El riesgo país repuntando 5% y el índice Merval se desplomó un 6,2% en moneda local...
Ayer la renta fija de países emergentes tuvo una mala jornada, sobre todo la high yield, con el ETF EMHY mostrando una caída del 0,9%. A nivel local, debido a nuestra condición de high beta y también por incertidumbre propia, la jornada fue aún peor, con el riesgo país repuntando 5%, hasta los 1.577 puntos. El dólar CCL@GGAL subió 2% a 184,6.
El índice Merval se desplomó un 6,2% en moneda local, alcanzando los 73.635 puntos. Medido en USD CCL se hundió un 8%, alcanzando los USD 400,6. La caída diaria de ayer fue la más grande del año y el volumen se mantuvo bastante elevado al finalizar en los $1.877 M.
En el ámbito internacional, en un fly to quality, los índices accionarios cerraron en rojo. Con un S&P 500 cayendo un 1,7%, los índices emergentes registraron caídas aún mayores, el índice general de mercados emergentes (EEM) cayó un 2,7% destacándose las caídas de China (FXI) y Brasil (EWZ) con el 4,4% y 2,9% respectivamente. En el ámbito local, los cambios de gabinete sumaban incertidumbre a los inversores a una jornada marcada por la aversión al riesgo.
Las principales bajas en el índice líder fueron CEPU (-10,9%), BBAR (-9,8%) y TRAN (-9,8%), todas las empresas del panel líder sufrieron caídas. A nivel sectorial las bajas más importantes fueron en los sectores de servicios financieros (-8,1%) y de los servicios públicos (-7,8%), ambas caídas no solamente relacionadas con betas más altos, sino que también, sujetas a mayor regulación en medio de cambios de gabinete.
En la jornada de ayer se mantuvo la buena racha de los bonos dollar linked. El TV22, que vence en abril de 2022, subió 0,6%. Con ello, ahora rinde devaluación -6,4%; dicho valor es el más bajo desde que fueron emitidas las series de dollar linked bajo este gobierno (T2V1, TV22 y T2V2).
Por el otro lado, los CER siguen sin despertar interés: ayer mostraron caídas del 1% dichos bonos y siguen ampliando sus rendimientos. Como punto a favor de los CER, el rendimiento de estos bonos es bastante similar al que tenían en octubre del año pasado. Tres meses más tarde, los bonos CER rindieron entre 22% y 40%.
Ayer el BCRA vendió (según estimaciones privadas) USD 90 M en el MULC. De esta manera, acumula en septiembre ventas netas por USD 666 M y de USD 1.018 M en las últimas 18 ruedas de operatoria. Las reservas internacionales cayeron USD 105 M y cerraron en USD 45.229 M y acumulan una pérdida de USD 1.105 desde que llegaron los Degs del FMI.
Respecto a los Degs, mediante un DNU (decreto 622), el gobierno incorporó al presupuesto 2021 los DEGs (derechos especiales de giro) recibidos del FMI. Allí se aclara que el BCRA le otorgará $422.174 M al Tesoro a cambio de los DEGs, los cuales serán utilizados para cancelar adelantos transitorios. Con esta cancelación el BCRA dispone de un mayor límite de emisión sin incumplir la carta orgánica.
Para pagarle al FMI el Tesoro emitirá una letra intransferible al BCRA a cambio de esos dólares.
Hoy se daría a conocer un paquete de estímulos de cara a las elecciones de noviembre, entre los cuales se encontraría un aumento al salario mínimo vital y móvil, una suba del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias y un bono para asistir a jubilados y pensionados. También se menciona un paquete de asistencia a sectores vulnerables e informales similar al IFE, aunque más focalizado.
Vista Oil & Gas adquirió de ConocoPhillips Petroleum el 100% de su participación en ConocoPhillips Argentina, de esta manera adquiere el 50% en la concesión en Aguada Federal y 50% Bandurria Norte, dos bloques con 24.058 y 26.404 acres brutos respectivamente.
La compra se realiza a costo “0” pero asumió un carry de inversión de USD 77 M en ambos bloques, de los cuales la empresa adquirida ya tiene en caja USD 5,9 M, por lo que la compra se realizó a USD 2.817 por acre. De esta manera Vista incrementa la superficie total en Vaca Muerta a 157.853 acres a un precio muy conveniente.
José Luis Alonso habló para la revista Apertura, entre sus comentarios más importantes destacamos que es optimista con la renovación del régimen de Tierra del Fuego, aunque recalcó la importancia de tener novedades cuanto antes para darle previsibilidad en el abastecimiento a las automotrices. El tema que más les ocupa en estos momentos es el faltante mundial de semiconductores. Si bien no pararon ninguna producción, sí están produciendo un poco menos. Destacan el aumento del costo de los fletes de China a Buenos Aires que pasaron de USD 1.200 por contenedor a USD 12.000.
Por otro lado, comentaron que vienen avanzando muy rápido en la nueva fábrica de autopartes en Baradero, para fines de Abril 2022 deberían tenerla lista. Somos optimistas con la empresa a estos valores dado su bajo ratio en relación a las ganancias futuras– valiendo 6,2 veces ganancias - y la creencia que se dará la renovación del régimen.
S&P Dow Jones Indices incorporó a Laboratorios Richmond dentro del S&P MERVAL Index como resultado del rebalanceo semianual, el cambio tuvo efecto desde el Lunes 20/09.
El presupuesto 2022 enviado al Congreso contempla una reducción de los subsidios a las tarifas -de aproximadamente 2% del PBI en 2021- al 1,5% en 2022. Según un comunicado aclaratorio del Ministerio de Economía, esto se lograría por la caducidad de la Resolución 46 que implicaría pasar de un precio de 6 USD / MMBTU en 2021 a un precio de mercado - que podría estar en los 3,50 USD / MMBTU -, y a una segmentación de los subsidios que permitan un esquema tarifario más progresivo.
Sobre este último punto Máximo Kirchner, en declaraciones radiales con Verbitsky, expresó que “uno puede prever matemáticamente cuál debería ser el aumento pero también tiene que ver cómo está la sociedad”, poniendo ciertas dudas sobre el proceso. Recordemos que en 2020 se mantuvo el congelamiento de tarifas de los servicios públicos y en 2021 hubo aumentos menores a los dos dígitos. Las empresas de servicios públicos ya empiezan a registrar pérdidas por dicho impacto.
La caída del gigante chino del Real Estate impacta los mercados globales...
La caída del gigante chino del Real Estate finalmente saltó a las primeras planas en la rueda de ayer, con bajas generalizadas en los mercados globales. El S&P 500 cayó -1,7%, el Nasdaq -2,2% y el índice de mercados emergentes (EEM) cedió -2,7%.
Sinic Holdings, un desarrollador inmobiliario de menor tamaño, cayó 87% ante temores de un efecto contagio en el Real Estate de China. La empresa perdió más de USD 1.000 M de valuación y su cotización debió ser suspendida, quedando valuada en la bolsa de Hong Kong en menos de USD 250 M.
La calificadora de riesgos S&P Global Rating degradó la deuda de Sinic a “CCC+” (vulnerable a impago dependiendo de la coyuntura) citando que la compañía falló en comunicar un programa claro para cancelar deuda.
Más allá de lo anterior, resulta importante notar que la eventual caída de Evergrande no supone un riesgo sistémico para el sector financiero de China. Los créditos bancarios constituyen una pequeña parte del total de pasivos de la compañía, que supera USD 300.000 M. De esta manera, incluso en el escenario de un default caótico, los números no son suficientemente grandes para poner en riesgo al sistema bancario, que cuenta con unos USD 40 Trillones en activos y más de USD 30 Trillones en préstamos.
El índice de acciones MSCI Brasil acumula una baja de 23% desde fines de junio, presentando un rendimiento negativo de -11,5% en lo que va del año.
Los temores por el “evento Evergrande”, que impactaron en todos los mercados ayer, golpearon con especial intensidad a Brasil, producto de su mayor vulnerabilidad: iShares MSCI Brasil ETF cayó 2,9%. No obstante, el contexto internacional explica solo una parte de la tendencia reciente.
La popularidad de Bolsonaro, que enfrenta elecciones presidenciales en 2022, se encuentra en su nivel más bajo desde que entró en funciones. La desaprobación del presidente ronda el 53% y la aprobación no supera el 25%. Se trata de datos bajistas si se considera que el rival más probable en la contienda será el ex presidente de izquierda Luis Inácio “Lula” da Silva.
Por otro lado, los enfrentamientos de Jair Bolsonaro con autoridades de la Corte Suprema y del Congreso, respecto del uso de votación electrónica y críticas por interferencia en su capacidad de gobernar, supusieron una crisis institucional.
Finalmente, el principal componente del índice MSCI Brasil, la minera Vale, está sufriendo las restricciones a la producción de acero que impone China. Las mismas generaron un desplome de 45% -desde los máximos de mayo- en el mineral de hierro dentro del principal mercado de Vale, cuya cotización (-32% desde máximos) acompañó parcialmente la baja del mineral.
La combinación de estos eventos empaña los avances en términos de recuperación económica, vacunación y reformas estructurales, generando que los componentes más importantes del índice -Vale (-0,4%), Petrobras (-7,1%) y Banco Itaú (-15,2%)- se encuentren en terreno negativo en lo que va del año.
Futuros del mercado norteamericano operan alcistas...
Futuros del mercado norteamericano operan alcistas, rebotando en torno al 0,9% desde un cierre bajista ayer, presionado por los temores que despierta la caída del gigante chino Evergrande.
El dólar, refugio de valor en tiempos de incertidumbre, subió un escalón ayer y alcanzó los 93,4 puntos en la medición DXY -valores no vistos desde fines de 2020-. Sin embargo, descomprime levemente esta mañana, en línea con el tono alcista de las acciones, y se sitúa en torno a 93,1 puntos. La tasa de Treasuries a 10 años opera en 1,34%.
En Asia los mercados cerraron con predominancia alcista, destacándose en sentido opuesto una baja de 2,2% en el Nikkei japonés. Las bolsas de Europa operan con alzas superiores al 1%, en línea con la tendencia que marcan los futuros de Estados Unidos. El índice Stoxx 600 rebota 1,1%, hasta encontrarse 3,4% por debajo de sus máximos recientes. El petróleo sube hasta superar USD 71,3 por barril (+1,4%).
Alternativas de inversión con sólida trayectoria y performance.
Vivimos en un mundo que de a poco supera la pandemia, con países como China, US o la Eurozona, que ya comienzan a tener niveles de PBI similares o superiores al comienzo de la crisis sanitaria. Esta recuperación fue a costa de una inyección de liquidez sin precedentes, tanto desde el punto de vista fiscal como monetario. Dicho contexto ha generado que las políticas de estímulo continúen por un tiempo prolongado, y claramente generan condiciones que son muy atractivas para los países emergentes. Entre los mismos se encuentra nuestro país, que por la debilidad política y los desequilibrios macroeconómicos estructurales no ha podido todavía recuperarse, y continúa en una situación de vulnerabilidad.
Sin embargo, como suele suceder en nuestro país, existen muchos swings y eventos de volatilidad que puede transformar un ciclo de mercado pesimista o bear en un ciclo alcista, de la mano de los cambios políticos. La ventaja hoy es que transitamos estos escenarios con valuaciones de activos en acciones y renta fija que nos resultan atractivos para una mirada de mediano plazo.
Curiosamente, los resultados de las Primarias traen un aire de recambio que ha generado expectativas positivas en los mercados. Sin embargo, la actual administración tiene que lidiar con los desbalances cambiarios, fiscales y monetarios como mínimo por dos años, en cuyo período será relevante si Argentina puede generar un acuerdo con el FMI y estabilizar la Macro. En este sentido creemos que existen alternativas en los fondos administrados por Compass que cuentan con una sólida trayectoria y performance.
Dado que esperamos un ajuste acelerado del tipo de cambio, creemos necesario citar como primera alternativa al fondo Compass Renta Fija III, un fondo que invierte en activos dolarizados, tanto dollar linked como sintéticos, así como también en instrumentos hard dollar de compañías de buenos fundamentals. Sus principales ventajas son la cobertura contra la devaluación del tipo de cambio, la compresión de paridades y los altos cupones con buenos créditos.
La performance de este fondo continúa por encima de los peers, con rendimientos en los últimos 12 meses del 35,80%*.
La segunda alternativa que vemos atractiva es nuestro fondo Compass Renta Fija IV, que invierte en bonos provinciales, un universo que todavía ofrece paridades atractivas y que han refinanciado sus deudas favorablemente con los acreedores. El fondo tiene un sesgo dolarizado e invierte en créditos como Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Santa Fe y Neuquén mayoritariamente. Su performance en los últimos 12 meses es del 53,03%*.
