Noticias globales: el mundo hoy.
Los principales índices de Estados Unidos cerraron a la baja por cuarta jornada consecutiva a la espera de la reunión de la Fed de la próxima semana. La preocupación respecto al anuncio de suba de tasas por parte de la entidad golpeó principalmente al sector tecnológico, llevando a que el Nasdaq retroceda 2%, seguido por el S&P y el Dow Jones que cayeron 1,4% y 1%, respectivamente.
A pesar de que se espera una moderación en el alza de tasas, la incertidumbre respecto al tiempo que se mantendrán tasas en alza golpeó principalmente a las compañías growth que retrocedieron en promedio un 2% mientras que las value lo hicieron un 1%. Entre los sectores que componen al S&P, el de utilidades fue el único que cerró el día en terreno positivo avanzando un 0,6%. Cabe destacar el desempeño de los sectores defensivos que retrocedieron un promedio de 0,5%, mientras que, en el lado opuesto, los sectores energético y comunicaciones cayeron 2,6% y 2,9%, respectivamente. Meta Platforms fue el mayor detractor dentro de su sector luego de darse a conocer que la Unión Europea determinó que la empresa no podría exigir a los usuarios que acepten anuncios personalizados. De esta manera, Facebook, la principal plataforma de la firma, no podría otorgar a sus usuarios la posibilidad de suscribirse a determinados anuncios en función a su actividad. Esto hubiese implicado un aumento de ventas por parte de la aplicación derivando así en mayores ganancias por publicidad. Ante la noticia, el precio de la acción retrocedió un 6%, generando un efecto contagio en su sector.
La preocupación del nivel de crecimiento económico global afectó nuevamente al crudo que ayer retrocedió un 1,9%, acumulando una baja de casi 19% durante el último mes. De esta manera, el petróleo alcanzó su menor valor en lo que va de 2022, licuando las ganancias que había acumulado tanto con el conflicto geopolítico en Europa como con la mayor apertura anunciada por China en los últimos días.
La aversión al riesgo favoreció a los bonos del Tesoro que cerraron con nuevas caídas en toda la curva de rendimientos a excepción del corto plazo. Esto llevó a que la tasa de tres meses avance 1,2% mientras que los períodos restantes retrocedieron en promedio un 0,5%. Así la USD10YR volvió a acercarse a su mínimo de los últimos tres meses al ubicarse en 3,56%, mientras que la USD2YR lo hizo en 4,39%. Respecto a los bonos corporativos, los principales ganadores de la jornada fueron los de mayor calidad al avanzar 0,2%, mientras que los de mayor rendimiento registraron una baja de 0,2%, al igual que los bonos emergentes.
Este escenario vuelve a poner en la mira al dólar ya que, en caso de registrar una nueva suba, golpearía a las ganancias de las compañías de cara al último trimestre del año. Cabe destacar que más de un 40% de las firmas que componen al S&P registran ganancias en otras monedas y se verían perjudicadas por un nuevo fortalecimiento de la moneda norteamericana.
Noticias locales: el país hoy.
En el mercado cambiario, el BCRA logró mantener la racha de compras netas adquiriendo USD 74 M, resultando en un saldo positivo de USD 531 M desde el lunes pasado. Con este resultado y una liquidación del sector sojero de USD 133,11 M, la variación en las reservas internacionales fue positiva en USD 275 M y se ubican en USD 38.566 M, el valor más alto desde el 10 de noviembre.
El dólar oficial varió $1,04, llegando a los $169,14 y representando un ritmo de devaluación del 6,5% m/m. Los dólares MEP y CCL se mantuvieron estables, variando 0,1% y -0,2%, respectivamente. La brecha entre el MEP y el oficial se ubicó en 89%, mientras que la del CCL cerró en 93,4%.
La curva de bonos soberanos en moneda extranjera cortó con la buena racha, profundizando y continuando la mala jornada del viernes. La caída promedio fue del 1,3%, siendo los Bonares los más castigados en un rango de baja de 3% (AL35) al 1,4% (AL30). Por el lado de los globales, el GD35 cayó un 2,2% y el GD38 fue el único en cerrar al alza, aunque tan solo un 0,3%. De todos modos, semanalmente la curva sigue acumulando un alza del 4,7%. Con esta caída, el AL30 posee la paridad más baja en 23% y el GD38 mantiene la mayor paridad en un 33%. El riesgo país tuvo un alza del 4% ubicándose en 2297 bps, aunque 81 bps menos que hace una semana.
La curva de pesos cerró de manera generalizada una jornada al alza, con las ledes aumentando un 0,6%, destacándose el S28A3 con un 1,3% y una TIR levemente superior al 100%. Entre los botes, el de 2023 que cotiza a 124,3% de TIR aumentó un 2% y el TO26 que cotiza a 102% aumentó a 5%. Las lecer aumentaron en 0,1%, con la de diciembre y junio con alzas del 0,4% y 0,5%, respectivamente. Siguiendo en la curva CER, los bonceres de corto plazo se movieron un 0,4% promedio, destacando el TX25 en 1%, mientras que los de mayor plazo cayeron 1%. Salvo los de vencimiento en 2023, el resto de bonos ajustables por CER cotizaron a tasas reales mayores al 10%. Los duales mantienen la misma regla, cotizando la parte CER entre el 3% y el 6% para 2023, mientras que la parte dollar linked marcó devaluación menos 1,4%, por sobre los bonos DLK que ofrecen -0,6% el de abril y 2,5% el de julio.
A la par de los índices de renta variable internacionales, el Merval cayó un 3,1% tanto en pesos como en dólares. TGNO aprovechó a tomar ganancias y cayó un 6,3%, seguida de GGAL en 5,1% e YPF en 4,9%. LOMA cayó un 2,1% acumulando una baja de 1,1% semanal, al mismo tiempo que recompró acciones por un total de $65,6 millones. Mirgor, por su parte, fue la única del panel líder que terminó en terreno positivo con una suba de 8,7% que se acumula al 24,4% semanal, la mayor suba de este panel. La semana de esta empresa estuvo marcada por dos compras empresariales: por un lado adquirió “Outokumpu Fortinox”, una subsidiaria del grupo finés de producción de acero “Outokumpu¨; por otro lado, se impuso en el concurso de salvataje de la empresa Ambassador Fueguina, una empresa de electrónica de Ushuaia en condiciones de quiebra hace ya más de un mes. Respecto a los CEDEARs de empresas argentinas, todos registraron caídas: se destacaron MELI (-6,7%) y Globant (-6%), tecnológicas fuertemente afectadas por un mayor pronóstico de alza de tasas.
Noticias globales: el mundo hoy.
Ayer se conoció el nivel de actividad de Estados Unidos (ISM) correspondiente al sector de servicios. El dato registró un resultado mejor al esperado –56,5 vs 53,3– apoyado por un aumento en los pedidos de fábrica, superando así al registro de 54,4 de octubre. La mejora también se dio en los empleos del sector aunque sin marcar caídas en los precios del sector no manufacturero. Esto fue tomado como un resultado negativo por Wall Street ya que, luego del sólido informe de empleo, un nivel de actividad al alza daría mayor margen a la Fed para continuar con su política de suba de tasas. Con la reunión del 13 de diciembre en la mira, las mayores expectativas se ubican en un alza de 50 pb llevando que las tasas cierren el año en 4,5%. En caso de confirmarse, las tasas superarían las últimas estimaciones de la Fed: finalizarían el año en 4,4% mientras que para el 2023 sólo aumentarían hasta 4,6%.
Ante este contexto, los mercados iniciaron la jornada a la baja y acumularon su segundo día consecutivo de pérdidas. El S&P registró la mayor caída (-1,8%) seguido por el Nasdaq (-1,7%) y el Dow Jones (-1,4%). Todos los sectores se vieron afectados por este escenario de incertidumbre terminando así en terreno negativo encabezados por el energético (-3%) y el consumo discrecional (-2,9%). Ante la espera de un período de subas de tasas más prolongado, el sector de consumo cíclico es uno de los más perjudicados retrocediendo un 30,7% en lo que va del año, superado sólo por el de comunicaciones que cae 34,2%.
Respecto al sector energético, el petróleo registró una jornada volátil luego de darse a conocer el levantamiento de algunas restricciones por parte de China durante el fin de semana. Esto flexibilizaría aún más su política de Cero COVID dándole así mayores expectativas de crecimiento económico al gigante asiático lo que impulsó al mercado de Shanghái un 1,8% mientras que el Hang Seng lo hizo en 4,5%. A su vez, ayer entró en vigor el tope de precio para el petróleo ruso establecido por el G7, la Unión Europea y Australia. A pesar de que estas medidas favorecieron al petróleo, este commodity cerró a la baja ya que primó el efecto negativo luego de la reunión de la OPEP+, que mantuvo el recorte de producción por las menores perspectivas de demanda energética para 2023. Estas proyecciones sumadas a mayores expectativas de subas de tasas que impactarían negativamente en el nivel de actividad global terminaron por golpear al crudo que cerró un 3,8% a la baja acumulando un 12,4% de retroceso en el último mes. Sin embargo, la mira continúa en el conflicto europeo ya que Rusia podría disminuir su exportación hacia Europa generando así una falta de oferta global que volvería a impulsar al alza al commodity.
El gran ganador del día volvió a ser el dólar con el DXY cerrando un 0,8% al alza ante un escenario más hawkish por parte de la Reserva Federal. El Yuan chino también se ubicó en terreno positivo apreciándose un 0,9% frente a la moneda norteamericana. Esto favoreció a la caída de los commodities, con el oro retrocediendo un 1,6% aunque aún acumula un alza de 1,6% en la última semana.
El mercado de renta fija no logró diferenciarse y también cerró a la baja con los bonos de mayor riesgo registrando las principales caídas. Los de mercados emergentes fueron los principales detractores (-1,5%) seguidos por los high yield (-1%) y los investment grade (-0,8%). El golpe también llegó a los bonos del tesoro con la curva de rendimientos marcando nuevas subas a excepción del plazo a 3 meses. Esto llevó a que la USD2YR avance hasta 4,4% mientras que la USD10YR lo hizo hasta 3,58%, aunque esta última aún se mantiene cercana a su valor mínimo de los últimos tres meses.
