En la última semana, el riesgo país subió un 1,2% y el Merval medido en dólar CCL saltó 1,4%...
Finalizó una semana en la que los activos argentinos no lograron definir su rumbo: el riesgo país subió un 1,2%, cerrando en 1595, mientras que el Merval medido en dólar CCL subió un 1,4%.
Lo positivo de la semana fue que la corrida sobre las variantes alternativas del dólar CCL perdió intensidad, con el promedio de dichas cotizaciones subiendo desde 179,5 a solo 179,9. Lo malo es que el bono AL30 tuvo la semana de mayor intervención del BCRA desde la reestructuración soberana (para contener el MEP y CCL medido en AL30).
La otra mala viene por el frente pandémico, con algunas estimaciones aún no confirmadas sobre una posible circulación en el país de la variante delta.
El interés abierto se ubica en torno a los 2.680.000 contratos (USD 2.680 M). Al ser casi el mismo que hace un mes (USD 2.642 M) se infiere que la intervención del Banco Central en este mercado fue marginal (debido a que el BCRA publicó que a fin del mes pasado su posición vendedora en ROFEX era de 0).
En el frente cambiario, el martes y el miércoles el BCRA había aumentado el ritmo devaluatorio a más de 5 centavos diarios (venía siendo de 3), aunque este nuevo ritmo no se terminó ratificando: el jueves devaluó 3,2 centavos y el viernes fue la menor suba en más de seis meses, devaluando solamente 1,8 centavos. Mientras más se atrase el tipo el cambio, la presión sobre las brechas será inexorable.
El Banco Central concretó ventas el viernes por USD 100 M en el MULC, totalizando USD 300 M en los últimos cinco días. El agravante de este dato es que las liquidaciones del agro se mantienen a buen ritmo, promediando los USD 150 M por día.
Llamado a licitación
Afrontando vencimientos por $ 225.000 M, el Ministerio de Economía emitió un llamado a licitación por 7 instrumentos, siendo la novedad (como les veníamos anticipando) la reapertura de los dos bonos dollar linked de 2022, aunque también se destaca la reapertura de dos bonos BADLAR, lo cual vemos positivo porque el segmento tiene poca profundidad de mercado. Los instrumentos por licitar son los siguientes:
Tras el anuncio de la licitación el TV22 tuvo un impacto inmediato y pasó de positivo a finalizar la jornada en -0,5%. Este arbitraje se dio debido a que el instrumento todavía rinde negativo por mercado y con la licitación saldrá a un rendimiento al menos neutro.
Julio cerró con los principales índices norteamericanos cerrando cerca de máximos...
El séptimo mes del año cerró con los principales índices norteamericanos presentando un rendimiento atractivo y cerrando cerca de máximos. El S&P 500 subió 2,3% y el Nasdaq, apoyado en menores tasas de Treasuries y buenos resultados corporativos, lo superó levemente con un alza de 2,9%.
La sorpresiva prohibición del fin de lucro en la educación pre universitaria de China, junto con una nueva normativa antimonopolio sobre Tencent, dejaron un mensaje negativo que desató fuertes ventas de sus activos financieros. El ETF Invesco China Technology (CQQQ) cayó -14,3%, mientras que KraneShares CSI China Internet ETF (KWEB) perdió -27,7% en igual lapso.
El sector energético norteamericano también presentó una importante baja. El petróleo llegó a superar los USD 75 por barril a principios de mes, para luego caer abruptamente hasta USD 66 ante el acuerdo de mayor producción de la OPEP y sus aliados, que abrió las puertas a mayores cuotas para sus principales miembros desde 2022. Los precios se normalizaron al cierre de mes, con el barril de WTI superando USD 73, sin embargo, la industria sufrió la volatilidad y el ETF SPDR Energy Sector (XLE) cedió -8,3%.
Por el lado de las subas, el sector de la salud lideró los rendimientos de julio. Pfizer subió más de 9% durante el mes, mientras que Moderna extendió su rally y aumentó su valor un 50% en igual lapso. El ETF del sector (Health Care Select Sector SPDR) subió 4,9% en el mes. La suba de este segmento responde en parte a la búsqueda de cobertura en un sector característicamente defensivo, con ingresos independientes del ciclo económico. El rebrote de contagios por la variante Delta también aumentó el apetito por estas compañías.
El mercado inmobiliario norteamericano continuó en alza: el último dato del índice Case-Shiller US National Home Price registró una suba de 16,6% interanual en el valor de las propiedades. Ciudades como Phoenix, San Diego y Seattle incluso registraron subas superiores al 20% interanual. Acompañando la tendencia, Vanguard US Real Estate ETF (VNQ) subió 4,4% a lo largo de julio.
El regulador del mercado bursátil chino comentó el domingo que su país buscará una cooperación más estrecha con Estados Unidos y apoyará el listado de compañías chinas en el extranjero, siempre y cuando cumplan con las regulaciones pertinentes.
El anuncio surge luego de que la Securities and Exchange Commission (SEC) anuncie el viernes que exigirá a las compañías chinas detallar riesgos de futuras medidas del gobierno que podrían afectar su situación financiera, como requisito previo a autorizar su emisión de acciones en Estados Unidos.
La fuerte corrección en el mercado chino, que implicó la pérdida de más de un trillón de dólares en valuación de mercado de sus compañías, parece haber despertado la atención del gobierno, que se vio forzado a reconocer públicamente el apoyo al listado en mercados extranjeros y su compromiso con el avance de la apertura al mundo.
En un comunicado de la China Securities Regulatory Commission (CSRC), se reconoció que “La política nacional básica de China sobre promover la reforma y apertura es inquebrantable, y la apertura financiera al mundo exterior continuará”.
Los requisitos de China fueron aclarados: las compañías que recolecten datos de más de un millón de usuarios deben realizar y reportar una revisión de ciberseguridad antes de buscar emitir acciones en el exterior. El Banco Central también exige que las empresas no bancarias de pagos realicen un reporte similar antes de emitir acciones afuera.
Los anuncios y aclaraciones parecen brindar relativa calma al mercado. El índice Hang Seng (Hong Kong) subió 1,1% esta mañana y acumula un rebote de 4,6% en las últimas cuatro ruedas. Alibaba, Baidu y JD.com suben en torno al 1,5% en el pre market norteamericano.
Las bolsas de Asia respiran luego de señales de calma del gobierno chino...
Futuros del mercado norteamericano auguran un comienzo de semana alcista. La tasa de Treasuries se mantiene en 1,23% y el dólar DXY se deprecia levemente hasta 92 puntos, su menor valor en dos meses.
Las bolsas de Asia respiran luego de señales de calma del gobierno chino. Shanghai cerró con un alza de 2% y el índice Hang Seng de Hong Kong subió 1,1%. En Europa las bolsas suben en torno al 0,7%.
En un acuerdo importante que despierta la atención en el sector fintech, Square anunció que está adquiriendo la empresa de pagos australiana Afterpay por USD 29.000 M. El importe será abonado en su totalidad con acciones de Square (SQ).
Alibaba presentará mañana sus resultados al segundo trimestre del año, y también harán lo suyo firmas como la cadena de hoteles Marriott International y el fabricante chino de coches eléctricos Nio. El miércoles lo harán General Motors, Uber y Roku (entre otros). Square y Moderna reportarán el jueves.
Con los resultados corporativos presentados hasta el momento, las ventas de la empresa promedio del S&P 500 crecieron al 15% interanual. No obstante, las grandes tecnológicas continuaron sobresaliendo: Tesla aumentó su facturación un 98% interanual, Alphabet 62%, Facebook 56%, Apple 36%, Amazon 27% y Microsoft 21%.
Desde marzo, el CCL comenzó un fuerte rally y el riesgo país se mantuvo estable.
Desde sus mínimos de marzo, el CCL comenzó un fuerte rally, subiendo a un ritmo anualizado de casi 90% (reflejando una situación de tensión cambiaria), mientras que, por otro lado, el riesgo país se mantuvo estable desde tal fecha: ¿se contagiará el riesgo país, o cederá el CCL?
A principios de junio, elaboramos un informe sobre el dólar CCL. Allí mencionamos que, con un Banco Central devaluando en torno al 20% anualizado (luego lo bajaría al 13%) y un déficit fiscal que se aceleraría en el segundo semestre, era una certeza que la brecha entre el dólar CCL y el oficial -en ese entonces en 76%, ahora en 86%- iba a seguir al alza. Sin embargo, mencionamos que no se llegaría a los niveles del overshooting del año pasado (brecha en 130%), debido a que el Banco Central contaba con una posición de reservas más sólida y una soja en precios mucho más elevados (a principios de junio estaba en USD 580, vs USD 320 un año atrás).
Uno de los cambios desde allí fue el contexto global, que se tornó más adverso. En la reunión del 15 de junio, la FED viró hacia una postura menos acomodaticia, que representó una pausa al viento de cola que soplaba a favor de los mercados emergentes y activos de riesgo. Esto generó presión sobre el dólar: esa semana el índice DXY, aquel que mide su fortaleza relativa contra las otras principales monedas, se apreció desde 90,52 a 92,22.
A su vez, la tasa de los bonos del tesoro americano a 10 años se redujo desde 1,63 al 1,26 actual, lo que corresponde a perspectivas más bajas de crecimiento, explicadas principalmente por la aparición de la variante Delta de coronavirus, que ahora representa el 83% de los casos nuevos de EE.UU y constituye una amenaza a la normalización (existe una reticencia de parte de la población del país a vacunarse).
Lo bueno es que el riesgo país se mantiene lateralizando, un indicio de que la incertidumbre cambiaria puede estar algo sobredimensionada. Además, vemos que parte de la suba del CCL era evitable y se debió a errores no forzados:
1. Las normativas que restringieron la operatoria del CCL terminaron poniendo al dólar en el centro de la escena en un momento en el cual eso era lo último que había que hacer.
2. Un funcionario del BCRA dio una nota en Reuters alegando que, en caso de ser necesario, habría más regulaciones, despertando aún más el temor de los inversores.
3. El BCRA mencionó que descarta la posibilidad de subir tasas: se evidenció que la entidad dispone de una herramienta menos para combatir la presión sobre el dólar.
Al margen de estos yerros y de la característica volatilidad preelectoral, vemos que, en la no disparada del riesgo país, también se evidencia una situación de reservas menos ajustada. Incluso contemplando los dos pagos de capital al FMI de este año y las posibles intervenciones, sería muy difícil volver a los niveles de estrés del año pasado (estimamos que finalizarán el año cerca de los USD 4.000 M).
Desde el gobierno se tomó nota de la situación y ya hubieron señales que llevan tranquilidad al mercado, como la aproximación al acuerdo de la Provincia de Buenos Aires con los bonistas; las palabras de Cristina Kirchner sobre la utilización de los DEGs (derechos especiales de giro que emitirá el FMI) para afrontar obligaciones con el organismo (en lugar de usarlos para gasto pandémico), dando a entender que si se realizan esos pagos es porque la intención es acordar; y un aumento del ritmo devaluatorio (pasó del 12% de las últimas semanas a cerca del 20%), aunque todavía es prematuro para concluir si este se mantendrá.
Esta nueva postura de prudencia es condición necesaria pero no suficiente para garantizar la calma cambiaria. Seguiremos dependiendo también del contexto externo, la postura de la reserva federal, del momento de Brasil y del avance o no de la cepa Delta en el país (es vulnerable a ella por tener solo un 14% de la población vacunada con dos dosis).
Sería necesario un acuerdo con el FMI, algo que, por tiempos y distancia entre posturas, luce difícil; aunque también podría ocurrir este escenario con un contexto externo y sanitario muy favorable, sumado a señales de moderación internas.
