Noticias globales: el mundo hoy.
Las acciones en EE. UU. tuvieron una jornada estable, en medio de crecientes preocupaciones sobre las tasas de interés y resultados mixtos de ganancias. El S&P 500 y el Dow Jones terminaron marginalmente a la baja, en tanto el Nasdaq ganó un 0,1%. La incertidumbre persiste, mientras el mercado evalúa el ritmo de recortes de tasas por parte de la Fed frente a una economía resiliente y un déficit fiscal en aumento. Algunos sectores, como el de bienes de consumo básico, mostraron subas, aunque el industrial se rezagó, con GE Aerospace cayendo un 8,1% debido a problemas de suministro. Los constructores de viviendas también enfrentaron dificultades, con acciones sensibles a las tasas como Lennar y D.R. Horton cediendo más del 3%. Entre los principales motores de las ganancias, General Motors subió un 9,8% tras superar las estimaciones. Por su parte, Verizon bajó un 5% debido a una pérdida de ingresos, y Lockheed Martin retrocedió un 6,2% luego de reportar ventas decepcionantes. Los inversores mantienen la atención en los próximos informes de ganancias de Tesla, Coca-Cola y Honeywell.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro alcanzaron el 4,22%, su punto más alto desde julio, antes de retroceder ligeramente, a medida que los operadores reevaluaban la trayectoria de las tasas de la Fed. En este contexto, el dólar continuó fortaleciéndose, con el DXY subiendo un 0,1% y superando los 104 puntos, manteniéndose en sus máximos desde principios de agosto.
Los futuros del petróleo crudo WTI avanzaron un 2,1%, cerrando el martes en USD 72 por barril, con un alza por segunda sesión consecutiva, ya que los operadores descontaron la probabilidad de un alto el fuego en Oriente Medio y dirigieron su atención al equilibrio entre la oferta y la demanda global. Las recientes medidas de estímulo de China, incluido un recorte de las tasas de interés de referencia, brindaron cierto apoyo a los precios del petróleo. Sin embargo, persisten preocupaciones a largo plazo sobre la demanda de crudo en el gigante asiático, ya que se espera que un crecimiento económico más lento y el avance de los vehículos eléctricos limiten la demanda futura. Por otro lado, las reservas estadounidenses también están bajo la lupa, con la atención centrada en el próximo informe de la EIA. Los inventarios de crudo en el centro de Cushing, Oklahoma, han aumentado durante cuatro semanas consecutivas, la racha más prolongada desde marzo.
En el marco de la reunión de otoño, el FMI actualizó su informe de Perspectivas de la Economía Mundial (WEO) manteniendo la estimación de crecimiento global para este año en 3,2% i.a., pero aumentando la proyección para 2025 a 3,3%, frente al 3,2% estimado en julio. El organismo advirtió sobre los riesgos que se avecinan, como los conflictos y el proteccionismo comercial, aunque elogió a los bancos centrales por controlar la inflación sin causar recesiones. En cuanto a las economías, corrigió al alza la proyección del PBI de EE.UU., que se espera crezca 2,8% i.a. en 2024 –2 pb más de lo previsto en julio– impulsado por el consumo y la inversión no residencial, mientras que para 2025 se estima que crezca un 2,2% i.a. Con relación a la Eurozona, se espera un crecimiento modesto de apenas 0,8% i.a. en 2024 y de 1,2% i.a. en 2025. Respecto a China, tras un crecimiento de 5,2% i.a. en 2023, el FMI estima una expansión de 4,8% i.a. –por debajo del objetivo del gobierno– y de 4,5% i.a. para 2024 y 2025, respectivamente. Japón tuvo la corrección más significativa al reducir su perspectiva de crecimiento para este año a solo 0,3% i.a. –frente al 0,7% i.a. previsto en la publicación anterior–, aunque se espera que acelere a 1,1% i.a. en 2025. Por su parte, India seguirá siendo la economía con mejor desempeño, con previsiones de expansión de 7,0% i.a. en 2024 y 6,5% i.a. en 2025. A su vez, Latinoamérica mantendría un desempeño mediocre, con un alza del PBI de apenas 2,1% i.a. en 2024 y 2,5% i.a. en 2025, impulsada principalmente por Brasil, que crecería al 3,0% i.a. en 2024 y 2,2% i.a. en 2025.
Noticias locales: el país hoy.
El Gobierno anunció la disolución de la AFIP y la creación de la Agencia de Recaudación y Control (ARCA), cuyas funciones serán asumidas por dos nuevas entidades: la Dirección General Impositiva (DGI) y la Dirección General Aduanera (DGA). Aunque no supone un cambio inmediato en la política tributaria, esta medida forma parte de la reestructuración del Estado, cuyo objetivo es simplificar la administración fiscal y aduanera.
En el mercado cambiario, el BCRA adquirió USD 23 M diarios, manteniendo 16 ruedas consecutivas con saldo positivo. En lo que va de octubre, la autoridad monetaria acumula compras por USD 900 M. No obstante, este buen desempeño en el mercado cambiario no se reflejó en las reservas brutas, que en la última jornada cayeron USD 164 M, ubicándose en un stock bruto de USD 28.323 M.
El dólar oficial subió 53 centavos diarios, alcanzando los $984,42. De esta manera, el ritmo de devaluación mensualizado es de 0,6%, desacelerándose considerablemente respecto al 6,6% registrado el viernes pasado. En la última semana, la devaluación se ubicó en una TEM de 1,9%, mientras que en lo que va de octubre, la TEM es de 2,0%.
Los dólares financieros operaron mixtos. El MEP con GD30 aumentó un 0,2%, ubicándose en $1.165, mientras que el CCL cerró en $1.194, cayendo un 0,2%. De esta forma, las brechas con el dólar oficial se sitúan en 18% y 21,3%, respectivamente.
Durante la jornada de ayer, los contratos de futuro de dólar perdieron un 0,7%. Las mayores caídas se registraron en los contratos de junio (-1,3%), julio (-1,4%) y agosto (-1,2%). Así, la devaluación implícita se ubica en un 2,6% mensual promedio hasta agosto de 2025.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una rueda al alza. Los bonos CER ganaron un 0,1%. En la curva de tasa fija, el TO26 subió 0,9%, mientras que las Lecaps marcaron un alza de 0,6%. Por su parte, continuando con la tendencia de las últimas semanas, los DLK bajaron un 0,9%.
El rally argentino sigue dando señales de agotamiento: los bonos soberanos en hard-dollar perdieron un 0,7%, acumulando una caída del 1,9% en las últimas cinco ruedas. Con esto, el riesgo país subió 5 pb hasta los 1.101 pb. Por su parte, los BOPREAL del BCRA retrocedieron un 0,3%, con una baja total del 1,6% en el mismo período.
En la rueda de ayer, el Merval aumentó un 0,2% en pesos y un 0,5% en dólar CCL, cerrando la jornada en USD 1.529. El mayor impulso provino de Banco Supervielle (+2,1%), Transportadora Gas del Sur (+2,0%) y Sociedad Comercial del Plata (+1,8%). En el lado opuesto, las acciones de Telecom (-2,2%), Ternium (-1,7%) y Holcim (-1,6%) fueron las que más retrocedieron. Con este resultado, durante los últimos cinco días, el Merval acumuló una ganancia de 1,2% en pesos y 0,4% en dólares.
Noticias globales: el mundo hoy.
Los mercados globales comenzaron la semana con bajas en una jornada en la que los rendimientos de los bonos del Tesoro alcanzaron su nivel más alto desde fines de julio, lo que presionó a la baja las acciones de consumidores y constructores de viviendas.
En cuanto a los rendimientos de los bonos del Tesoro americano, todos los tramos operaron al alza. La UST2Y subió 7 pb y cerró en 4,02%, mientras que la UST10Y escaló 11 pb hasta 4,18%, alcanzando un nuevo máximo desde julio. Los operadores están reduciendo sus expectativas sobre recortes agresivos de tasas por parte de la Fed, luego de una serie de datos económicos sólidos en EE.UU., incluyendo las ventas minoristas y el informe de empleo, en tanto persiste la incertidumbre en torno a las elecciones presidenciales. El presidente del Banco de la Fed de Kansas City, Schmid, se mostró a favor de un ritmo más pausado de reducciones en las tasas, coincidiendo con el presidente de la Fed de Minneapolis, Kashkari, y el presidente de la Fed de Dallas, Logan, quienes ven la necesidad de recortes modestos y graduales. En el plano político, un posible triunfo de Donald Trump incrementa la preocupación sobre el aumento de los déficits federales y la inflación, lo que podría tener un impacto negativo en los bonos del Tesoro. Las probabilidades de un recorte de 25 pb en la tasa de referencia de la Fed en la reunión de noviembre se sitúan en el 87% y para diciembre en el 65% –ligeramente por debajo de la semana anterior, de más del 90% y 70%, respectivamente–, mientras que subieron las chances de que la tasa se mantenga estable.
En cuanto a la renta variable, el S&P 500 cayó un 0,2%, el Dow Jones retrocedió un 0,8%, mientras que el Nasdaq 100 subió un 0,2%. Los constructores de viviendas y las megacapitalizaciones sufrieron caídas, aunque Nvidia ganó un 4,1%, alcanzando un nuevo récord. Los constructores FirstSource (-5,2%) y Lennar (-4,3%) registraron descensos significativos. Por otro lado, Tesla (-0,8%) generó expectativas en el mercado antes de la publicación de su próximo informe de ganancias, pese a la decepción por su reciente presentación de robotaxi. Las acciones de Boeing subieron un 3,1% tras el anuncio de un acuerdo sindical tentativo. Esta semana se esperan los principales informes de ganancias de empresas como Tesla, Coca-Cola y GE Aerospace. Hasta el momento, el 79% de las compañías que han informado resultados del tercer trimestre han superado las expectativas. En este contexto, el índice dólar DXY se fortaleció un 0,5%, con aumentos del 0,5% frente al euro y la libra, y del 0,9% frente al yen japonés, que terminó la jornada por encima de USDJPY 150, el valor más alto de los últimos tres meses.
Los precios de los commodities operaron de manera mixta, destacándose las subas del petróleo y la soja, mientras que el cobre registró un leve retroceso. El WTI aumentó un 2%, cerrando en USD 70 por barril, ya que los inversores siguen atentos a posibles interrupciones en el suministro debido a las tensiones en Medio Oriente. En cuanto a la soja, tras la fuerte caída de la semana pasada, recuperó un 1%, finalizando la jornada en USD 360 por tonelada. Por su parte, el cobre perdió un 0,5%, influenciado por la baja en la bolsa de China.
Respecto a China, el Banco Popular de China (BPC) anunció ayer una reducción de 25 pb en los tipos de interés de su facilidad principal de préstamo a 1 y 5 años –considerados de referencia para los créditos al consumo y las hipotecas, respectivamente–, cumpliendo con las expectativas del mercado. Así, la tasa para los préstamos a un año pasará del 3,35% al 3,10%, mientras que la de los préstamos a cinco años se reducirá al 3,60% desde el 3,85%. Además, la entidad implementó un mecanismo de intercambio destinado a apoyar la actividad del mercado de valores, intercambiando activos por valor de 50.000 millones de yuanes con aseguradoras, firmas de valores e inversores institucionales. A pesar de estas medidas, la bolsa de China volvió a mostrar resultados negativos, iniciando la semana con una caída del 1,2%.
Se ha creado un entorno atractivo para los inversores, ¿cómo aprovecharlo?
CURVAS EN PESOS
Mejores perspectivas para la tasa fija
Las Lecaps continúan ofreciendo los mejores retornos en el universo de deuda en pesos. Desde nuestro último informe, las letras han brindado un retorno del 2,0%, en tanto que los bonos CER cayeron un 0,9% y los dollar-linked un 4,3%. La marcada dominancia de la tasa fija se explica porque el mercado considera cada vez más probable que el gobierno evitará una unificación cambiaria antes de las elecciones del próximo año. De esta forma, el crawling peg seguiría corriendo al 2,0%, lo que se traslada a una menor inflación.
Con esto, los breakevens están proyectando una inflación del 3,0% m/m en octubre, 2,1% m/m en noviembre y 2,1% m/m en diciembre, por lo que la inflación del 2024 cerraría en 116% i.a. contra 123% i.a. del REM. Para 2025, los breakevens anticipan una inflación promedio del 2,4% m/m en el primer semestre y del 1,9% m/m en el segundo semestre, cerrando el año en 34% i.a., contra el 43% i.a. del REM.
A estos precios, preferimos los bonos CER en el corto plazo, ya que difícilmente se dé un escenario más optimista del que ya pone en precios el mercado. En cuanto al mediano/largo plazo, estamos indiferentes entre la tasa fija y los ajustables por inflación, por lo que sugerimos tomar posiciones iguales.
