Noticias locales: el país hoy.
Como viene siendo el común denominador en octubre, el BCRA volvió a vender divisas en el mercado cambiario ante un contexto de menor liquidación del agro debido al adelanto que hicieron el mes pasado en el marco del “dólar soja”. En la jornada de ayer, la oferta del agro superó los USD 100 M y el BCRA vendió USD 60 M, acumulando en lo que va del mes ventas netas por USD 236 M. Con estas operaciones, las reservas internacionales cayeron en USD 22 M y cerraron la jornada con un stock bruto de USD 40.052 M.
Tras seis ruedas consecutivas con ventas netas de divisas, el BCRA arrancó la semana con compras netas de divisas por USD 23 M, por lo que el acumulado del mes marca un resultado negativo de USD 278 M. La mejora marginal en el saldo de operaciones estaría explicada por la menor demanda de divisas generada por las nuevas restricciones a las importaciones. A su vez, la oferta del agro continuó baja, con liquidaciones por debajo de los USD 50 M (desde que finalizó el “dólar soja” el ritmo de liquidaciones promedió USD 60 M diarios).
El dólar oficial subió 6,2% m/m, promediando un alza de 6,4% en lo que va del mes. Los dólares MEP y CCL marcaron bajas del 0,9% y 0,4% respectivamente. Así, la brecha entre el MEP y el oficial bajó al 94,2%, mientras que la del CCL cedió hasta 102,6%.
Tras una muy mala semana, los bonos soberanos en moneda extranjera se recuperaron y marcaron subas promedio de 0,7%, principalmente en la legislación local (+1,1%). Los mayores aumentos vinieron de la mano del AL41 (3,3%) y de los GD29 y GD30 (1,4% ambos). Pese a esta performance, el riesgo país subió 0,5% y cerró la jornada en 2.840 pb.
Con alzas generalizadas, los bonos en moneda local tuvieron una buena jornada. Las letras a descuento subieron 0,3%, las lecer lo hicieron 0,4% y los bonos a tasa fija 0,9% (TO23) y 1,5% (TO26). Los bonos ajustables por Cer marcaron un alza promedio de 0,4% -sin considerar al PARP que cayó un 2,6%-. La curva Dóllar Linked varió un 0,2% mientras que los duales recuperaron parte de la pérdida de la semana pasada al registrar un alza promedio de 0,9%, impulsados por los más cortos que subieron 1,4%.
El índice Merval tuvo un recupero del 1,2% medido en moneda local y del 1,6% en CCL (GGAL). En el panel líder se vieron las mayores caídas por parte de LOMA (1,8%) y CVH (1,4%), mientras que la jornada se la llevó YPF con un 3,6% de alza seguida por Telecom (3,1%) y Cresud (2,8%). Los CEDEARS argentinos tuvieron una gran jornada y ninguno empeoró su precio con respecto a la jornada del viernes, subiendo un 4,8% promedio. Las mayores alzas estuvieron de la mano de MELI (12,4%), Despegar (7,4%) y Tenaris (5,4%).
Noticias globales: el mundo hoy.
Luego de finalizar su cuarta semana consecutiva a la baja, los mercados cerraron una sólida jornada favorecidos tanto por el cambio de rumbo que marcó el Banco de Inglaterra como por los robustos resultados empresariales presentados.
A primera hora del día, se publicó el balance del Bank of America (BAC) que resultó por encima de las expectativas, tanto en ganancias por acción como en ingresos –5,2% y 4,6% respectivamente por encima del pronóstico-. La principal razón fue el contexto de suba de tasas, lo que mejoró fuertemente los márgenes de ganancias de la entidad al generar un mayor spread entre tasas pasivas y tasas activas. Esto impulsó los beneficios de la entidad a pesar de haber anunciado un aumento en su reserva de créditos por incobrabilidad a USD 898 M, es decir, que agregó USD 378 M para respaldar posibles pérdidas. Además, de la mano del consumo, presentó un aumento del 12% i.a. de créditos otorgados, al mismo tiempo que se vio beneficiado por las comisiones obtenidas ante una mayor operatoria de activos de renta fija (27% i.a.).
Otro de los factores que terminó impulsado al alza a los mercados fue el cambio de rumbo que estableció el Banco Central de Inglaterra (BoE). La entidad dio marcha atrás con el anuncio de una reducción de impuestos y otras medidas fiscales expansivas luego de que se presentara un nuevo ministro de Finanzas. Esto mostró una mayor unificación entre el BoE y el gobierno inglés, lo que llevó calma a los mercados y terminó por dar un empuje a los principales índices europeos.
Ante este escenario, los mercados internacionales se inundaron de optimismo, lo que llevó al Nasdaq a marcar un avance de 3,3%. Lo siguieron el S&P y el Dow Jones con 2,6% y 1,8% respectivamente. Los 11 sectores que componen al S&P 500 terminaron al alza, con el consumo discrecional (4,1%), el real estate (3,7%) y el tecnológico (3%) marcando los mayores avances del día. La razón fue el optimismo generado por los resultados empresariales, lo que llevó a considerar que el mercado podría haber alcanzado un piso luego de rebotar al alcanzar su media de 200 días. Esto impulsó principalmente a los sectores cíclicos, quienes marcaron los mayores avances de la jornada.
La temporada de balances continúa hoy con la publicación de importantes empresas entre las que se destacan Procter & Gamble, Nestlé y Tesla. El mercado mantiene sólidas expectativas sobre la firma de Elon Musk, lo que hizo que el precio de las acciones despegara 7% el día de ayer, y aún espera ganancias por encima de los pronósticos. ¿La razón? Se cree que la empresa de vehículos eléctricos presentará una importante mejora en la cantidad de ventas -en relación al 2Q22, cuando se vio fuertemente afectada por el confinamiento en China-. Hay confianza en que la empresa sorprenda con sus números y supere al consenso en los datos publicados a lo largo del día de hoy.
Respecto a la renta fija, los bonos del tesoro marcaron movimientos más moderados, con el tramo corto retrocediendo levemente (el tramo largo se mantuvo sin variaciones). Esto demuestra que, a pesar de que hayan mejorado las proyecciones para la temporada de balances, la incertidumbre se mantiene. De esta manera, la USD2YR cerró el día en 4,45% mientras que la USD10YR lo hizo en 4,01%, reduciendo así el spread entre ambas en comparación a la semana previa, cuando alcanzó los 60pb.
El volumen operado en los contratos de dólar futuro prácticamente no tuvo variación...
Durante la última semana, el volumen operado en los contratos de dólar futuro prácticamente no tuvo variación con respecto a la semana anterior. El mayor volumen de operaciones fue el viernes 14 con 672.500 contratos operados, mientras que los días anteriores marcaron un promedio de 426.200 contratos diarios. El interés abierto varió positivamente en 3,76% y se ubicó en 3,96 millones.
La curva de precios operó a la baja en el tramo hasta marzo, teniendo el contrato a noviembre la mayor caída por -0,87%, mientras que el tramo restante ponderó un alza semanal del 0,75% con el contrato a agosto de 2023 aumentando un 1,16%. El último contrato ofrecido, con vencimiento a septiembre de 2023, cotiza a $322,55.
En base a las tasas mensuales implícitas de devaluación, la de octubre es de 9,29% y 9,63% para este cuarto trimestre. A partir del 2023, la devaluación implícita mensual baja al 5,70% promedio.
Con estos movimientos, las tasas nominales mostraron aumentos en torno al 1,15% en el rango de abril a agosto, quedando entre 122,7% y 118%, mientras que el rango de octubre hasta marzo queda entre 78,7% y 122,7%, con un gran ajuste de expectativas del -11,54% en el contrato de este mes y un -3,23% en el del mes siguiente.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local e internacional.
Nuevamente la volatilidad fue la principal protagonista de la semana. Los principales índices de bonos y acciones volvieron a operar a la baja. La inflación no dio señales de moderación y pone presión sobre la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) quienes se muestran proclives a seguir endureciendo la política monetaria. Esto llevó a un aumento de las expectativas de subas de tasas para su reunión de noviembre.
La persistente inflación, suba de tasas de interés y riesgos geopolíticos fueron los principales argumentos del FMI para estimar una caída en el crecimiento global para 2023. La buena noticia la aportaron los sectores que se vieron beneficiados por los sólidos resultados empresariales publicados. Además de continuar con la temporada de balances, la mira de la semana estará puesta en las nuevas declaraciones de los miembros de la FED así como también en el adelanto del PBI del 3Q 22 de China.
Aceleró la inflación. El IPC de USA de septiembre volvió a superar las expectativas al resultar en 0,4% m/m -vs. 0,2% m/m- y 0,1% m/m en agosto-. Con este resultado, en los últimos doce meses el IPC acumuló un alza de 8.2%. Peor resultó el IPC Core, que igualó al dato de agosto en 0,6% m/m y superó así al pronóstico de 0,5% m/m. De esta manera, el índice acumula en el último año un alza de 6,6% i.a., el mayor registro desde el año 1982. Cabe destacar que los servicios fueron los principales impulsores del índice general al avanzar un 0,7% m/m, acelerando así respecto a los dos meses previos, y marcando un 7,4% i.a., el mayor valor de los últimos 40 años. El peso de los salarios continúa haciendo presión, y hace más difícil que el índice marque una fuerte contracción en los meses siguientes. La presión de precios también se reflejó en la inflación mayorista: el índice de precios al productor (IPP) superó las estimaciones al resultar en un 0,4% m/m -vs. expectativas de 0,2%m/m- y una contracción de 0,2% m/m en agosto-, acumulando en el último año un alza de 8,5% i.a. Este contexto presiona aún más a la FED, que a pesar de haber realizado cinco alzas de tasas en lo que va del año no logra que los precios muestren señales de desaceleración.
Postura firme. En las minutas de la FED de la última reunión de septiembre, los miembros confirmaron que las tasas se mantendrán altas hasta no ver una caída sostenida de la inflación. Esto desestima la posibilidad de que la Reserva Federal haga retroceder las tasas en el corto plazo ya que serán necesarios varios datos consecutivos de inflación a la baja para establecer un cambio de rumbo en su política monetaria. Cabe destacar que la entidad viene marcando esta postura agresiva en las últimas reuniones, lo que nos lleva a pronosticar -con casi un 100% de probabilidades- un alza de 75pb en su reunión de noviembre. Con el dato de inflación conocido el jueves, se daría la sexta suba consecutiva de sus tasas, que se ubicarían en 3,75% -4%, dejando poco margen para realizar una nueva suba y no superar el pronóstico de 4,4% estimado para fines del 2022 por la entidad.
Ventas estancadas. Las ventas minoristas se mantuvieron sin variaciones respecto al mes previo, ubicándose así por debajo de las estimaciones de 0,2% m/m y del 0,4% m/m publicado en agosto. Esto demuestra que la inflación está impactando en la demanda de los consumidores, lo que deriva a un mayor consumo de servicios y golpea negativamente en los bienes. Esto concluyó en un resultado interanual de 8,4%, el menor valor de los últimos cuatro meses. Por su parte, -excluida la gasolina y los automóviles- el dato resultó en un 0,3% m/m también por debajo del dato anterior de 0,6% m/m.
