En la segunda semana del 2024, la devaluación se mantuvo en el 2,0% mensualizado...
En la segunda semana del 2024, la devaluación se mantuvo en el 2,0% mensualizado y los contratos subieron un 2,5% en promedio. Las mayores subas se registraron en septiembre (+4,8%), octubre (+4,6%) y julio (+4,5%).
La suba fue relativamente baja si la comparamos con la dinámica de la brecha (el CCL subió un 12%) y de los bonos dollar-linked (que subieron hasta un 13%). El aumento en la demanda por cobertura cambiaria puede explicarse por varios factores, como la inflación mayorista en un 54%, el contexto de tasas reales negativas récord o el fracaso en la licitación del Bopreal.
El contrato de febrero cotiza a $865 y marca una devaluación directa del 5,5% (4% mensualizada). A partir de ahí, los precios comienzan a reflejar crawling pegs superiores a los dos dígitos: 10,6% en marzo ($957); 12,3% en abril ($1.074), 11% en mayo ($1.192) y 10,3% en junio ($1.315). Finalmente, los precios señalan una devaluación promedio del 7,1% en el segundo semestre de 2024.
La curva de tasas (TNA) muestra una pendiente positiva que se empinó debido al encarecimiento relativo de los contratos largos. Enero rinde TNA 37%, febrero TNA 49%, marzo TNA 85% y abril TNA 111%. A partir de ahí, los rendimientos aumentan progresivamente hasta alcanzar un máximo de TNA 149% en septiembre.
El volumen operado sigue en mínimos: en la semana se comerciaron 1,3 millones de contratos. El interés abierto también continúa en mínimos desde principios del 2020: el viernes 19 de enero el interés abierto cerró en USD 1.407 M, una caída del 0% m/m y del 56% a/a.
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Noticias locales: el país hoy.
Muy baja demanda en la licitación del bono para importadores Bopreal Serie 1 a pesar de la brecha en niveles máximos de la gestión Milei. Se adjudicaron solamente USD 340 M, un 45% de los USD 750 M que apuntaba a colocar el BCRA. El mercado esperaba que la demanda por el nuevo instrumento se despertara ante la disparada de la brecha en los últimos días, potenciada por la compresión que viene ocurriendo en la curva de bonos dollar-linked.
En el frente externo, el salto del tipo de cambio y la caída en el nivel de actividad se hicieron sentir en la balanza comercial que en diciembre volvió a ser positiva –desde febrero que no lo era–. Concretamente, el saldo comercial marcó un superávit de USD 1.018 M (similar a diciembre de 2022) y cerró el año con un déficit acumulado de USD 6.926 M (comparado con USD +6.923 M en 2022). Las exportaciones mostraron una merma del 13,8% i.a. en diciembre, explicada en partes similares por la caída de precios y de cantidades, donde se destacaron las caídas de las manufacturas agropecuarias (25,1% i.a.) y de productos primarios (16,9% i.a.). En el año, las exportaciones finalizaron con una caída del 24,5%, donde las cantidades cayeron un 16,4% i.a. –principalmente determinado por la baja de productos agropecuarios asociado a la sequía– y los precios un 10% i.a. Por el lado de las importaciones, en diciembre cayeron un 15,2% i.a., explicadas por menores cantidades (16,3%), donde se destacó la caída de los bienes de capital (34,3%). De este modo, cerraron el año con una contracción del 9,6% i.a. por la caída de precios del 6% i.a. y otro 4% i.a. en las cantidades.
El excedente comercial sigue siendo el principal determinante de la recuperación que vienen mostrando las reservas internacionales, de la mano de las compras de divisas que viene realizando el BCRA en el mercado cambiario. En la jornada de ayer, el sector agropecuario liquidó USD 54 M y el BCRA registró compras netas por USD 172 M. En lo que va de enero, la autoridad monetaria ha acumulado compras por USD 2.114 M, y en la gestión Milei, suma compras por USD 4.976 M. Por otro lado, el stock de reservas internacionales aumentó en USD 137 M, alcanzando los USD 24.300 M. Con esta información, las reservas acumulan un incremento de USD 3.092 M desde el 10 de diciembre.
Durante la jornada de ayer el dólar oficial aumentó un 0,1% hasta $819,3. Esto representa un ritmo de devaluación mensualizado de 2,3%, que se aceleró en comparación con el ritmo de 1,9% del miércoles. En lo que va de enero, la tasa efectiva mensual (TEM) es del 2,0%.
Los dólares financieros operaron de manera mixta. El MEP con ledes cayó un 0,2% hasta alcanzar los $1.213, mientras que el CCL con ADRs trepó un 0,7% hasta $1.281. De esta manera, sus brechas se sitúan en el 48% y 56% respectivamente.
Los contratos de futuro de dólar cayeron 0,2%. Las mayores caídas se registraron en los contratos de febrero (-0,6%), abril (-0,6%) y mayo (-0,5%). De este modo, la devaluación implícita se ubica en el 1% hasta enero, en el 32% hasta abril y en el 77% hasta julio. Se operaron 266 miles de contratos, lo que significa un acumulado semanal de 1.383 miles. El interés abierto se incrementó en USD 61 M hasta un stock de USD 1.406 M; lo que significa un crecimiento mensual de 2,6% y un decrecimiento anual de 53,8%.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una rueda mayormente positiva. Los bonos CER se incrementaron un 1,4%, mientras que las Lecer ganaron un 0,5%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró alcista en 3,8% y las Ledes no experimentaron fluctuaciones. Por su parte, los duales registraron una ganancia de 1,7% y los DLK marcaron una suba de 4,1%.
Los bonos soberanos en hard-dollar ganaron 0,6%, por una suba de 0,3% en los ley Nueva York y una suba de 1% en los ley Argentina. Así, acumulan una ganancia de 2,3% en lo que va del mes y de 2,3% en lo que va del año. De esta manera, las paridades promedian el 37,4% y el riesgo país se mantuvo en 1967 pbs.
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Ante un mercado que viene previendo una política de recorte de tasas más fuerte, en la jornada de ayer la Fed mandó señales más agresivas. Bostic, presidente de la Fed de Atlanta, afirmó que no anticipa una baja de tasas hasta el 3Q24 y Waller recalcó que la fortaleza de la economía estadounidense da a las autoridades flexibilidad para actuar “cuidadosa y lentamente”. Estos comentarios siguieron dando impulso a los rendimientos de los bonos del Tesoro, que alcanzaron el nivel más alto desde el 12 de diciembre y redujeron las expectativas de un recorte de tasas para marzo –la probabilidad de que recorten la tasa bajó a 57% desde el 75%–. En este contexto, la UST2Y cerró en 4,36% y la UST10Y en 4,14%. En este contexto, los bonos del Tesoro anotaron una caída de 0,2%, idéntico resultado al que tuvieron los Investment Grade, mientras que los High Yield y Emergentes lograron cerrar con un alza de 0,2% y 0,1%, respectivamente.
Impulsado por los buenos resultados de las empresas tecnológicas, los mercados tuvieron una jornada mayormente positiva. En cuanto a las acciones, el S&P 500 tuvo la mejor jornada de la semana al marcar un alza de 0,9%, el Dow Jones 0,6%, mientras que el Nasdaq volvió a ser la estrella de la rueda con una alza de 1,4%. El buen desempeño de las tecnológicas se apoyó en Apple, cuyas acciones subieron un 4% después de que Bank of America las elevara a una calificación de compra, proyectando un alza de más del 20% en los próximos 12 meses. Además, las acciones de TSMC que cotizan en EE. UU. se dispararon un 10,08% tras la publicación de sólidos resultados corporativos por parte del productor de chips.
Los commodities cerraron con alzas generalizadas. Se destacó el petróleo que subió 2,1% hasta USD 74 el barril, continuando su tendencia alcista debido a las fuertes estimaciones de demanda tanto de la AIE como de la OPEP. La AIE revisó su proyección de crecimiento de la demanda de petróleo para 2024 a 1,24 millones de bpd, un aumento de 180.000 bpd y la OPEP mantiene su pronóstico de un crecimiento de la demanda de 2,25 millones de bpd en 2024, con una fuerte expectativa de crecimiento de 1,85 millones de bpd en 2025. Los riesgos geopolíticos en Medio Oriente -los ataques de militantes hutíes en el Mar Rojo obligaron a desviar cargamentos, aumentando los tiempos y costos de los viajes- y las perturbaciones en la producción estadounidense ante la ola de frío impulsaron aún más el aumento de precios. El oro subió 0,8% y cerró en USD 2.022 la onza mientras que la soja tuvo un respiro y logró un alza de 0,6% hasta USD 445 la tonelada.
En EE.UU., el número de nuevas solicitudes de prestaciones por desempleo cayó a 187.000 (16.000 menos que la semana previa), la menor cantidad desde septiembre de 2022 y muy por debajo de las expectativas (207.000). Las solicitudes continuas cayeron en 26.000 a 1.806.000 en la semana anterior, la menor cantidad desde octubre de 2023, lo que subraya la rigidez histórica del mercado laboral estadounidense, agregando margen para que la Reserva Federal prolongue su postura firme hasta el segundo trimestre, si es necesario, para reducir la inflación.
En tanto, el índice manufacturero de la Reserva Federal de Filadelfia subió 2,2 puntos hasta -10,6 en enero (comparado con -12,8 en diciembre), pero resultó peor que las estimaciones del mercado (-7). En el último año, solo en agosto de 2023 el índice mostró un valor positivo.
Por su parte, los permisos de construcción aumentaron un 1,9% a una tasa anual ajustada estacionalmente de 1,495 millones en diciembre, revirtiendo parcialmente la caída del 2,1% de noviembre y superando las expectativas de mercado (1,48 millones).
Ante el escenario crítico de las reservas internacionales se enfatiza desde el gobierno...
Ante el escenario crítico de las reservas internacionales se enfatiza desde el gobierno y desde el FMI la necesidad de recuperar divisas para dar estabilidad financiera y monetaria con el fin de liberar el acceso al mercado cambiario. La devaluación, sumado al rezago de acceso a divisas para los importadores, mostró buenos resultados en el corto plazo al permitir recuperar reservas internacionales. Esperamos que con el elevado superávit comercial el objetivo de recuperar reservas sea cumplible. Los riesgos de volver a atrasar el tipo de cambio, aumentar la brecha o perder credibilidad en el esquema fiscal podrían complicar este panorama.
Uno de los puntos clave del acuerdo retomado con el FMI es la acumulación de reservas internacionales por USD 10.000 M desde la asunción en la presidencia de Javier Milei hasta fines de 2024, buscando resolver la grave problemática del actual nivel que en términos netos se encuentra en valores negativos cerca de los USD 8.000 M.
La mala dinámica de las reservas internacionales es un comportamiento que se repite en Argentina y las sucesivas crisis económicas siempre tienen repercusión en las arcas del BCRA. La incapacidad de acumular sostenidamente divisas termina en períodos inflacionarios y/o de bajo crecimiento que desincentivan la generación de divisas y exacerban la demanda. El año 2023 fue un fiel reflejo de esto al marcar una enorme pérdida de reservas –unos USD 21.500 M– donde a la menor entrada de divisas en la balanza comercial (USD 11.854 M vs USD 21.817 en 2022), producto de la sequía y de importaciones sostenidamente altas, se le sumaron los pagos netos al FMI (USD -8.000 M vs USD +5000 M en 2022) y más pagos de intereses (USD +2.000 M vs 2022), entre otras cosas. De este modo las reservas internacionales finalizaron el año cerca de los USD 23.000 M, pero las netas se ubicaron en terreno negativo por encima de los USD 8.700 M.
Luego del salto cambiario de mediados de diciembre, la dinámica cambió radicalmente: pasó de una venta diaria promedio del BCRA de USD 111 M los primeros días de diciembre (previo a la corrección del tipo de cambio) a una compra diaria promedio de USD 239 M en el resto del mes. De este modo, desde el 13 de diciembre se acumulan más de USD 4.400 M de compras por parte el BCRA y un incremento de las reservas de más de USD 3.000 M. Pero este saldo positivo reciente se caracterizó por una demanda llamativamente baja (por el rezago de acceso a las divisas que se iría normalizando durante la segunda quincena de enero), por lo que se esperaría que en los próximos meses (hasta la entrada de la cosecha) las compras desaceleren.
Para 2024 se estima que las reservas podrían aumentar casi USD 8.000 M que, sumado a los USD 2.000 acumulados en diciembre, se acercarían al valor objetivo establecido con el FMI. Esta acumulación en 2024 estaría concentrada más del 85% en el primer semestre del año y en particular en el primer cuarto del año (con desembolsos netos positivos del FMI y balanza comercial muy positiva por rezago de importadores). Luego, la segunda parte del año, con la cosecha ya con menos ritmo y las importaciones creciendo luego de haber tocado piso el segundo trimestre, se esperarían incrementos mucho más leves.
La cuenta corriente mostraría en el año un superávit de casi USD 5.000 M (vs déficit de casi USD 5.000 M en 2023), explicado por la mejora de la balanza comercial y de servicios, y atenuado por mayores salidas de intereses y utilidades y dividendos. Con la reversión de la mala cosecha las exportaciones estarían aportando cerca de USD 17.000 M extra en 2024; los productos primarios y las manufacturas de origen agropecuario tendrían una incidencia de cerca del 85% en este incremento. Esto elevaría la balanza comercial a unos USD 20.000 M (USD +8.000 M vs 2023), con el monto pagado por importaciones creciendo (por la normalización de sus pagos – el año pasado se pagó aproximadamente solo el 65%). En tanto, la corrección cambiaria tendría efectos también en la cuenta de servicios, la cual reduciría su déficit a cerca de la mitad (USD +3.500 M vs 2023), con menores importaciones y mayores exportaciones, dados los nuevos precios.
Por otro lado, la cuenta financiera sumaría en el año casi USD 3.000 (vs USD -17.000 M en 2023), donde el saldo positivo con el FMI y Organismos Internacionales llegaría a un valor cercano a USD 7.000 M (vs unos USD -3.500 M en 2023) y mayores ingresos de divisas por inversión extranjera directa y de portafolio por casi USD 2.500 M (vs USD 900 M en 2023), explicarían buena parte de esta mejora.
No obstante, y como develan los números, el escenario no es optimista y está sujeto a diferentes riesgos latentes que podrían complicar el proceso de acumulación:

