Noticias globales: el mundo hoy.
En una jornada volátil, los principales índices de acciones de EE. UU. cerraron con leves subas a la espera del informe de resultados de Nvidia, un evento clave para el sector de la IA. El S&P 500 ganó un 0,1%, el Nasdaq se recuperó de la fuerte caída del lunes y avanzó 0,3%, mientras que el Dow Jones terminó ligeramente al alza después de establecer un máximo histórico. En noticias corporativas, Apple subió un 0,4% tras anunciar el reemplazo de su director financiero. La adquisición de Paramount por parte de Skydance Media parece estar llegando a su fin, con las acciones de Paramount cayendo un 7,1%. Eli Lilly, que subió un 0,4%, anunció que su medicamento para bajar de peso Zepbound ahora está disponible a un precio significativamente más bajo que otros medicamentos para bajar de peso para pacientes que pagan por cuenta propia.
En cuanto a la renta fija, la UST10Y subió al 3,84%, mientras los inversores evaluaban los riesgos de recesión y la política de la Fed. La inversión de la curva de rendimiento entre los bonos a dos y 10 años se redujo a -8,7 pb desde -12,4 pb, lo que refleja las expectativas del mercado de un inminente ciclo de flexibilización de la política monetaria. Las expectativas de recorte para la reunión de septiembre ahora se dividen entre un recorte de 25 pb (con un 71% de probabilidad) y de 50 pb (con un 29% de probabilidad).
Los datos económicos recientes indicaron que los precios de las viviendas unifamiliares en EE. UU. disminuyeron en junio, registrando el menor aumento anual en casi un año. Paralelamente, la confianza del consumidor experimentó un incremento en agosto, a pesar de las crecientes preocupaciones en el mercado laboral.
Los inventarios de petróleo crudo de EE. UU. disminuyeron en 3,4 millones de barriles durante la semana que terminó el 23 de agosto, tras un incremento de 0,347 millones de barriles la semana anterior, según datos del Boletín Estadístico Semanal de API. Esta reducción marca el séptimo descenso en las últimas nueve semanas, aunque no cumplió con la expectativa de mercado de una caída de 3 millones de barriles. A pesar de esta disminución en los inventarios, la cotización del petróleo retrocedió un 2,4%, con el WTI cerrando en USD 75,5 el barril, en un día en que la mayoría de los commodities mostraron tendencias alcistas.
¿Cuáles son las oportunidades en el universo de la renta fija?
CURVAS EN PESOS
Se achicó el margen para carry trade
La brecha entre el dólar oficial y los dólares financieros, que actualmente ronda el 35%, ha experimentado una disminución significativa de 20 puntos desde sus máximos en julio. En términos reales, los dólares financieros han vuelto al promedio observado entre 2018 y 2019, período anterior a la reinstauración del cepo cambiario. Durante esos años, sin restricciones cambiarias, el riesgo país se mantenía alrededor de los 900 pb, en comparación con los 1500 pb de hoy. Esto indica que la apreciación cambiaria de los dólares “libres” es mucho menos evidente ahora que a fines del año pasado, cuando alcanzaron máximos históricos.
En el corto plazo, las perspectivas del carry trade siguen siendo atractivas debido a la intervención del BCRA en el CCL, el ingreso de dólares por el blanqueo y la creciente demanda de pesos para el pago anticipado de bienes personales. No obstante, el potencial del carry trade a mediano y largo plazo es significativamente más incierto que hace un mes. Para ilustrar esto, se compara el rendimiento de la lecap con vencimiento en junio de 2025 contra la ON de Telecom con vencimiento a principios de agosto de 2025, que tiene una TIR del 6%. Para que el retorno de la lecap supere al del bono corporativo, el CCL debe experimentar un incremento menor al 37% (alcanzando los $1,762) hasta junio de 2025. En un escenario donde el gobierno mantenga una política de devaluación al 2,0%, esto implicaría una brecha del 53%. Si a este escenario le agregamos un ajuste cambiario del 40%, entonces la brecha de equilibrio sería del 9%. Aunque estos escenarios no son imposibles, la relación riesgo/retorno de la lecap en dólares parece desfavorable. Cualquier variación en el tipo de cambio, la inflación o la brecha cambiaria podría inclinar la balanza en contra del instrumento a tasa fija en pesos.
Por el contrario, la ecuación de riesgo-retorno parece más atractiva en los bonos ajustados por CER o en los bonos dollar-linked. En el caso de los bonos CER, el carry trade está condicionado exclusivamente por la dinámica entre la inflación y la brecha cambiaria. Esta relación limita las potenciales pérdidas, dado que la volatilidad en la brecha está correlacionada con la volatilidad inflacionaria. Por ejemplo, el bono CER TZX25, con vencimiento en junio de 2025, ofrece una tasa real de CER +5,5%. Por lo que para superar el rendimiento de la ON de Telecom, que tiene una TIR del 6%, sería necesario que el CCL no superase a la inflación por más de 0,8% hasta junio del próximo año, lo que equivaldría a que no exceda los $1.300 a precios actuales. Esta proyección parece viable tanto en un escenario con unificación cambiaria como sin ella, por lo que la relación riesgo-retorno de los bonos CER se presenta considerablemente mejor que la de las lecaps.
Finalmente, los bonos dollar-linked representan una alternativa más directa y sencilla. Los rendimientos de estos bonos, medidos en dólares financieros, dependen exclusivamente de las variaciones en la brecha cambiaria y son independientes de los niveles de inflación. Tomando como ejemplo el bono dollar-linked TZV25 con vencimiento en junio de 2025, este presenta una TIR en dólares oficiales de -12%. A los precios actuales, para superar el rendimiento de la ON de Telecom, sería necesario que la brecha cambiaria se mantenga por debajo del 21% para junio del próximo año. Este breakeven en la brecha sugiere una relación riesgo-retorno potencialmente favorable, pero con un alto nivel de riesgo. Los bonos dollar-linked pueden ofrecer rendimientos excepcionales en dólares en escenarios donde se produzca una unificación cambiaria; sin embargo, también implican riesgos significativos de pérdidas extraordinarias si tal escenario no se materializa. Más adelante se menciona que existen otras opciones de inversión dollar-linked con mejor rendimiento que, lógicamente, mejoran esta relación riesgo-retorno.
Recomendación: el carry trade sigue siendo atractivo a corto plazo gracias a la intervención del gobierno sobre el CCL y a los efectos estacionales del blanqueo y del adelanto de bienes personales. Sin embargo, a mediano/largo plazo las perspectivas son menos claras. De las tres clases de instrumentos (tasa fija, CER, dollar-linked) los instrumentos atados a inflación ofrecen la mejor relación riesgo-retorno para adentrarse al 2025 con instrumentos en pesos.
Alternativas con dollar-linked
Bajo nuestro escenario de unificación cambiaria en octubre, los bonos dollar-linked tendrían el retorno más elevado del segundo semestre. Sin embargo, en términos de rendimiento, preferimos evitar los bonos dollar-linked del Tesoro debido a sus bajas tasas, que rondan el -9%. Una alternativa más atractiva sería la construcción de letras sintéticas dollar-linked, combinando posiciones largas en futuros y en Lecaps de igual vencimiento. Estas estructuras, entre enero y marzo de 2025, pueden ofrecer una TIR en dólares en torno al 0%. Para plazos más largos, nos inclinamos a favor de los créditos corporativos cuyas tasas a 2025 rondan el -2%. Nuestras recomendaciones: YPF a 2025 (YMCOO; TIR 0%), Vista 2026 (VSCIO; TIR 3%), Pampa 2027 (MGCEO; TIR 2%) Aluar 2025 (LMS4O; TIR 0%).
Para quienes estén interesados en aprender a construir un sintético dollar-linked, pueden consultar una guía detallada en Lecciones del Lunes Negro: una perspectiva global para los activos locales.
Estrategia en pesos
Dada la expectativa de una creciente volatilidad y la incertidumbre de los escenarios futuros, mantenemos nuestra recomendación de diversificar entre dollar-linked, CER y tasa fija, priorizando una mayor ponderación en las dos primeras curvas.
Recomendación: 25% FCI dollar-linked corporativos* (devaluación -2%) + 25% sintéticos dollar-linked a 2025 (devaluación +0%) + 30% TZX25 (CER +5%) + 20% S28F5 (TEM 3,6%).
*FCIs dollar-linked corporativos (Delta Gestión IX y Balanz Capital Renta Fija) + Sintético dollar-linked (Lecap + Contrato Futuro).
CURVAS EN DÓLARES
Bonos del Tesoro: sin una corrección del riesgo país en el horizonte
A pesar de la reciente mejora en los bonos emergentes, impulsada por la expectativa de un recorte en las tasas de la Fed, sigue siendo difícil mantener una visión optimista a corto plazo sobre los bonos argentinos. Este escepticismo se debe principalmente a que, a pesar del blanqueo de capitales, las reservas internacionales de Argentina enfrentarán presiones en los próximos meses, complicando la capacidad del país para cumplir con los pagos de su deuda en 2025. Aunque el gobierno argentino dispone de USD 800 millones en su cuenta del BCRA, los fondos necesarios para cubrir los intereses de enero aún no han sido transferidos a Nueva York. Además, las negociaciones para obtener préstamos REPO todavía no se han concretado. Estos préstamos están siendo negociados a una tasa elevada de casi el 11%, que incluye la tasa de referencia SOFR actual de 5,31% más un sobreprecio de 550 pb.
Para reducir significativamente el riesgo país, el equipo económico necesita construir un sendero creíble de acumulación de reservas. La unificación cambiaria puede ser un catalizador determinante: le devolvería competitividad al tipo de cambio, facilitaría el ingreso de capitales y permitiría levantar restricciones que debilitan la acumulación de reservas, como el dólar blend e intervenciones en el CCL.
Recomendación: en cuanto a recomendaciones específicas, seguimos prefiriendo un mix entre bonos largos y cortos. Por un lado, los bonos largos como el GD35 y el AE38, que presentan un spread legislativo del 8% contra el GD38, tienen la ventaja de que, al tener menor paridad, se benefician más de los escenarios extremos, tanto positivos como negativos. Mientras tanto, los bonos cortos como el GD30 se benefician de los escenarios intermedios y de su esquema de amortizaciones mucho más agresivo.
BOPREAL: momentum por el blanqueo
A largo plazo, la deuda del BCRA no nos parece tan atractiva en comparación con la del Tesoro, especialmente si se confirma que el BCRA estaría considerando emitir un nuevo BOPREAL, lo cual aumentaría el stock de deuda y presionaría aún más su sostenibilidad. Sin embargo, creemos que en el corto plazo, estos instrumentos podrían tener una elevada demanda debido al blanqueo de capitales. Uno de los principales atractivos del blanqueo es la posibilidad de evitar pagar la multa si los fondos se ingresan en una cuenta CERA, con la condición de que estos fondos permanezcan invertidos en activos locales hasta el 31 de diciembre de 2025. En este contexto, los BOPREAL del BCRA, especialmente las Series 2 y 3, se presentan como una alternativa casi ideal para quienes participan en el blanqueo.
También vemos valor en el BPOA7, que actualmente cotiza con una TIR del 26%. El strip A de este bono es particularmente atractivo a esta tasa elevada, considerando su vencimiento cercano en abril de 2025. Además, cuenta con la ventaja de poder ser precancelado en pesos, lo que debería hacerlo menos vulnerable a las fluctuaciones en la dinámica de las reservas internacionales. Por lo tanto, los strips cortos de la Serie 1 se presentan como una alternativa conservadora, de alto rendimiento y con baja correlación al riesgo asociado con otros instrumentos.
Recomendación: existe una oportunidad táctica en el BOPREAL Serie 3 (BPY26; TIR 22%) que podría recibir un alto caudal de demanda gracias al blanqueo. Para inversiones estratégicas, vemos atractivo en el BPOA7, en TIR 24%, que puede precancelarse en pesos al dólar MEP de abril 2025.
Provinciales: con buenos fundamentals
A pesar de los recortes en las transferencias del gobierno nacional, las cuentas públicas provinciales tuvieron un desempeño positivo en el 1Q24. En términos generales, los ingresos totales de las provincias durante los primeros tres meses del año experimentaron una caída del 17% i.a. en términos reales, mientras que el gasto primario se redujo un 25% i.a. en términos reales. Esta mayor reducción en el gasto frente a la caída de ingresos permitió que el resultado primario del sector público provincial alcanzara un superávit primario del 16,5% y un superávit fiscal del 13,6% de los ingresos, cifras que prácticamente duplican lo registrado en el mismo período del año anterior. Con estos sólidos números fiscales y rendimientos por encima del doble dígito, la deuda provincial se presenta como una opción sumamente atractiva.
