Noticias locales: el país hoy.
Debido al feriado bancario, el BCRA no tuvo intervenciones en el MULC ni hubieron movimientos en el tipo de cambio oficial, que continúa en un valor de $994,75. Tampoco se realizaron operaciones de contratos de futuros de dólar en Rofex ni en el mercado de cauciones.
Los dólares financieros operaron a la baja a contramano del resto de las monedas emergentes. El MEP (GD30) cayó un 0,1% hasta los $1.140, mientras que el CCL cayó un 0,2% y quedó en un nivel de $1.166. De ésta manera, hoy las brechas con el oficial se ubican en 15% y 17% respectivamente.
Los instrumentos en pesos tuvieron una rueda destacada, especialmente considerando la caída en los dólares financieros. Los bonos CER lideraron con una ganancia del 0,9%, impulsados por subas de hasta el 5,6% en el tramo largo. En el segmento de tasa fija, las lecaps avanzaron un 0,5% y el TO26 un 0,8%. Por su parte, los bonos dollar-linked también registraron incrementos, subiendo un 0,5%.
La victoria de Donald Trump impulsó los bonos soberanos hard-dollar, que subieron un 1,4%, muy por encima de los bonos de países comparables, que ganaron solo un 0,2%. El mercado considera que la relación cercana entre el líder republicano y el presidente argentino podría traducirse en un contexto más favorable para Argentina. Este apoyo directo de la mayor economía mundial ayudaría a compensar el posible impacto de un entorno más desafiante para las economías emergentes bajo la administración de Trump. Con esta suba, el riesgo país cayó a 886 pb, su nivel más bajo desde las PASO de 2019. Por otro lado, los BOPREAL del BCRA tuvieron una suba mucho más moderada, ganando un 0,1%.
Favorecido por el contexto internacional positivo para las acciones, el Merval subió un 2,3% en pesos y un 4,2% en CCL, alcanzando los USD 1.711. En las últimas cinco ruedas, acumuló un alza del 7,6% tanto en pesos como en dólares. Las principales subas fueron impulsadas por el sector financiero, destacándose Banco Macro (8,4%), BBVA (7,0%) y Supervielle (6,0%). Por otro lado, Transportadora de Gas del Norte (-2,3%), Aluar (-2,0%) y Transener (-1,9%) registraron las mayores bajas.
Noticias globales: el mundo hoy.
Tras la rápida confirmación de la amplia victoria de Donald Trump sobre Kamala Harris, los principales índices de Wall Street cerraron en máximos históricos. La victoria republicana también se reflejó en el Congreso, por lo que el presidente tendrá nuevamente el apoyo legislativo, otorgándole mayor respaldo a su plan económico. El S&P 500 subió un 2,5%, el Nasdaq un 2,7% y el Dow Jones, con el mejor desempeño, registró un salto de 3,6%, marcando su sesión más fuerte desde 2022. Además, las empresas de menor capitalización experimentaron un incremento superior al 5%. El optimismo de los inversores se nutre de las expectativas de que una segunda administración Trump traerá políticas promercado –como recortes de impuestos, desregulación y aranceles–, que se espera impulsen el crecimiento económico y las ganancias corporativas. Lideraron el repunte los sectores que es probable se beneficien más de estas medidas, como el financiero, el energético y el industrial. Las acciones de los principales bancos como JPMorgan y Wells Fargo subieron un 11,5% y un 13,5%, respectivamente, alcanzando nuevos récords, mientras que Nvidia ganó un 4% y Tesla se disparó un 14,7%. En cambio, los sectores de bienes raíces, consumo básico y servicios públicos quedaron rezagados. Asimismo, las acciones de energías renovables y empresas chinas como Alibaba cayeron debido a las preocupaciones sobre un posible aumento en las tensiones entre EE. UU. y China.
La contrapartida de las políticas de Trump es que se orientan hacia una agresiva suba de aranceles, principalmente sobre las importaciones chinas, así como hacia medidas más restrictivas en inmigración. Esto generaría mayores presiones inflacionarias y limitaría la baja de tasas de la Fed. Al mismo tiempo, el recorte de impuestos impactaría en las cuentas públicas, reflejándose en un mayor déficit fiscal y un aumento sostenido de la deuda, que ya supera el 100% del PBI. En este contexto, los rendimientos de los bonos del Tesoro continuaron al alza, especialmente en el tramo largo, con el UST10Y subiendo 14 pb hasta 4,46%. Así, los índices de renta fija tuvieron una jornada mayormente negativa, con una caída promedio de 0,8%, impulsada por el retroceso del 1,0% en los corporativos Investment Grade y de 0,8% en los bonos del Tesoro, mientras que los corporativos High Yield volvieron a diferenciarse con una suba de 0,2%.
Con los rendimientos en alza, el dólar a nivel global consolidó su tendencia ascendente y el DXY subió 1,6%, cerrando por encima de los 105 puntos, su nivel más alto en cuatro meses, con un fuerte avance frente a las monedas de países que podrían verse afectados por aranceles más elevados. El euro y el yen cayeron un 2%, mientras que el yuan perdió un 1,0% hasta USDCNY7,16. En cuanto a las monedas emergentes, si bien el real brasileño comenzó la jornada con una fuerte suba, la decisión del Banco Central de Brasil (BCB) de elevar la tasa de interés le permitió revertir la tendencia, cerrando la jornada con una baja de 1,6% hasta USDBRL5,65. El oro retrocedió un 3,1%, cerrando en USD 2.670 por onza, alejándose de su máximo histórico del 30 de octubre, cuando había alcanzado los USD 2.758.
Los commodities tuvieron una jornada mayormente negativa, en particular en el sector de metales. El petróleo se mantuvo estable y cerró con el WTI en USD 71,7 por barril. Los inversores anticipan que las políticas de Trump podrían estimular el crecimiento económico de EE. UU. e impulsar el consumo a través de un aumento del gasto fiscal y recortes de impuestos. Por otro lado, la EIA informó un incremento mayor al esperado en los inventarios de crudo en EE. UU., con un alza de 2,149 M de barriles frente a la previsión de 1,8 M. Además, los productores de petróleo en el Golfo de México comenzaron a suspender operaciones y evacuar personal en previsión de la tormenta tropical Rafael, que podría intensificarse hasta convertirse en un huracán de categoría 1, aumentando el riesgo de interrupciones. En cuanto a los metales, las preocupaciones sobre el impacto económico de los aranceles comerciales y la menor demanda de China –principal consumidor global– golpearon con fuerza al precio del cobre, que retrocedió un 5,1%, y del aluminio, que cayó un 2,6%.
Tal como comentamos, el BCB elevó la tasa Selic en 50 pb, situándola en 11,25%, con el objetivo de alinear la inflación con su meta y respaldar la estabilidad económica. El Comité de Política Monetaria (Copom) destacó los riesgos de una mayor inflación, impulsada por la resiliencia en la dinámica de precios de los servicios. Entre las principales preocupaciones se encuentran una posible desaceleración económica global más pronunciada y una desinflación mayor de lo esperado. A nivel interno, aunque la actividad económica y el mercado laboral se mantienen sólidos, la inflación ha superado recientemente las metas establecidas. Las expectativas de inflación para 2024 y 2025 son de 4,6% y 4,0%, respectivamente, con una proyección del Copom para el segundo trimestre de 2026 en 3,6%. Las autoridades indicaron que futuros ajustes en las tasas dependerán de las tendencias inflacionarias y la evolución de los factores de riesgo.
Análisis de las variables en juego en el actual programa económico.
De manera simplificada, todo programa económico se basa en dos fundamentals: el resultado fiscal –por su dependencia o no de la emisión y la deuda– y su capacidad de generar divisas. Estos fundamentals impactan en dos resultados de bienestar económico: inflación y actividad (y la capacidad de generar empleo), y se sostienen en dos factores de confianza: “la calle” y los mercados. Estos seis componentes se retroalimentan. La confianza de la calle se fortalece si mejora el bienestar, y la de los mercados, si los fundamentals son sólidos. En este esquema, el programa económico actual busca reducir la inflación atacando su raíz fiscal, apoyándose en la confianza de la calle para implementar reformas, mientras deja como secundarios el tipo de cambio real y su impacto en divisas y actividad. En este sentido, el programa tiene elementos en común con los de estabilización implementados en Israel (1985) y Colombia (1990), que lograron estabilidad con un ancla fiscal y control cambiario. Sin embargo, entre mayo y agosto, el programa enfrentó un callejón sin salida al agotarse su capacidad de generar divisas, hasta que el blanqueo –que inyectó dólares al sistema– permitió contener estas variables y mejorar las perspectivas para 2025 con un tipo de cambio estable. Además de riesgos exógenos, como la cosecha o los precios de commodities, el programa enfrenta desafíos internos, en especial por la apreciación del tipo de cambio, que puede presionar la cuenta corriente y frenar la recuperación. Actualmente, gracias al ancla fiscal, al ingreso de dólares por el blanqueo, al tipo de cambio fijo y al carry trade, la confianza de los mercados se mantiene alta, al igual que la de la calle, favorecida por la desaceleración gradual de la inflación. La gran duda es si la apreciación cambiaria erosionará la generación de divisas y afectará la actividad más de lo soportable, generando tensiones sobre el tipo de cambio.
Hasta ahora, la economía de Milei ha pasado por tres etapas: 1) diciembre-mayo: mejora de fundamentals y apoyo de la calle y el mercado, aunque con alta inflación y recesión inicial; 2) mayo-agosto: confirmación fiscal con freno en reservas, primeras negociaciones políticas con un mercado desconfiado, aumento de brecha y desaceleración de inflación; 3) septiembre-octubre: consolidación fiscal, cuenta corriente deficitaria y –aquí comienzan las sorpresas– financiamiento privado dinamizado gracias al blanqueo. El BCRA sorprendió en septiembre y octubre comprando divisas en niveles récord. La clave estuvo en el blanqueo, con casi USD 21.000 M regularizados, de los cuales USD 19.000 M fueron en efectivo, inyectando dólares al sistema financiero, lo que aumentó los préstamos en dólares y permitió un auge de ONs. El agro incrementó las liquidaciones, los importadores volvieron a endeudarse y las empresas repatriaron activos externos, aumentando la oferta neta de divisas. La contundencia del resultado en el mercado de cambios permitió dejar de lado –al menos por ahora– la posibilidad de un ajuste abrupto del tipo de cambio y una aceleración de la inflación. La confianza de los mercados regresó, y los activos argentinos mostraron una excelente performance, con una brecha en mínimos y el riesgo país perforando los 1.000 puntos, mientras las reservas netas, aunque siguen negativas en torno a USD 3.800 M, se recuperan de a poco (o al menos no caen más). La calle también sigue acompañando, con una imagen del Gobierno en 48,6% y un Congreso que se va alineando, sosteniendo los vetos presidenciales. Así, las variables de bienestar económico comienzan a mejorar. La inflación perforó el 4% mensual en septiembre, y la actividad económica (aunque en dos velocidades y con sectores urbanos aún golpeados) parece haber dejado atrás la crisis. Un verdadero círculo virtuoso.
Para 2025, el escenario de continuidad gana probabilidad, especialmente si la cosecha se mantiene en niveles de 2024 y la energía se consolida como un factor clave. El punto más débil del programa es la falta de recuperación rápida en la actividad y el estancamiento del empleo. Esto plantea riesgos para la estabilidad social, dado que cerca del 50% de la población está bajo la línea de pobreza, lo que podría erosionar la imagen del Gobierno y complicar la calle de cara a las elecciones legislativas de 2025. Con menor tensión cambiaria, la inflación debería seguir desacelerándose y la actividad podría rebotar solo por arrastre estadístico. La duda es si este rebote bastará para dar al oficialismo el apoyo legislativo necesario para reformas estructurales que impulsen la productividad a largo plazo, evitando depender de espasmos de productividad puramente cambiaria.
En términos de fundamentals, el pilar del programa es la solidez fiscal, proyectada hasta 2025. En los primeros nueve meses de 2024, se alcanzó un superávit primario de 1,6% del PBI y financiero de 0,4%, asegurando el equilibrio fiscal para 2024 y 2025 (aunque es importante recordar intereses adicionales de 1,8% del PBI). Mantener el nivel actual de gasto en términos reales aseguraría un superávit primario de aproximadamente 1% del PBI en 2025. Incluso con la eliminación del impuesto PAIS, el superávit estaría asegurado, ya que una posible devaluación tendría un impacto neutro en las cuentas fiscales, dado que los gastos relacionados, como subsidios, se compensarían con ingresos equivalentes. La reducción en salarios y programas sociales continuaría moderando el gasto, mientras que el crecimiento económico, aunque leve, incrementaría los ingresos. Además, ajustes en el impuesto a los combustibles y en los subsidios sumarían 0,8% del PBI, elevando el superávit al 1,9%. Aunque estas últimas medidas impactarían en los hogares y podrían postergarse en un año electoral, el gobierno ha demostrado habilidad para manejar las cuentas públicas, asegurando un superávit primario y equilibrio financiero en 2025 sin necesidad de una política fiscal estrictamente contractiva.
La generación de divisas necesarias en 2025 para pagar la deuda (unos USD 20.000 M) no es fácil de asegurar, pero también se puede ser optimista. En 2024, Argentina cerraría con un superávit comercial cercano a USD 17.000 M y en 2025 a USD 12.000 M. Aunque casi la mitad del dinamismo comercial en 2024 se explica por la recesión –con una caída en importaciones netas de agro y energía de más de USD 10.000 respecto a 2023– también incide el buen desempeño del agro y del sector energético (tras casi 15 años de déficit comercial, alcanzó un superávit de USD 5.500 M en 2024 y USD 7.600 M en 2025). Aunque el superávit comercial es importante, no cuenta toda la historia: la cuenta corriente muestra un déficit, presionado por la apreciación del tipo de cambio real. Sin embargo, esto no es un riesgo inminente gracias a dos factores clave: el financiamiento de importadores y la atracción de financiamiento externo por el sector privado, en parte por la repatriación de activos.
