Los contratos futuros de Rofex continúan su tendencia bajista y marcaron una caída de 4,7% promedio.
Los contratos futuros de Rofex continúan su tendencia bajista y en la semana marcaron una caída de 4,7% promedio. Las principales bajas se dieron en el tramo largo de la curva: noviembre (-6,5%), enero (-7,1%) y febrero (-7,4%).
El contrato de mayo cotiza en $905 y marca una devaluación mensual de 3,0% contra abril; un punto por encima del crawling peg de 2,0% que mantiene el Tesoro desde diciembre. Para los tres meses siguientes, los precios reflejan que el crawling peg se mantendría en niveles en torno al 3,0%: 2,8% en junio ($931), 3,1% en julio ($960) y 3,0% en julio ($988). Finalmente, los precios señalan una devaluación de 4,0% promedio entre septiembre del 2024 y marzo del 2025.
Así, la curva de tasas (TNA) se aplanó significativamente producto del abaratamiento relativo de los contratos medios y largos. Mayo rinde TNA 39%, junio TNA 37% y julio TNA 38%. A partir de ahí, los rendimientos aumentan gradualmente hasta alcanzar un máximo de TNA 52% en marzo.
El volumen operado aumentó. En los últimos cinco días hábiles se comerciaron 2,7 millones de contratos. El viernes 3 de mayo el interés abierto cerró en USD 2.730 M, una caída de 15% m/m y una caída de 50% i.a.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local.
Tras el revés de febrero, el gobierno logró un triunfo en el Congreso al obtener la media sanción de la Ley de Bases con un mayor apoyo al esperado. Para lograrlo, tuvo que consensuar con las demás fuerzas políticas, lo que implicó sacrificar o ceder parte del plan original. Entre los aspectos más urgentes y relevantes de la Ley se encuentra el capítulo fiscal, que, mediante una mayor presión tributaria y una moratoria, busca mejorar la recaudación. Este aspecto es necesario, aunque no suficiente, para cumplir la meta de equilibrio fiscal en 2024. Ahora el proyecto deberá ser tratado en el Senado, donde se espera un resultado más ajustado, aunque con expectativas de aprobación. Mientras tanto, el BCRA continúa aprovechando la temporada alta de liquidación del agro para comprar divisas y pagar deuda con el FMI. Los lineamientos del programa económico se mantienen inalterados y el tipo de cambio real sigue perdiendo competitividad. A pesar del atraso cambiario, el gobierno confía en que, con una disminución más rápida de la inflación y un equilibrio fiscal, podrá mantener el esquema cambiario actual. Para respaldar esta estrategia, se redujo nuevamente la tasa de interés de referencia, lo que impulsa a los bancos a suscribir más bonos del Tesoro y a destinar más fondos al sector privado. A pesar de los esfuerzos, en abril la base monetaria experimentó un aumento significativo debido a que el sector público no fue lo suficientemente restrictivo. En este contexto, los dólares financieros mostraron un ligero repunte durante la semana, mientras que en el mercado de bonos en pesos volvieron a destacarse los bonos a tasa fija, mientras que los soberanos en moneda extranjera volvieron a caer, lo que indica cierta fatiga en el último rally. El Merval tuvo un desempeño destacado durante la semana, con un fuerte incremento que lo dejó muy cerca de los USD 1.300, impulsado por las acciones bancarias y energéticas. Las miradas de esta semana estarán puestas en el Senado, en los resultados del último relevamiento de expectativas del BCRA y en el IPC de la Ciudad de Buenos Aires, que brindará cierta certeza sobre el número que publicará el INDEC la semana próxima. Mantenemos nuestro pronóstico de un aumento del 9% para el IPC Nacional de abril.
Avances en la Ley de Bases. El gobierno tuvo un primer avance en materia parlamentaria en un contexto donde aún la opinión pública acompaña. Al mostrar mayor flexibilidad –retiró varios puntos respecto al proyecto original- y búsqueda de consensos para conseguir las metas principales, la Cámara de Diputados le dio media sanción a la “Ley de Bases” logrando 142 votos en la general y en cada Ley en particular logró un amplio respaldo, con un piso de 135 votos. La Ley arranca declarando la “emergencia económica” por 1 año y contiene apartados de Impuesto a las Ganancias, baja de alícuota de bienes personales, reforma laboral -aunque suavizada- y se modifica el impuesto sobre los cigarrillos. Asimismo, aparece un régimen de incentivo para grandes inversiones, además de un blanqueo y moratoria. Estos puntos tendrían un rendimiento de 0,6% para Nación (0,1% Ganancias) y 0,2% para provincias. La batalla del Senado será más difícil pero los números preliminares estarían diciendo que la ley sería aprobada.
La recaudación continúa en declive. En abril, la recaudación tributaria registró una caída del 13% interanual en términos reales, una leve mejora respecto al descenso del 15% registrado previamente. Esta disminución se explica principalmente por la alta incidencia negativa de los impuestos vinculados a la actividad económica y al empleo, así como por el Impuesto a las Ganancias (-16 pp), mientras que aquellos asociados al comercio exterior y tipo de cambio atenuaron el impacto (+5 pp), aunque desaceleraron el crecimiento. En los primeros cuatro meses del año, la recaudación acumulada ha disminuido un 10% i.a. en términos reales. En cuanto al desempeño específico en abril, los impuestos asociados a la actividad económica registraron una caída del 13% i.a. en términos reales, con el IVA de la DGI disminuyendo un 12% i.a. y los débitos y cheques acelerando su descenso al 16% i.a. Los impuestos vinculados al empleo experimentaron una contracción del 19% i.a., reflejando menores ingresos reales y una reducción en los puestos de trabajo. El Impuesto a las Ganancias se redujo un 36% i.a., prolongando así su racha de 16 meses consecutivos de caídas y siendo el principal responsable de la disminución en la recaudación total. Por otro lado, los impuestos relacionados con el comercio exterior aumentaron un 3% i.a. en términos reales, aunque este crecimiento se vio afectado por el atraso del tipo de cambio, con los derechos de exportación aumentando un 60% i.a., los derechos de importación cayendo un 2% i.a. y el IVA de la DGA disminuyendo un 4% i.a. Finalmente, el impuesto PAIS aumentó un 209% i.a. en términos reales, y sin este impuesto, la caída en la recaudación habría sido del 17% con respecto al año anterior. Suponiendo una variación similar en los ingresos fiscales, en abril el gasto primario debería haber experimentado una caída de casi el 26% i.a. en términos reales para alcanzar el equilibrio primario, y esta cifra se elevaría al 29% i.a. para el gasto total.
El pago al FMI golpeó a las reservas. Durante la última semana, el BCRA adquirió USD 407 millones en el mercado cambiario, impulsado por una liquidación del agro de USD 372 millones y una oferta neta de USD 32 millones por otras operaciones. Es importante destacar que la actividad compradora del BCRA se ha acelerado notablemente, pasando de un promedio de USD 152 millones por día en marzo a USD 166 millones en abril y en las primeras dos jornadas de mayo. Sin embargo, estas intervenciones fueron contrarrestadas por el pago de casi USD 2.000 millones al FMI, lo que resultó en una disminución total de las reservas de USD 1.667 millones durante la semana. Con este movimiento, las reservas brutas cerraron en USD 28.474 millones, mientras que las netas prácticamente se mantuvieron en saldo neutral.
¿Cuánto liquida el agro? El agro es la principal fuente de divisas del mercado cambiario, y su contribución es fundamental para mantener la estabilidad en este ámbito. Este año, cobra un rol central debido a las expectativas generadas por la recuperación de la cosecha luego de la histórica sequía del año pasado, que generó pérdidas por más de USD 20.000 millones. Lo bueno de una mayor producción se compensa en parte por la caída de precios internacionales –en torno al 20% i.a. para el complejo sojero- y el dólar blend que permite que no se liquide en el mercado oficial el 20% de la cosecha –esto sí se refleja en las exportaciones devengadas–. A pesar de algunas demoras en la cosecha debido al clima, la liquidación del agro ha ido en aumento y en línea con las estimaciones. En febrero, el saldo neto del sector fue de USD 1.274 millones, en marzo subió a USD 1.385 millones, y en abril se estima que superó los USD 2.100 millones. Para mayo, se proyecta que supere los USD 3.100 millones. A esto se suma el 20% que ingresa al mercado cambiario a través del CCL, por lo que las cifras de abril y mayo rondarían los USD 2.600 millones y USD 4.000 millones respectivamente. Estos números se alinean con el promedio de años considerados "normales", pero asumiendo la caída de precios.
Nueva baja de tasas de Política Monetaria. El BCRA sorprendió y anunció una nueva baja en la tasa de interés de política monetaria, reduciéndola del 60% TNA al 50% TNA. Este movimiento se suma a dos recortes anteriores en los últimos 20 días. Un mes atrás, la tasa estaba en un 80% TNA, y al inicio de la gestión de Milei, se ubicaba en un 133% TNA. Además de la reducción de tasas, el BCRA aumentó los encajes de cuentas remuneradas del 10% al 15% y los de caución tomadora del 0% al 15%. Con estas medidas, el gobierno busca impulsar expectativas de una brusca caída en la inflación, especialmente la inflación core, considerando también la reprogramación, por el momento solo de un mes, en los ajustes de tarifas, y el impacto del retroceso en los precios de la medicina prepaga. Al mismo tiempo, esta política busca reducir la emisión endógena de pesos a través de los pagos de intereses de los pasivos monetarios. Esto presiona a los bancos a reducir su posición en pases pasivos, que actualmente asciende a $33 billones de pesos, y a destinar estos fondos a instrumentos del Tesoro y a la reactivación del crédito privado. Es importante destacar que el crédito privado apenas representa el 44% de los depósitos privados en moneda local, una cifra que se mantiene desde hace un año, pero que en 2019 era del 70%, y en 2015, del 85%.
Con la mirada en el crédito. La reducción de la tasa de política monetaria se ha reflejado en las tasas pasivas ofrecidas por los bancos. La tasa de interés para plazos fijos a 30 días en moneda local ha disminuido a una TNA del 48%, equivalente a una TEM del 4% mensual. Asimismo, la tasa para préstamos en adelantos ha bajado a una TNA del 60%, y la de préstamos personales se sitúa en una TNA del 87%. Hace un mes, estas tasas estaban en un 84% y un 120%, respectivamente. Se espera que estas mejores condiciones crediticias impulsen el crecimiento del crédito al sector privado después de un largo período de ajuste. De hecho, en abril los préstamos experimentaron un aumento del 6% mensual, aunque siguen por debajo de la tasa de inflación. En los últimos doce meses, los préstamos han aumentado un 141%, representando casi la mitad del nivel de inflación.
La carrera nominal. En este escenario, la carrera nominal está convergiendo gradualmente, aunque aún queda camino por recorrer para que la inflación se ajuste completamente con respecto al resto de las variables. Desde los valores registrados en enero de este año, donde la inflación, las tasas de interés y el tipo de cambio se situaban en un 21%, 8% y 2% mensual, respectivamente, se observa una tendencia hacia mayo donde estos valores estarían convergiendo a un 5,5%, 4% y 2% respectivamente. Para finales de año, se proyecta que estas variables converjan dentro del rango del 3% al 4%.
Más oferta, pero sin demanda. En abril, la base monetaria experimentó un aumento significativo de $2,5 billones, marcando el mes más expansivo desde el inicio del gobierno. Esta mayor oferta de dinero se originó principalmente por tres factores: una emisión de $2,9 billones debido a la compra de divisas al sector privado, $2,2 billones por pagos de intereses por pases pasivos y la ejecución de puts del Tesoro, y la intervención del BCRA sobre la curva CER, que aportó $1,8 billones. Sin embargo, esta expansión fue parcialmente contrarrestada por las operaciones del Tesoro, que implicaron una contracción de $2,5 billones, principalmente debido a compras de divisas por $1,9 billones y otras operaciones. Además, la colocación de pases por $1,9 billones también contribuyó a compensar parcialmente el aumento de la base monetaria. Este incremento mensual representó un aumento del 18% con respecto al cierre de marzo y un aumento promedio del 13% respecto al mes anterior, superando significativamente el aumento de los precios. Sin embargo, esta mayor expansión no tuvo un impacto en la demanda monetaria, ya que los depósitos continuaron disminuyendo. En abril, el M2 y el M3 privado aumentaron un 0,3% y un 6% respectivamente respecto al mes anterior, mientras que el crédito aumentó un 7%, en todos los casos por debajo de la inflación del mes.
Baja de tasas impulsa a las curvas en pesos. El nuevo recorte de tasas continuó impulsando los instrumentos en pesos a tasa fija durante la semana. Las LECAPs ganaron un 3,9%, con sus TEM comprimiéndose a niveles cercanos al 3,6%. En simultáneo, el bono TO26 a tasa fija registró un aumento del 7,2%, reduciendo su TEM al 3,0%. Sin embargo, como contrapartida, los bonos CER experimentaron una caída del 0,7%, reflejando las expectativas de una menor inflación. A los precios actuales, la inflación promedio implícita para lo que resta de 2024 es del 4,3%, proyectando un cierre anual con una inflación del 121% interanual, en línea con las proyecciones del Ministerio de Economía. Por otro lado, la demanda por cobertura cambiaria se reactivó, y los bonos dollar-linked lideraron con aumentos del 4,0%. Los precios de mercado de estos bonos sugieren una devaluación nominal promedio del 5,4% mensual hasta septiembre de 2024, seguida por un 3,7% mensual hasta marzo de 2025, y finalmente, un 2,5% mensual hasta junio de 2025.
Sigue el atraso y la brecha reacciona -poco-. El BCRA continúa manteniendo un ritmo de devaluación del 2% mensual, reconociendo el atraso cambiario pero confiando en que el país tiene un tipo de cambio real de equilibrio inferior al de otros períodos –no compartimos este diagnóstico, especialmente porque existe un estricto control de cambios–. En un contexto de temporada alta de liquidación del agro, los dólares financieros tienden a moverse cerca de la banda inferior, que corresponde al 17% del impuesto establecido. En la última semana, los dólares financieros reaccionaron a la nueva baja de tasas, con el CCL con GD30 aumentando un 2,9% hasta alcanzar los $1.118, mientras que el MEP ascendió un 3,5% semanal, llegando a los $1.070. Esto resultó en un aumento de las brechas entre estos dólares financieros y el tipo de cambio oficial, que alcanzaron el 27% y el 22%, respectivamente.
El carry no seduce. La compresión de tasas ha reducido significativamente el costo de oportunidad de dolarizarse. Por ejemplo, un Money Market ofrece una TEM del 3,0%, apenas un punto por encima del 2,0% al que se mantiene el dólar oficial. Esto significa que el margen de obtener retornos positivos en dólares mediante instrumentos en pesos prácticamente desaparece, y cualquier aumento en la brecha entre el dólar oficial y los dólares financieros se vuelve menos relevante. Paralelamente, las expectativas de devaluación continúan su tendencia a la baja. En la última semana, los contratos futuros de Rofex cayeron un 4,7%. Esto indica que el mercado anticipa una devaluación mensual del 3,0% entre mayo y junio, del 4,0% para el segundo semestre, y del 3,5% para el primer trimestre de 2025. Estos precios reflejan la percepción del mercado de que es probable que se abandone el crawling peg al 2,0% mensual, pero aún así se espera una fuerte apreciación en el tipo de cambio real.
Bonos soberanos a la baja. Los bonos soberanos hard-dollar tuvieron una mala performance semanal y cayeron 0,6% a pesar de la aprobación de la ley Bases en el Congreso y del buen clima en general para los bonos emergentes –en general, subieron 1,1% pero los comparables con Argentina 0,3% semanal–. Así, a pesar de las buenas noticias que el gobierno obtuvo en abril, el rally perdió impulso pues subieron “sólo 3%”, aunque acumulan una ganancia de 46,0% en 2024. Las paridades promedian el 53%, en tanto que el riesgo país aumentó levemente hasta los 1246 pb. En línea con esta baja semanal, los BOPREAL del BCRA cayeron un 0,1% y sus paridades (en MEP) promedian el 84%. En tanto que los bonos provinciales y corporativos siguen estables y en la semana anotaron subas de 0,5% y 0,1%, respectivamente.
