La gestión fiscal sigue exponiendo un ajuste desde la dinámica del gasto y la inflación...
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Resumen
El estancamiento de la actividad es consecuencia del nivel de incertidumbre...
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Resumen
La inflación mensual minorista correspondiente a noviembre registró 4,9%...
%2015.17.43.avif)
Resumen
No solo estabilizar sino también impulsar la productividad...
Desde el año 2011 el crecimiento económico de Argentina expone una dinámica de sesgo contractivo. Los vaivenes se presentan con menor o mayor intensidad pero en sentido negativo, es decir, con caídas netas de la actividad económica. Esa dinámica se asocia con los desequilibrios macroeconómicos que se intensificaron durante los últimos años del gobierno de Cristina Kirchner, el ajuste en un intento de estabilización de la gestión de Macri con las crisis cambiarias de 2018 y 2019, donde la dinámica inflacionaria se expuso abruptamente y, recientemente, la crisis derivada del shock COVID-19 e intensificada con la administración económica del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, convergieron hacia un nivel de actividad deprimido con serias distorsiones y desequilibrios.
El diagnóstico común se compone de factores que parecen enraizarse en la forma de ver y pensar el funcionamiento de la macroeconomía: pensar que fenómenos temporales serán permanentes y que las restricciones de presupuesto no son tales. Ambos factores se identifican desde el inicio del nuevo siglo. En concreto, el aumento de los precios de los bienes primarios exportables como consecuencia de la primera fase del proceso de irrupción de China en la economía internacional lo cual, a su vez, generó un ascenso sostenido del ingreso de divisas comerciales, es decir, una combinación de shock de precios positivos y mejora de las cuentas externas durante la última parte de la década de 2000. Proceso que se sostuvo pero que se fue ralentizando desde el inicio de la crisis financiera internacional de 2008.
La dirigencia política nacional, sabiendo que no era un fenómeno permanente y que la restricción de presupuesto siempre estaría presente, impulsó a la economía en una dinámica de corto plazo mediante el crecimiento del consumo y el gasto público, por encima de la inversión privada interna y sin ampliar la entrada de inversión extranjera directa. Así, la frontera de producción no acompañó al aumento del gasto agregado de la economía, entretanto los ajustes de stocks, capacidad ociosa y finalmente el paso hacia el inicio de una nueva fase de inflación crónica.
Con este contexto, el manual de procedimiento económico dispone esencialmente de dos alternativas para abordar un proceso de estabilización. Por un lado, un programa de tratamiento de shock o big bang (aludidos principalmente por los economistas Sachs y Woo para economías en transición) con medidas profundas como reformas del sistema monetaria y sobre las cuentas fiscales, y ajustes en los precios relativos abordando el tipo de cambio, la tasa de interés y los precios de servicios públicos. El éxito de este tipo de programas depende del espacio de gestión con el que se disponga, el cual debe ser relativamente amplío dado el cambio abrupto de las regulaciones e institucionalidad de las políticas económicas.
Por otro lado, se dispone de experiencias de programa con objetivos pautados en distintas fases de ajuste y reordenamiento del sistema económico. En esas fases se optan por distintas medidas de mayor o menor intensidad donde el orden de gestión dependerá de la magnitud de los desequilibrios. En efecto, ante una economía con régimen de alta inflación, las medidas de ordenamiento monetario y fiscal deberán ser las de mayor apremio. No obstante, este tipo de programas tienen mayor espacio para la aplicación en simultáneo de un programa productivo, es decir, medidas sobre la inversión física y en capital humano, y generación de empleo, las cuales no solo sostendrían un inicio de estabilización, sino generarían condiciones dinámicas, pues en el corto plazo serían impulso sobre la actividad y, en el mediano y largo plazo, sostenibilidad de crecimiento con inclusión social al mercado laboral. Una agenda convergente con el proyecto Productividad Inclusiva del IAE y la Universidad Austral.
Casos exitosos iniciados en condiciones de regímenes de alta inflación y deterioro productivo y social pueden mencionarse los de Corea del Sur y Vietnam. En concreto, economías con altos niveles de inflación, pobreza mayor al 50% y niveles de inversión menor al 15% del PIB que se establecieron en fases de crecimiento estable, principalmente con medidas de conjunto con las tradicionales de estabilización y con impulso al sector productivo.
Si bien ambos programas deberán contar con apoyo y acuerdos políticos sobre el rumbo, desde las experiencias positivas se puede argumentar que las soluciones sustentables para los casos como el de nuestro país, deberían ser abordadas desde una gestión de política de distintas fases y objetivos, atendiendo a los factores productivos con inclusión. En definitiva, no alcanza con estabilizar. No obstante, ningún curso de acción será sencillo y libre de costos.
El gasto público excesivo es la principal fuente de problemas económicos en nuestro país...
El gasto público excesivo es la principal fuente de problemas económicos en nuestro país. Debe ser la prioridad de cualquier gobierno prudente el cortar el gasto todo lo posible para reducir desequilibrios en la economía, aumentar la inversión privada y el crecimiento y recoger los frutos de la eficiencia que otorgan los mercados al uso de los recursos. El problema habitual del gobernante que quiere recortar el gasto es la oposición de los intereses creados que se benefician con el gasto actual. Y dicha oposición generalmente está bien organizada y dispone de mecanismos de presión. Dicha presión, logra muchas veces desestabilizar políticamente a los gobiernos que recortan el gasto, por lo que, aún gobernantes prudentes, muchas veces temen lanzarse en una cruzada por la responsabilidad fiscal.
Es natural que muchas veces sea inteligente el tener un manejo oportunista que busca recortar gastos en la medida de lo posible según aparecen oportunidades. Y ahora estamos frente a una. Es bien sabido que la desestabilización que proviene de protestas en la calle depende del humor social. Un momento de gran alegría popular permite bajar el gasto porque mucha gente estará menos enojada. Por otra parte, toda la conversación social pasa por temas futbolísticos y será mucho menos lo que se discuta de política económica. Además, la prensa se ve obligada a cubrir los temas del mundial y todo lo relacionado a sus protagonistas, reduciendo la exposición mediática de las medidas económicas. Por último, inclusive los funcionarios de gobierno están sin duda prestando más atención al tricampeonato más que a cualquier asunto de política. Este es un momento ideal para bajar el gasto. ¿Creen ustedes que el gobierno aprovechará la oportunidad como lo haría un goleador?
Por supuesto que no. Para eso se necesitan: i) una mente clara; ii) la resolución de un estratega; iii) el compromiso con el bien común y la responsabilidad fiscal propias de un estadista; y iv) la velocidad de Messi. Y nada de eso parece estar dotando al gobierno que nos supimos conseguir.
El programa con el Fondo Monetario Internacional establece una meta de déficit fiscal primario de 2,5% del PIB para 2022 y una reducción muy menor de sólo 0,6% para llevarlo a 1,9% en el año próximo. Existen muchas oportunidades para reducirlo más de lo acordado. El gasto salarial está previsto en el mismo nivel de 2,9% del PIB, y como bien sabemos existen muchas ineficiencias en el gasto salarial en donde existen gran cantidad de empleados que sirven una función política o prebendaria que fácilmente pueden racionalizarse. El gasto en bienes y servicios está previsto que se incremente en 0,1% del PIB. Este incremento no es grande, pero es obvio que las oportunidades de racionalizar el gasto de compras están presentes y el gobierno debería reducirlo más que aumentarlo. El gasto de capital también está previsto que aumente en el mismo monto de 0,1% del PIB. Recordemos que existen muchas causas de corrupción de funcionarios relacionadas con la obra pública. Es fácil recomendar una reducción en este tipo de gasto, más que un aumento. Y en el mismo monto se proyecta un aumento del 0.1% del PIB de otros gastos corrientes. En este caso, dado que es un componente de menor monto, el incremento representa un 20% de aumento en las erogaciones, cosa que hace ver que tenemos aquí otra oportunidad para la reducción del gasto.
Afortunadamente tenemos un 1,3% del PIB previsto en reducción del gasto para 2023. Eso es muy loable. Los componentes principales son una reducción de la asistencia social de 0,7% del PIB, una reducción de los subsidios de 0,5% del PIB y una reducción de las jubilaciones de 0,2% del PIB. Recordemos que la asistencia social es sumamente ineficiente en su asignación y está muy politizada, con duplicación de beneficios en muchísimos casos. También es importante notar que el gasto en jubilaciones constituye más del 35% del gasto del sector público nacional, y debe ser un objetivo de largo plazo el reducirlo. Esta reducción del gasto se traduce en un menor déficit, cosa que reduce el desequilibrio fiscal y las presiones inflacionarias, y libera más recursos para el sector privado, que es más eficiente en la asignación de recursos que el estado. Se proyecta una reducción de los ingresos públicos de 0,8% del PIB. Si bien se espera un aumento de 0,1% del PIB en las cargas de la seguridad social, se proyecta una reducción de la recaudación impositiva de 0,2% del PIB, cosa que permite un alivio al contribuyente. Es notable la reducción de los ingresos no tributarios del 0,7% del PIB. Es importante notar que esta reducción de los ingresos no tributarios es artificial porque los ingresos del año 2022 incluyen ingresos por la emisión de títulos públicos ligados a inflación, que a partir de 2023 se contabilizarán como financiamiento, como lo recomienda el Fondo Monetario.
