Noticias locales: el país hoy.
En noviembre de 2024, la balanza comercial de bienes registró un superávit de USD 1.234 M, consolidando 12 meses consecutivos de resultados positivos. En el acumulado anual, el superávit comercial alcanzó USD 17.198 M, contrastando de manera significativa con el déficit de USD 7.943 M registrado en el mismo período de 2023. Las exportaciones del mes totalizaron USD 6.479 M (+31,6% i.a.), impulsado principalmente por un incremento del 35,5% en las cantidades exportadas, a pesar de una caída del 2,8% en los precios. Este crecimiento fue liderado por un alza superior al 50% i.a. en las exportaciones de productos primarios y manufacturas de origen industrial. Por su parte, las importaciones ascendieron a USD 5.245 M, reflejando una caída del 4,3% i.a. y de casi USD 900 M respecto a octubre de 2024. Esta dinámica estuvo explicada por un retroceso en los precios (-3,9% i.a.) y en las cantidades importadas (-0,2% i.a.), debido a la reducción de compras a la espera de la eliminación del impuesto PAIS.
En cuanto a los datos de empleo, en el 3Q24, la tasa de desocupación se ubicó en 6,9%, descendiendo respecto al 7,3% registrado en el trimestre anterior. Este resultado se dio en un contexto de estabilidad en la tasa de actividad, que se mantuvo en torno al 48,3%, y una leve mejora en la tasa de empleo, que alcanzó el 45,0%. Persisten disparidades regionales significativas, con el Gran Buenos Aires presentando la mayor tasa de desocupación, del 7,6%, mientras que el Noroeste mostró una tasa considerablemente menor, del 4,2%.
En el mercado de cambios, el BCRA registró compras netas por USD 32 M, sosteniendo en las últimas cinco ruedas un ritmo promedio diario de USD 79 M. Con esto, el acumulado mensual alcanzó USD 1.163 M, en línea con las compras netas de USD 1.244 M registradas al 19 de noviembre. Por otro lado, las reservas brutas tuvieron una leve caída de USD 2 M, a pesar de haberse liquidado compras por USD 151 M correspondientes al martes, cerrando la jornada con un stock bruto de USD 32.253 M.
El dólar oficial subió 92 centavos diarios, cerrando la jornada en $1.022,75. De esta manera, el ritmo de devaluación en las últimas cinco ruedas se mantiene en un 2,1% TEM.
Los dólares financieros retrocedieron levemente tras una clara intervención del BCRA a las 16 hs del día de ayer. Hasta ese momento, los financieros venían operando al alza. La intervención del Central se habría concentrado en el AL30 en T+1, que registró una suba del 2,6%. Como resultado, el MEP (GD30) retrocedió un 0,3%, cerrando en $1.132, mientras que el CCL cayó un 0,5%, finalizando en $1.145. Con estos movimientos, las brechas con el dólar oficial se ubican en 11% y 12%, respectivamente.
Por el lado de los bonos soberanos en dólares, la jornada fue positiva, con un avance promedio del 1,3%. Estos instrumentos presentan una TIR promedio del 10,8% y paridades de 72,4%. Como resultado, el riesgo país se ubicó en torno a los 680 pb. En cuanto a los BOPREAL, cerraron la jornada con una ganancia del 0,4%.
En el segmento de deuda en pesos, la rueda cerró de manera moderadamente positiva tanto en pesos como en dólares para los dollar-linked y las Lecap, en tanto que los bonos CER mostraron un desempeño levemente negativo. Las Lecap registraron un avance del 0,3%, destacándose el TO26 con una suba del 2,3%. Estos instrumentos rinden entre un 2,4% TEM en el tramo largo y un 2,7% TEM en el tramo corto. Por su parte, los dollar-linked tuvieron una ganancia del 1,1%, con un rendimiento promedio de devaluación +7%. Finalmente, los bonos CER cayeron un 0,1%, sosteniendo un rendimiento de CER +8%.