Nuevos máximos para las acciones. El índice Merval tuvo una suba semanal del 11,8% en pesos y del 7,7% en CCL para llegar a los USD 1.294. De esta forma, acumula un alza del 34% en el año medido en moneda extranjera. Las principales subas fueron para energéticas: TGS con un 14% y TGN con un 12%, y bancos: Macro con un 17,8% y Supervielle con un 17,2%. Las empresas de materiales subieron un 7%, lideradas por las cementeras Holcim (+7%) y Loma (+8,5%). Los ADRs de empresas argentinas también tuvieron un escenario favorable con subas promedio del 8,3%, donde se destacaron Meli (+16%), TGS (+15,8%) y Macro (+14%).
Lo que viene. Los avances en relación al tratamiento de la Ley Bases en el Senado serán un catalizador importante para los bonos soberanos. Mientras que los bonos ya daban por descontado el éxito del paquete legislativo en Diputados, esto no debería ser así en el Senado, donde la votación será mucho más ajustada. Será una semana con la tensión sindical en el centro de la escena y el jueves habrá otro Paro general. Por otro lado, seguiremos atentamente la dinámica de las liquidaciones del sector agropecuario. En lo que refiere a indicadores, el martes se publica el REM con las nuevas expectativas del mercado, en la que se espera una nueva corrección a la baja en la estimación de inflación, en tanto que será importante el resultado de la encuesta en cuanto al tipo de cambio, tasas de interés -no habrán tenido en cuenta la última baja de tasas- y caída del nivel de actividad para 2024. Además, el miércoles se publica el IPC de la CABA, adelantando posible dinámica del IPC Nacional. Finalmente, esta semana el INDEC publicará datos relevantes de actividad industrial y de la construcción de marzo, junto con el índice de salarios.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano internacional.
Gracias a una menor tensión geopolítica y una temporada de balances que sorprendió positivamente, los inversores recuperaron el ánimo en las últimas dos semanas, al tiempo que se conocieron datos que señalan un menor ritmo de actividad económica: el crecimiento del PBI del 1Q24 estuvo por debajo de las expectativas y hubo una menor creación de empleos en abril. Además, la Fed ha dado señales de que no habrá nuevas subidas de tasas y ha moderado el ajuste monetario. Esto redujo la presión sobre los rendimientos de los bonos del Tesoro, que retrocedieron de los máximos del año, debilitó al dólar y empujó al alza a bonos y acciones. El S&P 500 recuperó gran parte de lo perdido en la primera quincena de abril y cerró la semana nuevamente por encima de los 5.100 puntos, muy cerca del récord, en un contexto de precios bajos de commodities. Para que esta mejora sea completa y no reavive los fantasmas de la estanflación —bajo crecimiento con alta inflación—, la inflación debe ceder y retomar el camino hacia la convergencia al 2%. Con este contexto, el escenario de reflation da paso al de soft landing, ofreciendo un respiro a los mercados globales. También fue una buena semana para el resto de los mercados globales, ya que la debilidad del dólar revirtió la tendencia de risk-off, permitiendo la mejora de bonos y acciones, especialmente en China, que tuvo otra muy buena semana, acumulando en los últimos tres meses una notable recuperación. La semana comienza con una agenda liviana de indicadores económicos, por lo que la atención de los inversores estará en las declaraciones de los directores de la Fed mientras esperan los datos de inflación de abril, que se conocerán la semana próxima.
It´s enough. Para la Fed, la política monetaria actual es suficientemente restrictiva y no requiere nuevos ajustes. Como se esperaba, en un contexto de mayores presiones inflacionarias y un mercado laboral ajustado, en la tercera reunión del año la Fed mantuvo sin cambios la tasa de política monetaria en 5,50% por sexta reunión consecutiva. Las autoridades reconocieron que, aunque la inflación disminuyó durante el año pasado, sigue siendo elevada y no ha mostrado avances hacia el logro del objetivo anual del 2%. Además, indicaron que no prevén una reducción hasta que tengan mayor confianza en que la inflación avance de manera sostenible hacia la meta. Durante la conferencia de prensa, Powell adoptó un tono menos agresivo de lo esperado al descartar un alza de tasas en la reunión de junio y al anunciar que podría reducir la velocidad de ajuste cuantitativo a partir del 1 de junio —de USD 60 MM a USD 25 MM al mes—. En este contexto, el mercado descarta un recorte de tasas en las próximas dos reuniones, mientras que para septiembre ya se espera el primer recorte a 5,25% y a fin de año, un nuevo recorte a 5%.
Modera el mercado laboral. Luego de la sorprendente y notable performance del mercado laboral durante el primer trimestre de 2024, y especialmente en marzo —con la creación de más de 315.000 nuevos puestos de trabajo, 100.000 más que el promedio de los 12 meses anteriores—, abril trajo una moderación y una sorpresa negativa para los inversores. Concretamente, en el último mes, la economía de EE.UU. añadió 175.000 puestos de trabajo no agrícola, muy por debajo de las expectativas del mercado, que apuntaban a más de 240.000. Además, dado que el empleo agrícola cayó en 150.000 y se sumaron al mercado laboral 88.000 personas, la creación de empleo resultó insuficiente, elevando el número de desocupados en 25.000 personas. Esto incrementó la tasa de desocupación al 3,9%, una de las más altas del último año. Complementando esta situación, los salarios subieron solo un 0,2% m/m (vs. el 0,3% anterior), por debajo de las estimaciones del mercado de un 0,3%, lo que podría significar el tercer mes consecutivo por debajo de la inflación, afectando los salarios reales —aunque en el último año estos crecieron un 3,9%, unos 50 pb por encima de la inflación—.
¿Se enfría la actividad? Los primeros datos del segundo trimestre en EE. UU. muestran signos de un menor ritmo de crecimiento, convalidando la desaceleración observada en los datos del PBI del 1Q24 publicados la semana anterior. Además de la menor creación de empleos mencionada anteriormente, el PMI manufacturero de ISM cayó a 49,2 en abril, desde un 50,3 previo, marcando la primera contracción en el sector manufacturero de EE. UU. en 16 meses. Una tendencia similar mostró el PMI de servicios, que descendió a 49,4, desde 51,4 previo y por debajo de las expectativas de 53, reflejando la primera contracción en la actividad del sector servicios desde diciembre de 2022. A pesar de estos indicadores, el nowcast de Atlanta no sugiere una fuerte desaceleración, dado que las primeras estimaciones del PBI del 2Q24 apuntan a un alza del 3,3% t/t anualizado.
Retrocedieron las tasas. Luego de un mes de fuertes subidas —habían alcanzado el nivel más alto desde noviembre pasado—, los rendimientos de los bonos del Tesoro revirtieron la tendencia y retrocedieron a los niveles de hace un mes. La UST10Y cayó 17 pb hasta el 4,50%, y la UST2Y cerró en el 4,81%, 19 pb por debajo de la semana anterior. Esto generó una mejora en el índice de bonos agregado —que incluye Tesoro y corporativos— del 0,9%, liderada por los bonos Investment Grade que subieron un 1,2%, seguidos por los bonos del Tesoro que ganaron un 0,8%, mientras que los High Yield avanzaron un 0,6%.
Sorpresas positivas. En la última semana, 176 empresas presentaron sus balances del 1Q24, superando el 80% del total. De las 397 empresas del S&P 500 que han reportado, el 76,8% ha superado las estimaciones de los analistas. Se espera que las ganancias muestren un aumento del 3,5% i.a. y del 4,1% excluyendo al sector energético. Los destacados de la semana fueron Amazon, cuyas ganancias y ventas del primer trimestre excedieron las expectativas, impulsadas por el crecimiento en sus negocios de publicidad y computación en la nube, resultando en un aumento de sus acciones del 3,6%. Especialmente notable fue Apple (+9,3 en un día), que si bien superó por poco las estimaciones, elevó su plan de recompra de acciones y dividendos trimestrales, lo que impulsó sus acciones un 8,9% en la semana.
Se recuperan las acciones. Tras los balances positivos de las principales empresas tecnológicas, en la última semana el S&P 500 subió un 0,7%, el Nasdaq un 1,4%, y el Dow Jones un 1,2%. La concentración de los buenos resultados en las empresas de mayor capitalización se reflejó en que el S&P 500 equiponderado solo subió 0,2%. Los sectores ganadores de la semana fueron el de Utilities, con un aumento del 3,1%, seguido por el de Tecnología, que, de la mano de Apple, ganó 1,5% y el de consumo discrecional, que subió 1,3% impulsado por la suba del 7,8% en la acción de Tesla y del 3,8% en Amazon.
Se debilitó el dólar y el oro se alejó de los máximos. El dólar retrocedió un 0,8% en la semana, situándose en 105 unidades. Contra el yen, perdió un 3,4%, cerrando en JPY 152. Frente al euro y la libra, disminuyó un 0,7% y un 0,5%, respectivamente. También se debilitó frente al real, que se fortaleció un 1% hasta los BRL 5,07. El oro cayó un 1,6%, ubicándose en USD 2.300, debido al alivio de tensiones en Oriente Medio.
Fuerte caída del petróleo. El índice Dow Jones de commodities cayó un 1,2% durante la semana, influenciado principalmente por un retroceso del 4,5% en los energéticos y en menor medida por una caída del 0,9% en los metales, mientras que los granos subieron un 2,2%. El WTI disminuyó un 6,8% en la semana, debido a datos más débiles de actividad económica y a un menor riesgo geopolítico relacionado con el conflicto entre Israel y Hamas, ya que ambas partes consideran un alto el fuego temporal y entablan conversaciones con mediadores internacionales. Aunque el cobre no registró cambios significativos, se mantiene en máximos de los últimos dos años debido a problemas persistentes en la extracción del metal en fundiciones y plantas de tratamiento, incluyendo el cierre de una mina en Panamá, la más grande del mundo a cielo abierto, y la suspensión de actividades en Zambia por escasez de energía. En contraste, la soja avanzó un 3,5%, alcanzando los USD 441 la tonelada, impulsada por fuertes inundaciones en el sur de Brasil.
Europa vuelve a crecer pero con más inflación. El PBI de la eurozona se expandió un 0,3% t/t en el 1Q24, superando el 0,1% anticipado por el consenso y marcando la tasa de crecimiento más rápida desde el 3Q22. En los últimos doce meses, el crecimiento fue del 0,4%. Entre las economías más grandes del bloque, Alemania y Francia crecieron un 0,2% t/t, Italia un 0,3% t/t, y España lideró con un aumento del 0,7% t/t, todos superando las expectativas del mercado. Sin embargo, el 2Q24 no comenzó de la mejor manera, ya que el PMI manufacturero registró 45,7, por debajo de los 46,1 de marzo. Mientras tanto, en abril, el IPC subió un 0,6% m/m, desde un 0,8% anterior, con un promedio de alza de 0,7% m/m en los últimos tres meses —casi un 9% anualizado—, acumulando un incremento anual del 2,4%, mientras que el IPC Core ascendió un 2,7% i.a.
Buenos datos de actividad en China. La economía china mostró una expansión esta semana, reflejando los continuos esfuerzos de Beijing para estimular la recuperación económica. El PMI manufacturero oficial del NBS en China disminuyó ligeramente a 50,4 en abril, desde 50,8 en marzo, marcando el segundo mes consecutivo de expansión de la actividad fabril. Por otro lado, el PMI manufacturero general de Caixin aumentó a 51,4 en abril, representando el sexto mes consecutivo de crecimiento y el ritmo más rápido desde febrero de 2023.
Datos mixtos en la economía japonesa. La producción industrial en Japón aumentó un 3,8% m/m en marzo, revirtiendo la caída del 0,6% m/m del mes anterior y marcando la mejor performance desde junio de 2022. Sin embargo, comparado con marzo del año anterior, la producción industrial cayó un 6,7%, siendo el quinto mes consecutivo de contracción y el ritmo más pronunciado desde septiembre de 2020. Además, las ventas minoristas aumentaron un 1,2% i.a. en marzo, desacelerándose significativamente desde el 4,7% registrado en febrero y quedando muy por debajo de las expectativas del mercado, que anticipaban un crecimiento del 2,5%. A pesar de esto, fue el vigésimo quinto mes consecutivo de expansión en las ventas minoristas, ya que el consumo en Japón continuó mostrando una tendencia saludable.
Brasil elevó su rating crediticio. Moody's Ratings ha mejorado la perspectiva crediticia de Brasil a positiva, en reconocimiento a la implementación de reformas estructurales que han fortalecido las perspectivas económicas del país. Sin embargo, la calificación crediticia se mantiene en Ba2, dos niveles por debajo del Investment Grade. La declaración de Moody's señaló: "Un crecimiento más robusto, junto con un progreso continuo, aunque gradual, hacia la consolidación fiscal, puede permitir que la carga de la deuda de Brasil se estabilice." Los inversores han recibido positivamente un marco fiscal introducido por la administración de Lula da Silva y la revisión del código tributario del país. Las calificaciones crediticias de Standard & Poor's, Fitch y DBRS son consistentes en BB con perspectiva estable. En cuanto a los datos económicos semanales, la tasa de desempleo en Brasil promedió el 7,9% en los tres meses previos a marzo, por encima del 7,4% del trimestre móvil anterior, pero aún por debajo de las expectativas del mercado del 8,1%. Estas cifras sugieren un mercado laboral todavía ajustado en comparación con los niveles desde la crisis de 2015, aunque destacan una tendencia de debilitamiento desde el cuarto trimestre de 2023. Además, la producción industrial en Brasil aumentó un 0,9% m/m en marzo.
Buena semana para los mercados globales. Las acciones globales cerraron una semana positiva. El índice global, que excluye a EE. UU., subió un 1,5%, destacándose Japón con una ganancia del 3,2% y los mercados emergentes, impulsados por China que registró un aumento del 5,6%, subieron un 3,1%. LATAM siguió la tendencia y ganó un 2,0%, con Chile avanzando un 3,9%, Brasil un 2,6% y México descendiendo un 0,3%. En renta fija, los bonos emergentes registraron una ganancia del 1,1%, mientras que los bonos soberanos, excluyendo a EE. UU., anotaron un incremento del 0,1%.
Lo que viene. En una semana con pocas publicaciones destacadas —solo resalta el índice de confianza de la Universidad de Michigan—, la atención se centrará en los balances que se publicarán, llegando el turno de empresas como Walt Disney, BP, Toyota, Uber, Airbnb y Shopify. En el resto del mundo, sobresalen datos de China, referidos a precios —tras un preocupante dato de deflación en marzo del 1% m/m— y la balanza comercial, para observar el comportamiento de las compras y ventas en el exterior.
¿Cómo será la dinámica de las reservas internacionales en lo que queda de 2024?
La dinámica de las reservas internacionales en las últimas décadas refleja las consecuencias de las políticas económicas (más malas que buenas) implementadas por los últimos gobiernos, mostrando una notable volatilidad. En particular, en la última década se observó un aumento desde 2015 hasta 2019, donde las reservas pasaron de valores cercanos a USD 25.000 M (netas: USD -2.200 M) a casi USD 80.000 M, gracias a préstamos del FMI. Sin embargo, hubo una marcada tendencia a la baja hacia fines de 2023, regresando a valores aproximados de USD 21.000 M (netas: USD -11.500 M). El año pasado, las reservas experimentaron una caída cercana a USD 22.000 M, impulsada por una abrupta reducción del superávit comercial debido a la sequía, aunque esta situación fue atenuada por la deuda comercial, junto con mayores intereses y pagos netos al FMI.
Uno de los grandes logros del nuevo gobierno fue la reversión de la mala dinámica de las reservas internacionales y la significativa acumulación de divisas desde el inicio de su gestión. Específicamente, desde el 10 de diciembre hasta el cierre de abril, las reservas aumentaron casi USD 6.400 M, pasando de un stock bruto de USD 21.200 M a casi USD 27.600 M, lo que representa un incremento de aproximadamente el 30%. Observando las reservas netas, aunque aún negativas, mejoraron significativamente, pasando de -USD 11.500 M a -USD 1.000 M.
