Noticias globales: el mundo hoy.
La fortaleza de los indicadores de actividad sigue presionando a los rendimientos del Tesoro, los que volvieron a operar al alza. La UST10Y registró un alza de 5 pb hasta 4,14. Esto repercutió negativamente en todos los índices de renta fija, que tuvieron otra jornada negativa. Los bonos del Tesoro cayeron un 0,2%, los Investment Grade un 0,4% y los emergentes un 0,5%.
El alza en los rendimientos de los bonos del Tesoro continuó brindando soporte al dólar DXY, que subió un 0,3% hasta 103,7, alcanzando su nivel más alto en seis semanas.
Sin grandes movimientos pero con tendencia al alza, las acciones americanas continúan estableciendo nuevos récords históricos, impulsadas por los buenos resultados financieros presentados. Los inversores evaluaron los últimos resultados corporativos, incluyendo a J&J, Verizon, P&G, Raytheon Technologies y United Airlines. La mejor actuación la tuvo el Nasdaq, que subió un 0,4%, seguido por el S&P 500 con un alza del 0,3%, mientras que el Dow Jones no logró mantenerse en el máximo y retrocedió un 0,3%, arrastrado por las acciones de 3 M que cayeron un 11% luego de que las previsiones de beneficios y ventas de la compañía para el año completo estuvieran por debajo de las expectativas del mercado.
También fue una buena jornada para el resto del mundo, excepto para Europa, que cayó un 0,3%. El índice de acciones globales, el MSCI, subió un 0,2%, destacándose los mercados emergentes que recuperaron parte de la pérdida de la jornada anterior y subieron un 0,9%, impulsados por China y Latam, que cerraron la jornada con ganancias del 3,8% y 1,8%, respectivamente.
Los commodities, con la excepción del petróleo que cayó un 1,1% y cerró en USD 74, tuvieron una jornada positiva. La soja repuntó un 1,3% y cerró en USD 455 la tonelada, mientras que el oro subió un 0,4% hasta USD 2.029 la onza.
En cuanto a los indicadores económicos, ayer se publicó que la confianza del consumidor en la zona del euro cayó hasta -16,1 en enero (vs -15 en el periodo anterior), por debajo de las expectativas (-14,3) y alejándose del máximo de cinco meses alcanzado en diciembre, según datos preliminares.
En los últimos 28 días, el CCL aumentó 36%; la inflación corrió en torno al 25%...
A fines de diciembre propusimos una cartera para inversores que se preguntaban cómo invertir sus pesos. Por su composición altamente dolarizada, la cartera se vio favorecida por la fuerte suba que tuvieron los dólares financieros. Con la brecha en 60%, creemos que es momento de desarmar posiciones en dólares y de recalibrar la cartera.
En los últimos 28 días, el CCL aumentó 36%; la inflación corrió en torno al 25%; los dollar-linked ganaron 27%; los bonos CER, 17,5%; los duales, 16,0% y el plazo fijo pagó una TEM de 9,0%. En este contexto, nuestra cartera en pesos recomendada en diciembre 2023 ofreció un rendimiento de 30,0%, apuntalada por su composición dolarizada en un 50%. En su momento, preferimos un alto componente en moneda extranjera dado que la brecha debajo del 20% lucía baja y la esperábamos en torno al 40%.
Un mes más tarde, la brecha es de 60% y los dólares financieros recuperaron el terreno perdido contra la inflación, luego del salto cambiario del 12 de diciembre de 2023. A estos precios, creemos que es un buen momento para desarmar posiciones en dólares y rotar hacia instrumentos en pesos (que pagan tasas en torno al 8,0% mensual).
La estrategia de vender dólares para invertir en pesos es conocida como carry trade. Con tasas en pesos en torno al 8,0% mensual y un crawling peg del 2,0% mensual para el dólar oficial, el factor determinante será que la brecha no aumente lo suficiente como para compensar estos 6 puntos de diferencia.
Existen varios factores por los cuales creemos que 60% es un techo para la brecha, y que de aquí en adelante debería seguir estable o incluso caer:
¿Qué instrumentos recomendamos para capitalizar el carry trade? Creemos que la clave radica en diversificar posiciones.
Así, en base a este análisis, recomendamos la siguiente cartera: conformada en un 25% por bonos dollar-linked, un 10% por bonos duales, un 25% por bonos CER, un 20% por bonos globales y un 20% por CCL.
Noticias locales: el país hoy.
En diciembre, el déficit primario fue del 1% del PBI y cerró en 2,7% en 2023, subiendo a 2,9% si se excluyen los ingresos extraordinarios. El Plan Platita empeoró el resultado en 1,4 p.p. y la sequía por 1,1 p.p. Por su parte, el déficit financiero de 2023 alcanzó el 6% del PBI. Por el lado de los ingresos, cayeron 20% i.a. en diciembre y 8% en el acumulado anual, por menor recaudación de retenciones (-58%) e impuesto a las Ganancias (-17%). Del lado del gasto primario, cayó un 6% real en diciembre, producto de jubilaciones (-19% i.a.), planes sociales (-46% i.a.) y obra pública (-40% i.a.). Por otro lado, los subsidios aumentaron un 95% real i.a. (indicando una fuerte caída en la cobertura).
Referido a la Ley Ómnibus, el gobierno envió al Congreso el texto con las devoluciones a las modificaciones que solicitó una parte de la oposición. Dentro de los cambios más relevantes sobresale: i. las retenciones a las economías regionales será cero; ii. se mantiene la fórmula previsional hasta el mes de abril; iii. respecto a las privatizaciones, se aceptó retirar a YPF de la lista, en tanto que para otras empresas públicas como Nucleoeléctrica, Banco Nación y ARSAT se estableció que el Estado solamente puede realizar una privatización parcial, debiendo mantener el control de la empresa; iv. las facultades delegadas serán sólo por un año con posibilidad de extender un año más (originalmente, se había pedido por dos años, prorrogables a dos, y con un espectro muy amplio de materias sobre las cuales decidir en “emergencia”).
Respecto a la Ley Ómnibus, el gobierno envió al Congreso el texto con las devoluciones a las modificaciones que solicitó una parte de la oposición. Dentro de los cambios más relevantes sobresale: i. las retenciones a las economías regionales serán cero; ii. se mantiene la fórmula previsional hasta el mes de abril; iii. en cuanto a las privatizaciones, se aceptó retirar a YPF de la lista, mientras que para otras empresas públicas como Nucleoeléctrica, Banco Nación y ARSAT se estableció que el Estado sólo puede realizar una privatización parcial, debiendo mantener el control de la empresa; iv. las facultades delegadas serán solo por un año, con posibilidad de extender un año más (originalmente, se había pedido por dos años, prorrogables a dos, y con un espectro muy amplio de materias sobre las cuales decidir en “emergencia”).
En el mercado cambiario, el sector agropecuario liquidó USD 31 M y el BCRA registró compras netas por USD 133 M. En lo que va de enero, la autoridad monetaria acumula compras por USD 2.363 M y USD 5.225 M desde que asumió Milei. Con estas operaciones, el stock de reservas internacionales aumentó en USD 66 M, alcanzando los USD 24.487 M, por lo que se incrementaron en USD 3.279 M desde el 10 de diciembre.
Durante la jornada de ayer, el dólar oficial aumentó un 0,2% hasta $821,5. Esto representa un ritmo de devaluación mensualizado de 2,1%, en línea con el 2,0% mensual que mantiene desde el salto devaluatorio del 12 de diciembre. Por otro lado, los dólares financieros operaron levemente al alza. El MEP con ledes subió 0,3% hasta alcanzar los $1.241, mientras que el CCL con ADRs trepó 0,2% hasta $1.313. De esta manera, sus brechas se sitúan en 51% y 60% respectivamente.
Los contratos de futuro de dólar lateralizaron. Las mayores subas se registraron en los contratos de febrero (+0,1%), marzo (+0,1%) y abril (+0,3%), mientras que las mayores caídas se registraron en los contratos de enero (-0,1%), junio (-0,1%) y julio (-0,3%), . De este modo, la devaluación implícita se ubica en el 1% hasta enero, en el 31% hasta abril y en el 75% hasta julio. Se operaron 121 miles de contratos, lo que significa un acumulado semanal de 1.343 miles. El interés abierto se incrementó en USD 16 M hasta un stock de USD 1.423 M, lo que significa un decrecimiento mensual del 1% y un decrecimiento anual del 55,9%.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una rueda mayormente positiva. Los bonos CER cedieron un 2,3%, mientras que las Lecer ganaron un 0,2%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró alcista en 4,1%. Por su parte, los bonos duales registraron una ganancia de 0,9% y los DLK marcaron una caída de 0,5%.
Los bonos soberanos en hard-dollar ganaron 2,7% impulsados por la presentación de la versión modificada de la Ley Ómnibus. Hubo una suba de 2,2% en los bonos ley Nueva York y una suba de 3,6% en los bonos ley Argentina. Así, acumulan una ganancia de 4,9% en lo que va del año. Las paridades promedian el 38.4% y el riesgo país cayó a 1.935 pbs.
Se operaron VNO 1.3 M (o USD 0,8 M) de Bopreal Serie 1 en BYMA. También se habrían operado aproximadamente VNO 12 M (USD 12 M) en el extranjero al mismo precio de USD 64.5, siendo este el precio promedio ponderado. Este precio permite comprar dólares a un valor de $1.273 vía licitación (3,1% por debajo del CCL) y a un valor promedio de $1.251, incluyendo el acceso al MULC y al CCL (4,8% por encima del CCL).
Noticias globales: el mundo hoy.
Buen arranque de semana para el mercado con ganancia conjunta de acciones y bonos. Respecto a los primeros, los principales índices accionarios de EE.UU. continuaron al alza y cerraron en nuevos récords históricos. El S&P subió 0,2%, el Nasdaq 0,1% y el Dow Jones 0,4%. A nivel sectorial, la mejor performance del día la tuvo el sector industrial con una ganancia de 0,8%, seguido por el sector tecnológico que subió 0,4% y se consolida como el motor del mercado en el arranque de 2024. Respecto a la renta fija, los rendimientos de los bonos del Tesoro tuvieron una leve caída –la USD T10Y cerró en 4,09% y la USD T2Y en 4,35%–, lo que le dio impulso a todos los índices de renta que tuvieron un alza de 0,2%, quebrando la tendencia bajista de la semana pasada.
Con el dólar operando prácticamente sin cambios, los commodities operaron mixtos. El petróleo subió 0,4% y cerró en USD 75 impulsados por las interrupciones de suministro-se agudiza el conflicto en medio oriente al tiempo que la empresa energética rusa Novatek detuvo las operaciones en su terminal de exportación del Mar Báltico debido a un incendio supuestamente causado por un ataque con drones- en un contexto de demanda fuerte. La soja subió 0,9% y cotiza en USD 450 la tonelada mientras que el oro cayó 0,4% y cerró en USD 2.020 la onza
A nivel global, la mejor performance del día la tuvo la bolsa de Japón, que subió 1,2% y cerró con un nuevo récord, mientras que los mercados emergentes volvieron a tener una jornada negativa con una caída del 0,9%, de la mano de la baja del 2,6% de China y del 1,7% en Latam. Diferente fue el caso de la renta fija, en el que los bonos emergentes lograron un alza de 0,1%.
Con el dólar operando prácticamente sin cambios, los commodities operaron mixtos. El petróleo subió 0,4% y cerró en USD 75, impulsado por las interrupciones de suministro –se agudiza el conflicto en Medio Oriente al tiempo que la empresa energética rusa Novatek detuvo las operaciones en su terminal de exportación del Mar Báltico debido a un incendio supuestamente causado por un ataque con drones–, en un contexto de demanda fuerte. La soja subió 0,9% y cotiza en USD 450 la tonelada, mientras que el oro cayó 0,4% y cerró en USD 2.020 la onza.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local.