Como siempre, es cuestión de magnitudes: un déficit de 2 puntos del PBI es tolerable; de 5, no. Por lo tanto, habrá que analizar la tendencia de la cuenta corriente, con un tipo de cambio real multilateral que acumula una apreciación del 49% respecto a la post devaluación de diciembre de 2023, y que podría apreciarse aún más por la presión devaluatoria de las monedas de los socios comerciales de Argentina tras el triunfo de Trump en EE. UU. Si bien no hay certezas sobre el tipo de cambio de “equilibrio,” hay factores que sugieren la apreciación. Por ejemplo, cuando ir a Brasil resulta más barato que a Mar del Plata. Más allá de la anécdota, los números de la cuenta turismo empiezan a tener efectos macroeconómicos, y el saldo de servicios podría alcanzar un déficit cercano a USD 6.000 M en 2025.
De lo anterior dependerá la confianza del mercado. Sin dudas, gran parte de esta confianza se basa en la solvencia fiscal, donde incluso la política dejó de ser un riesgo significativo, dada la demostrada capacidad del Gobierno para controlar el gasto mediante vetos. En cuanto al tipo de cambio, la estabilidad depende del financiamiento, impulsado hasta ahora por el blanqueo y el carry trade. Ya se ha visto que los desequilibrios pueden sostenerse más tiempo del esperado cuando existe crédito para financiarlos, aunque siempre bajo el riesgo de una reversión en el ánimo del mercado, que se ha mostrado volátil. Esto es aún más relevante dado el protagonismo del tridente inflación, tipo de cambio nominal y tasa de interés, que sostiene el carry trade en estos niveles. Si la tasa baja demasiado rápido para apuntalar la economía, podría desincentivar tanto el carry importador (postergando pagos) como el exportador (adelantando pagos), tensando el mercado cambiario. Una reducción en el ritmo del crawling peg podría reavivar el carry, aunque a costa de una mayor apreciación. En definitiva, un equilibrio precario y finito que sostiene el esquema actual.
En términos de resultados, la inflación de septiembre rompió la resistencia del 4% mensual vigente desde mayo, cerrando en 3,5% m/m. Aunque la convergencia al 2% mensual aún es difícil, octubre volvería a mostrar una desaceleración, ubicándose en torno al 2,9% m/m. De no mediar un salto cambiario, esta desaceleración paulatina continuaría, con una expectativa de un ritmo promedio de 2,2% m/m en 2025 (apenas por encima de lo proyectado por el Gobierno), dado que aún queda aproximadamente un 18% de corrección en los precios regulados.
Sin embargo, la piedra en el zapato podría ser la apreciación del tipo de cambio y su efecto limitante en la actividad económica. Hasta agosto, los sectores vinculados al agro, minería y energía han mostrado buen desempeño, con un aumento anual de 28,4%, impulsado en gran medida por el impacto de la sequía de 2023. No obstante, la economía urbana (industria, construcción, comercio, etc.) acumula una caída del 6,3% i.a. Esta performance dispar entre sectores explica la dificultad de recuperación del empleo, ya que los más afectados son los sectores empleo-intensivos. El comercio podría beneficiarse de la apertura comercial y de menores precios importados, pero el consumo dependerá del dinamismo laboral. Lo positivo es que el aumento del crédito privado podría contribuir a la recuperación; la reciente baja de tasas de política económica ayuda en este sentido, especialmente porque la demanda de crédito sigue firme, impulsando una recuperación clave para el crecimiento económico a corto plazo. Sin embargo, la apreciación gradual del tipo de cambio real podría frenar la inversión y el repunte de los sectores urbanos. En particular, el cepo y la apreciación sostienen los costos en dólares de la construcción, que podría recuperarse, pero sin dinamismo, mientras que la apreciación limita el crecimiento industrial porque muchos sectores no son competitivos. En este punto, algunos sostienen que “se puede crecer con cepo”, tomando como ejemplo a Chile entre 1984 y 1991 y a Corea del Sur entre 1980 y 1998, obviando que ambos países aplicaron controles cambiarios junto con políticas para preservar la competitividad del tipo de cambio real. Chile implementó una banda de flotación para evitar fluctuaciones bruscas en el tipo de cambio, mientras Corea mantuvo su moneda en niveles que favorecían las exportaciones. Por eso, para 2025 esperamos un crecimiento de 3% anual, es decir, un rebote tras la caída de 2024.
De lo anterior dependerá la confianza de la calle. Esta dinámica plantea riesgos para la estabilidad social, considerando que cerca del 50% de la población se encuentra bajo la línea de pobreza, lo cual puede erosionar la buena imagen del Gobierno y complicar la calle, algo vital de cara a las elecciones legislativas de 2025. Queda la duda de si el kirchnerismo –única fuerza 100% opositora al Gobierno– logrará o no polarizar la elección en PBA y plantear un desafío real para el oficialismo.
En síntesis, el programa económico de Milei ha logrado en los últimos meses un verdadero círculo virtuoso, con una solidez fiscal que alimenta la confianza del mercado, permitiendo reducir la inflación y mantener la estabilidad cambiaria, apalancándose en el carry trade. Es probable que esta dinámica continúe; sin embargo, la apreciación del tipo de cambio, la generación de divisas y el estancamiento de la actividad urbana y el empleo son factores que podrían poner a prueba la estabilidad del plan en el futuro cercano. Con las elecciones de 2025 en el horizonte, la sostenibilidad de estas políticas será crucial, ya que cualquier desajuste podría afectar la estabilidad social y la confianza, esenciales para mantener el rumbo económico sin ajustes abruptos.
Análisis del posible impacto del nuevo gobierno republicano sobre la renta fija argentina.
CURVAS EN PESOS
Los riesgos del carry trade
El carry trade es una estrategia que consiste en vender dólares para realizar una inversión en pesos. La idea detrás de esto es que la tasa de interés que se recibe por los pesos supere al retorno que se podría haber obtenido en una inversión en dólares. En tanto esto ocurra, el carry trade permite obtener ganancias extraordinarias en dólares.
En lo que va de 2024, invertir en pesos ha sido una estrategia acertada. Desde abril, las Lecaps a tasa fija ofrecieron retornos positivos en dólares en todos los meses, excepto en mayo y junio, cuando la brecha se disparó al 60%. En este período, acumulan un retorno extraordinario del 44% en dólares, luego de un gran octubre en el que ofrecieron un retorno del 16% en dólares.
Sin embargo, la contracara de esta destacada performance fue un marcado abaratamiento del dólar financiero –que cayó de $1.400 a $1.100– y una fuerte compresión en las tasas de las Lecaps –que pasaron de una TEM de 4,2% a una TEM de 3,0%–. Así, tanto los dólares como las tasas en pesos tienen mucho menos recorrido a la baja que hace unos meses. Como resultado, el potencial del carry trade también es mucho menor.
A modo de ejemplo, hoy una Lecap a 30 días paga una tasa mensual de 2,9%; si la brecha MEP se mantiene en 15% y el dólar oficial sigue corriendo al 2,0%, entonces la Lecap pagará una tasa mensual en dólares de 0,9%. Esto representa un retorno anualizado de TNA 11%. Este retorno, aunque elevado, está en línea con otros instrumentos en dólares relativamente conservadores, como la ON de Telecom a 2026 (TLC1O, TNA 6%), el bono subsoberano de Mendoza a 2029 (PMM29, TNA 9%) o el BOPREAL Strip A a 2025 (BPOA7, TNA 14%).
La novedad es que, para seguir ofreciendo retornos extraordinarios en dólares, el carry trade necesita que la brecha caiga y/o que el Gobierno reduzca el ritmo de crawling peg. Esto es muy distinto a lo que ocurría en otros momentos, cuando solo bastaba con que el status quo se mantuviera.
El carry trade es lo que se conoce en teoría de juegos como una estrategia de equilibrios múltiples, donde el resultado depende de la decisión colectiva de los inversores. Si la mayoría de los inversores cree que el tipo de cambio permanecerá estable, mantienen su posición en pesos para capitalizar las altas tasas de interés. Esto genera un equilibrio “bueno” de beneficios elevados y constantes. Sin embargo, si el mercado comienza a anticipar un posible rebote en el dólar financiero, buscará anticiparse y desarmar sus posiciones en pesos. Esta anticipación genera presión de venta en el peso, causando una depreciación que incentiva a otros a liquidar sus posiciones rápidamente, creando un “efecto estampida”. Así, el equilibrio se rompe y se genera una corrida hacia el dólar, donde los primeros en salir logran beneficios y los últimos sufren importantes pérdidas. En el carry trade, la estructura de riesgo es inherentemente asimétrica: las ganancias se acumulan de manera gradual, mientras que las pérdidas pueden materializarse de forma abrupta y significativa.
Considerando este riesgo, creemos que, a corto plazo, el carry trade debería seguir ofreciendo ganancias en dólares. La clave radica en la intervención del BCRA sobre los dólares financieros, que sirve para ponerles un techo y hacer que el retorno en dólares de las Lecaps sea estable. Esto ha demostrado ser sumamente efectivo: la propia expectativa de intervención es suficiente para disuadir a los inversores de realizar compras especulativas, lo que mantiene a raya la demanda de dólares. A esto se suma la sólida dinámica cambiaria de octubre, que reforzó el monto de dólares que dispone el BCRA para intervenir en el MEP, que actualmente se encontraría alrededor de los USD 2.800 M.
Sin embargo, a mediano/largo plazo, es más difícil descartar un repunte en los dólares libres. Primero, porque las intervenciones del BCRA no pueden sostenerse indefinidamente a menos que los fundamentals lo permitan. En este sentido, será clave que la dinámica cambiaria se mantenga positiva y que los factores que impulsaron las compras de octubre no hayan sido transitorios. Además, el Gobierno deberá gestionar las tasas de interés con gran cautela: deben ser lo suficientemente altas para incentivar las inversiones en pesos, pero sin excederse, ya que un incremento excesivo podría amenazar la sostenibilidad fiscal. Del mismo modo, el ritmo de flexibilización del cepo presenta desafíos: una apertura excesivamente gradual podría generar preocupación en el mercado, mientras que una liberación acelerada podría despertar una demanda inactiva.
Recomendación: recomendamos dolarizar la mayor parte de las carteras y limitar el tamaño de las posiciones destinadas al carry trade. En un escenario de estabilidad en los dólares, el carry trade ofrecería retornos similares a los que pueden obtenerse con instrumentos hard-dollar. Sin embargo, su riesgo es mucho mayor al de los bonos del Banco Central, ya que las pérdidas pueden ser abruptas y de magnitudes muy importantes. A corto plazo, las intervenciones del BCRA en el MEP nos llevan a pensar que el carry trade seguirá ofreciendo ganancias en dólares. No obstante, sin buenos fundamentals, la intervención no es sostenible indefinidamente; por lo tanto, vemos una elevada matriz de riesgos de mediano/largo plazo.
Para inversiones en pesos sugerimos la siguiente cartera: 10% T2X5 (CER +5%) + 20% TZX25 (CER +8%) + 20% TZX26 (CER +10%) + 20% S31E5 (TEM 3,0%) + 20% T17O5 (TEM 3,0%) + 10% TZV25 (Devaluación +4%).
CURVAS EN DÓLARES
Deuda del Tesoro
Un nuevo mandato de Donald Trump como presidente de Estados Unidos introduce un nuevo escenario en los mercados internacionales, con posibles efectos directos e indirectos sobre los bonos soberanos de países emergentes como Argentina. En este contexto, reflexionamos sobre las posibles implicancias de una segunda administración Trump.
La relación cercana entre Javier Milei y Donald Trump ha sido evidente, con múltiples encuentros y muestras de apoyo mutuo entre ambos líderes. Asimismo, el respaldo de figuras clave, como Elon Musk –estratégico aliado de Trump en el contexto electoral–, quien ha expresado un interés significativo en Argentina y en el plan económico del presidente argentino, podría fortalecer la percepción positiva hacia el país en el ámbito internacional. El apoyo de la mayor economía mundial a las políticas económicas de Milei puede ser un catalizador relevante para consolidar el sentimiento positivo hacia los activos argentinos.
En cuanto a un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, la victoria de Trump podría tener un efecto positivo, aunque limitado. Una administración republicana podría facilitar un nuevo acuerdo con el FMI bajo condiciones relativamente más favorables. Sin embargo, la agenda de Trump se centra en su mayoría en intereses domésticos, por lo que es poco probable que ejerza presión significativa sobre el FMI, un organismo que responde a una estructura de gobernanza multilateral con dinámicas propias.
Sin embargo, prevemos que el regreso de Trump al poder representaría un entorno desafiante para las economías emergentes, en particular porque derivaría en la persistencia de la inflación en EE. UU. por: i) un aumento en el déficit fiscal, ii) una política económica proteccionista y iii) una posible suba de los precios del petróleo debido a riesgos geopolíticos. Este escenario implicaría una extensión en el período de tasas de interés elevadas a nivel global, lo cual afecta de manera adversa el rendimiento de los bonos en dólares de mercados emergentes como Argentina. Adicionalmente, una política de tasas altas presiona a la depreciación de monedas emergentes, como el real brasileño, lo cual impacta negativamente en la competitividad comercial de Argentina.
Considerando lo anterior, estimamos que el efecto neto inicial terminará siendo positivo. El mercado parece coincidir con nosotros: en la rueda posterior a la noche de las elecciones, los bonos argentinos abrieron con subas del 1,8%, en contraste con el comportamiento neutro de sus pares emergentes.
No obstante, la clave para Argentina sigue siendo la situación doméstica. Los factores externos pueden actuar como vientos de cola o en contra, pero no son condición suficiente para determinar la evolución del riesgo país. La continuidad en la estabilidad económica y política alcanzada dependerá de la capacidad de gestión del actual Gobierno para mantener sus logros en materia de corrección de desequilibrios.
Recomendación: consideramos que la victoria de Trump resultará en un impulso positivo para los bonos argentinos, pese a la posible presión sobre las tasas globales y las monedas emergentes. Sin embargo, el contexto local sigue siendo el principal determinante del riesgo país. En este sentido, nuestras perspectivas se mantienen positivas, dado el proceso de corrección de desequilibrios macroeconómicos que atraviesa el país. En la selección de créditos, preferimos los instrumentos cortos a 2029 o 2030 por sobre los del tramo largo.
