Análisis de instrumentos de renta fija y variable.
A continuación podrás descargar el informe semanal del mercado local, en el que analizamos los distintos instrumentos de renta fija con posibles escenarios de sensibilidad. Además, mostramos los índices de mercados accionarios locales e internacionales, y finalmente el mercado de renta variable local.
Descargar informe al 22/03/2024
Análisis económico de los primeros 100 días de gobierno.
Durante los primeros cien días, el gobierno ha progresado en tres áreas principales: a) reducción del stock de pesos en términos reales, b) aumento de las reservas en el BCRA y c) equilibrio de las cuentas fiscales.
La proliferación de controles cambiarios habitualmente genera que queden “atrapados” más pesos de los que los agentes económicos desearían tener si el mercado fuera libre. Ese exceso de pesos posiblemente se haya eliminado, aunque todavía quedan importantes pasivos remunerados del BCRA que generan pagos de intereses del orden de 6% del PBI.
Al mismo tiempo, el BCRA ha logrado recuperar reservas netas que se acercan al equilibrio luego de heredar una situación insostenible en diciembre. Pero en parte ello se ha logrado con nuevas postergaciones en el pago de importaciones. El flujo de pagos sería “normal” recién en mayo y para entonces se habrá acumulado otro stock de deuda comercial no deseado de alrededor de US$ 10.000 millones que se suma a los atrasos en el pago de dividendos. Antes de levantar el cepo es necesario resolver este problema y no sabemos si se hará vía la emisión de nuevos bonos por parte de la autoridad monetaria o a través de algún otro mecanismo.
Por su parte, el superávit fiscal se ha conseguido con alguna postergación de pagos y licuando más de lo previsto los gastos para compensar el efecto de la dilación en las reformas fiscales estructurales. Por ejemplo, los pagos de jubilaciones, que superan el 7% del PBI, se ubican en el primer trimestre del año en un poco menos del 5%. Sin embargo, ese “ahorro” no es sostenible porque se deshace si baja la inflación y, además, porque se vuelve socialmente intolerable. Es necesario que las fuerzas políticas acuerden medidas fiscales que permitan eliminar el déficit de forma sostenible.
En el interín, la recesión se profundiza y la tasa de inflación cae (y seguirá cayendo en los próximos meses). Los ingresos de la población –salarios y jubilaciones– han sido sobreajustados por la inflación y ello debería revertirse sin afectar los equilibrios de la macroeconomía. Por eso la recuperación debería ser en forma de V.
¿Qué puede complicar las cosas? En el corto plazo, la paciencia social ante un ajuste fiscal que, en definitiva, recae sobre los particulares que son los que deben pagar los mayores impuestos y reciben los menores gastos. En el mediano plazo, la incapacidad de las fuerzas políticas afines de acordar reformas estructurales que aseguren la solvencia fiscal y reduzcan los sobrecostos más importantes, como el laboral y las pérdidas de una economía cerrada al comercio.
Argentina tiene una gran oportunidad. En los próximos meses sabremos si la dirigencia política nos ha permitido aprovecharla.
Noticias locales: el país hoy.
Los datos de consumo publicados por el INDEC en enero siguen mostrando fuertes caídas. Las ventas en supermercados cayeron 3,4% m/m, sumando tres meses de bajas consecutivas, lo cual resulta en una disminución acumulada del 13,8% i.a. Por otro lado, los autoservicios mayoristas registraron caídas del 1,9% m/m y del 8,1% i.a. Asimismo, los centros comerciales reflejaron una merma del 21,3% i.a.
En el mercado cambiario, el BCRA registró compras netas por USD 206 M. De esta manera, la autoridad monetaria suma compras por USD 2.439 M en lo que va de marzo y USD 550 M en la última semana. Por otro lado, el stock de reservas internacionales experimentó un incremento de USD 64 M, alcanzando los USD 28.110 M, lo cual indica una caída semanal de USD 381 M.
El dólar oficial registró un aumento diario del 0,1% hasta alcanzar los $854,3. Esto implica un ritmo de devaluación mensualizado del 3,6%, acelerándose respecto al 1,8% observado el miércoles. Durante los últimos cinco días hábiles, la devaluación continúo a una TEM del 2%, cifra que se ha mantenido constante en lo que va de marzo. Los dólares financieros, por su parte, mostraron tendencias a la baja. El dólar MEP con AL30, experimentó una caída del 0,6% hasta los $1.036, mientras que el CCL disminuyó un 0,3% hasta $1.097. Con estos movimientos, sus brechas respecto al dólar oficial se sitúan en el 21% y el 28%, respectivamente.
Durante la jornada de ayer, los contratos de futuro de dólar experimentaron un incremento del 1,4%. Las mayores subidas se observaron en los contratos de octubre, con un aumento del 2,8%, seguido de septiembre con un 2,6% y agosto con un 2,4%. Por otro lado, las mayores caídas se dieron en los contratos de marzo y mayo, ambos con una disminución del 0,1%. De esta manera, los futuros indican una devaluación promedio del 4,9% para el año 2024.
Las curvas soberanas en pesos experimentaron una jornada mayormente positiva. Los bonos CER se incrementaron un 0,3%, y las LECER registraron una ganancia del 0,2%. En lo que respecta a la curva de tasa fija, el bono TO26 cerró la jornada con una tendencia alcista del 0,6%. Por su parte, los bonos duales registraron una ganancia del 0,1%, mientras que los bonos DLK mantuvieron su valor.
Los bonos soberanos en hard-dollar siguen con su fuerte rally. En la sesión de ayer, registraron un incremento del 2,1%, con un alza del 2,3% en los bonos bajo ley de Nueva York y un aumento del 1,8% en los bonos bajo ley Argentina. Con estos resultados, acumulan una ganancia del 15,5% en lo que va del mes y del 34,1% en el transcurso del año. De esta forma, las paridades de los bonos resultantes de la reestructuración del 2020 alcanzaron su máximo histórico, promediando el 49,3%. Por otro lado, el riesgo país experimentó una disminución de 38 pb, situándose en 1460 pb, su nivel más bajo desde febrero de 2021. En paralelo, los bonos reales del BCRA registraron un aumento del 1,2%, y sus paridades se encuentran alrededor del 76%.
En la licitación de ayer, el Tesoro colocó $1.324 MM contra vencimientos por $541 MM, logrando un roll-over del 198%. Los $783 billones obtenidos en financiamiento neto se destinaron a adquirir dólares del BCRA para el repago de bonos en moneda extranjera (globales y bonares). La mayor sorpresa de la licitación fue la letra capitalizable a tasa fija con vencimiento en enero de 2025, que se colocó a una TEM de 5,5% (TEA del 90%). Para que la TIR del boncer T2X5 con vencimiento en febrero del 2025 empate contra este 90%, debería haber una inflación promedio de 6,9% m/m en lo que queda de 2024. Este nivel se encuentra muy por debajo de las expectativas del mercado, más cercanas al 8,0% promedio. La baja tasa de colocación de la LECAP se debe a la escasa aceptación: el Tesoro solo aceptó el 25% de las ofertas presentadas.
Nuevamente, se registró una baja demanda en la licitación del bono para importadores BOPREAL Serie 3, con solo USD 89 M adjudicados, el monto de suscripción más bajo desde principios de enero. Hasta el momento, el BCRA ha adjudicado el 33% del objetivo de USD 3.000 M para la última emisión de BOPREAL. La escasa demanda por este nuevo instrumento era previsible, ya que los términos de suscripción se mantienen muy desfavorables: la Serie 3 se negocia a una paridad de USD 73, equivalente a adquirir dólares a $1.380 para los participantes en la licitación, lo que representa un 26% por encima del CCL.
El Merval tuvo un incremento del 3,7% en pesos tras haber registrado un incremento del 14,14% en las cuatro sesiones previas. En términos de dólares, la subida fue del 4,1%, cotizando a USD 1.124. Las empresas que lideraron las ganancias fueron Ternium, con un 7,2%, Cablevisión, con un 7%, y Banco Macro, con un 6,2%. En relación con las acciones argentinas que cotizan en Wall Street, la mayoría operó con incrementos, destacándose Banco Macro con una subida del 6%. Los ADRs que le siguieron en términos de mayor aumento diario fueron Irsa, con un 4,8%, e YPF, con un 4,4%.
Noticias globales: el mundo hoy.
Las acciones estadounidenses prolongaron su repunte récord el jueves, impulsadas por la reafirmación de la Reserva Federal de su proyección de tres recortes de tasas de interés este año, junto con su decisión de mantener los actuales costos de endeudamiento. Los tres principales índices alcanzaron nuevos máximos históricos: el S&P 500 subió un 0,4%, el Dow Jones un 0,8% y el Nasdaq un 0,3%.
En el frente corporativo, Micron Technology subió más del 16% tras su informe de ganancias positivo. Otras acciones de semiconductores también obtuvieron buenos resultados: Nvidia e Intel ganaron más del 1%, mientras que Broadcom subió más del 7%. Las acciones de Microsoft también subieron alrededor de un 1%, en anticipación de su próximo evento "Nueva Era del Trabajo". Por otro lado, las acciones de Apple cayeron más del 4% después de que el Departamento de Justicia presentara una demanda antimonopolio contra el fabricante del iPhone.
Por su parte, los rendimientos de los bonos del Tesoro tuvieron una jornada con pocos cambios. La UST2Y subió 3 pb hasta los 4,64% y la UST10Y se mantuvo estable en 4,27%. En este marco, los índices de renta fija tuvieron una jornada positiva con subas promedio del 0,1%. Además, el dólar ganó terreno al subir 0,16% y cotizar en 104, mientras que, por otro lado, el oro cedió 0,2% para cotizar en USD 2.181 la onza.
Para los commodities, el WTI cayó 0,7% para cotizar en USD 81 el barril, ampliando la pérdida de la jornada anterior del 1,7%, mientras los inversores evalúan las perspectivas de oferta y demanda.
En relación a los datos económicos del día, el número de personas que solicitaron prestaciones por desempleo en EE. UU. cayó 2.000 hasta 210.000, por debajo de las expectativas del mercado (215.000). A su vez, el PMI compuesto global del S&P bajó a 52,2 en marzo, en comparación con el máximo de ocho meses de febrero (52,5), según mostró una estimación preliminar. Sin embargo, aún indica una sólida mejora mensual en la actividad comercial de las empresas estadounidenses.
