Noticias globales: el mundo hoy.
Los mercados volvieron a cerrar una jornada en rojo ayer luego de darse a conocer el dato semanal de subsidios por desempleo. El resultado fue de 224.000 solicitudes, fuertemente por debajo del dato previo de 232.000. Esto continúa mostrando la fortaleza que mantiene el mercado laboral norteamericano a pesar de la suba de tasas y la desaceleración de las distintas variables macroeconómicas.
El mercado tomó este dato como una señal de que la FED aún tiene un sólido margen para continuar con la suba de tasas para así llevar la inflación a su medida target de 2%. Cabe destacar que este contexto refuerza la postura de que será casi imposible para la FED alcanzar su pronóstico de tasas establecido en julio de 3,4%, llevando las expectativas del mercado a esperar tasas hasta por encima del 4%.
A esto se le sumó el dato de ventas minoristas mensual que se ubicó por encima de lo esperado, logrando un 0,3% m/m – vs. 0,2% m/m proyectado y una contracción de 0,4% m/m –. Este resultado refuerza la perspectiva de que la economía norteamericana podría no estar proyectando un enfriamiento tan contundente de su actividad, lo que sería tomado como una señal positiva para la postura más hawkish de la FED.
Sin embargo, los resultados fueron dispares ya que el índice de producción industrial de agosto marcó una caída de 0,2% m/m, por debajo tanto de las expectativas de 0,1% como del 0,5% m/m de julio. De esta manera, a pesar de que las ventas marcaron una mejoría, la oferta continúa mostrando rezagos lo que podría presionar aún más al contexto inflacionario que afecta al país.
Este escenario genera una mayor aversión al riesgo que continúa golpeando tanto a la renta fija como a la renta variable. De esta manera, el mercado no logró rebotar y continúa en terreno negativo desde la presentación del dato inflacionario del martes. Ante una fuerte volatilidad durante ayer, los principales índices volvieron a cerrar a la baja con el Nasdaq encabezando la caída (-1,7%) seguido por el S&P (-1,1%) y el Dow Jones (-0,5%).
Dentro de los sectores que componen al S&P sólo el de salud (0,6%) y el financiero (0,3%) cerraron el día en terreno positivo. Por el contrario, las mayores caídas se dieron en el sector energético (-2,6%) y el de utilidades (-2,5%). Sin embargo, cabe destacar que estos dos continúan siendo los únicos que marcan retornos positivos en lo que va del 2022.
Dentro de los commodities, el petróleo volvió a ubicarse en los USD 85 (-3,8%) luego de darse a conocer un acuerdo entre Estados Unidos y sus sindicatos ferroviarios. El anuncio de huelgas a nivel nacional había impulsado el precio no sólo de los commodities energéticos sino también de los agrarios como la soja, el trigo y el maíz. La falta de transporte llevaba a esperar un desabastecimiento en distintas regiones del país, lo que impulsó al alza a su precio. Sin embargo, el acuerdo cerrado ayer hizo retroceder drásticamente a estos commodities, con los agrarios cayendo un promedio de 2,2%.
Los precios de los bonos soberanos están en mínimos históricos, ¿hay oportunidad?
Hace apenas dos años, Argentina reestructuró nuevamente su deuda soberana luego de haber quedado fuera del mercado tras las PASO de agosto de 2019, cuando hubo un fuerte repricing del riesgo en el mercado por las dudas sobre la capacidad y voluntad de pago que iba a tener Argentina con un nuevo gobierno. Vale destacar que antes de este evento los bonos soberanos ya venían cayendo por la crisis de deuda iniciada en abril de 2018. Y si seguimos para atrás, vemos que hay ciclos con largas subas y ciclos con fuertes y violentas bajas.
%2019.18.45.avif)
Hoy estamos en el Bear Market (mercado bajista) más largo de la historia reciente. Los bonos valen cerca de USD 26, casi 80% menos que los USD 119 del último pico de 2017. Hace cinco años que bajan y hoy cotizan cerca de los mínimos históricos. En efecto, luego del default de 2001, los bonos valían USD 18 y durante la crisis sub-prime en 2009, llegaron a valer USD 25.
¿Habrá que dar otra oportunidad a los bonos argentinos? Obviamente no para perfiles reacios a asumir riesgos, pero si miramos el largo plazo la respuesta es sí. Para ver si hay valor en los bonos debemos analizar dos aspectos: la voluntad de pago y la capacidad de pago.
Para el corto plazo, creemos que en el último mes, la voluntad de pago mejoró. La entrada de Sergio Massa como ministro de Economía incrementa las posibilidades de que pueda ser él un candidato para las elecciones en 2024 y lo obliga a tomar medidas más "market friendly". Así, si el puesto presidencial se disputase entre un perfil como Massa y alguien de Cambiemos tendría menor riesgo para los bonos soberanos que si la elección fuera entre opciones más extremas.
En cuanto a la capacidad de pago, no hubo cambios radicales últimamente. Sólo se vio una mayor voluntad de cumplir con las metas fiscales acordadas con el FMI. Lo importante es saber si Argentina podrá afrontar los próximos pagos y, si eventualmente no dan los números, cómo y quién lanzará una nueva reestructuración de deuda para volver a los mercados.
Con este marco de fondo, planteamos dos escenarios, uno sin canje de deuda y otro con canje.
%2019.18.53.avif)
Ahora bien, ya decidido a comprar según los dos escenarios planteados, el inversor deberá tener en cuenta que hay bonos para cada perfil.
Noticias locales: el país hoy.
La jornada de ayer estuvo marcada por la publicación del IPC de agosto. De acuerdo al INDEC, el IPC Nacional tuvo una variación de 7% m/m (vs 7,4% en julio), levemente por encima de las expectativas y reflejó la elevada y persistente inercia sin corrección del tipo de cambio ni ajuste de tarifas. La cifra mensual es el dato más alto de todos los agostos desde la hiperinflación en 1990. En los últimos tres meses la inflación promedió un alza de 6,6% m/m (114,3% anualizado). Con esta performance, la inflación interanual avanzó al 78,5% (acelera desde el 71% i.a. de julio) y la acumulada en el año a 56,4%. Si se sostiene en 6%, la inflación cerraría en 98% en 2022; con 7%, la inflación superaría la barrera del 100% por primera vez desde 1991.
EL IPC Core marcó un alza de 6,8% m/m (vs 7,3% en julio) y 78,4% i.a. Por su parte, el IPC de regulados subió 7% m/m (vs 4,9% m/m en julio) y 59,7%. Finalmente, los precios estacionales fueron los de peor performance al marcar un incremento de 8,7% m/m y 115,5% i.a. impulsados por prendas de vestir y calzado que subió 9,9% m/m y 109% i.a.
De cara a septiembre, los datos preliminares marcan que la inflación mensual se sostendría en torno al 7% m/m.
Mientras tanto, en el mercado cambiario continuó el fuerte ingreso de divisas del agro que liquidó USD 492 M (USD3.350 M en lo que va del mes) y el BCRA compró otros USD 272 M. Con esto, las reservas internacionales subieron USD 165 M y cerraron la jornada en USD37.922 M, en tanto que las netas superaron los USD 2.100 M.
En cuanto al tipo de cambio oficial, el BCRA mantuvo el ritmo de devaluación del oficial en 0,2% (6,6% mensual) mientras que el dólar MEP y el CCL marcaron subas de 0,7% y 1,7%, por lo que la brecha cambiaria tuvo un leve repunte hasta 92% y 99% respectivamente.
Los bonos soberanos cayeron en promedio un 0,8%, siendo rescatable únicamente el de ley extranjera con vencimiento en 2038 (+0.5%). Estos títulos cargan con una caída de casi el 30% promedio en lo que va del año. El riesgo país subió 0,9% hasta 2.330 pb.