Deuda BCRA (BOPREAL)
Vemos atractivo en el BOPREAL Strip A (BPOA7), que ofrece una TIR del 12% en seis meses, gracias a su opción de venta (put) contra impuestos, ejecutable a partir del 30 de abril de 2025. Esta opción permite cancelar impuestos y tasas aduaneras ante ARCA (ex AFIP) al valor técnico del BPOA7, valuado en pesos al dólar MEP. A fines prácticos, para quienes deben pagar impuestos, este bono es equivalente a un bono en dólares.
Quienes no tengan impuestos a pagar en esa fecha deberán vender el bono a alguien que sí los tenga. El riesgo de esta estrategia es que probablemente deban hacerlo “a descuento”, en otras palabras, por debajo de la par. Esto puede afectar significativamente el rendimiento del bono, ya que pierde cerca de dos puntos de TIR por cada punto de descuento sobre el capital. Es decir, para un descuento del 1% sobre el capital, la TIR cae al 10%; para un descuento del 2%, al 8%; y para un descuento del 3%, al 6%, y así sucesivamente. Sin embargo, la fungibilidad del dinero nos hace pensar que la tasa de descuento será relativamente pequeña (entre el 1% y el 3%).
Recomendación: nos gusta el BOPREAL Strip A (BPOA7) por su corta duration y alto rendimiento, especialmente para aquellos inversores con impuestos a pagar en abril de 2025. Para el resto, existe el riesgo de tener que vender el instrumento con un descuento elevado; aunque creemos que este riesgo estará acotado por la fungibilidad del dinero.
Deuda Provincial
Los créditos provinciales se presentan como un punto intermedio entre el bajo riesgo de las ONs y los altos rendimientos de los bonos del Tesoro. Sus rendimientos se acercan a los dos dígitos, mientras que su volatilidad es considerablemente menor que la del riesgo soberano. Gracias a sus sólidos números fiscales en lo que va de 2024, la deuda provincial se muestra como una interesante alternativa de inversión.
Recomendación: nos gustan los créditos de Santa Fe 2027 (SF27D; TIR 9,8%), Córdoba 2027 (CO24D; TIR 11,1%), Neuquén no garantizado 2030 (NDT25; TIR 11,1%) y Mendoza 2029 (PMM29; TIR 10,1%).
Deuda Corporativa
En el universo corporativo, recomendamos extender la duración y buscar mayores rendimientos en instrumentos con vencimiento a partir de 2027. Estos créditos ofrecen TIRs en torno al 7%, lo cual representa un diferencial de entre 2 y 5 puntos sobre los bonos más cortos.
Vemos cuatro factores que respaldan esta estrategia de exponerse a duraciones más largas:
Recomendación: YPF 2027 (YCAMO; TIR 6,8%), Galicia 2028 (BYCHO; TIR 6,3%), Pampa Energía 2029 (MGC3O; TIR 7,4%), Telecom 2031 (TLCMO; TIR 8,1%), TGS 2031 (TSC3O; TIR 7,2%) y YPF Luz 2032 (YFCJO; TIR 7,8%).
Noticias globales: el mundo hoy.
A pesar de la paridad marcada por las encuestas entre los dos candidatos, Donald Trump está a punto de asegurar la victoria en las elecciones de EE.UU. tras ganar en los estados clave de Pensilvania, Carolina del Norte y Georgia, tres de los siete estados determinantes en estos comicios. Con esta victoria, Trump sería el segundo expresidente en regresar a la Casa Blanca después de perder una reelección, siguiendo los pasos de Grover Cleveland en 1893. Hasta el momento, el exmandatario ha asegurado 267 votos electorales y, con una ventaja en el conteo en Michigan, Wisconsin, Arizona y Nevada, se proyecta que superará los 270 necesarios con amplitud. Además, su victoria no se limitaría a los votos electorales, ya que se estima que obtendría más del 51% del voto popular frente al 47% de Kamala Harris, ganando en 31 estados contra los 21 de la candidata demócrata. Un detalle relevante es el notable desempeño republicano en el Congreso, que le daría control en ambas cámaras. En el Senado, se prevé una mayoría de 51 senadores frente a 47 demócratas, mientras que en la Cámara de Representantes consolidarían su ventaja.
Tal como se esperaba, las primeras reacciones del mercado muestran un fuerte repunte de las acciones, con el S&P 500 subiendo más del 2% en el pre-market, y un dólar fortalecido a nivel global, con el DXY avanzando 1,44%. Al mismo tiempo, los bonos del Tesoro retroceden, llevando el rendimiento del UST10Y a superar el 4,43%, su nivel más alto desde fines de junio.
El día de las elecciones, los tres principales índices de acciones cerraron al alza: el S&P 500 subió un 1,2%, el Nasdaq un 1,3% y el Dow Jones un 1,0%. Todos los sectores avanzaron, destacándose el consumo discrecional, industrial, servicios públicos y tecnología. Los fabricantes de chips registraron fuertes ganancias impulsados por la sólida demanda de centros de datos de IA, con Nvidia subiendo un 2,8%, Intel un 3,6% y Broadcom un 3,2%, respaldados por los buenos resultados de Astera Labs en el 3Q24. Principales tecnológicas como Meta (+2,1%), Amazon (+1,9%) y Tesla (+3,5%) también obtuvieron buenos desempeños. La nota negativa fue Boeing, que cayó un 2,5% tras el acuerdo laboral que puso fin a la huelga de sus trabajadores. De cara a los próximos días, los mercados se centran en la decisión de política monetaria de la Fed este jueves, con expectativas de un recorte de 25 puntos básicos.
El PMI de servicios de ISM dio una sorpresa positiva al saltar a 56 en octubre de 2024, su nivel más alto desde agosto de 2022, en comparación con los 54,9 de septiembre y superando las previsiones de 53,8. Este incremento se atribuye principalmente a un repunte en el empleo (53 frente a 48,1) y a una desaceleración en las entregas de los proveedores (56,4 frente a 52,1), que hasta hace dos meses estaban en territorio de contracción o "más rápido". Además, las presiones sobre los precios mostraron una leve disminución, pasando de 59,4 a 58,1.
Por otro lado, se observaron aumentos más moderados en la actividad empresarial / producción (57,2 frente a 59,9), nuevos pedidos (57,4 frente a 59,4) e inventarios (57,2 frente a 58,1), mientras que la cartera de pedidos pendientes (47,7 frente a 48,3) continuó disminuyendo. "Las preocupaciones sobre la incertidumbre política volvieron a ser más comunes en comparación con el mes anterior. Los impactos de los huracanes y las turbulencias laborales en los puertos también fueron mencionados con frecuencia, aunque varios panelistas destacaron que la huelga de los estibadores tuvo menos impacto del esperado debido a su breve duración", comentó Steve Miller, presidente del Comité de Encuesta de Empresas de Servicios de ISM. Además, el saldo comercial de septiembre reflejó un déficit de USD 84.100 M, el mayor desde abril de 2022, superando significativamente el déficit de USD 70.800 M del mes anterior. Las exportaciones cayeron un 1,2% m/m hasta USD 267.900 M, mientras que las importaciones aumentaron un 3% m/m, alcanzando un récord de USD 352.300 M.
Noticias locales: el país hoy.
La producción de autos en octubre mostró un incremento del 5,7% respecto de septiembre y un aumento del 0,9% i.a. Al comparar los primeros 10 meses del 2024 con el mismo período del 2023, se registró una disminución del 19,8% i.a. Las ventas a concesionarios en octubre evidenciaron una baja del 1,9% m/m (sin ajuste estacional) y una suba del 7,0% i.a. En el acumulado de lo que va del 2024, respecto al mismo período de 2023, las ventas reflejaron una caída del 8,6% i.a.
En la licitación del próximo jueves, el Tesoro volverá a excluir las Lecaps del menú y ofrecerá cuatro bonos CER para cubrir vencimientos por $2,9 billones. Al no ofrecer Lecaps en el mercado primario, es probable que los bancos (sus principales demandantes) opten por buscarlas en el mercado secundario. Como resultado, en la última licitación el Tesoro no logró refinanciar la totalidad de los vencimientos mientras que, en paralelo, las tasas en el mercado secundario experimentaron una fuerte compresión. Además, el Tesoro realizó un llamado a canjear el bono CER a febrero de 2025 (T2X5) por el bono CER a junio de 2026 (TZX26).
El BCRA compró USD 71 M en la rueda de ayer, extendiendo su racha compradora en noviembre a 28 ruedas consecutivas sin ventas. De esta forma, en lo que va de mes acumula compras por USD 172 M. Por otro lado, las reservas brutas mantienen un fuerte crecimiento, aumentando ayer en USD 304 M hasta alcanzar los USD 30.431 M. Esta suba probablemente esté relacionado con el crecimiento de los encajes en el contexto del incremento de depósitos en dólares impulsado por el blanqueo.
El dólar oficial aumentó en 1,42 pesos diarios, alcanzando un valor de $994,75. Así, el ritmo de devaluación se incrementó a una TEM de 4,4% respecto del 0,6% observado el lunes. Durante las últimas cinco ruedas, la TEM se mantiene en 2,0%, al igual que en el acumulado de noviembre.
Por su parte, los dólares financieros operaron al alza. El MEP (GD30) subió un 0,6% hasta los $1.148, mientras que el CCL aumentó un 1,0%, cerrando en $1.181. Así, las brechas con el oficial se ubican en 15% y 19%, respectivamente.
Otra jornada tranquila en las curvas de deuda en pesos. Por un lado, dentro de los instrumentos a tasa fija no se observaron movimientos significativos en las Lecaps, mientras que el TO26 cayó 0,7%. Los bonos CER también mantuvieron precios similares a los del cierre del lunes, sin cambios relevantes. Finalmente, fue una buena jornada para los bonos dollar-linked, que ganaron 0,6%.
Los bonos soberanos hard-dollar registraron fuertes subas en torno al 1,7%. Con esto, las tasas se sitúan entre TIR 15% en el tramo corto y TIR 12% en el tramo largo; significativamente por debajo de los niveles de entre TIR 42% y TIR 22% en los que cotizaban a principios de 2024. En consecuencia, el riesgo país se ubica en 955 pb, mientras que las paridades promedian el 64%. Por otro lado, los BOPREAL del BCRA avanzaron un 0,4%.
Los contratos de dólar futuro operaron en su mayoría al alza, con un incremento promedio de 0,13%. Las mayores subas se observaron en los contratos de mayo (0,46%), abril (0,34%) y marzo (0,31%). Así, la devaluación implícita se ubica en un promedio mensual de 2,4% hasta septiembre de 2025.
El Merval retrocedió un 0,5% en pesos y registró una leve suba de 0,1% en CCL, ubicándose en USD 1.623. Durante la última semana acumula un alza de 3,5% en pesos y 1,6% en dólares. La baja en pesos estuvo impulsada principalmente por el sector financiero, que cayó un 2,58%, con Banco Supervielle (-4,0%), Banco Macro (-3,3%) y Banco Galicia (-3,2%) liderando las caídas. En cuanto a las subas, Telecom (6,1%), Cresud (3,2%) y BYMA (3,1%) fueron las empresas que más se destacaron.
Noticias locales: el país hoy.
El primer indicador de actividad de octubre revela que la economía urbana continúa enfrentando dificultades para recuperarse. Los despachos de cemento cayeron 1,6% m/m en términos desestacionalizados (-20% i.a.) y acumulan una baja del 26,2% i.a. en los primeros 10 meses, situándose en el peor nivel acumulado de los últimos 15 años.
Las reservas brutas aumentaron USD 327 M, alcanzando los USD 30.127 M y regresando a sus máximos en la gestión de Milei. Esto representa también una leve recuperación de las reservas netas, que ahora se sitúan en un stock negativo de USD 3.700 M, el cual podría descender hasta USD 7.900 M al considerar los vencimientos corrientes de BOPREAL y el giro de fondos para cubrir la amortización de enero. El alza se debe a las compras por USD 52 M realizadas el viernes pasado y a la recomposición estacional de encajes a comienzos de mes. Además, el BCRA continúa su racha compradora con una adquisición de USD 30 M en la jornada de ayer, sumando 26 ruedas sin ventas y acumulando compras por un total de USD 1.804 M.
La base monetaria se expandió en $0,3 billones en octubre, lo que representa un crecimiento nominal de 1,4% respecto de septiembre y una contracción en términos reales de aproximadamente 1,3%. Las compras del BCRA en el MULC generaron una emisión de $1,6 billones, siendo el principal factor expansivo. Sin embargo, gran parte de estos pesos fue esterilizada a través de la recomposición de $1,2 billones en LEFIs por parte de los bancos, alcanzando un stock de $12,7 billones (VNO 11,3 billones de los VNO 20,0 totales). En cuanto a las licitaciones del Tesoro y el resto de las operaciones, el impacto fue prácticamente neutro.
El dólar oficial subió 58 centavos diarios, alcanzando un valor de $993,3. Así, el ritmo de devaluación cayó a una TEM de 0,6% respecto del 6,2% registrado el viernes. Durante las últimas cinco ruedas, la TEM se mantiene en 2,0%, ritmo que también se observa para lo que va de noviembre.
Asimismo, los dólares financieros operaron al alza. El MEP (GD30) subió un 0,7% hasta los $1.148, al igual que el CCL que se ubicó en $1.179. De esta manera, las brechas con el oficial se sitúan en 16% y 19%, respectivamente.
En lo que respecta a las curvas de deuda en pesos, tuvieron una rueda sin grandes movimientos. Por un lado, los instrumentos a tasa fija tuvieron subas de 0,1% en las Lecaps –lo que sitúa sus TEM entre 2,9% y 3,0%–, mientras que el TO26 subió un 2,3% hasta una TEM de 2,5%. Por otro lado, los bonos CER no mostraron variaciones y sus tasas reales se ubican en CER +5% para el primer semestre de 2025, CER +9% para el segundo semestre de 2025 y CER +10% de 2026 en adelante. Finalmente, los bonos dollar-linked retrocedieron 0,3%, dejando sus tasas en devaluación +7% a 2025 y +9% a 2026.
Los bonos soberanos en hard-dollar perdieron un 0,1% en una jornada tranquila. De este modo, el riesgo país se mantiene en 955 pb, y los bonos acumulan una caída de 1,5% en la última semana. Por su parte, los BOPREAL del BCRA ganaron un 0,2% diario y registraron una suba semanal de 0,5%.