Mientras que con el shock de tipo de cambio el Gobierno logró una buena recuperación de reservas internacionales, el frente político sigue abierto. La mitad del ajuste fiscal previsto para este año debe aprobarse en el Congreso y es aquí donde el gobierno tiene el mayor desafío. La suba de retenciones y la ley de movilidad de jubilaciones son los puntos más conflictivos para lograr acuerdo y también los que más incidencia tienen en las cuentas públicas. El mercado sigue expectante, pero la ansiedad va ganando terreno en un contexto en el que las tasas de interés reales siguen muy negativas y el Bopreal no termina de arrancar. En este contexto, saltaron los dólares financieros –la brecha cambiaria subió al 60%–, subió el Riesgo País y las acciones tuvieron un leve repunte. En la curva de pesos, todos los bonos operaron al alza, especialmente los ajustables por tipo de cambio y por inflación de mayor plazo. Las miradas de esta semana estarán en el Congreso donde el oficialismo apuesta a lograr media sanción de la Ley Ómnibus en la Cámara de Diputados, en un clima a pura tensión con presión de los gobernadores y con el primer paro de la CGT/PJ. También será importante la evolución de las compras del BCRA, la de la brecha cambiaria –creemos que llegó a un pico–, y cómo se va armando el mercado secundario de Bopreal, aspecto clave para que las próximas licitaciones sean exitosas. Entre los datos económicos se destacan la publicación del resultado fiscal y del balance cambiario de diciembre pasado.
Recuperando reservas. Con compras diarias que promediaron casi USD 160 M en la semana, las reservas aumentaron USD 441 M y mantienen la buena tendencia iniciada desde el salto cambiario del 13 de diciembre cuando ajustó el tipo de cambio –acumuló un alza de USD3.500 M–. Con la oferta del agro acorde con la estacionalidad del año –liquidaron USD 50 M por día–, la clave de esta performance fue la caída en la demanda de los importadores. Según nuestras estimaciones, la demanda de importadores seguiría sin tener una fuerte presencia debido al rezago para el acceso de divisas, en consonancia con caída de los flujos por la baja que está teniendo la actividad económica, a lo que se suma la limitación de los envíos de los proveedores ante la falta de pago por importaciones atrasadas. A medida que se vayan normalizando los pagos, el ritmo de compras se moderaría, aunque no impediría seguir acumulando reservas. Para que el BCRA cumpla con la meta con el FMI, será necesario lograr un amplio excedente comercial. Respecto a esto, los datos de diciembre de la balanza comercial devengada reflejaron la vuelta al superávit comercial –luego de nueve meses– a USD 1.000 M, con exportaciones creciendo 3,1% m/m e importaciones mostrando una sensible caída de 9,5% m/m, el cual sería mayor en términos de caja por los bajos valores aun de los pagos al exterior. Durante 2024, con la combinación de mejor cosecha y caída del nivel de actividad, prevemos que el superávit se mantenga, con pico durante el segundo trimestre del año que ayudaría a cumplir el objetivo para 2024 de USD 7.500 M de reservas, al cual vemos cumplible.
Competitividad en riesgo. El salto que tuvo el tipo de cambio nominal en diciembre último permitió que la competitividad del país medida con el TCRM alcance el nivel más alto desde 2018. Sin embargo, este “colchón” se va perdiendo rápidamente en un contexto en el que el BCRA mantiene un ritmo de devaluación del 2% mensual y con la inflación navegando por encima del 20% por mes. De este modo, si bien el nivel aún es alto, se acumula una caída de casi 17% del TCRM desde la devaluación, y de mantenerse este esquema podría volver al valor pre salto cambiario hacia fines de abril.
Brecha en máximos, ¿oportunidad de carry trade? Otra semana de fuertes subas en los dólares libres. El CCL trepó 14,7% hasta $1.306 y el MEP, 12,7% hasta $1.237 por lo que la brecha con el oficial se amplió a 60% y 51%. Una novedad es que el canje CCL/MEP (la prima por girar dólares al exterior) se elevó a 5,9%, cuando a principios de mes se encontraba en 0,4%. De este modo, el CCL acumula un fuerte aumento de 43% en 25 días, impulsado por un contexto de tasas reales negativas récord y poca demanda por el Bopreal. Así, en términos reales, se mantiene un nivel similar previo al salto cambiario (empató con la inflación) y creemos que es un buen momento para rotar posición hacia instrumentos en pesos (que pagan tasas mensualizadas en torno al 9,0%). Hay varios factores que nos hacen pensar que la suba del dólar perderá inercia en los próximos días: i) mientras más alta la brecha, mayor el atractivo de las licitaciones del Bopreal, ii) la oferta de pesos cae por las licitaciones del Tesoro, la licuación de saldos reales y la reducción del déficit fiscal, iii) la oferta de dólares aumenta y el BCRA mantiene fuertes compras, y iv) en última instancia el Gobierno cuenta con la herramienta de subir las tasas de política monetaria.
Presión en ROFEX. Quebrando la tendencia de las semanas previas, en la última, los contratos futuros subieron un 2,5% –los que vencen hasta junio subieron 0,9% en promedio, mientras que el resto subió 4,4%–, considerablemente por detrás de los dólares financieros y de los dollar-linked. Los precios descuentan que el dólar oficial seguirá funcionando como ancla nominal hasta fines de febrero. El contrato de dicho mes opera en $865, lo que significa una devaluación directa de 5,0% y un ritmo mensualizado de 4,0%. Con la inflación corriendo por encima del doble dígito, una devaluación tan baja implica demasiada apreciación cambiaria por lo que se abre una oportunidad de compra en el contrato de febrero. Esto no se extiende más allá de febrero: entre marzo ($960) y junio ($1.327) los precios marcan devaluaciones mensuales superiores a los dos dígitos de promedio 11,4%. Siguiendo con esta tendencia, los contratos de julio en adelante prevén subas del tipo de cambio en torno al 6,8% mensual.
El Bopreal no arranca. A pesar del alza en la brecha, fue muy baja la demanda en la licitación del bono para importadores Bopreal Serie 1. Se adjudicaron solamente USD 340 M, un 45% de los USD 750 M que apuntaba a colocar el BCRA. Sin un mercado secundario consolidado, los importadores siguen evitando suscribir hasta tener una idea certera de a qué precio podrán vender el instrumento. En este sentido, durante la rueda del viernes (posterior a la licitación) hubo un monto récord negociado de USD 3M a un precio promedio de USD 65,3. Esto deja un tipo de cambio implícito de $1.255, $50 más barato al CCL. En un comunicado posterior a la licitación, el BCRA dejó a entender que extenderá las licitaciones cuanto sea necesario para completar el cupo de USD 5.000 M.
Alta demanda en la Licitación del Tesoro. En la primera licitación del año, el Tesoro siguió aprovechando la alta demanda de los bancos y colocó $4,0 billones y consiguió financiamiento neto por $0,9 billones (roll-over de 129%). La colocación se repartió de forma bastante pareja entre la lecer a tasa fija de febrero –TEM 7,9% – , la lecer de mayo – TNA -108% – y el boncer a noviembre 2025 – TNA -19% –. En lo que va de la gestión Milei el Tesoro ha conseguido financiamiento neto por $4,3 billones, lo que significa un roll-over de 233%. La extensión de plazos de las colocaciones ha sido de 8,1 meses en promedio, un 41% ha sido a tasa fija y el 59% restante en instrumentos CER.
Sigue el rally de deuda en pesos. Otra semana de fuertes subas para la deuda en pesos, con todas las curvas comprimiendo para ajustarse a la menor tasa de referencia de 7,9% licitada por el Tesoro. Excluyendo activos con baja liquidez, los bonos dollar-linked subieron 9,6%, los bonos CER 8,0% y los duales, 6,3%. El incremento tuvo mayor fuerza en los activos de duración larga: los bonos ajustables por inflación con vencimiento posterior a 2024 aumentaron entre 11% y 27%, en tanto que el bono dollar-linked a 2025 trepó 13%. Desde el salto cambiario del 12 de diciembre, la carrera entre curvas se encuentra pareja: los bonos CER y los DLK subieron 45%, mientras que los duales quedaron algo rezagados con un retorno de 39%. Los diferenciales de tasas muestran un sendero de apreciación real hasta fin de año, sin sobresaltos cambiarios. Los precios descuentan una apreciación de 30% en términos reales hasta septiembre. Con la brecha en 50% y el crawling-peg corriendo al 2,0% m/m, el mercado puede comenzar a demandar cobertura contra una devaluación en marzo/abril para incentivar las liquidaciones. Recomendamos anticiparse a este fenómeno tomando posición en el bono dollar-linked a abril (TV24).
A la espera del Congreso. Los bonos soberanos tuvieron una semana levemente negativa al marcar una caída de 0,6% y quedaron por debajo de sus comparables emergentes. Con la brecha disparándose y la floja licitación del Bopreal, comienza a quedar claro que estabilizar la economía no será un desafío simple para el flamante gobierno. Las paridades siguen en torno al 37% y tienen mucho potencial alcista, pero necesitan que aparezcan buenas noticias. La aprobación rápida de la Ley Ómnibus puede ser un gran catalizador ya que servirá para corregir desequilibrios fiscales y será un fuerte respaldo a la gobernabilidad del Presidente Milei. La reacción de los bonos dependerá de cuán velozmente se trate la ley y de que se haga la menor cantidad de modificaciones en los artículos que apuntan a reducir el déficit fiscal (régimen jubilatorio, retenciones y privatización de empresas públicas). En términos relativos, nuestros favoritos siguen siendo el GD30 por su elevada TIR de 35% y el GD38 por su estructura legal más defensiva.
Lo que viene. Esta semana parece ser clave para la Ley Ómnibus. El bloque oficialista es consciente de la fragilidad parlamentaria, donde tienen tan solo 38 diputados. Con el apoyo de 41 del PRO y el de José Luis Espert. Faltarían unos 50 votos para conseguir la media sanción, que vendrían de la UCR y de la Coalición Federal. Parecería haber avances en este sentido, que vendrían de la mano de modificaciones en la movilidad jubilatoria, las retenciones y privatizaciones (principalmente YPF), entre las más relevantes. Resta ver la letra chica, pero esto podría tener implicancias en lo fiscal, tanto desde el lado de ingresos como de gastos, lo que podría complicar los objetivos del Gobierno y modificar también las expectativas del mercado, con implicancias de todo tipo (inflación, tipo de cambio, brecha). Esta semana también tendremos la publicación del déficit fiscal de diciembre, clave para entender la herencia del flamante gobierno, y esperamos novedades en torno al armado de un mercado secundario para el Bopreal. También se publica el balance cambiario de diciembre en el que notaremos el derrumbe de los pagos por importaciones y el ajuste de la demanda posdevaluación.
En la segunda semana del 2024, la devaluación se mantuvo en el 2,0% mensualizado...
En la segunda semana del 2024, la devaluación se mantuvo en el 2,0% mensualizado y los contratos subieron un 2,5% en promedio. Las mayores subas se registraron en septiembre (+4,8%), octubre (+4,6%) y julio (+4,5%).
La suba fue relativamente baja si la comparamos con la dinámica de la brecha (el CCL subió un 12%) y de los bonos dollar-linked (que subieron hasta un 13%). El aumento en la demanda por cobertura cambiaria puede explicarse por varios factores, como la inflación mayorista en un 54%, el contexto de tasas reales negativas récord o el fracaso en la licitación del Bopreal.