Mejora la confianza, pero suben las expectativas de inflación. El índice preliminar de octubre de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan marcó una mejora de 59,8 puntos vs. 59 esperados -y 58,6 el mes previo- gracias al repunte en las condiciones presentes que compensaron el deterioro en las expectativas futuras. Sin embargo, la mala noticia la aportó el alza de las expectativas de inflación, que quebró la tendencia a la baja que venía marcando: la de 12 meses subió de 4,7% a 5,1% mientras que la de 5 años pasó de 2,7% a 2,9%, registrando así los mayores valores de los últimos cuatro meses.
Arrancó la temporada de balances. Con el 7% de los resultados presentados, el S&P registra actualmente una tasa de ganancias esperada de 3,6% i.a. para el 3Q22, mientras que la tasa de ingresos se ubica en 10,1% i.a., ambas por encima de las estimaciones de la semana previa. Sin embargo, estos datos solo se ubican en -3,1% y 6,5% si no se toma en cuenta al sector energético. Entre las empresas que publicaron sus balances se destacó PepsiCo (5,6%), la cual superó las expectativas y mejoró sus estimaciones para el último trimestre del año a pesar de verse afectada negativamente por la suba del dólar. Por su lado también se dieron a conocer los datos de varias de las principales empresas financieras: JP Morgan (5,4%), Wells Fargo (4,3%) y Citigroup (2,5%). A pesar de recortar sus proyecciones futuras, las tres firmas sorprendieron al presentar tanto ganancias como ventas por encima de los pronósticos.
Cayeron los commodities. El crudo cerró la semana a la baja (-7,6%) -cercano a los USD 85- afectado por la desaceleración de la economía global que impacta negativamente en la demanda del mismo. A los datos de Estados Unidos, se sumó una mayor preocupación respecto a nuevos cierres en China con el objetivo de controlar la ola de COVID-19. Esto hace retroceder al crudo a pesar del recorte de producción que anunció la OPEP+ en su última reunión. Por su parte, el gran ganador de la semana fue el aluminio, que avanzó un 1,8% luego de que se diera a conocer que Estados Unidos podría prohibir la importación proveniente de Rusia, quien exporta un 6% de la producción mundial del metal.
Malas perspectivas para 2023. Las estimaciones del FMI mantuvieron las proyecciones de crecimiento global para el 2022 en 3,2% mientras que recortaron el crecimiento en 0,2% para el 2023 hasta 2,7%. La persistente inflación, mayores precios de la energía, suba de tasas de interés y el riesgo geopolítico serán los factores de riesgo más importantes para la economía que viene. Los principales impulsores serían los mercados emergentes, que este año crecerían 3,7% i.a. –sin cambios respecto a la estimación anterior-. A su vez, repetirían esta performance el año que viene dado que China aceleraría su crecimiento a 4,4% i.a. -desde 3,2% en 2022- y compensaría así la desaceleración del resto, especialmente de Latam quien moderaría su expansión a 1,7% i.a. –vs 3,5% en 2022-. La mayor corrección en las estimaciones la tuvieron las economías desarrolladas, para las cuales se espera una expansión del PBI de 2,4% i.a. para 2022 y de 1,1% para 2023. –vs 2,5% y 1,4% respectivamente que se estimaba en julio pasado-. La inflación continuará siendo una de las mayores preocupaciones a nivel global: tras el 9,1% que marcaría la inflación global este año, en 2023 bajaría a 5,1% i.a., pero se mantendrá aún muy por encima a los niveles previos a la pandemia. La inflación en economías emergentes pasaría de 10,6% i.a. a 6,4%, y la de las economías desarrolladas de 7,0% a 3,2%.
Mercado de bonos en rojo. El resultado del IPC por encima de lo esperado llevó a aumentar las expectativas de suba de tasas, lo que terminó impactando negativamente en los bonos del Tesoro. De esta manera, toda la curva de rendimientos cerró al alza con el tramo corto marcando la principal suba. Concretamente, la USD2YR avanzó 19 pb hasta 4,5% mientras que la USD10YR lo hizo en 11pb hasta 3,02%, ampliando así la reversión de la curva. Este escenario sólo favoreció a los bonos indexados por inflación (TIPS) -que avanzaron un 0,2%- mientras que los emergentes (-1,8%), los de alto rendimiento (-0,8%) y mayor calidad (-2%) sufrieron caídas en su demanda.
Acciones con resultados dispares. El escenario internacional golpeó nuevamente a los principales índices, con el S&P y el Nasdaq retrocediendo 1,4% y 3,1% respectivamente. Sin embargo, el Dow Jones logró diferenciarse y avanzar un 1,3% favorecido por resultados empresariales que hicieron avanzar a los sectores defensivos. Concretamente, los sectores de consumo no cíclico (1,5%), de salud (1%) y el financiero (0,3%) fueron los únicos ganadores de la semana. Entre los restantes, el de consumo discrecional (-3,8%) y el tecnológico (-3,3%) fueron los principales detractores.
Emergentes golpeados. Las elecciones de Brasil continúan generando volatilidad en el mercado, el cual cerró un 5,7% a la baja a pesar de presentar un nuevo IPC mensual negativo (-0,3%). A esto se le sumó la caída de 5,5% que marcó el mercado de Chile, lo que llevó a que el índice de LATAM retroceda un 4,5%. La región se vio fuertemente afectada por mayores expectativas de desaceleración global que se sumaron a una débil proyección de crecimiento para el 2023 por parte del FMI. Por su parte, China se desplomó un 7,3% luego de darse a conocer el menor dato de superávit comercial de los últimos tres meses, muy por debajo de las estimaciones del mercado. Con los mercados emergentes cayendo un 4% y Europa un 0,6%, el mundo cerró una nueva semana en negativo al retroceder un 1,8%.
La demora en el ajuste de tarifas le dio cierto “respiro” a la inflación, que en septiembre fue menor a la esperada. Esto permitió cierta convergencia durante ese mes entre inflación, tipo de cambio y tasas de interés. Mientras tanto, la falta de oferta presiona sobre el mercado cambiario y el BCRA vuelve a vender divisas y amplía las restricciones a la demanda con un nuevo esquema de importaciones y un nuevo tipo de cambio “turista”. En este contexto, las letras fueron los únicos activos que tuvieron una semana positiva. Los bonos ajustables volvieron a operar a la baja, especialmente los duales, al igual que el Merval y los bonos soberanos en moneda extranjera, que no escaparon a la tendencia global. Para esta semana las miradas estarán puestas en la publicación de los datos fiscales de septiembre y en la evolución de las ventas de divisas del BCRA.
Inflación menor a la esperada. La inflación de septiembre marcó un alza de 6,2% m/m acumulando un incremento de 66% en lo que va del año y de 83% en los últimos doce meses (acelerando desde el 78.5% de agosto). El dato del mes estuvo por debajo de nuestras expectativas y de las del mercado -6,5% y 6,9% respectivamente-, lo cual puede explicarse por la postergación de la segmentación tarifaria (la cual afecta a regulados) y por la estabilidad que mostró el mercado cambiario en el último mes. Con esta performance, durante el 3Q 22 el IPC Nacional marcó un promedio de 6.9% mensual, el peor desde el 1Q 91. El alza de septiembre estuvo determinada por los precios regulados, que subieron a un ritmo récord de 11,7% m/m -122% i.a.- en tanto que los precios estacionales subieron 4,5% m/m -62,4% i.a.- impulsados por el alza de precios del transporte y de los combustibles. La mejor noticia en el margen la aportó el IPC core que moderó la suba (5,5% m/m -82% i.a.-) En cuanto a Alimentos y Bebidas, se dio un 6,7% (86,6% i.a.), desacelerando respecto a agosto (7,1%). De cara a octubre, estimamos un alza entre 6,0% y 6,5% que dependerá del ajuste de las tarifas que fue postergado en septiembre.
El BCRA vende divisas. Ya sin el shock de oferta del agro por el dólar soja, el faltante se hace sentir y el BCRA vende cada vez más divisas. Concretamente, en la última semana la oferta de divisas del agro fue de apenas USD 287 M (USD 72 M por día vs USD 89 por día de la semana anterior) mientras que la demanda de divisas marcó un leve repunte. De esta manera, el BCRA vendió USD 253 M, lo que acumula ventas netas por USD 299 M en lo que va de octubre. Pese a estas operaciones, las reservas internacionales sumaron USD 2.711 M gracias al ingreso de USD 3.860 M del FMI que compensaron el resto de los pagos a organismos internacionales y la devaluación del Yuan. Así, el stock bruto de reservas internacionales cerró la semana en USD 39.258 M, mientras que las netas quedaron en USD 5.500 M.
Dólar turista y más. En este marco de faltante de divisas y frente a una demanda que no cede, el gobierno dio otro paso en el control de cambios. Al nuevo esquema de importaciones –el TRAZ- la AFIP anunció más recargos para el turismo (“dólar Qatar”), consumos en el exterior, algunos bienes suntuarios y recitales que requieren pagos en moneda extranjera (“dólar Coldplay”). Las medidas oficiales no afectarán los consumos mensuales con tarjeta de crédito en el exterior de hasta USD 300 mensuales, el pago de aplicaciones o de servicios de streaming (como Spotify o Netflix, entre otras) ni al llamado “dólar ahorro”. El esquema implica ampliar la base imponible y –en el caso del turismo y consumos en tarjetas de crédito- agregar más impuestos al dólar oficial (35% de impuesto País, 40% de adelanto de ganancias y ahora un 25% de adelanto de bienes personales) lo que eleva el tipo de cambio implícito para estas operaciones a $315.
Mantiene el ritmo de devaluación. El tipo de cambio oficial promedió un alza de 6,3% m/m (6,5% en lo que va de octubre). En este contexto, si bien las nuevas restricciones cambiarias y la apreciación del dólar a nivel global ponen más presión sobre los dólares paralelos, estos terminaron la semana con un alza modesta: el MEP subió 2,0% hasta $299 y el CCL lo hizo 1,0% hasta $310, lo que da como resultado una brecha con el tipo de cambio oficial de 100% y 108% respectivamente.
El riesgo país siguió subiendo. Acompañando el escenario negativo global, los bonos soberanos en moneda extranjera tuvieron una mala semana al anotar una caída promedio del 2,6%, donde se destacó la baja de 3,8% en los de legislación local y de 1,6% para los de ley extranjera, rescatando la única suba de 1,7% para el GD41. En los últimos 30 días, los bonos soberanos cayeron 16%. En este contexto, el riesgo país avanza un 2,1% en la semana -21% en los últimos 30 días- y alcanza los 2827 bps, uno de los niveles más altos del año.