El gobierno mantiene el equilibrio, sin desbordar el gasto electoral (que igualmente estará presente). La cepa Delta retrasa la normalización monetaria de la FED y le da respiro a emergentes. Frente pandémico sin desbordarse a nivel local.
La cepa Delta podría llevarnos a este escenario. También lo haría una FED más hawkish (con un anuncio del tapering en la reunión de Jackson Hole a fin de agosto). Incluso podría darse con el frente externo calmo, si es que aparecen ruidos políticos relevantes.
A este escenario le asignamos baja ponderación: creemos que, como mencionamos, la situación de reservas y el valor de la soja brindan contención para evitar que suceda.
El Merval sintió el buen animó global y subió 1,1%, y el riesgo país bajó 0,6%...
De la mano de un tono más dovish que mostró la FED en la última conferencia, en la que ratificó una mayor prudencia hacia la normalización monetaria por los desafíos que plantea la cepa Delta, el índice DXY (aquel que marca la fortaleza del dólar) cayó desde 92,4 a 91,9 y el VIX (el cual es un termómetro de la incertidumbre de mercado), bajó de 19,3 a 17,55. Esto fue favorable a emergentes y el ETF EEM tuvo una suba del 0,5% ayer, mientras que el ETF ILF (de LATAM) subió 0,7%.
El Merval sintió el buen ánimo global y subió 1,1%. Nuevamente la estrella de la jornada fue el ADR de Vista, con un alza 4,3%, acumulando en el año una suba del 92%.
El riesgo país también operó positivamente, con una baja de 0,6% (a 1592); mientras que nuestro índice de bonos soberanos en USD tuvo una suba del 0,2%.
El Banco Central vendió USD 70 M en el día de ayer y acumula ventas por más USD 200 M en las últimas tres jornadas, cortando la buena racha con la que venía, debido a un mayor abastecimiento de importaciones. Aun así, julio acumula un saldo positivo de USD 830 M, por encima de los USD 725 de junio.
Lo negativo de la jornada fue que el BCRA retomó el ritmo devaluatorio de tan solo 3 centavos diarios (que implica un 13% anualizado), tras dos jornadas en las que este había sido de más de 5 centavos.
Justamente ayer las variantes alternativas del CCL volvieron a padecer algo de tensión, subiendo desde un promedio de 179,1 a 180,4.
Las últimas medidas en materia de gasto (bono a jubilados, plan potenciar trabajo, adelantamiento del 20% de la AUH y ampliación de la tarjeta alimentar) ya implican un gasto extra por $148.000 M (0,3% del PBI). De esta manera, estimamos que el déficit fiscal ronde el 3,5% del PBI en el segundo semestre (4% en el año) que, junto a los vencimientos de deuda del periodo, generarán necesidades de financiamiento por 7,4% del PBI.
En vísperas de este desafío y contemplando el mal resultado de la última licitación, vemos factible que se aproxime la reapertura de bonos dollar linked en alguna de las próximas licitaciones, aprovechando la tasa negativa de mercado para generar apetito (debido a que las licitaciones salen a una TIR de al menos 0%).
China aumentó los aranceles a la exportación y eliminó reintegros para varios productos de acero...
En un intento por descomprimir los precios internos y limitar la producción en una de sus industrias más contaminantes, la segunda mayor economía del mundo aumentó los aranceles a la exportación y eliminó reintegros para varios productos de acero.
Según declaraciones del Ministerio de Finanzas, a partir del 01 de agosto los aranceles a la exportación para el arrabio de alta pureza aumentarán desde el 15% al 20%, mientras que el ferrocromo sufrirá una duplicación en el arancel de 20% hasta 40%.
El principal productor de acero del mundo, que ya había eliminado reintegros a la exportación de 146 productos de acero en mayo del corriente año, sumó 23 variantes adicionales a la lista.
Como reacción a la medida, la posición de futuros más corta (agosto) del acero laminado en caliente en Estados Unidos marcó un nuevo máximo de USD 1.886 por tonelada y las empresas acereras tuvieron una excelente rueda. US Steel subió 3,7%, Gerdau 3% y Ternium 2,6%.
La tercera compañía en importancia dentro del S&P 500 reportó una facturación de USD 113.080 M (+27% i.a.), por debajo de los USD 115.000 M que esperaba el mercado. Lo anterior fue parcialmente compensado con una ganancia por acción de USD 15,12, superior a la expectativa de mercado (USD 12,30).
Su CFO, Brian Olsavsky, explicó el menor crecimiento en ventas por la elevada base de comparación. En el segundo trimestre de 2020 las ventas habían saltado un 41% i.a. gracias a las cuarentenas.
El foco estuvo puesto en el decepcionante guidance de la empresa para los próximos trimestres. Amazon espera que las ventas del trimestre en curso oscilen entre USD 106.000 M y USD 112.000 M, por debajo del segundo trimestre y marcando un crecimiento interanual de “solamente” 10% a 16%. El mercado tenía una expectativa considerablemente mayor, que rondaba los USD 119.200 M.
La razón detrás del menor crecimiento en ventas es transitoria: los consumidores se están inclinando por gastos reprimidos durante las cuarentenas, como vacaciones, actividades al aire libre y mayor consumo de servicios, impactando sobre el ingreso disponible para compras a través de la plataforma.
Las ganancias también podrían verse resentidas en los próximos trimestres, ya que la mayor parte de los gastos de infraestructura de Amazon están previstos para la segunda mitad del año. Se trata de inversiones que forman parte de un ciclo de inversión multianual. La compañía emplea 1,33 millones de personas, un 52% más que el año pasado.
Fuera del E-commerce, los números sorprendieron favorablemente. El rubro “otros” de su cuenta de resultados, que incorpora ingresos por publicidad y otros servicios, creció un 87% i.a. al tiempo que su servicio líder de nube (Amazon Web Services o AWS) facturó USD 14.810 M, un 37% más que el año pasado.
La compañía caía -6,2% en el pre market de esta mañana, alcanzando un rendimiento de solo 5% en el acumulado del año 2021.
Futuros del mercado norteamericano operan en baja, presionados por la caída de -6% de Amazon...
Futuros del mercado norteamericano operan en baja, presionados por la caída de -6% de Amazon tras presentar un crecimiento de ventas menor al esperado. Amazon explica el 4,3% del S&P 500 y el 8,6% del Nasdaq 100.
Habiendo presentado resultados la última de las “Big five”, y anualizando las últimas ganancias por acción, Facebook cotiza a 24,8x las ganancias, Alphabet a 24,9x, Apple a 28x, Microsoft a 33x y Amazon a 55x.
Los contagios de coronavirus en Estados Unidos continúan en alza, aumentando desde 11.000 diarios a fines de junio hasta promediar 71.000 por día en la última semana. A nivel global, los contagios subieron 31% en el último mes. La línea de cruceros Carnival (CCL), uno de los rubros más afectados por la demora en volver a funcionar, cayó -14% durante julio.
Ayer comenzó a cotizar públicamente la plataforma de trading de bajo costo Robinhood (HOOD). Desde una valuación inicial de USD 38 por acción, la cotización cayó -8,4% en su rueda de debut, y cae -1,3% en el pre market de esta mañana.
El S&P 500 se encamina a cerrar julio con un alza superior al 2% mientras que el Nasdaq, considerando la baja superior al 1% de esta mañana, cerraría el mes con un retorno levemente positivo, que ronda el 0,7%. El sector líder de julio volvió a ser el Real Estate: Vanguard US Real Estate ETF (VNQ) retornó 4,28% en el mes.
La gestión monetaria sostiene una menor emisión por asistencia al tesoro nacional en este año...
- La gestión monetaria sostiene una menor emisión por asistencia al tesoro nacional en lo transcurrido del año. Si bien la expansión monetaria se mantiene en niveles menores respecto al 2020, el ritmo de inflación mensual no disminuye.
- Se presentan objetivos opuestos ante la necesidad de una reactivación económica y arribar a un menor nivel de inflación mensual. La autoridad monetaria no dispone de los instrumentos necesarios para abordar eficazmente ambos objetivos.
- El objetivo de menor emisión monetaria para asistir al tesoro nacional es positivo para desalentar a la dinámica de precios, aunque en un contexto de bajo nivel de actividad se observa como un planteo socialmente ineficiente.
- Mientras que los costos en relación a la recuperación económica plantean tensiones para la política de estabilización económica derivadas de restar poder a la tasa de interés para contener la dinámica de precios.
- Frente a las nuevas tensiones en el mercado cambiario se restringen aún más las operaciones con títulos en el exterior para acceder al contado con liquidación (acceso a dólares), estableciendo un plazo de 2 días de espera para la venta de títulos relacionados a esa operación (parking) y un límite de U$S 100.000 diarios por esas transacciones.
- La categorización de Argentina como mercado independiente (standalone market) es una noticia no favorable para nuestra economía, constituyendo una ponderación negativa para los mercados financieros en un contexto de gran dinamismo de los flujos financieros
- Con la estrategia de contraer la cantidad de dinero para digerir los excesos monetarios, el Banco Central sigue constituyendo deuda con el sector bancario (LELIQ) generando intereses a pagar.
- El nivel de reservas internacionales brutas se mantiene estable en los primeros siete meses del año. El saldo en la segunda semana de julio se registra en los U$S 42.678 millones.
- Durante julio el Banco Central sostiene el nivel de tasa de interés de política en 38% y no se espera un aumento ante las derivaciones del rebrote del virus. Mientras que la tasa de referencia efectiva anual es de 45,44%.
- Desde el mes de junio el tipo de cambio minorista continúa con variaciones diarias mínimas en el segmento formal, aunque resultando en una depreciación del 12,8% en lo transcurrido del año.
- En la cotización del mercado cambiario informal se presentan tensiones por la demanda estacional durante julio y la incertidumbre de mercado, siendo que el nivel ascendió a los $/U$S 177 hacia la segunda semana del mes.
- El riesgo país medido por el EMBI+Arg aún se establece en un nivel relativamente alto respecto a la región llegando a 1612 p.b. durante la segunda semana de julio.
- El objetivo de menor emisión monetaria para asistir al tesoro nacional es positivo a los efectos de desalentar a la dinámica de precios aunque en un contexto de bajo nivel de actividad se observa como un planteo ineficiente debido al ritmo lento de recuperación.
- Frente a las mayores tensiones en el mercado cambiario se establece el objetivo de restringir operaciones con divisas para minimizar las tensiones cambiarias. En ese sentido, se restringen las operaciones con títulos en el exterior para acceder al contado con liquidación, estableciendo un plazo de 2 días de inmovilización de títulos y un límite de U$S 100.000 diarios entre títulos de jurisdicción extranjera y títulos de jurisdicción local, lo cual dificulta los principales canales de dolarización utilizados por las empresas.
- La categorización de Argentina como mercado independiente (standalone market) por la compañía Morgan Stanley Capital International (MSCI) es una noticia no favorable para nuestra economía. Esto genera una ponderación negativa para los mercados financieros. El índice publicado por la empresa estadounidense indica que en esa categoría se encuentran los países con irregularidades y complejidades institucionales y económicas.
- Por lo tanto, en un contexto donde hay un fuerte dinamismo de los flujos financieros (disponibilidad de oferta de crédito) que pueden ser un factor de impulso para la economía nacional, la categorización standalone market se transforma en una clara restricción.
- El Banco Central sigue gestionando utilizando principalmente los agregados monetarios y manteniendo inalteradas las tasas de interés mínimas de plazo fijo y las de política monetaria a los efectos de no afectar el proceso de normalización de la actividad económica.
- Es evidente que la no utilización de la tasa de interés como instrumento de política antiinflacionaria ralentiza la convergencia hacia un menor nivel de inflación mensual. Asimismo, el sostenimiento de un nivel de inflación relativamente alto afecta y distorsiona las decisiones de consumo e inversión, generando un proceso de recuperación endeble.