El contexto internacional continúa recesivo...
El contexto internacional continúa recesivo, los motores exteriores de la economía nacional están cerca de la recesión o en ella misma. La guerra sigue y salvo al maíz no se afecta a los precios de materias primas.
Estados Unidos tendrá un 2023 flojo por la suba de tasas y lo mismo Europa. China creció poco en 2022 por Covid, el 2023 y los sucesivos se esperan para este país tasas que no son las famosas “chinas” del ciclo expansivo iniciadas desde la reforma de 1978. Finalmente Brasil, con su importante déficit fiscal, estará cerca de 1% de crecimiento el año entrante.
En el plano local describiremos una serie de aspectos que influyen en una tasa de crecimiento de cero para 2023.
La gestión Massa sigue dando estímulos puntuales que no constituyen un esquema unificado y que tiene contraindicaciones en el plano de la estabilidad monetaria tan difícil de conseguir. El dólar soja de diciembre va en esta dirección. Entrarán más reservas pero se expandirá más la base monetaria. El campo ha liquidado muchos dólares durante 2022 y sufre una sequía que se prolongará en el 2023 y es un costo de relevancia.
En la actividad real es clave terminar con el gasoducto de Vaca Muerta para aligerar los problemas de abastecimiento que estamos teniendo en el frente energético intensivo en el uso de dólares. En ese marco, continúan las tensiones por las restricciones de importación y suponen una fatiga excesiva para el sector privado por la incertidumbre asociada.
Siguen siendo problemas claves en la coyuntura la falta de reservas en el Banco Central y la falta de un ancla para la prometida estabilización a un ritmo de 3% mensual de inflación. La conducción económica no quiere devaluar ante un retraso del dólar oficial hay temor a un salto mayor de la inflación.
Pareciera que se va a sortear una crisis de magnitud pero podría darse un evento macro muy severo dado que se juega en el límite. El ajuste fiscal se sigue haciendo vía licuación, usando la inflación. Este esquema general de Massa y Rubinstein es apoyado por la vicepresidente que no alienta por ahora prácticas como las de la elección de medio término, de expansión fiscal y fuerte populismo. El Fondo convalida la gestión Massa donde están muy lejos reformas de tipo estructural. El ministro ha tranquilizado parcialmente la plaza financiera pero no alcanza, sabor a poco y un 2023 conflictivo por las elecciones y por las internas en las dos principales fuerzas. La herencia que se va acumulando para el próximo gobierno es bien compleja y peor a la de Kicillof de fines de 2015.
Seguramente se querrá capitalizar la llegada de Lula sacando rédito político. No parece una buena decisión plantear una moneda común con Brasil. Tampoco es razonable dolarizar por múltiples motivos, ni adoptar el real como moneda.
Los políticos parecen estar armando sus programas de gobierno con sus equipos técnicos. Se sabe poco pero están avanzando, sobre todo en la oposición. ¿Explotará la bomba antes del 10 de diciembre de 2023 o después?, esto supone muchas conjeturas y estrategias. El país está muy estancado, por debajo del PIB per cápita de hace 10 años, con mucha más pobreza y con crecimiento del empleo público y del informal urbano, no así del empleo blanco registrado.
Noticias locales: el país hoy.
Ya sin el régimen cambiario del dólar soja II, la liquidación del agro fue menor a USD 40 M y en la primera rueda del año el BCRA terminó con saldo neutral. Las reservas internacionales brutas subieron USD 18 M y cerraron en USD 44.606 M.
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) informó que 2022 tuvo la primavera más seca de los últimos 35 años, con lluvias un 50% por debajo de la media en la región núcleo, y estima que en 2023 las exportaciones caerán casi USD 4.000 M en relación al año pasado. Gran parte de las exportaciones de principios de 2023 se adelantaron por los estímulos cambiarios dólar soja I y II, marcando un récord de más de USD 40.000 M de liquidación en 2022. Por esto, la BCR proyecta una caída de 24% i.a. en la liquidación de divisas (USD 7.000 M menos).
El dólar oficial varió $1,01 alcanzando los $178,14, lo que representa un ritmo de devaluación de casi un 6% mensual, en línea con la depreciación semanal mensualizada. Los dólares financieros operaron al alza, con el MEP (GD30) subiendo un 0,4% diario y el CCL un 0,7%. Las brechas con el dólar oficial se ubican en 85% para el MEP y 88% para el CCL.
Los bonos soberanos en moneda extranjera subieron un 0,3%, acumulando una caída de 1,4% en la semana. En tanto que los bonos ley extranjera subieron un 0,8%, los ley local cayeron un -0,2%. El riesgo país se mantuvo en 2113 bps.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una jornada positiva. En el contexto del canje de hoy, los instrumentos tasa fija lideraron la suba con las Ledes aumentando 0,6% y el TO26 un 1,5%. Por otro lado, la curva CER operó estable. Los bonos DLK subieron un 0,5% promedio, con la tasa del T2V3 entrando en terreno negativo debido a la suba de un 1,6% en el precio. Finalmente, todos los duales que se ofrecen en el canje cayeron entre -0,2% y -2,2%.
Con el objetivo de mejorar la participación privada en el canje de hoy, el Tesoro determinó ampliar el abanico de opciones ofrecidas e incorporar la opción de cambiar las Lecer de Enero y Febrero por la Lecer con vencimiento en Junio.
El Merval sigue abriéndose paso por sobre los mercados internacionales y marcó un alza del 2,5% en moneda local y 1,2% en moneda extranjera. Continuando con la tendencia de 2022, el sector energético y de utilities tuvieron las mejores performances: TGNO subió casi un 7%, Edenor un 5,5%, YPF un 4,8% y Pampa un 4%. Por otro lado, Supervielle recibió una actualización de su calificación crediticia por parte de Fitch, manteniendo la calificación de largo plazo en AA-, la de corto plazo en A1 y la perspectiva siendo “estable”. YPF anunció pago de dividendos por su unidad de negocio YPF Luz por la totalidad de las reservas para futuros dividendos de esta. Por último, Edenor anunció la regularización de la deuda contraída con Cammesa, el intermediario entre las distribuidoras de energía y el gobierno: la distribuidora pagará 96 cuotas a tasa fija libre de intereses punitorios.

Noticias globales: el mundo hoy.
Durante la jornada de ayer los principales mercados estuvieron cerrados por las festividades del nuevo año, incluyendo las bolsas de EE.UU., Reino Unido, China, Hong Kong y Japón. Esto llevó a que el resto de los mercados del mundo registren un bajo volumen de operaciones. La mira estuvo puesta en la región europea con los principales índices promediando subas de 1,2%. Italia y Alemania fueron los principales ganadores del día al avanzar ambos 1,9%, mientras que España marcó el menor avance (0,9%). Las subas fueron producto del PMI manufacturero de diciembre de la eurozona que resultó en 47,8 puntos, igualando a las expectativas pero superando al dato previo de 47,1. A pesar de que un resultado por debajo de 50 puntos implica una contracción en el nivel de actividad, el dato generó optimismo entre los mercados al registrar su cuarta suba mensual consecutiva.
Entre otros datos económicos, se conoció la balanza comercial de Brasil de diciembre que resultó en un superávit de USD 4,8 MM, muy por encima de los USD 3MM esperados aunque por debajo de los USD 6,7 MM de noviembre. En el último mes del año, las exportaciones crecieron 9,1% i.a., acumulando en todo el año un alza de 19%, en tanto que las importaciones aumentaron 7% i.a. en diciembre y 24% en todo el año. De esta manera, este país registró un superávit comercial total de USD 62,3 MM durante 2022, 1,5% más alto al de 2021.
Sin embargo, durante el fin de semana, Lula Da Silva asumió como nuevo presidente del país. En su primer discurso, prometió un drástico cambio de rumbo que contrasta con las medidas tomadas durante el mandato del ex-presidente Jair Bolsonaro. Con este marco político de fondo y dada la postura más intervencionista que marcó Lula durante sus dos primeros mandatos, el índice de acciones de Brasil cerró la jornada con una caída de 3,1%. La preocupación radica en los comentarios que realizó el presidente indicando que no medirá el gasto estatal con el objetivo de erradicar la pobreza que azota al país. Su postura preocupa a los inversores que defendían en mayor medida el rumbo tomado por el ex presidente.
