Noticias globales: el mundo hoy.
El jueves, tras la confirmación del buen dato de inflación con la publicación de los precios mayoristas, los rendimientos de los bonos del Tesoro volvieron a comprimirse, al tiempo que el dólar continuó retrocediendo, alcanzando el nivel más bajo desde marzo de 2022. También fue una buena rueda para las acciones y los commodities.
Trump anunció que enviará cartas formales a socios comerciales clave en las próximas una o dos semanas, detallando aranceles unilaterales como parte de su estrategia para lograr nuevos acuerdos. Esta medida se anticipa al vencimiento de una pausa de 90 días en la imposición de aranceles recíprocos. Aunque Trump afirmó haber alcanzado un “gran acuerdo” con China, el mercado se mostró cauto.
El S&P 500 y el Nasdaq subieron un 0,3%, mientras que el Dow Jones avanzó un 0,2%. Por sectores, tecnología y servicios públicos se destacaron con mejor desempeño, mientras que el industrial –arrastrado por la acción de Boeing, que retrocedió 5% tras un accidente aéreo en India–, servicios de comunicación y financieros lideraron las pérdidas.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro operaron a la baja. La UST10Y retrocedió 4 pb, mientras que la UST2Y cayó 3 pb, cerrando en 4,37% y 3,92%, respectivamente. La inflación al consumidor y al productor más débil de lo previsto reforzó nuevamente las expectativas de que la Fed recortará tasas dos veces antes de fin de año. También contribuyó a la baja en las tasas una licitación positiva del bono a diez años en la rueda del miércoles, así como la licitación del bono a 30 años, en la cual la tasa cayó 6 pb y cerró en 4,85%. Esto le dio un fuerte impulso a los Investment Grade, que avanzaron un 0,5%.
En monedas, tras una nueva fuerte apreciación del euro (+0,7%) y de la libra (+0,3%), el dólar perdió terreno nuevamente. El DXY cayó un 0,7% y cerró en 97,95. A su vez, el oro anotó una suba de 0,9% y cerró en USD 3.383 la onza.
El petróleo extendió la racha positiva y avanzó otro 0,2%, cerrando en USD 68,3 el barril. EE. UU. se está preparando para una evacuación parcial de parte de su personal en Medio Oriente, luego de que Irán amenazara con atacar bases estadounidenses en la región si fracasan las negociaciones nucleares. Los precios también se vieron respaldados por el acuerdo alcanzado el martes entre EE. UU. y China sobre un marco y plan de implementación para reducir tensiones comerciales, lo que elevó el optimismo sobre la demanda de energía por parte de las dos mayores economías del mundo.
En el dato económico del día, los precios del productor en EE. UU. subieron 0,1% m/m en mayo, por debajo del 0,2% esperado, mientras que la suba interanual fue de 2,6%, en línea con las proyecciones. El componente núcleo también aumentó 0,1% m/m (vs. 0,3% esperado) y se desaceleró a 3% i.a. desde 3,2%. Los aumentos vinieron por el lado del tabaco (+0,9%), gasolina, café y gas natural. En cambio, el precio del combustible para aviones cayó 8,2%. En servicios, hubo una suba de 0,1%, destacándose maquinaria y vehículos mayoristas (+2,9%), mientras que los servicios de transporte aéreo de pasajeros bajaron 1,1%.
¿Qué variables macro avanzan de manera positiva y cuáles se encuentran bajo tensión?
✅D A T O P O S I T I V O D E L A S E M A N A
La inflación de mayo se desaceleró al 1,5% m/m, medio punto por debajo de lo que esperaba el mercado. Es el registro más bajo desde mayo de 2020 –en plena pandemia– y, excluyendo ese período atípico, desde noviembre de 2017. La inflación núcleo también mostró una baja significativa, al pasar de 3,2% en abril a 2,2% en mayo, tras varios meses con resistencia en torno al 3%. Hacia adelante, una posición externa más sólida del BCRA debería contribuir a disipar los temores sobre una posible inestabilidad cambiaria y permitir que el proceso de desinflación continúe.
⚠️A M O N I T O R E A R
A pesar de la marcada aceleración en el ritmo de liquidación del agro durante mayo y junio –con promedios diarios que pasaron de USD 140 M en abril a USD 151 M en mayo y USD 195 M en lo que va de junio–, el tipo de cambio oficial no cede y se mantiene un 3,3% por encima de la media de mayo, lo que sugiere que la demanda de divisas continúa siendo elevada.
🚨R I E S G O
Según la Encuesta de Indicadores Laborales, que releva el empleo privado formal en empresas de más de 10 personas, el empleo cayó 0,2% m/m en abril y acumula tres meses en baja. En términos interanuales también sigue en negativo (-0,3%), con mayor deterioro en el GBA (-0,4% i.a.), mientras que el interior del país se mantiene estable respecto a un año atrás.
¿Reacción a la medidas proteccionistas de Trump o tendencia genuida?
Las compañías del segmento industrial de EE. UU., representado por el CEDEAR SPDR Industrial Select Sector (XLI), se encuentra en máximos históricos tras registrar un alza de 9,8% en lo que va del año, superando tanto al S&P 500 (+2,4%) como al resto de los sectores que integran el índice.
Este buen desempeño refleja, en parte, el impacto de las políticas proteccionistas de Trump, en especial los aranceles a la importación. Si bien estas medidas generan importantes disrupciones en las cadenas de suministro, favorecen a productores de bienes y servicios basados en EE. UU. por sobre sus competidores internacionales.
General Electric fue una de las compañías que más contribuyeron a la suba del sector, con un alza de 46% en el año y una valuación de USD 262 MM, junto con el contratista militar RTX, cuyo valor bursátil trepó 24% en lo que va de 2025 hasta alcanzar los USD 190 MM. Ambos casos llaman la atención, ya que estas firmas, vinculadas a la industria aeronáutica, anticipan que las tarifas de Trump podrían tener un impacto negativo de hasta USD 850 M en algunas de sus líneas de negocios.
Otras compañías industriales prominentes con buen rendimiento en 2025 incluyen a Boeing (+25%), el fabricante de maquinaria agrícola John Deere (+25%) y el gigante del equipamiento industrial 3M (+15%). En todos los casos, se trata de empresas con importantes centros de producción dentro de Estados Unidos.
En sentido opuesto, múltiples compañías industriales internacionales están padeciendo los mayores costos de acceder al mercado norteamericano. Entre ellas, las automotrices Stellantis y Nissan, cuyas cotizaciones acumulan bajas de entre 14% y 17% en 2025.
Lo interesante del sector industrial estadounidense es que su buen desempeño no se limita al impulso coyuntural de las tarifas de Trump, que podría ser transitorio. En los últimos tres años, el sector ha superado en rendimiento al S&P 500 de forma sostenida, a pesar de no contar con gigantes tecnológicos como Nvidia entre sus componentes.
Esto refleja que las ventajas competitivas de EE. UU. también se extienden a sectores industriales clave, los cuales podrían beneficiarse aún más en el futuro gracias a mejoras significativas en productividad y márgenes, impulsadas por la incorporación de inteligencia artificial en los procesos productivos.
¿Cómo impactan las nuevas medidas del BCRA y el Tesoro en el mercado de renta fija?
En el contexto de una desinflación en curso y con el mercado atento a la dinámica de acumulación de reservas, el MECON y el Central avanzaron con un conjunto de medidas orientadas a reforzar el esquema cambiario. Con el frente externo bajo la lupa y un BCRA que se mantiene al margen de las compras de divisas en el spot, el Gobierno busca fortalecer las reservas internacionales vía endeudamiento con el sector privado, a través de la emisión de títulos públicos con suscripción directa en dólares –y un tope mensual de USD 1.000 M– y licitaciones de repos con bancos internacionales. En paralelo, como comentamos en Objetivo: reservas. El giro táctico del BCRA, la autoridad monetaria continuó con el reordenamiento del esquema de liquidez: recompró Puts otorgados a entidades financieras y eliminó las LEFI –incentivando a las entidades a relocalizar excedentes, en parte hacia Lecaps de corto plazo–. Además, anunció la licitación de la Serie 4 del BOPREAL, que podrá ser suscripta el 18 de junio (con liquidación el 24 de junio), para reorganizar la cancelación de pasivos hacia el exterior.
Con este reordenamiento en marcha, la renta fija en pesos no estará exenta de volatilidad, aunque no puede descartarse una moderación en las tasas de interés en el corto plazo, sobre todo en las colocaciones del Tesoro. La salida de las LEFIs obliga a los bancos a redireccionar su liquidez, por lo que el Tesoro anunció que comenzará a licitar Lecaps con vencimientos a uno, dos y tres meses en sus licitaciones quincenales, con la posibilidad de intervenir en el mercado secundario para sostener la liquidez en este segmento y evitar movimientos disruptivos en la curva de pesos. Así, en un contexto de desinflación en curso y reordenamiento del esquema monetario, se consolidan los motivos para estirar duration. Si bien la curva a tasa fija ya descuenta un escenario de menor inflación hacia adelante –reflejado en su pendiente negativa–, creemos que las tasas podrían comenzar a tener mayor recorrido bajista. Si comparamos los niveles actuales con los rendimientos de la curva a tasa fija en enero –todavía con un crawling peg del 2% m/m y el mercado descontando una inflación promedio del 1,7% m/m para 2025 (hoy en torno al 1,5%)–, aún hay espacio para una compresión adicional de rendimientos en el corto plazo.
En este sentido, recomendamos estirar duration a través de los Duales, que pagan el máximo entre el devengamiento de la tasa fija capitalizable y el promedio de la tasa TAMAR a lo largo de la vida del bono. En particular, destacamos el TTM26 (rinde 2,25% TEM en su versión tasa fija y un margen de 2,64% TNA sobre la tasa TAMAR) y el TTJ26 (rinde 2,19% TEM en su versión tasa fija y un margen de 2,26% TNA sobre la tasa TAMAR). Con base en nuestras proyecciones, que anticipan una baja adicional en las tasas nominales, estos instrumentos pagarían tasa fija al vencimiento. Al comparar el rendimiento a finish de los Duales con los Boncap de duration similar, las diferencias en los retornos son marginales, lo que favorece el posicionamiento en estos instrumentos, dado que incluso podrían captar un escenario en el que las tasas tiendan al alza.
Por otro lado, el nuevo Bonte 2030 (TY30P) es una buena alternativa, pese a la compresión de rendimientos observada en el mercado secundario luego de su colocación al 29,5% TNA (hoy 25,9% TNA). Si se evalúa en un horizonte de 12 meses, el TY30P podría ofrecer un rendimiento en dólares atractivo, aun en un escenario de descompresión de tasas. Incluso si las tasas se mantuvieran en los niveles actuales, el tipo de cambio breakeven se ubicaría en $1.493.