Neuquén y Santa Fe se destacaron entre las provincias con bonos por su notable mejora fiscal. En el caso de Neuquén, su superávit financiero aumentó en 20 puntos sobre los ingresos, una mejora que se puede atribuir al crecimiento de las regalías del 20% en términos reales. Este incremento permitió a la provincia pasar de un resultado fiscal neutro en el primer trimestre de 2023 a un superávit financiero del 20% sobre los ingresos en 2024. Por su parte, Santa Fe logró un aumento similar en su superávit financiero, gracias a un significativo recorte del 30% en los gastos corrientes en términos reales.
Recomendación: con esto en cuenta, para inversores conservadores sugerimos el bono garantizado de Neuquén a 2030 (TIR 8%). Por los mismos motivos, le sugerimos a los inversores moderados el bono no garantizado de Neuquén a 2030 (TIR 12%); en tanto que también incluimos en esta lista el bono de Santa Fe a 2027 (TIR 12%) que posee el mejor ratio de deuda total (43% de los ingresos) y al bono de Córdoba a 2029 (TIR 15%). Por otro lado, sugerimos tomar ganancias del bono de Chubut a 2030, que en el año tuvo una ganancia de capital de 11%.
Corporativos: refugio para inversores conservadores
Las obligaciones negociables ofrecen retornos estables en dólares y se consolidan como un refugio seguro para los inversores que buscan minimizar su exposición al peso argentino y al riesgo soberano. En este contexto, se recomienda priorizar los créditos emitidos bajo ley de Nueva York, que, a pesar de ofrecer una mejor protección jurídica, cotizan a tasas más elevadas que sus pares emitidos bajo ley argentina, principalmente debido a cuestiones regulatorias.
Recomendación: con el objetivo de reducir volatilidad, priorizamos una selección de emisores con buenos fundamentos, cuyos créditos ofrecen retornos en dólares en torno al 8%. Dentro de este grupo, recomendamos los bonos de Telecom a 2026 (TLC1O, TIR 8,1%); TGS a 2031 (TSC3O, TIR 8,3%); YPF a 2029 (YMCIO, TIR 8,5%) y Mastellone a 2026 (MTCGO, TIR 7,8%).
Noticias locales: el país hoy.
En el mercado cambiario, el BCRA registró un resultado neutro, manteniendo un ritmo promedio de compras de USD 22 M en las últimas cinco ruedas. En lo que va de agosto, la autoridad monetaria ha acumulado compras por un total de USD 507 M, en contraste con los USD 180 M adquiridos a este mismo plazo en julio. Por otro lado, el stock de reservas internacionales experimentó un crecimiento de USD 29 M, alcanzando los USD 27.874 M.
El dólar oficial aumentó diariamente un 0,1% hasta $949,1. Esto representa un ritmo de devaluación mensualizado de 1%, que muestra una desaceleración respecto al ritmo de 6,3% del viernes. En los últimos cinco días hábiles, la devaluación corrió a una tasa efectiva mensual (TEM) de 2,2%, mientras que en lo que va de agosto, la TEM ha sido de 2,0%.
Los dólares financieros operaron al alza. Tanto el MEP con AL30 como el CCL subieron un 0,4% hasta alcanzar los $1.287 y los $1.292, respectivamente. De esta manera, ambas brechas respecto al dólar oficial se sitúan en el 36%.
Durante la jornada de ayer, los contratos de futuro de dólar experimentaron un alza del 0,1%. Las mayores subidas se observaron en los contratos de octubre y noviembre, ambos con un incremento del 0,4%, y en enero, que subió un 0,2%. De este modo, la devaluación implícita se mantiene en el 3,4% mensual promedio hasta junio de 2025.
Las curvas soberanas en pesos experimentaron una jornada mayormente positiva. Los bonos CER se incrementaron un 0,3%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró con una baja del 0,5%, mientras que las lecaps experimentaron un alza del 0,2%. Por su parte, los bonos duales registraron una ganancia del 0,1% y los DLK marcaron una caída del 1,3%.
Los bonos soberanos en hard-dollar registraron una ganancia del 0,8%, impulsados por un alza del 0,9% en los bonos ley Nueva York y del 0,7% en los bonos ley Argentina. Con estas subas, acumulan un incremento del 2,9% en lo que va del mes y del 36,9% en lo que va del año. Así, las paridades promedian el 47,9% y el riesgo país se mantuvo estable en 1.516 pb. Además, los BOPREAL del BCRA experimentaron una subida del 0,7%.
El Merval registró una caída del 0,9% tanto en pesos como medido en dólares CCL, cerrando la jornada en USD 1.238. Con esta baja, en las últimas cinco ruedas el índice argentino acumula una pérdida del 3,9% en pesos y del 4,2% en dólares. En la jornada de ayer, las principales subas se observaron en las acciones de Sociedad Comercial del Plata (+1,4%), YPF (+1,2%) y TGS (+0.6%). Por otro lado, las mayores pérdidas se dieron en Mirgor (-3,3%), BBVA (-2,9%) y Galicia (-2,2%).
Noticias globales: el mundo hoy.
Fue un arranque de semana volátil y con comportamiento heterogéneo en el mercado. Mientras que el Dow Jones avanzó un 0,2% y alcanzó un nuevo récord histórico, impulsado por la rotación hacia el sector energético, la mala performance de las acciones tecnológicas hizo caer un 0,2% al S&P 500. Por su parte, el Nasdaq interrumpió la recuperación que venía marcando en las últimas dos semanas y perdió un 1,0%. Entre las acciones en particular, se destacaron los retrocesos de Tesla (3,2%) y de Nvidia (2,3%).
Los rendimientos de los bonos del Tesoro repuntaron levemente respecto al cierre del viernes, con la UST10Y llegando a 3,82% al final de la rueda. En este contexto, los principales índices de renta fija terminaron la jornada con una caída del 0,1%.
En cuanto a los datos económicos del día, los nuevos pedidos de bienes duraderos manufacturados en EE. UU. en julio mostraron un aumento del 9,9% m/m, compensando la caída revisada a la baja del 6,9% del mes anterior. Este incremento es el mayor registrado desde mayo de 2020 y superó ampliamente las expectativas del mercado, que anticipaban un alza del 5% m/m. Este resultado desafía el creciente pesimismo sobre la actividad manufacturera, sugiriendo que la actual desaceleración podría ser temporal.
En el mercado de commodities, el precio del petróleo se destacó con una subida del 3,5%, cerrando en USD 77 el barril. Este incremento marcó la tercera sesión consecutiva de ganancias, impulsado por las preocupaciones sobre el riesgo de suministro debido a la escalada de tensiones en Oriente Medio. Durante el fin de semana, los intensos intercambios de misiles entre Israel y Hezbollah, tras el asesinato de un comandante terrorista, aumentaron los temores de que la situación pudiera escalar a un conflicto regional más amplio.
En Brasil, el déficit de cuenta corriente en julio de 2024 se amplió a USD 5.200 M, marcando un incremento significativo respecto al año anterior, cuando el déficit fue de USD 3.600 M. Este fue el déficit de cuenta corriente más amplio en siete meses, impulsado principalmente por un aumento en el déficit de servicios que ascendió a USD 4.750 M, un incremento de USD 1.600 M. Este aumento se debió principalmente a un incremento del 70% interanual en los gastos netos en servicios de transporte. Además, el superávit comercial disminuyó en USD 516 M hasta USD 7.100 M, ya que las importaciones subieron un 15,2% i.a., mientras que las exportaciones experimentaron un alza del 9,2% i.a.
Los contratos futuros de Rofex perdieron un 0,5% la semana pasada...
Los contratos futuros de Rofex perdieron un 0,5% la semana pasada. Las principales bajas estuvieron en los contratos de marzo 2025 (-0,7%), noviembre 2024 (-0,8%) y marzo 2025 (-0,9%). Esta semana seguirá siendo determinante la dinámica de las reservas y las expectativas de cambio de régimen cambiario.
El contrato de septiembre cotiza en $987 y marca una devaluación directa de 4,0% y mensualizada de 3,2%; un punto por encima del crawling peg de 2,0% que mantiene el Tesoro desde diciembre. Para los tres meses siguientes, los precios reflejan que el crawling peg correría en niveles en torno al 3,4%: 3,2% en octubre ($1.018), 3,2% en noviembre ($1.051) y 3,6% en diciembre ($1.089). Finalmente, los precios señalan una devaluación de 3,4% promedio para el primer semestre del 2025.
Así, la curva de tasas (TNA) comprimió por la caída generalizada en los contratos. Septiembre rinde TNA 39%. A partir de ahí, los rendimientos aumentan gradualmente hasta alcanzar un máximo de TNA 47% en abril del 2025.
El volumen operado se mantiene bajo. En los últimos cinco días hábiles se comerciaron 1,8 millones de contratos. El viernes 23 de agosto el interés abierto cerró en USD 2.435 M, una suba de 3% m/m y una caída de 47% i.a.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local.
Si bien el gobierno logró un gran avance en estabilizar la economía con un notable ajuste fiscal, no pudo evitar una importante caída del nivel de actividad. En un país con un régimen democrático, necesita el aval del Congreso para avanzar en las reformas y darle sustentabilidad a la política económica. Es una de las mayores debilidades de este gobierno desde el primer día, no solo por la muy poca presencia que tiene en ambas cámaras legislativas, sino también por la interna que tiene en su propio bloque. En la última semana, esto se hizo evidente con el Congreso avalando con amplia mayoría un cambio en la movilidad jubilatoria que tiene un costo fiscal de 0,5% del PBI para este año y de 1,2% del PBI para el próximo año. El presidente vetará el proyecto, pero si la oposición consigue nuevamente los dos tercios necesarios, el veto quedará bloqueado y el gobierno deberá buscar un nuevo ajuste del gasto en un momento en el que reducirá el impuesto PAIS, pilar fundamental para contener la caída de los ingresos. Mientras tanto, las reservas internacionales respiraron en la semana, con el BCRA comprando divisas ante la caída de una demanda contenida ante la expectativa de reducción del impuesto PAIS. Este contexto le dio volatilidad a los activos locales –aunque contenidos por el buen entorno global–, el BCRA intervino para contener la brecha cambiaria y el riesgo país volvió a cerrar la semana por encima de los 1.500 pb. Las miradas de esta semana volverán a estar en el Congreso –la oposición deberá volver a contar con dos tercios de las voluntades para bloquear el veto del presidente al cambio de la movilidad jubilatoria– y también en la licitación del Tesoro que deberá afrontar vencimientos por $3,6 billones.
Semana de traspiés en el Congreso. El oficialismo enfrentó una de sus peores semanas en el ámbito legislativo, no solo debido al avance de la oposición y la tensión con Macri y el PRO, su principal aliado, sino también por las visibles internas dentro del propio oficialismo. La tensión comenzó a escalar el miércoles, cuando la Cámara de Diputados rechazó por amplio margen el DNU de fondos reservados para la Secretaría de Inteligencia. Posteriormente, el Senado aprobó por amplia mayoría —61 votos a favor de un total de 72 bancas— la revisión de la fórmula jubilatoria, que las aumenta en un 8%, básicamente por lo que perdieron en los primeros tres meses del año por el alza de la inflación, confirmando la media sanción que ya había otorgado la Cámara baja. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, el proyecto tendría un costo fiscal para este año de 0,5% de PBI y de 1,2% de PBI para 2025. El presidente Milei confirmó el veto del proyecto, y ahora el Congreso puede volver a tratarlo, y si logra nuevamente los dos tercios de los votos, el veto quedaría bloqueado. A esto se suma que esta semana la oposición podrá tratar la ley de financiamiento a universidades, que añade más presión sobre el programa fiscal.
Sigue la recesión. A pesar de la expectativa que generaba el impulso del sector agropecuario y el energético, la actividad económica continuó su descenso en el 2Q24, aunque creemos que ha tocado fondo. En junio, el EMAE registró una caída del 0,3% m/m y del 3,9% i.a., con un notable impulso del sector agrícola que subió un 82% i.a., mientras que el resto de las actividades experimentaron una baja promedio del 8,7% i.a. Con estos resultados, el 2Q24 concluyó con una caída del 1,7% t/t y del 1,4% i.a., siendo esta baja interanual más moderada dado que compara contra el peor trimestre del año pasado, que había sido afectado por la sequía. De esta manera, el primer semestre acumuló una caída del 3,2% i.a., mostrando un comportamiento sectorial heterogéneo: mientras que los sectores de agricultura, pesca y energía registraron aumentos del 46,5%, 36,5% y 7,6% anual, respectivamente, el resto de los sectores experimentaron significativas caídas, destacándose la construcción, la industria y el comercio con bajas del 21,6%, 14,9% y 11,8% anual, respectivamente.