La mejora registrada en las reservas se explicó principalmente por un saldo positivo de la balanza comercial de casi USD 16.000 M. Es importante destacar que esto se debió en gran medida al nuevo esquema de pagos de importaciones, que permitió pagar solo la mitad de las compras, lo que a su vez derivó en un aumento de la deuda comercial. Esta situación fue parcialmente compensada por pagos netos en servicios y rentas de aproximadamente USD 1.400 M y por el saldo negativo del sector público, organismos internacionales (incluido el FMI) y el BCRA, que alcanzó casi USD 7.500 M.
En el segundo trimestre del año, la favorable estacionalidad permitiría expandir el superávit comercial devengado. Sin embargo, un aumento gradual en el pago a las importaciones y una menor deuda comercial reducirían el saldo de bienes en comparación con el primer trimestre (USD 7.000 M frente a USD 9.362 M en el 1Q24). No obstante, se espera una acumulación de reservas algo mayor (USD +4.400 M vs. USD +4.054 M en 1Q24), gracias a mejoras en el saldo de servicios, intereses y préstamos financieros, principalmente.
El desafío para el gobierno llegaría en el segundo semestre, afectado por una estacionalidad que ya no favorece (menores exportaciones), una mejora en la actividad y atraso cambiario que incrementaría las importaciones, además de la devolución de la deuda comercial. Específicamente, el saldo de bienes disminuiría notablemente, cerrando el año por debajo de los USD 2.000 M, en comparación con más de USD 9.362 M en el 1Q24. Paralelamente, la cuenta de servicios reales volvería a incrementar el déficit por encima de los USD 1.000 M, resultando en un déficit de cuenta corriente cambiaria en el 4Q24 de más de USD 1.400 M. En este contexto, la acumulación de reservas se desaceleraría a unos USD 500 M en el 3Q24 y, ya en el último período, el saldo se tornaría negativo en más de USD 1.300 M.
En este marco, el nivel de reservas internacionales cerraría el año en torno a los USD 31.000 M, es decir unos USD 2.500 M más que ahora y USD 8.000 M más que el cierre de 2023. La buena acumulación durante el primer semestre sería suficiente para cumplir con las metas del FMI, pero hacia 2025 aparecen muchos interrogantes de como sostener la acumulación de divisas para hacer frente a vencimientos y el crecimiento de la economía.
Análisis de instrumentos de renta fija y variable.
A continuación podrás descargar el informe semanal del mercado local, en el que analizamos los distintos instrumentos de renta fija con posibles escenarios de sensibilidad. Además, mostramos los índices de mercados accionarios locales e internacionales, y finalmente el mercado de renta variable local.
Descargar informe al 03/05/2024
¿Qué activos de la región tienen potencial de crecimiento?
Los bancos centrales de América Latina respondieron con rapidez al fuerte impacto de la pandemia y a las presiones inflacionarias, endureciendo su política monetaria en 2021. Estos esfuerzos lograron encaminar la inflación hacia una tendencia descendente. Sin embargo, la actividad económica se está moderando, pasando de un crecimiento del 2,3% en 2023 al 2% en 2024. Por ejemplo, Brasil reducirá su crecimiento del 2,9% al 2,2%, mientras que México bajará del 3,2% al 2,4%. La desinflación continuará, aunque a un ritmo más lento, reduciéndose del 4,5% al 3,7% en ambos países.
Por otro lado, Colombia, Perú y Chile tendrán un repunte en su actividad económica: la tasa de crecimiento de Colombia aumentará de un 0,6% a un 1,1%, Perú pasará de un -0,6% a un 2,5% y Chile mejorará de un 0,2% a un 2%. Además, mantendrán la tendencia de desaceleración en precios y reducción en las tasas de interés, al igual que sus pares regionales.
En este contexto, la región enfrenta múltiples desafíos, incluyendo una política monetaria más restrictiva en EE. UU., volatilidad en los precios de las materias primas, eventos climáticos inesperados, incertidumbre política y tensiones sociales. Por otro lado, también emergen oportunidades de crecimiento mediante el fortalecimiento de los vínculos comerciales con socios estratégicos, el impulso de proyectos de infraestructura y el aprovechamiento de las oportunidades en el ámbito de la economía verde.
En cuanto a los mercados financieros, las acciones de América Latina (ETF ILF) comenzaron el año con un desempeño negativo, registrando una caída del 7%. Esta baja se debió principalmente a la fuerte ponderación de Brasil en el índice, que representa el 54% y donde se observó un descenso del 12%. Las dos empresas más grandes de Brasil mostraron resultados mixtos: Vale, dedicada a la extracción de hierro, sufrió una caída del 23%, mientras que Petrobras incrementó su valor en un 5,4% en el último mes, beneficiándose de la mejora en los precios del petróleo. Los bancos brasileños, como Santander y Bradesco, enfrentaron pérdidas significativas, con caídas del 20% y 23%, respectivamente.
México, con una participación del 27% en LATAM, registró una caída del 4%, impulsada por descensos en empresas de consumo discrecional como la distribuidora de bebidas FEMSA, que bajó un 9%, Walmart con un 11%, y Bimbo, que descendió un 19%. Por último, Chile, que tiene un peso del 6% en el ETF, también experimentó un descenso del 7%, arrastrado por los retrocesos de instituciones financieras como Banco de Chile, que cayó un 3,4%, Santander con un 6,5%, y de la minera Sociedad Química y Minera, que sufrió una caída del 28%.
En cambio, Perú y Colombia impulsaron positivamente el índice, con subidas del 18% y 11%, respectivamente. Se beneficiaron de la fortaleza de sus monedas y del aumento en los precios de commodities clave como el cobre, el oro y el café.
Los mercados accionarios de América Latina representan una oportunidad atractiva para los inversionistas, gracias a sus valoraciones más bajas en comparación con sus pares globales. Un indicador clave es el ratio P/E, que refleja cuánto están dispuestos a pagar los inversionistas por cada unidad de ganancias de una empresa en los últimos doce meses. Países como Chile (4,5), Brasil (5,6) y Colombia (6,3), junto con el índice LATAM (6,1), presentan ratios P/E relativamente bajos, señalando así oportunidades de inversión prometedoras en estos mercados. En contraste, regiones como Asia (12,8), Europa (15,3) y el índice global (19,5) exhiben valoraciones más elevadas.
Oportunidad de inversión
Esta situación puede ofrecer a los inversionistas la posibilidad de capitalizar el potencial de crecimiento futuro en los mercados accionarios de América Latina, aprovechando las valoraciones favorables en un contexto de recuperación económica y estabilidad. Una alternativa de inversión interesante es la cartera LATAM Cohen, que ofrece una diversificación geográfica y sectorial. En lo que va del año, esta cartera ha logrado una ganancia del 16% en dólares, destacándose por haber superado a sus benchmarks: el ETF Latam que durante el mismo período cayó un 7%, y el ETF global que avanzó un 6%. Además, cuenta con un beta de 1,20 y un P/E de 14,9.
Dentro de las empresas incluidas en la cartera, destaca la presencia de Southern Copper Corp (SCCO.K) de Perú, líder en la producción de cobre. Esto subraya la importancia de la minería en la economía peruana y su influencia en el mercado global de metales. Southern Copper Corp ha registrado un aumento del 38% este año, impulsado por el incremento del 16% en el precio del cobre, debido a problemas de oferta derivados del cierre de minas y a una mayor demanda proveniente de China.
México está representado por dos empresas en la cartera: Embotelladora Coca-Cola (KOF) y CEMEX (CX). La primera es una de las embotelladoras más grandes de productos Coca-Cola en el mundo, mientras que CEMEX es líder en la industria de materiales de construcción, reflejando así la diversificación del mercado mexicano en los sectores de consumo y construcción. Ambas empresas tuvieron rendimientos promedio del 5%. Uno de los factores detrás de este desempeño es el nearshoring, que, gracias a la ubicación estratégica de México con EE. UU., su fuerza laboral calificada y su bajo costo de producción, ha motivado a varios países a trasladar producción o servicios para aprovechar esta eficiencia.
Chile, otro actor importante en la región, está representado por dos empresas: Embotelladora Andina (AKOb) y Geopark (GPRK.K). La primera es una compañía dedicada a la producción y distribución de bebidas, mientras que Geopark se especializa en la exploración y producción de petróleo y gas, reflejando así la diversidad de sectores en la economía chilena. Ambas empresas registraron subas promedio del 12% en el año.
Brasil, la economía más grande de América Latina, también tiene una fuerte presencia en la cartera con dos empresas: Petrobras (PBR), una de las mayores compañías de energía del mundo, y AMBEV (ABEV.K), líder en la industria de bebidas. La petrolera se benefició del aumento en el precio del petróleo, registrando un incremento del 6%, mientras que AMBEV experimentó una caída del 16% debido a la pérdida en el poder adquisitivo de los consumidores. Sin embargo, Brasil sigue siendo uno de los mercados más grandes del mundo para el alcohol y los refrescos, y AMBEV es una compañía con un potencial de suba del 41% según el consenso de analistas de Reuters.
En resumen, Latinoamérica presenta oportunidades de inversión atractivas, con valoraciones favorables en comparación con otras regiones. El mercado accionario de la región, caracterizado por su potencial de crecimiento, junto con la cartera LATAM de CEDEARs, que ofrece diversificación geográfica y sectorial, permite capitalizar estas oportunidades en un entorno cambiante pero prometedor.
House View local: abril de 2024.
Culminado el primer trimestre del año, el gobierno se anota grandes logros. El resultado fiscal tuvo una notable mejora, al punto que registró superávit financiero por primera vez en 16 años y el excedente comercial le permitió recuperar reservas internacionales. La inflación siguió bajando a pesar de los ajustes de tarifas de servicios públicos. Confiando en una rápida desinflación, el BCRA mantiene el ritmo de devaluación al 2% mensual y acelera la baja de tasas de interés de política monetaria. La contrapartida de la política de shock es la caída del nivel de actividad, empleo y suba de pobreza que obligan al gobierno a moderar la dosis de ajuste y mantener acotado el riesgo político y social. El mercado siguió acompañando con una suba de los bonos soberanos en moneda extranjera –el riesgo país bajó hasta los 1.200 pb– y acciones mientras que en la curva de pesos se destacaron los bonos a tasa fija. Con este marco de fondo, se viene un período de temporada alta de liquidación de exportaciones del agro que permitirá que las reservas sigan en alza, con la brecha cambiaria controlada y con la inflación en baja, dado que ya pasó la peor parte de los ajustes de precios relativos. El desafío llegaría para la segunda mitad del año, donde finalizada la cosecha, con el TCRM muy bajo y la actividad creciendo, las reservas internacionales no tendrían mucho margen para aumentar –podrían llegar a mostrar caída hacia fin de año–, generando incertidumbre respecto de la dinámica hacia 2025, con ineludibles implicancias cambiarias.
De la estabilización a la sostenibilidad. La economía se va estabilizando pero con costos crecientes. En el 1Q24 hubo una notable mejora de las cuentas públicas y de las cuentas externas que permitieron que el BCRA recupere reservas internacionales –las netas ya están en terreno positivo– y que el Tesoro se financie con emisión monetaria. Fueron condiciones necesarias para frenar la escalada inflacionaria y llevar adelante un plan de estabilización. Por el lado financiero, se logró bajar la brecha cambiaria, con el dólar oficial subiendo al 2% mensual, sumado al dólar blend, la emisión de BOPREAL y un control de cambios firme. El costo asumido fue un derrumbe del nivel de actividad pero el gobierno confía en comenzar a revertirlo una vez que entre la cosecha y que los salarios reales se recuperen a medida que la inflación baje y las paritarias avancen. La nueva administración se muestra conforme con estos logros y el nivel de aprobación se mantiene sin cambios desde que asumió. Este buen momentum tiene recorrido hasta junio dado que se espera el mayor ingreso de divisas del campo. Pero pasada esta etapa, el gobierno deberá ir encarando la etapa de la sostenibilidad ya que parte de estos logros tienen componente transitorio –licuación de gastos y retraso en los pagos de importaciones– por lo que de a poco deberá mostrar las bondades del programa para lograr superávit fiscal y excedente cambiario sostenido. Sin dudas, la pérdida de competitividad que está teniendo el peso es una luz amarilla que podría condicionar el futuro del equipo económico.
La actividad, en baja. En febrero, la actividad económica marcó una caída del 0,2% m/m, desacelerando frente a datos previos (vs. -0,8% en enero), aunque siendo la sexta baja mensual consecutiva, lo que acumula una contracción de 5,4% desde agosto. Cuando vemos la comparación interanual, observamos que se registró una merma de 3,2%, –menor a la esperada por una corrección de datos previos–. A nivel sectorial, 8 de los 15 sectores registraron una caída con respecto al mismo período del año pasado, destacándose la construcción (-19%), la industria (-8%) y el comercio (-6%), descensos compensados en parte por la buena performance de los sectores de minería (+12%), electricidad, gas y agua (+8%) y el agro (+6%). Algunos datos de indicadores adelantados que reflejan la actividad de marzo ya mostraron un nuevo deterioro de los números en términos mensuales e interanuales: recaudación (IVA y débitos créditos), importaciones de bienes intermedios y de capital, demanda de energía eléctrica, sectores industriales (siderúrgica y automotriz), construcción (cemento e insumos), consumo durable (patentamientos). Esto sugeriría que aún no se ha tocado el piso y que, en marzo, el PBI aceleraría la baja. En tanto, estimamos que en el 1Q24 el PBI habría marcado una contracción de 3,5% t/t y de 4,7% i.a.
¿Es sostenible el superávit fiscal? En los primeros tres meses del año, el gobierno mostró una fuerte vocación en mejorar las cuentas públicas y logró muy buenos resultados que superaron las expectativas del mercado, marcando por primera vez desde 2008 tres meses consecutivos con superávit financiero. Concretamente en el 1Q24, el sector público nacional obtuvo un superávit primario del 0,6% del PBI ($3,9 B) que fue más que suficiente para pagar los intereses de deuda de 0,4% del PBI, por lo que el resultado financiero marcó un excedente de 0,2% PBI ($1,1 B). Esto implicó una notable mejora respecto a los resultados registrados en el mismo período del año pasado, cuando el primario había marcado un déficit primario de 0,4% del PBI y el financiero había llegado a 0,7% de PBI. La mejora se logró con un ajuste del gasto del 35% i.a. real que más que compensaron la baja de 4% i.a. real de los ingresos. Por el lado del gasto, la partida que más incidió a la baja fueron las jubilaciones y pensiones (-12 pp; -29% i.a.), seguido por gasto de capital (-8 pp; -87 i.a.), subsidios (-4 pp; -47% i.a.) y gastos de funcionamiento (-4 pp; -20% i.a.). Es decir, una combinación de licuación (jubilaciones y gastos de funcionamiento), “motosierra” (gastos de capital) y postergación de pagos (una parte de la caída de subsidios es porque no le pagaron a productoras de gas y generadoras eléctricas que suman un total de 0,2% de PBI). Por el lado de los ingresos, los tributarios aportaron a la baja (-3,5 pp; -4% i.a.), pero con heterogeneidades; mientras que por impuesto PAIS y retenciones se vio un incremento del 308% y 68%, respectivamente –representaron el 17% de los ingresos totales–, los impuestos ligados con la actividad y el empleo cayeron 16% i.a., en tanto que los ingresos por rentas y otras operaciones perdieron 7% i.a. Sin embargo, cabe destacar que la mejora fiscal fue perdiendo impulso dado que, a medida que baja la inflación, la licuación del gasto se modera –de caer al 48% i.a. real en enero, en marzo lo hizo al 29% i.a.– mientras que la recesión golpea más sobre los ingresos –de crecer al 1% i.a. en enero, en marzo cayeron al 9% i.a. real–. Esto implicó que el diferencial entre crecimiento de los ingresos y gastos se achique de 40 a 20 pp. Para que el gobierno pueda cumplir el objetivo de equilibrio fiscal en 2024, la brecha actual entre ingresos y egresos no podrá ser menor a 17 pp.