En cuanto a los bonos en moneda local, pese al mal dato de inflación y de la suba que vienen marcando las reservas internacionales, los más demandados fueron los ajustables por tipo de cambio (DLK) y los Duales. Concretamente, los DLK tuvieron un alza de 1,4%, entre los que se destacó el T2V3 que subió 3,3%, en tanto que los duales promediaron un alza de 1,2%. Los ajustables por CER marcaron una ganancia promedio de 0,4% en tanto que las LECER tuvieron un alza de 0,7%.
El Merval terminó una nueva jornada alcista al avanzar un 2,7% medido en moneda local y un 0,9% en dólar CCL. De esta manera, vuelve a aproximarse al máximo del año de USD 517 alcanzado una semana atrás (USD 516,3). Dentro del panel líder, sólo Aluar terminó con un resultado negativo (-2,3%), afectada por el retroceso que marcaron tanto el cobre (-1%) como el aluminio (-1,8%) ayer. Por el contrario, Central Puerto (6,1%) marcó el mayor avance del día seguido por Banco Macro (4,4%) y BYMA (3,8%). Respecto a las firmas que cotizan como CEDEARs, el aumento en los commodities agrícolas continúa beneficiando a Bioceres (5,6%) mientras que Ternium se ubicó como la mayor detractora entre su grupo (-4,1%).
Noticias globales: el mundo hoy.
Los mercados cerraron levemente alcistas luego de sufrir su mayor pérdida diaria de los últimos dos años. Mientras que el Nasdaq avanzó un 0,8%, el S&P y el Dow Jones marcaron alzas más moderadas de 0,3% y 0,1% respectivamente.
De los 11 sectores que componen al S&P, 6 terminaron la jornada en terreno positivo mientras los restantes continuaron acumulando pérdidas. Entre los ganadores, el sector energético fue el principal promotor cerrando 2,8% al alza. Esto fue producto del fuerte impulso que marcó el gas natural el día de ayer al avanzar un 9,8%, mientras que el petróleo WTI lo hizo en 1,5%. El conflicto energético continúa afectando fuertemente a la oferta de estos commodities a pesar de las expectativas de desaceleración económica a nivel global. La interrupción de la exportación de gas ruso mediante el gasoducto Nord Stream, el cual exporta más del 9% de la demanda energética a Europa, continúa generando preocupaciones respecto al abastecimiento para el invierno.
A este escenario se le sumó que durante el día de ayer la Comisión Europea dio a conocer un plan con el objetivo de flexibilizar los márgenes de ganancias de las energéticas. Con esto, la entidad buscaría flexibilizar la crisis de liquidez que afecta a la región, otorgando mayores beneficios impositivos a las firmas e incrementando los costos finales de los usuarios. Esto terminó impulsando fuertemente el precio de los commodities energéticos, llevando a que el sector sea el principal impulsor del S&P durante la jornada de ayer. Esto se vio reflejado también en el ETF XOP que tiene en cuenta a los productores y exportadores de gas y petróleo del S&P 500, el cual avanzó un 3,5% mientras que el ETF XES (que mide al equipamiento y servicios de gas y crudo) lo hizo en un 3,6%.
Por su parte, las tasas de UST10Y cerraron la jornada levemente a la baja en 3,4%. Sin embargo, el tramo corto de la curva continuó su tendencia alcista con la USD2Y marcando un nuevo máximo del año en 3,79%, aumentando así el spread entre tasas. A la espera de la nueva reunión de la FED y pasada la sorpresa del dato inflacionario, las expectativas volvieron a ubicarse en un 75% de probabilidades para una suba de 75 pb. Sin embargo, un 25% del pronóstico aún espera un alza de 100 pb, lo que volvería casi imposible para la Reserva Federal alcanzar su pronóstico de tasas de 3,4% para el 2022 establecido en julio.

Noticias locales: el país hoy.
Como viene ocurriendo desde la semana pasada, el fuerte incremento de la liquidación del agro oxigena el mercado cambiario en el corto plazo y le permite al BCRA comprar divisas y acumular reservas internacionales. En la rueda de ayer el agro aportó USD 293 M en concepto de dólar soja y otros USD 35 M por otros productos, totalizando ingreso neto de USD 328 M - en línea con las jornadas previas - y acumulando en lo que va de septiembre USD 2.884 M de liquidaciones. Esto fue determinante para que el BCRA finalice la rueda con compras netas de divisas por USD 180 M - en septiembre lleva compras netas por USD 1.374 M - y las reservas internacionales brutas sumaron otros USD 105 M. Dicho esto, el stock de reservas internacionales netas cerró cercano a los USD 2.000 M.
En cuanto al tipo de cambio oficial, pese a la apreciación que tuvo a nivel global, el BCRA mantuvo el ritmo de devaluación del oficial en 6,6% mensual, en tanto que el dólar MEP y el CCL operaron estables lo que permitió que la brecha cambiaria tenga una leve caída hasta el 89% y 96% respectivamente.
En un mal día para la renta fija global, con los bonos emergentes marcando una caída de 1,5%, los bonos soberanos locales en moneda extranjera operaron a la baja, especialmente los de legislación local que cayeron 1,8%, mientras que los de legislación extranjera lo hicieron 0,3%. Con esta performance, el riesgo país subió apenas 0,2% y cerró en 2.310 pb.
En cuanto a los bonos en moneda local, lo destacado de la jornada fue el avance de los ajustables por tipo de cambio, mientras que los bonos ajustables por CER y los de tasa fija operaron a la baja. Concretamente, los bonos DLK subieron 0,4% de la mano del T2V2 que lo hizo 0,8% (el rendimiento pasó a -21,3%). Similar comportamiento tuvieron los bonos duales mientras que los bonos ajustables, a la espera del dato de IPC que se publica hoy a las 16 hs, cerraron la rueda con una caída promedio de 0,3%. En cuanto a los bonos a tasa fija, el TO23 cayó 2,3%.
Finalmente, el Merval no pudo escapar del desplome ocurrido en el escenario internacional y marcó un retroceso de 1,2% en moneda local y de 1,1% medido en dólar CCL. Pocas compañías lograron cerrar la jornada al alza, entre las que se destacaron YPF (1,3%) y Ternium Argentina (1,1%). Por el contrario, el sector de consumo discrecional fue el más afectado del día (-3,3%) mientras que dentro de las compañías Cresud (-4,9%) marcó la mayor caída. Por su parte, las compañías que cotizan como CEDEARs también se vieron afectadas negativamente por el contexto. Bioceres (2,7%) logró un resultado positivo beneficiada por la suba que mantienen los commodities agrarios, mientras que Despegar (-7,5%) y MercadoLibre (-5,8%) tuvieron los mayores retrocesos del día.
%2009.31.45.avif)
Noticias globales: el país hoy.
El día de ayer se dio a conocer el esperado dato de IPC de EE.UU del mes de agosto, que terminó por defraudar al mercado al ubicarse en 0,1% m/m - por encima de la contracción de 0,1% m/m proyectada - y 8,3% i.a. La estabilidad que marcó el índice general en julio y agosto se explicó exclusivamente por los precios energéticos, que de la mano de la caída que tuvo el precio del petróleo en dichos meses cayeron a razón de 5,4% mensual. Sin embargo, la peor noticia vino por el IPC Core - excluye los precios energéticos y de alimentos - que subió 0,6% m/m, muy por encima del 0,3% m/m esperado, llevando así al dato interanual a 6,3% vs. 5,9% del mes previo. Esto demuestra que la inflación viene siendo un problema intrínseco de la economía norteamericana, con los ítems de nuevos vehículos y servicios de salud marcando las mayores alzas mensuales de 0,8% en ambos casos.
Cabe destacar que las expectativas de inflación se mantuvieron controladas a lo largo del mes, lo que muestra la alta sensibilidad que mantienen en relación a los precios energéticos.
