Noticias locales: el país hoy.
El Tesoro anunció las condiciones para la licitación del miércoles 14 de agosto, donde enfrenta vencimientos por $1,3 billones. En esta licitación, ofrecerá tres letras capitalizables a noviembre 2024, febrero 2025 y junio 2025 (esta última con una TEM mínima de 3,95%). Además, el menú incluye dos bonos ajustados por CER a diciembre 2026 y diciembre 2027. Finalmente, también se colocarán dos bonos dollar-linked, uno a diciembre 2025 y otro a junio 2026.
En el mercado cambiario, el BCRA registró compras netas por USD 35 M y lleva cinco ruedas de compras al hilo (la racha más larga desde principios de julio). En las ocho ruedas de agosto, la autoridad monetaria adiciona compras por USD 241M que comparan con compras por USD 184 M al mismo plazo en julio. Por otro lado, el stock de reservas internacionales aumentó en USD 81 M hasta los USD 27.473 M.
El dólar oficial aumentó diariamente en 17 centavos hasta $939,8. Esto significa un ritmo de devaluación mensualizado de 0,2%, que se desaceleró contra el ritmo de 6,9% del viernes. En los últimos cinco días hábiles la devaluación corrió a una TEM de 1,9%, igual ritmo de lo que va de agosto.
Los dólares financieros siguen operando a la baja. El MEP con AL30 cayó 1,1% hasta alcanzar los $1.284, en tanto que el CCL disminuyó 0,9% hasta $1.284. De esta manera, sus brechas con el dólar oficial se sitúan en 37%.
Durante la jornada de ayer, los contratos de futuro de dólar cayeron un 0,2%. La única suba diaria estuvo en el contrato de abril (+0,2%). Mientras que, las mayores caídas se registraron en los contratos de noviembre (-0,4%), diciembre (-0,3%) y enero (-0,3%). De este modo, la devaluación implícita se ubica en el 3,4% mensual promedio hasta junio del 2025.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una rueda mayormente positiva. Los bonos CER se incrementaron un 0,4%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró alcista en 0,3% mientras que las lecaps no experimentaron fluctuaciones. Por su parte, los duales registraron una ganancia de 0,1% y los DLK marcaron una suba de 0,6%.
Los bonos soberanos en hard-dollar ganaron 0,5%. Así, acumulan una caída de 1,2% en lo que va del mes y una ganancia de 31,4% en lo que va del año. De esta manera, las paridades promedian el 46,3% y el riesgo país aumentó 3 pb hasta los 1.560 pb. Por otro lado, los BOPREAL del BCRA subieron un 0,3% diario.
En cuanto a las acciones, el Merval marcó una caída de 0,6% en pesos y una suba de 0,7% medido en dólares CCL, cerrando la rueda en USD 1.223. Con esto, en lo que va del mes el Merval acumula una suba 6,3% en pesos y de 6,4% en dólares. En lo que refiere a la rueda de ayer, los tres papeles con mejor performance en pesos fueron Sociedad Comercial del Plata (+3,2%), IRSA (+1,6%) e YPF (+0,9%). En tanto que las mayores pérdidas fueron las de Aluar (-3,4%), Loma Negra (-3,4%) y Cresud (-2,9%).
Noticias globales: el mundo hoy.
En una semana en la que la atención estará centrada en la publicación del índice de inflación de julio, los mercados comenzaron sin grandes movimientos. El S&P 500 cerró sin variaciones, el Nasdaq ganó un 0,2%, mientras que el Dow Jones retrocedió un 0,3%. Los sectores inmobiliario y de servicios de comunicaciones lideraron las pérdidas de la sesión, mientras que los sectores de tecnología, energía y servicios públicos cerraron en terreno positivo. Entre las acciones destacadas, Nvidia subió un 4%, mientras que Qualcomm cayó un 1%, y JetBlue Airways se desplomó un 20,7% después de anunciar planes para pedir prestado USD 2.750 M, utilizando su programa de fidelización como garantía.
El rendimiento de los bonos del Tesoro de EE. UU. a 10 años se mantuvo estable en 3,95%, permaneciendo por encima de los mínimos de un año de 3,79% alcanzados a principios de mes. Este escenario se da mientras los operadores se preparan para una semana cargada de datos clave que podrían ser decisivos para evaluar la fortaleza de la economía estadounidense. Las probabilidades de un recorte de 50 pb por parte de la Fed se han reducido a casi el 50%, en comparación con el 85% de la semana pasada, cuando el temor a una posible recesión en EE.UU. había aumentado las expectativas de un recorte más agresivo.
En cuanto a los datos económicos del día, el déficit presupuestario del gobierno de EE.UU. en julio se amplió a USD 244 MM, frente al déficit de USD 220,7 MM registrado en el mismo mes del año anterior, aunque fue levemente inferior a lo que esperaba el mercado (USD 254,3 MM). Los ingresos aumentaron un 20% interanual, alcanzando USD 330 MM, aunque ajustados por los ingresos de impuestos diferidos, el aumento fue del 12% interanual. Mientras tanto, el gasto total subió un 16% interanual hasta USD 574 MM, liderado por un incremento de USD 72 MM en los desembolsos de Medicare. Los intereses de la deuda también aumentaron un 21% interanual, alcanzando los USD 81 MM, mientras que la tasa de interés promedio ponderada subió 49 puntos básicos hasta el 3,33%.
Durante los primeros 10 meses del año fiscal 2024, el déficit de EE.UU. cayó un 6% a USD 1.517 MM desde USD 1.614 MM en el mismo período del año fiscal 2023, gracias a que los ingresos crecieron un 11% interanual mientras que el gasto total lo hizo un 6% interanual. Es importante destacar que la mejora fue más significativa al considerar el resultado primario (que no incluye el pago de intereses), el cual se redujo en un 30%, dado que el gasto primario sólo aumentó un 2% interanual, lo que llevó a que el déficit primario pasara de USD 1.052 MM a USD 748,5 MM.
El precio del petróleo se disparó un 4,2%, cerrando en USD 80,1 por barril, marcando así cinco días consecutivos de subidas. Este incremento fue impulsado por la escalada del conflicto en Medio Oriente, que amenaza con restringir los suministros mundiales de crudo. El Pentágono ha intensificado su presencia militar en la región, ordenando el despliegue de un grupo de ataque con portaaviones y otras fuerzas adicionales en respuesta a una posible agresión iraní hacia Israel. Las tensiones aumentaron después de un ataque aéreo durante el fin de semana, y las fuerzas israelíes continuaron las operaciones cerca de la ciudad de Khan Younis, en el sur de Gaza, el lunes, empeorando el conflicto.
Por otro lado, la OPEP redujo su pronóstico de crecimiento de la demanda mundial de petróleo para 2024, bajando de 2,25 millones a 2,11 millones de barriles por día. Esta revisión se debe a datos más débiles y a una menor demanda de China. Además, la OPEP+ ha extendido sus recortes de producción hasta septiembre, con una eliminación gradual prevista a partir de octubre.
El precio de la soja cayó USD 6, cerrando la jornada en USD 371 por tonelada, marcando su nivel más bajo en casi cuatro años. Esta disminución se debe a una oferta abundante y una demanda relativamente baja. Se espera que la producción mundial para el período 2024/25 sea considerable, con Brasil proyectando una cosecha excepcionalmente grande que incrementará aún más la oferta global. Además, las condiciones climáticas mejoradas en los EE. UU., con lluvias que han mitigado la sequía anterior, están beneficiando los rendimientos de los cultivos.
Por otro lado, los datos recientes del USDA indican que, aunque las exportaciones son sustanciales, están por debajo del ritmo habitual, con las ventas de nuevas cosechas en su nivel más bajo en 20 años. La fuerte competencia de la soja brasileña y argentina, junto con las mayores compras de China de soja brasileña más barata, también están influyendo negativamente en los precios del mercado.
Desde mediados de julio, los mercados han dejado atrás las noticias de nuevos máximos históricos para mostrar cada vez más volatilidad y caídas generalizadas en las acciones, mientras que la renta fija va tomando cada vez más protagonismo ante la perspectiva del inicio de un ciclo de recorte de tasas. Los festejos por la baja de inflación que va convergiendo al objetivo de la Fed fueron opacados por los temores de una rápida desaceleración del nivel de actividad, incluso con riesgo de recesión. El pesimismo de los inversores aumentó la probabilidad de recortes de tasa más rápidos y profundos de lo que se esperaba hace unos meses, lo que se reflejó en los rendimientos de los bonos del Tesoro, que retrocedieron a los niveles más bajos del año y con una curva que parece normalizar el spread entre tasas cortas y largas. ¿Son razonables estos movimientos? Creemos que hubo una sobrerreacción del mercado ante los últimos datos de empleo. Seguimos viendo una economía que tiene un buen desempeño, con buen crecimiento, inflación desacelerando y un mercado laboral fuerte. Esto le pone cierto freno a las expectativas de una flexibilización rápida y fuerte de la política monetaria, obligando a la Fed a moverse con cautela para cumplir con su mandato dual de lograr estabilidad de precios y pleno empleo, más aún cuando se avecina la carrera por la presidencia. Creemos que hubo un punto de inflexión en los mercados luego de un muy buen primer semestre con valuaciones que quedaron con ratios muy exigentes, por lo que recomendamos una cartera defensiva en acciones, mientras que estimamos un buen panorama futuro para la renta fija, especialmente los bonos del Tesoro americano que se favorecerán de los recortes de tasas de interés y de su característica de refugio ante tiempos volátiles.
Aceleró el crecimiento y bajó la inflación. En el 2Q24, la economía estadounidense mostró un desempeño notable, con una aceleración del crecimiento económico y una desaceleración de la inflación, disipando las preocupaciones surgidas durante los primeros tres meses del año, cuando el PBI creció menos de lo esperado y la inflación se recalentó. En concreto, la primera estimación del PBI del 2Q24 registró un crecimiento del 2,8% t/t anualizado (saar), el doble de lo que había crecido en el 1Q24, superando en un 3% el nivel de un año atrás. Todos los componentes de la demanda mostraron un buen desempeño, pero la aceleración respecto al trimestre anterior se explicó principalmente por el consumo, que aumentó un 2,3% saar (frente al 1,5% en el 1Q24), contribuyendo con 1,6 pp al crecimiento total. También fue destacable la dinámica de la inversión, que creció un 8,4%, 4 pp más que en el trimestre anterior, impulsada por la inversión no residencial y la acumulación de inventarios, mientras que la inversión residencial retrocedió levemente tras un buen comienzo de año. Además del aumento en el crecimiento, los precios también ofrecieron buenas noticias, ya que los precios implícitos del PBI (que miden todos los precios de la economía) avanzaron un 2,3% t/t saar, desacelerando respecto al 3,1% registrado entre enero y marzo, y se ubicaron nuevamente en el canal de convergencia hacia el objetivo de política monetaria del 2% anual.
El consumo resiste con menos ahorro. El buen desempeño del consumo privado se dio en un contexto en el que las familias ahorran menos. En junio pasado, los ingresos disponibles de las familias aumentaron un 0,2% m/m y un 3,6% i.a., impulsados por el alza en los ingresos por salarios, que crecieron un 0,4% m/m y un 4,7% i.a. Sin embargo, el gasto se incrementó un 0,3% m/m y un 5,2% i.a., lo que llevó a que la tasa de ahorro en el mes disminuyera al 3,4% de los ingresos, el nivel más bajo desde noviembre de 2022. Medido a valores constantes, el gasto se expandió un 0,2% m/m (equivalente a un 2,6% anualizado), reafirmando la recuperación que había comenzado en mayo, cuando creció un 0,4% m/m después de una caída del 0,1% m/m en abril, con un buen desempeño tanto en el consumo de bienes como en el de servicios.