Por su parte, las ventas de viviendas existentes se dispararon inesperadamente un 9,5% m/m a una tasa anualizada desestacionalizada de 4,38 M de unidades en febrero (vs 4 M previo), el nivel más alto en un año y por encima de las previsiones del mercado (3,95 M).
Referido a datos de la eurozona, el PMI compuesto del HCOB aumentó a 49,9 en marzo, superando ligeramente las expectativas del mercado (49,7), según mostró una estimación preliminar. Así, fue la lectura más alta en nueve meses e indicó una casi estabilización de la actividad empresarial, con un aumento de la producción del sector de servicios por segundo mes consecutivo en marzo después de seis meses de caída. Sin embargo, la producción manufacturera siguió disminuyendo por duodécimo mes consecutivo, aunque a un ritmo ligeramente más lento, lo que dio lugar a otro mes de fuerte contracción.
Finalmente, el IPC en Japón se mantuvo neutro mes a mes en febrero, pero la tasa de inflación subió al 2,8% i.a. (desde el 2,2% previo), lo que apunta a la cifra más alta desde noviembre pasado. Además, la tasa de inflación subyacente también saltó a un máximo de cuatro meses del 2,8% i.a. (desde el 2,0% previo). Adelantado a estos datos fue que el martes el Banco Central de Japón elevó la tasa a valor neutro (desde -0,1%).
Noticias globales: el mundo hoy.
En la segunda reunión del año, la Fed mantuvo la tasa de los fondos federales estable (por quinta reunión consecutiva) en 5,25%–5,5% (máximo de 23 años), en línea con las expectativas del mercado. Tal como lo venían adelantando, las autoridades planean hacer recortes tres veces este año hasta 4,65% –lo mismo que decían en diciembre–, y otras tres en 2025 que terminaría en 3,9% –esto supone una rebaja menor a la proyectada en la reunión de fines de 2023–. Relacionado con las proyecciones para este año, mejoró el cálculo de crecimiento de PBI de 1,4% a 2,1%, redujo la estimación de tasa de desempleo de 4,1% a 4%, dejó sin cambios las previsiones de inflación general en 2,4% mientras que la tasa subyacente se prevé algo más alta de 2,4% frente a 2,64%. Para 2025, estima un crecimiento de PBI de 2,0% i.a., la tasa de desocupación subiría a 4,1% y la inflación general y la subyacente se reducirían a 2,2% i.a.
En este contexto, las acciones estadounidenses ganaron fuerza. El S&P 500 sumó un 1% y el Dow Jones avanzó 400 puntos (+1%), ambos alcanzando máximos históricos, mientras que el Nasdaq 100 subió un 1,1%. La tracción de las acciones tecnológicas de mega capitalización lideró la jornada de los principales índices, con Meta, Alphabet y Apple sumando cerca del 1%. Además, las acciones de JPMorgan subieron cerca de un 1% después de que el banco más grande del país aumentara inesperadamente su dividendo en un 9,5% a raíz de ganancias récord.
Por su parte, los rendimientos de los bonos del Tesoro tuvieron una jornada a la baja ante la confirmación de la expectativa del recorte de tasas. Así, la UST2Y bajó 8pb hasta los 4,61% y la UST10Y cedió 2pb para cerrar en 4,28%. Los índices de renta fija tuvieron una jornada positiva con subas promedio del 0,3%. En este contexto, el dólar perdió terreno al caer 0,2% y cotizar en 103,4. Contrariamente, el oro se fortaleció 1,2% para cotizar en USD 2.183 la onza.
Respecto a los commodities, el petróleo cedió 2,1% hasta los USD 81 el barril, alejándose aún más de los máximos de más de cuatro meses alcanzados el martes, ya que los inversores retiraron algunas ganancias tras un fuerte aumento en los precios de esta commodity. Además, un dólar más fuerte también presionó los precios del petróleo, ya que esto hace que encarezcan para los compradores que tienen otras monedas, perjudicando la demanda. Mientras tanto, los datos de la EIA mostraron que los inventarios de crudo en EE. UU. disminuyeron inesperadamente en 1,95M, la mayor cantidad en dos meses, a medida que las refinerías continúan aumentando la actividad. Por otro lado, los recientes ataques con drones ucranianos contra refinerías rusas generaron preocupaciones sobre el suministro.
Referido a datos económicos de la fecha, el indicador de confianza del consumidor en la zona del euro aumentó hasta -14,9 en marzo (vs -15,5 previo), superando ligeramente las expectativas del mercado (-15). Así, se alcanzó el nivel más alto desde febrero de 2022, en medio de una desaceleración gradual de la inflación y el optimismo en torno a posibles recortes de las tasas de interés por parte del BCE más adelante este mismo año.
En Brasil, el BCB redujo la tasa de interés de referencia Selic en 50pb hasta el 10,75%, en línea con las expectativas –recordemos que en agosto del año pasado inició el ciclo de baja de tasas, cuando se ubicaban en 13,75%–. El Comité observó que el entorno externo actual sigue siendo volátil, caracterizado por debates en curso en torno al inicio de una flexibilización de la política monetaria en las principales economías y el ritmo de disminución de la inflación a nivel mundial. En el plano interno, los indicadores de actividad económica se alinearon con el escenario de desaceleración anticipado por el comité. Aunque la inflación general tuvo un leve aumento en los últimos meses, el IPC core quedó por debajo de lo esperado por los directores. El comité proyecta una inflación de 3,5% y 3,2% para 2024–2025.
Noticias locales: el país hoy.
Se publicaron datos de cierre de 2023 referidos al nivel de actividad y mercado laboral (ambos del 4Q). En el primer caso, el PBI confirmó una caída del 1,9% t/t en el 4Q, luego del rebote post sequía del 3Q (+2,2%), y así llegó a una baja de 1,4% i.a. Dentro de los componentes de la demanda agregada, todos mostraron caídas, destacándose la inversión (-6,8% i.a.) y las exportaciones (-6,3% i.a.). De este modo, el PBI cerró el año con una contracción del 1,6% respecto a 2022, mientras que el consumo logró un leve repunte (+1,1% i.a.) y la inversión cayó (-1,9% i.a.). Para el 1Q24, se espera que la caída se profundice hasta el 6% t/t y 8% i.a., impulsada principalmente por una disminución del consumo privado y público.
En relación con el mercado laboral, la tasa de desempleo se mantuvo en niveles mínimos del 5,7% en el 4Q, con un incremento de la tasa de empleo (del 45,5% al 45,8%) suficiente para compensar el aumento de la población económicamente activa (del 48,2% al 48,6%) y, de este modo, no alterar significativamente el número de desempleados. Se anticipa que durante el 1Q24, la tasa de desempleo podría aumentar debido a una menor tasa de empleo y, probablemente, a una mayor tasa de actividad, lo cual resultaría en un incremento de más de dos puntos porcentuales.
En el mercado cambiario, el BCRA registró compras netas por USD 121 M y retomó la senda de adquisiciones después de haber registrado ventas por USD 73 M el martes. De esta forma, la autoridad monetaria suma compras por USD 2.233 M en lo que va de marzo y por USD 476 M en la última semana. Por otro lado, el stock de reservas internacionales aumentó en USD 67 M hasta alcanzar los USD 28.047 M, lo que refleja una disminución semanal de USD 440 M debido a los vencimientos con organismos financieros internacionales.
El dólar oficial tuvo un aumento diario del 0,1%, alcanzando los $853,3. Esto implica un ritmo de devaluación mensualizado del 1,8%, sin cambios significativos respecto al martes. Durante los últimos cinco días hábiles, la devaluación se mantuvo en una Tasa Efectiva Mensual (TEM) del 1,8%, mientras que en lo transcurrido de marzo, la TEM alcanzó el 2,0%.
Los dólares financieros experimentaron un rebote significativo. El MEP con AL30 subió un 1,3% hasta llegar a los $1.042, mientras que el CCL trepó un 1,5% hasta $1.100. Así, las brechas con el dólar oficial tuvieron un crecimiento y se ubican en 22% y 29%, respectivamente.
En la jornada de ayer, los contratos de futuro de dólar experimentaron una caída del 0,8%. Las caídas más significativas se observaron en los contratos de diciembre (-1,5%), septiembre (-1,3%) y noviembre (-1,1%). Así, los futuros han registrado una caída promedio del 8,4% en lo que va de marzo y señalan una devaluación promedio del 4,8% para el año 2024.
Las curvas soberanas en pesos experimentaron una jornada mayoritariamente positiva. Los bonos CER se incrementaron un 0,3%, mientras que las Lecer obtuvieron una ganancia del 0,2%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró con una tendencia alcista del 0,6%. Por otro lado, los bonos duales registraron una ganancia del 0,1% y los DLK mantuvieron su valor.
Los bonos soberanos en hard-dollar siguen con su fuerte rally. En la rueda de ayer, registraron una ganancia del 3,0%, con un incremento del 2,8% en los bonos regidos por la ley de Nueva York y un aumento del 3,4% en aquellos bajo la ley argentina. De este modo, han acumulado una ganancia del 17,1% en lo que va del mes y del 31,3% en lo que va del año. Así, las paridades de los bonos reestructurados en 2020 alcanzaron su máximo histórico absoluto, promediando el 48,2%. Además, el riesgo país experimentó una disminución de 35 pb hasta los 1498 pb, superando la barrera de los 1500 pb. Paralelamente, los bonos BOPREAL del BCRA experimentaron un aumento del 0,4% y sus paridades se sitúan alrededor del 75%.
Finalmente, el Merval registró un avance del 4,2%, alcanzando 1.177.318 unidades y marcando así su cuarta subida consecutiva. En términos de dólares, el avance fue del 2,4%, llegando a los USD 1075. En el mercado local, las acciones experimentaron subas generalizadas. Las que registraron las mayores ganancias fueron Edenor (+9,2%), Banco Macro (+6%) y Aluar (+4,1%). En cuanto a las acciones argentinas que cotizan en Wall Street, la mayoría operó con aumentos, siendo Despegar la más destacada con un incremento del 7%. Los ADRs que les siguieron en términos de suba diaria fueron Edenor (+6,9%) y Macro (+3,8%). Por otro lado, las únicas empresas que experimentaron caídas fueron Mercadolibre (-1,3%) y Bioceres (-1,1%).
Noticias locales: el país hoy.