El contrato de febrero cotiza a $865 y marca una devaluación directa del 5,5% (4% mensualizada). A partir de ahí, los precios comienzan a reflejar crawling pegs superiores a los dos dígitos: 10,6% en marzo ($957); 12,3% en abril ($1.074), 11% en mayo ($1.192) y 10,3% en junio ($1.315). Finalmente, los precios señalan una devaluación promedio del 7,1% en el segundo semestre de 2024.
La curva de tasas (TNA) muestra una pendiente positiva que se empinó debido al encarecimiento relativo de los contratos largos. Enero rinde TNA 37%, febrero TNA 49%, marzo TNA 85% y abril TNA 111%. A partir de ahí, los rendimientos aumentan progresivamente hasta alcanzar un máximo de TNA 149% en septiembre.
El volumen operado sigue en mínimos: en la semana se comerciaron 1,3 millones de contratos. El interés abierto también continúa en mínimos desde principios del 2020: el viernes 19 de enero el interés abierto cerró en USD 1.407 M, una caída del 0% m/m y del 56% a/a.
Noticias locales: el país hoy.
Muy baja demanda en la licitación del bono para importadores Bopreal Serie 1 a pesar de la brecha en niveles máximos de la gestión Milei. Se adjudicaron solamente USD 340 M, un 45% de los USD 750 M que apuntaba a colocar el BCRA. El mercado esperaba que la demanda por el nuevo instrumento se despertara ante la disparada de la brecha en los últimos días, potenciada por la compresión que viene ocurriendo en la curva de bonos dollar-linked.
En el frente externo, el salto del tipo de cambio y la caída en el nivel de actividad se hicieron sentir en la balanza comercial que en diciembre volvió a ser positiva –desde febrero que no lo era–. Concretamente, el saldo comercial marcó un superávit de USD 1.018 M (similar a diciembre de 2022) y cerró el año con un déficit acumulado de USD 6.926 M (comparado con USD +6.923 M en 2022). Las exportaciones mostraron una merma del 13,8% i.a. en diciembre, explicada en partes similares por la caída de precios y de cantidades, donde se destacaron las caídas de las manufacturas agropecuarias (25,1% i.a.) y de productos primarios (16,9% i.a.). En el año, las exportaciones finalizaron con una caída del 24,5%, donde las cantidades cayeron un 16,4% i.a. –principalmente determinado por la baja de productos agropecuarios asociado a la sequía– y los precios un 10% i.a. Por el lado de las importaciones, en diciembre cayeron un 15,2% i.a., explicadas por menores cantidades (16,3%), donde se destacó la caída de los bienes de capital (34,3%). De este modo, cerraron el año con una contracción del 9,6% i.a. por la caída de precios del 6% i.a. y otro 4% i.a. en las cantidades.
El excedente comercial sigue siendo el principal determinante de la recuperación que vienen mostrando las reservas internacionales, de la mano de las compras de divisas que viene realizando el BCRA en el mercado cambiario. En la jornada de ayer, el sector agropecuario liquidó USD 54 M y el BCRA registró compras netas por USD 172 M. En lo que va de enero, la autoridad monetaria ha acumulado compras por USD 2.114 M, y en la gestión Milei, suma compras por USD 4.976 M. Por otro lado, el stock de reservas internacionales aumentó en USD 137 M, alcanzando los USD 24.300 M. Con esta información, las reservas acumulan un incremento de USD 3.092 M desde el 10 de diciembre.
Durante la jornada de ayer el dólar oficial aumentó un 0,1% hasta $819,3. Esto representa un ritmo de devaluación mensualizado de 2,3%, que se aceleró en comparación con el ritmo de 1,9% del miércoles. En lo que va de enero, la tasa efectiva mensual (TEM) es del 2,0%.
Los dólares financieros operaron de manera mixta. El MEP con ledes cayó un 0,2% hasta alcanzar los $1.213, mientras que el CCL con ADRs trepó un 0,7% hasta $1.281. De esta manera, sus brechas se sitúan en el 48% y 56% respectivamente.
Los contratos de futuro de dólar cayeron 0,2%. Las mayores caídas se registraron en los contratos de febrero (-0,6%), abril (-0,6%) y mayo (-0,5%). De este modo, la devaluación implícita se ubica en el 1% hasta enero, en el 32% hasta abril y en el 77% hasta julio. Se operaron 266 miles de contratos, lo que significa un acumulado semanal de 1.383 miles. El interés abierto se incrementó en USD 61 M hasta un stock de USD 1.406 M; lo que significa un crecimiento mensual de 2,6% y un decrecimiento anual de 53,8%.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una rueda mayormente positiva. Los bonos CER se incrementaron un 1,4%, mientras que las Lecer ganaron un 0,5%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró alcista en 3,8% y las Ledes no experimentaron fluctuaciones. Por su parte, los duales registraron una ganancia de 1,7% y los DLK marcaron una suba de 4,1%.
Los bonos soberanos en hard-dollar ganaron 0,6%, por una suba de 0,3% en los ley Nueva York y una suba de 1% en los ley Argentina. Así, acumulan una ganancia de 2,3% en lo que va del mes y de 2,3% en lo que va del año. De esta manera, las paridades promedian el 37,4% y el riesgo país se mantuvo en 1967 pbs.
Noticias globales: el mundo hoy.
Ante un mercado que viene previendo una política de recorte de tasas más fuerte, en la jornada de ayer la Fed mandó señales más agresivas. Bostic, presidente de la Fed de Atlanta, afirmó que no anticipa una baja de tasas hasta el 3Q24 y Waller recalcó que la fortaleza de la economía estadounidense da a las autoridades flexibilidad para actuar “cuidadosa y lentamente”. Estos comentarios siguieron dando impulso a los rendimientos de los bonos del Tesoro, que alcanzaron el nivel más alto desde el 12 de diciembre y redujeron las expectativas de un recorte de tasas para marzo –la probabilidad de que recorten la tasa bajó a 57% desde el 75%–. En este contexto, la UST2Y cerró en 4,36% y la UST10Y en 4,14%. En este contexto, los bonos del Tesoro anotaron una caída de 0,2%, idéntico resultado al que tuvieron los Investment Grade, mientras que los High Yield y Emergentes lograron cerrar con un alza de 0,2% y 0,1%, respectivamente.
Impulsado por los buenos resultados de las empresas tecnológicas, los mercados tuvieron una jornada mayormente positiva. En cuanto a las acciones, el S&P 500 tuvo la mejor jornada de la semana al marcar un alza de 0,9%, el Dow Jones 0,6%, mientras que el Nasdaq volvió a ser la estrella de la rueda con una alza de 1,4%. El buen desempeño de las tecnológicas se apoyó en Apple, cuyas acciones subieron un 4% después de que Bank of America las elevara a una calificación de compra, proyectando un alza de más del 20% en los próximos 12 meses. Además, las acciones de TSMC que cotizan en EE. UU. se dispararon un 10,08% tras la publicación de sólidos resultados corporativos por parte del productor de chips.
Los commodities cerraron con alzas generalizadas. Se destacó el petróleo que subió 2,1% hasta USD 74 el barril, continuando su tendencia alcista debido a las fuertes estimaciones de demanda tanto de la AIE como de la OPEP. La AIE revisó su proyección de crecimiento de la demanda de petróleo para 2024 a 1,24 millones de bpd, un aumento de 180.000 bpd y la OPEP mantiene su pronóstico de un crecimiento de la demanda de 2,25 millones de bpd en 2024, con una fuerte expectativa de crecimiento de 1,85 millones de bpd en 2025. Los riesgos geopolíticos en Medio Oriente -los ataques de militantes hutíes en el Mar Rojo obligaron a desviar cargamentos, aumentando los tiempos y costos de los viajes- y las perturbaciones en la producción estadounidense ante la ola de frío impulsaron aún más el aumento de precios. El oro subió 0,8% y cerró en USD 2.022 la onza mientras que la soja tuvo un respiro y logró un alza de 0,6% hasta USD 445 la tonelada.
En EE.UU., el número de nuevas solicitudes de prestaciones por desempleo cayó a 187.000 (16.000 menos que la semana previa), la menor cantidad desde septiembre de 2022 y muy por debajo de las expectativas (207.000). Las solicitudes continuas cayeron en 26.000 a 1.806.000 en la semana anterior, la menor cantidad desde octubre de 2023, lo que subraya la rigidez histórica del mercado laboral estadounidense, agregando margen para que la Reserva Federal prolongue su postura firme hasta el segundo trimestre, si es necesario, para reducir la inflación.
En tanto, el índice manufacturero de la Reserva Federal de Filadelfia subió 2,2 puntos hasta -10,6 en enero (comparado con -12,8 en diciembre), pero resultó peor que las estimaciones del mercado (-7). En el último año, solo en agosto de 2023 el índice mostró un valor positivo.
Por su parte, los permisos de construcción aumentaron un 1,9% a una tasa anual ajustada estacionalmente de 1,495 millones en diciembre, revirtiendo parcialmente la caída del 2,1% de noviembre y superando las expectativas de mercado (1,48 millones).
Ante el escenario crítico de las reservas internacionales se enfatiza desde el gobierno...
Ante el escenario crítico de las reservas internacionales se enfatiza desde el gobierno y desde el FMI la necesidad de recuperar divisas para dar estabilidad financiera y monetaria con el fin de liberar el acceso al mercado cambiario. La devaluación, sumado al rezago de acceso a divisas para los importadores, mostró buenos resultados en el corto plazo al permitir recuperar reservas internacionales. Esperamos que con el elevado superávit comercial el objetivo de recuperar reservas sea cumplible. Los riesgos de volver a atrasar el tipo de cambio, aumentar la brecha o perder credibilidad en el esquema fiscal podrían complicar este panorama.
Uno de los puntos clave del acuerdo retomado con el FMI es la acumulación de reservas internacionales por USD 10.000 M desde la asunción en la presidencia de Javier Milei hasta fines de 2024, buscando resolver la grave problemática del actual nivel que en términos netos se encuentra en valores negativos cerca de los USD 8.000 M.
La mala dinámica de las reservas internacionales es un comportamiento que se repite en Argentina y las sucesivas crisis económicas siempre tienen repercusión en las arcas del BCRA. La incapacidad de acumular sostenidamente divisas termina en períodos inflacionarios y/o de bajo crecimiento que desincentivan la generación de divisas y exacerban la demanda. El año 2023 fue un fiel reflejo de esto al marcar una enorme pérdida de reservas –unos USD 21.500 M– donde a la menor entrada de divisas en la balanza comercial (USD 11.854 M vs USD 21.817 en 2022), producto de la sequía y de importaciones sostenidamente altas, se le sumaron los pagos netos al FMI (USD -8.000 M vs USD +5000 M en 2022) y más pagos de intereses (USD +2.000 M vs 2022), entre otras cosas. De este modo las reservas internacionales finalizaron el año cerca de los USD 23.000 M, pero las netas se ubicaron en terreno negativo por encima de los USD 8.700 M.
Luego del salto cambiario de mediados de diciembre, la dinámica cambió radicalmente: pasó de una venta diaria promedio del BCRA de USD 111 M los primeros días de diciembre (previo a la corrección del tipo de cambio) a una compra diaria promedio de USD 239 M en el resto del mes. De este modo, desde el 13 de diciembre se acumulan más de USD 4.400 M de compras por parte el BCRA y un incremento de las reservas de más de USD 3.000 M. Pero este saldo positivo reciente se caracterizó por una demanda llamativamente baja (por el rezago de acceso a las divisas que se iría normalizando durante la segunda quincena de enero), por lo que se esperaría que en los próximos meses (hasta la entrada de la cosecha) las compras desaceleren.