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Los precios mayoristas mostraron un fuerte incremento en diciembre, superando ampliamente el dato del IPC. El índice de precios internos al por mayor – IPIM – mostró un alza del 54% m/m, donde los productos nacionales aumentaron un 51,1% m/m, mientras que los importados subieron más del 80,6% m/m. De este modo, marcó una variación de 276,4% i.a. (vs. 211% i.a. de subida del IPC). Esto añade inercia a los precios durante los próximos meses.
En el mercado cambiario, el BCRA registró compras netas por USD 208 M. En lo que va de enero, la autoridad monetaria ha realizado compras por USD 1.942 M; mientras que en la gestión de Milei acumula compras por USD 4.804 M. Por otro lado, el stock de reservas internacionales aumentó en USD 194 M, llegando a los USD 24.163 M. Con esta información, las reservas acumulan un incremento de USD 2.955 M desde el 10 de diciembre.
Durante la jornada de ayer, el dólar oficial aumentó un 0,1%, llegando a $818,7. Esto significa un ritmo de devaluación mensualizado del 1,8%, algo por debajo del ritmo de TEM del 2,0% que ha mantenido desde el salto cambiario del 12 de diciembre.
Los dólares financieros operaron fuertemente al alza. El MEP con ledes subió un 4,3%, alcanzando los $1.215, mientras que el CCL con ADRs trepó un 4,4%, llegando a $1.272. De esta manera, sus brechas se sitúan en un 48% y un 55% respectivamente.
Los contratos de futuro de dólar subieron un 1,4%. Las mayores subas se registraron en los contratos de octubre (+4,4%), julio (+3,6%) y noviembre (+1,4%). De este modo, la devaluación implícita se ubica en el 1% hasta enero, en el 33% hasta abril y en el 77% hasta julio. Se operaron 471 miles de contratos, lo que significa un acumulado semanal de 1.378 miles. El interés abierto se incrementó en USD 109 millones hasta un stock de USD 1.346 M; lo que significa un crecimiento mensual de 0,1% y un decrecimiento anual de 55,9%.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una rueda mayormente positiva. Los bonos CER cedieron un 0,6%, mientras que las Lecer ganaron un 0,2%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró alcista en 0,9% y las ledes experimentaron un alza de 0,2%. Por su parte, los duales registraron una ganancia de 1,5% y los DLK marcaron una suba de 3,5%.
Los bonos soberanos en hard-dollar perdieron un 0,9%, por una caída de 1,4% en los ley Nueva York y una caída de 0,1% en los ley Argentina. Así, acumulan una ganancia de 1,7% en lo que va del mes y de 1,7% en lo que va del año. De esta manera, las paridades promedian el 37,2% y el riesgo país se mantuvo en 1945 puntos básicos.
El S&P Merval logró la mayor suba en más de un mes, avanzando un 5,1% hasta las 1.112.204 unidades en pesos, aunque cayó un 0,8% en dólares debido a la suba de los dólares financieros. Las acciones del panel líder operaron con subas generalizadas. Los principales avances del día fueron registrados por Banco Macro (+14,2%); Transener (10,2%) y Telecom (9,1%). En Nueva York, las acciones argentinas operan con mayoría de subas. Los papeles que más avanzan son los de Banco Macro (+5,7%); Grupo Supervielle (+3,4%) y BBVA (+1,8%).
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Los rendimientos de los bonos del Tesoro cotizaron al alza. La UST10Y subió 4 pb a 4,11%, mientras que la UST2Y ganó 14 pb a 4,37%. Los índices de renta fija tuvieron una baja promedio de 0,4%, con los Investment Grade retrocediendo 0,3%, los bonos emergentes subiendo 0,5% y los High Yield un 0,6%.
Las acciones estadounidenses ampliaron sus pérdidas el miércoles, con el S&P 500 cayendo un 1%, el Dow Jones un 0,5% y el Nasdaq fue el más castigado con una baja del 1,3%, mientras los operadores continúan reajustando sus apuestas de recortes de tasas y asimilando nuevos datos económicos mientras esperan más comentarios de funcionarios de la Fed.
Los sectores de tecnología (-1%), Real Estate (-2,8%) y el consumo discrecional (-1,5%) fueron los sectores con peores resultados. Las megacaps, incluidas Microsoft, Apple, Amazon y Nvidia, perdieron más del 1%, y Tesla perdió un 2,5% después de reducir los precios de sus automóviles Modelo Y en Alemania. Las empresas chinas que cotizan en Estados Unidos, como Alibaba (-2,3%), también estuvieron bajo presión debido a los decepcionantes datos de crecimiento del PBI del 4T23 de China. Mientras tanto, la temporada de presentación de resultados continúa con las acciones de Charles Schwab cayendo casi un 7% después de que la empresa informara de una caída de sus beneficios.
En cuanto a los commodities, el oro perdió un 1,1%, cerrando en USD 2.004 la onza. El WTI redujo sus ganancias en un 0,3% para cotizar en USD 72,3 por barril debido a las preocupaciones sobre la demanda futura ante el dato de crecimiento económico de China en el 4Q23, menor al esperado. Por último, la soja bajó un 1,7%, situándose en USD 443 por tonelada. Por su parte, el US Dollar Index avanzó un 0,1%, alcanzando 103,5, máximos de un mes.
En cuanto a los datos económicos, las ventas minoristas en EE. UU. aumentaron nominalmente un 0,6% m/m en diciembre (vs. 0,3% m/m en noviembre), superando las expectativas de un 0,4% m/m. Se trata del mayor aumento en tres meses, liderado por las ventas de automóviles (+1,2%). Así, aumentaron un 5,6% i.a., la mayor suba en once meses, tras un aumento revisado a la baja del 4% interanual en noviembre. Por su parte, la producción industrial aumentó un 0,1% m/m en diciembre, superando las expectativas del mercado de que no habría crecimiento. De este modo, tuvo un aumento del 1% i.a., el mayor aumento desde enero y tras una caída del 0,6% i.a. en noviembre.
Referido a datos económicos de Europa, la inflación en la zona del euro fue del 0,2% m/m en diciembre (vs. -0,6% previo). Así, se confirmó el 2,9% i.a. en diciembre, frente al mínimo de más de dos años del 2,4% observado en noviembre. También marcó el primer repunte de la inflación desde abril, impulsado principalmente por efectos de base relacionados con la energía.
En tanto, el índice de precios al consumidor en el Reino Unido aumentó un 0,4% m/m en diciembre (vs. -0,2% previo), superando las previsiones del mercado (0,2%). De este modo, aumentó inesperadamente al 4% i.a., desde un mínimo de casi dos años del 3,9% en noviembre. Se trata del primer aumento de la tasa de inflación interanual en diez meses, y la mayor contribución al alza proviene de los precios del alcohol y el tabaco (12,9% frente a 10,2%), debido principalmente al aumento de los impuestos sobre el tabaco y al ocio y la cultura (5,7% frente a 5,3%). Por su parte, la tasa de inflación subyacente se situó en el 5,1% i.a., ligeramente por encima de las previsiones del mercado del 4,9 por ciento.
Finalmente, las ventas minoristas en Brasil aumentaron un 0,1% m/m en noviembre, tras una disminución del 0,3% m/m en el mes anterior, igualando las previsiones del mercado. Se observaron tasas positivas en seis de las ocho actividades encuestadas. En términos interanuales, las ventas minoristas crecieron un 2,2%, después de un aumento del 0,2% en octubre.
La Comisión de Bolsa y Valores de E.E.U.U. anunció la habilitación de la creación de ETFs de Bitcoin
La Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) anunció la habilitación de la creación de ETFs de Bitcoin. Este avance en la integración de las nuevas tecnologías en los mercados financieros tradicionales resulta un hito histórico dado que no sólo abre las puertas a inversores institucionales para acceder a este instrumento, sino que brindará mayor liquidez, transparencia y credibilidad al mercado de criptomonedas. Esto último, incluso, generará probablemente un impacto significativo en la percepción general del Bitcoin y otras criptomonedas por parte de inversores privados más conservadores.
Si consideramos al Bitcoin como una nueva clase de activo en el marco de un mercado regulado, resulta esencial estudiar su comportamiento en comparación con las clases de activos más tradicionales de los mercados financieros, ya que ahora podría ser incluido en un portfolio global. Por ende, nos propusimos estudiar la correlación del Bitcoin contra las principales clases de activos que solemos utilizar en un portfolio. En el siguiente ejercicio, calculamos la correlación rolling de 1 año entre el Bitcoin y las distintas clases de activos. En el siguiente gráfico, analizamos el rango del coeficiente de correlación observado del Bitcoin contra las clases de activo, el promedio y el valor actual. Esto es lo que vemos:
En resumen, los resultados sugieren que el Bitcoin puede ser un activo que aporte valor a los portfolios tradicionales. La correlación con las diversas clases de activo puede variar significativamente, por ende hay que estudiarla constantemente, ya que de esa forma se puede aprovechar los movimientos para aportar cobertura o para amplificarlos. Sin embargo, es importante destacar que el Bitcoin es un activo no apto para todos los inversores debido a su alta volatilidad, que es notablemente superior a la de los mercados tradicionales. Por ende, los inversores deben ser conscientes y entender el activo en el que invierten.
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En la primera rueda con liquidez significativa para el Bopreal Serie 1, se operaron 200.000 VNO (o USD 130.000) a un precio promedio ponderado de USD 65,1. Este precio se encuentra dentro del rango esperado por el mercado. Esto permite comprar dólares a un valor de $1.255 vía licitación (3,1% por encima del CCL) y a un valor promedio de $1.221 incluyendo el acceso al MULC y al CCL (0,3% por encima del CCL).
En el mercado cambiario, el BCRA registró compras netas por USD 217 M. En lo que va de enero, la autoridad monetaria adicionó compras por USD 1.734 M; en tanto en la gestión Milei acumula compras por USD 4.596 M. Por otro lado, el stock de reservas internacionales se redujo en USD 27 M hasta los USD 23.969 M. Con esta información, las reservas acumulan un incremento de USD 2.761 M desde el 10 de diciembre.
El dólar oficial aumentó diariamente un 0,1% hasta $818,2. Esto significa un ritmo de devaluación mensualizado de 1,9%, en línea con el crawling peg que mantiene desde el 12 de diciembre. Por su parte, los dólares financieros tuvieron un importante rebote. El MEP con ledes subió un 3,8% hasta alcanzar los $1.165, mientras que el CCL con ADRs trepó un 4,3% hasta $1.218. De esta manera, sus brechas se sitúan en un 42% y un 49% respectivamente.
Los contratos de futuro de dólar subieron un 2,0%. Las mayores subas se registraron en los contratos de junio (+4,3%), septiembre (+3,4%) y agosto (+3,3%). De este modo, la devaluación implícita se ubica en el 1% hasta enero, en el 32% hasta abril y en el 71% hasta julio. Se operaron 213 mil contratos, lo que significa un acumulado semanal de 1.150 miles. El interés abierto se incrementó en USD 1 M hasta un stock de USD 1.237 M; un decrecimiento mensual del 6,9% y anual del 58,8%.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una rueda mayormente positiva. Los bonos CER aumentaron un 3,7% en promedio, si excluimos la caída del 31% del TX25 (un bono CER con poquísima liquidez y que operaba en niveles anormalmente caros). Mientras que las Lecer ganaron un 0,2%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró bajista en un 1,7% y las ledes experimentaron un alza de un 0,1%. Por su parte, los duales registraron una ganancia de un 0,7% y los DLK marcaron una suba de un 2,3%.
Los bonos soberanos en hard-dollar perdieron un 0,3%, sin variaciones en los ley Nueva York pero con una caída de un 0,7% en los ley Argentina. Así, acumulan una ganancia de un 2,6% en lo que va del año y las paridades promedian el 37,6%. El riesgo país aumentó a 1.921 puntos base.
En una jornada marcada por el viaje del presidente Javier Milei al Foro de Davos y la discusión de la ley ómnibus en el Congreso, el Merval terminó la segunda rueda de la semana con una caída del 1% y una baja del 0,1% en dólares, alcanzando los USD 891. Las principales subas del día en el panel líder son para Banco Macro (+2,6%), Transportadora de Gas del Norte (+2,4%) y Edenor (+1,5%). Por otra parte, las bajas las lideran Aluar (-5%), Ternium (-3,6%) e YPF (-3,1%). En Nueva York, las acciones argentinas operan con bajas generalizadas del 2% en promedio, lideradas por YPF (-6,4%), Edenor (-4,5%) y Banco BBVA (-3,5%). Solo sube Central Puerto (+3,6%).
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Los tres principales índices estadounidenses cerraron en números rojos en la sesión del martes, con el S&P 500 y el Nasdaq cayendo un 0,5% y 0,2%, respectivamente, y el Dow Jones perdiendo un 0,8%. La confianza de los inversores se vio afectada por el aumento de los rendimientos y los comentarios del miembro de la Fed, Waller, sugiriendo que podrían no recortar las tasas de interés tan agresivamente como se esperaba inicialmente. También enfatizó el estado positivo de la actividad económica y los mercados laborales, afirmando que no hay urgencia para recortes rápidos de las tasas.
En cuanto a los balances presentados, Goldman Sachs registró beneficios e ingresos optimistas, con un aumento del 51% i.a. en las ganancias del 4Q23. Así, la acción subió un 0,25%. Por otra parte, las acciones de Morgan Stanley (MS) cayeron hasta un 4% después de registrar una ganancia trimestral impactada por un cargo único de USD 535 M. Igualmente, los ingresos del 4Q23 del banco superaron las expectativas de Wall Street. Mientras tanto, Apple enfrentó una caída del 1% después de ofrecer descuentos para el iPhone en China. Las acciones de Boeing se desplomaron un 7,7% después de que Wells Fargo rebajara la calificación de la compañía, en medio de problemas continuos con el modelo 737 Max 9. Nike también contribuyó a la caída de las acciones de primera línea, hundiéndose un 3,2%.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro cotizaron al alza. La UST10Y subió 12 pb a 4,07%, mientras que la UST2Y ganó 10 pb a 4,23%. Los índices de renta fija tuvieron una baja promedio del 0,8%, con los Investment Grade retrocediendo un 1,1%, los bonos emergentes subiendo un 0,9% y los High Yield con un 0,5%.
En cuanto a los commodities, el oro perdió un 1,2%, cerrando en USD 2.028 la onza. El WTI redujo sus ganancias en un 0,4% para cotizar en USD 72,4 por barril. Por último, la soja ganó un 1,7%, situándose en USD 450 por tonelada. Por su parte, el US Dollar Index avanzó un 0,9%, alcanzando 103,3.
Referido a los indicadores económicos, el indicador de sentimiento económico ZEW para la zona del euro bajó 0,3 puntos hasta 22,7 en enero, superando las previsiones del mercado (21,9). El 37,2% de los analistas encuestados esperaba una mejora de las condiciones económicas, el 48,3% esperaba estabilidad y el 14,5% preveía un deterioro. En el caso de la mayor economía de Europa, Alemania, el indicador aumentó nuevamente (2,4 puntos) hasta alcanzar 15,2, superando las expectativas del mercado (12). Esto representa la lectura más alta desde febrero, lo que indica un cambio optimista en las expectativas económicas, donde más de la mitad de los encuestados anticipan recortes de las tasas de interés por parte del BCE en la primera mitad del año.
Por su parte, la inflación en Alemania fue del 0,1% m/m en diciembre, confirmando las estimaciones preliminares y del mercado y tras una deflación del 0,4% en noviembre. Así, se derivó en un 3,7% i.a. (promedio del 5,9% en 2023), superando el mínimo de noviembre (3,2%). La principal presión alcista provino del aumento de los precios de la energía (+4,1% frente al -4,5% en noviembre).
En tanto, la tasa de desempleo ajustada en el Reino Unido se mantuvo sin cambios en 4,2%, en línea con las expectativas del mercado.
En 2023, la economía global tuvo una buena performance, con una leve moderación del crecimiento y desaceleración de la inflación. El fuerte ajuste de las tasas de interés, que arrancó en 2022 y siguió hasta mediados de ese año, finalmente parece haber hecho efecto sobre la dinámica de los precios, con la ventaja de que lo hizo mientras la actividad seguía creciendo. Si bien la inflación sigue estando por encima de los objetivos de la política monetaria, la desaceleración que tuvo en la segunda mitad del año le dio argumento a los bancos centrales para que den por concluido el ciclo de subas. El optimismo sobre el devenir de la política monetaria más que compensó los riesgos por los eventos políticos y geopolíticos que afectaron a la economía global durante 2023, y los mercados cerraron el año con una muy buena performance en acciones y, en menor medida, en bonos. Arranca un 2024 con el desafío de consolidar la tendencia, y para ello será importante que la economía global continúe con el soft-landing, permitiendo que la inflación vaya convergiendo al nivel pre-pandemia sin recesión. En este sentido, será clave la actuación de la Fed, que promete bajar la tasa de referencia en un contexto en el que la economía americana no da señales de moderación y con la inflación mostrando cierta resistencia. El mercado actuó rápidamente y se muestra con gran optimismo, previendo un ajuste monetario mucho más rápido y agresivo. Con este marco de fondo, mantenemos nuestra visión cautelosamente optimista para este año y no modificamos la estructura de nuestras carteras globales, en las que preferimos mantener la diversificación sectorial, con un sesgo hacia los sectores defensivos, mientras que para la renta fija preferimos la parte corta de la curva.
Crecimiento y desinflación. En 2023, la economía global habría crecido un 3,1% i.a., levemente por debajo del crecimiento de 2022. Esta desaceleración fue casi exclusivamente explicada por la Eurozona que, tras marcar una expansión del 3,5% i.a. en 2022, el año pasado apenas habría crecido un 0,6% i.a., incluso con una probable revisión a la baja cuando se confirmen los datos del 4Q23. Por el contrario, el resto de las economías aceleró su crecimiento, entre las que destacamos a EE. UU. –que creció un 2,5% i.a. versus el 1,9% en 2022– y a China, que ya sin las restricciones contra el Covid-19 de 2022, logró un crecimiento del 5,5% i.a., 3 pp más que en 2022. En cuanto a la inflación, en 2023 continuó con el sendero descendente y habría cerrado el año en el 7,4% i.a., alejándose del 9,2% i.a. de 2022, con un comportamiento muy similar entre países emergentes y desarrollados. Pese a esta baja, la inflación sigue estando muy por encima de la que había previa a la pandemia, y la gran mayoría de los países muestran subas de precios que superan el objetivo de política monetaria. Anticipándose a la tentación de flexibilizar la política monetaria, tanto el FMI como el BM sugieren mantener el sesgo contractivo de la política monetaria, pues de esa manera evitarán rebrotes al tiempo que dejarán las bases para un crecimiento más estable en el mediano plazo. Con este marco de fondo, para este año se espera que el PBI continúe moderando el ritmo de crecimiento –sería del 2,9% i.a., y se cumpliría el lustro con un alza promedio del 2,2% anual, el más bajo de las últimas tres décadas–. Vale destacar que la moderación del crecimiento es generalizada, entre las que se destacan la de EE. UU. –que este año crecería sólo un 1% i.a.– y la de China –que crecería menos del 4,9% i.a.–, en tanto que la inflación continuaría cediendo hasta el 6% i.a.