La balanza comercial de febrero marcó un superávit de USD 1.438 M, casi el doble al de enero y muy superior a los USD 200 M de febrero del año pasado. Esto fue explicado por un incremento del 5,6% i.a. de las exportaciones –USD 5.531 M, a pesar de una caída en precios de casi 7% i.a.– y una sensible baja del 18,6% i.a. en las importaciones –USD 4.093 M, con cantidades cayendo al 13% i.a.–
Dentro de las ventas al exterior, se observó una mejora en los productos del agro (PP: +18,8% i.a.; MOA: +8% i.a.) pero hubo baja en el resto (MOI: -3,9% i.a.; CyE: -3,2% i.a.). Por su parte, con excepción de vehículos automotores y bienes de capital, todos los rubros de importaciones cayeron, destacándose combustibles, con una pérdida del 74% con respecto al año pasado.
En el mercado cambiario, el BCRA registró ventas netas por USD 73 M, siendo esta la tercera venta desde que arrancó el nuevo gobierno. Así, en los últimos 5 días hábiles, la autoridad monetaria acumuló compras netas por USD 652 M, reduciendo sensiblemente respecto a una semana atrás, cuando se registraron USD 1.077 M. Por otro lado, el stock de reservas internacionales se redujo hasta los USD 27.980 M, cayendo USD 198 M por tercer día consecutivo y acumulando una reducción de USD 511 M desde el viernes pasado.
El dólar oficial aumentó diariamente un 0,1% hasta $852,8. Esto representa un ritmo de devaluación mensualizado de 1,8%, que no registra cambios significativos con respecto al del lunes. En los últimos cinco días hábiles, la devaluación se situó en una TEM de 2%, mismo porcentaje durante todo el mes de marzo.
Los dólares financieros operaron al alza. El MEP con AL30 subió un 0,5% hasta alcanzar los $1.029, en tanto que el CCL trepó los mismos puntos, llegando hasta $1.084. De esta manera, sus brechas se sitúan en 21% y 27%, respectivamente.
Durante la jornada de ayer, los contratos de futuro de dólar cayeron un 0,1%. Las mayores subas se registraron en abril (+0,7%), mayo (+0,5%) y marzo (+0,4%). Por otro lado, las mayores caídas se registraron en los contratos de octubre (-0,8%), diciembre (-0,6%) y agosto (-0,5%). De este modo, la devaluación implícita se ubica en el 5,4% para el primer semestre y en 4,8% para el segundo semestre.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una jornada mayormente negativa. Los bonos ajustados por CER permanecieron estables, mientras que las Lecer registraron una ganancia de 0,2%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró en alza con un 6,3%. Por su parte, los bonos duales experimentaron una pérdida de 0,2% y los DLK marcaron una caída de 0,2%.
Los bonos soberanos en dólares continuaron con su rally y en la jornada de ayer ganaron un 2,9%, debido a una suba del 3% en los ley de Nueva York y otra del 2,7% en los ley Argentina. Así, acumulan un incremento del 12,1% en lo que va del mes y del 27,4% en lo que va del año. De esta manera, las paridades promedian el 46,7% y el riesgo país disminuyó 48pb hasta los 1.533pb. En paralelo, BOPREALES del BCRA subieron un 0,4% y sus paridades rondan el 75%.
El índice S&P Merval avanzó un 0,5% en pesos hasta 1.130.037 unidades, tras haber registrado un salto del 5,4% en la jornada anterior, impulsado por las energéticas. En el panel líder, las acciones que más subieron fueron las de Mirgor (+11,9%), Ternium y Aluar, estas dos últimas con incrementos de 8,2%. Por otro lado, las bajas fueron lideradas por BYMA (-4%), Galicia (-2%) y Transportadora de Gas del Norte (-1,9%). Los papeles de empresas argentinas que cotizan en Nueva York tuvieron una jornada mixta, con subas encabezadas por Grupo Supervielle (+2%); y Edenor (+1,4%) y pérdidas de Cresud (-2,9%) y Despegar (-2%).
Noticias globales: el mundo hoy.
Los principales índices de Wall Street cerraron con ganancias el martes, mientras los inversores aguardan la decisión sobre política monetaria del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), que se anunciará esta tarde. El S&P 500 subió un 0,4% y el Nasdaq un 0,2%, mientras que el Dow Jones ganó 0,6%. Apple se destacó con un incremento del 1,5% y Nvidia subió un 1,7% tras anunciar planes para lanzar su nuevo procesador insignia de inteligencia artificial y un mercado potencial de centros de datos valorado en más de USD 250 MM. Por otro lado, Meta y Tesla experimentaron caídas del 3,5% y del 1%, respectivamente, mientras que Alphabet bajó levemente después de haber subido el día anterior. Entre los fabricantes de chips, AMD sufrió una caída del 4,5% e Intel perdió un 1,6%, aproximándose a un mínimo de seis semanas.
Por su parte, los rendimientos de los bonos del Tesoro cerraron la jornada con caídas de 4 pb, donde la UST2Y cotizó en 4,69% y la UST10Y en 4,30%. Así, los principales ETF de renta fija revirtieron las pérdidas de la jornada previa y subieron 0,4% en promedio. Además, el dólar continuó fortaleciéndose con un ascenso de 0,4% hasta los 103,8 y el oro cedió 0,1% para cerrar en USD 2.157 la onza.
En el ámbito de los commodities, el WTI registró un avance del 0,9% para cotizar a USD 83,4 por barril, alcanzando su nivel más alto desde finales de octubre, impulsado por las continuas preocupaciones en torno a la oferta y una perspectiva optimista sobre la demanda. Específicamente, Irak anunció planes para reducir sus exportaciones de crudo a 3,3 millones de bpd en los próximos meses, en cumplimiento con su cuota dentro de la OPEP+, mientras que Arabia Saudita experimentó una segunda disminución mensual consecutiva en sus exportaciones de crudo. Por otro lado, los positivos datos económicos procedentes de China, incluyendo cifras alentadoras de producción industrial y ventas minoristas, han aumentado las expectativas de una demanda más importante por parte del mayor importador de petróleo crudo del mundo. En cuanto a los commodities agrícolas, la soja experimentó una caída del 0,2%, cerrando en USD 435 la tonelada.
En relación con los datos económicos recientes, los permisos de construcción en EE. UU. experimentaron un aumento del 1,9% m/m, alcanzando una tasa anual ajustada por estacionalidad de 1,518 millones en febrero, superando las expectativas del mercado de 1,495 millones y registrando el nivel más alto desde agosto. Asimismo, los inicios de construcción de viviendas experimentaron un significativo incremento del 10,7% m/m, llegando a una tasa anualizada de 1,521 millones, tras una caída del 12,3% en enero y superando las previsiones de 1,425 millones.
En la zona del euro, el indicador ZEW de sentimiento económico experimentó un incremento de 8,5 puntos, alcanzando 33,5 en marzo de 2024, lo que representa el nivel más alto desde febrero de 2022. Durante marzo, el 57,9% de los analistas encuestados no anticipaba cambios en la actividad económica, mientras que el 37,8% esperaba una mejora y solo el 4,3% preveía un deterioro.
Finalmente, el Banco de Japón (BoJ) incrementó su tasa de interés clave a corto plazo a un rango del 0% al 0,1% desde el -0,1% en marzo de 2024, cumpliendo con las expectativas del mercado y concluyendo su política de ocho años de tasas de interés negativas.
Noticias locales: el país hoy.
En el mercado cambiario, el BCRA registró compras netas por USD 67 M, acumulando adquisiciones por USD 815 M en las últimas cinco ruedas hábiles. Nuevamente, esta decisión del BCRA no se reflejó en el stock de reservas internacionales, que se redujeron diariamente en USD 25 millones hasta los USD 28.178 millones, y en la última semana acumulan una caída de USD 179 millones.
El dólar oficial aumentó un 0,2% por día hasta alcanzar los $852,3. Esto representa un ritmo de devaluación mensualizado del 1,8%, que no registra cambios significativos respecto al viernes. En los últimos cinco días hábiles, la devaluación se mantuvo a una tasa efectiva mensual (TEM) del 2,0%, misma cifra que en lo que va de marzo.
Los dólares financieros operaron al alza. El MEP con AL30 se mantuvo en $1.024, mientras que el CCL trepó un 1,2% hasta $1.078. De esta manera, sus brechas se sitúan en el 20% y el 27%, respectivamente.
Durante la jornada de ayer, los contratos de futuro de dólar cayeron un 1,1% y siguen sin encontrar piso. Las mayores caídas se registraron en los contratos de diciembre (-1,9%), noviembre (-1,7%) y julio (-1,6%). De este modo, la devaluación implícita del primer semestre se ubica en el 5,2% mensualizado y, para el segundo semestre, en el 4,9% mensualizado.
Las curvas soberanas en pesos experimentaron otra gran jornada. Los bonos CER lideraron con un incremento del 2,5%. La destacada jornada de los ajustables por inflación se explica por el fuerte impulso que tuvieron los nuevos bonos del canje (TZXD5, TZXD6, TZXD7, y TZXD8) que registraron subas de hasta el 8,7%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró a la baja en un 4,2%. Por su parte, los bonos duales no registraron variaciones y los DLK marcaron una suba del 0,4%.
Los bonos soberanos en hard dollar registraron una ganancia del 2,0%, con un incremento del 1,6% en los de ley Nueva York y un alza del 2,5% en los de ley Argentina. De esta forma, acumulan una ganancia del 8,1% en lo que va del mes y del 23,8% en lo que va del año. Así, las paridades promedian el 45,3% y el riesgo país disminuyó 23pb hasta los 1.581 pb, alcanzando su nivel más bajo desde septiembre de 2021. Por otro lado, los bonos provinciales tuvieron otra jornada desfavorable y cayeron un 0,1% en promedio. En la última semana, los bonos en dólares del Tesoro registraron una suba del 5,9%, en contraste con una suba del 0,5% de los bonos del BCRA.
El índice S&P Merval avanzó un 5,2% en pesos tras registrar una escalada del 6,6% durante la semana pasada. Medido en dólares, el índice avanzó un 5% a USD 1.043. En el panel líder, todas las acciones cerraron en terreno positivo. Las que más subieron fueron Central Puerto (+13,2%), Edenor (+12,3%) y BYMA (+8,6%). Los papeles de empresas argentinas que cotizan en Nueva York registraron en su mayoría subas, encabezadas por Central Puerto (+9%), Edenor (+7%) y Transportadora de Gas del Sur ADR (+5,9%). En tanto, la única baja fue la de Grupo Supervielle (-1,3%).
Noticias globales: el mundo hoy.