Con más desinflación en el margen. Si bien el índice de precios implícitos subió al 2,3% saar en el 2Q24, la performance de la inflación fue aún mejor en el margen. En junio, todos los índices de precios se ubicaron en el canal de convergencia al objetivo de la Fed. Concretamente, el índice de precios implícitos del consumo (PCE), que difiere metodológicamente del IPC –no solo en la composición de la canasta, sino también en el método de desestacionalización–, subió un 0,1% m/m en junio (mientras que el IPC había registrado una caída del 0,1% m/m), acumulando un alza del 2,5% en los últimos doce meses (frente al 3,0% i.a. del IPC). Por su parte, el PCE Core aceleró a 0,2% m/m y 2,6% i.a. (comparado con el 3,3% i.a. del IPC Core). Excluyendo el componente de vivienda, el PCE Core subió un 0,2% m/m y 2,1% i.a. (mientras que el IPC Core sin vivienda mostró una caída del 0,1% m/m y un alza del 1,8% i.a.). De esta forma, a nivel general, el promedio de todos los índices de precios en junio subió un 0,8% m/m anualizado y un 1,8% en el promedio de los últimos tres meses.
Se enfría el mercado laboral pero mejora el poder de compra de los salarios. Los datos del mercado laboral de julio estuvieron por debajo de lo esperado. La creación de empleo no agrícola (NFP) fue de 114 mil, frente a las expectativas del mercado de 175 mil, y el dato de junio fue revisado a la baja a 179 mil. La caída fue más notable en el sector privado, que generó 97 mil nuevos puestos de trabajo, comparado con 136 mil en junio y 206 mil en mayo. Además, el empleo agrícola continuó disminuyendo, con una reducción de 47 mil empleos, lo que llevó el total de empleos creados en el mes a 67 mil. Dado que la Población Económicamente Activa (PEA) aumentó en 419 mil personas, el número de desempleados subió en 352 mil, lo que elevó la tasa de desempleo al 4,3%, el nivel más alto desde octubre de 2021. Sin embargo, a pesar de la moderación en la creación de empleos, la masa salarial real continuó en aumento, ya que los salarios subieron un 0,3% m/m y un 3,7% i.a., lo que sigue dando soporte al consumo de las familias.
La Fed parece más dovish. Por octava reunión consecutiva, la Fed mantuvo la tasa de los fondos federales en un máximo de 23 años, en el rango del 5,25%-5,50%. En el comunicado, las autoridades destacaron avances hacia el objetivo de inflación del 2% y señalaron que la actividad económica continuó expandiéndose a un ritmo sólido. Respecto al mercado laboral, mencionaron que la creación de empleo se ha moderado y la tasa de desempleo ha aumentado, aunque sigue siendo baja. Por primera vez desde el inicio de las subidas de tipos en 2022, el comunicado incluyó una mención explícita al doble mandato de la Fed. Durante la conferencia de prensa posterior, Powell adoptó un tono más dovish que en ocasiones anteriores, al sugerir que el primer recorte de tasas está sobre la mesa y podría ocurrir tan pronto como la próxima reunión, el 18 de septiembre, aunque sin comprometerse a un ritmo o cuantía específicos, aclarando que estos dependerán de los datos. La frase que más llamó la atención del mercado fue: "La economía se está acercando al punto en que será apropiado recortar. Una (primera) rebaja podría llegar tan pronto como septiembre". Esto generó optimismo entre los inversores.
Descompresión de tasas. Con la Fed adoptando un tono más dovish y un mercado laboral que muestra señales de enfriamiento, las expectativas de recorte de tasas se han consolidado. Ahora, la discusión se centra en cuán rápido y profundo será este ciclo de bajas. En la reunión de septiembre se anticipa un recorte de entre 50 y 25 pb, lo que marcaría el primer ajuste a la baja desde 2020. Este sería el inicio de una serie de recortes en las reuniones siguientes, con el mercado de futuros descontando una baja de 25 pb en noviembre, diciembre y enero, llevando la tasa de referencia de 5,5% a 4,25% en un lapso de cinco meses. En este contexto, los rendimientos de los bonos del Tesoro han mostrado volatilidad, pero con una tendencia claramente descendente que los ha llevado a los niveles más bajos del año. Esta caída ha sido más pronunciada en el tramo corto de la curva. En el último mes, la UST2Y ha bajado 40 pb hasta 4,05%, acumulando una disminución de 20 pb en lo que va del año. Por su parte, la UST10Y ha cedido 21 pb en el mes, ubicándose en 3,95%, aunque todavía ligeramente por encima del nivel de finales de 2023. Con esta performance, el spread entre las tasas cortas y largas se ha estrechado al nivel más bajo desde julio de 2022, una tendencia que probablemente continuará a medida que se normalice la pendiente de la curva de rendimientos.
La tensión en Japón. Mientras que los principales bancos centrales del mundo comenzaron a bajar las tasas de interés de referencia –especialmente en EE. UU., donde se espera que la Fed lo haga el próximo mes– Japón ha tomado un rumbo diferente, convirtiéndose en un nuevo factor de riesgo para la economía global. La reciente decisión del Banco de Japón (BoJ) de aumentar la tasa de referencia en 10 pb hasta 0,25% –tras haberla subido ya en marzo– representa un cambio significativo en la política monetaria del país, que ahora prioriza la lucha contra la inflación a pesar de un desempeño económico débil. Durante las últimas tres décadas, Japón implementó políticas fiscales y monetarias altamente expansivas para contrarrestar el estancamiento económico y los riesgos de deflación. Sin embargo, en los últimos años, la inflación "despertó", superando el 3% i.a. y manteniéndose por encima del objetivo del 2% del BoJ. Esta reciente alza en las tasas sorprendió al mercado, complicando la práctica común del carry trade con yenes, donde los inversionistas aprovechaban las bajas tasas de interés niponas para financiar inversiones en otros activos financieros. Según el Ministerio de Finanzas de Japón, los préstamos a inversionistas extranjeros aumentaron de USD 460 billones a USD 1,8 trillones entre 2020 y 2023. La decisión del BoJ interrumpió la tendencia de depreciación del yen y creó tensiones en los mercados financieros globales. Aunque estas tensiones se moderaron con las declaraciones del vicepresidente del BoJ, quien señaló que no prevén más aumentos de tasas en un entorno de mercados financieros volátiles, el hecho de que la inflación supere la meta sigue presionando por más ajustes, lo que representa un riesgo latente para los inversores.
Volatilidad y caída de los mercados. Desde que alcanzó máximos a mediados de julio, el S&P 500 comenzó a corregir a la baja, mostrando una elevada volatilidad con jornadas de fuertes caídas y otras de importantes subas. Durante las primeras dos semanas de corrección, la caída se concentró en los sectores tecnológicos y growth, con inversores rotando hacia sectores cíclicos y value. Sin embargo, la persistencia de la volatilidad terminó golpeando a todos los sectores, aunque los defensivos como utilities y consumo tuvieron un desempeño relativo superior. La corrección fue de casi 8 pp, lo que redujo la ganancia acumulada en lo que va del año a 9%. En contraste, la renta fija mostró un comportamiento diferente, ya que todos los índices se beneficiaron del retroceso de las tasas, subiendo casi un 1% en promedio en el último mes. Los bonos del Tesoro fueron los de mejor desempeño, registrando una ganancia del 1,2%, impulsados principalmente por los bonos largos que subieron un 1,6%, mientras que los cortos ganaron un 0,6%. A pesar de los temores que genera un escenario de mayor volatilidad, seguimos considerando un escenario de soft landing y que la Fed comience a bajar las tasas de interés en septiembre, aunque de manera mucho más gradual que lo que anticipa el mercado. Por lo tanto, sigue siendo un buen momento para sumar posiciones en renta fija después de tres años de ajuste, mientras que para las acciones, nos inclinamos por los sectores defensivos ante el escenario de incertidumbre que se avecina.
*Los datos utilizados en el presente informe tienen fecha de cierre 12 de agosto de 2024.
Llega el momento que el marcado espera hace 4 años, ¿y ahora?
En las últimas dos semanas, en un contexto de alta volatilidad en los mercados, las preocupaciones sobre la evolución del nivel de actividad –con temores de recesión incluidos– dispararon las expectativas del mercado en cuanto a un ciclo de recorte de tasas más rápido y profundo de lo previsto hace un mes. Si bien estas expectativas se moderaron con el correr de las ruedas, lo cierto es que es casi un hecho que en septiembre la Fed reducirá la tasa de referencia entre 25 pb y 50 pb. Este sería el primero de una serie de recortes en las reuniones subsiguientes, en las que el mercado de futuros de tasas descuenta un recorte de 25 puntos (0,25%) en cada una de las reuniones de noviembre, diciembre y enero, lo cual llevaría la tasa de referencia desde 5,5% hasta 4,25% en tan solo cinco meses. Los recortes incluso continuarían más allá de enero, siempre y cuando la inflación mantenga su marcha descendente hacia el objetivo del 2% anual.
En línea con el accionar de la Fed, la tasa de los bonos del Tesoro de EE. UU. ha experimentado cinco años de distorsiones, migrando desde valores excepcionalmente bajos durante la pandemia (2020-2021) a tasas extremadamente altas durante el brote inflacionario post-pandemia (2022-2024). Del mismo modo, se espera que la tasa de estos bonos experimente presión bajista una vez que la Fed comience a recortar su tasa de referencia.
Suponiendo que la Fed tenga éxito en llevar la inflación cerca del 2% anual y el mercado laboral no experimente mayores disrupciones, la curva de bonos del Tesoro de EE. UU. debería aproximarse progresivamente a sus valores previos a la pandemia. Recordemos que hasta diciembre de 2019, la tasa de referencia de la Fed se ubicaba en 1,75%, mientras que la inflación se mantenía en 2,2% anual, la economía crecía al 2,5% anual y la desocupación se situaba en 3,6%, con una mayor participación de la población económicamente activa. Si el mercado busca regresar a los mismos niveles de tasa real –casi cero–, las tasas deberían comprimir a niveles de entre 1,5% y 3% a lo largo de toda la curva.
a principal implicancia de una normalización del mercado de bonos será una ganancia de capital para sus tenedores. Ahora bien, mientras que la compresión de tasas probablemente sea mayor en los bonos cortos, que responden de manera más directa a la política de la Fed, son los bonos largos los que presentan un mayor potencial de ganancias, ya que su prolongado plazo al vencimiento los hace más sensibles a movimientos de tasas. A modo de ejemplo, un bono del Tesoro con un año al vencimiento que comprime su tasa 200 puntos básicos (desde 4,5% a 2,5%) presenta una suba de precio de solamente 2%. Por otro lado, un bono a 30 años que comprime su tasa 100 puntos básicos (desde 4,2% a 3,2%) presenta una ganancia del 20%.
El atractivo de los bonos del Tesoro a largo plazo es aún mayor si se considera su posición como reserva de valor en tiempos de crisis. Esto se debe a que, en caso de turbulencias de mercado que incrementen los riesgos de una recesión, la Fed se vería forzada a recortar tasas de manera más agresiva, generando mayores ganancias de capital para los tenedores de estos bonos.
En conclusión, la baja de tasas por parte de la Fed abre una ventana de oportunidades significativa en el mercado de bonos del Tesoro estadounidense, especialmente en aquellos de largo plazo. No obstante, es importante aclarar que el ciclo de baja de tasas podría verse comprometido en caso de que la inflación muestre resistencia a la baja, ya sea por una política fiscal más expansiva con subas de aranceles a las importaciones en un eventual segundo mandato de Trump, un mercado laboral sobrecalentado que presione sobre los salarios, o un aumento en los precios de los commodities ante un incremento del riesgo geopolítico global.
Análisis de instrumentos de renta fija y variable.