Se mantiene el superávit comercial. De la mano de la mejor cosecha y la mejora del sector energético, el saldo de la balanza comercial se mantuvo positivo. En julio, las exportaciones continuaron con una muy buena performance y subieron un 19% i.a. (las cantidades aumentaron un 25% i.a., compensando la caída del 5% i.a. en los precios) hasta alcanzar USD 7.220 M, mientras que las importaciones moderaron el ritmo de caída que venían mostrando y retrocedieron un 16% i.a. (11% i.a. por baja de cantidades y 5% i.a. por precios) hasta USD 5.650 M, lo que resultó en un superávit comercial de USD 1.575 M. Con este resultado, en los primeros siete meses del año, el excedente comercial alcanzó el récord histórico de USD 12.300 M, en contraste con un déficit de USD 5.200 M en el mismo período de 2023. La mejora de casi USD 17.500 M del saldo comercial se apoya en el sector agropecuario que elevó el superávit a USD 6.700 M, en el sector energético que, de la mano de la suba de exportaciones y la caída de importaciones, logró pasar de un déficit de USD 1.100 M a un excedente de casi USD 3.000 M —lo que implica una mejora de USD 4.100 M—, y por la recesión de la actividad industrial que impactó en las compras externas reduciendo el déficit comercial a USD 6.600 M.
La expectativa de la baja del PAIS le da aire al BCRA. Las reservas internacionales experimentaron un alza semanal de USD 305 M, cerrando la semana con un stock bruto de USD 27.845 M. Por otro lado, las reservas netas mostraron un saldo negativo de aproximadamente USD 3.200 M, que se extiende a USD 5.000 M al considerar los vencimientos corrientes de los BOPREAL. Durante la semana, el BCRA adquirió USD 200 M en el mercado cambiario, elevando el acumulado de agosto a USD 507 M. Esta actividad fue favorecida por la postergación de importaciones en anticipación a la baja del impuesto PAIS. Así, el desempeño del mercado de cambios en las 17 ruedas de agosto ha sido superior al del mismo período en julio, cuando el BCRA había comprado USD 223 M, con una liquidación del sector agropecuario en niveles similares.
Brecha contenida por intervenciones. Las intervenciones del BCRA lograron estabilizar los dólares financieros a pesar del complicado contexto local. Esto se reflejó en los volúmenes negociados del bono AL30D, que el jueves alcanzaron los USD 226 M y el viernes, los USD 184 M, comparados contra un promedio diario de USD 106 M en 2024. Así, tanto el CCL como el MEP cerraron cerca de $1.290, con una brecha del 36%, y registraron una leve caída semanal. En términos reales, estos precios representan un nivel similar al promedio de 2018-2019, los años de mayor tensión cambiaria durante la presidencia de Macri, pero en un contexto económico aún sin cepo cambiario.
Buena semana para los bonos en moneda local. La deuda en pesos tuvo una semana positiva, con retornos similares a lo largo de todas las curvas. Los bonos a tasa fija, como las lecaps, registraron un aumento del 0,9%, y el TO26 un 2,8%. Los bonos ajustados por CER experimentaron un incremento del 1,3%, los bonos duales un 0,9%, y los bonos dollar-linked un notable 1,8%. A pesar del repunte en los bonos ajustables por tipo de cambio, los futuros cayeron un 0,5% semanalmente. Este comportamiento del mercado refleja un escenario donde no se anticipa una unificación cambiaria y donde se proyecta que la inflación se estabilizará algo por debajo del 3,0%. El breakeven entre los bonos CER y tasa fija muestra una proyectada desaceleración significativa en los precios para el próximo trimestre: de 4,2% m/m en agosto a 0,8% m/m en septiembre/octubre, con una inflación estimada del 113% para 2024. Para 2025, se espera una inflación mensual promedio del 2,7%, acumulando un 38% anual. Por su parte, los cálculos para los bonos dollar-linked indican una devaluación esperada del 3,2% m/m hasta septiembre (vs. 2,8% en Rofex), un 5,0% hasta marzo de 2025 (vs. 3,5% en Rofex), y un promedio del 3,2% hasta junio de 2025 (vs. 3,1% en Rofex). Esta información refleja la percepción del mercado sobre las tendencias futuras tanto de inflación como de devaluación.
Bonos golpeados. La semana de alta tensión política tuvo un impacto negativo en los bonos del Tesoro argentino, que acumularon una caída semanal del 0,7%. Sin embargo, esta baja fue amortiguada por un favorable contexto global, donde la Fed confirmó una baja de tasas para septiembre, impulsando a los bonos emergentes que registraron un alza del 1,1%, mientras que los comparables emergentes ganaron en promedio un 0,3%. El riesgo país de Argentina cerró la semana en 1.516 pb, y las paridades promediaron el 48%. Por otro lado, los BOPREAL del BCRA recuperaron terreno frente a sus pares del Tesoro, marcando un alza del 1,0%. Los bonos provinciales también tuvieron una buena semana, con un incremento del 0,7%, impulsados por los buenos datos fiscales del 1Q24. Los créditos corporativos, por su parte, también mostraron un desempeño positivo, otorgando retornos en torno al 0,6%.
Las provincias también ajustan. A pesar de los recortes en las transferencias del gobierno nacional, las cuentas públicas provinciales mostraron un buen desempeño en el 1Q24, en línea con la disciplina fiscal del Sector Público Nacional, debido a un fuerte ajuste realizado en el gasto primario que más que compensó la caída de los ingresos. En términos generales, los ingresos totales de las provincias en los primeros tres meses del año cayeron un 17% i.a. real, mientras que el gasto primario se redujo un 25% i.a. real. Esto permitió que el resultado primario del sector público provincial alcanzara un superávit primario del 16,5% y un superávit fiscal del 13,6% de los ingresos, prácticamente el doble de lo registrado en el mismo período del año pasado. Salvo Misiones, que fue la única con déficit primario, Entre Ríos, que tuvo un resultado neutral, y Mendoza, aunque mantuvo un elevado superávit, todas las provincias mejoraron su performance fiscal. Con este resultado, en los últimos cuatro trimestres, las provincias registraron un superávit primario del 0,9%, mientras que la Nación, a pesar de la mejora en el 1Q24, acumuló un déficit del 0,2% del PBI.
Las acciones sufren. El mal contexto político también se trasladó a las acciones. El índice Merval cayó 2,9% en pesos y 3,2% en dólares CCL, cerrando el viernes en USD 1.242. Con esto, en lo que va del mes acumula una suba de 8,1% en pesos y de 8,4% en USD CCL. En el panel líder, los únicos papeles con performances positivas en pesos fueron Edenor (+3,6%) y Galicia (+1,0%). Por otro lado, las mayores caídas correspondieron a IRSA (-8,6%), BYMA (-8,4%) y Transener (-6,9%). Los ADRs, por su parte, perdieron en promedio un 4,0% semanal en dólares. Las principales subas fueron Despegar (+7,3%), Edenor (+2,3%) y MELI (+0,5%). En tanto que las de peor performance fueron Adecoagro (-8,3%), IRSA (-8,3%) y Central Puerto (-8,3%).
Lo que viene. Con el veto total del presidente Milei a la ley aprobada por el Senado, el siguiente paso será ver si el Congreso consigue los dos tercios necesarios para bloquearlo y ratificar la nueva fórmula jubilatoria. A una semana de que el gobierno efectivice la baja del impuesto PAIS, la demanda para pagos de importaciones podría estar más contenida, aunque se prevé que el BCRA terminaría la semana con ventas netas de divisas, lo que continuaría presionando sobre las reservas internacionales. En cuanto a la deuda, el Tesoro enfrentará vencimientos por $3,6 billones ($2,3 billones en lecap y $1,3 billones en duales), por lo que se anunciarán las condiciones para la licitación del miércoles. Finalmente, el viernes se publicará el resultado del balance cambiario de julio pasado que detallará los motivos por los cuales, a pesar del elevado superávit comercial, el BCRA perdió reservas internacionales.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano internacional.
Los mercados concluyeron otra semana destacada con incrementos generalizados en bonos y acciones. La atención de los inversores estuvo centrada en la reunión de Jackson Hole, donde Powell señaló que era el momento adecuado para iniciar los recortes de la tasa de interés. Aunque el consenso ya anticipaba esta medida, las declaraciones del presidente de la Fed, enfocadas en la debilidad del mercado laboral, reavivaron las expectativas de los inversores, quienes ahora proyectan que los recortes de tasas serán más profundos, esperando una reducción de 50 pb en cada una de las próximas tres reuniones. No obstante, los indicadores de actividad e inflación continúan sugiriendo un soft landing, por lo que adoptamos una postura cautelosa, anticipando una baja de 25 pb en la tasa de referencia. El mercado respondió positivamente, con alzas en bonos y acciones que prácticamente neutralizaron las pérdidas de la primera semana del mes. El dólar se debilitó, el oro alcanzó nuevos máximos y los commodities, a excepción del petróleo, cerraron en alza. Las expectativas para esta semana se centran en los datos de actividad de julio, incluyendo ingresos y consumo familiar, tasa de ahorro y la segunda revisión del PBI del segundo 2Q24, así como en los datos de inflación de julio, como el PCE y PCE core, que podrían reforzar el escenario favorable para que la Fed inicie la flexibilización de la tasa.
Llegó el momento. “The time has come for policy to adjust” –"llegó el momento de la política de ajuste"– fueron las últimas palabras del discurso de Powell en el cierre del simposio económico de Jackson Hole. En su presentación, el presidente de la Fed destacó los avances logrados para llevar la inflación al objetivo del 2,0% i.a., que actualmente se sitúa en el 2,5% i.a. Asimismo, expresó su preocupación por el evidente enfriamiento del mercado laboral, donde en los últimos seis meses la tasa de desocupación aumentó 5 pb hasta el 4,3%, resultado del incremento en la oferta de trabajadores y una desaceleración en el ritmo de contratación. Además, los aumentos de salarios nominales se han moderado, lo que hace poco probable que sean una fuente de presiones inflacionarias. A pesar de que la economía se mantiene sólida, desde la Fed señalan que los riesgos inflacionarios han disminuido, mientras que los riesgos de un rápido enfriamiento en el nivel de actividad han aumentado. Estas razones son suficientes para dar un giro a la política monetaria y comenzar a recortar la tasa de referencia. "La dirección es clara y el momento y el ritmo de los recortes dependerán de los datos que se obtengan, la evolución de las perspectivas y el equilibrio de riesgos," afirmó Powell.
La actividad sigue en alza. A pesar de las preocupaciones sobre la dinámica del mercado laboral, los indicadores de nivel de actividad sugieren que una recesión aún está lejos. Los datos del PMI de agosto reflejan que la economía privada estadounidense se expandió fuertemente, aunque este crecimiento fue impulsado únicamente por los proveedores de servicios. Específicamente, el PMI manufacturero disminuyó a 48 en agosto, desde 49,6 en julio, representando la mayor caída en 8 meses. Por otro lado, el PMI de servicios superó las expectativas al aumentar a 55,2, desde 55 en julio. Así, el PMI compuesto experimentó una ligera disminución hasta 54,1, aunque aún superó las expectativas del mercado. A pesar de cierta desaceleración, el crecimiento económico se mantiene robusto, alejando significativamente los temores de una recesión en la economía americana.
Tasas en baja. Aunque el mercado ha anticipado que en la reunión del 18 de septiembre la Fed recortará la tasa, es importante destacar que en ocasiones anteriores las expectativas de recortes resultaron prematuras y no se materializaron. Sin embargo, las recientes declaraciones de Powell han disipado muchas dudas. Además, la revisión de los datos de empleo desde abril de 2023 hasta marzo de 2024, que mostró una reducción de más de 800 mil puestos de trabajo no agrícolas, fortalece la percepción de una situación laboral más frágil. En este contexto, aunque la probabilidad más alta sigue siendo un recorte de 25 pb en la tasa de referencia (64%), ha aumentado la posibilidad de un recorte de 50 pb. Para las dos reuniones subsiguientes, se espera que continúen los recortes, proyectando que la tasa de la Fed termine el año en un rango de entre 4,25% y 4,50%. Este escenario ha llevado a una baja en los rendimientos de los bonos del Tesoro, que alcanzaron mínimos de los últimos 14 meses: la USDT2Y cerró en 3,92%, 15 pb menos que la semana anterior, y la UST10Y finalizó en 3,80%, perdiendo 9 pb en la semana.