La recesión que nunca llegó. En 2023, EE. UU. trajo una gran sorpresa positiva, lejos de entrar en recesión o estancarse, mostrando un muy buen dinamismo en el nivel de actividad, con pleno empleo y una inflación en descenso. Concretamente, se estima que en el 4Q23, la actividad habría crecido un 2,2%, y en todo el 2023, el PBI habría marcado una expansión del 2,5% i.a., 50 pb más que en 2022. El buen desempeño del nivel de actividad se apoyó en casi todos los componentes de la demanda agregada, entre los que se destacaron el consumo privado, que mantuvo el buen dinamismo gracias a la combinación de crecimiento en la masa salarial –salarios y empleo– y una menor tasa de ahorro, y por el consumo público, cuya contrapartida fue un aumento del déficit fiscal y de la deuda pública.

Continúa el pleno empleo. En un contexto de crecimiento, el mercado laboral de EE. UU. continúa mostrando una gran fortaleza. En diciembre de 2023, se crearon 216 mil nuevos puestos de trabajo no agrícolas, superando las expectativas del mercado que esperaban 170 mil, lo que representa una importante aceleración respecto a octubre y noviembre, cuando se crearon 105 mil y 173 mil empleos, respectivamente. La mejora se apoyó en el empleo privado, que sumó 164 mil nuevos empleos en el último mes de 2023, en contraste con los 44 mil de octubre y los 136 mil del mes previo. Aunque el empleo agrícola tuvo una contracción de casi 900 mil empleos, la Población Económicamente Activa (PEA) cayó en 677 mil personas, por lo que prácticamente no aumentó la cantidad de personas desocupadas. Así las cosas, la tasa de desempleo cerró el año en 3,7%, levemente por encima del cierre de 2022, cuando había marcado 3,5%. En este contexto de una tasa de desocupación históricamente baja, los salarios aceleraron su marcha y en diciembre marcaron un alza de 0,44% m/m, acumulando en el año una ganancia de 4,1% i.a., por lo que siguieron ganando poder de compra.

La inflación baja, pero la lucha continúa. En diciembre, el IPC de EE. UU. registró un incremento de 0,3% m/m, el mayor aumento en tres meses y levemente por encima de las previsiones. La aceleración respecto a noviembre se concentró en los precios de la energía, que subieron un 0,4% m/m en contraste con la caída del 2,3% m/m en noviembre, en los precios de salud que aumentaron un 0,7% m/m, y en los precios de vivienda que registraron un alza del 0,5% m/m. Como resultado, la tasa de inflación anual aceleró al 3,4% –en comparación con el 6,5% en 2022–, con los precios de los bienes subiendo un 0,1% i.a., mientras que los precios de los servicios –sin energía– lo hicieron al 5,4% i.a. La misma tendencia mostró el IPC Core, que registró un alza de 0,3% m/m en diciembre y acumuló en el año un aumento del 3,9%. Con esta performance, si bien la inflación moderó su ritmo en 2023, quedó bastante por encima del objetivo de la Fed. Lo que impidió que la inflación bajara más rápido fue el componente de vivienda del IPC, que contrario a las expectativas en 2023, subió un 5,4% i.a. De hecho, el IPC Super-Core, que excluye los precios de energía, alimentos y vivienda, cerró el año con un incremento del 2,2% i.a., lo que hace que los inversores apoyen su optimismo en que en 2024 la inflación seguirá en baja. Vale destacar que, a diferencia del IPC, el Índice de Precios de Consumo Personal (PCE) –indicador favorito de la Fed– tiene un menor componente de servicios y es por ello que mostró una dinámica inferior a la del IPC, al marcar un alza del 2,7% i.a. para el índice general y del 3,1% para el PCE Core.

Fin del ciclo alcista. La Fed finalmente dio por concluido el ciclo de suba de tasas, que había comenzado en marzo de 2022 con la tasa de referencia en 0,25% y terminó 2022 en 4,50%. La tasa se incrementó hasta el 5,50% en julio pasado, nivel que se mantuvo en las últimas tres reuniones. Lo más relevante es que en la reunión de diciembre, Powell se mostró más optimista, asegurando que no ven necesario nuevos ajustes y que están dadas las condiciones para comenzar a bajarlas en 2024. Aunque no se precisaron fechas, el Dot-plot sugiere que este año la tasa se reduciría al 4,85%, y que esto se haría en tres pasos, comenzando en mayo. El optimismo de la Fed se basó en nuevas proyecciones en las que revisaron al alza el crecimiento, bajaron la expectativa de inflación y, con ello, modificaron sus perspectivas de tasas. Este cambio en las comunicaciones de la Fed impulsó significativamente a los mercados en la última parte del año, ya que los inversores anticipan una baja de tasas más rápida y agresiva que arrancaría en marzo y que podría llevar la tasa de referencia a perforar el 4% a fin de 2024.

Ceden las tasas aunque la curva sigue invertida. Ante la desaceleración de la inflación y la expectativa de que la Fed comience el camino hacia la flexibilización monetaria, los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU. operaron a la baja en la última parte del año, a pesar de la preocupación por la situación fiscal mencionada anteriormente. Concretamente, la rentabilidad del bono del Tesoro a 10 años (UST10Y) se alejó del 5% y se ubicó en torno al 4%, mientras que la del bono a 2 años (UST2Y) quedó en 4,40%. Esta situación de inversión de la curva de rendimiento sigue pareciendo insostenible, por lo que deberíamos ver una bajada en las tasas cortas, mientras que las tasas largas se acomodarían en niveles más elevados.

La amenaza fiscal. La dinámica de las cuentas públicas de EE. UU. es motivo de preocupación, especialmente debido al marcado deterioro que experimentaron en el último año, lo que obliga al Congreso a subir el techo de la deuda pública, que alcanza nuevos récords. En un contexto de un Congreso Americano dividido y ya entrando en la carrera electoral, lograr acuerdos sobre este tema se vuelve cada vez más complejo, poniendo a los títulos del Tesoro bajo un estrés permanente y con riesgo de shutdown. La situación se complica aún más debido al alza en las tasas de interés, lo que incrementa la carga por pagos de servicios de la deuda. Concretamente, en 2023, el déficit primario de EE. UU. llegó al 3,8% del PBI, en comparación con el 3,5% del PBI en 2022. Además, dado que la carga por intereses subió al 2,7% del PBI –en comparación con el 2,0% en 2022 y 1 pp más que antes de la pandemia–, el déficit global alcanzó el 6,5% del PBI, frente al 5,5% del PBI en 2022. Este deterioro de las cuentas públicas se explica por una caída mayor en los ingresos que no pudo ser compensada por el ajuste en el gasto.

Mercados en alza. La expectativa de una política monetaria más laxa, en un contexto en el que la actividad económica mostró un muy buen dinamismo, fue la responsable del alza que experimentaron los mercados desde mediados de octubre del año pasado. La baja en los rendimientos de los bonos del Tesoro impulsó a todos los índices de renta fija, que registraron un alza promedio del 7,4%, aunque no fue suficiente para revertir el resultado negativo de los últimos doce meses, que acumulan una baja del 1,7%. Dentro de este segmento, se destacaron los bonos Investment Grade, que en los últimos dos meses de 2023 anotaron una subida del 11%, compensando toda la pérdida acumulada en los primeros 10 meses de ese año. Mientras los bonos High Yield subieron un 7,1% en los dos últimos meses de 2023 y un 1,4% en los primeros 10 meses de ese año, siendo el índice de renta fija con mejor desempeño en 2023. En cuanto a las acciones, a diferencia de lo ocurrido en la primera parte del año, donde la suba se había concentrado en las acciones del sector tecnológico y en las “7 Magníficas” en particular, desde fines de octubre todas las acciones tuvieron una muy buena performance de manera generalizada. El S&P 500 subió un 14% desde fines de octubre, acumulando en los últimos doce meses un 20%, mientras que el Nasdaq y el Dow Jones siguieron esta tendencia, aunque con diferencias notables en la performance de los últimos doce meses: el primero acumuló una ganancia del 47%, mientras que el segundo apenas subió un 10%.

Una cartera global. La excelente performance generalizada de bonos y acciones impulsó a nuestras carteras globales, que registraron muy buenos resultados en el último trimestre. La cartera Conservadora, compuesta por un 65% en bonos y un 35% en acciones, ganó un 2,8% en diciembre, cerrando el último trimestre con una ganancia del 6,3% y un rendimiento total del 8,6% en todo 2023. Debido a que la renta variable tuvo un mejor desempeño relativo que la renta fija, las carteras moderada y agresiva, que tienen una mayor ponderación en acciones (40% y 50%, respectivamente), lograron cerrar el año con ganancias del 9,3% y del 10,8%, respectivamente.

*Los datos utilizados en el presente informe tienen fecha de cierre 15 de enero de 2024.
¿Cómo identificar las carteras de inversión más recomendables?
Contexto Internacional
El año 2023 cerró de manera positiva, impulsado por el avance de la inteligencia artificial y la expectativa de un final en el ciclo de endurecimiento monetario, todo en un contexto de crecimiento de la economía estadounidense. Durante este período, el Nasdaq se destacó con un impresionante aumento del 53%, seguido por el S&P 500 con un 24% y el Dow Jones con un 13%. La mayoría de los sectores tuvieron alzas, con un promedio de incremento del 15%. Específicamente, los sectores de Tecnología (54%), Comunicaciones (51%) y Consumo Discrecional (38%) lideraron con los mayores avances, marcando una diferencia notable respecto a otros sectores como Industria (16%), Materiales y Financiero, ambos con un aumento del 10%. A pesar de que, durante la primera mitad de 2023, el mercado vivió un auge concentrado en las "siete magníficas", que representaron cerca del 75% del retorno total del mercado –con un aumento del 60% mientras el S&P subió 15%–, en la segunda mitad del año, estas compañías perdieron impulso –subiendo solamente 9% al tiempo que el S&P tuvo un alza del 7%– y su contribución al retorno total del mercado disminuyó al 52%.
En este entorno favorable para la renta variable que caracterizó al año anterior, mantenemos una visión optimista para el presente año. No obstante, es esencial mantener un seguimiento cercano al calendario de reducción de tasas de interés de la Fed, que se prevé fije la tasa de referencia en un 4,6% para fin de año. Adicionalmente, se proyecta un índice PCE core que indicaría una inflación descendiendo en torno al 2,4%, en un contexto donde la economía estadounidense se dirige hacia un soft landing con un crecimiento estimado del 1,4%. En este marco, los CEDEARs se presentan como una opción atractiva para capitalizar la coyuntura, brindando a los inversores un vehículo para participar en los mercados internacionales y beneficiarse de la dinámica vigente.
Cabe recordar que los CEDEARs son certificados que representan acciones de empresas extranjeras, comercializables en el mercado financiero argentino tanto en pesos como en dólares. Esto posibilita que los inversores accedan a grandes corporaciones internacionales, eludiendo las restricciones cambiarias y los desafíos propios de invertir directamente en mercados extranjeros. Además, el valor de cada CEDEAR está ligado tanto al precio de la acción en su mercado original como a la evolución del dólar.
Evolución de las carteras CEDEARS
En los últimos 12 meses, medidas en pesos, las carteras CEDEARs Cohen tuvieron una suba promedio del 327%, con un CCL CEDEARs avanzando 245%, convirtiéndose en un vehículo sólido para la dolarización de las carteras. También fue una buena inversión en relación con el Merval en USD, que tuvo un alza del 48% y fue superado por algunas de nuestras carteras con subas promedio del 66%.
En 2023, las carteras de CEDEARs de Cohen tuvieron un buen desempeño, con un incremento promedio del 26% en dólares. La cartera Quality, especializada en acciones tecnológicas, alcanzó un aumento del 63%, mientras que la cartera BBG, alineada con el consenso de mercado de Bloomberg, registró un incremento del 85%. Estas notables subas fueron impulsadas por algunas de las "siete magníficas", con Nvidia subiendo un 238%, Meta 194% y Amazon en un 80%. La cartera Megatendencias (MG), que se enfoca en sectores de futuro como ciberseguridad, agua y criptomonedas, creció un 52%, destacando ganancias en empresas como Coinbase vinculada al Bitcoin (391%) y Palo Alto en seguridad informática (111%). Por otro lado, la cartera Brasil (B) también mostró un desempeño positivo, con un crecimiento del 21%, impulsada principalmente por sectores bancarios (Itaú, Bradesco) y energéticos (Petrobras, Ultrapar), posicionándose como una buena alternativa para invertir en los mercados emergentes.