Los contratos de futuros de dólar tuvieron un incremento promedio del 0,36%, impulsados fundamentalmente por los contratos más largos. En detalle, los mayores avances se observaron en los contratos de noviembre (+0,64%), octubre (+0,65%) y septiembre (+0,62%). Así, la devaluación mensual implícita para noviembre de 2025 subió a 1,8%.
El Merval registró una caída del 2,8% en pesos y del 4,3% en dólares CCL, finalizando en USD 2.164. Esta baja estuvo liderada por los sectores de comunicación, utilidades y energía, mientras que únicamente el sector industria mostró un desempeño positivo. Entre las empresas locales, Central Puerto (-5,5%), Transportadora Gas del Norte (-5,3%) y Transener (-4,4%) sufrieron las mayores caídas. En paralelo, las principales subas correspondieron a BYMA (+4,3%), Banco de Valores (+0,5%) y Holcim (+0,4%). En cuanto a las compañías que cotizan en la Bolsa de Nueva York, el índice también retrocedió un 4,3%. Telecom (-6,7%), Central Puerto (-6,5%) y Edenor (-6,0%) enfrentaron las mayores bajas.
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En noviembre, el Sector Público registró el superávit primario más alto de los últimos seis meses, equivalente al 0,24% del PBI, y un superávit financiero del 0,06%, a pesar de la elevada carga de intereses derivada de los pagos al FMI. En el acumulado del año, se alcanzó un superávit primario del 2,1% del PBI y un superávit financiero del 0,6% del PBI, contrastando con el déficit de -1,7% y -3,1%, respectivamente, registrado en igual período de 2023. Los ingresos cayeron un -7% i.a. en términos reales, afectados principalmente por la baja en el IVA (-4% i.a.), débitos y créditos (-2% i.a.), Bienes Personales (-40% i.a.) y rentas de la propiedad (-41% i.a.), aunque Ganancias mostró un aumento del +4% i.a. real, compensando parcialmente estas caídas. El gasto primario experimentó una fuerte contracción del -25% i.a. real, explicada en gran parte por la caída del -55% en planes sociales (excluyendo AUH) y del -76% en obras públicas, que representaron el 63% del ajuste del mes. También se registraron disminuciones en salarios (-22% i.a.), transferencias a provincias (-68% i.a.), subsidios (-22% i.a.) y jubilaciones, incluyendo bonos (-1,2% i.a.). La única partida con un incremento real interanual fue la AUH, que creció un 110% i.a.
Para ese mismo mes, el Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) registró un incremento del 1,4% m/m, a raíz de una suba del 1,6% m/m en productos nacionales, en parte compensada por una caída del 1,2% m/m en productos importados. Con este resultado, los precios mayoristas acumulan un aumento del 155,2% i.a. Por su parte, el Índice del Costo de la Construcción (ICC) mostró un alza del 0,9% m/m, debido a incrementos del 2,5% m/m en gastos generales, del 1,2% m/m en materiales y del 0,3% m/m en mano de obra. En términos interanuales, el costo de la construcción registró una suba del 130,3% en noviembre.
En el mercado de cambios, el BCRA registró compras netas por USD 151 M, manteniendo en las últimas cinco ruedas un ritmo promedio diario de USD 106 M. Con este resultado, el acumulado mensual alcanzó los USD 1.131 M, en línea con las compras netas de USD 1.109 M registradas al 15 de noviembre. Por otro lado, las reservas brutas aumentaron en USD 509 M, cerrando la jornada con un stock de USD 32.255 M.
El dólar oficial subió 33 centavos diarios, llegando a $1.021,83. De esta manera, el ritmo de devaluación en las últimas cinco ruedas se mantiene en un 1,9% TEM.
Los dólares financieros registraron nuevas subas. El MEP (GD30) avanzó un 2,7%, cerrando en $1.135, mientras que el CCL aumentó un 2,5%, alcanzando los $1.151. Así, las brechas con el dólar oficial repuntaron, ubicándose en 11% y 13%, respectivamente.