Recomendación: para inversiones en pesos sugerimos la siguiente cartera: 10% S29G5 (2,6% TEM) + 10% S30S5 (TEM 2,5%) + 20% TZXM6 (CER +10,5%) + 20% TZX26 (CER +10,2%) +15% TTM26 (2,2% TEM, TAMAR +2,6% TNA) + 15% TTJ26 (2,2% TEM, TAMAR +2,6% TNA) + 10% TY30P (27,6% TIR).
Por otra parte, cobra relevancia la emisión del nuevo BOPREAL Serie 4, que se suma a las herramientas utilizadas por el BCRA para absorber excedentes de pesos y reordenar los pagos hacia el exterior. El Gobierno confirmó este martes que será un bono bullet con vencimiento en octubre de 2028 y pagará un cupón semestral del 3% anual. Lo relevante es que se emitirá a la par, al igual que en las colocaciones previas de este instrumento. Si bien todavía no se conoce cuál será el precio del BPO28 en el mercado secundario, estimamos que debería cotizar a una paridad del 83,3% (equivalente a una TIR del 9%), o inferior, considerando que el vencimiento opera tras la finalización del mandato actual. En este sentido, suscribir BOPREAL y luego venderlo en el mercado secundario implicaría asumir un tipo de cambio de $1.421, es decir, una brecha del 20% sobre el tipo de cambio oficial. Aunque ese nivel no luce particularmente atractivo, como señalamos en Atrapados con salida: BOPREAL Serie 4, el éxito de esta colocación –que será por un máximo de USD 3.000 M– podría funcionar como termómetro de la demanda potencial y del apuro de las entidades por cancelar sus obligaciones con el exterior.
Noticias globales: el mundo hoy.
En la rueda del miércoles, el petróleo registró una importante suba de casi 5% tras el anuncio de Trump sobre un acuerdo comercial con China, lo que mejoró las perspectivas de demanda a nivel global. También se publicó el dato de inflación, que resultó mejor a lo esperado y alimentó las expectativas del mercado sobre la posibilidad de dos recortes de tasas antes de fin de año. Por su parte, las acciones retrocedieron luego de tres ruedas consecutivas al alza.
Los funcionarios estadounidenses y chinos alcanzaron un acuerdo tentativo para reanudar las negociaciones comerciales, en el cual China aceptó suministrar tierras raras y EE. UU. flexibilizar las restricciones de visas estudiantiles. Sin embargo, el acuerdo carece de detalles sobre aranceles y controles a las exportaciones, lo que moderó el entusiasmo del mercado. Trump calificó el marco como “cerrado”, a la espera de la aprobación final, mientras que el secretario de Comercio, Howard Lutnick, señaló que una decisión podría conocerse en los próximos días.
Tras este anuncio de un acuerdo comercial preliminar entre EE. UU. y China, el petróleo WTI avanzó un 4,7% y cerró en un nivel de USD 68 por barril el miércoles, ya que la noticia elevó las expectativas de una mayor demanda de energía por parte de las dos economías más grandes del mundo. Con esta nueva suba, el petróleo recorta su pérdida en 2025 a 5,2%. Si bien los riesgos comerciales se han reducido, persiste la incertidumbre sobre el impacto del acuerdo en la demanda global. En simultáneo, continúan las tensiones con Irán, que amenazó con atacar bases estadounidenses si fracasan las negociaciones nucleares, lo que mantiene la presión sobre la oferta. En cuanto al suministro, la OPEP+ planea aumentar la producción en 411.000 barriles por día en julio, siguiendo con el desmantelamiento gradual de los recortes. Sin embargo, la oferta en EE. UU. se redujo, con los inventarios de crudo cayendo en 3,64 millones de barriles la semana pasada, según datos de la EIA, por encima del descenso esperado de 2,5 millones, lo que señala una mayor demanda o condiciones de oferta más ajustadas.
Por otro lado, las tasas de la UST10Y y la UST2Y retrocedieron 6 pb cada una luego de que datos de inflación más bajos de lo esperado ofrecieran al mercado un alivio momentáneo respecto al impacto inflacionario de las políticas comerciales de Trump y reforzaran las expectativas de recortes de tasas por parte de la Fed este año. El mercado descuenta un recorte de 25 pb en septiembre y aumenta la probabilidad de otro en diciembre. De esta manera, el índice de bonos del Tesoro subió un 0,3%, al igual que el de mercados emergentes e Investment Grade, en tanto que los High Yield se mantuvieron neutrales.
A pesar de datos de inflación más suaves de lo esperado y de un acuerdo preliminar entre EE. UU. y China, las acciones cedieron tras tres ruedas consecutivas al alza. El S&P 500 y el Nasdaq cayeron un 0,4%, al tiempo que el Dow perdió un 0,1%. Los sectores de materiales y consumo discrecional quedaron rezagados, mientras que el sector energético mostró avances.
En cuanto a la cotización de monedas, el dólar retrocedió a nivel global. El DXY bajó un 0,4% a raíz de una suba del 0,5% del euro y 0,3% de la libra. En Brasil, también siguió perdiendo terreno y cayó un 0,6%, cerrando en USDBRL 5,54. Por su parte, el oro ganó un 0,7% hasta USD 3.345 la onza.
En el dato económico del día, se publicó el IPC de EE. UU. correspondiente a mayo. Subió un 0,1% mensual, desacelerándose respecto al 0,2% de abril y por debajo de lo esperado (0,2%). En cambio, la inflación anual aumentó por primera vez en cuatro meses, alcanzando el 2,4%, aunque también quedó por debajo del consenso (2,5%). Los mayores aumentos se registraron en alimentos, servicios de transporte y vehículos, en tanto que los precios de la energía cayeron un 3,5%, con fuertes bajas en naftas y fuel oil. Por otro lado, la inflación núcleo, que excluye alimentos y energía, también subió solo un 0,1% mensual (vs. 0,2% en abril y 0,3% esperado), y se mantuvo en 2,8% anual, su menor nivel desde 2021. Estos datos reflejan una inflación más moderada de lo previsto, especialmente en la medida núcleo, lo que podría aliviar la presión sobre la política monetaria de la Reserva Federal.
Noticias locales: el país hoy.
El miércoles fue una rueda más bien negativa, con caídas en las curvas en pesos y en las acciones, mientras que los bonos soberanos en dólares y el tipo de cambio se mantuvieron neutrales. Por su parte, el BCRA anunció el repo con BOPREAL Serie 1-D por USD 2.000 M con el objetivo de sumar reservas. Además, la Secretaría de Finanzas informó las condiciones para la licitación que se llevará a cabo este viernes.
El BCRA adjudicó USD 2.000 M en una nueva operación de repo con BOPREAL Serie 1-D, ampliando el número de contrapartes a siete bancos internacionales. La tasa pactada fue SOFR + 4,5%, equivalente a una tasa fija del 8,25%, 55 pb por debajo de la licitación anterior. La operación, con vencimiento en abril de 2027, busca seguir reforzando el nivel de reservas internacionales, variable clave para una reducción en el riesgo país y el acceso a los mercados internacionales de crédito. Del monto total, USD 500 M suman para la meta de reservas impuesta por el FMI.
Por su parte, la Secretaría de Finanzas anunció las condiciones de la licitación que se llevará a cabo este viernes y se liquidará el 18 de junio. La licitación contempla un menú de instrumentos que incluye la reapertura del Bonte TY30P para residentes y no residentes, con un monto máximo a emitir de USD 500 M, una nueva Lecap a un mes, y la reapertura de Lecaps a dos, tres y cinco meses. Además, reabre los Boncap T30E6 (vto. enero 2026) y T30J6 (vto. junio 2026). El Tesoro deberá afrontar vencimientos por $3,8 billones, principalmente correspondientes a la Lecap S18J5. Si bien no luce un monto desafiante, las obligaciones del Tesoro ascienden a $10,4 billones a fines de junio.
Por otro lado, el BCRA anunció la emisión del nuevo BOPREAL Serie 4, un bono bullet con vencimiento en octubre de 2028, con un monto máximo a colocar de USD 3.000 M. El Gobierno confirmó que se emitirá a la par y devengará una tasa anual del 3%, pagadera de forma semestral. De este modo, suscribir BOPREAL y luego venderlo en el mercado secundario –estimamos a una paridad del 83% (9% TIR)– implicaría asumir una brecha cercana al 20%.
Los bonos soberanos en dólares se mantuvieron neutrales. Bajo ley local se registraron caídas en el tramo corto y subas en el tramo largo, mientras que bajo ley NY sucedió lo opuesto. Con esto, el riesgo país se mantuvo en 666 pb. Los BOPREAL, por su parte, avanzaron un 0,2%, impulsados por el alza del 0,7% del Serie 1-C.
Las curvas en pesos mostraron rendimientos mayormente negativos, con caídas del 0,4% para los duales. La curva de tasa fija retrocedió un 0,2%, impulsada por el tramo largo y con el Bonte 2030 perdiendo 0,5%. En cambio, la deuda ajustable por CER se mantuvo neutral, operando mixta en todos sus tramos. La única curva en mostrar rendimientos positivos fue la de dollar-linked, gracias a las alzas del 0,2% y 0,8% del D16E6 y el TZV26, respectivamente.
En el mercado de cambios, el BCRA cerró la jornada con un stock de reservas brutas de USD 38.531 M, subiendo en USD 25 M desde el martes. En paralelo, el tipo de cambio oficial se mantuvo sin cambios en $1.185. La liquidación del agro fue de USD 196 M en la rueda de ayer. En cuanto a los dólares financieros, mostraron caídas del 0,3% para el MEP (GD30) y una suba del 0,2% para el CCL, cerrando en $1.188 y $1.192, respectivamente.
Los futuros de dólar en A3 bajaron un 0,41% y las TNA se mantienen en torno al 26%, al tiempo que la devaluación implícita mensual promedio corre al 1,9% para diciembre de 2025.
Por último, el Merval retrocedió luego de la gran performance que tuvo en la rueda del martes. En concreto, cayó un 1,4% en pesos y un 1,7% en dólares, finalizando en USD 1.815. Supervielle, IRSA y Telecom perdieron por encima del 4%. Del otro lado, se vieron tímidas subas de entre 0,6% y 1,6% para Pampa, Holcim y Transener. En acciones que cotizan en Nueva York, la caída promedio fue del 2%.
Análisis del paquete de medidas que anunció el BCRA para anclar expectativas.