Se debilita el dólar y el oro toca nuevos récords. Con las expectativas de un recorte de tasas por parte de la Fed, el dólar se debilitó frente a las principales monedas. En la última semana, el Índice del Dólar (DXY) perdió un 1,7%, acumulando una baja del 3,2% en agosto y cerrando el viernes en su nivel más bajo desde julio del año pasado. La mayor caída la experimentó frente al yen japonés, con una depreciación del 2,3% en la semana y del 3,8% en lo que va del mes, cerrando la semana en USDJPY 146, alejándose cada vez más de los USDJPY 161. En el año, el yen sólo se ha apreciado un 2,2%. Contra el euro, el dólar perdió un 1,5% en la semana y un 3,3% en lo que va de agosto. Mientras tanto, el real brasileño se estabilizó y cerró en USDBRL 5,45, registrando una caída del 3,0% en el mes, aunque en lo que va del año acumula un alza del 13%. La debilidad del dólar también ha beneficiado al oro, que en la semana subió un 0,2% y cerró en 2.510 USD por onza, acumulando un aumento del 2,6% en agosto y del 22% en lo que va del año, lo que representa un incremento de casi 500 USD.
Todos menos el petróleo. La debilidad del dólar ha sido una buena noticia para los commodities, que registraron subas generalizadas en un año marcado por problemas de oferta que han generado mucha volatilidad, especialmente con fuertes caídas en los productos agrícolas. El cobre, por ejemplo, aumentó un 1,6% durante la semana, un 0,8% en el mes y un 8,1% en lo que va del año. Por su parte, la soja, que había sufrido fuertes bajas previamente, se estabilizó y subió un 1,4%, aunque aún registra una pérdida del 7,4% en el mes y del 26% en lo que va de 2024. El petróleo, sin embargo, fue la excepción, ya que ante los temores de una caída en la demanda desde China, experimentó una baja del 2,4% en la semana, acumulando un retroceso del 4,0% en agosto, aunque todavía muestra una subida del 4,4% en el año.
Todas ganan. Hasta ahora, el 95% de las compañías del S&P 500 han reportado sus resultados para el 2Q24. Las ventas mostraron un incremento del 4,74% i.a., con los sectores de materiales e industrial siendo los únicos que reportaron caídas. En cuanto a los beneficios, estos aumentaron un 9,4% i.a., con notables tasas de crecimiento en los sectores de financiero, consumo discrecional, salud y servicios públicos. Contrariamente, los sectores de materiales e industrial experimentaron disminuciones en sus beneficios en comparación con el mismo período del año anterior.
Bonos y acciones al alza. Fue una gran semana para los mercados financieros globales. Los bonos americanos tuvieron un alza semanal de 0,7%, acumulando en el mes una ganancia de 1,7%. Entre estos, se destacaron los bonos corporativos Investment Grade (IG) que en el mismo período subieron 0,9% y 2,4%, respectivamente, y los bonos emergentes que repuntaron 1,0% en la semana y llevan ganado 2,2% en lo que va de agosto. En el caso de las acciones, con mayor impulso de los sectores defensivos, los tres principales índices tuvieron una buena performance con el S&P 500 anotando un alza de 1,3% en la semana y 2,0% en el mes, recuperando así todo el terreno perdido a principios de mes luego de la fuerte caída del “lunes negro”. Entre los sectores, salvo el energético que perdió 0,2%, todos registraron ganancias, y se destacaron materiales, real estate y consumo discrecional. El buen contexto para las acciones quedó reflejado en que el índice S&P 500 equiponderado fue el que tuvo mejor resultado semanal al registrar un alza de 2,1% mientras que el que agrupa a las principales 50 empresas subió 1,2%.
Lo que viene. Con un recorte de tasas ya anticipado para la próxima reunión de la Fed, la atención esta semana se centrará en los datos de actividad y precios. Se publicará la segunda estimación del PBI del 2Q24, cuya primera estimación sorprendió con un crecimiento del 2,8% t/t anualizado. Además, se divulgarán los datos de consumo y ahorro de las familias de julio, cuyos adelantos en ventas minoristas indicaron un repunte significativo, proporcionando pistas más claras sobre la economía en el 3Q24. También se publicarán el PCE y el PCE core, que deberían confirmar que la inflación está en una trayectoria clara hacia la convergencia del 2% anual que persigue la Fed.
Análisis de instrumentos de renta fija y variable.
A continuación podrás descargar el informe semanal del mercado local, en el que analizamos los distintos instrumentos de renta fija con posibles escenarios de sensibilidad. Además, mostramos los índices de mercados accionarios locales e internacionales, y finalmente el mercado de renta variable local.
Descargar informe al 23/08/2024
Noticias locales: el país hoy.
En otro día desfavorable para el gobierno en el ámbito político, el Senado aprobó por amplia mayoría la revisión de la fórmula jubilatoria, que implica un aumento del 8%. El proyecto recibió 61 votos positivos de un total de 72 bancas. Al contar con más de dos tercios a favor en ambas cámaras, la ley tendría suficiente respaldo como para bloquear un eventual veto presidencial. La nueva fórmula representa un costo fiscal estimado en torno al 1,3% del PBI.
En el mercado cambiario, el BCRA registró compras netas por USD 11 M. En lo que va de agosto, la autoridad monetaria suma compras por USD 506 M, en contraste con los USD 224 M registrados a la misma fecha en julio. La mejora en la dinámica cambiaria se atribuye a las expectativas de una reducción del impuesto PAIS en septiembre, incentivando a los importadores a postergar sus importaciones. Por otro lado, el stock de reservas internacionales disminuyó en USD 18 M, situándose en USD 27.656 M.
El dólar oficial aumentó diariamente un 0,1% hasta alcanzar $946,3. Esto implica un ritmo de devaluación mensualizado de 3,0%, que muestra una aceleración respecto al ritmo de 1,6% registrado el miércoles. En los últimos cinco días hábiles, la devaluación se situó en una tasa efectiva mensual (TEM) de 1,9%, mientras que en lo que va de agosto, la TEM ha sido de 2,0%.
Los dólares financieros operaron a la baja. El MEP con AL30 cayó un 0,4% hasta alcanzar los $1.286, mientras que el CCL disminuyó un 0,2% hasta $1.289. De esta manera, sus brechas con respecto al dólar oficial se sitúan en 36% y 37%, respectivamente.
Durante la jornada de ayer, los contratos de futuro de dólar experimentaron una caída del 0,1%. Las mayores bajas se observaron en los contratos de marzo, mayo y febrero, todos con descensos del 0,3%. Así, la devaluación implícita se mantiene en un 3,4% mensual promedio hasta junio del 2025.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una jornada mayormente positiva. Los bonos CER registraron una ligera caída del 0,1%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró con un alza del 1,8%, mientras que las lecaps experimentaron un incremento del 0,2%. Por su parte, los bonos duales registraron una pérdida del 0,1% y los DLK anotaron una suba del 0,3%.
Los malos resultados del oficialismo en el Congreso impactaron negativamente en los bonos soberanos en hard-dollar, que registraron una pérdida del 1,2% en la rueda de ayer. Como resultado, las paridades promedian ahora el 46,7% y el riesgo país se incrementó en 35 pb, alcanzando los 1.560 pb. Por otro lado, los BOPREAL del BCRA experimentaron una ganancia del 0,6%.
La votación en el Senado también tuvo un impacto negativo sobre las acciones. El Merval retrocedió 2,7% tanto en moneda local como en dólares CCL, cerrando la rueda en USD 1.221. Las acciones más afectadas fueron Banco Macro, Central Puerto y Banco BBVA, que perdieron un 6% cada una. Por otro lado, las acciones que mostraron mejor desempeño durante la jornada fueron Aluar, Sociedad Comercial del Plata y TGN, con repuntes de 2,9%, 1,5% y 0,7% respectivamente.
Noticias globales: el mundo hoy.
A la espera de las conclusiones del simposio de Jackson Hole, donde los inversores esperan el discurso de Powell, los rendimientos de los bonos del Tesoro subieron y las acciones registraron pérdidas después de nueve jornadas de ganancias. El S&P 500 retrocedió un 0,8%, el Dow Jones un 0,4% y el Nasdaq fue el más afectado con una caída del 1,6%, impulsada por un descenso notable en las acciones tecnológicas; Nvidia, por ejemplo, bajó un 3,7%, antes de su informe de resultados de la próxima semana. Las acciones de consumo discrecional también sufrieron caídas significativas, con Tesla perdiendo un 5,6%. Por el contrario, los sectores financiero, inmobiliario y energético cerraron el día en terreno positivo.
En cuanto a los datos económicos del día, se destacó la publicación semanal de las solicitudes iniciales de desempleo, que ascendieron a 232.000 para el período que finalizó el 17 de agosto, un aumento de 4.000 respecto a la semana anterior y ligeramente por encima de las expectativas del mercado de 230.000. Este incremento marca un máximo de tres semanas y mantiene el recuento de solicitudes iniciales sustancialmente por encima de los promedios de principios de año, reforzando la percepción de un debilitamiento en el mercado laboral. Este panorama se ve agravado por el informe de empleo de julio y la notable revisión a la baja de 818.000 en las nóminas no agrícolas para el año que finalizó en marzo, intensificando las preocupaciones sobre una moderación en el mercado laboral de EE. UU.
Mientras tanto, los datos del S&P PMI indicaron que la economía privada estadounidense se expandió notablemente en agosto, aunque el crecimiento estuvo impulsado exclusivamente por el sector servicios. Específicamente, el PMI manufacturero experimentó una baja significativa, descendiendo a 48 en agosto desde 49,6 en julio, marcando la mayor caída en ocho meses. Por otro lado, el PMI de servicios superó las expectativas al aumentar a 55,2 desde 55 en julio. Esto resultó en que el PMI compuesto registrara una leve disminución a 54,1, pero aún así superó las expectativas del mercado. A pesar de cierta desaceleración, el crecimiento económico sigue siendo robusto, alejando considerablemente los temores de una recesión en la economía americana.
En Europa, se dieron a conocer las minutas de la reunión de julio del Banco Central Europeo (BCE), en la que se decidió no precipitarse en recortar las tasas de interés, optando en su lugar por esperar hasta septiembre para reevaluar la postura política. El BCE mantuvo las tasas sin cambios en julio y ofreció poca orientación sobre futuras acciones políticas, a pesar de las crecientes expectativas del mercado de una posible reducción en las tasas para el 12 de septiembre. Las autoridades destacaron el desafío que representa flexibilizar gradualmente la política restrictiva sin perjudicar la economía al mantener las tasas demasiado altas por un período prolongado. Las actas subrayaron que la reunión de septiembre sería el momento ideal para reevaluar el nivel de restricción de la política monetaria, enfatizando la importancia de abordar esa reunión con una mente abierta.
En Japón, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de julio registró un incremento del 0,2% mensual, acumulando un aumento del 2,8% en los últimos doce meses, cifra que se repite respecto a la variación registrada en junio. Un resultado similar mostró el IPC core, que marcó un alza del 2,7% interanual. Será crucial la interpretación que haga el Banco de Japón (BoJ) sobre estos datos, especialmente porque en la última reunión sorprendió al mercado con un aumento en la tasa de referencia —hasta el 0,25%—, señalando que su objetivo principal es reajustar la inflación para alinearla con la meta del 2% i.a.
Noticias locales: el país hoy.
En el mercado cambiario, el BCRA registró compras netas por USD 82 M y mantiene una racha de doce ruedas seguidas de compras. Creemos que esta tendencia es un fenómeno transitorio, motivado por la expectativa de una reducción del 10 pp en el impuesto PAIS en septiembre, lo que ha llevado a los importadores a postergar operaciones. Por otro lado, el stock de reservas internacionales se redujo en USD 13 M hasta los USD 27.661 M.
El dólar oficial aumentó diariamente un 0,1% hasta $945,3. Esto representa un ritmo de devaluación mensualizado de 1,6%, sin cambios significativos respecto al del martes. En los últimos cinco días hábiles, la devaluación se ha mantenido a una tasa efectiva mensual (TEM) de 1,7%, mientras que en lo que va de agosto, la tasa ha sido de 1,9%.
