro lado, los salarios aumentaron 0,4% m/m –superando nuevamente a la inflación, que se estima fue de 0,2% m/m– acelerando respecto a julio y sumando en los últimos doce meses un aumento de 4,1% i.a., que en términos reales equivale a una ganancia de 1,5% i.a. Con empleos y salarios incrementándose al 1,5% i.a., la masa salarial real creció 3,1% i.a., o 5,1% anualizado en agosto.
El mercado “no la ve”. A pesar de las “bondades” que destacamos del dato de empleo, los analistas continúan preocupados por la actividad económica y abogan por un recorte más agresivo de tasas por parte de la Fed, no tanto para la reunión del 18 de septiembre, donde el consenso anticipa una reducción de 25 pb, sino para las subsiguientes, donde aumenta la posibilidad de que el recorte sea de 50 pb. Esta situación continuó influyendo en la disminución de los rendimientos de los bonos del Tesoro, que cerraron en el nivel más bajo de los últimos 15 meses. En la última semana, la UST2Y disminuyó 28 pb y la USDT10Y 20 pb, cerrando la semana en 3,65% y 3,71%, respectivamente, haciendo que el spread sea positivo por primera vez desde junio de 2022. La presión a la baja sobre los rendimientos de los bonos del Tesoro se intensificó en este segundo semestre, especialmente en el tramo corto: mientras que en el primer semestre todos los tramos de la curva aumentaron en casi 50 pb, desde el 30 de junio hasta el 6 de septiembre la UST2Y retrocedió 107 pb, casi el doble de la reducción de la UST10Y que bajó 63 pb.
Se debilitó el dólar pero los commodities siguieron en baja. Mientras se define el rumbo de la política monetaria de EE. UU. y del resto del mundo, el dólar muestra un sendero volátil, aunque con una tendencia a la depreciación tras estar en niveles históricamente elevados. En la última semana, el DXY descendió 0,5%, perdiendo 0,4% frente al euro y 2,6% frente al yen japonés –cerró en USDJPY 142, alejándose de los máximos de 160 de mediados de año y retornando al nivel de principios de año– mientras que contra el real brasileño retrocedió 0,3% hasta USDBRL 5,60. El oro cerró en USD 2.495 la onza, 0,3% por debajo de la semana previa. El resto de los commodities, salvo la soja que, dentro de un muy mal año, logró sostenerse y subir 0,7% hasta USD 363 la tonelada, experimentaron importantes caídas: el cobre perdió 3,1% y el petróleo sufrió otro fuerte derrumbe, registrando una baja del 8% hasta cotizar en USD 67 el barril, el nivel más bajo desde fines de 2021 antes de la invasión rusa a Ucrania.
Buscando refugio. El retroceso de los rendimientos de los bonos del Tesoro benefició a la renta fija que, en el agregado, registró un alza del 1,0%: los bonos del Tesoro y los Investment Grade subieron 1,1% y 1,0%, respectivamente, mientras que los High Yield y los emergentes cayeron 0,2% y 0,3%, respectivamente. Por otro lado, el S&P 500 registró una caída del 4,2%, experimentando una de las peores semanas del año. La mala performance de la renta variable fue generalizada, aunque se destacaron las tecnológicas, lideradas por Nvidia, que sigue sin recuperarse y perdió otro 13%, y las energéticas que bajaron entre 8% y 6%. De hecho, el S&P equiponderado perdió 3,1%, el Dow Jones 2,9% y el Nasdaq 5,8%. Solo compensaron las acciones de los sectores defensivos –consumo, utilities y real estate– que tuvieron bajas marginales. Así las cosas, en el segundo semestre continúa consolidándose una rotación hacia inversiones más seguras: mientras que en el 1S24 los bonos bajaron 2,2%, desde junio acumulan un alza del 4,3%; en tanto que el S&P500, tras ganar 14,5% en la primera mitad del año, desde fines de junio acumula una baja del 0,8%. La rotación se aprecia comparando el Nasdaq que, tras subir 18% en la primera mitad del año, en lo que va del 3Q24 perdió 5,8%; mientras que en el mismo período el Dow Jones ganó 3,8% y 3,2%, respectivamente.
Lo que viene. Las miradas de la semana estarán puestas en los datos de inflación de agosto. Se anticipa que repita la performance de julio y registre un incremento general y de la core de 0,2% m/m y 2,6% i.a., lo que sería el más bajo desde marzo de 2021. Los datos de precios al productor también están en el radar y se esperan que aumenten un 0,2% m/m. Otros datos relevantes incluyen las cifras preliminares sobre la confianza del consumidor de Michigan, los precios de exportación e importación, el índice de optimismo empresarial NFIB y el crédito al consumo.
Análisis de instrumentos de renta fija y variable.
A continuación podrás descargar el informe semanal del mercado local, en el que analizamos los distintos instrumentos de renta fija con posibles escenarios de sensibilidad. Además, mostramos los índices de mercados accionarios locales e internacionales, y finalmente el mercado de renta variable local.
Descargar informe al 06/09/2024