En lo referente a los breakevens entre tasa fija y dollar-linked, estos siguen señalando una devaluación en torno al 3,0% m/m para los próximos doce meses. Así, preferimos evitar los instrumentos ajustables por devaluación, dado que el gobierno no muestra señales de abandonar el esquema actual.
Recomendación: sugerimos mantener bonos CER para inversiones con horizontes de corto plazo. Para inversiones de mayor plazo, la carrera entre tasa fija y CER luce bastante más ajustada. No vemos atractivo (ni por flujo ni por fundamentals) para los bonos dollar-linked. 10% T2X5 (CER +8%) + 20% TZX25 (CER +11%) + 20% TZX26 (CER +12%) + 20% S28A5 (TEM 3,7%) + 20% T17O5 (TEM 3,5%) + 10% TZV25 (Devaluación +5%).
CURVAS EN DÓLARES
Deuda soberana: ¿punto de inflexión?
En los 10 días que transcurrieron desde nuestro último informe, los bonos argentinos aflojaron su buena performance y ganaron un 0,4% en dólares. Esta leve suba fue suficiente para que el martes 15 de octubre el riesgo país tocara los 1.045 pb, marcando un nuevo mínimo desde la reestructuración de septiembre de 2020. Sin embargo, desde esa fecha, el riesgo país ha aumentado 55 pb hasta su nivel actual de 1.100 pb.
Así, el rally argentino –que se mantiene desde principios de agosto– comienza a mostrar señales de agotamiento. Esta saludable pausa en los activos argentinos ocurre en paralelo con un contexto global levemente positivo para la renta fija High Yield: desde el 9 de octubre, los créditos CCC norteamericanos comprimieron 30 pb hasta el 10,2%, y los bonos emergentes similares a los de Argentina ganaron un 0,8%. En el ámbito local, la menor suba posiblemente esté relacionada con que el ingreso de dólares por el blanqueo ya ha alcanzado su pico.
La lateralización de los precios de los bonos podría ser el inicio de una tendencia bajista en las paridades. Como mencionamos en nuestro informe anterior, los bonos argentinos tienen un comportamiento sumamente tendencial, donde caen o suben durante períodos sostenidos de tiempo. En otras palabras, si sus precios han estado subiendo o bajando, se espera que continúen en esa dirección debido a la inercia de su comportamiento pasado. Dado que en este momento los bonos ni suben ni bajan, no vemos necesidad de apresurarse a tomar ganancias.
Más allá de la dinámica de corto plazo, nos parece que en el largo plazo el riesgo país puede comprimirse aún más. En particular, gracias a que el país está llevando adelante una fuerte corrección de desequilibrios macroeconómicos. En este sentido, desde un punto de vista de fundamentals, hoy somos más optimistas que la semana pasada. En primer lugar, porque el BCRA mantiene su excelente dinámica en el MULC, comprando a un ritmo de USD 60 M por día, cuando el mercado esperaba ventas por montos similares. Además, el país sigue registrando superávits tanto fiscal como comercial, y la inflación de octubre estaría más cerca del 3,0% m/m que del 4,0% m/m.
Por supuesto, esto no significa que no existan riesgos. La buena performance del MULC tiene un componente transitorio, impulsado por el crecimiento de los préstamos en dólares gracias al blanqueo. Así, no podemos descartar que en los próximos meses el BCRA retome un ritmo de fuertes ventas netas, lo que podría reavivar la preocupación del mercado sobre la sostenibilidad de la deuda.
Por otro lado, el frente político se presenta cada vez más tenso, en un contexto de conflicto con las universidades y una actividad que no termina de repuntar. De cara a las elecciones legislativas de 2025, será clave que la imagen del Gobierno se mantenga elevada y resiliente ante el complejo panorama económico.
En lo que refiere a instrumentos específicos, nos inclinamos cada vez más el tramo corto. En los últimos 90 días, los bonos largos subieron entre 33% y 40%, mientras que los cortos ganaron entre 25% y 28%. Con esto, el ratio de paridad entre el GD30 y GD35 se encuentra en un mínimo de 1,14. Dado este abaratamiento relativo, preferimos quedarnos con los instrumentos más cortos, que ofrecen recuperar la inversión muchísimo más rápido gracias a su agresivo esquema de amortizaciones de 8% para los 2030 y de 10% para los 2029.

Recomendación: los bonos argentinos han comenzado a dar señales de desaceleración, por lo que tácticamente puede haber una oportunidad de venta. A largo plazo, las perspectivas siguen siendo positivas, dado el proceso de corrección de desequilibrios macroeconómicos que atraviesa el país. En cuanto a la selección de créditos, preferimos los instrumentos cortos a 2029 o 2030 por sobre los del tramo largo.
Deuda BCRA (BOPREAL)
En líneas generales, preferimos evitar los instrumentos del Banco Central, que ofrecen rendimientos más bajos que los del Tesoro, a cambio de una protección jurídica similar a la de los Bonares y peor que la de los Globales.
En particular, sugerimos tomar ganancias del BOPREAL Serie 2 BPJ25, que cotiza a una TIR de -2,0%; es decir, con rendimiento negativo. ¿Qué significa que la TIR sea negativa? Que cada bono comprado nos devuelve menos dólares de los que pagamos. Hoy el bono cotiza en USD 75,5, mientras que su remanente es de USD 75,0. Recomendamos aprovechar la oportunidad y venderlo para optar por: 1) Dólares MEP con TIR del 0,0%; 2) El bono garantizado de YPF a 2026 YMCHO con TIR del 3,2%; y 3) El BOPREAL 2026 BPY6D con TIR del 11,2%.
Recomendación: preferimos evitar la deuda hard-dollar del BCRA debido al alto costo de su prima en comparación con la del Tesoro. En particular, recomendamos tomar ganancias del BPJ25, que cotiza a una TIR de -2,0%. En su lugar, sugerimos rotar estas posiciones a dólar MEP, créditos corporativos o, para quienes desean mantenerse en riesgo BCRA, al BOPREAL Serie 3.
Deuda Provincial
Recomendación: con números fiscales sólidos y tasas por encima de los dos dígitos, consideramos que los bonos provinciales son hoy la mejor alternativa para dolarizarse sin exponerse a créditos de alto riesgo. Mientras que los bonos corporativos ofrecen tasas de entre 4% y 7%, es posible obtener mayores tasas a través de buenos créditos como Santa Fe 2029 (SFA27, TIR MEP 10%), Neuquén 2030 no garantizado (NDT25, TIR MEP 11%), Córdoba 2027 (CO24D, TIR MEP 13%) y Mendoza 2029 (PMM29, TIR MEP 9%).
Deuda corporativa. Auge en la emisión de Obligaciones Negociables
El 2024 ha sido un año de importante crecimiento en la colocación de deuda corporativa, tanto en el mercado local como internacional. En lo que va del año, las empresas argentinas han realizado 61 colocaciones de ONs: 53 en Argentina y 8 en Nueva York. Hasta ahora, acumulan colocaciones de deuda por USD 5.800 M, de los cuales USD 2.200 M corresponden al mercado local y USD 3.600 M al extranjero.
La emisión de nuevos créditos se aceleró significativamente en el contexto del blanqueo. Desde septiembre, se han colocado 15 nuevos instrumentos que, en total, recaudaron USD 2.000 M –más de un tercio del total colocado en el año–. Además, estas colocaciones se realizaron a menores tasas tanto en el ámbito local como global.

Al analizar las tasas de estas licitaciones, observamos que las colocaciones locales cortaron en niveles similares al resto del año. En octubre y septiembre, promediaron una TIR del 6,8%, contra niveles de entre 5,8% y 8,3% en los meses anteriores. Sin embargo, estas tasas similares se hicieron para colocaciones a plazos significativamente más largos: en promedio, la extensión de plazos en septiembre / octubre fue de 4,6 años, frente a 2,6 años en los ocho meses previos.
Por su parte, las colocaciones en Nueva York cortaron en tasas algo más bajas en comparación con el resto del año. En octubre y septiembre, promediaron una TIR del 8,2%, frente a niveles de entre 8,5% y 9,5% en los meses anteriores. Como contracara, la extensión de plazos fue algo más baja: 6,2 años contra 7,2 años. Para estos cálculos, no se tuvo en cuenta el canje internacional de deuda de Albanesi/GEMSA, ya que se dio en circunstancias muy distintas a las del resto de los instrumentos.

Los principales colocadores fueron: YPF (USD 1.700 M), PAE (USD 630 M), Telecom (USD 617 M), Pampa Energía (USD 550 M) y Transportadora Gas del Sur (USD 490 M). Aproximadamente el 75% de los fondos recibidos se habría destinado a cubrir vencimientos o recomprar emisiones cercanas, en tanto que el 25% restante se habría utilizado para la compra de bienes de capital, gastos operativos, pago de importaciones, la adquisición del HSBC por parte de Galicia, entre otros fines.
Esta gran emisión de deuda corporativa parece ser uno de los factores que explican la sorprendente performance que mantiene el BCRA en el MULC. Normativamente, la gran mayoría de las empresas emisoras tuvo que liquidar una porción de los dólares recibidos. Además, otra parte de los fondos sirvió para descomprimir la presión en el MULC, ya sea porque se utilizaron para cubrir vencimientos de deuda o para el pago de importaciones.
Desde el punto de vista del inversor argentino, las próximas colocaciones representan una buena forma de obtener rendimientos en línea con el tramo alto del mercado secundario. Actualmente, las tasas en el mercado secundario oscilan entre una TIR del 2% y 7%, mientras que en el mercado primario cortan entre el 5% y 7%.
Recomendación: en el mercado primario, esta semana nos gusta la licitación de Tecpetrol del martes 22 de octubre, para la cual sugerimos una tasa de corte de al menos 5,5%. En el mercado secundario, recomendamos Mastellone (MTCGD; TIR 6,7%) y Telecom (TLC1D; TIR 6,4%) en el tramo corto. En el tramo largo, aconsejamos Transportadora Gas del Sur (TSC3D; TIR 7,2%) e YPF Garantizada (YMCJD; TIR 7,0%).
El recorte de tasas más agresivo de lo esperado generó dudas sobre su magnitud. La actividad se mantiene dinámica, el mercado laboral se muestra sólido y la inflación ha dado señales de repunte. De a poco vuelve a estar en el radar una economía recalentada, lo que podría poner en riesgo el camino de flexibilización monetaria de la Fed y reinstalar el concepto de "Higher for longer". El dólar se fortaleció, los commodities se ajustaron y el oro alcanzó nuevos máximos históricos. Son señales de un año particular, donde las acciones siguen en alza y la renta fija no logra despegar. La volatilidad está presente y se intensifica ante el evento más esperado del año: las elecciones en EE. UU., en las que las encuestas marcan una notable paridad, aunque con más probabilidades a favor de Trump. En este contexto, seguimos prefiriendo los bonos de corta duración ante la expectativa de que las tasas largas enfrenten más presión. En renta variable, nos inclinamos por los sectores más Value y por empresas de menor capitalización, que podrán aprovechar mejor el ciclo de reducción de tasas, dado que las Mega Caps tienen valuaciones más exigentes.
El día después. El 18 de septiembre, la Fed redujo la tasa de interés en 50 pb –de 5,50% a 5,0%–, un movimiento que, aunque esperado, sorprendió por su magnitud. Powell justificó la decisión ante el "enfriamiento inconfundible" del mercado laboral y los avances en el proceso de desinflación, que lo acercaron al objetivo del 2% anual. En el marco de su mandato dual, la Fed migró su foco de atención de la inflación hacia el desempleo, que había subido de 3,5% a 4,3% entre julio de 2023 y julio de 2024. A pesar de la agresividad del recorte, Powell aclaró que la baja de 50 pb no debería tomarse como una norma –incluso la minuta de la reunión mostró que, por primera vez desde 2005, hubo una disidencia entre algunos gobernadores, que votaron por un recorte de solo 25 pb–, dado que el FOMC estima que la tasa llegará al 4,50% a fin de año, lo que implicaría dos recortes adicionales de 25 pb cada uno. ¿Cambió la dinámica del mercado con este movimiento de la Fed que inaugura un ciclo de flexibilización monetaria? Los datos económicos posteriores a la decisión mostraron una economía con signos de recalentamiento, con una sólida dinámica de empleo y presión sobre la inflación, lo que se reflejó en un aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro. La paradoja es que, en el último mes, las tasas subieron –un hecho inusual, ya que cada vez que la Fed baja la tasa, las tasas de interés suelen acompañar la tendencia–, lo que impactó negativamente en los bonos. Mientras tanto, las acciones continuaron al alza, alcanzando nuevos picos históricos, aprovechando la combinación de un buen nivel de actividad con buenos balances. En cambio, en el caso de la renta fija, los principales índices retrocedieron ante un mercado que ajustó sus expectativas hacia un escenario de tasas de interés más altas. El dólar se fortaleció, el oro continuó batiendo récords y los commodities mostraron alta volatilidad ante la tensión en Medio Oriente y las noticias sobre el plan de estímulo monetario y fiscal de China, que inicialmente generaron expectativas, pero luego dejaron a los inversores con un sabor a poco. ¿Exageró la Fed con el último movimiento?¿Vuelven los fantasmas sobre más presiones inflacionarias? ¿Llegará el soft landing o regresamos a un escenario de "reflation"? A pesar de los buenos resultados que este contexto generó en las carteras globales, la volatilidad siguió siendo una de las principales protagonistas y tendrá un nuevo capítulo con la definición de las elecciones presidenciales en EE. UU., donde las encuestas muestran una fuerte paridad, aunque con una leve tendencia favorable a Trump.