- Durante el mes de junio los flujos monetarios crecieron luego de varios meses de estabilidad y decrecimiento. Concretamente, en junio la Base Monetaria se ubicó en $2,7 billones, aumentando 7% respecto del nivel del mes previo. Dicha dinámica de junio estuvo influenciada principalmente por billetes y monedas en poder del público (dinero circulante).
- De acuerdo a lo informado por el Banco Central, los medios de pago transaccionales, asociados al circulante, aumentaron en el mes debido a diversos factores como la transferencia de recursos a los sectores más vulnerables que utilizan exclusivamente el efectivo, y los mayores salarios nominales debido al ingreso por ajuste de diversas paritarias. En particular, las transferencias a los sectores más vulnerables, que son demandantes intensivos de efectivo, llevaron a que las tenencias de circulante fuera creciente a lo largo de todo el mes
- Desde la estrategia de contraer la cantidad de dinero para digerir los excesos monetarios, el Banco Central sigue constituyendo deuda con el sector bancario (LELIQ) que generan intereses a pagar. En ese sentido, los pasivos con los bancos en la primera semana de julio crecieron 0,5% respecto de junio y 19,3% en lo transcurrido del año, situándose en $ 2,02 billones.
- Durante junio se registró una menor asistencia financiera del Banco Central al Tesoro Nacional con un nivel de $ 90.000 millones en concepto de transferencias de utilidades. Esto constituye un factor favorable en la estrategia de estabilizar los flujos monetarios y, en efecto, los precios de la economía.
- El saldo de reservas internacionales brutas en la segunda semana del mes de julio es US$ 42.678 millones lo que implica un aumento incipiente de U$S 242 millones respecto del mes anterior, acumulando siete meses consecutivos de recuperación. Mientras que la recuperación en relación de diciembre es de U$S 3.291.
- Las perspectivas para las reservas internacionales y la gestión cambiaria se presentan auspiciosas debido al sostenimiento de un nivel relativamente alto de los precios de las materias primas de exportación, principalmente de la soja. El precio en la segunda semana de julio se registra en los U$S 517 por tonelada, nivel cercano a los del año 2012.
- Por otro lado, las reservas internacionales netas totalizarían los U$S 11.740 millones promediando el mes de julio y tras mantener el nivel de reservas brutas en un promedio de U$S 42.678 millones. La estimación del nivel neto se corresponde con el descuento de asignaciones por derechos especiales de giro del FMI, las obligaciones monetarias con otras entidades (swaps) y los depósitos por encajes en moneda extranjeras de entidades financieras.
- La depreciación nominal en el mercado minorista hacia la segunda semana del mes de julio fue 12,8% respecto de principios de año, con una cotización promedio de cierre en $ 101,34 aunque luego del impuesto País y la nueva retención, la cotización efectiva resulta en $ 167,22.
- El mercado informal presenta nuevas tensiones durante el mes de julio, más aun dado el panorama de inflación que no se desacelera. La cotización informal se sitúa, hacia la segunda semana de julio, en $/U$S 177, esto representa una apreciación de 6,6% en lo transcurrido del año.
- El nivel de tasa de política monetaria en el cierre de la segunda semana de julio se sostiene en 38% situándose en un promedio similar al del año 2020. Las expectativas en relación a aumento del nivel de tasa se desactivan dada la perspectiva económica del gobierno y la recuperación económica que no resulta en el nivel esperado.
- El riesgo soberano medido por el EMBI+Arg, hacia la segunda semana de julio se sitúa en 1612 p.b. Esto nota una disminución incipiente respecto de fines de junio cuando el índice se situó en los 1607 p.b.
El resultado de comercio exterior argentino sostiene su desempeño positivo promediando el año...
- El resultado de comercio exterior argentino sostiene su desempeño positivo promediando el año. Desde un nivel de precios favorable de los bienes primarios exportables, frente a una menor recuperación de la actividad económica, se proyecta un resultado anual positivo.
- El tipo de cambio real evidenció una disminución promedio mensual de 2,2% en la segunda semana de julio de 2021 (base 2010=1). Tras la nueva apreciación intermensual, se observa una mayor apreciación real respecto al promedio de toda la serie del año 2020.
- La inflación de Estados Unidos reiteró cierta aceleración en el mes de junio debido la rápida recuperación de la economía. El registro mensual fue 0,9% acumulando 3,6% en el año.
- La inflación acumulada del primer semestre en Estados Unidos fue la mayor desde el año 1981 ya que en ese período se estableció en 4,7%.
- Si la dinámica de precios no se modera, la Reserva Federal reanudará su política monetaria contractiva a través de un aumento de la tasa de interés de referencia.
- En ese marco, la economía global sostiene un panorama positivo de recuperación económica tras el comienzo de la reapertura derivado del avance de la vacunación y los programas de política fiscal.
- Continúa una divergencia en la recuperación del crecimiento económico que está determinada por la gestión y alcance de la vacunación, y la gestión de política económica. Ciertamente, ambos se constituyen como factores negativos para nuestro país.
- En ese sentido, a pesar de los mayores flujos comerciales para la economía argentina derivados del aumento de los precios de bienes exportables, se presentan mayores desafíos para acoplarse a las economías de mejor recuperación dada las dificultades cambiarias y el impulso inflacionario.
- El intercambio comercial del período enero-mayo 2021 aumentó 31,8% en relación con igual período del año anterior alcanzando un valor de U$S 51.004 millones en un contexto de precios más favorables para nuestro país.
- El saldo de la balanza comercial de los primeros cinco meses de 2021 fue superavitario en U$S 5.623 representando una disminución sustancial de -17,6% (-U$S 1.203 millones) respecto del mismo período del año pasado.
- El nivel acumulado de exportaciones de los primeros cinco meses el año es de U$S 28.314 millones representando un crecimiento de 24,4% respecto al año 2020 y sosteniendo un desempeño similar del primer semestre de ese año.
- Las estimaciones de mercado resultan en un saldo comercial positivo para este año de U$S 13.185 millones. Asimismo, el nivel de exportaciones se estima en U$S 66.257 millones, mientras que las importaciones se situarían en U$S 53.073 millones.
- El nivel del tipo de cambio real (TCR) promedio hacia la segunda semana de julio registra una apreciación respecto de junio de 2021 de 2,2% (diciembre 2010=1).
- El tipo de cambio real (TCR) se ubica 12% por debajo del promedio histórico enero 1959-julio 2021, es decir, en promedio histórico, el nivel actual también registra una apreciación real.
- La inflación de Estados Unidos reiteró una aceleración en el mes de junio registrando un crecimiento de 0,9%, acumulando 3,6% en el año. En efecto, la rápida recuperación de la economía generada principalmente por el crecimiento del gasto agregado de los consumidores expone el nivel general de precios a tensiones.
- La inflación acumulada del primer semestre en Estados Unidos fue la mayor desde el año 1981 ya que en ese año se estableció en 4,7%. A su vez, es el octavo mayor registro histórico para un primer semestre desde el año 1947.
- Si la dinámica de precios no se modera, la Reserva Federal reanudará su política monetaria contractiva a través de un aumento de la tasa de interés de referencia. De hecho, en junio pasado la FED decidió mantener el rango objetivo de su tasa de referencia de política sin cambios, permaneciendo en 0% a 0,25%, donde ha estado desde marzo de 2020.
- En ese contexto, la economía global persiste en un panorama favorable de recuperación económica aunque se sostienen ciertas divergencias generadas desde la gestión sanitaria de cada país y la intensidad y eficiencia de las políticas económicas aplicadas.
- Por lo tanto, se espera que países con mayores recursos y mejor gestión de política, como se evidencia en el caso de los desarrollados de Europa, Estados Unidos y China, tengan una recuperación de mayor celeridad. Sin embargo, cierto desacople en la recuperación económica por parte de economías emergentes, establecerá la necesidad de mayores recursos para esos países, aunque muchos de ellos no disponen del financiamiento para ese objetivo.
- En ese sentido, para la economía argentina, a pesar de que el aumento de los precios de bienes exportables, bienes agropecuarios, se presentan mayores desafíos para acoplarse a las economías de mejor recuperación. En efecto, las tensiones sobre el tipo de cambio y la dinámica inflacionaria representan factores de deterioro sobre la competitividad y el desempeño externo de nuestro país.
- El intercambio comercial (exportaciones más importaciones) de los primeros cinco meses del año aumentó 31,8% y alcanzó un valor de U$S 51.004 millones. Este desempeño se desprende de un mayor nivel de precios de los exportables y la recuperación del comercio internacional. Ciertamente, constituyen factores favorables para el comercio exterior argentino, sobre la posición financiera y para administrar el mercado cambiario.
- Durante el período enero-mayo 2021, las exportaciones alcanzaron U$S 28.314 millones y las importaciones, U$S 22.690 millones. En comparación al mismo período de 2020, las exportaciones acumularon un aumento de 24,4% (U$S 5.547 millones) debido principalmente al aumento de los precios (20,5%). Por el lado de las importaciones, durante ese período se registró un desempeño positivo de 42,3% interanual (U$S 6.749 millones) por suba en cantidades de 34,4% y un leve aumento de precios de 6%.
- La balanza comercial de los primeros cinco meses del año registró un superávit de U$S 5.624 millones lo cual representa una disminución de -17,6% (U$S 1.203 millones) respecto al mismo período de 2020. Se destaca nuevamente que luego de que el segundo semestre de 2020 se haya tornado en descenso, el saldo comercial de este año sostiene un mejor desempeño mensual, siendo sustancial para la oferta de divisas.
- Tomando solo el mes de mayo de 2021, las exportaciones aumentaron 33,2% respecto a igual mes de 2020 (U$S 1.686 millones), derivado principalmente del aumento de los precios de 35,9% dado que las cantidades se contrajeron en 1,9%. A su vez, las importaciones aumentaron 62,4% en forma interanual (U$S 1.975 millones), lo cual se explica por la suba en las cantidades de 40,7% y en los precios de 15,3%.
- Las estimaciones de mercado suponen un balance de comercio externo positivo para este año de U$S 13.185 millones, lo cual representaría una expansión de 5,2% respecto al año 2020. Mientras que se proyecta un nivel de exportaciones en U$S 66.257 millones, las importaciones serían de U$S 53.073 millones. Esto representaría un crecimiento interanual de 20,7% en las exportaciones y, a su vez, un crecimiento interanual de 25,3% en las importaciones.
- El tipo de cambio promedio mensual mayorista del Banco Central durante la segunda semana de julio sostiene la tendencia de leve depreciación. Mientras que el promedio de cierre del mes de junio fue $ 95,25 el promedio mensual en lo transcurrido de julio se sitúa en $ 95,88, es decir, un nivel de depreciación de 0,7%. Ciertamente, un menor nivel de variación respecto al registrado durante el primer trimestre del año. No obstante, la comparación interanual respecto de julio de 2020 registra una depreciación nominal de 34,1%.
- Nuevamente notamos que si bien el aumento de la demanda de dólares en el mercado informal genera una brecha cambiaria respecto a la cotización formal efectiva, durante los últimos nueve meses se evidencia cierta menor tensión cambiaria lo cual no indica que, en un año electoral, las presiones no se reanuden tal como lo ocurrido durante la segunda semana de julio.
- En ese marco, la cotización oficial se sostiene por debajo de la informal estableciendo nuevamente una brecha. Pues, la cotización de cierre en el mercado informal hacia la segunda semana de julio fue $/U$S 177 y del tipo de cambio oficial promedio minorista efectivo de $/U$S 167,2.