Los bonos soberanos en dólares registraron una leve corrección, con una baja del 0,6%. Como resultado, las TIR promedio se mantienen en torno al 11% y las paridades alrededor del 72%. Esta corrección hizo que el riesgo país bajara ligeramente, ubicándose en torno a los 670 pb. Por el lado de los BOPREAL, la caída fue del 0,3%.
En el segmento de deuda en pesos, la jornada volvió a ser negativa, agravada por el salto en los tipos de cambio financieros, que generó pérdidas en dólares en todas las curvas. En primer lugar, los dollar-linked registraron una caída en pesos del 0,7%, ubicándose con un rendimiento de devaluación +10%. En segundo lugar, los bonos CER retrocedieron un 0,2%, con rendimientos de CER +8%. Finalmente, las Lecaps fueron las más afectadas, con una baja del 0,4%, destacándose el TO26, que cayó un 1,3%. De esta forma, los instrumentos a tasa fija presentan un rendimiento promedio de 2,6% TEM.
Los contratos de futuros de dólar aumentaron 0,21%, con subas destacadas en los contratos de junio (+0,44%), octubre (+0,41%) y mayo (+0,31%). De este modo, la devaluación mensual implícita para noviembre de 2025 se ubica en 1,7%.
El Merval cerró la jornada con una suba del 2,1% en pesos y una caída del 0,9% en dólares CCL, finalizando en USD 2.252. A nivel sectorial, los mayores avances se observaron en Financiero, Energía y Utilidades, mientras que Construcción, Comunicación y Consumo Básico lideraron las pérdidas. Entre las acciones, Banco de Valores (+6,3%), Transportadora Gas del Norte (+4,5%) y Pampa Energía (+4,4%) tuvieron las principales subas. Por el contrario, Holcim (-4,3%), Telecom (-3,8%) y Edenor (-3,6%) registraron las mayores caídas. En cuanto a las que cotizan en Nueva York, el día terminó con una baja promedio del 1,2%. Las subas destacadas correspondieron a Globant (+3,6%), Galicia (+1,0%) y Supervielle (+1,0%), al tiempo que Edenor (-7,1%), IRSA (-3,4%) y Telecom (-3,3%) experimentaron las principales bajas.
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Las acciones cayeron durante la jornada de ayer. El S&P 500 y el Nasdaq retrocedieron un 0,6%, mientras que el Dow Jones fue nuevamente el índice con peor desempeño, al caer un 0,8%. Con esto, el Dow enfrenta una racha de nueve ruedas consecutivas a la baja, la más prolongada desde 1978. Entre las tecnológicas, destacó Nvidia con una pérdida del 2,2%, ingresando en terreno de corrección técnica al acumular una baja del 12% desde sus máximos. Por otro lado, Tesla continuó su rally alcista, con un avance del 3,2% en la jornada, con un incremento total del 124% desde el 23 de octubre pasado.
El mercado asigna un 95% de probabilidad a un recorte de 25 pb en la tasa de política monetaria por parte de la Fed en la reunión de hoy, aunque se espera que realicen menos recortes en 2025, lo que sigue presionando los rendimientos de los bonos. En la jornada de ayer, la UST2Y cerró en 4,24% y la UST10Y en 4,38%, mostrando un leve retroceso respecto al lunes, pero permaneciendo en los niveles más altos del último mes. En este contexto, los bonos operaron mayormente estables. El índice que agrupa los bonos del Tesoro estadounidense tuvo un leve repunte del 0,1%, en tanto que los corporativos registraron una rueda negativa, con los High Yield cayendo un 0,2%.
El dólar DXY se mantuvo sin variaciones. Lo más relevante fue la depreciación del 0,2% frente a la libra y del 0,5% contra el yen, mientras que ante el euro se apreció un 0,2%. Por su parte, el real brasileño, que había alcanzado máximos en la jornada del lunes, retrocedió un 0,9% ayer, cerrando en USDBRL 6,09.