Aumenta el superávit comercial. El superávit comercial se amplía y se convierte en la principal fuente de divisas, producto de una mejora en las exportaciones –de la mano del agro y la energía– y de una fuerte reducción de las importaciones –consecuencia de la recesión y el ahorro energético–. En el primer trimestre del año, el resultado de la balanza comercial de bienes alcanzó un superávit de USD 4.300 M, récord para esta altura del año, cifra que contrasta contra un déficit de USD 1.300 M del 1Q23. La mejora se debió a que las exportaciones crecieron al 9% i.a. de la mano de los mayores envíos de productos primarios, manufacturas agrícolas y de combustibles –las cantidades subieron 18% i.a. y compensaron la caída de precios de 8% i.a.–, mientras que las importaciones cayeron 24% i.a., con una baja de precios de 5% i.a. con caída de 20% i.a. en las cantidades, entre las que se destacaron las de energía que descendieron un 64% i.a. Así, la reversión del déficit contra el mismo periodo de 2023 se explica por el agro, que sumó casi USD 2.000 M más, la energía, con USD 1.500 M, y la industria, reduciendo el déficit más de USD 2.000 M.
Se recuperan las reservas. Los buenos datos del saldo comercial se potencian cuando se observa el monto liquidado. Aunque las importaciones aún no se pagan en su totalidad y se van normalizando poco a poco, esto, junto con menores pagos de servicios debido a la recesión y la mejora en el tipo de cambio real, resulta en un superávit de cuenta corriente cambiaria. En un contexto de control de cambios, esto permite sostener la acumulación de reservas. Puesto en números, entre diciembre y marzo el saldo comercial devengado marcó un superávit de USD 6.170 M mientras que el liquidado marcó de USD 12.740 M –si bien ingresaron USD 3.800 M de exportaciones, la diferencia entre las importaciones pagadas y devengadas fue de casi USD 10.400 M lo que implica un aumento de la deuda comercial neta de USD 6.500 M. Dado que operaciones del sector público y del BCRA implicaron un uso de activos externos por USD 3.600 M –principalmente por los pagos netos al FMI y a otros organismos internacionales–, llegamos a que la acumulación de reservas durante el período fue de USD 5.600 M. Esta tendencia continuó en abril: las reservas subieron en USD 448 M porque la compra de divisas en el mercado de cambios fue más que suficiente para afrontar los pagos con el FMI y el stock bruto de reservas internacionales cerró en USD 27.575 M, mientras que el saldo neto quedó con un saldo negativo de USD 1.300 M. Para mayo y junio prevemos que la acumulación continuaría de la mano de la entrada de la cosecha gruesa y por el desembolso del FMI por USD 1.100 M, por lo que las reservas netas podrían a escalar a USD 5.000 M. Pero hacia la segunda mitad del año, el empuje de la balanza comercial y la reactivación económica reducirían la entrada de divisas y aumentarían la salida, lo que podría derivar en un freno en la acumulación de reservas internacionales.
Acelera la baja de tasas y continúa la licuación. Ya sin el efecto de la emisión de BOPREAL, el ajuste monetario fue perdiendo impulso dado que la absorción del sector público y de pases pasivos no es suficiente para compensar la expansión por compra de divisas en el mercado cambiario y los pagos de intereses por pasivos monetarios remunerados. Con estas operaciones, en abril la base monetaria estaría subiendo al 11% m/m, 2 pp menos a la inflación que estimamos. Confiado en la desaceleración de la inflación y aprovechando las ventajas de un estricto control de cambios, el BCRA redujo la tasa de interés de política monetaria en dos oportunidades durante el mes –la redujo del 80% de TNA a 60% de TNA– con el objetivo de reducir la carga de intereses pagados –con un stock de $33 billones los pagos mensuales implican una expansión de $1,8 billones al mes, 25% menos de lo que hubiese hecho sin la reducción de tasas–. Por otro lado, si bien la emisión de dinero primario subió, los agregados monetarios siguieron en baja perdiendo participación en el PBI. De hecho, el M2 privado, que incluye circulación monetaria y depósitos transaccionales, prácticamente no se movió en abril mientras que el M3, que contiene depósitos a plazo fijo, aumentó 7% m/m. La relación entre el M3 privado y el PBI en abril habría caído al 17,6%, 4 pp menos que en diciembre pasado aunque aún 2 pp por encima de diciembre de 2019. El crédito al sector privado siguió cayendo en términos reales y en relación al PBI se ubicó en 6,6%, el nivel más bajo desde 2003.
Desinflación muy lenta para el esquema cambiario. Desde su pico en diciembre cuando el IPC marcó un alza del 25,5% m/m, la inflación se fue moderando más rápido de lo esperado, sorprendiendo por debajo del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA. El dato del 11% m/m de marzo estuvo por debajo del 12,5% estimado por el REM y 4 pp por debajo de lo que se esperaba a comienzos de diciembre pasado. Además, la inflación núcleo rompió la barrera del 10%, llegando al 9,4% y transformándose en el menor dato desde noviembre del año pasado. De este modo, el primer trimestre del año cerró con una inflación mensual promedio del 15% (vs 15,5% en el 4Q23), comparado con el casi 20% que se estimaba a comienzos de año. De cara a abril, se esperaría una cifra en torno al 9% m/m, con mayor incidencia en los precios de los servicios –los ajustes en las tarifas de gas aportan un piso de entre 3 y 4 pp al IPC mientras que el IPC core seguiría moderando su dinamismo, previendo un alza de 6% m/m–. A pesar de un menor dinamismo en los precios, la inflación sigue en valores mensuales muy altos y el BCRA mantiene el ritmo de devaluación del peso en torno al 2% mensual, razón por la que el TCRM cayó 42% desde el pico de diciembre y ya se encuentra debajo del momento previo al salto cambiario de agosto de 2023. De continuar esta tendencia, aún considerando un escenario optimista en cuanto a la evolución de la inflación, el TCRM terminaría el año en los niveles más bajos de las últimas dos décadas, lo que representará una barrera para una apertura del cepo sin salto cambiario.
El mercado acompaña. El mercado se muestra cada vez más confiado en el plan del gobierno para ordenar la economía con eje en la política fiscal, la recuperación de reservas internacionales y el control de la inflación que espera una fuerte desaceleración para los próximos meses. Si bien el control de cambios continúa y es poco probable que se relaje en lo que resta del año, la brecha cambiaria continuó muy cerca de la banda inferior y estable, en tanto que las perspectivas de devaluación siguen ancladas y no se esperan grandes movimientos confiando en que el BCRA no se moverá de la política cambiaria que viene llevando adelante y que el atraso del tipo de cambio no será un factor de riesgo. Con este marco de fondo, los activos financieros locales continuaron mostrando una buena performance en abril con suba en bonos y acciones.
Soberanos en camino a la normalización. Los bonos soberanos subieron 7% y en el año acumulan un alza total de 47%. Las paridades alcanzaron un nuevo máximo de 54% y el riesgo país llegó a 1.200 pb, el nivel más bajo desde septiembre de 2020 y 600 pb por debajo al de inicio de mandato. La mejora fue más notoria en el tramo corto de la curva –en el mes subieron 8% contra 6% del tramo más largo y en el año acumulan un alza de 56% contra 39%, respectivamente– reflejo de la normalización de la curva de rendimientos. Con esto, los bonos argentinos se diferenciaron del resto de los emergentes comparables. El GD30 subió un 11,8% en abril contra una caída de 1,5% promedio de los emergentes similares. El rally soberano también se extendió a los BOPREALes del BCRA, que subieron 4,4% en el mes y cotizan en paridades de entre 72% y 92%.
Recuperan los sub-soberanos. Los créditos provinciales tuvieron un gran abril marcando subas de 3,8% y recuperando todo lo que habían perdido en los primeros tres meses de 2024, ante un contexto de elevada tensión entre el Gobierno Nacional y los gobernadores. En lo que va del año, los créditos provinciales registraron una suba del 3,4%. En abril, ese aumento estuvo liderado por los bonos de las provincias que protagonizaron el conflicto: el bono de Buenos Aires a 2037 subió 8,7%, los bonos de Córdoba subieron entre 3,4% y 7,2% y el bono de Chubut a 2030 subió 2,8%. Por otro lado, el bono defaulteado de La Rioja a 2028 sufrió una caída del 1,1% en abril y opera en una paridad de 54%, acumulando una pérdida del 8,0% en lo que va del año.
La baja de tasas impulsó a los bonos a tasa fija. En las curvas de pesos, la tasa fija volvió a liderar por segundo mes consecutivo. En lo que va del abril, las LECAPs ganaron 15,7% impulsadas por el contexto de menor nominalidad y sus TEMs se comprimieron a niveles de entre 4,5% y 4,0%. Este rally se trasladó en menor medida al bono TO26 con vencimiento a fines del 2026, que subió 6,1% desde fines de marzo y cotiza en TEM 3,2%. En paralelo, los duales tuvieron un sólido abril y ganaron 9,1%. En tanto que los bonos CER ganaron 6,1% en el cuarto mes del año. Sin embargo, durante la segunda mitad del mes tuvieron importantes correcciones, producto de la expectativa de una desaceleración más rápida de la inflación ante la baja en las estimaciones de precios de alta frecuencia –concentrada en los precios de los alimentos–. De esta forma, la inflación breakeven para 2024 cayó a 135% i.a, lo cual marca un panorama muy optimista, alejado de nuestras estimaciones y las del consenso. Los dollar-linked nuevamente quedaron en último lugar al anotar subas de 3,9%, por lo que señalan una devaluación promedio de 4,2% m/m hasta junio del 2025.
Las acciones acompañan. El Merval se aprovechó de la baja del riesgo país anotando un alza en abril de 5% que se midió en dólares CCL y llegó a los USD 1.180, quebrando la resistencia de los USD 1.000. El sector bancario marcó la mejor performance, cuyas acciones en abril subieron 11% –en el año acumulan un alza de 70%–, entre los que se destaca la de Galicia con una ganancia de 17%. Le siguieron las energéticas y de materiales con subas de 5% en el mes –YPF y Loma Negra marcaron 5% y 6%, respectivamente– mientras que las de utilities apenas aumentaron 0,1% aunque con un comportamiento heterogéneo –la caída de 7% de Edenor y de 2% de Transener compensaron la ganancia de más de 10% que tuvieron las acciones de TGN y TGS–. El sector de materiales tuvo el peor desempeño, que perdió 1,7% en el mes –en un año cae 9%–, marcado por la mala performance de Ternium que perdió 3% en abril, acumulando en lo que va de 2024 descensos del 9%.
Perspectivas
Estimamos que en mayo continuará la buena performance del mercado, que confía que los datos económicos seguirán evolucionando favorablemente. Estimamos que la inflación de abril continuará desacelerando. La proyectamos en un 9% m/m pero con una alta incidencia de precios regulados por el ajuste de gas y transporte, mientras que el IPC core se ubicaría en torno al 5% m/m, lo que le deja un arrastre favorable de cara a mayo en el que nuestras estimaciones apuntan a un cifra cercana al 6% m/m. Las reservas internacionales seguirán en alza ante la estacionalidad favorable en la liquidación del agro. La política fiscal seguirá siendo contractiva. Aunque, dadas las reducciones en las jubilaciones y una inflación más baja, prevemos un menor ajuste del gasto. Por lo tanto, será importante que los ingresos no profundicen la caída registrada en los primeros meses del año. Para confirmar el momentum favorable de los activos, la aprobación de la Ley de Bases será un factor importante, no sólo para bajar la tensión política sino también para que el Tesoro y las provincias se aseguren que mejore la recaudación. Un nuevo tropiezo en el Congreso podría complicar el escenario generando mayor volatilidad y corrección de los precios de los activos.
Brecha contenida. Esperamos que la brecha siga estable de cara a la temporada alta de las liquidaciones del agro. El fortalecimiento de las reservas, en conjunto con la venta del CCL producto del esquema 80/20, y la mayor absorción fiscal por retenciones deberían ser suficientes para mantener contenida la demanda de dólares. Las perspectivas se mantienen favorables para el carry trade de cara a mayo. Para inversores más conservadores la brecha tan baja puede representar una buena oportunidad para dolarizar ganancias y aprovechar que las restricciones financieras mantienen a la demanda de divisas artificialmente baja.
Recorrido alcista (limitado) en los hard-dollar. Queda terreno para subas en los soberanos en moneda extranjera. Sin embargo comenzamos a ver con cierta preocupación el segundo semestre, en el cual esperamos una fuerte caída en el ritmo de compras del BCRA y una peor dinámica para la acumulación de reservas. En un entorno de peores flujos es razonable esperar que el sentimiento del mercado empeore y que el rally soberano encuentre su techo. En vista a esto, recomendamos una combinación entre una posición agresiva en el tramo corto de la curva con GD30 en conjunto una posición más defensiva en el tramo largo a través del GD35 o el GD38. En lo que refiere a los BOPREALes, la curva del Banco Central sigue ofreciendo retornos significativamente menos atractivos que la del Tesoro. A estos precios, solo vemos valor en dos casos particulares: la Serie 2 (TIR 10%) para perfiles extremadamente conservadores y en la Serie 1 – Strip A (TIR 20%) como sustituto para los bonos dollar-linked.
Conservadores con los sub-soberanos en dólares. La coyuntura local se mantiene desfavorable a los créditos provinciales. Los efectos negativos por la pérdida de recursos fiscales tanto provinciales como coparticipables por la caída de la actividad económica, la revisión del esquema de transferencias discrecionales de la Nación y el impacto del desplazamiento del tipo de cambio nominal sobre el stock de su deuda en moneda extranjera generaron un daño en las finanzas provinciales que solo podrá ser compensado parcialmente en el corto plazo con la aprobación del paquete fiscal incluido en el proyecto de Ley de Bases. Es por esto que sugerimos ser selectivos y enfocarnos en créditos de bajo riesgo y rendimiento de dos dígitos ya que es muy factible que La Rioja no sea la única provincia que en este 2024 imponga extensión de plazos de pagos en forma unilateral. En vista de esto, seguimos priorizando una estrategia conservadora y limitamos nuestra selección de créditos a aquellos emisores que parten de una posición fiscal sólida. Mantenemos nuestra recomendación a Córdoba a 2025, Santa Fe 2027, Neuquén 2030 y Mendoza al 2029.
Corporativos cortos. Nos sentimos cómodos en riesgos de tramo corto-medio y, dentro de este segmento, existen alternativas con rendimientos de 2 dígitos de emisores con buen carácter de plazas no tan líquidas pero vale la pena tener en cuenta. Central Puerto 7% (vencimiento 14/03/2026 ticker NPCAO) es una ON hard-dollar ley argentina que paga dólar cable especie 7.000 MD 1,6x y se encuentra operando en BYMA a TIR de 10,2%. Telecom 2025 (ticket TCL5O) hard-dollar ley extranjera muy corto MD 0,64x opera con TIR del 12,8% en las últimas ruedas. YPF (ticket YCA6O) bono bullet con vencimiento 28/07/2025 cupón 8,5% opera a una TIR 10.2%. Emisiones como Mastellone 2026 (ticker MTCGO) a de TIR 10% y Aeropuertos Argentina 2000-2027 con TIR 10% siguen siendo interesantes.
Nos siguen gustando riesgos como TGS 2025 (ticker TSC2O), Pampa 2027 (ticker MGC1O) e YPF garantizado 2031 que presentan una TIR del 9%.
Deuda en pesos, valor en los indexados. El entorno de inversiones para la deuda en pesos se presenta sumamente desafiante. Por un lado, esperamos que el BCRA continúe con el sendero de recorte de tasas y a modo de cobertura, sugerimos tomar posiciones con vencimientos posteriores al 2025. En paralelo, los breakevens marcan un sendero de baja nominalidad tanto en términos de inflación –5,0% m/m hasta diciembre 2024 y 2,4% m/m hasta octubre 2025– como en el tipo de cambio – devaluación promedio de 4,2% hasta junio del 2025 –. Así, el mercado ya da por descontado uno de los escenarios más optimistas posibles, lo que inclina en favor de tomar cobertura a través de bonos CER y dollar-linked. Nuestra selección en pesos es la siguiente: el bono CER T2X5 a febrero del 2025 (TEM proyectada 5,9%), bono dollar-linked TV25 a marzo del 2025 (TEM proyectada 4,8%) y el bono TX26 a noviembre del 2026 (TEM proyectada 4,1%).