Durante noviembre se operó un 13% más de lo operado en octubre...
En la plaza de contratos de dólar futuro, durante noviembre se operó un 13% más de lo operado en octubre, pasando de un volumen de 14 millones de contratos a 15,82 millones. El día con mayor volumen de operaciones fue el miércoles 30 de noviembre con 2.220.300 contratos, mientras que el promedio diario durante el mes fue de 753.100 contratos. En la última semana, la variación fue brusca: se negociaron 6 millones de contratos, un 152% más que la semana anterior. El interés abierto promedio de la última semana del mes (3,85 mn) es un 5,55% menor que el de la última semana del mes pasado. Con respecto al viernes 25 de noviembre, el IA cayó un 30,5% y se ubica en 2,88 millones.
Considerando que el tipo de cambio tuvo una variación nominal del 6,6% mensual y 1,5% semanal para ubicarse en $168.09, la curva de precios operó a la baja en la última semana y en el mes. La caída mensual promedio fue del 2,34%, y la del contrato de agosto 2023 fue la de mayor caída: -3,17%. Semanalmente, la caída promedio fue del 1,34%, siendo el tramo de mayor vencimiento el mayor detractor. El rango de precios se ubica en $179,7 para el contrato de diciembre y $335,5 para el de octubre de 2023.
Las expectativas de mayor devaluación del mercado siguen más marcadas al inicio del año que viene: la devaluación más grande esperada de la curva se presenta en enero, siendo del 9.02% estimada para ese mes. Para diciembre, la diferencia con el dólar oficial implica una devaluación del 6,9%. El primer trimestre de 2023 arroja una devaluación promedio del 7,7%, mientras que para el resto del año venidero la devaluación promedio se ubica en 6%.
Con estos movimientos, las tasas nominales mostraron un retroceso promedio del 7,45% en este último mes, siendo la caída en la tasa del contrato de agosto del 9,3% mensual (4,7% en la última semana) la mayor de la curva. Semanalmente la mayor caída la tuvo la tasa del contrato de este mes, cayendo del 94,7% al 90% (un 9,90%). Así, el rango de tasas desde diciembre hasta mayo cerró la semana entre 90% y 104.8%, (105,5% - 116,1% a principios de mes) y el tramo restante hasta octubre 2023, 104,9% - 109,2% (116,3% - 121% a principios de mes).
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local e internacional.
El discurso menos agresivo de Jerome Powell llevó a que los mercados acumulen su segunda semana consecutiva al alza. Sin embargo, el informe de empleo dejó un sabor amargo, ya que la creación de empleo no agrícola y los salarios superaron ampliamente las expectativas. Esto aún daría margen a la Fed para continuar con su política monetaria contractiva. En el marco global, China anunció más flexibilizaciones de su política Cero Covid al mismo tiempo que Europa registró una inflación menor a la esperada, lo que impulsó a ambos mercados. Por su parte, Brasil registró mejoras en su nivel de actividad que terminaron por beneficiar tanto al Bovespa como al real frente al dólar. Esta semana los mercados estarán atentos a la publicación de precios mayoristas y a la balanza comercial de EE.UU. como también a las declaraciones del Banco Central Europeo y al IPC de noviembre de Brasil.
Powell da esperanzas al mercado. Durante su discurso, el presidente de la Fed, Jerome Powell, dio un respiro al mercado luego de afirmar que esperan un alza de tasas más moderada para la reunión de diciembre. Sin embargo, aclaró que aún tenían estimado mantener por un largo período la política monetaria agresiva, con tasas que podrían alcanzar entre el 5% y el 5,25% (actualmente en 4%). Esto implicaría un alza de 50 pb en la próxima reunión, registrando una disminución en relación a las últimas cuatro subas que fueron de 75 pb. Luego del discurso, las expectativas para la reunión de diciembre se ubicaron en un 80% esperando un alza de 50 pb mientras que el restante 20% espera la quinta suba consecutiva de 75pb.
Corrigen al alza el PBI del 3Q22. La segunda estimación del PBI del 3Q22 de EE.UU. resultó en un 2,9% t/t vs expectativas de 2,7% t/t y dato previo de 2,6% t/t. Esta mejoría fue producto principalmente de la corrección al alza del consumo personal como también de un aumento en las exportaciones netas. A pesar de la leve contracción de 0,1% t/t en el consumo de servicios, una mejora en el consumo de bienes, -0,2% t/t vs -1,2% t/t, logró impulsar al alza al dato de consumo hasta 1,7% t/t. Por su parte, las exportaciones netas se vieron favorecidas tanto por el aumento en las exportaciones de 14,4% t/t a 15,3% t/t como por una contracción de las importaciones de -6,9% t/t a -7,3%t/t.
Modera la inflación, repunta el consumo pero pero preocupa el ahorro. El PCE de octubre, índice de precios del consumo personal, y el dato analizado por la Fed convalidaron lo que había marcado el IPC, y tuvo un alza de 0,3% m/m igualando al mes previo pero por debajo de las expectativas de 0,5% m/m. El acumulado alcanzó un 6% i.a., logrando así el menor dato desde febrero de este año. La misma sorpresa marcó el PCE Core que se ubicó en 0,2% m/m vs expectativas de 0,3% m/m, registrando una suba interanual de 5%. Pese a esta moderación, la inflación continúa por encima del escenario trazado por la Fed que en sus últimas proyecciones estimó un PCE general con un alza de 5,4% para 2022 y un 4,5% para el PCE Core. Por su parte, los ingresos personales superaron a las expectativas –0,7% m/m vs 0,4% m/m–, al mismo tiempo que el gasto personal superó al dato de septiembre de 0,6% m/m y se ubicó en 0,8% m/m. Sin embargo, la preocupación radica en la caída que está registrando el nivel de ahorro, el menor valor de los últimos diez años. Esto implicaría que el nivel de consumo podría estar alcanzando un límite, llevándolo a desacelerar su ritmo o a aumentar el endeudamiento de los consumidores en los próximos meses.
Empleo mejor a lo esperado pero presionan los salarios. Los indicadores laborales de noviembre continuaron mostrando la solidez del mercado laboral. Concretamente, la creación de empleo no agrícola del último mes llegó a 263 mil, levemente por debajo de los 284 mil de octubre pero muy superior a los 200 mil que esperaba el consenso. Esta suba fue más que compensada por la caída de 400 mil puestos del empleo agrícola e implicó una contracción del empleo total de 138 mil puestos. Dado que la población económicamente activa se redujo en 186 mil personas, la cantidad de desocupados se redujo en 50 mil y la tasa de desocupación quedó en 3,7%, un nivel históricamente bajo. La creación de empleos no agrícolas comienza a tener más presión de los salarios que en noviembre subieron 0,55% m/m –contra 0,46% de octubre–, el mayor incremento desde enero, acumulando un alza de 5,1% en los últimos doce meses.
Preocupa el nivel de actividad. La actividad industrial retrocedió durante noviembre con el PMI (ISM) marcando 49 puntos, su peor registro de los últimos dos años, lo que implicaría una contracción del nivel de actividad al ubicarse por debajo de los 50 puntos. Las fábricas anunciaron una menor demanda de bienes durante el último mes del año, lo que llevó a que el índice de precios del sector manufacturero también retroceda hasta 43 puntos vs. 47,5 esperados. Esto también se debe al alto nivel de inventarios que registran las industrias, lo que lleva a disminuir la demanda de bienes a pesar de que el consumo se mantenga estable. Tras esta publicación, el Nowcast del nivel de actividad para el 4Q22 se corrigió de 4.2% a 2.8% t/t.
Sólido mes para la renta fija. A la espera de una reducción en la suba de tasas, los bonos fueron los más favorecidos de la semana aunque en distinta magnitud. El tramo corto de la curva de rendimientos de bonos del tesoro cerró levemente al alza mientras que el tramo medio y largo terminaron cayendo. De esta manera la USD2YR se ubicó en 4,35% mientras que la USD10YR lo hizo en 3,59% llevando el spread de ambas a 86 pb. A pesar de mantener la reinversión, la caída en el largo tramo demuestra la mejora en las expectativas de crecimiento que está pronosticando el mercado ante una política monetaria menos agresiva. Esto impulsó tanto a los bonos investment grade (0,1%) como a los high yield (0,2%) aunque los bonos emergentes fueron los mayores ganadores de la semana (1,5%), ya que una política monetaria más laxa los volvería más atractivos de cara al mediano plazo. Esto los ubica como los grandes ganadores del último mes (9,2%) seguidos por los bonos investment grade (6,5%) y en tercer lugar los bonos más riesgosos (3%).
Dow Jones en bull market. El Dow Jones ingresó en terreno de bull market luego de haber registrado un alza de 20% desde sus mínimos del 30 de septiembre. Aunque esta semana tuvo una suba moderada de 0,1%, el índice, en su mayoría de empresas value, avanzó un 5,7% durante noviembre. Por su parte, el Nasdaq y el S&P se destacaron y avanzaron 1,4% y 0,8%, respectivamente (5,5% y 5,6%, respectivamente, en noviembre), favorecidos por el discurso más laxo de Jerome Powell. Dentro de los sectores, comunicaciones y consumo discrecional fueron los mayores ganadores de la semana con 3% y 2%, respectivamente, mientras que el principal detractor fue el energético al caer 1,3%. Sin embargo, cabe destacar que todos los sectores que componen al S&P cerraron noviembre al alza, encabezados por el sector de materiales que registró una suba de 11,4%.
Afloja la inflación en Europa. La inflación de la eurozona resultó en una contracción de 0,1% m/m durante noviembre –vs expectativas de 0,7% m/m y 1,5% m/m en el mes previo–. Así, el acumulado se contrajo a 10% i.a., marcando la primera caída de los últimos 17 meses. Sin embargo, la mayor sorpresa provino del IPC Core que resultó sin variaciones, por debajo del 0,6% m/m esperado. Esta caída implica una desaceleración en los precios de energía, que representaron un 46% de la suba en octubre mientras en noviembre esa cifra retrocedió a 31%. A pesar de esto, la mira continúa en los precios de los alimentos, el alcohol y el tabaco que volvieron a aumentar, pasando de representar un 13,1% del IPC a un 13,6% en noviembre. Por su parte, los servicios se mantuvieron sin variaciones en 4,5%. Estos ítems muestran mayor resistencia a la baja y son malas noticias para la eurozona que llevarían a suponer que el BCE aún podría no relajar su política monetaria contractiva de cara a las próximas reuniones. Sin embargo, este escenario general fue tomado como una señal positiva para el mercado europeo que cerró la semana con un 1,3% al alza.