Para 2024 se estima que las reservas podrían aumentar casi USD 8.000 M que, sumado a los USD 2.000 acumulados en diciembre, se acercarían al valor objetivo establecido con el FMI. Esta acumulación en 2024 estaría concentrada más del 85% en el primer semestre del año y en particular en el primer cuarto del año (con desembolsos netos positivos del FMI y balanza comercial muy positiva por rezago de importadores). Luego, la segunda parte del año, con la cosecha ya con menos ritmo y las importaciones creciendo luego de haber tocado piso el segundo trimestre, se esperarían incrementos mucho más leves.
La cuenta corriente mostraría en el año un superávit de casi USD 5.000 M (vs déficit de casi USD 5.000 M en 2023), explicado por la mejora de la balanza comercial y de servicios, y atenuado por mayores salidas de intereses y utilidades y dividendos. Con la reversión de la mala cosecha las exportaciones estarían aportando cerca de USD 17.000 M extra en 2024; los productos primarios y las manufacturas de origen agropecuario tendrían una incidencia de cerca del 85% en este incremento. Esto elevaría la balanza comercial a unos USD 20.000 M (USD +8.000 M vs 2023), con el monto pagado por importaciones creciendo (por la normalización de sus pagos – el año pasado se pagó aproximadamente solo el 65%). En tanto, la corrección cambiaria tendría efectos también en la cuenta de servicios, la cual reduciría su déficit a cerca de la mitad (USD +3.500 M vs 2023), con menores importaciones y mayores exportaciones, dados los nuevos precios.
Por otro lado, la cuenta financiera sumaría en el año casi USD 3.000 (vs USD -17.000 M en 2023), donde el saldo positivo con el FMI y Organismos Internacionales llegaría a un valor cercano a USD 7.000 M (vs unos USD -3.500 M en 2023) y mayores ingresos de divisas por inversión extranjera directa y de portafolio por casi USD 2.500 M (vs USD 900 M en 2023), explicarían buena parte de esta mejora.
No obstante, y como develan los números, el escenario no es optimista y está sujeto a diferentes riesgos latentes que podrían complicar el proceso de acumulación:
Noticias locales: el país hoy.
Los precios mayoristas mostraron un fuerte incremento en diciembre, superando ampliamente el dato del IPC. El índice de precios internos al por mayor – IPIM – mostró un alza del 54% m/m, donde los productos nacionales aumentaron un 51,1% m/m, mientras que los importados subieron más del 80,6% m/m. De este modo, marcó una variación de 276,4% i.a. (vs. 211% i.a. de subida del IPC). Esto añade inercia a los precios durante los próximos meses.
En el mercado cambiario, el BCRA registró compras netas por USD 208 M. En lo que va de enero, la autoridad monetaria ha realizado compras por USD 1.942 M; mientras que en la gestión de Milei acumula compras por USD 4.804 M. Por otro lado, el stock de reservas internacionales aumentó en USD 194 M, llegando a los USD 24.163 M. Con esta información, las reservas acumulan un incremento de USD 2.955 M desde el 10 de diciembre.
Durante la jornada de ayer, el dólar oficial aumentó un 0,1%, llegando a $818,7. Esto significa un ritmo de devaluación mensualizado del 1,8%, algo por debajo del ritmo de TEM del 2,0% que ha mantenido desde el salto cambiario del 12 de diciembre.
Los dólares financieros operaron fuertemente al alza. El MEP con ledes subió un 4,3%, alcanzando los $1.215, mientras que el CCL con ADRs trepó un 4,4%, llegando a $1.272. De esta manera, sus brechas se sitúan en un 48% y un 55% respectivamente.
Los contratos de futuro de dólar subieron un 1,4%. Las mayores subas se registraron en los contratos de octubre (+4,4%), julio (+3,6%) y noviembre (+1,4%). De este modo, la devaluación implícita se ubica en el 1% hasta enero, en el 33% hasta abril y en el 77% hasta julio. Se operaron 471 miles de contratos, lo que significa un acumulado semanal de 1.378 miles. El interés abierto se incrementó en USD 109 millones hasta un stock de USD 1.346 M; lo que significa un crecimiento mensual de 0,1% y un decrecimiento anual de 55,9%.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una rueda mayormente positiva. Los bonos CER cedieron un 0,6%, mientras que las Lecer ganaron un 0,2%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró alcista en 0,9% y las ledes experimentaron un alza de 0,2%. Por su parte, los duales registraron una ganancia de 1,5% y los DLK marcaron una suba de 3,5%.
Los bonos soberanos en hard-dollar perdieron un 0,9%, por una caída de 1,4% en los ley Nueva York y una caída de 0,1% en los ley Argentina. Así, acumulan una ganancia de 1,7% en lo que va del mes y de 1,7% en lo que va del año. De esta manera, las paridades promedian el 37,2% y el riesgo país se mantuvo en 1945 puntos básicos.
El S&P Merval logró la mayor suba en más de un mes, avanzando un 5,1% hasta las 1.112.204 unidades en pesos, aunque cayó un 0,8% en dólares debido a la suba de los dólares financieros. Las acciones del panel líder operaron con subas generalizadas. Los principales avances del día fueron registrados por Banco Macro (+14,2%); Transener (10,2%) y Telecom (9,1%). En Nueva York, las acciones argentinas operan con mayoría de subas. Los papeles que más avanzan son los de Banco Macro (+5,7%); Grupo Supervielle (+3,4%) y BBVA (+1,8%).
Noticias globales: el mundo hoy.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro cotizaron al alza. La UST10Y subió 4 pb a 4,11%, mientras que la UST2Y ganó 14 pb a 4,37%. Los índices de renta fija tuvieron una baja promedio de 0,4%, con los Investment Grade retrocediendo 0,3%, los bonos emergentes subiendo 0,5% y los High Yield un 0,6%.
Las acciones estadounidenses ampliaron sus pérdidas el miércoles, con el S&P 500 cayendo un 1%, el Dow Jones un 0,5% y el Nasdaq fue el más castigado con una baja del 1,3%, mientras los operadores continúan reajustando sus apuestas de recortes de tasas y asimilando nuevos datos económicos mientras esperan más comentarios de funcionarios de la Fed.
Los sectores de tecnología (-1%), Real Estate (-2,8%) y el consumo discrecional (-1,5%) fueron los sectores con peores resultados. Las megacaps, incluidas Microsoft, Apple, Amazon y Nvidia, perdieron más del 1%, y Tesla perdió un 2,5% después de reducir los precios de sus automóviles Modelo Y en Alemania. Las empresas chinas que cotizan en Estados Unidos, como Alibaba (-2,3%), también estuvieron bajo presión debido a los decepcionantes datos de crecimiento del PBI del 4T23 de China. Mientras tanto, la temporada de presentación de resultados continúa con las acciones de Charles Schwab cayendo casi un 7% después de que la empresa informara de una caída de sus beneficios.
En cuanto a los commodities, el oro perdió un 1,1%, cerrando en USD 2.004 la onza. El WTI redujo sus ganancias en un 0,3% para cotizar en USD 72,3 por barril debido a las preocupaciones sobre la demanda futura ante el dato de crecimiento económico de China en el 4Q23, menor al esperado. Por último, la soja bajó un 1,7%, situándose en USD 443 por tonelada. Por su parte, el US Dollar Index avanzó un 0,1%, alcanzando 103,5, máximos de un mes.
En cuanto a los datos económicos, las ventas minoristas en EE. UU. aumentaron nominalmente un 0,6% m/m en diciembre (vs. 0,3% m/m en noviembre), superando las expectativas de un 0,4% m/m. Se trata del mayor aumento en tres meses, liderado por las ventas de automóviles (+1,2%). Así, aumentaron un 5,6% i.a., la mayor suba en once meses, tras un aumento revisado a la baja del 4% interanual en noviembre. Por su parte, la producción industrial aumentó un 0,1% m/m en diciembre, superando las expectativas del mercado de que no habría crecimiento. De este modo, tuvo un aumento del 1% i.a., el mayor aumento desde enero y tras una caída del 0,6% i.a. en noviembre.
Referido a datos económicos de Europa, la inflación en la zona del euro fue del 0,2% m/m en diciembre (vs. -0,6% previo). Así, se confirmó el 2,9% i.a. en diciembre, frente al mínimo de más de dos años del 2,4% observado en noviembre. También marcó el primer repunte de la inflación desde abril, impulsado principalmente por efectos de base relacionados con la energía.
En tanto, el índice de precios al consumidor en el Reino Unido aumentó un 0,4% m/m en diciembre (vs. -0,2% previo), superando las previsiones del mercado (0,2%). De este modo, aumentó inesperadamente al 4% i.a., desde un mínimo de casi dos años del 3,9% en noviembre. Se trata del primer aumento de la tasa de inflación interanual en diez meses, y la mayor contribución al alza proviene de los precios del alcohol y el tabaco (12,9% frente a 10,2%), debido principalmente al aumento de los impuestos sobre el tabaco y al ocio y la cultura (5,7% frente a 5,3%). Por su parte, la tasa de inflación subyacente se situó en el 5,1% i.a., ligeramente por encima de las previsiones del mercado del 4,9 por ciento.
Finalmente, las ventas minoristas en Brasil aumentaron un 0,1% m/m en noviembre, tras una disminución del 0,3% m/m en el mes anterior, igualando las previsiones del mercado. Se observaron tasas positivas en seis de las ocho actividades encuestadas. En términos interanuales, las ventas minoristas crecieron un 2,2%, después de un aumento del 0,2% en octubre.
La Comisión de Bolsa y Valores de E.E.U.U. anunció la habilitación de la creación de ETFs de Bitcoin
La Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) anunció la habilitación de la creación de ETFs de Bitcoin. Este avance en la integración de las nuevas tecnologías en los mercados financieros tradicionales resulta un hito histórico dado que no sólo abre las puertas a inversores institucionales para acceder a este instrumento, sino que brindará mayor liquidez, transparencia y credibilidad al mercado de criptomonedas. Esto último, incluso, generará probablemente un impacto significativo en la percepción general del Bitcoin y otras criptomonedas por parte de inversores privados más conservadores.
Si consideramos al Bitcoin como una nueva clase de activo en el marco de un mercado regulado, resulta esencial estudiar su comportamiento en comparación con las clases de activos más tradicionales de los mercados financieros, ya que ahora podría ser incluido en un portfolio global. Por ende, nos propusimos estudiar la correlación del Bitcoin contra las principales clases de activos que solemos utilizar en un portfolio. En el siguiente ejercicio, calculamos la correlación rolling de 1 año entre el Bitcoin y las distintas clases de activos. En el siguiente gráfico, analizamos el rango del coeficiente de correlación observado del Bitcoin contra las clases de activo, el promedio y el valor actual. Esto es lo que vemos:
En resumen, los resultados sugieren que el Bitcoin puede ser un activo que aporte valor a los portfolios tradicionales. La correlación con las diversas clases de activo puede variar significativamente, por ende hay que estudiarla constantemente, ya que de esa forma se puede aprovechar los movimientos para aportar cobertura o para amplificarlos. Sin embargo, es importante destacar que el Bitcoin es un activo no apto para todos los inversores debido a su alta volatilidad, que es notablemente superior a la de los mercados tradicionales. Por ende, los inversores deben ser conscientes y entender el activo en el que invierten.