A continuación podrás descargar el informe semanal del mercado local, en el que analizamos los distintos instrumentos de renta fija con posibles escenarios de sensibilidad. Además, mostramos los índices de mercados accionarios locales e internacionales, y finalmente el mercado de renta variable local.
Descargar informe al 09/08/2024
Los contratos futuros de Rofex perdieron un 1,9% la semana pasada...
Los contratos futuros de Rofex perdieron un 1,9% la semana pasada. Las principales bajas estuvieron en los contratos largos a 2025: abril (-2,4%), mayo (-3,0%) y junio (-3,1%). Esta semana seguirá siendo determinante la dinámica de las reservas y las expectativas de modificación de régimen cambiario.
El contrato de agosto cotiza en $958 y marca una devaluación directa de 2,0% y mensualizada de 2,7%; casi un punto por encima del crawling peg de 2,0% que mantiene el Tesoro desde diciembre. Para los cuatro meses que quedan de 2024, los precios reflejan que el crawling peg correría en niveles en torno al 3,8%: 3,4% en septiembre ($991), 3,5% en octubre ($1.026), 4,0% en noviembre ($1.067) y 4,3% en diciembre ($1.113). Finalmente, los precios señalan una devaluación de 3,2% promedio para el primer semestre del 2025.
Así, la curva de tasas (TNA) comprimió por la caída generalizada en los contratos. Agosto rinde TNA 32%, septiembre TNA 38% y octubre TNA 40%. A partir de ahí, los rendimientos aumentan gradualmente hasta alcanzar un máximo de TNA 52% en marzo del 2025.
El volumen operado tuvo una fuerte caída. En los últimos cinco días hábiles se comerciaron 1,1 millones de contratos. El viernes 9 de agosto el interés abierto cerró en USD 2.252 M, un aumento de 8% m/m y una caída de 45% i.a.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano internacional.
Los mercados financieros globales tuvieron otra semana agitada. Sin indicadores económicos relevantes y sin sorpresas en cuanto a los balances de las empresas, los inversores quedaron atrapados entre la coyuntura de Japón, los temores de una recesión en EE. UU. y la consecuente decisión de la Fed respecto al recorte de tasas de interés. Lo que comenzó con un lunes negro fue seguido por una recuperación gradual a medida que los mercados digerían la sobrerreacción inicial a los datos de empleo de julio. Las acciones cerraron la semana prácticamente sin cambios, mientras que la renta fija devolvió parte de las ganancias obtenidas al inicio del mes. También contribuyeron a esta recuperación las declaraciones del vicepresidente del BoJ, quien señaló que no volverían a subir la tasa en tiempos de volatilidad en los mercados. Ya prácticamente no hay dudas de que en septiembre la Fed iniciará el ciclo de recorte de tasas, y ahora el debate se centra en cuán fuerte será la baja y cuán rápido avanzará el proceso. Nuestra visión sigue siendo que, dada la fortaleza que muestra la economía estadounidense, con prácticamente pleno empleo y la inflación aún por encima del objetivo del 2%, la Fed no tiene prisa en realizar recortes agresivos, más aún en tiempos electorales y con la expectativa de que una eventual presidencia de Trump sea más inflacionaria. Por lo tanto, creemos que seguirán una estrategia de recortes gradual. Comienza una semana clave para contener las expectativas, ya que se publicarán los datos de inflación y actividad de julio, que darán forma al escenario planteado y podrían tranquilizar a los inversores tras una de las semanas más volátiles de los últimos años.
Del pánico y la sobrerreacción, al alivio y recuperación. Tal como comentamos en el informe anterior, los inversores hicieron una lectura muy pesimista de algunos indicadores económicos de EE. UU. –como el ISM manufacturero y el aumento del desempleo en julio– lo que impulsó las expectativas de recesión y una respuesta rápida de la Fed bajando la tasa de interés. Desde el inicio, esta reacción nos pareció exagerada, considerando la fortaleza que aún muestra la economía, más allá de la moderación en algunos indicadores. Una lectura más detallada de los datos de empleo de julio muestra que el mercado laboral sigue sólido y que la desaceleración en el ritmo de crecimiento del empleo es compensada por el mejor desempeño del poder adquisitivo de los salarios, lo que sostiene la masa salarial, un aspecto clave para mantener la dinámica del consumo. Con una semana “liviana” en cuanto a la publicación de indicadores económicos, el mercado se apoyó en la evolución de las peticiones iniciales de desempleo, que vinieron por debajo de lo esperado, restando dramatismo a la coyuntura. También fue mejor de lo esperado la expansión del crédito. Además, la actualización del Nowcast de la Fed de Atlanta para el 3Q24 proyecta que el PBI se expandirá un 2,9% t/t, manteniendo el ritmo de crecimiento del 2Q24 y alejando no solo el escenario de hard landing sino también el de soft landing. Al igual que la Fed, seguimos siendo dependientes de los datos y, por ahora, nada sugiere que la economía experimentará un trimestre recesivo.
La curva de tasas busca su destino. Una de las características observadas en el último año, durante el cual la Fed mantuvo la tasa de referencia sin cambios, es que el mercado tiende a sobrerreaccionar ante cualquier dato que indique una moderación en el crecimiento, anticipando recortes de tasas agresivos. Esto se ha vuelto particularmente evidente en las últimas dos semanas. Con buenos datos de inflación y el aumento de la tasa de desocupación, los inversores interpretaron el comunicado de Powell como una señal de un ciclo de recorte de tasas más agresivo, especialmente si la economía se deteriora. Así, las expectativas comenzaron a prever recortes más profundos y frecuentes –llegando a anticipar tres recortes consecutivos de 50 pb e incluso un recorte de emergencia–. Sin embargo, a medida que avanzó la semana, estas expectativas se moderaron, y ahora prevalece la probabilidad de un recorte de 25 pb en la reunión del próximo 18 de septiembre. Este comportamiento se reflejó en los rendimientos de los bonos del Tesoro, que, tras desplomarse en los primeros días de agosto –la UST10Y llegó a ubicarse por debajo del 3,7%–, recuperaron terreno en la última semana, aunque siguen en los niveles más bajos del año. En concreto, la UST2Y subió 18 pb en la semana y cerró en 4,05% –acumulando en el mes una baja de 57 pb y en el año de 20 pb–, mientras que la UST10Y subió 15 pb hasta 3,94% –acumulando en el mes una baja de 25 pb y en el año un aumento de 8 pb–.
Acciones volátiles y bonos en baja. Con este marco de fondo, los mercados tuvieron una semana agitada y el índice VIX lo reflejó al haber tocado a principios de semana los 60 pb, el nivel más alto desde la pandemia, aunque luego se estabilizó y cerró más cerca de los 20 pb. Dentro de una tendencia de caídas generalizadas, el S&P 500 cerró la semana neutral, gracias a que el repunte de las acciones de sectores defensivos como utilities y consumo estable más que compensaron las bajas en los sectores tecnológicos y cíclicos. En el caso de la renta fija, si bien se benefician del escenario de recorte de tasas que espera el mercado, en la última semana fueron golpeados por la recuperación de los rendimientos de los bonos del Tesoro, lo que resultó en una caída del 0,8% –solo escaparon a la tendencia general los corporativos High Yield que subieron 0,3%–. Con este resultado, en lo que va de agosto el S&P acumula una caída de 3,2%, mientras que los bonos suben 0,4%.
Se va terminando la temporada de balance. En la última semana se publicaron los reportes trimestrales del 2Q24 de otras 71 compañías, entre las que se destacaron Berkshire Hathaway (neutral), Eli Lilly (positivo), Disney (neutral), Airbnb (negativo), CVS (negativo) y Uber (positivo). Con estas presentaciones, el 91% de las compañías que componen el S&P 500 ya han presentado sus reportes del 2Q24. Hasta ahora, se han superado las estimaciones tanto en ingresos como en beneficios, con todos los sectores mostrando una sorpresa positiva en beneficios. Las ventas aumentaron 5,0% i.a., con solo los sectores de consumo básico y materiales reportando caídas, mientras que los beneficios subieron un 9,3% i.a., destacándose los sectores de consumo discrecional, salud, servicios públicos, financiero y tecnología por sus importantes tasas de crecimiento, y solo tres sectores reportaron caídas.
Lo que viene. La semana que comienza será crucial debido a la publicación de indicadores económicos clave. En primer lugar, se espera el IPC de julio, donde se anticipa un ligero repunte en la inflación minorista, aunque sin comprometer la tendencia de desaceleración anual observada. Además, las ventas minoristas de julio son otro dato importante, con expectativas de un aumento que también se espera para la producción industrial. También es relevante el índice de confianza del consumidor elaborado por la Universidad de Michigan, que ofrecerá una visión sobre el sentimiento económico general. En el ámbito corporativo, la temporada de balances está llegando a su fin, destacándose la publicación de resultados de Walmart entre las empresas más importantes.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local.
La tensión entre las reservas internacionales y la brecha cambiaria persiste. Aunque el BCRA logró comprar divisas en la última semana, el contexto general indica una mayor demanda de dólares y una menor liquidación de exportaciones, lo cual complica la acumulación de reservas. A esto se suma la reciente caída en los precios de las materias primas agrícolas, que agrava el panorama externo. Por el momento, el gobierno no ha esterilizado los dólares comprados entre abril y junio, lo que ha aliviado parcialmente la presión sobre las reservas, mientras que la brecha cambiaria ha mostrado una leve tendencia a la baja. Sin embargo, con un saldo comercial que probablemente se torne más negativo y sin la entrada de financiamiento externo, la estrategia del gobierno se centra en un blanqueo "exitoso" que pueda suavizar el trade off entre reservas y brecha. En este marco y con un contexto global volátil, los activos financieros locales han tenido una semana positiva, con un alza en los bonos soberanos y una notable recuperación del Merval, mientras que en la curva de pesos destacaron los bonos ajustables por inflación, impulsados por el dato de inflación de CABA, mayor al esperado, lo que ha generado dudas sobre el próximo dato que publicará el INDEC, que el mercado –alimentado por las declaraciones del gobierno– espera el número más bajo del año.
Salida lenta y heterogénea. Los indicadores de actividad reflejan que la economía tocó fondo en marzo y ha mostrado una recuperación lenta y desigual desde entonces. En la última semana se publicaron los datos de actividad industrial y construcción de junio. La industria registró una caída de 1,6% m/m y 20,1% i.a., con descensos en todos los sectores, acumulando una contracción de 16,1% i.a. en la primera mitad del año. Los sectores que más influyeron en la caída fueron Industrias Metálicas (-31,2% i.a.), Alimentos y Bebidas (-8,0% i.a.) y Maquinaria y Equipo (-33,1% i.a.). En cuanto a la construcción, esta creció un 2,7% m/m, aunque se encuentra 35,2% por debajo de su nivel de un año atrás, lo que se refleja en una caída del 18,1% i.a. en los puestos de trabajo registrados. La recuperación en la construcción parece haberse acelerado en julio, como indica el índice Construya, que mostró un crecimiento desestacionalizado del 12,1% m/m respecto a junio.
Las reservas internacionales volvieron a caer. Sin el “comodín” del aumento de encajes en moneda extranjera que se da a principios de cada mes, las reservas internacionales cayeron en USD 178 M y cerraron la semana con un stock bruto de USD 27.392 M mientras que las netas quedaron con un saldo negativo de casi USD 3.600 M, que se extiende a USD 5.500 M al considerar los vencimientos corrientes de los BOPREAL. La baja de la semana fue determinada por los pagos netos de deuda a organismos internacionales –el ingreso de USD 640 M del BID fue más que compensado por los pagos al FMI por USD 785 M– y otras operaciones mientras que las intervenciones del BCRA en el mercado cambiario tuvieron un saldo de compras netas por USD 63 M - en las siete ruedas de agosto acumuló compras netas por USD 206 M, mejorando respecto a junio y julio cuando había comprado USD 59 M y USD 134 M, respectivamente-. La mejora en el margen de la compra de divisas se apoyó en el repunte de la liquidación del agro que compensó el aumento en la demanda neta de otros sectores.