En el segmento de commodities, se registró una baja promedio del 0,6%. El petróleo WTI retrocedió un 0,9%, cerrando en USD 70 por barril, afectado por preocupaciones sobre un debilitamiento de la demanda global y datos económicos negativos provenientes de China. En los metales, el oro cayó un 0,3%, influido por la expectativa de un menor número de recortes de tasas el próximo año y por un dólar más fuerte, finalizando la jornada en USD 2.648 la onza. Finalmente, la soja también mostró un retroceso del 0,5%.
El dato económico del día fue el de las ventas minoristas en EE. UU., que aumentaron un 0,7% m/m en noviembre, superando las expectativas del mercado de 0,5% m/m. Los mayores incrementos se observaron en las ventas de vehículos de motor y piezas (+2,6% m/m) y en las ventas minoristas en línea (+1,8% m/m). Excluyendo servicios de alimentos, concesionarios de autos, materiales de construcción y estaciones de gasolina –componentes utilizados para calcular el PBI–, las ventas registraron un incremento del 0,4% m/m.
Una nueva manera de concebir y concretar proyectos de construcción.
La construcción es una de las industrias más antiguas del mundo, dependiente históricamente del trabajo físico y la experiencia humana. Esta dinámica cambió con la llegada de la inteligencia artificial (IA). Esta tecnología vuelve los procesos más rigurosos y eficientes, comenzando por la etapa inicial de cualquier proyecto: el diseño.
Antes, los arquitectos se basaban en herramientas de modelado tradicionales y su propia experiencia para crear diseños que equilibraran funcionalidad, estética y viabilidad técnica. Hoy, los algoritmos analizan millones de opciones para generar nuevos y mejores modelos en minutos. Estos no solo consideran aspectos estéticos y tendencias del sector, sino también otros elementos que son fundamentales para hacer construcciones más duraderas y amigables con el medioambiente.
Por un lado, la IA es capaz de simular cómo responderá una estructura a diferentes escenarios, como terremotos o inundaciones, permitiendo reducir costos asociados con posibles modificaciones durante la construcción. Así, si una constructora planea un complejo residencial en una región propensa a lluvias torrenciales, los arquitectos pueden usar la IA para diseñar techos con inclinaciones específicas y sistemas de drenaje integrados. Además, el algoritmo recomienda materiales resistentes al agua, asegurando durabilidad y menores costos de mantenimiento a largo plazo.
A su vez, permite abordar el desafío de la sostenibilidad –central en esta industria– a través de soluciones innovadoras en el proceso de diseño y desarrollo. Por ejemplo, los algoritmos analizan el impacto ambiental de diferentes materiales y recomiendan los que generan menor huella de carbono, como el asfalto reciclado para la construcción de carreteras. Esto es particularmente relevante en proyectos de infraestructura, donde las decisiones iniciales sobre materiales tienen consecuencias a largo plazo. Otro caso es el de la integración de sistemas de recolección de agua de lluvia en los edificios en lugares áridos como Arabia Saudita.
Un caso emblemático
El rascacielos Bosco Verticale en Milán, Italia, es un gran ejemplo de esto. Este edificio, conocido por su fachada cubierta de vegetación, fue diseñado con el apoyo de IA. Esta analizó el impacto del peso de las plantas en la estructura, la eficiencia energética y las condiciones de luz solar. El resultado fue un diseño único que combina sostenibilidad y funcionalidad. Sin esta tecnología, habría sido casi imposible calcular con precisión las múltiples variables involucradas.
Además, la inteligencia artificial actúa más allá de su construcción. A través de sensores conectados, el sistema ajusta automáticamente la humedad, ventilación y temperatura, garantizando un ambiente interior equilibrado. Al mismo tiempo, monitorea el crecimiento y salud de la vegetación, asegurando que las plantas funcionen como filtros naturales del aire. La iluminación se ajusta según la luz solar disponible, reduciendo costos energéticos y mejorando el confort visual.