En un esfuerzo por acumular reservas, el BCRA y el Tesoro impulsaron dos iniciativas complementarias. Por un lado, a partir de junio, el Tesoro licitará títulos públicos con suscripción directa en dólares –como el Bonte 2030 que se colocó el 28 de mayo de 2025–, con vencimientos mayores a un año y un tope mensual de USD 1.000 M. Por otro, el 11 de junio se llevará a cabo la segunda licitación de repos con bancos internacionales por hasta USD 2.000 M. Parte de esos fondos (USD 500 M) computan como reservas netas para la meta con el FMI. Esta meta aún luce lejana: las RIN se ubican en torno a los USD 7.500 M negativos, cuando el acuerdo exigía alcanzar los USD 2.700 M negativos al 13 de junio. Ambas medidas apuntan a reforzar el frente cambiario sin intervenir en el mercado spot, y muestran que la acumulación de reservas no era solo un compromiso con el FMI. Es, más bien, una condición necesaria para sostener el régimen cambiario y monetario actual, y también para reducir el riesgo país, en un escenario donde los inversores internacionales ya venían advirtiendo con preocupación la falta de acumulación por parte del BCRA.
Del lado monetario, el BCRA se propuso eliminar pasivos contingentes y ordenar la liquidez bancaria bajo un esquema que deja atrás la referencia explícita de tasa de política, reafirmando lo que se había planteado con la flexibilización del cepo y el inicio de la etapa 3 del programa de estabilización. El lunes comenzó la recompra en el mercado de opciones de venta (puts) otorgadas a los bancos para incentivar la compra de deuda pública. Estos instrumentos habilitaban emisión en caso de ejecución, delegando en los bancos el momento de inyectar pesos. Su recompra devuelve al Banco Central el control sobre la expansión monetaria. Según el comunicado oficial, la entidad monetaria y las financieras formalizaron la rescisión del saldo total restante de estos contratos por un total de $5,9 billones. A cambio, el BCRA abonó $23.000 M, un valor vinculado a las primas ajustadas originalmente pagadas por las entidades. Este cierre se suma al acuerdo de julio de 2024, cuando se rescindieron contratos por $13,2 billones, completando así la eliminación de este tipo de instrumentos, que representaban una fuente potencial de expansión monetaria fuera del control directo del Central. La autoridad monetaria destacó que “lo que emite hoy el BCRA por esta recompra es insignificante en relación a la emisión contingente que eliminamos”.
En paralelo, se le asignó fecha a la licitación de la Serie 4 del BOPREAL para el 18 de junio. Este instrumento podrá ser suscripto por empresas con deudas comerciales previas a diciembre de 2023 o dividendos impagos. Desde lo monetario, actúa absorbiendo pesos en el presente, lo que podría presionar al alza las tasas al absorber liquidez. Desde lo cambiario, permite organizar los pagos al exterior, aportando previsibilidad al proceso de cancelación de pasivos corporativos.
Otra pieza clave del reordenamiento monetario es la eliminación de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI), cuyo stock debería llegar a cero el 17 de julio. En junio, el stock de LEFI se ubica en torno a los $9,6 billones, de los cuales $4,7 billones están en manos de bancos privados. A partir del 10 de julio, el BCRA dejará de ofrecerlas a los bancos, lo que implica un cambio de régimen. Las LEFI son letras emitidas por el Tesoro Nacional, con un plazo máximo de un año, que devengan diariamente la tasa de política monetaria –actualmente en 29% TNA, por debajo de la TNA de la Lecap con vencimiento en junio de 2026 (30,4%)–. El Banco Central definía la tasa y el Tesoro la pagaba. Fueron concebidas como un instrumento transitorio para reemplazar los pasivos remunerados del BCRA, trasladando esa carga al Tesoro. Su retiro obliga a los bancos a repensar cómo estacionan su liquidez y habilita una mayor participación de la entidad monetaria en el mercado secundario de Lecaps de corto plazo. El impacto inmediato –con el desarme de casi $10 billones en cinco semanas, sobre un total de Lecaps en torno a los $30 billones según datos a abril de 2025– podría reflejarse en una baja de tasas en el sistema, o al menos en la decisión de no convalidar niveles elevados. Sin embargo, en el mediano plazo, el efecto sería neutral sobre las tasas, al tratarse esencialmente de un intercambio entre instrumentos del Tesoro.
También se anticiparon ajustes en la política de encajes, con el objetivo de unificar el tratamiento para diferentes depositantes. El BCRA busca reducir distorsiones que encarecen el crédito y dificultan la intermediación. En palabras del propio organismo, se trata de disminuir la volatilidad del fondeo, reducir el costo financiero y mejorar la eficiencia de la economía.
Así, el nuevo esquema refleja una coordinación donde el programa financiero del Tesoro condicionará el margen de acción de la política monetaria. Con una tasa de interés determinada por el mercado y sin instrumentos propios relevantes, el BCRA opera bajo un marco en el que las decisiones fiscales y de financiamiento ganan centralidad, redoblando la fuerza que tiene el ancla fiscal del programa.
La prioridad quedó en evidencia. Con la inflación bajando, el Gobierno redirigió el foco hacia la estabilidad cambiaria mediante una batería de medidas cuyo éxito se medirá en tres frentes: acumulación de reservas, dólar controlado y tasa de interés contenida. Una apuesta que parece descontarse de acá a las elecciones y permite dejar de lado, al menos temporalmente, la fragilidad que evidencia la cuenta corriente.
Noticias locales: el país hoy.
Los anuncios del gobierno del lunes dejaron dos grandes ganadores en la rueda de ayer: los soberanos en dólares y el Merval, con subas por encima del 1% y 4%, respectivamente. Las curvas en pesos a tasa fija y CER operaron levemente al alza, con mayores subas en los tramos largos. Por otro lado, el A3500 se mantuvo estable, en tanto que los dólares financieros retrocedieron levemente, al igual que los bonos dollar-linked. En el plano político, se confirmó la sentencia por parte de la CSJN a Cristina Fernández de Kirchner, con seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
La deuda soberana en dólares tuvo un sólido desempeño en la rueda de ayer, acumulando dos jornadas consecutivas de subas. Los anuncios del BCRA y el MECON, que apuntan a fortalecer las reservas internacionales –un factor clave que venía preocupando a los mercados–, le dieron impulso a la deuda soberana hard-dollar, que subió un 1,2%, siendo el tramo largo el que más traccionó. Así, el riesgo país se comprimió 22 pb hasta los 666 pb, mientras que los BOPREAL se mantuvieron neutrales.
La deuda en pesos operó levemente al alza en la mayoría de las curvas. Tanto los duales, como los bonos a tasa fija y CER avanzaron un 0,1%. En las tres curvas se observaron mayores subas en los tramos largos. En tanto, el Bonte recortó un 1,0% y se encuentra rindiendo una TNA de 25,5% sin Put y 22,4% con Put. Por otro lado, los dollar-linked retrocedieron un 0,3%, impulsados por la caída del TZVD5 en 1,5%.
En el mercado de cambios, el BCRA cerró la jornada con un stock de reservas brutas de USD 38.506 M, cayendo en USD 96 M desde el lunes. Mientras tanto, el tipo de cambio oficial se mantuvo sin cambios, incluso con una fuerte liquidación del agro –USD 282 M en la rueda de ayer–, cerrando en $1.187. Así, el tipo de cambio promedio de junio se ubica un 3,4% por encima del promedio de mayo. En cuanto a los dólares financieros, mostraron caídas del 0,2% para el MEP (GD30) y 0,8% para el CCL, cerrando en $1.191,1 y $1.189,5, respectivamente.
Los futuros de dólar nuevamente se mantuvieron estables. Se registró una suba en el volumen operado en todos los tramos hasta alcanzar los USD 757 M. Con esto, la curva TNA en julio opera a un 28%, en tanto que a partir de noviembre se mantiene en 25%.
El Merval tuvo una gran jornada al subir un 4,6% en pesos y 4,4% en dólares CCL, cerrando en un nivel de USD 1.840. La performance de las acciones argentinas se destaca aún más al compararla frente al S&P 500 (0,2%) y al EWZ (0,2%). Se registraron fuertes subas en los sectores de energía, comunicación y bancos, con Telecom, YPF y Supervielle avanzando más de 6%. Del otro lado, Holcim mostró una caída de 4%.
Noticias globales: el mundo hoy.
En la rueda del martes se observó nuevamente un optimismo marcado por los avances en las negociaciones comerciales entre EE. UU. y China, lo que se reflejó en una suba de las acciones. Los bonos del Tesoro se mantuvieron estables, en tanto que el dólar exhibió un leve aumento. En commodities, tanto el oro como el petróleo registraron retrocesos.
Las acciones volvieron a tener una jornada positiva. El S&P 500 avanzó un 0,5%, al igual que el Nasdaq, mientras que el Dow Jones ganó un 0,3%. El sector energético fue, por lejos, el de mejor desempeño, seguido por salud e inmuebles, en tanto que el sector financiero tuvo un menor rendimiento. Entre las large caps, la performance fue mixta: a diferencia de Microsoft (-0,9%) que cerró en rojo, Apple (0,2%), Meta (1,0%), Nvidia (0,3%), Alphabet (1,5%) y Tesla (4,4%) registraron ganancias. Por otro lado, las acciones de Moderna cayeron más de 2%. En cambio, Pfizer repuntó un 1,6% luego de que el secretario de Salud de EE. UU., Robert Kennedy Jr., despidiera a todos los asesores de políticas de vacunación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) el lunes por la noche.
Por otro lado, las tasas de los bonos del Tesoro se mantuvieron sin cambios. La licitación de USD 58.000 M en bonos a tres años se colocó con un rendimiento máximo de 3,972%, lo que implica una demanda estable, aunque moderada. Por su parte, la renta fija en mercados emergentes avanzó un 0,3%, al tiempo que los corporativos High Yield e Investment Grade ganaron un 0,1% y 0,2%, respectivamente.
En cuanto al dólar, recuperó parte de lo perdido en la rueda del lunes. El US Dollar Index (DXY) subió un 0,1% y cerró en 99,08, ya que el dólar avanzó 0,4% frente a la libra y 0,2% ante el yen. El oro, en cambio, retrocedió un 0,1% hasta los USD 3.324 la onza.
En paralelo, el petróleo WTI bajó 0,6% y cerró en USD 64,9 el barril, mientras que los ojos del mercado siguen puestos en la evolución de las reuniones entre EE. UU. y China, y la guerra entre Rusia y Ucrania. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, calificó la reunión del lunes como “buena”, al tiempo que el secretario de Comercio, Howard Lutnick, la describió como “fructífera”, lo que reforzó las expectativas del mercado de avances en el diálogo.
¿Qué rol juega la riqueza de las familias de alto patrimonio en la sociedad?