Sorpresa por los datos de empleo. Con la expectativa de que los datos del mercado laboral de septiembre mostraran una dinámica más modesta, con presión sobre la tasa de desocupación que reduciría el impulso del nivel de actividad, el mercado quedó sorprendido por los resultados. Estos contradijeron las advertencias de Powell en su última conferencia, donde había resaltado la "debilidad inconfundible" del mercado laboral, que había elevado la tasa de desocupación del 3,5% al 4,3% en un año. En concreto, el mes pasado se crearon 254 mil empleos no agrícolas –110 mil más de lo esperado y casi 100 mil más que en agosto–, impulsados por el sector de servicios, que aportó 200 mil nuevos puestos, el doble de lo generado en los tres meses previos. A esto se sumaron otros 176 mil empleos agrícolas, lo que resultó en un aumento total de 430 mil empleos, compensando con creces el incremento de 150 mil personas en el mercado laboral. Todo esto llevó a una caída de la tasa de desocupación al 4,1%, bajando por segundo mes consecutivo y quedando apenas 0,3 pb por encima de la de un año atrás. A su vez, los salarios subieron un 0,4% m/m y un 4,0% i.a., levemente por encima de las expectativas y de nuevo superando a la inflación, lo que permitió una mejora en el poder de compra. Más empleo y mejores salarios reales resultan en un aumento de la masa salarial, lo que brinda un buen colchón al consumo de las familias. Entre tanta volatilidad y sorpresas por los datos mensuales de empleo, ¿cuál es la tendencia del empleo y la desocupación? Como venimos destacando, la dinámica del empleo no agrícola muestra una suave desaceleración: en los últimos 12 meses se crearon, en promedio, 203 mil nuevos empleos no agrícolas, que fueron compensados por una pérdida de 177 mil empleos agrícolas por mes, en un contexto en el que la oferta laboral creció en 67 mil personas mensuales. Todo esto implicó un aumento de 40 mil desocupados por mes, lo que llevó a que la tasa de desocupación subiera del 3,8% al 4,1% en un año. Así, con un mercado agrícola volátil pero mejorando en el margen, si la actividad mantiene su ritmo de crecimiento, es probable que la tasa de desocupación vuelva a perforar el 4%, lo que ejercería más presión sobre los salarios y la inflación.

Repuntó la inflación. La batalla contra la inflación ha logrado grandes avances en el último año, con una dinámica de precios que se ha ido acercando al objetivo de la Fed, que apunta al 2% anual –recordemos que en julio de 2022 el IPC general superó el 9% i.a., y el PCE Core, que es la referencia del FOMC, alcanzó el 5,5% i.a.–. El camino suele tener volatilidad, dado que, por las diferentes metodologías y composiciones de las canastas, el IPC –que se publica dos semanas antes– suele mostrar un alza superior al PCE, que es el índice seguido por la Fed. Aunque las diferencias no implican divergencias en la tendencia general, el margen es importante e incluso sitúa a uno más cerca del objetivo que el otro. A la espera del PCE que se publica a fin de mes, los datos del IPC de septiembre generaron más dudas sobre el proceso de desinflación. Concretamente, el IPC general marcó un alza de 0,18% m/m, igual a la de los dos meses previos, acumulando un incremento del 2,4% en los últimos 12 meses, el nivel más bajo desde marzo de 2021. Sin embargo, la buena noticia del IPC general se diluye al considerar que estuvo influida por una baja del 1,9% m/m en los precios de la energía, mientras que el resto de los componentes aceleró su ritmo. De hecho, el IPC Core subió un 0,31% m/m –el aumento más alto desde marzo pasado– y la variación interanual se mantuvo en 3,3%. Peor aún, el IPC Súper Core, que excluye energía, alimentos y vivienda y es muy seguido por Powell, subió un 0,4% m/m –su tercera aceleración consecutiva y el mayor incremento desde abril del año pasado–, y un 2,0% i.a., 3 pb por encima de la cifra de agosto. Si bien no esperamos un rebrote inflacionario, los últimos resultados refuerzan la necesidad de que la Fed actúe con prudencia para evitar desviarse de la meta de inflación, especialmente en un contexto en el que el mercado laboral sigue bajo presión.

¿Reflation? Como comentamos en el último House View global, los datos de actividad vienen sorprendiendo por la fortaleza de la economía estadounidense, que parece estar muy lejos del escenario recesivo o de moderación que el mercado proyectaba. Los buenos datos del mercado laboral que mencionamos anteriormente han sostenido el consumo, a lo que se sumaron el buen desempeño de las exportaciones, la inversión y el impulso del sector público. De hecho, tras haberse expandido en el 2Q24 un 3,0% t/t anualizado (saar), muy por encima del 1,6% t/t saar registrado en el 1Q24, la proyección del 3Q24 del Nowcast de la Fed de Atlanta apunta a una expansión del 3,4% t/t saar, impulsada por el consumo privado, que aceleraría su crecimiento al 3,6% t/t saar, y por las exportaciones, que crecerían al 9% t/t saar, en un contexto en el que la inversión mantuvo su ritmo de crecimiento, aunque con un mayor aporte de la acumulación de inventarios. De confirmarse esta estimación, en el último año la actividad se habría expandido un 3,0% i.a., muy por encima de las expectativas del mercado, y seguramente superaría con creces la previsión de la Fed. La recesión tendrá que esperar, y la clave a futuro será si esta dinámica de actividad comienza a presionar más sobre los precios, lo que podría poner a la Fed en una posición incómoda y obligarla a replantear su plan de baja de tasas.

El desafío fiscal. El estado de las finanzas públicas de EE. UU. es, sin dudas, uno de los principales desafíos que deberá afrontar el próximo presidente. La suba de tasas de interés y el aumento de la deuda –que ya supera los USD 35,8 trillones, equivalentes a más del 120% del PBI– obligan a combinar un aumento en la recaudación con una reducción del gasto primario. En todo el ejercicio fiscal, los ingresos totales aumentaron un 11% i.a., mientras que el gasto primario lo hizo un 7,1% i.a. Sin embargo, como los intereses subieron un 33% i.a. –producto de la combinación de mayor deuda y tasas de interés más elevadas–, el gasto total creció un 10% i.a. Esto resultó en una mejora de 0,5 pp en el resultado primario –el déficit bajó de 3,8% a 3,3% del PBI–, mientras que el resultado global no presentó mejoras, con un déficit del 6,4% del PBI (USD 1.830.000 M).

Tasas presionadas al alza. Como hemos señalado, los datos de actividad, empleo e inflación han puesto presión sobre las tasas de interés, más allá de que el mercado respalde el diagnóstico de la Fed respecto al inicio de un ciclo de flexibilización monetaria. Las dudas surgen en cuanto a la velocidad y el impacto, tanto en el corto como en el largo plazo. En un escenario de soft landing con la inflación "controlada", los inversores anticiparon un rápido recorte de tasas, lo que presionó a la baja los rendimientos de los bonos del Tesoro. Aunque todos los tramos bajaron, fue más notorio en el tramo de 2 a 5 años, lo que permitió cierta normalización de la pendiente de la curva, dado que las tasas largas volvieron a superar a las cortas –la UST10Y quedó por encima de la UST2Y por primera vez en dos años–. Sin embargo, en el último mes, las tasas volvieron a subir, especialmente las largas, que alcanzaron su nivel más alto desde julio y otra vez superaron el 4%, después de haber caído al 3,6% antes del recorte de la Fed, aunque todavía están lejos del 4,7% registrado en abril. ¿Por qué se dio este movimiento? Porque el mercado espera más inflación: entre el 18 de septiembre y el viernes 18 de octubre, la tasa de inflación implícita en los bonos a 5 años subió de 1,9% a 2,23%, y en los bonos a 10 años pasó de 2,09% a 2,30%.

Retrocede la renta fija mientras las acciones alcanzan nuevos récords. El alza de los rendimientos de los bonos del Tesoro afectó a la renta fija, interrumpiendo la recuperación que venía mostrando. En el último mes, el índice agregado cayó un 2,0%, retrocediendo al nivel de cierre del año pasado. Los bonos del Tesoro y los corporativos Investment Grade fueron los más afectados, con caídas del 2,1% y 2,2%, respectivamente, mientras que los corporativos High Yield continuaron comprimiendo spreads –de hecho, se encuentran en niveles mínimos– y apenas retrocedieron un 0,2%. En contraste, la combinación de buenos balances, crecimiento económico y expectativas de una Fed reduciendo tasas fue determinante para que las acciones tuvieran una excelente performance, alcanzando nuevos máximos históricos. El S&P 500 subió un 4,1% en el mes y acumula una ganancia del 23% en el año, superando los pronósticos más optimistas. Excepto los sectores de salud, consumo y real estate, que operaron a la baja, el resto presentó un muy buen desempeño en el último mes, destacándose los sectores tecnológico, financiero e industrial, con subas superiores al 5%.

Tasas, ganancias y volatilidad. Se avecina un mes intenso para los mercados globales. Las señales de repunte de la inflación, junto con el crecimiento económico, podrían obligar a la Fed a moderar –o incluso detener– la baja de tasas de interés, lo que forzaría a los inversores a ajustar sus perspectivas para los próximos trimestres. Un escenario de tasas más altas podría afectar el crecimiento y las ganancias de las empresas, impactando en valuaciones que ya son exigentes. También será crucial la definición de la carrera presidencial en EE. UU., en la que Trump lleva cierta ventaja, y cuyo programa podría aumentar el déficit fiscal y la inflación, lo que seguiría presionando los rendimientos de los bonos del Tesoro y la renta fija en general. El riesgo geopolítico persiste con el conflicto en Medio Oriente, lo que añadirá volatilidad a los precios del petróleo. En este contexto, somos cautelosos con las perspectivas de corto plazo para los activos financieros, tras 10 meses en los que las acciones superaron ampliamente las expectativas. No descartamos una toma de ganancias, por lo que consideramos una buena oportunidad para mantener una cartera conservadora, posicionada en acciones de sectores defensivos y en bonos del Tesoro de menor duration.
*Los datos utilizados en el presente informe tienen fecha de cierre 21 de octubre de 2024.
Los contratos futuros de Rofex perdieron un 1,7% la semana pasada...
Los contratos futuros de Rofex perdieron un 1,7% la semana pasada. Las principales bajas estuvieron en los contratos de junio 2025 (-2,4%), julio 2025 (-2,8%) y agosto 2025 (-3,2%). Esta semana seguirá siendo determinante la dinámica de las reservas y las expectativas de cambio de régimen cambiario.
El contrato de octubre cotiza en $994 y marca una devaluación directa de 1,0% y mensualizada de 2,4%; medio punto por encima del crawling peg de 2,0% que mantiene el Tesoro desde diciembre. Para los tres meses siguientes, los precios reflejan que el crawling peg correría en niveles en torno al 3,0%: 2,7% en noviembre ($1.021), 2,9% en diciembre ($1.050) y 3,5% en enero ($1.087). Finalmente, los precios señalan una devaluación de 2,7% promedio para los primeros nueve meses del 2025.
Así, la curva de tasas (TNA) comprimió por la caída generalizada en los contratos. Octubre rinde TNA 29%. A partir de ahí, los rendimientos aumentan gradualmente hasta alcanzar un máximo de TNA 37% en septiembre del 2025.
El volumen operado se mantiene bajo. En los últimos cinco días hábiles se comerciaron 1,6 millones de contratos. El viernes 18 de octubre el interés abierto cerró en USD 2.798 M, una suba de 4% m/m y una caída de 46% i.a.



Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local.