Los contratos de dólar futuro cerraron con una leve baja del 0,1%. Las mayores caídas se observaron en los contratos de mayo (-0,5%), junio (-0,3%) y septiembre (-0,2%). Así, la devaluación implícita se ubica en un 2,4% mensual promedio hasta septiembre de 2025.
El Merval subió un 2,1% en pesos y un 1,6% en CCL, ubicándose nuevamente en torno a los USD 1.625. En las últimas cinco ruedas, acumula una suba del 2,1% en pesos y del 1,6% en dólares. Durante la jornada de ayer, se destacaron las fuertes alzas en el sector energético, con Transener aumentando un 7,6% e YPF un 5,8%. Loma Negra (3,5%) fue la tercera empresa con mayor incremento. Por el lado de las bajas, las principales caídas correspondieron a IRSA (-4,6%), Mirgor (-1,8%) y BBVA (-0,9%).
Noticias globales: el mundo hoy.
En la víspera de las elecciones presidenciales de EE. UU., los mercados mostraron una jornada mixta, con las acciones retrocediendo y los bonos en alza, después de que las últimas encuestas indicaran un avance de Kamala Harris, que aumentó sus chances de suceder a Biden en la Casa Blanca. A pesar de esto, los resultados aún son muy parejos y persisten dudas sobre el control del futuro Congreso. Este comportamiento refleja la expectativa de los inversores de que un eventual triunfo de Trump traería mayores presiones inflacionarias ante una política arancelaria y migratoria mucho más restrictiva, junto con una política fiscal más expansiva que incrementaría las presiones sobre la deuda pública. Los inversores también se preparan para la decisión de política monetaria que tome la Fed el próximo jueves, en la cual se espera un recorte en la tasa de referencia de 25 pb hasta 4,75%, luego de haberla reducido sorpresivamente en 50 pb en la reunión anterior.
Por otro lado, los tres principales índices de acciones de EE. UU. cerraron a la baja, siendo el Dow Jones el más castigado con un retroceso de 0,8%, seguido por el Nasdaq que perdió 0,3%, mientras que el S&P 500 disminuyó 0,2%. Los sectores de servicios públicos, bancos y salud fueron los de peor desempeño en la rueda, con caídas de 1,2%, 0,8% y 0,7%, respectivamente, en tanto que las acciones petroleras obtuvieron ganancias de 1,3% ante el aumento del 3% en los precios del petróleo crudo. Entre las megacapitalizaciones, Apple (-0,4%), Microsoft (-0,5%), Amazon (-1,1%), Alphabet (-1,2%) y Meta (-1,1%) registraron pérdidas. Por su parte, las acciones de Nvidia subieron un 0,5% tras la noticia de que reemplazará a Intel (-2,9%) en el Dow Jones, reflejando el dominio de Nvidia en IA.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro operaron con bajas modestas pero generalizadas, lo que le dio aire a los índices de renta fija, que mostraron ganancias amplias en la rueda. En concreto, el rendimiento del UST2Y bajó 2 pb hasta 4,18%, mientras que el UST10Y retrocedió 3 pb desde el máximo de cuatro meses alcanzado en la sesión anterior, rondando la marca del 4,3%. Esto impulsó a los índices de renta fija americanos, que tuvieron una jornada con una suba promedio de 0,6%, destacándose los Investment Grade con un avance de 0,7%, al tiempo que los High Yield subieron 0,3%.
Las mayores chances de Harris también impactaron en el dólar, que tras el fuerte rally alcista del último mes, comenzó la semana con el DXY cayendo un 0,4%, alcanzando su nivel más bajo en dos semanas, mientras que frente al real brasileño retrocedió un 1,2% y cerró en USDBRL 5,79.
En el segmento de commodities, el precio del petróleo WTI subió un 3%, alcanzando USD 71,5 por barril, luego de que la OPEP+ decidiera posponer un mes los incrementos de producción previstos. El grupo anunció la extensión del recorte de producción actual de 2,2 millones de barriles por día (bpd) hasta diciembre, aplazando un aumento previamente planificado de 180.000 bpd debido a la baja en los precios y la débil demanda. Además, persisten preocupaciones sobre un posible ataque de represalia de Irán contra Israel en los próximos días.
Analizamos el desempeño de Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon y Meta.
Apple
La empresa más valiosa del mundo presentó resultados decepcionantes, con ventas creciendo un 6% anual y una caída de las ganancias del 36% i.a. No obstante, el resultado se vio afectado por un cargo de única vez relacionado con una disputa impositiva, que le costó USD 10 MM. Ajustando por dicho impacto, la ganancia hubiera alcanzado USD 25 MM.
Un punto a favor es que Apple continúa incrementando la importancia de sus ingresos por servicios, que durante el 3Q24 ascendieron 12% i.a. hasta USD 25 MM. Los servicios son vitales para el valor de la empresa, ya que cuentan con un margen bruto de ganancia del 74%, más que duplicando la rentabilidad que obtiene por sus productos de hardware.
De fondo, el mayor activo de Apple es que 1.500 M de personas de alto poder adquisitivo utilizan sus dispositivos a diario. Esto le permite a la compañía cobrar USD 20 MM anuales a Alphabet para que Google sea su motor de búsqueda predeterminado. Del mismo modo que Alphabet asigna un valor impresionante a lograr acceso al 18% más rico de la población mundial, se espera algo similar con OpenAI, que eventualmente deberá pagar el precio para que ChatGPT siga siendo la herramienta de inteligencia artificial por defecto en el iPhone.
Con una valuación de 30,1x su ganancia estimada para el próximo año, la empresa cotiza a un premio sobre su promedio de los últimos cuatro años (24,1x ganancias), lo cual se explica en parte por la expectativa de mayores ganancias en los años posteriores.
Microsoft
Microsoft reportó ventas creciendo 16% i.a. y una ganancia de prácticamente USD 25 MM durante el 3Q24, logrando así un margen de rentabilidad excepcional del 38%.
El punto de mayor atractivo para esta empresa es su unidad de computación en la nube, la segunda más grande del mundo después de Amazon Web Services. Para Microsoft, este negocio explica el 37% de sus ingresos totales. Dentro de esta unidad se encuentra Azure, su producto estrella, que continúa creciendo en ingresos al 33% i.a. a pesar de su gran tamaño.
Microsoft cotiza a un múltiplo de 29,7x su ganancia estimada para los próximos 12 meses, relativamente en línea con su promedio de los últimos cuatro años (29x).
El múltiplo de valuación de Microsoft es elevado en comparación con el grupo de las grandes tecnológicas, ya que los inversores valoran la diversidad de unidades que componen la empresa, las cuales incluyen desde videojuegos y computadoras personales hasta computación en la nube, inteligencia artificial y software.
Alphabet (ex-Google)
La compañía dueña de Google logró un crecimiento de ingresos del 15% i.a., acompañado de un salto del 37% en sus ganancias, dando como resultado un margen de rentabilidad récord del 32%.
Parte del resultado se explica por la recuperación del gasto en publicidad digital, su principal unidad de negocios, que representa el 75% de sus ingresos.
Sin embargo, el área mayormente responsable del rápido ascenso en sus ganancias es la computación en la nube, que logró un crecimiento de ventas del 35% i.a. y ya representa el 13% de los ingresos totales de la empresa. La rentabilidad de esta unidad, que operaba con pérdidas hasta 2022, pasó del 5% de las ventas en 2023 a un impresionante 17% en el 3Q24.
Además de sus dos principales negocios –publicidad digital y computación en la nube– Alphabet posee un importante posicionamiento en inteligencia artificial y un segmento denominado "otras apuestas". Este último incluye a Waymo, la empresa líder en transporte por conducción autónoma, que ya realiza 150.000 viajes pagos por semana en Estados Unidos.
Con una valuación de 18,9x su ganancia estimada para el próximo año, Alphabet presenta el múltiplo más bajo del grupo. Esto se explica, en parte, por temores sobre la posibilidad de que la inteligencia artificial sea disruptiva para su motor de búsqueda, que continúa siendo la principal fuente de ganancias de la empresa.
Amazon
Amazon logró la mayor sorpresa positiva con sus resultados al tercer trimestre, lo cual permitió que su cotización saltara 6,2% el día del anuncio. En concreto, las ventas crecieron 11% i.a., mientras que la ganancia se disparó un 70% i.a. hasta USD 15,4 MM.
El crecimiento de su ganancia se explica por dos grandes razones. En primer lugar, su segmento de e-commerce, que representa el 63% de los ingresos totales, logró reducir considerables costos luego de dos años de reestructuraciones que incluyeron una importante racionalización de su fuerza laboral. En Norteamérica, el e-commerce alcanzó un margen de rentabilidad récord del 5,9%, mientras que en el plano internacional el segmento logró operar con ganancia (margen de 3,6%) por primera vez desde 2020.
En segundo lugar, su unidad de computación en la nube, líder global por encima de Microsoft y Alphabet, logró un incremento de ventas del 19% i.a. con un margen operativo del 38%. Esta unidad altamente rentable continúa creciendo en importancia dentro de la compañía, representando el 17% de los ingresos totales al tercer trimestre.
Amazon cotiza a un múltiplo de 28,9x su ganancia estimada para los próximos 12 meses, por debajo de su promedio de los últimos cuatro años (40x).
Meta (ex-Facebook)
Meta presentó un crecimiento de ingresos del 19% i.a., con un salto del 29% en sus ganancias, obteniendo un margen neto del 39%, el más alto entre el grupo de grandes tecnológicas.
La empresa está fuertemente concentrada en publicidad digital, de donde genera prácticamente la totalidad de sus ingresos. De este modo, el crecimiento de su rentabilidad depende de la cantidad de personas que utilizan sus redes y de cuán efectiva es la empresa en transformar anuncios en ventas.
Respecto de los usuarios, su familia de apps, que incluye WhatsApp, Instagram y Facebook, creció un 5% i.a. hasta alcanzar los 3.290 M de usuarios diarios, equivalentes al 48% de la población mundial ex-China (donde sus apps están prohibidas). Es decir, que 1 de cada 2 personas utiliza al menos una de sus apps diariamente.
La red social Threads, lanzada en 2023 para competir con Twitter, alcanzó los 275 M de usuarios mensuales (un incremento desde los 100 M del año anterior). En los últimos meses, su crecimiento aceleró hasta llegar a un ritmo de un millón de usuarios diarios.
En cuanto a la efectividad de sus anuncios, Meta lleva al menos cinco años trabajando en aplicar inteligencia artificial para la identificación del público objetivo de sus anunciantes, lo que se traduce en una fuerte ventaja que le permite convalidar un precio creciente para la publicidad en sus plataformas.
Meta cotiza a un múltiplo de 22,6x su ganancia estimada para los próximos 12 meses, por encima de su promedio de cuatro años (18,6x).
Conclusión
Los resultados de las grandes tecnológicas presentan un panorama favorable que podría continuar traccionando al mercado norteamericano. Excepto por Apple, los ingresos crecen a un ritmo de dos dígitos anuales y los márgenes de ganancias se expanden, dando paso a negocios que continúan creciendo a tasas aceleradas a pesar de su tamaño.
Los contratos futuros de Rofex tuvieron una semana estable en la que perdieron un 0,1%...
Los contratos futuros de Rofex tuvieron una semana estable en la que perdieron un 0,1%. Las principales subas estuvieron en los contratos a fines del 2024/principios del 2025: diciembre 24 (+0,3%), enero 25 (+0,2%) y marzo 25 (+0,3%). Mientras que las mayores bajas estuvieron en los contratos más largos: junio 25 (-0,4%), julio 25 (-0,3%) y agosto 25 (-0,6%). Con el BCRA registrando fuertes compras, esta semana será clave cualquier anuncio que haya en torno a un potencial levantamiento del cepo.
El contrato de noviembre cotiza en $1.022 y marca una devaluación directa de 3,4% y mensualizada de 2,8%; casi un punto por encima del crawling peg de 2,0%. Para los tres meses siguientes, los precios reflejan que el crawling peg correría en niveles en torno al 3,0%: 3,1% en diciembre ($1.054), 3,4% en enero ($1.089) y 2,7% en febrero ($1.118). A partir de entonces, los precios señalan una devaluación de 2,5% promedio hasta agosto del 2025.
Así, la curva de tasas (TNA) se mantuvo en un nivel similar aunque tuvo un aplanamiento por el encarecimiento relativo de los contratos más cortos. Noviembre rinde TNA 35%. A partir de entonces, los rendimientos aumentan gradualmente hasta alcanzar un máximo de TNA 38% en enero del 2025 luego de lo cual las tasas rondan TNA 37 hasta septiembre del 2025.
El volumen operado repuntó en la última semana, en línea con la estacionalidad de fin de mes. En los últimos cinco días hábiles se comerciaron 2,4 millones de contratos. El viernes 25 de octubre el interés abierto cerró en USD 3.072 M, una suba de 11% m/m y una caída de 41% i.a.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano internacional.
Segunda semana consecutiva de caídas para los mercados globales. Los datos publicados en EE. UU. confirmaron que la actividad económica mantiene un ritmo de crecimiento sostenido, impulsado por el consumo en un contexto de leve presión al alza en los precios. Los datos laborales de octubre sorprendieron negativamente, con una creación de empleos no agrícolas menor a la esperada, aunque esto se atribuye al impacto de los huracanes y la huelga en Boeing, por lo que no afectó las expectativas generales. Sin embargo, el desempleo se mantuvo en mínimos y los salarios aceleraron nuevamente, superando la inflación. Con estos datos y los inversores viendo mayores probabilidades de triunfo para Trump, se moderaron las expectativas de recortes de tasas por parte de la Fed, llevando los rendimientos de los bonos del Tesoro al alza, con la UST10Y alcanzando casi 4,40%, su nivel más alto en cuatro meses. En este contexto, los bonos continuaron en baja y las acciones retrocedieron de manera generalizada, especialmente en las de mayor capitalización. El dólar se mantuvo firme y los commodities registraron retrocesos. Con este marco, comienza la semana más importante de los últimos cuatro años, dado que EE. UU. elegirá a su próximo presidente en un escenario de paridad extrema entre Trump y Harris, lo cual podría demorar el anuncio del ganador y añadir incertidumbre y volatilidad al mercado. Además, la Fed anunciará su decisión de tasa de interés tras la baja de 50 pb en septiembre, y el mercado descuenta una reducción de 25 pb.