Futuros de Rofex, caros los cortos, baratos los largos. Los contratos presentan un sendero de devaluación en torno al 4,8% promedio para 2024. Con el gobierno apuntando a extender el ritmo de devaluación al 2,0% por la mayor cantidad de tiempo posible, sugerimos tomar posiciones vendedoras en los contratos de mayo ($9135 y junio $952). De julio en adelante, el riesgo de una posición vendida es significativamente mayor por las importantes pérdidas que pueden llegar a registrarse en caso de que ocurra una unificación cambiaria antes de lo esperado. No creemos que sea posible sostener la devaluación al 2,0% en el segundo semestre, lo que hace que veamos valor en tomar posiciones compradas en los contratos más largos de diciembre ($1.280) en adelante.
Selectivos con las acciones. La fuerte caída del riesgo país (actualmente en niveles de 1.210 puntos) genera momentum a los activos de renta variable donde sugerimos selectividad dado que los puntos actuales de ingreso presentan desafíos mayores para obtener retornos interesantes.
Se acortan los plazos para Intercement. La controlante de LOMA había llegado a un acuerdo para extender pagos vencidos al 2023 por USD 253 M con acreedores que poseen como colateral el 51% de LOMA, y dicho plazo vence el 8 de mayo. Es público el interés de dos grupos brasileños y uno de capitales chinos para quedarse con los activos de Intercement, junto con el interés de empresarios locales para quedarse con la cementera local. Actualmente cuenta con un market cap de USD 825 M y deuda neta de USD 174 M, y cotiza con ratios trailing de EV/EBITDA 3,8x. Si eventualmente su controlante Intercement termina vendiendo el 51% de la compañía creemos que el precio de su ADR debería tener un piso de USD 9.
BMA es la entidad financiera que seguramente sacará mayor provecho del fuerte devengamiento de los instrumentos CER al 1Q24 y aprovechará los puts ofrecidos por el BCRA vía lo dispuesto en la comunicación A 7954. En la misma el BCRA se compromete a comprar en el MAE aquellos títulos de deuda del Tesoro de la última licitación a una curva similar a la última convalidada en el mercado primario más un spread máximo del 2%.
Vemos como una oportunidad de entrada el conflicto entre CAMMESA y las generadoras y productoras de gas que en el caso de PAMP ha generado una caída del 16% en su capitalización bursátil desde los máximos de enero de 2024. La deuda de CAMMESA con PAMP vencida a la fecha es de USD 152 M. PAMP posee activos líquidos por USD 559 M a valor de mercado y otros USD 105 M valuados a valor técnico que le permiten afrontar holgadamente su deuda de USD 1.370 M. Actualmente PAMP tiene un market cap de USD 2.400 M y un EBITDA de USD 800 M., una deuda neta de USD 708 M y su participación en TGS y TRAN actualmente asciende a un valor de mercado de USD 795 M.
*Los datos utilizados en el presente informe tienen fecha de cierre 30 de abril de 2024.
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La recaudación de abril mostró una variación del 239,6% i.a. (vs. IPC estimado 290% i.a.), lo que habría derivado en una caída real del 13% i.a. (vs. -15% en marzo). Dentro de los diferentes tributos, por debajo del IPC estuvieron: IVA +256% i.a. (DGI +245% i.a. y DGA +273% i.a.), ganancias +150% i.a., créditos y débitos +228% i.a., seguridad social +195% i.a., derechos de importación +285% i.a. y bienes personales +34% i.a. En tanto, los derechos de exportación +530% i.a., combustibles +299% i.a. e impuesto PAIS +1.107% i.a. mostraron un crecimiento real.
El BCRA sorprendió y volvió a recortar la tasa de interés de política monetaria de TNA 60% a TNA 50%. Así, el gobierno ya aplicó tres bajas de tasas en los últimos 20 días y la TEM de los pases cayó a 4,2%; en tanto que la tasa de caución a 7 días se encuentra operando en TNA 40% (TEM 3,3%). La entidad monetaria comenzó mayo con compras netas por USD 161 M y acumula USD 12.023 M en lo que va del año. Por otro lado, el stock de reservas internacionales aumentó en USD 614 M hasta los USD 28.189 M y ya creció en USD 5.118 M en 2024.
El dólar oficial aumentó diariamente un 0,2% hasta $878,3. Esto significa un ritmo de devaluación mensualizado de 2,6%, que se aceleró contra el ritmo de 1,1% del martes. En los últimos cinco días hábiles, la devaluación corrió a una TEM de 2,2%.
Los dólares financieros subieron en el contexto del recorte de tasas. El MEP con AL30 subió 1,2% hasta alcanzar los $1.054, en tanto que el CCL trepó 1,2% hasta $1.104. De esta manera, sus brechas se sitúan en 20% y 26%, respectivamente.
Durante la jornada de ayer, los contratos de futuro de dólar cayeron un 1,7%. Las mayores subas se registraron en los contratos de junio (+0,2%) y mayo (+0,1%). Mientras que las mayores caídas se evidenciaron en marzo (-2,9%), enero (-2,8%) y octubre (-2,7%). De este modo, la devaluación implícita se ubica en el 4,2% mensual promedio hasta marzo de 2025.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una rueda de fuertes subas ante la sorpresa del recorte de tasas. En la curva de tasa fija, el TO26 y las LECAPs cerraron alcistas en 3,1%. La suba fue significativamente menos pronunciada en los bonos CER, que ganaron solo 0,9% debido a la caída en la inflación esperada por la demora en el ajuste tarifario. Por su parte, los bonos duales registraron una pérdida de 0,9% y los DLK lideraron la rueda al marcar una suba de 4,9%.
Los bonos soberanos en hard-dollar perdieron 0,5% en un contexto en el que el gobierno postergó los aumentos tarifarios. Así, ya acumulan una caída de -1,6% en las últimas dos ruedas. De esta manera, las paridades promedian el 53,4% y el riesgo país aumentó 27 pb hasta los 1235 pb.
El S&P Merval avanzó un 3,1% en pesos y 1,6% en dólares hasta los USD 1.225, tras acumular un incremento del 9,1% en abril. Las principales subas fueron para las energéticas como Pampa (+6,7%), TGS (+6,5%) y Macro (+5,8%). Las acciones argentinas que cotizan en Wall Street saltaron hasta 2,9%, con aumentos encabezados por Loma Negra y Mercado Libre.
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Los principales índices de Wall Street tuvieron una jornada positiva: el S&P 500 y el Dow Jones subieron un 0,7%, y el Nasdaq sumó un 1,1%. El sentimiento de los inversores mejoró después de que la Fed anunciara que las tasas se mantendrán sin cambios, expresándolo con un tono menos agresivo de lo previsto. Actualmente, los mercados indican una mayor probabilidad de que el primer recorte de tasas se produzca en noviembre, en lugar de en septiembre.
En noticias corporativas, Qualcomm aumentó un 8% después de pronosticar ventas trimestrales y ganancias ajustadas por encima de las expectativas. MGM Resorts International agregó un 2,8% gracias a resultados optimistas, mientras que DoorDash se hundió un 10% debido a una perspectiva sombría, y Etsy se desplomó un 15% después de que las ventas y las ganancias no cumplieran con las expectativas. Peloton cayó un 9% luego de anunciar despidos y comunicar que su director ejecutivo iba a dimitir.
Por su parte, los rendimientos de los bonos del tesoro volvieron a caer, 5 pb para la UST2Y y 2 pb para la UST10Y, para finalizar en 4,89% y 4,57%, respectivamente. Recordemos que Powell señaló que la política actual es suficientemente restrictiva para el contexto actual y que es poco probable que se produzca otra subida de tasas. De esta forma, la renta fija tuvo un alza de 0,5% durante la sesión.
En este contexto, el índice dólar perdió un 0,35% y se ubicó en 105,3 puntos. El oro también perdió un 0,5%, acercándose a un mínimo de cuatro semanas.
Referido a los datos económicos de EE. UU, el déficit comercial se mantuvo casi sin cambios en máximos de diez meses de USD 69.400 M en marzo (vs USD 69.500 M previo), algo por debajo de las previsiones (déficit de USD 69.100 M). Las exportaciones cayeron un 2% m/m, mientras que las importaciones cayeron un 1,6% m/m. Por su parte, el número de personas que solicitaron prestaciones por desempleo no tuvo cambios respecto a la semana anterior y se mantuvo en 208.000, su nivel más bajo en dos meses y firmemente por debajo de las expectativas del mercado de 212.000. Fue el cuarto resultado consecutivo mejor de lo esperado, lo que apunta a una continua tensión en el mercado laboral estadounidense y da margen para que la Reserva Federal retrase los recortes de tasas de interés en caso de que la inflación se mantenga por encima de la meta del Banco Central. Finalmente, los nuevos pedidos de productos manufacturados aumentaron un 1,6% m/m en marzo, tras un aumento del 1,2% en febrero y en línea con las expectativas.
En relación a la Eurozona, el PMI manufacturero del HCOB se situó en 45,7 en abril, por debajo de la cifra final de marzo de 46,1. Esto señaló una tasa de deterioro ligeramente más rápida de las condiciones empresariales manufactureras de la zona del euro, ya que la entrada de nuevos pedidos disminuyó a un ritmo más acentuado, el más pronunciado en lo que va del año.
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Tal como se esperaba, en un contexto de mayores presiones inflacionarias y un mercado laboral ajustado, en la tercera reunión del año, la Fed dejó sin cambios la tasa de política monetaria, quedando en 5,50% por sexta reunión consecutiva. Las autoridades reconocieron que, si bien la inflación bajó durante el año pasado, sigue siendo elevada y no marcó avances hacia el objetivo del 2% anual. Al mismo tiempo, indicó que no prevé reducirla hasta que haya ganado mayor confianza en que la inflación avance de manera sostenible hacia la meta. Durante la conferencia de prensa, el presidente Powell adoptó un tono menos agresivo de lo esperado, ya que descartó un alza de tasas en la reunión de junio al tiempo que podría reducir la velocidad de su ajuste cuantitativo a partir del 1 de junio –de USD 60 M a USD 25 M al mes–.
Tras la noticia, los rendimientos de los bonos del Tesoro tuvieron una ligera caída y se alejaron de los máximos de los últimos cinco meses que habían alcanzado el pasado 25 de abril. La UST10Y bajó 4 pb hasta 4,64% y la UST2Y cerró en 4,97%, 8 pb por debajo del cierre del martes. Pese a esta baja, los índices de renta fija no presentaron cambios en la jornada mientras que las acciones terminaron mixtas con el S&P y Nasdaq anotando caídas de 0,3% y 0,7%, respectivamente, en tanto que el Dow Jones logró diferenciarse marcando una suba de 0,2%. El índice del dólar, US Dollar Index, cayó 0,4% a 105,7, impulsado principalmente por la baja de 2,1% frente al Yen y en menor medida por la caída de 0,4% contra el Euro.
En el frente corporativo, hubo movimientos significativos en el mercado después de la publicación de resultados empresariales. CVS y Starbucks experimentaron fuertes caídas, del 16,8% y 15,8% respectivamente, tras anunciar resultados pesimistas. Por su parte, Nvidia descendió un 3,9%, afectada también por la caída del 8,9% de AMD, que se vio presionada por un pronóstico mediocre para las ventas de chips de IA. Asimismo, Super Micro Computer se desplomó un 14,3% después de que sus ingresos del 1Q24 no alcanzaran las expectativas. Esto se sumó a lo que sucedió el martes cuando McDonald's perdió un 2% tras no cumplir con las expectativas de ingresos debido a boicots en Oriente Medio y GE Healthcare se hundió un 10% debido a un déficit de ingresos en el 1Q24, atribuido a la reducción de ventas en China y una disminuida demanda de equipos de imágenes. Sin embargo, hubo algunas noticias positivas. Coca-Cola se recuperó de las pérdidas previas a la comercialización tras superar las estimaciones y mejorar sus perspectivas. 3M avanzó un 7% después de que sus ganancias por acción y beneficios superaron las expectativas. Del mismo modo, Eli Lilly subió casi un 7%, beneficiada por mayores ventas de medicamentos para bajar de peso que superaron las previsiones.
Referente a los datos económicos de la jornada, se destacó un notable crecimiento del empleo en el sector privado durante abril, ya que, según el ADP (Automatic Data Processing), se crearon 192,000 nuevos puestos de trabajo. Además, el crecimiento salarial anual se mantuvo relativamente estable en el 5,0%.
El precio del petróleo WTI cayó un 3,6% y cerró en USD 79 por barril, el nivel más bajo en más de un mes, debido al repunte de las reservas de crudo de EE. UU. –que aumentaron en 7,3 millones de barriles en la semana que terminó el 26 de abril, en contraste con las expectativas del mercado que preveían una caída de 2,3 millones de barriles– y las esperanzas de un alto el fuego en Medio Oriente. Además, la Agencia Internacional de Energía informó que la producción de petróleo crudo de EE. UU. aumentó a 13,15 millones de barriles por día en febrero, desde 12,58 millones el mes anterior, marcando el aumento mensual más pronunciado en casi tres años y medio. En Medio Oriente, Egipto lideró los esfuerzos para reactivar las estancadas negociaciones de paz entre Israel y Hamas, reduciendo los riesgos de un conflicto más amplio en la región.
Referido a datos del martes, el PBI de la economía de la eurozona se expandió un 0,3% t/t en el 1Q24, la tasa de crecimiento más rápida desde el 3Q22. Este resultado superó las expectativas del mercado, que anticipaban un crecimiento de solo 0,1%, y representó una mejora respecto a la lectura plana previa. En la comparación anual con el 1Q23, el crecimiento fue del 0,4%, también superando las expectativas del mercado del 0,2%. Este desempeño da mayor margen de maniobra al BCE para abstenerse de recortar las tasas en mayor medida este año, en caso de que las presiones inflacionarias resulten más persistentes de lo esperado. Entre las economías más grandes del bloque monetario, Alemania y Francia registraron un crecimiento de 0,2% t/t, Italia un 0,3%, y España fue la más dinámica con un alza del 0,7%, todos superando las estimaciones del mercado.
El índice armonizado de precios al consumo en la zona del euro aumentó un 0,6% m/m en abril, una disminución respecto al 0,8% del mes anterior, según las estimaciones preliminares. La tasa anual se mantuvo en el 2,4%, en línea con las expectativas del mercado. Por su parte, la tasa de inflación subyacente ascendió al 2,7% i.a., situándose por debajo del 2,9% registrado anteriormente.
El PMI manufacturero oficial del NBS en China bajó a 50,4 en abril, desde el máximo de 12 meses de marzo de 50,8, en línea con las previsiones del mercado. Este fue el segundo mes consecutivo de expansión de la actividad fabril, en medio de continuos esfuerzos de Beijing para estimular un repunte económico. Por otro lado, el PMI manufacturero general de Caixin aumentó a 51,4 en abril, desde 51,1, superando las estimaciones de 51. Así, se registró el sexto mes consecutivo de crecimiento de la actividad fabril y el ritmo más rápido desde febrero de 2023. La producción alcanzó un máximo desde mayo, respaldada por la mejora de las condiciones de la demanda. Los nuevos pedidos aumentaron al máximo en más de un año y las ventas en el extranjero se expandieron al ritmo más rápido en casi tres años y medio.
La producción industrial en Japón aumentó un 3,8% m/m en marzo, superando las estimaciones del mercado de un 3,4%. Esta cifra revierte la caída del 0,6% del mes anterior y marca la mejor performance desde junio de 2022. No obstante, comparado con marzo de 2023, la producción industrial cayó un 6,7%, siendo el quinto mes consecutivo de contracción y el ritmo más pronunciado desde septiembre de 2020. Por otro lado, las ventas minoristas en Japón aumentaron un 1,2% i.a. en marzo, desacelerándose significativamente desde un aumento revisado al alza del 4,7% en febrero y muy por debajo de las expectativas del mercado de un crecimiento del 2,5%. A pesar de esta desaceleración, marzo representó el vigésimo quinto mes consecutivo de expansión en las ventas minoristas, continuando así una racha saludable de consumo en Japón.