Los dólares financieros operaron estables. El MEP con AL30 registró un aumento del 0,2%, alcanzando los $1.292, mientras que el CCL se mantuvo en $1.292. Así, ambas brechas con el dólar oficial se mantienen en el 37%.
Durante la jornada de ayer, los contratos de futuro de dólar experimentaron un alza del 0,1%. Las mayores subas se observaron en los contratos de junio (+0,4%), mayo (+0,3%) y diciembre (+0,2%). Por otro lado, las principales caídas se registraron en los contratos de febrero (-0,3%), enero (-0,1%) y marzo (-0,1%). Así, la devaluación implícita se sitúa en el 3,4% mensual promedio hasta junio de 2025.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una jornada mayormente positiva. Los bonos CER registraron un incremento del 0,7%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró con una baja del 1,6%, mientras que las lecaps experimentaron un ascenso del 0,2%. Por su parte, los bonos duales anotaron una ganancia del 0,4% y los DLK marcaron una caída del 1,1%.
Los bonos soberanos en hard-dollar experimentaron una pérdida del 1,1% en un día marcado por elevada tensión interna en el oficialismo. Así, estos bonos acumulan una ganancia del 1,4% en lo que va del mes y del 34,8% en lo que va del año. Consecuentemente, las paridades promedian el 47,2% y el riesgo país se incrementó en 32 pb, alcanzando los 1525 pb.
El contexto político también impactó negativamente en las acciones: el Merval registró una baja de 2,3% en pesos y de 1,8% medido en dólares CCL, cerrando la jornada en USD 1.260. Con esto, en las últimas cinco ruedas, el índice argentino acumula una suba de 0,9% en pesos y una baja de 1,1% en dólares. En la jornada de ayer, la única acción que subió en pesos fue Ternium, con un incremento del 1,4%. Las mayores pérdidas las registraron TGS con un -4,4%, Supervielle con un -3,4% y Edenor con un -3,3%.
Noticias globales: el mundo hoy.
Los mercados continuaron su tendencia positiva desde el derrumbe del lunes 5 de agosto, cerrando con ganancias tanto en bonos como en acciones. El Nasdaq destacó nuevamente con una subida del 0,5%, mientras que el S&P 500 y el Dow Jones avanzaron un 0,3% y un 0,1%, respectivamente. En la renta fija, todos los índices experimentaron un alza promedio de 0,2% en una sesión donde los rendimientos de los bonos del Tesoro disminuyeron, con el UST10Y cerrando en 3,77%, su nivel más bajo en más de un año.
El optimismo de los inversores se fortaleció con la revisión preliminar de la creación de empleos no agrícolas de EE. UU. entre marzo de 2023 y marzo de este año, que reveló una reducción de 818.000 en las nóminas no agrícolas respecto a la estimación previa. Esto equivale a aproximadamente 68.000 empleos menos por mes, aumentando las preocupaciones sobre un mercado laboral debilitado. Esta actualización coincidió con indicios de la Fed sobre futuras disminuciones de las tasas de interés, como se evidencia en las últimas minutas que sugieren que un recorte en septiembre probablemente sería adecuado, reforzando las expectativas de reducciones sustanciales en las tres decisiones restantes de este año. En el frente corporativo, Target avanzó un 11,2% gracias a sus sólidas ganancias del segundo trimestre, mientras que Macy's sufrió una caída del 12,9% después de ajustar sus previsiones a la baja.
El precio del petróleo descendió otro 3%, acumulando una pérdida del 10% en la última semana, y cerró la jornada en USD 71,9 por barril, su nivel más bajo desde enero. Esta disminución fue impulsada por la expectativa de una desaceleración económica en EE. UU. y las preocupaciones sobre la fragilidad económica en China, que podría disminuir la demanda de crudo. Paralelamente, en Medio Oriente, la aceptación por parte de Israel de una propuesta para resolver los impedimentos que bloquean un alto el fuego en Gaza mitigó algunas inquietudes sobre el suministro, aunque aún no se ha formalizado un acuerdo. Sin embargo, esto fue contrarrestado en parte por una significativa caída en los inventarios de crudo de EE. UU., que se redujeron en 4,6 millones de barriles durante la semana que concluyó el 16 de agosto, excediendo las previsiones de los analistas.
¿Cómo afecta al mercado los cambios en las tasas de Japón y EE. UU.?
El clásico ejemplo de los últimos años ha sido el carry trade entre Estados Unidos y Japón. Los inversores han tomado deuda en yenes japoneses, beneficiándose de las bajas tasas en Japón, e invierten en Estados Unidos en dólares, donde las tasas han sido considerablemente más altas.
El contexto del carry trade entre Japón y Estados Unidos
Durante los últimos años, Japón ha mantenido una política monetaria extremadamente laxa, con tasas de interés cercanas a cero, como parte de su estrategia para combatir la deflación y estimular la economía. Al mismo tiempo, Estados Unidos, tras la crisis financiera de 2008, mantuvo tasas de interés bajas, pero eventualmente comenzó a aumentarlas en respuesta a una economía en recuperación y a presiones inflacionarias. Este diferencial de tasas creó un entorno propicio para el carry trade, donde los inversores podían tomar prestado en yenes a tasas muy bajas e invertir en activos denominados en dólares estadounidenses, obteniendo así rendimientos significativos.
La estrategia de Warren Buffett: inversiones en Japón
Un ejemplo destacado de cómo aprovechar el carry trade es la estrategia implementada por Warren Buffett a través de su conglomerado, Berkshire Hathaway. En agosto de 2020, Buffett anunció que había adquirido participaciones significativas en cinco de las principales casas comerciales japonesas: Mitsubishi Corporation, Itochu Corporation, Mitsui & Co., Marubeni Corporation, y Sumitomo Corporation. Estas compañías operan en una amplia gama de sectores, desde energía y metales hasta alimentos y tecnología, y son pilares fundamentales de la economía japonesa. Estas inversiones actualmente acumulan aproximadamente el 8% del portafolio de Berkshire Hathaway.
El conglomerado de Warren Buffett financió parte de estas inversiones a través de la emisión de bonos en yenes, aprovechando las tasas de interés ultra bajas en Japón. Esta estrategia no solo le permitió diversificar las inversiones de Berkshire Hathaway, sino también beneficiarse del diferencial de tasas de interés, maximizando el retorno sobre la inversión mientras aseguraba un costo de financiamiento extremadamente bajo. La elección de estas casas comerciales, conocidas por su estabilidad y capacidad para generar flujos de efectivo constantes, encaja perfectamente con la filosofía de inversión de Buffett, que prioriza el valor a largo plazo.
Cambios en las condiciones monetarias: implicaciones para el carry trade
El panorama del carry trade está comenzando a cambiar. Japón, que durante mucho tiempo mantuvo su política de tasas ultra bajas, para combatir la deflación ha comenzado lentamente a subir sus tasas en respuesta a presiones inflacionarias y la necesidad de normalizar su política monetaria. El pasado miércoles 31 de julio, el Banco de Japón (BoJ) sorprendió al mercado al subir su tasa en un 0,15% hasta los 0,25%. Esta fue la segunda suba de tasas, luego de la de marzo, en 17 años y actualmente la tasa se sitúa en valores máximos desde el 2008.
En contraste, se espera que en Estados Unidos la Reserva Federal comience su ciclo de baja de tasas, a medida que la inflación tiende a su rango meta y la economía se desacelera. Hay que tener en cuenta que luego de la pandemia del Covid y la invasión de Rusia a Ucrania, hubo una fuerte alza de la inflación en Estados Unidos. Debido a esto, la Fed llevó a cabo una política monetaria restrictiva agresiva para combatir la inflación que superó ampliamente el rango meta y alcanzó niveles no vistos desde la década del 80.
Estos cambios pueden tener varias implicaciones para el carry trade:
Oportunidades de inversión en el nuevo escenario
A medida que las condiciones monetarias cambian, las oportunidades de inversión también se modifican. Con una posible reducción de las tasas en Estados Unidos, los inversores podrían considerar aumentar su exposición a activos de renta variable estadounidenses que se beneficien de tasas más bajas. Por ejemplo, los sectores que emiten deuda para financiar su crecimiento como el tecnológico y/o industrias que se benefician de un menor costo del crédito para los consumidores como consumo discrecional o bienes raíces.
En Japón, las oportunidades podrían encontrarse en sectores más defensivos o en aquellos que se beneficien de un yen más fuerte, como el sector financiero y compañías orientadas al mercado interno. Las inversiones en las casas comerciales japonesas, como las que ha realizado Warren Buffett, podrían seguir siendo atractivas debido a su diversificación y capacidad para generar flujos de efectivo estables, incluso en un entorno de tasas en aumento.
Conclusión
El carry trade entre Japón y Estados Unidos ha sido una estrategia lucrativa en los últimos años, pero los cambios en las políticas monetarias están comenzando a alterar el panorama. Sin embargo, a medida que Japón aumenta sus tasas y Estados Unidos podría comenzar a reducir las suyas, los inversores deben reevaluar sus estrategias y estar preparados para ajustar sus posiciones en función de las nuevas condiciones del mercado. En un contexto donde el diferencial de tasas no es tan grande, dadas las valuaciones actuales en ambos países y una apreciación del yen, pueden generar oportunidades de inversión en Japón.
Noticias locales: el país hoy.
En el mercado cambiario, el BCRA registró compras netas por USD 50 M. En lo que va de agosto, la autoridad monetaria adiciona compras por USD 445 M; que contrastan con compras por USD 122 M para la misma cantidad de ruedas en julio. Por otro lado, el stock de reservas internacionales aumentó en USD 163 M hasta los USD 27.674 M.
El dólar oficial aumentó diariamente un 0,1% hasta $944,8. Esto significa un ritmo de devaluación mensualizado de 1,6%, que se aceleró contra el ritmo de 0,4% del lunes. En los últimos cinco días hábiles, la devaluación corrió a una TEM de 2,1%, mientras que en lo que va de agosto corrió a TEM 1,9%.
Los dólares financieros operaron levemente al alza. El MEP con AL30 se mantuvo en $1.290, en tanto que el CCL trepó 0,3% hasta $1.292. De esta manera, sus brechas con el dólar oficial se sitúan en 37%.
Durante la jornada de ayer, los contratos de futuro de dólar subieron un 0,3%. Las mayores subas se registraron en los contratos de mayo (+0,7%), junio (+0,6%) y febrero (+0,5%). Mientras que, la única caída se registró en el contrato de mayo (-0,1%). De este modo, la devaluación implícita se ubica en el 3,3% mensual promedio hasta junio del 2025.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una rueda mayormente positiva. Los bonos CER permanecieron estables. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró alcista con un aumento del 0,7%, mientras que las lecaps experimentaron un alza de 0,2%. Por su parte, los bonos duales registraron una ganancia de 0,2% y los DLK marcaron una caída de 0,1%.
Los bonos soberanos en hard-dollar perdieron 0,5%, por una caída de 0,7% en los ley Nueva York y una caída de 0,2% en los ley Argentina. Así, acumulan una ganancia de 2,6% en lo que va del mes y de 36,4% en lo que va del año. De esta manera, las paridades promedian el 47,9% y el riesgo país aumentó 21 pb hasta los 1493 pb.
En cuanto a las acciones, el Merval marcó una suba de 0,1% en pesos y una caída de 0,5% medido en dólares CCL, cerrando la rueda en USD 1.286. Con esto, en las últimas cinco ruedas el índice argentino acumula una suba de 4,2% en pesos y de 2,3% en dólares. En la rueda de ayer, Edenor (+4,3%), Sociedad Comercial del Plata (+2,4%) y Transener (+1,5%) fueron los tres papeles con mejor performance en pesos. En tanto, Telecom (-2,5%), IRSA (-1,8%) y Cresud (-1,4%) fueron las mayores pérdidas.
Noticias globales: el mundo hoy.
Tras ocho ruedas consecutivas al alza, las acciones se tomaron un respiro y cerraron una jornada a la baja, mientras los inversores esperaban señales de la Fed sobre futuros recortes de las tasas de interés. Hay un amplio consenso acerca de que el banco central comenzará a recortar las tasas de interés en septiembre, pero el mercado sigue dividido sobre si la Fed implementaría una reducción de 25 o 50 pb. Aun así, los mercados pronostican una flexibilización total de casi 100 pb este año. Mientras tanto, el presidente de la Reserva Federal de Minneapolis, Neel Kashkari, dijo el lunes que era apropiado considerar recortar las tasas en septiembre debido a los crecientes riesgos del mercado laboral. La presidenta de la Fed de San Francisco, Mary Daly, y el presidente de la Fed de Chicago, Austan Goolsbee, compartieron el mismo sentimiento en declaraciones separadas, lo que indica una medida inminente el próximo mes.