El resto de las carteras de Cohen en 2023 incluyeron la de Baja Volatilidad, con un incremento del 9%, centrada en empresas del sector salud y consumo defensivo como Coca-Cola y Procter & Gamble. La cartera de Cíclicas, que subió un 6%, se enfocó en sectores como finanzas e industria para capitalizar el ciclo económico global. La cartera Oro, con un alza del 3%, invirtió en compañías mineras de oro, ofreciendo una opción de diversificación en tiempos de incertidumbre. Por último, las carteras Value y de Dividendos tuvieron un crecimiento del 3% y una disminución del 8%, respectivamente, apuntando a empresas estables y maduras con retornos regulares de dividendos, como Goldman Sachs y Pfizer.
Análisis financiero de carteras
En la evaluación de los indicadores financieros, el Forward P/E (Price to Earnings) es una métrica que evalúa si una acción tiene una cotización adecuada frente a las proyecciones de ganancias futuras. Un P/E elevado a menudo sugiere que se esperan altas tasas de crecimiento de las ganancias de una empresa, aunque también podría implicar una posible sobrevaloración. Inversamente, un Forward P/E reducido podría mostrar que las acciones están subvaloradas o que se anticipan menores crecimientos de ganancias.
Con un Forward P/E de 22 para el S&P, nuestras carteras de CEDEARs presentan matices interesantes al analizarlas por sectores y en términos históricos. Las carteras con fuerte inclinación tecnológica, como BBG y Quality, muestran Forward P/E de 33 y 30 respectivamente. Esto contrasta con un histórico de 20, lo que indica que los inversores esperan un incremento notable en las ganancias futuras de estas empresas, aunque esto implica pagar una prima mayor por sus expectativas de crecimiento. Por otro lado, la cartera Brasil exhibe el P/E más bajo, con un valor de 7,8, alineado con su histórico de 6,4. Esto revela una subvaloración de sus activos y abre una ventana de oportunidad en un mercado brasilero aún no completamente valorado y con potencial de crecimiento.
En la misma línea, la cartera Megatendencias Global muestra un P/E de 8, frente a un histórico de 4, orientada a inversores de largo plazo. También resulta barata en relación con otras carteras y ofrece diversificación en sectores de vanguardia con alto potencial de crecimiento, como criptomonedas, energía renovable y realidad virtual. Las carteras Oro y Dividendos, con un Forward P/E alrededor de 15, representan opciones más equilibradas. Mientras que la cartera Oro registra un P/E inferior al histórico: 14,6 actual frente a 16,7 histórico; la de Dividendos parece sobrevalorada: 14,7 actual frente a 10,4 histórico. Estas carteras buscan menor volatilidad y un flujo constante de dividendos, equilibrando potencial de crecimiento con una valoración más conservadora. Finalmente, las carteras Cíclicas y Value presentan un P/E de 18, ambas por encima de sus valores históricos de 14. Son buenas alternativas, en el primer caso, para invertir en industrias financieras e industriales pensando en una economía en crecimiento y, en el caso de la cartera Value, más defensiva, pensada para inversores conservadores y con un bajo beta (0,8), menor a la volatilidad del mercado.

Otro de los indicadores es la relación retorno/riesgo, que determina si una cartera balancea adecuadamente rendimiento y riesgo, medido como la volatilidad anualizada de los retornos. Un valor alto indica que las carteras generan retornos sustanciales en comparación con su volatilidad, lo cual es deseable. Por el contrario, un valor bajo sugiere que el rendimiento no compensa adecuadamente la volatilidad, y esto puede resultar poco atractivo para inversores que buscan un mayor rendimiento en relación con el riesgo.
El promedio de las carteras Cohen es de 1,17 por cada unidad de riesgo que se asume al invertir en estas carteras; es decir, por cada dólar de riesgo invertido, se espera obtener aproximadamente USD 1,17 de retorno. En detalle, las carteras BBG y Quality lideran la lista, ofreciendo los retornos más altos por unidad de riesgo, con 3,4 y 2,5, respectivamente. Esto indica una gestión eficiente que equilibra de manera óptima el rendimiento con la volatilidad asumida. Más abajo se encuentra Megatendencias con un valor de 2, evidenciando que por cada dólar invertido se genera el doble en rendimiento. En contraste, las carteras en la parte inferior de la lista, como la cartera Value y la Cartera G con un 0,2, muestran una relación retorno/riesgo considerablemente más baja, lo que podría reflejar una estrategía de inversión más conservadora o una menor eficiencia en la gestión del riesgo.

El último aspecto por considerar es que, de acuerdo con las regulaciones del BCRA, las operaciones de títulos valores con liquidación en divisas deben concretarse mediante transferencias entre cuentas bancarias a nombre del titular. Además, para la adquisición de CEDEARs utilizando pesos argentinos, es requisito no haber comprado dólares oficiales en los 90 días anteriores y comprometerse a no realizar dicha compra durante los 90 días subsiguientes a la adquisición de CEDEARs.
Conclusión
En resumen, los CEDEARs se establecen como una opción atractiva para inversores interesados en mercados internacionales y en la diversificación de sus activos. Facilitan el acceso a las acciones de empresas líderes internacionales, operando dentro de las regulaciones y facilidades del mercado local argentino. Así lo demuestran los indicadores de P/E y del ratio riesgo/retorno entre nuestras carteras, reflejando una estrategia de inversión que busca no solo crecimiento y valor, sino también estabilidad y oportunidades en diversas áreas de la economía global. Es imperativo realizar un análisis meticuloso de los objetivos de inversión y adecuarlos al perfil de riesgo del inversor antes de integrar CEDEARs a la cartera de inversiones. Cohen brinda una diversidad de carteras que van desde las más agresivas, como la Quality, volcada a empresas tecnológicas y las basadas en las recomendaciones de Bloomberg (BBG), hasta opciones más conservadoras como la cartera Oro y Value, ofreciendo así oportunidades para una diversificación efectiva, en pos de un incremento sostenible del patrimonio.
Noticias locales: el país hoy.
En el mercado cambiario, el sector agropecuario liquidó USD 30 M y el BCRA registró compras netas por USD 81 M. En lo que va de enero, la autoridad monetaria adiciona compras por USD 1.517 M y en lo que va de la gestión Milei acumula compras por USD 4.379 M. Por otro lado, el stock de reservas internacionales aumentó en USD 20 M hasta los USD 23.996 M. Con esta información, las reservas acumulan un incremento de USD 2.788 M desde el 10 de diciembre.
El dólar oficial aumentó diariamente un 0,2% hasta $817,7. Esto significa un ritmo de devaluación mensualizado de 2%, en línea con el crawling peg que se mantiene desde el 12 de diciembre. Los dólares financieros operaron al alza. El MEP con ledes subió 2,3% hasta alcanzar los $1.123, mientras que el CCL con ADRs trepó 1,9% hasta $1.168. De esta manera, sus brechas se sitúan en 37% y 43%, respectivamente.
Durante la jornada de ayer, los contratos de futuro de dólar cayeron -0,5%. Las mayores caídas se registraron en los contratos de marzo (-1,2%), junio (-0,9%) y julio (-0,9%). De este modo, la devaluación implícita se ubica en el 1% hasta enero, en el 30% hasta abril y en el 68% hasta julio. Se operaron 83.000 contratos, lo que significa un acumulado semanal de 1.145.000. El interés abierto se incrementó en USD 2 M hasta un stock de USD 1.236 M; lo que significa un decrecimiento mensual de 4% y un decrecimiento anual de 57,9%.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una rueda mayormente positiva. Los bonos CER se incrementaron un 2,3%, mientras que las Lecer ganaron un 0,2%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró bajista en 0,3% y las Ledes experimentaron un alza de 0,1%. Por su parte, los duales registraron una ganancia de 0,1% y los DLK marcaron una suba de 0,1%.
Los bonos soberanos en hard-dollar subieron 0,2%, por un alza de 0,3% en los ley Nueva York, mientras que los de ley local cerraron sin cambios. Así, acumulan una ganancia de 2,9% en lo que va del mes y de 2,9% en lo que va del año. De esta manera, las paridades promedian el 37,7% y, con la bolsa de NY cerrada, el riesgo país se mantuvo en 1.904 pb.
El Merval rebotó este lunes, ante compras selectivas en una jornada de limitado volumen operado, dado el feriado en EE. UU. El índice S&P Merval avanzó un 0,5%, a 1.038.168 unidades y ganó un 0,7% en dólares para cotizar en USD 898. Las principales subas del día en el panel líder fueron para Cresud (+4,4%), Transportadora de Gas del Norte (+3,4%) y Pampa Energía (+2,9%). Por otra parte, las bajas más marcadas de la jornada fueron para Banco de Valores (-1,8%) y Banco Supervielle (-1,7%).
Noticias globales: el mundo hoy.
La producción industrial en la zona del euro continuó transitando el sendero bajista iniciado en febrero, anotando en noviembre pasado una caída de 0,3% m/m y de 6,8% i.a. Por su parte, ya con datos finales, la economía alemana se contrajo un 0,3% en 2023 (vs +1,8% en 2022), explicado en buena medida por una inflación persistentemente alta durante todo el año que, junto con el aumento de las tasas de interés, tuvieron impacto en la actividad y la demanda, tanto interna como externa.
En este contexto, las acciones y los bonos europeos retrocedieron después de que los funcionarios del Banco Central Europeo bajaron las expectativas de rápidos recortes de tasas, incluso con los malos datos económicos de la zona. La inflación persistente y los riesgos geopolíticos impedirían que el BCE baje las tasas este año, aunque ya no se puede descartar una recesión, según el miembro del Consejo de Gobierno Robert Holzmann. De este modo, el STOXX 50 cerró a la baja el lunes, cayendo más de un 0,5%, mientras los inversores se preparan para el Foro Económico Mundial en Davos.
En el frente corporativo, Dassault Aviation cayó más del 6% tras una rebaja de calificación por parte del Deutsche Bank, mientras que Atos cayó más del 15% y nombró a Paul Saleh como su nuevo CEO. Por su parte, el Commerzbank subió casi un 1% debido a las renovadas negociaciones de fusión con el Deutsche Bank.
Además, la acción del índice MSCI Asia Pacífico subió por tercera sesión. Las acciones avanzaron en Taiwán después de que el Partido Democrático Progresista ganara las elecciones presidenciales y el Kuomintang, más cercano a China, obtuviera muy pocos escaños para controlar la asamblea.
Referido a datos de la región sudamericana, el Índice de Confianza del Empresario Industrial (ICEI) en Brasil aumentó en enero 2,2 puntos, llegando a 53,2, igualando el pico reciente de agosto 2023 y marcando el octavo período consecutivo por encima del umbral positivo de 50, producto de una evaluación más optimista de las condiciones actuales.
En la segunda semana de 2024, la devaluación se mantuvo al 2% mensualizado y los contratos cayeron.
En la segunda semana de 2024, la devaluación se mantuvo al 2,0% mensualizado y los contratos cayeron 5,2% promedio. Las mayores caídas estuvieron en mayo (-7,2%), junio (-6,4%) y noviembre (-6,3%).
La fuerte corrección se debió a la sorpresa a la baja en la inflación de diciembre, que fue de 25,5% contra el 30,0% que esperaba el mercado. Así, pierde fuerza la posibilidad de un segundo salto cambiario a mitad de año, y el gobierno gana aire gracias a la apreciación real.
El contrato de enero cerró en $830 y marca una devaluación de 1,7% hasta fin de mes (2,8% mensualizada). Febrero cotiza en $866, por lo que mantiene una devaluación mensual baja de 6,1%. A partir de ahí los precios comienzan a reflejar crawling pegs superiores: 10,9% en marzo, 11,4% en abril y 9,3% en mayo. Finalmente, los precios señalan una devaluación de 7,6% promedio entre junio y noviembre.
La curva de tasas (TNA) muestra una pendiente positiva que se aplanó por el abaratamiento relativo de los contratos largos. El contrato de enero rinde TNA 34%, el de febrero TNA 46% y el de marzo TNA 82%. A partir de ahí, los rendimientos aumentan progresivamente hasta alcanzar un máximo de TNA 133% en septiembre.
El volumen operado sigue en mínimos: en la semana se comerciaron 1,2 millones de contratos. El interés abierto también continúa en mínimos desde principios de 2020: el viernes 5 de enero el interés abierto cerró en USD 1.234 M; una caída de 8% m/m y de 57% i.a.



Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local.
Mientras la Ley Ómnibus transita por las comisiones en el Congreso y van apareciendo amparos de la Justicia –especialmente en cuanto a la reforma laboral–, el mercado está expectante de su aprobación, pues en ella se juega gran parte del ajuste fiscal. Un rechazo obligaría a recalcular el plan y lo dejaría en una posición más debilitada. Si bien se estima que el proyecto tendrá modificaciones, el mercado se ilusiona con un balance positivo. Será un punto de atención y tensión permanente que nos acompañará en los primeros meses de 2024. La aceleración de la inflación –que en diciembre fue del 25% m/m y asegura un primer trimestre muy elevado– y la caída de la actividad son una luz amarilla para el apoyo popular a Milei. Mientras tanto, el gobierno sigue reforzando el frente externo, con el BCRA recuperando reservas internacionales, acordando con el FMI y con el BOPREAL que va tomando forma. Esto le dio estabilidad a la brecha e impulsó a los bonos soberanos. Diferente fue el caso de los títulos en pesos y para las acciones que no tuvieron una buena semana. Las miradas de esta semana estarán en la nueva emisión del BOPREAL, el canje de deuda en moneda local y en el tránsito de la Ley Ómnibus en el Congreso.
Derrumbe de la actividad. Los datos de noviembre mostraron un marcado deterioro de la actividad industrial, que cayó un 0,6% m/m –confirmando la contracción del 0,5% m/m que había marcado en octubre–, acumulando en los últimos doce meses una merma del 4,9%. Igual tendencia marcó la construcción, que cayó un 2% m/m y quedó un 2,1% por debajo del mismo mes de 2022. Los datos de diciembre serían peores, pues la recaudación, el consumo de cemento, las ventas de autos y motos 0 km y el comercio exterior (con Brasil) develaron notables caídas que precipitan una baja marcada del producto, que se profundizaría durante el primer trimestre de 2024.
Salto inflacionario. El IPC Nacional de diciembre marcó un alza del 25,5% m/m, duplicando el valor previo y convirtiéndose en el segundo valor máximo desde la hiperinflación de 1990. De este modo, la suba de precios en 2023 fue del 211,4%, más que duplicando a la de 2022 (94,8%). Peor aún fue la dinámica de la inflación núcleo, que marcó un alza del 28,3% m/m, llegando a casi el 230% i.a. Como es habitual cuando hay un salto cambiario, los bienes mostraron una fuerte alza del 29,5% m/m, mientras que los servicios subieron solo un 14,1% m/m, por lo que se esperaría en los próximos meses una alta incidencia de esta parte. Los rubros con mayor incidencia en diciembre fueron alimentos y bebidas (+29,7%), transporte (+31,7%) y salud (32,6%). Las expectativas del mercado (REM-BCRA) para diciembre eran del 27% m/m, bajando al 25% para enero de 2024, para luego desacelerar al 18% en febrero.
Temporada alta de compras. El BCRA continúa aprovechando la ventaja que le deja el nuevo esquema de pagos de importaciones y el salto del tipo de cambio para comprar divisas y recuperar reservas internacionales. En la segunda semana del año, el sector agropecuario liquidó casi USD 400 M, a lo que se sumó el ingreso neto de divisas similar del resto de los sectores –esto asociado a la caída de los pagos de importaciones–, por lo que el BCRA compró USD 805 M, acumulando en las primeras dos semanas compras netas por USD 1.437 M. Estas operaciones compensaron los pagos a bonistas privados por USD 1.100 M, por lo que las reservas internacionales cayeron USD 143 M en la semana y cerraron con un stock bruto de USD 23.976 M, mientras que las reservas netas quedaron con un saldo negativo de USD 8.600 M.
Acuerdo con el FMI. Tras los sucesivos incumplimientos de las metas establecidos el año pasado durante la gestión de Massa, el gobierno confirmó que llegó a un principio de acuerdo con el FMI, que está sujeto a la aprobación del directorio del organismo a fines de enero. Se desembolsarán USD 4.700 M –que son adelanto de desembolsos y los pendientes de 2023–, que permitirán cubrir los vencimientos con el propio FMI hasta abril (en enero vencen USD 1.967 M, en febrero USD 781 M y en abril USD 1.967 M). Los puntos clave del acuerdo son: i) superávit primario del 2% del PBI en 2024, ii) acumulación de reservas por USD 10.000 M (incluye USD 2.700 M adquiridas en diciembre), iii) corregir precios relativos, iv) "sanear" BCRA, v) no se buscará conseguir financiamiento neto del mercado, sino que se concentrará en mejorar el perfil de vencimiento de la deuda en pesos.
BOPREAL ancla la brecha. Los dólares financieros tuvieron días de alta volatilidad con fuertes alzas al principio de la semana, que se revirtieron sobre el final de esta. Semanalmente, el MEP cayó un 1,3% hasta $1.097 y el CCL subió un 0,5% hasta $1.147, por lo que la brecha con el tipo de cambio oficial –que mantiene el ritmo de suba del 2% mensual– quedó estabilizada en torno al 40%. Las licitaciones del BOPREAL –un bono que ofrece el BCRA para que los importadores regularicen la deuda con los proveedores del exterior– vienen jugando un papel determinante en la brecha, pues a niveles bajos pierden atractivo y a niveles elevados son más atractivos. Así, cuando la brecha tocaba mínimos del 8%, el poco atractivo de las licitaciones empujó a los importadores hacia el CCL, elevando su precio y haciendo que la brecha llegara a rozar el 50%. Sin embargo, estos niveles tan altos de brecha le dieron atractivo al BOPREAL, permitiendo que el organismo monetario coloque exitosamente casi USD 1.200 M en la licitación de esta semana (aunque la gran mayoría lo hizo una sola empresa). Esto retiró un gran caudal de pesos de la economía, presionando a la baja de los financieros. La lección es que el dólar cable debe operar a un costo similar con el que un importador puede hacerse de dólares vía licitación. Para esto, será clave la cotización del bono en el mercado secundario, que determina cuántos dólares se consiguen por cada peso suscripto, pero sigue siendo una incógnita (esta semana se operaron tan solo 5 mil dólares a USD 80). A modo de ejemplo, una paridad del 70% significa que se pueden obtener 70 centavos de dólar por cada $816, lo que equivale a un dólar de $1.165 (o $1.140 si contabilizamos el acceso al MULC y al CCL).
Caen los contratos de ROFEX. Si bien el BCRA mantuvo el ritmo de devaluación del dólar oficial del 2,0% m/m desde el salto devaluatorio del 12 de diciembre, el mercado sigue desconfiando de esta estrategia. Recordemos que, con la inflación proyectada, mantener esta estrategia impactaría en el tipo de cambio real, que perdería toda la ventaja que obtuvo en diciembre ante el salto cambiario. Aunque en la última semana, los contratos de dólar futuro tuvieron una caída promedio del 5%. El contrato de enero cerró en $830 (0,6% menor al de la semana previa), el de febrero en $865,5 (lo que implicaría una devaluación del 5% m/m) y el de marzo en $960 (lo que implicaría una devaluación del 11% m/m). Siguiendo con esta tendencia, los contratos de abril en adelante prevén subas del tipo de cambio en torno al 8% mensual.
Semana negativa para la deuda en pesos. Fue una mala semana para la deuda en pesos, con bajas generalizadas en los distintos tipos de bonos. Los bonos CER cerraron la semana con una caída promedio del 0,8%, mostrando resultados dispares entre la parte corta, que tuvo una fuerte caída –el T3X4 perdió un 8,1%–, y el tramo largo, que registró una fuerte suba –el TX26 ganó un 6,0%–. Las LECER bajaron un 0,2%. Los más castigados fueron los bonos dollar-linked, que cerraron con una baja del 2,8%, y los duales, que perdieron un 1,3%. Finalmente, el TO26 a tasa fija ganó un 1,2% semanal y ofrece una Tasa Interna Anual (TIR) del 98%, mientras que la LEDES S18E4 brindó un retorno del 1,8% y ofrece una TIR del 80%.
El acuerdo con el FMI impulsa a los bonos. Los bonos soberanos en dólares experimentaron un rebote con la noticia de la revisión positiva del FMI y también debido al mejor contexto global para bonos emergentes, que registraron subas del 2%. Así, tras varias semanas de lateralización, en la última semana subieron un 2,6%, liderados por los Globales que ganaron un 3,2%, mientras que los Bonares marcaron un alza del 1,6%. Con esto, las paridades de los bonos quedaron en torno al 38%, y el riesgo país de Argentina bajó a 1.904 puntos básicos luego de haber superado los 2.100 puntos a principios de semana.
Acciones en baja. El Merval experimentó una caída del 2,6% en moneda local y del 2,2% en CCL Galicia, alcanzando un valor de USD 920. Se observaron bajas significativas en las acciones de Ternium (12%), Aluar (11%) y Telecom (7%). Por otro lado, Mirgor y BYMA registraron alzas del 19% y 12%, respectivamente. Los sectores de Materiales, Energía y Comunicaciones fueron los más perjudicados, con caídas del 10%, 2% y 1,4%, respectivamente. En cuanto a los ADR argentinos, se reportó una suba promedio del 0,6%, en un contexto internacional positivo. De esta manera, MercadoLibre (8,1%), Grupo Supervielle (6,5%) y Bioceres (3,4%) fueron los más beneficiados.
Sin favoritos. El año 2024 se presenta como un entorno de inversión desafiante para el inversor argentino. El universo de deuda en pesos ofrece tasas mensualizadas de entre el 6% y el 10%, que probablemente quedarán por debajo de la inflación en los próximos meses. Ante las perspectivas de un fuerte ajuste fiscal y un duro impacto en la actividad económica, no parece que estas tasas negativas se trasladen a los dólares financieros, esperando que la brecha se mantenga alrededor del 40%. En este contexto, nuestra recomendación es la diversificación, combinando instrumentos en pesos a corto plazo, como el TX24, y a largo plazo, como el T2X5 y TV25, así como inversiones en dólares. Dentro del universo de inversiones en dólares, el bono GD30 ofrece una interesante relación riesgo/retorno. También es recomendable considerar instrumentos con menor exposición al riesgo soberano, como los Cedears o bonos corporativos. En el caso de bonos corporativos, se pueden considerar opciones como Aeropuertos 2000 con vencimiento en 2027 para ley extranjera, y Loma Negra con vencimiento en 2026 para ley local.