La plaza de contratos de dólar futuro cerró el año operando un 115% más de lo operado en la semana..
La plaza de contratos de dólar futuro cerró el año operando un 115% más de lo operado en la semana anterior, aunque en términos mensuales se operó un 5,4% menos que en noviembre. A su vez, el jueves 29 de diciembre fue el día con mayor volumen de operaciones de la semana y del mes, con 1.820.800 contratos operados, representando un 82% del volumen de la última rueda de noviembre. El interés abierto promedio de la última semana del mes (3,8 M) es un 1,6% menor que el de la última semana y un 1,8% menor que el de finales del mes pasado.
Considerando que el tipo de cambio tuvo una variación nominal del 5,9% para ubicarse en $177,13, la curva de precios operó la última semana del año al alza, con una variación positiva promedio del 0,6%, destacando los tres contratos más largos al variar un 1,3% promedio. Sin embargo, mensualmente operó a la baja, con caídas más bruscas en los de largo plazo, y menores para los de vencimientos cercanos (caída promedio del 5,6%). En base a las expectativas de devaluación del mercado, las mayores se concentran en el primer trimestre del año, con una devaluación promedio del 7% m/m. Enero posee la mayor tasa esperada de devaluación (8%) contando con un precio del contrato de $191,3. Para el resto del año, la tasa mensual promedio de devaluación esperada es del 5,2%.
Con estos movimientos, las tasas nominales mostraron un avance en esta última semana del año del 2,3%, destacando el alza de los contratos más cortos, donde enero varió su tasa en un 4,6% y febrero un 6%. Mensualmente, la situación fue la opuesta, ya que las tasas cayeron bruscamente: el promedio de retroceso fue del 17,8%, con la de diciembre cayendo un 21% al pasar de 103,6% a fines de noviembre a vencer con una tasa del 82%. Julio tuvo una variación similar, cayendo del 110% en noviembre al 88,3% en diciembre, y junto con mayo son las tasas más bajas de la curva. Así, el rango de tasas de enero hasta mayo cerró el año entre 91,3% y 88,3%, mientras que el tramo restante hasta noviembre de 2023 lo hizo entre 89,5% y 91,7%.



Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local e internacional.
No hubo rally navideño. Tanto bonos como acciones cerraron la última semana en baja y así concluyeron un año para el olvido. Los temores de una caída en la actividad ante el alza en las tasas de interés se vieron reforzados por la escalada de contagios en China. El dólar se mantuvo estable y los commodities operaron mixtos, con el petróleo y el cobre a la baja mientras que los precios agrícolas repuntaron. La combinación de suba de tasas de interés, el riesgo geopolítico y los rebrotes de casos en China dieron como resultado uno de los peores años de la historia. Los balances de las empresas se vieron golpeados y los mercados financieros marcaron fuertes pérdidas tanto en renta fija como en renta variable. En la primera semana de 2023, la mira estará puesta en el informe de empleo, las minutas de la última reunión de la Fed y los datos de actividad de EE.UU. Por su parte, Europa dará a conocer la inflación de diciembre.
Sector inmobiliario en la mira. El índice de precios de viviendas Case-Shiller marcó su cuarta contracción mensual consecutiva al resultar en -0,5% m/m durante octubre. Así, acumula en los últimos doce meses un alza de 8,6%, muy por debajo del 21% i.a. que marcó en marzo. En línea con la fuerte suba de tasas de la Fed, las tasas de los créditos hipotecarios estuvieron al borde de duplicarse durante el 2022 –de 3,5% a 6,5%– golpeando fuerte a la venta de viviendas y como consecuencia a los precios de las mismas.
Diciembre rojo para bonos. La incertidumbre de cara al nuevo año golpeó a los bonos del Tesoro de EE.UU. que cerraron diciembre con los máximos retornos del último mes. La USD10YR terminó en 3,89% mientras que la USD2YR lo hizo en 4,43%, marcando un spread de 55pb. Sin embargo, la diferencia entre ambas se alejó de niveles máximos gracias a la mayor suba de la tasa a 10 años. Esto muestra la preocupación que mantiene el mercado con respecto a la desaceleración que podría sufrir la economía en el largo plazo. Respecto a los bonos corporativos, los de mayor calidad fueron los más golpeados de la semana (-1,7%) seguidos por los más riesgosos (-1,2%). Los bonos emergentes lograron moderar su caída (-0,8%) producto del resultado alcista que registró China. Sin embargo, los tres cerraron el mes en negativo, promediando caídas de 2,5%. El promedio del año fue de -19,6%.
Sin rally navideño. En el pasado, en el 70% de los casos el S&P lograba cerrar la última semana del año en alza, dando como resultado lo que se conoce como rally navideño. Sin embargo, el 2022 marcó una nueva excepción con el índice cerrando la semana un 0,6% a la baja. Lo mismo sucedió con el Dow Jones mientras que el Nasdaq lo hizo en 1,1%. De esta manera, los tres índices cerraron un año para el olvido con caídas: 33,6% para Nasdaq, 19,8% para S&P (marcando su peor año desde el 2008) y 9,1% para Dow Jones. Por el lado de los sectores, el financiero (0,6%) y el energético (0,1%) fueron los únicos que cerraron la semana al alza. Materiales, por su parte, registró la mayor caída (-1,3%). En este 2022, sólo el sector energético logró un rendimiento positivo (57%), los restantes promediaron un desplome de 17,7%, con comunicaciones a la cabeza en pérdidas (-38,8%).
Tesla y Meta, las grandes perdedoras del 2022. Durante el 2022, Tesla se desplomó un 69,6%, convirtiéndose en la gran perdedora dentro de las compañías de mayor capitalización. Durante el primer semestre del año, la firma de Elon Musk se vio golpeada como consecuencia de los confinamientos en China,lo que generó cierres en sus fábricas y, por ende, inconvenientes en las cadenas de suministros a nivel global. A esto se le sumó el conflicto entre su CEO, Elon Musk, y Twitter, lo que terminó por generar un efecto contagio negativo sobre la compañía de autos. En segundo lugar, se ubicó Meta Platforms que, afectada por el encarecimiento de sus costos y la baja en los ingresos por publicidad, se desplomó un 64,8%. Esto la llevó a registrar ganancias negativas por primera vez en su historia.
Commodities agrarios superan al crudo. A pesar del despegue que marcó el petróleo producto de la invasión rusa, la incertidumbre respecto a la recesión global y los confinamientos en china terminaron por licuarla: avanzó un 0,8% durante la última semana del mes y un 5,1% en el año. Por su parte, la soja y el maíz fueron los grandes ganadores entre los commodities al avanzar un promedio de 14,5% durante el 2022. Tanto la menor producción ucraniana como las sequías que afectaron durante el segundo semestre terminaron por favorecer a los commodities agrarios, especialmente durante el último trimestre del año. El oro, por su parte, terminó la semana con un alza de 0,2% que se sumó a la suba de casi 10% que marcó durante el 4Q22. Favorecido por la caída del dólar, el metal terminó el año con un magro 0,5% a la baja, mientras que las mineras lo hicieron en un 12%.
Semana del yen, año del dólar. El yen volvió a ser el ganador de la semana al retroceder un 1,6% frente al dólar, y acumula así una apreciación de 5% en el último mes favorecido por una postura levemente más intervencionista del Bank of Japan. Sin embargo, el gran ganador del año fue el dólar, con un avance del DXY 7,8% ante la postura más agresiva tomada por la Fed. A pesar de la caída que registró en los últimos meses, el índice que compara al dólar con una canasta de monedas cerró el 2022 en 104,3 puntos. En los últimos 40 años, solo alcanzó este valor en dos momentos: 1986 y 2002.
China en alerta por los contagios. A pesar de la postura más laxa que está tomando el gobierno chino, los mercados continúan preocupados por el nivel de contagios que afecta al gigante asiático. Según estimaciones no oficiales (ya que el gobierno no está dando a conocer datos oficiales), enero podría traer un nuevo pico de contagios en las principales ciudades. Esto golpeó al mercado chino durante las últimas jornadas de la semana aunque terminó un 1,6% al alza (pero -24,3% YTD).
Pérdidas globales. El 2022 fue un año para el olvido a nivel global, con el MSCI All World cayendo un 20,2%. Respecto a las regiones, tanto Europa (-18,6%) como Asia (-23,2%) terminaron el año en rojo ante un contexto global que golpeó tanto a países desarrollados como a mercados emergentes (-22,6%), este último índice afectado principalmente por la caída de China. Sin embargo, el upside que registraron los commodities moderó las caídas en Latinoamérica, que cerró la semana con una caída de 0,7% (en el año retrocedió un 2,3%). Destacamos las performances de países como Chile (16,2%) o Argentina (8,2%) que fueron los mayores ganadores dentro del ETF ILS, que agrupa a las principales compañías de la región.