Otra alternativa puramente en dólares es el fondo Compass Opportunity en USD, que invierte exclusivamente en emisores corporativos de muy buenos fundamentals y altos cupones. Con un patrimonio superior a los 21M de USD lleva una performance en el año de 16,15%* en USD.
Por último, para los perfiles de riesgo alto, quisiéramos destacar nuestro fondo de acciones argentinas Compass Crecimiento. Si bien el panorama local es desafiante, ante cualquier signo de leve normalización, encontramos las valuaciones de las compañías locales muy atractivas. Si el mercado comienza a descontar un cambio político el upside de la renta variable local es muy atractivo. Nuestro fondo cuenta con un gran track record, siendo el mejor del segmento durante el 2020 y ubicándose en el segundo lugar en los últimos 12 meses.
Compass posee una interesante diversidad de productos a los que invitamos a analizar, sostenidos por una trayectoria de más de 20 años en Argentina y Latinoamérica.
(*) Datos a Septiembre 14, 2021
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local e internacional.
En un contexto en el que los casos de COVID-19 se aceleraron y los indicadores económicos publicados fueron mixtos, el mercado volvió a operar con tendencia negativa por segunda semana consecutiva. Concretamente, tras la caída que habían mostrado los contagios en EE.UU en la primera quincena del mes (bajaron de 163.700 casos diarios a 145.666), en la última semana los casos repuntaron a 148.816 diarios. La cantidad de fallecidos siguió subiendo y ya llegan a casi 2000 por día -el número más alto desde enero-, en tanto que las hospitalizaciones dan una señal de esperanza, al caer de 95.631 a 89.926 por día, el número más bajo del mes. El principal problema sigue siendo el estancamiento en el ritmo de vacunación: pese a la disponibilidad de dosis, sólo se vacunó con dos dosis al 55% de la población (180,5 millones de personas), levemente por encima de 51,5% de un mes atrás (170 millones de personas).
En cuanto a los datos económicos, tras el mal dato de julio (cayeron 1,8%), las ventas minoristas subieron 0,7% en agosto, sorprendiendo positivamente al mercado, que esperaba una baja de 0,8%. En el mercado laboral, el dato semanal de seguros por desempleo registró 332.000 solicitudes, 20.000 más que la semana previa, y por encima de los 321.500 pedidos que esperaba el consenso de analistas. La inflación de agosto volvió a dar signos de moderación, siendo la más baja de los últimos 6 meses: el IPC general marcó un alza de 0,3% m/m y 5,2% i.a., y el IPC core subió apenas 0,1%, y 4,0% i.a. La moderación de la inflación se debe en gran parte a la caída en dos sectores que se habían disparado en el segundo trimestre -vehículos usados -1,5 % y los servicios de transporte -2,3%. El dato refuerza la posición de la FED sobre la transitoriedad de la inflación.
Las tasas de interés se movieron con tendencia levemente alcista, con la UST10Y terminando la semana en 1,37%. Con este marco de fondo, el mercado de renta variable cerró a la baja por segunda semana consecutiva: el S&P 500 cayó 0,9% y acumula una baja de 2,6% desde el máximo registrado una semana atrás. Igual tendencia marcó el Nasdaq, que en sendos periodos cayó 0,7% y 2,0%, respectivamente. La mayoría de los sectores que componen el S&P 500 ajustaron: se destacaron Materials (-3,2% y -4,7%), Utilities (-3,0% y -4,4%), Industrials (-1,6% y -4,1%), Comunicación (-1,3% y 2,7%, explicado principalmente por la baja de Facebook de 3,7% y 3,1%) y Tecnológicas (-0,7% y 2,4%, dada la caída en Apple de 2,0% y 5,3%). Escaparon a esta tendencia las energéticas que, de la mano de la suba del WTI, repuntaron 3,2% en la semana, y 1,4% desde el 3 de septiembre. Lo propio sucedió con Consumo Discrecional que, de la mano de Tesla (repuntó 3,2%), subió 0,7% y 0,3%. Los Bancos, mientras tanto, quedaron sin cambios y acumulan un caída de 1,3% en la semana.
La mala performance de la renta variable se extendió a la mayoría de las bolsas del mundo: Europa cayó 1,1% en la semana y 2,7% en la quincena, y las bolsas emergentes 2,1% y 3,3% en sendos periodos. Dentro de estas, se destacaron la de China, que cayó 4,1% y 4,3% (acumula en el año una baja de 15%) y Brasil, que profundizó la tendencia al caer 3,8% en la semana y 7,2% en los últimos quince días. En cuanto a China, sobresalieron los malos datos de ventas minoristas de agosto (subieron 2,5% i.a. vs 7,0% que esperaba el consenso) y la producción industrial, que moderó el ritmo de crecimiento a 5,3% i.a. desde el 6,4% que había marcado en julio. A esto se sumó el colapso de Evergrande -el segundo mayor desarrollador inmobiliario de China, que emplea unas 200.000 personas de forma directa y genera más de un millón de puestos de trabajo a través de subcontratistas-, que se encuentra al borde de la quiebra y sus acciones cayeron más de 80% en lo que va de 2021.
En el caso de Brasil, si bien el dato de actividad de julio mostró un buen resultado al marcar una alza de 0,6% m/m, superando el nivel pre pandemia, la incertidumbre política y el mayor gasto público -financiado con más impuestos que impulsa Bolsonaro- siguen deteriorando las expectativas, golpeando a todos los papeles: Vale cayó 9,5% en la semana, Itaú 3,0% y Petrobras -pese al alza del WTI- bajó 2,4%. Esto último también repercutió en el Real, que volvió a depreciarse y cerró en USDBRL 5,30. Los commodities, salvo el petróleo (por los problemas de oferta que generan los huracanes en Texas subió 3,5% en la semana y 4,0% desde el viernes 3), el resto operó a la baja, con el cobre cayendo 4,3%, el oro 2,1% y la soja 0,3%.
Lo más importante de la semana pasará por la reunión que llevará a cabo la Fed el miércoles, con la vista puesta en la actualización de las previsiones internas sobre tipos de interés y los comentarios sobre las compras de activos. Entre los datos que se publicarán, lo más trascendente pasará por el adelanto del PMI de septiembre: el consenso espera que el índice compuesto se ubique en 54, levemente por debajo del 55,4 registrado en agosto.
La euforia por el resultado electoral duró poco. La tensión cambiaria continúa, el BCRA pierde reservas internacionales, las perspectivas fiscales son más preocupantes y se hace más difícil el acuerdo con el FMI. Si bien las PASO no definen nada, más allá de un ordenamiento interno de los partidos, en los hechos funciona como una gran encuesta nacional, en la que se tienen que tener en cuenta varios aspectos, como por ejemplo la participación del electorado.
El resultado de las PASO es el anticipo de las generales, dado que nunca se revirtió, aunque puede tener modificaciones en cuanto a la diferencia entre oficialismo y oposición, y la consecuente composición del Congreso. Los resultados del domingo 13 sorprendieron porque nuestro escenario era de un empate, incluso con una leve ventaja para el oficialismo y que, por eso, el gobierno no generaría grandes cambios. Ahora la oposición pasaría a ganar tener más bancas en diputados -inesperado- y estaría muy cerca de emparejar la composición del Senado, por lo que el Peronismo perdería el quórum propio por primera vez desde 1983.
Si bien el equilibrio de poder fue festejado por el mercado (el lunes la bolsa subió 7% y el riesgo país cayó casi 3%), la radicalización que está mostrando el gobierno -especialmente en materia fiscal, con más emisión monetaria- “bajó la espuma”, aumentó la incertidumbre y los activos devolvieron parte de lo que habían ganado el lunes (el merval cayó 3,5%, mientras que el riesgo país volvió a estar por encima de los 1500 pb). Esta dinámica se reflejó en el mercado cambiario: el BCRA vendió USD 74 M (el viernes solamente vendió USD 150 M), pese a que el agro aumentó el ritmo de liquidación a USD 686 M -duplicando la semana anterior, aunque en línea con el promedio del mes-, lo que demuestra la mayor demanda de divisas por otros conceptos.
Con este marco de fondo, el tipo de cambio oficial se mantuvo volátil, aunque en promedio mantuvo el ritmo de devaluación en torno al 15% anualizado, en tanto que las cotizaciones en el paralelo volvieron a subir, elevando la brecha cambiaria a un rango de 75% (el MEP) y 90% (el CCL libre). En este contexto, aumentó fuerte la demanda de cobertura cambiaria: los contratos Rofex de diciembre en adelante subieron 1% en promedio y los bonos dollar linked tuvieron un fuerte repunte, con el TV22 (vence en abril de 2022) anotando un alza de 3,4%, la mayor suba semanal desde abril. Los bonos CER operaron a la baja, especialmente los de mayor duration (mientras que los tramos corto y medio tuvieron caídas en torno al 0,5%, los más largos mostraron caídas promedio del 1,4%).
El Merval logró anotar una suba semanal en dólares CCL del 3,8%, alcanzando los 435 dólares: se destacaron los papeles de consumo discrecional y servicios públicos, que subieron 17%y 14%, respectivamente. El cuanto a los datos económicos, en la semana se conoció el IPC de agosto, que marcó un alza de 2,5% m/m -la más baja de los últimos 12 meses-, gracias a que los precios regulados subieron apenas 1,1% m/m y los precios estacionales aumentaron sólo 0,6% m/m. Excluyendo estos bienes y servicios, la inflación se mantuvo alta, con el IPC core marcando un alza de 3,1% m/m, por lo que mantenemos nuestra perspectiva de que los precios mantendrán esta dinámica hasta fin de año.
Se vienen los cambios de gabinete del gobierno nacional y en PBA. La semana arranca con la publicación del resultado fiscal de agosto, en la que se espera una nueva aceleración del gasto. Promediando la semana, se publicarán los datos de la balanza comercial, y el viernes el BCRA dará a conocer el resultado del balance cambiario de agosto, en el que será clave analizar la evolución de la demanda neta de divisas por importaciones de bienes, servicios y pagos netos de deuda.
Por primera vez en un mes, los contratos de dólar futuro de ROFEX tuvieron una semana alcista...
Por primera vez en un mes, los contratos de dólar futuro de ROFEX tuvieron una semana alcista. Excepto los meses más cortos (septiembre y octubre mostraron caídas del 0,2%, mientras que noviembre subió solo 0,2%), los meses restantes mostraron subas promedio de 1%.
El interés abierto, si bien todavía se mantiene bajo en términos históricos, subió un 21% en la semana a 3.154.561 contratos (+30% que hace un mes). El jueves se operaron más de 1.000.000 de contratos, demostrando un creciente apetito por cobertura hacia el dólar (también evidenciada en los bonos dollar linked); dicha cifra es la mayor desde octubre de 2020 (sin considerar los últimos dos días de cada mes, en los cuales aumenta el volumen por el rolleo de los contratos).
Las TNAs se empinaron para los meses de entre septiembre y mayo desde el rango de 24%-46% al rango actual de 24%-49%.
El Merval acumula un rebote de 82% en USD desde su mínimo marcado en marzo de 2020...
En un contexto caótico y con elevada volatilidad, el Merval acumula un rebote de 82% en USD desde su mínimo marcado en marzo de 2020, tiempos en los que el gobierno argentino imponía la primera cuarentena, y el S&P 500 caía más de 30%.
Si bien persisten importantes desafíos por delante, también existen avances que resulta importante notar. Se reestructuró la deuda soberana y sub-soberana con privados, comenzó la vacunación contra el COVID-19 -permite proyectar el eventual fin de la pandemia- y el oficialismo sufrió una derrota electoral que mejora las expectativas de cara a la composición futura del Congreso, donde no habrá lugar para aprobar medidas radicales que carezcan de consenso bipartidario.
El camino por recorrer continuará siendo volátil, aún queda pendiente un acuerdo con el FMI y encontrar solución a los desequilibrios macroeconómicos que impiden proyectar un crecimiento sostenido. No obstante, si la historia sirve de guía, luego de caídas superiores al 50% (el Merval cedió 87% entre 2018 y 2020) suelen registrarse recuperaciones prolongadas, que promedian un alza de 3 dígitos en USD y se extienden más de 3 años.
El índice líder de Argentina experimentó otra jornada cargada de rumores y noticias políticas. El cierre en pesos fue alcista en 1,6% (79.738 puntos) al tiempo que en dólares se registró una suba de 0,8%, hasta 444 USD.
La volatilidad intradiaria sigue dominando al índice, que presentó ayer una diferencia del 5% entre los valores máximos y mínimos, siendo esta la tercera mayor diferencia en el año, solo superada por el lunes post PASO y el día 25/06. Dado el contexto, es de esperarse que los eventos políticos continúen influyendo en el mercado hasta tanto se despejen las incertidumbres respecto del liderazgo en los diferentes ministerios.
Los mercados emergentes no ayudaron, iShares MSCI Emerging Markets ETF (EEM) cayó 1,1%, con Brasil y China cediendo en torno al 1,5%.