Mejor las Letras. La curva de pesos tuvo un comportamiento heterogéneo con una buena performance de las letras, mientras que los bonos continuaron en baja. Las Ledes aumentaron un 1,5% promedio semanal y las Lecer lo hicieron un 0,6%. Los bonos ajustables por Cer tuvieron una pérdida del 2,1% -siendo la mayor caída la del TX25 en 8,2%- acumulando en octubre una baja de 2,5%. La curva Dollar Linked acumuló una caída semanal del 0,8% (de 3,7% en lo que va del mes) en tanto que los duales ajustaron 1,8% en la semana (4,5% en el mes). El mayor castigo lo tuvieron los bonos a tasa fija, donde el TO23 cayó un -11,4% semanal y el TO26 un -22,4%.
Acciones sin rumbo. El índice de acciones argentino no logró acumular otra semana al alza y cerró en terreno negativo tanto en moneda local (-5,1%) como medido en dólar CCL (-6,1%). Al escenario internacional se le sumó la incertidumbre del mercado local, lo que terminó por hacer caer a todas las acciones que componen al panel líder. Entre estas, TGN (-10,5%), Telecom Argentina (-8,5%) y Sociedad Comercial del Plata (-7,3%) fueron las principales detractoras. Respecto a las empresas argentinas que cotizan como CEDEARs los resultados fueron similares, con sólo Corporación American Airports (2,7%) cerrando al alza. Las tecnológicas marcaron las principales caídas de la semana: Globant con un -18,5% y MercadoLibre con un -12,3%.
La mira de la semana estará puesta en el dato del PBI de China del 3Q22, en la que el consenso espera un alza de 3,5% t/t, recuperando dinamismo tras el 0,4% t/t del 2Q22. A su vez, continuarán las declaraciones de los miembros de la FED y se espera que den indicios de la suba de tasas esperada para la reunión de noviembre. Por su parte, continuará la temporada de balances y el foco estará puesto en empresas del sector financiero (Bank of America, Goldman Sachs y American Express). A su vez, se publicarán los datos de Johnson & Johnson, Tesla y Netflix, con este último en la mira dado el desplome que sufrió el precio de su acción en las últimas dos temporadas de balances.
Además de la evolución de las operaciones del BCRA en el mercado cambiario y el impacto que puedan tener las nuevas restricciones sobre la demanda de divisas, las miradas de la semana estarán puestas sobre importantes indicadores económicos correspondientes a septiembre. Lo más importante será la publicación del resultado fiscal de dicho mes, en el que se espera un buen resultado de la mano de mayores ingresos por retenciones, aunque será importante observar el análisis de la evolución del gasto. También se destaca la publicación del saldo comercial de bienes, en el que además del impacto del dólar soja debe tenerse en la mira la evolución de las importaciones.
Análisis de instrumentos de renta fija y variable.
A continuación podrás descargar el informe semanal del mercado local, en el que analizamos los distintos instrumentos de renta fija con posibles escenarios de sensibilidad. Además, mostramos los índices de mercados accionarios locales e internacionales, y finalmente el mercado de renta variable local.
Descargar informe al 14/10/2022
La temporada de balances del tercer trimestre del año comenzó la última semana en un contexto adverso dominado por conflictos geopolíticos latentes, la inflación que no muestra indicios de desaceleración y una política contractiva de la mayor parte de los bancos centrales para controlar la suba de precios. Como consecuencia de este escenario, además, los retornos de los bonos del tesoro norteamericano alcanzaron los valores más altos de los últimos 15 años, lo que genera una mayor competencia sobre el mercado de renta variable a nivel global. La clave radicará en la forma en que las compañías proyectarán su crecimiento futuro.
En lo que va del año, el S&P 500 viene marcando un retroceso del 25% y el Nasdaq, del 34%. Esta performance es comparable con las últimas cuatro recesiones, cuando el mercado no sólo registró fuertes caídas sino que presentó débiles resultados de balances en línea con el enfriamiento que marcaba la economía norteamericana. Si a esto le sumamos el escenario inflacionario actual, que registra un 8,2% i.a., se torna muy difícil para las compañías marcar ganancias en términos reales positivos.
Por otro lado, los mayores costos laborales y el endurecimiento de la moneda norteamericana golpearon los márgenes de ganancia de la mayor parte de las empresas para el 3Q22, dado que ambos factores perjudican a las firmas que se encuentran expuestas a mercados internacionales –más del 40% de las que componen al S&P reciben ingresos a nivel global–. Cabe destacar que el índice DXY (que compara al dólar vs. la canasta de monedas de los países más desarrollados) avanza un 18,1% en lo que va del año. Ante este contexto, al finalizar el 2Q22, 65 de las 500 firmas presentaron recortes en ganancias por acción esperadas para el tercer trimestre.
Tercer trimestre: ¿qué esperar?
Las estimaciones en la tasa de ganancias se ubican actualmente en torno al 2,5% i.a. En caso de cumplirse, llevaría al menor valor desde el 3Q20 (-5,7% i.a.), ubicándose tanto por debajo del promedio de los últimos 5 años (14,5%) como también de los últimos 10 años (8,8%). El 30 de junio este dato se ubicaba en 9,5% i.a., mientras que al día de hoy se espera que 8 de los 11 sectores presenten resultados por debajo de este valor. Esta es la mayor corrección respecto al trimestre previo desde el 2Q20, cuando los efectos de la pandemia golpearon fuertemente a los mercados.
La desaceleración en las ganancias respecto al 30 de junio se explica no solo por la caída en la actividad sino también por el encarecimiento en los costos que se dio a lo largo del año. Y tengamos en cuenta que a la suba en los costos de los commodities se sumaron los inconvenientes en las cadenas de suministros, producto de los conflictos geopolíticos y los confinamientos en China. A pesar de que la distribución de suministros se muestra cada vez más regularizada, la caída global que viene marcando el consumo impacta directamente en la tasa de ganancias de las compañías.
Nuevamente se espera que el sector energético sea el principal motor de la tasa de ganancias del S&P 500 en el trimestre al marcar un alza de 118% i.a. Si bien, dada la caída del 25% en el precio del petróleo, las empresas del sector marcan una notable moderación en el ritmo de crecimiento respecto a los dos trimestres previos –en los que subieron al 280% i.a.–, los buenos resultados alcanzados el año pasado y este les permiten seguir siendo atractivas pese a la moderación natural que vayan presentando sus ganancias.
Excluyendo el sector energético, las ganancias de los dos primeros trimestres marcaron una caída del 2% i.a.. Si en el 3Q22 vuelven a caer 2% i.a., se demostrará la heterogeneidad de resultados que continúa marcando el índice, ya que mientras se espera que el sector industrial proyecte una tasa de ganancias en torno al 26,3% i.a., sectores como el de comunicaciones o el financiero volverían a presentar pérdidas este trimestre de 16% i.a. y 9.2% i.a. respectivamente. Particularmente al sector financiero lo afectó la desaceleración de la actividad que disminuye las ganancias al mismo tiempo que aumenta las pérdidas por incobrabilidad. Por su parte, el sector de comunicaciones viene fuertemente golpeado por la inflación que encarece los costos al mismo tiempo que registra una caída en sus valuaciones producto de la suba de tasas de interés. Al considerarse un sector con alto ratio de deuda, esta suba de tasas dificulta la renovación del endeudamiento lo que golpea fuertemente a sus tasas de ganancias.
Recomendaciones de inversión
Ante el contexto actual a nivel global se espera que la temporada de balances continúe marcando una fuerte volatilidad sobre los mercados. A su vez, no se espera una fuerte reversión de la tendencia bajista que vienen marcando los balances que componen al S&P en los últimos trimestres.
Sin embargo, cabe destacar que el índice S&P 500 marca una tasa esperada de P/E futura de 15,8% por debajo de su promedio de 17,1% de los últimos 10 años. Esto lo vuelve más atractivo para ingresar a sectores que han quedado rezagados como el tecnológico, que retrocede un 33% en lo que va del 2022. Cabe destacar que este se mantiene atractivo para perfiles más agresivos y que busquen operar a un mayor plazo. Dentro de las firmas recomendamos posicionarse en empresas que muestren un alto poder de mercado y una gran capitalización para no verse tan afectadas por el contexto inflacionario. A su vez, destacamos firmas que presenten altos ratios de rendimiento sobre equity, al mismo tiempo que no registren un sobreendeudamiento. Entre estas se destacan Apple, Microsoft o Globant, que pueden adquirirse como CEDEARs en el mercado local.
Para aquellos inversores que busquen evitar las fuertes fluctuaciones que pueda generar la temporada de balances, recomendamos posicionarse en nuestra Cartera D – Dividendos – que registra no sólo una menor volatilidad sino también una mayor tasa de dividendos que el S&P 500. La misma presenta una importante heterogeneidad sobre sus activos y registra un avance de 2,5% en lo que va del año, volviéndola así una interesante alternativa en un contexto recesivo global.
Noticias locales: el país hoy.
Como viene siendo el común denominador en octubre, el BCRA volvió a vender divisas en el mercado cambiario ante un contexto de menor liquidación del agro debido al adelanto que hicieron el mes pasado en el marco del “dólar soja”. En la jornada de ayer, la oferta del agro superó los USD 100 M y el BCRA vendió USD 60 M, acumulando en lo que va del mes ventas netas por USD 236 M. Con estas operaciones, las reservas internacionales cayeron en USD 22 M y cerraron la jornada con un stock bruto de USD 40.052 M.
El dólar oficial volvió a moderar el ritmo de devaluación al marcar un alza de 6,1% m/m, promediando un alza de 6,5% en lo que va del mes. Mientras tanto, las nuevas restricciones en el mercado cambiario oficial comienzan a presionar a los dólares financieros: el MEP subió 2,2% y similar comportamiento presentó el CCL por lo que la brecha cambiaria vuelve a acercarse al 100% y al 110% respectivamente.
La curva de los bonos soberanos argentinos en moneda extranjera tuvo una jornada estable, con los de ley local subiendo 0,1% mientras que los de legislación extranjera cayeron 0,1%. El GD29 (+1,7%) y del AL41 (+1%) fueron los de mejor performance con subas de 1,7% y 1% respectivamente, mientras que el GD41 bajó 2,2%. El riesgo país cedió 1% y cerró la jornada en 2.665 pb.
Tras varias jornadas a la baja, la curva de pesos tuvo una jornada positiva. Las ledes subieron en promedio un 3,3% mientras que las letras ajustables por CER lo hicieron en 0,3%. Los ajustables por tipo de cambio, frenaron la caída que venían marcando en las últimas jornadas y tuvieron cierto respiro: los DLK aumentaron un 0,08% y los duales un 0,3%. La excepción fue por los bonos ajustables por Cer que cayeron 0,6% en promedio, impulsados por la baja del TX25 y el TX26 que bajaron 2,9% y 1,5% respectivamente.
El índice Merval subió un 3,2% medido en moneda local y un 1,2% en CCL (GGAL). El panel líder varió casi por completo positivamente, a excepción de VALO (-0,2%). Las mejores performance fueron Pampa (5,2%), Transener (5,1%) e YPD (6,9%).
Los CEDEARS argentinos presentaron subas generalizadas y marcaron ganancias promedio de 3,2%. Se destacaron también Vista (5,2%) y Transener (6,9%) aunque también Despegar (5,3%). La única detractora fue Bioceres con un leve -0,2%.