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En la primera rueda con liquidez significativa para el Bopreal Serie 1, se operaron 200.000 VNO (o USD 130.000) a un precio promedio ponderado de USD 65,1. Este precio se encuentra dentro del rango esperado por el mercado. Esto permite comprar dólares a un valor de $1.255 vía licitación (3,1% por encima del CCL) y a un valor promedio de $1.221 incluyendo el acceso al MULC y al CCL (0,3% por encima del CCL).
En el mercado cambiario, el BCRA registró compras netas por USD 217 M. En lo que va de enero, la autoridad monetaria adicionó compras por USD 1.734 M; en tanto en la gestión Milei acumula compras por USD 4.596 M. Por otro lado, el stock de reservas internacionales se redujo en USD 27 M hasta los USD 23.969 M. Con esta información, las reservas acumulan un incremento de USD 2.761 M desde el 10 de diciembre.
El dólar oficial aumentó diariamente un 0,1% hasta $818,2. Esto significa un ritmo de devaluación mensualizado de 1,9%, en línea con el crawling peg que mantiene desde el 12 de diciembre. Por su parte, los dólares financieros tuvieron un importante rebote. El MEP con ledes subió un 3,8% hasta alcanzar los $1.165, mientras que el CCL con ADRs trepó un 4,3% hasta $1.218. De esta manera, sus brechas se sitúan en un 42% y un 49% respectivamente.
Los contratos de futuro de dólar subieron un 2,0%. Las mayores subas se registraron en los contratos de junio (+4,3%), septiembre (+3,4%) y agosto (+3,3%). De este modo, la devaluación implícita se ubica en el 1% hasta enero, en el 32% hasta abril y en el 71% hasta julio. Se operaron 213 mil contratos, lo que significa un acumulado semanal de 1.150 miles. El interés abierto se incrementó en USD 1 M hasta un stock de USD 1.237 M; un decrecimiento mensual del 6,9% y anual del 58,8%.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una rueda mayormente positiva. Los bonos CER aumentaron un 3,7% en promedio, si excluimos la caída del 31% del TX25 (un bono CER con poquísima liquidez y que operaba en niveles anormalmente caros). Mientras que las Lecer ganaron un 0,2%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró bajista en un 1,7% y las ledes experimentaron un alza de un 0,1%. Por su parte, los duales registraron una ganancia de un 0,7% y los DLK marcaron una suba de un 2,3%.
Los bonos soberanos en hard-dollar perdieron un 0,3%, sin variaciones en los ley Nueva York pero con una caída de un 0,7% en los ley Argentina. Así, acumulan una ganancia de un 2,6% en lo que va del año y las paridades promedian el 37,6%. El riesgo país aumentó a 1.921 puntos base.
En una jornada marcada por el viaje del presidente Javier Milei al Foro de Davos y la discusión de la ley ómnibus en el Congreso, el Merval terminó la segunda rueda de la semana con una caída del 1% y una baja del 0,1% en dólares, alcanzando los USD 891. Las principales subas del día en el panel líder son para Banco Macro (+2,6%), Transportadora de Gas del Norte (+2,4%) y Edenor (+1,5%). Por otra parte, las bajas las lideran Aluar (-5%), Ternium (-3,6%) e YPF (-3,1%). En Nueva York, las acciones argentinas operan con bajas generalizadas del 2% en promedio, lideradas por YPF (-6,4%), Edenor (-4,5%) y Banco BBVA (-3,5%). Solo sube Central Puerto (+3,6%).
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Los tres principales índices estadounidenses cerraron en números rojos en la sesión del martes, con el S&P 500 y el Nasdaq cayendo un 0,5% y 0,2%, respectivamente, y el Dow Jones perdiendo un 0,8%. La confianza de los inversores se vio afectada por el aumento de los rendimientos y los comentarios del miembro de la Fed, Waller, sugiriendo que podrían no recortar las tasas de interés tan agresivamente como se esperaba inicialmente. También enfatizó el estado positivo de la actividad económica y los mercados laborales, afirmando que no hay urgencia para recortes rápidos de las tasas.
En cuanto a los balances presentados, Goldman Sachs registró beneficios e ingresos optimistas, con un aumento del 51% i.a. en las ganancias del 4Q23. Así, la acción subió un 0,25%. Por otra parte, las acciones de Morgan Stanley (MS) cayeron hasta un 4% después de registrar una ganancia trimestral impactada por un cargo único de USD 535 M. Igualmente, los ingresos del 4Q23 del banco superaron las expectativas de Wall Street. Mientras tanto, Apple enfrentó una caída del 1% después de ofrecer descuentos para el iPhone en China. Las acciones de Boeing se desplomaron un 7,7% después de que Wells Fargo rebajara la calificación de la compañía, en medio de problemas continuos con el modelo 737 Max 9. Nike también contribuyó a la caída de las acciones de primera línea, hundiéndose un 3,2%.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro cotizaron al alza. La UST10Y subió 12 pb a 4,07%, mientras que la UST2Y ganó 10 pb a 4,23%. Los índices de renta fija tuvieron una baja promedio del 0,8%, con los Investment Grade retrocediendo un 1,1%, los bonos emergentes subiendo un 0,9% y los High Yield con un 0,5%.
En cuanto a los commodities, el oro perdió un 1,2%, cerrando en USD 2.028 la onza. El WTI redujo sus ganancias en un 0,4% para cotizar en USD 72,4 por barril. Por último, la soja ganó un 1,7%, situándose en USD 450 por tonelada. Por su parte, el US Dollar Index avanzó un 0,9%, alcanzando 103,3.
Referido a los indicadores económicos, el indicador de sentimiento económico ZEW para la zona del euro bajó 0,3 puntos hasta 22,7 en enero, superando las previsiones del mercado (21,9). El 37,2% de los analistas encuestados esperaba una mejora de las condiciones económicas, el 48,3% esperaba estabilidad y el 14,5% preveía un deterioro. En el caso de la mayor economía de Europa, Alemania, el indicador aumentó nuevamente (2,4 puntos) hasta alcanzar 15,2, superando las expectativas del mercado (12). Esto representa la lectura más alta desde febrero, lo que indica un cambio optimista en las expectativas económicas, donde más de la mitad de los encuestados anticipan recortes de las tasas de interés por parte del BCE en la primera mitad del año.
Por su parte, la inflación en Alemania fue del 0,1% m/m en diciembre, confirmando las estimaciones preliminares y del mercado y tras una deflación del 0,4% en noviembre. Así, se derivó en un 3,7% i.a. (promedio del 5,9% en 2023), superando el mínimo de noviembre (3,2%). La principal presión alcista provino del aumento de los precios de la energía (+4,1% frente al -4,5% en noviembre).
En tanto, la tasa de desempleo ajustada en el Reino Unido se mantuvo sin cambios en 4,2%, en línea con las expectativas del mercado.
En 2023, la economía global tuvo una buena performance, con una leve moderación del crecimiento y desaceleración de la inflación. El fuerte ajuste de las tasas de interés, que arrancó en 2022 y siguió hasta mediados de ese año, finalmente parece haber hecho efecto sobre la dinámica de los precios, con la ventaja de que lo hizo mientras la actividad seguía creciendo. Si bien la inflación sigue estando por encima de los objetivos de la política monetaria, la desaceleración que tuvo en la segunda mitad del año le dio argumento a los bancos centrales para que den por concluido el ciclo de subas. El optimismo sobre el devenir de la política monetaria más que compensó los riesgos por los eventos políticos y geopolíticos que afectaron a la economía global durante 2023, y los mercados cerraron el año con una muy buena performance en acciones y, en menor medida, en bonos. Arranca un 2024 con el desafío de consolidar la tendencia, y para ello será importante que la economía global continúe con el soft-landing, permitiendo que la inflación vaya convergiendo al nivel pre-pandemia sin recesión. En este sentido, será clave la actuación de la Fed, que promete bajar la tasa de referencia en un contexto en el que la economía americana no da señales de moderación y con la inflación mostrando cierta resistencia. El mercado actuó rápidamente y se muestra con gran optimismo, previendo un ajuste monetario mucho más rápido y agresivo. Con este marco de fondo, mantenemos nuestra visión cautelosamente optimista para este año y no modificamos la estructura de nuestras carteras globales, en las que preferimos mantener la diversificación sectorial, con un sesgo hacia los sectores defensivos, mientras que para la renta fija preferimos la parte corta de la curva.
Crecimiento y desinflación. En 2023, la economía global habría crecido un 3,1% i.a., levemente por debajo del crecimiento de 2022. Esta desaceleración fue casi exclusivamente explicada por la Eurozona que, tras marcar una expansión del 3,5% i.a. en 2022, el año pasado apenas habría crecido un 0,6% i.a., incluso con una probable revisión a la baja cuando se confirmen los datos del 4Q23. Por el contrario, el resto de las economías aceleró su crecimiento, entre las que destacamos a EE. UU. –que creció un 2,5% i.a. versus el 1,9% en 2022– y a China, que ya sin las restricciones contra el Covid-19 de 2022, logró un crecimiento del 5,5% i.a., 3 pp más que en 2022. En cuanto a la inflación, en 2023 continuó con el sendero descendente y habría cerrado el año en el 7,4% i.a., alejándose del 9,2% i.a. de 2022, con un comportamiento muy similar entre países emergentes y desarrollados. Pese a esta baja, la inflación sigue estando muy por encima de la que había previa a la pandemia, y la gran mayoría de los países muestran subas de precios que superan el objetivo de política monetaria. Anticipándose a la tentación de flexibilizar la política monetaria, tanto el FMI como el BM sugieren mantener el sesgo contractivo de la política monetaria, pues de esa manera evitarán rebrotes al tiempo que dejarán las bases para un crecimiento más estable en el mediano plazo. Con este marco de fondo, para este año se espera que el PBI continúe moderando el ritmo de crecimiento –sería del 2,9% i.a., y se cumpliría el lustro con un alza promedio del 2,2% anual, el más bajo de las últimas tres décadas–. Vale destacar que la moderación del crecimiento es generalizada, entre las que se destacan la de EE. UU. –que este año crecería sólo un 1% i.a.– y la de China –que crecería menos del 4,9% i.a.–, en tanto que la inflación continuaría cediendo hasta el 6% i.a.
La recesión que nunca llegó. En 2023, EE. UU. trajo una gran sorpresa positiva, lejos de entrar en recesión o estancarse, mostrando un muy buen dinamismo en el nivel de actividad, con pleno empleo y una inflación en descenso. Concretamente, se estima que en el 4Q23, la actividad habría crecido un 2,2%, y en todo el 2023, el PBI habría marcado una expansión del 2,5% i.a., 50 pb más que en 2022. El buen desempeño del nivel de actividad se apoyó en casi todos los componentes de la demanda agregada, entre los que se destacaron el consumo privado, que mantuvo el buen dinamismo gracias a la combinación de crecimiento en la masa salarial –salarios y empleo– y una menor tasa de ahorro, y por el consumo público, cuya contrapartida fue un aumento del déficit fiscal y de la deuda pública.
Continúa el pleno empleo. En un contexto de crecimiento, el mercado laboral de EE. UU. continúa mostrando una gran fortaleza. En diciembre de 2023, se crearon 216 mil nuevos puestos de trabajo no agrícolas, superando las expectativas del mercado que esperaban 170 mil, lo que representa una importante aceleración respecto a octubre y noviembre, cuando se crearon 105 mil y 173 mil empleos, respectivamente. La mejora se apoyó en el empleo privado, que sumó 164 mil nuevos empleos en el último mes de 2023, en contraste con los 44 mil de octubre y los 136 mil del mes previo. Aunque el empleo agrícola tuvo una contracción de casi 900 mil empleos, la Población Económicamente Activa (PEA) cayó en 677 mil personas, por lo que prácticamente no aumentó la cantidad de personas desocupadas. Así las cosas, la tasa de desempleo cerró el año en 3,7%, levemente por encima del cierre de 2022, cuando había marcado 3,5%. En este contexto de una tasa de desocupación históricamente baja, los salarios aceleraron su marcha y en diciembre marcaron un alza de 0,44% m/m, acumulando en el año una ganancia de 4,1% i.a., por lo que siguieron ganando poder de compra.