Las principales subas de acciones argentinas fueron TRAN (+8,2%), TGNO4 (+7,8%) y EDN (+6,2%), las únicas caídas las encontramos en ALUA (-1%), HARG (-0,3%) y COME (-0,2%).
La buena performance de las empresas de servicios públicos refleja un despertar del trade electoral, alimentado por las expectativas que genera la división interna del oficialismo en la previa de las elecciones de noviembre. También impacta el mayor optimismo respecto a una inclinación presidencial hacia el ala moderada.
El presidente de YPF, Pablo González, mencionó que la petrolera estatal analiza aumentar las inversiones de capital previstas para 2022 -desde USD 2.700 M hasta USD 3.500 M- en caso de que el proyecto de Ley de Hidrocarburos avance en el Congreso.
No obstante, remarcó que YPF no logrará ser exportadora de petróleo por varios años, dado que debe abastecer a sus puntos de venta en el mercado interno y aumentar la producción para dejar de comprar a terceros. De esta manera, la compañía no podrá explotar fuertemente los beneficios de libre disposición del 50% de los dólares generados por exportación que prevé el proyecto de Ley.
De todas formas, la empresa se beneficiará de otros puntos de la normativa. Uno de ellos es la posibilidad de compensar el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) con quebrantos impositivos. Esta última medida podría implicar para YPF un ahorro de USD 700 M a lo largo de dos años.
TGLT informó que suscribió un contrato de locación de obra junto a IRSA. El mismo tiene como objeto el completamiento de la estructura de hormigón armado por $48 M para un proyecto cuyo objetivo es la construcción de 33.000 m2 en tres torres en el barrio de Caballito.
Los activos ligados a devaluación se mostraron demandados en la jornada de ayer. Los contratos de dólar futuro de ROFEX mostraron subas promedio del 1%, en tanto que los bonos dollar linked con vencimiento en 2022 mostraron subas similares.
El TV22, que vence el 29 de abril de 2022, opera actualmente a una tasa de devaluación -3,5%, siendo esta la tasa más negativa desde febrero de este año.
En ROFEX, los contratos de octubre, noviembre, diciembre y enero mostraron un volumen inusual, siendo entre 3 y 4 veces mayor al promedio de las últimas ruedas. Este fenómeno sugiere que el BCRA habría intervenido en dichos meses para contener las expectativas devaluatorias.
Los bonos en USD mostraron una operatoria mixta, presentando leves subas en el segmento Ley local y leves bajas para los globales con legislación extranjera. El riesgo país bajó 0,6% a 1.498 puntos y el dólar CCL @GGAL repuntó un 1% y cerró en $ 179,8.
Tras haber devaluado el martes 1,2 centavos y el miércoles 2,5 centavos, en la jornada de ayer el BCRA aumentó el ritmo devaluatorio a 6,7 centavos, lo cual representa un ritmo anualizado del 28%, el cual es el más grande desde abril.
Tras haber vendido USD 862 M en 11 ruedas, el BCRA había pasado a comprador en las 3 ruedas que siguieron a las elecciones, haciéndose de USD 83 M desde el viernes de la semana anterior.
Ayer finalizó no logró extender su racha compradora y terminó la jornada con saldo neutro en el mercado cambiario. El volumen de la jornada aumentó 48% hasta USD 489 M.
El Ministerio de Economía anunció que se colocaron $21.950 M en la licitación, contra vencimientos por menos de $7.000 M. De esta manera, el ratio de rollover en lo que va del mes es del 105%.
El 51% fue colocado en la LECER X29L2, que vence el 29 de julio (TNA: 4%), el 34% en la LEDE S31E2 que vence el 31 de enero (TNA: 40,48%) y el monto restante en la LECER X18A2 del 18 de abril (TNA: 3,48%).
El segundo mayor desarrollador inmobiliario de China se encuentra al borde de la quiebra...
El segundo mayor desarrollador inmobiliario de China -y del mundo- emplea unas 200.000 personas de forma directa y genera más de un millón de puestos de trabajo a través de subcontratistas. La compañía, afectada por elevado apalancamiento, se encuentra al borde de la quiebra: sus acciones cayeron más de 80% en lo que va de 2021.
Existen además 1,5 M de familias que abonaron propiedades, que aún no se han entregado ni finalizado de construir. En su mayoría se trata de personas de ingresos medios-altos, con inmuebles por recibir que en varios casos superan el millón de dólares en valor final.
A principios de esta semana, los reguladores chinos se reunieron con acreedores de Evergrande y confirmaron que la compañía no podrá abonar los intereses previstos para el 21 de septiembre, ante lo cual sus títulos de deuda vieron suspendida su cotización en las ruedas siguientes, luego de caer más de 20% por día.
El sistema financiero chino se enfrenta a un desafío no menor, ya que la compañía cuenta con pasivos que superan los USD 300.000 M y constituye un importante eslabón del sector de la construcción, que podría sufrir daños colaterales ante una eventual quiebra, afectando el crecimiento económico de la segunda economía más grande del mundo.
De momento, la salida más probable pareciera ser la toma de control de la compañía por parte del gobierno, junto con el lanzamiento de una reestructuración en sus pasivos.
Las ventas minoristas al mes de agosto marcaron un ascenso de 0,7%, sorprendiendo positivamente a la expectativa de mercado, que apuntaba a una caída de -0,8%.
Por otro lado, el dato semanal de seguros por desempleo registró 332.000 solicitudes, superando levemente los 321.500 pedidos que esperaba el consenso de analistas.
El mercado se mantiene atento principalmente a los datos de empleo, consciente de su importancia dentro de la FED a la hora de decidir la fecha de inicio del retiro de estímulos monetarios. De momento la FED se mantiene inyectando USD 120.000 M mensuales, sin embargo, se espera que comience a reducir dicho monto antes de fin de año.
Los futuros de Estados Unidos operan con tendencia levemente bajista esta mañana...
Los futuros de Estados Unidos operan con tendencia levemente bajista esta mañana, tras haber cerrado el jueves dispares, siendo la salvedad el Dow Jones, que cayó 1,2%.
La tasa de treasuries se mantiene en 1,33%. El dólar DXY opera en 92,92, manteniendo en lo que va de septiembre una tendencia alcista (desde los 92 puntos).
En Asia las bolsas cerraron con predominancia alcista, destacándose el índice Hang Seng (Hong Kong), que subió 1%, recuperándose tras tres días de caídas.
El petróleo opera a la baja (-0,5%), en 72,2 para su versión WTI, en tanto que los metales operan al alza, con el oro subiendo levemente a USD 1.761 (+0,3%) y la plata a USD 23 (+0,9%).
Goldman Sachs, en la búsqueda de reforzar su presencia en créditos al consumo, anunció la compra de GreenSky por USD 2.200 M. La plataforma, que provee préstamos para gastos específicos, comenzó a cotizar públicamente en 2018 con una valuación de USD 4.000 M, sin embargo, perdió la mitad de su valor desde entonces.
Tras un resultado electoral inusitado y una semana de ruidos políticos, crece la volatilidad...
La primera recomendación es salir de las Letras del Tesoro cortas, fondos de inversión “money market” y fondos T+1, para pasarse a la caución bursátil, al menos hasta que se aclare el panorama político. Mientras los fondos T+0 rinden 30% y los fondos T+1 cerca de 36%, la caución bursátil rinde 34%, pero tiene una seguridad mucho mayor: está garantizada en primera instancia por los títulos puestos en garantía y en segunda instancia por el Mercado de Valores en su totalidad. Su track record es impecable: jamás ha defaulteado. Son el vehículo ideal para colocar el capital de trabajo en tiempos turbulentos.
Recomendamos salir de las posiciones largas, puntualmente del TX24 en adelante, es decir, todos aquellos bonos CER con vencimientos en 2024 o posteriores. Esto se debe a que, si el mercado empieza a asignar un mayor riesgo de renovación a la deuda doméstica, todos estos bonos -cuyos flujos están más lejos en el tiempo- se verán perjudicados en mayor medida.
Para aquellos perfiles más conversadores, otra opción es el bono TO21, que es a tasa fija y su vencimiento es el 4 de octubre, mostrando una TIR del 50%. Debido a su corta duración, la seguridad de este instrumento es mayor. Para perfiles aún más conservadores, se puede optar por la mencionada caución.
Si bien no vemos probable que la situación actual se traslade a un riesgo de incumplimiento en los títulos del Tesoro en pesos, un manejo apropiado del riesgo obliga a diversificar dicha posibilidad. Por ello, recomendamos no estar sobreexpuestos al riesgo soberano.
Dentro de los bonos en pesos, hay obligaciones negociables (deuda de empresas) que se operan en pesos y están indexadas al dólar (dollar linked); a su vez, hay deuda denominada en dólar (hard dollar), pero que se puede operar en pesos. Una buena opción es el fondo Compass Renta Fija III, que invierte un 71% de su patrimonio en obligaciones negociables (tanto dollar linked como hard dollar).
Para conocer más en detalle estas opciones y otras similares, se puede leer nuestra nota: Inversiones indexadas al CCL.
Hay dos maneras de calcular la devaluación esperada por el mercado. Una es a través de los bonos, viendo la tasa que se le exige a un bono a tasa fija y a un dollar linked. De tal comparación se puede obtener la expectativa devaluatoria del mercado. La otra es con el mercado de dólar futuro de ROFEX, comparando el valor del dólar actual y el que se negocia a un plazo futuro.
Históricamente, la devaluación esperada por ROFEX es mayor, debido al riesgo asimétrico que tiene (en síntesis: es más riesgoso apostar a que el dólar baje que a que suba). Debido a intervenciones del Banco Central, ahora pasa lo contrario: los bonos esperan más devaluación, lo que marca que ROFEX quedó barato. En el cuadro 1 proyectamos (en base al promedio histórico de prima de riesgo) cuál debería ser la tasa teórica que debería mostrar ROFEX si no fuera por estas intervenciones.
Es un momento propicio para asumir cobertura. En caso de buscar abaratar la cobertura, también se puede realizar un Pase: para conocer más sobre esa estrategia, se puede visitar nuestra nota.
En la semana previa a las elecciones, el consenso de mercado estimaba -a grandes rasgos- que una victoria del oficialismo por menos de 4 puntos en la Provincia de Buenos Aires sería un driver alcista para los bonos en USD, a la vez que, a nivel nacional, un empate ya sería un motivo de suba.
Los fuertes ruidos políticos generaron que, incluso con un escenario en teoría más favorable, los inversores hayan entrado en modo cautela y los precios no pudieran despegarse: como muestra el cuadro 2, los precios de los bonos están por debajo de lo que estaban en la semana previa a las PASO.
Dejando de lado la volatilidad del corto plazo, la cual subsistirá, creemos que el sendero de largo plazo se muestra más positivo. Considerando que el calendario de pagos externos del gobierno se estresa recién en 2024, y que los precios actuales ya contemplan un default agresivo, estos precios deberán ser ganadores.
El panorama de incertidumbre económica sigue siendo una restricción para la gestión monetaria...
El panorama de incertidumbre económica sigue constituyendo una restricción para la gestión monetaria. La complejidad de ese contexto puede tener efectos derivados sobre las expectativas cambiarias e inflacionarias.
La necesidad de un proceso de estabilización macroeconómica no solo generará un mejor panorama para la reactivación sino menores eventos potenciales que tensionen el sector monetario. En efecto, es determinante minimizar los factores de impulso sobre los precios ante el mayor nivel de incertidumbre.
- El alto nivel de incertidumbre derivado del sector político afecta las expectativas económicas de corto plazo y, simultáneamente, restringe la gestión monetaria dada la necesidad de mayor intensidad en su accionar.
- Notamos que el nivel de incertidumbre de mercado generado a poco tiempo de las elecciones afecta las expectativas económicas de corto plazo que pueden materializarse en presiones cambiarias en el período posterior a las elecciones.
- En un escenario de fragilidad financiera y bajo nivel relativo de activos externos netos, enfrentar eventos de presiones cambiarias y volatilidad financiera se torna de gran complejidad y plantea mayores tensiones sobre los precios de la economía.
- Con el objetivo de contraer la cantidad de dinero para digerir los excesos monetarios, el Banco Central sigue constituyendo deuda con el sector bancario (LELIQ) la cual ascienden a $ 2,08 billones.
- El FMI efectuó la distribución de DEG equivalente a U$S 650.000 millones. Para Argentina fueron asignados el 0,66% del total, es decir, US$ 4.319 millones los cuales aumentaron las Reservas Internacionales.
- Tras la recepción de los Derechos Especiales de Giro del FMI, las Reservas Internacionales del Banco Central registraron una recuperación sustancial de U$S 4.319 millones.
- Sin embargo, la recepción de DEG no implica una mejor posición de activos netos para el resto del año ya que se deberán abonar pasivos con el FMI por U$S 4.160 millones.