China flexibiliza las restricciones. Esta semana, el gigante asiático dio a conocer nuevas flexibilizaciones de su política Cero Covid, a pesar de haber registrado un promedio de 36.000 contagios diarios. Entre las medidas, se destaca la posibilidad de realizar una cuarentena domiciliaria para algunos de sus habitantes, y así en caso de contagios evitaría aislar a edificios enteros. A esta noticia se le sumó que el dato de actividad superó las expectativas, con el PMI manufacturero de Caixin en 49,4 puntos vs. 48,9 esperado. A pesar de ubicarse por debajo de los 50 puntos, el resultado fue tomado con optimismo por el mercado chino que cerró la semana con un alza de 11% favoreciendo al mercado asiático que subió un 5,4%.
Avanzan el petróleo y los metales. Luego de acumular varias semanas a la baja, el petróleo cerró con una suba semanal de 6,8% (aunque en noviembre cayó un 6,9%), favorecido por la relajación de las restricciones en China. A esto se le sumó que la Unión Europea confirmó que establecerá un tope de precio al crudo ruso como sanción por la invasión a Ucrania, el cual sería de USD 60 con una revisión bimestral. En consecuencia, el precio del commodity cerró al alza ante la proyección de que, producto de esta medida, Rusia disminuiría su oferta energética. Los metales también cerraron al alza favorecidos por las medidas chinas y por menores expectativas de subas de tasas en EE.UU., lo que beneficiaría el crecimiento y su demanda. Mientras que el cobre cerró un 5,8% al alza, el aluminio lo hizo en 7,1%, acumulando subas mensuales de 10,4% y 9,3%, respectivamente. Otro gran ganador fue el oro que, favorecido por la caída del dólar (0,2% en la semana y 9,2% en el mes), avanzó un 2,4% y cerró noviembre con un alza de 8,3%. Así, las mineras de oro fueron las grandes ganadoras del mes (ETF GDX subió 20,2%).
Mejora Brasil. El Bovespa logró avanzar un 6,4% esta semana, favorecido por el mejor entorno global y de los commodities en particular, con subas superiores al 10% en Petrobras y Vale, y por los buenos indicadores económicos. La producción industrial de octubre superó las expectativas de -0,1% y se ubicó en 0,3% (1,7% i.a.), mientras que la balanza comercial marcó un superávit de USD 6,7 MM vs. USD 3,9 MM en octubre. Esto se dio por la suba en las exportaciones al mismo tiempo que se redujeron las importaciones, favoreciendo al real que se apreció un 3,5% frente al dólar, llevando a la moneda a cerrar en 5,22. Sin embargo, la incertidumbre post elecciones llevó a que el mercado brasilero termine noviembre con una caída mensual de 3,7%. En el plano político el ex ministro de Educación, Fernando Haddad, se sumó al equipo de transición de Lula y podría ser el próximo ministro de Hacienda, ganando la pulseada sobre candidatos más ortodoxos como Pérsio Arida. Al mismo tiempo, aumentan las chances de que el Congreso diluya el paquete fiscal sugerido de BRL 200.000 millones a algo más modesto.
Sólido mes para el mundo. Favorecido por una caída en el dato de inflación de EE.UU. y por mayores flexibilidades en China, el índice de acciones globales cerró noviembre con un alza de 8,3% mensual. Mientras que Europa avanzó un 13,2%, los mercados emergentes tuvieron la mayor suba (15,6%) favorecidos por el repunte de 32,1% que registró el índice MSCI de China. Por su parte, LATAM tuvo una suba más moderada de 1% arrastrada por el retroceso de Brasil (3,6%), mientras que dentro de la región Colombia (13%) y Perú (9,9%) fueron los más destacados del mes.
Sin un plan de fondo, el gobierno apunta a medidas parciales para contener los desequilibrios crecientes. Ante la presión generada por el sobrante de pesos combinado con el atraso cambiario y la elevada brecha de tipos de cambio, la respuesta vuelve a ser el dólar soja. Esta es una medida efectiva para aumentar la oferta en el corto plazo y ganar tiempo, pero no permite que mejoren las expectativas de los meses siguientes. El escenario se complica aún más con la dificultad del Tesoro para refinanciar los vencimientos de deuda en pesos, que inexorablemente traerá mayor presión al Banco Central para aumentar la emisión monetaria. Mientras tanto, los activos locales volvieron a mejorar de la mano del buen contexto global, y de los emergentes en particular. Los bonos soberanos tuvieron una importante suba y recuperaron los valores de junio, en tanto que los bonos en pesos y el merval volvieron a cerrar al alza. Las miradas de esta semana estarán en las primeras estimaciones de la inflación de noviembre y en la evolución de la liquidación del agro.
Problemas de financiamiento. El llamado de licitación del lunes 28 de noviembre, ofreció Lelites al 16 de diciembre (solo para FCIs), la reapertura de la LEDE al 31 de marzo y de la LEDE al 28 de abril, y de los bonos DLK TV23D al 28 de abril y T2V3D al 31 de julio. La colocación obtuvo $219.050 M por sobre los vencimientos de $262.000 M, representando una tasa de rollover del 84%. Dado que vencían casi $100.000 M del T2V2, el refinanciamiento para los dollar linked fue bajísimo: solo un 25% se colocaron en el TV23 y el T2V3, mientras que el 58% fue a la Lede de mar-23, 12% a la Lelite del 16-dic-22 y 5% a la Lede de abr-23. El rollover conseguido en el mes fue levemente superior al 100% por sobre los vencimientos de $465.000 M, mientras que en el tercer trimestre del año se habían logrado tasas de refinanciación mayores al 200% mensual. Esto demuestra la falta de interés en los instrumentos tasa fija ofrecidos, aún más en los DLK –dada la expectativa de que posiblemente continúen los desdoblamientos cambiarios y no haya una devaluación discreta del dólar “A 3500” –. Hace cuatro licitaciones que no se ofrece un instrumento ajustable por CER.
Buscando una opción hard dollar. Sumado a que diciembre suele ser el mes con mayor déficit fiscal del año, los vencimientos cercanos a $500.000 M y las complicaciones para refinanciar la deuda, hacen que exista la posibilidad de que se ofrezca una nueva alternativa en moneda dura para obtener financiamiento, utilizable incluso para el pago de impuestos. De no ser así, deberían pedirse nuevos adelantos transitorios al Tesoro.
Agrodependencia. Más allá de que en estos días ingresarán USD 500 M del BID para mitigar el impacto climático sobre el campo, el principal ingreso de divisas se encuentra en la liquidación del agro. Esto puede comprobarse con un nuevo desdoblamiento cambiario para el sector sojero de $230. En la primera semana del dólar soja II, la liquidación fue de $956 M, un resultado bastante inferior al conseguido por el dólar soja I de septiembre que logró liquidaciones por encima de los $1.500 M. A su vez, la sequía que afecta a las principales zonas productivas del país está generando un retraso récord en la siembra de soja. Esto lleva a una continua revisión de las estimaciones de cosecha y de liquidación del agro para 2023. Así lo hizo la Bolsa de Comercio de Rosario en un informe reciente que planteó tres escenarios suponiendo que los precios internacionales se mantendrían en los niveles actuales. El escenario optimista plantea que la cosecha de soja aumentaría 5% respecto a la campaña anterior y la de maíz no tendría cambios importantes, la liquidación de divisas sería de USD 36.100 M frente a los USD 44.600 M que marcaría este año (-17% i.a.). El otro problema podría ser de expectativas: el sector podría acumular inventario en los meses venideros a la espera de mejoras en las condiciones de liquidación y un dólar diferenciado.
Repuntan las reservas internacionales. En la última semana el BCRA aprovechó la mayor liquidación del agro y compró USD 455 M, la mejor performance desde fines de septiembre. Este ingreso fue determinante para que las reservas internacionales suban USD 753 M y cierren la semana con un stock bruto de USD 38.291 M mientras que las netas habrían repuntado hasta USD 5.500 M.
Aumento en la recaudación tributaria. La recaudación subió en noviembre un 88,8% i.a., muy similar a la evolución inflacionaria, principalmente gracias al IVA y al Impuesto débito-crédito con variaciones del 96,4% i.a. y 92,2% i.a., respectivamente. Acompañó el impuesto a las ganancias aumentando casi un 130% producto del ingreso de la segunda cuota del pago extraordinario a cuenta de ganancias. Sin embargo, las retenciones tuvieron un alza de tan solo 38,6% i.a. debido a la disminución en la liquidación.
Aumenta el ritmo de devaluación. El dólar oficial cerró la semana en $168,09, $2,51 más que el viernes pasado. Esto representa una variación semanal mensualizada del 7,7%, mientras que mensualmente fue de 6,7%. A inicios de noviembre, este ritmo fue del 7%. En base a lo visto en el mercado de futuros, el contrato con vencimiento en este mes cotiza en $179,70, implicando un 7% de devaluación en el mes. Los dólares financieros (calculados por GD30) cotizan a $317,8 el MEP y a $326,4 el CCL, lo que representa una brecha con el oficial del 89% y del 94%, respectivamente. Semanalmente, sus alzas rondan el 1%, pero mensualmente fueron del 9,2% y 8,2%, respectivamente, demostrando la aceleración de la brecha.
Sigue el rally de los soberanos. Luego de un mes con subas cercanas al 20% promedio, los bonos soberanos mantienen su buena racha subiendo un 6,2% en la semana y alcanzando el nivel más alto desde junio. Se destacaron principalmente el global con vencimiento a 2041 que varió un 11%, seguido del GD35 en 9,3% y el AL35 en 7,5%. El GD38 es uno de los de mejor performance en la última semana y en lo que va del año con ganancias de 8,3% y 23,2%, respectivamente. El rendimiento promedio que presentan los bonos soberanos es del 30%, con una paridad promedio del 27% –solo el GD38 supera el 30% ubicándola en 33%–. El spread por legislación más grande lo posee el segmento de menor plazo a 2030 en 16,7%, mientras que el de 2035 se ubica en 7%, luego de estar cerca del 0% hace tan solo 7 días. En este contexto, el riesgo país cedió 158 bps en la semana y 357 bps en el mes, representando una caída del 6,7% y 14%, respectivamente.