Robots al servicio de la eficiencia
La automatización es un pilar fundamental en sectores como la manufactura, y ahora gana terreno en la construcción. Robots avanzados y drones equipados con IA toman el control de tareas repetitivas y peligrosas, liberando a los trabajadores humanos para que se concentren en actividades más estratégicas.
En proyectos de gran escala, como la construcción de aeropuertos, los drones sobrevuelan las obras para monitorear el progreso en tiempo real, identificando retrasos o problemas estructurales. Los sistemas de IA ayudan a los gerentes de proyectos a priorizar tareas, asignar recursos y prever contratiempos antes de que surjan. Gracias a esto, los ingenieros pueden ajustar los cronogramas y evitar sobrecostos.
Por otro lado, máquinas con forma humanoide son destinadas a tareas específicas como la colocación de ladrillos y la soldadura, logrando rápidos avances con precisión milimétrica. A través de un sofisticado sistema de sensores, detectan el entorno, evitan obstáculos y ajustan sus movimientos. Su habilidad para trabajar ininterrumpidamente, sin fatiga, disminuye tiempos de ejecución, además de poder trabajar a grandes alturas –lo que aumenta la seguridad y reduce el riesgo de accidentes laborales–. Este nivel de eficiencia es crucial en un mercado donde los plazos ajustados son la norma.
En Dubái se construyó un edificio de oficinas en tan solo 17 días utilizando una impresora 3D. La IA contribuyó a optimizar el diseño de las piezas impresas, reduciendo el uso de materiales en un 30%. Esta tecnología revolucionará la industria, con la construcción rápida y económica de viviendas, especialmente en zonas afectadas por desastres naturales.
Seguridad laboral: protección impulsada por datos
La seguridad es uno de los mayores desafíos en la construcción, una industria donde los accidentes laborales son comunes. Aquí, la IA marca una diferencia significativa al prever riesgos y actuar antes de que ocurran incidentes.
Los sistemas de IA son capaces de identificar comportamientos riesgosos en los trabajadores a través de imágenes en vivo, como el uso incorrecto de arneses o cascos, proporcionando análisis detallados para implementar medidas correctivas. Algunos sensores incluso pueden monitorear indicadores como la frecuencia cardíaca y la temperatura corporal de los empleados para alertar al supervisor si se detectan condiciones anormales.
Pero este control no se reduce solo a las personas, sino también a las propias máquinas. Si el sistema detecta una anomalía en una grúa, como un motor que funciona fuera de los parámetros normales, se envía una alerta para que se realice un mantenimiento preventivo. Esto anticipa fallas mecánicas y brinda protección a los trabajadores cercanos.
La incorporación de la inteligencia artificial es una transformación necesaria para enfrentar los desafíos del siglo XXI. Desde mejorar la seguridad laboral hasta reducir los costos y el impacto ambiental, la IA redefine lo que es posible en la construcción. Aquellas empresas que adopten estas tecnologías estarán preparadas para competir en un mercado global cada vez más exigente.
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En el 3Q24, la economía mostró un crecimiento del 3,9% t/t desestacionalizado, aunque cayó un 2,1% i.a., acumulando una contracción del 3% i.a. en lo que va del año. La recuperación fue impulsada por el consumo (+4,6% t/t) y la inversión (+12% t/t), mientras que las exportaciones (+3% t/t) y las importaciones (+9% t/t) también aportaron. Por sectores, la agricultura lideró con una mejora del 13,2% i.a., mientras que la industria recuperó niveles de fines de 2023. En tanto, la construcción aún enfrenta un rezago significativo (-15% i.a.). El crecimiento del tercer trimestre fue mayor al estimado por el EMAE (3,4% t/t), lo que corrige las proyecciones para el cierre de 2024 y eleva el arrastre estadístico para 2025. El año cerraría con una contracción en torno al 2,1%, mucho mejor de lo esperado, aunque con heterogeneidad entre sectores. El arrastre estadístico de 2025 se ubicaría en torno al 2% de crecimiento.