Integrar la filantropía en la estrategia de gestión patrimonial permite a las familias formalizar sus valores, traducirlos en acciones concretas y fomentar un sentido de propósito compartido. Según un estudio realizado por UBS, el 80% de los HNW millennials consideran importante que sus inversiones y decisiones financieras reflejen sus valores personales.
Crear una fundación familiar, participar en fondos asesorados por donantes (DAFs) —estructura filantrópica que permite canalizar donaciones hacia una cuenta administrada por una institución especializada, obteniendo beneficios fiscales y conservando la facultad de proponer, en el tiempo, las organizaciones destinatarias de los fondos—, o establecer fideicomisos con fines benéficos, no sólo tiene implicancias fiscales y reputacionales positivas. También fortalece el diálogo intergeneracional y promueve la participación activa de hijos y nietos en la definición del legado familiar.
Diseño de estrategias filantrópicas sostenibles
Una filantropía eficaz no se basa en donaciones esporádicas, sino en estrategias estructuradas, medibles y sostenibles. Esto implica, en primer lugar, definir causas prioritarias que estén alineadas con los valores familiares, como pueden ser la educación, el cambio climático, la equidad social o la salud. También es fundamental establecer marcos de acción y mecanismos de gobernanza claros que orienten las decisiones y aseguren la transparencia. Finalmente, es clave revisar periódicamente los logros alcanzados y ajustar las acciones en función de los aprendizajes y del contexto cambiante.
Cada vez más familias integran la filantropía con otras herramientas de sostenibilidad financiera, como las inversiones de impacto. Esta convergencia permite una asignación de capital coherente, donde distintas estrategias (donaciones, inversión social, fondos temáticos) refuerzan un mismo objetivo de transformación.
Los asesores que comprenden la relevancia de la filantropía como componente estructural del patrimonio están mejor posicionados para acompañar a las familias en la definición de su legado. Su labor incluye facilitar conversaciones sobre valores y metas sociales, diseñar estructuras vehiculares eficientes, integrar la filantropía en el plan sucesorio y, además, identificar oportunidades de colaboración con otras entidades o causas que puedan potenciar el impacto.
Construir un legado con sentido
En definitiva, incorporar la filantropía a la estrategia patrimonial familiar es una decisión estructural y prospectiva. Permite canalizar el capital hacia propósitos que trascienden, afianzar la identidad familiar, fortalecer la cohesión entre generaciones y construir un legado con sentido. En un mundo cada vez más exigente en términos de responsabilidad y transparencia, comprometerse con la sostenibilidad a través de la filantropía es una muestra de liderazgo patrimonial y humano.
Fuentes consultadas:
Investor Watch Survey- 2023, UBS.
2023 Donor Advised Fund Report, National Philanthropic Trust
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), Naciones Unidas
Noticias globales: el mundo hoy.
El mercado estuvo atento a la reunión entre EE. UU. y China al comienzo de la semana, reavivando la expectativa de una mejora en la relación comercial. Esto impulsó a las acciones, que subieron de la mano de las tecnológicas, y a los bonos del Tesoro. En commodities se registró una nueva suba en el petróleo ante mejoras en las perspectivas de demanda y la caída en la oferta por la guerra Rusia-Ucrania. El mercado permanece expectante ante los datos de inflación de EE. UU. que se publicarán esta semana.
Las acciones comenzaron la semana con subas: los tres principales índices de renta variable avanzaron un 0,3 %. Los sectores de consumo discrecional y servicios públicos fueron los de peor desempeño, mientras que tecnología lideró las subas. En lo particular, se destacaron Nvidia (+0,9 %), Microsoft (+0,6 %), Amazon (+1,7 %) y Alphabet (+1,7 %). Por su parte, Tesla avanzó 1,7 %, a pesar de recibir recomendaciones de recorte por parte de Argus Research y Baird.
Los bonos del Tesoro tuvieron una buena performance, con una suba del índice del 0,2 %, luego de que la UST10Y y la UST2Y cedieran 3 pb y 4 pb, respectivamente. Esta semana se publican el IPC y el IPP de EE. UU., lo que podría dar nuevas señales sobre la dinámica de precios. Por otro lado, el foco también está puesto en las subastas del Tesoro, con colocaciones clave de deuda a 10 y 30 años que medirán el apetito por bonos largos. El mercado descuenta dos recortes de tasa durante 2025. Esta mejora en los bonos del Tesoro impulsó a otros segmentos de renta fija, en especial el Investment Grade, con una suba de 0,4 %, seguido de los Mercados Emergentes, que avanzaron 0,3 %.
A pesar de la mejora en bonos y acciones, el dólar volvió a debilitarse. El US Dollar Index retrocedió un 0,2 % y cerró en 98,95. Este movimiento se explica por una apreciación del euro y la libra del 0,2 %, mientras que el yen avanzó 0,3 %. Así, en lo que va del año, el US Dollar Index cae casi 9 %. En contraposición, el oro avanzó un 0,7 % y cerró en USD 3.333 la onza, a pesar de la posible distensión comercial que podría surgir de la reunión entre EE. UU. y China.
El petróleo WTI subió un 1,2 %, impulsado por el optimismo en torno a las negociaciones comerciales entre EE. UU. y China y el aumento de la demanda estacional, y cerró en USD 65,4 por barril. Con esto, el petróleo recortó las pérdidas en 2025 a 9,4 %. Al mismo tiempo, se aproxima la temporada alta de viajes de verano en el hemisferio norte, que suele incrementar el consumo de combustibles y dar soporte a los precios. Las tensiones geopolíticas también aportaron presión alcista: Rusia lanzó importantes ataques con drones y misiles sobre Kyiv tras un ataque ucraniano a bases aéreas rusas, lo que eleva el riesgo de nuevas sanciones al sector energético ruso.
Noticias locales: el país hoy.
La rueda del lunes fue positiva para los soberanos en dólares y para el tramo largo de las curvas en pesos, luego de conocerse el dato alentador de inflación en CABA. Los bonos CER cortos retrocedieron, en tanto que en el tramo largo registraron alzas. En cuanto al FX, los dólares financieros subieron, mientras que el A3500 bajó levemente y los futuros se mantuvieron estables. En paralelo, el BCRA anunció un nuevo paquete de medidas para reforzar reservas y consolidar el esquema de agregados monetarios como ancla cambiaria.
En este nuevo paquete del BCRA, se destacan dos instrumentos en lo cambiario: la confirmación de nuevas licitaciones mensuales de Bonte con suscripción directa en dólares a partir de junio (plazos mayores a un año, hasta USD 1.000 M mensuales) y la segunda subasta del programa de repos con bancos internacionales, prevista para el 11 de junio, con un tramo adicional de hasta USD 2.000 M (solo USD 500 M contarían para la meta de RIN con el FMI). En lo monetario, se anunció una recompra de puts a bancos desde el 10 de junio, una nueva licitación del BOPREAL Serie 4 el 18 de junio y la eliminación de las LEFI desde el 10 de julio, que serán canjeadas por Lecaps. Con estas medidas, el BCRA busca avanzar hacia un régimen de agregados sin tasa de política, apuntando a una mayor previsibilidad del ancla monetaria.
En paralelo, la inflación en CABA fue de 1,6% m/m en mayo, la más baja de los últimos cinco años, con una variación de 48,3% i.a. Los bienes subieron 0,8% y los servicios 2,0%, en tanto que los precios regulados aumentaron 1,7% y la inflación núcleo –resto IPCBA– se ubicó en 2,1%. Al utilizar los ponderadores de la canasta nacional, la inflación de mayo se ubicaría entre 1,2% y 1,3% m/m (podría ser algo mayor si la baja en transporte fue específica de CABA). Incluso sumando los 0,5 pp que en los últimos meses viene mostrando este cálculo respecto de la inflación del INDEC, el dato nacional que se conocerá el jueves se ubicaría, como máximo, en torno a 1,8% m/m.
Por otro lado, la renta fija en pesos operó con cierta volatilidad, pero cerró con subas generalizadas a lo largo de todas las curvas. Los bonos duales se destacaron con avances del 0,9%, mientras que los Boncap de duration similar registraron caídas del 0,2%. En promedio, la curva a tasa fija cerró con alzas del 0,1%, aunque con retrocesos en el tramo medio y largo de la curva. Al mismo tiempo, el Bonte 2030 siguió demandando, con ganancias del 1,4%. Por su parte, los bonos CER se mostraron mayormente neutros, si bien con leves bajas en el tramo corto de la curva. La sorpresa positiva del dato de inflación de CABA reforzó las expectativas de una desaceleración inflacionaria en el corto plazo, reduciendo el apetito por instrumentos indexados de menor duration. En cuanto a los dollar-linked, se mantuvieron con subas del 0,1%.
Tras la caída de la semana pasada, los bonos en dólares tuvieron una buena jornada, con ganancias del 0,3%. El tramo corto de la curva de Bonares sobresalió con alzas del 0,8%. En tanto, los BOPREAL perdieron un 0,1%, al tiempo que el riesgo país se mantuvo en los 688 pb.
En el mercado de cambios, el BCRA cerró la jornada con un stock de reservas brutas de USD 38.602 M, cayendo USD 33 M desde el viernes. Mientras tanto, continuó sin intervenir en el MLC y el dólar oficial bajó un 0,3% hasta $1.186,42. Así, el tipo de cambio promedio de junio se ubica un 3,3% por encima del promedio de mayo. En cuanto a los dólares financieros, mostraron leves aumentos del 0,2% para el MEP (GD30) y 0,1% para el CCL, cerrando en $1.193,7 y $1.198,9, respectivamente.
Asimismo, los futuros de dólar se mantuvieron sin cambios el lunes y el volúmen operado fue tan solo de USD 322 M. El contrato de mayo 2026 retrocedió un 1,6%. La TNA para julio se ubica en 27% y se mantiene alrededor de 25% a partir de octubre. La devaluación mensual implícita promedio se sitúa en 1,9% hasta diciembre de este año.
Por su parte, el Merval volvió a tener una mala jornada al perder un 1,6% en pesos y 1,7% en dólares. Con esto, cerró en un nivel de USD 1.773. Aluar, Ternium y Telecom fueron las acciones que más cayeron, por encima del 3%.