En Brasil, la tasa de desempleo promedió el 7,9% en los tres meses previos a marzo, comparado con el 7,4% del trimestre móvil anterior, pero se situó por debajo de las expectativas del mercado del 8,1%. Aunque estas cifras aún reflejan un mercado laboral ajustado en comparación con los niveles desde la crisis de 2015, también subrayan una tendencia de debilitamiento desde el cuarto trimestre de 2023.
Moody's Ratings elevó la perspectiva crediticia de Brasil a positiva, en referencia a la ejecución de reformas estructurales que han reforzado las perspectivas económicas. Aun así, la puntuación crediticia se mantiene en Ba2, dos niveles por debajo del nivel basura. "Un crecimiento más robusto combinado con un progreso continuo, aunque gradual, hacia la consolidación fiscal, puede permitir que la carga de la deuda de Brasil se estabilice", mostró la declaración de Moody's. Los inversores han acogido con entusiasmo un marco fiscal introducido por la administración de Lula da Silva y la revisión del código tributario del país. La calificación crediticia de Standard & Poor's, Fitch y DBRS coinciden en BB con perspectiva estable.
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En la última rueda del mes, el BCRA registró compras netas por USD 194 M, acumulando en abril USD 3.348 M y USD 11.862 M en lo que va del año. El stock de reservas internacionales se redujo en USD 2.302 M por el desembolso programado con el FMI y cerraron en USD 27.575 M, USD 429 M por encima del mes anterior. En lo que va de 2024, acumulan un incremento de USD 4.504 M.
El dólar oficial aumentó diariamente un 0,1% hasta $876,8 y cerró abril con un alza de 2,2%. Los dólares financieros operaron de manera mixta y se mantuvieron estables a lo largo de todo el mes: el MEP con AL30 subió 0,3% en la rueda y 2,4% en el mes hasta alcanzar los $1.041, mientras que el CCL disminuyó 0,3% en el día y aumentó 0,6% en el mes hasta los $1.091. De esta manera, sus brechas cerraron abril en 19% y 24%, respectivamente.
Los contratos de futuro de dólar cayeron un 1,8% en la última rueda del mes y acumularon una pérdida de 7,0% en todo abril. Las mayores caídas diarias se registraron en los contratos de enero (-3,4%), febrero (-3,1%) y marzo (-2,9%) de 2025. De este modo, la devaluación implícita se ubica en el 4,1% mensual promedio hasta marzo de 2025.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una rueda mayormente negativa. Los bonos CER cedieron un 0,7%, mientras que las LECER perdieron un 0,1%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró alcista en 0,9%. Por su parte, los duales registraron una ganancia de 2,4% y los DLK marcaron una caída de 0,6%.
Los bonos soberanos en hard-dollar perdieron 1,2% a pesar de la aprobación de la Ley Bases y el paquete fiscal en la Cámara de Diputados. Incluso con esta caída, los bonos cerraron un gran abril, anotando una ganancia de 7,3%, que se eleva a 46,9% en lo que va del año. Por su parte, los BOPREALes operaron con menor volatilidad y cayeron 0,2% en el día y ganaron 4,5% en abril.
El S&P Merval aumentó un 1,8% en pesos y 1,2% en dólares hasta los USD 1.215, acumulando una suba del 9,7% en abril. En el panel líder, los bancos registraron las mayores ganancias: Grupo Financiero Galicia (+4,9%), Banco Macro (+3,4%) e YPF (+3,4%), mientras que las pérdidas fueron lideradas por Aluar (-4,2%), Telecom (-1,8%) y Mirgor (-1,1%). Los ADRs argentinos también tuvieron una jornada favorable con subas de hasta un 4,8%, liderados por Grupo Financiero Galicia, seguido de YPF (+3,2%) y Macro (+2,9%). La peor performance la tuvo IRSA (-3%).
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El Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) elaborado por la Universidad Torcuato Di Tella registró un 49% en abril, presentando una disminución de 2,2 puntos en comparación con marzo y de 8,2 puntos en comparación con diciembre. A pesar de esta caída, el respaldo al nuevo gobierno se sostiene alineado con los momentos de mayor apoyo observado durante las gestiones de Mauricio Macri y Alberto Fernández.
El paro de aceiteros impactó sobre el mercado cambiario y en la rueda de ayer el sector agropecuario liquidó tan solo USD 2 M, el monto más bajo para una rueda hábil desde noviembre de 2023. De esta forma, las liquidaciones del agro en las últimas cinco ruedas promediaron los USD 54 M diarios y alcanzaron su valor más bajo desde finales de enero. Esto repercutió sobre el mercado de cambios, donde el BCRA registró ventas netas por USD 92 M y dio fin a una racha de 24 ruedas hábiles de compras. De esta forma, el ritmo de compras diarias cayó a USD 52 M promedio en las últimas cinco ruedas hábiles y alcanza su segundo valor más bajo en la era Milei (el más bajo fue de USD 49 M a fines de febrero). Como consecuencia de esta mala rueda, el stock de reservas internacionales se redujo en USD 260 M hasta los USD 29,877 M.
El dólar oficial aumentó diariamente un 0,2% hasta $876,4. Esto significa un ritmo de devaluación mensualizado de 1,9%, que se desaceleró respecto al ritmo de 3,5% del viernes. En los últimos cinco días hábiles, la devaluación corrió a una TEM de 2,1%, mientras que en lo que va de abril corrió a una TEM de 2%. Los dólares financieros operaron al alza. El MEP con AL30 subió 0,3% hasta alcanzar los $1.038, mientras que el CCL trepó 0,9% hasta $1.094. De esta manera, sus brechas se sitúan en 18% y 25%, respectivamente.
Los contratos de futuro de dólar cayeron un 0,8%. Las mayores caídas se registraron en los contratos de febrero (-1,5%), marzo (-1,4%) y agosto (-1,2%). De este modo, la devaluación implícita se ubica en el 4,4% mensual promedio hasta marzo de 2025.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una rueda mayormente negativa. Continuó el flujo vendedor en los bonos CER, que cedieron un 1,3%, mientras que las LECER ganaron un 0,5%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró alcista en 2,3% y las LECAPs perdieron un 0,4%. Por su parte, los bonos duales registraron una pérdida de 1,0% y los DLK marcaron una caída de 0,2%.
Los bonos soberanos en hard-dollar ganaron 1,2%, con una suba de 0,8% en los bonos Ley Nueva York y una suba de 1,9% en los bonos Ley Argentina. Así, acumulan una ganancia de 8,5% en lo que va del mes y de 48,7% en lo que va del año. De esta manera, las paridades promedian el 54,3% y el riesgo país disminuyó 2 pb hasta los 1208. En tanto, la curva BOPREAL del BCRA se mantuvo estable.
El índice S&P Merval ganó 2,2% en moneda local y 1,1% medido en dólares CCL, cerrando la jornada en USD 1.200. Con esto, en lo que va de abril, acumula un alza de 7% y eleva la ganancia en el acumulado del año a 24% medido en dólares CCL. La mejora del mercado fue liderada por acciones de buena liquidez de los sectores financiero y energético, encabezando las alzas Banco Macro (+4%), Transportadora Gas del Sur (+3,5%), Transener (+3,1%) y Grupo Supervielle (+3%). Por su parte, los ADRs argentinos también treparon con fuerza, las alzas estuvieron lideradas por Banco Macro (+4%), Grupo Supervielle (+3,5%), Transportadora de Gas del Sur (+3,2%) y Mercado Libre (+2,6%).
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Las acciones estadounidenses subieron levemente el lunes, ampliando las ganancias de la semana anterior mientras los mercados se posicionan para una serie de informes de ganancias clave y la decisión sobre tasas de la Fed el miércoles. El S&P 500 avanzó un 0,1%, el Nasdaq 0,2% y el Dow Jones 0,3%. No se esperan cambios en la tasa de interés de referencia, aunque los inversores prestarán mucha atención a los mensajes que emita Powell y el comunicado que lo acompañe.
Las acciones de Tesla se dispararon un 11%, liderando las ganancias de las megacapitalizaciones tecnológicas después de que la compañía recibiera la aprobación de las autoridades chinas para implementar su sistema de asistencia al conductor. La temporada de resultados alcanzará su cenit con los informes de los pesos pesados Amazon, Eli Lilly, Coca-Cola, McDonald's, Mastercard, Qualcomm, Pfizer, ADP, Apple, ConocoPhillips, Amgen, Booking y Cigna. Entre las 7 Magníficas, Apple y Amazon subieron un 2%.
Por su parte, los rendimientos de los bonos del Tesoro tuvieron caídas de 6 pb para la UST10Y que finalizó en 4,61% y de 3 pb para la UST2Y que culminó en 4,97%. Así, los bonos tuvieron subas promedio de 0,4%. Además, el dólar cayó 0,3% hasta los 105,5 puntos y el oro retrocedió apenas 0,1% para terminar en USD 2,336 la onza.
El WTI cayó a USD 82,5 por barril, recortando las ganancias de la semana anterior, en medio de preocupaciones por el debilitamiento de la oferta y una demanda incierta. Las persistentes esperanzas de un alto el fuego entre Israel y Hamás cobraron fuerza antes de una reunión entre los negociadores de Hamás y los mediadores de Oriente Medio, que dará un veredicto sobre las nuevas condiciones de tregua de Israel, respaldadas por el Secretario de Estado de EE. UU., Anthony Blinken.
Referido a los datos económicos de la fecha, el índice de actividad empresarial general del Banco de la Reserva Federal de Dallas para el sector manufacturero en Texas se mantuvo relativamente estable en -14,5 en abril, alineándose estrechamente con la lectura de marzo de -14,4, lo que indica desafíos persistentes por delante.
En la eurozona, el indicador de sentimiento económico cayó hasta 95,6 en abril, incumpliendo las expectativas del mercado de 96,9 e impulsado por una fuerte caída de la confianza entre los fabricantes, que alcanzó su nivel más bajo desde julio de 2020 (-10,5 vs. -8,9 previo).
Además, el IPC en Alemania aumentó un 0,5% m/m en abril, tras un aumento del 0,4% en marzo y en comparación con las expectativas del mercado de un avance del 0,6%, según mostró la estimación preliminar. Así, se situó en el 2,2% i.a., manteniéndose estable en su nivel más bajo desde mayo de 2021 y ligeramente por debajo de las previsiones del mercado del 2,3%.
Los contratos futuros de ROFEX retomaron su tendencia bajista y marcaron una caída de 1,2% promedio.
Los contratos futuros de Rofex retomaron su tendencia bajista y en la semana marcaron una caída de 1,2% promedio. Las bajas se dieron con mayor fuerza en el tramo medio de la curva: julio (-1,9%), agosto (-1,5%) y septiembre (-1,5%).
El contrato de mayo cotiza en $908 y marca una devaluación mensual de 3,4% contra abril; casi un punto y medio por encima del crawling peg de 2,0% que mantiene el Tesoro desde diciembre. Para los tres meses siguientes, los precios reflejan que el ritmo de devaluación se elevaría a niveles en torno al 4,4%: 3,5% en junio ($940), 4,6% en julio ($983) y 5,1% en julio ($1.034). Finalmente, los precios señalan una devaluación de 4,4% promedio entre septiembre del 2024 y marzo del 2025.
Así, la curva de tasas (TNA) muestra una pendiente positiva que se aplanó por el abaratamiento relativo de los contratos medios y largos. Mayo rinde TNA 40%, junio TNA 42% y julio TNA 47%. A partir de ahí, los rendimientos aumentan gradualmente hasta alcanzar un máximo de TNA 64% en enero.
El volumen operado aumentó. En los últimos cinco días hábiles se comerciaron 2,5 millones de contratos. El viernes 26 de abril el interés abierto cerró en USD 2.312 M. Un aumento de 9% m/m y una caída de 23% i.a.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local.
El gobierno anunció que en marzo el Tesoro alcanzó superávit financiero por tercer mes consecutivo y cerró el 1Q24 con superávit fiscal, el mejor resultado desde 2008. El presidente Milei afirmó que el superávit fiscal es un compromiso permanente, enviando una señal firme a los inversores. El ajuste fiscal se concentró en reducir el gasto, que con más licuación que motosierra, marcó una notable caída y logró compensar la pérdida de los ingresos. Para cumplir el mandamiento de mantener el equilibrio fiscal en los próximos meses, el gobierno deberá mostrar su habilidad para el uso de la motosierra. Mantener las cuentas públicas equilibradas es esencial para evitar financiar el Tesoro mediante emisión monetaria, lo que permitiría continuar con la política de ajuste monetario y reducir la inflación. Anticipando que la inflación continuará descendiendo, a pesar de los ajustes tarifarios, el BCRA redujo nuevamente la tasa de interés, aunque el mercado impuso un límite al no permitir la renovación total de los vencimientos de deuda. Por más que la liquidación agrícola ha sido menor a la esperada, el BCRA mantuvo un volumen significativo de compras de divisas, y las reservas internacionales continuaron aumentando, consolidando su posición positiva. En este escenario, los activos locales experimentaron una buena semana, con incrementos generalizados pero más moderados para los bonos soberanos, mientras que el Merval registró un notable repunte, impulsado por las subas en los mercados globales. En la curva de pesos, la expectativa de una rápida disminución de la inflación favoreció a los bonos a tasa fija y perjudicó a los ajustados por CER. Las miradas de esta semana estarán puestas en el Congreso, donde se debatirá la Ley de Bases, que aunque más modesta que la propuesta original, brindaría al gobierno el respaldo para aumentar impuestos, facilitando la consolidación fiscal. A pesar de que somos optimistas sobre su aprobación, no descartamos que surja volatilidad durante el debate de los artículos específicos.
Ajuste fiscal. En marzo el Sector Público alcanzó superávit financiero por tercer mes consecutivo y cerró el 1Q24 con el mejor resultado de superávit fiscal desde 2008. Concretamente, en este mes los ingresos cayeron 6% i.a. en términos reales mientras que el gasto primario moderó el ritmo de ajuste al marcar una contracción de 26% i.a. lo que permitió alcanzar un superávit primario de 0,1% del PBI, que fue más que suficiente para pagar los intereses y permitió lograr superávit financiero de 0,04% de PBI. Con esto, en el 1Q24 el gobierno logró un superávit primario del 0,6% del PBI ($3,9 B) y financiero del 0,2% PBI ($1,1 B). Esto se logró con un ajuste del gasto del 35% i.a. real e ingresos que mostraron una leve caída del 4% i.a. real. Por el lado del gasto, la partida que más incidió a la baja fueron las jubilaciones y pensiones (-12 p.p.; -29% i.a.), seguido por gasto de capital (-8 p.p.; -87 i.a.), subsidios (-4 p.p.; -47% i.a.) y gastos de funcionamiento (-4 p.p.; -20% i.a.). Es decir, una combinación de licuación (jubilaciones y gastos de funcionamiento), motosierra (gastos de capital) y freezer (considerando pagos no realizados en subsidios que hubiesen impedido el superávit). En tanto que en los ingresos, los tributarios aportaron a la baja (-3,5 p.p.; -4% i.a.), pero con heterogeneidades: mientras que los impuestos ligados con la actividad y el empleo (-7,4 p.p.) junto con ganancias (-3,2 p.p.) mostraron una fuerte baja, los relacionados con el comercio exterior (+2,6 p.p.) y el PAIS (+5,2 p.p.) incidieron positivamente atenuando la caída.
El ajuste de la actividad. En febrero la actividad económica marcó una caída del 0,2% m/m, desacelerando frente a datos previos (vs -0,8% ene-24), pero siendo la sexta caída consecutiva y acumulando una contracción de 5,4% entre agosto y febrero. En la comparación interanual, se registró una merma de 3,2%, la menor desde diciembre –menor de la esperada por una corrección de datos previos–. A nivel sectorial, 8 de los 15 sectores registraron caída interanual, destacándose construcción (-19%) industria (-8%) y comercio (-6%), compensados en parte por la buena performance de los sectores de minería (+12%), electricidad, gas y agua (+8%) y el agro (+6%). Datos de indicadores adelantados de actividad de marzo ya mostraron un deterioro de los números en términos mensuales e interanuales: recaudación (IVA y débitos créditos), importaciones de bienes intermedios y de capital, demanda de energía eléctrica, sectores industriales (siderúrgica y automotriz), construcción (cemento e insumos) y consumo durable (patentamientos). Esto sugeriría que aún no se ha tocado el piso y que en marzo el PBI aceleraría la baja.