Las acciones abrieron con alzas el lunes, con el S&P 500 sumando un 0,6%, el Nasdaq subiendo un 0,8% y el Dow Jones ganando un 0,2%, impulsados por los avances de las mega capitalizaciones. Los servicios de comunicación fueron el sector con mayor rendimiento (+1,8%), seguidos por el consumo discrecional (+0,5) y tecnología (+0,3%).
En el frente corporativo, las acciones de Apple y Alphabet subieron más de un 2,1% y un 6,5%, respectivamente, ante la noticia de que Apple integraría el motor Gemini AI de Google en el iPhone. Nvidia también registró un avance del 4,4% antes de la conferencia de desarrolladores y Tesla subió un 2,4% después de que el fabricante de automóviles anunciara aumentos de precios para sus vehículos eléctricos Modelo Y en algunos países europeos y en EE. UU. Por otro lado, Boeing perdió alrededor del 2,1% en medio de persistentes preocupaciones de seguridad. Mientras tanto, los operadores se están preparando para la decisión del FOMC, esperando que las tasas de interés se mantengan sin cambios, pero ansiosos por recibir nuevas proyecciones económicas y pistas sobre un posible recorte de tasas.
Por su parte, los rendimientos de los bonos del Tesoro tuvieron una jornada con leves avances: la UST2Y subió 1pb hasta el 4,73% y la UST10Y avanzó 3pb, finalizando en el 4,33%. De esta forma, los índices de renta fija terminaron mixtos, con los corporativos high yield ganando un 0,2% pero los investment grade perdiendo un 0,2% y los bonos del Tesoro retrocediendo un 0,1%.
El índice del dólar (DXY) experimentó un incremento del 0,17% para cerrar en 103,6, lo que acumula una suba del 0,7% en la última semana. El oro también avanzó un 0,2%, alcanzando los USD2.159 la onza, y el petróleo ganó un 2,1%, su nivel más alto desde octubre, debido a menores exportaciones de crudo de Irak y Arabia Saudita, junto con indicios de una demanda más fuerte y crecimiento económico tanto en China como en EE. UU.
Dentro de los datos económicos, el índice del mercado inmobiliario de NAHB/Wells Fargo en EE. UU. aumentó a 51 en marzo de este año contra un 48 previo, incluso superando las previsiones que estaban posicionadas en replicar el valor por debajo de 50. Esto se convierte en la confianza más fuerte en 8 meses.
Por su parte, el IPC en la zona del euro se confirmó en un 0,6% m/m (vs. -0,4% previo), alcanzando el 2,6% interanual en febrero, la tasa más baja en tres meses, pero aún por encima del objetivo del Banco Central Europeo del 2%. En tanto, la tasa básica, excluyendo los precios volátiles de los alimentos y la energía, se confirmó en el 3,1%, su punto más bajo desde marzo de 2022.
¿Cuál curva ofrece los retornos más atractivos?
Dentro de Argentina, preferimos los bonos del Tesoro
Al comparar las curvas de rendimientos del Tesoro y del BCRA, se observa que la segunda cotiza significativamente por debajo de la primera.
Por un lado, los bonos globales ley Nueva York presentan una curva profundamente invertida y cotizan con TIRs de entre 30% y 19%. Así, sus precios aún distan de estar normalizados y reflejan una probabilidad significativa de que se produzca una reestructuración. El precio del GD30, con una TIR del 28%, por ejemplo, descuenta una probabilidad de reestructuración de 47% (asumiendo una exit yield del 15% en línea con países con rating crediticio B- y una quita de 38%, acorde con el promedio histórico de reestructuraciones).
Por el contrario, la curva de BOPREALes presenta una forma mucho más “normalizada” con una pendiente positiva que paga tasas de entre 15% y 24%. Esto refleja riesgos de reestructuración bajos o prácticamente nulos. Este menor riesgo tiene cierta justificación en la Serie 2, debido a su acelerado flujo de pagos, y para los strips A y B, los cuales presentan un menor riesgo de repago porque amortizan en pesos.
Sin embargo, no hay menor riesgo en los strips C y D, cuyas amortizaciones son en dólares (50% para el strip C) y se concentran íntegramente en 2027. Se suele explicar esta diferencia diciendo que estos instrumentos son “riesgo BCRA” en lugar de “riesgo Tesoro”. Para comprar el strip D, hoy el mercado paga USD 4,8 por encima de lo que pagaría por un global y USD 7,6 por encima de lo que pagaría por un bonar. Es decir, no vemos que se justifique pagar un 7% o 12% de más por tener al Banco Central de Argentina como contraparte. Por su histórica falta de independencia, el valor de esta prima debería ser más cercano a 0%. Vemos mucho más valor en resguardarse en un crédito protegido por las cortes de Nueva York. Nos resulta muy difícil imaginar un escenario donde se defaultea la curva del Tesoro y el BCRA sigue accediendo a dólares para pagar. No existe ningún precedente histórico que respalde esta visión.
Visto así, los retornos de la curva de globales y bonares dominan a los de la curva BOPREAL. La diferencia entre ambas es tan grande, que para igualar al rendimiento de la Serie 2 a su vencimiento en julio 2025, el GD30 puede resistir hasta una ampliación de su TIR en casi 10 puntos desde su nivel actual de 28%. Este margen es aún mayor contra los strips C y D, a los cuales el GD30 superará en tanto su tasa no caiga en 16 puntos y 23 puntos a abril del 2027 y octubre 2027, respectivamente. Para observar estos niveles de TIR de entre 44% y 51% es necesario remontarse a los momentos financieros más críticos del 2023 y 2022.
Por el contrario, los strips A y B lucen mucho más competitivos y el GD30 debe mantener una performance estable en los próximos años para superarlos en términos de rendimiento.
Dentro de la curva BOPREAL, preferimos los strips A y B.
La subcurva de strips tiene una pendiente invertida, es decir que los instrumentos más cortos pagan tasas anualizadas mayores a la de los instrumentos más largos. Los strips A y B, con respectivos vencimientos en 2025 y 2026, ofrecen TIRs en torno al 24%, mientras que los strips C y D a 2027 ofrecen tres puntos menos de tasa y cotizan en TIRs de 21%.
Estas tasas superiores no tienen como contraparte un mayor riesgo. Por el contrario, el tramo corto incluye cláusulas que permiten anticipar sus amortizaciones para cancelar impuestos al máximo entre el dólar MEP y el dólar oficial. Esto significa que son instrumentos “MEP-Linked” a cobrar en moneda local y, por lo tanto, su riesgo de default es muy bajo (especialmente cuando lo comparamos contra sus pares hard-dollar).
El strip A incluso ofrece un rendimiento más elevado que el BOPREAL Serie 2, con vencimiento en julio de 2025 y una TIR de 15% casi diez puntos por debajo. Aunque esta diferencia nos parece excesiva, tiene su razón de ser. La Serie 2 ofrece un cronograma de pagos más acelerada y suave, ya que se amortiza en doce cuotas mensuales a partir de junio de este año. Esto significa que un 60% del flujo se recibe antes de enero 2024 (fecha clave donde el Tesoro hará frente a vencimientos privados en dólares por USD 3.500 M). Por el contrario, el strip A es un bono bullet y el repago de su capital está completamente concentrado en abril del 2025.
Como sus vencimientos son en pesos, el strip A también puede compararse contra la curva dollar-linked. Esto requiere de ciertos supuestos alrededor del comportamiento de la brecha, ya que el BOPREAL está vinculado al dólar financiero y no al dólar oficial. Su bono comparable directo es el TV25 a marzo del 2025, que cotiza en una TIR de 3% en dólares oficiales contra la TIR de 24% al dólar financiero del BPOA7. Este diferencial de casi veinte puntos refleja las crecientes expectativas de una unificación cambiaria, donde el TV25 se vería beneficiado porque el dólar oficial subió más que el financiero. Para compensar por este factor, el BOPREAL debe ofrecer una mayor tasa.
En el caso más optimista posible para el TV25, donde damos por cierto que habrá una unificación cambiaria antes de marzo del 2025, este bono ofrece una TIR de 26% al dólar financiero. Este nivel funciona como techo para el BOPREAL y es muy similar a su tasa actual, por lo que parece ser que los precios descuentan que la unificación cambiaria será un hecho. Con tan poco castigo para el bono del BCRA contra su par dollar-linked, también vemos valor en rotar TV25 por BPOA7.
Análisis de instrumentos de renta fija y variable.
A continuación podrás descargar el informe semanal del mercado local, en el que analizamos los distintos instrumentos de renta fija con posibles escenarios de sensibilidad. Además, mostramos los índices de mercados accionarios locales e internacionales, y finalmente el mercado de renta variable local.
Descargar informe al 15/03/2024
Los contratos futuros de ROFEX retomaron su tendencia bajista...
Los contratos futuros de ROFEX retomaron su tendencia bajista y en la semana marcaron una corrección de 5,0% promedio. Las principales caídas estuvieron en los contratos largos, especialmente en noviembre (-8,5%), diciembre (-8,8%) y enero (-9,5%).
El contrato de marzo cotiza en $865 y marca una devaluación directa de 1,6% (3,2% mensualizado). Para los meses siguientes, los precios reflejan que el crawling peg se elevaría a niveles en torno al 6,2%: 5,3% en abril ($910), 6,9% en mayo ($973) y 6,5% en junio ($1.036). Finalmente, los precios señalan una devaluación de 5,1% promedio en el segundo semestre de 2024.
Así, la curva de tasas (TNA) tuvo una importante compresión semanal y muestra una pendiente positiva que se aplanó por el abaratamiento relativo de los contratos largos. Marzo rinde TNA 37%, abril TNA 55%, mayo TNA 68% y junio TNA 74%. A partir de ahí, los rendimientos aumentan muy levemente hasta alcanzar un máximo de TNA 82% en enero.
El volumen operado marcó una importante caída. En los últimos cinco días hábiles se comerciaron 1,6 millones de contratos. El viernes 15 de marzo el interés abierto cerró en USD 2.122 M. Un aumento de 24% m/m y una caída de 26% i.a.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local.