Por último, industria, construcción y la actividad minera rebotaron en abril tras la caída de marzo: el primero creció 2,2% m/m y 8,5% i.a., el segundo avanzó 5,1% m/m y 25,9% i.a., y la producción minera subió 0,9% m/m y 1,6% i.a., recuperando casi toda la baja de 1,1% m/m del mes previo. En marzo, la industria había retrocedido 3,9% m/m y la construcción 3,6% m/m, por lo que la recuperación industrial fue parcial, mientras que la construcción ya se ubica por encima del nivel de febrero. En el caso industrial, 11 de los 16 sectores del IPI mostraron subas, destacándose tabaco (+13,7% m/m), productos minerales no metálicos (+9,1%) y refinación de petróleo (+7,6%). Por el lado de la construcción, el impulso provino tanto de los insumos vinculados a obra pública (+6% m/m y 74,5% i.a.) como de la privada (+7% m/m y 25% i.a.). Aun con esta recuperación parcial, los indicadores adelantados sugieren que mayo no habría sostenido la mejora: el Índice Construya cayó 12,1% m/m y el consumo de cemento, 7,9% m/m. Con estos datos, el EMAE habría señalado una suba en abril, aunque sin llegar a compensar del todo la contracción de 1,8% m/m registrada en marzo.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano internacional.
A pesar de la volatilidad, del marcado deterioro en los indicadores de confianza y de las correcciones a la baja en las proyecciones de crecimiento, los datos “duros” de la actividad siguen mostrando una sorprendente resiliencia. El mercado laboral se mantiene dinámico, con una tasa de desocupación baja y con salarios que le ganan a la inflación, lo que permite que la masa salarial continúe creciendo y resguarde al consumo. La inflación, a pesar de los temores por la suba de aranceles, por ahora se mantiene bajo control y muy cerca de la meta de la Fed. Por el frente externo, mientras Trump se ve obligado a redefinir su política arancelaria, las importaciones se van normalizando y el saldo comercial tiende a mejorar, lo que también es una buena noticia para el PBI. Más allá de la presión de Trump sobre Powell para que baje rápidamente la tasa de referencia, las dudas sobre la dinámica fiscal –con un proyecto de reforma que genera más interrogantes que certezas– presionan los rendimientos de los bonos y golpean al dólar a nivel global. Con este marco de fondo, las acciones volvieron a tener una buena semana, alcanzando el nivel más alto desde febrero y muy cerca de los máximos históricos. También fue una buena semana para los commodities en general y para el petróleo en particular. Comienza una semana con las miradas puestas en la reunión entre autoridades norteamericanas y chinas para avanzar en un acuerdo comercial, y en los datos de resultado fiscal e inflación que, de superar las expectativas del mercado, volverán a poner presión para que Powell acelere la baja de tasas.
Caída de importaciones y mejora del saldo comercial. Tal como lo había adelantado el Consensus Bureau la semana pasada, los datos oficiales de la balanza comercial de abril marcaron una notable mejora debido al derrumbe que tuvieron las importaciones de bienes, luego del salto registrado en los meses previos al anticiparse a la suba de aranceles. Concretamente, el saldo comercial de abril arrojó un déficit de USD 61,6 billones, determinado por un saldo negativo de USD 87,4 billones en la balanza de bienes, mientras que la de servicios mostró un superávit de USD 25,8 billones. Este resultado representó una mejora significativa respecto de marzo, cuando el rojo había alcanzado los USD 138,3 billones, determinado por el déficit de USD 162,2 billones en bienes. La mejora de abril obedeció a que las importaciones de bienes cayeron un 20% m/m, mientras que las exportaciones subieron un 3,0%.
Continúa la creación de empleos y suben los salarios. Pese a la incertidumbre a la que estuvo expuesto desde hace un año, los datos del mercado laboral siguen mostrando una buena dinámica en la creación de empleo, al tiempo que la tasa de desocupación se mantiene en niveles históricamente bajos. En mayo, se crearon 139 mil nuevos empleos no agrícolas, levemente por debajo de los 147 mil creados en abril, pero superando las expectativas de los analistas, que preveían una performance mucho más modesta. El resultado de mayo implicó un crecimiento de 1,1% m/m anualizado y 1,1% i.a., lo que refleja la estabilidad en la dinámica del empleo, que en los últimos doce meses promedió 144 mil nuevos empleos por mes. El buen resultado se apoyó en el empleo privado, que generó 130 mil nuevos puestos, superando el promedio mensual de 121 mil de los últimos doce meses, en tanto que el empleo público se mantuvo sin cambios, lo que marca un cambio de tendencia respecto del año pasado, cuando se generaban en promedio 38 mil puestos por mes. Dado que en el mismo mes se registró una caída de 624 mil personas en la Población Económicamente Activa y que el empleo agrícola perdió 835 mil puestos de trabajo, la creación de empleo no fue suficiente para reducir la desocupación: 72 mil personas quedaron sin empleo y la tasa de desocupación se mantuvo en 4,2%. Por otro lado, los salarios acompañaron este buen contexto y registraron una suba de 0,4% m/m –la más alta desde enero– y se ubicaron 3,9% por encima del nivel de un año atrás, en línea con la dinámica de los meses anteriores.
La actividad se recuperaría en el 2Q25. Luego de la caída de 0,2% t/t anualizada de la actividad económica en el 1Q25 –que, como comentamos en informes anteriores, se explicó principalmente por el salto de las importaciones (le restó 5 pp al PBI)–, las perspectivas para el 2Q25 son mucho más alentadoras y le permitirían a EE. UU. evitar una recesión técnica. Si bien los últimos datos del ISM manufacturero y de servicios se ubicaron por debajo de los 50 pts –48,5 y 49,9, respectivamente–, la estimación del Nowcast de Atlanta apunta a un alza del PBI de 3,8% t/t anualizado. La recuperación vendría de la mano del mayor dinamismo del consumo de las familias, del aumento del gasto público y de la caída de las importaciones.
Tasas en alza. A pesar de los buenos indicadores de actividad, la tensión en el Congreso sobre la reforma fiscal volvió a presionar los rendimientos de los bonos del Tesoro, especialmente en el tramo corto: la UST2Y cerró en 4,04%, 13 pb por encima del cierre de mayo, mientras que la UST10Y y la UST30Y subieron 9 pb y 3 pb, hasta 4,51% y 4,96%, respectivamente. Si bien los bonos corporativos volvieron a reducir el spread respecto a los bonos del Tesoro, la suba de tasas golpeó a toda la renta fija, con el índice agregado marcando una caída semanal de 0,8%, con idéntico resultado en los bonos del Tesoro y los Corporativos Investment Grade (IG), que también perdieron 0,8%. Por su parte, los High Yield (HY) y los Emergentes (EM) retrocedieron 0,3% y 0,2%, respectivamente. Con este resultado, en el último mes el índice general de bonos marcó una caída de 0,8%, impulsado por los del Tesoro que perdieron 1,0%, compensado por los IG que quedaron sin cambios, los HY que subieron 1,1% y los EM que avanzaron 1,0%.
Continúa la suba de las acciones. Las acciones siguieron de racha y cerraron una nueva semana con subas generalizadas. El S&P 500 subió 1,7%, acumulando en el mes un avance de 7,2% y cerró en los niveles más altos desde febrero pasado. La suba de la semana estuvo impulsada por las acciones del sector tecnológico, que subieron 3,2%, seguido por los sectores de comunicación y energético, que lo hicieron en 2,3%, mientras que los sectores defensivos y de consumo discrecional operaron con bajas en torno al 1%. Los demás índices de renta variable americana también tuvieron un buen desempeño, con el Nasdaq avanzando 2,3%, el Dow Jones 1,3% y el Russell 2000 —que agrupa a las small caps— fue el ganador de la semana con una ganancia de 3,3%. Entre las acciones en particular, se destacaron las de Meta y Nvidia, que subieron 7,7% y 5,2%, respectivamente, acumulando en el último mes un alza de 19% y 25%, siendo las megacaps con mejor desempeño. En el otro extremo, se ubicó Tesla —conflicto entre Musk y Trump mediante—, que perdió 14% en la semana, acumulando en el mes y en el año una pérdida de 8% y 28%, respectivamente.
El mundo acompaña. El resto de las bolsas del mundo volvió a acompañar la tendencia de EE. UU., aunque con menor intensidad y con comportamientos dispares. El índice global de acciones subió 1,7% en la semana y 1,8% si se excluye a la bolsa americana. El mejor desempeño lo tuvo el índice de emergentes, que subió 3,1% de la mano de China, que saltó 4,0%, mientras que Latam subió 1,3% gracias a que Brasil avanzó 1,9%. La bolsa de Europa subió 1,2% y se afianza en el podio de los rendimientos en lo que va de este 2025 con una ganancia de 27%, mientras que la bolsa de Japón retrocedió 0,4% en la semana y acumula en el año un alza de 10%.
Dólar debilitado, pero estable. En la última semana, el dólar operó estable contra las principales monedas del mundo, mientras que se debilitó frente a las emergentes. El DXY perdió 0,1% en la semana y se mantuvo en los niveles de un mes atrás. Vale destacar que, contra el euro y la libra, siguió retrocediendo –0,4% y –0,5%, respectivamente–, mientras que frente al yen japonés se fortaleció 0,6% en la semana y 1,7% en los últimos 30 días. Entre las monedas emergentes, se destacó el real brasileño, que se apreció 2,9%, mientras que contra el yuan quedó estable. Con estos resultados, en lo que va del año el DXY acumula una pérdida de 8,6%, con desempeño similar entre todas las monedas que lo componen, en tanto que frente al real pierde 10% y frente al yuan chino, 1,5%.
Gran semana para los commodities. Pese a la estabilidad del dólar, los precios de las materias primas en general operaron al alza. Lo más destacado se vio en el petróleo WTI, que subió 6,2% y cerró en USD 64,4 por barril. El repunte se dio tras la reanudación de las negociaciones comerciales entre Trump y Xi Jinping, que mejoraron las perspectivas de demanda global. También ayudó el inicio de conversaciones entre EE. UU. y Canadá. Sin embargo, el mercado sigue siendo volátil por tensiones geopolíticas y posibles sanciones a Venezuela. Arabia Saudita recortó sus precios para Asia, aunque menos de lo esperado, en línea con el aumento de producción acordado por la OPEP+. De esta manera, en los últimos 30 días el petróleo subió 9,3%, aunque en lo que va del año pierde un 10,3%. Por su parte, el cobre registró una suba de 3,8% en la semana y la soja de 1,5%, acumulando en el año una ganancia de 21% y 6%, respectivamente. En cuanto al oro, en una semana volátil, subió 0,6% y quedó 3,3% por debajo de la cotización de un mes atrás, aunque en lo que va del año acumula una suba de 26%.