Comprime la renta fija local. Las ledes del primer trimestre de 2023 subieron más de 2% en esta semana, logrando TIRs mayores al 100%, con excepción de la de enero que cotiza en 99%, mientras que las letras ajustables por CER tuvieron un alza del 1,9% promedio en el mismo lapso de tiempo, destacándose las de abril y mayo que subieron un 2,5%. En esta línea, todos los bonceres subieron, principalmente el TX28 un 10% y el de vencimiento en 2026 un 7,4%. El PARP fue el de menor variación semanal (1,3%), aunque es el de mejor rendimiento mensual del grupo con un alza de 14,5%. Los duales también tuvieron una buena semana: el de febrero tuvo la mayor alza del grupo con un 4,5%, ubicándose en el mejor rendimiento mensual (7%) y cotizando a una paridad cercana al 90%, cuando sus comparables lo hacen con esta métrica cercana al 100%. Los bonos DLK tuvieron un alza semanal promedio del 3,4%.
Sube el Merval. A pesar de una última jornada en negativo, el índice accionario subió en moneda local casi un 4% y un 2,5% en dólar CCL (GD30) logrando un nivel cercano a los 520 USD en la semana, con alzas generalizadas. Esta vez, el sector de Utilidades tuvo la mayor suba, con Transener subiendo un 21,5% en la semana y acumulando un 42% en el mes. Le siguió Agrometal con un 20% aunque tuvo una de las subas más bajas del mes, cercana al 6%. TGNO logró la mayor suba mensual, por encima del 50%, y en la semana tuvo un alza de 19%. Ternium con un -2%, COME con un -1,6% y BBVA con un -0,1%, fueron las pocas que cayeron.
Mala semana para los Cedears. Las empresas argentinas que cotizan con Cedears marcaron caídas generalizadas, destacando a Despegar con -6,2% (-23,4% en el mes), seguida de CAAP en -5% y BIOX y AGRO alrededor del 4,5%. La mayor suba la tuvo Globant con un 6,6% semanal.
La semana estará cargada de publicaciones. Las estimaciones ubican al índice de precios al productor de EE.UU. en 0,2% m/m, y, en caso de cumplirse, llevaría al índice a un 7,2% i.a., el menor registro desde junio de 2021. También se dará a conocer la encuesta de la Universidad de Michigan. En este caso, la mira estará puesta en la confianza del consumidor, que se espera una leve mejoría, y en las expectativas de inflación para el corto y largo plazo. A su vez, se publicará la Balanza Comercial que se proyecta en un déficit de USD 73,3 MM, superando al dato anterior de USD 65,7 MM. Por el lado europeo, la mira estará puesta en el discurso de la presidente del BCE, Christine Lagarde, que se espera que de señales sobre la suba de tasas que espera la entidad para su próxima reunión. Respecto a Brasil se dará a conocer el dato del IPC de noviembre: se espera un 0,5%, levemente por debajo del 0,6% de octubre. Si se confirma, marcaría un acumulado interanual de 6,34%, el mínimo desde abril de 2021.
En una semana corta debido a los feriados, las miradas estarán puestas en las estimaciones privadas de inflación de noviembre que se van consolidando en un escenario de un alza levemente por debajo del 6%. En cuanto a los datos económicos, se publicarán datos de producción industrial y de actividad de la construcción de octubre que serán un buen termómetro del agotamiento del crecimiento del último año. También cobra relevancia la publicación del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) de noviembre en el cual se destacará la evolución de las perspectivas para de inflación y tipo de cambio para los próximos meses.
Análisis de instrumentos de renta fija y variable.
A continuación podrás descargar el informe semanal del mercado local, en el que analizamos los distintos instrumentos de renta fija con posibles escenarios de sensibilidad. Además, mostramos los índices de mercados accionarios locales e internacionales, y finalmente el mercado de renta variable local.
La política monetaria restrictiva genera efectos monetarios expansivos de segunda ronda...
Reservas Internacionales (brutas en millones de dólares)
Resumen
La gestión fiscal determinada expone un ajuste desde la dinámica del gasto y la inflación...
Recursos tributarios (millones de pesos)
Resumen
La actividad económica se desacelera ante el panorama inflacionario y de incertidumbre...
Actividad general: escenario de grandes vaivenes
(EMAE 2004=100, Var.% a/a)
Resumen
La inflación mensual minorista de octubre se registró en 6,3%...
Inflación minorista y mayorista
(Variación porcentual mensual e interanual)
Resumen
La mayor dinámica proyectada de las importaciones afecta el resultado de la balanza comercial...
Exportaciones, Importaciones y TCR (diciembre 2010=1)
Resumen
En los últimos años se han producido cambios políticos notables...
En los últimos años se han producido cambios políticos notables. En Colombia, Gustavo Petro se consagró presidente en segunda vuelta con el 50,4% de los votos (40,3% en primera vuelta). En Chile, Gabriel Boric obtuvo el 55,9% en segunda vuelta (25,8% en primera vuelta). Finalmente, Pedro Castillo ganó en la segunda vuelta en Perú con el 50,1% de los votos (18,9% en primera vuelta).
¿Por qué estos tres casos resultan tan significativos? Porque se trata de tres países que durante las últimas décadas mostraron resultados positivos en materia macroeconómica. En crecimiento, estabilidad, inflación y equilibrio fiscal estuvieron, sin dudas, entre los mejores de la región. Para tomar dimensión de estos logros basta con revisar algunos números.
El cuadro 1 presenta los resultados promedios para las variables anteriores (más el de cuenta corriente) para 11 países de la región en el período 2000 – 2021 (los “rankings” están calculados a partir de estimaciones propias en base al World Economic Outlook del FMI). Perú, Colombia y Chile estuvieron entre las economías de mayor crecimiento y menor inflación. Colombia, además, mostró una de las economías más estables. En materia de desempleo (Colombia), resultado fiscal (Colombia y Chile) y cuenta corriente (los tres), por el contrario, los resultados no estuvieron entre los más destacados.
Chile realizó profundas reformas macroeconómicas a principios de la década de 1980, mientras que en Colombia y Perú los cambios, de índole similar (aunque sin la misma profundidad ni alcance), son más recientes. Es por ello que los tres países tienden a analizarse en conjunto. Si el análisis se desagrega por períodos también surgen algunos resultados interesantes. El Cuadro 2 muestra que los tres países estuvieron muy bien posicionados en materia de crecimiento e inflación durante 2000 – 2010, y en los tres indicadores finales sólo Colombia muestra un desempeño negativo. Para los seis indicadores Chile tiene el peor resultado en desempleo (6° posición) y Perú en el saldo de cuenta corriente (7° posición).
Finalmente, el Cuadro 3 analiza la situación para 2011 a 2019, es decir, hasta inmediatamente antes de la pandemia. Los resultados siguen siendo muy buenos en materia de crecimiento, estabilidad e inflación (e incluso mejores que en la primera década). En desempleo son similares, mejoran en el plano fiscal en Perú y Colombia (no así en Chile) y empeoran en el saldo de cuenta corriente en Perú y Chile.
¿Puede afirmarse que los cambios políticos mencionados al comienzo estuvieron en gran medida determinados por una escasa transmisión de estos resultados macroeconómicos hacia indicadores sociales como empleo, pobreza y distribución del ingreso? Sin dudas, de los datos anteriores se desprende que el desempleo en Colombia se mantuvo entre los más elevados a pesar del crecimiento y de la estabilidad. Los datos de desempleo en Chile y Perú no estuvieron entre los más altos de la región, pero tampoco entre los más bajos. En los tres casos, sin embargo, la evidencia sugiere una correlación muy baja entre crecimiento y desempleo (en Colombia, por ejemplo, es prácticamente cero: el desempleo es totalmente inelástico con respecto al crecimiento).
Sin embargo, los datos muestran una mejora significativa en pobreza y distribución del ingreso. El Gráfico 1 contiene la evolución del porcentaje de la población viviendo en extrema pobreza (datos del Banco Mundial). En los tres países se aprecia una caída significativa desde 2000 hasta 2015 (más notable aún en Colombia y Perú por los elevados valores de los cuales partían). El Gráfico 2 muestra la trayectoria de la distribución del ingreso, medida por el coeficiente de Gini (a menor valor, menos desigualdad). La trayectoria de este indicador es similar a la de la pobreza extrema, aunque sin dudas los avances fueron menos espectaculares. Además, si se hiciese una comparación con la región, también podría observarse que la desigualdad en Colombia, Chile y Perú está entre las mayores.
Con base en los datos anteriores resulta una tarea muy difícil aseverar que los cambios políticos se explican como consecuencia de que la macroeconomía no tuvo incidencia en variables sociales. No es lo que la evidencia general aquí presentada sugiere. Probablemente el punto crítico esté en el impacto de la pandemia. En relación a 2019, el crecimiento del PIB en 2020 se redujo en 13,2 puntos porcentuales (p.p.) en Perú y en 20,2 en Colombia. El promedio (sin ponderar) para los 11 países aquí considerados fue de 6,5 p.p. En cuanto al desempleo, en 2020 aumentó 7,3 p.p. en Perú (con relación a 2019) y 5,6 p.p. en Colombia. En Chile aumentó 3,5 p.p. La recuperación de 2021, si bien fue significativa desde lo numérico, parece haber sido insuficiente para compensar el daño producido en 2020. Finalmente, en 2021 comienza a aumentar la inflación, para llegar a 2022 en valores muy superiores al promedio de las dos últimas décadas.
¿Es eficaz la estabilidad macroeconómica para contribuir a la mejora del bienestar social? Sin dudas. Pero bajo determinadas circunstancias puede no ser suficiente para satisfacer las demandas sociales.
El contexto internacional sigue recesivo a nivel mundial por la suba de tasas de interés...