El mercado local culminó una muy buena semana con subas generalizadas en bonos y acciones. La inflación de febrero resultó inferior a lo esperado, el Tesoro logró cubrir una buena parte de los vencimientos de deuda en pesos de este año mediante un canje con limitada participación del sector privado, mientras el BCRA continuó su recuperación adquiriendo una buena cantidad de divisas. Paralelamente, la reducción de tasas de interés impactó mínimamente en los dólares financieros, cerrando la semana con el Sector Público Nacional registrando un superávit financiero en el segundo mes del año. Este resultado se debe, en parte, a la reducción real de jubilaciones, salarios, el recorte de transferencias a provincias y el incremento de la deuda flotante, lo que resalta la falta de sustentabilidad de la política fiscal. Estos son signos positivos que se equilibrarán con el tiempo, conforme se divulguen más datos sobre el nivel de actividad y aspectos sociales, donde anticipamos una marcada caída del PBI y un aumento de la pobreza. El ámbito político introdujo la nota disonante, con el rechazo en el Senado del DNU, decisión que ahora debe resolverse en la Cámara de Diputados. De momento, esto no modifica la confianza de los inversores, que creen que el gobierno evitará un nuevo revés en Diputados, aunque sin duda será un factor de volatilidad en las semanas venideras. La atención de esta semana se centrará en el Congreso y en los indicadores económicos a publicarse, como la balanza comercial y el mercado cambiario de febrero, los cuales revelarán que el principal motivo del aumento de las reservas internacionales es el incremento de la deuda comercial y la disminución del nivel de actividad.
Riesgo político y final abierto. Tras el fracaso en la negociación de la Ley Ómnibus, el gobierno enfrentó una nueva derrota en el Congreso, ya que el Senado rechazó el DNU por amplia mayoría. La oposición obtuvo 42 votos, con el apoyo de los partidos provinciales al bloque del PJ, reflejando la tensa relación entre el presidente y los gobernadores, mientras que solo 25 votaron a favor. El decreto permanecerá en vigor hasta que la Cámara de Diputados se pronuncie, donde la oposición necesitaría sumar 18 nuevos aliados para alcanzar la mayoría, contando ya con al menos 111 votos. Por lo tanto, todas las miradas están puestas en el bloque de la UCR, donde de sus 13 senadores, solo Lousteau rechazó el DNU y hubo una abstención. Sin embargo, el debate dentro del partido sigue abierto, ya que la postura del presidente del partido está ganando apoyo, así como en los bloques de Pichetto y los provinciales. Esto sitúa nuevamente al Ejecutivo en una posición vulnerable: la de la negociación.
El shock fiscal. Con una marcada caída récord en el gasto primario, el Sector Público Nacional registró nuevamente un superávit financiero en febrero. Específicamente, durante el segundo mes del año, los ingresos disminuyeron un 6,3% i.a. en términos reales, con aportes positivos únicamente del impuesto PAIS y aquellos vinculados al comercio exterior debido a la devaluación, mientras que el resto de los ingresos tributarios experimentaron una significativa contracción. Por otro lado, el gasto primario se desplomó un 36,4% i.a., con reducciones en todas las categorías, entre las que resaltaron los ajustes en jubilaciones, obra pública, subsidios y transferencias a provincias. Así, el superávit primario del mes alcanzó el 0,2% del PBI o $1,2 billones (comparado con un déficit de $228.000 M en febrero de 2023), mientras que, considerando el pago de intereses de $898.000 M (una reducción del 7,7% i.a. en términos reales), el superávit financiero fue del 0,1% del PBI o $338.000 M. Con estos resultados, en los primeros dos meses, el gobierno nacional acumuló un superávit primario del 0,7% del PBI y un superávit financiero del 0,2% del PBI. El 60% del ajuste en el gasto se basó en la reducción real de jubilaciones, salarios del sector público y planes sociales, el 25% en transferencias a provincias y en obra pública, y el resto se atribuyó a una disminución en subsidios, aunque en este caso se postergaron desembolsos a Cammesa, incrementando la deuda flotante.
Continúa la desinflación. El IPC de febrero confirmó la tendencia moderadora observada en enero, descendiendo a un 20,6% desde el 25,5% m/m en diciembre, al registrar un incremento del 13,2% m/m (342% anualizado) y acumulando en los últimos doce meses un alza del 276%. Aunque estos niveles son los más altos desde la hiperinflación de 1990, el último dato, por segunda vez, estuvo por debajo tanto de las expectativas del mercado como de las nuestras, que anticipaban un aumento más cercano al 15% -ajustado a la baja desde el 18%-, lo que indica cierta estabilización impulsada por un ritmo de devaluación muy bajo, la caída de los dólares financieros y, por supuesto, por la significativa disminución en el nivel general de actividad y en el consumo en particular. La desaceleración inflacionaria se centró en los precios de los bienes, que en febrero aumentaron un 11,9% m/m –en diciembre habían subido un 30% m/m y en enero otro 21,1%– y, en menor medida, en los servicios, que debido a los ajustes de precios regulados, subieron un 17,6% m/m, ligeramente por debajo de enero. Con esto, la dinámica inflacionaria regresó a la velocidad observada tras el salto cambiario de agosto. Dado que aún queda un largo camino por recorrer para ajustar los precios relativos –en los últimos doce meses, los servicios aumentaron un 295% mientras que los bienes lo hicieron un 226%–, consideramos que el proceso de desinflación perderá impulso en los próximos meses frente a los ajustes de precios de los servicios públicos, un aspecto crucial para reducir los subsidios y equilibrar las cuentas públicas. Esto, junto con un mayor ritmo de devaluación a partir de abril, podría aportar mayor resistencia a la baja durante los meses venideros, manteniéndose en cifras de dos dígitos.
Baja en las tasas de interés. El BCRA decidió reducir la tasa de interés de política monetaria, específicamente para los pases pasivos, de un 100% a un 80% de TNA, lo que implica que la Tasa Efectiva Mensual (TEM) disminuye de un 8,6% a un 6,8%. Esta acción marca la segunda reducción desde la asunción del actual equipo (recordando que inicialmente estaba en un 133% de TNA). Esta medida permite al BCRA aligerar la carga por pagos de intereses generados por pasivos monetarios, que con el stock actual representarían unos $500 MM al mes. Paralelamente, se eliminó la tasa mínima para los plazos fijos, lo cual provocó una notable caída en las tasas, que descendieron del 9% al 5,8% (de un 110% a un 70% de TNA).
Baja adhesión privada en el canje del Tesoro. La reducción de las tasas de interés anunciada por el BCRA tenía como objetivo motivar la participación de los actores privados en el canje de deuda; sin embargo, este no tuvo una gran acogida más allá del sector público. Específicamente, el Tesoro logró una aceptación total del 77%, con la mayor parte de la participación proveniente del sector público, que poseía aproximadamente un 70% de los vencimientos y canjeó casi la totalidad de estos. Por su parte, el sector privado representó solo los 7 puntos restantes de participación, lo que se traduce en una baja adhesión del 17,5% dentro de este universo. Con este resultado, se logró despejar vencimientos por un total de $42,6 billones, mientras que se redujo la carga financiera, resultando en un ahorro de intereses de $555 MM, equivalente al 0,1% del PBI.
Las importaciones no se pagan y el BCRA sigue comprando. El BCRA continúa con su estrategia de acumulación de divisas sin realizar cambios en su política cambiaria. Aprovechando el alto superávit comercial que genera el nuevo esquema de pagos para las importaciones de bienes y servicios, en la última semana, el BCRA adquirió USD 1.019 M en el mercado de cambios, sumando más de USD 2.100 M en compras netas en tan solo 11 ruedas de marzo. A pesar del incremento en las adquisiciones, este aumento no se vio reflejado en las reservas internacionales, las cuales experimentaron una disminución de USD 18 M en la última semana, debido a la reducción de encajes en moneda extranjera y pagos de deuda con organismos internacionales, cerrando con un stock bruto de USD 28.203 M. Así, las reservas netas se mantuvieron alrededor de los USD 2.700 M negativos.
Disciplina cambiaria. Una de las contiendas que el gobierno ha mantenido con el mercado es en cuanto a la política cambiaria. Al inicio de su gestión, sorprendió con un significativo salto en el tipo de cambio, llevándolo de $366 a $800, y desde ese momento ha mantenido una devaluación constante del 2% mensual. A pesar de que la inflación ha compensado más de un tercio del avance del Tipo de Cambio Real –los $800 de diciembre equivalen a $530 hoy– y se prevé que continúe esta tendencia en los próximos meses, el gobierno confía en que, con las divisas provenientes del sector agropecuario y un mejor clima financiero, logrará contener las expectativas de una nueva devaluación. Esta confianza se vio reflejada en los contratos futuros de ROFEX, que en la última semana intensificaron su tendencia bajista, registrando una caída promedio del 4,7% -el contrato de marzo cerró en $866, lo que implica una devaluación directa del 1,9% para el mes, mientras que los contratos de abril a junio anticipan incrementos mensuales del 5,5%, 6,9% y 6,2%, respectivamente. Asimismo, la devaluación mensual implícita para el segundo semestre de 2024 es del 5,1% en promedio.
Brecha estable. La reducción de las tasas de interés tuvo un efecto moderado en los dólares financieros. Durante la semana, el CCL con AL30 experimentó un incremento del 2,7%, alcanzando los $1.062, mientras que el MEP registró un aumento del 1,5%, situándose en $1.016. Estos movimientos dejaron las brechas con el tipo de cambio oficial en el 24,0% y el 19,1%, respectivamente, superando el umbral mínimo del 17,5% establecido por el dólar importador (A3500 + 17,5% de impuesto PAIS). De este modo, desde el inicio de la gestión de Milei, el CCL ha aumentado solo un 8,9% (partiendo de $976) y, en términos reales, ha experimentado una apreciación del 40%.
Bonos soberanos en dólares continúan mejorando. Durante la última semana, los bonos soberanos en moneda extranjera experimentaron una recuperación tras la caída registrada la semana anterior, con un incremento del 3,2%, sumando en lo que va de marzo un alza del 4,6%. Contribuyeron a este resultado la inesperada baja en el dato de inflación y la mejora en la calificación crediticia de la deuda argentina por parte de S&P, que elevó la nota de CCC- a CCC, lo que ayudó a compensar el impacto negativo del rechazo del DNU en el Senado. De esta manera, los bonos argentinos han acumulado un aumento del 22,3% desde que Milei asumió el cargo el 10 de diciembre, mientras que en el mismo período, el riesgo país se redujo en 300 puntos básicos, ubicándose en 1604 pb. Paralelamente, la renta fija provincial y corporativa tuvieron una semana tranquila, registrando un alza promedio del 0,4% y el 0,2%, respectivamente.