Sin la euforia que los acompañó durante el último mes, los activos locales tuvieron una semana estable. Los dólares financieros subieron, el riesgo país se estabilizó y el Merval mostró un leve retroceso, lo que pone una pausa al gran rally alcista que venían registrando. ¿Llegamos a un punto de inflexión? Aunque los indicadores siguen siendo positivos –el BCRA continúa comprando divisas, se mantiene el superávit fiscal y comercial, y la inflación sigue bajando, con un buen dato de precios mayoristas–, el gobierno se mantiene firme en la decisión de no apresurar la salida del cepo, e incluso plantea convivir con él al menos hasta 2025, lo que representa un riesgo para la estabilidad actual. La combinación de cepo y atraso cambiario será un obstáculo para la acumulación de reservas internacionales y para el crecimiento económico, más allá de factores coyunturales que puedan aliviar o agravar la situación. Con la inflación contenida y el mercado cambiario en mejores condiciones de lo esperado, la recuperación de la actividad económica y del consumo será clave para sostener el optimismo que los mercados han mostrado hacia el plan económico. Esta semana se esperan los datos de actividad económica de agosto, que podrían reflejar una leve caída tras la recuperación de julio, junto con los indicadores de evolución salarial. Además, se destaca la publicación del balance cambiario de septiembre, que revelará las razones por las cuales el BCRA logró comprar divisas, ya sea por la cuenta corriente, la financiera o ambas.
Actividad dispar y el empleo que no repunta. El Índice Líder de la UTDT subió 0,64% m/m en septiembre, aunque la probabilidad de entrar en una fase de expansión económica sigue por debajo del 10%. Si bien algunos sectores muestran crecimiento, la recuperación continúa siendo dispar y desigual. Por un lado, las importaciones desde Brasil crecieron un 25,2% m/m, los patentamientos de autos aumentaron un 9,6% m/m y los préstamos comerciales en pesos avanzaron un 8,2% m/m. Sin embargo, algunos indicadores permanecen en terreno negativo: la demanda eléctrica cayó un 1,2% m/m, la producción de hierro disminuyó un 9,5% m/m y los patentamientos de motos se contrajeron un 22,2%. La demora en la recuperación económica también se refleja en la dinámica del empleo registrado, que en julio no mostró variaciones respecto al mes anterior (que fue corregido a la baja). Desde el inicio de la actual gestión, la caída acumulada es de 109 mil empleos registrados.
Una sana “costumbre”. En septiembre, el sector público volvió a mostrar saldo positivo, con un superávit primario del 0,14% del PBI y financiero del 0,08%. El acumulado anual hasta la fecha refleja un superávit primario del 1,6% y financiero del 0,4% del PBI. Los ingresos reales retrocedieron un 8% i.a., afectados por la caída en los tributos (-4% i.a.) y una fuerte baja del 56% i.a. en las rentas de la propiedad. Sin el ingreso extraordinario del Régimen Especial sobre Bienes Personales, la caída de ingresos habría sido del 11% i.a. en términos reales. En el acumulado del año, la baja del gasto primario alcanzó el 29% i.a. real, con recortes concentrados en jubilaciones (-20% i.a.), obra pública (-79% i.a.), salarios y universidades (-20% i.a.), y subsidios económicos (-34% i.a.). Para octubre se espera nuevamente un resultado financiero equilibrado, mientras que en noviembre, y especialmente diciembre, se proyecta un déficit por el peso de los intereses y los aguinaldos. De todas formas, prácticamente no hay dudas de que el resultado primario cerrará en torno al 1,4% del PBI, alcanzando así el equilibrio financiero de las cuentas públicas, ayudado por la contabilidad creativa derivada del cambio en el devengamiento de los intereses. Esta proyección se mantendría en 2025, ya que el grueso del ajuste del gasto público se habría realizado y solo quedaría sostener una política fiscal neutra. Con los riesgos de una mayor presión sobre el gasto público por parte del Congreso Nacional en un año electoral ya casi disipados —gracias al veto presidencial que ya logró contener dos de los temas más sensibles: jubilaciones y universidades—, la solvencia fiscal se consolida como el pilar del plan económico actual.
La energía y la soja sostienen el superávit comercial. En el mes pasado, el superávit comercial alcanzó los USD 981 M, casi USD 1.000 M menos que en agosto, sostenido en gran medida por el superávit energético de USD 610 M. Las exportaciones aumentaron un 20,6% i.a., impulsadas principalmente por mayores volúmenes, mientras que los precios continuaron en baja (-4,2% i.a.). Destacó en especial el desempeño de las manufacturas de origen agropecuario (MOA), que lideraron el crecimiento con un alza del 47,8% i.a. Por su parte, las importaciones moderaron su caída a -8,8% i.a., una desaceleración respecto al acumulado de -26,2% i.a. observado hasta agosto. La reducción del impuesto PAIS tuvo un impacto positivo sobre las importaciones devengadas, en particular en los bienes de consumo, que registraron su primer aumento interanual del año (+14,9% i.a.). El superávit comercial acumulado en 2024 asciende a USD 15.075 M, lo que representa más de USD 22.000 M de diferencia respecto al déficit del mismo período en 2023. Aproximadamente la mitad de este flujo adicional se debe a la recesión y la consecuente caída de las importaciones, un 28% se explica por las mayores exportaciones netas del complejo sojero (+USD 6.058 M), y el 22% restante por la reversión del déficit energético, destacando un crecimiento del 52,4% i.a. en las exportaciones de petróleo crudo y una caída del -64,1% i.a. en las importaciones de gas natural licuado. Para el último trimestre del año, se espera que el saldo comercial devengado aporte como máximo USD 1.000 M, en un contexto de mayor impulso importador, aunque aún limitado por la actividad económica que no repunta con fuerza, y la baja estacional de las exportaciones.
El BCRA mantiene las compras. El BCRA sigue mostrando una buena performance en el mercado de cambios, con compras de USD 140 M en la semana, acumulando casi USD 880 M en compras netas en lo que va de octubre. Esta dinámica positiva respondió en gran parte a la fuerte liquidación del sector agroexportador, que mantuvo un ritmo de exportaciones diarias de USD 111 M. A pesar de este desempeño, las reservas internacionales cayeron USD 145 M en la semana, quedando en un stock bruto de USD 28.487 M, lo que implica un crecimiento de USD 1.320 M en el mes. Sin embargo, las reservas netas se mantienen en un saldo negativo de aproximadamente USD 4.500 M, que se reduce aún más –a USD 6.100 M– considerando los vencimientos corrientes de los BOPREAL. A pesar de las compras netas, las reservas no aumentan debido a la intervención del BCRA para contener la brecha cambiaria.
Se frena el goteo. Los depósitos en moneda extranjera moderaron la caída que venían mostrando desde el comienzo de octubre. En las últimas cinco ruedas, cayeron a un ritmo de USD 6 M por día, en contraste con los USD 143 M diarios de las dos semanas previas. De esta manera, acumulan una baja de USD 891 M entre el 1 y el 16 de octubre. El desarme de depósitos impactó principalmente en la caja de los bancos, que cayó en USD 116 M en las cinco jornadas anteriores y en USD 1.066 M en lo que va de octubre. Por su parte, se observó un inicio de desarme de encajes, que cayeron USD 43 M en las últimas cinco ruedas, aunque en octubre todavía acumulan un aumento de USD 1.994 M. En tanto, los préstamos privados en dólares tuvieron un salto significativo, aumentando USD 229 M en la semana, lo que lleva el crecimiento acumulado en el mes a USD 319 M.
La deuda pública refleja la apreciación. La deuda pública sigue en aumento, en especial debido a la apreciación de la moneda. En septiembre de 2024, el stock de deuda bruta alcanzó los USD 460.068 M, con un 44% de esta pagadera en moneda local. En comparación con agosto, la deuda creció en USD 1.661 M, impulsada principalmente por un incremento de USD 1.465 M en deuda en pesos y USD 187 M en deuda en moneda extranjera, más una diferencia de valuación de USD 9 M en deuda no presentada al canje. A lo largo de 2024, ha subido USD 89.395 M.
Repunte de los dólares financieros. A pesar del buen desempeño del BCRA en el mercado de cambios, los dólares financieros operaron al alza durante la semana, aunque aún se mantienen cerca de sus niveles mínimos del año. El CCL medido con GD30 subió un 0,7%, cerrando en $1.196, lo que dejó una brecha del 21,5% con el dólar oficial. Por su parte, el dólar MEP aumentó un 1,6%, alcanzando los $1.162, con una brecha del 18%. El BCRA intervino en el MEP durante la rueda del jueves para evitar que superara los $1.170. Así, el canje CCL/MEP, que había alcanzado su nivel más alto, retrocedió a 2,9%.
La tasa fija lidera mientras los indexados sufren. En el universo de deuda en pesos, los instrumentos a tasa fija volvieron a liderar la semana. Las Lecaps ganaron un 1,6%, mientras que el TO26 subió un 2,9%, beneficiado por el pago de cupón de $7,5. Por otro lado, fue una mala semana para los bonos indexados. Los bonos CER perdieron un 0,9%, influenciados por el buen dato de inflación mayorista y las mediciones de alta frecuencia que empiezan a señalar una inflación cercana al 3,0% m/m en octubre. De esta forma, los breakevens proyectan una inflación de 3,0% m/m para octubre y 2,1% m/m en noviembre y diciembre, lo que llevaría a que 2024 cierre con una inflación del 116% a/a. Para 2025, las expectativas indican que la inflación se mantendría a un ritmo de 2,1% m/m, finalizando el año en 33% a/a. El golpe fue aún más fuerte para los instrumentos ajustables por tipo de cambio, que siguen reflejando las expectativas de que no habrá un salto en el tipo de cambio y que el crawling peg actual se mantendrá durante gran parte de 2025. Para los próximos 12 meses, los futuros marcan un ritmo de devaluación promedio de 2,7% m/m, mientras que los breakevens con bonos proyectan un 2,9% m/m.
Los hard-dollar del Tesoro ponen pausa a su rally. El rally de los bonos soberanos hard-dollar perdió algo de impulso esta semana, con un alza de apenas 0,4%, debido a las fuertes caídas registradas el miércoles y jueves. Estos retornos estuvieron en línea con la dinámica de los bonos emergentes comparables, que subieron un 0,6% en promedio, y de los bonos CCC norteamericanos, que comprimieron 18 pb hasta una TNA de 10,2%. Por otro lado, el índice de riesgo país reflejó parte de la buena performance de la semana anterior, cerrando el viernes en 1.096 puntos, 40 pb por debajo del cierre del viernes previo, y quebrando así los mínimos alcanzados tras la reestructuración de 2020. De esta manera, cuatro años después, la renta fija argentina ha vuelto a su punto de partida. Con los pagos de 2025 ya completamente descontados en los precios, la continuación del rally argentino dependerá de la confianza del mercado en la sostenibilidad a largo plazo del actual programa de gobierno. Por su parte, los BOPREAL del BCRA continúan con una performance más débil, cayendo un 0,6% en la semana.
Buena semana para los bonos provinciales. Los bonos subsoberanos subieron un 1,2% en la última semana, acumulando un alza de 6,0% en lo que va del mes. Los retornos provinciales estuvieron liderados por el bono de la provincia de Buenos Aires a 2037, que registró una suba semanal del 2,5% y un incremento mensual del 12,3%. Con este rendimiento, el bono bonaerense cotiza a una paridad de 55% y una TNA de 20,0%. El bono no garantizado de Neuquén a 2030 mostró una performance semanal similar (+2,4%), posiblemente impulsado por el superávit comercial energético, y opera en una paridad de 93% y TNA de 9,8%. El podio semanal lo completó el bono de Entre Ríos a 2028, con un alza del 1,8%, cotizando a una paridad de 87% y una TNA de 16,5%. Por otro lado, las únicas caídas semanales se registraron en los créditos de Chaco a 2028, con una paridad de 71% y una TNA de 31,8%, y en el bono de la Ciudad de Buenos Aires a 2027, con una paridad de 100% y una TNA de 7,4%.
Las nuevas emisiones le ponen un piso a las tasas corporativas. Los bonos corporativos tuvieron una semana floja, lo que podría indicar que el impulso del blanqueo está comenzando a agotarse. En particular, registraron un alza de tan solo 0,1% semanal en la Bolsa de Nueva York. Dentro de los principales créditos, sobresalió el desempeño de los bonos de CAPEX, que subieron un 0,6%. Esta débil performance corporativa se enmarca en un contexto de gran cantidad de emisiones de nuevas obligaciones negociables, lo que incrementa la oferta de instrumentos y pone un piso al rendimiento de la curva. La semana pasada se destacó el canje de Edenor por USD 135 M (TNA 10,5%) en la Bolsa de Nueva York. En el mercado local, hubo colocaciones de Genneia por USD 48 M (TNA 6,0%), dos bonos de John Deere por USD 35 M (TNA 5,0% y 6,5%) y de Petroquímica Comodoro Rivadavia por USD 39 M (TNA 6,8%). Esta semana se esperan licitaciones de GEMSA en el mercado internacional, así como de IRSA, Generación Litoral, Petrolera Aconcagua y Tecpetrol en el mercado local.