- En ese sentido, el nivel de Reservas Internacionales brutas presentó una recuperación en los primeros nueve meses del año. El saldo en el inicio de septiembre registra U$S 46.024 millones.
- Durante septiembre el Banco Central sostiene el nivel de tasa de interés de política en 38% y no se espera un aumento ante las derivaciones del rebrote del virus. Mientras que la tasa de referencia efectiva anual es de 45,44%.
- El tipo de cambio minorista continúa con variaciones diarias en el segmento formal para acompañar las variaciones del mercado informal. En efecto, la depreciación nominal acumulada enero-agosto se sitúa en 15%.
- En la cotización del mercado cambiario informal está influenciada por el ciclo político. Emergen nuevas tensiones durante el inicio de septiembre llevando a la cotización a los $/U$S 187.
- El riesgo país medido por el EMBI+Arg aún se establece en un nivel alto respecto a la región llegando a 1477 p.b. durante el inicio de septiembre. Se espera mayor volatilidad durante el tercer trimestre dado el panorama político nacional, la débil reactivación y el desarrollo macrofinanciero de nuestro país.
- El alto nivel de incertidumbre derivado del sector político afecta las expectativas económicas de corto plazo y restringe la gestión monetaria dada la necesidad de mayor intensidad en su accionar y una mayor disponibilidad de instrumentos. Esto se presenta escaso para la autoridad monetaria.
- Notamos nuevamente que el nivel de incertidumbre generado en el marco del proceso electoral afecta las expectativas económicas de corto plazo que pueden materializarse en presiones cambiarias en el período posterior a las elecciones.
- En un escenario de fragilidad financiera y bajo nivel relativo de activos externos netos en el Banco Central, gestionar las presiones sobre el tipo de cambio se torna de gran complejidad y plantea mayores tensiones sobre los precios de la economía.
- En efecto, se plantea la necesidad de una mayor normalización monetaria que implicará una fase sostenida de menores flujos monetarios desde el Banco Central al Tesoro Nacional. No obstante, esa dinámica tiene un sesgo recesivo sobre la actividad económica y un potencial canal de fragilidad fiscal al restar financiamiento al sector público.
- Nuevamente agregamos que la perspectiva de la gestión económica en períodos electorales es habitualmente divergente con un programa de normalización monetaria y estabilización inflacionario lo cual notamos que se profundiza tras las consecuencias económicas de la pandemia.
- El FMI efectuó la distribución de DEG equivalente a U$S 650.000 millones. Para Argentina fueron asignados el 0,66% del total, es decir, US$ 4.319 millones. Esto tuvo un efecto positivo sobre los activos externos que se tradujo en que las reservas superen lo cual no ocurría desde la última semana de octubre de 2019.
- La recepción de DEG no implica una mejor posición de activos netos para el resto del año ya que las obligaciones con el FMI deberán cancelarse. De acuerdo a estimaciones del mercado, en lo que resta de 2021, se deberán abonar pasivos con el FMI por U$S 4.160 millones. Esto representa el 96% del stock de DEG recibido.
- El Banco Central sigue implementando su gestión principalmente a través de los agregados monetarios y manteniendo inalteradas las tasas de interés mínimas de plazo fijo y las de política monetaria en aras de no afectar el proceso de normalización de la actividad económica.
- Durante agosto se produjo una nueva expansión monetaria. Concretamente, en agosto la Base Monetaria se ubicó en $2,8 billones, representando un aumentando nominal de 3% respecto del nivel del mes previo. Dicha dinámica de Base Monetaria estuvo influenciada desde el lado de la oferta, por la transferencia de utilidades al Tesoro Nacional. A su vez, las compras de divisas al sector privado también aportaron a la expansión de la base monetaria, aunque en una cuantía inferior.
- Los flujos monetarios que asistieron al Tesoro durante el mes de agosto ascendieron a los U$S 148.000 millones lo que se tradujo en un crecimiento respecto de la asistencia de julio en U$S 49.000 millones, reanudando una dinámica positiva de los flujos monetarios.
- Desde la estrategia de contraer la cantidad de dinero para digerir los excesos monetarios, el Banco Central sigue constituyendo pasivos con el sector bancario (LELIQ) devengando intereses. En ese sentido, los pasivos con los bancos en el inicio de septiembre se establecen en $ 2,08 billones. Esto representó un nuevo descenso intermensual de -0,9%, mientras que lo transcurrido del año se observó un aumento de 22,5%.
- Tras la recepción de los Derechos Especiales de Giro que se acreditaron como Reservas Internacionales del Banco Central, el saldo de esos activos de la autoridad monetaria se recuperó sustancialmente en U$S 4.319 millones. En efecto, si bien el saldo de reservas brutas en el inicio del mes de septiembre es US$ 46.024 millones lo que implica una disminución intermensual incipiente de -U$S 130 millones, la recuperación en relación de diciembre de 2020 es U$S 6.637.
- Las reservas internacionales netas totalizarían los U$S 14.777 millones en el inicio del mes de septiembre. El aumento se deriva de la recepción de los DEG del FMI de U$S 4.319 millones que se contabilizaron como aumento bruto de reservas. Asimismo, la estimación del nivel neto se corresponde con el descuento de asignaciones por derechos especiales de giro del FMI, las obligaciones monetarias con otras entidades (swaps) y los depósitos por encajes en moneda extranjeras de entidades financieras.
- La depreciación nominal en el mercado minorista hacia el cierre del mes de agosto fue 15% respecto de principios de año, con una cotización promedio de cierre en $ 103,14 aunque luego del impuesto País y la nueva retención, la cotización efectiva resulta en $ 170,18.
- Si bien hasta agosto el mercado informal presentó cierta estabilidad, la cotización en este mercado está influenciada por el ciclo político. En ese sentido, emergen nuevas tensiones durante el inicio de septiembre llevando a la cotización desde $/U$S 180,50 en el cierre de agosto a los $/U$S 187 durante la primera semana de septiembre.
- El nivel de tasa de política monetaria hacia el inicio de septiembre se sostiene en 38% situándose en un promedio similar al del año 2020. Las expectativas en relación a aumento del nivel de tasa ciertamente se desactivan dada la perspectiva económica del gobierno y la recuperación económica que no resulta en el nivel esperado.
- El riesgo soberano medido por el EMBI+Arg, hacia el inicio de septiembre se sitúa en 1477 p.b. Esto nota una disminución incipiente respecto de fines de agosto cuando el índice se situó en los 1513 p.b.. No obstante, se esperaría mayor volatilidad del índice durante el tercer trimestre del año dado el alto nivel de incertidumbre de mercado que generan factores como el panorama político nacional, la débil reactivación económica y el desarrollo macrofinanciero de nuestro país.
La balanza comercial sigue constituyendo un factor positivo para la economía argentina...
La balanza comercial sigue constituyendo un factor positivo para la economía argentina. Si bien se había presentado un mejor nivel de precios internacionales, se agrega la menor recuperación económica, que también es influyente en el resultado externo.
El tipo de cambio real evidenció una disminución promedio mensual de 2,1% en el inicio de septiembre de 2021 (base 2010=1). Mientras que la apreciación respecto al promedio del año 2020 fue 8,3%.
- En el reciente informe de la CEPAL se proyecta que la economía mundial crecerá casi un 6%, y en el año 2022, un 4,5%, lo cual es dependiente de las asimetrías en el acceso a las vacunas.
- Desde esas proyecciones se estima que en 2021 las economías desarrolladas crecerían 5,5%, con una expansión en Estados Unidos de casi un 7%. Mientras que la zona Euro crecería un 4,7%, Japón un 3% y el Reino Unido alrededor de un 7%.
- Respecto a las estimaciones para América Latina y el Caribe, la CEPAL señala que el de crecimiento de 2021 se ha revisado al alza, a un 5,9%, y para 2022 una desaceleración del crecimiento, que llegaría al 2,9%.
- Nuevamente se observa que la divergencia en la recuperación del crecimiento económico está determinado por la gestión sanitaria y alcance de la vacunación, y la gestión de política económica. Ciertamente, ambos se constituyen como factores no favorables para nuestro país.
- El intercambio comercial del período enero-julio de 2021 se incrementó 39,4% en relación con igual período del año anterior alcanzando un valor de U$S 76.939 millones en un contexto de precios más favorables para nuestro país durante ese período.
- El saldo de la balanza comercial el período enero-julio de 2021 fue superavitario en U$S 8.310 millones representando una disminución de -15% (-U$S 1.483 millones) respecto del mismo período del año pasado.
- El nivel acumulado de exportaciones en los primeros siete meses del año 2021 es de U$S 42.625 millones representando un crecimiento de 31,2% respecto al año 2020 y sosteniendo un desempeño similar del primer semestre de ese año.
- Las estimaciones de mercado resultan en un saldo comercial positivo para este año de U$S 12.422 millones. Asimismo, el nivel de exportaciones se estima en U$S 69.907 millones, mientras que las importaciones se situarían en U$S 57.485 millones.
- El nivel del tipo de cambio real (TCR) promedio en el inicio de septiembre registra una apreciación respecto de agosto de 2021 de 2,1% (diciembre 2010=1).
- El tipo de cambio real (TCR) se ubica 14% por debajo del promedio histórico enero 1959-septiembre 2021, es decir, en promedio histórico, el nivel actual también registra una apreciación real.
- De acuerdo a las proyecciones de la CEPAL, en 2021 se espera que la economía mundial crezca en torno al 6%, y en 2022, un 4,5%. No obstante, las perspectivas económicas muestran crecientes divergencias entre países, que reflejan, por una parte, importantes asimetrías en el acceso a las vacunas, tal como lo habíamos señalado en informes anteriores.
- Esas proyecciones estiman que en 2021 las economías desarrolladas crecerían 5,5%. En ese desempeño, Estados Unidos crecería casi un 7%, la zona Euro 4,7%, Japón 3% y el Reino Unido alrededor de 7%.
- La CEPAL señala que la proyección de crecimiento de 2021 para América Latina y el Caribe se revisó al alza y llegaría a un 5,9%, y para 2022 se proyecta una desaceleración del crecimiento, que llegaría al 2,9%.
- Desde esos resultados, el crecimiento proyectado del 5,9% es inferior a la contracción del año 2020, no siendo suficiente para recuperar el nivel de 2019. Concretamente, la dinámica y persistencia del crecimiento son dependientes del nivel de incertidumbre derivada de los avances desiguales en los procesos de vacunación y la capacidad de los países para revertir los problemas estructurales que persisten y exhibían antes de la pandemia.
- Reiteramos que la divergencia en la recuperación del crecimiento económico desde la economía argentina y en la región. Esto está determinado por la gestión sanitaria y alcance de la vacunación, y la gestión de política económica. Ciertamente, ambos se constituyen como factores no favorables para nuestro país.
- El intercambio comercial (exportaciones más importaciones) correspondiente a los primeros siete meses del año evidenció un crecimiento de 39,4% y alcanzó un valor de U$S 76.939 millones. Este desempeño se desprende de un mejor nivel de precios de los exportables y la recuperación del comercio internacional que se traduce también en un aumento interanual de las importaciones. Ciertamente, se constituyen en factores favorables para el comercio exterior argentino, sobre la posición financiera y para administrar el mercado cambiario.
- Durante ese período las exportaciones alcanzaron U$S 42.625 millones y las importaciones, U$S 34.314 millones. En comparación al mismo período del año 2020, las exportaciones acumularon un aumento de 31,2% (U$S 10.141 millones) debido principalmente al aumento en 24,3% de los precios. Por el lado de las importaciones, durante ese período se registró un aumento interanual de 51,2% (U$S 11.623 millones) por suba en cantidades de 36% y un aumento de precios de 11,1%.
- La balanza comercial del período enero-julio 2021 registró un superávit de U$S 8.310 millones lo cual representa una disminución de -15% (-U$S 1.483 millones) respecto al mismo período de 2020. Se destaca que luego de que el segundo semestre de 2020 se haya tornado en una fase descendente, el saldo comercial de este año sostiene un mejor desempeño mensual, siendo sustancial para la oferta de divisas.
- Nuevamente notamos que si bien el aumento de los precios de bienes exportables es un factor favorable para la economía argentina, se presentan desafíos derivados de un contexto de mayor incertidumbre vinculado con el período de elecciones y de recesión e inflación.
- Tomando solo el mes de julio de 2021, las exportaciones aumentaron 47,1% respecto a igual mes de 2020 (U$S 2.321 millones), debido principalmente del aumento de los precios de 33,3%, aunque las cantidades aumentaron 9,3%. A su vez, las importaciones aumentaron 65,6% en forma interanual (U$S 2.264 millones), lo cual se explica por la suba en las cantidades de 35,1% y en los precios de 22,6%.