Brecha a la baja. Los dólares financieros operaron a la baja y con una intervención mínima del BCRA. A pesar de las subas registradas el lunes debido a la tumultuosa jornada en los mercados internacionales, el CCL con GD30 acumuló una caída del 1,6% durante la semana, cerrando el viernes en $1.297, mientras que el MEP bajó un 2,3% y finalizó en $1.291. Como resultado, la brecha con el tipo de cambio oficial se ubicó entre el 37% y el 39%, alcanzando su nivel más bajo desde finales de mayo. Además, el canje CCL/MEP se mantuvo en terreno levemente negativo, con un premio en el mercado por girar dólares al exterior. Los volúmenes negociados de AL30D reflejan una intervención muy limitada del BCRA, con un promedio semanal de USD 165 M diarios frente a los USD 203 M de la semana anterior.
Mejoran las expectativas del mercado. El último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA mostró que las expectativas de inflación continúan a la baja: para julio se espera un aumento del IPC del 3,9% m/m (vs 4,8% previo). Durante el resto del año, la inflación se mantendría en este nivel, con un promedio de 3,8% m/m (vs 4,5% previo), lo que llevaría a un cierre anual de 127% i.a. (vs 138% previo). En 2025, la inflación mensual promedio caería a 2,9% m/m y el año finalizaría en 41,3% i.a. (vs 3,3% y 48,0% previo). A pesar de la desaceleración en los precios, la tasa de interés BADLAR se mantendría en sus niveles actuales, cerrando 2024 en torno al 38% –vs 34% previo–. En cuanto al tipo de cambio, las expectativas de devaluación se ajustaron a la baja: la devaluación promedio en diciembre sería del 3,1%, cerrando el año en $1.088 (vs $1.174 previo); mientras que la devaluación en 2025 se mantuvo en 3,4% m/m. Finalmente, las proyecciones sobre la actividad económica siguen apuntando a una contracción del 3,7% i.a. en 2024, con una recuperación del 3,2% en 2025.
El IPC de CABA sorprende al alza. A la espera del IPC Nacional de julio que publicará el INDEC el miércoles, el dato de inflación de la Ciudad de Buenos Aires sorprendió al alza, marcando un aumento de 5,1% m/m, superando tanto el valor previo de 4,8% m/m. Aunque existe una diferencia metodológica entre el IPC CABA y el IPC Nacional debido a la mayor incidencia de los servicios en la capital, si se aplicara la ponderación del INDEC con la variación de los precios en la ciudad, se registraría un alza de 4,7% m/m, similar a la de junio, lo que contradiría la promesa del gobierno de que la suba de julio sería la más baja del año –el BCRA espera una suba de 3,7% m/m–. Con este comportamiento, la inflación acumulada en CABA en lo que va del año alcanza el 96%, con un avance interanual del 265%. Los servicios mostraron un incremento de 6,3% m/m, mientras que los bienes subieron un 3,4% m/m. La inflación núcleo se situó en 4,6% m/m, frente al 4,1% m/m de junio, y los estacionales lideraron con un alza del 11,0% m/m. Las mayores subas se registraron en Restaurantes y Hoteles (9,3%), Recreación y Cultura (7,6%), y Salud (7,3%). Por otro lado, las menores subas fueron en Prendas de Vestir y Calzado (0,8%), Equipamiento y Mantenimiento del Hogar (1,0%), y Transporte (3,6%).
Se recuperan los CER. El dato de inflación de CABA le dio impulso a los bonos CER, que lideraron la semana con una suba promedio de 2,1% (con incrementos de hasta 3,9%). En segundo lugar quedó la deuda a tasa fija, donde las Lecaps ganaron 0,8% semanal, mientras que el TO26 subió 2,7%. Por su parte, los duales subieron 0,3%, mientras que los bonos dollar-linked operaron con importantes bajas, cayendo un 3,0% en la semana. La dinámica en los futuros de Rofex fue muy similar, con una pérdida semanal del 1,9%. A pesar de haber recuperado terreno, el diferencial de tasas entre CER y tasa fija sigue reflejando un sendero de fuerte desaceleración: 3,2% en julio y agosto, ritmo que caería a 0,8% en septiembre/octubre, con una inflación proyectada del 115% para 2024. En cuanto a 2025, se proyecta una inflación mensual promedio de 2,3%, acumulando un 31% anual. A través de un ejercicio similar con los bonos dollar-linked, se obtiene un sendero de devaluación de 3,2% m/m hasta septiembre (vs. 3,1% Rofex); 5,3% hasta marzo 2025 (vs. 4,0% Rofex); y 3,1% promedio hasta junio 2025 (vs. 2,4% Rofex).
Lenta mejora de los bonos soberanos. Presionados por la mala performance de las reservas internacionales, pero sostenidos por la mejora de las cuentas públicas, los bonos hard-dollar del Tesoro subieron 2,1% en la semana, logrando atravesar con éxito el contexto de alta volatilidad global. Las caídas de 1,6% con las que abrieron el lunes ya habían sido recuperadas para el miércoles. Así, los bonos argentinos sobresalieron en comparación con los de países similares, que no lograron recuperarse de las caídas del lunes y acumularon un retorno negativo promedio de 0,4% en la semana. Con esto, el riesgo país argentino cerró la semana en 1.560 pb y las paridades promedian el 46%. Por otro lado, los BOPREAL del BCRA siguieron perdiendo terreno frente a sus pares del Tesoro y obtuvieron un resultado neutro en la semana. La renta fija provincial registró subas de 0,5%, mientras que los créditos corporativos se mantuvieron neutros.
Fuerte recuperación de las acciones. Gran semana para las acciones argentinas, que ganaron un 10,2% en pesos y un 12,0% en dólares CCL. El índice Merval cerró el viernes pasado en USD 1.288 y acumula en el último mes una suba de 5,2% en pesos y de 6,6% en USD CCL. En el panel líder, los papeles con mejor performance fueron Supervielle (+17,4%), Pampa Energía (+17,1%) y Galicia (+16,8%). Por otro lado, las mayores caídas correspondieron a Sociedad Comercial del Plata (-5,0%), BYMA (-3,7%) y Aluar (-1,8%). Los ADRs, por su parte, ganaron en promedio un 7,5% semanal en dólares. Las principales subas fueron las de Galicia (+23,0%), Supervielle (+15,9%) y Pampa Energía (+14,2%).
Lo que viene. Las miradas de la semana estarán puestas en la dinámica de las reservas internacionales y en la publicación del IPC Nacional, que el INDEC dará a conocer el miércoles. Tanto el REM como el BCRA esperan que la inflación se ubique entre el 3,9% m/m y el 3,7% m/m. Ese mismo día, el Tesoro llevará a cabo su primera licitación del mes (cuyos términos se anunciarán hoy, lunes 12 de agosto), en la que enfrentará vencimientos por $1.260 M, principalmente debido a la lecap S16G4.
Noticias locales: el país hoy.
A la espera del IPC Nacional que se publicará el próximo miércoles 14 de agosto, el dato de inflación de la Ciudad de Buenos Aires sorprendió al alza en julio, registrando un incremento del 5,1% m/m, superando tanto el valor previo de 4,8% m/m como la expectativa del BCRA para la inflación nacional, que era del 3,7% m/m. Este aumento sitúa la inflación acumulada en lo que va del año en un 96% y un avance interanual del 265%. Los servicios mostraron un incremento de 6,3% m/m, mientras que los bienes subieron un 3,4% m/m. En cuanto a la inflación núcleo, se situó en 4,6% m/m, en comparación con el 4,1% m/m de junio, y los estacionales lideraron con un alza del 11,0% m/m. Las mayores subas se registraron en las categorías de Restaurantes y Hoteles (9,3%), Recreación y Cultura (7,6%), y Salud (7,3%). Por otro lado, las menores subas fueron en Prendas de Vestir y Calzado (0,8%), Equipamiento y Mantenimiento del Hogar (1,0%), y Transporte (3,6%).
En el mercado cambiario, el BCRA registró compras netas por USD 43 M, sumando cuatro ruedas positivas consecutivas, algo que no se veía desde principios de julio. En lo que va de agosto, la autoridad monetaria ha acumulado compras por USD 203 M. Además, el stock de reservas internacionales aumentó en USD 83 M, alcanzando un total de USD 27.382 M.
El dólar oficial aumentó diariamente un 0,1% hasta $937,6. Esto implica un ritmo de devaluación mensualizado de 1,6%, desacelerándose en comparación con el ritmo de 2,2% del miércoles. En los últimos cinco días hábiles, la devaluación corrió a una TEM de 1,9%, mientras que en lo que va de agosto se ha mantenido en una TEM de 2,0%.
Los dólares financieros operaron a la baja. El MEP con AL30 cayó 1,6% hasta alcanzar los $1.310, mientras que el CCL disminuyó 1,4% hasta igualar los $1.310. De esta manera, ambas brechas se sitúan en 40%, alcanzando su nivel más bajo desde finales de mayo.
Durante la jornada de ayer, los contratos de futuro de dólar subieron un 0,1%. Las mayores subas se registraron en los contratos de mayo (+0,7%), abril (+0,4%) y marzo (+0,3%). Por otro lado, las mayores caídas ocurrieron en los contratos de junio (-0,2%), febrero (-0,2%) y enero (-0,1%). De este modo, la devaluación implícita se ubica en un promedio mensual de 3,4% hasta junio del 2025.
La sorpresa de inflación al alza en CABA impulsó a los bonos CER, que se incrementaron un 0,9% y lideraron el universo de bonos en pesos. Dentro de la tasa fija, el TO26 cerró con una subida del 0,3%, mientras que las lecaps registraron un alza del 0,2%. Así, la inflación implícita en los precios de mercado sigue mostrando un escenario optimista, con una proyección de 3,4% m/m en julio y agosto, y de 0,6% en septiembre, lo que llevaría la inflación de 2024 al 115%.
Los bonos soberanos en hard-dollar continuaron con su tendencia alcista y registraron una ganancia del 1,1% en la jornada de ayer, acumulando una suba del 4,0% en las últimas tres ruedas. De esta manera, las paridades promedian el 46%, y el riesgo país disminuyó 16 pb, situándose en 1.561 pb. Por otro lado, los BOPREAL del BCRA subieron un 0,3% diario, acumulando una suba del 1,9% en las últimas tres ruedas.
En cuanto a las acciones, el Merval registró una notable suba del 5,2% en pesos y una suba del 9,7% en dólares CCL, cerrando la rueda en USD 1.232. Con esto, el Merval acumula un alza del 6,6% en pesos y del 14,2% en dólares en lo que va de la semana. Respecto a la rueda de ayer, los tres papeles con mejor desempeño en pesos fueron Supervielle (+13,0%), Pampa Energía (+8,8%) y Galicia (+8,0%).
Noticias globales: el mundo hoy.