Sube el gasto y repunta la inflación. En septiembre, los ingresos de las familias aumentaron un 0,3% m/m, ligeramente por encima del 0,2% m/m de agosto, mientras que el gasto nominal subió un 0,5% m/m, acelerando respecto al 0,3% m/m del mes anterior. Esto redujo la tasa de ahorro al 4,6% de los ingresos. En el último año, los ingresos crecieron un 5,5% impulsados principalmente por los salarios, y el gasto subió un 5,1%, lo que permitió una mejora del 10% en la tasa de ahorro familiar. Medido a precios constantes, el consumo privado creció un 0,4% m/m (4,3% anualizado), el doble que en agosto, gracias al buen desempeño del consumo de bienes, que subió un 0,7% m/m (8,2% anualizado), mientras que el de servicios aumentó un 0,2% m/m (2,6% anualizado), manteniendo el ritmo de meses anteriores. La mala noticia de esta publicación fue el leve repunte de la inflación implícita: el PCE general subió un 0,2% m/m y un 2,2% i.a., mientras que el PCE Core y el Super Core (sin vivienda) aceleraron su marcha con aumentos de 0,25% m/m y 0,31% m/m, respectivamente, el peor resultado en cinco meses, acumulando en el último año alzas de 2,7% y 2,1%, respectivamente.
No landing confirmado. La primera estimación del PBI del 3Q24 publicada la semana pasada confirmó la fortaleza de la actividad económica en EE. UU., que continúa creciendo a buen ritmo pese al entorno de tasas de interés más altas. En concreto, durante el 3Q24, la economía estadounidense se expandió un 2,8% t/t anualizado. Aunque ligeramente inferior al 3,0% t/t registrado en el 2Q24, superó las expectativas de mercado de 2,5% t/t. Entre los factores de demanda, destacó la aceleración del consumo privado, que creció un 3,7% t/t, su mejor desempeño desde el 1Q23 y casi 1 punto porcentual más que en el 2Q24, aportando 2,5 pp al crecimiento del PBI. Este repunte se debió al aumento del 6% t/t en el consumo de bienes, mientras que el de servicios mantuvo un sólido dinamismo con un alza del 2,6% t/t. El consumo público también contribuyó al crecimiento, aumentando un 5,0% t/t y aportando 0,85 pp al PBI, impulsado por un alza del 11% t/t en el gasto en defensa. Las exportaciones tuvieron un desempeño notable, expandiéndose un 8,9% t/t (frente al 1,0% del 2Q24), aunque su efecto fue compensado por el incremento del 11,2% en las importaciones, resultando en una contribución negativa de 0,56 pp de las exportaciones netas al crecimiento del trimestre. La aceleración del consumo privado y del gasto público contrastó con la desaceleración de la inversión, que, tras expandirse un 8,3% t/t en el 2Q24, apenas creció un 0,3% t/t, debido a una moderación en la inversión fija (afectada por la caída de la inversión residencial, aunque con crecimiento en maquinaria) y un aporte negativo de los inventarios. Con estos resultados, el PBI acumuló un alza del 2,9% i.a. en los últimos cuatro trimestres, en línea con el crecimiento observado en 2023.
Malo, pero transitorio. Los datos del mercado laboral de octubre sorprendieron al mercado, aunque esta vez por la negativa, mostrando un desempeño muy pobre. Sin embargo, la lectura es difusa debido al impacto de los huracanes y la huelga en Boeing, por lo que se espera una recuperación en noviembre. En detalle, la creación de empleo no agrícola en octubre fue de apenas 12 mil puestos, muy por debajo de los 223 mil creados en septiembre y siendo el registro más bajo desde diciembre de 2020. El empleo agrícola tampoco mostró buenos resultados, con una pérdida de 380 mil puestos. A pesar de estos malos datos, la tasa de desocupación se mantuvo en 4,1% —aunque en términos absolutos aumentó en 150 mil personas— debido a una reducción de 218 mil personas en la Población Económicamente Activa durante el mes. A pesar de las distorsiones causadas por los huracanes, los salarios continuaron al alza, con un incremento de 0,4% m/m (frente al 0,3% m/m de los dos meses anteriores), acumulando una suba de 4,1% en los últimos doce meses, lo que sostiene la mejora de los salarios reales y respalda el consumo familiar.
Menos recortes y higher for longer. Ante la sólida performance del nivel de actividad, el leve repunte de la inflación y las incertidumbres que plantea la situación fiscal en EE. UU. –especialmente si gana Trump, dado su programa fiscal más expansivo y su política comercial más restrictiva que podría añadir presión sobre los precios–, el mercado continúa ajustando sus expectativas de recortes de tasas de la Fed. Para este año, los inversores anticipan dos recortes de 25 pb cada uno –el primero se espera esta semana–, mientras que para el próximo año ahora proyectan solo tres recortes de 25 pb en marzo, junio y octubre, lo que llevaría la tasa de referencia a un cierre de 3,75% en 2025. Esto representa una fuerte revisión respecto a las expectativas de principios de octubre, cuando se preveían siete recortes de 25 pb hasta septiembre de 2025. En este contexto, los rendimientos de los bonos del Tesoro continuaron al alza: la UST2Y aumentó 11 pb llegando a 4,20%, y la UST10Y subió 13 pb para cerrar la semana en 4,36%, su nivel más alto en cuatro meses, acumulando un alza de 68 pb desde la última reducción de la tasa de referencia de la Fed.
Dólar estable y commodities en baja. El dólar mantuvo su presión alcista. Aunque en la última semana mostró un comportamiento estable con un leve retroceso frente al euro, el DXY ha subido 3,5% en los últimos 30 días. El avance más notable se dio nuevamente frente al yen japonés, que cerró la semana en USDJPY 152, un 0,4% más que la semana anterior y 6,5% por encima del mes pasado. Frente a las monedas emergentes, el dólar avanzó 2,8% contra el real brasileño, acumulando un alza de 7,7% en el último mes y cerrando la semana en USDBRL 5,87, su nivel más alto desde mayo de 2020. En cuanto a los commodities, todos registraron bajas semanales: el WTI retrocedió 3,2%, volviendo a situarse por debajo de los USD 70 por barril ante las posibles decisiones de Arabia Saudita de aumentar la producción y el impacto de un menor crecimiento en China. La soja cayó 0,5%, acumulando una baja mensual de 7%, mientras que el cobre subió 0,2% pero ha perdido 3,3% en el último mes. Finalmente, el oro retrocedió 0,5%, aunque sigue cotizando en niveles máximos históricos.
Sigue el ajuste en el mercado. Segunda semana negativa para Wall Street, con caídas en bonos y acciones. El índice agregado de bonos retrocedió 0,9% en la semana, acumulando una baja de 3,5% en los últimos 30 días. Los más afectados fueron nuevamente los bonos Investment Grade, que cayeron 1,2% en la semana y 4,4% en el último mes, mientras que los bonos del Tesoro y los High Yield bajaron 0,9% y 0,7%, respectivamente, acumulando caídas de 3,3% y 1,9%, respectivamente, en el mismo período. En el mercado de acciones, los tres principales índices también cerraron con pérdidas: el Nasdaq fue el más golpeado con una caída de 1,5%, seguido por el S&P 500 que retrocedió 1,4%, mientras que el Dow Jones perdió 0,2%. En cuanto al rendimiento semanal por sectores, la mayoría operó en baja, destacándose el tecnológico, que perdió 2,8% debido a la caída en las Megacaps: Apple retrocedió 3,7%, Nvidia 4,3% y Microsoft 4,2%. Por otro lado, el sector de comunicación lideró las ganancias con un avance de 1,7%, impulsado por Alphabet, cuyas acciones subieron 3,6% y compensaron la caída de 1,1% en Meta. En el sector de consumo discrecional, Tesla bajó 7,5%, aunque la pérdida fue parcialmente compensada por el alza de 5,4% en Amazon.
Sigue la temporada de balances. La semana fue crucial para la temporada de reportes corporativos, con 5 de las 7 magníficas presentando sus resultados: Alphabet (positivo), Meta (neutral), Microsoft (neutral), Apple (neutral) y Amazon (positivo). Hasta ahora, 176 empresas del S&P 500, que representan el 35% del índice y alcanzan el 70,2% de su capitalización, ya publicaron sus balances. En general, las ventas aumentaron 5,3% i.a. y los beneficios 8,5% i.a., aunque con una marcada disparidad entre sectores: comunicación y consumo discrecional mostraron incrementos del 26% y 22%, respectivamente, mientras que energía e industrial registraron contracciones del 20% y 11%, respectivamente.
Trump, Harris y Powell. Esta semana será decisiva para los mercados globales, ya que EE. UU. elegirá a su próximo presidente, y las encuestas muestran una paridad extrema entre Trump y Harris, aunque Trump tendría una ligera ventaja y el mercado ya lo percibe como favorito. La estrecha competencia en varios estados clave podría retrasar los resultados, añadiendo incertidumbre y volatilidad en un contexto de dos semanas de caídas en medio de un año de máximos históricos para las acciones. Además, el jueves, la Fed anunciará su política monetaria, y se anticipa un recorte de 25 pb en la tasa de interés, tras la reducción de 50 pb en septiembre. En cuanto a los datos económicos, se espera que el PMI de servicios del ISM indique crecimiento en el sector, aunque en desaceleración. También se publicarán el índice preliminar de confianza del consumidor de Michigan, datos comerciales, los PMI finales de servicios globales y cambios en el crédito al consumo. La temporada de reportes corporativos continuará, con el foco en grandes y medianas empresas como Vertex Pharmaceuticals, Palantir, Zoetis, Marriott, AIG, Apollo, Ferrari, Qualcomm, Toyota, CVS y Gilead Sciences.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local.
La semana volvió a ser positiva para los activos locales, tanto en moneda local como en moneda extranjera. Los bonos soberanos mostraron resiliencia pese a un panorama global adverso para los emergentes, mientras los bonos provinciales y corporativos se estabilizaron tras semanas de alzas. Los bonos en pesos tuvieron una excelente semana y la brecha cambiaria continuó disminuyendo. La primavera financiera se afianza con los buenos resultados que trajo el blanqueo de capitales –extendido una semana más– que se ha convertido en la clave para que el Gobierno mantenga su plan de reducir la inflación sin la presión de un mercado cambiario tensionado. El fuerte aumento de los depósitos en moneda extranjera deja un elevado potencial de financiamiento, que permite aumentar la oferta de divisas en el MULC y compensar los mayores pagos. En este contexto, el BCRA compra divisas y refuerza la confianza en la sostenibilidad del esquema actual, permitiendo que el gobierno mantenga el ritmo de devaluación por debajo de la inflación y las tasas de interés, lo cual potencia el carry trade. Con la inflación en descenso, el BCRA redujo la tasa de referencia por primera vez en cinco meses, dejándola neutral en términos reales, aunque todavía por encima del ritmo de aumento del tipo de cambio. Mientras la confianza sostenga esta dinámica, el círculo será virtuoso, pero se logrará a costa de seguir retrasando el tipo de cambio, lo cual representa un riesgo potencial a considerar. Esta semana, la atención estará en la fase final del blanqueo y su impacto en los depósitos en dólares, que se aceleraron en la última semana, así como en la evolución del mercado cambiario y las reservas internacionales. También se llevará a cabo la primera licitación del mes, en la que el Tesoro enfrentará vencimientos importantes, y se publicarán los datos de inflación de octubre de CABA, que ofrecerán mejores indicios de cara al IPC Nacional –publicado el día 12– con expectativas de que se ubique por debajo del 3% m/m. Además, se presentarán los índices de producción industrial y construcción de septiembre, proporcionando señales sobre la actividad económica. Finalmente, el BCRA publicará el REM de octubre, donde se observará si el promedio de analistas ajustó sus proyecciones de inflación y tipo de cambio para lo que resta del año y para 2025.
Recuperó la imagen. En octubre, el Índice de Confianza en el Gobierno registró un aumento mensual del 12,2%, elevando la imagen positiva a un 48,6%. A pesar del reciente veto a la Ley de Financiamiento de Universidades, este incremento de la confianza parece estar impulsada por una mejora del 8,1% en la percepción de la situación personal, reflejada también en el Índice de Confianza de los Consumidores. Así, el promedio de la confianza en el Gobierno, ajustado por situación personal (es decir, considerando el contexto de crisis), es un 8% superior al promedio del mismo período bajo el gobierno de Alberto Fernández y un 14% mayor al de Mauricio Macri.
Continúa la caída de la recaudación. La recaudación de octubre mostró una baja del 3% i.a. en términos reales, destacándose contracciones en Ganancias y el Impuesto PAIS, compensadas parcialmente por el crecimiento en derechos de exportación y contribuciones de seguridad social. En particular, Ganancias registró un descenso del 21% i.a., marcando su cuarta baja consecutiva debido a la prórroga en anticipos y a la menor demanda de moneda extranjera para gastos en el exterior. De forma similar, el Impuesto PAIS retrocedió un 43% i.a., arrastrado por la caída en importaciones y la reducción de su alícuota. Excluyendo la baja del Impuesto PAIS, la recaudación se habría mantenido en términos reales en los niveles de octubre de 2023. Entre los tributos ligados a la actividad, el IVA DGI mostró un leve repunte (+0,2% i.a. real) por primera vez en el año, mientras que el IVA de importaciones y los derechos de importación cedieron en términos reales (medidos en dólares, prácticamente se mantuvieron en los niveles del año pasado, lo cual sugiere importaciones del orden de USD 6.000 M, marcando una posible estabilización tras nueve meses de fuertes caídas). En contraste, Seguridad Social destacó con un alza del 9% i.a. real, impulsada por la adhesión a la moratoria, y los derechos de exportación crecieron un notable 65% i.a., impulsados por la mayor liquidación del sector agroexportador. En el acumulado del año, la recaudación muestra una baja del 7% i.a. real, con retrocesos liderados por impuestos vinculados a la actividad (-12% i.a.) y al empleo (-12% i.a.), mientras que el Impuesto PAIS mitigó parte de la caída con un aumento acumulado del 88%.