- El nivel del TCR de cierre en la segunda semana del mes de julio, estimación para el comercio y la competitividad, se encuentra en un nivel menor respecto del promedio del año 2020, notando una apreciación de 6,3%. Esto a pesar de la variación del tipo de cambio nominal aunque, ciertamente menor a la variación registrada del nivel de precios de la economía, es decir, que la variación de precios claramente deteriora a la ganancia de competitividad de la depreciación de la moneda nacional.
- A su vez, si se observa el promedio histórico de la cotización oficial del período enero 1959- julio 2021 (base diciembre 2010), se ubica un 12% por debajo de ese promedio, es decir, un nivel de TCR con una apreciación en perspectiva histórica.
- Si en lugar de utilizar el valor promedio mensual del tipo de cambio del mercado mayorista, consideramos el valor de cierre del 8 de julio de 2021 de $ 96, el TCR bilateral evidenciaría una apreciación similar respecto al promedio de 2020 de 2,1% y también se ubicaría por debajo del promedio de la serie histórica enero 1959-julio 2021. Es decir, se registraría una apreciación real similar respecto a la serie histórica de 12%.
- El dólar de “equilibrio” estimado por el IAE-Austral (valor del dólar según el TCR promedio del período diciembre 2010-julio 2021) en la cotización formal efectiva del mercado minorista sería de $/US$ 157,6. Esto representa que el TCR actual, tras el marco de imposición a la compra, se encuentra en valores competitivos. Si se observa el valor de equilibrio, el TCR actual estaría por encima de ese valor en 5,7% aunque muy dependiente de la inflación futura.
- Notamos nuevamente que tras la mejora en los precios de los principales bienes exportables agropecuarios, es sustancial para el sector externo un nivel inflacionario mensual descendente para sostener el espacio de depreciación real de la moneda, lo cual parece factible ante un escenario de nuevo confinamiento. La continuidad del resultado comercial externo y, por ende, el canal sustentable de generación de divisas, se torna un factor importante para el programa de estabilización macroeconómica en una economía con tradición de demanda de dólares ante aumento de incertidumbre y recesión.
Se proyecta que el resultado fiscal se revierta nuevamente al déficit para lo que resta del año...
- Se proyecta que el resultado fiscal se revierta nuevamente al déficit para lo que resta del año. La perspectiva, en relación a las erogaciones y los subsidios, es que se presente en un nivel mayor respecto de las proyecciones de ingresos, más aun en un escenario recesivo.
- El resultado fiscal de los primeros cinco meses del año presentó ciertamente una recuperación respecto al mismo período del año pasado. En efecto, durante el mes de mayo se observó una recuperación del resultado primario conformando un superávit.
- La perspectiva respecto del resultado fiscal primario para el segundo semestre del año se establecería en déficit lo cual generaría una mayor necesidad de financiamiento cuya principal fuente deberá ser la emisión monetaria.
- El año electoral supone una reversión a un mayor nivel de erogaciones públicas. Principalmente en el año en curso, se presenta la necesidad de reactivar el consumo en una economía con alto nivel de desempleo.
- Un potencial programa de exceso de gasto público con la intencionalidad política de evitar un mal desempeño en la elección plantea la perspectiva de corto plazo que subyace a la gestión política y a la fragilidad de la gestión económica.
-Un mejor espacio fiscal para sustentar la macroeconomía nacional dista de la gestión económica cortoplacista de un año electoral. Insistimos con la importancia que la política fiscal tenga una perspectiva de menor dominancia para minimizar el nivel de gasto y presión impositiva.
- Sin embargo, se evidencia nuevamente una recuperación real de los ingresos del sector público nacional que contribuye a descomprimir parcialmente la asistencia monetaria y, así, las tenciones inflacionarias.
- La recaudación impositiva de junio de 2021 totalizó $922.853 millones aumentando 69% respecto de junio de 2020, mes de mayores restricciones. El aumento nominal interanual de la recaudación se sostiene por encima del aumento de precios.
- La recuperación del poder adquisitivo de la recaudación tributaria es del orden de 4% intermensual lo cual es un factor favorable en el desempeño futuro de las cuentas fiscales.
- El resultado primario acumulado de los primeros cinco meses del año presentó una mejora esperada respecto al mismo período del año pasado, dada la comparación con un período de confinamiento estricto.
- Nuevamente, el mejor desempeño de la recaudación se relaciona con los tributos de comercio exterior cuyo crecimiento fue de 125,1% derivado de un mejor esquema de precios internacionales.
- Las negociaciones con el FMI en relación a la regulación de los pasivos se trasladarían hacia el año próximo dado el contexto de elecciones y poco margen de ajuste económico.
- La perspectiva futura respecto del resultado fiscal primario del segundo semestre del año se establece en déficit lo cual generaría una mayor necesidad de financiamiento por la emisión monetaria configurando una fase potencial de tensiones inflacionarias.
- Luego de un primer semestre donde la política fiscal presentó una posición de menor desequilibrio, constituyendo una menor necesidad de financiamiento por emisión monetaria; la expectativa de un nuevo capítulo de expansión fiscal dado el año electoral a través de asistencia social y permanencia de subsidios, claramente no es favorable para la posición fiscal.
- Un potencial programa de exceso de gasto público con la intencionalidad política de evitar un mal desempeño en la elección plantea la perspectiva de corto plazo que subyace la gestión política. En concreto, impulsar y perpetuar un mayor nivel de erogaciones públicas naturalmente se asocia con necesidades de financiamiento. Ante las complejidades en el acceso al sistema financiero internacional, la emisión monetaria deberá reactivarse.
- La recaudación tributaria acumulada al sexto mes del año se encontraría en niveles similares a la pre-pandemia, a pesar de la prórroga de ciertos vencimientos y la desaceleración de los recursos por las medidas sanitarias.
- La recaudación impositiva de junio totalizó $922.853 millones lo cual representa un aumento nominal de 69% de forma interanual. Se destaca que el mes de comparación, junio de 2020, fue de mayores restricciones a la actividad derivado de la implementación del ASPO y, por lo tanto, menor recaudación. Si se ajusta por la inflación de ese mismo período, la recaudación acumula diez meses consecutivos de variación real positiva, es decir, se conforma una recuperación real del poder adquisitivo.
- En la comparación intermensual, la recaudación tributaria de junio aumentó 7% respecto de mayo, notando un incremento real positivo de los ingresos públicos. El tributo que más influyó en ese resultado fue el IVA aportando el 28,4% de la recaudación total. A esto se agrega el ingreso extraordinario por el Aporte Solidario por $148.505 millones de los cuales $68.271 millones se percibieron durante junio y el saldo ya se había percibido en mayo.
- Ese desempeño estuvo influenciado por el crecimiento interanual de los tributos vinculados al comercio exterior. Por un lado, los derechos de exportación mostraron un aumento de 138,5%, por otro, los vinculados con la importación y tasa estadística crecieron 114,8%. Mientras que el denominado impuesto P.A.I.S registró una contracción en términos nominales de 51,4% interanual donde principalmente se observó una disminución del volumen de compras de moneda extranjera por viajes al exterior y atesoramiento.
- Se reiteró el aumento del poder adquisitivo de los ingresos del sector público nacional en 4% respecto de mayo, lo cual constituye un factor de cierto sustento sobre la posición de las cuentas públicas reales. El crecimiento de los ingresos tributarios por encima de la inflación establece cierto espacio para la gestión fiscal ante el nuevo panorama sanitario, aunque esto deberá ser acompañado de una mayor eficiencia fiscal para evitar desalineamientos y profundización de las disrupciones económicas.
- El capítulo de negociación de deuda con el FMI se extendería hacia el año próximo dado el contexto de elecciones y el escaso margen de ajuste económico. Esto representa un desafío para la gestión económica inmersa en tensiones políticas.
La actividad económica mensual se revierte hacia una fase contractiva...
- La actividad económica mensual se revierte hacia una fase contractiva. La incertidumbre y tensiones de precios generan un panorama desfavorable para impulsar la recuperación.
- Las proyecciones de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para este año siguen estando en fase de recuperación. Si bien se espera una recuperación sustancial, continúa siendo de menor nivel respecto a la retracción del año 2020.
- La gestión económica no logra establecer un sendero de estable para la recuperación de la actividad económica frente a la incertidumbre y tensiones en aspectos fundamentales de la economía como el mercado cambiario.
- Notamos la necesidad cardinal establecer un programa de estabilización macroeconómico con metas de corto y mediano plazo dado que las tensiones cambiarias e inflacionarias pueden converger a un nivel mayor.
- El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central proyecta una recuperación de la actividad aunque dependiente de la evolución sanitaria y coyuntural. Se estima nuevamente un crecimiento de 6,4% anual para 2021 y de 2,4% en 2022.
- La recuperación de la actividad económica intermensual iniciada en mayo de 2020 se revirtió durante el trimestre febrero-abril 2021 con lo cual deriva en una fase recesiva.
- La estimación del Producto Interno Bruto (PIB), en el primer trimestre de 2021, registró un crecimiento de 2,5% con relación al mismo período del año anterior. Mientras que, respecto del cuarto trimestre de 2020, arroja una variación de 2,6%
- Concretamente, el último dato sobre actividad derivado del estimador mensual de actividad económica (EMAE) que corresponde al cuarto mes del año registró una variación interanual de 28,3%. Mientras que en el indicador desestacionalizado se observó una disminución de 1,2% respecto al mes anterior.
- En mayo de 2021 el Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI-INDEC) registró un crecimiento sustancial de 30,2% respecto a igual mes del año 2020. Mientras que la variación desestacionalizada respecto de abril 2021 fue -5%.
▪ Durante mayo de 2021 el sector de la construcción evidenció nuevamente una expansión en la comparación interanual, aunque comparado con un mes de confinamiento estricto. El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) muestra un aumento de 70,9% respecto de mayo de 2020 y en el desempeño intermensual registra una variación negativa de -3%.
- La producción de las Pymes industriales presentó un nuevo rebote durante mayo de 2021 al registrar 47% frente a igual mes del año 2020 con un nivel de capacidad instalada de 67,1%.
- El índice del grupo Construya el cual mide la evolución de los volúmenes vendidos al sector privado de los productos vinculados a la construcción registró un crecimiento mensual de 6,5% durante junio de 2021.
- La reactivación de la actividad económica nacional aún no está determinada. Contrariamente, se presenta evidencia de una recesión incipiente derivada de los indicadores mensuales de actividad. En concretamente, si bien hacia inicios de año se había presentado un panorama favorable sobre todos los sectores de actividad, en el último relevamiento de actividad mensual, al menos la mitad de los sectores presentaron variaciones anuales negativas.
- Notamos que es imperativo establecer un programa de estabilización macroeconómico con metas de corto y mediano plazo dado que las tensiones cambiarias e inflacionarias pueden converger a un nivel mayor. Un panorama de mayor incertidumbre restringe la consolidación de la reactivación económica y plantea riesgos severos para la economía y la estructura social nacional.
- En las estimaciones del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza el Banco Central se informa una contracción de -2,5% para el segundo trimestre del año. A su vez, se proyecta que la economía crecería 6,4% en 2021 y un 2,4% en el año 2022.
- La estimación del Producto Interno Bruto (PIB), en el primer trimestre de 2021, registró un crecimiento de 2,5% con relación al mismo período del año anterior. Por otro lado, el PIB desestacionalizado del primer trimestre de 2021, con respecto al cuarto trimestre de 2020, arroja una variación de 2,6%, mientras que la tendencia muestra una variación positiva de 3,5%.
- Durante abril el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) registró un crecimiento de 28,3% respecto al mismo mes de 2020. A su vez, el indicador desestacionalizado observó una contracción de -1,2% respecto al mes anterior, mientras que el indicador tendencia-ciclo se mantuvo sin modificaciones.