Estos débiles resultados llevaron a un desplome de los principales índices norteamericanos encabezados por el Nasdaq (-5,5%), seguido por el S&P (-4,3%) y el Dow Jones (-4%). De esta manera, Wall Street marcó su peor caída de los últimos dos años ante la preocupación de la postura más agresiva que debería tomar la FED para controlar la presión inflacionaria del país. Esto se reflejó también en las expectativas de suba de tasas para la reunión de septiembre, donde con un 33% de probabilidades el mercado espera un alza de 100 pb, mientras que el 67% restante proyecta una suba de 75 pb. A este pronóstico se le suma que la reunión de noviembre también se espera con un alza de 75 pb, lo que intensificaría la postura más agresiva que se espera de la Reserva Federal en comparación a una semana atrás.
Todos los sectores que componen al S&P terminaron la jornada en negativo, con los de comunicaciones (-5,5%) y tecnológico (-5,3%) marcando los mayores retrocesos. Ambos sectores son los más perjudicados ante una mayor suba de tasas por parte de la Reserva Federal, afectando tanto a las valuaciones de estas compañías como al encarecimiento a la hora de tomar deuda. Lo mismo ocurre con industrias como de innovación disruptiva o de semiconductores, ambas muy dependientes de las tasas del mercado que retrocedieron 6,8% y 6,2% respectivamente en la jornada de ayer.
El mercado de renta fija también se vio fuertemente perjudicado por el resultado. Toda la curva de rendimientos de bonos del tesoro norteamericano cerró con fuertes subas, principalmente en el tramo corto vinculado a las expectativas de inflación. De esta manera, la reinversión de la curva, hecho tomado como pronóstico de una recesión de la economía, amplió su spread. Mientras que la USD 10 YR avanzó 5 pb hasta 3,41%, la USD 2 YR alcanzó un rendimiento de 3,75%, máximo valor de los últimos 15 años. Este resultado alcista en la curva de rendimientos demuestra que el mercado aún mantiene altas expectativas de suba de tasas a pesar de que también pronostica una FED más hawkish para los meses restantes del año.
El gran beneficiado por el dato del IPC fue el dólar que volvió a fortalecerse ante mayores expectativas de suba de tasas. Esto llevó a que el índice DXY avance un 1,4% frente a las monedas comparables, logrando así una suba de casi 5% en el último mes y de 14,4% en lo que va del año. Con esta suba, el DXY marcó su mayor valor de los últimos 20 años, confirmando así la solidez que mantiene la moneda norteamericana favorecida por la sólida postura que viene mostrando la Reserva Federal para controlar la inflación.
El dato también afectó al precio de los commodities, ya que mientras la fortaleza del dólar impactó negativamente en el oro (-1,3%), las expectativas de una mayor suba de tasas afectaron también al petróleo. Ante lo que sería una mayor desaceleración de la economía producto de una FED más agresiva, el WTI cerró 0,5% a la baja, a pesar de que la preocupación respecto al conflicto energético europeo se mantiene latente.
%2009.19.27.avif)
¿Qué oportunidades de inversión encontramos en el actual contexto chino?
Las cuarentenas por COVID-19 no disminuyen. Actualmente hay 65 millones de personas en aislamiento en 33 ciudades del país. La ciudad de Chengdu con 21 millones de habitantes fue la última en entrar por 157 nuevos casos. La situación preocupa debido a lo severas y extensas que han sido las cuarentenas. Esta política genera problemas en las cadenas de producción de varias firmas y disminuye considerablemente la operación de servicios.
No está claro si las razones de las cuarentenas son epidemiológicas o políticas, lo que genera más incertidumbre a futuro.
El sector inmobiliario ya no será el motor de crecimiento. Este sector ha sobresalido desde que las exportaciones y la inversión extranjera ya no tienen un fuerte dinamismo después de la crisis global del 08/09. Hoy el sector inmobiliario parece sobredimensionado, explicando casi el 30% del PBI frente al 20% en el Reino Unido o 17% en EE.UU. Esto en parte se da por los controles de capitales a residentes locales que hacen más difícil la inversión en activos en el exterior. Según el centro de investigación de las finanzas de los hogares en China, al año 2008 las compras de primera vivienda representaban un 70% del total y el resto de segundo y tercer hogar, mientras que en el 2018 las de primera vivienda representaban solo 45% del total. Según el organismo nacional de estadísticas, en agosto los precios de inmuebles encaminan 11 meses consecutivos de caídas mensuales. En julio, las ventas de viviendas cayeron 23% i.a. mientras que las inversiones de propiedades lo hicieron en -9,4%. Los problemas para pagar deudas y cumplir con los proyectos de grandes constructoras aparecieron a principios del año pasado y no han cesado. Los residentes locales están realizando protestas dejando de pagar por sus créditos hipotecarios. Según Bloomberg, 320 proyectos en 100 ciudades sufrieron estas protestas. Si bien el Gobierno está inyectando fondos y bajando tasas para reactivar al sector, en el mejor de los casos se espera que se estabilice y que deje de ser el motor que fue en las décadas anteriores.
Las exportaciones y la inversión extranjera tampoco traccionan. El principal problema que encuentra China respecto a sus exportaciones es que el mundo le quedó chico en comparación a su actual tamaño. Adicionalmente, la crisis del COVID-19 llevó a grandes disrupciones en las cadenas de producción global y consolidó la idea de producir cerca de los centros de consumo. Lo anterior, se profundizó con las impredecibles políticas de aislamiento del Gobierno y el conflicto geopolítico con Taiwán y su semejanza con el de Ucrania y Rusia. Esta situación consolida una tendencia de décadas donde las inversiones extranjeras directas nunca volvieron a superar al registro nominal alcanzado en el 2008 y cada vez poseen un menor peso de manufacturas con el 21% del total de las inversiones, desde el 54% en el año 2008.
La ya elevada deuda privada dificulta la transición hacia una economía donde el consumo privado traccione sin provocar nuevas crisis, como la inmobiliaria. La deuda del sector privado no financiero ya alcanza el 280% del PBI, niveles cercanos a los de la Eurozona y EE.UU. A lo que se le suma un sector público con un déficit fiscal grande (8% del PBI) y con un crecimiento de la deuda pública desde el 20% del PBI a principios de la década y con un 70% actual. Además, con el sector inmobiliario sin un gran dinamismo no son esperables aumentos patrimoniales de los residentes que sirvan de apalancamiento del consumo. Por ende, es difícil que pueda existir un boom del consumo que permita mantener las tasas de crecimiento elevadas.

A largo plazo la demografía y la mayor injerencia política en la economía tampoco ayudan. El gran boom económico inicial de China provino de una gran población rural que se trasladó desde la producción de subsistencia hacia la producción de manufacturas en ciudades. Actualmente su crecimiento poblacional es considerablemente inferior, de hecho, se espera que se reduzca en 100 millones al 2050. El envejecimiento de la población que también disminuye la fuerza de trabajo es otro factor a considerar. Además, el PBI de China per cápita ya es de ingreso medio, con 21 mil dólares per cápita (se encuentra, por ejemplo, por encima del brasileño). Esto es un desafío para sostener sus altas tasas de crecimiento ya que los países de ingreso medio tienden a crecer menos que los de bajo ingreso debido a que es más complejo incorporar mejoras y tecnología avanzada. Y, por último, el mayor control estatal de parte del partido comunista en la economía no facilita el crecimiento económico.
Como resumen, la desaceleración económica no va a ser algo de corto plazo, sino que probablemente haya llegado para quedarse. Si bien recientemente el Gobierno ha acelerado proyectos de infraestructura e inyectado liquidez al sistema, es difícil que pueda revertir la situación actual debido a lo complicado que está el sector inmobiliario y las cuarentenas. Las proyecciones de crecimiento para este año se sitúan en 3,8% frente al 5,3% que se esperaba a principios de año. A largo plazo la situación va a ser más compleja ya que tendrá que enfrentar la desglobalización, el sector inmobiliario sobredimensionado, un crecimiento poblacional bajo y la creciente injerencia del partido comunista en la economía.