Leve retroceso del Merval. Las acciones argentinas crecieron un 1,6% en pesos y cayeron un 0,4% en dólares CCL durante las últimas cinco ruedas, cerrando el viernes en USD 1.514 y manteniéndose en niveles no vistos desde 2018. Entre las empresas que más subieron durante la semana se destacaron Telecom (+8,0%), impulsada por el lanzamiento de su nueva empresa de integración y codificación de servicios programables (Openxpand); Banco de Valores (+6,5%) y Pampa Energía (+6,4%). En contraste, Cresud (-6,1%), Loma Negra (-5,6%) y Sociedad Comercial del Plata (-5,0%) fueron las acciones que más retrocedieron. En cuanto a las compañías que cotizan en Nueva York, Despegar (+9,6%), Telecom (+8,3%) y Pampa Energía (+4,4%) registraron las principales alzas, mientras que BBVA (-8,3%), Banco Macro (-4,9%) y Cresud (-4,6%) experimentaron las mayores caídas.
Lo que viene. Esta semana se conocerán los datos de actividad económica de agosto, que según el indicador adelantado IGA-OJF habría caído 0,6% m/m sin estacionalidad. Cabe recordar que la industria creció 1,5% m/m, mientras que la construcción cayó 4,9% m/m en las mediciones sin estacionalidad de agosto. Además, se publicará la evolución de los salarios de agosto, un indicador clave para analizar la dinámica del consumo privado en los últimos meses del año. Sin duda, lo más destacado será la difusión del Balance Cambiario de septiembre, que revelará los factores que permitieron al BCRA revertir la tendencia de ventas de divisas para convertirse en comprador neto, un aspecto crucial para el programa económico y la confianza del mercado.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano internacional.
Otra buena semana para el mercado estadounidense, con todos los índices de acciones al alza, bonos estables y un dólar fortalecido, mientras el resto del mundo sigue enfrentando la debilidad de la actividad económica y una nueva desilusión por parte de China. Los datos económicos de EE. UU. continúan mostrando una actividad firme, con un consumo y empleo robustos, aunque persisten dudas sobre la dinámica de la inflación, que ha repuntado levemente en los últimos meses. ¿Reflation? Es temprano para afirmarlo, pero al menos obliga a los inversores a actuar con cautela, ya que ahora anticipan un camino más moderado en los recortes de tasas. En paralelo, las cuentas públicas de septiembre mostraron una mejora, aunque el año fiscal cerró con un déficit global del 6,4% del PBI debido al incremento en la carga de intereses, lo que aumenta la presión sobre la deuda pública y será un tema clave en la agenda de los dos candidatos presidenciales. En este contexto, los rendimientos de los bonos del Tesoro se mantuvieron estables, aunque siguen en los niveles más altos de los últimos dos meses. Como ha sido la tendencia a lo largo del año, las acciones continuaron en alza y alcanzaron nuevos récords históricos. En esta ocasión, el mayor impulso vino de las Small Caps, en un contexto donde la temporada de balances del 3Q24 ha comenzado con buen pie. El dólar volvió a fortalecerse frente a todas las monedas, el oro subió nuevamente y los commodities presentaron bajas generalizadas, destacándose la fuerte caída en el precio del petróleo. Por otro lado, los mercados globales tuvieron una semana de caídas generalizadas, siendo China el mercado más afectado con un retroceso de más del 4%, debido a malos datos de crecimiento y un plan de estímulo que no logra convencer. Esta semana, los inversores estarán atentos a los indicadores de actividad en EE. UU., como el PMI y las ventas de viviendas, además de los balances importantes de empresas como Coca Cola, Tesla, General Motors y 3M.
Buenos datos de actividad. En septiembre, las ventas minoristas superaron las expectativas al registrar un aumento nominal del 0,4% m/m, por encima del incremento del 0,1% m/m en agosto y superando las previsiones de los analistas, que proyectaban un alza del 0,3% m/m. Un mejor desempeño se observó en el indicador de ventas excluyendo servicios de alimentación, concesionarios de automóviles, tiendas de materiales de construcción y gasolineras, que se utiliza para calcular el PBI, el cual subió un 0,7% m/m, su mayor cifra en tres meses. En cuanto a los indicadores laborales, destacaron las solicitudes de desempleo, que en la semana terminada el 12 de octubre cayeron en 19.000, hasta alcanzar las 241.000, muy por debajo de las expectativas del mercado de 260.000, lo que refleja la solidez continua del mercado laboral. En el sector inmobiliario, el índice NAHB, que mide las perspectivas de la demanda de inmuebles, subió en octubre a 43 pb desde 41 pb en el mes anterior, alcanzando su nivel más alto desde junio, respaldado por las expectativas de que los recortes de tasas de la Fed afecten a las tasas hipotecarias y estimulen la demanda de viviendas. Sin embargo, las construcciones iniciales y los permisos de construcción mostraron un retroceso en septiembre, después de un buen desempeño en agosto. En este contexto, el nowcast de Atlanta actualizó su estimación de crecimiento del PBI para el 3Q24 a 3,4% t/t saar.
El problema del déficit fiscal. A pesar de que en septiembre el sector público registró un superávit primario de USD 102.200 M y un superávit global de USD 64.250 M —frente a un déficit de USD 141.200 M y USD 172.000 M, respectivamente, en septiembre de 2023—, el año fiscal cerró con un déficit primario de USD 946.300 M, o un 3,3% del PBI, mejorando respecto al ejercicio anterior que fue del 3,8%. No obstante, el déficit global alcanzó los USD 1.830.000 M, o el 6,4% del PBI, prácticamente idéntico al de 2023. Esta estabilidad se debe a que la mejora en el resultado primario fue compensada por un aumento en la carga de intereses, que pasó del 2,4% al 3,1% del PBI, la mayor desde 1996. En el ejercicio fiscal completo, los ingresos totales aumentaron un 11% interanual, mientras que el gasto primario lo hizo un 7,1% interanual. Sin embargo, debido a que los intereses crecieron un 33% interanual —producto de mayor deuda y tasas de interés más altas—, el gasto total subió un 10% interanual. El persistente déficit fiscal se refleja en el incremento de la deuda pública de EE. UU., que superó los USD 35,8 trillones, equivalentes al 122% del PBI, lo que representa el principal desafío que deberá afrontar el sucesor de Biden.
Tasas estables, dólar en alza y oro en nuevo récord. A la espera de nuevos datos de inflación —que llegarán a fin de mes con la publicación del PCE de septiembre—, los buenos datos de actividad económica y las perspectivas de un posible triunfo de Trump —cuyo plan de aumento de aranceles genera más presión inflacionaria— mantuvieron la tensión sobre los rendimientos de los bonos del Tesoro. Sin embargo, estos terminaron la semana prácticamente sin cambios. La UST2Y cerró en 3,96%, mientras que la UST10Y lo hizo en 4,08%, ambos en sus niveles más altos de los últimos dos meses. Además, la reciente decisión del BCE de reducir la tasa de interés de referencia en 25 puntos básicos por tercera vez en el año le dio un nuevo impulso al dólar DXY, que subió un 0,6% durante la semana, acumulando un alza del 2,7% en octubre. Contra el real brasileño, el dólar subió un 1,4%, alcanzando USDBRL 5,70 —un incremento del 4,5% en lo que va del mes—. A pesar de la fortaleza del dólar, el oro alcanzó un nuevo récord, cerrando la semana en USD 2.720 por onza, un 2,4% más alto que la semana anterior. En lo que va de octubre, acumula un alza del 3,3% y ha subido un 32% en lo que va del año.
Commodities en baja. Con perspectivas de menor demanda, mayor oferta y una situación más "distendida" en Medio Oriente, el precio del petróleo se desplomó un 8,4% en la última semana, cerrando en USD 69 por barril de WTI, apenas un 1% por encima del cierre de septiembre. El resto de las materias primas también tuvo una semana negativa, destacándose el cobre con una caída del 2,4% —acumulando una baja del 3,3% en octubre— y la soja, que retrocedió un 3,5% hasta los USD 356 por tonelada, acumulando en el mes una baja del 8,2%.
Bonos estables y acciones en alza. Semana tranquila para la renta fija, con todos los índices cerrando prácticamente en los mismos niveles que la semana anterior. Solo se destacaron los corporativos High Yield y los Bonos Emergentes, que subieron un 0,3%. En contraste, las acciones tuvieron otra semana positiva, alcanzando nuevos máximos históricos, con el mejor desempeño en las empresas de menor capitalización. Concretamente, el S&P 500 subió un 0,9% en la semana —acumulando un alza del 1,9% en el mes— impulsado por el buen rendimiento de las acciones bancarias, utilities y Real Estate, que subieron entre un 2,5% y un 3,5%. Las Mega Caps subieron solo un 0,4%, destacándose Nvidia, que aumentó un 13% en la semana, mientras que Tesla retrocedió un 16%. El Dow Jones y el Nasdaq registraron un alza del 0,9% y 0,7%, respectivamente, mientras que el índice Russell 2000 —compuesto por acciones de menor capitalización— tuvo el mejor desempeño, con una ganancia del 2,0% en la semana y del 2,2% en lo que va del mes.
El cuento Chino y la caída de las acciones globales. La situación en China siguió siendo un foco de incertidumbre y volatilidad para los mercados, ya que los anuncios sobre los planes de estímulo resultaron insuficientes para los inversores. Como consecuencia, el índice de acciones del gigante asiático, a pesar del repunte del viernes, retrocedió un 4,1% en la semana, quedando en el mismo nivel que a fines de septiembre —recordemos que en la primera semana del mes había subido casi un 20%—. Es importante destacar que los datos de PBI del 3Q24 mostraron que el crecimiento se aceleró a un 0,9% t/t —frente al 0,7% t/t del 2Q24—, aunque en comparación con el mismo trimestre del año pasado, el aumento fue del 4,6%, lo que pone en riesgo el objetivo del gobierno de alcanzar un crecimiento del 5,0%. El mal desempeño de la bolsa china arrastró a los mercados emergentes, que retrocedieron un 0,9% en la semana, mientras que Europa y Japón perdieron un 0,5% y un 1,3%, respectivamente. Como resultado, el índice global de acciones sin EE. UU. cerró la semana con una caída del 0,5%, acumulando un retroceso del 1,4% en lo que va del mes.
Lo que viene. Esta semana, la atención estará puesta en la publicación de indicadores de actividad, como las ventas de viviendas de octubre y el PMI del mismo mes. Además, se publicará el Libro Beige de la Fed, que ofrecerá una visión del estado de la actividad económica en las distintas regiones y distritos de la Reserva Federal. También continuará la temporada de balances del 3T24 —hasta el momento, solo el 14% de las compañías del S&P 500 han presentado sus resultados, destacándose un aumento interanual del 4,5% en ventas y del 6,7% en ganancias—, con la presentación de balances clave de empresas como Coca Cola, Tesla, General Motors y 3M.
Análisis de instrumentos de renta fija y variable.
A continuación podrás descargar el informe semanal del mercado local, en el que analizamos los distintos instrumentos de renta fija con posibles escenarios de sensibilidad. Además, mostramos los índices de mercados accionarios locales e internacionales, y finalmente el mercado de renta variable local.
Descargar informe al 18/10/2024
Análisis del impacto de las decisiones de la Fed y el contexto geopolíticos el S&P 500.
Contexto macroeconómico
La inflación sigue siendo un tema central, aunque ha mostrado una desaceleración respecto a los niveles máximos de 2022 y principios de 2023. En respuesta a esta moderación, la Reserva Federal ha iniciado un ciclo de reducción de tasas de interés. Sin embargo, los últimos datos de empleo, más sólidos de lo esperado, han generado debate sobre si la economía de EE. UU. se encamina hacia un soft landing o incluso un no landing, donde la desaceleración económica sería mínima o inexistente. Esto ha llevado a especulaciones sobre una posible ralentización en el ritmo de reducción de tasas en los próximos meses.
Conflictos internacionales y riesgos
Los conflictos internacionales, como la guerra en Ucrania y las tensiones en Medio Oriente, continúan siendo factores de riesgo para las empresas del S&P 500. Aunque hasta ahora no han tenido un impacto significativo en los resultados generales del índice, podrían afectar a sectores específicos, como el energético y el industrial, que dependen de la estabilidad en los precios de las materias primas y del funcionamiento fluido de las cadenas de suministro.