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Ayer se dio a conocer el dato de inflación de septiembre que en un primer momento encendió las alarmas al resultar en 0,4% m/m, superando tanto al dato previo de 0,1% m/m como a las expectativas de 0,2% m/m. Con este resultado, en los últimos doce meses el IPC acumuló un alza de 8,2%. Peor fue el resultado del IPC Core, que igualó el resultado de agosto en 0,6% m/m, superando el pronóstico de 0,5% m/m y acumulando en el último año un alza de 6,6% i.a., el mayor registro desde 1982.
Pese al mal dato, que seguramente presione a la FED con más ajuste de tasas, los mercados cerraron una sólida jornada al acumular importantes ganancias: Dow Jones (2,8%), S&P (2,5%) y Nasdaq (2,3%). Todos los sectores que componen al S&P cerraron con resultados positivos a pesar de haber iniciado la jornada a la baja. Dentro de estos, el sector financiero y el energético marcaron las mayores alzas del día (4,1%), este último favorecido por la suba de 1,9% que registró el petróleo ante la publicación de menores inventarios de petróleo a los esperados en EE.UU. El rebote que marcó el mercado se debe a factores técnicos dado el fuerte registro de venta que marcaba el mercado norteamericano. A esto se le suma que la fuerte suba llevó a considerar que el IPC finalmente había alcanzado un techo, lo que fue tomado como una señal optimista por el mercado. Cabe destacar que durante la última publicación del IPC los mercados registraron una fuerte suba a pesar del dato negativo. Aunque a la jornada siguiente terminaron desplomándose, perdiendo la totalidad de las ganancias acumuladas. Por esta razón, recomendamos ser cautos a la volatilidad que pueda darse a lo largo de la jornada de hoy.
Dentro de los ítems que componen al índice, energía marcó el mayor retroceso mensual (-2,1% m/m) aunque moderando su caída respecto a la contracción que registró en agosto (-5% m/m). Esto se debió principalmente a que el precio del crudo marcó una menor contracción, registrando una baja de 4,9% m/m vs. -10,7 m/m en agosto. Por su parte, el sector vivienda, el cual registra una mayor ponderación dentro del índice (42%), igualó el dato de agosto en 0,7% m/m. A pesar de que las tasas de hipotecas se ubican en torno al 7%, máximo de los últimos 20 años, no se espera que el sector viviendas marque una fuerte desaceleración en el corto plazo. Esto se debe al rezago de ajuste de precios del sector, lo que genera mayor incertidumbre respecto a la dificultad de hacer retroceder al IPC Core.
Respecto a los rendimientos de bonos del tesoro, se registró un alza para todos los tramos de la curva, especialmente en la parte corta de la misma. A pesar de los sólidos resultados en el mercado de renta variable, aumentaron las proyecciones de suba de tasas para las próximas reuniones de la FED, lo que terminó impactando negativamente en los bonos norteamericanos. De esta manera, la USD 10 YR volvió a acercarse al 4% (3,95%) mientras que la USD 2 YR marcó un fuerte avance de 18pb hasta 4,47%, llevando al spread entre ambos a 53pb. Esto se dio porque el resultado del IPC aumentó las expectativas de inflación en el corto plazo, impactando fuertemente en los rendimientos a dicho plazo.
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A la espera del dato oficial del INDEC que se dará a conocer mañana, ayer se publicó el IPC de la Ciudad de Buenos Aires (IPC-CABA) el que marcó un alza de 5,6% m/m - 79,5% i.a. -, moderando su dinamismo desde el 7,7% de julio y 6,2% de agosto. Si bien suele haber diferencias entre el IPC de CABA y el IPC Nacional (en los primeros 8 meses de este año el IPC CABA subió a un ritmo de 5,5% mensual mientras que el IPC nacional lo hizo al 5,7%), la desaceleración que mostró el primero en el último mes es mayor a la esperada, por lo que mantenemos nuestra estimación del 6,5% de inflación mensual nacional, levemente por debajo del 6,8% que estima el REM y el consenso de analistas.
En la jornada de ayer el BCRA vendió USD 85 M - el peor resultado desde el 5 de agosto - acumulando en lo que va del mes compras netas por USD 169 M. La oferta del agro fue de apenas USD 60 M, mientras que la demanda no da señales de moderación pese a las mayores restricciones que viene realizando el gobierno. Con estas operaciones, las reservas internacionales cayeron en USD 40 M y cerraron la jornada con un stock bruto de USD 40.074 M, mientras que las netas quedaron en USD 5.600 M. Lo positivo del día fue que el BID aprobó el crédito por USD 700 M que ingresará en los próximos días y servirá para contener la caída de las reservas en un contexto en el que el BCRA padecerá la sequía del mercado cambiario.
En cuanto a la política cambiaria, no hubo cambios sobre el comportamiento que viene mostrando. Concretamente, el dólar oficial se movió al 6,2% m/m, promediando un alza del 6,6% en lo que va del mes. Mientras se espera la oficialización de los cambios en el dólar para turismo en el exterior y para gastos con tarjeta de crédito de más de USD 300 al mes, los dólares MEP y CCL marcaron subas de 0,9% y 0,5% respectivamente. La brecha entre el MEP y el oficial se ubica en 92,6%% mientras que la del CCL en 102,2%.
Los soberanos tuvieron una jornada heterogénea, principalmente por el lado de la ley extranjera, donde el bono a 2038 cayó un 6,1% pero el que le sigue (GD41) aumentó un 6,7% su valor. En promedio, los de legislación local cayeron un 0,7%, mientras que los de ley NY lo hicieron en 1,2%. El riesgo país cerró en 2821 bps, levemente por debajo de la jornada anterior.
La curva de pesos volvió a tener una jornada negativa, rescatando el desempeño de la letra a descuento de febrero que subió un 0,7%. Las letras ajustables por CER cedieron un 0,2%, los Boncer perdieron 1,3% (principalmente por la caída de 3,1% del T2X4), los bonos dollar linked retrocedieron 0,66% y los duales cedieron otro 1%, siendo el de vencimiento en septiembre de 2023 el único estable.
Finalmente, el índice Merval marcó un retroceso del 0,4% medido en moneda local y del 1,6% en CCL (GGAL). Las mejores performance fueron de Cablevisión (1,9%), Cresud (1,9%) y Loma Negra (1,5%), mientras que las peores fueron las de TGN (-2,2%), Galicia (-2,6%) y Telecom (-2,1%).
Respecto a las empresas que cotizan como CEDEARs, Vista Oil & Gas (0,6%) tuvo la mayor suba del día mientras que por el contrario se ubicó Tenaris (-3,1%). Sin embargo, cabe destacar que en la última semana las firmas tecnológicas Globant y MercadoLibre continúan marcando las mayores pérdidas al retroceder 14% y 12,1% respectivamente.
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Ayer se dieron a conocer las minutas de la última reunión de la FED, donde los miembros confirmaron que las tasas se mantendrán altas hasta no ver un retroceso en la inflación. Esto desestima la posibilidad de que la Reserva Federal haga retroceder las tasas en el corto plazo ya que serán necesarios varios datos consecutivos de inflación a la baja para establecer un cambio de rumbo en su política monetaria. Cabe destacar que la entidad viene marcando esta postura agresiva en las últimas reuniones, llevando a pronosticar con casi un 90% de probabilidades un alza de 75pb para la reunión de noviembre.
Por su parte, se conoció el dato del Índice de precios al productor (IPP) que defraudó al resultar en un 0,4% m/m - vs. expectativas de 0,2%m/m y una contracción de 0,2% m/m en agosto -. A pesar de esto, el dato interanual resultó en un 8,5%, marcando así su tercer resultado consecutivo a la baja. El IPP Core logró mantenerse en 0,3% m/m, igualando tanto a las expectativas como al último dato y concluyendo en un 7,2% i.a.
Este escenario llevó a que los índices norteamericanos cierren la jornada con resultados dispares con el S&P retrocediendo un 0,3% mientras que, tanto el Dow Jones como el Nasdaq se mantuvieron sin variaciones. Dentro de los sectores, el energético (0,8%), el de consumo discrecional (0,3%) y el de consumo defensivo (0,5%) fueron los únicos ganadores de la jornada. Por el contrario, entre los restantes, el sector de utilidades marcó el mayor retroceso (-3,3%) seguido por el real estate (-1,3%).
Por otro lado, a pesar de los anuncios de la FED, los rendimientos de los bonos del tesoro marcaron un leve retroceso, aunque se mantienen cercanos a los máximos del año. Mientras que la USD 10 YR cerró en 3,9%, la USD 2 YR lo hizo en 4,3% manteniendo el spread entre ambos de 40pb. Los bonos de alto rendimiento (0,2%) volvieron a marcar un mejor retorno que los de mayor calidad (-0,1%), de esta manera ambos acumulan una baja de 2,3% durante la última semana.
Este escenario opacó el inicio de la temporada de resultados, donde PepsiCo (PEP) sorprendió al presentar ganancias por acción – USD 1,97 vs. USD 1,84 – y ventas netas – USD 21,97 MM vs. USD 20,78 MM - por encima de las expectativas. De esta manera, la compañía de consumo defensivo registró una tasa de crecimiento en sus ventas de 8,8% i.a. A esto se le sumó que la empresa de alimentos actualizó al alza sus perspectivas de ingresos para lo que queda del año 2022. Según miembros de la firma, PepsiCo viene logrando sólidos resultados a pesar de verse afectada por el encarecimiento de la moneda norteamericana que golpeó a las ganancias de la compañía. De esta manera la firma cerró un 4,2% al alza luego de darse a conocer la noticia, lo que la lleva a acumular una caída de sólo 2,5% en lo que va del 2022. Esta suba que marcó PepsiCo favoreció al sector llevando al consumo defensivo a ser uno de los mayores ganadores del día.
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El BCRA arrancó la semana con ventas netas por USD 40 M en el mercado cambiario, anotando su tercera jornada consecutiva de saldo negativo en un contexto en el que la oferta del agro promedió USD 60 M por día. Estas operaciones, sumadas a la depreciación del Yuan y caída del precio del oro (recordemos que las reservas internacionales brutas cuentan con 130.000 M de Yuanes y USD3.300 M en oro) compensaron el desembolso de USD 3.800 M del FMI. Así las cosas, las reservas internacionales brutas subieron USD 3.569 M y cerraron la jornada en USD 40.114 M.
En cuanto a la política cambiaria, en la rueda de ayer el tipo de cambio oficial subió al 6,4% mensual mientras que el MEP y el CCL volvieron a operar a la baja al marcar caída de 1,7% y 1,0%, lo que permitió que la brecha cambiaria baje al 91% y 101% respectivamente.
En este marco de venta de divisas, falta de reservas internacionales y con el objetivo de evitar un ajuste cambiario discreto que acelere aún más la inflación, el Gobierno dio otro paso en el control de cambios. Al nuevo esquema de importaciones – el TRAZ - finalmente la AFIP anunció más recargo para el turismo (“dólar Qatar”), consumos en el exterior, algunos bienes suntuarios y recitales que requieren pagos en moneda extranjera (“dólar Coldplay”). Las medidas oficiales, no afectarán los consumos mensuales con tarjeta de crédito en el exterior de hasta USD 300 mensuales, el pago de aplicaciones o de servicios de streaming (como Spotify o Netflix, entre otras) ni al llamado “dólar ahorro”.