Lo que viene. Las miradas de esta semana seguirán centradas en el Congreso y en los amparos que vaya emitiendo la justicia ante el DNU y los cambios que implicaría la "Ley Omnibus". También tendremos otra emisión del BOPREAL, del cual se espera que siga sumando adherentes. Esta semana se realizará la primera licitación de 2024, donde el Tesoro enfrentará vencimientos por $3.2 billones por el pago de la LEDES S18E4 y la LECER X18E4. Con la brecha cambiaria estable y con tasas negativas récord en el mercado secundario, se espera que se repita la alta demanda que se vio en las primeras dos licitaciones de esta administración. Las compras del BCRA deberían moderarse ante la liberación del cupo a las importaciones. En cuanto a los datos económicos, el jueves se publicará el Intercambio Comercial Argentino de diciembre, que evidenciará el fuerte deterioro que tuvo la balanza comercial el año pasado, que habría marcado un déficit de USD 8.000 M.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano internacional.
Tras el mal arranque de año, los mercados tuvieron una buena semana con subas en bonos y acciones. Pese a que la inflación vino por encima de lo esperado, los inversores confían en que está en una dinámica bajista que le permitirá a la Fed recortar las tasas más rápido y más fuerte de lo que Powell promete. Los rendimientos de los bonos del Tesoro volvieron a ceder, permitiendo que los índices de renta fija se recuperen de la caída de la semana anterior. Para las acciones, también fue una buena semana, aunque la suba volvió a concentrarse en las tecnológicas. El dólar tuvo una semana estable y los commodities operaron a la baja, especialmente los agrícolas, ante pronósticos de mejor cosecha y de menor demanda de China. Las miradas de esta semana estarán en Medio Oriente ante la escalada del conflicto con Yemen, en las ventas minoristas de diciembre y en la temporada de balances del 4Q23.
Volvió el optimismo. Los datos económicos siguen dando cuenta de una economía que no afloja. A los buenos datos de empleo –confirmados en las publicaciones de esta semana, donde las peticiones iniciales de desempleo fueron de 202.000, por debajo de las expectativas– se suma que la inflación de diciembre tuvo un ligero rebrote. Pese a la sorpresa del dato, los inversores tuvieron una lectura positiva, dado que siguen confiando en que dicha aceleración obedeció exclusivamente al componente de vivienda y que este año tendrá una inexorable caída –¿repiten el error del año pasado?– y es por ello que esperan que la Fed baje más rápido la tasa de referencia. Mientras que el Dot Plot de la Fed prevé tres bajas a partir de mayo para terminar este año en 4,65%, el mercado pricea seis y cerraría 2024 en 3,80%. Esto descomprimió los rendimientos de los bonos del Tesoro y le dio impulso a bonos y a las acciones, aunque volvieron a concentrarse en las “7 magníficas”.
Malo, pero no tan malo. El IPC de EE. UU. exhibió una suba del 0,3% m/m en diciembre, el mayor aumento en tres meses y levemente por encima de las previsiones (0,2% m/m). La aceleración respecto a noviembre se concentró en los precios de la energía –subieron 0,4% m/m versus una caída del 2,3% m/m en noviembre–, en los de salud, que subieron 0,7% m/m, y por los de vivienda, que marcaron un alza de 0,5% m/m. De este modo, la tasa de inflación anual aceleró a 3,4% i.a. –versus 3,1% i.a. de noviembre– y una vez más no pudo perforar la barrera del 3% para acercarse al objetivo de la Fed (2%). Por su parte, el IPC Core mantuvo el dinamismo de los meses previos al marcar un alza del 0,3% m/m, acumulando en los últimos doce meses un alza del 3,9% i.a. A pesar de este dato –y como ocurrió a lo largo de todo el año pasado– los inversores tuvieron una lectura positiva del número publicado, dado el protagonismo que tuvo en el capítulo de vivienda, que inexorablemente debería caer este año –la Fed de San Francisco estima una caída del 4% i.a. para 2024– y destacan que el IPC Core sin vivienda subió 0,2% m/m y 2,2% i.a., lo que deja muy cómoda a la Fed.
Bajan las tasas y el dólar se mantiene estable. Si bien la reacción inicial del mercado ante la publicación del IPC fue negativa, a medida que los inversores fueron confirmando sus expectativas de inflación a la baja, los bonos del Tesoro americano retomaron su tendencia bajista. La UST2Y bajó 24 pb para cerrar en 4,15% y la UST10Y perdió 10 pb para terminar en 3,94% la semana. El dólar DXY cotizó estable en 102,4 y en las primeras dos semanas del año acumula un alza del 1,1%, principalmente explicada por la suba del 2,7% frente al Yen y del 0,8% frente al Euro.
Recuperan bonos y acciones. Los principales índices de bonos y acciones volvieron a tener una semana positiva. En cuanto a los bonos, el índice agregado que incluye bonos del Tesoro y corporativos anotó un alza del 0,9%, impulsado por los Investment Grade que subieron 1,6% y, con esta performance, achicó la pérdida en lo que va del mes a 0,2%. Respecto a las acciones, el S&P 500 se recuperó de la caída de las primeras ruedas del año y marcó una suba del 1,9%, traccionado por el sector tecnológico –por Microsoft (5,5%) y Nvidia (11,5%)–, seguido de comunicaciones, con un 2,7% –Meta (6,6%) y Google (5,1%)– y Consumo Discrecional, con un 1% –traccionada por Amazon (6,6%)–. En el otro extremo, Energéticas cedió un 2,7% de la mano de Exxon (-2,9%) y Chevron (-2,2%), y Utilidades, un 1,8%. Para los demás índices, el Nasdaq subió un 3,1%, mientras que la suba del Dow Jones fue del 0,3%.
Commodities en baja. Los commodities operaron a la baja con un promedio del 1%. En el desagregado, los energéticos descendieron un 1,3%, con el WTI cayendo un 1,5% y cerrando en USD 72 el barril, perjudicado ante la suba de inventarios en EE. UU. y en medio del conflicto en el Mar Rojo, con una escalada tras la intervención de EE. UU. y Gran Bretaña atacando a posiciones de grupos hutíes que amenazan el tránsito comercial. La peor parte se la llevaron los commodities agrícolas, que sufrieron una caída del 2,8% debido a las estimaciones de mejor cosecha para este año. En este sentido, se destacaron la soja con una baja del 3,5% en la semana y del 7% en lo que va de enero –cerró en USD 443 la tonelada– y el trigo, que cedió un 3,2%. Los metales cerraron con un descenso del 0,4%, con el oro manteniéndose estable en USD 2046 la onza, aunque el cobre y el aluminio cedieron un 1,4% y un 1,6%, respectivamente.
Mercados globales moderados. El índice de acciones global tuvo una suba del 1,4%, aunque si se quita el peso de EE. UU., el aumento es del 0,5%. Lo más destacado fue Japón, que anotó un alza del 4,6%, mientras que el índice de emergentes cayó un 0,6%, debido a la baja conjunta de China, -1,6% en la semana y -5% en el mes, y Latinoamérica, que perdió un 0,7%. La buena noticia para los emergentes fue que los bonos sí se sumaron al mejor entorno global y ganaron un 1,5% en la semana.
Lo que viene. El foco estará en las ventas minoristas de diciembre, la confianza del consumidor de Michigan y los precios de exportación/importación. Se pondrá especial atención en los indicadores de vivienda, como permisos de construcción, inicio de viviendas y ventas de viviendas existentes, así como en los discursos de varios funcionarios de la Fed. La segunda semana de la temporada de ganancias de grandes empresas, incluyendo a Morgan Stanley, Goldman Sachs, US Bancorp, Charles Schwab, PNC y ProLogis, proporcionará información crucial. También se destacan la publicación del PBI del 4Q23 de China, ventas minoristas, producción industrial, tasas de desempleo y el índice de precios de la vivienda de diciembre. El panorama económico mundial se delineará con las tasas de inflación y ventas minoristas en el Reino Unido, mientras que Alemania contribuirá con el índice de Sentimiento Económico ZEW y Japón con cifras de inflación. Por último, en la Zona Euro, los inversores estarán atentos a los discursos de la presidenta del BCE, Christine Lagarde, y a los datos de balanza comercial y producción industrial.
Análisis de instrumentos de renta fija y variable.
A continuación podrás descargar el informe semanal del mercado local, en el que analizamos los distintos instrumentos de renta fija con posibles escenarios de sensibilidad. Además, mostramos los índices de mercados accionarios locales e internacionales, y finalmente el mercado de renta variable local.
Ponderación de las opciones del mercado de créditos corporativos.
Existen dos grandes curvas de obligaciones negociables. Por un lado, están los bonos emitidos bajo ley extranjera, que ofrecen rendimientos más elevados y mejor protección legal, pero cuya compra implica la pérdida del acceso al MULC por regulación del BCRA. Por otro lado, se encuentra la curva de bonos ley local, que permite mantener el acceso al dólar oficial.
Para determinar la calidad crediticia de un bono es necesario evaluar a la empresa emisora, las perspectivas sectoriales, su exposición al riesgo macroeconómico local y global, su precio y tasa de mercado, sus condiciones de emisión y su liquidez de mercado.
Sistematizamos nuestro análisis en un ranking de empresas emisoras, realizado sobre las diecinueve principales emisoras de obligaciones negociables argentinas. Como resultado, el ranking le otorga un puntaje del uno al diez a cada una de ellas –con 1 siendo el peor puntaje y 10 el mejor–. El resultado final del ranking ubica como líderes a Pampa (7,9), TGS (7,7) y Arcor (7,1).