Idea de inversión
En conclusión, vemos oportunidad en las firmas que vuelven a producir en EE.UU. mediante diversas estrategias. La construcción de nuevas instalaciones de fabricación en los EE.UU. se ha disparado un 116 % durante el último año, frente al aumento del 10 % en todos los proyectos de construcción combinados, según Dodge Construction Network. A la tendencia de tener la producción más cerca de los centros de consumo se le suma la automatización, lo que lo hace más factible. En conclusión, la complicada situación hace bastante difícil el invertir en el país asiático tanto en el corto como en el largo plazo. Sin embargo, puede beneficiarse de la situación actual con firmas americanas que están tomando el lugar que ocupó China en manufacturas con diversas estrategias.
El sector industrial americano puede volver a un nuevo boom luego de varias décadas en el olvido. El riesgo que presentó el COVID-19 a las cadenas logísticas, junto a un mundo más incierto respecto a la geopolítica, las políticas discrecionales de China y la mayor automatización de las firmas, hacen que el producir cerca de centros de consumo sea cada vez más atractivo. Se puede aprovechar esta tendencia con los ETF de manufacturas americanos de iShares US Industrials (IYJ) o Vanguard Industrials ETF (VIS).
En línea con esta tendencia, la utilización de parques industriales en EE.UU. se ha incrementado considerablemente en los últimos tiempos. Según Dodge Construction Network, la construcción de nuevas instalaciones de fabricación en los EE.UU. se ha disparado un 116 % durante el último año, frente al aumento del 10 % en todos los proyectos de construcción combinados. Se puede invertir en real estate de industriales con el ETF Pacer Benchmark Industrial RE SCTR ETF (INDS). Tomen en cuenta que el sector de Real Estate está en una situación delicada (¿Otra crisis inmobiliaria en EE.UU?) por lo que recomendamos posicionarse pero con cobertura del sector.
Noticias locales: el país hoy.
Cerró el viaje del ministro Massa a Washington, donde además de destrabar el financiamiento del BID y del Banco Mundial por USD 1.200 M y USD 900 M respectivamente, se reunió con los representantes del FMI para evaluar la marcha del programa firmado en marzo pasado. De acuerdo a lo informado por el Gobierno, se aprobarían las metas del 2° trimestre (recordemos que con algunos “abusos” metodológicos por parte de la gestión de Guzmán) por lo que se habilitaría un nuevo desembolso por USD 4.000 M que le permitirá afrontar los próximos pagos con el organismo (dos cuotas de USD 2.750 M en septiembre y octubre). En este contexto, la titular del FMI Kristalina Georgieva destacó que las metas del programa original no se modifican.
Mientras tanto, en el mercado local durante la jornada de ayer continuó el fuerte ingreso de divisas del agro. En concepto de dólar soja ingresaron USD 292 M - acumulan USD 1.965 M desde que se decretó la medida que tendrá vigencia durante este mes - a los que se sumaron otros USD 30 M por otras operaciones. En este contexto, la liquidación total del agro sumó USD 320 M y en lo que va de mes ya llevan USD 2.536 M, prácticamente lo mismo que habían liquidado en todo septiembre del año pasado.
La mayor oferta de divisas del agro fue determinante para que el BCRA compre USD 170 M en el mercado de cambios, acumulando en lo que va del mes compras netas por USD 1.188 M. Estas operaciones fueron determinantes para que las reservas internacionales aumenten en USD 144 M y cierren la jornada en USD 37.651 M. Las reservas netas marcaron la misma tendencia, con la compra de divisas en el mercado de cambios superaron los USD 1.500 M. Sin modificaciones en la meta, el BCRA deberá acelerar el ritmo de compra de divisas para poder cumplir la de reservas netas dado que la misma establece un nivel de USD 6.000 M.
Continuando con el comportamiento de la semana pasada, pese al mayor excedente cambiario, el BCRA continúa devaluando el tipo de cambio oficial a la par de la inflación. En la jornada subió al 116% anualizado, lo que equivale a una tasa de 6,6% mensual, idéntica al promedio de la semana pasada. Mientras tanto, el MEP y el CCL volvieron a operar a la baja y marcaron caídas de 0,3% y 0,4% respectivamente. Con este resultado, la brecha entre el tipo de cambio oficial y el MEP bajó al 89% y con el CCL al 97%.
En cuanto a los bonos soberanos en moneda extranjera, fueron de mayor a menor y terminaron la jornada con un alza promedio de 0,4% gracias al repunte de 0,7% en los de legislación extranjera, mientras que los Bonares subieron apenas 0,1%. Con esto, el riesgo país cedió 0,7% y cerró en 2.306 pb.
Respecto a la curva de pesos, no tuvo grandes movimientos durante la jornada de ayer. Los bonos ajustables por CER tuvieron una caída promedio de 0,2% mientras que los Dollar-linked y los Duales marcaron subas de entre el 0,1% y 0,2%. El mejor desempeño de la jornada se lo llevó el T023 que subió 1,2% por lo que ya rinde 91% anual.
Finalmente, el índice Merval cerró la primera jornada de la semana sin variaciones en moneda local, mientras que terminó un 0,4% al alza medido en dólar CCL. Dentro del panel líder los resultados fueron diversos, con el sector financiero marcando las mayores pérdidas del día: BBVA (-2,3%) y Grupo Financiero Galicia (-2,1%). Por el contrario, Transportadora Gas del Sur volvió a ubicarse como la ganadora de la jornada (5,1%). Entre las compañías que cotizan como Cedears, Bioceres se ubicó como la mayor detractora (-2,6%) mientras que MercadoLibre (3,2%) marcó la mayor ganancia al verse beneficiada por el contexto internacional.

Noticias globales: el mundo hoy.
Los mercados norteamericanos cerraron alcistas a la espera del dato de inflación que se dará a conocer hoy. El pronóstico lo ubica en una contracción de 0,1% m/m lo que derivó en una ola de optimismo que llevó al Nasdaq a encabezar la suba del día (1,2%) seguido por el S&P (1,1%) y el Dow Jones (0,7%). Sin embargo, la mira estará puesta principalmente en el IPC subyacente, el cual no tiene en cuenta costos energéticos y de alimentos ya que un resultado por encima de las estimaciones (0,3% m/m) podría derivar en una fuerte volatilidad para los mercados. La preocupación continúa principalmente en los costos de los servicios que aún tienen un largo trecho para alcanzar sus niveles previos a la pandemia.
Un resultado inflacionario por debajo de las estimaciones podría favorecer fuertemente a los mercados que tienen la mira en la reunión de la FED que se dará a fines de mes. Ante este escenario, el dólar retrocedió llevando nuevamente a la paridad frente al euro, principalmente ante el fortalecimiento del mercado europeo. La noticia de que las fuerzas ucranianas recuperaron más de 3.000 km ocupados por Rusia dio un impulso a los mercados de la región europea (2,2%).
Por su lado, todos los sectores que componen al S&P se vieron favorecidos en la previa del dato, con el energético marcando la mayor suba del día (1,8%) seguido por el tecnológico (1,6%). El mayor impulso de este último se dio a causa del avance que marcó Apple (3,85%) ante el fuerte aumento de ventas que viene marcando la firma luego de lanzar su nuevo Iphone la semana pasada. El mercado tomó como una señal positiva que las ventas superen a las del modelo previo lanzado en septiembre de 2021, lo que derivó en una fuerte suba del precio de las acciones.