El contexto internacional sigue recesivo a nivel mundial por la suba de tasas de interés en Europa y Estados Unidos. Puntualmente en Europa, Alemania ya está en recesión, Inglaterra también, Italia acumula problemas hace tiempo. Por el lado de China, el Covid ha enfriado el crecimiento que será muy moderado en 2022.
En la esfera política, la reunión del G20 no ha sido un gran aporte en cuanto a definiciones, consolida a un grupo de cierta coordinación a nivel internacional que ha desplazado al G7 en los últimos años. Mientras que el lanzamiento presidencial de Donald Trump confirma que sigue habiendo demandas de la sociedad de su estilo de gestión peculiar con signos populistas y autocráticos.
En el plano regional pocas novedades, Brasil sigue con tensiones por los bolsonaristas que no quieren que asuma Lula. Se esperan buenos años con Lula, dato no menor para nuestro país dado el efecto tracción que Brasil puede representar, pues es nuestro principal socio comercial. También se puede relanzar el Mercosur por la afinidad política con el kirchnerismo.
En el orden multilateral, el FMI sigue apoyando a Argentina con una dosis de comprensión a veces exagerada. No es la dureza tradicional del Fondo.
El gran frente en el orden local es la inflación, instalada en el 7% mensual es muy difícil de bajar porque el dólar, las paritarias y el aumento de tarifas empujan esta inflación inercial que incluso puede seguir trepando. El Ministro de Economía la estima en un nivel de 3% mensual para abril y en ese nivel en las elecciones pero esto luce muy voluntarista con los instrumentos que se están empleando, sin un genuino e integral plan de estabilización.
El otro frente conflictivo es el nivel de actividad que podría estar cayendo desde septiembre sin llegar a tener un año recesivo en 2022. Se observan descensos en ventas de los comercios, en especial de cercanía. La estrategia de congelamiento de los 1.500 productos es errónea, no se puede corregir la inflación desde la microeconomía de las góndolas. La inflación es un problema básicamente macroeconómico. Hay que reconocer que ha sido un método muy empleado en Argentina incluso con gestiones ortodoxas y liberales. Siempre aparece como una respuesta fácil y cercana a la opinión pública.
Los dólares alternativos siguen subiendo a un ritmo moderado, con riesgo siempre de aceleración al no disponer el Banco Central de Reservas.
A futuro, el riesgo es tener, previo a las elecciones, un evento con consecuencias críticas. Hay varios frentes de conflicto potencial que están activados. El gobierno quiere alejar la mecha de estas bombas tratando de llegar con la mitad de la inflación actual a las elecciones.
En el plano político, sin mayores novedades. Un grupo relevante del oficialismo empuja la candidatura de Cristina, ella lo decidirá mucho más adelante y parece poco probable. Hay otras figuras que aparecen como posibles, De Pedro, el propio Massa y Manzur. Son todas conjeturas de un tema en abierta discusión. En el plano de la oposición, principalmente representada por Juntos por el Cambio, también se observan muchas internas con varios candidatos presidenciales incluyendo al fundador del PRO. Los libertarios están creciendo al calor de Milei que tiene mucho voto joven, no solo ABC1 sino más extendido en otros segmentos de la sociedad. La izquierda seguirá creciendo como lo hizo en la elección de medio término.
Para las empresas, hasta las elecciones será un contexto de mucha incertidumbre, prudencia en la inversión y necesitarán flexibilidad a los cambios. La herencia que queda es muy pesada y la inflación tardará más de un gobierno en resolverse si se encara con decisión política y coherencia técnica.
Luego del optimismo por el control de la pandemia COVID, sobrevino de nuevo el pesimismo...
Luego del optimismo por el control de la pandemia por COVID-19, sobrevino de nuevo el pesimismo por la invasión de Rusia a Ucrania. Los mercados están muy volátiles, aunque ahora tienden a predominar las subas. Seguimos pensando que la inflación se irá acotando gradualmente, y lo más probable es que tendremos una desaceleración moderada de la economía global, cómo se ve en la gran cantidad de rojos en el Cuadro 1, basado en proyecciones del FMI de octubre que, curiosamente, muestra mejoras sólo para el Cono Sur, debido a los mejores precios de sus commodities. La moderación en la inflación y un crecimiento más rápido que el previsto dependerán de que la guerra Rusia-Ucrania no se agudice.
La inflación en EEUU cayó en octubre más de lo previsto y con esperanzas de que el récord de inflación reciente, vaya amainando, dando margen a la Reserva Federal para desacelerar o incluso finalizar el aumento de tasas. El IPC anual de octubre fue 7,7%, con fuerte caída respecto del 8,2% en septiembre. La inflación núcleo –excluyendo alimentos y Energía- fue sólo 0,3% en octubre y cayó al 6,3% anual.
Bajar la inflación y consumir más energías verdes podrían ser el módico precio de la amenazante crisis global, pero estarán sujetos a la intensidad de la guerra en curso. Por segundo mes consecutivo, y tal como se esperaba, la Reserva Federal subió las tasas 75 puntos básicos tres veces consecutivas partiendo de 1,50-1,75 en junio y dejándolas entre 3,75 y 4,00 anual. Se espera con ansiedad la variación anual del PIB del tercer trimestre en USA, probablemente la tercera negativa consecutiva. Mientras tanto, Brasil sorprendió creciendo 1,2% en T2, no lo suficiente para una victoria de Bolsonaro.
En octubre pasado, el FMI recortó el crecimiento global del PIB de 2022, estimándose en 3,2% (dramáticamente menor que el 4,9% estimado hace un año), y en sólo 2,7% en 2023. El aumento medio del PIB global en el cuatrienio 2020-2023, caería a 2,2% pero, si la tasa de inflación continúa en los niveles del último mes puede que no se desacelere tanto el crecimiento global y que el aumento de la actividad económica llegue más temprano.
El dólar hizo una pausa en su apreciación, pese a la baja de la inflación en EEUU. Tal vez pueden estar pesando, latentemente, los peligros de la gigantesca deuda global, pública y privada: 333 billones de USD y 390% del PIB mundial. En ese marco, será casi imposible tomar deuda “barata”. El contexto global está ayudando, por ahora, a la Argentina, con los precios de los granos. Lo propio ocurriría con los combustibles si Vaca Muerta estuviera funcionando a full.
Con el nuevo gobierno argentino, con Sergio Massa actuando como primer ministro de facto, podría pasar (1) que se evite una profundización de la crisis; (2) que eventualmente, logre converger a menores tasas de inflación si genera un plan de estabilización, hasta ahora ausente, porque está en la agenda, pero ni el ministro ni su equipo muestran la decisión de llevarlo a cabo, dados supuestos costos políticos.
Noticias locales: el país hoy.
En estos días el BID desembolsará USD 500 M en un solo pago con fines de mitigar el impacto climático de inundaciones y sequías en el país. Esto provocaría mejoras en las reservas internacionales del BCRA, que cerraron la jornada en USD 38.183 M, USD 178 M más que el miércoles. El resultado cambiario fue de compras netas por tan solo USD 6 M con una liquidación sojera de casi USD 105 M.
El dólar oficial subió $0,43 y cerró en $167,69. Como es habitual para arrancar el mes, esta suba implicó un ritmo de devaluación más elevado que el de las últimas jornadas rondando el 8,1% m/m. Los dólares MEP y CCL mantienen movimientos inversos: el primero subió un 1,4% acercándose a los $317, con una brecha en relación al oficial del 89%, mientras que el CCL cayó un 1,3% hacia los $324,36 con una brecha del 93,4%.
Luego de un mes con subas cercanas al 20% promedio, los bonos soberanos mantienen su buena racha subiendo un 2,1% en la jornada de ayer y comienzan a quebrar las resistencias generadas previo a la caída de septiembre-octubre. Se destacaron el Bonar con vencimiento en 2029 subiendo un 3,5%, el GD35 en 3,4% y el GD46 en 4,6%. La menor suba la tuvo el GD38 que subió 0,3%, aunque es uno de los de mejor performance en la última semana y en lo que va del año con ganancia de 8,3% y 23,2%, respectivamente. En este contexto, el riesgo país cedió otros 60 bp y cerró en 2.207 pb.
Las ledes de febrero y marzo subieron más de 1,2%, logrando TIRs mayores al 100%, mientras que las letras ajustables por CER tuvieron un alza del 0,7% promedio, destacándose las de mayo y julio que subieron un 1%. En esta línea, los bonceres subieron todos, con excepción del PARP que retrocedió un 0,8%, aunque es el de mejor rendimiento semanal del grupo con un alza de 12%. Los destacados fueron el TX28 con un 4,5% de alza y el TX25 en 3,2%. Los duales también tuvieron una buena rueda. El de febrero tuvo la mayor alza del grupo con un 1,4%, ubicándose en el mejor rendimiento del grupo tanto semanal (5,5%) como mensualmente (5,7%) y siendo el único en cotizar a una paridad menor al 100%. Los bonos DLK tuvieron la mejor jornada de la semana al marcar un alza promedio de 1,4%.
A contramano de los principales índices accionarios internacionales, el MERVAL subió un 1,2% en pesos argentinos y un 2,3% en CCL (GD30). Esta variación se explica principalmente por la suba de Transener y TGSU, que rindieron un 8,8% y 6,6%, respectivamente, siendo con gran distancia los mejores papeles del panel líder de los últimos 30 días. Agrometal cayó un 3,7% posiblemente debido a la mala proyección para el sector agropecuario dada la sequía del último trimestre.
Los CEDEARs de empresas argentinas tuvieron caídas generalizadas, destacando a Adecoagro en un 5,8% y a BIOX y CAAP en un 3%. Globant se recuperó de su caída anterior subiendo un 3%.
Noticias globales: el mundo hoy.