Brasil cierra el año en rojo. La deuda pública bruta de noviembre retrocedió un 0,5% hasta representar un 74,5% del PBI. De esta manera, el dato mantiene su tendencia bajista en lo que va del año (inició en un 80%) y cierra ell 2022 por debajo de los resultados tanto del 2020 (86,9%) como del 2021 (78,3%). La deuda neta, por su lado, alcanzó una relación de 57,1% respecto al PBI del país. A pesar de los datos alentadores, la contracción del petróleo terminó golpeando a las compañías energéticas que componen al EWZ (ETF que representa a Brasil), llevándolo a cerrar la semana con una caída de 3,3%. Así, producto de la baja en los commodities y la incertidumbre electoral, Brasil terminó licuando toda la ganancia que acumuló durante el primer semestre, cerrando el año un 0,8% a la baja.
De la mano de la liquidación del agro, impulsada por el beneficio cambiario del programa dólar Soja II, el Banco Central de la República Argentina logró terminar el año recomponiendo sus reservas internacionales. Esto le permitió cumplir las metas con el FMI y ganar poder de fuego para afrontar un 2023 en el que se espera una importante caída en las exportaciones como consecuencia de la menor cosecha esperada. En el último mes del año, la devaluación del tipo de cambio oficial volvió a superar a la inflación, en un contexto global en el que el dólar se depreció contra las principales monedas, permitiendo que el tipo de cambio real mejore y recorte al 10% la pérdida de competitividad del año. En el mercado de pesos, con una importante participación de organismos del sector público, el Tesoro logró refinanciar los vencimientos de deuda de diciembre, aunque sigue cargando los vencimientos para este año. Las intervenciones oficiales en el mercado de bonos contuvieron la caída de bonos soberanos en moneda extranjera y la brecha cambiaria, que cerró prácticamente en el mismo nivel que en 2022. Pese a la moderación que estaría marcando la inflación, los bonos CER fueron los de mejor performance en diciembre, y también en todo el año. El gran ganador fue el Merval que, a pesar del mal clima global para la renta variable, cerró el último mes del año con un alza de 14% en moneda extranjera, acumulando en el año una ganancia de 36%. La primera semana del año arranca con las miradas puestas en las primeras estimaciones privadas de inflación de diciembre y el comportamiento del mercado cambiario luego de finalizado el dólar soja II.
Agro y “hechizo”. Uno de los aspectos más importantes de la gestión del equipo económico actual es la devaluación selectiva y temporal para el complejo sojero como herramienta para frenar la pérdida de reservas internacionales. En el programa dólar soja I que se aplicó durante septiembre en el que se le permitió al sector liquidar a un tipo de cambio de $200 (vs $145 del TC oficial), se liquidaron USD7.677 M, muy por encima de a los USD5.000 M que esperaba el gobierno. Con el programa dólar soja II el tipo de cambio subió a $230 (vs $173 del TC oficial) y se recaudaron USD3.140 M (podría subir en estos dos días dado que quedaron operaciones por ejecutarse). Ambos programas fueron determinantes para apuntalar las reservas internacionales y reducir las expectativas de devaluación del tipo de cambio oficial en el corto plazo. Como contrapartida, el programa trae expansión monetaria y deterioro del balance del BCRA: compra caro y vende a un tipo de cambio inferior. Sin embargo, en todo 2022, la liquidación del agro marcó un récord histórico y alcanzó USD44.100 M, 16% más que en 2021 y 73% por encima del promedio 2015-2020.
Repunte de las reservas internacionales. En la última semana del año, las reservas internacionales subieron en USD1.118 M y cerraron el año con un stock bruto de USD44.588 M mientras que las netas superaron los USD7.200 M. El buen resultado de la semana –el mejor desde fines de septiembre– se explicó por el resultado de operaciones en el mercado cambiario: hubo compras netas por USD1.082 M de la mano del agro que liquidó USD1.077 M e ingresaron fondos de China para obras de infraestructura por más de USD500 M. Con esto, gracias a que entre el programa dólar soja II y resto de cereales el agro liquidó USD3.707 M, en todo diciembre el BCRA compró casi USD2.000 M.
Devaluación a paso firme. El dólar oficial cerró el año en $177,13, 5,9% (+$10) por encima del cierre de noviembre. Con este resultado, en 2022 el tipo de cambio oficial subió 72%. Los dólares financieros también cerraron la semana en alza y mantuvieron la brecha con el tipo de cambio oficial: el MEP (GD30) subió 0,7% en la semana y 4,9% en el mes (dejando la brecha con el oficial en 85%); el CCL (GD30) tuvo un alza de 0,6% en la semana, 1,4% en el mes y 64% en el año; mientras que el CCL (medido con ADR de Galicia) subió 2,5% en la semana, 4,7% en el mes y 69% en el año.
Mejora la competitividad. En diciembre, el tipo de cambio oficial promedio subió 6,7% respecto a noviembre y habría superado nuevamente a la inflación. Esto, sumado a la depreciación del dólar a nivel global, permitió que el Tipo de Cambio Real Multilateral (TCRM) mejore 2,3% en el último mes del año. Con esto, redujo la pérdida de competitividad en todo el año a 10% aunque con un comportamiento muy dispar entre los socios comerciales: el Tipo de Cambio Real bilateral contra Brasil quedó 1% debajo de diciembre de 2021, mientras que acumuló una pérdida de 20% en el año contra China.
Con la ayuda del sector público. La pesada carga de vencimientos de deuda en moneda local es uno de los mayores riesgos que se presenta en el corto plazo y estará latente durante todo el 2023. Un traspié del Tesoro en refinanciar los vencimientos implicará una mayor inyección de pesos. Ante este contexto, el gobierno viene “exprimiendo” al máximo otras dependencias del sector público para lograr mayor fondeo. De hecho, en otra exitosa licitación, el Tesoro colocó $343.000 M y recibió financiamiento neto por $280.000 M, acumulando $700.000 M en diciembre, lo que implica un roll-over de 250%. El 16% de la participación se destinó a la Lelite con vencimiento el 20 de enero, el 57% a la Ledes de abril y el 27% restante a la Ledes de mayo. Ambas Ledes se colocaron a una TEA de 110%, una importante reducción en comparación a las últimas licitaciones donde cortaron entre 115% y 118%. Aunque no se conoce con exactitud, se estima que hubo una elevada participación del sector público en esta licitación.
Condiciones del Canje del Tesoro para Enero, Febrero y Marzo: El martes, el Ministerio de Economía lanzará un canje por los vencimientos de los próximos tres meses. Lo aplicará a ocho títulos elegibles con un valor técnico agregado de $4,3 billones (3 Ledes: S31E3, S28F3 y S31M3; 2 Lecer X20E3 y X17F3; 2 Boncer TC23 y TX23; bono Badlar TB23,). El 50% de los vencimientos están en manos públicas, y ese es el piso de aceptación. El canje se podrá hacer por una canasta de ledes (25% abril, 35% mayo, 40% junio) o por una canasta de duales (35% TDL23, 35% TDS23, 30% TDF24). Los precios de corte de la canasta se definen en la subasta y hay un precio de corte por cada título elegible.
Mala semana para los bonos soberanos en moneda extranjera. En la última semana los bonos soberanos cayeron 0,6%. La suba de 2,6% en los bonos legislación local (explicado por la aparición de volúmenes récord de operaciones de ventas contra pesos durante el final de cada jornada, asociadas a organismos públicos buscando calmar los dólares financieros) fue compensada ampliamente por los de legislación extranjera que cayeron 2,9%. Con este resultado, los bonos soberanos tuvieron un promedio alza de 10% en diciembre y redujeron la pérdida del año a 18%. El riesgo país subió 1,4% en la semana y en todo 2022 acumuló un alza de 30%.
Los bonos en pesos cierran el año con subas. En la última semana del año la mejor performance fue para los bonos ajustables por Tipo de Cambio (DLK) con un alza de 3,2%. Le siguieron los Duales (2,3%), los Boncer (2,2%), las Lecer (1,3%) y las Ledes (0,8%). Por su parte, los bonos a tasa fija ajustaron 3,9%. En todo diciembre, los Boncer subieron 14%, casi lo mismo que los bonos a tasa fija. Los bonos ajustables por tipo de cambio anotaron un alza promedio de 8%. Con este resultado, los bonos ajustables por CER fueron los grandes ganadores de 2022 con un alza de 65%, seguido por los DLK que lo hicieron 44%. Los bonos a tasa fija, pese al repunte de los últimos dos meses, acumularon una baja de 10% en el año.