La inflación baja, pero la lucha continúa. En diciembre, el IPC de EE. UU. registró un incremento de 0,3% m/m, el mayor aumento en tres meses y levemente por encima de las previsiones. La aceleración respecto a noviembre se concentró en los precios de la energía, que subieron un 0,4% m/m en contraste con la caída del 2,3% m/m en noviembre, en los precios de salud que aumentaron un 0,7% m/m, y en los precios de vivienda que registraron un alza del 0,5% m/m. Como resultado, la tasa de inflación anual aceleró al 3,4% –en comparación con el 6,5% en 2022–, con los precios de los bienes subiendo un 0,1% i.a., mientras que los precios de los servicios –sin energía– lo hicieron al 5,4% i.a. La misma tendencia mostró el IPC Core, que registró un alza de 0,3% m/m en diciembre y acumuló en el año un aumento del 3,9%. Con esta performance, si bien la inflación moderó su ritmo en 2023, quedó bastante por encima del objetivo de la Fed. Lo que impidió que la inflación bajara más rápido fue el componente de vivienda del IPC, que contrario a las expectativas en 2023, subió un 5,4% i.a. De hecho, el IPC Super-Core, que excluye los precios de energía, alimentos y vivienda, cerró el año con un incremento del 2,2% i.a., lo que hace que los inversores apoyen su optimismo en que en 2024 la inflación seguirá en baja. Vale destacar que, a diferencia del IPC, el Índice de Precios de Consumo Personal (PCE) –indicador favorito de la Fed– tiene un menor componente de servicios y es por ello que mostró una dinámica inferior a la del IPC, al marcar un alza del 2,7% i.a. para el índice general y del 3,1% para el PCE Core.
Fin del ciclo alcista. La Fed finalmente dio por concluido el ciclo de suba de tasas, que había comenzado en marzo de 2022 con la tasa de referencia en 0,25% y terminó 2022 en 4,50%. La tasa se incrementó hasta el 5,50% en julio pasado, nivel que se mantuvo en las últimas tres reuniones. Lo más relevante es que en la reunión de diciembre, Powell se mostró más optimista, asegurando que no ven necesario nuevos ajustes y que están dadas las condiciones para comenzar a bajarlas en 2024. Aunque no se precisaron fechas, el Dot-plot sugiere que este año la tasa se reduciría al 4,85%, y que esto se haría en tres pasos, comenzando en mayo. El optimismo de la Fed se basó en nuevas proyecciones en las que revisaron al alza el crecimiento, bajaron la expectativa de inflación y, con ello, modificaron sus perspectivas de tasas. Este cambio en las comunicaciones de la Fed impulsó significativamente a los mercados en la última parte del año, ya que los inversores anticipan una baja de tasas más rápida y agresiva que arrancaría en marzo y que podría llevar la tasa de referencia a perforar el 4% a fin de 2024.
Ceden las tasas aunque la curva sigue invertida. Ante la desaceleración de la inflación y la expectativa de que la Fed comience el camino hacia la flexibilización monetaria, los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU. operaron a la baja en la última parte del año, a pesar de la preocupación por la situación fiscal mencionada anteriormente. Concretamente, la rentabilidad del bono del Tesoro a 10 años (UST10Y) se alejó del 5% y se ubicó en torno al 4%, mientras que la del bono a 2 años (UST2Y) quedó en 4,40%. Esta situación de inversión de la curva de rendimiento sigue pareciendo insostenible, por lo que deberíamos ver una bajada en las tasas cortas, mientras que las tasas largas se acomodarían en niveles más elevados.
La amenaza fiscal. La dinámica de las cuentas públicas de EE. UU. es motivo de preocupación, especialmente debido al marcado deterioro que experimentaron en el último año, lo que obliga al Congreso a subir el techo de la deuda pública, que alcanza nuevos récords. En un contexto de un Congreso Americano dividido y ya entrando en la carrera electoral, lograr acuerdos sobre este tema se vuelve cada vez más complejo, poniendo a los títulos del Tesoro bajo un estrés permanente y con riesgo de shutdown. La situación se complica aún más debido al alza en las tasas de interés, lo que incrementa la carga por pagos de servicios de la deuda. Concretamente, en 2023, el déficit primario de EE. UU. llegó al 3,8% del PBI, en comparación con el 3,5% del PBI en 2022. Además, dado que la carga por intereses subió al 2,7% del PBI –en comparación con el 2,0% en 2022 y 1 pp más que antes de la pandemia–, el déficit global alcanzó el 6,5% del PBI, frente al 5,5% del PBI en 2022. Este deterioro de las cuentas públicas se explica por una caída mayor en los ingresos que no pudo ser compensada por el ajuste en el gasto.
Mercados en alza. La expectativa de una política monetaria más laxa, en un contexto en el que la actividad económica mostró un muy buen dinamismo, fue la responsable del alza que experimentaron los mercados desde mediados de octubre del año pasado. La baja en los rendimientos de los bonos del Tesoro impulsó a todos los índices de renta fija, que registraron un alza promedio del 7,4%, aunque no fue suficiente para revertir el resultado negativo de los últimos doce meses, que acumulan una baja del 1,7%. Dentro de este segmento, se destacaron los bonos Investment Grade, que en los últimos dos meses de 2023 anotaron una subida del 11%, compensando toda la pérdida acumulada en los primeros 10 meses de ese año. Mientras los bonos High Yield subieron un 7,1% en los dos últimos meses de 2023 y un 1,4% en los primeros 10 meses de ese año, siendo el índice de renta fija con mejor desempeño en 2023. En cuanto a las acciones, a diferencia de lo ocurrido en la primera parte del año, donde la suba se había concentrado en las acciones del sector tecnológico y en las “7 Magníficas” en particular, desde fines de octubre todas las acciones tuvieron una muy buena performance de manera generalizada. El S&P 500 subió un 14% desde fines de octubre, acumulando en los últimos doce meses un 20%, mientras que el Nasdaq y el Dow Jones siguieron esta tendencia, aunque con diferencias notables en la performance de los últimos doce meses: el primero acumuló una ganancia del 47%, mientras que el segundo apenas subió un 10%.
Una cartera global. La excelente performance generalizada de bonos y acciones impulsó a nuestras carteras globales, que registraron muy buenos resultados en el último trimestre. La cartera Conservadora, compuesta por un 65% en bonos y un 35% en acciones, ganó un 2,8% en diciembre, cerrando el último trimestre con una ganancia del 6,3% y un rendimiento total del 8,6% en todo 2023. Debido a que la renta variable tuvo un mejor desempeño relativo que la renta fija, las carteras moderada y agresiva, que tienen una mayor ponderación en acciones (40% y 50%, respectivamente), lograron cerrar el año con ganancias del 9,3% y del 10,8%, respectivamente.
*Los datos utilizados en el presente informe tienen fecha de cierre 15 de enero de 2024.
¿Cómo identificar las carteras de inversión más recomendables?
Contexto Internacional
El año 2023 cerró de manera positiva, impulsado por el avance de la inteligencia artificial y la expectativa de un final en el ciclo de endurecimiento monetario, todo en un contexto de crecimiento de la economía estadounidense. Durante este período, el Nasdaq se destacó con un impresionante aumento del 53%, seguido por el S&P 500 con un 24% y el Dow Jones con un 13%. La mayoría de los sectores tuvieron alzas, con un promedio de incremento del 15%. Específicamente, los sectores de Tecnología (54%), Comunicaciones (51%) y Consumo Discrecional (38%) lideraron con los mayores avances, marcando una diferencia notable respecto a otros sectores como Industria (16%), Materiales y Financiero, ambos con un aumento del 10%. A pesar de que, durante la primera mitad de 2023, el mercado vivió un auge concentrado en las "siete magníficas", que representaron cerca del 75% del retorno total del mercado –con un aumento del 60% mientras el S&P subió 15%–, en la segunda mitad del año, estas compañías perdieron impulso –subiendo solamente 9% al tiempo que el S&P tuvo un alza del 7%– y su contribución al retorno total del mercado disminuyó al 52%.
En este entorno favorable para la renta variable que caracterizó al año anterior, mantenemos una visión optimista para el presente año. No obstante, es esencial mantener un seguimiento cercano al calendario de reducción de tasas de interés de la Fed, que se prevé fije la tasa de referencia en un 4,6% para fin de año. Adicionalmente, se proyecta un índice PCE core que indicaría una inflación descendiendo en torno al 2,4%, en un contexto donde la economía estadounidense se dirige hacia un soft landing con un crecimiento estimado del 1,4%. En este marco, los CEDEARs se presentan como una opción atractiva para capitalizar la coyuntura, brindando a los inversores un vehículo para participar en los mercados internacionales y beneficiarse de la dinámica vigente.
Cabe recordar que los CEDEARs son certificados que representan acciones de empresas extranjeras, comercializables en el mercado financiero argentino tanto en pesos como en dólares. Esto posibilita que los inversores accedan a grandes corporaciones internacionales, eludiendo las restricciones cambiarias y los desafíos propios de invertir directamente en mercados extranjeros. Además, el valor de cada CEDEAR está ligado tanto al precio de la acción en su mercado original como a la evolución del dólar.
Evolución de las carteras CEDEARS
En los últimos 12 meses, medidas en pesos, las carteras CEDEARs Cohen tuvieron una suba promedio del 327%, con un CCL CEDEARs avanzando 245%, convirtiéndose en un vehículo sólido para la dolarización de las carteras. También fue una buena inversión en relación con el Merval en USD, que tuvo un alza del 48% y fue superado por algunas de nuestras carteras con subas promedio del 66%.
En 2023, las carteras de CEDEARs de Cohen tuvieron un buen desempeño, con un incremento promedio del 26% en dólares. La cartera Quality, especializada en acciones tecnológicas, alcanzó un aumento del 63%, mientras que la cartera BBG, alineada con el consenso de mercado de Bloomberg, registró un incremento del 85%. Estas notables subas fueron impulsadas por algunas de las "siete magníficas", con Nvidia subiendo un 238%, Meta 194% y Amazon en un 80%. La cartera Megatendencias (MG), que se enfoca en sectores de futuro como ciberseguridad, agua y criptomonedas, creció un 52%, destacando ganancias en empresas como Coinbase vinculada al Bitcoin (391%) y Palo Alto en seguridad informática (111%). Por otro lado, la cartera Brasil (B) también mostró un desempeño positivo, con un crecimiento del 21%, impulsada principalmente por sectores bancarios (Itaú, Bradesco) y energéticos (Petrobras, Ultrapar), posicionándose como una buena alternativa para invertir en los mercados emergentes.
El resto de las carteras de Cohen en 2023 incluyeron la de Baja Volatilidad, con un incremento del 9%, centrada en empresas del sector salud y consumo defensivo como Coca-Cola y Procter & Gamble. La cartera de Cíclicas, que subió un 6%, se enfocó en sectores como finanzas e industria para capitalizar el ciclo económico global. La cartera Oro, con un alza del 3%, invirtió en compañías mineras de oro, ofreciendo una opción de diversificación en tiempos de incertidumbre. Por último, las carteras Value y de Dividendos tuvieron un crecimiento del 3% y una disminución del 8%, respectivamente, apuntando a empresas estables y maduras con retornos regulares de dividendos, como Goldman Sachs y Pfizer.