- En el desagregado del EMAE, la mayor recuperación interanual se registra en el rubro Construcción (221,5%) dada la mayor apertura de actividades respecto a la fase de confinamiento de marzo 2020. Mientras que la Industria Manufacturera registró la mayor incidencia en la dinámica interanual del EMAE con 7,13% y un crecimiento del sector de 55,1%.
- La industria manufacturera, principal sector de la oferta de la economía, muestra una dinámica positiva en la comparación respecto al año pasado, es decir, principalmente una recuperación tras las fuertes restricciones del segundo trimestre de 2020.
- En concreto, el Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI manufacturero) elaborado por el INDEC correspondiente a mayo 2021 presenta una retracción del 5% respecto al mes anterior, lo cual no es alentador frente a la necesidad de reactivar la actividad económica. Por otro lado, el IPI sí presentó una marcada suba de 30,2% respecto a igual mes de 2020 y constituye el séptimo mes consecutivo de expansión. A su vez, en el acumulado del período enero-mayo 2021 se registró un aumento de 23% respecto a igual período de 2020.
- El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) correspondiente al mes de mayo de 2021 muestra un crecimiento interanual sustancial de 70,9%, aunque comparado con un mes de confinamiento estricto. Mientras que en la variación intermensual, el desempeño es negativo en -3%.
- El índice Construya, que mide el nivel de actividad de once empresas representativas del mercado de la construcción, registró un crecimiento intermensual durante junio de 6,5%, acumulando una expansión de 62,9% en lo transcurrido del año.
- Respecto a la demanda del sector construcción, durante mayo la cantidad total de las escrituras de compraventa de inmuebles en CABA evidenció una contracción de 17% respecto del nivel de abril de 2021 y se constituyó como el segundo mes consecutivo de disminución.
- En relación al consumo, la CAME informa que las ventas minoristas durante junio aumentaron 8,6% interanualmente, medidas en cantidades y en comercios todo el país incluyendo tanto modalidad online como en locales. Mientras que en la comparación intermensual, las ventas cayeron 13,1% y, si se compara con junio de 2019, las ventas están 16% debajo.
- La producción de PYMES Industriales creció 47% en mayo 2021 respecto a igual mes del año 2020, evidenciando un nuevo efecto rebote dado la comparación respecto a un mes de baja sustancial por el inicio del confinamiento. De acuerdo a la CAME, si bien la recuperación es incipiente, el desempeño es favorable y se sostiene por sexto mes consecutivo. No obstante, la producción se ubica aún 4,3% debajo de los niveles de mayo 2019.
- De acuerdo a la CAME, en los primeros cinco meses del año, la industria PYME acumula un alza de 20,2% frente a igual período de 2020 y una baja de 8,1% frente enero-mayo de 2019. De hecho, en mayo 2020 la producción había caído 34,9% anual, con lo cual una recuperación fuerte en las tasas de variaciones del mes es natural.
La inflación mensual minorista de junio se situaría en 3,2% y acumularía 24,7% en el año...
- La inflación mensual minorista de junio se situaría en 3,2% y acumularía 24,7% en el año. Esto vuelve a evidenciar que la gestión económica no logra resultados favorables en el sentido de una fase de menor ritmo de precios.
- Las proyecciones de inflación sostienen niveles mensuales altos. El relevamiento de expectativas de mercado (REM) del Banco Central proyecta un mayor crecimiento anual del nivel de precios, de 48,2% durante este año.
- La evolución inflacionaria sigue siendo la principal complejidad para la política económica ante una dinámica mensual que no se desacelera y, más aún, en un panorama de elevada incertidumbre de mercado.
- El escenario cambiario volátil de las primeras semanas del mes de julio genera dificultades ante el objetivo de iniciar una fase desinflacionaria, principalmente a través de desalineamientos de expectativas.
- Las proyecciones del comportamiento de precios para este año establecen una inflación de 48,2%, mientras que para el año 2022 se sitúan en 42,1%. Hacia el año 2023 se proyecta un 34% anual.
- El nivel general del Índice de Precios al Consumidor (IPC) registraría en junio una variación mensual de 3,2%. Las proyecciones de mercado establecen que el nivel promedio de variación mensual sea levemente menor durante el resto del año.
- Durante el primer semestre del año el aumento acumulado de precios sería de 24,7%, mientras que en mismo período del año 2020 fue 13,6% y en el año 2019 fue 22,4%. El desempeño futuro estará determinado por el nivel de apertura de actividad económica y el nivel de presión cambiaria.
- El Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) registró un crecimiento interanual de 65,9% en mayo de 2021 sosteniéndose un nivel mensual relativamente alto desde octubre de 2020.
- El nivel general del Índice de Costo de la Construcción (ICC) en el Gran Buenos Aires de mayo 2021 registra un aumento intermensual de 2,7%, ciertamente una menor dinámica respecto al mes anterior.
- La dinámica de salarios total registrado del sector privado y público mostró un crecimiento de 3,2% en abril de 2021 respecto el mes anterior, desde el cual se deprende una pérdida mensual del poder adquisitivo del trabajo de 1% mensual.
- La evolución inflacionaria sigue siendo la principal complejidad para la gestión económica ante una dinámica mensual que no se desacelera y, más aún, en un panorama de gran incertidumbre de mercado derivado de la política económica y sus escasos resultados.
- El escenario cambiario volátil durante las primeras semanas del mes de julio genera dificultades ante el objetivo de iniciar una fase desinflacionaria, esencialmente a través de desalineamientos de expectativas que generan decisiones de precios con ajustes hacia el alza.
- En economías inmersas en procesos inflacionarios de períodos prolongados, los ajustes de precios ante eventos y tensiones no esperadas, ya sean endógenos o exógenos a esas economías, tienden a presentar sobrerreacciones adicionando impulsos inerciales sobre la dinámica general de precios.
- La inflación del mes de junio de 2021 registraría un aumento mensual de 3,2%. Nuevamente, el ritmo inflacionario mensual se sitúa en un nivel alto ante el objetivo necesario de desinflar las expectativas en toda la estructura de precios de la economía y tras una caída inédita del PIB en 2020.
- El crecimiento del IPC acumularía 24,7% en el primer semestre del año. Si se compara con el período anterior a la pandemia, es decir, el acumulado durante el primer semestre del año 2019 donde la inflación acumuló 22,4%, se registraría un aumento de 2,3%.
- El registro inflacionario de junio sostendría un marcado distanciamiento respecto al objetivo de inflación del poder Ejecutivo. En ese sentido, ante la ausencia de un programa de acción de mayor alcance y de acuerdos que generen incentivos a los efectos de minimizar aumentos de precios, la dinámica inflacionaria será sustancial en términos relativos respecto a la coyuntura de potencial cuarentena.
- El índice de salarios total correspondiente al sector privado y público mostró un crecimiento de 3,2% en abril de 2021 respecto al mes anterior, como consecuencia de un incremento de 4,7% del sector privado registrado y un aumento de 1,6% del sector público.
- Los ingresos del trabajo presentan una pérdida de poder adquisitivo mensual de 1%, mientras que la pérdida acumulada respecto del año 2020 es del 9,3%. En este sentido, la pérdida de ingreso real de los trabajadores no solo afecta el consumo y la demanda agregada, sino que tiene efectos de impulso en los niveles de pobreza en una coyuntura de alto desempleo.
- Las proyecciones informadas en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), realizado por el Banco Central, estiman que la inflación minorista de julio se situará en 2,9%, mientras que en agosto sería 2,8% y en septiembre 2,7%. A su vez, la inflación anual para el año 2021 se proyecta en un nivel mayor respecto al estimado del mes anterior, ascendiendo a 48,2% y, para el año 2022, a 42,1%.
- La dinámica del Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) durante mayo registró cierta desaceleración respecto al mes anterior. El aumento fue del orden de 3,2% respecto de abril 2021. Esta variación se explica como consecuencia de la suba intermensual de 3,3% en los productos nacionales, donde la energía eléctrica presentó un crecimiento de 5,2%, y de 2,5% en los productos importados. Mientras que respecto al mismo mes del año anterior se registró un crecimiento del 65,9% en el nivel mayorista general.
- El Índice del Costo de la Construcción (ICC) en el Gran Buenos Aires correspondiente al mes de mayo de 2021 registra un crecimiento de 2,7% respecto de abril de 2021. El crecimiento se conforma del alza de 4,1% en Materiales, principalmente los componentes vidrios y cañerías en 9% y 7,5%, respectivamente. Mientras que Mano de Obra en 0,9% y de 4,3% de Gastos Generales.
¿De qué depende la inflación? No es tarea simple identificar todas sus posibles causas...
¿De qué depende la inflación? No es tarea simple identificar todas sus posibles causas y combinarlas en un único modelo económico. Más bien, las distintas hipótesis ofrecen explicaciones complementarias para un fenómeno complejo y que, en el plano internacional, hoy vuelve a estar en el centro del debate.
El Gráfico 1 muestra que, medida en términos de variaciones mensuales, la inflación en Estados Unidos pasó de prácticamente 0% hacia octubre del 2020 a casi 1% en junio de este año.
En lo que respecta a las variaciones interanuales (es decir, a las variaciones del IPC de un mes con respecto a igual mes del año anterior) los guarismos muestran un aumento de poco más del 1% durante todo el segundo semestre del 2020 a más de un 5 en junio de este año (Gráfico 2). Para encontrar valores mayores a los de junio hay que remontarse hasta mediados del 2008, 1989/1991, la década de 1970 y comienzos de la década de 1980 (de forma casi ininterrumpida) y luego hasta comienzos de la década de 1950 (el primer mes para el cual la Reserva Federal, fuente de los datos, publica el dato actualmente es enero de 1947).
En la visión monetarista clásica, más interesada en entender el comportamiento de la economía en el largo plazo, las variaciones de la cantidad de dinero son las principales responsables del aumento en el nivel de precios. Llevada a un extremo, la conclusión más potente de este enfoque es que todas las variaciones en los precios ocurren como respuesta a cambios en la oferta monetaria (circulante más depósitos bancarios). Desde otra perspectiva, de características más microeconómicas, los precios aumentan de modo sostenido cuando las variaciones de la oferta monetaria superan a las variaciones de la demanda de dinero. Este último resultado es más moderado porque implica que no todas las variaciones de la oferta de dinero son inflacionarias, sino solamente aquella fracción que supera a las variaciones de la demanda.
¿Cuál de estas dos alternativas es más válida para explicar la inflación de los últimos cuatro meses en Estados Unidos? Probablemente ninguna de las dos. Es cierto que la Reserva Federal comenzó a implementar una agresiva política de expansión monetaria a través de la compra de -0,8-0,6-0,4-0,20,00,20,40,60,81,0E20F M A M J J A S O N D E21F M A M JGráfico 1. Tasa de variación mensual del IPC en Estados Unidos0123456E20F M A M J J A S O N D E21F M A M JGráfico 2. Tasa de variación interanual del IPC en Estados Unidosactivos privados (proceso conocido como quantitative easing) luego de la crisis financiera y que este tipo de política monetaria no convencional se profundizó con la crisis provocada por el COVID-19, pero sería extraño que en este caso el dinero esté produciendo la inflación y que no lo haya hecho durante el período 2008 – 2019.