- Las estimaciones de mercado suponen un balance de comercio externo positivo para este año de U$S 12.422 millones, lo cual representaría una incipiente disminución de -0,8% respecto al año 2020. Ciertamente la proyección de la balanza comercial es menor respecto de la proyección del mes anterior donde se había registrado en los U$S 12.557 millones.
- Mientras que se proyecta un nivel de exportaciones en U$S 69.907 millones, las importaciones serían de U$S 57.485 millones. Esto representaría un crecimiento interanual de 27,4% de las exportaciones y, a su vez, un crecimiento interanual de 35,7% en las importaciones.
- El tipo de cambio promedio mensual mayorista del Banco Central durante el inicio del mes de septiembre sostiene la tendencia de leve depreciación. Mientras que el promedio de cierre del mes de agosto fue $ 97,21 el promedio mensual en lo transcurrido de septiembre se sitúa en $ 97,85, es decir, un nivel de depreciación de 0,7%. Ciertamente, un menor nivel de variación respecto al registrado durante el primer trimestre del año. No obstante, la comparación interanual respecto de septiembre de 2020 registra una depreciación nominal de 30%.
- Nuevamente notamos que si bien el aumento de la demanda de dólares en el mercado informal genera una brecha cambiaria respecto a la cotización formal efectiva, durante los últimos once meses se evidencia cierta menor tensión cambiaria que parece revertirse con la llegada del período electoral y así generar complejidades para la administración del mercado cambiario.
- En ese marco, la cotización oficial se sostiene por debajo de la informal estableciendo nuevamente una brecha. Pues, la cotización de cierre en el mercado informal durante la primera semana de septiembre fue $/U$S 182 y del tipo de cambio oficial promedio minorista efectivo de $/U$S 170,7.
- El nivel del TCR del inicio del mes de septiembre, estimación para el comercio y la competitividad, se encuentra en un nivel menor respecto del promedio del año 2020, notando una apreciación de 8,3%. Esto a pesar de la variación del tipo de cambio nominal aunque, ciertamente menor a la variación registrada del nivel de precios de la economía, es decir, que la variación de precios claramente deteriora a la ganancia de competitividad de la depreciación de la moneda nacional.
- A su vez, si se observa el promedio histórico de la cotización oficial del período enero 1959-septiembre 2021 (base diciembre 2010), se ubica un 14% por debajo de ese promedio, es decir, un nivel de TCR con una apreciación en perspectiva histórica.
- Si en lugar de utilizar el valor promedio mensual del tipo de cambio del mercado mayorista, consideramos el valor de cierre del 6 de septiembre de 2021 de $ 97,95, el TCR bilateral evidenciaría una apreciación similar respecto al promedio de 2020 de 8,2% y también se ubicaría por debajo del promedio de la serie histórica enero 1959-septiembre 2021. Es decir, se registraría una apreciación real similar respecto a la serie histórica de 14%.
- El dólar de “equilibrio” estimado por el IAE-Austral (valor del dólar según el TCR promedio del período diciembre 2010-septiembre 2021) en la cotización formal efectiva del mercado minorista sería de $/US$ 161. Esto representa que el TCR actual, tras el marco de imposición a la compra, se encuentra en valores competitivos. Si se observa el valor de equilibrio, el TCR actual estaría por encima de ese valor en 5,7% aunque muy dependiente de la inflación futura.
- Notamos nuevamente que tras la mejora en los precios de los principales bienes exportables agropecuarios, es sustancial para el sector externo un nivel inflacionario mensual descendente para sostener el espacio de depreciación real de la moneda, lo cual parece factible ante un escenario de nuevo confinamiento. La continuidad del resultado comercial externo y, por ende, el canal sustentable de generación de divisas, se torna un factor importante para el programa de estabilización macroeconómica en una economía con tradición de demanda de dólares ante aumento de incertidumbre y recesión.
El desempeño de las cuentas fiscales se restablece al déficit para lo que resta del año...
El desempeño de las cuentas fiscales se restablece al déficit para lo que resta del año. El contexto de elecciones determina una divergencia respecto al objetivo de sustentabilidad fiscal, dado un mayor nivel de erogaciones.
La necesidad de impulsar la reactivación económica impone la dominancia fiscal y restablece el déficit fiscal primario. En el mes de julio se reiteró un resultado negativo evidenciando un cambio de tendencia vinculada con la necesidad de mayor gasto público.
- Las expectativas respecto al desempeño fiscal para el último cuatrimestre del año están asociadas a un mayor desequilibrio fiscal y una mayor necesidad de financiamiento vía emisión monetaria.
- El desafío fiscal de impulsar la reactivación económica mediante una política expansiva genera un efecto no deseado a través de una mayor inflación y distorsión de los precios relativos de la economía.
- Para una economía inflacionaria, la expansión del gasto público y un mayor nivel de subsidios para evitar ajustes tarifarios pueden generar una dinámica de precios mayor y la necesidad de mayor ajuste.
- La recaudación impositiva de agosto de 2021 totalizó $1005.306 millones lo cual se tradujo en un crecimiento de 64% respecto de agosto de 2020, mes de restricciones sobre la actividad. El aumento nominal interanual de la recaudación se sostiene por encima del aumento de precios.
- El incremento interanual de la recaudación de agosto se vincula con cierta recuperación de la actividad económica y nuevamente el mejor desempeño de los tributos al comercio exterior.
- En ese sentido, durante agosto los tributos de comercio exterior mostraron un crecimiento de 103% interanual derivado de un mejor nivel temporal de precios internacionales.
- El poder adquisitivo intermensual de la recaudación tributaria evidencia una recuperación temporal dado el aumento intermensual de los ingresos tributarios por encima de la inflación de agosto.
- El resultado primario acumulado del período enero-julio nuevamente presentó una mejora esperada respecto al mismo período del año pasado, dada la comparación con un período de confinamiento estricto.
- Se presentan diferencias en términos reales en la estructura de erogaciones fiscales mensuales. Mientras que las jubilaciones y pensiones ajustan 10%, los subsidios energéticos aumentan 100% en términos reales.
- Las expectativas respecto al desempeño fiscal para el último cuatrimestre del año se sostienen en un mayor deterioro derivados de la necesidad del impulso a la reactivación económica y el menor ajuste de tarifas públicas financiado por el sector público.
- En efecto, nuevamente, se presenta un potencial desequilibrio nominal vía aumento de la cantidad de dinero y sus consecuentes presiones sobre la evolución de los precios internos que, a su vez, determinan un contexto menos favorable para las decisiones de consumo e inversión.
- La inconsistencia dinámica del sector público sobre evitar un ajuste y estabilización de variables nominales puede generar mayores costos a futuro. En concreto, el sesgo inflacionario y distorsivo derivado de un mayor desequilibrio fiscal y emisión monetaria generan costos sobre la actividad económica. Esto se relaciona con la perspectiva política de trasladar los ajustes para el futuro generando una inconsistencia ya que los desequilibrios se profundizan y se materializan en una mayor dificultad para la gestión de política.
- Concretamente para una economía inflacionaria, la expansión del gasto público y un mayor nivel de subsidios para evitar ajustes tarifarios, puede generar una dinámica inflacionaria mayor y otro nuevo ajuste. En definitiva, se plantea como un factor de desalineamiento mayor respecto del objetivo de la estabilizar la inflación
- La recaudación impositiva de agosto totalizó $1005.306 millones representando un aumento nominal de 64% respecto al mismo mes de 2020. Se destaca que el mes de comparación, agosto de 2020, fue de mayores restricciones sobre la actividad derivado de la implementación del ASPO y, en tanto, menor recaudación. Si se ajusta por la inflación de ese mismo período, la recaudación evidencia doce meses consecutivos de variación real positiva, es decir, se conforma una recuperación real del poder adquisitivo respecto del año anterior.
- Ese desempeño estuvo influenciado principalmente por el crecimiento interanual de los tributos vinculados al comercio exterior. Por un lado, los derechos de exportación mostraron un aumento de 131,9%, por otro, los vinculados con la importación y tasa estadística crecieron 80,7%. Mientras que el denominado impuesto P.A.I.S registró una nueva contracción en términos nominales de 60,2% interanual como resultados de una disminución del volumen de compras de moneda extranjera por viajes al exterior y atesoramiento.
- En la comparación intermensual, la recaudación tributaria de agosto aumentó 7,7% respecto de julio, notando un aumento real de los ingresos públicos. El tributo que influyó en ese desempeño fue la menor dinámica del IVA en comparación a la recuperación que se había evidenciado el mes anterior dado el menor ritmo de actividad económica mensual.
- El desempeño de la recaudación luego del ajuste por precios se recuperaría lo cual se traduce en un aumento del poder adquisitivo de los ingresos del sector público nacional. El aumento del poder adquisitivo sería de 5% respecto de julio. Por lo tanto, el crecimiento de los ingresos tributarios por encima de la inflación establece un espacio incipiente para la gestión fiscal ante la necesidad de mejorar la posición fiscal del año. No obstante, esto deberá ser acompañado de una mayor eficiencia fiscal para evitar desalineamientos y profundización de las disrupciones económicas.
- Sin embargo, la estructura de gastos mensuales del mes de julio evidencia ajustes reales en algunas erogaciones sociales respecto al mismo mes del año 2020. Partidas esencialmente dirigidas hacia los sectores vulnerables como las correspondientes a jubilaciones y pensiones presentaron una pérdida real de 10%. Contrariamente, erogaciones por subsidios energéticos muestran una recuperación interanual real de 100%.
No es clara la recuperación de la actividad económica...
- No es clara la recuperación de la actividad económica dados los niveles de incertidumbre y la gestión económica. Los resultados de la gestión política no se traducen en el impulso necesario para la recuperación económica.
- Las proyecciones de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para este año permanecen en fase de recuperación. Si bien se espera una recuperación sustancial de 7,2% para este año, continúa siendo de menor nivel respecto a la retracción del año 2020.
- Los factores que sustentan la reactivación económica no se confluyen con intensidad dentro de la actual realidad económica, lo cual se traduce en la ausencia de una fase convergente con la reactivación.
- La coordinación de expectativas, un menor nivel de incertidumbre de mercado y signos de estabilización se presentan distantes en la coyuntura actual.
- Contrariamente, se observan factores de divergencia respecto al objetivo de reactivación y estabilización macroeconómica que se intensifican dado el contexto de incertidumbre.
- En ese sentido, es esperable un programa de estabilización macroeconómico con metas de corto y mediano plazo dado que las tensiones cambiarias e inflacionarias pueden converger a un nivel mayor con inestabilidad.
- El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central proyecta una recuperación de la actividad aunque dependiente de la evolución sanitaria y coyuntural. Se estima un crecimiento de 7,2% anual para 2021 y de 2,4% en 2022.
- La estimación del Producto Interno Bruto (PIB) para el segundo trimestre de 2021 se sitúa en una retracción de -1,6% con relación al mismo período del año anterior. Mientras que en el tercer y cuarto trimestre de 2021, la recuperación sería de 1,4% y 0,5%.
- El último dato sobre actividad derivado del estimador mensual de actividad económica (EMAE) que corresponde al sexto mes del año registró una variación interanual de 10,8%. Mientras que en el indicador desestacionalizado se observó un aumento de 2,5% respecto al mes anterior.
- La utilización de la capacidad instalada en la industria durante el sexto mes del año se ubicó en 64,9%, nivel superior al del mismo mes de 2020, en el que se registró un 53,3%.
- El Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI) del INDEC registró durante julio 2021 un crecimiento de 13% respecto del mismo mes de 2020. El acumulado enero-julio de 2021 presenta un incremento de 21,0% respecto a igual período de 2020.
- La producción de las Pymes industriales presentó un nuevo rebote durante julio de 2021 al registrar un aumento de 36,3% frente a igual mes del año 2020 y un nivel de capacidad instalada de 67,9%.
- En julio de 2021 el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) publicado por el INDEC muestra una suba de 19,8% respecto a igual mes de 2020. El acumulado de los siete meses de 2021 presenta un crecimiento de 53,3% respecto a igual período de 2020, año de mayores restricciones económicas.
- Respecto a la demanda del sector de la construcción, la cantidad total de las escrituras de compraventa de inmuebles en CABA durante los primeros siete meses del año registró un crecimiento promedio de 2%.
- En relación al consumo, las ventas totales en centros de compras de junio a precios constantes, respecto al mismo mes de 2019, previo a la pandemia, se contrajeron 60,7%. Mientras que en supermercados se evidenció una contracción de -0,5%.
- Los factores que sustentan una reactivación económica no se confluyen efectivamente dentro de la actual realidad económica. La gestión económica y la opacidad en la perspectiva política no son favorables para impulsar la reactivación de la demanda agregada y, principalmente, un necesario mayor nivel de inversión productiva.
- Si bien se presenta cierta reactivación en sectores importantes como la construcción, la dinámica no parece consolidarse. Más aun, en el contexto de tensión e indefinición electoral los cuales se transforman en elementos restrictivos para el reinicio del crecimiento.