Para el consumo con tarjeta de crédito y débito en el exterior hasta USD 300 mensuales, no habrá cambios, por lo que al dólar oficial se le suma el 30% de impuesto PAIS y 45% de percepción a cuenta de Ganancias y Bienes Personales (a la cotización minorista de ayer que cerró en $157, implica un TC de $275). La modificación será para los consumos mayores a los USD 300 mensuales con tarjetas de crédito y débito y para pasajes al exterior y paquetes turísticos en el exterior a los que se les agregará un 25% a cuenta de Bienes Personales, lo que llevará el tipo de cambio a $314. Vale destacar que ese valor no sólo se aplicará sobre el excedente de ese consumo mensual sino sobre el total de lo consumido en moneda extranjera durante ese mes.
Además, el Gobierno encarecerá las compras en el exterior de bienes suntuarios o de lujo (jets privados y pequeños aviones, embarcaciones de uso recreativo, bebidas alcohólicas premium, relojes, piedras preciosas, máquinas tragamonedas y máquinas para minado de criptomonedas) que tendrán el mismo esquema del dólar turista.
La curva de los bonos soberanos tuvo una mala jornada al anotar una caída promedio del 1,3% tanto para los de ley local como los de ley extranjera. Estos últimos estuvieron alivianados por la suba del 3,2% del GD35 y del 1% del GD41, a pesar de las caídas del 3% y del 5,3% por parte de los bonos con vencimiento en 2029 y 2041 respectivamente. El riesgo país por su parte avanza un 1,9% y supera los 2800 bps.
La curva de pesos estuvo estable - aunque en su mayoría fue negativa -, ya que las Ledes variaron un 0,1% y el bono a tasa fija de 2026 cayó un 1%. Las excepciones fueron los bonos Cer de 2025 (-1,7%) y el PARP (-2,1%). La curva de dollar linked retrocedió un 0,82%, destacando la caída del TV24 en 1,27%. Los duales bajaron 1,2%, principalmente los de vencimiento en julio y septiembre que se cayeron un 1,6%
El Merval se vio impactado negativamente tanto por el escenario local como por la caída generalizada a nivel global. De esta manera, el índice de acciones argentino no logró mantener su resultado alcista de la semana previa cerrando la jornada con una caída 5,3% medido en moneda local y un 4,3% medido en el dólar financiero CCL. Cabe destacar que todas las compañías que componen al panel líder cerraron en terreno negativo con YPF (-7,9%) y Banco BBVA (-7,2%) marcando los mayores retrocesos del día.
Lo mismo ocurrió con las compañías argentinas que cotizan como CEDEARS, las cuales cerraron todas con caídas a excepción de Corporación América Airports SA que logró avanzar un 0,8%. Por el contrario, al igual que en el mercado internacional, las tecnológicas tuvieron los mayores retrocesos del día con MercadoLibre y Globant retrocediendo 10,2% y 10,6% respectivamente.
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Los principales índices norteamericanos volvieron a cerrar a la baja luego de darse a conocer que la política monetaria expansiva iniciada por el Banco Central de Inglaterra (BOE) finalizaría el viernes. De esta manera, la entidad puso límite a su recompra de bonos como medida de emergencia para estabilizar la suba de tasas que estaban marcando los activos. Sin embargo, el anuncio del BOE generó incertidumbre respecto a si la medida sería necesaria para poder controlar la caída en la demanda que venía sufriendo el mercado de renta fija inglés.
A esto se le sumaron las estimaciones del FMI que mantuvo las proyecciones de crecimiento global para el 2022 en 3,2%, mientras que recortó el crecimiento en 0,2% para el 2023 hasta 2,7%. Cabe destacar que los principales impulsores serían los mercados emergentes que este año crecerían 3,7% i.a. – sin cambios respecto a la estimación anterior - y repetirían esta performance el año que viene dado que China aceleraría su crecimiento a 4,9% i.a. – vs 4.4% este año - y más que compensaría la desaceleración en el resto de las economías emergentes, como Latam que moderaría su expansión a 1,7% i.a. –vs 3,5% en 2022-. El encarecimiento de las materias primas benefició a estos países durante el primer semestre con países como Brasil marcando la mayor mejoría – 2,8% estimado para el 2022 vs. 1,7% en julio -. La mayor corrección en las estimaciones la tuvieron los mercados desarrollados para los que se espera una expansión del PBI de 2,4% i.a. para 2022 y de 1,1% para el año que viene – vs 2,5% y 1,4% respectivamente que estimaban en julio pasado - impactados negativamente por el encarecimiento energético que se suma a los conflictos geopolíticos y la inflación persistente.
Cabe destacar también que la inflación continuará siendo una de las mayores preocupaciones a nivel global según el FMI. Mientras que para las economías emergentes se espera que la inflación avance 9,9% en 2022 y 8,1% en 2023, para las economías avanzadas lo haría 8,8% y 4,4% respectivamente. Para ambas regiones se corrigieron los datos al alza respecto a las proyecciones de Julio, mostrando así que la entidad aún no estima una contracción en la suba de precios global para el año siguiente.
Este contexto impactó negativamente en los índices norteamericanos que volvieron a cerrar una jornada negativa a la espera del dato de inflación que se dará a conocer mañana. El Nasdaq marcó la mayor caída de la jornada (-1,6%) seguido por el S&P (-0,6%). Por su parte, el Dow Jones cerró con una leve suba (0,1%) favorecido por el avance que marcaron los sectores anticíclicos, siendo estos los mayores ganadores del día: consumo defensivo (0,8%) y salud (0,5%). Por su parte, los sectores de comunicaciones (-1,9%) y tecnológico (-1,8%) volvieron a ser los más golpeados ante un pronóstico de subas de tasas que se mantiene en 75pb para la reunión de noviembre.
Las perspectivas del FMI también impactaron en el precio del crudo que retrocedió un 2% en la jornada de ayer, recortando así parte de las ganancias acumuladas luego del anuncio de la OPEP+. A esto se le sumaron las preocupaciones respecto a la política “cero COVID-19” que sigue imponiendo el gobierno chino en su país. Las mayores restricciones impuestas en Shanghái volvieron a generar preocupación respecto a los efectos que un nuevo confinamiento tendría sobre el crecimiento global. Esto impactó directamente en la demanda energética, llevando al crudo a cerrar nuevamente por debajo de los USD 90.
Respecto a los datos económicos, ayer se publicó el IPC de septiembre de Brasil que volvió a sorprender al resultar en una contracción de 0,3% m/m, su tercer resultado negativo consecutivo. De esta manera, el índice marcó su cuarta caída consecutiva en el dato interanual hasta 7,17% - vs. 8,7% en agosto -. A pesar de que el resultado no alcanzó las expectativas de -0,34%, Brasil continúa mostrando un sólido camino contra la inflación frente a un mundo que no muestra señales de poder combatirla.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local e internacional.
Otra mala semana para los mercados. Con la actividad mostrando un aterrizaje suave, y un mercado laboral que aún se mantiene fuerte con la tasa de desempleo en mínimos históricos, la FED tiene espacio para continuar su batalla contra la inflación con una política monetaria más restrictiva, lo que continúa presionando sobre las tasas de interés. A esto se sumó el repunte del precio del petróleo luego de que la OPEP anunciara un recorte de la producción mayor a lo esperado, al tiempo que el conflicto entre Rusia y Ucrania entra en una nueva etapa con mayor violencia. Todas malas noticias para un mercado que había arrancado bien la semana pasada pero que fue perdiendo impulso hasta cerrar con una nueva caída. Además de la evolución del conflicto bélico en Europa, las miradas de esta semana estarán puestas en las minutas de la FED de la última reunión, en el dato de inflación de EE.UU que se publicará el jueves, y en el arranque de la temporada de balances del tercer trimestre de 2022.
Fuerte repunte del precio del petróleo. La decisión de la OPEP+ de reducir la producción de petróleo en 2 millones de barriles diarios - 2% de la oferta global -, representa el mayor recorte desde el inicio de la pandemia. Esto se da en un contexto en el que los inventarios en EE.UU están en niveles históricamente bajos, todo esto presionó sobre el precio del WTI que escaló 15% en la última semana y volvió a superar los USD 90 el barril por primera vez desde el 30 de agosto pasado. Esto suma preocupaciones para la economía global dado que los precios de la energía tienen un piso más alto dada la escalada en el conflicto entre Rusia y Ucrania y el impacto que esto tiene sobre la oferta cuando se viene la temporada invernal, especialmente en Europa. El petróleo se diferenció del resto de los commodities que tuvieron una semana relativamente estable luego de la caída registrada en septiembre.
Fortaleza del mercado laboral. Si bien modera la creación de empleos, la desocupación se mantiene en niveles mínimos. Concretamente, en septiembre, la creación de empleo no agrícola marcó 263 mil nuevos empleos, levemente por encima de los 250 mil esperados por el mercado pero por debajo de los 335 mil creados en agosto. La desaceleración la marcó el empleo público que cayó en 25 mil puestos de trabajo, mientras que el sector privado generó 288 mil empleos contra 275 mil que había marcado en agosto. El empleo agrícola cayó en 39 mil puestos lo que redujo la creación de empleo total a 224 mil -vs 442 mil en agosto-. Dado que la población económicamente activa cayó en 57 mil personas (62,3% de la fuerza laboral), el desempleo se redujo en 281 mil personas y la tasa de desocupación volvió al 3,5%, uno de los registros más bajos de la historia. A pesar de la moderación que marcó en el último mes, el promedio mensual de creación de empleo no agrícola durante el 3Q22 quedó en 372 mil personas, contra 349 mil del 2Q22 y 539 mil de los primeros tres meses del año.
Mejoran las perspectivas de crecimiento del 3Q 22. Con la publicación de los últimos indicadores, el Nowcast del PBI del 3Q 22 de la FED de Atlanta volvió a corregirse al alza al proyectar un crecimiento del 2,9% t/t anualizado desde el 2,4% de la semana previa. La mejora que se nota en el margen en la proyección es generalizada para los componentes de la demanda agregada, especialmente en el consumo privado que sube 1,3% t/t -aunque el crecimiento es menor a la del trimestre anterior- y de la inversión que crece al 6,7% t/t dado la contribución de los inventarios. Las exportaciones netas siguen mostrando una buena contribución dada la buena performance de las exportaciones y caída de importaciones, en tanto que el gasto público marca un repunte luego de varios trimestres contractivos.