Lo que viene. Con la expectativa puesta en el encuentro que llevarán hoy en Londres representantes del gobierno de EE. UU. y de China para lograr un acuerdo comercial que evite una guerra de aranceles entre las dos principales potencias del planeta, arranca una semana en la que los inversores estarán atentos a la publicación del IPC de mayo, de la que no se esperan grandes movimientos. Se prevé una suba de 0,2% m/m para el IPC general y de 0,3% m/m para el IPC core, lo que elevaría la variación interanual del 2,3% al 2,5% y del 2,7% al 2,8%, respectivamente. No menos importante será la publicación del resultado fiscal de mayo y del índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan, que debería mostrar una mejora luego de siete meses de fuerte deterioro ante la incertidumbre que generan las políticas de Trump.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local.
Pese al buen contexto financiero global, los activos locales tuvieron una semana negativa, con caídas en bonos y acciones. Aun con un dólar estable, la presión política y el clima legislativo volvieron al centro de la escena. Las expectativas de mercado reflejan que las prioridades oficiales se estarían materializando: menor nominalidad, inflación más baja, tasas reales positivas, pero también un superávit comercial más acotado. Esto sugiere que el objetivo de acumulación de reservas estaría siendo postergado o incluso dejado de lado. En este marco, el FMI postergó la evaluación del programa para julio, lo que abre margen para reforzar las reservas por otras vías. Una de ellas podría ser nuevas colocaciones de Bonte, alternativa que cobra tracción luego del buen debut del Bonte 2030 en el mercado secundario. La política, en tanto, volvió a ocupar el centro del escenario con la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner en la provincia de Buenos Aires, al tiempo que progresa un eventual acuerdo electoral entre el PRO y La Libertad Avanza. Mientras tanto, la Cámara de Diputados aprobó una fórmula alternativa para las jubilaciones que tensiona el frente fiscal, justo cuando la recaudación de mayo mostró su primer retroceso real en el año, anticipando un menor superávit primario. La semana estará marcada por la decisión de la Suprema Corte de Justicia respecto a la situación de CFK y por el dato de inflación de mayo, que volvería a desacelerar. También se publicarán los indicadores de abril de producción industrial y construcción, que señalaría una recuperación tras la caída de marzo. Por último, el miércoles se conocerán las condiciones de la próxima licitación de deuda en pesos, que se realizará el viernes, con vencimientos por $5 billones en juego y mayores compromisos hacia fin de mes.
La política se coló en la agenda. La semana estuvo marcada por varios movimientos en el frente político. El más relevante fue la confirmación de la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner como legisladora por la provincia de Buenos Aires, lo que vuelve a poner el foco del mercado en la elección provincial del 7 de septiembre. La provincia concentra el 37% del padrón nacional y, dentro de ella, la Tercera Sección –que abarca gran parte del sur del conurbano– representa por sí sola casi el 13% del electorado del país, superando en peso a cualquier otra provincia individual. Esta candidatura podría convertirse en un test clave de relevancia para el oficialismo, aunque versiones periodísticas señalan que la Corte Suprema podría emitir un fallo en la causa Vialidad que –en caso de condena– implicaría su inhabilitación para ejercer cargos públicos. En paralelo, parece avanzar la negociación entre el PRO y La Libertad Avanza para la elección provincial. Aunque aún no hay confirmación oficial, se espera que el posible acuerdo se materialice con la presentación de candidaturas a principios de julio. En paralelo, la Cámara de Diputados dio media sanción a un proyecto de la oposición que propone un incremento del 7,2% en las jubilaciones y eleva el bono previsional mínimo a $110.000. Si bien el presidente Milei ya anticipó que vetará la norma si logra avanzar en el Senado, esto tuvo impacto en el mercado, ya que tensionaría el principal ancla del programa.
La caída de la recaudación anticipa un menor superávit primario en mayo. La recaudación nacional registró en mayo una caída real interanual del 18% i.a., explicada casi en su totalidad por el desplome del impuesto a las Ganancias (-40% i.a. real), que en mayo de 2024 había mostrado un ingreso excepcional por el arrastre de la devaluación de diciembre de 2023. Si se excluye este tributo, la contracción interanual se reduce al 2,3% i.a., lo que de todos modos representa la primera baja mensual del año –también influyó el hecho de que mayo de 2025 tuvo dos días hábiles menos que el mismo mes del año pasado–. En contraste, los impuestos ligados al mercado laboral volvieron a mostrar solidez, con un alza real del 14% i.a., apoyada en la dinámica de las remuneraciones brutas. También se sostuvo la mejora de los tributos vinculados a la actividad, que avanzaron 8% i.a., impulsados especialmente por el impuesto al cheque (+22% i.a.) y el IVA DGI (+4% i.a.). En cuanto al comercio exterior, se observó una caída real del 14% i.a., debido a la baja de retenciones en el mes. Sin embargo, los derechos de importación crecieron 19% i.a., reflejando un repunte en el volumen de las compras externas. Así, los tributos asociados al comercio exterior permiten estimar un superávit comercial en torno a los USD 500 M, una fuerte retracción desde los USD 2.654 M registrados en mayo de 2024. En el acumulado del año, la recaudación total muestra una suba de 1% i.a., gracias al buen desempeño de los tributos asociados al empleo y la actividad, que lograron compensar parcialmente la baja en Ganancias, comercio exterior y la eliminación del impuesto PAIS. Al desagregar por origen, se observa que la mayor parte del retroceso en mayo provino de los tributos coparticipables, en tanto que los no coparticipables registraron una contracción más moderada. Suponiendo que el gasto primario se mantuvo en niveles similares a los de los últimos meses, la menor recaudación implicaría una fuerte reducción del superávit primario en mayo. Incluso podría registrarse un déficit financiero moderado.
Expectativas de desinflación, tasas de interés reales positivas, crecimiento y menor resultado comercial. En el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA se reafirmó el sendero de desinflación. Los analistas proyectan una suba del IPC del 2,1% m/m en mayo y 1,9% m/m en junio, con una inflación interanual del 28,6% hacia diciembre. En paralelo, también se moderaría la dinámica del tipo de cambio oficial, que promediaría $1.167 en junio y cerraría el año en $1.300, implicando un alza del 27% i.a. Hacia adelante, se espera una economía con menor nominalidad: tanto la inflación como la tasa de depreciación mensual convergerían gradualmente hacia niveles del 1% m/m hacia fines de 2026. En ese escenario, la tasa TAMAR se mantendría por encima de ambas variables, sugiriendo la continuidad de un esquema de tasas reales positivas. Se prevé, sin embargo, una aceleración puntual del tipo de cambio en octubre de 2025, cuando la depreciación alcanzaría el 2,4% m/m. En materia de actividad, el REM sostiene una proyección optimista para 2025, con un crecimiento del 5,2%, aunque se anticipa una desaceleración en el segundo trimestre, en línea con la contracción ya reflejada en los datos de marzo. El ajuste más significativo se observa en el frente externo: el superávit comercial estimado para 2025 cayó a USD 7.761 M, una disminución de USD 2.050 M respecto al relevamiento previo. En apenas cinco meses, las proyecciones del REM recortaron casi a la mitad el saldo comercial esperado, debido a una revisión a la baja de las exportaciones (-2%) y al alza de las importaciones (+7%).
Subieron las reservas netas gracias al Bonte. Las reservas internacionales brutas cerraron la semana en USD 38.635 M, con un incremento semanal de USD 1.716 M. Parte se debió al ingreso de USD 1.000 M provenientes del Bonte 2030 –quedan depositados en la cuenta del Tesoro en el BCRA, que ya suma USD 4.000 M y que luego se utilizarán para el pago de los vencimientos de julio– y también por la recomposición de encajes en torno a USD 1.000 M, que se habían reducido en la última rueda de mayo. Con esto, las reservas netas quedaron con un saldo negativo de USD 8.000 M, muy alejado de la meta con el FMI, que debería alcanzar los -2.750 M a mediados de junio. En este contexto, el FMI decidió postergar la primera evaluación del programa, que ahora se espera para fines de julio.
Abundante liquidación del agro y tipo de cambio estable. En una semana en la que el agro liquidó USD 975 M –USD 150 M más que la anterior y siendo la mejor semana del año–, el dólar oficial cerró en $1.190, cayendo solo un 0,4% en la semana, mientras que el tipo de cambio promedio de junio se ubicó un 3,3% por encima de la media de mayo. Esto refleja que la demanda de divisas sigue con un piso alto y aumenta la presión para el segundo semestre, cuando se espera que la oferta del agro disminuya. Los dólares financieros se movieron en la misma línea y registraron bajas del 0,2% para el MEP y 0,7% para el CCL, hasta $1.190,8 y $1.198, respectivamente.
Los futuros, sin saltos. En línea con la calma en los tipos de cambio, los futuros se mantuvieron estables: los contratos más cortos mostraron caídas marginales del 0,1%, mientras que los más largos subieron un 0,2%. Así, la devaluación mensual implícita para junio se ubica en 1,5% m/m, 1,9% m/m hasta diciembre y 1,8% m/m para el resto de los plazos.
Gran debut del Bonte 2030. El Bonte 2030 tuvo un gran desempeño desde que comenzó a cotizar en el mercado secundario el miércoles pasado. Esta nueva emisión para no residentes se había colocado a 29,5% TNA y cerró el viernes en 25,6% TNA, lo que representa una suba del 10,5% en su primera semana en los mercados. El resto de la renta fija en pesos cerró sin registrar grandes avances. La Letamar M31L5 fue la más destacada, con un alza del 1% y un margen del -2,3% TNA sobre la tasa TAMAR. Asimismo, los dollar-linked (devaluación +10,6%) extendieron las subas observadas a fines de mayo y cerraron la semana con ganancias del 0,4% –descuentan una devaluación implícita del 11% directo hacia diciembre 2025–. Mientras tanto, la curva a tasa fija aumentó un 0,2% y mantiene una pendiente negativa, con retornos del 35% TEA en el tramo corto, 34% TEA en el tramo medio y 31% TEA en el tramo largo, con una TEM promedio del 2,4%. Los duales avanzaron un 0,1% –rinden 2,2% TEM en su versión tasa fija y un margen del 4,8% TNA sobre la tasa TAMAR–. Si bien a los precios actuales paga la tasa mayorista, la TAMAR breakeven promedio se ubica en torno al 24% TNA; es decir, si la tasa se ubica por debajo de ese nivel, pagaría tasa fija al vencimiento. En tanto, la curva CER se mantuvo neutral, probablemente anticipándose al dato de inflación que se publicará este jueves. A estos precios, rinden CER +9% en el tramo 2025 y CER +10% para el resto de los plazos. De esta forma, de mayo a octubre la inflación implícita promedio en el Boncer TZXD5 respecto al T15D5 se sitúa en 1,5% promedio mensual, al tiempo que la inflación implícita para 2025 se encuentra en 25,5% i.a.