Impacto en los resultados corporativos y las altas valuaciones
En el contexto actual, con una inflación moderándose, pero por encima del rango meta y política monetaria cambiante, los mercados están observando de cerca los resultados corporativos. Las altas valuaciones del mercado, con un ratio P/E a 12 meses de 21,4 para el S&P 500 (por encima de los promedios de 5 y 10 años), están ejerciendo presión adicional sobre las empresas para que cumplan con las expectativas. La entrega de resultados de este trimestre será crucial para el mercado de renta variable, con la posibilidad de observar una rotación sectorial si los resultados no coinciden con lo que el mercado anticipa.
Pronósticos de crecimiento para el S&P 500
Antes del inicio de la temporada de resultados, los analistas anticipaban un crecimiento moderado. Actualmente, se espera que las ganancias del S&P 500 crezcan un 4,2% interanual en el tercer trimestre de 2024. Si esto se confirma, sería el quinto trimestre consecutivo de aumento en los beneficios. Se proyecta que ocho de los once sectores del índice reporten un incremento en sus ganancias, con Tecnología, Salud y Comunicaciones destacándose con un crecimiento de doble dígito. Sin embargo, se espera que tres sectores reporten disminuciones interanuales en sus beneficios, encabezados por el sector energético, que podría registrar una caída de dos dígitos en comparación con el mismo trimestre del año anterior.
En términos de ingresos, se proyecta un crecimiento del 4,7% i.a. para el índice, lo que marcaría el decimosexto trimestre consecutivo de aumento. Asimismo, se espera que diez de los once sectores registren un incremento en sus ingresos, con Tecnología y Comunicación liderando este crecimiento. El único sector que podría mostrar una caída en ingresos es el de Energía, debido a la baja en los precios del petróleo y otros factores relacionados con la demanda global. Sin embargo, si el conflicto en Medio Oriente escala, es probable que veamos un rally en el precio del crudo.
Guías de las empresas
Para el tercer trimestre de 2024, solo 110 compañías del S&P 500 han emitido guías sobre sus beneficios por acción (BPA). De estas, 60 empresas han dado guías negativas, mientras que las 50 restantes han sido positivas. Es decir, el 55% de las empresas que han emitido guías lo ha hecho de manera negativa, un porcentaje inferior al promedio de los últimos cinco años (58%) y al de los últimos diez años (62%). Este escenario sugiere que, aunque existe una moderada cautela, las expectativas para este trimestre no son tan negativas como en otros períodos.
Resultados de los grandes bancos
Hasta ahora, grandes bancos como JPMorgan Chase, Citigroup, Bank of America, Goldman Sachs y Morgan Stanley han presentado resultados sólidos, superando en muchos casos las expectativas de los analistas. A pesar de que la Reserva Federal ha comenzado a reducir las tasas, los bancos han logrado mantener márgenes de interés positivos gracias a los altos niveles alcanzados durante el ciclo de suba de tasas. A su vez, la demanda de préstamos sigue siendo robusta, y la calidad crediticia se ha mantenido estable. No obstante, algunos bancos han reportado caídas en sus ingresos netos por intereses y han aumentado las previsiones por pérdidas crediticias. Además, algunas instituciones financieras han advertido sobre la cautela ante una posible desaceleración económica hacia 2025.
Perspectivas para el sector tecnológico
El sector tecnológico ha sido uno de los principales motores de crecimiento en el S&P 500, y para el tercer trimestre de 2024 se espera un sólido desempeño, con proyecciones de crecimiento de doble dígito en ingresos y ganancias. Hasta el momento, solo han presentado sus resultados empresas clave como ASML y Taiwan Semiconductor Manufacturing (TSM), los cuales son seguidos de cerca por los inversores.
ASML, líder en el suministro de equipos para la fabricación de semiconductores, reportó ingresos y beneficios sólidos, con crecimientos interesantes que superaron las estimaciones. Sin embargo, la compañía informó pedidos muy por debajo de lo esperado, un 53% inferiores a los del 2Q24, y además redujo sus previsiones para 2025. Esto provocó un colapso en el valor de sus acciones y aumentó la incertidumbre en torno al mercado de semiconductores, generando dudas sobre si el rally de la inteligencia artificial está llegando a su fin.
Por su parte, TSM también superó las expectativas tanto en ventas como en beneficios, mostrando un notable aumento interanual. A su vez, proyectó una perspectiva optimista impulsada por la inteligencia artificial y emitió una guía para el último trimestre del año superior a las estimaciones de los analistas en cuanto a ventas y margen bruto.
Estos resultados, aunque ambiguos, son en su mayoría indicadores positivos para el resto del sector tecnológico, dado que tanto ASML como TSM son fundamentales en la cadena de suministro global de semiconductores. El sólido desempeño de estas compañías sugiere que, a pesar de las tensiones geopolíticas y los ciclos de demanda, el sector tecnológico en general sigue beneficiándose del crecimiento en inteligencia artificial, computación en la nube y digitalización. Esto refuerza las expectativas de que las grandes tecnológicas mantendrán su crecimiento en los próximos trimestres.
Perspectivas para los próximos trimestres
Mirando hacia adelante, se espera un aumento de los ingresos del 5,1% para el cuarto trimestre de 2024, con un fuerte crecimiento proyectado en los beneficios del 14,6%. Para todo 2025, los analistas anticipan un incremento de ingresos del 5,9% y una suba de beneficios del 14,9%. Estos números reflejan un optimismo cauteloso por parte del mercado, con la expectativa de que las condiciones macroeconómicas continúen estabilizándose y las empresas logren mantener sus márgenes de ganancia.
Conclusión
En resumen, la temporada de resultados del tercer trimestre de 2024 del S&P 500 ha comenzado con una nota positiva, impulsada especialmente por los buenos resultados de los grandes bancos y TSM. Sin embargo, la evolución de la política monetaria de la Reserva Federal, la inflación, los datos de empleo y los conflictos internacionales seguirán siendo factores determinantes para los próximos trimestres. Con proyecciones de crecimiento moderado en ingresos y beneficios, la atención del mercado está centrada en cómo las empresas manejarán las expectativas de cara al cierre del año y el inicio de 2025.
Noticias globales: el mundo hoy.
Las acciones estadounidenses mostraron resultados mixtos, con los semiconductores liderando las ganancias. El S&P 500 cerró sin cambios luego de tocar brevemente un nuevo récord, el Dow Jones subió un 0,4% tras alcanzar su máximo histórico, y el Nasdaq avanzó un 0,1%. Nvidia subió un 0,9% y alcanzó un récord intradiario después de que su proveedor clave, Taiwan Semiconductor (TSMC), reportara sólidas ganancias en el tercer trimestre y mejorara sus perspectivas de ingresos. Las acciones de TSMC se dispararon un 10%, impulsando a otros fabricantes de chips como Broadcom, que ganó un 1,7%. Este repunte tecnológico ayudó a que los índices estadounidenses se acercaran a niveles récord, revirtiendo parte de la preocupación reciente del mercado sobre la demanda de chips de IA.
En cuanto a la renta fija, el rendimiento del UST10Y subió por encima del 4,05%, acercándose al máximo de más de dos meses de 4,11% alcanzado la semana pasada. Esto provocó una caída generalizada en los índices de renta fija, que en la semana registraron una baja promedio de alrededor del 0,5%. El dólar DXY se apreció un 0,3%, mientras que el oro subió un 0,7%, alcanzando los USD 2.690 la onza, marcando un nuevo récord histórico.
En cuanto a los datos económicos del día, se destacó el informe de ventas minoristas, que en septiembre aumentaron un 0,4% m/m, superando ampliamente el incremento del 0,1% m/m registrado en agosto y las expectativas del mercado, que anticipaban un alza del 0,3% m/m. Por otro lado, las ventas excluyendo servicios de alimentación, concesionarios de automóviles, tiendas de materiales de construcción y gasolineras, que se utilizan para calcular el PBI, crecieron un 0,7% m/m, el mayor aumento en tres meses. Esto refuerza la percepción de que el gasto de los consumidores sigue siendo sólido. Otro dato celebrado por los inversores fue la caída en las solicitudes de desempleo, que en la semana que finalizó el 12 de octubre disminuyeron en 19 mil, ubicándose en 241 mil, muy por debajo de las expectativas del mercado de 260 mil.
El Banco Central Europeo (BCE) redujo en 25 puntos básicos la tasa de interés de referencia, llevándola al 3,25%, marcando la tercera baja del año —las anteriores fueron en junio y septiembre—. Esta decisión se basa en una evaluación actualizada de la inflación, que muestra que el proceso de desinflación avanza de manera favorable, con una tasa de inflación del 1,7% interanual en septiembre, por debajo del objetivo del BCE del 2% por primera vez en más de tres años. Aunque se espera un aumento temporal de la inflación en el corto plazo, las proyecciones apuntan a que se reducirá nuevamente hacia el objetivo del 2% para 2025. El crecimiento de los salarios sigue siendo elevado, aunque las presiones están disminuyendo. El BCE mantiene su compromiso de aplicar tipos de interés restrictivos para asegurar que la inflación alcance su objetivo a mediano plazo, utilizando un enfoque flexible y basado en datos, sin comprometerse a una trayectoria específica de tipos. Tras la reunión, el mercado no ha cambiado sus expectativas y sigue anticipando entre cinco y seis recortes de 25 puntos básicos en las próximas siete reuniones del organismo.
Noticias locales: el país hoy.
En septiembre, el Sector Público registró nuevamente superávit primario y financiero (0,14% y 0,08% del PBI, respectivamente), consolidando un acumulado anual del 1,6% y 0,4% del PBI, en contraste con los déficits de -1,4% y -2,5% observados en el mismo período de 2023. Los ingresos mostraron un retroceso del 8% i.a. en términos reales, sostenidos por ingresos extraordinarios del Régimen Especial sobre Bienes Personales (0,05% del PBI); sin este aporte, la caída habría sido del 11% i.a. en términos reales. En cuanto al gasto primario, la contracción fue significativa (-25% i.a. real). De enero a septiembre, los ingresos cayeron un total de 6% i.a. en términos reales, debido a la contracción de los ingresos tributarios (-4%). Por otro lado, el gasto primario se redujo un 29% i.a. real en el mismo período. Este ajuste estuvo concentrado en las jubilaciones (-20% i.a. real), que explicaron el 27% del recorte, la obra pública (-79% i.a. real), responsable del 24%, y los salarios y universidades (-20% i.a. real), que representaron el 17%. A su vez, los subsidios (-34% i.a. real) corresponden a un 13% del ajuste, mientras que el resto se debió a la reducción en planes sociales (-26% i.a. real) y en transferencias no automáticas a provincias (-70% i.a. real).
El Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) mostró un aumento del 2,0% m/m en septiembre (+197,3% i.a.), lo que implica una leve desaceleración respecto al 2,1% registrado el mes anterior. La suba fue impulsada principalmente por los productos nacionales (+2,3%), mientras que los productos importados registraron una baja del 1,4%, influenciada por la reducción del impuesto PAIS. Por su parte, el Índice del Costo de la Construcción (ICC) en el Gran Buenos Aires experimentó una aceleración en el mismo período, con un aumento del 4,9% m/m (+169,6% i.a.), superior al 1,6% m/m del mes anterior. El incremento estuvo liderado por la mano de obra (+8,2% m/m), seguido de gastos generales (+5,8% m/m) y materiales (+1,7% m/m).
En el mercado cambiario, el BCRA aceleró su ritmo de compras hasta los USD 115 M diarios, acumulando un resultado positivo de USD 877 M en octubre. Por otro lado, el stock de reservas internacionales se redujo en USD 20 M, alcanzando un total de USD 28.274 M.
En este contexto de buenos resultados en el mercado de cambios, el BCRA anunció una nueva reducción en los plazos de pago para importaciones, permitiendo que los bienes con plazos de hasta 60 días puedan abonarse en 30 días desde el registro de ingreso aduanero. Esta medida, vigente a partir del 21 de octubre, busca homogeneizar los tiempos de pago para todas las empresas, sin importar su tamaño; salvo en casos con acceso inmediato al mercado de cambios, como el sector energético. Con estas disposiciones, se sigue normalizando paulatinamente el acceso al MULC, y la autoridad monetaria intenta facilitar el flujo de importaciones y brindar mayor previsibilidad a la cadena productiva.
El dólar oficial se incrementó $1,17 diario, alcanzando los $981,75. De esta manera, el ritmo de devaluación mensualizado es de 0,5%, desacelerándose frente al ritmo del 3,1% registrado el miércoles. Durante las últimas cinco ruedas, la devaluación se mantuvo a una TEM de 2,1%, mientras que en lo que va de octubre corrió a una TEM de 2,0%.