Extensión del blanqueo. La flamante ARCA anunció que, en lo que va del blanqueo, se han regularizado USD 19.023 M en cuentas CERA y Alyc, USD 1.935 M en otros activos declarados y USD 19 M en monedas digitales, totalizando USD 20.977 M. Por ahora, el total regularizado está por debajo de lo esperado –aproximadamente USD 30.000 M– con una novedad en su composición: la mayoría de lo blanqueado fue en efectivo, lo que, como anticipaba el Gobierno, generó más dinamismo cambiario que tributario. Así, el crecimiento de los depósitos en moneda extranjera tuvo un gran salto hacia el final de la primera etapa del blanqueo (extendida nuevamente hasta el 8 de noviembre). En concreto, en las últimas cinco ruedas de las que se dispone de registro, estos depósitos crecieron a un ritmo de USD 523 M diarios, frente a los USD 158 M de la semana anterior. En esta primera etapa del blanqueo, los depósitos privados en moneda extranjera aumentaron en USD 15.394 M –prácticamente duplicándose– y el stock alcanzó un nuevo máximo post-convertibilidad de USD 33.982 M. La clave de este incremento es que ahora los bancos cuentan con una enorme liquidez en dólares y, al estar sobreintegrados, podrían aprovecharla para dinamizar el crédito en dólares. De hecho, la mayor parte del aumento de los depósitos se quedó en caja de los bancos –casi USD 10.500 M– y el crédito subió USD 1.700 M, con una clara aceleración en el último mes. Para continuar impulsando los préstamos, el BCRA anunció una reducción en los requisitos de capital mínimo para las entidades que otorguen financiamiento en moneda extranjera a productores agrícolas que almacenen soja.
El BCRA sigue de compras. Impulsado por el blanqueo, las emisiones de deuda corporativa y el buen ritmo de liquidación del sector agroexportador, el BCRA mantuvo su excelente desempeño en el mercado de cambios, acumulando compras de USD 492 M en la semana (promediando USD 98 M diarios). De esta manera, cerró un octubre récord en términos cambiarios, con compras por USD 1.628 M, el mejor octubre desde 2009 (cuando sumó USD 1.476 M en adquisiciones). Noviembre también comenzó con resultados positivos, con compras de USD 19 M y USD 52 M en las dos primeras ruedas. Como hemos destacado, parte de esta dinámica favorable se debe al sector agro, que registró una liquidación récord para esta época del año, alcanzando casi USD 2.600 M en octubre, ligeramente superior a septiembre. Esto se suma al buen desempeño de la cuenta financiera cambiaria y a los pagos de importaciones que continúan moderados por el aumento del financiamiento comercial. Las reservas internacionales aumentaron USD 638 M en la semana, alcanzando un stock bruto de USD 29.800 M, gracias a las intervenciones en el mercado de cambios y al crecimiento de los encajes en moneda extranjera. Así, las reservas netas se ubican en un saldo negativo de USD 4.100 M, que se expande a USD 5.600 M al considerar los vencimientos corrientes de BOPREAL y a USD 8.300 M si se cuenta el eventual giro de USD 2.700 M para cubrir los pagos de capital de enero de los Globales/Bonares.
Atraso cambiario, pero con leve mejora en los precios de commodities. La política de mantener el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial consistentemente por debajo de la inflación sigue erosionando la competitividad del peso, medida a través del Tipo de Cambio Real Multilateral (TCRM). Este proceso se intensifica con el fortalecimiento global del dólar, en especial frente al real brasileño (ver panorama internacional). En octubre, el TCRM se apreció un 2,8% m/m, impulsado por la pérdida de competitividad con Brasil y China –el TCR con EE. UU. se valorizó 1,2%– acumulando una apreciación del 37% desde enero y situándose apenas un 0,6% por encima del nivel de noviembre de 2023, previo a la última devaluación. Esta dinámica afecta la recuperación, en especial para los sectores exportadores no vinculados a commodities. La buena noticia en octubre es que, a pesar del mal desempeño del precio de la soja y derivados en el mercado internacional, el índice de precios de materias primas (que mide la evolución de precios internacionales de los productos que representan casi el 50% de las exportaciones argentinas) logró un alza de 2,9% m/m (los agrícolas +2,3%). Esto marca su segunda suba mensual consecutiva y reduce la pérdida anual al 9% (los agrícolas 12% i.a.), desde el promedio de caída del 16% i.a. en los nueve meses previos. Este incremento brinda cierto alivio a corto plazo, ya que mejora los términos de intercambio en el margen y contribuye a mitigar la pérdida de competitividad cambiaria.
Brecha en mínimo. La semana pasada, el dólar MEP (GD30) descendió un 2,5%, cerrando en $1.127, mientras que el CCL disminuyó un 2,2%, ubicándose en $1.156. Como resultado, las brechas con el dólar oficial se redujeron a 14% y 16%, respectivamente. Este ajuste se atribuye a una mayor oferta de dólares por parte de los exportadores, quienes liquidan un 20% de sus exportaciones al CCL (blend), y a una menor demanda de dólares debido a un flujo importador reducido.
Recorte de tasa de interés. Luego de cinco meses sin modificaciones, el BCRA redujo la tasa de política monetaria del 40% al 35% TNA, lo que equivale a una tasa efectiva mensual del 2,9%. Esta decisión se toma en un contexto de expectativas de inflación en descenso –reflejadas en el REM y en los niveles implícitos del mercado– y va acompañada por una disminución en la tasa de pases activos del 45% al 40% TNA. Suponiendo que el BCRA mantenga el ritmo de devaluación en torno al 2% mensual, el margen del “carry trade” frente al dólar oficial se reduce, aunque no se modificaría significativamente la dinámica de fondo. Un recorte en el crawling peg (y retomar una senda de bajas en tasas) podría evaluarse si la inflación cae por debajo del 2,5% mensual, algo que no se habría alcanzado en octubre, según estimaciones preliminares que sitúan la inflación en torno al 2,9% mensual.
Repuntan los bonos en pesos. Fue una excelente semana para la deuda en pesos, con fuertes ganancias en todas las curvas en un contexto de baja de tasas. El primer catalizador fue la licitación del Tesoro, en la cual el Gobierno no ofreció Lecaps, obligando a los bancos a comprarlas en el mercado secundario y generando un shock de demanda que provocó una compresión generalizada de rendimientos. El segundo factor, aún más evidente, fue la reducción de la tasa de política monetaria del BCRA de TNA 40% a TNA 35% (de TEM 3,3% a TEM 2,9%), tras lo cual las cauciones cortas comprimieron a TNA 30% (TEM 2,5%). En este contexto, los bonos CER lideraron con ganancias promedio de 6,3% y subas de hasta 13,5% en el tramo largo, llevando sus tasas a ubicarse levemente por debajo de los dos dígitos. En cuanto a la tasa fija, las Lecaps subieron un 3,7% semanal, con tasas mensualizadas entre TEM 2,8% y TEM 3,0% a lo largo de toda la curva, lo que indica que el mercado no anticipa otra baja de tasas en el corto plazo. Finalmente, los bonos dollar-linked aumentaron un 1,1% semanal. Estas subas fueron el broche de oro para que octubre cierre como un mes extraordinario para el carry trade en un contexto donde el MEP cayó 6,8%. Las Lecaps ganaron 8,1%, los bonos CER subieron 5,9%, mientras que los bonos dollar-linked retrocedieron 3,9%.
El Tesoro cubrió los vencimientos en octubre. En la licitación de la semana, el Tesoro colocó $0,9 billones frente a vencimientos por $1,6 billones, alcanzando un rollover del 56% sin cubrir la totalidad de los vencimientos. Se ofreció un leve premio respecto al mercado secundario, especialmente en el Boncer más largo, con vencimiento en octubre de 2026, que cortó en CER +12,5% (frente al CER +10,9% del Boncer a diciembre de 2026 negociado en BYMA). La contrapartida de la baja colocación fue una significativa extensión de plazos, que se amplió en 15,6 meses en promedio ponderado, el período más largo para una licitación desde fines de marzo. De esta forma, octubre cierra con un rollover del 101%, una extensión de plazos ponderada de 10 meses (la mayor desde abril) y con un 79% de lo colocado a tasa fija, un 19% en CER y un 2% en dollar-linked.
Semana de alta volatilidad para los bonos hard-dollar. Los bonos del Tesoro acumularon una suba semanal del 0,7% en BYMA y una caída del 0,8% en la Bolsa de Nueva York (comparado con subas del 0,7% en bonos emergentes similares). A pesar del resultado acumulado, fue una semana de grandes fluctuaciones en el mercado local: el lunes abrieron con fuertes subas del 2,0%. Esa misma noche, el Gobierno anunció el adelanto del pago de vencimientos de capital por USD 2.700 M programados para enero, replicando la estrategia aplicada al pago de intereses. Sin embargo, el mercado no reaccionó positivamente, y en las siguientes tres ruedas los bonos cayeron un 2,9%. Esta mala reacción podría explicarse porque a) el mercado “vendió con la noticia” de que el pago de enero estaba asegurado o b) interpretó que el Repo con bancos privados sería menos inminente de lo sugerido por el Gobierno. No obstante, el viernes retomaron alzas y cerraron con una suba del 1,6%. En el último mes, los bonos acumulan ganancias en dólares de 13,4%, lo que llevó el riesgo país a 952 pb, su nivel más bajo en cinco años. La performance de los bonos argentinos destaca no solo por el tamaño de las subas, sino por darse en un contexto global adverso para créditos emergentes: los bonos de países comparables cayeron un 0,3%, mientras que los corporativos CCC estadounidenses comprimieron 27 pb hasta TIR 10,1%. Por su parte, la dinámica de los BOPREAL del BCRA sigue siendo algo menos favorable que la de sus pares del Tesoro, ganando un 0,5% en la semana y 5,7% en octubre.
Buenas noticias para los bonistas. El Tesoro anunció la compra anticipada de USD 2.701 M al BCRA para cubrir la amortización de capital de los bonos Globales y Bonares con vencimiento en enero de 2025, lo que profundizará el deterioro de las reservas internacionales netas, actualmente en torno a -USD 8.300 M. Esta operación se financiará utilizando parte de los $13,26 billones en pesos acumulados en el BCRA al 27 de octubre, resultado del financiamiento neto obtenido hasta septiembre de 2024. El movimiento persigue varios objetivos: en primer lugar, parecería preparar el terreno para un posible canje de deuda en el primer trimestre de 2025, enviando una señal de certidumbre que podría contribuir a reducir el riesgo país. En segundo lugar, evidencia que el Gobierno no prioriza la debilidad de las reservas netas, lo que sugiere que la salida del cepo cambiario se pospone. En el plano monetario, la operación permite absorber $2,67 billones de la base monetaria amplia, compensando la expansión generada por las recientes compras de divisas del BCRA al sector privado. Por último, desde el Gobierno aclararon que esta operatoria no reemplaza la estrategia de un Repo, que el BCRA sigue evaluando como herramienta para fortalecer las reservas, aunque la falta de novedades sugiere ciertas demoras sin que esto implique necesariamente su cancelación.
Calma en bonos provinciales. Los bonos provinciales encontraron algo de calma luego de varias semanas de fuertes subas, ganando un 0,3% semanal, con el bono de Entre Ríos liderando gracias a su incremento de 1,6%. De esta manera, cierran un excelente octubre con ganancias del 7,0% en dólares. La provincia de Buenos Aires 2037 (+18,3%), Entre Ríos 2028 (+9,1%) y Córdoba 2029 (+7,5%) registraron los mejores desempeños.
Los bancos colocan Letras hard-dollar a tasas nulas. Los bonos corporativos ganaron un 0,3% semanal y parecen haberse estabilizado en este nivel de tasas cercanas a una TIR del 8,0% en la Bolsa de Nueva York. Así, cierran un sólido octubre, con ganancias de 0,9% en dólares. En el mercado primario, se observó otra semana de importantes colocaciones, donde se emitieron USD 726 M en el mercado local, sin emisiones en la Bolsa de Nueva York. La particularidad fue que la mayor parte de estas emisiones provinieron de bancos, que colocaron Letras en dólar cable bajo ley argentina, a plazos muy cortos y tasas prácticamente nulas: Galicia colocó USD 500 M a seis meses a una TIR de 0,5%; Comafi emitió USD 104 M en dos bonos a tres meses con TIR de 0,0% y 0,5%; y BST emitió USD 12 M a una TIR de 0,3% a tres meses. Estas operaciones buscan otorgar algún rendimiento al excedente de dólares producto del blanqueo. Para los bancos emisores, este vehículo les permite captar dólares, convertirlos a pesos y prestar o invertir esos fondos en instrumentos cuya tasa en pesos supera el ritmo de devaluación del 2,0% m/m.
El Merval cerró un mes positivo. En octubre, el índice S&P Merval registró un incremento del 8,9% en pesos y del 17,1% en dólares, cerrando el mes en USD 1.598. Los sectores financiero, de servicios públicos y bienes raíces fueron los principales impulsores de esta subida. En particular, BBVA (+28,8%), Edenor (+21,5%) y Banco Supervielle (+19,1%) lideraron las alzas, mientras que Ternium (-13,7%), Sociedad Comercial del Plata (-5,0%) y BYMA (-3,3%) mostraron los principales retrocesos. Entre las empresas que cotizan en Nueva York, destacaron BBVA (+30,9%), Edenor (+25,5%) y Banco Supervielle (+25,3%). Por otro lado, Bioceres (-13,6%), Ternium (-7,7%) y Mercado Libre (-1,5%) fueron las acciones que más cayeron en Wall Street.
Lo que viene. El jueves 7, el Tesoro llevará a cabo la primera licitación del mes, en la que enfrentará vencimientos por $2,9 billones, correspondientes a la amortización de la Lecap S11N4 por $1,7 billones y del Boncer TX26 por $1,2 billones. Las condiciones de esta licitación se conocerán el martes 5 de noviembre. Ese mismo jueves, se publicarán los datos de la inflación de CABA que podrá servir de referencia para el IPC Nacional -se dará a conocer el martes 12-, con la expectativa puesta en que perfore el 3% m/m. Asimismo, ese día el INDEC publicará el índice de producción industrial de septiembre y el estimador de la Construcción de septiembre, que permitirá seguir la evolución de las principales actividades urbanas. También se publicará el REM de octubre en el que se descubrirá si el consenso de analistas modificó sus proyecciones de inflación, tipo de cambio y crecimiento para lo que resta de este año y 2025.