Una explicación más completa de la inflación, derivada de una relación que en economía es conocida como curva de Phillips, es la que atribuye el aumento en el nivel de precios a tres variables: las expectativas (es decir, el valor esperado de la inflación), la diferencia entre la tasa de desempleo efectiva y la tasa natural de desempleo, y las perturbaciones de la oferta agregada de la economía. Según datos de la Reserva Federal, la inflación promedio anual esperada para los próximos 5 años en Estados Unidos fue del 2,2% según su medición más reciente (en julio de este año). Este valor supone un piso para la inflación futura que, sin ser bajo, es menos de la mitad de los valores interanuales actuales y está sólo muy levemente por encima del objetivo de inflación. Por otra parte, en junio la tasa de desempleo fue del 5,9% mientras que la tasa natural de desempleo (es decir, la que surge luego de aislar todos los efectos de las fluctuaciones en la demanda agregada) ha venido disminuyendo constantemente desde fines de la década de 1970 (poco más del 6%) hasta converger a un valor cercano al 4%. En todo caso, esta diferencia de dos puntos porcentuales entre la tasa de desempleo efectiva y su tasa natural debería hacer disminuir la inflación, y nótese que este valor es casi idéntico al de la inflación esperada. Con ambos valores compensados, surge entonces que prácticamente toda la inflación actual estaría explicada por perturbaciones de la oferta que, en este caso, son negativas: aumento del precio del petróleo y fuertes restricciones en las cadenas de valor (especialmente en lo referente a la oferta de suministros) que se explican por las restricciones al transporte de mercancías impuestas por la pandemia.
Este análisis sugiere que la inflación de Estados Unidos es transitoria. Pero probablemente debamos esperar algunos meses más para tener una conclusión más contundente. Si hacia fin de año los efectos de la pandemia ceden y la inflación permanece elevada, seguramente el enfoque monetario adquirirá mayor relevancia y, en ese caso, las respuestas de la política económica serán las convencionales.
Ayer el Banco Central devaluó 5,7 centavos, lo que implica un ritmo anualizado del 24%...
Ayer el Banco Central devaluó 5,7 centavos, lo que implica un ritmo anualizado del 24%, el más alto en los últimos 3 meses. Si bien es difícil saber si el nuevo ritmo llegó para quedarse, esto ayudaría a traer algo más de tranquilidad a un mercado que pasó semanas muy agitadas, debido a que un menor atraso cambiario implicaría acumular menos distorsiones relativas hasta las elecciones.
Este nuevo ritmo devaluatorio, en caso de mantenerse, haría finalizar el dólar a fin de agosto a un valor bastante cercano a lo que espera ROFEX. Sin embargo, no alcanzaría para los meses siguientes, que esperan progresivamente una devaluación aún mayor.
Ayer el gobierno pagó la primera de las dos cuotas pactadas al Club de París por USD 231 M. El mes pasado se había acordado un puente de tiempo hasta el 31 de marzo de 2022 por la deuda de USD 2.437 M que el país sostiene con el organismo, implicando un pago parcial (a cuenta de capital y en dos cuotas) de USD 430. La cuota restante de USD 199 M deberá ser abonada el 28 de febrero.
A su vez, la próxima semana el tesoro deberá pagar USD 350 M al FMI, correspondientes a los intereses del programa Stand By acordado en 2018.
Ayer nuestro índice de bonos soberanos en USD finalizó neutro. El riesgo país cayó 2 puntos a 1601, reflejando que la zona entre 1600 y 1650 sigue siendo una resistencia interesante.
El Merval subió 1,3%. Se destacaron los ADRs de Vista Oil and Gas, mostrando una suba de casi 10% en el exterior.
Afrontando vencimientos por $ 161.000 M, la última licitación del mes recaudó $150.367 M, rechazando ofertas por más de $ 40.000 M. De esta manera, julio finalizó con una recaudación de $ 340.000 M, lo cual representa un financiamiento neto positivo del 113% en relación con sus vencimientos. El porcentaje de financiamiento neto positivo del 113% fue inferior al de los últimos meses e implica una alerta a monitorear.
La FED mantuvo las tasas y continuará inyectando USD 120.000 M mensuales en la economía...
En línea con lo esperado, la FED mantuvo las tasas sin cambios y continuará inyectando USD 120.000 M mensuales en la economía.
El presidente de la entidad, Jerome Powell, comentó que aún necesitan ver más progreso en la economía antes de reducir los estímulos. No obstante, reconoció que los miembros del comité comenzaron a discutir sobre las alternativas para reducir la compra de títulos una vez llegado el momento.
Si bien el comienzo de la discusión sobre el “tapering” pone en alerta a los inversores, Powell calmó al mercado al mencionar que la economía no está a salvo mientras la variante Delta siga presente y existan probabilidades de que surjan nuevas cepas de Coronavirus.
Una novedad adicional fue el anuncio de puesta en disponibilidad de financiamiento de corto plazo por USD 500.000 M a una tasa del 0,25% anual, buscando calmar cualquier evento por falta de liquidez transitoria. También ofrecerá una herramienta similar para instituciones oficiales extranjeras, apuntada a bancos centrales.
Tras el cierre de mercado de ayer, la compañía líder en redes sociales reportó ventas creciendo al 56% i.a. alcanzando los USD 29.080 M (superó los USD 27.890 M que esperaba el mercado). Las ganancias por acción también sorprendieron favorablemente, alcanzando USD 3,61 (Vs expectativa de USD 3,03). Sus aplicaciones alcanzaron los 3.510 M de usuarios activos durante el segundo trimestre.
No obstante, la proyección para los trimestres que vienen apuntó a una desaceleración del crecimiento, que encuentra explicación en la elevada base de comparación de los trimestres recientes y en las políticas de privacidad aplicadas por Apple, que limitan la recolección de datos y perjudican la capacidad de Facebook para identificar perfiles de usuarios y optimizar anuncios (98% de la facturación de Facebook es por publicidad).
Los cambios en la política de privacidad de Apple podrían afectar la monetización de usuarios. Facebook es muy preciso en identificar y optimizar anuncios, logrando un ingreso trimestral superior a USD 8 por usuario, prácticamente el doble que Twitter.
Mark Zuckerberg minimizó la importancia de los próximos 6 meses y se enfocó en los próximos 6 años. El CEO y fundador de la empresa destinó gran parte de la presentación de resultados a detallar su visión del Metaverso, un espacio virtual que trasciende su proyecto de Oculus (realidad virtual), el cual generó ingresos por más de USD 1.000 M en el último año. La compañía está destinando billones de dólares en desarrollar esta tecnología, que define como sucesora del internet móvil y lleva la vanguardia en el segmento.
El desarrollo del Metaverso no solo le dará una ventaja en la industria del entretenimiento, también está pensado como un espacio donde los usuarios realizan varias tareas cotidianas. Uno de los tantos fines será la posibilidad probarse vestimentas online antes de comprarlas, lo cual, a su vez, otorga una ventaja a su proyecto de Marketplace, donde ya cuenta con 1,2 M de negocios vendiendo sus productos (cerca de Shopify, que cuenta con 1,7 M).
El mercado centró su atención en la decepcionante proyección de crecimiento de ventas para los trimestres más inmediatos, dejando de lado el excelente resultado del segundo trimestre del año y los planes de la compañía para el mediano y largo plazo. La cotización de Facebook, que cerró con un alza de 1,5% ayer, caía -3,5% en el pre market de esta mañana.
Facebook acumula un alza de 34% en lo que va del año, superando al S&P 500 que subió 19% en igual lapso.
El S&P 500 sube hasta encontrarse -0,2% por debajo de máximos...
Futuros del mercado norteamericano operan sin grandes cambios esta mañana. El S&P 500 sube hasta encontrarse -0,2% por debajo de máximos.
La tasa de Treasuries a 10 años se sitúa en 1,27% luego de que la FED anuncie que ya comenzó a debatir el proceso de disminución en la inyección de dinero, aunque alertó que aún falta progreso económico para que ello suceda, y que la economía no está a salvo mientras existan variantes de coronavirus difundiéndose dentro del país.
Los mercados de China siguen recuperándose de las caídas registradas a principios de semana: el índice Hang Seng de Hong Kong subió hoy 3,3%, con firmas como Tencent saltando 10%.
Los reguladores chinos realizaron una conferencia virtual con las principales instituciones de inversión, calmando las aguas tras anunciar que continuarán permitiendo que compañías chinas realicen oferta pública de acciones en Estados Unidos.
El petróleo sube 0,8% hasta rondar los USD 73 por barril. Plata y oro suben 2,8% y 1,2% respectivamente.
PayPal cayó en torno al -5% en el pre market de esta mañana luego de presentar ingresos levemente por debajo de lo esperado, que se combinaron con datos decepcionantes de nuevas cuentas activas y un guidance para el próximo trimestre que no estuvo a la altura de la expectativa.
Ford, por el contrario, subió más de 4% en el pre market luego de reportar ingresos por USD 24.100 M (se esperaban USD 21.500 M) y una ganancia por acción de USD 0,13 (se esperaba una leve pérdida).
Hoy, luego del cierre de mercado, Amazon presentará sus resultados al segundo trimestre del año.
Las crypto y su lugar en las empresas, y sus empresarios: ¿para qué sirven (si es que sirven)?
Hoy quiero hablar de algo que muchos hablan, pero aún pocos saben. Las cryptomonedas y su lugar actual en las empresas, y sus empresarios: ¿para qué sirven (si es que sirven)?
En 2008, con la presentación en sociedad de un “white paper”, nacía el sueño de las cryptomonedas, de la mano de la primera y aún al día de hoy más grande, el Bitcoin. Se iniciaba la carrera de monedas digitales, el sueño libertario de una moneda sin Banco Central detrás, la digitalización del dinero, y la democratización del mismo. Luego llegaron infinitos proyectos más pero el Bitcoin fue el inicio de todo.
Las cryptomonedas son vistas como moneda. Pero repasemos básicamente que características deben tener las monedas para ser tales, como funcionan y las diferencias con el Bitcoin. Para que algo sea llamado moneda, le pedimos que tenga 3 características:
1. Que sea unidad de cuenta. Puedo poner un precio de los activos en esa moneda.
2. Que sea medio de pago. Puedo usarlo para comprar y vender cosas.
3. Que sea reserva de valor. Sirve para ahorrar no perdiendo valor con el tiempo.
A su vez, en la vida económica conocida, detrás de cada moneda hay un banco central emitiendo o sacando dinero del mercado e influyendo en su valor a través de la acción sobre la tasa de interés (costo del dinero).
Por otro lado, las monedas, dan lugar al crecimiento de un sistema bancario que multiplica la circulación de esa moneda a través de mecanismos de depósitos y créditos, todo regulado por la autoridad monetaria.
Pero como funciona en el caso del Bitcoin y cómo ha evolucionado el ecosistema. El Bitcoin al no tener quien lo defienda orgánicamente (Banco Central) está plenamente abierto a las fuerzas de la oferta y la demanda lo que le genera volatilidad extrema, especialmente al ser un experimento relativamente nuevo.
Cómo impacta esto sobre las características mencionadas:
1. Hace difícil que sea unidad de cuenta. Pues poner precio por ejemplo de un departamento en Bitcoins con variaciones del 50% en 1 mes, lo hace impracticable. Al menos por ahora.
2. Hace complejo que sea medio de pago, no solo por su volatilidad, sino por los altos costos de transacción de transferirlos. Comprar un café de 1 USD pagando 17 de costo de transferir ese USD en formato Bitcoin lo hace impagable, hay proyectos para resolver eso. Sin embargo cumple con las funciones de ser divisible, fungible y transferible.
3. Reserva de valor. Claramente acá es donde el Bitcoin realmente empezó a funcionar. Que características son necesarias para ser reserva de valor:
a. Ser durable. Claramente se cumple la condición
b. Ser difícil de falsificar. Más que cumple.
c. Debe ser escaso. Sabemos que la escasez está dada por el límite a la emisión de esta moneda fijada en el algoritmo.