El S&P 500 y el Nasdaq 100 cerraron con una caída del 0,2% cada uno, y el Dow Jones perdió 0,1%. La volatilidad aumentó antes del próximo simposio de Jackson Hole y la publicación de las últimas minutas de la Fed que podrían proporcionar pistas sobre el tamaño potencial del recorte de tipos previsto para septiembre. Los valores de energía y materiales estuvieron entre los de peor desempeño, mientras que los sectores de salud y bienes de consumo básico fueron los que más ganaron. En noticias corporativas, Lowe's cayó un 1,2% después de incumplir las expectativas de ingresos y reducir sus perspectivas de ganancias, a pesar de superar las estimaciones de ganancias del segundo trimestre. Boeing cayó un 4,2% después de dejar en tierra su flota de prueba 777x debido a grietas estructurales. Mientras tanto, Palo Alto Networks subió un 7,1% gracias a los sólidos resultados del 4Q24 y unas previsiones optimistas, y Eli Lilly ganó un 3% tras los resultados positivos de su fármaco para bajar de peso tirzepatida.
En este contexto, los rendimientos de los bonos del Tesoro tuvieron un leve retroceso. La UST2Y perdió 7 pb hasta 4,00%, mientras que la UST10Y bajó 5 pb y cerró en 3,82%. Esto volvió a favorecer a la renta fija que anotó un alza promedio de 0,3% en la jornada.
Favorecido por las expectativas de un ciclo de políticas monetarias menos restrictivas por parte de los principales bancos centrales y por las preocupaciones geopolíticas, el precio del oro subió a más de USD 2.520 por onza, lo que implica un nuevo récord histórico.
Arranca una nueva etapa en la conducción, producción y distribución de los automóviles.
Los autos autónomos están entre las aplicaciones más fascinantes y prometedoras de la inteligencia artificial. Estos vehículos están diseñados para navegar por el tráfico, tomar decisiones en fracciones de segundo y llevar a los pasajeros del punto A al punto B sin intervención humana. Pero, ¿cuán cerca estamos realmente de ver estos vehículos en nuestras calles de manera masiva?
Hoy en día, empresas como Tesla, Waymo, y Uber lideran el desarrollo de esta tecnología. Tesla, por ejemplo, integró su sistema Autopilot a millones de vehículos en todo el mundo, permitiendo a sus automóviles realizar tareas como mantenerse en el carril, cambiar de carril y ajustar la velocidad según el tráfico. Sin embargo, es importante destacar que estos vehículos aún no son completamente autónomos. Tesla clasifica su tecnología en el nivel 2 de la escala de autonomía vehicular, donde se requiere la supervisión constante del conductor.
Por otro lado, Waymo, una subsidiaria de Alphabet (la empresa matriz de Google), prueba vehículos completamente autónomos en áreas limitadas y controladas. Los vehículos de Waymo, equipados con una combinación avanzada de sensores, cámaras y sistemas de IA, operan sin la intervención de un conductor humano en ciertas condiciones. Waymo avanzó en la reducción de errores y ofrece servicios de taxi autónomo en algunas ciudades de Estados Unidos.
A pesar de estos logros, la adopción masiva de vehículos autónomos aún enfrenta desafíos. Uno de los principales obstáculos es la infraestructura vial. Estos automóviles dependen de la calidad de las señales viales, el diseño de las calles y la disponibilidad de datos en tiempo real para tomar decisiones seguras. En muchas partes del mundo, la infraestructura no está desarrollada para soportar de manera segura esta conducción.
Otro desafío es la normativa. A medida que la tecnología avanza, los gobiernos y los reguladores luchan por establecer un marco legal adecuado que equilibre la innovación con la seguridad pública. En algunos países, las pruebas de vehículos autónomos ya están reguladas, pero la falta de estandarización a nivel global es un problema. ¿Cómo se regulará la responsabilidad en caso de accidentes? ¿Quién será responsable: el fabricante, el proveedor de software, o el propio vehículo?
IA en manufactura: automatización de la producción y mejoras en la cadena de suministro
La influencia de la IA en la industria automotriz no se limita a los vehículos que conducimos; también transforma la forma en que estos vehículos son fabricados. La automatización impulsada por IA mejora la eficiencia, reduciendo los costos y aumentando la calidad de los productos en las fábricas de automóviles.
En las líneas de producción modernas, los robots equipados con IA desempeñan un papel crucial en la fabricación de vehículos. Estos robots no solo realizan tareas repetitivas como ensamblar piezas o soldar componentes, también están equipados con sensores y algoritmos que les permiten detectar problemas de calidad en tiempo real. Por ejemplo, si un robot identifica una desviación en las dimensiones de una pieza, ajusta automáticamente sus operaciones para corregir el problema antes de que el vehículo avance al siguiente paso del proceso de producción.
Además, la IA revoluciona la cadena de suministro automotriz. La gestión de inventarios, la predicción de la demanda y la optimización del suministro de piezas son áreas donde la IA tiene un impacto significativo. Las automotrices utilizan algoritmos de aprendizaje automático para analizar datos históricos de ventas, tendencias de mercado y condiciones económicas para predecir la demanda futura con mayor precisión. Esto permite a las empresas ajustar sus niveles de producción en función de la demanda esperada, reduciendo el riesgo de sobreproducción o desabastecimiento.
Por ejemplo, Toyota, líder mundial de la industria automotriz, implementó un sistema de IA para optimizar su cadena de suministro global. Este analiza datos en tiempo real de proveedores, fábricas y mercados de todo el mundo para identificar posibles interrupciones en la cadena de suministro antes de que ocurran. Si el sistema detecta un problema, como un retraso en la entrega de piezas, puede sugerir rutas alternativas o proveedores alternativos para minimizar el impacto en la producción.
La automatización impulsada por IA también ayuda a las fábricas a reducir su huella de carbono. Al optimizar el uso de materiales y energía, las empresas automotrices pueden fabricar vehículos de manera más sostenible. Por ejemplo, los sistemas de IA analizan el consumo de energía en tiempo real y ajustan los procesos de producción para reducir el uso de electricidad durante las horas pico.
Startups de vehículos autónomos: oportunidades y riesgos
El auge de la tecnología de vehículos autónomos creó un entorno fértil para las startups especializadas en este campo. Empresas emergentes como Cruise, Aurora y Nuro atraen miles de millones de dólares en inversiones de capital de riesgo, con la esperanza de convertirse en los próximos gigantes de la industria automotriz.
Estas startups trabajan en una amplia gama de tecnologías relacionadas con los vehículos autónomos, desde sensores avanzados hasta software de conducción autónoma. Algunas, como Cruise, con el respaldo de General Motors, desarrolla vehículos completamente autónomos que podrían lanzarse al mercado en los próximos años. Otras, como Nuro, están enfocadas en aplicaciones específicas, como la entrega autónoma de productos, que tienen un potencial de crecimiento significativo en los próximos años.
Sin embargo, estas startups de vehículos autónomos no están exentas de riesgos. La tecnología aún está en una etapa relativamente temprana, y no todas las empresas lograrán llevar sus productos al mercado. El camino hacia la comercialización de vehículos autónomos es largo y lleno de obstáculos técnicos, regulatorios y de mercado.
Uno de los principales riesgos es la incertidumbre regulatoria. Como se mencionó anteriormente, la falta de un marco legal claro para los vehículos autónomos es un obstáculo importante para la comercialización. Las startups que no logren adaptarse a las normas en constante cambio se enfrentarán a retrasos en el lanzamiento de sus productos o, en el peor de los casos, a la inviabilidad de sus modelos de negocio.
Otro riesgo es la competencia. Si bien las grandes empresas automotrices como Tesla y Waymo lideran el desarrollo de vehículos autónomos, las startups también compiten con gigantes tecnológicos como Apple y Amazon, que tienen los recursos e influencia para dominar el mercado.
A pesar de estos riesgos, las oportunidades para estas startups son importantes. Estos automóviles tienen el potencial de transformar sectores como el transporte de mercancías, la logística y la movilidad urbana.
Redefiniendo la industria automotriz con IA
La inteligencia artificial redefine la industria automotriz de múltiples maneras, desde la creación de vehículos autónomos hasta la automatización de la manufactura y la optimización de las cadenas de suministro. A medida que estas tecnologías avanzan, veremos una transformación aún más profunda en la forma en que se diseñan, fabrican y utilizan los automóviles.
En última instancia, el éxito en este campo dependerá de la capacidad de las empresas para superar los desafíos técnicos y regulatorios, y de la disposición de los inversores para asumir riesgos en la búsqueda de innovación y crecimiento. La inteligencia artificial ha llegado para quedarse, y su impacto en la industria automotriz apenas está comenzando.
Noticias locales: el país hoy.
El BCRA comenzó la semana con compras netas en el mercado cambiario por USD 88 M, acumulando en lo que va de agosto compras netas por USD 315 M, mejorando su performance en comparación con el mismo período de junio y julio, cuando las compras netas fueron de USD 71 M y USD 189 M, respectivamente. Este mejor resultado en las operaciones del mercado de cambios no se debe al agro –que mantuvo prácticamente sin cambios su ritmo de liquidaciones–, sino a una menor demanda de energía y menores pagos netos de deuda. Sin embargo, es importante destacar que la demanda suele aumentar en la última semana de cada mes, por lo que se espera que agosto termine con un saldo cambiario prácticamente neutral.
Las reservas internacionales brutas cerraron el día con un stock de USD 27.511 M, acumulando en lo que va de agosto un alza de USD 1.109 M, explicado principalmente por el incremento de los encajes en moneda extranjera por USD 1.008 M. Por otro lado, el stock de reservas netas –sin considerar los vencimientos de corto plazo– mantuvo un saldo negativo de USD 3.550 M.
El dólar oficial aumentó diariamente en 33 centavos, alcanzando los $943. Esto representa un ritmo de devaluación mensualizado del 0,4%. En lo que va de agosto, el ritmo de devaluación ha corrido a una TEM del 2,0%.
Después del repunte registrado el viernes pasado, los dólares financieros volvieron a operar a la baja. El MEP con AL30 cayó un 0,4%, cerrando en $1.290, mientras que el CCL bajó un 0,2%, alcanzando los $1.288. De esta manera, la brecha con el tipo de cambio oficial se ubicó en un rango de entre el 36% y el 37%.
En la curva de pesos, los bonos DLK se destacaron con un alza del 1,7%, seguidos por el TO26 (bono a tasa fija) que subió un 0,7%. Mucho más atrás, los bonos ajustables por CER registraron una suba del 0,2%, mientras que las Lecaps cerraron sin cambios.
En una jornada positiva para los bonos emergentes en general, los bonos soberanos en hard-dollar subieron un 0,3%, impulsados por un aumento del 0,2% en los bonos ley Nueva York y del 0,4% en los bonos ley Argentina. Así, acumulan una ganancia del 3,1% en lo que va del mes y del 37,1% en lo que va del año. Con este comportamiento, las paridades promedian el 48% y el riesgo país cerró en 1.472 pb. Por otro lado, los BOPREAL del BCRA registraron una suba del 0,4%.
En cuanto a las acciones, el Merval subió un 0,5% en pesos y un 0,7% medido en dólares CCL, cerrando la rueda en USD 1.292. De esta manera, acumuló en la última semana un alza del 4,3% en pesos y del 4,2% en dólares. En la rueda de ayer, las tres acciones con mejor performance en pesos fueron Telecom (+7,9%), Edenor (+4,9%) y BBVA (+2,7%). Por otro lado, las mayores pérdidas fueron de ByMA (-3,5%), Transener (-2,4%) e IRSA (-1,4%).
Noticias globales: el mundo hoy.
Los inversores se mantienen expectantes y optimistas ante un posible recorte de las tasas de interés por parte de la Fed, centrando su atención en el discurso de Jerome Powell durante el próximo simposio de Jackson Hole. El viernes, Austan Goolsbee, presidente de la Reserva Federal de Chicago, comentó que el mercado laboral estadounidense y algunos de los principales indicadores económicos están mostrando señales de advertencia, señalando un aumento en los niveles de morosidad en las tarjetas de crédito. Los temores sobre un mayor desempleo también respaldan una visión moderada sobre las tasas en EE. UU. Mientras tanto, la última tanda de datos económicos estadounidenses ha aliviado, en cierta medida, las preocupaciones del mercado sobre una posible recesión. Los mercados estiman un 100% de probabilidad de que la Fed reduzca las tasas en 25 pb en septiembre, con una reducción mayor de 50 pb todavía sobre la mesa.