El BCRA siguió sumando reservas. El mercado cambiario continúa ofrecido, lo que le permite al BCRA seguir comprando divisas para recomponer reservas internacionales. Como lo venimos destacando, el excedente del mercado de cambios se apoya en el mayor superávit comercial, producto de los menores pagos de importaciones en un contexto en el que la oferta de los exportadores agrícolas –si bien es buena– no sube con la intensidad que se esperaba debido a la combinación de menores precios, demora en la cosecha y naturalmente, por el 20% que pueden liquidar por fuera del mercado oficial. En la última semana, el agro liquidó USD 350 M –prácticamente lo mismo que en la semana previa– mientras que el BCRA compró USD 654 M –en lo que va de abril compró casi USD 3.300 M, por lo que se encamina a alcanzar un nuevo récord mensual–. A pesar de la buena cosecha de divisas, las reservas internacionales subieron USD 254 M –en un contexto de menor riesgo, los depósitos en dólares se recuperan continuamente y le permiten a los bancos estar menos sobre integrados en moneda extranjera, por lo que estos caen y golpean a las reservas– y cerraron la semana con un stock bruto de USD 30.137 M, y las netas habrían superado los USD 1.100 M. Por su parte, el TCN mantuvo el ritmo de depreciación del 2% m/m, y el TCRM desaceleró el ritmo semanal de caída al 1% (vs 2% previo). Además, el IPMP mostró una mejora semanal del 0,5%, liderada por la mejora en los precios agropecuarios (+1%).
Nueva baja de tasas de interés ¿alcanzó un límite?. Por segunda vez en el último mes, el BCRA recortó la tasa de interés de política monetaria 10 pp, llevándola a TNA 60%. Se muestra confiado en la fuerte desaceleración de la inflación –estima que en mayo se ubique por debajo del 6% m/m– y no teme por el riesgo de que los pesos se vuelquen a la demanda de dólares financieros o a bienes y presionen sobre la brecha y los precios. El recorte precedió una colocación del Tesoro, tal como lo había hecho en marzo y a mediados de abril. Con esto, el BCRA empuja a que los bancos desarmen pases y destinen estos pesos a instrumentos a largo plazo o a dar crédito al sector privado de manera de reactivar la actividad. A pesar de esto, la licitación del Tesoro de esta semana tuvo baja demanda y no consiguió renovar la totalidad de los vencimientos –fue un roll-over del 97%–. Esto ocurrió a pesar de que el Tesoro aceptó un 95% de las ofertas recibidas y convalidó importantes premios de tasa contra el mercado secundario. La menor demanda se explica en que las condiciones son significativamente menos atractivas en los puts que el BCRA le vende a los bancos. Tampoco apareció demanda en licitación del bono para importadores BOPREAL Serie 3. Se adjudicaron USD 113 M y la tercera tira del BCRA lleva adjudicado tan solo el 40% del objetivo de USD 3.000 M en seis licitaciones de dicho instrumento. Para despertar interés, el BCRA está evaluando la posibilidad de abrir la suscripción en las próximas licitaciones para empresas que requieran distribuir utilidades y/o dividendos a accionistas no residentes. Se prevé que la próxima subasta tenga lugar en la semana del 6 de mayo.
Alta demanda por rendimientos fijos. Impulsados por la reducción de intereses, los bonos a tasa fija volvieron a ofrecer la mejor performance de las curvas en pesos. En la última semana, las lecaps ganaron un 4,0% y sus TEMs oscilaron entre 3,8% y 4,1%; en tanto que el TO26 ganó un 6,8% semanal y comprimió su TEM a 3,2%. Los bonos CER sufrieron un duro golpe y cayeron un 5,5% promedio a pesar de la fuerte intervención del BCRA para sostener la curva. A estos niveles, la inflación promedio implícita es del 4,7% para lo que resta de 2024 y del 2,2% entre enero y octubre del 2025. Por su parte, la demanda por cobertura cambiaria sigue sin aparecer y en la semana los bonos dollar-linked ganaron 0,3% y los duales 0,7%. En lo que refiera al dólar oficial, los precios de mercado tienen implícito una devaluación nominal promedio del 5,1% m/m hasta septiembre del 2024, seguida por un 3,3% m/m hasta marzo del 2025 y por un 4,6% mensual hasta junio del 2025.
La brecha cambiaria y las expectativas de devaluación se mantuvieron bajas. Los dólares financieros se mantuvieron estables y siguen imperturbables al contexto de baja de tasas. El CCL con GD30 se mantuvo en los $1.086, mientras que el MEP ascendió un 0,7% semanal, llegando a $1.034. Las brechas entre estos y el tipo de cambio oficial se mantuvieron en 24% y 18%, respectivamente. Así, el canje entre el CCL y el MEP –que indica el costo de transferir dólares al exterior– cayó a 4,8% y sigue ofreciendo un interesante premio por ingresar dólares al país. Nuestra perspectiva para el corto plazo es que las brechas se mantengan estables como consecuencia de las liquidaciones del sector agropecuario a través del esquema 80/20. Las expectativas de devaluación retomaron su sendero bajista y, en la semana, los contratos futuros de Rofex cayeron un 1,2%. Así, los futuros marcan una devaluación mensual de 3,5% para lo que resta del primer semestre, de 4,8% para el segundo semestre y de 3,9% para el primer trimestre del 2025. Estos precios reflejan que el mercado descuenta que se abandonará el crawling peg al 2,0% m/m pero que de todas formas habrá una fuerte apreciación en el tipo de cambio real.
Bonos soberanos moderaron la suba. Los bonos soberanos hard-dollar tuvieron una semana mixta en la que acumularon con ganancias por 0,8%. El contexto global no ayudó y la renta fija de emergentes comparables apenas subió 0,1%. Así, acumulan una ganancia de 6,2% en abril y de 45,0% en 2024. Las paridades promedian el 54% en tanto que el riesgo país se mantuvo en torno a los 1210 pb. Los bonos provinciales y corporativos registraron una performance similar al anotar subas de 0,7% y 0,1%, respectivamente. En tanto que los BOPREAL del BCRA quedaron algo por detrás y cayeron un 0,5% semanal y acumulan una ganancia de 4,2% en abril.
Muy buena semana para las acciones. El índice Merval tuvo una suba semanal del 7,6% en pesos y del 5,5% en CCL para llegar a los USD 1.177. De esta forma acumula un alza del 7,7% en abril y del 22% en el año medido en moneda extranjera. Las principales subas fueron para energéticas como TGN (+13,3%) y Central Puerto (+12,4%), seguido por bancos como Supervielle (+14,8%) y BBVA (+8,9%). Las empresas de materiales subieron 5,2% lideradas por las cementeras Holcim (+4,8%) y Loma (+7,25%). Los ADRs de empresas argentinas también tuvieron un escenario favorable con subas promedio del 4,7% donde se destacaron Despegar (+9,4%), Central Puerto (+9,1%) e YPF (+8,9%).
Con la mirada en el Congreso. Esta semana, se publicarán importantes indicadores económicos. Entre ellos, la recaudación de abril, que es muy relevante para evaluar los ingresos del Tesoro y dará una idea del nivel de actividad y el comercio exterior; los patentamientos de autos; y las intervenciones del BCRA en el mercado de cambios, con especial enfoque en la liquidación del agro que la última semana aflojó. Sin embargo, todas las miradas estarán puestas en el Congreso debido al muy probable debate en el recinto de la nueva Ley de Bases que envió el gobierno, una condición para el Pacto de Mayo. Aunque el gobierno cree contar con los votos necesarios para su aprobación en la Cámara de Diputados, no se pueden descartar negociaciones de último momento y tensiones para asegurar su aprobación.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano internacional.
Los buenos resultados de los balances de las empresas en general y de las grandes tecnológicas en particular fueron el antídoto para que los mercados quiebren la racha negativa que venían teniendo en abril y cierren la semana al alza. Esto permitió compensar las malas noticias que llegaron de los indicadores económicos que mostraron que la actividad desaceleró más de lo esperado mientras que la inflación sigue por encima del objetivo de la Fed. Aunque los motores del crecimiento siguen activos, aumentó la probabilidad de un soft-landing pero con tasas más altas por más tiempo –higher for longer–. La expectativa de un recorte de tasas sigue corriendo para adelante –las mayores chances están en que las baje en septiembre– en tanto que los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU. siguieron en alza y tocaron los niveles más altos del año. Con este marco de fondo, los principales índices bursátiles tuvieron una muy buena semana –especialmente el Nasdaq–, lo que les permitió amortiguar el ajuste que vienen marcando en abril. La presión sobre los rendimientos de los bonos siguió afectando a la renta fija que tuvo una semana con ligera caída. Los commodities operaron estables en términos generales mientras que el dólar se mantuvo fuerte. A nivel global se destacó el repunte de la bolsa de China que, tras un arranque de año de fuerte caída, en abril viene siendo la única bolsa que sube. Las miradas de esta semana estarán en los datos de empleo de abril que darán un mejor panorama de cómo arrancó el 2Q24, previendo que modere la tasa de creación de empleo en un contexto de tasas de desocupación baja y con salarios subiendo en línea con la inflación.
¿Llega el soft-landing? Como lo comentamos en el informe anterior, la publicación de la primera estimación del PBI del 1Q24 era muy importante para los inversores dado que en ella se juzgaba la salud del soft-landing. Los datos adelantados de consumo y empleo marcaban un buen dinamismo de la actividad en el arranque del año, no dando señales de moderación –incluso el nowcast de la Fed de Atlanta durante todo el trimestre venía proyectando un alza de entre 2,5% y 3% t/t–. Pero la publicación del último jueves trajo algunas sorpresas: el PBI creció menos de lo esperado y la inflación implícita –aunque los indicadores de precios mensuales ya lo venían alertando– estuvo por encima de las estimaciones. ¿Es una alerta por una probable estanflación? No. Cuando analizamos los datos nos muestra que los motores del crecimiento siguen operando, aunque con moderación en el margen. De hecho, el primer dato del PMI de abril sorprendió a la baja, llegando a 50,9 (desde 52,1 previo), debido al menor dinamismo en los sectores manufacturero –marcó 49,9, el nivel más bajo en 4 meses– y de servicios –bajó a 50,9, el nivel más bajo en 5 meses–.
Crece, pero más lento. Concretamente, la primera estimación del PBI marcó que en el 1Q24 la actividad económica en EE. UU. se expandió un 1,6% t/t anualizado en el 1Q24 –vs 3,4% del trimestre anterior–, muy por debajo de las previsiones que apuntaban a un alza del 2,5% t/t y siendo el menor desempeño desde el 2Q22. Con este resultado, comparado contra el 1Q23, el PBI creció 3% i.a. Si bien todos los componentes de la demanda se expandieron, la desaceleración del PBI respecto al 4Q23 fue determinada por las exportaciones netas. Un mayor dinamismo de las importaciones –7,2% vs 2,2% en el 4Q23– y un menor empuje de las exportaciones –avanzaron apenas 0,9% vs 5,1% en el 4Q23–, determinaron una contribución negativa al PBI de 0,9 pp –vs +0,3 pp en el 4Q23–. También tuvo una menor contribución el consumo público –avanzó 1,2% vs 4,6% en el 4Q23–, aportando 0,2 pp al crecimiento del trimestre –vs 0,8 pp en el 4Q23– y, en menor medida, el consumo privado que aportó 1,7 pp al alza del trimestre, 0,5 pp menos que en el trimestre anterior debido a un menor ritmo de crecimiento –2,5% vs 3,3% previo–, debido a que la caída de 0,4% en el consumo de bienes no pudo ser compensada por la aceleración en el consumo de servicios que subió 4% –vs +3,4% en el 4Q23–. Diferente fue el caso de la inversión: de la mano de una mejor performance de la inversión residencial –13,9% vs 2,8% en 4Q23–, la inversión se aceleró a 3,2% en el 1Q24 aportando 0,6 pp al alza del PBI –vs 0,2 pp en el 4Q23–.
Más gasto y menos ahorro. La desaceleración del consumo que marcó el PBI se concentró en enero cuando cayó 3,7% m/m anualizado —por la fuerte contracción del consumo de bienes—, pero en febrero y marzo recobró impulso al marcar un alza del 6,3% y 5,7% m/m anualizado, con recuperación en el consumo de bienes mientras que el de servicios se mantuvo dinámico. La buena performance del consumo se apoyó en un menor ahorro de las familias. Concretamente, en dólares corrientes, en marzo el gasto personal aumentó un 0,8% m/m —el de bienes aumentó un 1,3% y el de servicios creció un 0,6%— mientras que los ingresos personales aumentaron un 0,5% m/m, lo que resultó en que la tasa de ahorro baje al 3,2% de los ingresos, la más baja desde finales de 2022 (vs 3,6% en febrero y 4,1% en enero).
El muro de la inflación. Como comentamos más arriba, además de la desaceleración del crecimiento, otra de las preocupaciones que alertó a los inversores fue la dinámica de la inflación. Si bien el IPC ya venía acelerando desde noviembre pasado, sorprendió que la inflación implícita del PBI en el 1Q24 acelerara un 3,1% t/t anualizado –vs 1,7% en el trimestre previo– impulsado por el PCE core que subió 3,7% –vs 2,0% en el 4Q23–. Este dato se confirmó con el índice de precios de marzo del PCE, que aumentó un 0,3% m/m, lo mismo que en febrero y coincidiendo con las previsiones del mercado. El mismo resultado marcó el PCE core, estando en línea con las expectativas. Con esta performance, en los últimos doce meses el PCE aceleró su marcha al 2,7% y el PCE core al 2,8%.
Tasas al alza. Entre el menor crecimiento y la mayor inflación, los inversores se preocuparon más por la segunda, alargando aún más la perspectiva de recorte de tasas —si bien la mayor probabilidad es que la baje en septiembre, la misma se redujo del 94% al 78% mientras que suben las chances de que se demoren hasta noviembre y diciembre—. En este contexto, los rendimientos de los bonos del Tesoro siguieron en alza y marcando los niveles más altos desde noviembre último. La UST10Y subió 5 pb hasta 4,67% —llegó a superar 4,7% el jueves— y la UST2Y cerró en 5%, 3 pb por encima a la semana previa. En lo que va de abril, la suba de tasas ronda los 40 pb. El alza de tasas impide que mejoren los índices de renta fija ya que, si bien se mantuvieron estables en la semana porque la baja en los bonos del Tesoro fue compensada por el alza en los corporativos, en lo que va de abril acumulan una pérdida de 2,7%.
Temporada de balances positiva. Fue una semana clave para la temporada de balances, ya que se publicaron resultados de un tercio de las empresas que componen el S&P 500, entre las que se destacan las principales tecnológicas como Tesla, Meta Platforms, Microsoft y Alphabet, y otras grandes compañías como PepsiCo, empresas de la industria de la salud como Novartis, AstraZeneca y Merck, y energéticas como ExxonMobil y Chevron. Con estas, ya casi la mitad de las compañías que componen el S&P 500 presentaron sus resultados del 1Q24, marcando hasta el momento una tasa de crecimiento de ganancias de 3,5% i.a. También a favor está que el 77% viene reportando ganancias por acciones positivas. En total, ocho sectores están reportando un crecimiento interanual en ingresos, liderados por los sectores de Servicios de Comunicación (+8,2%) y Tecnología de la Información (+7,4%). Las publicaciones destacadas de la semana fueron para Alphabet, que superó las expectativas de ingresos y anunció que pagará su primer dividendo a los accionistas. También Microsoft se destacó gracias a sus servicios comerciales en la nube. En el caso de Meta, a pesar de reportar un buen balance, la proyección de una menor estimación de ingresos y un aumento del capex para el próximo trimestre fue duramente castigado por el mercado. Respecto al sector energía, las grandes petroleras como Chevron y Exxon Mobil informaron caídas interanuales de ganancias debido a los menores precios del gas natural y una disminución en la refinación.