Aflojan los BOPREALes. El rendimiento de la curva BOPREAL fue considerablemente menos impresionante, con un avance de solo el 0,4% en la semana. El strip A experimentó un aumento del 2,6%, mientras que los strips B, C y D registraron una pérdida promedio del 0,8%. La semana pasada señalábamos que estos bonos se mostraban poco atractivos en comparación con el strip A (TIR del 24%) y frente al GD30 (TIR del 27%, que en la semana aumentó un 3,9%). En este contexto, aún consideramos que hay espacio para que pierdan terreno frente al bono del Tesoro a 2030, que ofrece mejor paridad, tasa, flujo de amortizaciones y protección legal. Por otro lado, la tercera licitación del bono para importadores BOPREAL Serie 3 registró una baja demanda. Se adjudicaron solo USD 101 M, el monto más bajo de suscripción desde principios de enero. De esta forma, el BCRA ha alcanzado el 30% del objetivo de USD 3.000 M para la última emisión de BOPREAL. La escasa demanda por este nuevo instrumento era previsible, dado que los términos de suscripción son bastante desfavorables: la Serie 3 se comercializa a una paridad de USD 72, lo que implica comprar dólares a $1.390 para los participantes en la licitación (30% por encima del CCL).
Buena semana para la deuda en pesos. La disminución en la tasa de interés benefició notablemente a la curva de pesos, que experimentó una semana muy positiva. El mayor impacto se observó en el bono TO26 a tasa fija, que registró un aumento del 17% en la semana y ofrece una TIR del 66% (TEM de 4,3%) –habiendo ascendido ya un 65% en el año–. Por su parte, los bonos ajustados por CER experimentaron un incremento del 10,4%, con los bonos de largo plazo de 2025 a 2028 liderando, al marcar aumentos promedio del 13,5%. Mientras tanto, los bonos dollar-linked y duales mostraron una performance más modesta, con subidas del 1,7% y del 6,0%, respectivamente.
Buena semana para las acciones. El S&P Merval experimentó una recuperación con un aumento semanal del 4,5% en pesos, aunque registra una caída del 5,3% en el último mes. En términos de dólares, el avance fue del 1,4% semanal, alcanzando los USD 981, comparado con los USD 957 al inicio del año, lo que supone un incremento del 2,5%. Entre las acciones, se destacaron durante la semana en rendimientos en pesos los títulos de empresas de energía y utilidades como TGN (+21%) y Transener (+15%), así como los bancarios como BYMA (+13%), Macro (+7,7%) y BBVA (+6%). Por otro lado, Edenor (-3,5%) y Mirgor (-2,9%) fueron las acciones que más sufrieron. Las acciones argentinas que cotizan en Wall Street cerraron la semana con un aumento promedio del 2,8% en dólares, lideradas por Despegar (+15,9%), Supervielle (+10%) y Telecom (+5,9%). En contraposición, Edenor (-6,1%), Bioceres (-3,7%) y Pampa Energía (-1,7%) registraron las mayores caídas. Finalmente, los CEDEARs de empresas argentinas mostraron un promedio de subida en dólares del 2,8%, con destacados avances en Despegar (+16%) y Vista (+9,5%).
Lo que viene. Durante la semana, se esperan datos importantes relacionados con el comercio exterior correspondientes a febrero, que revelarán la dinámica de las exportaciones e importaciones. Además, se presentarán cifras que cerrarán el 2023 en términos de actividad económica (PBI y componentes de la demanda agregada) y del mercado laboral (ambos correspondientes al 4Q23). El jueves, habrá una licitación del Tesoro para hacer frente a los vencimientos del boncer TX24, y el viernes se publicará el resultado del balance cambiario. En el ámbito político, destacan las negociaciones en el Congreso para la aprobación del DNU y las discusiones sobre una nueva Ley de Bases.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano internacional.
Fue una semana complicada para el mercado americano, con descensos tanto en bonos como en acciones. El miedo a un ajuste desordenado se disipa, pero ahora el gobierno debe centrarse en la viabilidad de su plan económico mientras espera que la sociedad tolere el ajuste. La aceleración de la inflación en febrero demostró que alcanzar la meta del 2% de política monetaria requerirá más tiempo y no será un proceso directo, especialmente si la actividad económica mantiene la solidez actual, evidenciada en el dinamismo del empleo y el consumo. Los inversores están ajustando sus expectativas sobre recortes de tasas que, de producirse, serían a partir del segundo semestre. Esto, junto con la debilidad en las finanzas públicas, donde el déficit presupuestario no muestra signos de mejora, presionó los rendimientos de los bonos del Tesoro a alcanzar su nivel más alto del año y fortaleció al dólar, afectando negativamente el precio del oro. En este escenario, los índices de renta fija revirtieron las ganancias de la semana anterior, mientras que las acciones mostraron bajas generalizadas, particularmente las del sector tecnológico. Solo los commodities, destacándose el petróleo, se mostraron en alza. A nivel mundial, la situación tampoco fue favorable, con caídas en los principales indicadores de renta fija y variable, aunque las acciones chinas mostraron una notable recuperación desde finales de enero. Las expectativas de esta semana giran en torno a la reunión de la Fed, que se espera confirme la estabilidad de las tasas de interés y presente sus proyecciones económicas. Además, el riesgo geopolítico gana relevancia ante la decisión de Europa de intensificar el apoyo a Ucrania y contener el avance ruso.
Aceleró la inflación y se aleja de la meta. Tras los recientes datos de empleo, que mostraron un incremento superior al esperado, todas las miradas se centraron en el dato de inflación estadounidense de febrero, el último antes de la segunda reunión del año de la Fed. Las noticias no fueron positivas: el Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó un 0,4% m/m, acelerando por quinto mes consecutivo y superando las expectativas del mercado, que anticipaba un alza de 0,3% m/m. Así, la tasa de inflación interanual se elevó hasta el 3,2% (versus el 3,1% previo), manteniéndose desde junio de 2023 en niveles por encima del 3% sin poder descender de ese umbral. El IPC Core, que excluye alimentos y energía, registró un aumento del 0,4% m/m, igual al de enero y también por encima de las previsiones, situando la inflación en un 3,8% i.a. La presión inflacionaria también se reflejó en el índice de precios al productor para la demanda final, que ese mes experimentó un aumento del 0,6% m/m, el mayor desde agosto pasado, y duplicó las expectativas del mercado.
Los buenos datos de actividad y empleo mantienen la confianza de los consumidores. Después de la caída del 1,1% en enero, las ventas minoristas se recuperaron en febrero, registrando un incremento nominal del 0,6% m/m y del 1,5% i.a. Por otro lado, la producción industrial mostró un crecimiento del 0,1% m/m, revirtiendo dos meses consecutivos de caídas y desacelerando la contracción a un 0,2% i.a., lo que indica que la actividad manufacturera ha iniciado un ciclo de recuperación. Además, los datos parciales de empleo fueron positivos, ya que las solicitudes de prestaciones por desempleo en la última semana disminuyeron hasta 209.000, situándose por debajo de las expectativas del mercado (218.000). El sentimiento del consumidor, según la Universidad de Michigan, experimentó una ligera reducción hasta 76,5 en marzo (frente a 76,9 previo), el nivel más bajo en tres meses pero aún por encima del promedio de los últimos seis meses.
Tasas en alza y bonos golpeados. El temor a que la Fed posponga el recorte de tasas ejerció presión sobre las mismas, llevándolas al nivel más alto del año. Las probabilidades de que la Fed realice cambios en la tasa de interés disminuyeron al 8,2% en mayo (frente a un 24% la semana anterior), al 57% en junio (comparado con el 73,4% la semana anterior) y al 77% en julio (versus el 92% la semana anterior), lo que indica que, de anticipar inicialmente siete recortes para este año, ahora los inversores se "conforman" con tres. A esta situación se suma la debilidad observada en las cuentas públicas, ya que el déficit fiscal de enero ascendió a USD 296 MM, un 12% más que en enero del año pasado, impulsado por el mayor gasto en intereses, defensa y la recomposición de las reservas de petróleo. En este contexto, la tasa de UST10Y aumentó 22 pb, cerrando la semana en 4,31%, mientras que la tasa de UST2Y terminó la semana en 4,73%, con un incremento de 23 pb. Como resultado, los índices de renta fija experimentaron una semana negativa, con una caída promedio de 0,8%, acumulando en lo que va del año una bajada promedio cercana al 2%. Los bonos del Tesoro registraron una pérdida del 1,2% en la semana, los corporativos Investment Grade un 1,1%, los High Yield un 0,4% y los bonos emergentes también sufrieron, con una caída del 1,0%.
Las acciones perdieron impulso. Aunque el contexto general se mantuvo estable para la renta variable, con los inversores dando prioridad a los positivos datos de actividad económica y resultados financieros por encima de las fluctuaciones en las tasas de interés, las acciones americanas pausaron el impulso alcista que venían experimentando y enfrentaron una triple retracción. El S&P 500 descendió un 0,4%, el Dow Jones un 0,3%, y el Nasdaq registró la mayor caída con un retroceso del 1,0% durante la semana. Los sectores de Energía (+3,8%) y Materiales (+1,7%) destacaron por su rendimiento, mientras que Real Estate (-3,2%) y Tecnología (-1,0%) se encontraron entre los más afectados. En cuanto a acciones individuales, Google (+4,3%) y Microsoft (+2,4%) sobresalieron positivamente, mientras que Tesla (-6,7%) y Meta (-4,3%) experimentaron notables descensos.
Se fortaleció el dólar. Ante un mercado afectado por el aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro, el dólar retomó su tendencia alcista y se apreció frente a las principales divisas. El índice DXY experimentó un incremento semanal del 0,7%, alcanzando los 103,4, cifra equivalente a la observada a finales de enero. La principal ganancia semanal del dólar fue contra el Yen, con una depreciación de este último del 1,3%, seguido por la libra esterlina con un 1% y el euro con un 0,5%. Así, en los últimos 30 días, el dólar registró una pérdida del 0,8%, aunque desde comienzos de año mantiene una apreciación del 2,1%. El real brasileño también se depreció un 0,3% en la semana, cerrando en BRL 5, lo que representa una caída del 3% en lo que va del año. La fortaleza del dólar puso fin a la racha ganadora del oro, que retrocedió un 1,0% en la semana, aunque aún acumula un incremento del 6% en el año y cerró en USD 2.155 la onza.