El escenario favoreció a la renta fija con los bonos de alto rendimiento marcando el mayor avance (0,3%) seguidos por los de alta calidad (0,2%). Por su parte, la menor aversión al riesgo hizo avanzar a todo el tramo de la curva de bonos del tesoro, dándose el mayor aumento en el largo plazo. Esto llevó a que la USD 10 YR alcance un rendimiento de 3,36%, su máximo valor de los últimos tres meses.
Por el lado de los commodities, la soja fue la principal ganadora avanzando un 4,1% al continuar la preocupación respecto a las sequías que afectan a lo largo del globo. Respecto al crudo, el WTI avanzó un 1,1% ante una falta de acuerdo nuclear con Irán. Sin embargo, la mira estará puesta en el paquete de medidas que planea lanzar la Unión Europea para paliar el conflicto energético que afecta a la región. Entre las medidas se destacan beneficios impositivos a las compañías energéticas como también restricciones al consumo de cara al invierno del continente. La problemática continúa estando en el precio límite que se le podría establecer al gas ruso, lo que dificultaría la adquisición de energía en caso de que el país detenga las exportaciones - actualmente el 9% de los suministros de Europa -.
%2008.56.43.avif)
Durante la última semana se dio una variación en la curva respecto a la semana previa...
Durante la última semana se dio una variación en la curva respecto a la semana previa, marcándose un retroceso en la cotización hasta diciembre mientras que a partir de febrero se vio un leve aumento. El mayor volumen de operaciones fue el jueves 8 con 830,2 contratos operados, aunque manteniéndose similar al resto de los días. Junto con lo operado en semana el volumen en relación a la semana anterior marcó un retroceso del 63% producto de la mayor operatoria que se dio a fin de mes.
Esto implicó una suba en el interés abierto de 13,3%, producto de la diferencia de cantidad de contratos operados entre ambas semanas (5210,2 contratos menos).
En cuanto a precios, los contratos que van de septiembre a diciembre fueron nuevamente los más operados mostrando un movimiento promedio negativo de 5,8%, y proyectando una leve caída en la tasa de devaluación para estos meses. Por el contrario, en los contratos que van desde enero a julio las subas fueron positivas con incrementos promedio de 3,6%.
Con estos movimientos, las tasas nominales retrocedieron levemente hasta el rango de 87%-117%. Lo mismo pasa con las tasas de devaluación mensual implícita, octubre pasó a liderar con un valor esperado de 9,9% mientras que septiembre retrocedió a 6,8%.
%2011.19.31.avif)
%2011.21.43.avif)
%2011.22.55.avif)
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local e internacional.
Luego de acumular tres semanas a la baja y ante la expectativa de que la inflación baje más rápido, los mercados lograron recuperar terreno y cerraron la semana con subas generalizadas. Este optimismo opacó la suba histórica de tasas que estableció el BCE y las declaraciones cada vez más hawkish por parte de Jerome Powell. Sin embargo, la preocupación respecto al aumento en los contagios en China y a la desaceleración del nivel de actividad global se mantiene latente. Ante este contexto, la mira de la semana estará puesta en el dato de inflación americana de agosto y la repercusión que esto tendría sobre las expectativas de suba de tasas para la reunión de la FED del próximo 21 de septiembre.
Se enfría la actividad. Luego de publicarse el dato manufacturero de agosto en 51,5 – vs 52,2 en julio, el más bajo desde mayo de 2020 –, el PMI de servicios no trajo mejores noticias al marcar 43,7 puntos, debajo de las estimaciones preliminares de 44,3 y de las expectativas de 47,3. De esta forma, el dato alcanzó el menor valor desde junio del 2020, destacando que un resultado por debajo de los 50 puntos implica una contracción de la actividad. Lo mismo ocurrió con el PMI compuesto, que analiza en conjunto el sector de servicios y el manufacturero, terminando en 44,6 puntos – vs. 47,7 y 45 de expectativas –. Estos datos vuelven a preocupar respecto a la desaceleración que está sufriendo la actividad económica norteamericana ante una política monetaria más contractiva, que no muestra intenciones de cambiar de rumbo de cara a los próximos meses.
Modera el déficit comercial. En línea a un enfriamiento de la actividad en EE.UU, el déficit de la balanza comercial de bienes y servicios volvió a retroceder en relación al dato de junio. El déficit de julio marcó USD 70, 7 MM – vs. -80,1 MM en junio y prácticamente idéntico al de julio del año pasado. La mejora que se viene registrando en el resultado comercial desde abril pasado obedece a la mejor performance que marcan las exportaciones (en julio crecieron 0.2% m/m y promedian un alza de 1.5% en los últimos cuatro meses, mientras que las importaciones en julio cayeron 2.9% promediando una baja de 1.5% m/m desde abril). Medido a precios constantes, las exportaciones subieron 3.2% m/m mientras que las importaciones cayeron 2.1% m/m.
Avanzan los corporativos pero caen Treasuries. Ante la cercanía de la reunión de la FED los bonos norteamericanos vieron afectada su demanda a lo largo de la semana, lo que concluyó en una suba en toda la curva de rendimientos. Cabe destacar que los de corto plazo marcaron una mayor diferencia con la USD 2 YR avanzando hasta 3,56% mientras que la USD 10 YR cerró en 3,32%. De esta manera, los rendimientos se ubican en nuevos máximos de los últimos dos meses, lo que demuestra la incertidumbre que afecta a la economía respecto de la inflación así como de la contracción de la economía en el largo plazo. Con este marco de fondo, los bonos del Tesoro tuvieron una caída de 0,7% en la semana. Por el contrario, los bonos corporativos cerraron la semana al alza con los de alto rendimiento avanzando 2% y los de mercados emergentes un 1,2%, mientras que los de mayor calidad se mantuvieron sin variaciones.
Avanzan las acciones. Pese a la suba de las tasas de interés, los índices de renta variable cerraron una semana al alza. El Nasdaq logró avanzar un 4,3% seguido por el S&P y el Dow Jones que subieron 3,7% y 2,7% respectivamente. Todos los sectores que componen al S&P terminaron al alza con el de consumo discrecional (5,8%) marcando la mayor suba semanal – de la mano del repunte de más de 10% que tuvo la acción de Tesla – seguido por el de materiales (5%) y el de salud (4,5%). A pesar de ser de estrategia defensiva, este último se vio favorecido por el desarrollo de un nuevo tratamiento contra la ceguera que dio un fuerte impulso a la industria de biotecnología (5,9%) y a la de equipamiento médico (7,9%). Sin embargo, el sector energético continúa ubicándose como el mayor ganador del último mes, avanzando un 7,8% a pesar del retroceso en el precio del crudo.
Recupera el mundo. El índice MSCI All World acompañó al mercado norteamericano y marcó una recuperación de 3,3% respecto a la semana previa. Europa recibió el mayor impulso: su índice avanzó un 4,3% luego de haberse visto impulsado por las medidas del BCE. Por su parte, los mercados emergentes marcaron una suba de 0,6% mientras que LATAM subió 2,1%. La región recibió su impulso principalmente por Perú (4,7%), México (2,4%) y Brasil (2%). Por el contrario, Chile fue el único que cerró a la baja (4,1%) luego de que el mercado tomara ganancias del rally previo al referéndum para reformar la Constitución (recordemos que el índice de Chile en el último mes acumula una ganancia de 7.4% y de 20% en lo que va del año).
Se despierta el BCE. Con la inflación marcando el récord de 9,1% i.a., el BCE decidió subir la tasa de referencia en 75 pb hasta 1,25%. Sumado a esto, el BCE informó que se esperan alzas similares a la de ayer con el objetivo de tomar una postura más agresiva contra la inflación, incluso teniendo en cuenta el efecto que esto tendría sobre la actividad económica. En este contexto, redujo las estimaciones de crecimiento de la Eurozona para el 2022 a 0,7% – vs. 0,9% –, un poco más optimista respecto al pronóstico del mercado que espera sólo 0,4%. Esto se agrega al conflicto energético que mantiene el continente ante tenencias mínimas de suministros de petróleo de cara a los meses de invierno. Este escenario lleva a esperar una fuerte desaceleración de la actividad económica en la eurozona para los últimos meses del año, que se extendería en 2023 en caso de avanzar el ajuste monetario del BCE.