Recuperan las acciones. Los buenos resultados de los balances proporcionaron gran volatilidad al mercado, aunque con un resultado positivo para toda la semana, especialmente en las tecnológicas, lo que permitió romper tres semanas consecutivas de caída y acotar la pérdida en lo que va del mes. Concretamente en la última semana, el S&P 500 repuntó un 2,7%, reduciendo la baja de abril a 2,9%; el Nasdaq, un 4%, y en el mes pierde 2,8%; y el Dow Jones, un 0,7% y en abril acumula una caída de 3,9%. Para los sectores en la semana, tecnología ganó 3,9% traccionado principalmente por Apple (+3,2%), Microsoft (+2,5%) y Nvidia (+12%). También fue una muy buena semana para el consumo discrecional, que subió 3,7% empujado por la subida de 14% en la acción de Tesla, que a pesar de reportar resultados negativos, el guidance esperado para el año fue bueno. El sector de comunicaciones terminó con una suba de 0,8%, dado que el alza de Alphabet de 11,4% fue compensada por la caída de 7,6% en Meta. El S&P top 50 fue el más beneficiado con un 3,4%, seguido por las small caps anotando un 2,7% y el S&P equiponderado un 1,7%.
El dólar se mantuvo fuerte y el oro retrocedió. El dólar se mantiene en niveles altos aunque retrocedió 0,2% en la semana hasta los 105,9. La mayor caída la tuvo contra el euro y la libra, contra quienes perdió 0,54% y 1% respectivamente, compensada en parte con la ganancia de 2,1% frente al yen, que cerró en JPY 158 –máximos históricos– ante el dato del BOJ de mantener la tasa de interés. El real logró fortalecerse 1,7% en la semana hasta BRL 5,12 luego de haber alcanzado los BRL 5,20. El oro también descomprime, cayendo 2,1% hasta los USD 2.339 ante el alivio de tensiones en Oriente Medio.
Commodities estables. El índice Dow Jones de commodities cayó 0,1% durante la semana, aunque sube un 4,2% en el mes. Los energéticos tuvieron un avance de 1,3% y 1,2% en abril, respectivamente. Para los granos, la subida fue del 3,1% y 2,2%, respectivamente. Por el contrario, los metales tuvieron una caída de 2,3% semanal pero subieron 10% mensual. El WTI subió 0,9% en la semana, respaldado por una mejora de las perspectivas de la demanda y los persistentes riesgos de suministro relacionados con el conflicto en Oriente Medio. El cobre aumentó 1,5% y llegó a máximos de los últimos dos años ante los persistentes problemas en la extracción del metal en las fundiciones y plantas de tratamiento, como el cierre de una mina en Panamá, la más grande del mundo de cielo abierto, y la suspensión de la actividad en Zambia debido a la escasez de energía. La soja avanzó 0,8% hasta los USD 426 la tonelada.
Los mercados globales también subieron. Las acciones globales cerraron una semana positiva, con el índice global subiendo 2,7%, aunque acumulando una baja de 2,5% en abril. Si se excluye EE. UU., los números son 2,6% y -1,6% respectivamente. Abierto por regiones, Europa reaccionó con un 2,9%, impulsado por Alemania con un 3,1% tras la recuperación de indicadores de industria y Reino Unido con un 3,9%. Los mercados emergentes también avanzaron 3,6% y LATAM ganó 2,6%, con Brasil recuperando 2,6% y México subiendo 3%. Lo más destacado fue la mejora de China que saltó 7,5% en la semana, siendo la única bolsa que gana en abril al acumular un alza de 7%. En el caso de la renta fija, los bonos soberanos excluyendo EE. UU. anotaron una baja de 0,6%, mientras que los bonos corporativos High Yield ganaron 1% y los bonos emergentes 0,1%.
Esperando los datos de empleo de abril. Mientras continúa la temporada de balances, llega el turno de Amazon, Apple, Eli Lilly, Coca-Cola y McDonald's, entre otras. Las miradas de la semana estarán en los datos de empleo de EE. UU. correspondientes a abril que se publicarán el viernes. El mercado espera que la creación de empleos no agrícolas se modere a 243,000 desde los 303,000 creados en marzo, mientras que estiman que la tasa de desempleo se mantendría en 3,8% y los salarios repetirían el comportamiento de marzo, subiendo 0,3% m/m.
Análisis de instrumentos de renta fija y variable.
A continuación podrás descargar el informe semanal del mercado local, en el que analizamos los distintos instrumentos de renta fija con posibles escenarios de sensibilidad. Además, mostramos los índices de mercados accionarios locales e internacionales, y finalmente el mercado de renta variable local.
Descargar informe al 26/04/2024
Noticias locales: el país hoy.
El BCRA volvió a recortar la tasa de interés de política monetaria, pasando de TNA 70% a TNA 60%. Así, se profundiza el entorno de tasas negativas: la TEM de 5,1% de los pases queda significativamente por detrás de la inflación de abril (que sería cercana al 8,0%). En tanto, la caución a 7 días ya se encuentra operando en una TNA del 52% (TEM 4,4%).
En la licitación de ayer, el Tesoro colocó $2,734 MM contra vencimientos por $ 2,800 MM, así el roll-over fue de 95%. Es la primera vez en la presidencia de Milei que el Tesoro no logra renovar la totalidad de los vencimientos. La menor demanda se explica en que las condiciones significativamente menos atractivas en los puts que el BCRA le vende a los bancos. Esto ocurrió a pesar de que el Tesoro aceptó un 95% de las ofertas recibidas y convalidó premios de tasa contra el mercado secundario. Un 63% de lo colocado se destinó a las Lecaps a tasa fija, que cortaron en TEMs de 4,4% a noviembre 2024 y de 4,1% a marzo 2025. Como referencia, la lecap a octubre 2024 ayer cerró en TEM 4,2% y la lecap a febrero 2024, en TEM 3,6%. Un 22% de la colocación fue al bono CER a marzo 2026, que cerró en TIR -3,0% (vs. TIR 3,6% de su comparable a junio 2026). Finalmente, el bono dollar-linked a junio 2025 se licitó a una TIR de -1,0% (en el mercado secundario cotiza en TIR -11,0%).
Nuevamente hubo baja demanda en la licitación del bono para importadores BOPREAL Serie 3. Se adjudicaron USD 113 M y la tercera tira del BCRA lleva adjudicado tan solo el 40% del objetivo de USD 3.000 M, en seis licitaciones de dicho instrumento. La baja demanda por el bono se explica porque los términos de suscripción se mantienen muy desfavorables: la Serie 3 se negocia en una paridad de USD 79, lo que equivale a comprar dólares a $1.300 para quienes ingresaron a la licitación (20% por encima del CCL). Para despertar interés, el BCRA está evaluando la posibilidad de abrir la suscripción en las próximas licitaciones para empresas que requieran distribuir utilidades y/o dividendos a accionistas no residentes. Se prevé que la próxima subasta tenga lugar en la semana del 6 de mayo.
En el mercado cambiario, el BCRA registró compras netas por USD 57 M, por debajo del promedio de compras diarias de las últimas cinco ruedas de USD 119 M y siendo el valor más bajo desde fines de marzo. En lo que va de abril, la autoridad monetaria adiciona compras por USD 3.186 M. Por otro lado, el stock de reservas internacionales aumentó en USD 78 M hasta los USD 30.095 M.
El dólar oficial aumentó diariamente un 0,1% hasta $873,8. Esto significa un ritmo de devaluación mensualizado de 1,7%, que no registra cambios significativos contra el del miércoles. En los últimos cinco días hábiles la devaluación corrió a una TEM de 2,0%, mismo ritmo de lo que va de abril. Los dólares financieros operaron al alza luego del anuncio del recorte de tasas. El MEP con AL30 subió 1,8% hasta alcanzar los $1.034, en tanto que el CCL trepó 2% hasta $1.079. De esta manera, sus brechas con el dólar oficial se sitúan en 18% y 23%, respectivamente.
Durante la jornada de ayer, los contratos de futuro de dólar cayeron un 1,2%. Las mayores caídas se registraron en los contratos de febrero (-2,9%), enero (-2,2%) y diciembre (-1,9%). De este modo, la devaluación implícita se ubica en el 4,1% mensual promedio hasta febrero del 2025.
El recorte de tasas impulsó a la deuda en pesos. Lideraron los instrumentos a tasa fija: el TO26 subió 3,7% y cotiza en TEM 3,1%; en tanto que las lecap subieron 2,6% y ofrecen TEMs de entre 3,6% y 4,2%. Los bonos CER se incrementaron en apenas 0,3% –reflejo de que el mercado espera una fuerte desaceleración en la inflación–. A estos precios, los breakevens marcan una inflación promedio de 4,7% hasta fin de año. Por su parte, los duales registraron una ganancia de 0,3% y los DLK marcaron una suba de 2,0%.
Los bonos soberanos en hard-dollar perdieron 1,2%, por una caída de 1,5% en los ley Nueva York y una caída de 0,7% en los ley Argentina. Así, acumulan una ganancia de 5,7% en lo que va del mes y de 44,7% en lo que va del año. De esta manera, las paridades promedian el 52,9% y el riesgo país aumentó 22 pb hasta los 1.227 pb.
El S&P Merval avanzó 2% en pesos, en tanto que en dólares ganó 0,8% hasta los USD 1.149. Medido en pesos, en las últimas dos jornadas había perdido 3,5% tras el inusual salto del 6,7% del lunes pasado. Se destacaron los bancos con ganancias para Supervielle (5,4%), Galicia (3,4%) y Macro (3,2%). Los ADRs argentinos operaron mixtos con subas de hasta el 2% encabezadas por Banco Macro, y BBVA (1,6%). Por el contrario, Mercado Libre perdió 1%.
Noticias globales: el mundo hoy.
La economía de EE. UU. se expandió un 1,6% t/t anualizado en el 1Q24, desde el 3,4% en el trimestre anterior y sensiblemente por debajo de las previsiones del 2,5%. Fue el crecimiento más bajo desde las contracciones del primer semestre de 2022, según mostró la estimación preliminar.
La desaceleración fue explicada por un menor ritmo de crecimiento del consumo privado (2,5% vs 3,3% previo debido a la caída de 0,4% en el consumo de bienes –vs 3% en el 4Q23– que no pudo ser compensado por la aceleración en el consumo de servicios que subió 4% –vs 3,4% en el 4Q23–). También por la baja del consumo público (avanzó 1,2% vs 4,6% en el 4Q23) y de las exportaciones (avanzaron apenas 0,9% vs 5,1% en el 4Q23). Por otro lado, las importaciones se aceleraron (7,2% vs 2,2% en el 4Q23). Diferente fue el caso de la inversión que, de la mano de una mejor performance de la inversión residencial (13,9% vs 2,8% en 4Q23), se aceleró (de 0,7% en el 4Q23 a 3,2% en el 1Q24). Si bien este dato potencia la idea de un soft-landing, lo que alertó a los inversores fue la aceleración de la inflación implícita del PBI que marcó un alza de 3,1% t/t anualizado (vs 1,7% en el 4Q23) impulsado por el PCE core que subió 3,7% (vs 2,0% en el 4Q23).
En cuanto a noticias del mercado laboral, el número de personas que solicitaron prestaciones por desempleo en EE. UU. cayó a 207.000 en la semana, el nivel más bajo en dos meses y por debajo de las expectativas del mercado (214.000).
En este contexto, las expectativas de recorte de tasas de la Fed volvieron a estirarse y ahora esperan una baja recién en noviembre. Esto le volvió a poner presión a los rendimientos de los bonos del Tesoro que subieron en todos los tramos y alcanzaron el nivel más alto desde principios de noviembre de 2023. La UST10Y subió 5 pb hasta 4,7% y la UST2Y aumentó 6 pb hasta el 5%. En este marco, la renta fija se vio perjudicada con caídas de 0,3% promedio.
Las acciones en EE. UU. siguieron en baja. El S&P 500 bajó un 0,7%, el Dow Jones 1,1% y el Nasdaq 0,9%. En noticias corporativas, las acciones de Meta cayeron un 11% después de emitir una perspectiva de ingresos débil, a pesar de reportar resultados del primer trimestre mejores de lo esperado. IBM también cayó un 8,8% tras una pérdida de ingresos. Por el contrario, las acciones de Honeywell International perdieron un 0,9% a pesar de sus resultados optimistas.
El Dolar DYX perdió 0,3% y cerró en 105,6 puntos. Estuvo a la baja frente al euro (0,3%) y la libra (0,4%), pero alcanzó nuevos máximos de 34 años frente al yen japonés mientras los inversores esperan señales políticas del Banco de Japón. A contramano, el oro subió 0,7% para cotizar en USD 2.332 la onza. También el WTI avanzó 0,9% hasta los USD 83,6 por barril.
En la eurozona, el indicador de clima del consumidor de GfK para Alemania subió a -24,2 de cara a mayo de 2024, desde un -27,3, por encima de las previsiones del mercado (-25,9). Fue la lectura más alta en dos años, con las expectativas de ingresos alcanzando su máximo desde enero de 2022 (10,7 frente a -1,5 en abril).
Noticias locales: el país hoy.
Las ventas en supermercados mostraron un alza del 0,5% m/m en febrero, luego de tres meses consecutivos de bajas. De este modo, desaceleró la caída al 11,4% i.a. (vs 13,9% previo). Por su parte, los autoservicios mayoristas mostraron el cuarto mes consecutivo de caída, en este caso 1,7% m/m, elevándose así la baja al 6,2% i.a. Finalmente, referido a los centros de compras, exhibieron una contracción del 18,4% i.a.
En el mercado cambiario, las liquidaciones del sector agropecuario se mantienen bajas y en la rueda de ayer se liquidaron USD 77 M. Así, en las últimas cinco ruedas promediaron USD 79 M por día. Por otro lado, el BCRA registró compras netas por USD 109 M acumulando en abril USD 3.129 M. El stock de reservas internacionales aumentó en USD 123 M y cerraron en USD 30.017 M.
El dólar oficial aumentó diariamente un 0,1% hasta $873,3. Esto significa un ritmo de devaluación mensualizado de 1,7%, que no registra cambios significativos contra el del martes. En los últimos cinco días hábiles la devaluación corrió a una TEM de 2%. Los dólares financieros operaron al alza. El MEP con AL30 subió 0,7% hasta alcanzar los $1.016, en tanto que el CCL trepó 0,3% hasta $1.058. De esta manera, sus brechas con el dólar oficial se sitúan en 16% y 21%, respectivamente.
Durante la jornada de ayer, los contratos de futuro de dólar subieron un 0,4%. Las mayores alzas se registraron en los contratos de agosto (+0,9%), julio (+0,6%) y noviembre (+0,5%). De este modo, la devaluación implícita se ubica en el 4,4% mensual promedio hasta febrero del 2025.
Luego de dos ruedas de fuertes ventas, los bonos CER rebotaron y se incrementaron un 1,7%, mientras que las Lecer se mantuvieron inalteradas. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró alcista en 0,6% y las lecap ganaron 0,8%. Por su parte, los duales registraron una pérdida de 0,3% y los DLK marcaron una suba de 0,5%.
Los bonos soberanos sintieron el impacto del ruido político y de la incertidumbre respecto a la Ley de Bases y perdieron 1,8%, por una caída de 1,5% en los ley Nueva York y una caída de 2,3% en los ley Argentina. Así, acumulan una ganancia de 6,9% en lo que va del mes y de 46,5% en lo que va del año. De esta manera, las paridades promedian el 53,6% y el riesgo país aumentó 26 pb hasta los 1.205 pb.
El índice S&P Merval registró una baja de 3,5% en pesos y 4% en dólares, llegando a los USD 1.136. Los bancos lideraron las bajas. En Wall Street, la acción que protagonizó prácticamente el único ascenso de la jornada fue Despegar (3%), mientras que la mayor baja se la llevó Macro (-5,9%). También cedieron Supervielle y BBVA (-5,8% cada uno).