Rally navideño del Merval. En la última semana del año, el Merval anotó un alza de 7,6% medido en moneda local y 5,3% medido en moneda extranjera (CCL-GAL). Con esta performance, en todo diciembre el índice de renta variable local anotó un alza de 20% en moneda local y 14% en moneda extranjera, y cierra 2022 con una ganancia de 142% en moneda local y 36% en moneda extranjera. La mejor performance del año la tuvo el sector energético con subas para todos: TGSU (350%), YPF (300%), TGNO (284%) y Pampa (165%).
¿La favorita? Vista. Con el contexto internacional adverso para la renta variable en general, las empresas argentinas que cotizan como CEDEARs tuvieron un alza promedio de 0,9%en la semana. Se destacaron las subas de Corporación América (CAAP) (6%) y Bioceres (4%). Mercado Libre y Vista anotaron bajas en torno al 1,5%, y tuvieron una caída promedio de 3,6% en el mes (anotaron un alza de 17% en el año). Vista fue la gran ganadora de 2022 al acumular una ganancia de 200% (es parte del proyecto de Vaca Muerta junto con YPF y de otros proyectos como el gasoducto Kirchner). La siguió CAAP con una suba de 52% a la par de la performance del índice sectorial de aerolíneas. Por último, las tecnológicas no escaparon de la tendencia general de sus sectores: Globant retrocedió 47% anual, MELI lo hizo 38% anual y Despegar perdió 48%.
Producto del feriado de hoy en China y en EE.UU., el mes (y el año) empieza con una semana corta. Pasado esto, la mira estará puesta en el informe de empleo de EE.UU. donde la tasa de desocupación se pronostica sin variaciones en 3,7%, mientras que las nóminas no agrícolas se proyectan en 200.000 nuevos puestos (vs. 263.000 en noviembre). Por su parte, se publicarán los datos de actividad, en donde los PMI tanto de servicios como manufacturero se proyectan levemente por debajo del resultado de noviembre. A nivel global, la mira estará puesta en el IPC de la Eurozona que se pronostica en un 9,7% i.a., lo que llevaría a que la región acumule su segundo mes consecutivo a la baja.
El conflicto entre el Poder Ejecutivo con la Corte Suprema de Justicia vuelve a marcar el comienzo de la semana, y pone de manifiesto la conflictividad política que tendrá este 2023. Si bien en las próximas dos jornadas habrá un remanente de dólar soja, se espera una fuerte caída en la liquidación del agro y el año comenzará con presión en el mercado cambiario. En materia de datos económicos, la atención estará puesta en las primeras estimaciones de inflación de las consultoras privadas, en la recaudación tributaria de diciembre y en el saldo de comercio bilateral con Brasil. A su vez, el viernes se publicará el Relevamiento de Expectativas de Mercado del BCRA en el que será importante analizar la evolución de las proyecciones para inflación y devaluación de los próximos meses.
Análisis de instrumentos de renta fija y variable.
A continuación podrás descargar el informe semanal del mercado local, en el que analizamos los distintos instrumentos de renta fija con posibles escenarios de sensibilidad. Además, mostramos los índices de mercados accionarios locales e internacionales, y finalmente el mercado de renta variable local.
Descargar informe al 30/12/2022
¿Cuál será el motor que nos llevaría nuevamente al crecimiento?
Pasado el optimismo por el control de la pandemia COVID-19, que todavía muestra signos de vida, sobrevino nuevamente el pesimismo por la invasión de Rusia a Ucrania. Los mercados están volátiles, pero seguimos pensando que la inflación se irá acotando gradualmente, y lo más probable es que tendremos una desaceleración moderada de la economía global, cómo se ve en la gran cantidad de rojos en el Cuadro 1, basado en proyecciones del FMI de octubre pasado que, curiosamente, muestra mejoras sólo para el Cono Sur, debido a los mejores precios de sus commodities. La moderación en la inflación y un crecimiento más rápido que el previsto seguirán dependiendo de que la guerra Rusia-Ucrania no se agudice. Una gran pregunta es ¿cuál será el motor que nos llevaría nuevamente al crecimiento? Por ahora no se avizora.
La Fed ralentizó la suba de las tasas de interés, pero, al mismo tiempo, advirtió que la economía de EEUU está a punto de estancarse. La suba instaló las tasas de la Fed en el rango de 4,25 a 4,50% (+50 puntos). Coincidió así con lo proyectado por los analistas que esperaban que la Reserva Federal comience una desaceleración paulatina en el aumento de las tasas de interés.
La Fed también recortó fuertemente su previsión de crecimiento para 2023 a 0,5% contra el 1,2% vigente y aumentó su pronóstico de inflación para 2023 por lo que puede llevar a sus tasas por encima de 5%. La inflación en EEUU sigue moderándose y da esperanzas de que el récord de inflación reciente, vaya amainando, dando margen a la Reserva Federal para desacelerar o incluso finalizar el aumento de tasas. El IPC anual de noviembre fue 7,7%, la quinta caída consecutiva. La inflación núcleo –excluyendo alimentos y Energía- fue sólo 0,3% en octubre y cayó al 6,3% anual.
Bajar la inflación y consumir más energías verdes podrían ser el módico precio de la amenazante crisis global, pero estarán sujetos a la intensidad de la guerra en curso. Se espera con ansiedad la variación anual del PIB del tercer trimestre en EEUU, probablemente la tercera negativa consecutiva. Mientras tanto, Brasil sorprendió creciendo 1,2% en T2, no lo suficiente para una victoria de Bolsonaro.
En octubre pasado, el FMI recortó el crecimiento global del PIB de 2022, estimándolo en 3,2% (dramáticamente menor que el 4,9% estimado hace un año), y en sólo 2,7% para 2023.
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El dólar sigue en pausa en su apreciación, pese a la baja de la inflación en EEUU. Es probable que esté pesando la gigantesca deuda global, pública y privada, que está cerca a los 350 billones de USD y de los 400% del PIB mundial. Esta deuda está, en su mayoría, en dólares En ese marco, será muy dificultoso tomar deuda “barata”. Sin embargo, el contexto global está ayudando a la Argentina, con los precios de los granos. Lo propio ocurriría con los combustibles si Vaca Muerta cumple sus promesas de funcionar a full.
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Con Sergio Massa como primer ministro de hecho, podría ocurrir (1) que se evite una profundización de la crisis; (2) que, eventualmente, se logre converger a menores tasas de inflación mediante un plan de estabilización, que está en marcha, pero todavía no a full.
Noticias locales: el país hoy.
El índice de salarios tuvo una variación mensual del 5,1% en octubre, por debajo de la inflación de ese mes que fue del 6,3%. El sector registrado aumentó un 5,5% m/m, compensando así la variación de 3,1% m/m del sector no registrado. El sector público fue el más beneficiado, variando un 6% en el mes, y junto al sector privado registrado lograron acumular un alza salarial del 72,7% en el año. Aunque cabe destacar que lo hicieron nuevamente por debajo del IPC que presentó un acumulado del 76,65%. Así, en los diez meses del año computados, la pérdida del salario real fue del 2,2% promedio.
El BCRA anunció sus objetivos y planes de política monetaria, financiera, crediticia y cambiaria para 2023. Sin grandes sorpresas, todos los anuncios estuvieron en línea con las recomendaciones de política publicadas en la reciente revisión del FMI. En materia monetaria, el Central procurará mantener un sendero de tasas reales positivas, buscando evitar desequilibrios de liquidez que atenten contra el actual proceso de desinflación. En materia cambiaria, se buscará preservar el nivel de competitividad externa (léase tipo de cambio real), reacomodando la tasa de crawling al ritmo de inflación. Asimismo, acorde a lo requerido por el FMI, las regulaciones cambiarias se irían flexibilizando solo en tanto las condiciones macroeconómicas lo permitan. En materia financiera, se buscará impulsar el crecimiento del crédito al sector privado en términos del PBI.
El martes el Ministerio de Economía lanzará un canje por los vencimientos de enero, febrero y marzo. Hay ocho títulos elegibles con un valor técnico agregado de $4,3 billones (tres Ledes: S31E3, S28F3 y S31M3; dos Lecer X20E3 y X17F3; dos Boncer TC23 y TX23; bono Badlar TB23,). El 50% de los vencimientos están en manos públicas, así que ese es el piso de aceptación. El canje se puede hacer por una canasta de ledes (25% abril, 35% mayo, 40% junio) o por una canasta de duales (35% TDL23, 35% TDS23, 30% TDF24). Los precios de corte de la canasta se definen en la subasta y hay un precio de corte por cada título elegible.