Los dólares financieros retomaron las subas del miércoles, pero en las últimas dos horas de la rueda el BCRA intervino con fuerza en el MEP. Mientras que a las 15 hs el dólar MEP operaba a $1.170, finalmente cerró la jornada en $1.162, lo que representó una suba del 0,4% respecto a la rueda anterior. Por su parte, el CCL aumentó un 0,6% hasta los $1.194, y su comportamiento diario no mostró indicios de intervención por parte de la autoridad monetaria. De esta manera, las brechas con el oficial se ubicaron en 18,3% y 21,7%, respectivamente.
Durante la jornada de ayer, los contratos de futuro de dólar subieron un 0,2%. Las mayores subas se registraron en los contratos de agosto (+0,5%), julio (+0,5%) y abril (+0,3%). Así, la devaluación implícita se sitúa en un promedio de 2,9% m/m hasta agosto de 2025.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una jornada mixta. Los bonos CER cedieron un 0,6%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró con una suba del 0,7%, mientras que las Lecaps experimentaron un alza del 0,4%. Por otro lado, los duales registraron una pérdida del 0,2%, y los DLK marcaron una caída del 1%.
Los bonos soberanos en hard-dollar retrocedieron un 1,9%, acumulando dos jornadas consecutivas de caídas significativas. Con este movimiento, el riesgo país subió a 1.092 pb, luego de haber estado cerca de romper la barrera de los 1.000 puntos. Por su parte, los BOPREAL del BCRA también registraron una pérdida del 0,7%.
Por su parte, el Merval subió un 1,4% en moneda local y un 0,9% en USD al CCL, cerrando la jornada en USD 1.502. Pampa (+5,1%), IRSA (+4,1%) y Edenor (+4,09%) fueron las acciones con mayores subas, mientras que Banco de Valores (-1,4%) y Aluar (-0,6%) registraron la peor performance. Entre las acciones que cotizan en Nueva York, Despegar (+7,4%), Pampa Energía (+5,4%) y Vista (+4,3%) lideraron las subas.
Noticias locales: el país hoy.
En septiembre, el Índice Líder de la UTDT –indicador económico diseñado para anticipar los puntos de giro del ciclo económico en Argentina– subió 0,64% m/m. Esta suba, resultó menor en comparación con la expansión del 1,5% observada en julio y recupera parte de la leve caída de 0,3% m/m registrada en agosto. El Índice de Difusión –que mide cuántos de los componentes del Índice Líder muestran señales de expansión o contracción en un determinado período– se mantuvo en 40%, con sólo cuatro de las diez series mostrando variaciones positivas significativas, incluyendo los índices bursátiles, el precio de la soja y los despachos de cemento. A pesar del crecimiento mensual, la probabilidad de salir de la fase recesiva continúa baja, situándose en apenas 7,6%, lo que refleja un escenario económico aún desafiante hacia adelante.
En el mercado cambiario, el BCRA registró compras netas por USD 13 M, acumulando así trece jornadas consecutivas sin ventas netas. Con esto, las compras del mes ascienden a USD 762 M en lo que va de octubre. Por otro lado, el stock de reservas internacionales aumentó en USD 13 M, alcanzando los USD 28.294 M, impulsado por las compras de USD 11 M realizadas el martes.
El tipo de cambio oficial subió 1 peso, alcanzando los $981,6. El ritmo de devaluación mensualizado se aceleró al 3,1%, en comparación con el 1,3% registrado el martes. En las últimas cinco jornadas, la devaluación corrió a un ritmo mensual del 2,2%, mientras que en lo que va de octubre, la TEM se situó en 2,1%.
Los dólares financieros rompieron su racha bajista y cerraron al alza. El MEP con AL30 subió un 1,4%, alcanzando los $1.157, mientras que el CCL aumentó un 0,8%, cerrando en $1.187. Las brechas treparon a 18% y 21%, respectivamente. Por otro lado, el canje disminuyó de 3,5% a 2,6%.
Durante la jornada de ayer, los contratos de futuros de dólar cayeron un 0,8%, acumulando una baja promedio del 3,9% en lo que va de octubre. Nuevamente, las mayores caídas se registraron en los contratos largos: junio (-0,7%), julio (-1,0%) y agosto (-1,1%). De este modo, la devaluación implícita se sitúa en un promedio mensual del 2,8% hasta agosto de 2025, apenas 0,8 puntos por encima del crawling peg de 2,0% mensual.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una jornada negativa. Los bonos CER retrocedieron un 0,3%. En la curva de tasa fija, el TO26 subió un 0,9%, ajustado por su pago de cupón de $7,5, mientras que las lecaps se mantuvieron sin cambios. Por otro lado, los bonos dollar-linked sufrieron una caída significativa del 1,2%, dejando sus tasas a 2025 en un rango de devaluación +4% a +6%.
Los bonos soberanos en hard-dollar revirtieron su tendencia alcista y cayeron un 1,4%, luego de haber acumulado una suba del 7,9% en los cinco días hábiles previos. A pesar de esta corrección, acumulan una ganancia extraordinaria del 15,6% en lo que va de octubre. Por su parte, el riesgo país subió 8 pb, ubicándose en 1.052 pb.
El Merval retrocedió un 2,2% en moneda local y un 2,9% en dólares CCL, cerrando la jornada en USD 1.488. A pesar de la caída, en las últimas cinco ruedas registra una leve alza del 0,2% en pesos y del 0,4% en dólares. Telecom (+5,8%) y Ternium (+1,9%) registraron las mayores subas, mientras que Banco Macro (-5,1%), Central Puerto (-4,4%) y Cresud (-4,1%) tuvieron las mayores bajas.
Noticias globales: el mundo hoy.
Los mercados globales volvieron a tener una jornada con ganancias generalizadas. El S&P 500 subió un 0,5% y el Dow Jones un 0,7%, cerrando en un nuevo récord, mientras que el Nasdaq terminó sin variaciones. Entre los sectores que componen el S&P, las utilities y el sistema financiero obtuvieron los mejores resultados, mientras que las comunicaciones y los bienes de consumo básico quedaron rezagados. Los operadores siguen centrados en los resultados corporativos: Morgan Stanley ganó un 6,5% después de que las ganancias y los ingresos de la compañía superaran las estimaciones. Además, Abbott subió un 1,5% tras presentar resultados trimestrales ligeramente mejores de lo esperado. Mientras tanto, Intel cayó un 1,4% después de que la ciber asociación china solicitara una revisión de los productos Intel vendidos en China. Las megacaps registraron bajas generalizadas: Apple (-0,9%), Microsoft (-0,6%), Amazon (-0,4%), Meta (-1,7%) y Alphabet (-0,2%), en tanto Nvidia se recuperó un 3,1% luego de una caída del 4,5% el día anterior. Por otro lado, las empresas de menor capitalización, medidas por el Russell 2000, subieron un 1,6%, alcanzando su nivel más alto desde noviembre de 2021.
En cuanto a la renta fija, los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense tuvieron una leve caída, con la UST10Y cerrando en 4,02%, 2 pb por debajo del día anterior, al igual que la UST2Y, que terminó en 3,94%. Esto permitió que los índices de renta fija tuvieran una jornada mayormente positiva, con subas promedio del 0,2%.
En cuanto a los commodities, el precio del petróleo se mantuvo estable, con el WTI cerrando la jornada en USD 70,5 por barril, pero con presión alcista debido a la inesperada reducción en los inventarios de crudo en EE. UU. Los datos del API mostraron que las existencias de crudo cayeron en 1,6 millones de barriles la semana pasada, tras un aumento de casi 11 M y contra pronósticos de un incremento de 2,3 M de barriles. Además, las renovadas tensiones en Oriente Medio, con ataques aéreos de Israel y contra el Líbano, también influyeron en esta presión alcista.
El índice dólar DXY subió un 0,3% y terminó la jornada en 103,6, alcanzando sus niveles más altos en 11 semanas, impulsado por las señales de fortaleza de la economía estadounidense. Esto, a su vez, refuerza las expectativas de que la Fed adoptará un enfoque más cauteloso respecto a los recortes de tasas de interés. Asimismo, las crecientes probabilidades de una victoria de Trump en las elecciones de noviembre también impulsaron al dólar, ya que sus políticas sobre aranceles, inmigración e impuestos son vistas como inflacionarias, lo que dificultaría que el banco central reduzca aún más las tasas. Por otro lado, el oro tuvo una ganancia de 0,5%, llegando a USD 2.673 la onza, e incluso superó los USD 2.700 durante la jornada.
Noticias locales: el país hoy.
La deuda pública sigue en aumento. En septiembre de 2024, el stock de deuda bruta alcanzó los USD 460.068 M, con un 44% pagadero en moneda local. En comparación con agosto, la deuda creció en USD 1.661 M, impulsada principalmente por un aumento de USD 1.465 M en deuda en pesos y USD 187 M en deuda en moneda extranjera (+ USD 9 M por diferencias de valuación en la deuda no presentada al canje). A lo largo de 2024, la deuda se incrementó en USD 89.395 M, reflejando tanto la emisión neta de instrumentos como los ajustes de valuación derivados de la evolución cambiaria.
En el mercado cambiario, el BCRA registró compras netas por USD 11 M, manteniendo una racha de doce jornadas consecutivas sin ventas. Con esto, acumula compras por USD 749 M en octubre. A pesar de esta buena performance, el stock de reservas internacionales sufrió una importante caída de USD 427 M, quedando en USD 28.272 M, debido en parte a la cancelación de deuda con organismos multilaterales.
El dólar oficial subió 42 centavos diarios, alcanzando los $980,6. Esto representa un ritmo de devaluación mensualizado de 1,3%, acelerándose frente al 0,6% registrado el lunes. En los últimos cinco días hábiles, la devaluación se ubicó en una Tasa Efectiva Mensual (TEM) de 2,0%, manteniéndose en el mismo nivel durante lo que va de octubre.
Los dólares financieros operaron de manera mixta. El MEP con AL30 subió un 0,3%, cerrando en $1.141, mientras que el CCL disminuyó un 0,2%, alcanzando los $1.178. De este modo, las brechas con el dólar oficial se ubican en 16% y 20%, respectivamente.
Durante la jornada de ayer, los contratos de futuros de dólar cayeron un 0,7%. Las mayores caídas se registraron en los contratos de abril (-1,3%), mayo (-1,1%) y junio (-1,0%). De este modo, la devaluación implícita se ubica en un promedio mensual del 2,9% hasta agosto de 2025.
Las curvas soberanas en pesos tuvieron una jornada negativa. Los bonos CER retrocedieron un 0,1%. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró con una baja del 0,5%, mientras que las lecaps cayeron un 0,1%. Por su parte, los duales registraron una pérdida del 0,1% y los DLK también marcaron una caída del 0,1%.
Los bonos soberanos en hard-dollar tuvieron otra excelente jornada, con una suba del 1,6%. De esta manera, acumulan una ganancia del 7,9% en las últimas cinco ruedas, mientras que el riesgo país continúa marcando nuevos mínimos, cayendo 62 pb hasta los 1.044 pb.
El Merval subió ayer un 0,8% tanto en pesos como en USD CCL, alcanzando los USD 1.534, un nivel que no se veía desde principios de mayo de 2018. En las últimas cinco ruedas, acumula un alza del 5% en pesos y del 7,4% en dólares. Las principales subas fueron de Mirgor (+4,4%), Telecom (+3,8%) y Banco Supervielle (+3,3%), mientras que las mayores caídas correspondieron a Ternium (-1,9%), Cresud (-1,8%) y Sociedad Comercial del Plata (-1,6%). En cuanto a los ADRs, Grupo Supervielle (+2,7%), IRSA (+2,6%) y Despegar (+2,2%) lideraron las subas, mientras que Corporación América (-2,5%), Ternium (-2,0%) y Vista Energy (-1,9%) encabezaron las bajas.
Noticias globales: el mundo hoy.
El mercado estadounidense tuvo una jornada negativa, impulsada por las débiles ganancias de ASML –que provocaron una liquidación generalizada en los papeles de los fabricantes de chips– y por la fuerte caída en los precios del petróleo, lo que presionó a las acciones del sector energético. El S&P 500 cayó un 0,7%, el Dow Jones perdió un 0,8% y el Nasdaq retrocedió un 1,3%. Las acciones de ASML se desplomaron un 16,5% tras recortar sus perspectivas, lo que afectó a otros fabricantes de chips, como Nvidia (-4,5%), Broadcom (-3,5%), AMD (-5,2%) e Intel (-3,3%). Las acciones del sector energético estuvieron bajo presión, con Exxon Mobil (-3%) y Chevron (-2,7%) cayendo debido a la fuerte baja en los precios del petróleo. Además, UnitedHealth retrocedió un 8,2% tras emitir una previsión de ganancias más débil. Por el contrario, Bank of America subió un 0,5% luego de reportar ganancias e ingresos del tercer trimestre mejores de lo esperado. Apple sumó un 1,1% tras alcanzar un máximo intradiario histórico de USD 238, potenciado por informes que indicaban una fuerte demanda de modelos anteriores a raíz del lanzamiento del iPhone 16.