Tras cerrar la mejor semana del año, las acciones estadounidenses comenzaron la semana en alza y se acercan a nuevos máximos, sumando más de USD 3 billones en valor desde los mínimos de este mes. El S&P 500 y el Nasdaq ganaron un 1% y un 1,3%, respectivamente, extendiendo su racha ganadora a ocho días consecutivos, mientras que el Dow Jones subió un 0,6%. Todos los sectores cerraron en verde, con los servicios de comunicación y la tecnología liderando las ganancias. Entre las acciones individuales, AMD subió un 4,5% tras anunciar la adquisición de ZT Systems, un proveedor de infraestructura de inteligencia artificial. Palo Alto Networks ganó un 2,8% antes de la publicación de su informe de resultados, programado para después del cierre del mercado. En el lado negativo, HP Inc. cayó un 3,7% después de que Morgan Stanley rebajara la calificación de sus acciones de sobreponderar a igual peso.
En cuanto a los rendimientos de los bonos del Tesoro, se mantuvieron estables. El UST10Y se estabilizó en torno al 3,89%, mientras que el UST2Y cerró en 4,07%, sin cambios respecto al viernes pasado. En este contexto, los índices de renta fija registraron leves subas, destacándose los corporativos Investment Grade y High Yield, con un alza del 0,2%.
Con las perspectivas de un recorte de tasas, el dólar continuó debilitándose, alcanzando su nivel más bajo en ocho meses. En la rueda de ayer, el índice del dólar (DXY) cayó un 0,6%, situándose en 102, impulsado por una caída del 0,7% frente al yen, cerrando en USDJPY 146, y un descenso del 0,5% frente al euro. También perdió terreno frente a las monedas emergentes, destacándose el real brasileño, que cerró en USDBRL 5,41.
El precio del petróleo bajó un 3,0%, acumulando una caída del 7,1% en la última semana, en medio de las conversaciones de alto el fuego en curso en Gaza y las preocupaciones sobre la debilitación de la demanda, particularmente en China. El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, se encuentra en Israel, subrayando la urgencia de alcanzar un alto el fuego y liberar a los rehenes, con más negociaciones planificadas en El Cairo esta semana. Este impulso por la paz podría aliviar las tensiones geopolíticas, reduciendo la prima de riesgo en el precio del petróleo. Además, los datos económicos recientes de China han sido decepcionantes, mostrando una desaceleración del crecimiento, una caída de los precios de las viviendas y un aumento del desempleo. Esto ha llevado a las refinerías chinas a reducir el procesamiento de crudo, disminuyendo aún más la demanda. La semana pasada, tanto la OPEP como la AIE recortaron sus pronósticos de crecimiento de la demanda mundial de petróleo para 2024, citando datos más débiles de lo esperado y la disminución de la demanda en China, lo que agrega presión al mercado petrolero.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local.
El gobierno se apoya en la mejora de los fundamentos económicos, pero sigue negando una liberalización del mercado cambiario, argumentando que “aún no están dadas las condiciones”. Sin embargo, esta estrategia enfrenta el desafío de que, sin financiamiento nuevo –difícil de obtener sin levantar el cepo–, las reservas netas seguirán disminuyendo debido al déficit en el mercado de cambios y a los pagos netos de deuda que deben afrontar tanto el Tesoro como el BCRA. La situación se ve agravada por la pérdida de competitividad del peso y la caída en los precios de la soja y otros commodities agrícolas. Por el momento, el mercado permanece expectante, celebrando el buen desempeño de las finanzas públicas –con un ajuste fiscal histórico que no ha afectado la popularidad del gobierno– y la baja en la inflación. A su vez, se espera un repunte en el nivel de actividad impulsado por la recuperación salarial, el fuerte dinamismo del crédito al sector privado, y el impacto potencial del blanqueo de capitales. En este contexto, los dólares financieros continuaron a la baja, mientras que bonos y acciones mejoraron; sin embargo, la brecha cambiaria y el riesgo país siguen en niveles elevados. En la curva de pesos, los bonos CER lideraron las subas tras un IPC de julio algo mayor a lo esperado. A pesar de ello, las expectativas del mercado siguen confiando en el plan del gobierno, que proyecta una baja de la inflación sin un salto cambiario. Además de la evolución de las reservas internacionales y de la agenda legislativa –con proyectos de la oposición que implican un costo fiscal considerable–, esta semana la atención estará puesta en los datos de comercio exterior de julio y en el EMAE de junio.
Continúa la desinflación. El IPC Nacional de julio confirmó la desaceleración que se venía registrando desde el salto inflacionario post devaluación de diciembre, con un aumento de 4,0% m/m, en comparación con el 4,6% m/m registrado en junio. Aunque el dato estuvo levemente por encima de lo esperado por el mercado y las expectativas del gobierno, la desaceleración se explicó principalmente por los precios regulados, que subieron un 4,3% m/m en julio, frente al 8,3% m/m de junio, debido a la falta de ajuste en los precios de luz y gas, como ocurrió en mayo. Por otro lado, los precios estacionales aceleraron a 5,1% m/m, y lo que más sorprendió fue que el IPC Core interrumpió su tendencia de desaceleración, al subir un 3,8% m/m, en comparación con el 3,7% m/m de junio. Con este resultado, la inflación acumulada en el año alcanzó el 87%, mientras que el aumento interanual llegó al 263%, impulsado principalmente por los precios regulados, que subieron un 318% i.a., seguidos por los estacionales con un aumento del 225% i.a., y el IPC Core que creció un 258% i.a.
Buen resultado fiscal. En julio, el Sector Público Nacional registró un superávit primario equivalente al 0,15% del PBI ($908 MM). Sin embargo, esto no fue suficiente para compensar los pagos de intereses, que ascendieron a $1.505 MM, lo que resultó en un déficit fiscal del 0,1% del PBI ($601 MM). Los ingresos cayeron un 4,9% i.a. en términos reales, con una disminución del 1,0% i.a. en los ingresos tributarios y del 38% i.a. en rentas de la propiedad. Por otro lado, el gasto primario mostró una fuerte caída del 24% i.a., impulsada por la reducción del 79% i.a. en obras públicas, del 15% i.a. en jubilaciones, del 22% i.a. en salarios, del 77% i.a. en transferencias corrientes a provincias, del 19% i.a. en planes sociales y del 15% i.a. en subsidios. Con este resultado, en los primeros siete meses del año, el sector público acumuló un superávit primario del 1,3% del PBI y un superávit fiscal del 0,3% del PBI. Esto contrasta con los déficits primario y fiscal del 1,2% y 2,1% del PBI, respectivamente, registrados en el mismo período del año anterior. Aunque los ingresos reales cayeron un 5% i.a. –con una baja del 3% i.a. en ingresos tributarios–, el ajuste en el gasto primario, que retrocedió un 31% i.a. en términos reales, compensó esta disminución. La reducción en las jubilaciones y en la obra pública explicó la mitad del ajuste, mientras que los subsidios, salarios y transferencias a universidades representaron otro 15% cada uno del ajuste total, con el resto explicado por la caída en planes sociales y transferencias a provincias.
El Tesoro priorizó estirar plazos a tasa fija. En la licitación de la semana pasada, el Tesoro colocó $1,6 billones, superando vencimientos por $1,3 billones y logrando un rollover del 126%. El financiamiento neto obtenido se destinó a la reducción de la base monetaria a través de la recompra de bonos en manos del BCRA. El Tesoro aceptó ofertas únicamente por la letra capitalizable a junio de 2025, mientras que las otras seis licitaciones fueron declaradas desiertas. La lecap se adjudicó a una tasa mínima de TEM 3,95%, inferior a la colocación previa que se había realizado a TEM 4,50%. Como resultado, se rechazaron ofertas por $2,9 billones, y el 100% del monto aceptado se destinó a instrumentos a tasa fija, con un plazo promedio de 10 meses. En lo que va del 2024, Hacienda ha recibido financiamiento neto por $28 billones, con un rollover del 188%, extendiendo los plazos promedio de las colocaciones a 10,7 meses y con el 68% de las mismas en instrumentos a tasa fija.
La deuda pública sigue subiendo. Si bien el gobierno ha tenido como objetivo principal el saneamiento del balance del BCRA, esto ha conllevado un aumento en la deuda del Tesoro, lo que representa un riesgo latente para el programa económico, dada la presión que genera un perfil de vencimientos de corto plazo. En julio, el stock de deuda pública aumentó en USD 9.600 M, alcanzando los USD 452.000 M, lo que equivale al 74% del PBI, 10 pp por encima del nivel de noviembre de 2023. La deuda en moneda local representa el 44% del total, un incremento respecto al 38% que tenía antes del salto del tipo de cambio en diciembre pasado.
Las reservas internacionales se sostienen. Las reservas internacionales tuvieron un alza semanal de USD 148 M, cerrando la semana con un stock bruto de USD 27.540 M, mientras que las reservas netas mostraron un saldo negativo en torno a USD 3.400 M, extendiéndose a USD 5.300 M al considerar los vencimientos corrientes de los BOPREAL. Durante la semana, las intervenciones del BCRA en el mercado cambiario resultaron en compras netas por USD 101 M, lo que llevó el acumulado de agosto a USD 227 M, impulsado principalmente por la liquidación del agro que sumó USD 1.168 M. Hasta el momento, el desempeño del mercado de cambios en las 13 ruedas de agosto ha sido similar al del mismo período en julio, cuando el BCRA había comprado USD 251 M, con una liquidación del sector agropecuario en niveles similares. Sin embargo, con la oferta disminuyendo y la demanda aumentando –especialmente en septiembre y octubre, debido a la baja del impuesto PAIS y la reducción de 4 a 2 cuotas mensuales en los pagos de importaciones– se espera un deterioro en los resultados del mercado de cambios. Esto, sumado a los pagos de deuda en moneda extranjera, continuará ejerciendo presión sobre las reservas internacionales netas.
Dólares financieros ceden, pero la brecha se mantiene elevada. Los dólares financieros tuvieron otra semana de tendencia a la baja sin intervención del BCRA. El fortalecimiento del real y las expectativas de ingreso de dólares por el blanqueo podrían haber sido los catalizadores de este comportamiento. En concreto, el CCL con GD30 retrocedió un 0,8% en la semana, cerrando el viernes en $1.288, mientras que el MEP disminuyó un 1,3% y finalizó en $1.294. Como resultado, ambas brechas frente al tipo de cambio oficial se sitúan en torno al 37%, el nivel más bajo desde finales de mayo. Además, el canje CCL/MEP continúa en terreno negativo, lo que implica un premio del mercado por girar dólares al exterior. Al igual que la semana pasada, los volúmenes negociados de AL30D reflejan una intervención muy limitada del BCRA, con un promedio semanal operado de USD 166 M diarios, en línea con la semana anterior.
Rally en CER no apaga las expectativas de desinflación. La publicación del IPC Nacional levemente por encima de las expectativas impulsó a los bonos CER, que subieron 5,8% en la semana y lideraron las alzas de los bonos en moneda local por segunda semana consecutiva. Le siguieron los instrumentos a tasa fija experimentaron ganancias: las Lecaps aumentaron 1,4% semanalmente, mientras que el TO26 subió 3,2%. Los bonos dollar-linked y los duales ofrecieron retornos del 1,1% y 1,0% respectivamente. Sin embargo, la dinámica en los futuros de Rofex continuó siendo desfavorable, cayendo un 1,3% en la semana. A pesar de la recuperación, el diferencial de tasas entre CER y tasa fija refleja una fuerte desaceleración proyectada en los precios para el próximo trimestre: 2,6% en agosto y 1,7% en septiembre/octubre, con una inflación estimada del 111% para 2024. Para 2025, se espera una inflación mensual promedio del 2,6%, acumulando un 37% anual. Un ejercicio similar con los bonos dollar-linked sugiere que el mercado no prevé un salto en el dólar: los breakevens proyectan una devaluación de 2,8% m/m hasta septiembre (vs. 2,9% en Rofex); 5,2% hasta marzo de 2025 (vs. 3,7% en Rofex); y 3,2% promedio hasta junio de 2025 (vs. 2,6% en Rofex).