Mejora en los commodities. El crudo se mantuvo esta semana cercano a mínimos de los últimos siete meses a pesar de darse una nueva reunión de la OPEP+, donde se acordó la reducción de 100.000 barriles diarios (0,1% de la demanda mundial) para octubre. Según los países miembros, las decisiones acompañan el escenario de desaceleración mundial, lo que terminaría implicando una caída en la demanda del crudo que llevaría a igualar esta nueva oferta. A pesar de la medida, las dudas en cuanto al crecimiento de China y las medidas del BCE terminaron por impulsar a la baja la demanda de crudo que terminó retrocediendo un 0,1% en la primera semana del mes. Por su parte, el gas natural marcó su segunda semana consecutiva a la baja a pesar de darse a conocer que Rusia interrumpirá la exportación de gas por el gasoducto Nord Strem como respuesta a la propuesta de fijar un precio a la energía rusa tomada por el G7. Esto impulsó fuertemente al precio del gas aunque esta tendencia terminó revirtiéndose luego de darse la reunión de los ministros de energía de la Unión Europea. Por el contrario, los grandes ganadores volvieron a ser los commodities agrarios, encabezados por el trigo que subió 7,6% y el maíz, 4,6%, favorecidos por la continuidad de sequías a lo largo del mundo. Por su lado, la soja cayó 1,4%. En cuanto a los metales, tuvieron ganancias generalizadas: se destacó el cobre, que ganó 4,7%, y el oro avanzó 0,3%.
De nuevo, cuarentenas en China. El aumento en los contagios de COVID-19 en China no cede mientras que el país establece mayores medidas de confinamiento y restricciones a los viajes. A esto se le suman distintos datos económicos que llevan a considerar que el gigante asiático está desacelerando su ritmo de crecimiento en mayor medida que la esperada. Concretamente, las exportaciones e importaciones de agosto se expandieron 7.1% y 0.3% i.a. respectivamente, mostrando una fuerte desaceleración respecto a los datos previos (18.0% y 2.3%). A esto se le sumó el dato de IPC, que marcó una contracción de 0,1% respecto a julio culminando así en una inflación interanual de 2,5% – vs. expectativas de 0,2% mensual y 2,8% i.a.–. Esta preocupación llevó a aminorar la suba que venía marcando el mercado chino, llevando a un moderado avance de 0,1% en comparación a una semana atrás.
Con el dólar soja operando, la liquidación del agro tuvo un fuerte incremento y con ello el BCRA logró volver a comprar divisas y acumular reservas internacionales. Es una situación auspiciosa pero transitoria, pues por el momento sólo durará durante septiembre. Mientras tanto, el BCRA acelera el ritmo de devaluación, achica la distancia con la inflación y probablemente suba las tasas de interés. En este contexto, los activos locales tuvieron una muy buena semana con subas generalizadas. Los bonos en pesos continuaron en alza, el Merval alcanzó el nivel más alto desde enero de 2020, y cedió el riesgo país. La mira de esta semana estará puesta en el dato de inflación y la probable suba de tasas del BCRA.
De la mano de la soja. Con un tipo de cambio diferenciado, en el que quien liquida productos del complejo sojero recibe un dólar a $200 – al que luego tiene que restar las retenciones –, en la última semana la liquidación por este concepto sumó casi USD 1.700 M y la total se amplió a casi USD 2.070 M. Con esto, en apenas una semana la oferta del agro liquidó lo mismo que en el acumulado de las tres semanas previas y el 40% de todo lo previsto para septiembre, siendo que el gobierno y las cámaras del sector esperan que liquiden USD 5.000 M hasta el 30 de septiembre cuando termine la medida.
Recuperando reservas. Con la mayor oferta de divisas del agro, el BCRA aprovechó para liberar pagos de importaciones atrasados y acumular reservas internacionales. Concretamente, con los USD 2.070 M de divisas liquidadas por el agro, el BCRA compró USD 1.036 M – el mejor resultado desde la última semana de junio – y las reservas internacionales aumentaron USD 865 M. Así las cosas, el stock de reservas internacionales brutas cerró la semana en USD 37.507 M en tanto que las reservas netas subieron a USD 1.500 M, el nivel más alto desde fines de julio.
Acelera la devaluación para contener el atraso cambiario. Pese a la distensión que genera la mayor oferta del agro en el mercado cambiario, el BCRA continuó acelerando el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial, moviéndolo al 6,6% mensual (118% anualizado). Con esto, el tipo de cambio sube al ritmo de la inflación y contiene la pérdida de competitividad que viene sufriendo el tipo de cambio real multilateral (TCRM) por la combinación de mayor inflación y apreciación del dólar a nivel global, que se ubica en el nivel más bajo desde septiembre de 2017. De hecho, si bien el gobierno se comprometió con el FMI a mantener el TCRM, en el último mes la competitividad cayó 1.3% acumulando en lo que va del año una pérdida de 11% y de 18% –tiene el mayor retroceso contra las monedas asiáticas y contra el euro, con quienes pierde entre 25% y 30% en el último año.
Bajó la brecha. Dado el buen clima en el mercado cambiario y un contexto global más distendido, la brecha entre el tipo de cambio oficial y el MEP y CCL volvió a operar a la baja. El MEP cayó 3,9% reduciendo la brecha al 92% mientras que el CCL bajó 2,7% y le permitió bajar la brecha al 99%, en ambos casos, la más baja desde finales de junio.
Mejoran los soberanos. Con las reservas mejorando y un clima favorable para los emergentes, los bonos soberanos en moneda extranjera tuvieron una buena semana: lograron una ganancia promedio de 3,4% – 5,8% en los últimos 30 días –, impulsada por los de ley local que subieron 3,6%, mientras que los de ley extranjera subieron 3,1%. Con esta performance, el riesgo país cedió 2,7% y cerró en 2.323 pb.
Continúa el repunte de los bonos en pesos. Continuando con la buena performance que vienen marcando en el último mes, los bonos en moneda local tuvieron subas generalizadas y los ajustables por CER fueron los más destacados. Concretamente, los bonos ajustables por inflación ganaron 1,7% en la semana de la mano de los largos que subieron 2,4%. Le siguieron los bonos duales, que repuntaron 1,2% mientras que los dollar-linked y los de tasa fija subieron 1,0%. Con este resultado, en el último mes los bonos en moneda local acumularon una ganancia en torno al 10%.
Rally del Merval. El índice de acciones argentino avanzó en la semana 6,1% en moneda local y, con la baja del CCL, 10.5% medido en moneda extranjera. Con esta performance cerró la semana en USD 514, un nuevo máximo del 2022. Dentro de las compañías, YPF fue la mayor ganadora al avanzar un 20,2%, lo que la ubica como la mayor ganadora del último mes al alcanzar un alza de 66,6%. Por el contrario, sólo pocas firmas terminaron la semana en terreno negativo, con BYMA (-6%) y Ternium Argentina (-4,5%) marcando las mayores caídas.
Ajustan las expectativas. De acuerdo al último Relevamiento de Expectativas de Mercado –REM–, la inflación de agosto se ubicaría en 6,6%, 1,6 pp por encima a lo estimado hace un mes. Para septiembre se espera un alza de 6,2% m/m y para el período de octubre a febrero se proyecta un incremento promedio de 5.6% mensual. Para los próximos doce meses, el promedio espera una inflación del 85%, 8 pp más a lo que esperaban hace un mes. En cuanto al tipo de cambio, el REM espera un alza promedio de 6.6% en septiembre, 7.3% para octubre y de 5.8% mensual para noviembre y febrero. Para los próximos 12 meses, la expectativa de devaluación apunta al 85%.