A la espera del informe de empleo, los resultados macroeconómicos en la jornada de ayer fueron variados. La noticia positiva fue la caída en el PCE, índice de precios del consumo personal y el dato analizado por la Fed, que resultó en 0,3% m/m igualando al mes previo pero por debajo de las expectativas de 0,5% m/m. El acumulado alcanzó un 6% i.a., logrando así el menor dato desde febrero de este año. La misma sorpresa marcó el PCE Core que se ubicó en 0,2% m/m vs. expectativas de 0,3% m/m, registrando una suba interanual de 5%. Por su parte, los ingresos personales superaron a las expectativas –0,7% m/m vs 0,4% m/m–, al mismo tiempo que el gasto personal superó al dato de septiembre de 0,6% m/m y se ubicó en 0,8% m/m. Sin embargo, la preocupación radica en la caída que está registrando el nivel de ahorro, que se ubica en los menores niveles de los últimos diez años. Esto implicaría que el nivel de consumo podría estar alcanzando un límite, llevando a desacelerar su ritmo o a aumentar el endeudamiento de los consumidores en los próximos meses.
Entre otros datos, la actividad industrial retrocedió durante noviembre con el PMI (ISM) marcando 49 puntos, su peor registro de los últimos dos años (un resultado por debajo de los 50 puntos representa una contracción de la actividad económica). Las fábricas anunciaron una menor demanda de bienes durante el último mes del año, lo que llevó a que el índice de precios del sector manufacturero también retroceda hasta 43 puntos vs. 47,5 esperados.
Este escenario arrojó resultados dispares con el Nasdaq avanzando un 0,1% mientras que el Dow Jones y el S&P retrocedieron 0,5% y 0,1%, respectivamente. Las empresas value fueron las más afectadas de la jornada luego de que la firma Salesforce recortara sus perspectivas de ingresos para el 4Q22 y anunciara la renuncia de su vicedirector. Esta empresa indicó que el encarecimiento del dólar viene afectando negativamente al nivel de ganancias, impactando directamente en la recaudación del último trimestre del año. A pesar de haber publicado datos del 3Q22 por encima de las expectativas, el mercado tomó estas noticias con escepticismo llevando a que ayer la firma caiga un 8,3%.
Las novedades impactaron de forma dispar a los sectores: el de comunicaciones (0,6%) y el de salud (0,3%) marcaron las mayores subas del día, mientras que los sectores de consumo defensivo (-0,5%) y financiero (-0,6%) tuvieron las mayores bajas. Dentro del consumo defensivo, el sector de retail fue el principal detractor de la jornada cayendo un 1,4% y acumulando una baja de 0,4% en la última semana.
En el marco global, China registró un dato de actividad por encima de las expectativas, con el PMI manufacturero de Caixin resultando en 49,4 puntos. A esto se le sumó la noticia de que el gobierno anunciaría una relajación en las restricciones por COVID-19 dentro de los próximos días. El rumor no sólo impulsó al mercado chino (0,5%) sino que hizo avanzar al precio del crudo (0,8%) ante lo que sería una mayor demanda energética futura.
Respecto a Latinoamérica, la noticia negativa fue el adelanto del PBI del 3Q22 de Brasil que no alcanzó los pronósticos al ubicarse en 0,4% t/t, lo que implicaría una suba anual de 3,6% vs el 3,7% esperado. Esto se sumó a que el PMI manufacturero de ese país registró su peor valor desde junio de 2020 al ubicarse en 44,5 puntos. De esta manera, Brasil empieza a verse afectado por los efectos de una fuerte política monetaria contractiva. Como consecuencia, ayer el mercado registró una caída de 0,8%. Sin embargo, cabe destacar que este país continúa marcando una de las políticas más eficientes contra la inflación, lo que podría llevarlo a recortar las tasas de interés en el mediano plazo.
Análisis de los resultados de los balances del 3Q22
La aceleración de la inflación y la suba de tasas que se registraron en los primeros tres trimestres del año hicieron retroceder a 10 de los 11 sectores que componen al S&P 500. El sector energético fue el único que escapó a la tendencia general, favorecido por el alza de los precios internacionales producto de la guerra en Ucrania y de los bajos stocks. Si bien las preocupaciones sobre la desaceleración del nivel de actividad siguen latentes, la mejora en el último dato de inflación dio esperanza al mercado que ya espera de parte de la Fed una desaceleración en las próximas subas de tasas. Ante este escenario, la mira se ubica en el cierre de la temporada de balances del 3Q22 y en los pronósticos de cara al último trimestre del año.
En cuanto a la temporada de balances del último trimestre, a mediados de octubre cuando se presentaban los primeros resultados, las estimaciones apuntaban a una tasa de ganancias de 2,5% i.a., el menor crecimiento desde el 3Q20 (-5,7% i.a.) aunque sin el sector energético este dato se corregía a una contracción de 2% i.a. Por su parte, la tasa de ventas se proyectaba en 9,7% i.a., marcando una desaceleración respecto al promedio de 14,9% i.a. que registraban los últimos cuatro trimestres previos. Al día de hoy –ya con el 97% de las empresas habiendo presentado resultados– el dato viene superando las estimaciones al registrar una tasa de ganancias de 4,2% i.a, aunque la misma se debe a la mejor performance del sector energético –sus ganancias subieron 140% i.a– mientras que si se la excluye, el resultado es una contracción de 3,6% i.a.
Cabe resaltar que, aún teniendo en cuenta al sector energético, las ganancias se ubican por debajo del promedio de los últimos 5 años (14,5%) y también de los últimos 10 años (8,8%). La desaceleración en las ganancias respecto a trimestres previos se explica no sólo por el encarecimiento en los costos sino también por la fortaleza que viene registrando el dólar en lo que va del año. La postura agresiva de la Fed y la debilidad de las economías de Europa y Japón llevó a consolidar a la moneda norteamericana frente a sus pares mundiales: el DXY avanzó un 8,9% durante 2022. Esto impactó negativamente en los balances de las compañías ya que aproximadamente un 40% de las firmas dentro del S&P 500 operan a nivel internacional y reciben sus ganancias en otras monedas. A esto se le sumó la debilidad en la demanda por el menor crecimiento global, especialmente de China.
Si bien los resultados entre los sectores que componen el S&P son heterogéneos, con sólo tres sectores con crecimiento en las ganancias, el comportamiento general fue una desaceleración en la tasa de ganancias respecto a los trimestres anteriores. Además del sector energético, sólo el sector industrial (+19,4% i.a.) y de Real Estate (+14,8%i.a.) mejoraron sus ganancias. Por el lado del sector industrial, el segmento de transporte es el principal impulsor, con las aerolíneas registrando una tasa de ganancias promedio de 502% i.a. en el 3Q22. Este número se explica porque un año atrás los viajes se encontraban en niveles mínimos por la pandemia a nivel global. Sin tener en cuenta a este segmento, el sector industrial registraría un avance más moderado de 3,2% i.a. Entre los sectores que tuvieron caídas en sus ganancias se destacó el de comunicaciones (-26,1% i.a.), que dado su alto nivel de endeudamiento se vio golpeado por la suba de tasas al tiempo que se perjudicó por el encarecimiento de las publicidades. Le siguieron el sector financiero (-16,4% i.a.) y el de materiales (-8,8% i.a.).
El deterioro en los resultados continuará en el 4Q22 ya que el 58% de las firmas anunciaron recortes de estimaciones de ganancias. Se pronostica un contexto de soft-landing: la inflación continuará conviviendo con un menor nivel de actividad que hará que los resultados marquen una contracción de 0,4% i.a. y de 5,2% i.a. sin el sector energético. Sólo cuatro de los sectores proyectan ganancias interanuales positivas para el 4Q22: energía (71% i.a), industrial (42% i.a.), real estate (6,9%) y utilidades (4,8%). En el lado opuesto están los sectores de materiales (-21,3% i.a. por la caída del precio del cobre y menor demanda de China) y comunicaciones (-20,9% i.a.). Respecto a este último, la mayor parte de las firmas que lo componen ya anunció nuevos planes de recortes presupuestarios como despidos masivos o planes de desinversión que comenzarían a impactar en el balance de los primeros meses de 2023.
Por su parte, el sector tecnológico proyecta una caída de ganancias de 7,8% i.a. para el 4Q22. Sin embargo, continúa siendo el sector de mayor calificación de compra con un 61% de sus compañías en esta categoría mientras que sólo el 4% se encuentran en calificación de venta. Esto se debe a que gran parte de estas firmas se vio fuertemente golpeada por el escenario internacional, otorgándole un nuevo momento atractivo de entrada. Este análisis está apoyado por el ratio Forward P/E de 21,3 que registran actualmente, por debajo del promedio de 21,8 de los últimos 5 años.
Ante el contexto actual a nivel global, se espera que la temporada de balances continúe marcando una fuerte volatilidad sobre los mercados. Sin embargo, cabe destacar que el índice S&P 500 marca una tasa esperada de P/E futura de 17,6, marcando una leve mejoría respecto al 15,6 del 3Q22. Esta mejoría se pronostica principalmente para los segmentos más tradicionales, donde el sector tecnológico se muestra atractivo por el downside que acumula en lo que va del año (-21,7%). Dado el mayor ROE y la menor tasa de endeudamiento en relación a segmentos como robótica o inteligencia artificial, consideramos que puede mostrar una recuperación más rápida. A esto se le suma que las empresas con mayor poder de mercado logran trasladar la suba de costos a precios finales de una forma más eficiente ante contextos inflacionarios. Entre estas firmas destacan Apple, Microsoft o Globant que pueden adquirirse como CEDEARs en el mercado local.
Por el contrario, aún no vemos momento de entrada en el sector de comunicaciones que todavía registra débiles perspectivas para 8 de los 10 segmentos que lo componen. Se espera que la menor demanda de avisos publicitarios y el encarecimiento del endeudamiento – producto de las altas tasas – vuelvan a golpear al sector durante el 4Q22. Por estas razones recortaremos nuestras tenencias del sector dentro de nuestra Cartera Global Cohen para aumentar exposición a sectores más defensivos con utilidades que registran mejores perspectivas para el 4Q22.
Noticias locales: el país hoy.
El BCRA volvió a cerrar su jornada cambiaria en positivo pero con un saldo de compras netas que se va reduciendo a lo largo de los días: el lunes compró USD 192 M, el martes USD 122 M y ayer USD 24 M. De esta manera, el mes de noviembre cerró con ventas de USD 672 M contra los USD 498 de octubre. Además, ayer el agro liquidó USD 117 M, de los cuales USD 87 M fueron por dólar soja. Al igual que la jornada anterior, la revalorización del Yuan y el oro le dieron mayor impulso a las reservas internacionales que cerraron la última rueda del mes con un incremento de USD 142 M, logrando un stock de bruto de USD 38.005 M, USD 740 M menos que al comienzo del mes.