Continúa la suba de tasas. La fortaleza que muestra el mercado laboral y la persistencia de la inflación, incluso potenciada en la última semana con el alza de los precios del petróleo, continúan golpeando a los bonos del Tesoro americano. Concretamente, la USD2YR terminó en 4,31% -vs 4,21% de la semana anterior- mientras que la USD 10 YR cerró en 3,89% -3,80% de la semana previa-, y se mantienen en los máximos de los últimos 10 años. En este contexto, los índices de bonos volvieron a tener una semana negativa: el índice de bonos del Tesoro Americano marcó una caída de 0,9% en la semana –acumula una pérdida de 3,6% en el último mes-, los Investment Grade -IG- cayeron 0,9% en la semana -6,1% en el último mes-, los de Alta Calidad -HY- cayeron 0,2% -5,7% respecto a un mes atrás- y los bonos emergentes marcaron una baja 0,6% -7,8% respecto al 10 de agosto-.
No despega la renta variable. Pese a que habían arrancado la semana en alza ante la expectativa de que la FED modere el ajuste monetario, los principales índices bursátiles sintieron la presión de las tasas de interés y perdieron todo lo que habían ganado. Los principales índices bursátiles cerraron la semana prácticamente neutral, dado que el alza en el sector energético, industrial y de materiales compensó el nuevo ajuste que sintieron el sector tecnológico, el de comunicación y principalmente el de real estate. Pese a la mala performance global, con caídas generalizadas, volvió a destacarse el índice de acciones de Latam que subió 7,5% de la mano de Brasil que ganó 9,5% luego del resultado de la primera vuelta de las elecciones.
Pasado el dólar soja, el Banco Central se enfocará en administrar las reservas internacionales evitando un ajuste discreto del tipo de cambio. Por ello, avanzó con mayor control de las importaciones mientras acelera levemente el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial. No son medidas que prefiera el FMI pero alcanzan para que se aprueben las metas del programa y lleguen otros 3.800 millones de dólares para recomponer reservas internacionales. Las expectativas del mercado se siguen deteriorando, previendo más inflación y más atraso cambiario. Mientras tanto, la brecha cambiaria se mantuvo estable y con una leve tendencia a la baja. En este contexto, y con un panorama global que no logra despejarse, los activos locales no tuvieron una buena semana, salvo el Merval que subió de la mano de YPF. Se destacó el alza del riesgo país y la caída de los bonos ajustables por tipo de cambio. Lo más importante de esta semana pasará por las medidas que anuncie el gobierno para limitar la demanda de divisas, y por el dato de inflación de septiembre.
Sin soja, más control. Pasada la liquidación extraordinaria del agro de septiembre –con la posibilidad de liquidar las divisas del complejo sojero a un tipo de cambio de $200, el sector respondió con la oferta de más de USD 8.400 M, lo que implicó casi 3 meses en 1- el mercado cambiario empieza a sentir la falta de oferta en un contexto en el que la demanda no da señales de moderación. Concretamente, en la última semana el agro liquidó USD 360 M - unos USD 90 M por día, cuando la semana previa lo había hecho a USD 400 diarios - y el BCRA vendió USD 44 M luego de 7 semanas consecutivas de compras netas. Ante este contexto, para evitar perder reservas internacionales y un ajuste discreto del tipo de cambio oficial, el gobierno respondió con mayor control de las importaciones con más productos que estarán sujetos a Licencias No Automáticas de importación (LNA) que pasan a ser 4193, casi tres veces más a la que existía hasta septiembre que implica mayores restricciones y plazos para importar. Los 2700 productos que entran al nuevo esquema, implicaron importaciones por USD 1.300 M en los últimos tres meses. Con esto, el TRAZ, casi la mitad de las importaciones quedan sujetas a las LNA, cifra que se eleva aún más si se excluyen las importaciones de energía.
Esperando al FMI. Además del resultado negativo en el mercado cambiario, las reservas internacionales sufrieron por el pago de otros USD 1.200 M al FMI (con esto, en los últimos 30 días el gobierno canceló USD 4.200 M con el organismo) que fue compensada en parte por otras operaciones que resultaron en una caída total de USD 1.080 M. Con esto, el stock bruto de reservas internacionales cerró la semana en USD 36.545 M mientras que las netas quedaron en torno a los USD 5.200 M. Vale destacar, que aprobadas las metas del acuerdo con Facilidades Extendidas, el FMI desembolsará en los próximos días USD3.800 M lo que permitirá recomponer parte de las reservas internacionales usadas para el pago de deuda con el organismo. Más allá de la “flexibilidad” del FMI para mostrar que las metas se cumplieron, el organismo marcó la necesidad de avanzar en políticas macroeconómicas prudentes y una implementación firme del programa para abordar la situación aún frágil, fortalecer la estabilidad y cumplir con los objetivos del programa.
Un techo para la devaluación. Decidido a afrontar la tensión en el mercado cambiario con más ajuste de cantidad que de precios, el BCRA arrancó el mes devaluando el tipo de cambio oficial al 6,7% mensual. Si bien está por encima del 6,2% m/m que había marcado en septiembre, prevemos que el alza del tipo de cambio oficial del mes no superará el 6,5%, lo que implica un alza de 53% en lo que va del año y de 57% respecto a un año atrás. Pese a este comportamiento, el tipo de cambio continúa perdiendo competitividad dado que no sólo el ritmo de devaluación es inferior a la inflación, sino porque el dólar se fortalece en el mundo al tiempo que la inflación en el resto del mundo –aunque se mantiene elevada- comienza a ceder. En este contexto, el Tipo de Cambio Real Multilateral acumula una caída de 13% en lo que va del año, aunque con un comportamiento heterogéneo entre los distintos socios comerciales: con Brasil y el resto de la región la caída del TCRM es de apenas 0,3%, con EE.UU perdió 9% mientras que con Europa y China la pérdida supera el 20% en tanto que el TCR bilateral con Japón acumula una baja de 27%.
Más inflación y más atraso cambiario. El relevamiento de expectativas de mercado (REM) de septiembre volvió a marcar un deterioro en los pronósticos de los analistas. En cuanto a la inflación, el promedio de las proyecciones apunta a un alza del IPC de 6,8% para septiembre, 6,3% para octubre, 6,1% para noviembre y 6,2% para diciembre. De cumplirse estos pronósticos, la inflación de 2020 llegaría al 100%, el doble a la del año pasado. La expectativa para el 2023 apuntan a un alza de precios del 91,3%, 6 pp más a lo que estimaban el mes pasado. En cuanto al tipo de cambio, el REM no ve saltos discretos del tipo de cambio oficial: para octubre estima un alza de 6,7%, para noviembre 6,4 y para diciembre de 7,9% en tanto que para 2023 estima una devaluación del 77%.
Brecha estable. Con la recuperación de reservas internacionales de septiembre y la menor asistencia financiera del BCRA al Tesoro, el tipo de cambio MEP y CCL continuaron lateralizando. El MEP bajó 3,1% hasta $291 mientras que el CCL cayó 0,6% hasta $307. Con esta performance, la brecha con el tipo de cambio oficial bajó al 96% en el caso del MEP y al 105% en el caso del CCL.
Mejoraron los soberanos en moneda extranjera. Tras la fuerte caída que habían registrado la semana anterior, los bonos soberanos en moneda extranjera tuvieron cierto respiro al marcar un alza promedio de 3,3% en la semana, con un comportamiento muy similar entre los de legislación extranjera y local. La mejor performance la tuvo el GD38 que subió 6,4% cerrando la semana en USD 27,4 y un rendimiento de 28,5%.
Golpe a los Dollar linked. En la curva de Pesos, fue una mala semana para los ajustables por tipo de cambio: los DLK ajustaron 2,7% -el TV23 bajó 3,6% quedando con rendimiento de devaluación menos 6%- en tanto que los Duales cayeron 2,8% -el TDJ marcó una caída de 3,9%-. Los ajustables por CER tuvieron la mejor performance ya que subieron 0,2% -el TX23 marcó un alza de 1,7% quedando con un rendimiento de inflación más 2,2%- mientras que las Lecer ganaron 1,4% en la semana con mejor desempeño de las que vencen en el corto plazo. Finalmente, las Ledes se destacaron con una mejora de 1,3% en la semana.
Repunte del Merval. De la mano de YPF y de TGS que en la última semana subieron 16% y 13%, el Merval recuperó parte de lo que había perdido en las semanas previas al anotar una ganancia de 5,1% medido en dólares CCL. Del lado opuesto estuvieron las acciones de Aluar y Ternium que cayeron 0,6% y 6,0% respectivamente. Con este resultado, en los últimos 30 días el Merval acumuló una caída de 7,9% dado que las caídas en torno al 15% que tuvieron Aluar y Ternium entre las más importantes, no pudieron ser compensadas por la ganancia acumulada del 6,5% que presentaron YPF y TGS.
Buena performance de los Cedears. Las empresas argentinas que cotizan en NY tuvieron una buena semana con subas generalizadas. Lo más destacado lo tuvo Vista que aprovechó el repunte del precio del petróleo y los buenos datos de producción de Vaca Muerta y ganó 26,3% en la semana -1% en el mes y 127% en lo que va del año-. También se destacaron Tenaris con suba 13% en la semana -8% en el mes y 41% en el año- y Despegar que en la semana subió 16% y recortó la pérdida del mes al 15% -en el año cae 33%-.
Lo más importante de esta semana será el dato de inflación minorista que se publicará el jueves. El consenso del mercado espera un alza de 0,1% m/m para el IPC general -8.2% i.a.- mientras que para el IPC core esperan un incremento de 0,5%. El nowcast de la Fed de Cleveland proyecta un alza de 0,3% m/m para la general y de 0,51% m/m para la core. De confirmarse la estimación, volvería a presionar a la FED dado que es poco probable que se cumpla el pronóstico de inflación publicado recientemente por lo que se descuenta que volverá a subir la tasa de referencia 75 pb en la próxima reunión de noviembre. También será importante la publicación del índice de precios mayoristas y las minutas de la última reunión de la FED. En el plano internacional, la escalada en el conflicto entre Rusia y Ucrania será un foco de tensión para los mercados dado el impacto que esto podría generar sobre el precio de la energía. Al mismo tiempo, otro de los aspectos destacados de los próximos días será la publicación de los resultados de los bancos, con lo que comienza la temporada de balances del 3Q 22. Se estima un crecimiento de las ganancias del S&P 500 de apenas 2,9% i.a., el peor resultado desde el 3Q 20.
El foco de la semana estará puesto en las normativas que aplique el Banco Central para contener la pérdida de reservas internacionales. Al control de las importaciones de la última semana, se sumarían más limitaciones a los gastos en moneda extranjera con tarjetas de crédito y un tipo de cambio diferencial para el turismo. La mayor atención estará al cierre de la semana con la publicación del IPC Nacional de septiembre. Nuestras estimaciones están levemente por debajo de las REM al estimar un alza de 6,5%.
La caída del volumen operado en la plaza de contratos de dólar futuro fue de casi un 75%...
Durante la última semana, la caída del volumen operado en la plaza de contratos de dólar futuro fue de casi un 75%, siendo la sumatoria de este volumen semanal menor al del viernes 30 de septiembre (1952.6 mil contratos operados versus 2.492,4). El promedio de dicha semana fue de 488.2 mil contratos por día. El interés abierto aumentó un 6,58% dado un aumento de 235.666 contratos respecto del cierre de la semana previa, llegando a 3.816.973.