Esta semana será decisiva para los mercados, que se mantienen expectantes al resultado del IPC de EE.UU de agosto. Se pronostica que de la mano de la baja que tuvo el precio del petróleo, el dato resulte en una contracción de 0,1% m/m – marcaría su segunda contracción consecutiva – llevando así al dato interanual hasta 8,1% (vs. 8,5 % i.a. en julio). Las miradas también estarán concentradas en la dinámica del IPC Core por el que se espera un alza de 0,3% m/m, lo que llevaría la anual al 6,0%, desde el 5,9% de julio. Por su parte también se publicará el IPP que se espera que aminore su contracción al resultar en -0,1% m/m (vs. -0,5% m/m en julio). También se publicará el dato de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan de septiembre que se pronostica levemente al alza en 59,8 puntos vs. 58,2. En cuanto al escenario global, serán importantes los indicadores que lleguen de China, como los datos de producción industrial, ventas minoristas, desempleo y crecimiento de la inversión de agosto, que darán una mejor lectura de cómo está siendo afectada la zona por el racionamiento de energía y los bloqueos de COVID-19.
Se espera que continúe el fuerte ingreso de divisas del agro y con esto las reservas internacionales seguirán su camino de recuperación. Mientras tanto, el ministro Massa finaliza la gira en EE.UU, donde se espera que en la reunión con el FMI se aprueben las metas y con ellas el desembolso de USD 4.000 M para afrontar los próximos vencimientos con el organismo. Lo más importante de la semana estará en el dato de inflación de agosto, que se publicará el próximo miércoles: la expectativa es de un alza del IPC Nacional en torno al 6.7% m/m. Al mismo tiempo, las miradas estarán puestas en la reunión del Directorio del BCRA que se llevará a cabo el jueves, y en la cual se estima que harán un ajuste de 500 pb en las tasas de referencia.
Análisis de instrumentos de renta fija y variable.
A continuación podrás descargar el informe semanal del mercado local, en el que analizamos los distintos instrumentos de renta fija con posibles escenarios de sensibilidad. Además, mostramos los índices de mercados accionarios locales e internacionales, y finalmente el mercado de renta variable local.
Descargar informe al 09/09/2022
La política monetaria sostuvo su expansión durante julio...
%2012.06.07.avif)
Resumen
El desempeño del comercio externo argentino se revierte generando un déficit incipiente...
%2011.53.58.avif)
Resumen
La demanda de gasto público se intensifica ante la crisis e inflación creciente...
%2011.50.17.avif)
Resumen
La actividad afectada por el mayor nivel de incertidumbre y crisis cambiaria...
%2011.45.24.avif)
Resumen
La inflación mensual minorista de julio se ubica en 7,4%...
%2011.37.35.avif)
Resumen
¿A quién le importa conocer y entender la realidad en la que vive?
¿A quién le importa conocer y entender la realidad en la que vive? ¿A quién le importa la información estadística? Las estadísticas están siempre presentes, en todos los momentos de nuestras vidas, en cada decisión que tomamos y en cada paso que da la sociedad.
Si la información es importante entonces la producción de datos también lo es. Y aquí es donde el INDEC, como órgano rector de las estadísticas oficiales, tiene un rol preponderante entre otras cosas cuando realiza los Censos de Población cada 10 años como indica nuestra Constitución Nacional.
La información estadística que surge a partir del Censo es de suma utilidad para la toma de decisiones tanto del sector público como privado, ya que devela las características, las necesidades de la población y el entorno donde viven. Es un valioso insumo para edificar y planificar políticas públicas en materia de educación, salud, empleo y vivienda, marcando las dimensiones sociodemográficas y geográficas de las personas que se encuentran en nuestro país. Además, es utilizada en ámbitos académicos y empresariales para investigar, planificar y llevar adelante proyectos basados en información confiable.
El último Censo 2022, enumera a todas las personas que viven habitualmente en el territorio nacional y, por primera vez en Argentina, se respondió de dos maneras: en forma anticipada a través de un cuestionario en línea que se denomina Censo Digital o, como habitualmente se realiza, mediante la entrevista presencial en la vivienda durante el día del Censo el pasado 18 de Mayo.
Los Censos en Argentina no sólo efectúa un conteo de la población, también tienen como objetivo central el recuento de todos los hogares y las viviendas que se encuentran en el territorio nacional en un momento determinado -sin omitir ni duplicar-. Esta indagación se realiza a través de un único cuestionario el cual en esta oportunidad estaba conformado por 61 preguntas: 24 relacionadas a las características de la vivienda y el hogar y 37 preguntas para la población.
Cabe destacar uno de los cambios introducidos en este último cuestionario del Censo sobre la identidad de género, donde se preguntó a todas las personas el sexo registrado al nacer -incluyendo la categoría “X”- y cómo se considera/autopercibe -“mujer”, “mujer trans/travesti”, “varón”, “varón trans/masculinidad trans”, “no binario”, “otra identidad/ninguna de las anteriores”.
En base a ello, los resultados provisorios del Censo 2022 arrojaron una población total de 47.327.407 personas, las cuales el 47,05% eran varones, el 52,83% mujeres y el 0,12% X (ninguna de las anteriores).
A modo comparativo de los últimos cuatro Censos Nacionales de Población, Hogares y Viviendas, se observa:
%2011.25.37.avif)
En breve, el INDEC dará a conocer los resultados definitivos del Censo 2022. Éstos nos informarán sobre la distribución espacial, las características sociodemográficas y económicas de la población y sus condiciones habitacionales. El Censo 2022 nos dará información para saber cuántos somos, dónde estamos y cómo vivimos.
Desde junio las tensiones macroeconómicas evidenciaron una fuerte intensidad...
Desde junio las tensiones macroeconómicas evidenciaron una fuerte intensidad, expuestas principalmente por la volatilidad del tipo de cambio y en las expectativas de que la inflación se situaría en un nivel más alto respecto al promedio de la primera parte del año. La respuesta popular de los hacedores de política es que el origen de la causalidad del problema está, en todo tiempo y lugar, en los especuladores financieros y formadores de precios que apuestan a un cambio abrupto de política económica. Ciertamente, argumento que ha tenido alguna validez en contextos de desregulación masiva de flujos de capitales, las cuales supieron determinar volatilidad financiera y corridas cambiarias.
Sin embargo, ese argumento dista de explicar cabalmente las actuales dificultades. Si algo aprendimos es que la historia de las crisis nos lleva a un espacio común donde se debe indagar la sostenibilidad de la dinámica macroeconómica precedente a episodios críticos. Dicho de otro modo, si es sostenible o no el comportamiento de las variables fundamentales de la economía, tales como el consumo o el gasto público. Lo que se observa es que en economías donde las crisis son eventos de baja frecuencia generalmente se asocian con ausencia de impulsos abruptos al crecimiento y, a su vez, volatilidad real y financiera en niveles bajos. Contrariamente, las gestiones económicas intentan impulsar a la actividad económica, con independencia de sus recursos productivos genuinos y del acceso a los mercados de capitales para financiar sus políticas, se tornan insostenibles en el tiempo, más temprano que tarde, dado que el acceso al financiamiento y los recursos es claramente limitado. Por cierto, esta es una argumentación que se ajusta a nuestra economía.