Análisis de instrumentos de renta fija y variable.
A continuación podrás descargar el informe semanal del mercado local, en el que analizamos los distintos instrumentos de renta fija con posibles escenarios de sensibilidad. Además, mostramos los índices de mercados accionarios locales e internacionales, y finalmente el mercado de renta variable local.
Descargar informe al 01/11/2024
Un superávit comercial que se posiciona como una fuente estratégica y sostenida de divisas.
Tras 13 años de déficit comercial energético –con una breve pausa en 2020 por la recesión de la pandemia–, el sector ha pasado a ser un pilar relevante en 2024 por su capacidad de generar divisas. Este año, aportaría USD 5.500 M, con exportaciones estimadas en USD 10.000 M e importaciones de USD 4.500 M. Para 2025, se proyecta un aumento del superávit a USD 7.600 M, impulsado por exportaciones de USD 12.800 M e importaciones de USD 5.200 M. Este cambio de escenario se consolida gracias a la construcción del gasoducto de Vaca Muerta, que ha permitido destapar la capacidad de producción local. Aunque la recesión modera la demanda importadora, el principal dinamismo proviene de la mayor producción interna, llevando las exportaciones a niveles récord desde 1992 y reduciendo la dependencia de las importaciones, como lo muestra la ausencia de compras de GNL en septiembre.
Más allá de un alivio coyuntural, el superávit energético se proyecta como estructural, con expectativas de aportar divisas sistemáticamente y de forma creciente en los próximos años. El optimismo del sector se extiende más allá de 2025, previendo que la finalización de obras clave alivie los cuellos de botella en el transporte y permita una mayor expansión de las exportaciones. En particular, el sector espera la reversión del Gasoducto Norte, que permitirá reemplazar importaciones de gas boliviano; la ampliación del Gasoducto Kirchner – Tramo II, que facilitará exportaciones hacia Brasil y Paraguay; y la construcción de una planta de licuefacción de gas, que posicionará al país en los mercados internacionales de GNL.
El sector energético no solo representa un alivio temporal, sino que su consolidación es fundamental para mejorar de forma estructural la balanza externa. Aunque el superávit actual es relativamente pequeño en términos absolutos, su relevancia radica en la capacidad de reducir la estacionalidad del mercado cambiario, un problema históricamente ligado a la concentración en exportaciones agroindustriales. Diversificar las fuentes de divisas es clave para sostener un tipo de cambio más estable en el mediano y largo plazo. Algunos especialistas incluso hablan de un nuevo riesgo de "Dutch disease", en el cual el dinamismo energético complica el equilibrio entre el tipo de cambio real urbano y no urbano. A pesar de estos desafíos, se destaca el crecimiento de empresas proveedoras de servicios e insumos vinculadas al sector, lo que impulsa las economías regionales.
En los primeros nueve meses del año, el sector registró un superávit comercial de USD 3.709 M, revirtiendo el déficit de USD 1.027 M del mismo período de 2023. El crecimiento de las exportaciones, con un aumento total del 26,3% i.a., fue clave para este superávit, impulsado por un incremento del 28,7% i.a. acumulado en las cantidades exportadas, que compensó una caída del 1,9% en los precios. Las ventas de crudo lideraron este desempeño, con un total de USD 4.033 M en nueve meses, un volumen de 206.000 barriles diarios en septiembre (+51% i.a.) y un precio promedio de USD 73/barril (-13% i.a.).
Por el lado de las importaciones, el valor cayó 48,3% i.a. acumulado, debido a una reducción del 40,9% i.a. en las cantidades y del 12,5% i.a. en los precios. Las importaciones de gasoil bajaron 46% i.a., mientras que las de gas natural licuado disminuyeron 64,1% i.a. (en septiembre directamente no se realizaron compras de GNL).
La producción de petróleo mostró un sólido crecimiento del 15% i.a. en septiembre, alcanzando 732.000 barriles diarios, el nivel más alto desde octubre de 2003. En el año, la producción creció un total de 10% i.a., impulsada por el dinamismo de la producción no convencional, que aumentó 27% i.a.
En contraste, la producción de gas natural mostró signos de desaceleración, con un crecimiento del 2,8% i.a. en septiembre, aunque fue el mejor registro para ese mes desde 2004. En los primeros nueve meses del año, la producción acumulada subió 6% i.a., destacando el aumento del 15% i.a. en la producción no convencional, frente a una caída del 8% en la producción convencional.
Este boom productivo, especialmente en el sector no convencional, se reflejó en el mercado. Durante 2024, el rendimiento del sector energético estuvo en línea con el Merval, que mantiene una clara tendencia alcista. Sin embargo, destaca el desempeño de Vista, cuyos movimientos superaron al índice. Es importante señalar que las empresas energéticas ya venían de un fuerte ciclo alcista desde 2022, separándose del Merval. Esto sugiere que el mercado ya habría descontado en los precios la mejora en la producción y los mayores ingresos de divisas generados por el sector energético.
En síntesis, la oferta energética sigue marcando récords, liderada por el crecimiento de los no convencionales, lo que permite expandir la capacidad exportadora del país. Este cambio no solo refleja un boom productivo, sino que consolida al sector como una realidad estratégica para la generación de divisas. El crecimiento sostenido de la industria energética representa una oportunidad clave para reducir la dependencia del sector agroindustrial como principal motor exportador y contribuir a la estabilidad del mercado cambiario en el mediano plazo.
Noticias globales: el mundo hoy.
Las acciones en EE. UU. cerraron en fuerte baja el jueves, arrastradas por las decepcionantes previsiones de ganancias de Microsoft y Meta, que generaron preocupaciones sobre sus elevados costos de inteligencia artificial y posibles presiones sobre los márgenes de ganancias. Concretamente, las acciones de Microsoft y Meta se desplomaron un 6,0% y un 4,1%, respectivamente, lo que afectó el optimismo de los inversores e impactó en otras empresas tecnológicas clave, como Nvidia y Amazon, que cayeron un 4,7% y un 3,4%, respectivamente. El Nasdaq fue el índice más afectado, con una pérdida del 2,5%, seguido por el S&P 500, que cayó un 2,0%, y el Dow Jones, que retrocedió un 1,0%. Hoy se publicarán los resultados de otras dos mega capitalizaciones, Apple y Amazon, completando así una semana desafiante para las acciones de las grandes tecnológicas.
La renta fija también cerró el mes bajo presión ante el alza de los rendimientos de los bonos del Tesoro, que alcanzaron su nivel más alto en los últimos tres meses. La UST2Y subió 2 pb, situándose en 4,17%, mientras que la UST10Y cerró en 4,27%, 3 pb por encima del día anterior. Esto afectó a todos los índices de bonos, que cayeron un 0,2% en la última rueda del mes y finalizaron octubre con una pérdida promedio de 2,6%, siendo el peor mes del año. Cabe destacar que, ante el sólido desempeño de la actividad económica, el leve repunte de la inflación (ver más abajo) y la alta probabilidad de que Trump regrese a la Casa Blanca, el mercado ajustó las expectativas de recortes de tasas de la Fed, proyectando ahora solo 4 recortes de 25 pb hasta junio de 2025. Los inversores esperan el primer recorte en la reunión de noviembre y los otros tres entre enero y junio de 2025, una corrección significativa respecto a principios de octubre, cuando se proyectaban 7 recortes de 25 pb hasta septiembre del próximo año.
En cuanto a los datos económicos del día, sobresalió la publicación de la evolución de ingresos y gastos de las familias en septiembre, que se aceleraron, reafirmando la solidez del consumidor estadounidense. Los recortes de empleo y las solicitudes de desempleo también registraron una caída considerable. Concretamente, el gasto personal superó las expectativas del mercado al subir 0,5% m/m en septiembre, acelerándose respecto al 0,3% m/m del mes anterior, impulsado tanto por el gasto en bienes como en servicios. Los ingresos aumentaron 0,3% m/m, frente al 0,2% m/m de agosto, impulsados por un mayor dinamismo en los ingresos laborales, que crecieron 0,5% m/m.
Asimismo, el índice de precios PCE aceleró con un alza de 0,2% m/m y 2,1% i.a., impulsado por el incremento en los precios de los servicios, que subieron un 0,3% m/m, mientras que los precios de los bienes disminuyeron un 0,1% m/m. El PCE core, el indicador preferido de la Fed para medir la inflación subyacente, registró un aumento de 0,3% m/m, la mayor subida en cinco meses, tras una revisión al alza del 0,2% en agosto, y acumuló en los últimos doce meses un alza de 2,7%, igual que en agosto pero superando las previsiones del 2,6%.
Noticias locales: el país hoy.
El BCRA continúa con su racha compradora: en la rueda de ayer adquirió USD 19 M y ya acumula 24 jornadas sin ventas. Así, considerando que las compras de ayer se liquidan hoy, el BCRA inició noviembre con el pie derecho. Por otro lado, las reservas internacionales brutas cayeron en USD 1.262 M hasta los USD 28.617 M, como resultado del desarme de encajes estacional de todos los fines de mes.
El dólar oficial aumentó 50 centavos, alcanzando los $990,8. Así, la TEM de devaluación cayó a 1,5% respecto del 3,1% observado el miércoles. En las últimas cinco ruedas, la TEM se mantiene en 1,9%, mientras que en octubre registró un promedio del 2,0%.
Los dólares financieros operaron de manera mixta. El MEP (GD30) cayó un 0,8%, ubicándose en $1.127, en tanto que el CCL aumentó un 0,1%, alcanzando los $1.156. De este modo, las brechas con el oficial se sitúan en 14% y 17%, respectivamente.
Fue una buena rueda para las curvas de deuda en pesos. Por un lado, los instrumentos a tasa fija registraron alzas de 0,3% en las Lecaps y de 1,6% en el TO26. Por otro lado, los bonos CER se mantuvieron estables sin grandes variaciones, mientras que los instrumentos dollar-linked subieron un 0,2%.
Por su parte, los bonos soberanos en hard-dollar cayeron un 0,6%, acumulando tres ruedas consecutivas a la baja. La caída se debe a factores locales: en estas tres jornadas, los bonos argentinos registran un resultado negativo de 2,9%. Asimismo, los comparables emergentes subieron un 0,9% y las tasas de las empresas CCC comprimieron 6 pb hasta 10,1%. De esta forma, el riesgo país aumentó 26 pb diarios, ubicándose en 981 pb, y las paridades promedian el 62%. Por su parte, los BOPREAL del BCRA retrocedieron un 0,2%.
Los contratos de dólar futuro continuaron al alza, con un incremento promedio de 0,2%. Las mayores subas se registraron en los contratos de junio, julio, agosto y septiembre, todos con un aumento de 0,4%. Así, la devaluación implícita se ubica en un promedio mensual de 2,7% hasta agosto de 2025.
El Merval rebotó y subió un 0,8% en pesos y un 1,1% en CCL, llegando a los USD 1.603, registrando un incremento de 0,1% en pesos y 2,2% en dólares en las últimas cinco ruedas. Edenor (3,1%), Telecom (2,9%) y Banco Supervielle (2,7%) fueron las empresas con mayores alzas, mientras que Cresud (-1,8%), Transportadora de Gas del Norte (-1,5%) y Transportadora de Gas del Sur (-1,0%) experimentaron los principales retrocesos.
La IA revoluciona la agricultura desde la gestión de cultivos y optimización de recursos.
Imaginemos una plantación de tomates que cubre miles de hectáreas. En el pasado, el monitoreo del estado del vegetal era una tarea manual y ardua, que dependía de la experiencia del agricultor y sus recorridos por los campos. Hoy en día, drones equipados con sensores y algoritmos de IA tan solo sobrevuelan el campo y en minutos generan un análisis detallado de la salud del cultivo.
Por ejemplo, un dron equipado con cámaras multiespectrales puede captar imágenes en distintas longitudes de onda de luz. Luego, la IA las procesa para identificar áreas con escasez de agua o afectadas por plagas, permitiendo al productor tomar decisiones informadas.
Supongamos que, después de un sobrevuelo matutino, los drones identifican que las plantas en la sección oeste de la plantación muestran signos de deshidratación, mientras que las de la parte norte presentan síntomas iniciales de una plaga común. El agricultor puede aumentar el riego en la zona afectada y aplicar un control biológico donde se requiera, todo en cuestión de horas.
Agricultura de precisión: optimización de recursos con algoritmos
En otro escenario, sensores colocados directamente en el suelo miden la humedad y la composición de nutrientes, enviando datos a un servidor central que los analiza mediante algoritmos. Con esta información, el sistema recomienda ajustes en la irrigación o la aplicación de fertilizantes, reduciendo el desperdicio de agua y optimizando la absorción de nutrientes.
Los algoritmos analizan una multitud de factores, como la inclinación del terreno, el tipo de suelo, las condiciones climáticas, y el estado de crecimiento de las plantas. Así, un agricultor que tradicionalmente aplicaría agua y fertilizantes de manera uniforme en todo su campo, con la ayuda de la IA puede ajustar el riego para cada tipo de suelo.
Estos ajustes también optimizan el uso de fertilizantes. Si el algoritmo detectara una deficiencia de nitrógeno en una sección específica del campo, en lugar de aplicar fertilizante a toda la explotación, el agricultor podría enfocarse solo en la zona necesitada, reduciendo el impacto ambiental y los costos.
La IA también adapta las estrategias de fertilización a largo plazo, analizando datos históricos sobre el rendimiento del suelo. El agotamiento de nutrientes de un campo cultivado durante décadas será diferente en comparación con un terreno recién preparado. A través de esta tecnología, el productor recibe recomendaciones específicas para restaurar el suelo, asegurando que las generaciones futuras utilicen esa tierra de manera sostenible.
Predicción de cosechas: IA para pronosticar rendimientos y precios
Para resultar exitosas, las cosechas dependen del clima y otros factores externos. Sin embargo, con la llegada de la inteligencia artificial es posible predecir con mayor precisión los rendimientos y ajustar las expectativas de producción en consecuencia.