¿Cómo surge este puntaje? Un 50% se determina en función de comparar una serie de ratios financieros, que corresponden a cuatro grandes categorías: Cobertura/Liquidez (25% del puntaje), Apalancamiento (15%), Rentabilidad (15%) y Flexibilidad (5%). Sobre cada uno de estos ratios financieros le otorgamos un puntaje de 10 puntos al mejor ratio y de 1 punto al peor, luego extrapolamos un puntaje intermedio para los casos intermedios. Posteriormente, asignamos discrecionalmente un 25% del puntaje según la visión que tenemos desde Cohen Aliados Financieros para cada empresa específica. Finalmente, el 25% restante se determina por la liquidez de sus instrumentos (para evitar recomendar instrumentos ilíquidos) teniendo en cuenta el tamaño de sus emisiones, volumen comerciado y láminas mínimas de comercialización. Puede verse una versión más detallada de esta metodología en el ANEXO 1, así como una tabla con los ratios financieros de cada empresa en el ANEXO 2, ambos adjuntos en formato PDF se pueden descargar aprentando el botón Descargar PDF en el margen izquierdo de este informe.
Este puntaje sirve como proxy de calidad crediticia. Al cruzarlo con el rendimiento de cada crédito individual, podemos usarlo para determinar valor en la curva corporativa. Hacemos esto realizando una regresión lineal donde la variable explicada es la tasa de interés de mercado de los bonos de la curva bonos ley Nueva York y las variables explicativas son el puntaje crediticio de cada emisor y la duration propia de cada crédito. Luego, repetimos este ejercicio para la curva de instrumentos ley local.