Con datos del mercado laboral estadounidense mejores de lo esperado, los índices bursátiles tuvieron una jornada destacada –una de las mejores del año–, revirtiendo las fuertes pérdidas del lunes. El S&P 500 subió un 2,3%, el Nasdaq un 3,1% y el Dow Jones un 1,7%. Las acciones del sector de chips fueron las más beneficiadas, con Nvidia y Broadcom subiendo más del 6% y AMD ganando más del 5%. Además, Eli Lilly subió un 9,4% después de reportar ganancias trimestrales que superaron las expectativas y elevar sus previsiones para todo el año. En contraste, Warner Bros. cayó un 8,75% tras presentar resultados decepcionantes, y Monster Beverage vio caer sus acciones un 11% debido a que sus ganancias no cumplieron con las expectativas de los analistas.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense continuaron en alza, extendiendo el rebote iniciado el lunes. La tasa del UST10Y subió 3 pb, acercándose al umbral del 4,0%, mientras que la USDT2Y cerró en 4,04%, lo que representa un incremento de 4 pb respecto al cierre del miércoles. En consecuencia, aumentó la probabilidad de que la Fed aplique un recorte de tipos más moderado de 25 pb en lugar de los 50 pb que se esperaban a principios de semana. Al mismo tiempo, el sentimiento de riesgo mejoró ligeramente después de la venta masiva de acciones del lunes, ya que las preocupaciones sobre la recesión fueron reevaluadas y la cautela del Banco de Japón ayudó a limitar el pánico tras décadas de operaciones de carry trade con el yen, lo que llevó a los mercados a deshacerse de la seguridad de los instrumentos del Tesoro. En este contexto, los índices de renta fija tuvieron un desempeño mixto, con caídas en los bonos del Tesoro, estabilidad en los corporativos Investment Grade, mientras que los corporativos High Yield y los emergentes registraron alzas del 0,4% y 0,5%, respectivamente.
La tasa promedio de una hipoteca fija a 30 años se desplomó 26 puntos básicos, ubicándose en 6,47%, el nivel más bajo desde mediados de mayo de 2023. Esta disminución en las tasas hipotecarias es una noticia positiva para el sector inmobiliario estadounidense, ya que incrementa el poder adquisitivo de los potenciales compradores de viviendas, facilitando así el acceso al mercado inmobiliario.
Los precios del petróleo mantuvieron la tendencia de las jornadas previas, avanzando un 1,3% para cerrar en USD 76 el WTI. Además de los mejores datos de empleo, que aliviaron los temores de una recesión, la cotización se vio presionada por preocupaciones sobre posibles acciones de represalia por parte de Irán contra Israel tras los recientes asesinatos de los líderes de Hamás y Hezbolá. Al mismo tiempo, las fuerzas israelíes intensificaron los ataques aéreos en la Franja de Gaza el jueves, en medio de una nueva confrontación con militantes liderados por Hamás, mientras Israel se preparaba para un conflicto más amplio en la región. Esto avivó las preocupaciones sobre el suministro de petróleo de la zona productora más grande del mundo. También influyeron las interrupciones en el yacimiento petrolífero más grande de Libia y un inusual ataque ucraniano contra Rusia.
Desafíos y oportunidades del gigante tecnológico frente a la IA.
Primero, recordemos quién es Apple. Es la empresa que nos trajo el iPhone, el iPad, la Mac, el Apple Watch, entre otros dispositivos que ya forman parte de nuestra vida diaria. Pero, ¿cómo está integrando la IA en estos productos y qué significa esto para los inversores?
Pensemos en Siri, el asistente virtual de Apple. Es esa voz que te ayuda a enviar mensajes, hacer llamadas, poner alarmas y más. Pero, ¿es suficiente? Algunos dicen que Siri se ha quedado atrás comparado con Google Assistant o Amazon Alexa. La IA no es sólo responder preguntas simples, sino aprender sobre el usuario, adaptarse a sus hábitos y necesidades.
Imaginemos que tienes un iPhone y un Apple Watch. Ambos dispositivos están conectados, y la IA de Apple debería recomendarte una rutina de ejercicio basada en tu actividad diaria, en cómo dormiste y hasta en tu estado de ánimo. Suena genial, pero muchas de estas funciones aún no están desarrolladas como en otros sistemas tecnológicos.
Ahora, hablemos de los inversores. Si fueras uno, te preguntarías si Apple está aprovechando al máximo la IA para innovar y mantenerse relevante en un mercado tan competitivo. Algunos opinan que Apple pierde el tren de la IA porque, aunque hagan cosas interesantes, no lideran como solían hacerlo. Esto preocupa a los inversores que buscan estar siempre a la vanguardia.
Pero no todo es negativo. Muchos defienden a Apple y su enfoque cauteloso. Dicen que Apple prefiere esperar y lanzar productos más pulidos y seguros, en lugar de apresurarse y sacar algo que no esté completamente listo. Prefieren esperar al tren más lujoso y cómodo, aunque tarde un poco más. La calidad y seguridad de los productos de Apple son algo que sus usuarios valoran mucho.
Por otro lado, está el tema de las actualizaciones. ¿Cuántas veces has escuchado que para usar la última tecnología necesitas el último modelo de iPhone o de Mac? Esto puede ser un arma de doble filo. Por un lado, impulsa las ventas porque todos queremos tener lo más nuevo y mejor. Pero por otro, puede ser frustrante para aquellos que no pueden o no quieren estar cambiando de dispositivo cada año.
Pensemos en un usuario común de Apple. Este usuario tiene un iPhone de hace tres años y un MacBook que ya tiene sus buenos años de uso. Le encanta la marca y está satisfecho con sus dispositivos, pero empieza a notar que algunas funciones nuevas de IA no están disponibles para él. Esto lo pone en una encrucijada: actualizar sus dispositivos, lo cual puede ser costoso, o quedarse con lo que tiene y perderse de las novedades.
Para muchos usuarios, esta necesidad de actualizar constantemente puede ser un punto negativo. Pero también hay quienes ven esto como una oportunidad. Cada nueva función de IA, cada mejora en los dispositivos, es una razón más para actualizar. Y esto, al final, se traduce en ventas para Apple.
Sin embargo, la relación de Apple con la inteligencia artificial es más profunda. Pensemos en cómo Apple podría usar la IA para mejorar la experiencia del usuario en todos sus dispositivos. Podrían desarrollar aplicaciones que se anticipen a tus necesidades. Por ejemplo, si sueles pedir comida los viernes por la noche, tu iPhone podría sugerirte tus restaurantes favoritos o incluso hacer el pedido por ti. Si sueles olvidar tus citas médicas, tu Apple Watch podría recordártelo de manera más eficiente, basándose en tu comportamiento y horarios.
Además, la IA podría transformar la manera en que interactuamos con nuestros dispositivos. En lugar de depender de comandos específicos, podríamos hablarles como lo haríamos con una persona. La IA entendería el contexto de nuestras conversaciones, haciendo las interacciones más naturales y fluidas. Por ejemplo, podrías decirle a tu iPhone "Estoy cansado" y automáticamente ajustar las luces de tu casa, poner música relajante y recordarte que es hora de dormir.
Por otro lado, en el ámbito de la salud, la IA podría revolucionar la manera en que monitoreamos nuestro bienestar. El Apple Watch ya tiene funciones de salud impresionantes, como la detección de caídas y el monitoreo de ritmo cardíaco. Imagina que la IA pueda analizar estos datos en tiempo real y darte recomendaciones personalizadas para mejorar tu salud. Podría sugerir cambios en tu dieta, en tu rutina de ejercicios y hasta recordarte que tomes un descanso si nota que has estado activo por mucho tiempo.
Para los desarrolladores de aplicaciones, Apple también ofrecería herramientas de IA que les permitan crear aplicaciones más inteligentes y útiles. Los desarrolladores usarían estas herramientas para crear juegos que se adapten a tus habilidades, aplicaciones de productividad que aprendan de tu flujo de trabajo y te ayuden a ser más eficiente, o incluso aplicaciones de compras que te recomienden productos basados en tus preferencias y comportamientos de compra anteriores.
Por supuesto, no podemos olvidar el impacto de la IA en la privacidad y la seguridad. Apple es conocida por su fuerte enfoque en la privacidad del usuario. Con la IA, esto se vuelve aún más crítico. Los datos que la IA necesita para funcionar de manera efectiva son muy personales. Apple tendría que asegurarse de que estos datos se manejen de manera segura y que los usuarios tengan control sobre cómo se usan sus datos. Esto podría incluir opciones para desactivar ciertas funciones de IA si los usuarios no se sienten cómodos con ellas, o para borrar datos almacenados en cualquier momento.
Entonces, ¿está Apple perdiendo el tren de la IA o simplemente está esperando el momento adecuado para subirse? La respuesta no es sencilla. Por un lado, es cierto que otras compañías parecen avanzar más rápido en este campo. Pero por otro, el enfoque de Apple en la calidad, la seguridad y la privacidad podría significar que cuando finalmente lancen sus innovaciones de IA, estas serán superiores y más confiables que las de sus competidores. Lo que es claro es que, para Apple, la IA es tanto una oportunidad como un desafío. La pregunta es si sabrán aprovecharla a tiempo o si, como en nuestra metáfora del tren, se quedarán viendo cómo se aleja. Solo el tiempo dirá si Apple logrará subirse a este tren a tiempo.
El factor China
Pero no podemos hablar de Apple sin mencionar a China. China es un mercado crucial para Apple, representando una parte significativa de sus ventas globales. En el último año fiscal, aproximadamente el 20% de los ingresos de Apple provinieron de China. Esto significa que cualquier cambio en la relación de Apple con China podría tener un impacto considerable en sus finanzas.
China, al ser uno de los líderes en el desarrollo y la implementación de la inteligencia artificial, también representa un desafío y una oportunidad para Apple. Por un lado, el mercado chino tiene una gran demanda de dispositivos de alta tecnología que integren IA. Pero por otro lado, el gobierno de ese país tiene regulaciones estrictas y puede exigir acceso a los datos generados por estas innovaciones. Esto plantea un dilema para Apple, que siempre ha defendido la privacidad de sus usuarios.
Imaginemos que China decide exigir a Apple que entregue los datos generados por sus usuarios en el país. Apple tendría que tomar una decisión difícil: cumplir con las exigencias del gobierno chino y arriesgarse a perder la confianza de sus usuarios globales, o negarse y posiblemente enfrentar restricciones o prohibiciones en uno de sus mercados más importantes. Ninguna de las dos opciones es ideal, y cada una conlleva riesgos significativos.
Además, China tiene sus propios gigantes tecnológicos como Huawei, Xiaomi y Oppo, que también invierten en inteligencia artificial. Estos competidores locales no solo entienden mejor el mercado chino, sino que también pueden estar más dispuestos a cumplir con las regulaciones del gobierno, dándoles una ventaja competitiva sobre Apple.
Por otro lado, la producción de muchos de los productos de Apple se realiza en China. Cualquier tensión política entre Estados Unidos y China afectaría esta cadena de suministro, causando retrasos y aumentando los costos. Esto no solo impactaría a Apple financieramente, sino que también podría afectar la disponibilidad de sus productos en todo el mundo.
En resumen, la relación de Apple con China es un factor crítico en su estrategia de inteligencia artificial. Mientras que China representa un mercado enorme y una oportunidad para expandir sus ventas, también conlleva riesgos significativos debido a las regulaciones gubernamentales y la competencia local. Apple deberá navegar cuidadosamente esta relación para maximizar sus beneficios y minimizar sus riesgos.
Entonces, además de los desafíos y oportunidades inherentes a la inteligencia artificial, Apple debe considerar cómo manejará su relación con China. La manera en que aborden estos desafíos podría determinar su éxito o fracaso en el futuro.
¿En qué se basa el impulso económico de este gigante asiático?
A favor
El panorama demográfico de India proporciona una base sólida para su crecimiento. En 2023, la población de India superó a la de China, convirtiéndose en la más grande del mundo. Notablemente, India cuenta con una de las poblaciones más jóvenes a nivel mundial, con una edad promedio de 28 años, en comparación con los 39 años de China y EE. UU. Para 2030, los Millennials y la Generación Z constituirán más del 50% de la población de India, ofreciendo una robusta fuerza laboral para apoyar los objetivos de crecimiento nacional y aprovechar las oportunidades de diversificación de la cadena de suministro global.