El BCRA desaceleró su ritmo de compras netas en el mercado de cambios y, en la rueda de ayer, adquirió USD 8 M (contra un promedio de USD 139 M en las cinco ruedas previas). De esta forma, el saldo mensual alcanzó los USD 980 M, ubicándose algo por debajo de los USD 1.109 M registrados a esta altura del mes pasado. Por su parte, las reservas brutas cayeron en USD 270 M y cerraron en un stock de USD 31.746 M.
El dólar oficial aumentó 75 centavos diarios y cerró la rueda en un nivel de $1.021,50. Así, en las últimas cinco ruedas el ritmo de devaluación corre a un 2,0% TEM.
Los dólares financieros tuvieron un fuerte repunte. El MEP (GD30) subió 2,9% y cerró en un nivel de $1.105, mientras que el CCL lo hizo en 3,1% cerrando en $1.123. De ésta manera la brecha con el tipo de cambio oficial se ensanchó y ahora se encuentra en 8% para el MEP y 10% para el CCL.
Los bonos en dólares cerraron una gran jornada. Los bonos del Tesoro registraron una suba promedio de 1,9% y sus rendimientos se encuentran en 11,1% y las paridades en 71,8%. El riesgo país perforó los 700 pb y se ubicó en torno a los 680 pb, su nivel más bajo desde la presidencia de Macri. Del lado de los BOPREAL del BCRA, también fue una jornada positiva aunque más moderada, con una suba del 0,2%
Para la deuda en pesos fue una jornada negativa teniendo en cuenta el movimiento de los tipos de cambio financieros. En concreto los bonos CER subieron 0,4% en pesos y rinden CER +7,8%. Los dollar-linked subieron 0,1% en pesos y rinden devaluación +10,9%. Por último las Lecap operaron sin cambios con el TO26 subiendo un 0,9%. De esta manera rinden una TIR promedio de 35,5%. Debido al aumento en la brecha cambiaria, los retornos del carry trade fueron afectados considerablemente. Tal es así que para recuperar las pérdidas de ayer (medidas en MEP) con una Lecap y la brecha quieta, se requiere al menos un mes.
Los futuros de dólar tuvieron un leve rebote luego de una semana a la baja. Los contratos en Rofex ganaron un 0,25%. Los que más subieron fueron noviembre (0,57%), septiembre (0,42%) y abril (0,41%). Con este rebote la devaluación mensual promedio para noviembre 2025 continúa en 1,7%.
El Merval subió 6,7% en pesos, 4,7% en USD CCL y cerró la jornada en USD 2.280, nuevo récord. Con alzas de hasta 18%, el sector Financiero fue el principal impulsor de ésta suba. Las acciones más destacadas fueron Banco Supervielle (17,8%), Banco Macro (15,5%) y BBVA (14,4%). En la Bolsa de Nueva York se replicó la performance en los bancos: Supervielle (16,5%), Macro (13,9%) y BBVA (12,1%) protagonizaron las mayores alzas.
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La semana comenzó positiva para las acciones, que continúan cotizando en niveles récord. El S&P 500 avanzó un 0,4%, al tiempo que el Nasdaq 100 subió un 1,4%, superando por primera vez la marca de 22.000 puntos. Tesla (+6%) y Broadcom (+11,2%) lideraron las ganancias, con esta última superando la valoración de mercado de USD 1 billón la semana pasada. Tanto Apple (+1,1%) como Alphabet (+3,6%) alcanzaron nuevos máximos históricos, mientras que Nvidia retrocedió un 1,7%. Por su parte, MicroStrategy terminó levemente en negativo antes de su inclusión en el Nasdaq 100, y Super Micro Computer cayó un 8,2% en el marco de su próxima salida del índice. En contraste, el Dow Jones cedió un 0,3%, extendiendo su racha de pérdidas a ocho sesiones, afectado por UnitedHealth Group (-4,2%) en medio de un creciente escrutinio y presiones legislativas tras el fallecimiento del director general de su unidad de seguros.