El dólar oficial cerró el mes en $167,255, lo que implicó un alza de 6,6% respecto al cierre de octubre. Los dólares MEP y CCL subieron de forma pareja con el oficial, al 6,5% y 6,8%, respectivamente, por lo que las brechas quedaron en 87% para el MEP y del 96,5% para el CCL.
Los bonos soberanos volvieron a subir, esta vez un 2,4% promedio. Los globales se destacaron con las mayores subas: 6,2% para el GD31, 4,5% para el GD30 y 4,1% para el GD35. Noviembre fue el mes de los soberanos con un alza promedio del 18%, principalmente gracias a los bonares que subieron al 20%. El GD30 fue el más destacado con un alza del 25%, seguido de los bonares de vencimiento en 2029 y 2030 con más de un 21%. De esta manera, las paridades subieron con un promedio del 28% para los globales, un 26% para los de ley argentina, siendo el GD38 el único en cotizar por arriba del 30%, alcanzando 33%. El spread de legislación para los de vencimiento en 2035 sigue siendo el más bajo (7,2%) , aunque en el último mes tuvo una tendencia alcista, mientras que el de los bonos de 2041 bajó bruscamente hasta los 8,3%. Con esta performance, el riesgo país cayó 3% en la última rueda y cerró en 2.264 pb, acumulando en todo noviembre una baja de 14%.
La curva de pesos tuvo una buena jornada y un mejor mes. El TO23 a tasa fija subió un 9,1% en noviembre, pasando de una TIR del 133% a 128%. Las ledes subieron un 7% y las lecer un 5,7%. Estas últimas, cotizaban mayoritariamente a tasas reales negativas (promedio de -1,6%) pero a cierre de mes ninguna rinde por debajo de 0%. De hecho, la de vencimiento en diciembre comenzó el mes rindiendo inflación menos 7,7%, pero cerró el mes en 4,8% sobre inflación. Por el lado de los instrumentos de mayor plazo, los bonceres de vencimiento hasta 2024 subieron un 6,4% y el PARP un 12,3%. El resto de la curva cayó un 3,1% promedio. Los duales tuvieron un mes de alzas al 4%, manteniendo su TIR de devaluación por debajo del 0% los de vencimientos en junio y julio. En base a eso, la letra a abril dollar linked que cotiza -1,3% subió un 4,3% en el mes, mientras que las de julio 2023 y abril de 2024 se movieron al 3,8% y -0,9%, respectivamente.
El Merval cerró noviembre con un alza en moneda local de 14% m/m y 5,2% medido en dólar CCL. Se destacaron TGNO, subiendo un 50% en el mes, Transener, en un 33%, Cresud, un 25,8% y TGSU, un 23,5%. Ninguna empresa retrocedió en noviembre, sin embargo, el sector financiero fue el de menor alza, con el SUPV subiendo un 2% y Banco Macro un 3%.
Por el lado de los CEDEARs, la jornada de ayer tuvo alzas de entre un 0,4% para CAAP hasta un 7,6% para Globant. Tomando el mes entero, los ganadores fueron CAAP, Tenaris, Ternium y Vista que subieron más de un 10%, mientras que las de peor performance fueron Despegar, que cayó un 14%, y BIOX, que cayó un 4,6%.
Como hecho relevante de la jornada, CAPEX S.A. ($CAPX) anunció el retiro de su director ejecutivo.
Noticias globales: el mundo hoy.
El discurso del presidente de la Fed dio un fuerte impulso al mercado luego de confirmar que se moderaría la suba de tasas para la reunión de diciembre. Sin embargo, aclaró que aún tenían estimado mantener la política monetaria agresiva por un largo período con tasas que podrían alcanzar el 5% y el 5,25% (actualmente en 4%). Esto implicaría para diciembre un alza de 50pb, registrando una disminución en relación a las últimas cuatro subas que fueron de 75pb.
Luego de las declaraciones de Powell, los mercados despegaron cambiando la tendencia de tres jornadas consecutivas a la baja. El Nasdaq fue el más favorecido por las menores expectativas de suba de tasas y subió 4,7%, seguido por el S&P que lo hizo 3,2%, mientras que el Dow Jones anotó un alza de 2,3%. De esta manera los tres principales índices cerraron el mes con subas promedio de 5,6%, aunque en el año el Dow Jones se viene destacando con un retroceso de sólo 4,7% vs. 14,2% de caída para el S&P y -26,3% para el Nasdaq. Todos los sectores se vieron favorecidos por este escenario cerrando el mes en terreno alcista, encabezados por el tecnológico (5%) y el de comunicaciones (4,2%). Los bonos del tesoro también dieron un respiro al registrar caídas en todos los tramos de la curva de rendimientos.
Nuestra cartera global Cohen logró registrar un alza mensual de 4,3% favorecida principalmente por el segmento acciones que avanzó un 4,4%, recibiendo su impulso de las compañías growth. Por su parte, el segmento de renta fija, que representa un 65% de la cartera, avanzó un 4,3% impulsado por los bonos Investment Grade que subieron 6,3% durante noviembre. Respecto a nuestras carteras CEDEARs cabe destacar el avance de 14,5% que registró la cartera G-Gold. Con alzas promedio de 20% para Yamana Gold y Harmony Gold, la cartera logró superar al ETF GDX, que acumula a las principales mineras a nivel mundial, y registró un alza mensual de 11,3%. En segundo lugar se ubicó nuestra cartera D-Dividendos que avanzó un 6,9%, favorecida por el alza de 11,4% que tuvo Goldman Sachs a lo largo del mes.
Respecto a los datos económicos, el PBI del 3Q22 de EE.UU. fue revisado al alza resultando en un 2,9% t/t vs expectativas de 2,7% t/t y dato previo de 2,6% t/t. Esta mejoría se debe principalmente a la corrección al alza del consumo personal así como también por un aumento en las exportaciones netas. A pesar de la leve contracción de 0,1% t/t en consumo de servicios, la mejora en el consumo de bienes logró impulsar al alza el dato de consumo hasta 1,7% t/t. Por su parte, las exportaciones netas se vieron favorecidas tanto por el alza en las exportaciones de 14,4% t/t a 15,3% t/t como por una contracción de las importaciones de -6,9% t/t a -7,3%t/t.
La mala noticia llegó de parte del adelanto del informe de empleo ADP que resultó en 127.000 nuevas nóminas, muy por debajo de las 200.000 esperadas y de las 239.000 del mes previo. Con la mira en el dato final que se publicará mañana, un resultado similar sería una señal de que el empleo no continúa tan sólido como se mostraba meses atrás.
En Europa la inflación dio una buena noticia al resultar en una contracción de 0,1% m/m durante noviembre –vs expectativas de 0,7% m/m y 1,5% m/m del dato del mes previo–. De esta manera el acumulado de los últimos 12 meses bajó de 10,6% a 10%, marcando la primera caída de los últimos 17 meses. La mayor sorpresa provino del IPC Core que resultó sin variaciones, por debajo del 0,6% m/m esperado. Esta caída implica una desaceleración en los precios de energía, que habían representado un 46% de la suba en octubre, mientras que en noviembre ese porcentaje retrocedió a 31%. La caída en los precios energéticos durante el anteúltimo mes del año fue determinante para esta variación. Más allá de este punto, la mira continúa en los precios de alimentos, alcohol y tabaco que volvieron a aumentar pasando de representar un 13,1% del IPC en octubre a un 13,6% en noviembre. Los servicios se mantuvieron sin variaciones en 4,5%. Estos índices son malas noticias para la Eurozona ya que la mayor resistencia a la baja de estos ítems llevarían a suponer que el BCE aún no relajaría su política monetaria contractiva de cara a las próximas reuniones.
Por su parte, los contagios en China vuelven a afectar el nivel de actividad con el PMI compuesto de noviembre ubicándose en 47,1 puntos vs 49 el mes previo. Tanto el manufacturero (48 puntos) como el de servicios (46,7 puntos) se ubicaron por debajo de las expectativas (49 y 48, respectivamente) y del dato del mes previo (49,2 y 48,7, respectivamente). Entendiendo que un resultado menor a 50 puntos indica desaceleración, el nivel de actividad registró su menor valor de los últimos siete meses. Estos resultados demuestran que mientras se mantengan la política cero COVID y las restricciones, durante 2023 será difícil para China volver a sus niveles de crecimiento previos a la pandemia.
De alta a muy alta, aunque estabilizada. Tal como lo fuimos destacando durante todo el año, la inflación en la Argentina pasó de alta a muy alta, aunque la buena noticia es que se observa cierta estabilidad en los últimos meses. El IPC de octubre aceleró levemente al marcar un alza de 6,3% m/m; sin embargo, volvió a quedar por debajo del 6,9% que esperaba el consenso de analistas. Así, en lo que va del año acumula un alza del 77% y si contamos los últimos doce meses llega a 88%, la peor performance desde 1991. Repitiendo el comportamiento de todo el año, los precios estacionales aportaron el mayor impulso a la inflación: en octubre subieron 9% m/m y 124% i.a. Por su parte, los precios regulados subieron 7.4% m/m y 71% i.a., debido al ajuste de 9% en las tarifas de servicios públicos. A su vez, el IPC Core repitió la performance del mes anterior con un alza de 5.5% m/m y 86% i.a. Se destaca el precio de la carne, uno de los ítems con mayor participación en el IPC, que en los últimos meses estuvo relativamente estable debido al aumento en la oferta por liquidación de stocks ante los problemas de sequía. Para lo que resta del año, esperamos que se mantenga el dinamismo actual para terminar 2022 con una inflación bordeando el 100%, que será un piso para 2023, con riesgo al alza en caso de un salto discreto del tipo de cambio, en caso de mayor emisión monetaria derivada de un mayor déficit fiscal y por incapacidad de renovar vencimientos de la deuda en pesos.