- Nuevamente, notamos imperativo el establecimiento de un programa de estabilización macroeconómico con metas de corto y mediano plazo dado que las tensiones cambiarias e inflacionarias pueden converger a un nivel mayor. En efecto, un panorama de mayor incertidumbre restringe la consolidación de la reactivación económica y plantea riesgos severos para la economía y la estructura social nacional.
- En las estimaciones del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza el Banco Central se informa una proyección de crecimiento económico de 7,2% para el año 2021 y un 2,4% en el año 2022.
- La estimación del Producto Interno Bruto (PIB) presenta una menor contracción de -1,6% para el segundo trimestre del año respecto a la estimación revelada en el mes anterior. Para el tercer trimestre de 2021 registró un crecimiento de 1,4% con relación al mismo período del año anterior. Mientras que en el cuarto trimestre el PIB crecería 0,5% en forma interanual.
- Durante junio el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) registró un crecimiento de 10,8% respecto al mismo mes de 2020. A su vez, el indicador desestacionalizado observó una contracción de 2,5% respecto al mes anterior, mientras que el indicador tendencia-ciclo no presentó variación.
- En el desagregado del EMAE, la mayor recuperación interanual se registra en los rubros Pesca (108,7%), Servicios Sociales y Comunitarios (79,4%) y Construcción (32,3%), dada la mayor apertura de actividades respecto a la fase de confinamiento de junio 2020.
- La utilización de la capacidad instalada en la industria durante el sexto mes del año se ubicó en 64,9%, nivel superior al del mismo mes de 2020, en el que se registró un 53,3%.
- Los sectores que presentan niveles de utilización de la capacidad instalada superiores al nivel general son industrias metálicas básicas (78,2%), productos minerales no metálicos (74,2%), refinación del petróleo (73,6%), papel y cartón (72,5%) y sustancias y productos químicos (69,6%).
- El Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI) del INDEC registró durante julio 2021 una suba de 13% respecto del mismo mes de 2020. El acumulado enero-julio de 2021 presenta un incremento de 21,0% respecto a igual período de 2020.
- En términos desagregados, catorce de las dieciséis divisiones que contiene el IPI presentaron un mejor desempeño interanual. En orden de su incidencia en el nivel general, se registraron incrementos en Industrias metálicas básicas (39,8%), Prendas de vestir, cuero y calzado (60,9%) y Maquinaria y equipo (30,5%).
- Durante julio de 2021 el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) publicado por el INDEC muestra una suba de 19,8% respecto a igual mes de 2020. En ese desempeño las mayores subas interanuales se registraron en asfalto (179,1%), hormigón elaborado (135,9%) y en mosaicos (48,4%). El acumulado de los siete meses de 2021 presenta un crecimiento de 53,3% respecto a igual período de 2020.
- Respecto a la demanda del sector de la construcción, la cantidad total de escrituras de compraventa de inmuebles en CABA evidenció, durante julio, una suba de 328,8% respecto del nivel de julio de 2020. Mientras que en la comparación con junio de 2021, los actos subieron 0,7%, volviendo a crecer luego de que durante abril y mayo las operaciones descendieron un 12% en promedio. A su vez, la expansión interanual acumulada en el período enero-julio fue 113,8%.
- La producción de PYMES Industriales creció 36,3% durante julio 2021 respecto a igual mes del año 2020, evidenciando un nuevo efecto rebote dado la comparación respecto a un mes de baja sustancial derivado del confinamiento. De acuerdo a la CAME, si bien la recuperación se sostiene, no se termina de recuperar el nivel del año 2019. En concreto, en el acumulado de los primeros siete meses del año la industria PYME acumuló un alza de 25,7% frente a iguales meses de 2020 y una disminución de 2,3% frente al período enero-julio de 2019.
- De acuerdo al informe de la CAME, la percepción de los industriales continúa en un panorama crítico, pues casi la mitad señala que su situación es regular o mala. Concretamente, el 48,7% de las pymes consultadas calificaron la situación actual de su empresa como regular o mala, la proporción de industrias con planes de inversiones a futuro se mantuvo en 27%.
- Por el lado del consumo masivo, las ventas totales en centros de compras, a nivel nacional, de junio (precios constantes) respecto al mismo mes de 2019, previo a la pandemia, se contrajeron -60,7%. Mientras que en supermercados y para ese mismo período, se evidenció una contracción de -0,5%.
- Por otro lado, la variación a precios corrientes de las ventas totales en centros de compras de junio 2021 respecto de junio 2019 acusó una retracción de -0,8% y a pesar de la evolución de los precios de ese período. No obstante, las ventas en supermercados en junio 2021 respecto del mismo mes de 2019 mostró un aumento de 114%.
La inflación mensual minorista de agosto se situaría en 2,8% y acumularía 31% en el año...
- La inflación mensual minorista de agosto se situaría en 2,8% y acumularía 31% en el año. La dinámica mensual no parece desacelerarse frente a un contexto económico signado por las elecciones.
- Las proyecciones de inflación sostienen niveles mensuales altos. El relevamiento de expectativas de mercado (REM) del Banco Central proyecta un crecimiento anual del nivel de precios de 48,5% durante este año.
- Las expectativas de mercado sostienen un nivel alto de inflación dada la incertidumbre del mercado. Estimamos que esta dinámica de precios se sostendrá hasta fin de año y, al menos, el primer trimestre del año 2022.
- En este escenario, es natural que la política económica se enfrente a mayores complejidades en relación al objetivo de estabilización de precios y en una instancia donde la incertidumbre afecta al ancla nominal, representada por el tipo de cambio.
- Las proyecciones del comportamiento de precios son mayores respecto al mes previo. Para este año establecen una inflación de 48,5%, mientras que para el año 2022 se sitúan en 43,9%. Hacia el año 2023 se proyecta un 37,3% anual.
- El nivel general del Índice de Precios al Consumidor (IPC) registraría en agosto una variación mensual de 2,8%. Las proyecciones de mercado establecen que el nivel promedio de variación mensual será mayor durante el resto del año, diferencia notoria respecto a las proyecciones de julio.
- Durante los primeros ocho meses del año el aumento acumulado de precios sería de 31%, mientras que en mismo período del año 2020 fue 18,9% y en el año 2019 fue 30%. El desempeño futuro estará determinado por la dinámica monetaria y el nivel de presión cambiaria.
- Adicionalmente, destacamos que la evolución inflacionaria sigue siendo la principal complejidad para la política económica dada la dinámica mensual que no se desacelera y, más aún, en un contexto de elevada incertidumbre de mercado.
- En tal sentido, emerge la necesidad de un cambio de perspectiva en la gestión inflacionaria para generar mayor coordinación entre la política monetaria y fiscal, y a los efectos de minimizar la dominancia del ciclo política.
- El Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) registró un crecimiento interanual de 63% en julio de 2021 sosteniéndose un nivel mensual relativamente alto desde octubre de 2020.
- El nivel general del Índice de Costo de la Construcción (ICC) en el Gran Buenos Aires de julio 2021 registra un aumento intermensual de 5%, ciertamente una mayor dinámica respecto al mes anterior.
- La dinámica de salarios total registrado del sector privado y público mostró un crecimiento de 2,3% en junio de 2021 respecto al mes anterior, desde el cual se desprende una pérdida mensual del poder adquisitivo del trabajo de 0,5%.
- En un contexto de incertidumbre e inflación alta, es natural que la política económica se enfrente a dificultades respecto al objetivo de estabilización de precios y donde la incertidumbre afecta la gestión de política y las decisiones económicas. Ante el sostenimiento de ese proceso se plantea el riesgo de generar mayor impulso inflacionario y, en su paso, efectos en los niveles de actividad y redistribución de ingresos en forma regresiva.
- En ese sentido, las proyecciones informadas en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), realizado por el Banco Central, estiman que la inflación minorista de agosto se situará en 2,8%, mientras que en septiembre y octubre sería 2,8% y 2,7%, respectivamente. A su vez, la inflación anual para el año 2021 se proyecta en 48,5% y, para el año 2022, a 43,9%.
- En rigor, las estimaciones de mercado registran un crecimiento mayor de precios lo cual no es un aspecto favorable ante el objetivo de sustentar la dinámica macroeconómica. Concretamente, ante un mayor desalineamiento de expectativas respecto de gestionar un proceso desinflacionario, se presentan mayor complejidad y necesidad de instrumentos para estabilizar esa coyuntura. Efectivamente esto es un escenario potencial para la economía argentina.
- Economías con procesos inflacionarios de períodos prolongados deben gestionar ajustes de precios con sobrerreacciones que adicionan impulsos inerciales sobre la dinámica general de precios.
- Desde esos aspectos, notamos que las expectativas inflacionarias de los agentes se sostienen en un nivel alto de inflación mensual frente a la incertidumbre de mercado lo cual estimamos que se sostendrá hasta fin de año y, al menos, el primer trimestre del año 2022.
- La inflación del mes de agosto de 2021 registraría un aumento mensual de 2,8%. Nuevamente, el ritmo inflacionario mensual se sitúa en un nivel alto para el objetivo necesario de desinflar las expectativas en toda la estructura de precios de la economía y tras una caída inédita del PIB en el año 2020.
- El crecimiento del IPC acumularía 31% en el período enero-agosto 2021. Esa dinámica sería similar al del período anterior a la pandemia, es decir, al acumulado durante los primeros ocho meses del año 2019 donde la inflación registró 30%.
- Nuevamente, el registro inflacionario de agosto sostendría un marcado distanciamiento respecto al objetivo de una fase descendente de inflación y posterior estabilización. En tal sentido, emerge la necesidad de un cambio de perspectiva en la gestión inflacionaria que genere mayor coordinación entre la política monetaria y fiscal, y a los efectos de matizar la dominancia del ciclo política. A su vez, establecer un programa de acción de mayor alcance y de acuerdos que generen incentivos a los efectos de minimizar aumentos de precios, la dinámica inflacionaria será sustancial en términos relativos respecto a la coyuntura de potencial cuarentena.
- La dinámica mensual del Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) durante julio registró cierta desaceleración respecto al mes anterior. Concretamente, el aumento fue del orden de 2,2% respecto de junio 2021. Esta variación se explica como consecuencia de la suba intermensual de 2,3% en los productos nacionales, donde el factor manufacturas y energía eléctrica presentó un crecimiento de 2,4%. Mientras que los precios de los productos importados ascendieron 1,6% mensual. Entretanto, la dinámica del nivel mayorista general respecto al mismo mes del año anterior registró un crecimiento de 63%.
- El Índice del Costo de la Construcción (ICC) en el Gran Buenos Aires correspondiente al mes de julio de 2021 registra un crecimiento de 5% respecto de junio de 2021. Esto muestra una dinámica mayor al aumento intermensual del mes precedente, en el cual se había registrado una expansión de 2% en junio respecto a mayo. El crecimiento se conforma del alza de 2,8% en Materiales, principalmente los componentes vidrios y piezas de carpintería en 5,8% y 4,9%, respectivamente. Mientras que Mano de Obra en 7,2% y 5% en Gastos Generales.
- En períodos de inflación mensual de niveles relativamente altos como el que se registra en la economía argentina, el poder adquisitivo de los salarios se ajustan notoriamente. En simultáneo los costos sociales se materializan en la contracción del consumo y menor cantidad de personas que acceden a la canasta de alimentos. Este es un factor determinante para la evaluación de la política de estabilización económica futura.
- En ese sentido, una medida parcial de ese ajuste puede notarse si se observa que en el período enero-junio del año 2021, el crecimiento acumulado de los ingresos totales de los asalariados fue 21%, mientras que la inflación acumulada de ese mismo período fue 25,3%.
La inflación americana parece haber retornado luego de varias décadas...
Desde hace meses escuchamos hablar de la inflación americana, que parece haber retornado luego de varias décadas. Desde la época de Paul Volcker al frente de la Reserva Federal y el uso de altas tasas de política monetarias para controlarla, podríamos decir que la misma había desaparecido y dicha política demostró ser una herramienta exitosa para desterrarla.
A partir de la inyección monetaria utilizada durante de la Crisis Financiera Global de 2007-10 en un principio, y luego de la actual crisis sanitaria generada por el Covid-19, se empieza a debatir nuevamente si los excesos monetarios usados con éxito por la Fed para revivir la economía, mediante la compra de bonos del Tesoro y otros activos financieros, nos están conduciendo a un nuevo periodo de inflaciones más altas en los Estados Unidos, o bien como lo afirma Jerome Powell el presidente de la misma, esta es transitoria y una vez la economía desarrolle todo su potencial productivo a la salida de la crisis, volveremos a niveles inflacionarios similares a los previos.