En ese sentido, desde mediados de la década de 2000 la economía argentina está expuesta a un círculo vicioso representado por el financiamiento monetario del gasto público, a los efectos de su aumento con independencia de las restricciones y condiciones de contexto. Simultáneamente, se construyó la noción de perpetuidad de la demanda de gasto público, pues hay una sensación errada de que las expansiones de erogaciones públicas no parecen tener efectos de deterioro en las cuentas públicas. Ese círculo vicioso conforma factores dinámicamente alarmantes; por un lado, el deterioro de la hoja de balance del Banco Central al asistir al Tesoro en forma permanente con la incobrabilidad, de hecho, de esos créditos y, a su vez, la imposibilidad de perpetuidad de la demanda de gasto público de una parte de los ciudadanos, ya sea mediante subsidios y/o transferencias directas, que en muchos casos ni siquiera hay una obligación de contrapartida productiva. No es llamativo que desde los espacios populares de la economía emerja nuevamente este tipo de demandas, motivada por la caída de los ingresos reales de sectores situados en la informalidad laboral y de la economía popular. Esto es, quizás, una de los determinantes de las crisis económicas recientes; tema ya estudiado en la literatura de las interacciones de la política económica y el abordaje de reglas versus discrecionalidad.
Desde este panorama, debemos volver al factor determinante de la problemática argentina: una mayor demanda de gasto público en todo tiempo y lugar, con independencia del contexto, al que podríamos aludir como sado-fiscalismo expansivo; término contrario a sado-monetarismo, acuñado por William Keegan para describir la exigencia de tasas de interés más altas y austeridad fiscal, independientemente del estado de la economía, ocurrido durante la gestión económica de la ex primer ministro del Reino Unido, Margaret Thatcher (1979-1990).
La limitación fiscal es evidente al observar la imposibilidad de financiamiento en los mercados, y el deterioro de los instrumentos de gestión del Banco Central como prestamista de última instancia, pues lo que es una excepción en este comportamiento, se ha convertido en una regla continúa sin importar si la economía se recupera o se establece en crecimiento sostenido.
La dominancia del sado-fiscalismo expansivo lleva a la economía hacia desequilibrios macroeconómicos, donde la escalabilidad del gasto parece un factor de relativo control, pero que claramente es un aspecto lejano al de una macroeconomía sustentable. Las inconsistencias de la demanda continua de expansiones fiscales pueden modificarse mediante reformas estructurales. Hay una variedad de reformas que modificaron abruptamente el funcionamiento de la economía y que generaron fases de crecimiento sostenido y de aumentos de productividad con inclusión social. El proyecto Productividad Inclusiva del IAE Business School y la Universidad Austral se analizaron los casos de las reformas de Corea del Sur y Vietnam (https://www.iae.edu.ar/minisitio/productividad-inclusiva/), donde las premisas fundamentales se establecieron en un mejor funcionamiento de la economía, lo que en nuestros días podríamos definir como liberar las fuerzas productivas y promulgar la inversión en capital humano, físico e infraestructura productiva. El común denominador de esas reformas estuvo determinado por el acuerdo sobre el rumbo a tomar, y luego el establecimiento simultáneo de un programa de estabilización y transformación productiva. En el caso de Vietnam la apertura a la inversión externa fue muy importante.
Hay caminos posibles por seguir y experiencias aleccionadoras. Dejar atrás el sado-fiscalismo expansivo en el que gran parte del sistema parece perpetuarse, debería ser el objetivo fundamental para salir de las crisis recurrentes.
Otra vez vemos repetirse la historia en nuestro país...
Otra vez vemos repetirse la historia en nuestro país. Un ministro renuncia por la incapacidad de controlar el gasto. Básicamente, el presidente no lo apoya en el conflicto político perenne entre el ministro que custodia el tesoro y los ministros que gastan. Se temen las consecuencias políticas del ajuste, y se desestiman las consecuencias económicas de no ajustar, con sus naturales consecuencias políticas. Miopía política, combinada con ignorancia económica. No hay voluntad política de confrontar a quienes gastan. El ministro decide renunciar. El ministerio es un fierro caliente. No hay quien lo agarre. Aparece en escena como sucesora una persona que casi nadie conoce, sin capital político que perder, ni fortaleza para lograr nada. Y el conocimiento sobre la materia y un plan de acción también brillan por su ausencia. El caos se desencadena. El dólar se dispara, y la inflación se acelera. El presidente mismo está amenazado.
La realidad se impone. La restricción presupuestaria muestra su conexión con la realidad. La ciencia económica muestra por qué existe como tal. Los costos políticos de no ajustar se manifiestan y el ogro de la inflación se muestra más temible para la coalición gobernante que las amenazas de socios políticos que no quieren el ajuste. El gobierno se decide a decir que va a ajustar. ¡Muy bien! Pero del dicho al hecho hay un largo trecho. Todavía no sabemos si se decide a ajustar. Eso lo veremos sólo a fin de año cuando veamos el resultado fiscal, ya que bien sabemos que un gobierno puede anunciar medidas que ajustan algunas partidas y soltar el gasto en otras. Sabemos que se decide a decir que va a ajustar. Con la esperanza de calmar a los mercados, frenar la disparada del dólar y aminorar las expectativas inflacionarias. Y eso funciona. Al menos inicialmente. Ya que como el excesivo gasto es la causa de la inflación y del estancamiento, la racionalidad económica de un ajuste tiene un resultado positivo sobre los mercados y disipa el pánico. Pero no las preocupaciones.
¿Será duradera la política de ajuste? Porque para que se vean resultados económicos favorables, el ajuste tiene que ser duradero. Como un ajuste genera costos políticos que pueden tirar abajo a cualquier ministro, se necesita un ministro poderoso, respaldado por una coalición de gobierno estable. Y así entonces el gobierno, para hablar de ajuste con algo de credibilidad, se ve obligado a presentar un ministro que se presenta fuerte, con respaldo político y empresarial. Bueno, ese acto se cumplió, al menos en la medida de lo esperable. ¡Felicitaciones! Segunda cosa buena. Pero en la cancha se ven los pingos. Si el ajuste se da, tendrá oposición y costo político, y hay que sostener el conflicto e imponerse. ¿Podrá hacerlo el gobierno y su superministro? El marketing inicial funcionó, con apoyo tibio de la vicepresidenta, y apoyo mediático y de empresarios amigos. Una oposición desarticulada no es la amenaza, sino un quiebre de la coalición gobernante. Y el riesgo político es alto. Se habla de un aumento de tarifas residenciales en Buenos Aires de entre 100 y 200% para consumos no cubiertos por subsidio. El subsidio del gas es tal que requeriría una duplicación de la tarifa actual. Algo así no va a ser fácil de manejar políticamente.
El ministro anuncia medidas en varios frentes. Se anuncian ingresos adicionales de divisas a través de organismos internacionales, swap con China, liquidación anticipada de exportaciones. Eso trae alivio, pero se puede calificar como medidas paliativas y de efecto efímero. Se habla también de modificaciones en la política cambiaria. Eso puede traer resultados positivos, pero serán marginales. Los cambios en la gestión de deuda con una reciente colocación exitosa brindan una necesaria previsión de financiamiento. Sin embargo, la clave del programa del nuevo ministro es que se propone disminuir el gasto, y en especial los subsidios energéticos. Se habla de eventuales duplicación de tarifas. Aumentos de este nivel eliminarían la necesidad de subsidios. El año pasado los subsidios energéticos fueron U$S 11,000 millones. Se prevé que este año puedan ser U$S 15.000 millones, es decir a más de 3% del PIB. El aumento de las tarifas también reducirá el consumo y por ende también la importación de energía, mejorando la balanza de pagos. Este es un buen ejemplo en donde se ve la relación entre gasto público y déficit comercial, que afecta el precio del dólar, naturalmente. No siempre la relación es tan directa. El ministro en un momento propuso un 1% del PIB de reducción del gasto en subsidios para este año, algo similar al aumento esperado con respecto al año pasado. Un logro así sería verdaderamente un éxito. Esperemos que se concrete.