La historia de crecimiento de India se basa en gran medida en una fuerte demanda interna, proporcionando resistencia contra los choques externos. A diferencia de China, que depende en gran medida del comercio global, la economía de India se beneficia de un consumo doméstico robusto. Además, la fragmentación global ofrece a India una ventaja estratégica para desarrollar centros de fabricación competitivos a nivel mundial, especialmente a medida que las empresas buscan alternativas a China y Rusia.
Esta tendencia viene acompañada de un impulso desde el lado político con la consolidación de la iniciativa "Make in India", lanzada en 2014, que tiene como objetivo transformar a India en un centro global de fabricación y diseño mediante la promoción de la inversión y la innovación. Esta campaña busca reducir la dependencia de las importaciones y aumentar la producción de exportación de alta calidad. Los incentivos gubernamentales, como la reducción de impuestos corporativos y los esquemas de incentivos vinculados a la producción en varios sectores, fomentan aún más el crecimiento de la manufactura.
La última cumbre del G20, celebrada en septiembre de 2023 en Nueva Delhi, marcó un éxito diplomático significativo para India. El evento vio la presentación del ambicioso Corredor Económico India-Medio Oriente-Europa (IMEC), que tiene como objetivo mejorar el crecimiento económico, conectar Asia y Europa, exportar energía limpia, apoyar el comercio y la manufactura, y mejorar la seguridad alimentaria. Este corredor no solo se trata de infraestructura física, sino que también incluye dimensiones digitales y financieras, fortaleciendo la importancia estratégica de India.
Las elecciones recientes revelaron un entorno democrático más competitivo, con el partido del Primer Ministro, Narendra Modi, perdiendo su mayoría absoluta. Sin embargo, Modi sigue siendo una figura clave debido al apoyo de coaliciones, lo que indica una continuidad de su agenda política y de reformas, aunque con una implementación potencialmente más lenta ante la necesidad de encontrar consenso en el congreso. No obstante, las reacciones del mercado han sido positivas, con el Índice Nifty 50 recuperándose a máximos históricos, destacando la confianza de los inversores en la trayectoria de crecimiento de India.
La combinación de una demografía favorable, una fuerte demanda interna, políticas gubernamentales de apoyo y una posición geopolítica estratégica hace de India un destino de inversión atractivo. A medida que el país continúa su camino hacia convertirse en una economía global importante, ofrece oportunidades prometedoras para los inversores a largo plazo dispuestos a comprometerse con su dinámico y en evolución panorama de mercado.
Oportunidades de inversión y consideraciones
Para los inversores que buscan aprovechar la historia de crecimiento de India, la gestión activa de fondos ofrece un enfoque beneficioso dado el mercado complejo y sus características únicas. Se puede tomar exposición directa al mercado accionario indio, con diferentes sesgos de estilo, sectorial o por capitalización de mercado. Pero para aquellos que prefieran que un gestor profesional tome las decisiones en cuanto a la proporción a cargar en un portafolio, se puede lograr también una muy buena exposición a través de fondos cuyo mandato sea la renta variable de Asia. Más allá de la diversidad de estrategias y registros de desempeño, la clave siempre está en adaptarse a diferentes perfiles de riesgo y objetivos de inversión.
Noticias locales: el país hoy.
En el mercado cambiario, el BCRA registró compras netas por USD 47 M. En lo que va de agosto, la autoridad monetaria adiciona compras por USD 160 M. Por otro lado, el stock de reservas internacionales se redujo en USD 12 M hasta los USD 27.299 M.
El dólar oficial aumentó diariamente un 0,1% hasta $937,1. Esto significa un ritmo de devaluación mensualizado de 2,2%, que se aceleró contra el ritmo de 1,9% del martes. En los últimos cinco días hábiles, la devaluación corrió a una TEM de 2,0%, igual que en lo que va de agosto.
Los dólares financieros operaron a la baja. El MEP con AL30 cayó 0,6% hasta alcanzar los $1.332, en tanto que el CCL disminuyó 0,4% hasta $1.329. De esta manera, sus brechas con el dólar oficial se sitúan en 42% y 42%, respectivamente.
Durante la jornada de ayer, los contratos de futuro de dólar subieron un 0,1%. Las mayores subas se registraron en los contratos de febrero (+0,5%), enero (+0,4%) y marzo (+0,3%). Mientras que, las mayores caídas se registraron en los contratos de agosto (-0,2%), junio (-0,1%) y septiembre (-0,1%). De este modo, la devaluación implícita se ubica en el 3,5% mensual promedio hasta junio del 2025.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una rueda mayormente positiva. Los bonos CER se incrementaron un 0,3%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró bajista en 0,7% mientras que las lecaps experimentaron un alza de 0,2%. Por su parte, los duales no registraron variaciones y los DLK mantuvieron su valor.
Los bonos soberanos en hard-dollar ganaron 1,6%, con una suba de 1,8% en los ley Nueva York y una suba de 1,1% en los ley Argentina. Así, acumulan una caída de 2,6% en lo que va del mes y una ganancia de 29,5% en lo que va del año. De esta manera, las paridades promedian el 45,6% y el riesgo país disminuyó 62 pb hasta los 1.577 pb. Por su parte, los BOPREAL del BCRA ganaron un 0,5%.
En cuanto a las acciones, el Merval marcó una caída de 0,2% en pesos y una suba de 1,3% medido en dólares CCL, cerrando la rueda en USD 1.132. Con esto, en lo que va de la semana, el Merval acumula una suba de 1,5% en pesos y de 4,9% en dólares. En lo que refiere a la rueda de ayer, los tres papeles con mejor performance en pesos fueron Telecom (+3,7%), Transener (+2,9%) y Pampa Energía (+2,4%). En tanto que las principales caídas estuvieron en Macro (-4,6%), Aluar (-2,9%) y BYMA (-2,8%).
Noticias globales: el mundo hoy.
Si bien las declaraciones del vicegobernador del Banco de Japón, Sinicchi Uchida, sobre no llevar a cabo nuevas subas de tasas de interés por la inestabilidad que generan en los mercados financieros dieron aire a las bolsas asiáticas, la incertidumbre en los mercados continúa y ayer volvieron a tener un día negativo. Los tres principales índices americanos cerraron a la baja: el Dow Jones perdió 0,6%, el S&P 500 0,7% y el Nasdaq volvió a ser el más golpeado con un retroceso de 1,1%. Siete de los 11 sectores del S&P terminaron a la baja, siendo el sector de consumo discrecional el que más sufrió, arrastrado por Tesla que perdió 4,4%, seguido por el de materiales y tecnología, destacándose el nuevo retroceso de Nvidia que cayó 5,1%. En el frente de los balances, Disney bajó 4,4% debido a las preocupaciones sobre su negocio de parques a pesar de reportar su primer beneficio en su unidad de streaming. Airbnb se hundió un 13,4% tras la reducción de las previsiones para el trimestre actual. Super Micro se desplomó un 20,1% debido a que los márgenes se quedaron cortos. CVS Health cayó un 3,2% al informar ganancias mixtas y después de que su director ejecutivo asumiera el cargo de Aetna.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro volvieron a subir, recuperándose de los mínimos registrados el lunes. Los operadores redujeron sus apuestas sobre un recorte de emergencia de la Fed, aunque siguen esperando una reducción mayor de 50 puntos básicos en la tasa de interés en septiembre y más de 100 puntos básicos de flexibilización total para el año. En este contexto, la UST10Y subió 8 pb hasta 3,97% y la USDT2Y 2 pb hasta 4,0%, lo que dejó el spread al nivel más bajo desde julio de 2022. Esto golpeó a los índices de renta fija que anotaron una caída de 0,3%.
En cuanto a los datos económicos de la fecha, el crédito total al consumo en EE. UU. aumentó en USD 8.930 M en junio de 2024, tras un aumento revisado al alza de USD 13.940 M en el mes anterior, y por debajo de las expectativas del mercado de una ganancia de USD 10.000 M. El crédito renovable, incluidas las tarjetas de crédito, cayó casi USD 1.700 M, lo que supone la mayor caída desde principios de 2021. Mientras tanto, el crédito no renovable, como los préstamos para automóviles y educación, aumentó en USD 10.600 M, el nivel más alto en un año. A pesar de la disminución del crédito renovable, los estadounidenses han recurrido cada vez más a las tarjetas de crédito y otras opciones de financiamiento para mantener el gasto a medida que el crecimiento de los salarios se desacelera, los ahorros pandémicos disminuyen y los precios más altos continúan impactando a los hogares. Considerando el trimestre de junio, el crédito al consumo aumentó a una tasa anual desestacionalizada de 2,4%.
En el mercado de commodities, en una jornada de pérdidas generalizadas, la excepción la marcó el petróleo, que anotó la tercera rueda al alza y cerró en USD 75 el WTI, 2,7% superior al día previo. El alza fue impulsada por una caída mayor de la esperada en los inventarios de petróleo crudo de EE. UU. Los datos de la EIA del miércoles mostraron que las existencias de crudo disminuyeron en 3,728 millones de barriles, marcando la sexta caída semanal consecutiva y significativamente más que la disminución anticipada de 0,4 millones de barriles. Sin embargo, los inventarios de gasolina y destilados crecieron durante este período. Las preocupaciones por el lado de la oferta también continuaron respaldando los precios del petróleo. Las tensiones se mantuvieron altas en Medio Oriente luego de informes de que Hamás había designado a Yahya Sinwar como su nuevo líder, lo que podría amenazar el suministro regional de petróleo. Además, el campo petrolero más grande de Libia, Sharara, anunció que había reducido gradualmente la producción debido a "circunstancias de fuerza mayor" resultantes de las protestas.
Noticias locales: el país hoy.
En el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA, la mediana de los participantes estimó una inflación para julio de 3,9% m/m, un punto porcentual menos que la estimación anterior. Para el período de agosto a diciembre, proyectaron un ritmo promedio de 3,8% m/m, frente al 4,6% m/m de la encuesta anterior, lo que implicaría que el año finalizaría con un alza del IPC de 127%, 10 pp menos de lo estimado hace un mes. Para los próximos doce meses, la mediana de los analistas estima una inflación del 57%. En cuanto al tipo de cambio oficial, la mediana de las proyecciones se ubicó en $942,5 para el promedio de agosto de 2024, implicando una suba mensual promedio de 2,0%. Para diciembre, se pronostica una paridad de $1.088,2, un 69% más alta en comparación con el promedio de diciembre de 2023. Respecto al PBI, no modificaron sus estimaciones, previendo una caída de 3,7% para este año, mientras que para 2025 estiman un crecimiento de 3,2% i.a.
En el mercado cambiario, el BCRA registró compras netas por USD 17 M. En lo que va de agosto, la autoridad monetaria acumula compras por USD 113 M. Por otro lado, el stock de reservas internacionales se redujo en USD 882 M, cerrando en USD 27.311 M debido al pago de intereses al FMI por USD 677 M.
El dólar oficial aumentó diariamente un 0,1% hasta $936,4. Esto significa un ritmo de devaluación mensualizado de 1,9%, que se aceleró desde el 0,8% del lunes. En los últimos cinco días hábiles, la devaluación corrió a una TEM de 1,9%, mientras que en lo que va de agosto, se mantuvo en una TEM de 2,0%.
Los dólares financieros operaron a la baja. El MEP con AL30 cayó un 0,6% hasta alcanzar los $1.339, mientras que el CCL disminuyó un 0,5% hasta $1.334. De esta manera, sus brechas con el dólar oficial se sitúan en 43% y 42%, respectivamente.
Durante la jornada de ayer, los contratos de futuro de dólar cayeron un 1,1%. Las mayores caídas se registraron en los contratos de junio (-1,8%), mayo (-1,6%) y abril (-1,6%). De este modo, la devaluación implícita se ubica en el 3,5% mensual promedio hasta junio de 2025.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una rueda mayormente negativa. Los bonos CER se incrementaron un 0,4%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró con una baja de 0,3%, mientras que las lecaps experimentaron un alza de 0,2%. Por su parte, los duales registraron una pérdida de 1,7% y los DLK marcaron una caída de 0,8%.