La curva de precios operó a la baja, a excepción de los contratos con vencimiento desde junio de 2023, siendo el de vencimiento en agosto de 2023 (1,47%) el que más se valorizó. El contrato de noviembre fue el de peor desempeño con un 2,98%, mientras que el de octubre y diciembre ajustaron 2,45% y 2,36% respectivamente.
En base a las tasas mensuales implícitas de devaluación, la de octubre es del 9,31% y 9,45% para todo el cuarto trimestre. Los precios de noviembre adjudican una devaluación implícita contra octubre del 9,98%. A partir del 2023, la devaluación implícita mensual baja al 5,79% promedio.
Con estos movimientos, las tasas nominales más próximas retrocedieron bruscamente. El rango de octubre hasta febrero queda entre 87,4% y 123%, y el tramo restante hasta agosto de 2023, 123,4% - 117,7%.
Análisis de instrumentos de renta fija y variable.
A continuación podrás descargar el informe semanal del mercado local, en el que analizamos los distintos instrumentos de renta fija con posibles escenarios de sensibilidad. Además, mostramos los índices de mercados accionarios locales e internacionales, y finalmente el mercado de renta variable local.
Descargar informe al 06/10/2022
El dólar soja trajo un veranito al mercado cambiario. Con la posibilidad de liquidar a un tipo de cambio de $200, la oferta de divisas del agro tuvo un fuerte incremento y permitió al BCRA recuperar reservas internacionales. Se trató de una medida transitoria mediante la cual el gobierno ganó tiempo, pero la dinámica inflacionaria y la pérdida de competitividad desafían la estrategia de evitar cualquier salto discreto del tipo de cambio. Creemos que las medidas que se vienen apuntan a un mayor control de cambios y a evitar un salto discreto del dólar oficial que agregue mayor tensión a una economía sumamente frágil con inflación anual llegando al 100% y una conflictividad social ascendente.
El hechizo. Ante una situación extremadamente débil del mercado cambiario, el Gobierno ensayó un desdoblamiento parcial del tipo de cambio para evitar un salto devaluatorio. El llamado “dólar soja” fue el beneficio que se otorgó a los exportadores de soja y derivados (porotos, aceites, harinas y biodiesel) para que aceleraran la liquidación de divisas a $200 en lugar de hacerlo al oficial. Fue una medida que buscó mejorar la competitividad del sector y también beneficiar al Gobierno Nacional –pues en el corto plazo aumentó la recaudación por retenciones– mientras que el perjudicado fue el BCRA, que compró a $200 y vendió a un tipo de cambio $60 más baratos (esa diferencia lo cobra una letra contra el Tesoro). El beneficio se otorgó sólo para septiembre por lo que la liquidación del sector tuvo un notable incremento: la liquidación de dólar soja a fines de mes se encaminaba a superar los USD 7.500 M, y USD 8.200 M al incluir el resto de los productos agrícolas. Sin dudas, un muy buen resultado que superó con creces las estimaciones de USD 5.000 M por parte del Gobierno y las principales cámaras del sector. Con esto, en los primeros nueve meses del año el agro ya liquidó lo mismo que todo 2021, año que había sido récord. El desafío vendrá a partir de octubre dado que, ya con toda la soja liquidada, el mercado cambiario se queda sin el principal motor de la oferta; estimamos que la liquidación del sector rondaría los USD 1.500 M mensuales (por remanente de maíz y trigo).
BCRA recupera reservas. Con la mayor oferta del agro, menores pagos de energía y un control de cambios que no cede, el BCRA aprovechó la mayor liquidación del agro para comprar divisas en el mercado de cambios y recuperar reservas internacionales. De hecho, mientras que en los primeros ocho meses del año el saldo de operaciones en el mercado cambiario fue prácticamente neutral –contra compras netas por más de USD7.000 M en el mismo período del año pasado–, en septiembre habrá comprado más de USD 4.000 M. Si bien no logra cumplir con la meta de reservas del tercer trimestre acordada con el FMI, que apuntaba a un stock de USD 6.500 M, con estas intervenciones el stock de reservas internacionales netas subió a USD4.500 M y le da mayor poder de fuego al BCRA para contener la presión de ajuste abrupto de tipo de cambio de cara un cuarto trimestre en el que se acentuará la falta de divisas.
La inflación no cede. El IPC Nacional de agosto reflejó la elevada y persistente inercia que muestra la inflación sin corrección abrupta del tipo de cambio ni ajuste de tarifas. Concretamente, marcó un alza de 7% m/m (vs 7,4% en julio), levemente por encima de las expectativas, acumulando en lo que va del año un incremento de 56,4% y de 78.5% respecto a un año atrás (acelera desde el 71% i.a. de julio). Con esta performance, en los últimos 3 meses el IPC promedió un alza de 6,6% m/m (114,3% anualizado). Al mismo tiempo, los precios mayoristas subieron 8,2% m/m en agosto y 75% i.a. mientras que el índice de costo de la construcción lo hizo al 7.2% m/m y 66,7% i.a. Esto le pone un piso elevado a la inflación minorista de septiembre, que estimamos en torno al 6,5% m/m. Si se sostiene en 6% en el último trimestre del año, la inflación cerraría en 98% en 2022; con 6,5%, la inflación superaría la barrera del 100% por primera vez desde 1991.
Acelera la devaluación y suben las tasas de interés. A pesar de la mejora en el mercado cambiario, con la inflación acelerando, el BCRA aceleró el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial y dio un nuevo ajuste a las tasas de interés. Concretamente, tras comenzar el año devaluando al 2%, fue acelerando gradualmente hasta el 6.3% m/m en septiembre, acumulando en el último año un alza de 45%. Al mismo tiempo, volvió a subir la tasa de referencia –revalidada con las emisiones de deuda del Tesoro– en 550 pb, lo que se trasladó a los depósitos a plazo fijo en moneda local. Con este nuevo ajuste, la tasa de las LELIQ subió al 75% de TNA (TEA de 107,3% que equivale a una tasa mensual del 6,2%). Para los plazos fijos minoristas (hasta $10 millones) el piso de tasa de interés subió al 75% de TNA (107,1% de TEA) mientras que para el resto de los depósitos a plazo fijo del sector privado la tasa mínima garantizada subió al 66,5% de TNA (TEA de 91,1% que equivale a una tasa mensual del 5,8%).
Más atraso cambiario. Con el tipo de cambio oficial perdiendo contra la inflación y ante un contexto global en el que el dólar se fortalece contra todas las monedas, el peso argentino pierde competitividad, pese al compromiso de evitar que se alejara de los valores de fin del año pasado que había asumido el Gobierno en el marco del acuerdo con el FMI. Concretamente, en septiembre el Tipo de Cambio Real Multilateral (TCRM, que mide la competitividad del peso contra los principales socios comerciales) cayó 2% y acumula una pérdida de 12% en lo que va del año, y del 20% respecto a un año atrás. De esta manera, el TCRM se ubica en el nivel más bajo desde marzo de 2018 lo que sin duda será un factor de riesgo para el mediano plazo.
Mercados golpeados. Aún con un frente interno más estabilizado, en el que el BCRA recupera reservas internacionales al tiempo que el Tesoro modera la expansión fiscal (aunque es insuficiente para corregir el desequilibrio de las cuentas públicas), ante el complejo escenario global y ante la incertidumbre sobre las próximas medidas del Gobierno los activos locales no tuvieron un buen mes. La brecha cambiaria volvió a subir, los bonos soberanos en moneda extranjera y el Merval tuvieron una importante caída, en tanto que los bonos en pesos subieron a la par de la inflación. Concretamente, al miércoles 28 de septiembre los bonos soberanos en moneda extranjera marcaban bajas de 10,4%, siendo los de legislación extranjera los más afectados con caídas que superaron el 11%; el Merval medido en dólar CCL acumulaba una caída de sólo 7% dado que YPF compensó las fuertes bajas del resto del panel al registrar un alza del 15% (en el año acumula una ganancia de 68%). Por el lado de los bonos en pesos, los más demandados fueron los ajustables por CER, que subieron 8% –de la mano de los tramos más largos que ganaron más de 10%–, seguidos muy de cerca por los bonos ajustables por tipo de cambio (DLK y Duales) que anotaron subas en torno al 8% (sólo desentonó el T2V2 que subió menos de 2%). Los grandes perdedores del mes fueron los bonos a Tasa fija que promediaron bajas de 4.2%.
Perspectivas. El escenario de octubre es desafiante. Ya sin el hechizo del dólar soja, esperamos que el BCRA refuerce el control de cambios y agregue un tipo de cambio diferenciado para el turismo, a fin de contener la pérdida de reservas y evitar el salto cambiario. La inflación se mantendrá muy elevada y prevemos que en septiembre marque un alza de 6.5% para luego bajar moderadamente al 6% mensual en el último trimestre. El gobierno deberá afrontar la última parte del año con un frente externo que se irá poniendo más tenso debido a la caída de las exportaciones, así como también un frente fiscal con desaceleración de ingresos y presión al alza del gasto. En este marco, nuestras recomendaciones del mes son:
Noticias locales: el país hoy.
Con cada vez menos oferta del agro – ayer liquidaron menos de USD 40 M - y pese a las mayores limitaciones para las importaciones, el BCRA no logró abastecer la mayor demanda y terminó la jornada con ventas netas por USD 34 M. Es la primera jornada con saldo negativo desde el 5 de septiembre. A pesar de estas operaciones, las reservas internacionales subieron otros USD 78 M y cerraron con un stock bruto de USD 37.829 M en tanto que las reservas netas continúan por encima de los USD 5.000 M.
El tipo de cambio oficial volvió a subir al 7,1% m/m, mientras el MEP cayó 0,9% y permitió que la brecha cambiaria perfore el 100% quedando en 99,8%. El CCL se mantuvo estable y la brecha con el oficial quedó en 108%.
El respiro que estaba teniendo la curva de los bonos soberanos argentinos en moneda extranjera se frenó en la jornada de ayer al marcar una caída del 3,2%. Las mayores caídas las sufrieron el GD41 (6,7%), AL41 (4,8%) y el GD35 (4,3%). El riesgo país subió 3,2% y cerró en 2.768 bps.
La curva de pesos tuvo una buena jornada, con las letras a descuento subiendo un 0,8%, con la Lede de enero marcando un alza de 1,2%. Las Lecer subieron 0,8%, las mayores subas se centraron en los vencimientos más cortos. Los duales se mantuvieron estables, el T2V3 dollar linked distinguió por su caída del 2,33% y los bonos ajustables por CER también tuvieron una suba estable exceptuando el aumento del T2X3 en 1,2%, y la caída en 0,5% del TX24.
El índice Merval tuvo un buen desempeño tanto en moneda local (1,2%) como medido en CCL (GGAL), donde varió en 1,1%. YPF sigue siendo la más destacada, sumando un 7,8% al casi 200% de ganancia que acumula desde comienzo de año, seguida por TGSU que acumula un 180%. La mayor detractora de la rueda fue Aluar (-3,4%) y tanto Ternium como Transener cayeron un 1,7%.