En la segunda ronda para creadores de mercado, el Tesoro consiguió otros $17.800 M cerrando diciembre con financiamiento neto de $700.000 M.
El Central sorprendió en el mercado de cambios comprando divisas por USD 570 M, una performance que no se veía desde los últimos dos días de junio. En lo que va de diciembre, acumula compras netas por USD 1.880 M. Se estima que aproximadamente el 30% de las compras hechas por el BCRA fueron gracias a la liquidación sojera de USD 178, mientras que la gran diferencia restante se debió a un ingreso de flujos desde China para inversiones en infraestructura. Las reservas internacionales subieron USD 368 M hasta USD 44.166 M. Así, se cumple la meta propuesta por el FMI de un incremento de las reservas de USD 5.000 M, gracias a un diciembre con una variación de más de USD 6.000, tanto por las políticas cambiarias y de control de importaciones como por los desembolsos de organismos internacionales. Por otro lado, el régimen cambiario ya cumplió con lo prometido, con una liquidación acumulada por encima de los USD 3.000 M.
El dólar oficial varió $0,36, llegando a los $176,74 y representando un ritmo de devaluación del 6,5% m/m, superior al 5,5% promedio que venía presentando en las últimas jornadas. Los dólares MEP y CCL tuvieron una mala jornada: el primero cayó un 1,1% y el segundo un 2,3%. Estas caídas pueden deberse a la búsqueda de liquidez no solo aprovechando el alza de estos dólares financieros en la semana, sino también por la época del año. De esta manera, la brecha con el oficial se comprimió por debajo del 90%, ubicándose en 85,6% para el MEP y en 88,6% para el CCL.
Los bonos soberanos argentinos en moneda extranjera tuvieron otra mala jornada y cayeron en promedio 1,1%. Los globales cayeron 1,7%, con el GD29 y el GD46 anotando caídas de 3,9% y 2,7%, respectivamente. Por su parte, los bonares cayeron un 0,3%, con el AL29 anotando la mayor caída de 5,6% y el AE35 y el AE38 anotando las mayores subas en +2,5% y +2,0%, respectivamente. La paridad promedio cayó en 0,3 puntos a 28,5%. El riesgo país subió 6 bps a 2160 bps.
Todas las curvas soberanas en pesos tuvieron subas, salvo por los Botes que cayeron -1,1%. En tanto que las Ledes subieron 0,9%, el TO26 cayó un -2,2%, acumulando pérdidas de -9% en la semana y cerrando en TEA de 103%. Los bonos DLK subieron 0,5%, en tanto que los duales subieron un 0,7%, principalmente empujados por el retorno de 3,1% que marcó el TDF24. Los Boncer subieron 0,6% promedio, con la suba del CUAP en 1,9% a la cabeza, y las Lecer subieron 0,2%.
El índice Merval retrocedió luego de dos semanas de subas, cayendo un 1,6% en moneda local, aunque gracias a la baja de los dólares financieros, pudo mantener una leve alza del 0,7% en moneda extranjera. La caída fue impulsada por el sector de real estate y construcción, con Cresud cayendo un 4,7%, seguida de LOMA en un 3,6% y CEPU en un 3%. Sobre esta última, parece no haber generado impacto en el mercado la adquisición de las filiales locales de la empresa chilena Masisa, compañía del sector forestal. Tampoco LOMA tuvo buena jornada, a pesar de haber informado la renovación del contrato de concesión de Ferrosur Roca (Ferrocarril Roca) hasta septiembre de 2024. Dentro de las pocas positivas del panel líder, se destacó CVH con un 2% de suba, seguida de TGSU en 1,9% y Transener en 1%.
En el mercado internacional, las argentinas que se destacaron fueron las tecnológicas con Globant a la cabeza en 5,1% de variación. Acompañando a este sector y junto con el de consumo discrecional, MELI subió un 3,2% al igual que Despegar, que no fue la excepción del sector “Jets” del S&P.
Noticias globales: el mundo hoy.
Nuevos datos de empleo dieron un respiro al mercado americano que cerró la anteúltima jornada del año al alza. Las nuevas peticiones de subsidios por desempleo resultaron en 225.000 durante la última semana, superando así al dato previo de 216.000 y aumentando por tercera semana consecutiva. A pesar de que el mercado laboral continúa mostrando señales de solidez, este dato dio un respiro a los inversores llevando a que los tres principales índices cierren al alza por primera vez en la semana. Nasdaq registró el mayor avance (2,6%) seguido por el S&P (1,8%) y el Dow Jones (1,4%). Esta suba los llevó a revertir el resultado de la última semana, ubicándolos en terreno positivo para las últimas cinco ruedas.
Todos los sectores que componen el S&P cerraron al alza, con el de comunicaciones (2,9%) y el tecnológico (2,5%) como los mayores impulsores del día. Un mercado laboral menos sólido daría menor margen a la Fed para continuar con su política de suba de tasas, lo que favorecería principalmente a estos sectores de alto crecimiento. Por esta razón, la mira del próximo mes estará puesta no sólo en el dato de inflación sino también en el informe de empleo que se dará a conocer la primera semana de enero. De cara a la reunión de la Reserva Federal de febrero, los pronósticos proyectan una suba de 25 pb con un 75% de probabilidades mientras que el porcentaje restante espera un alza de 50 pb. Este escenario favoreció principalmente al ETF de innovación disruptiva que ayer avanzó un 5,1%, aunque aún acumula una baja semanal de 1,4%, afectado principalmente por el desplome de Tesla.
Ante este contexto, el dólar se debilitó y el índice DXY retrocedió un 0,6%, especialmente ante el yen japonés que avanzó un 1,1% frente a la moneda norteamericana. Esto favoreció al oro, que registró una suba de 0,6% y ya acumula una suba semanal de 1,3%. Por su parte, los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos también retrocedieron, especialmente los tramos largos de la curva con la US10YR cerrando en 3,84%.
El petróleo no se benefició por el optimismo y terminó la jornada con una caída de 0,7%. El aumento en los contagios en China golpeó a este commodity. A pesar de que el gigante asiático ya anunció mayores flexibilizaciones que iniciarían durante enero, los contagios récord en ciudades como Pekín o Shanghái continúan preocupando a los mercados internacionales. Esto sigue golpeando a la demanda energética, llevando al crudo a volver a alcanzar los USD 78.
En Brasil se dio a conocer el dato de deuda pública bruta que retrocedió un 0,5% hasta representar un 74,5% del PBI. De esta manera, el dato mantiene su tendencia bajista en lo que va del año, que inició en un 80%, al mismo tiempo que cerraría 2022 por debajo de los resultados de 2020 (86,9%) y de 2021 (78,3%). Por su parte, la deuda neta alcanzó una relación de 57,1% respecto al PBI. A pesar de los datos alentadores, la contracción del petróleo terminó golpeando a las compañías energéticas que componen al EWZ, ETF que representa a Brasil, llevándolo a cerrar el día con una caída de 0,8%, que se suma a la baja de casi 8% durante diciembre.

Los spreads legislativos se encuentran en la mayoría de los casos por debajo de su promedio históric
El ruido institucional que vive el país en los últimos días, producto del conflicto entre la Nación y la Ciudad de Buenos Aires por los fondos de coparticipación, aún no se vió reflejado en el diferencial de precios entre los bonos que se rigen por la ley de Nueva York y los que se rigen por ley argentina. Los spreads legislativos se encuentran en la mayoría de los casos por debajo de su promedio histórico, generando una oportunidad de hacer el pasaje a una mejor protección de capital.

En particular, recomendamos comprar GD38 y vender AE38, con su spread en un nivel históricamente bajo de 5,9%, más de un desvío estándar por debajo de su promedio histórico de 12,5%. Oportunidades similares pero menores existen para los bonos soberanos 2029 y 2041, cuyo spread entre legislación NY y argentina se encuentran por debajo del promedio histórico, pero no por más de un desvío estándar.
En el sentido opuesto, también recomendamos comprar AL30 y vender GD30, ya que su spread actual de 15,5% se encuentra desacoplado de su promedio histórico (más de un desvío estándar por encima de este) y del resto de los instrumentos.

Si los spreads por legislación revirtieran a su promedio, el upside relativo sería de 6,6% para GD38D contra el AE38D, de 2,5% para el GD41D contra el AL41D y de 1,4% para el GD29D contra el AL29D. En tanto que el downside para el GD30D contra el AL30D sería de -5,3% (o un upside de 5,6% para el AL30).

Los bonos 2035 merecen una mención aparte: tanto su spread por legislación actual en 4,9% como su promedio histórico de 4,4% son los más bajos de los cinco bonos soberanos hard-dollar. El costo de resguardarse en la ley neoyorkina se puede obtener consistentemente más barato comprando GD35 que con el resto de los instrumentos.