Commodities en alza. A pesar de la robustez exhibida por el dólar, los commodities registraron alzas. El índice general incrementó un 2,1% en la semana, con una progresión del 4,8% en el último mes y un ascenso del 2,8% en lo que va del año. Los productos energéticos se apreciaron un 3,4% en la semana, mientras que los metales avanzaron un 2% y los granos retrocedieron un 0,4%. El petróleo resultó ser el más beneficiado de la semana con un aumento del 4%, cerrando en USD 81 el barril de WTI, favorecido por una reducción en los inventarios de crudo estadounidenses de 1,5 M de barriles la semana pasada, contrariando las expectativas de un incremento de 1,3 M de barriles. Adicionalmente, la Agencia Internacional de Energía elevó su pronóstico para la demanda mundial de petróleo para 2024 a 1,3 M de barriles por día desde 1,2 M, y ajustó su previsión a un ligero déficit este año en lugar de un superávit. Hasta ahora, el crudo ha experimentado un incremento del 13% este año. Por otro lado, la soja experimentó un alza del 2,4%, acumulando un avance del 5,7% en el último mes, aunque ha perdido un 8% desde el inicio del año. Entre los metales, el cobre se apreció un 5,9%, extendiendo su ganancia en el último mes a un 7,4% y con un aumento del 6% en el año.
Menos actividad y más inflación en Europa. Los datos de inflación mensual de Alemania y Francia corroboran la aceleración que se observó en el IPC preliminar de la Eurozona en febrero, que recordemos registró un aumento del 0,6% m/m. En Alemania, el IPC subió un 0,4% m/m en febrero (frente a un 0,2% previo) y en Francia avanzó un 0,8% m/m (comparado con un -0,2% previo). Aunque en términos interanuales ambos países mantuvieron una tendencia descendente (2,5% y 3%, respectivamente), estos datos mensuales, de no revertirse, podrían frenar esta dinámica a corto plazo. Por otro lado, los indicadores de actividad, en contraste con lo que sucede en EE. UU., presentan una tendencia negativa: la producción industrial de la Eurozona experimentó un desplome del 3,2% m/m en enero (frente a un +1,6% previo), situándose muy por debajo de las expectativas del mercado (-1,5%) y marcando la contracción más significativa desde marzo del año anterior y la segunda mayor caída desde el impacto inicial del brote de COVID-19 en abril de 2020, con una caída del 6,7% i.a. En este escenario, el Banco Central Europeo enfrenta una presión mayor que la Fed para iniciar recortes de tasas, aunque no desea precipitarse y verse obligado a revertir las medidas posteriormente.
Aceleró la inflación pero mejoró el consumo en Brasil. El IPC experimentó un notable aumento hasta el 0,83% m/m en febrero (comparado con el 0,42% del mes anterior; lo que representa más del 10% anualizado), impulsado por un incremento del 5% en los costos de educación, atribuido a un aumento estacional de las tasas de matrícula, mientras que los gastos en combustible repuntaron un 2,93%, afectados por la subida del ICMS (Impuesto sobre Circulación de Mercancías y Servicios estatal). De esta manera, la inflación interanual alcanzó el 4,5%, cifra similar a la previa y ligeramente por encima de las previsiones. Por otro lado, aunque la actividad económica en Brasil ha mostrado un desempeño modesto desde la segunda mitad del año pasado, las ventas minoristas registraron un significativo aumento del 2,5% m/m en enero (el mayor incremento en un año), recuperándose de una caída del 1,4% en el mes anterior y superando ampliamente las expectativas del mercado (+0,2%). Así, en términos interanuales, las ventas minoristas experimentaron un crecimiento del 4,1%.
Mala semana para las acciones globales. El índice de acciones globales registró una pérdida del 0,3% en la semana, sumando un incremento del 1,1% en lo que va de marzo. Excluyendo a EE. UU., durante el mismo período, el índice retrocedió un 0,4%, aunque avanzó un 2,2% desde fines de febrero. Brasil experimentó una caída del 0,7% en la semana, acumulando un descenso del 8,2% en el año, influenciado principalmente por Vale, que sufrió una baja del 7% en la semana y un 24% en el año, afectada por un descenso del 40% en el precio del hierro debido a la menor demanda de China. Asimismo, Petrobras cedió un 1% en la semana, sumando una caída del 9% en el año, golpeada por una reducción del 33% en su último balance y un pago de dividendos menor al esperado, a lo que se añade la intervención del gobierno de Lula en asuntos financieros. Por otro lado, China experimentó un aumento del 2,8% y Europa del 0,6%.
Lo que viene. El mercado se prepara para la decisión de la FED el próximo miércoles. Aunque se prevé que mantenga la tasa de referencia sin cambios, será crucial el mensaje que transmita el comunicado, la conferencia de prensa posterior de Powell, así como también la actualización de las proyecciones, conocidas como el dot plot. Además, se espera la decisión monetaria del Banco Central de Japón, que podría elevar las tasas por primera vez desde 2007.
¿Qué factores hay detrás del auge de esta prometedora industria?
La industria de semiconductores, que abarca el diseño, fabricación e instalación de circuitos integrados o chips, juega un papel crucial en una vasta gama de productos. Esto incluye desde procesadores para computadoras y dispositivos móviles hasta microcontroladores utilizados en automóviles y los controles remotos de los televisores.
El dinamismo actual en la industria de semiconductores es impulsado por la transición hacia chips avanzados, como los de 5 nanómetros, fundamentales para el desarrollo de la inteligencia artificial (IA), el Internet de las Cosas (IoT) y las telecomunicaciones, incrementando así su demanda. Este robusto crecimiento del mercado se distingue de anteriores burbujas especulativas, gracias a la sólida expansión de ingresos y ganancias de compañías líderes, especialmente en un contexto de tasas de interés altas que limitan la especulación. Además, la complejidad y las altas barreras de entrada para la fabricación de semiconductores destacan la especialización y competitividad de esta industria, dominada por unos pocos actores que se benefician de economías de escala y promueven un entorno de innovación constante.
El auge de la industria global de semiconductores se puede apreciar en los resultados de los balances de los últimos años. Concretamente, pasó de tener ingresos por USD 422.000 M en 2019 hasta alcanzar un punto máximo en 2022 de USD 600.000 M, es decir, un incremento del 42%. Si bien en 2023 se interrumpió esta tendencia –cayeron un 11%– ante una moderación de la demanda y un exceso de inventarios, para este año se estima un alza del 18% hasta los USD 630.000 M, un nuevo máximo histórico, gracias a la fuerte demanda de China que explica un tercio de este incremento.
Este buen desempeño también se reflejó en las valuaciones de las empresas. El ETF de Vaneck Semiconductores (SMH) que desde diciembre de 2022 acumuló un alza del 118%, no solo ha superado con creces el avance del S&P 500, que subió un 35%, sino que también ha duplicado el rendimiento del sector tecnológico, el cual registró un aumento del 67%. Este desempeño refleja la creciente importancia y la sólida demanda de semiconductores a nivel mundial, impulsada por la digitalización acelerada de la economía, el auge de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, el internet de las cosas, y el desarrollo de infraestructura 5G.
El atractivo del sector se evidencia en el ratio precio/ganancia (P/E) de 62, que, aunque excede el promedio de los últimos 3 años (32,1) y el del mercado en general (29), refleja la expectativa de un incremento anual futuro de ganancias del 23%. Este indicador sugiere que los inversores están dispuestos a pagar más ahora por las ganancias futuras, dada la confianza creciente en la demanda de chips.
Al analizar los ratios financieros, observamos dos indicadores principales. Por un lado, el ratio precio/ventas (P/S), que sirve para evaluar la valoración de una empresa en relación con sus ingresos por ventas, ideal para comparar empresas de la misma industria. Por otro lado, el cambio porcentual esperado en las ganancias por acción (EPS) año tras año (YoY) nos proporciona una perspectiva del crecimiento de la rentabilidad de la empresa, reflejando las expectativas de futuro desempeño y eficiencia.
Considerando el dinámico sector de los semiconductores, se destacan acciones con notable potencial que están disponibles en el mercado local a través de los CEDEARs, seleccionadas en base a un análisis cualitativo y de sus ratios fundamentales. Nos referimos a Nvidia, fabricante de los chips usados para el desarrollo de la inteligencia artificial, AMD, Taiwan Semiconductor y Micron.
En resumen, la industria de semiconductores se beneficia de un período de crecimiento continuo, impulsado por la constante innovación y una demanda creciente por tecnologías de vanguardia como la inteligencia artificial, las redes 5G y la movilidad eléctrica. A pesar de la volatilidad del mercado y posibles interrupciones en la cadena de suministro, los CEDEARs ofrecen una oportunidad para que los inversores argentinos participen en el desarrollo de algunas de las empresas tecnológicas más importantes a nivel mundial. Entre las opciones disponibles, NVIDIA, AMD, Taiwan Semiconductor y Micron se destacan por sus perspectivas de crecimiento y rentabilidad, adaptándose a diversos perfiles de inversión.
¿Qué hay detrás del dato de inflación de febrero y cuáles son las perspectivas a futuro?
Si bien la inflación mensual en Argentina ha desacelerado notablemente desde el pico de diciembre pasado, cuando alcanzó el 25,5% (1.426% anualizado) tras el fuerte salto cambiario, su nivel actual aún genera preocupación por la sostenibilidad del sendero decreciente a lo largo del tiempo. Para ponerlo en perspectiva, el incremento mensual de los precios durante febrero fue 30 veces el promedio registrado en los países limítrofes; dicho de otro modo, en esos países se necesitarían aproximadamente dos años y medio en promedio para alcanzar el incremento que Argentina experimentó en solo un mes.
El dato de febrero fue mejor de lo esperado, con la inflación mensual volviendo a valores similares a los de noviembre (previo al salto cambiario) y replicando una dinámica similar a la devaluación de agosto de 2023, donde se observaron dos meses de aceleración seguidos por una sensible baja (en ambos casos, con el tipo de cambio controlado). El REM publicado por el BCRA preveía valores de inflación entre el 15% y 16% (con el 50% de los encuestados en ese rango), pero finalmente el valor fue del 13,2% (vs. 12,8% en noviembre de 2023), experimentando una caída de más de 7 puntos porcentuales respecto a enero. De esta manera, se alcanzó el alarmante número de una inflación del 276,2% i.a. (342% si se anualiza el dato de febrero), indicando que aún se esperan varios meses más de incrementos.
La inflación núcleo en febrero fue del 12,3% m/m, desacelerando aún más en comparación con enero (20,2%) y situándose por debajo del nivel de noviembre de 2023 (13,4%), pero aceleró al 292% i.a. Por otro lado, la división de alimentos y bebidas, la más relevante del IPC, registró un 11,9% m/m (frente al 20,4% previo) y un 303,8% i.a. Además, si bien los servicios mostraron (tras seis meses) un alza mensual mayor que la de los bienes (17,6% vs 11,9%), todavía se encuentran muy rezagados (295,1% i.a. frente a 226,1% i.a., respectivamente), con bienes regulados y estacionales que en los próximos meses tendrían una mayor incidencia.