Interesantemente, el Bitcoin empezó a crecer como reserva de valor y muchos lo empezaron a ver como una nueva clase de activo, el oro digital. Y acá la primera de las oportunidades de uso en las empresas y la vida personal, como forma de ahorro (Claro está para quién acepta su volatilidad)
Pero dado los grandísimos movimientos en sus precios y novedad, mientas monedas como el Bitcoin se estabilizan, surgieron un nuevo set de monedas digitales o cryptomonedas que buscan resolver el tema de la volatilidad y permitir un ahorro estable. Es probable que hayan oído hablar de USDC o USDT. Estas son monedas digitales con convertibilidad 1 a 1 con el dólar.
Y aquí fuera de la especulación de mediano plazo de las otras monedas, en las estables, surge un mundo nuevo de beneficios.
1. Transferibilidad. La ventaja de las cryptomonedas es que permite las transferencias entre dos particulares en cualquier lugar del mundo sin intervención de intermediarios en cuestión de minutos. Más rápido, más barato, mucho más eficiente, pero sin volatilidad.
2. Mercado de colocaciones. Surge en el mundo una nueva rama conocida con DEFI (Finanzas descentralizadas) que permite tomar o colocar dinero en estas monedas estables con tasas muy volátiles pero en muchas casos muy interesantes, pero con riesgos a ser estudiados por el inversor
3. “Dolarización”. En países con restricciones cambiarias, son usadas para comprar las monedas digitales con las monedas de curso legal, en algunos casos quedando exentos de regulaciones.
No debemos quedarnos con el folclore de si es una burbuja o es la gran revolución. Es un nuevo mundo que parece haber llegado para quedarse, y que permite aprovecharlo. Conocerlo y conocer sus ventajas es el primer paso.
La base monetaria creció a un ritmo más pronunciado en junio...
La base monetaria (promedio del mes), que hasta mayo solo había aumentado 4,2% en el año, creció a un ritmo más pronunciado en junio y acumula un crecimiento del 11,6% en el primer semestre. Desde julio 2020 en adelante, el BCRA se había manejado con extrema prudencia, conteniendo los aumentos de base monetaria al mismo tiempo que intervenía en el mercado bursátil para contener al dólar bolsa, desde la disparada del paralelo en octubre 2020. De esta forma, la inflación fue reduciendo el poder adquisitivo de la base monetaria y “quemando” el exceso de emisión. A modo de ejemplo, por cada 100 litros de leche que podría haber comprado en diciembre 2019 (poniendo la leche como ejemplo de la evolución de todos los precios minoristas según el IPC), a julio 2020 podría haber comprado 116 por el aumento de la emisión en mayor medida que los precios, pero luego el aumento de los precios por encima del aumento de base monetaria fue reduciendo el poder adquisitivo hasta alcanzar un mínimo de 90 litros de leche en mayo 2021. Tras el aumento de junio, el poder adquisitivo de la base monetaria aumentó hasta 93.
A lo largo de 2020, el aumento de base monetaria fue impulsado por el financiamiento al gobierno, con fuerte esterilización vía Leliq y Pases pasivos con los bancos comerciales. Sin embargo, desde diciembre hasta mayo el impulso al aumento de base monetaria se concentró en la compra de divisas gracias al record de liquidación de divisas del campo. A lo largo del 2021, la financiación al gobierno fue muy reducida, en vista de que el Tesoro intentó financiarse mediante colocación de bonos en pesos en el mercado local. En marzo y abril, sin embargo, apareció algo de financiación al gobierno vía adelantos al Tesoro Nacional (135 mil y 55 mil millones de pesos, respectivamente), que continuó en mayo y junio vía distribución de utilidades del BCRA al gobierno (50 mil y 90 mil millones de pesos, respectivamente). Sin embargo, la cuenta que más preocupa es la de la carga de intereses que paga el Banco Central, que en el primer semestre debió emitir más de 572 mil millones de pesos, comparado con 442 mil millones emitidos para comprar divisas, 246 mil millones emitidos para financiar al gobierno y 994 mil millones en operaciones de esterilización (incluye Leliq, Pases y compra/venta de bonos para contener al dólar bolsa) y otras.
La preocupación volvió a manifestarse con el aumento del tipo de cambio que se obtiene por la compra/venta de activos financieros en la bolsa, donde el volumen operado aumentó fuerte y presionó en la brecha cambiaria ganándole la pulseada al BCRA. El gobierno recurrió a medidas que entre la CNV y el BCRA limitan la operatoria. ¿Y cómo sigue la historia? Por un lado, se sostiene que el aumento de precios acumulado en 2020 (21% estimado a junio) debía en algún momento reflejarse en el cambio paralelo. Por otro lado, se sostiene que el cambio paralelo resulta muy elevado si se mide en términos de poder adquisitivo, es decir, en el rango de 160 a 170 pesos por dólar Argentina resulta barata, tanto en términos históricos como en términos comparativos con otros países del mundo. ¿Es esto así? Algunos sostienen que este nivel de tipo de cambio paralelo resulta bajo si se piensa el contexto que estamos viviendo y la perspectiva pesimista hacia el futuro: imposibilidad de acceder al mercado voluntario de deuda para enfrentar los vencimientos en divisas de bonos y de líneas de organismos multilaterales de crédito.
Para ponernos en contexto revisaremos los datos históricos desde enero 1970 hasta junio 2021 analizando la evolución de la moneda local frente al dólar y comparándola con el exceso de inflación de Argentina frente a la inflación de EEUU. Calcularemos el tipo de cambio real (TCR), que mide si la devaluación le gana o pierde frente al exceso de inflación argentino vs. norteamericano. Dicho de otro modo, si tenemos que pagar $100 para comprar US$ 1, mediremos cuántos helados podemos comprar en Argentina con $100 y lo compararemos con la cantidad de helados que podríamos comprar en EEUU con US$ 1 (usamos los helados como ejemplo didáctico para referirnos a los bienes y servicios usados para medir el IPC). Podremos tomar como referencia a diciembre 2001: último mes de convertibilidad.
El tipo de cambio medido como poder adquisitivo no aumenta o disminuye tendencialmente, por lo tanto lo tratamos como una variable que gira alrededor de un valor de equilibrio. Dicho valor no es fácil de determinar y puede variar a lo largo del tiempo. Por ejemplo, en épocas de mucho endeudamiento y elevados precios de exportación, tenderá a ser más bajo. Y el equilibrio será más alto en épocas de salidas de capitales, bajos precios de exportación, falta de acceso al financiamiento en divisas. Luego, promediando épocas buenas y malas, podríamos aproximar un valor de equilibrio de largo plazo que nos muestre cuál es el nivel de TCR, o poder adquisitivo del tipo de cambio, que equilibra la oferta y la demanda de divisas. Si tomamos el TCR oficial usado para operaciones de comercio exterior, el promedio desde enero 1970 hasta junio 2021 el TCR a junio resulta 19% más elevado que este nivel estimado de equilibrio, es decir, el país es competitivo y el superávit en cuenta corriente lo refleja. Si se liberara el mercado de cambios y el tipo de cambio oficial convergiera al nivel del paralelo, el TCR resultaría 100% más elevado.
Es objetable medir si el país resulta barato respecto de EEUU, ya que Brasil, Europa y otros países tienen mucho peso también en nuestro comercio exterior. Para eso el BCRA mide el TCR multilateral, considerando el tipo de cambio de todos nuestros socios comerciales, ponderado según el peso del comercio exterior con cada uno en el total. En este sentido, tomando el promedio desde enero 1997 hasta junio 2021 (totalidad de la serie disponible) y considerando el valor de junio, resultaría que el TCR está en su nivel de equilibrio: ni caro ni barato. En consecuencia, liberar el mercado de cambios pondría el TCR multilateral más de un 60% por encima del valor de equilibrio.
Ahora bien, en épocas “tranquilas”, el TCR deberá equilibrar la cuenta corriente, compuesta principalmente por exportaciones netas de importaciones y pagos netos de intereses y dividendos, entre otras cuentas. Se asume que en esas épocas no hay muchos movimientos de capitales, se toma deuda externa para afrontar los vencimientos de capital al exterior y no hay
mucha inversión desde el exterior. Sin embargo, hay períodos donde la salida de capitales y/o los pagos netos de deuda al exterior son significativos, y en esas épocas el tipo de cambio debe ser más elevado, para limitar importaciones e incentivar exportaciones, de modo que las divisas que se generen por el comercio exterior alcancen no solo para pagar intereses y dividendos al exterior, sino también para afrontar la demanda de divisas generada por los pagos de deuda al exterior y la salida de capitales. Estos serán períodos de TCR más elevado, con mucha presión de la demanda en el mercado de cambios. Actualmente no vivimos una época normal, sino un momento donde la presión cambiaria es más elevada: si bien la cuenta corriente resulta positiva, no alcanza para financiar la salida de capitales y mucho menos los vencimientos netos de deuda. Para evitar una aún mayor disparada del dólar (o desplome del peso), el gobierno limita los movimientos de capitales mediante medidas que llamamos “el cepo cambiario”. Además, está renegociando los vencimientos de deuda: ya hizo un canje de deuda con el sector privado y ahora está embarcado en conseguir un préstamo del FMI que permita pagar los vencimientos de préstamos anteriores, para luego refinanciar con el Club de París y otros acreedores.
Podríamos entonces medir el TCR considerando el cambio “bolsa” o “libre” observado desde 1970 hasta la actualidad. Tomando el valor oficial y comparándolo respecto del TCR libre promedio entre Argentina y EEUU, también podríamos decir que el tipo de cambio oficial está en equilibrio. Y, en consecuencia, el cambio libre (contado con liquidación) estaría más del 60% por encima del promedio de largo plazo. Pero por supuesto, el promedio de largo plazo incluye épocas sin desdoblamiento cambiario, algunas de las cuales registraron atraso cambiario (Martinez de Hoz, Menem, CFK, Macri) y otras de las cuales el país tenía TCR elevado (Duhalde et al, Kirchner). Si dejáramos fuera estas épocas y analizáramos el comportamiento del dólar libre durante los períodos de brecha cambiaria relevante, las conclusiones cambian.
Desde inicios de los 70’s hasta la actualidad tenemos cuatro períodos de brecha cambiaria: 1971 a 1976; 1981 a 1987 y 1989 (1988 con cierta normalidad bajo el Plan Primavera); 2011 a 2015 (con CFK) y desde fin de 2019 a la actualidad. Enseguida notamos las diferencias. Los episodios de los 70’s y la década pasada se registraron en un contexto de modelo apoyado en la demanda interna via mejoras del salario real, sin acceso al financiamiento externo y con baja inversión. Las restricciones cambiarias sirvieron para prolongar el ciclo económico y postergar el ajuste. Durante los 80’s, en cambio, y también en estos últimos años, las restricciones cambiarias se impusieron para evitar una abrupta suba del tipo de cambio oficial, en un contexto de bajas reservas internacionales, problemas de deuda y baja solvencia fiscal. En los 80’s, se presentaba el agravante de bajos precios de exportación, aunque en estos años se da el fenómeno contrario con elevadísimos precios de commodities en términos históricos.
Las restricciones cambiarias de los años 70’s (con brecha promedio del 139% y un máximo de 378% en 1975, año del “Rodrigazo”) y de 2011-15 (brecha promedio del 34% con máximo del 71% en 2013) se produjeron en un contexto de progresivo atraso cambiario. En 1971 el país no registraba atraso, pero luego la inflación superó al ritmo de la devaluación y Argentina se encareció en dólares, con un atraso de más del 50%, que fue recortado en 1975 y eliminado en 1976. En todo ese período, el TCR libre estuvo siempre muy por arriba del promedio por una combinación de desconfianza, exceso de emisión y restricciones cambiarias. El cepo de 2011 a 2015, en cambio, registró atraso cambiario creciente para el tipo de cambio real oficial y también para el libre.