El riesgo país se acerca a los 700 pb. Los soberanos en dólares retrocedieron un 1,4%, haciendo subir el riesgo país a 688 pb. Los instrumentos del tramo medio/largo bajo ley local fueron los que más bajaron, con caídas de 1,9% para el AL35 y el AE38. El crédito en países comparables solo cedió 0,35%. A estos precios, la deuda soberana en dólares bajo ley local exhibe rendimientos entre 12,5% y 11,7%, en tanto que la curva bajo Ley NY luce plana en 11%. Los BOPREAL cayeron un 0,7%, liderados por el BOPREAL Serie 2 que retrocedió un 3,8%, mientras que el Serie 1-D avanzó un 3,4%. De esta manera, los BOPREAL Serie 1-B, C y D se encuentran rindiendo TIRs de entre 8% y 9%. En cuanto a los bonos corporativos, en la semana mostraron una baja del 0,2%. Entre las pérdidas más destacadas se encuentra Telecom 2026, con un descenso del 1,7%. Por último, los sub soberanos se mantuvieron neutrales y se registraron subas de 0,4% en Tierra del Fuego 2027, mientras que Córdoba 2025 bajó un 1,0%.
Nuevo revés para las acciones. El Merval retrocedió 5,4% en pesos y 5,1% en dólares CCL, culminando la semana en un nivel de USD 1.800. Al igual que los soberanos, el miércoles las acciones registraron la caída más fuerte de la semana y perdieron un 5% en dólares en una sola rueda. El desempeño del Merval fue en dirección opuesta al resto de los índices accionarios del mundo, en los cuales el S&P 500 subió 1,7% y el EWZ un 1,6%. Los sectores financiero y de materiales fueron los protagonistas de esta baja, con las acciones de Transener (-12,2%), Aluar (-11,3%) y Mirgor (-9,2%) liderando las pérdidas. En cambio, Ternium (5,2%) y Telecom (1,3%) fueron las empresas que se destacaron por sus alzas. En cuanto a los activos que cotizan en la Bolsa de Nueva York, se vieron duras caídas en BBVA (-11,4%), Banco Macro (-10,1%) y Supervielle (-9,1%).
Lo que viene. Hoy lunes se publican los datos de abril de producción industrial y de la construcción –que habrían mostrado una recuperación tras la caída de marzo– y el IPC de mayo en la Ciudad de Buenos Aires. El IPC Nacional se publicará el jueves; estimamos una suba cercana al 2% m/m (vs. 2,8% m/m en abril). El miércoles, la Secretaría de Finanzas anunciará los detalles de la próxima licitación de deuda en pesos, prevista para el viernes y con liquidación el 18/06. Esta semana, el Tesoro enfrenta vencimientos por $5 billones, concentrados principalmente en la Lecap S18J5. Aunque el volumen a renovar no luce particularmente exigente, los compromisos escalan a $13,5 billones hacia fin de mes.
Los contratos de dólar en A3 operaron subas en el tramo largo y bajas en el tramo corto...
Los contratos de dólar en A3 operaron sin cambios en la semana. Se vieron subas en el tramo largo, mientras que el tramo corto operó a la baja. Los contratos de febrero (0,29%) y abril 2026 (0,28%) mostraron mayores avances, en tanto que junio (-0,29%) y julio (-0,28%) registraron retrocesos.
El próximo contrato en vencer es el de junio, que cotiza en $1.205 y marca una devaluación directa de 1,2% y mensualizada de 1,5%. Para los tres meses siguientes, los precios reflejan que la suba en el precio del dólar correría en niveles en torno al 1,9%: 2,0% en julio ($1.233), 2,0% en agosto ($1.258) y 1,9% en agosto ($1.282). A partir de ahí, señalan una devaluación que continúa al ritmo de 2,0% promedio hasta abril del 2026.
La curva de tasas (TNA) descomprimió respecto de la semana anterior de forma paralela en todos sus tramos. De junio a julio muestra una pendiente positiva que va de 19% a 24%, donde se mantiene plana en torno a 24% hasta abril del 2026.
El volumen operado cayó fuertemente. En las últimas cinco ruedas se comerciaron USD 2,5 M. El viernes 6 de junio el interés abierto cerró en 4.656 millones de contratos, mostrando un aumento de 19% m/m y de 191% a/a.
Análisis de instrumentos de renta fija y variable.
A continuación podrás descargar el informe semanal del mercado local, en el que analizamos los distintos instrumentos de renta fija con posibles escenarios de sensibilidad. Además, mostramos los índices de mercados accionarios locales e internacionales, y finalmente el mercado de renta variable local.
Noticias locales: el país hoy.
El jueves fue una rueda negativa para los bonos soberanos en dólares y el riesgo país cerró cercano a los 700 pb. De la misma manera, la tasa fija y la curva de duales retrocedieron, impulsadas por el tramo largo. Los tipos de cambio financieros se mantuvieron estables, al tiempo que subieron el spot, los dollar-linked y los futuros. Respecto a la curva CER, se vieron alzas en el tramo corto.
En el plano político, el proyecto opositor que propone un aumento del 7,2% en las jubilaciones y eleva el bono mínimo a $110.000 obtuvo media sanción en Diputados. Sin embargo, Milei anticipó que vetará la iniciativa si avanza en el Senado. Este contexto no colaboró con el desempeño de los bonos en dólares, que sumaron otra jornada negativa, con caídas del 0,8% en una rueda estable para los emergentes. El tramo largo de la curva fue el más presionado, con descensos promedio del 1% bajo ambas legislaciones. Los BOPREAL retrocedieron 0,3%, mientras que el riesgo país subió 25 pb hasta 688 pb.
Los dollar-linked anotaron otra rueda con ganancias, subiendo un 0,5%, en línea con el alza del spot. En tanto, la curva a tasa fija registró caídas del 0,1% por segunda rueda consecutiva. En cambio, los CER avanzaron un 0,1%. Los instrumentos ajustables por TAMAR, como la M31L5 y los bonos duales, cerraron con bajas (-0,3% promedio). Posiblemente se dio en respuesta a la Comunicación “A” 8250 del BCRA, que dispuso una reducción en los requerimientos de encajes para las entidades financieras, medida que podría aliviar las tensiones de liquidez y contribuir a una moderación de las tasas.
En el mercado de cambios, el BCRA cerró la jornada con un stock de reservas brutas de USD 38.745 M, cayendo en USD 72 M desde el miércoles. Asimismo, el Central continuó sin intervenir en el MLC y el dólar oficial subió un 0,5%, cerrando en $1.189,67. En cuanto a los dólares financieros, mostraron leves bajas del 0,1%, con el MEP (GD30) cerrando en $1.192 y el CCL en $1.197,4.
Los futuros de dólar en A3 avanzaron un 0,33% promedio, con subas parejas en todos los tramos. El volumen estuvo en torno a los USD 600 M, con las TNAs alcanzando un 25%. La devaluación mensual implícita promedio permanece en 1,9% para diciembre de 2025.
Luego de una fuerte caída el miércoles, el Merval retrocedió un 0,3% en pesos, en tanto que en dólares avanzó un 0,4%. Con esto, cerró en USD 1.777. Cresud, IRSA y Telecom perdieron por encima del 5%. Del lado de las ganadoras, TGS y CEPU registraron alzas en torno al 2%.
Se publicó el Relevamiento de Expectativas de Mercado del BCRA, proyectando una inflación de 2,1% m/m en mayo y 1,9% m/m en junio, consolidando el sendero de desaceleración. Hacia diciembre de 2025, esperan una inflación del 28,6% i.a. En materia cambiaria, el tipo de cambio nominal promediaría $1.167 en junio y escalaría a $1.300 en diciembre, lo que implicaría un incremento del 27% i.a. Para el año, estiman un crecimiento del PBI de 5,2%, aunque anticipan una desaceleración en el segundo trimestre en línea con lo observado en marzo. Por el lado externo, el superávit comercial proyectado se ajustó a la baja: ahora se espera un saldo de USD 7.761 M para 2025, unos USD 2.050 M menos que en el relevamiento previo, debido a mayores importaciones y menores exportaciones esperadas.
Noticias globales: el mundo hoy.
El jueves, el mercado estuvo atento a las nuevas disputas entre Trump y Elon Musk, lo que generó un desplome en el precio de la acción de Tesla y una caída en los índices de renta variable. Además, se publicó el dato de solicitudes iniciales por desempleo, que resultó peor a lo esperado, brindando más señales de enfriamiento en el mercado laboral. Las tasas de los bonos del Tesoro se mantuvieron relativamente estables, con leves subas. En commodities, el oro retrocedió por segunda rueda consecutiva y el petróleo avanzó debido a mejores expectativas en cuanto a la demanda.
Las acciones registraron una rueda negativa, en la cual la fuerte caída de Tesla arrastró al S&P 500, que retrocedió 0,3%, mientras que el Nasdaq cayó 0,5% y el Dow Jones un 0,1%. Las acciones de Tesla se desplomaron un 14%, llegando a perder 20%, tras intensificarse un enfrentamiento público entre Trump y Elon Musk, con el presidente expresando su decepción por la postura de Musk respecto a su proyecto de ley tributaria. Además, Trump expresó en su red social que el gobierno debería terminar los subsidios y contratos con Elon Musk.
En cuanto a la renta fija, las tasas rebotaron tras la caída en la rueda del miércoles a raíz del informe de ISM de servicios. En concreto, la UST2Y subió 5 pb y cerró en 3,93%, en tanto que la UST10Y avanzó 2 pb, situándose en 4,39%. El mercado espera al informe de empleo no agrícola para tener más señales sobre la dinámica del mercado laboral. Con esto, el índice agregado de bonos del Tesoro retrocedió un 0,2%, al igual que lo hicieron los Investment Grade y los bonos de mercados emergentes.
A nivel global, el dólar se mantuvo estable, en tanto que en Brasil bajó un 0,8% y cerró en USDBRL 5,59. Con esta caída, en lo que va del año pierde un 9,5% frente al real brasilero. Por su parte, el oro retrocedió nuevamente un 0,6% y finalizó en USD 3.355 la onza.
El petróleo se recuperó de la caída del miércoles y subió un 0,7% hasta USD 63,3 por barril. En esta oportunidad, el mercado aumentó sus expectativas de una mayor demanda durante el verano. Con la llegada de la temporada alta de viajes, el mercado anticipa un incremento en el consumo de combustible, lo que ayuda a impulsar los precios a pesar de las persistentes preocupaciones sobre un exceso de oferta. El cobre, por su parte, ganó nuevamente un 1%, logrando en las últimas cinco ruedas un alza de 5,6%, motivado mayormente por la preocupación del mercado luego de que el presidente Trump firmara una orden ejecutiva duplicando los aranceles al acero y al aluminio al 50%, lo que generó especulaciones de que el cobre podría ser el próximo objetivo.