Varios factores explican la desaceleración de la inflación durante los meses de enero y febrero: a) tipo de cambio fijo; b) rezago en el aumento de los servicios respecto de los bienes; c) una fuerte recesión y abrupta caída del consumo, lo que indirectamente conduce a una reducción de los agregados monetarios.
Fijar el tipo de cambio ha contribuido a estabilizar una parte de los precios, tanto por los costos de los bienes transables como por la formación de expectativas de devaluación (inflación futura), motivo por el cual el gobierno insiste en mantener esta política a pesar de los potenciales efectos negativos a futuro, una situación recurrente en Argentina. La "ancla cambiaria" y la mega inflación resultaron en una caída del Tipo de Cambio Real Multilateral (TCRM) de casi un 35% desde el 13 de diciembre, dejándolo en un nivel un 5% por debajo del previo al salto cambiario de agosto de 2023 (dólar $350). Continuar con esta política cambiaria durante marzo y abril implicaría una reducción adicional del 10% en la competitividad, alcanzando valores incluso inferiores a los previos al salto cambiario de agosto de 2023.
Se espera que el BCRA internalice los costos futuros del atraso cambiario, especialmente pensando en el segundo semestre del año, cuando no haya ingresos por la cosecha, se deban pagar importaciones y la actividad económica comience a recuperarse. Se anticipa que el BCRA acelerará el ritmo diario de devaluación en abril (6%), mayo y junio (alrededor del 9%), intentando estabilizar el TCRM en niveles cercanos a los 800 $/USD de hoy, particularmente si se considera una futura unificación cambiaria. Posteriormente, se buscaría desacelerar el ritmo de devaluación (al mismo tiempo que la inflación) para cerrar el año con un valor aproximado a 1.600 $/USD.
La contrapartida de ajustar el tipo de cambio sería una inflación que, sumada a la aceleración de los servicios que llevan rezago, mostraría rigidez a la baja con valores estimados para marzo, abril y mayo de 12,5%, 11% y 10%, respectivamente. Solo para el segundo semestre se podrían esperar valores de inflación de un dígito, desacelerando hasta el 6% m/m en diciembre, lo que equivaldría a un valor en torno al 205% i.a.
Un escenario alternativo, que aún no se considera el principal, estaría relacionado con mantener el tipo de cambio "pisado" (2% m/m) hasta mediados de año. Este enfoque tendría beneficios a corto plazo para la inflación, permitiendo alcanzar un dígito más rápidamente de lo esperado, pero añadiría una gran incertidumbre para el segundo semestre. Durante este periodo, las probabilidades de una corrección cambiaria aumentarían significativamente, llevando a efectos alcistas (transitorios) en los precios y a una caída de la actividad económica.
Noticias globales: el mundo hoy.
El índice de precios al productor para la demanda final en EE. UU. aumentó un 0,6% m/m en febrero, marcando el mayor aumento desde agosto pasado y superando las expectativas del mercado (0,3%). Así, el índice aumentó un 1,6% i.a., el mayor incremento desde septiembre pasado. En febrero, las ventas minoristas se recuperaron de la caída de enero y aumentaron nominalmente un 0,6% m/m y 1,5% i.a. Además, el número de personas que solicitaron prestaciones por desempleo en EE. UU. mostró una leve baja hasta 209.000, por debajo de las expectativas del mercado (218.000).
Tras estos datos de alza en los precios mayores a lo esperado y actividad firme, se redujo el optimismo respecto de las posibles reducciones de las tasas de interés de la Fed este año. En este contexto, el rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 10 años subió 10 pb (cuarto día consecutivo de subas) hasta el 4,28%, su nivel más alto desde principios de mes. El bono a 2 años avanzó 7 pb y cerró en 4,69%. De este modo, la renta fija tuvo una jornada negativa con caídas de hasta 0,6%.
Además, las acciones estadounidenses revirtieron las ganancias iniciales para terminar cotizando a la baja, con una caída promedio del 0,5% para los tres índices principales: S&P 500, Dow Jones y Nasdaq. Los sectores inmobiliario, de servicios públicos y de salud registraron los peores desempeños, mientras que el sector energético logró mantenerse en terreno positivo con un aumento del 0,7%.
En el frente corporativo, Nvidia perdió un 3,2% y, por su parte, Tesla cedió un 4,8% después de que un analista de Wells Fargo indicara que no habrá crecimiento en los volúmenes de ventas del fabricante de vehículos eléctricos este año. Por otro lado, Microsoft subió un 2,7% y Apple un 1,1%.
El índice del dólar subió un 0,5% a 103, recuperando sus pérdidas de la sesión anterior. En contraposición, el oro retrocedió un 0,6% para cotizar en USD 2.161 la onza.
Referido a indicadores de América Latina, las ventas minoristas en Brasil aumentaron un 2,5% m/m en enero, recuperándose de una caída del 1,4% en el mes anterior y muy por encima de las estimaciones del mercado (+0,2%). En términos interanuales, las ventas minoristas crecieron un 4,1%.
Noticias locales: el país hoy.
En el mercado cambiario, el BCRA registró compras netas por USD 132 M. En lo que va de marzo, la autoridad monetaria suma compras por USD 1.889 M. A pesar de esto, el stock de reservas internacionales solo aumentó en USD 4 M hasta los USD 28.491 M.
El dólar oficial aumentó diariamente un 0,1% hasta $850,3. Esto significa un ritmo de devaluación mensualizado de 1,8%, que se desaceleró respecto al ritmo de 3,6% del miércoles. En los últimos cinco días hábiles, la devaluación se situó en una Tasa Efectiva Mensual (TEM) de 2,0%, mismo ritmo que la evolución de la TEM en lo que va de marzo.
Los dólares financieros operaron al alza. El MEP con AL30 subió un 0,4% hasta alcanzar los $1.016, mientras que el CCL trepó un 0,8% hasta $1.062. De esta manera, sus brechas con el dólar oficial se sitúan en 19% y 25%, respectivamente.
Durante la jornada de ayer, los contratos de futuro de dólar cayeron un 0,1%. Las mayores subas se registraron en los contratos de mayo (+0,8%), junio (+0,8%) y agosto (+0,5%). Por otro lado, las mayores caídas se observaron en los contratos de noviembre (-1,8%), octubre (-1,1%) y diciembre (-1,1%). De este modo, la devaluación implícita se ubica en el 2% hasta marzo, en el 30% hasta julio y en el 65% hasta diciembre.
Por su parte, las curvas soberanas en pesos experimentaron una jornada mayormente positiva. Los bonos CER se incrementaron un 2,2%, mientras que las Lecer registraron una pérdida del 0,4%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró con un alza del 0,5%. Por otro lado, los bonos duales anotaron una ganancia del 1,2% y los DLK exhibieron un incremento del 0,3%.
Los bonos soberanos en hard-dollar perdieron un 2,2%, debido a una caída del 1,9% en los de ley Nueva York y una caída del 2,7% en los de ley Argentina. Así, acumulan una ganancia del 2,1% en lo que va del mes y del 18,6% en lo que va del año. De esta manera, las paridades promedian el 43,5% y el riesgo país aumentó 52 pb hasta los 1.648 pb.
Hubo baja demanda en la tercera licitación del bono para importadores BOPREAL Serie 3. Se adjudicaron tan solo USD 101 M, el monto de suscripción más bajo desde principios de enero. Así, el BCRA ya ha adjudicado el 30% del objetivo de USD 3.000 M para la última tira de BOPREAL. La baja demanda por este nuevo instrumento era esperable debido a que los términos de suscripción son muy desfavorables: la Serie 3 se negocia en una paridad de USD 72, lo que equivale a comprar dólares a $1.390 para quienes ingresaron a la licitación (30% por encima del CCL). Con esta licitación, el BCRA absorbió $85.000 M de pesos y el Tesoro recaudó $1.000 M de pesos en impuesto PAIS.
El Merval cayó un 1,4% en pesos tras un salto de casi el 10% en rondas previas. En dólares, la baja fue del 3% hasta los USD 970. Así, en la plaza local, las acciones operaron con mayoría de bajas. Las que más cedieron fueron Grupo Supervielle (-4,3%), Sociedad Comercial del Plata (-4,2%) y Holcim (-4,6%). Por otro lado, las únicas que avanzaron fueron Transportadora de Gas del Norte (+4,8%) y Cablevisión (+3,2%). Por su parte, las acciones argentinas que operaron en Wall Street cerraron mayoritariamente con bajas. Los ADRs que registraron mayores caídas fueron Grupo Supervielle (-5,5%), Edenor (-5,4%) y Grupo Financiero Galicia (-4%). Entre las pocas que subieron, las más destacadas fueron Despegar (+2,9%) y MercadoLibre (+0,9%).
¿Cómo impactan los resultados electorales en el mercado de acciones?
En noviembre de este año se celebrarán nuevamente las elecciones presidenciales de EE. UU., en las cuales se definirá si Trump con el partido Republicano volverá al poder, o si Biden con el Demócrata se quedará por otros cuatro años en el gobierno. Es sabido que los años electorales tienden a ser períodos de alta volatilidad para los mercados financieros, y creemos que este no será la excepción. Debido a esto, nos propusimos estudiar el comportamiento del índice de acciones americanas, el S&P 500, durante todas las elecciones desde el año 1900 hasta la actualidad.
En la tabla presentada, se muestran todos los años electorales, el partido ganador de las elecciones, y el rendimiento del S&P 500 durante esos años. A primera vista, se observa que hubo un total de 31 elecciones, de las cuales 16 fueron ganadas por el partido Republicano y 15 por el Demócrata. Esto nos permite destacar varios puntos importantes respecto al impacto de los resultados electorales en el desempeño del mercado.
Como conclusión, se puede afirmar que los años electorales suelen ser períodos volátiles para el mercado financiero, pero, en general, invertir en acciones americanas tiende a rendir buenos resultados, con una tendencia a que cuando el partido Republicano gana, la bolsa experimenta un incremento mayor. Hasta la fecha, el S&P 500 ha alcanzado un rendimiento acumulado del 8,55%, lo cual se sitúa cerca del promedio histórico para años electorales, aunque dos puntos por debajo del promedio histórico general.