Los últimos reportes a través del CPI (Consumer Price Index) por ejemplo, vienen mostrando niveles altos que pueden proyectar una inflación anualizada en los niveles de 5 por ciento anual. Otra medida por ejemplo usada por la Fed como el gasto en consumo personal (PCE) mostró un aumento de 0.5 % mensual en Junio o bien una incremento del 3.5 por ciento anual. A pesar de esto y de las advertencias de un buen número de importantes economistas como por ejemplo Mohamed El-Erian que ven la inflación potencial en esos niveles, la Reserva Federal sigue con su laxa política monetaria, con tipos de interés bajos en torno a 0.00-0.25 % y su plan de compra de bonos del Tesoro (Tapering) de USD 120 mil millones mensuales. De todas maneras en las últimas minutas y según comentarios de Powell parece un poco más probable que la salida de estos programas de crisis se adelante y podamos comenzar a ver un desarme anticipado durante 2022.
Si bien algunas señales de esta creciente preocupación por la inflación americana se manifestaban hace algunas semanas en los mercados financieros, como el crecimiento de la diferencia en la tasa de bonos del Tesoro a 10 años con relación a la de los bonos TIPS del mismo plazo y algunas caídas breves y transitorias en algunos mercados financieros como los índices accionarios S&P 500, Dow Jones o Nasdaq, en algunos commodities o bien el mercados de criptomonedas, esto parece haberse calmado. Nos encontramos nuevamente en los últimos días con máximos en varios de estos mercados, recuperación de algunos commodities, criptos y el diferencial de la tasa mencionada del bono del Tesoro a 10 años volviendo a niveles de 1.25 por ciento anual. El mercado parece haber incorporado el discurso de la Fed sobre una inflación transitoria o bien se estaría dejando llevar en este momento por la liquidez que la misma sigue inyectando a través de su programa monetario.
Uno de los grandes desafíos de Powell será, no solo el momento de desarmar el Tapering, sino cómo hacerlo sin afectar considerablemente a los mercados financieros y así a la economía en general, ya que gran parte del ahorro del consumidor americano se encuentra en los mercados financieros y su propensión a consumir y mover la economía está muy ligada al comportamiento de los mismos. Es así que los desafíos con que se encuentra la Fed a la salida de las crisis son considerables y tiene principalmente dos importantes objetivos que no serán sencillos de alcanzar en simultáneo; por un lado controlar y contener la inflación en niveles aceptables y por otro no desacelerar o enfriar la recuperación de la economía.
A partir de su éxito o fracaso los impactos podrían ser diversos y seguramente más importantes y profundos para los países en desarrollo como la Argentina. En principio y hasta el momento, fuera de las consecuencias de la crisis sanitaria per se, esta política monetaria de la Fed ha ayudado a muchos países a conseguir financiarse a tasas muy bajas en los mercados financieros internacionales y hoy el endeudamiento de los mismos y de muchas de sus empresas está en niveles históricamente bajos en el rango de 2.5/4 por ciento anual. Por el lado comercial muchos no se han visto afectadas por una revaluación de sus monedas, inclusive muchas se han depreciado ganando cierta competitividad, mientras en la mayoría de los casos, principalmente los países exportadores de commodities, se han visto beneficiados por una importante suba de sus precios y su consecuente recuperación de sus exportaciones.
A partir de esto a mi modo de ver se podrían abrir dos escenarios bastante diferentes de acuerdo al éxito de la Fed en el manejo de la salida de estos programas monetarios utilizados para el manejo de las últimas crisis. Por un lado si las afirmaciones de Powell sobre una inflación transitoria no se confirman y la Fed tiene que comenzar antes el Tapering y el sendero de suba de tasas de una manera más agresiva, podríamos comenzar a ver bajas en los mercados financieros, un fortalecimiento del dólar, menores niveles de recuperación o crecimiento económico y un aumento de los costos de capital acentuados en los países emergentes. Por otro lado y de forma más deseable, si la Fed acierta y puede manejar los tiempos y las forma del desarme de los agresivos programas monetarios puestos en práctica, probablemente veamos una recuperación consistente del crecimiento en los Estados Unidos y muchos otros países, niveles altos en los mercados financieros, commodities, etc. consistentes con la reflación de activos como lo llaman algunos importantes economistas Argentinos especializados como German Fermo y hasta una necesaria licuación sostenida y paulatina de los niveles de endeudamiento soberano alcanzados en los últimos años sobre todo por algunas economías desarrolladas.
El final está aún abierto y los impactos de ambas crisis también, la credibilidad conseguida por los Bancos Centrales durante las últimas décadas nos invita a ser optimistas. Para nuestro país, si se logra acordar un plan económico con el Fondo Monetario Internacional, una refinanciación de los vencimientos y finalmente restablecer la confianza, podría aparecer una luz en el horizonte que deberíamos aprovechar para retornar al crecimiento económico perdido durante la última década.
La economía argentina enfrenta un gran desafío que viene de la política, que es la gobernabilidad...
La economía argentina enfrenta un gran desafío que viene de la política, que es la gobernabilidad. La fragilidad en la conducción del Poder Ejecutivo y las internas entre Presidente y Vice profundizan la incertidumbre, que se refleja en la falta de inversión. Desde la vulnerabilidad del oficialismo está siempre el escenario vamos por todo, que está en los genes del kirchnerismo, en especial en la persona más importante de toda la política argentina que es la Vicepresidenta.
El nivel de actividad va levantando hacia una tasa de 6% de expansión este año, es un rebote limitado frente al descenso de 10% del primer año de pandemia. Esta recuperación es heterogénea y la economía se ha amesetado y crece menos entre puntas. El golpe sobre el tejido productivo ha sido enorme por la pandemia sobre todo en el campo de servicios como comercio, turismo. Ha sido importante el cierre de pymes con su efecto directo sobre los empleos.
Como es sabido el gobierno salió con un presupuesto sin red social. No se presupuestó IFE ni ATP. Por el modo en que se trabajó con muy bajas restricciones de circulación no hubo una demanda sensible del sector informal por esta asistencia social.
El Ministro Guzmán realizó en la primer parte del año una política fiscal contractiva con esfuerzos concretos por cerrar la brecha fiscal. Esto se hizo por el temor a la expansión monetaria con su efecto directo en el dólar marginal. Claramente se llegó a las Paso con un dólar tranquilo que nos había asustado a fines de 2020. Si bien se serenó el panorama cambiario es de destacar que la brecha cambiaria es muy distorsiva. Con este nivel de brecha el país está condenado a no crecer. La suba del dólar de octubre pasado influyó en la Vicepresidenta que impulsó la contención monetaria. Si el dólar sube el gobierno entra en una situación de gran vulnerabilidad. Macri sufrió mucho estos saltos del dólar, le hicieron perder la elección por su impacto recesivo. En el primer trimestre del año es esperable una devaluación para corregir el retraso cambiario.
La decisión de controlar el frente fiscal que se materializó en el descenso del ingreso real de jubilados y del sector público. Se revirtió este esquema con la cercanía de las elecciones donde el objetivo pasó a ser una política más expansiva que suponga más consumo. Esa fue la línea de Cristina. El objetivo de llegar a las Paso con mejor salario real quedó muy lejos de cumplirse. La contracción del salario real es significativa y es un factor de malestar social. El desempleo no ha subido al nivel de lo que era esperable. El debate de la reforma laboral está pendiente pero el signo político se resiste a este enfoque por percibirlo menemista. Sin reforma laboral no se puede disminuir el stock de 6 millones de empleados en negro.
El acuerdo con el Fondo parecería que se va a encarar a principios del año que viene. El FMI va a ayudar en el objetivo de ordenar la macroeconomía. Es importante que la decisión pase por el Congreso porque compromete a toda la política y no solo al oficialismo. Esta negociación es relevante a la vez que será muy exigente porque los montos recibidos de dólares en el final del macrismo fueron muy importantes.
El frente social no ha generado episodios de estallido comprensibles con más de 45 % de pobres. Ayuda que gobierne el peronismo. Macri no lo hubiese podido controlar. El sistema de contención que se ha instrumentado a través de los "planes" que inventó el kirchnerismo y copió Cambiemos no va más. Este modo de compensar ingresos lleva al clientelismo y a la pérdida de la cultura de trabajo. Los propios responsables de los grupos que demandan esto subsidios es ir a un esquema donde el trabajo genuino se impulse. Este punto es compartido por la Cámpora. El diagnóstico es común, la implementación es muy difícil porque si no crece la inversión la creación de empleo es voluntarista. Los empresarios no tiene como objetivo crear fuentes de trabajo, su norte es la supervivencia de los negocios y la rentabilidad. La demanda de trabajo es una demanda derivada. Sin crecimiento no se van a generar empleos. El tema es muy crítico en los sectores jóvenes que triplican el nivel de desempleo general.
Los meses que vienen estarán muy influidos por la contienda electoral. Las perspectivas para 2022 y 2023 son complejas porque hay muy poca credibilidad en la clase dirigente. Se estima un crecimiento nulo hasta la elección de 2023 pero con gran volatilidad, la inflación seguirá en torno a los 40 puntos porcentuales. Por supuesto que estas dos variables actividad y precios para 2022-23 dependen de muchos factores. Sin orden son la aparición de un plan, el precio de la soja, la propia interna del gobierno, el desgaste muy peligroso del Presidente (Recordemos Guido, Isabel, De la Rúa, final de Alfonsín), el recambio del gabinete que claramente no funciona bien, el reemplazo del Ministro Guzmán que parece muy probable después de la negociación con el FMI (No es lo mismo que asuma Redrado, Todesca, Massa o Costa), el esquema que plantee el Fondo con menor o mayor ajuste, evolución de Delta. Son muchos puntos y se hace difícil la estimación pero pareciera que son dos años para ponerse el casco y no de grandes proyectos. Esperar, sobrevivir y ver.
La región está convulsionada en el plano político. El modelo populista de Bolsonaro desafía la estabilidad institucional cuando cuestiona a la Corte. Se prepara Lula para hacerse cargo en un PT muy cuestionado por corrupción. Chile expectante con miedo del establishment de si deriva en un esquema contrario al capitalismo o si sigue en la buena senda que por supuesto requiere ajustes a la tradicional inequidad que el caso chileno presenta. Bolivia después de la convulsión política donde fue desplazado Evo Morales ha vuelto a una condición estable de un país muy pobre que ha avanzado mucho en lo que va de este siglo. Perú hay que ver como evoluciona para que no se sacrifiquen 30 años muy buenos de un país muy atrasado pero que fue quien más creció en la región desde 1990. Colombia ha tenido tensiones sociales que se moderaron. Los 22 años de dolarización total en Ecuador tampoco han impulsado el crecimiento en este país que ha sido muy estable en lo monetario pero con alto riesgo país. Venezuela sigue en un deterioro muy triste sin avenida de rectificación, es un estado fallido dominado por los militares en un marco de gran corrupción. Destaca Uruguay que se presenta sólido en grandes desafíos que tiene nuestro país: instituciones, economía de mercado pro inversión, alineación con el capitalismo moderno. Paraguay corriendo de atrás avanza y se va consolidando.
En la región hay demandas sociales fuertes para que los políticos escuchen. Latinobarómetro registra esta falta de liderazgo. Es muy difícil dirigir bien. Pocos políticos en el mundo salen bien valorados de sus gestiones. Merkel es una excepción claramente y la extrañamos. Estamos en el IAE desde 1994 trabajando para el WEF en su encuesta de competitividad. Preparamos la información de la encuesta. El lunes 6 nos informaron en WEF que realizan un ajuste al índice mundial que saldrá a fin de año incorporando factores de cohesión social. Es la línea de muchas instituciones académicas, políticas en todo el mundo, crecer con equidad. Es también nuestro tema central de investigación en el área liderado por Juan Llach, el proyecto de productividad inclusiva.
Puede observarse un incremento del peso relativo de la población mayor de 65 años...
La población mundial, que hace algo menos de 200 años era de tan sólo 1.000 millones de habitantes, llegó en el año 2020 a los 7.800 millones, de acuerdo a la información provista por Naciones Unidas (UN) (7.794.799.000). Esa población se distribuye en forma heterogénea sobre nuestro planeta. A tal punto que, el 90% se concentra en el hemisferio norte, restando sólo un 10% para el hemisferio sur, en el que tan sólo un 20% es superficie terrestre.
El grado de concentración es tal que, tan sólo en dos países, China (1.439 millones) e India (1.380 millones) habita el 36% de la población mundial y los 20 países más poblados del mundo -lo que representa aproximadamente un 10% del total de países- concentran el 70% del total de habitantes del planeta (típico caso de la Ley de Pareto). En 2027, se espera que India desplace a China del primer lugar.
De acuerdo a estas estimaciones, la población mundial llegaría a 8.500 millones en 2030, a 9.700 millones en 2050 -de los cuales casi el 20% tendrá más de 65 años- pudiendo llegar a un pico de cerca de 11.000 millones para 2100.