Al igual que YPF, entre los CEDEARs de empresas argentinas sigue habiendo una gran performance de Vista, subiendo un 11,4% diario y ya más de un 21% semanal. Globant por otro lado cayó un 2% y es la única de este grupo en tener una semana negativa (-1,7%)."
Noticias globales: el mundo hoy.
Con la decisión de la OPEP+ de recortar la producción de petróleo y los datos del mercado laboral que marcan un buen dinamismo del nivel de actividad, se desvanecieron las esperanzas de que se modere el ajuste monetario. Los rendimientos de los bonos del Tesoro volvieron a subir y los principales índices bursátiles operaron con una leve baja luego de haber marcado dos jornadas de fuerte repunte.
Concretamente, a pesar de la presión de EE.UU, la OPEP+ definió recortar la producción en 2 millones de barriles por día, el doble a lo que se esperaba una semana atrás. Vale destacar que varios de los países miembros ya venían bombeando por debajo de las cuotas establecidas, lo que permitiría acotar el impacto de la medida. A esto se sumó el informe de la Agencia Internacional de Energía (EIA) que mostró que las existencias de crudo de EE.UU. cayeron inesperadamente en 1,356 millones de barriles la semana pasada, la segunda caída consecutiva y la mayor en cinco semanas. Esto le dio soporte al precio del petróleo que en la jornada de ayer subió 1,5% hasta USD 88 el barril, acumulando en la última semana una ganancia de 8%.
En cuanto a los datos económicos, la revisión final del PMI de servicios marcó 49,3 puntos que, si bien es el tercer mes consecutivo que se ubica por debajo de los 50 puntos – síntoma de desaceleración de la actividad -, fue levemente superior a la estimación previa y marcó un importante respecto al dato de agosto cuando se había marcado en 43,7 puntos. Con este resultado, sumado al PMI manufacturero de 52 puntos, el PMI compuesto de septiembre se revisó ligeramente al alza a 49,5 puntos desde un preliminar de 49,3, lo que apunta a una contracción mucho menor en la actividad del sector privado que en el mes anterior que había sido de 44,6 puntos. Las presiones sobre los precios en los sectores de fabricación y servicios disminuyeron en medio de informes sobre la caída de algunos costos de insumos que se trasladaron a los clientes en un esfuerzo por impulsar las ventas. Los proveedores de servicios lideraron la mayor confianza empresarial, mientras que los fabricantes se mostraron un poco más pesimistas que en agosto en medio de preocupaciones por la inflación.
Mientras se esperan los datos oficiales del mercado laboral de septiembre, ayer se publicó el informe de ADP, que si bien refleja que la creación de empleos es menos dinámica que en el primer semestre, tuvo un leve repunte respecto al dato de agosto. Concretamente, las empresas privadas en los EE. UU. crearon 208 mil puestos de trabajo, levemente por encima de los 185 mil de agosto, como así también de las expectativas del mercado que apuntaban a 200 mil.
El déficit comercial de bienes y servicios de EE.UU continúa cediendo y en agosto llegó a USD 67.400 M, el más bajo desde mayo del año pasado y ligeramente por debajo de las previsiones del mercado. La baja que viene registrando el déficit comercial se explica por un menor déficit en el saldo de bienes y mayor superávit en el de servicios. En cuanto al dato de agosto, se explicó por una disminución en el déficit de bienes de USD 3,4 M - USD 87,6 M - y una disminución en el superávit de servicios de USD 0,4 M - USD 20,2 M -. Las importaciones totales disminuyeron un 1,1% m/m mientras que las exportaciones cayeron 0,3% m/m. Medidas en valores constantes, las exportaciones subieron 1,8% m/m y las importaciones cayeron 0,5% lo que permite una mayor contribución al crecimiento del PBI.
La suba de tasas golpea cada vez más al mercado inmobiliario. La tasa de interés de contrato promedio para hipotecas de tasa fija a 30 años anotó la séptima suba consecutiva y alcanzó el 6,75% en la última semana de septiembre de 2022, la más alta desde julio de 2006 – hace un año la tasa hipotecaria era apenas superior al 3,0% -.
Con los últimos indicadores publicados, la estimación del Nowcast de la FED de Atlanta para el PBI del 3Q 22 subió al 2,7% t/t anualizado, frente al 2,3% del 3 de octubre. La mejora fue generalizada para los componentes de la demanda: el consumo estaría subiendo 1,1% (vs 0,7% de la estimación pasada), la inversión interna estaría moderando su caída a 3,6% (vs 4,1%) mientras que el pronóstico actual de la contribución de las exportaciones netas al crecimiento del PIB aumentó de 2,21 pp a 2,24 pp.
Con este marco de fondo, los rendimientos de los bonos del Tesoro Americano operaron al alza con UST2Y subiendo hasta 4,15% mientras que la de los UST10Y repuntó hasta 3,75%. Esto golpeó a todos los índices de renta fija, especialmente los más riesgosos. Concretamente, los bonos Investment grade cayeron 0,8%, los High Yield 0,4% mientras que los emergentes recortaron gran parte de las ganancias que habían marcado en las jornadas anteriores con una baja de 1,9%.
Los tres principales índices bursátiles americanos cedieron, aunque recortaron las pérdidas a lo largo de la jornada. El S&P bajó sólo 0,2% dado que el alza de 2,2% en el sector energético compensó las pérdidas en el resto de los sectores, entre los que se destacó el sector de utilities y materiales.
Noticias locales: el país hoy.
Con los últimos rezagos del dólar Soja, el BCRA comienza a sentir la escasez de oferta. En la jornada de ayer, la liquidación de agro no superó los USD 60 M y el BCRA apenas compró USD 3 M. Con estas operaciones, las reservas internacionales subieron otros USD 80 M y cerraron con un stock bruto de USD 37.751 M, en tanto que las reservas netas superaron los USD 5.100 M.
Sin un shock en la oferta de divisas, el gobierno vuelve a mostrar que quiere evitar un salto en el tipo de cambio oficial y apunta a un mayor control de las importaciones. A partir de ahora, la cantidad de productos que estarán sujetos a Licencias No Automáticas de importación (LNA) pasa a ser 4193, casi tres veces más que hasta septiembre. Los 2700 productos que entran al nuevo esquema implicaron importaciones por USD 1.300 M en los últimos tres meses. Con esto, casi la mitad de las importaciones quedan sujetas a las LNA, cifra que se eleva aún más si se excluyen las importaciones de energía. Esto seguramente impactará en los pagos por importaciones que recordemos que vienen subiendo muy por encima de las exportaciones, lo que provocó una fuerte caída en el superávit comercial pese a la mejora en los términos de intercambio que tuvo el país de la mano del salto en los precios de las exportaciones.
Como es habitual en la primera semana de cada mes, el tipo de cambio oficial aceleró el ritmo de devaluación al 7,1% m/m. Los dólares MEP y CCL subieron 0,7% y la brecha con el tipo de cambio oficial quedó 102,5% 109% respectivamente.
Luego de la gran jornada del lunes y en línea con el buen clima global para los emergentes, la curva de los bonos soberanos en moneda extranjera tuvo una buena jornada con los de ley extranjera, con alza promedio de 2% mientras que los de legislación local subieron apenas 0,4%. En este contexto, el riesgo país cayó 0,7% y cerró la jornada en 2.683 pb.
No fue una buena jornada para los bonos en moneda local. Las letras no tuvieron grandes cambios, ya que las Ledes variaron un 0,1% y las ajustables por Cer un 0,2%, siendo la de mayor impulso la de vencimiento en mayo del año siguiente con un 0,5%. Los Boncer tuvieron variaciones dispares, siendo más relevantes las alzas del TX28 (0,9%) y del TX25 (0,8%) y las bajas del DICP (-0,7%) y el TX26 (-0,5%). La curva dollar linked cayó un 1,28%, potenciada por la caída del TV24 en 2,21% y la del TV23 en 1,40%. Los duales ajustaron un 1,8% y 2,1% sin contar al nuevo dual con vencimiento en 2024.
Finalmente, el índice Merval sufrió un leve retroceso tanto en moneda local como en CCL (GGAL) del -0,1% y -0,4% respectivamente. Las variaciones más llamativas de la rueda fueron de BYMA (2,6%) y SUPV (1,9%) por el lado de los ganadores y Ternium (-3,2%) y COME (-1,7%) para los detractores.
Los CEDEARs de empresas argentinas mantienen buena performance, con una valorización promedio del 4%. Particularmente, Despegar recuperó una parte de la caída con una variación positiva del 10,3%, aunque no le alcanza para volver a los niveles de hace un mes (caída del 15%). MELI, en cambio, más allá del castigo que recibió el papel durante este año (-44,6% YTD), acumula una semana de ganancias de casi el 18% positivo. CAAP fue la única en perder valor (-0,3%) aunque su rendimiento mensual es el más grande de este grupo de papeles con un 11,3%."
Noticias globales: el país hoy.
A la espera de datos concretos de actividad y empleo, los mercados se mostraron optimistas y anotaron su segunda jornada consecutiva de ganancias generalizadas. Al igual que la jornada del lunes, la expectativa apunta a que los principales bancos centrales moderen el ajuste de la política monetaria para evitar un aterrizaje brusco del nivel de actividad. Es por esto que los rendimientos de los bonos continuaron cediendo luego de que la semana pasada registraran el nivel más alto en 12 años. Considerando que los datos de inflación de septiembre y octubre no mostrarán moderación, estimamos que la tensión sobre las tasas de interés volverán a estar presentes y serán un factor de riesgo para los mercados.
En el marco de la reunión de la OPEP+ que se llevará a cabo hoy en Viena, el precio del petróleo subió 3,5% - acumula desde el lunes un alza de 9% - cerrando la jornada en USD 86,5. Se estima que la baja en la producción llegaría a 2 millones de barriles por día, el doble de lo que se esperaba y sería el mayor recorte desde el apogeo de los bloqueos de COVID-19. A esto se sumó la inminente prohibición de la UE sobre el crudo ruso, que entrará en vigor en diciembre. También un plan liderado por EE.UU para imponer un límite de precio al petróleo ruso, a lo que Vladimir Putin amenazó con responder reteniendo el suministro.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro Americano operaron a la baja con el UST2Y cediendo hasta 4,10% mientras que la de los UST 10 Y cerró en 3,63%. Esto le dio impulso a los principales índices de renta fija, especialmente los más riesgosos. Concretamente, los bonos Investment grade ganaron 0,5%, los High Yield 2,2% en tanto que los bonos emergentes subieron 1,9%, acumulando en las dos primeras ruedas del mes un alza de 3,0%.
Los tres principales índices bursátiles americanos volvieron a cerrar con fuertes ganancias: el Nasdaq y el S&P subieron 3,1% en tanto que el Dow Jones lo hizo 2,8%. Al igual que la jornada del lunes, todos los sectores que componen el S&P 500 operaron al alza, siendo el sector energético y el de materiales los de mejor desempeño con ganancias de 4,1% y 3,7%. Por su parte, tras el fuerte repunte que había marcado el lunes por el resultado de las elecciones, el índice Bovespa se mantuvo relativamente estable al marcar un alza de 0,4%.