Esperando un nuevo hechizo. Pese al mayor control de cambios, que implica un nuevo esquema para el pago de importaciones de bienes, la presión sobre la demanda y la caída de la oferta hacen que el resultado del balance cambiario sea cada vez más negativo; esto obliga al BCRA a usar cada vez más reservas para controlar la devaluación del tipo de cambio oficial. Concretamente, luego del respiro que dio el dólar soja I, que permitió al BCRA comprar más de USD 5.000 M de la mano de la liquidación de más de USD 8.000 M del agro, en octubre el mercado volvió a la normalidad de este año con ventas netas del BCRA por USD 500 M. En noviembre ese número habría empeorado a más de USD 1.000 M debido a la previsible caída en la liquidación de agro (apenas USD 1.400 M) que no pudo ser compensada por la caída en los pagos por importaciones, cancelación de deuda y menor demanda neta por servicios reales y viajes en particular. Este resultado sería el peor desde septiembre de 2020. Con estas intervenciones, las reservas internacionales netas cayeron, aunque se mantienen por encima de los USD 5.000 M. Dado que este panorama se irá complicando cada vez más y que, además, la cosecha de trigo viene muy golpeada por la sequía, el gobierno lanzó el dólar soja II a $230, por el cual espera que se liquiden USD 3.000 M. De ser así, le permitiría revertir el resultado de las operaciones en el mercado de cambios y recomponer las reservas para cumplir las metas con el FMI.
Convergencia de inflación, tipo de cambio y tasas de interés. La corrida sobre la deuda en moneda local de mediados de año mostró la fragilidad financiera con la que opera la economía, con creciente atraso cambiario y tasas de interés más negativas. El salto de la brecha cambiaria y la crisis política que generó la renuncia de Guzmán obligó al gobierno a alinear la evolución de las variables nominales entre tasas de interés, tipo de cambio e inflación. La mala noticia es que, dada el alza en la inflación, estas variables se encontraron en niveles más elevados. Concretamente, como comentamos más arriba, la inflación se estabilizó en torno al 6,5% mensual, en tanto la devaluación del tipo de cambio oficial subió al 6,5% y las tasas de interés por depósitos a plazo vienen muy cerca, superando el 6% mensual. Al mismo tiempo, si bien en las últimas 2 semanas el tipo de cambio paralelo tuvo un importante repunte (el CCL subió 10%), la brecha con el tipo de cambio oficial llega al 100%, lejos del 150% que supo marcar en julio. Vale destacar que, en un contexto global en el que el dólar dejó de apreciarse contra el resto de las monedas –especialmente frente al real brasileño– la convergencia entre inflación y tipo de cambio permitió que el tipo de cambio real multilateral frene el deterioro que venía marcando en el último año y se muestre estable.
Progresos sin plan. Si bien las cuentas públicas siguen en rojo, la buena noticia es que en los últimos meses se notaron ciertas mejoras con más recaudación y ajuste en el gasto. El desafío sigue siendo la sostenibilidad y la fortaleza política para seguir ajustando el gasto en un año electoral, en una economía que lentamente ingresa en una recesión y con una pobreza que supera el 40% de la población. Concretamente, en octubre el déficit primario nacional fue de $129.122 M, casi 40% menor al del mismo período del año pasado. Esta mejora obedeció a que los ingresos totales subieron 95% i.a. mientras que el gasto primario lo hizo 63% i.a. La buena performance de los ingresos se explica por los tributarios que subieron 97% i.a, de la mano del adelanto de impuesto a las ganancias y de la recaudación por retenciones –producto del remanente del dólar soja–, en tanto que, reafirmando la tendencia de los últimos meses, todos los componentes del gasto cayeron en términos reales. Con este resultado, en lo que va del año el déficit primario llega a $1.455.174 M, más de cuatro veces superior al del mismo período del año pasado. Quedan dos meses muy expansivos en términos fiscales ya que se concentra el pago de medio aguinaldo para trabajadores estatales y jubilados. Por su lado, los ingresos irán perdiendo impulso, aunque de manera moderada de acuerdo al impacto que tenga el dólar soja II, ya que los derechos por exportación tenderán a subir. Pese a ello, al gobierno aún le queda un margen cercano a los $800.000 millones (equivalente a 1% del PBI) para el último bimestre de 2022 y ello debería ser suficiente para cumplir la meta fiscal de déficit de 2,5% de PBI acordada en el programa con el FMI.
Se complica el financiamiento en el mercado. Durante octubre los vencimientos de la deuda en moneda local fueron de $293.300 M y el Tesoro logró colocar $330.800 M, lo que resultó en un aumento de la deuda neta por $40.500 M. Con esto, la tasa de refinanciamiento o rollover del mes fue del 114%, que contrasta con el de 230% promedio poscorrida, reflejo del agotamiento de la curva de pesos frente a la incertidumbre de 2023 en adelante. En los próximos dos meses, vencen en total $880.000 M por mes –$385.000 M promedio con privados– por lo que el Tesoro deberá refinanciar el 250% de la deuda para terminar el año sin emitir pesos para financiar déficit (esto surge de asumir un déficit primario de 2,8% del PBI), lo que equivale a colocar unos $320.000 M brutos en cada una de las próximas cinco licitaciones.
Buen mes para los activos locales. El contexto financiero global fue favorable, en particular para la renta fija emergente: el S&P subió 8%, mejoraron los bonos corporativos americanos con calificación CCC, cedió el spread entre los bonos High Yield y los bonos del Tesoro y el índice de bonos emergentes subió 8,5%. Así, los activos argentinos tuvieron una buena performance con alzas tanto en bonos como en acciones. Se destacaron los bonos soberanos en moneda extranjera, que anotaron subas del 10% para los de legislación extranjera y 14% para los de ley local, por lo que el riesgo país bajó 5,5% hasta 2.370 pb. Al igual que en los meses anteriores, entre los bonos en moneda local se destacaron los del tramo corto, con las Ledes y Lecer marcando subas del 5%, mientras que los Boncer registraron un alza de apenas 0,6% aunque con comportamiento diferencial entre los que tienen vencimientos hasta 2024 que subieron 6,0% y los más largos que cayeron casi 7%. Los bonos DLK y duales tuvieron mejoras más modestas y anotaron subas de 3%. En cuanto al tipo de cambio paralelo, el MEP y el CCL subieron 7% y 6%, respectivamente, por lo que la brecha con el oficial subió al 90% y 95%, respectivamente. Por su parte, el Merval tuvo un alza de 5% medido en dólar CCL acumulando en el año una mejora del 21%.
Perspectivas. El escenario de fin de año será desafiante. El gobierno se juega una carta importante con el nuevo dólar soja para revertir el resultado del mercado cambiario y sumar reservas internacionales. Sin embargo, la presión inflacionaria y las necesidades financieras crecientes del Tesoro obligarán a mayor emisión monetaria que, pasado el efecto estacional del aumento de la demanda de pesos, generaría mayor presión en enero. Aunque con mayores dudas que un mes atrás, consideramos que el Tesoro logrará refinanciar los vencimientos de deuda con privados pero no por el margen necesario como para evitar asistencia del BCRA.
Bonos Soberanos. Seguimos viendo como opciones interesantes tanto el GD35, por paridad y flujo de fondos, como así también el GD38, por su flujo de fondos y estructura legal más robusta al ser indenture 2005. Si bien las dificultades existentes en el mercado de deuda en pesos pueden ser un condicionante para que se registre una salida alcista en los precios, la baja paridad actúa como catalizador defensivo dado los riesgos existentes. Recordemos que, a diferencia de la deuda en moneda local, la deuda en moneda extranjera ya es un problema para la próxima administración ya que los pagos que el Tesoro deberá efectuar a privados se limitan a tan solo USD 1.622 M (USD 811 M en enero y otros USD 811 en julio del año que viene). Como aspecto positivo de corto plazo, la elusión del impuesto a los bienes personales puede generar demanda pensando en la posición de fin de año, como así también los rumores de lanzamiento de un blanqueo de capitales a partir de un posible acuerdo de intercambio de información tributaria con EE.UU. (más allá de que sea un factor para comprar con el rumor y vender con la noticia).
Bonos Subsoberanos. Finalmente el 19 de octubre se entregaron a la provincia de Santa Fe los títulos en pesos indexados por CER por un total de VN $195.885 M (USD 1.279 M) para dar cumplimiento a la sentencia de la Corte Suprema de Justicia respecto al 15% de retención de fondos de coparticipación para financiar al ANSES. Santa Fe cuenta con depósitos en el sistema financiero al 30-09-22 por USD 805 M y una deuda total al 2Q22 por USD 699 M. El bono Santa Fe 2027 cotiza a USD 74,1 clean, posee un rendimiento hasta el vencimiento del 16,1% y tiene una duration de 3,07. En tanto que el bono Santa Fe 2023 puede ser una buena alternativa para aquellos que quieren un instrumento corto y favorecerse de la elusión del impuesto a los bienes personales. También destacamos los instrumentos que posee la provincia de Neuquén ya que el crecimiento de Vaca Muerta está generando una buena dinámica en los recursos obtenidos por la provincia en concepto de regalías. De hecho, en el primer semestre del año, la recaudación en dólares aumentó un 62,3% ia.a. El bono no garantizado NDT25 nos parece atractivo dada su paridad de USD 61,63, MD de 2,95x y rendimiento hasta el vencimiento de 21,36%. Para aquellos adversos al riesgo que busquen un flujo continuo de fondos de corto plazo, el bono garantizado por regalías NDT11 (USD 89,8 de paridad, MD 2,9 y yield to madurity 12,2%) puede ser una buena opción. Seguimos viendo atractivo en créditos de las provincias de Córdoba, Mendoza y el bono garantizado por regalías de Tierra del Fuego.
Bonos Corporativos. En líneas generales, los bonos corporativos tuvieron una buena performance en el último mes, ayudados por un contexto externo más tolerante con el riesgo.
Acciones. El índice Merval se encuentra en los USD 501 después de haber alcanzado USD 525 a mediados de septiembre. No sugerimos modificar las opciones mencionadas en el House View previo y creemos conveniente seguir enfocados en productoras de bienes transables como VIST, TXAR, ALUA y de electrónica como MIRG. CEPU, PAMP y CVH son otras alternativas interesantes dentro del sector regulados / no transables que vemos atractivo.
*Los datos utilizados en el presente informe tienen fecha de cierre 28 de noviembre de 2022.