En el gráfico 1 puede observarse el incremento del peso relativo de la población mayor de 65 años con respecto a la menor de 15. Este fenómeno se conoce como el “envejecimiento de la población”.
Esta relación puede medirse con el índice de envejecimiento (IE) que representa la cantidad de mayores de 65 (pasivos definitivos) por cada 100 menores de 15 (pasivos transitorios). Del gráfico 1 surge que este índice evolucionó de 16,7 en 1980 a 36,6 en 2020.
Por su parte, el IE presenta valores muy disímiles de una región a otra del mundo (gráfico 2). Para el continente africano es de tan sólo 8,7, mientras que para el continente europeo -sin duda el más envejecido- alcanza a 118,6. Es decir que, en este último caso, la población mayor de 65 años supera en casi un 20% a la menor de 15 años.
Del gráfico 2 también se desprende que, con excepción del continente africano, el porcentaje de población activa (15-64 años) es bastante similar de un continente a otro. También se observa la similitud entre la estructura poblacional del continente asiático y la de América Latina y el Caribe y la marcada diferencia entre las estructuras de África y Europa.
Sin llegar a los valores extremos que muestra el continente europeo, nuestro país no es ajeno al tema del envejecimiento como se evidencia en el gráfico 3, del que surge que, el IE pasó de ser 18,9 en 1960 a 46,7 en 2020 (estimación UN). Se estima que para 2050, con una población de casi 55 millones de habitantes, los mayores de 65 años en la Argentina superen el 17% de la población, alcanzando un IE de 90. Es decir, casi igualando la cantidad de mayores de 65 a la de menores de 15.
Las principales causas del envejecimiento de la población, son el aumento de la esperanza de vida al nacer, debido a los avances de la medicina y a una mejora generalizada en las condiciones de vida de la población y, por otro lado, la disminución de la tasa de natalidad con la consecuente disminución de la tasa global de fecundidad (cantidad de hijos por mujer). Esto último obedece a distintas causas tales como la inserción de la mujer en el mundo laboral y el retraso en la edad del matrimonio. Un tercer factor que puede influir en el envejecimiento poblacional son las migraciones internacionales.
El envejecimiento de la población es más urbano que rural, más femenino que masculino -dada la mayor esperanza de vida de la mujer- y con marcada diferencia en los estratos socioeconómicos más altos.
La edad mediana de la población argentina -aquella que divide a la población en dos partes de igual número de habitantes- se estima en 31,5 años en 2020 y se espera que llegue a los 40 años en el año 2050.
Obviamente que la situación es muy distinta de un lugar a otro de nuestro país. Sin duda, el distrito “más envejecido” es el de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Bastará con decir que la población de CABA se mantiene aproximadamente en los mismos valores desde el año 1947 (alrededor de 3 millones de habitantes) y que el IE es de 84,8, bastante próximo a una relación de igualdad entre ambos segmentos. Dentro de CABA, la Comuna 2 es la más envejecida con un IE de 153,7.
La principal consecuencia del fenómeno del envejecimiento es una mayor demanda de salud y el financiamiento del sistema previsional, el que se ve agravado debido a que parte de la población se encuentra sin trabajo o con trabajo informal y que, por ende, no aporta al sistema previsional.
Como muestra de la importancia que, al tema del envejecimiento se le ha dado en el mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha instituido la década 2021-2030 como la Década del Envejecimiento Saludable de modo que textualmente “ofrece la oportunidad de aunar a los gobiernos, la sociedad civil, los organismos internacionales, los profesionales, las instituciones académicas, los medios de comunicación y el sector privado en torno a diez años de acción concertada, catalizadora y de colaboración para mejorar las vidas de las personas mayores, sus familias y las comunidades en las que viven.” Por su parte, la ONU estableció en 1990, al día 1 de Octubre como el Día Internacional de las Personas de Edad.
Continúa la incertidumbre en EE.UU después del reporte de empleo de agosto...
Continúa la incertidumbre en EE.UU después del reporte de empleo de agosto, que fue mucho más débil de lo esperado, con 235 mil empleos creados, aproximadamente un tercio de lo que se esperaba. Matizando la decepción, hubo una revisión al alza de los meses de junio y julio, y una caída de 0,2% del desempleo en agosto al 5,2%. El déficit con respecto a antes de la crisis es aún de 7 millones de empleos. La preocupación por la variante delta es quizá la principal razón para la reciente desfavorable evolución. Sin embargo, es posible que haya causas estructurales que contribuyan, dado que hay 10 millones de posiciones disponibles. La inflación de núcleo, mientras tanto, está cerca del 4%. Las perspectivas de estancamiento, con débil mercado laboral, e inflación son ciertas. Mientras tanto, parece probable que el congreso apruebe un paquete fiscal de entre 2 y 3 trillones de dólares antes de fin de año. Aun cuando las autoridades de la Reserva Federal han dicho que se considerará una gradual normalización monetaria, se esperan subas de tasas de interés recién en 2023 y quizás sólo una fracción de un 1%.
La Reserva Federal sigue comprando $120 billones de dólares mensuales de activos, lo que constituye un nivel de emisión enorme y que distorsiona los mercados. Recientemente el presidente de la FED dijo que se considerará la reducción gradual de las compras, y cómo el aumento de la inflación sería transitorio, con una convergencia al objetivo de inflación de 2% a su debido tiempo. Sin embargo, no es claro el curso de acción que se tomará. La FED ha cambiado el año pasado su esquema para la definición de política monetaria haciéndolo más enfocado en resultados de política más que en proyecciones. También adoptó como objetivo la inflación promedio más que la inflación, haciéndolo más sesgado hacia resultados de inflación mayor en casos de una recuperación luego de una recesión. De esta manera, no queda claro que podamos esperar pronto una reducción en la expansión monetaria. Hubo en los últimos meses especulación de que en septiembre se anunciaría un comienzo de la reducción de compras de activos. Ahora parece más probable que un anuncio así no se haga antes de diciembre. Así, una normalización de por sí necesaria, parece demasiado tímida y puede retrasarse.
Es posible que la inflación de núcleo continúe cerca del 4% para fin de año. La incertidumbre política hará difícil una normalización monetaria y una drástica reducción del déficit fiscal. Esto es especialmente cierto en un contexto en el que Europa siga también con políticas monetaria y fiscal expansivas en el 2022. Mientras tanto, la expansión monetaria, junto con la crisis, sumaron deuda privada y pública a una economía que ya venía con crecientes niveles de deuda. Una normalización monetaria aumentará costos de deuda y hasta puede generar correcciones bruscas en segmentos sobreendeudados. Consideraciones acerca de los efectos de una normalización sobre la deuda, tanto del sector privado como del público, y pueden retrasarla, alentando un proceso inflacionario.
Se escucha frecuentemente que las últimas mediciones de inflación, que fueron mucho más altas de lo esperado, fueron influenciadas por cuellos de botella y escasez temporaria en mercados específicos. Fuertes cambios de demanda, con patrones de consumo que viraron desde servicios a bienes de consumo transables, e inversión de los hogares en bienes durables, crearon dislocaciones temporarias en mercados aumentando la inflación. Sin embargo, aun cuando esta lectura se ajusta a la realidad de lo que sucedió en el último año, y si bien pueden ser temporarios los efectos observados, no debe asumirse automáticamente que se volverá a un equilibrio de baja inflación. Las condiciones de oferta restringida por medidas sanitarias, junto con patrones de consumo cambiantes pueden dar origen a sucesivos aumentos de precio en diferentes mercados. Entre las restricciones a la oferta hay que incluir un mercado laboral con gran incertidumbre, en donde no solo las empresas se enfrentan con dificultades para operar ante políticas sanitarias cambiantes, sino también los empleados tienen conductas difíciles de predecir en lo que respecta a las modalidades de trabajo. También hay que recordar que todos estos cambios tienen consecuencias operativas y aumentos de costo, que llevan a un menor crecimiento. Más importante aún, el extraordinario déficit fiscal, con política monetaria muy expansiva, en un ámbito de oferta restringida, hacen pensar que un escenario de inflación creciente con crecimiento débil es de alta probabilidad.
La inflación ayudó a posponer el tapering, pero sería un error creer que es un tema resuelto...
Las últimas minutas de la Reserva Federal (28/7) mostraron acuerdos de desacelerar gradualmente la compra de bonos hacia fines de 2021 -el llamado, y temido, tapering-. Evaluaron, con un optimismo quizás exagerado, que se progresó bastante en moderar la inflación, logrando al mismo tiempo un aumento del empleo. Sin embargo, los datos de agosto mostraron una fuerte desaceleración de nuevos empleos, que fueron sólo 235.000 puestos no agropecuarios, 70% menos que, en promedio, en junio y julio.
La inflación ayudó a posponer el tapering, al caer a 0,3 en julio -en su variante núcleo- pero sería un error creer que es un tema resuelto. Difícil la decisión de la Reserva Federal (RF), si recordamos que, en los último doce meses, el IPC de EE.UU aumentó 5,4% y 4,3% en su variante núcleo. Inflación alta y empleo creciendo poco es el peor cuadro para los responsables de la política económica. Nuestra hipótesis es que, en su próxima reunión, la RF dará una señal muy moderada, tal como anunciar que la suba de tasas podría adelantarse para 2022, y no para 2023 como se anunció recientemente. En tal sentido, la luz verde del Senado de EE.UU al mega plan de infraestructura de Biden –a lo Eisenhower- podría esgrimirse como contrapeso de un eventual adelantamiento de la suba de tasas.
En el marco global, las proyecciones del pasado julio del FMI siguieron optimistas, como puede verse en el predominio de los verdes en el Cuadro 1. Esta vez, el impulso lo pusieron los países desarrollados, mientras los emergentes se desaceleraron levemente. El mundo crecería 6,0% este año, superando la caída del 2020, y el PIB global en 2021 sería bastante mayor que en 2019 y aumentaría 7,6% en el trienio 2020-22. A la Argentina le iría bastante peor, cayendo 1,9% en ese período, en marcado contraste con la mejora de los países emergentes (8,4%), China (16,8%), los desarrollados (5,2%), y aun Brasil (2,9%), y sólo superaría a países insulares o turísticos, muy golpeados por la pandemia. Sin embargo, creemos que el aumento de su PIB en 2021, estará a mitad de camino entre el 6,4% del FMI y del 8,0% estimado por el ministro Guzmán. Si así fuera, la Argentina caería sólo 1,1% en el trienio 2020-22, dependiendo mucho de las inminentes elecciones de medio término.
El cuadro 2 muestra una caída del dólar acompañada, como es habitual, con varias alzas de las commodities. Pero, más allá de las oscilaciones cortas, se destacan sus subas de entre 30% y 50% en el último año. No muestran la intensidad del 2008 pero, claramente, hay viento de cola. En sintonía, también han subido la mayoría de las bolsas, cuyo desmedido crecimiento en muchos países pareciera estar cerca del final.
Sin embargo, la prueba de fuego para la economía global y, por cierto, para estos mercados será cuando pueda declararse la derrota de la COVID. Además, como siempre decimos, cabe recordar que acecha una gigantesca deuda global, pública y privada, que supera, por primera vez, el 350% del PIB mundial.
En una perspectiva de más largo plazo, un informe publicado esta semana por la ONU advierte que, alrededor del 2030, diez años antes de lo estimado, se alcanzaría el umbral de +1,5 º C de temperatura, con posibles consecuencias irreversibles, tales como la suba del nivel del mar, olas de calor, inundaciones y otros eventos extremos, cuyo aumento sería sin precedentes.
El devenir económico mundial, y de nuestra Argentina tan vulnerable, dependerán en gran medida de la eficacia y la velocidad de difusión de las vacunas, aun contra nuevas cepas como la delta –con fuerte incidencia hoy en los EE.UU. Pero nuestro país no accederá a las oportunidades que puede ofrecer la economía global post-pandemia, si no muestra un rumbo claro, que conduzca a la mejora y el aumento de la inversión en capital humano y en capital físico, para así crear los millones de empleos formales necesarios para abatir la pobreza y reducir la desigualdad. Estas son las políticas que seguimos estudiando y proponemos en el proyecto Productividad Inclusiva, en curso en el IAE y en la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral.
Tener y mostrar un rumbo claro requiere, protagónicamente, comerciar más con el mundo y recibir inversiones, propias y ajenas, que promuevan dichas metas, todo ello sin limitarse a países con vocación de dominio. Por ejemplo, sería muy beneficioso apostar al acuerdo Mercosur-Unión Europea que, además, daría un buen marco para re-potenciar al languideciente acuerdo regional. También hay que recordar que buena parte de loa países de América Latina aparecen hoy inestables políticamente y desorientados en materia económica. Junto con ellos, corremos el riesgo de una década perdida. Para ello es necesario pensar y actuar incluyendo a los más necesitados y, al mismo tiempo, aumentar sostenidamente la productividad.