Análisis financiero de carteras
En la evaluación de los indicadores financieros, el Forward P/E (Price to Earnings) es una métrica que evalúa si una acción tiene una cotización adecuada frente a las proyecciones de ganancias futuras. Un P/E elevado a menudo sugiere que se esperan altas tasas de crecimiento de las ganancias de una empresa, aunque también podría implicar una posible sobrevaloración. Inversamente, un Forward P/E reducido podría mostrar que las acciones están subvaloradas o que se anticipan menores crecimientos de ganancias.
Con un Forward P/E de 22 para el S&P, nuestras carteras de CEDEARs presentan matices interesantes al analizarlas por sectores y en términos históricos. Las carteras con fuerte inclinación tecnológica, como BBG y Quality, muestran Forward P/E de 33 y 30 respectivamente. Esto contrasta con un histórico de 20, lo que indica que los inversores esperan un incremento notable en las ganancias futuras de estas empresas, aunque esto implica pagar una prima mayor por sus expectativas de crecimiento. Por otro lado, la cartera Brasil exhibe el P/E más bajo, con un valor de 7,8, alineado con su histórico de 6,4. Esto revela una subvaloración de sus activos y abre una ventana de oportunidad en un mercado brasilero aún no completamente valorado y con potencial de crecimiento.
En la misma línea, la cartera Megatendencias Global muestra un P/E de 8, frente a un histórico de 4, orientada a inversores de largo plazo. También resulta barata en relación con otras carteras y ofrece diversificación en sectores de vanguardia con alto potencial de crecimiento, como criptomonedas, energía renovable y realidad virtual. Las carteras Oro y Dividendos, con un Forward P/E alrededor de 15, representan opciones más equilibradas. Mientras que la cartera Oro registra un P/E inferior al histórico: 14,6 actual frente a 16,7 histórico; la de Dividendos parece sobrevalorada: 14,7 actual frente a 10,4 histórico. Estas carteras buscan menor volatilidad y un flujo constante de dividendos, equilibrando potencial de crecimiento con una valoración más conservadora. Finalmente, las carteras Cíclicas y Value presentan un P/E de 18, ambas por encima de sus valores históricos de 14. Son buenas alternativas, en el primer caso, para invertir en industrias financieras e industriales pensando en una economía en crecimiento y, en el caso de la cartera Value, más defensiva, pensada para inversores conservadores y con un bajo beta (0,8), menor a la volatilidad del mercado.
Otro de los indicadores es la relación retorno/riesgo, que determina si una cartera balancea adecuadamente rendimiento y riesgo, medido como la volatilidad anualizada de los retornos. Un valor alto indica que las carteras generan retornos sustanciales en comparación con su volatilidad, lo cual es deseable. Por el contrario, un valor bajo sugiere que el rendimiento no compensa adecuadamente la volatilidad, y esto puede resultar poco atractivo para inversores que buscan un mayor rendimiento en relación con el riesgo.
El promedio de las carteras Cohen es de 1,17 por cada unidad de riesgo que se asume al invertir en estas carteras; es decir, por cada dólar de riesgo invertido, se espera obtener aproximadamente USD 1,17 de retorno. En detalle, las carteras BBG y Quality lideran la lista, ofreciendo los retornos más altos por unidad de riesgo, con 3,4 y 2,5, respectivamente. Esto indica una gestión eficiente que equilibra de manera óptima el rendimiento con la volatilidad asumida. Más abajo se encuentra Megatendencias con un valor de 2, evidenciando que por cada dólar invertido se genera el doble en rendimiento. En contraste, las carteras en la parte inferior de la lista, como la cartera Value y la Cartera G con un 0,2, muestran una relación retorno/riesgo considerablemente más baja, lo que podría reflejar una estrategía de inversión más conservadora o una menor eficiencia en la gestión del riesgo.
El último aspecto por considerar es que, de acuerdo con las regulaciones del BCRA, las operaciones de títulos valores con liquidación en divisas deben concretarse mediante transferencias entre cuentas bancarias a nombre del titular. Además, para la adquisición de CEDEARs utilizando pesos argentinos, es requisito no haber comprado dólares oficiales en los 90 días anteriores y comprometerse a no realizar dicha compra durante los 90 días subsiguientes a la adquisición de CEDEARs.
Conclusión
En resumen, los CEDEARs se establecen como una opción atractiva para inversores interesados en mercados internacionales y en la diversificación de sus activos. Facilitan el acceso a las acciones de empresas líderes internacionales, operando dentro de las regulaciones y facilidades del mercado local argentino. Así lo demuestran los indicadores de P/E y del ratio riesgo/retorno entre nuestras carteras, reflejando una estrategia de inversión que busca no solo crecimiento y valor, sino también estabilidad y oportunidades en diversas áreas de la economía global. Es imperativo realizar un análisis meticuloso de los objetivos de inversión y adecuarlos al perfil de riesgo del inversor antes de integrar CEDEARs a la cartera de inversiones. Cohen brinda una diversidad de carteras que van desde las más agresivas, como la Quality, volcada a empresas tecnológicas y las basadas en las recomendaciones de Bloomberg (BBG), hasta opciones más conservadoras como la cartera Oro y Value, ofreciendo así oportunidades para una diversificación efectiva, en pos de un incremento sostenible del patrimonio.
Noticias locales: el país hoy.
En el mercado cambiario, el sector agropecuario liquidó USD 30 M y el BCRA registró compras netas por USD 81 M. En lo que va de enero, la autoridad monetaria adiciona compras por USD 1.517 M y en lo que va de la gestión Milei acumula compras por USD 4.379 M. Por otro lado, el stock de reservas internacionales aumentó en USD 20 M hasta los USD 23.996 M. Con esta información, las reservas acumulan un incremento de USD 2.788 M desde el 10 de diciembre.
El dólar oficial aumentó diariamente un 0,2% hasta $817,7. Esto significa un ritmo de devaluación mensualizado de 2%, en línea con el crawling peg que se mantiene desde el 12 de diciembre. Los dólares financieros operaron al alza. El MEP con ledes subió 2,3% hasta alcanzar los $1.123, mientras que el CCL con ADRs trepó 1,9% hasta $1.168. De esta manera, sus brechas se sitúan en 37% y 43%, respectivamente.
Durante la jornada de ayer, los contratos de futuro de dólar cayeron -0,5%. Las mayores caídas se registraron en los contratos de marzo (-1,2%), junio (-0,9%) y julio (-0,9%). De este modo, la devaluación implícita se ubica en el 1% hasta enero, en el 30% hasta abril y en el 68% hasta julio. Se operaron 83.000 contratos, lo que significa un acumulado semanal de 1.145.000. El interés abierto se incrementó en USD 2 M hasta un stock de USD 1.236 M; lo que significa un decrecimiento mensual de 4% y un decrecimiento anual de 57,9%.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una rueda mayormente positiva. Los bonos CER se incrementaron un 2,3%, mientras que las Lecer ganaron un 0,2%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró bajista en 0,3% y las Ledes experimentaron un alza de 0,1%. Por su parte, los duales registraron una ganancia de 0,1% y los DLK marcaron una suba de 0,1%.
Los bonos soberanos en hard-dollar subieron 0,2%, por un alza de 0,3% en los ley Nueva York, mientras que los de ley local cerraron sin cambios. Así, acumulan una ganancia de 2,9% en lo que va del mes y de 2,9% en lo que va del año. De esta manera, las paridades promedian el 37,7% y, con la bolsa de NY cerrada, el riesgo país se mantuvo en 1.904 pb.
El Merval rebotó este lunes, ante compras selectivas en una jornada de limitado volumen operado, dado el feriado en EE. UU. El índice S&P Merval avanzó un 0,5%, a 1.038.168 unidades y ganó un 0,7% en dólares para cotizar en USD 898. Las principales subas del día en el panel líder fueron para Cresud (+4,4%), Transportadora de Gas del Norte (+3,4%) y Pampa Energía (+2,9%). Por otra parte, las bajas más marcadas de la jornada fueron para Banco de Valores (-1,8%) y Banco Supervielle (-1,7%).
Noticias globales: el mundo hoy.
La producción industrial en la zona del euro continuó transitando el sendero bajista iniciado en febrero, anotando en noviembre pasado una caída de 0,3% m/m y de 6,8% i.a. Por su parte, ya con datos finales, la economía alemana se contrajo un 0,3% en 2023 (vs +1,8% en 2022), explicado en buena medida por una inflación persistentemente alta durante todo el año que, junto con el aumento de las tasas de interés, tuvieron impacto en la actividad y la demanda, tanto interna como externa.
En este contexto, las acciones y los bonos europeos retrocedieron después de que los funcionarios del Banco Central Europeo bajaron las expectativas de rápidos recortes de tasas, incluso con los malos datos económicos de la zona. La inflación persistente y los riesgos geopolíticos impedirían que el BCE baje las tasas este año, aunque ya no se puede descartar una recesión, según el miembro del Consejo de Gobierno Robert Holzmann. De este modo, el STOXX 50 cerró a la baja el lunes, cayendo más de un 0,5%, mientras los inversores se preparan para el Foro Económico Mundial en Davos.
En el frente corporativo, Dassault Aviation cayó más del 6% tras una rebaja de calificación por parte del Deutsche Bank, mientras que Atos cayó más del 15% y nombró a Paul Saleh como su nuevo CEO. Por su parte, el Commerzbank subió casi un 1% debido a las renovadas negociaciones de fusión con el Deutsche Bank.
Además, la acción del índice MSCI Asia Pacífico subió por tercera sesión. Las acciones avanzaron en Taiwán después de que el Partido Democrático Progresista ganara las elecciones presidenciales y el Kuomintang, más cercano a China, obtuviera muy pocos escaños para controlar la asamblea.
Referido a datos de la región sudamericana, el Índice de Confianza del Empresario Industrial (ICEI) en Brasil aumentó en enero 2,2 puntos, llegando a 53,2, igualando el pico reciente de agosto 2023 y marcando el octavo período consecutivo por encima del umbral positivo de 50, producto de una evaluación más optimista de las condiciones actuales.
En la segunda semana de 2024, la devaluación se mantuvo al 2% mensualizado y los contratos cayeron.
En la segunda semana de 2024, la devaluación se mantuvo al 2,0% mensualizado y los contratos cayeron 5,2% promedio. Las mayores caídas estuvieron en mayo (-7,2%), junio (-6,4%) y noviembre (-6,3%).
La fuerte corrección se debió a la sorpresa a la baja en la inflación de diciembre, que fue de 25,5% contra el 30,0% que esperaba el mercado. Así, pierde fuerza la posibilidad de un segundo salto cambiario a mitad de año, y el gobierno gana aire gracias a la apreciación real.
El contrato de enero cerró en $830 y marca una devaluación de 1,7% hasta fin de mes (2,8% mensualizada). Febrero cotiza en $866, por lo que mantiene una devaluación mensual baja de 6,1%. A partir de ahí los precios comienzan a reflejar crawling pegs superiores: 10,9% en marzo, 11,4% en abril y 9,3% en mayo. Finalmente, los precios señalan una devaluación de 7,6% promedio entre junio y noviembre.
La curva de tasas (TNA) muestra una pendiente positiva que se aplanó por el abaratamiento relativo de los contratos largos. El contrato de enero rinde TNA 34%, el de febrero TNA 46% y el de marzo TNA 82%. A partir de ahí, los rendimientos aumentan progresivamente hasta alcanzar un máximo de TNA 133% en septiembre.