El diferencial entre la tasa de mercado y nuestro modelo puede utilizarse para determinar donde existe valor. Un spread positivo significa que el mercado ofrece un premio de tasa y, por lo tanto, señala una oportunidad de compra. Por el contrario, un spread negativo representa una tasa demasiado baja para nuestro modelo.
Dentro de la curva de ley extranjera, destacamos los bonos de Aeropuertos Argentinos al 2027 (TIR 11% y TIR 10%), Edenor 25 (TIR 12%), YPF LUZ 26 (TIR 11%) y de YPF al 2029, 2025 y 2027 (todos en TIR 11%).
Aunque no lucen tan prometedores, también sugerimos Telecom 26 (TIR 10%), Matellone 26 (TIR 11%), Pampa 29 (TIR 9%) y TGS 27 (TIR 9%).
Finalmente, aparece oportunidad de venta en los bonos Pan american 2025 y 2027 (TIR 6% y 7%), de CGC al 2025 (TIR 9%), Arcor al 2027 (TIR 7%), Pampa al 2026 (TIR 7%) y el bono de YPF garantizado al 2026 (TIR 8%, la garantía fue tomada en cuenta en forma de un mejor ranking).

En el universo de corporativos ley local, recomendamos comprar Loma Negra 2025 (LOC4D; TIR 8%), Genneia 2025 (GN30D; TIR 7%), Albanesi 2026 (LECBD; TIR 10%) y Vista 2025 (VSCLD; TIR 8%; tiene baja liquidez). También son créditos sólidos IRSA 2025 (IRCGD; TIR 5%), Pampa 2025 (MGCJD; TIR 4%) y Edenor (DNC2D; TIR 6%). En tanto que sugerimos desarmar posiciones en Arcor 2025 (RCCMD; TIR -5%), CGC 2025 (CP32D; TIR 4%), Cresud 2025 (CS37D; TIR 3%) y Loma Negra (LOC2D; TIR 3%).

Conclusión
En función del análisis anterior, destacamos a los bonos de Aeropuertos 2000 al 2027 como los mejores instrumentos de la curva de corporativos ley extranjera. En tanto que Loma Negra al 2026 es nuestra recomendación para quienes busquen corporativos ley argentina.
Noticias globales: el mundo hoy.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de EE. UU. registró un aumento del 0,3% m/m en diciembre, marcando el mayor incremento en tres meses y superando levemente las previsiones del mercado, que esperaban un 0,2%. El índice de vivienda continuó su tendencia ascendente, contribuyendo con más de la mitad del incremento mensual en todos los artículos. Consecuentemente, la tasa de inflación anual se aceleró a un 3,4%, en comparación con el 3,1% i.a. de noviembre. El IPC Core, que excluye artículos volátiles como alimentos y energía, mantuvo su dinamismo de los meses anteriores, registrando un aumento del 0,3% m/m y del 3,9% i.a., en línea con las expectativas del mercado. Estos datos generaron cautela en los inversores llevando a reducir ligeramente sus expectativas de un recorte de tasas por parte de la Reserva Federal, situándolas en torno al 65%, desde el 70% anterior.
En lo que respecta al mercado laboral, las solicitudes de beneficios por desempleo alcanzaron las 202.000 la semana pasada, por debajo de las 203.000 anteriores y de las expectativas de mercado de 210.000. Estos datos, en conjunto con otros indicadores de empleo publicados recientemente, subrayan la rigidez histórica del mercado laboral estadounidense, proporcionando margen para que la Reserva Federal mantenga su postura restrictiva durante 2024 si fuera necesario para contener la inflación.
En una jornada volátil, los tres principales índices de Wall Street cerraron prácticamente sin cambios. Entre los eventos corporativos destacados, la capitalización de mercado de Microsoft alcanzó los USD 2,87 B, superando a Apple y convirtiéndose en la empresa más valiosa de Estados Unidos. Por otro lado, las acciones bancarias registraron caídas previas a sus resultados trimestrales: JPMorgan bajó un 0,5%, Bank of America un 1,4% y Wells Fargo un 0,1%. Citigroup también descendió un 1,8% tras anunciar que incurriría en más de USD 3.000 M en reservas y gastos extraordinarios en sus resultados del cuarto trimestre. Coinbase cayó un 6,7% después de que la SEC aprobara el primer ETF spot de Bitcoin.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense disminuyeron. La tasa UST10Y perdió 4 pb, situándose en el 3,99%, mientras que la UST2Y cayó 11 pb, alcanzando el 4,27%. Los índices de renta fija experimentaron un aumento promedio del 0,5%, con los bonos emergentes subiendo un 0,9% y los Investment Grade aumentando un 0,6%.
Respecto a los commodities, el oro subió un 0,2%, cerrando en USD 2.027 por onza. El petróleo WTI perdió un 0,9%, cotizando a USD 72 por barril, y la soja aumentó un 0,2%, estableciéndose en USD 452 por tonelada. Por su parte, US Dollar Index retrocedió un 0,1%, llegando a 102,2.
Por último, el IPC de Brasil de diciembre aceleró a un 0,56% m/m, en comparación con el 0,28% anterior y ligeramente por encima de las expectativas del mercado, que anticipaban un 0,48% m/m. Este aumento representa el más significativo desde abril, llevando la variación anual al 4,62% (comparado con el 4,68% previo), cerrando el año bastante por encima del objetivo del banco central del 3,25%, aunque dentro del margen de tolerancia del 4,75%.
Noticias locales: el país hoy.
La inflación de diciembre experimentó una notable aceleración, alcanzando el 25,5% m/m (conforme a las expectativas), duplicando el valor previo y situándose como el segundo registro más alto desde la hiperinflación de 1990. Así, el incremento de precios en 2023 fue del 211,4%, más que duplicando el valor del año anterior (94,8%). La dinámica de la inflación núcleo fue aún más preocupante, registrando un aumento del 28,3% m/m y alcanzando casi el 230% i.a. Como suele suceder tras un salto cambiario –tal como indicó el IPC CABA–, los bienes tuvieron un significativo incremento del 29,5% m/m, mientras que los servicios aumentaron solo un 14,1% m/m, anticipándose una alta incidencia de esta última categoría en los próximos meses. En diciembre, los sectores con mayor impacto fueron alimentos y bebidas (+29,7%), transporte (+31,7%) y salud (+32,6%). Las expectativas del mercado (REM-BCRA) para diciembre eran del 27% m/m, disminuyendo al 25% en enero de 2024, y luego desacelerando al 18% en febrero.
La licitación del bono para importadores BOPREAL Serie 1 evidenció una fuerte demanda, con una adjudicación de USD 1.200 M, un 160% superior a los USD 750 M que el BCRA pretendía colocar. El interés en este nuevo instrumento se intensificó debido al aumento de la brecha cambiaria en días recientes, sumado a la compresión observada en las curvas de bonos dollar-linked y de Bonares.
En el mercado cambiario, el sector agropecuario liquidó USD 84 M, mientras que el BCRA registró compras netas por USD 177 M. Hasta ahora en enero, la autoridad monetaria acumula compras por USD 1.136 M y, desde el 11 de diciembre, un total de USD 4.036 M. Por otra parte, el stock de reservas internacionales se incrementó en USD 158 M, alcanzando los USD 23.570 M, lo que representa un aumento de USD 2.362 M desde la asunción del nuevo gobierno.
El dólar oficial se incrementó diariamente un 0,1%, llegando a $815,5. Esto representa una tasa de devaluación mensual del 1,9%, en línea con el 2,0% de los últimos cinco días hábiles. Los dólares financieros registraron una tendencia a la baja. El MEP con ledes disminuyó un 0,8%, situándose en $1.134, mientras que el CCL con ADRs bajó un 0,7%, alcanzando los $1.179. Así, sus brechas se ubican en 39% y 45%, respectivamente.
En la jornada de ayer, los contratos de futuro de dólar experimentaron una caída del -2,3%. Las mayores bajas se observaron en los contratos de mayo (-3,4%), junio (-3%) y marzo (-2,9%). De este modo, la devaluación implícita se sitúa en el 2% hasta enero, en el 34% hasta abril y en el 72% hasta julio.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron un desempeño mixto. Los bonos CER aumentaron un 0,7% y las Lecer un 0,5%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró con una leve alza del 0,1% y las ledes subieron un 0,8%. En contraste, los bonos duales registraron una pérdida del 0,6% y los DLK una caída del 1,5%.
Los bonos soberanos en hard-dollar ganaron un 3,6%, impulsados por un aumento del 4,3% en los ley Nueva York y del 2,6% en los ley Argentina. Así, acumulan una ganancia del 2,8% en lo que va del año. Las paridades promedian el 37,6% y el riesgo país se mantuvo en 1.933 pb.
El índice S&P Merval experimentó una disminución del -2,5% en moneda local y del -0,5% en CCL Galicia, alcanzando un valor de USD 894. Entre las empresas líderes, las de mejor desempeño fueron Transportadora de Gas del Norte con un incremento del 1,78%, Mercado de Valores de Buenos Aires con un 1,30% y Comercial del Plata con un 0,90%. Por otro lado, los papeles de compañías que finalizaron en terreno negativo incluyeron a Mirgor con una caída del -5,81%, Aluar con un -4,35% y Grupo Financiero Galicia con un -3,85%. Los ADR, por su parte, registraron una baja promedio del -0,1%, destacándose las disminuciones de Galicia en -1,7%, Central Puerto en -1,9% y Grupo Supervielle en -1,4%.