En cuanto a la renta fija, el rendimiento del UST10Y cayó a 4,04%, retrocediendo desde los máximos de más de dos meses de 4,1% alcanzados la semana pasada. Esto se debió a que el índice manufacturero Empire State de Nueva York fue más débil de lo esperado: la lectura cayó a -11,9 en octubre, el nivel más bajo en cinco meses, lo que indica una contracción de la actividad empresarial en Nueva York tras un repunte positivo en septiembre. Los próximos datos sobre ventas minoristas, producción industrial y el índice manufacturero de la Fed de Filadelfia proporcionarán más información sobre la fortaleza de la industria y el consumo. Actualmente, los operadores asignan una probabilidad del 88% de que la Fed reduzca las tasas en 25 pb en noviembre, luego de la significativa reducción de 50 pb en septiembre.
El precio del petróleo WTI bajó un 4,4%, ubicándose en USD 70,6 por barril, tras informes que sugirieron que Israel podría evitar atacar la infraestructura petrolera de Irán, lo que alivió los temores de una posible interrupción significativa del suministro en la región. Además, la AIE recortó sus previsiones de crecimiento de la demanda, citando una capacidad excedente casi récord en la OPEP+ y una desaceleración en la demanda de mercados clave como China. Se proyecta que la demanda mundial de petróleo aumentará en poco menos de 900.000 barriles por día (bpd) en 2024 y 1 millón de bpd en 2025, lo que representa una desaceleración en comparación con el crecimiento de 2 millones de bpd observado después de la pandemia. La demanda de petróleo en China ha sido particularmente débil, con un consumo que cayó 500.000 bpd en agosto, marcando el cuarto mes consecutivo de disminución. Mientras tanto, se espera que la producción de crudo en América aumente en 1,5 M de bpd este año y el próximo. Además, el lunes, la OPEP rebajó por tercer mes consecutivo su previsión de demanda mundial de petróleo para 2024 y 2025.
Las expectativas de inflación al consumidor para el próximo año, medida por la Fed de Nueva York, se mantuvieron sin cambios en 3% en septiembre de 2024. Sin embargo, las proyecciones medianas de inflación aumentaron a 2,7% desde 2,5% para el horizonte de tres años, y a 2,9% desde 2,8% para el horizonte de cinco años. La probabilidad percibida de una separación voluntaria del empleo y la posibilidad de encontrar trabajo en caso de pérdida aumentaron. Aunque las previsiones de crecimiento del ingreso y del gasto de los hogares para el próximo año disminuyeron ligeramente, las percepciones y expectativas sobre el acceso al crédito mejoraron. Por otro lado, las estimaciones de morosidad continuaron en tendencia ascendente, alcanzando el nivel más alto desde abril de 2020.
El sector inmobiliario de EE. UU. busca recuperar beneficios.
El índice S&P 500 subió 17% en los últimos seis meses, impulsado en gran medida por empresas tecnológicas que se benefician de los avances en la inteligencia artificial.
No obstante, el tradicional sector del real estate tuvo un desempeño aún mejor. El ETF constructores de viviendas (iShares US Home Construction) subió un 20% en seis meses, mientras que el ETF “Real Estate Select Sector”, que invierte en empresas de propiedades incluidas en el S&P 500, aumentó 24%.

El rendimiento excepcional del sector inmobiliario se debe a que las fluctuaciones en las tasas de interés impactan al mercado inmobiliario norteamericano por múltiples frentes, posicionando al sector como uno de los principales beneficiarios del proceso de baja de tasas iniciado por la Fed.
En primer lugar, en mercados financieros desarrollados, las propiedades se valúan de manera similar a un bono. Es decir, cuando bajan las tasas, su valor aumenta.
La métrica fundamental utilizada para valuar propiedades se denomina tasa de capitalización (cap ratio). Esta se calcula dividiendo el ingreso anual de una propiedad por su valor de mercado, obteniendo como resultado un porcentaje de rentabilidad requerido. A medida que bajan las tasas de referencia, también disminuye el cap ratio requerido, lo cual se traduce en mayores valuaciones.
Es así como, al igual que la pronunciada suba de tasas ocurrida entre 2022 y 2023 provocó una caída en el valor de las propiedades, su recorte debería impulsar una recuperación, lo cual el mercado ya está comenzando a descontar en las acciones del sector.

En segundo lugar, la normalización monetaria de la Fed se traducirá en tasas más bajas de créditos hipotecarios. Estas han venido disminuyendo desde un pico cercano al 8% a fines de 2023, su valor más alto en 24 años, hasta 6,3% en la actualidad.
Las menores tasas de créditos hipotecarios brindarán dinamismo al sector en la forma de transacciones más frecuentes, apoyando la recuperación de precios y permitiendo reducir inventarios a desarrolladores con problemas de liquidez.

Finalmente, el sector inmobiliario norteamericano se caracteriza por un elevado apalancamiento financiero, con niveles de deuda que normalmente superan el 60% del valor de sus propiedades.
Esta característica supuso un duro golpe cuando la suba de tasas de la Fed aumentó el costo del endeudamiento, al tiempo que cerró las posibilidades de refinanciamiento para muchas empresas del sector. Esta situación se revertirá a medida que las tasas comiencen a bajar.
En conclusión, luego de tres años de bajo desempeño producto de un contexto desafiante, el real estate norteamericano está bien posicionado para beneficiarse del proceso de baja de tasas iniciado por la Fed en septiembre. Este escenario ya se refleja en las expectativas del mercado.
Noticias locales: el país hoy.
En julio, el empleo registrado se mantuvo sin variaciones respecto al mes anterior, que fue revisado a la baja. Desde el inicio de la gestión actual, la caída acumulada asciende a 109 mil empleos registrados. La situación es especialmente preocupante en el sector privado, donde los asalariados llevan 11 meses consecutivos de retroceso, acumulando una pérdida de 180 mil empleos. El sector de la construcción, en particular, sufrió un ajuste significativo: en julio cayó un 0,7% y acumula una baja del 15% (-70 mil empleos) desde noviembre. Por otro lado, los monotributistas mostraron un crecimiento mensual del 0,5%, siendo el único segmento con una suba sostenida (+3,3% desde noviembre, con 89 mil nuevos registros). Sin embargo, parte de este aumento podría explicarse por el traspaso desde los autónomos, que cayeron un 1% en el mes. Mientras tanto, el empleo público también registra una leve caída (-0,04% en julio), acumulando una baja del 1,2% (-40 mil empleos) desde noviembre.
El BCRA obtuvo un resultado nulo en el MULC, manteniendo así una racha de once jornadas consecutivas sin realizar ventas. En lo que va de octubre, acumula compras por USD 738 M, lo que representa su mejor desempeño cambiario para este período desde mayo. Por otro lado, el stock de reservas internacionales aumentó en USD 67 M, alcanzando los USD 28.699 M, en línea con las compras de USD 70 M registradas el pasado jueves.
El dólar oficial aumentó un 0,1% diario, alcanzando $980,2. Esto implica un ritmo de devaluación mensualizado de 0,6%, desacelerándose respecto al 10,2% registrado el jueves. En los últimos cinco días hábiles, la devaluación se ubicó en una TEM de 1,7%, mientras que en lo que va de octubre, la TEM fue del 2,0%.
Los dólares financieros operaron a la baja. El MEP con AL30 cayó un 0,4%, cerrando en $1.137, mientras que el CCL se mantuvo estable en $1.180. De esta manera, las brechas se ubican en 16% y 20%, respectivamente.
Durante la jornada de ayer, los contratos de futuros de dólar cayeron un 0,4%. Las mayores caídas se registraron en los contratos de junio (-0,7%), julio (-0,6%) y marzo (-0,6%). De este modo, la devaluación implícita se sitúa en un promedio mensual del 3% hasta agosto de 2025.
Buena jornada para los instrumentos a tasa fija, mientras que el resto de los activos registraron caídas. En la curva de tasa fija, el TO26 cerró con un alza del 1,8%, y las lecaps subieron un 0,6%. Por su parte, los duales tuvieron una ganancia del 0,2%, mientras que los DLK registraron una caída del 2,1%.
Los bonos soberanos en hard-dollar subieron un 1,6%, lo que llevó al riesgo país a caer hasta los 1.106 puntos básicos. Con esto, el índice alcanzó su mínimo post reestructuración, al romper la barrera de los 1.119 pb que registró en los días posteriores al canje de 2020. Por su parte, los BOPREAL del BCRA avanzaron un 0,8% y cotizan en una paridad promedio del 88%.
El Merval continuó su buen desempeño, con subas del 0,6% en pesos y del 1,1% en dólares CCL, cerrando en un nivel de USD 1.499. En las últimas cinco ruedas, acumula un alza del 1,6% en pesos y del 5,4% en dólares. Cresud (+2,7%), Banco Macro (+2,5%) y Banco Supervielle (+2,2%) protagonizaron las mayores subas, mientras que Holcim (-2,9%), Transportadora Gas del Norte (-1,3%) y Telecom Argentina (-1,1%) registraron las principales caídas. En cuanto a los ADRs, las acciones que más subieron fueron Corporación América (+4,8%), Banco Macro (+3,5%) y Grupo Supervielle (+3,0%). Por otro lado, las que más cayeron fueron Despegar (-3,1%), Globant (-0,9%) y Mercado Libre (-0,4%).
Noticias globales: el mundo hoy.
El Dow Jones y el S&P 500 ganaron un 0,5% y 0,8%, respectivamente, alcanzando nuevos máximos históricos. La buena jornada también se reflejó en el Nasdaq, que subió 0,9%, llegando a sus niveles más altos en tres meses. Nueve de los once sectores del S&P terminaron al alza, liderados por tecnología, servicios públicos y el sector inmobiliario, mientras que el sector energético fue el único en caer a raíz de la debilidad de los precios del petróleo. Entre las empresas, Nvidia –la favorita en el campo de la IA– se destacó nuevamente, con una ganancia del 2,4%, cerrando en un pico histórico. Además, Coinbase repuntó un 11,3% impulsada por el aumento en los precios de bitcoin, mientras que Longboard Pharmaceuticals y Trump Media subieron un 51,7% y un 18,5%, respectivamente. Todo esto ocurrió en una jornada en la que los rendimientos de los bonos del Tesoro se mantuvieron estables, con la UST10Y cerrando en 4,10%. Asimismo, el precio del barril de WTI bajó un 2,2%, ubicándose en USD 73,9, mientras que el oro retrocedió un 0,27%, alcanzando los USD 2.668.
En una sesión marcada por la celebración de Columbus Day, no hubo datos económicos en EE. UU., por lo que la atención se concentró en China. En septiembre, el superávit comercial del país asiático se amplió a USD 81.710 M desde los USD 75.500 M del mismo período del año anterior, aunque quedó por debajo de las expectativas del mercado, que estimaban un excedente de USD 89.800 M. Esto fue el resultado de un aumento del 2,4% i.a. en las exportaciones, inferior a las previsiones del 6% i.a., marcando el ritmo más lento en cinco meses y desacelerándose desde el 8,7% i.a. registrado en agosto. Mientras tanto, las importaciones en China aumentaron un 0,3% i.a., desacelerándose desde el 0,5% registrado en agosto y sin alcanzar el consenso del 0,9%, reflejando la frágil demanda interna. Durante los primeros nueve meses de 2024, el superávit comercial acumulado fue de USD 689,5 MM, con las exportaciones creciendo un 4,3% i.a. hasta USD 2,62 billones, mientras que las importaciones avanzaron a un ritmo más débil del 2,2% i.a., totalizando USD 1,93 billones.
En Brasil, el Índice de Actividad Económica IBC-Br aumentó un 0,2% m/m en agosto de 2024, recuperándose de una caída revisada al alza del 0,6% m/m en julio y superando las estimaciones del mercado, que proyectaban una lectura plana. Con este resultado, la actividad económica experimentó una expansión del 2,5% en los últimos 12 meses.
Análisis de instrumentos de renta fija y variable
A continuación podrás descargar el informe semanal del mercado local, en el que analizamos los distintos instrumentos de renta fija con posibles escenarios de sensibilidad. Además, mostramos los índices de mercados accionarios locales e internacionales, y finalmente el mercado de renta variable local.