En la noticia económica del día, las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo en EE. UU. subieron a 247.000 en la última semana de mayo, el nivel más alto desde octubre de 2024, lo que sugiere señales de debilidad en el mercado laboral. Las solicitudes continuas bajaron levemente a 1.904.000, al tiempo que las de empleados federales descendieron a 538, en medio de recortes en el Departamento de Eficiencia Gubernamental.
¿Qué variables macro avanzan de manera positiva y cuáles se encuentran bajo tensión?
✅D A T O P O S I T I V O D E L A S E M A N A
El Bonte 2030 (TY30P) tuvo un gran debut en el mercado secundario, donde comenzó a cotizar este miércoles. En el mercado primario se había colocado a una TNA del 29,5% (31,7 TIR), una tasa elevada que reflejaba el riesgo cambiario percibido por los inversores. Sin embargo, el título ya muestra un buen desempeño, con una suba del 9% y un rendimiento que comprimió 330 pb hasta una TNA del 26,2% (27,9% TIR). La buena recepción en los mercados sugiere que podría haber margen para repetir una colocación a tasas más competitivas en próximas licitaciones, lo que a su vez podría contribuir al fortalecimiento de las reservas netas del BCRA.
⚠️A M O N I T O R E A R
La recaudación nacional cayó 18% i.a. real en mayo, afectada casi por completo por la baja de Ganancias, que en mayo de 2024 había registrado ingresos extraordinarios tras la devaluación de diciembre. Si se excluye ese factor, la caída fue mucho más moderada, de -2,3% i.a. real. De todas formas, se trata de la primera baja mensual en lo que va del año. El dato es relevante porque marca un quiebre en la dinámica de los recursos nacionales: entre enero y abril, la recaudación crecía 7% i.a. real, pero los ingresos al Tesoro apenas subían 1%. Con los datos de mayo, la recaudación acumulada del año se desacelera a +1% i.a. real, lo que anticipa una posible caída de los ingresos y, con ello, un freno –al menos transitorio– al buen resultado fiscal que se venía logrando.
🚨R I E S G O
Las reservas netas relevantes para la meta con el FMI –que según el acuerdo deberían alcanzar los USD -2.750 M a mediados de junio– siguen sin recuperarse. A pesar de los desembolsos de organismos internacionales por USD 2.135 M y de la colocación del Bonte 2023 que aportó USD 1.000 M, el saldo se mantiene en terreno negativo, en torno a los -7.500 M. En este contexto, el FMI decidió postergar la primera evaluación del programa, que ahora se espera para fines de julio.
¿Qué movimientos estratégicos hay disponibles dentro de carteras de renta fija?
ESTRATEGIA EN PESOS
La dinámica externa continúa generando señales de alerta. Como comentamos en el artículo Confianza o corrección: el dilema del frente externo, con una cuenta corriente nuevamente en números rojos, el desafío ya no es tanto el tamaño del desequilibrio sino su financiamiento. Si el acceso a los mercados se consolida –como insinuó la colocación del Bonte 2030, primera emisión internacional en pesos desde 2018–, el tipo de cambio podría mantenerse en los niveles actuales. De lo contrario, el ajuste recaería sobre el tipo de cambio o la actividad económica. En este escenario, las presiones del frente externo sobre los tipos de cambio mantienen en alerta a las estrategias de carry trade, que venían ganando protagonismo gracias a un tipo de cambio relativamente estable y por debajo del centro de las bandas. Aun así, un dato de inflación que efectivamente se ubique en torno al 2%, o incluso por debajo, podría ofrecer un nuevo impulso a la curva a tasa fija en pesos.
El Bonte 2030 se colocó a una TNA del 29,5%, una tasa elevada que refleja el riesgo cambiario percibido por los inversores. Valuado a la fecha de put de mayo de 2027, esa tasa en pesos implicaba un rendimiento en dólares del 6,3% incluso si el tipo de cambio se ubicaba en el techo de la banda. Aun si lo valuábamos al vencimiento, el retorno anual en dólares era del 12,5% en ese mismo escenario. Sin embargo, la compresión observada en el mercado secundario –con el TY30P operando al 26,9% ya el miércoles 4 de junio– sugiere que podría haber margen para repetir una colocación a tasas más competitivas en próximas licitaciones. De todas formas, si bien la devaluación implícita contra el AL30 se redujo –del 17,4% anual al momento de la emisión a una del 12,3% en la actualidad–, el mercado espera un tipo de cambio por encima del centro de la banda hacia 2030.
En este marco, el atractivo del carry en el corto plazo persiste, pero de manera cada vez más acotada. Un tipo de cambio estable y un dato de inflación que podría ubicarse por debajo del 2%, impulsando a la curva a tasa fija, podrían favorecer estas estrategias. Sin embargo, su sostenibilidad depende de que no se intensifiquen las presiones cambiarias. La colocación del Bonte reflejó cierta demanda por riesgo en pesos, aunque todavía exige una prima elevada ante la incertidumbre. Con una cuenta corriente deficitaria y expectativas de un tipo de cambio más alto a mediano plazo, el riesgo asociado a estas estrategias sigue latente.
Dicho esto, para perfiles arriesgados, seguimos favoreciendo el tramo corto de la curva a tasa fija para estrategias de carry trade. En particular, destacamos la S29G5 y la S30S5, que rinden 2,5% y 2,3% TEM, respectivamente, con tipos de cambio breakeven en torno a $1.275 y $1.301. Sin embargo, advertimos acerca de la gran exposición de estas estrategias, ya que su desempeño seguirá condicionado por la dinámica del frente externo. Además, a pesar de una fuerte liquidación del agro –con USD 825 M registrados en la última semana–, la demanda continúa firme, lo que mantiene la presión sobre el tipo de cambio, aun en un período estacionalmente favorable para el sector y con la quita temporal de retenciones vigente hasta fines de junio.
Para perfiles más conservadores, el tramo 2026 de la curva CER sigue resultando atractivo para plazos de tres a seis meses. También en un escenario de desinflación sostenida, estos instrumentos ofrecen un retorno potencial superior al de la curva a tasa fija. El mercado ya refleja en precios tasas reales relativamente elevadas, en un contexto en el que la inflación esperada para los próximos meses podría moderarse algo más rápido que las tasas nominales. Esta dinámica refuerza el atractivo del posicionamiento en CER en el mediano plazo, en particular a través del TZXM6 (CER+10%). Si bien el retorno efectivo dependerá de la exit yield al momento de desarme, la TIR breakeven del tramo 2026 se ubica en torno al 14,6% a seis meses frente a la tasa fija, lo que implicaría una descompresión de spreads de hasta 460 pb.
Para estrategias de largo plazo, optamos por rotar del dual TTM26 al T13F6. La tasa TAMAR breakeven promedio se sitúa en 24,6%; es decir, para que el TTM26 pague tasa variable en lugar de fija al vencimiento, la tasa proyectada desde hoy hasta ese entonces debería superar ese umbral. Aunque con los niveles actuales se remunera la tasa mayorista, nuestras proyecciones anticipan una caída en las tasas nominales que implicaría una TAMAR promedio inferior al breakeven vigente. En este sentido, el TTM26 a tasa fija ofrece un rendimiento directo del 21,8%, apenas por encima del rendimiento directo que ofrece el T13F6.
Recomendación: para inversiones en pesos sugerimos la siguiente cartera: 10% S29G5 (TEM 2,4%) + 10% S30S5 (TEM 2,5%) + 30% TZXM6 (CER +9,5%) + 30% TZX26 (CER +9,9%) +20% T13F6 (TEM 2,4%).
ESTRATEGIAS EN DÓLARES
En lo que va de 2025, los bonos soberanos en dólares han tenido un desempeño superior al de países comparables. Mientras estos últimos exhiben una suba promedio de 0,6%, los Globales y Bonares acumulan una ganancia del 1,9% YTD, a pesar de la suba en las tasas de los bonos del Tesoro estadounidense.
En esta línea, mantenemos una visión constructiva de largo plazo sobre los activos de renta fija en dólares, en línea con la posibilidad de un escenario político favorable a LLA en las próximas elecciones. Un resultado en esa dirección podría consolidar un entorno de mayor previsibilidad macroeconómica. Esto, a su vez, habilitaría una compresión adicional del riesgo país y acercaría a la Argentina al acceso a los mercados internacionales de deuda, clave para sostener un déficit de cuenta corriente con un menor impacto sobre el tipo de cambio o en el nivel de actividad.
A corto plazo, no obstante, podría observarse cierta lateralización en la performance de la deuda soberana hard dollar. Esto se debe, en parte, a la decisión del gobierno de no intervenir en el mercado cambiario dentro de las bandas de flotación, lo que limita la acumulación de reservas, todavía una variable crítica para evaluar la sustentabilidad financiera y las condiciones de acceso a los mercados. Si bien el Tesoro ha optado por acumular reservas a través de colocaciones de deuda, como la del Bonte 2030 –que aportaría USD 1.000 M–, y evalúa concretar un posible repo con bancos privados por USD 2.000 M –de los cuales USD 500 M podrían computarse para la meta con el FMI–, estos esfuerzos aún no se reflejan en una mejora consistente en el desempeño de los bonos.
En este contexto, los bonos el GD35 y el GD41 son los de mayor potencial de upside dentro de la curva soberana, ambos con TIRs en torno al 11%. Suponiendo un escenario de compresión del riesgo país hacia niveles inferiores a 500 pb en un horizonte de 12 meses, el GD35 ofrece un potencial retorno del 21,2%, en tanto que el GD41 podría alcanzar un 24,0%.
Ante una posible lateralización de precios en la curva soberana, consideramos oportuno diversificar parcialmente hacia BOPREAL. Estos instrumentos han mostrado menor volatilidad en momentos de incertidumbre política, como pueden ser los meses previos a elecciones, y registran una ganancia YTD del 5,7%. Dentro de esta clase, el BOPREAL Serie 1-C se destaca con una TIR de 8,7%, por encima del resto de los instrumentos de la misma serie.
Para perfiles más conservadores, recomendamos posicionarse en obligaciones negociables corporativas en dólares bajo Ley NY y de tramo largo. Estos activos combinan mayores rendimientos con menor exposición a la volatilidad local, además de ofrecer mayor liquidez y profundidad operativa, lo cual le brinda al inversor mayor rango de maniobra. Destacamos los créditos de YPF 2031 YMCUO (8,1% TIR), Telecom 2031 TLCMO (8,7% TIR) y TGS 2031 TSC3O (7,5% TIR).