Los bonos soberanos en hard-dollar ganaron 1,3%, acumulando una pérdida de 0,3% en las dos ruedas de la semana y no lograron revertir completamente las caídas del lunes. De esta manera, las paridades promedian el 44,8% y el riesgo país se mantuvo en 1.639 pb. Por su parte, los BOPREAL del BCRA ganaron un 1,1%.
En cuanto a las acciones, el Merval marcó una importante suba de 3,4% en pesos y de 4,5% medido en dólares CCL, cerrando la rueda en USD 1.120. Con esto, el Merval compensó la caída del lunes y en la última semana acumula un alza de 4,0% en pesos y de 0,6% en dólares. En lo que refiere a la rueda de ayer, los tres papeles con mejor performance en pesos fueron BBVA (+6,8%), Transportadora Gas del Sur (+6,7%) y Sociedad Comercial del Plata (+5,8%). En tanto que no se registraron caídas en el panel líder.
Noticias globales: el mundo hoy.
Luego de tres ruedas de fuertes bajas en las que los principales índices de bolsa habían borrado gran parte de las ganancias acumuladas en el año, en la jornada de ayer los mercados globales tuvieron un mejor desempeño y el índice VIX bajó hasta 28 puntos. El Dow Jones subió 0,8%, el S&P 500 0,9% y el Nasdaq 1%, apoyados en buenos datos económicos que alejaron los temores de recesión en EE. UU. Todos los sectores terminaron en verde, con el inmobiliario y el tecnológico liderando las ganancias. Entre megacaps, Nvidia subió un 4,3% después de perder un 6,4% en la sesión del lunes, Microsoft ganó un 1,1%, Meta avanzó un 3,8% y Tesla 0,9%. La distensión en el mercado volvió a presionar sobre los rendimientos de los bonos del Tesoro, que se recuperaron de la fuerte caída del lunes: la UST2Y subió 11 pb y cerró en 4,0% en tanto que la UST10Y aumentó 12 pb hasta 3,89%, lo que empujó a la baja a todos los índices de renta fija. Las probabilidades de un recorte de tipos de 50 puntos básicos por parte de la Reserva Federal para septiembre rondan el 72%, en comparación con casi el 85% el lunes.
El índice del dólar DXY subió 0,3% hasta 103,1 el martes, después de perder 1,4% en las dos sesiones anteriores, logrando una leve apreciación frente al yen que cerró la rueda en USDJPN 144.
En cuanto a los datos económicos, el déficit comercial de EE. UU. se redujo a USD 73.100 M en junio de 2024 desde el máximo revisado de 20 meses de USD 75.000 M del mes anterior, pero quedó por encima de las expectativas del mercado de un déficit comercial de USD 72.500 M. Las exportaciones aumentaron un 1,5% m/m hasta USD 265.900 M, mientras que las importaciones subieron 0,6% m/m hasta USD 339.000 M. Entre los diferentes países, el déficit con China cayó en USD 1.600 M hasta USD 22.300 M.
¿Qué conclusiones podemos sacar de la sobrerreacción del mercado?
CURVAS EN PESOS
Dollar-linked: comprime el spread corporativo, gana atractivo el sintético
En mayo de este año, publicamos un informe (Desarbitrajes en dollar-linked) en el que recomendamos comprar instrumentos dollar-linked corporativos, que lucían desarbitrados contra sus pares soberanos. En ese momento, era posible adquirir obligaciones de empresas de primer nivel como Pampa, Panamerican, Vista e YPF a TIR cercanas a devaluación +5,3%; que ofrecían un premio de diez puntos contra las TIR de devaluación -4,9% que ofrecían los bonos del Tesoro.
Esta estrategia resultó sumamente exitosa, aunque todavía tiene recorrido. Desde que se publicó dicho informe, nuestra selección de FCI corporativos ofreció un retorno directo de 12,5%; más de cuatro puntos por encima del 8,2% que ganó el bono dollar-linked a marzo de 2025 (TV25). Así, superó también a las lecaps a 2025, que en este mismo plazo obtuvieron ganancias de alrededor de 4,4%..
De esta forma, las TIR corporativas comprimieron significativamente y en este momento cotizan en torno a devaluación -5,4%. Las TIR de los bonos del Tesoro tuvieron un movimiento similar, aunque en menor magnitud, y se encuentran actualmente en torno a devaluación -10,9%. Con esto, el premio corporativo se mantiene elevado en 5,5%.
El desacople contra los bonos soberanos es todavía más pronunciado en los futuros de dólar en Rofex, que en el último tiempo fueron sobrecastigados en comparación con los bonos atados al dólar. A modo de ejemplo, desde que publicamos la nota el futuro de dólar a marzo subió tan solo 1,9%, contra casi 8,2% del bono del Tesoro al mismo plazo.
Como consecuencia de esto, hay una divergencia entre las historias que cuentan ambos instrumentos: los bonos señalan una devaluación mensual promedio de 5,5% hasta marzo de 2025, contra una devaluación promedio de 4,0% de los futuros de Rofex.
Esto es un reflejo evidente de que hoy los futuros son la alternativa más barata que ofrece el mercado para cubrirse contra la variación del dólar oficial. En vista de esto, vemos valor en construir sintéticos dollar-linked que hoy ofrecen una TIR de devaluación +0% a principios de 2025. Dicho instrumento se construye a través de la compra de futuros de dólar y de lecaps a plazos idénticos.
¿Cómo funciona un sintético dollar-linked? Por un lado, se compra un contrato por USD 1.000 para fijar el tipo de cambio a un plazo determinado. Por el otro, se compra una lecap a ese mismo plazo, por el monto que nos permita comprar estos USD 1.000 al tipo de cambio que fijamos.
Ilustramos esto con el futuro de dólar a marzo 2025, que cotiza en $1.275. Para comprar USD 1.000, necesitaremos $127.500 para fines de marzo del 2025. Podemos separar estos pesos en la lecap S31M5 que vence en dicha fecha. La letra del Tesoro paga $155,58 por cada 100 VNO que compremos, por lo que para cobrar $127.500 será necesario comprar 819,514 VNO. A su precio actual de $114, eso representa una inversión inicial de $93.181. Con el dólar oficial en $936, esta inversión inicial equivale a invertir USD 997 al dólar oficial; para recibir USD 1.000 a fines de marzo (independientemente del tipo de cambio a dicha fecha). La TIR de esta operación es de 0,4%; un premio de quince puntos contra el bono TV25 al mismo plazo (que cotiza en TIR -14,6%).
Como contracara de su elevada tasa, el sintético está expuesto a un riesgo mark-to-market. Mientras la lecap se cobra a vencimiento, el futuro de dólar se concilia diariamente por las variaciones en el precio del contrato. Aunque estas diferencias se compensan a vencimiento, el valor tiempo del dinero puede jugar a favor o en contra. Por un lado, las variaciones negativas deben ser cubiertas tomando un costo de oportunidad con efectivo propio o por caución y pagando tasa. Por el otro, las variaciones positivas representan un flujo a favor que puede ser capitalizado en un fondo money market o en cualquier otro instrumento.
Para que el sintético a marzo empate contra el TV25, el precio del contrato de futuro debería caer hasta un 8% hasta $1.180 en el primer día de la operación, asumiendo que las tasas de caución se mantengan en TNA 35% a lo largo del período. Vemos en esto una señal de robustez en el trade, ya que este precio representa una devaluación promedio de 3,1% hasta principios del año que viene; lo que implica que el mercado descarte en el corto plazo cualquier riesgo cambiario al año que viene.
Estrategia en pesos
La carrera entre los distintos tipos de instrumentos en pesos luce muy ajustada, por lo que mantenemos nuestra recomendación de diversificar entre dollar-linked, CER y tasa fija, aunque con mayor ponderación en las dos primeras curvas.
Recomendación: 25% FCI dollar-linked corporativos* (devaluación -5%) + 25% sintéticos dollar-linked a 2025 (devaluación +0%) + 30% TZX25 (CER +12%) + 20% S28F5 (TEM 4,0%).
CURVAS EN DÓLARES
Soberanos hard-dollar: cómo impacta el contexto global a la Argentina
El lunes 5 de agosto, los mercados bursátiles globales experimentaron una de sus jornadas financieras más negativas desde el inicio de la pandemia, debido a la incertidumbre en torno a la economía estadounidense y al incremento de las tasas de interés en Japón. Sin embargo, la caída del mercado fue breve y, al día siguiente, la bolsa japonesa recuperó terreno con un incremento del 10%, superando incluso los niveles previos a la caída.
A pesar de que la caída del mercado resultó ser una falsa alarma, este evento subraya el elevado riesgo global que afecta a los bonos argentinos. Un entorno global adverso podría llevar a los inversores a reducir su exposición al riesgo emergente, impactando especialmente a los bonos argentinos, que tienen una alta volatilidad (high beta).
Aunque mantenemos la vigilancia sobre este riesgo, consideramos que el mercado ha sobrerreaccionado a los eventos recientes. Las perspectivas económicas continúan siendo positivas, con un nivel de actividad y de inflación que se dirige hacia un soft landing. Esta tendencia es favorable para Argentina en el mediano y largo plazo.
El país necesita condiciones de financiamiento globales más favorables para refinanciar su deuda en condiciones normales. La tasa actual de la Reserva Federal de EE. UU. del 5,25% impone un costo elevado al acceso al crédito, especialmente en el contexto del alto riesgo país de Argentina, que se sitúa en 1.600 pb.
De todas formas, el panorama internacional sigue siendo negativo a corto plazo debido a la mala dinámica de los precios de los commodities y a las monedas emergentes. La semana pasada, la soja cerró en USD 378 por tonelada, el nivel más bajo desde octubre de 2020. Además, el real brasileño cotiza en 5,72 USDBRL, el valor más alto desde principios de 2021. Este escenario ejerce presión sobre las reservas argentinas, desincentivando la liquidación de exportaciones y reduciendo la competitividad del peso frente a nuestro principal socio comercial.
Recomendación: de esta forma, las perspectivas globales coinciden con nuestra visión local: negativas a corto plazo, positivas a largo plazo. Recomendamos limitar la compra de bonos solo a los inversores dispuestos a asumir riesgos elevados en el corto plazo. Dentro de las opciones disponibles, sugerimos una mayor ponderación del GD35 debido a su menor paridad.
BOPREAL
Seguimos sin ver atractivo en la deuda del BCRA, que no logra compensar las mayores tasas que ofrecen sus pares del Tesoro.
Donde sí vemos valor es en el BPOA7, que cotiza en TIR 24%. El strip A luce atractivo a esta tasa elevada, dado su vencimiento cercano en el tiempo (abril 2025) y el hecho de que puede precancelarse en pesos (por lo que debería mantenerse ajeno a la dinámica de las reservas). Así, el strip corto de la Serie 1 se presenta como una alternativa conservadora, de alto rendimiento y baja correlación al riesgo del resto de los instrumentos.
Recomendación: como alternativa defensiva, vemos atractivo en el BPOA7, en TIR 24%, que pueden precancelarse en pesos al dólar MEP de abril 2025.
Provinciales
Los créditos provinciales resistieron con éxito el lunes negro de los mercados internacionales y en promedio cayeron un 0,2%. Las mayores caídas estuvieron en Buenos Aires 2037 A (-0,9%) y en Ciudad de Buenos Aires 2027 (-0,9%).
Mantenemos una estrategia conservadora, que apunte a aprovechar las tasas históricamente altas a través de créditos con buenos fundamentals, especialmente aquellas que puedan capitalizar el fuerte crecimiento de recaudación generado por regalías e ingresos brutos por el desarrollo de Vaca Muerta.