Las restricciones cambiarias del período 1981 - 1987 (con brecha promedio del 31% y un máximo de 126% en 1982), y del año 1989 (brecha promedio del 53% y con un máximo del 219%) se produjeron en un contexto de TCR alto tras un período de atraso cambiario que culmina en 1981. El TCR oficial comercial llegó a estar 54% por encima del promedio de largo plazo en 1985 y el TCR libre llegó al 51% y 62% por encima del promedio de largo plazo en 1982 y 1983, respectivamente. En 1989, año de hiperinflación, el TCR oficial comercial estuvo en promedio 78% por encima del promedio y el TCR libre estuvo al doble que el promedio. Visto en perspectiva, la brecha cambiaria actual y su nivel de “competitividad” (medida restrictivamente por el TCR) no están muy lejos de los niveles promedio que presentaba entre 1982 y 1987, aunque sí está lejos del caos de 1989.
¿Cómo fue el fin del período de desdoblamiento cambiario? En los tres episodios pasados la unificación del mercado cambiario se hizo devaluando, pero en el contexto de un marco económico que posibilitó recuperar la confianza y acceder al financiamiento externo para fortalecer las reservas del banco central. Luego, siguió un proceso de apreciación cambiaria: Argentina se fue encareciendo medida en dólares, porque la inflación resultante de la devaluación superó ampliamente la suba del tipo de cambio. Por otra parte, la recuperación de la actividad impulsó la creación de empleo y la mejora del poder adquisitivo del salario, que acompañado por la aparición de crédito, alentó el consumo y llevó a déficits externos financiados con endeudamiento. En todos los casos, con y sin restricción al acceso al mercado de cambios, con inflación alta y baja, con confianza y desconfianza, en promedio se registró déficit fiscal (con excepción de algunos años puntuales).
Parece que la salida de la crisis de la pandemia no está resuelta...
Hasta el momento, parece que la salida de la crisis de la pandemia no está resuelta. La macro, en buena medida, se subordina a su evolución.
El contexto internacional le ha jugado una buena partida a la Argentina, al incrementar el precio de la soja, principal fuente de divisas e ingresos fiscales. En esto influye la demanda de China que es la economía con mayor ritmo de expansión. El déficit de cuenta corriente de la balanza de pagos es razonable en porcentaje del PBI y las mayores exportaciones en valor de soja ayudan. El déficit fiscal primario se viene reduciendo de modo sensible después de los 9 puntos negativos del 2020.
Las proyecciones de crecimiento del FMI y del Banco mundial son moderadas para la recuperación de este año a nivel mundial. En Estados Unidos llama la atención que el empleo va mejorando buscando el ideal de pleno empleo, es una variable clave a seguir. Los puestos creados en USA son un buen indicador de anticipo de actividad. En lo referente a Europa el panorama laboral es más sombrío con una mayor tasa de desempleo. Powell, presidente de la Reserva Federal, convalida una vez más su apuesta a tasas bajas hasta que la inflación determine lo contrario. Hasta ahora no apareció con niveles de preocupación. Es una cuestión importante, más aún para nosotros que huimos instintivamente del dinero porque no tenemos moneda desde el 75 en el Rodrigazo. A pesar de tamaña política monetaria expansiva la inflación americana converge casi a 2%. Hay fuerzas hacia la deflación en Europa. Hay chances para un nuevo quantitative easing. Las empresas están sentadas sobre el efectivo y Wall Street pasa por un buen momento. Las acciones están creciendo en Estados Unidos, en especial las tecnológicas. La elección americana ha sido bien relevante y estamos en época de definiciones en los primeros meses de Biden. El opositor a Trump no es de gran envergadura carismática pero hay chances para impulsar un desempeño macro en los cuatro años de gestión además de recuperar bases institucionales.
En Europa hay consenso por un esquema fiscal coordinado, Alemania hace hasta ahora de locomotora de las decisiones.
Aunque el ánimo en los mercados financieros mejoró en las cifras económicas todavía no superaron las expectativas. Expertos muestran el mismo sentimiento de incertidumbre expresado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y afirmaron que la economía global corre peligro de sufrir otra contracción.
No hay un acuerdo sobre qué tan mal irán las cosas, domina la incertidumbre, todavía el escenario no es de preocupación si nos centramos en las cifras de nivel de actividad vigentes.
Parte de los problemas que se están planteando dependen de que la eurozona controle sus crisis bancaria, de deuda soberana y competitividad. Existe un claro consenso entre los economistas sobre lo que el bloque de naciones europeas debe hacer.
La gran mayoría concuerda en que la eurozona necesita un plan urgente que incluya diversos elementos: austeridad y reformas estructurales en países periféricos; integración fiscal con riesgo compartido, incluyendo los eurobonos; respaldo de liquidez a países con problemas de endeudamiento, preferiblemente con un fuerte apoyo del Banco Central Europeo; una profunda restructuración de la deuda y una amplia recapitalización de los bancos europeos de la eurozona.
El problema es que la solución requiere de difíciles decisiones políticas y ciertos sectores y grupos sociales diversos cargarán con el peso del ajuste.
En este contexto, el ascenso de la soja amenaza con influir en la economía por dos frentes: el fiscal, mediante un incremento de los ingresos que recauda la AFIP a través de las retenciones a las exportaciones, y el comercial, mediante una expansión del superávit comercial y, por lo tanto, una mayor oferta de dólares para abastecer el mercado interno en momentos donde las reservas están muy comprometidas.
Lo comentado anteriormente pone de manifiesto que la restricción externa estrecha los márgenes de acción de la política económica. Un contexto con bajo crecimiento del crédito, tasas de interés relativamente bajas, tendrá efectos adversos sobre la actividad económica argentina que ya muestra cierta dificultad para rebotar a juzgar por la evolución del Índice de Producción Industrial (IPI) y del EMAE. De acuerdo con el IPI elaborado por la consultora Orlando Ferreres el sector manufacturero rebotaría al mismo nivel de la caída industrial del año pasado En este sentido la producción industrial se incrementaría en 2021.
Parece relevante comentar cómo van los países de América Latina...
Cada vez es más frecuente que nuestros alumni estén trabajando en la región. Parece relevante comentar cómo van los países de América Latina, que transitó una de sus mejores décadas entre 2000 y 2010. Lo que vino después no fue tan bueno.
Es poco serio generalizar sobre la región con 650 millones de habitantes y diferentes realidades geopolíticas. En la política económica se perciben cuotas de realismo pragmático con porciones de realismo mágico. Hacemos un repaso muy sintético de la geografía.
América Central con sensibilidad especial al cambio climático. El déficit estructural de materias primas hace a la subregión vulnerable y con problemas de seguridad alimentaria. Es una zona muy alineada con Estados Unidos.
El Nafta en México, pasadas casi dos décadas, ha dado poco para el socio más frágil del Tratado. Se ha rediseñado en la época de Trump dando lugar al T-MEC. AMLO, como se lo conoce al Presidente de Méjico, discutido por muchas de sus decisiones, aparentemente vuelve a la carga con la regulación energética. Siguen las tensiones sociales, con la extensión del delito y drogas. Es particularmente dañina la violencia política con asesinatos frecuentes a funcionarios o candidatos.
Crece el PIB con moderación. La industria en crisis desplazada en parte la maquila por los menores costos de Asia.
Muy mal manejo de la pandemia, despreciando el proceso sanitario. La economía se va encarrilando y hay voluntad por el lado de Guedes de hacer reformas. Tensiones al interior del espacio de gobierno con muchos ministros fuera del gabinete. Todo se encamina a la reelección de Bolsonaro un populista sui generis que seguramente sea derrotado por Lula.
Petróleo en 80 dólares es buen precio. Sucesión de Maduro muy incierta, pareciera el régimen autocrático está para quedarse con el apoyo de Cuba. Muy hegemónico el socialismo del siglo 21. No existe oposición consolidada, Guaidó es una luz de esperanza como alternativa al poder, apoyado por Biden que adhiere al diagnóstico de Bachelet de cómo están los derechos humanos en Venezuela.
En la región Venezuela es quien va peor tanto en la macro como en la micro. El doble mercado cambiario es una distorsión seria. El populismo divide la sociedad en dos facciones.
Sospechas de corrupción en la gestión anterior empañan el aparentemente exitoso período de Uribe. Tensiones populares y crispación hemos visto recientemente en las calles. Inflación moderada. FARC en total retroceso reciclada a la política, mucha inversión extranjera. Buena macro.
21 años con el dólar como moneda con gran aceptación. No hubo hegemonismo de Correa que no pudo poner su candidato. Baja inflación. En educación es positivo lo hecho en formación de docentes, otro hecho remarcable ha sido el gasto en carreteras. Hay que ver al nuevo Presidente empresario en la cancha. Sigue elevado el riesgo país en Ecuador.
La volatilidad política no asusta a los mercados y se habría domesticado ese ruido pero los nuevos acontecimientos han dado vuelta al país. Continuidad desde 1990 en política económica. Perú es grado de inversión. Minería muy dinámica, sin críticas severas de opinión pública en la agenda ambiental. Proyecto energético de Camisea, muy pujante. Problemas en la sierra y en la selva que son mucho más atrasados y no reciben el derrame del crecimiento.
Perú está mejorando pero es pobre, es la estrella de la región en cuanto a crecimiento del PIB y estabilidad. Se perciben dos países. Gini muy malo, difícil de corregir. La recesión le pegó fuerte en 2020, es junto con Argentina de los países que más cayeron. Nueva configuración política con Castillo que, como candidato ganador antisistema, preocupa al establishment peruano. Pareciera que la conducción del Banco Central sigue, esto es una buena señal.
Pobreza estructural a la orden del día. Macro con piloto automático con un Banco Central ordenado. Ideología de izquierda tranquila sin grandes modificaciones en continuidad con la línea de Evo Morales. La tensión con Santa Cruz de la Sierra bajo control. Gas natural es clave en el esquema económico
Sigue el partido Colorado en el poder con revueltas callejeras hace un tiempo y pedido de algunos de juicio político. El empresario Cartez sigue vigente con chances de ganar protagonismo en las decisiones. La soja y la carne vacuna son claves. Pendiente el arreglo contractual por Itaipú. Es el país del mundo con mayor electricidad por habitante. Desafío en infraestructura y educación. Muy atrás en el índice WEF de competitividad. Crítico hace tiempo con el Mercosur pero sin mostrar el malestar a diferencia de lo que transparentan Brasil y Uruguay.
Sigue creciendo pero a la expectativa de la orientación ideológica de la reforma constitucional. Buscando nuevos sectores para desarrollar, debe salir de las materias primas al menos complementarlas. Muy sólido en deuda pública y frente fiscal. Está corrigiendo el pedido social clamoroso con iniciativas para mayor equidad
Firme en calidad de decisión pública. Fuerte el sector agropecuario y aprovechando el desarrollo forestal. Muy buenos los últimos 2 años que se expresan en un PBI per cápita del país liderando junto a Chile y Panamá la región.
El “latinobarómetro” señala que si funciona la economía esto es la clave para la opinión pública. Le da sustento según lo que evidencian las estadísticas a regímenes aunque sean autoritarios. La economía domina el escenario.
El panorama de la región es alentador para un mundo donde los países centrales siguen con ciertos problemas. Todos o casi todos los países de la región con dificultades de enfermedad holandesa y por lo tanto de competitividad. Las tensiones sociales expresadas en la calle por un mayor acceso a bienes públicos son para tener en cuenta. Puede haber un giro a la izquierda en esta década, dependiendo de los resultados en los comicios de Brasil donde puede ganar Lula, los de Colombia y Chile. Habrá que monitorear estos procesos políticos y la marcha de la economía.