De esta forma, si un agricultor cultiva maíz en una región propensa a sequías, sería posible anticipar cómo afectará el rendimiento una temporada de lluvias escasa. El sistema analiza datos meteorológicos, las características del suelo, y los patrones de crecimiento del maíz en años anteriores para prever que la cosecha será un 30% inferior a la media. Con esta información, se puede sembrar una variante más resistente a la sequía o ajustar sus expectativas de venta.
Por otro lado, la IA también es capaz de predecir los precios futuros de las cosechas. En caso de que, por ejemplo, la demanda global de maíz aumente debido a una escasez global, el sistema de IA recomendará el almacenaje de parte de su cosecha en lugar de venderla inmediatamente, con la expectativa de que los precios aumenten en los próximos meses. Este tipo de decisiones estratégicas marcará una diferencia en los ingresos finales de una explotación agrícola.
Esta tecnología también permite la simulación de diferentes escenarios, lo que ayuda a los agricultores a tomar decisiones más informadas. Por ejemplo, si se decidiera plantar un nuevo cultivo el próximo año, la IA predice cuál sería el rendimiento bajo diferentes condiciones meteorológicas y de mercado, proporcionando una herramienta valiosa para planificar a largo plazo.
Oportunidades de inversión en agrotecnología
El avance de la IA en la agricultura abrió nuevas y emocionantes oportunidades. Las startups y empresas tecnológicas desarrollan soluciones innovadoras que ayudan a los agricultores a mejorar su productividad y eficiencia. Por ejemplo, startups que ofrecen un servicio de drones que también aplica pesticidas de manera selectiva en las áreas afectadas, reduciendo la cantidad de agroquímicos utilizados y, por ende, los costos y el impacto ambiental.
Otra área prometedora es el desarrollo de software de IA que analiza grandes cantidades de datos de cultivo. Estas plataformas facilitan la gestión de grandes explotaciones agrícolas, permitiendo tomar decisiones más informadas y reducir los costos operativos. Pero las aplicaciones de la tecnología no se reducen solo a sistemas inteligentes, sino también al ámbito de la maquinaria agrícola. Algunas empresas desarrollan tractores autónomos equipados con IA que pueden sembrar, cosechar y realizar otras tareas sin intervención humana.
Por último, pero no menos importante, la creación de soluciones de almacenamiento y gestión de datos. A medida que los productores recopilan más datos sobre sus operaciones, se necesita una infraestructura robusta para almacenar, procesar y proteger esta información. Empresas que ofrecen plataformas de gestión de datos seguros para la agricultura estarán bien posicionadas para captar este nicho en crecimiento.
Conclusión
La inteligencia artificial revoluciona la agricultura y permite a los productores optimizar sus operaciones, mejorar la eficiencia y adaptarse a los desafíos del futuro. Desde drones que monitorean la salud de los cultivos hasta algoritmos que predicen el rendimiento y los precios, la IA ofrece soluciones para un sector que debe producir más alimentos con menos recursos.
El futuro de la agricultura es inteligente, y quienes adopten estas tecnologías estarán mejor preparados para enfrentar los desafíos de la producción sostenible, mientras que los inversores que apuesten por estas soluciones estarán a la vanguardia de una de las revoluciones tecnológicas más importantes del siglo XXI.
Noticias locales: el país hoy.
El BCRA finalizó octubre con un saldo positivo notable, y en la última rueda del mes (la de hoy ya computa para el MULC de noviembre) registró compras netas por USD 158 M. De este modo, en el décimo mes del año acumuló compras por USD 1.628 M, marcando un récord absoluto (el último octubre comparable en compras fue en 2009, con un total de USD 1.476 M). Por otro lado, las reservas internacionales brutas aumentaron en USD 213 M, alcanzando los USD 29.879 M, el nivel más alto desde junio de este año.
El dólar oficial aumentó en $1 diario, llegando a $990,3. Así, la tasa efectiva mensual (TEM) de devaluación subió a 3,1%, frente al 1,3% registrado el martes. En las últimas cinco ruedas, la TEM corrió al 1,9%, mientras que en octubre se mantuvo en 2,0%.
Los dólares financieros operaron de forma mixta. El MEP (GD30) cayó 0,2% hasta los $1.133, mientras que el CCL subió 0,6% y se ubicó en $1.158. De esta manera, la brecha del MEP con el oficial se mantuvo en 15% y la del CCL subió a 17%.
En el universo de deuda en pesos, los bonos indexados experimentaron fuertes subas. Los bonos CER avanzaron un 1,5%, con alzas de hasta 5,8% en el tramo largo, mientras que los bonos dollar-linked también tuvieron una buena rueda, subiendo 1,4%. En contraste con semanas anteriores, esta vez la peor performance estuvo en la tasa fija: las lecaps perdieron 0,2% y el TO26 ganó apenas 0,1%
Los bonos soberanos en hard-dollar cayeron 0,8%, retrocediendo por segunda rueda consecutiva. Parece que el mercado “vendió con la noticia” tras el anuncio del gobierno sobre la anticipación de los fondos para el pago de capital de enero de 2025 por USD 2.700 M, similar a la estrategia implementada con los intereses. En consecuencia, el riesgo país subió 30 pb, ubicándose en 955 pb. Por su parte, los BOPREAL registraron una buena jornada, con un alza de 0,5% en dólares. Cabe destacar que, ayer, sus precios en 24 horas descontaron la amortización de USD 8,3 para la Serie 2 y el pago de cupones por USD 4,1 para los strips de la Serie 1.
Los contratos de dólar futuro operaron al alza y subieron en promedio un 0,3%. Las mayores subas se dieron en los contratos de enero, febrero, abril y mayo, todos en un 0,5%. De esta manera, la devaluación implícita se ubica en 2,7% mensual promedio hasta agosto del 2025.
El Merval profundizó su corrección a la baja, cayendo 0,8% en pesos y 0,2% en CCL, cerrando la rueda de ayer en USD 1.594. No obstante, registra una suba de 3,2% en pesos y 6,9% en dólares en las últimas cinco ruedas. Edenor (2,9%), Transener (2,7%) y Telecom (2,2%) fueron los papeles que más ganaron, mientras que Transportadora Gas del Sur (-3,4%), BBVA (-2,4%) —que corrigió su suba de 2,1% de la rueda anterior— y Banco Galicia (-1,8%) protagonizaron las mayores bajas.
Noticias globales: el mundo hoy.
Fue una jornada estable para el mercado estadounidense, tanto para la renta variable como para los bonos, mientras que el dólar a nivel global tuvo un leve retroceso y los commodities repuntaron impulsados por el petróleo. Los inversores procesaron otra ronda de ganancias corporativas, con especial foco en los resultados de las grandes empresas tecnológicas, en un contexto de publicaciones de datos económicos que indican que la actividad económica mantiene un ritmo sólido.
El S&P 500 cerró sin variación, el Dow Jones subió 0,2%, en tanto que el Nasdaq retrocedió 0,4%, arrastrado por la presión sobre los fabricantes de chips. Nvidia cayó un 0,9%, AMD un 10,6% debido a una guía débil, y Super Micro Computer un 32,7% (su peor jornada en más de seis años) tras la repentina renuncia de su auditor. Por otro lado, Alphabet subió un 2,8% gracias a un sólido crecimiento en su división de nube, alimentando el optimismo antes de los resultados de Meta (+0,2%), Microsoft (+0,1%), Apple (-1,5%) y Amazon (+1%).
Por su parte, los rendimientos de los bonos no mostraron grandes movimientos. La UST2Y subió 3 pb hasta 4,15%, mientras que la UST10Y bajó 2 pb, quedando en 4,26%. En este contexto, los índices de renta fija registraron un alza del 0,1% en la rueda, reflejando un leve incremento en la última semana, aunque acumulan una caída del 2,5% en el mes.
En cuanto a los datos económicos del día, destacó la publicación del PBI del 3Q24, que mostró un alza de 2,8% t/t, levemente inferior al 3,0% del 2Q24, aunque superando las expectativas del mercado y confirmando la fortaleza del consumo privado como motor del crecimiento. En detalle, el consumo privado se expandió un 3,7% t/t, casi 1 pp por encima del 2Q24 y siendo el ritmo más rápido desde el 1Q23, impulsado por un aumento del 6% t/t en el consumo de bienes –el doble que en el trimestre anterior– y un sólido 2,6% t/t en el gasto en servicios –frente al 2,7% t/t del trimestre anterior–. El consumo público también se aceleró, registrando un alza de 5% t/t –frente al 3,1% t/t en el 2Q24–, potenciado por el gasto en defensa, que subió un 14% t/t. Además, la contribución de las exportaciones netas fue menos negativa (-0,56 pp frente a -0,9 pp), con un incremento tanto en las exportaciones de 8,9% t/t –comparado con el 1% t/t del 2Q24– como en las importaciones, que crecieron 11% t/t –frente al 7,6% del trimestre anterior–. Por otro lado, los inventarios privados restaron 0,17 pp al crecimiento, después de sumar 1,05 pp en el segundo trimestre. La inversión fija moderó su expansión a un 1,3% t/t –frente al 2,3% en el 2Q24–, liderada por una caída en estructuras (-4% vs. 0,2%) y en inversión residencial (-5,1% vs. -2,8%), compensada por la inversión en equipamiento, que se aceleró (11,1% vs. 9,8%).
En cuanto a los indicadores de empleo, el ADP, que mide la contratación en empresas privadas, mostró que en octubre se agregaron 233.000 trabajadores a las nóminas, la mayor cantidad desde julio de 2023. Esto siguió a un aumento revisado al alza de 159.000 en septiembre y superó ampliamente las previsiones de 115.000. El sector de servicios añadió 211.000 puestos de trabajo, liderado por educación y salud (53.000); comercio, transporte y servicios públicos (51.000); ocio y hostelería (37.000); servicios profesionales y empresariales (31.000); e información (7.000). Por su parte, el sector productor de bienes sumó 22.000 empleos, principalmente en construcción (37.000) y en recursos naturales y minería (4.000), mientras que el sector manufacturero recortó 19.000 puestos.
Los commodities operaron al alza, impulsados por un aumento del 2% del petróleo hasta USD 68,6 el barril de WTI. Esto representa una recuperación del mínimo de siete semanas de USD 67,2 alcanzado en la sesión anterior debido a una reducción inesperada de las reservas estadounidenses, mientras los mercados continúan evaluando el riesgo geopolítico persistente. Datos recientes de la EIA mostraron que las existencias de petróleo crudo de EE. UU. cayeron en 515 mil barriles en la semana que finalizó el 25 de octubre, en contraste con las expectativas del mercado de un aumento de 2,3 M de barriles, alineándose con informes de la industria difundidos en la sesión anterior. Los precios también recibieron respaldo por la advertencia del jefe militar de Israel de atacar “muy duro” a Irán si este lanza otro ataque con misiles. Aun así, los precios del crudo se mantienen muy por debajo del máximo de octubre de USD 77 por barril. La menor demanda de combustible en China, debido a la desaceleración de productos manufacturados, ha llevado a las refinerías a enfrentar un exceso de oferta de crudo mientras encaran también el exceso de capacidad. Esto ha resultado en márgenes negativos para múltiples actores privados, pese a recibir petróleo a descuento desde Irán.
¿Cuánto durará esta ventana de oportunidad?
En julio de este año, cuando el tipo de cambio alcanzó máximos cercanos a los $1.500, el mercado buscó rápidamente coberturas en instrumentos dollar-linked, lo que generó una gran oportunidad para que las empresas se financiaran a tasas bajas. Durante junio y julio, se emitieron 24 Obligaciones Negociables denominadas en dollar-linked por un total de USD 1.064 M, con una tasa promedio de 2%.
En los meses siguientes, el tipo de cambio retrocedió y la inflación mostró un descenso notable, disminuyendo así la demanda de este tipo de instrumentos en el mercado. Sin embargo, en octubre, probablemente impulsados por los dólares ingresados al sistema a través del blanqueo, los instrumentos hard-dollar volvieron al centro de la escena.
En octubre se emitieron 19 Obligaciones Negociables hard-dollar en el mercado local (Ley argentina) por un total superior a USD 900 M, con una tasa promedio de 6,77%, considerablemente inferior a otras plazas (Ley Nueva York), que en el mismo período operaron a un promedio de 8,66%.
Este auge de emisiones incentivó a muchas empresas a explorar la posibilidad de ingresar al mercado de oferta pública. Sin embargo, ¿es demasiado tarde? ¿Cuánto tiempo más se extenderá este “veranito” de tasas en dólares?
Es difícil prever cuánto tiempo se extenderá esta oportunidad para la deuda en dólares. El blanqueo eventualmente finalizará y, con una posible salida del cepo, es probable que las tasas de las plazas locales y extranjeras converjan. Para entender mejor este contexto, podemos analizar los efectos que tuvo la salida del cepo a finales de 2015 en las emisiones hard-dollar. Al año siguiente de que el gobierno anunciara el fin del cepo cambiario, las emisiones hard-dollar casi duplicaron los montos: pasaron de USD 2.654 M a USD 5.026 M. Luego del gran 2016, continuó un 2017 destacado, marcando dos años consecutivos de crecimiento en las emisiones.
Este 2024 ha superado a 2017 en términos de monto emitido en dólares. ¿Se repetirá esta tendencia con la salida del cepo? No parece tan sencillo, ya que el blanqueo de este año ha sido clave, y además, la mayoría de las empresas cuentan con perfiles de vencimientos despejados. Todo dependerá de cuánta 'new money' decidan buscar estas compañías.
En cuanto a la tasa, es probable que una desregulación lleve el costo del financiamiento a converger con las tasas de las plazas extranjeras. En 2015, las tasas de las emisiones promediaron un 5%, mientras que en 2016, ya sin cepo, promediaron un 8%.
En conclusión, la salida del cepo podría generar un efecto de “sentimiento positivo” que incentivaría a muchas empresas a emitir en moneda dura. Las empresas deben estar preparadas para identificar y aprovechar las próximas oportunidades, manteniéndose en constante contacto con sus asesores financieros y analistas de mercado para optimizar sus decisiones en un entorno cambiante.