Noticias locales: el país hoy.
En otra exitosa licitación, el Tesoro colocó $327.000 M y recibió financiamiento neto por $264.000 M, acumulando $684.000 M en diciembre, lo que implica un roll-over de 245%. El 16% de la participación se destinó a la Lelite con vencimiento el 20 de enero, el 57% a la Ledes de abril y el 27% restante a la Ledes de mayo. Ambas Ledes se colocaron a una TEA de 110%, una importante reducción en comparación a las últimas licitaciones donde cortaron entre 115% y 118%. Mañana se realizará la segunda ronda para market makers, donde el financiamiento neto recibido podrá ampliarse hasta $82.000 M. Resta ver cuál fue la participación del sector público en esta licitación.
Los bonos soberanos en moneda extranjera cayeron en promedio 1,6%, y todos registraron pérdidas, excepto el AL29 (+1,1%). Los globales cayeron 1,7%, con el GD41 y el GD35 anotando caídas de 3,7% y 2,5%, respectivamente. Por su parte, los bonares cayeron un 1,4%, con el AL30 y el AL35 encabezando la caída con 3,3% y 2,2%, respectivamente. La paridad promedio cayó a 28,8%. El riesgo país se encuentra en 2154 bp.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una jornada con resultados mixtos. Los bonos DLK no registraron variaciones, en tanto que los duales cayeron un -0,2%. Los Boncer lideraron la suba con un 0,7% promedio, con la suba del TX26 en 1,7% a la cabeza. En tanto que las Lecer cayeron -0,2% y las Ledes subieron un 0,2%. Los bonos tasa fija volvieron a tener el peor rendimiento, con el TO26 cayendo -1,8%, acumulando pérdidas por 7% en la semana y rinde TEA de 100%.
En el mercado de cambios, el BCRA tuvo la mejor performance de los últimos tres meses con compras netas por USD 239 M. La liquidación sojera aportó USD 203 M y encara las últimas dos jornadas del año a USD 140 M para completar los USD 3.000 M de liquidación previstos para el régimen de dólar soja II. De esta manera, las reservas internacionales se mantuvieron al alza variando USD 147 M hasta los USD 43.798 M brutos.
El dólar oficial subió $0,31, llegando a los $176,38 y marcando un ritmo de devaluación del 5,5% m/m, más bajo que el martes pero en línea con el promedio de las últimas semanas. Los dólares financieros aminoraron la marcha: el MEP cayó en 1,1% hacia los $335, lo que representa una brecha con el oficial del 88%, y el CCL varió tan solo $0,56, significando una brecha de poco más del 93%.
El Merval medido en moneda local ayer subió 3,6%, acumulando en las últimas once ruedas un alza de 23,3%. De todos modos, dado el alza del CCL de GGAL la suba diaria se redujo al 1% y 17,7% en las últimas once ruedas. Más allá de esta buena performance, el Merval medido en moneda extranjera aún se ubica poco menos de un 70% por debajo del máximo histórico conseguido a inicios del 2018. Por el lado de los activos del panel líder, en la jornada se destacaron las financieras, con Banco Macro a la cabeza en un 6,1%, seguido de Galicia en 5,7% y VALO en 5,4%. YPF logró sobresalir en un 5% y así acumula un retorno superior al 300% en el año. Por otro lado, CEPU, con un alza del 3,1% diario, anunció la adquisición de Forestal Argentina y Masisa Forestal. La inversión fue superior a los USD 69 M para así operar el sector forestal, aumentando las posibilidades de diversificación y potenciales intentos de toma de deuda a través de programas de sustentabilidad. Por otro lado, Agrometal retrocedió un 3% luego de anunciar que la directora suplente de la sociedad renunció a su cargo y que el director titular se ausentará por tres meses por licencia.
La mayoría de las empresas argentinas que cotizan en los mercados internacionales acompañó la caída de los índices internacionales, con retrocesos destacados para Tenaris (-2,3%), Despegar (-2,2%) y Vista (2%). Sin embargo, BIOX y CAAP lograron subir más de un 2%, incluso a contramano de la performance de sus sectores.
Noticias globales: el mundo hoy.
El gigante asiático volvió a relajar sus políticas Cero COVID al anunciar que la cuarentena no será obligatoria para quienes ingresen al país. Esto se suma a otras medidas tomadas por el gobierno chino con el objetivo de priorizar el crecimiento económico de cara a 2023. Sin embargo, según fuentes del país, los hospitales continúan colapsados y los contagios siguen aumentando y podrían alcanzar un nuevo pico durante enero. En un primer momento los mercados tomaron con optimismo la flexibilización de las políticas contra el COVID-19, pero la fuerte suba en los contagios genera incertidumbre respecto a si será necesario volver a establecer confinamientos en la mayor economía del mundo.
Ante este escenario, los tres principales índices volvieron a cerrar a la baja promediando caídas de 1,2%. El Nasdaq acumula una baja de casi 5% en la última semana y se perfila a cerrar uno de sus peores años con un desplome de casi 35%. Lo mismo ocurre con el S&P, que retrocede un 21%, mientras que el Dow Jones baja un 9,6%, a dos jornadas para terminar el año. Todos los sectores que componen el S&P se vieron afectados por el contexto global, cerrando en terreno negativo y promediando una caída de 1,3%. El sector energético fue el más afectado al retroceder un 2,2%, debido a la preocupación sobre el impacto que tendrían mayores confinamientos sobre la demanda energética mundial. La suba de contagios en China, mayor importador de energía del mundo, volvió a golpear al crudo que cayó un 0,7%, aunque aún acumula una suba de 0,9% durante la última semana.
Por el lado de las compañías, Tesla (TSLA) avanzó un 3,3%, luego de acumular siete jornadas a la baja, y Apple (AAPL) cayó un 3%, convirtiéndose en el gran perdedor del día. La compañía creadora del iPhone volvió a verse afectada por la suba de contagios en China y el posible efecto que esto tendría sobre la producción de sus principales productos. Las mayores fábricas de la firma se encuentran en ciudades como Shanghái o Pekín, por lo que mayores confinamientos afectarían negativamente a sus ventas. Este escenario llevó a que la acción retrocediera hasta alcanzar los USD 126. De esta manera la firma alcanzó su mínimo de las últimas 52 semanas, soporte clave en caso de quebrar a la baja ya que enviaría señal al mercado de que aún podría continuar su tendencia bajista. Luego de quebrar el mínimo del año (USD 130) y con la caída de 30,8% que acumula en lo que va de 2022, la empresa de mayor capitalización del mundo se encamina a registrar su peor performance anual desde 2008.

Noticias locales: el país hoy.
El Tesoro llamó a la última licitación del Tesoro en la que ofrece sólo tasa fija para hacer frente a vencimientos por $61.000 M. La oferta incluye una Lelite a TNA 69% (TEA 96.7%) y dos Ledes, una a abril y otra a mayo. En cuanto a las Ledes, estaremos atentos a si se sigue convalidando una TEA cercana al 115% o si se decide bajarla a un nivel más cercano al 107% que se opera en el mercado secundario. Antes del 20 de enero, el Ministerio de Economía deberá anunciar las condiciones del canje de los vencimientos de ese mes, que suman en total $1,15 billones.
Se confirma la baja en el consumo privado. En octubre, las ventas en supermercados marcaron una caída de 0,7% m/m y quedaron 1,6% por debajo a las de octubre del año pasado, el peor desempeño desde marzo de 2021. Igual tendencia mostraron las ventas en autoservicios mayoristas que cayeron 2,1% m/m y 7,1% i.a. La ventas en centros de compras registraron un alza de 8,2% i.a. a precios constantes –impulsadas por indumentaria (44% i.a.) y el sector deportivo (12% i.a.)– pero marcaron una importante desaceleración respecto a los meses previos durante los que se observaba un crecimiento superior al 46% i.a.
En el mercado de cambios, el BCRA compró USD 144 M gracias a la liquidación de USD 223 M del complejo sojero, la segunda mejor del mes y la tercera del dólar soja II. En lo que va del mes, el BCRA acumula compras netas por USD 1.071 M. Las reservas internacionales subieron USD 109 M y cerraron con un stock bruto de USD 43.651 M.
El dólar oficial subió $0,33, llegando a los $176,07 y llevando el ritmo de devaluación al 5,8% m/m, luego de una semana al 5,4% m/m. Los dólares financieros operaron al alza: el MEP aceleró un 2,4% y el CCL un 1,2%, acercándose a la variación mensual del oficial –6,2% vs 6,5%–. De este modo, la brecha entre el MEP y el oficial ronda un 90,5% mientras que la del CCL se encuentra en 93,5%.