En la renta fija, los rendimientos de los bonos del Tesoro se mantuvieron estables, consolidando el repunte del último viernes, cuando alcanzaron el nivel más alto del mes. Esto es debido a las nuevas señales de fortaleza en la economía estadounidense, junto a las expectativas de menores recortes de tasas por parte de la Fed en 2025. La UST2Y cerró en 4,25% y la UST10Y en 4,40%. En este contexto, el índice que agrupa los bonos del Tesoro no registró cambios, al igual que los bonos de Mercados Emergentes, en tanto que los Investment Grade y los High Yield avanzaron un 0,1% y un 0,2%, respectivamente.
El dólar DXY se mantuvo estable, cotizando por encima de 107, su nivel más alto en las últimas tres semanas, un comportamiento que también se reflejó frente a las monedas emergentes. Entre estas últimas, volvió a destacar el real brasileño, que alcanzó un mínimo histórico de USDBRL 6,10, impulsado por las preocupaciones sobre las perspectivas fiscales del país, la incertidumbre política y el aumento de las primas de riesgo. Los inversores continúan preocupados por la capacidad del gobierno para asegurar la aprobación de medidas de recorte de gastos en el Congreso antes del receso de fin de año. Las garantías del ministro de Finanzas, Fernando Haddad, resultaron insuficientes para calmar al mercado, a pesar de importantes intervenciones del Banco Central, que totalizaron USD 4.600 M mediante subastas al contado y en línea. Además, el aumento de las tasas de interés internas y las críticas del presidente Lula a la política monetaria del Banco Central generaron mayor inquietud entre los inversores.
Los commodities tuvieron una jornada negativa, con una caída del 0,4%. El petróleo WTI retrocedió un 0,8%, cerrando en USD 70,7 el barril, afectado por los datos económicos desfavorables de China, que redujeron las expectativas de demanda. Esto llevó a la Agencia Internacional de Energía (IEA) a proyectar que el mercado mundial de petróleo permanecerá en superávit en 2025, incluso después de que los miembros de la OPEP+ acordaran postergar los aumentos en la producción. En el segmento de metales, el oro avanzó un 0,2% hasta los USD 2.654 la onza. Entre los agrícolas, la soja retrocedió un 0,6% hasta USD 361 la tonelada, mientras que el trigo registró un alza del 4,5%, a partir de una mejora en las perspectivas de demanda y preocupaciones sobre la oferta debido a las heladas en EE. UU. y Rusia.
En cuanto al dato económico del día, el PMI compuesto preliminar de diciembre en EE. UU. subió a 56,6 desde 54,9 en noviembre, reflejando el desempeño más sólido de la actividad del sector privado desde marzo de 2022. Este avance fue resultado del crecimiento en el sector de servicios, que alcanzó 58,5 (el nivel más alto desde octubre de 2021, frente a 56,1 en noviembre). No obstante, la desaceleración del sector manufacturero se profundizó, con una caída a 48,3 (el nivel más bajo en tres meses, frente a 49,7). Los niveles de actividad se expandieron a un ritmo mayor en respuesta al fortalecimiento de la demanda. Los nuevos pedidos crecieron al ritmo más rápido desde abril de 2022 y el empleo registró un incremento por primera vez en cinco meses. Además, las presiones inflacionarias continuaron moderándose, a pesar de un aumento en los costos de insumos en el sector manufacturero.
Los contratos futuros de Rofex tuvieron una semana a la baja, retrocediendo un 1,7% en promedio...
Los contratos futuros de Rofex tuvieron una semana a la baja, retrocediendo un 1,7% en promedio. Las principales caídas estuvieron en los contratos de finales de 2025: agosto 25 (2,5%), septiembre 25 (2,6%) y octubre 25 (3,0%).
El próximo contrato en vencer es el de diciembre, que cotiza en $1.037 y marca una devaluación directa de 1,6% y mensualizada de 2,7% –0,7 puntos por encima del crawling peg de 2,0%–. Para los tres meses siguientes, los precios reflejan que el crawling peg correría en niveles en torno al 2,0%: 2,2% en enero ($1.058), 1,9% en febrero ($1.072) y 1,7% en marzo ($1.086). A partir de ahí, los precios señalan una devaluación de 1,7% promedio hasta noviembre del 2025.