Recomendación: Córdoba a 2029 (TIR 15%) y 2027 (TIR 15%); Chubut 2030 (TIR 12%) y Neuquén no garantizado al 2030 (TIR 12%).
Corporativos
Recomendación: seguir limitando las posiciones en bonos corporativos a aquellos emitidos bajo ley Nueva York. Telecom 2026 (TLC1D) en TIR MEP 8,2%, YPF 2029 (YMCID) en TIR MEP 8,9%; Mastellone 2026 (MTCGD) en TIR MEP 7,8%, Aeropuertos Argentina al 2031 (ARC1D) en TIR MEP 8,0%. Para inversores grandes en el extranjero, recomendamos los riesgos de Transportadora Gas del Sur a 2031 (ticker TSC3O; TIR Cable 8,5%) y Pampa 2027 (ticker MGC1O; TIR Cable 8,0%).
Un cambio de ciclo está en puertas: de las grandes tecnológicas a las small caps.
Comencemos con un poco de perspectiva. En el mercado existe una relación riesgo-rendimiento inevitable: los activos que más rinden son también los más volátiles. No hay escapatoria, si se desea obtener un rendimiento más alto, se debe pagar el precio de una mayor volatilidad.
Las empresas de pequeña capitalización, popularmente conocidas como Small Caps, experimentan mayores fluctuaciones de precio que las empresas grandes y consolidadas. Es por esto que, en el largo plazo, existe un premio de rendimiento para el segmento Small Cap.
En concreto, las Small Caps retornaron un 12,7% anual en los últimos 50 años, superando a las grandes empresas incluidas en el índice S&P 500, que rindieron 11,3% anual en igual lapso.
Ahora bien, durante los últimos 10 años, el índice S&P 500 subió 231%, mientras que el índice S&P Small Cap 600 se quedó atrás, con un retorno de 140%. Es decir, el histórico premio por pequeña capitalización se transformó en un castigo.
Esto se debió al ascenso de las grandes tecnológicas. Puntualmente, a un grupo de 6 empresas altamente competitivas que logró un crecimiento exponencial, explicando la mayor parte del rendimiento del S&P 500 (ver cuadro a continuación).
El rezago de las Small Caps se intensificó a partir de 2022, momento en el cuál los avances de la inteligencia artificial generaron un renovado auge en las grandes tecnológicas.
Esta tendencia fue amplificada por la precipitada suba de tasas de la Reserva Federal, que incrementó el costo del dinero desde 0% en 2022 hasta 5,5% en 2023.
Las mayores tasas de interés beneficiaron a empresas consolidadas con amplia disponibilidad de caja al tiempo que cerraron el acceso al crédito para las empresas pequeñas, caracterizadas por mayores niveles de endeudamiento.
Del mismo modo que la suba de tasas perjudicó a las Small Caps, una baja de tasas las beneficiaría. Es por ello que, a medida que aumenta la certeza de un primer recorte de tasas en septiembre, comienza a ganar relevancia el trade de la gran rotación. Esta estrategia consiste en migrar posiciones desde empresas consolidadas hacia Small Caps.
La gran rotación tiene entonces dos sólidos fundamentos. Por un lado, el largo y pronunciado rezago de las Small Caps frente al S&P 500. Por otro lado, el inminente inicio del proceso de recorte de tasas por parte de la Reserva Federal.
Reminiscencias de la crisis punto-com
La burbuja punto-com presenta un punto de referencia interesante sobre la forma en que un rezago de las Small Caps puede traducirse en oportunidad.
Si bien existen importantes diferencias de valuación y rentabilidad en las empresas que conformaban el índice S&P 500 en aquel entonces respecto de la actualidad, también existe un punto en común: la vorágine generada alrededor de una tecnología disruptiva. A fines de los 90s era internet, en la actualidad es la inteligencia artificial.
Entre 1994 y finales del año 2000, el S&P 500 subió 271%, impulsado por el avance de las empresas vinculadas a internet y la llamada nueva economía. Ello se tradujo en elevados múltiplos de valuación para el S&P 500 y en un reducido interés por las tradicionales Small Caps, que subieron en menor medida.
No obstante, a finales del año 2000 las valuaciones llegaron a su techo y la burbuja punto-com comenzó su precipitado final. En aquel entonces se produjo una importante migración hacia Small Caps, lo que les permitió seguir subiendo en un contexto de crisis y corrección del mercado de valores en general.
Para finales de 2004 el premio por pequeña capitalización se hizo presente, y las Small Caps terminaron acumulando un retorno del 267% en 10 años, superando al S&P 500, que subió 215% en igual lapso.
Conclusión
Todo indica que estaríamos en el umbral de un cambio de ciclo en los mercados financieros. Después de una década dominada por las grandes tecnológicas, las empresas de pequeña capitalización se presentan como una atractiva oportunidad de inversión. Con la expectativa de una reducción de tasas de interés por parte de la Reserva Federal, estas empresas, que han estado rezagadas debido al alto costo del crédito, podrían beneficiarse significativamente. La combinación de su actual rezago y la posible flexibilización monetaria crea un entorno propicio para considerar una rotación de inversiones hacia estas compañías, replicando el patrón observado tras la burbuja punto-com.
Noticias locales: el país hoy.
En el mercado cambiario, el BCRA registró ventas netas por USD 24 millones. En las tres primeras ruedas de agosto, la autoridad monetaria acumuló compras netas por USD 96 millones, comparado con los USD 57 millones de julio. Por otro lado, el stock de reservas internacionales del BCRA aumentó en USD 624 millones, alcanzando un total de USD 28.193 millones.
El dólar oficial aumentó diariamente un 0,1% hasta $935,8. Esto significa un ritmo de devaluación mensualizado de 0,8%, desacelerándose desde el ritmo de 5,5% observado el jueves. En los últimos cinco días hábiles, la devaluación se corrió a una TEM de 1,9%, mientras que en lo que va de agosto la TEM es de 2,0%.
Los dólares financieros operaron al alza debido al mal contexto externo. El MEP con AL30 subió un 3,6% hasta alcanzar los $1.347, mientras que el CCL trepó un 3,1% hasta $1.341. De esta manera, sus brechas con el dólar oficial se sitúan en 44% y 43%, respectivamente.
Los contratos de futuro de dólar cayeron un 0,9%. Las mayores subas se registraron en los contratos de agosto (+0,1%), mientras que las mayores caídas se observaron en los contratos de junio (-1,8%), mayo (-1,5%) y abril (-1,5%). De este modo, la devaluación implícita se ubica en el 3,6% mensual promedio hasta junio de 2025.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una rueda positiva. Los bonos CER se incrementaron un 0,8%. En la curva de tasa fija, tanto el TO26 como las lecaps no presentaron fluctuaciones significativas. Por su parte, los duales registraron una ganancia de 1,6% y los DLK dominaron la rueda, marcando una suba de 1,7%.
Los bonos soberanos hard-dollar iniciaron la rueda con caídas en torno al 4,0%, las cuales lograron revertir parcialmente hasta cerrar con una pérdida de 1,6%. De esta forma, la curva argentina se comportó en línea con la de los países emergentes comparables, que cayeron 1,4% en promedio. Así, acumulan una caída de 5,3% en lo que va del mes y el riesgo país aumentó en 89 puntos base hasta los 1.639 puntos. Por su parte, los BOPREAL del BCRA tuvieron una caída similar y perdieron 1,2% en la rueda de ayer. Finalmente, los bonos corporativos y subsoberanos resistieron exitosamente el mal contexto y cayeron tan solo 0,2% en la rueda de ayer.
En cuanto a las acciones, el Merval marcó una caída de 1,9% en pesos y de 2,4% medido en dólares CCL, cerrando la rueda en USD 1.053. Con esto, el Merval acumula una caída de 25% desde el máximo de USD 1.400 de mayo y una ganancia de 6% en lo que va del año. En lo que refiere a la rueda de ayer, los tres papeles con mejor performance en pesos fueron Transener (+3,5%), Transportadora Gas del Sur (+0,9%) y Transportadora Gas del Norte (+0,5%). En tanto que las principales caídas estuvieron en BYMA (-6,8%), Sociedad Comercial del Plata (-5,8%) y Aluar (-5,3%).
Noticias globales: el mundo hoy.
Siguiendo con la tendencia de la semana pasada, los mercados globales arrancaron la semana con caídas fuertes y generalizadas, siendo una de las peores jornadas financieras desde la pandemia, con el índice VIX subiendo a 38 pb –había superado los 60 pb durante la jornada–, el nivel más alto desde octubre de 2020. El mal humor de los inversores se apoyó en los temores de recesión de la economía americana, el rápido desmantelamiento del carry trade del yen japonés y las dudas sobre la dinámica de las empresas tecnológicas luego de haber alcanzado valuaciones máximas. La jornada fue de peor a mejor ya que, a medida que avanzaba la rueda, la publicación de indicadores de EE. UU. dejó evidencia de que el riesgo de recesión era exagerado. Con todo esto, el Dow Jones y el S&P 500 cayeron 2,6% y 3%, respectivamente, mientras que el Nasdaq fue el más golpeado con un retroceso de 3,4%. En los últimos 30 días, el Nasdaq se desplomó más de 12% y en el año sube 6,3%, cediendo el primer lugar al S&P 500, que anotó un alza de 8,9%. Las acciones tecnológicas de megacapitalización que lideraron el repunte de este año fueron las que más cayeron el lunes, incluidas Nvidia (-6,4%), Microsoft (-3,3%) y Tesla (-4,2%). Apple también cayó un 4,8% después de que Berkshire Hathaway, de Warren Buffett, redujera a la mitad su participación en el fabricante del iPhone.
Con este marco de fondo, los rendimientos de los bonos del Tesoro se derrumbaron, llegando al nivel más bajo en un año. Los operadores ahora están descontando casi 115 puntos básicos de recortes de tipos este año, y las probabilidades de una reducción de 50 puntos básicos en septiembre se sitúan en casi el 92%, en comparación con alrededor del 12% la semana pasada. La USDT2Y cerró en 3,89% y la UST10Y en 3,78%. Esto le dio impulso al índice de bonos del Tesoro, que se diferenció del resto de los activos financieros al anotar un alza de 0,1%, mientras que los índices de renta fija corporativa tuvieron caídas de 0,3% y 0,6%, y los bonos emergentes perdieron 1,0%.
El PMI de servicios de ISM en EE. UU. aumentó a 51,4 en julio de 2024 desde el mínimo de abril de 2020 de 48,8 en el mes anterior y por encima de las expectativas del mercado de 51, lo que indica un repunte en la actividad de servicios. Los nuevos pedidos repuntaron (52,5 frente a 47,3 en junio), impulsando la actividad empresarial (54,5 frente a 49,6) y la cartera de pedidos (50,6 frente a 44). Además, los niveles de empleo de los proveedores de servicios aumentaron por segunda vez este año (51,1 frente a 46,1), desafiando el débil informe sobre empleo que generó grandes preocupaciones sobre la salud de la economía estadounidense. Aun así, el indicador de precios del ISM se aceleró aún más (57 frente a 56,3). El PMI compuesto se revisó a la baja a 54,3 en julio de 2024, desde la estimación preliminar de 55 y una ligera disminución desde el 54,8 de junio. La lectura revisada aún señaló una sólida expansión mensual en la actividad empresarial del sector privado, liderada por el sector servicios, mientras que la producción manufacturera aumentó sólo marginalmente.
El índice del dólar cayó 0,5% hasta ubicarse en 102,5, el nivel más bajo de los últimos siete meses. El yen japonés fue la moneda que más se apreció, cerrando la jornada en USDJPY 144, 1,6% más bajo que el viernes y 10% menos que un mes atrás.