Muy buena performance de los bonos soberanos. A pesar de la delicada situación de las reservas internacionales, agravada por la caída del precio de la soja, los bonos en dólares del Tesoro argentino ganaron un 4,6% durante la semana, acumulando una suba de 2,8% en agosto. Esto contrasta con la falta de un plan concreto por parte del gobierno sobre cómo acumulará las reservas necesarias para cumplir con los pagos de su deuda. Mientras tanto, el contexto global fue favorable para la deuda emergente, con bonos de países comparables subiendo un 1,0%. El riesgo país argentino cerró la semana en 1.471 pb, y las paridades promedian el 48%. Por otro lado, los BOPREAL del BCRA marcaron un alza de 1,7%, perdiendo terreno frente a sus pares del Tesoro. Los bonos provinciales también registraron un alza del 1,2% semanal, mientras que los créditos corporativos tuvieron una semana estable, ofreciendo un retorno del 0,5%.
Rebotan las acciones. El índice Merval volvió a tener una semana alentadora al marcar un alza de 5,0% en pesos y de 6,8% en dólares CCL, cerrando el viernes en USD 1.297. Con esto, en lo que va del mes acumula una suba de 12,3% en pesos y de 12,9% en USD CCL. En el panel líder, los papeles con mejor performance fueron BYMA (+15,4%), IRSA (+12,0%) y Banco Macro (+11,3%). Por otro lado, las mayores caídas correspondieron a Sociedad Comercial del Plata (-5,0%), Transener (-3,7%) y Aluar (-1,5%). Los ADRs, por su parte, ganaron en promedio un 6,1% semanal en dólares. Las principales subas fueron las de BBVA (+12,5%), AdecoAgro (+12,1%) y Banco Macro (+12,1%).
Lo que viene. Con la mirada puesta en la evolución de las reservas internacionales y en el impacto del blanqueo de capitales –que estimamos no será determinante ni para el mercado de cambios ni para las reservas netas, aunque podría contribuir a la recaudación–, la agenda económica de la semana destaca la publicación del saldo comercial de julio. ¿Se reducirá el superávit debido a una menor caída de las importaciones? Además, se espera el EMAE de junio, para el cual anticipamos una leve caída, con una performance heterogénea: el sector primario en alza, mientras que la industria y los servicios en baja.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano internacional.
Buenos datos económicos volvieron a reforzar la idea de un soft landing, lo que ayudó a que los mercados retomen la calma. La inflación continúa en el canal de convergencia hacia el objetivo de la Fed, el mercado laboral sigue sólido y todo indica que en el 3Q24 la economía mantendrá su crecimiento. La Fed respira tranquila y, aunque el mercado ya anticipa un recorte de tasas en la próxima reunión de septiembre, no sería necesario aplicar bajas agresivas. Los rendimientos de los bonos del Tesoro se estabilizaron, y la volatilidad del mercado disminuyó, permitiendo que los mercados tuvieran su mejor semana del año, con un fuerte rebote en acciones y un buen desempeño de la renta fija. Mientras tanto, el dólar se debilitó y los commodities bajaron, especialmente los agrícolas. En una semana tranquila en cuanto al calendario de publicaciones, sin indicadores relevantes, las miradas estarán puestas en la reunión de los banqueros centrales en Jackson Hole, donde el mercado espera que Powell confirme el ciclo de rebaja de tasas.
Buen dato de inflación. Si bien el IPC de julio tuvo un leve repunte respecto a los meses previos, la suba estuvo en línea con lo esperado y confirmó que la inflación minorista sigue convergiendo hacia el objetivo de la Fed del 2% anual. Concretamente, el mes pasado el IPC general subió 0,2% m/m –1,9% anualizado– tras dos meses casi sin cambios, acumulando en los últimos doce meses un alza de 2,9%, la cifra más baja desde abril de 2021. Este repunte obedeció al incremento en los precios de la vivienda y del transporte, además de la estabilización de los precios de la energía. El IPC core, que excluye los precios de los alimentos y la energía, también subió 0,2% m/m, quedando 3,2% por encima del nivel de un año atrás. Aún mejor fue la performance del IPC Super Core, que excluye alimentos, energía y vivienda, el cual retrocedió por tercer mes consecutivo, acumulando en los últimos doce meses un alza de solo 1,8%. Sin embargo, para que la inflación minorista cierre este año en 2% i.a., el IPC debería marcar una suba mensual de solo 0,05% m/m –o 0,6% anualizado–, lo que obliga a la Fed a seguir un camino prudente. Por su parte, los precios mayoristas subieron 0,1% m/m en julio –tras un aumento de 0,2% m/m en junio y por debajo de las previsiones del 0,2% m/m– y 2,2% i.a. desde un 2,7% i.a.
Buenos datos de actividad y de confianza del consumidor. Las dudas sobre una recesión quedaron opacadas por los buenos indicadores que se publicaron esta semana. En primer lugar, las ventas minoristas de julio mostraron un sólido repunte, con un alza de 1,0% m/m nominal, tras una caída revisada a la baja del 0,2% m/m en junio y superando ampliamente las previsiones del mercado de un alza de 0,3% m/m. Fue el mayor aumento desde enero de 2023, con las ventas en concesionarios de vehículos de motor y repuestos liderando el crecimiento (3,6% m/m). También hubo datos alentadores del mercado laboral: las solicitudes de prestaciones por desempleo cayeron en 7.000, hasta 227.000 en la semana finalizada el 10 de agosto, marcando el nivel más bajo en cinco semanas y superando las expectativas del mercado de 235.000. En cuanto al sentimiento del consumidor, se registró el primer repunte en cinco meses, subiendo de 66,4 en julio a 67,8 en agosto, superando las previsiones del mercado. Este aumento fue impulsado por mejores expectativas sobre las finanzas personales y las perspectivas para los próximos cinco años, mientras que las expectativas de inflación se mantuvieron ancladas en 2,9% para los próximos doce meses y en 3,0% a cinco años. Con estos datos, el nowcast de la Fed de Atlanta redujo las estimaciones de crecimiento para el 3Q24 a 2,0% t/t anualizada, desde el 2,9% de la semana anterior, debido al deterioro en los indicadores del sector inmobiliario, aunque mantuvo buenas perspectivas para el consumo privado y la inversión no residencial.
Mejoran las chances de Harris. El escenario electoral en EE. UU. no está definido, especialmente después de la renuncia de Biden a la carrera presidencial, lo que ha mejorado las posibilidades de los demócratas. Este cambio ya se refleja en varias encuestas que muestran una ventaja para los demócratas en estados clave. Según un estudio de la Universidad de Michigan, el sentimiento hacia los demócratas aumentó un 6% después de que Harris reemplazó a Biden como candidata, mientras que el apoyo a los republicanos disminuyó un 5% en el mismo período. Además, la encuesta reveló que el 41% de los consumidores considera que Harris es la mejor opción para la economía, frente al 38% que prefiere a Trump. Cabe destacar que entre mayo y julio, Trump mantenía una ventaja de 5 puntos sobre Biden en cuanto a la percepción económica.
El ajuste fiscal continúa, pero no alcanza. En julio, el déficit fiscal de EE.UU. se amplió a USD 244 MM, frente al desequilibrio de USD 220,7 MM registrado en el mismo mes del año anterior, aunque fue levemente inferior a las expectativas del mercado de USD 254,3 MM. Los ingresos aumentaron un 20% i.a., alcanzando USD 330 MM, y si se ajustaran los ingresos por impuestos diferidos, habrían crecido un 12% i.a. El gasto total subió un 16% i.a. hasta USD 574 MM, impulsado por el gasto primario, que repuntó un 15% i.a., liderado por un incremento de USD 72 MM en los desembolsos de Medicare, y por los intereses de la deuda, que aumentaron un 21% i.a. hasta USD 81 MM. Durante los primeros 10 meses del año fiscal 2024, el déficit de EE.UU. se redujo un 6%, alcanzando USD 1.517 MM, comparado con los USD 1.614 MM del mismo período del año fiscal 2023. La mejora fue más significativa al considerar el resultado primario, que excluye el pago de intereses y se redujo un 30%, dado que el gasto primario solo aumentó un 2% i.a. Así, el déficit primario pasó de USD 1.052 MM a USD 748,5 MM.
Curva de rendimientos expectante y repunte de bonos. Con la revalidación de un escenario de soft landing, el mercado sigue proyectando un recorte de tasas en la reunión del próximo 18 de septiembre, pero ahora espera que sea de 25 pb –75% de probabilidad, contra 50% de una semana atrás– en lugar de 50 pb, como esperaba hace unas semanas. Esto le quitó presión a las tasas de corto plazo, mientras que las largas tuvieron un leve retroceso. Concretamente, la UST2Y cerró la semana en 4,05%, mientras que la UST10Y finalizó en 3,88%, 6 pb por debajo del cierre de la semana previa, lo que implicó una caída en la tasa de inflación implícita esperada para los próximos 10 años a 2,08%. En este contexto, la renta fija en general tuvo una semana con subas generalizadas: el índice agregado tuvo un repunte de 0,6%, acumulando en el mes un alza de 1,0%. En el mismo período, los bonos del Tesoro subieron 0,4% y 0,9%, respectivamente, mientras que los bonos corporativos Investment Grade ganaron 1,3% en la semana y 1,5% en lo que va de agosto. También fue una semana positiva para los bonos High Yield, que subieron 1,1% (y 0,4% en el mes), y para los emergentes, que ganaron 1,3% en la semana (y 1,2% en el mes).
Rebote de las acciones. El temblor y pesimismo parecen haber quedado atrás, y las acciones tuvieron la mejor semana del año, con un fuerte repunte que les permitió recuperar gran parte del terreno perdido en las semanas anteriores y volver a situarse cerca de los máximos históricos. El S&P 500 subió un 4,0%, por lo que en agosto acumula una ganancia de 0,6%, impulsado por las empresas de mayor capitalización. Sin embargo, si tomamos el índice equiponderado, la suba del S&P 500 fue de 2,5% en la semana y en el mes acumula una caída de 0,5%. La gran semana para el principal índice de renta variable fue generalizada en todos los sectores, aunque lo más destacado fue el salto de 7,7% en el sector tecnológico y de 5,0% en el de consumo discrecional, ambos casos impulsados por las acciones de las empresas de megacapitalización como Nvidia (+17%), Tesla (+7%) y Amazon (+6%). La gran semana de las acciones tecnológicas se reflejó en el Nasdaq, que subió 5,4% en la semana y 0,3% en lo que va del mes, mientras que el Dow Jones avanzó un 2,9% en la semana, aunque en el mes acumula una baja de 0,4%.
Se va terminando la temporada de balances. En la última semana se publicaron los reportes trimestrales del 2Q24 de otras 23 compañías del índice S&P 500, por lo que la presentación ya alcanza al 92% del índice. Los resultados han superado las estimaciones tanto en ingresos como en beneficios. Las ventas subieron un 4,83% i.a., con solo los sectores de materiales e industrial reportando caídas, mientras que los beneficios avanzaron un 8,5% i.a., con los sectores de Consumo Discrecional, Salud, Servicios Públicos, Financiero y Tecnología presentando importantes tasas de crecimiento.
Debilidad del dólar, repunte del oro y derrumbe de la soja. El dólar DXY perdió 0,7% en la semana y acumula una baja de 1,6% en el mes. Aunque la caída fue homogénea frente a las principales monedas, la última semana destacó la baja del 1,0% frente al euro, mientras que se fortaleció un 0,7% frente al Yen, ya que los temores sobre la política monetaria del Banco de Japón se disiparon. El Real Brasileño tuvo una buena performance, fortaleciéndose hasta cerrar la semana en USDBRL 5,45, acumulando una baja del 3,1% desde fines de julio. En este contexto, el oro subió un 3,1% en la semana hasta USD 2.507 la onza, alcanzando un nuevo récord histórico. En cuanto a los commodities, el petróleo operó estable con una baja semanal de 0,2%, mientras que el cobre subió 3,7% impulsado por la huelga en la mina Escondida en Chile. Lo más destacado fue el nuevo desplome del precio de la soja, que perdió un 9%, cerrando la semana en USD 344 la tonelada, su nivel más bajo en cuatro años, 27% más bajo que a fines de 2023 y 30% por debajo de lo que cotizaba hace un año.
Lo que viene. Será una semana sin indicadores relevantes en la agenda. Lo más importante será la publicación de las minutas de la última reunión de la Fed, en la que se espera obtener una visión más completa de la coyuntura económica según los miembros del comité de política monetaria. Además, se llevará a cabo el simposio de Jackson Hole, donde los principales banqueros centrales discutirán sobre la política monetaria, y se esperan declaraciones de Powell al respecto.