El volumen operado sigue en mínimos: en la semana se comerciaron 1,2 millones de contratos. El interés abierto también continúa en mínimos desde principios de 2020: el viernes 5 de enero el interés abierto cerró en USD 1.234 M; una caída de 8% m/m y de 57% i.a.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local.
Mientras la Ley Ómnibus transita por las comisiones en el Congreso y van apareciendo amparos de la Justicia –especialmente en cuanto a la reforma laboral–, el mercado está expectante de su aprobación, pues en ella se juega gran parte del ajuste fiscal. Un rechazo obligaría a recalcular el plan y lo dejaría en una posición más debilitada. Si bien se estima que el proyecto tendrá modificaciones, el mercado se ilusiona con un balance positivo. Será un punto de atención y tensión permanente que nos acompañará en los primeros meses de 2024. La aceleración de la inflación –que en diciembre fue del 25% m/m y asegura un primer trimestre muy elevado– y la caída de la actividad son una luz amarilla para el apoyo popular a Milei. Mientras tanto, el gobierno sigue reforzando el frente externo, con el BCRA recuperando reservas internacionales, acordando con el FMI y con el BOPREAL que va tomando forma. Esto le dio estabilidad a la brecha e impulsó a los bonos soberanos. Diferente fue el caso de los títulos en pesos y para las acciones que no tuvieron una buena semana. Las miradas de esta semana estarán en la nueva emisión del BOPREAL, el canje de deuda en moneda local y en el tránsito de la Ley Ómnibus en el Congreso.
Derrumbe de la actividad. Los datos de noviembre mostraron un marcado deterioro de la actividad industrial, que cayó un 0,6% m/m –confirmando la contracción del 0,5% m/m que había marcado en octubre–, acumulando en los últimos doce meses una merma del 4,9%. Igual tendencia marcó la construcción, que cayó un 2% m/m y quedó un 2,1% por debajo del mismo mes de 2022. Los datos de diciembre serían peores, pues la recaudación, el consumo de cemento, las ventas de autos y motos 0 km y el comercio exterior (con Brasil) develaron notables caídas que precipitan una baja marcada del producto, que se profundizaría durante el primer trimestre de 2024.
Salto inflacionario. El IPC Nacional de diciembre marcó un alza del 25,5% m/m, duplicando el valor previo y convirtiéndose en el segundo valor máximo desde la hiperinflación de 1990. De este modo, la suba de precios en 2023 fue del 211,4%, más que duplicando a la de 2022 (94,8%). Peor aún fue la dinámica de la inflación núcleo, que marcó un alza del 28,3% m/m, llegando a casi el 230% i.a. Como es habitual cuando hay un salto cambiario, los bienes mostraron una fuerte alza del 29,5% m/m, mientras que los servicios subieron solo un 14,1% m/m, por lo que se esperaría en los próximos meses una alta incidencia de esta parte. Los rubros con mayor incidencia en diciembre fueron alimentos y bebidas (+29,7%), transporte (+31,7%) y salud (32,6%). Las expectativas del mercado (REM-BCRA) para diciembre eran del 27% m/m, bajando al 25% para enero de 2024, para luego desacelerar al 18% en febrero.
Temporada alta de compras. El BCRA continúa aprovechando la ventaja que le deja el nuevo esquema de pagos de importaciones y el salto del tipo de cambio para comprar divisas y recuperar reservas internacionales. En la segunda semana del año, el sector agropecuario liquidó casi USD 400 M, a lo que se sumó el ingreso neto de divisas similar del resto de los sectores –esto asociado a la caída de los pagos de importaciones–, por lo que el BCRA compró USD 805 M, acumulando en las primeras dos semanas compras netas por USD 1.437 M. Estas operaciones compensaron los pagos a bonistas privados por USD 1.100 M, por lo que las reservas internacionales cayeron USD 143 M en la semana y cerraron con un stock bruto de USD 23.976 M, mientras que las reservas netas quedaron con un saldo negativo de USD 8.600 M.
Acuerdo con el FMI. Tras los sucesivos incumplimientos de las metas establecidos el año pasado durante la gestión de Massa, el gobierno confirmó que llegó a un principio de acuerdo con el FMI, que está sujeto a la aprobación del directorio del organismo a fines de enero. Se desembolsarán USD 4.700 M –que son adelanto de desembolsos y los pendientes de 2023–, que permitirán cubrir los vencimientos con el propio FMI hasta abril (en enero vencen USD 1.967 M, en febrero USD 781 M y en abril USD 1.967 M). Los puntos clave del acuerdo son: i) superávit primario del 2% del PBI en 2024, ii) acumulación de reservas por USD 10.000 M (incluye USD 2.700 M adquiridas en diciembre), iii) corregir precios relativos, iv) "sanear" BCRA, v) no se buscará conseguir financiamiento neto del mercado, sino que se concentrará en mejorar el perfil de vencimiento de la deuda en pesos.
BOPREAL ancla la brecha. Los dólares financieros tuvieron días de alta volatilidad con fuertes alzas al principio de la semana, que se revirtieron sobre el final de esta. Semanalmente, el MEP cayó un 1,3% hasta $1.097 y el CCL subió un 0,5% hasta $1.147, por lo que la brecha con el tipo de cambio oficial –que mantiene el ritmo de suba del 2% mensual– quedó estabilizada en torno al 40%. Las licitaciones del BOPREAL –un bono que ofrece el BCRA para que los importadores regularicen la deuda con los proveedores del exterior– vienen jugando un papel determinante en la brecha, pues a niveles bajos pierden atractivo y a niveles elevados son más atractivos. Así, cuando la brecha tocaba mínimos del 8%, el poco atractivo de las licitaciones empujó a los importadores hacia el CCL, elevando su precio y haciendo que la brecha llegara a rozar el 50%. Sin embargo, estos niveles tan altos de brecha le dieron atractivo al BOPREAL, permitiendo que el organismo monetario coloque exitosamente casi USD 1.200 M en la licitación de esta semana (aunque la gran mayoría lo hizo una sola empresa). Esto retiró un gran caudal de pesos de la economía, presionando a la baja de los financieros. La lección es que el dólar cable debe operar a un costo similar con el que un importador puede hacerse de dólares vía licitación. Para esto, será clave la cotización del bono en el mercado secundario, que determina cuántos dólares se consiguen por cada peso suscripto, pero sigue siendo una incógnita (esta semana se operaron tan solo 5 mil dólares a USD 80). A modo de ejemplo, una paridad del 70% significa que se pueden obtener 70 centavos de dólar por cada $816, lo que equivale a un dólar de $1.165 (o $1.140 si contabilizamos el acceso al MULC y al CCL).
Caen los contratos de ROFEX. Si bien el BCRA mantuvo el ritmo de devaluación del dólar oficial del 2,0% m/m desde el salto devaluatorio del 12 de diciembre, el mercado sigue desconfiando de esta estrategia. Recordemos que, con la inflación proyectada, mantener esta estrategia impactaría en el tipo de cambio real, que perdería toda la ventaja que obtuvo en diciembre ante el salto cambiario. Aunque en la última semana, los contratos de dólar futuro tuvieron una caída promedio del 5%. El contrato de enero cerró en $830 (0,6% menor al de la semana previa), el de febrero en $865,5 (lo que implicaría una devaluación del 5% m/m) y el de marzo en $960 (lo que implicaría una devaluación del 11% m/m). Siguiendo con esta tendencia, los contratos de abril en adelante prevén subas del tipo de cambio en torno al 8% mensual.
Semana negativa para la deuda en pesos. Fue una mala semana para la deuda en pesos, con bajas generalizadas en los distintos tipos de bonos. Los bonos CER cerraron la semana con una caída promedio del 0,8%, mostrando resultados dispares entre la parte corta, que tuvo una fuerte caída –el T3X4 perdió un 8,1%–, y el tramo largo, que registró una fuerte suba –el TX26 ganó un 6,0%–. Las LECER bajaron un 0,2%. Los más castigados fueron los bonos dollar-linked, que cerraron con una baja del 2,8%, y los duales, que perdieron un 1,3%. Finalmente, el TO26 a tasa fija ganó un 1,2% semanal y ofrece una Tasa Interna Anual (TIR) del 98%, mientras que la LEDES S18E4 brindó un retorno del 1,8% y ofrece una TIR del 80%.
El acuerdo con el FMI impulsa a los bonos. Los bonos soberanos en dólares experimentaron un rebote con la noticia de la revisión positiva del FMI y también debido al mejor contexto global para bonos emergentes, que registraron subas del 2%. Así, tras varias semanas de lateralización, en la última semana subieron un 2,6%, liderados por los Globales que ganaron un 3,2%, mientras que los Bonares marcaron un alza del 1,6%. Con esto, las paridades de los bonos quedaron en torno al 38%, y el riesgo país de Argentina bajó a 1.904 puntos básicos luego de haber superado los 2.100 puntos a principios de semana.
Acciones en baja. El Merval experimentó una caída del 2,6% en moneda local y del 2,2% en CCL Galicia, alcanzando un valor de USD 920. Se observaron bajas significativas en las acciones de Ternium (12%), Aluar (11%) y Telecom (7%). Por otro lado, Mirgor y BYMA registraron alzas del 19% y 12%, respectivamente. Los sectores de Materiales, Energía y Comunicaciones fueron los más perjudicados, con caídas del 10%, 2% y 1,4%, respectivamente. En cuanto a los ADR argentinos, se reportó una suba promedio del 0,6%, en un contexto internacional positivo. De esta manera, MercadoLibre (8,1%), Grupo Supervielle (6,5%) y Bioceres (3,4%) fueron los más beneficiados.
Sin favoritos. El año 2024 se presenta como un entorno de inversión desafiante para el inversor argentino. El universo de deuda en pesos ofrece tasas mensualizadas de entre el 6% y el 10%, que probablemente quedarán por debajo de la inflación en los próximos meses. Ante las perspectivas de un fuerte ajuste fiscal y un duro impacto en la actividad económica, no parece que estas tasas negativas se trasladen a los dólares financieros, esperando que la brecha se mantenga alrededor del 40%. En este contexto, nuestra recomendación es la diversificación, combinando instrumentos en pesos a corto plazo, como el TX24, y a largo plazo, como el T2X5 y TV25, así como inversiones en dólares. Dentro del universo de inversiones en dólares, el bono GD30 ofrece una interesante relación riesgo/retorno. También es recomendable considerar instrumentos con menor exposición al riesgo soberano, como los Cedears o bonos corporativos. En el caso de bonos corporativos, se pueden considerar opciones como Aeropuertos 2000 con vencimiento en 2027 para ley extranjera, y Loma Negra con vencimiento en 2026 para ley local.
Lo que viene. Las miradas de esta semana seguirán centradas en el Congreso y en los amparos que vaya emitiendo la justicia ante el DNU y los cambios que implicaría la "Ley Omnibus". También tendremos otra emisión del BOPREAL, del cual se espera que siga sumando adherentes. Esta semana se realizará la primera licitación de 2024, donde el Tesoro enfrentará vencimientos por $3.2 billones por el pago de la LEDES S18E4 y la LECER X18E4. Con la brecha cambiaria estable y con tasas negativas récord en el mercado secundario, se espera que se repita la alta demanda que se vio en las primeras dos licitaciones de esta administración. Las compras del BCRA deberían moderarse ante la liberación del cupo a las importaciones. En cuanto a los datos económicos, el jueves se publicará el Intercambio Comercial Argentino de diciembre, que evidenciará el fuerte deterioro que tuvo la balanza comercial el año pasado, que habría marcado un déficit de USD 8.000 M.