Los bonos soberanos argentinos en moneda extranjera cayeron en promedio 1,3%, y todos registraron pérdidas, excepto el AE38 (+0,4%). Los globales cayeron -0,9%, con el GD29 y el GD38 anotando caídas de 2,9% y 1,4%, respectivamente. Por su parte, los bonares cayeron un 1,7%, con el AL35 y el AL41 encabezando la caída con 3,5% y 3,8%, respectivamente. La paridad promedio cayó a 29,2% y, a excepción del AL30 y el GD30, todos los spreads de legislación continúan por debajo de su promedio histórico, destacándose el spread entre GD38 y AE38 de 5,9% contra un 12,3% promedio. Por esto consideramos que es un buen momento para hacer el pasaje defensivo hacia ley extranjera.
Dentro de las curvas soberanas en pesos, los bonos DLK y los duales volvieron a liderar el retorno diario y subieron 1,7% y 0,6%, respectivamente. Remarcamos lo parejo que se distribuyó la suba en bonos atados al dólar, que fue de entre 1,5% para el TV23 y 1,9% para el T2V3. En tanto que los BonCER subieron 0,4%, las Lecer cayeron -0,3%. Los instrumentos tasa fija continúan con su mal desempeño: las Ledes cayeron -0,2%, el TO23 -0,3% y el TO26 cayó -1,8%.
A pesar del mal desempeño de los mercados internacionales, el MERVAL subió 1,6% en moneda local y un 1% en CCL (GGAL). El resultado fue impulsado por Agrometal que subió un 7,7%, CVH en un 6,6% y Cresud con un 6,2%. Esta última sigue con su programa de recompra de acciones, que aún le queda más de un 80% por completar. Por el lado de las bajas, se destacó YPF en un 2,5% y Supervielle, que había sido la favorita de la semana anterior, con una toma de ganancias de poco menos del 5%. LOMA, por su parte, anunció la distribución de dividendos por $6 por acción, totalizando un desembolso de $3.500 M para el 9 de enero.
Las empresas argentinas que cotizan en el mercado internacional, tuvieron movimientos heterogéneos: Bioceres marcó un alza de 2%, aunque sigue siendo la peor del mes (-14,2%), seguida de CAAP y Ternium, que ganaron 1,8% y 1,5%, respectivamente. Mientras que por otro lado, MELI bajó un 2,7%, acompañando la tendencia del sector, Adecoagro cayó un 2% y Vista un 0,7%.
Noticias globales: el mundo hoy.
Luego del feriado navideño, los mercados operaron a la baja afectados por el desplome de Tesla. La compañía de autos eléctricos de Elon Musk cerró con una baja de 11,4% después de anunciar un recorte parcial de su producción durante 17 días de enero. De esta manera, se encamina a cerrar su peor mes, trimestre y año. Así, superó a Meta Platforms y registra el peor desempeño anual dentro de las grandes tecnológicas. El anuncio viene de la mano del año nuevo chino sumado a nuevos casos de COVID-19 que llevarían a la fábrica de Shanghai, una de las mayores de la firma, a detener parte de su elaboración de autos eléctricos. Cabe destacar que la compañía viene retrocediendo un 73% desde el máximo alcanzado en noviembre de 2021, mientras que en lo que va del año retrocede un 71%, más del doble que el índice Nasdaq. Tesla se vio fuertemente golpeada por el impacto negativo de Twitter y por el confinamiento por COVID-19 en China, que afectó negativamente a su demanda. La presión también proviene del mercado de autos usados: los precios promedio de un auto Tesla cayeron un 17% desde mediados del año ante una menor demanda mundial.
Otro de los datos del día fue la publicación del índice de precios de viviendas Case-Shiller de 20 ciudades en los EE.UU. de octubre, que anotó una baja de 0,8% m/m, marcando la cuarta caída mensual consecutiva. Con este resultado, en los últimos doce meses los precios acumulan un alza de 8,6%, el menor incremento desde octubre de 2020.
Ante este escenario, el índice Nasdaq fue el más afectado de la jornada al caer un 1,4%, mientras que el S&P bajó 0,4%. El Dow Jones fue el único en cerrar en terreno positivo y avanzó un 0,1% favorecido por el alza en sectores defensivos como utilidades (0,6%) y consumo anticíclico (0,5%). El energético fue el gran ganador de la jornada al subir 1,1%, mientras que el financiero fue el mayor detractor cayendo un 1,6%.
Además, se destacó el desplome del ETF ARKK, que acumula empresas de innovación disruptiva y tiene un 10% de su tenencia de activos en Tesla. El ETF que se ubicaba como uno de los mayores ganadores durante 2021 ya acumula un retroceso de 68,3% en lo que va de 2022, afectado fuertemente por el escenario más adverso y el contexto de suba de tasas. A pesar del downside aún no vemos oportunidad de entrada ya que consideramos que las firmas growth que lo componen aún pueden marcar una intensa volatilidad en el corto plazo, especialmente ante la temporada de balances del 4Q22.
El efecto contagio afectó también al mercado de renta fija: los rendimientos de bonos del tesoro marcaron subas en todos los tramos de la curva. De esta manera, la USD10YR cerró en 3,85%, mientras que la USD2YR subió 4,38%. Por su parte, los bonos corporativos cerraron a la baja, con los de mayor calidad retrocediendo un 1,3% mientras que los más riesgosos lo hicieron en 1%.

Noticias locales: el país hoy.
El Presidente confirmó que el Gobierno Nacional pagará con bonos TX31 los fondos de coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires y convocó a sesiones extraordinarias en el Congreso para adecuar el Presupuesto 2023 al fallo de la Corte Suprema. En respuesta, el gobierno porteño rechazó la decisión de pagar con bonos denunciando un incumplimiento en el pago por parte del Gobierno Nacional. Este último alega que estos mismos bonos fueron aceptados por la CSJN para atender la deuda del Estado Nacional con la Provincia de Santa Fe. Sin embargo, desde el gobierno porteño argumentan que el caso de Santa Fe fue el resultado de una negociación y los TX31 entregados se utilizaron para pagar un stock de deuda y no un flujo diario.
En el mercado de cambios, el sector sojero aportó USD 39 M, marcando así la peor jornada desde el comienzo de este nuevo régimen cambiario –sin considerar el martes 20 que operó solo media jornada–. De todos modos, el BCRA logró comprar USD 23 M en el mercado de cambios, acumulando USD 927 M en lo que va del mes. Las reservas internacionales mantuvieron su tendencia alcista subiendo en USD 82 M hasta los USD 43.542 M.
El dólar oficial varió $0,9, llegando a los $175,745 representando un ritmo de devaluación del 5,3% m/m, un ritmo más bajo que el promedio de diciembre que se ubica en 6,1%. Los dólares financieros continuaron al alza: el MEP subió 0,6% y el CCL 1,6% hasta $336,5. La brecha entre los dólares financieros y el oficial sigue estable en 86% para el MEP y 91,5% para el CCL.
En el contexto del feriado en Estados Unidos, los bonos soberanos argentinos en moneda extranjera subieron 1,1%. Los globales subieron tan solo 0,2%, con el GD30 y el GD35 cayendo -2,0% y -1,1%, volviendo a concentrar gran parte de la caída en la última hora de negociación. En tanto que los bonares subieron un 2,1%, liderados por el AL29 que subió 5,5%, mientras que el AL30 cayó -5,2%. La paridad promedio es de 29,6%. Con la excepción del AL30 y el GD30, todos los spreads de legislación se encuentran por debajo de su promedio en 2022 –desctacándose el spread entre GD41 y AL41 de 2,5% vs 8,0% promedio–. Por esto creemos que es un buen momento para hacer el pasaje defensivo hacia ley extranjera.
Dentro de las curvas soberanas en pesos, los bonos DLK y los duales subieron 0,9% y 1,4%, respectivamente, y ofrecieron el mejor retorno diario. Mientras que dentro de los duales la suba se concentró en los bonos 2023 (TDS23 subió 2,3% contra 0,6% del TDF24), en los bonos atados al dólar el TV24 tuvo la mayor suba (1,1%). BonCER y Lecer subieron 0,3% y 0,6%, respectivamente, en una buena jornada para los instrumentos más cortos. Mal desempeño de los instrumentos tasa fija, en tanto que las Ledes y el TO23 no presentaron subas, el TO26 cayó -2,1%.
El MERVAL subió un 2,5% de la mano de Mirgor que marcó un alza de 8% y de Supervielle que aumentó un 7,8% siendo la única financiera con movimientos tan bruscos luego de que este sector fuera el de mejor desempeño de la semana pasada. Por el lado de las energéticas, TGSU sigue dando la nota con una variación del 4,6% –el doble que sus pares–, seguida de CEPU y Ternium en un 4,5%.