De esta manera, la curva de tasas (TNA) comprimió fuertemente a la baja: para el tramo diciembre-marzo muestra una pendiente negativa en la cual los rendimientos caen de forma rápida desde un 32% en diciembre hasta un 21% en marzo, el cual se sostiene hasta noviembre del año que viene.
El volumen operado reflejó un alza. En los últimos cinco días hábiles se comerciaron 2,3 millones de contratos. El viernes 13 de diciembre el interés abierto cerró en USD 2.947 M, una baja de -4% m/m y una suba de 129% a/a.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano internacional.
Fue una semana negativa para el mercado, con caídas generalizadas en bonos y acciones. Aunque el consenso espera que este miércoles la Fed recorte otros 25 pb la tasa de referencia, las expectativas para 2025 apuntan a menos recortes, lo que llevó a que los rendimientos de los bonos del Tesoro repuntaran y alcanzaran los niveles más altos del último mes, con la UST10Y superando el 4,4%. Los datos económicos publicados encendieron una luz amarilla sobre el escenario acomodaticio que siguen los inversores, ya que la inflación volvió a repuntar, alejándose del objetivo de la Fed, mientras que las cuentas públicas registraron un marcado deterioro. Dos malas noticias para la herencia que deberá afrontar Trump. Los síntomas de una economía recalentada, con la actividad en alza, desempleo bajo e inflación persistente, complican el panorama para la Fed, que deberá definir qué rumbo imprimirle a la política monetaria en 2025. Mientras tanto, los bonos tuvieron otra semana negativa, y las acciones hicieron una pausa tras el extenso rally alcista que protagonizaron durante 2024. El dólar continuó fortaleciéndose, mientras que los commodities operaron mixtos, destacándose el petróleo con un alza superior al 6%. Las miradas de esta semana estarán puestas en la Fed, donde los inversores no solo estarán atentos al previsible recorte de 25 pb, sino también al discurso de Powell y a las proyecciones de la entidad para 2025. Además, la agenda incluye publicaciones clave de datos económicos, como los de crecimiento del 3Q24, consumo personal, ventas minoristas, producción industrial de noviembre y el índice de precios PCE, que deberá confirmar si la inflación sigue por encima del escenario planteado por la Fed hace tres meses.
La inflación resiste. Pasado el dato de empleo, que confirmó la fortaleza de la actividad económica, las miradas de la última semana estuvieron puestas en el dato de inflación, completando el panorama para la decisión de la Fed este miércoles sobre la tasa de interés de referencia. El dato fue negativo, ya que superó levemente las expectativas, evidenciando una resistencia no solo para converger al objetivo de política monetaria, sino también para alinearse con las proyecciones de la Fed para este trimestre. Concretamente, el IPC de noviembre mostró un alza de 0,3% m/m —la más alta desde abril— y 2,7% i.a. (vs 2,6% i.a. del mes anterior). El IPC Core registró un aumento mensual idéntico, aunque mantiene un incremento anual de 3,3%, el mismo nivel observado desde agosto. La mayoría de los componentes del IPC exhibieron mayor dinamismo, destacándose los precios de alimentos, energía y vivienda. Este último rubro, aunque desaceleró frente al mes anterior, con un alza de 0,3% m/m, representó casi el 40% del aumento total de precios. En términos anualizados, el IPC general y el Core subieron a 3,8%, mientras que los últimos tres meses promedian incrementos de 3,0% y 3,7%, respectivamente. Aunque resta la confirmación del índice PCE —la medida preferida por la Fed— a fin de mes, todo apunta a que la inflación cerrará muy por encima de las estimaciones planteadas en septiembre. En ese momento, la Fed proyectaba tasas de inflación de 2,3% anualizado para el IPC general y 2,6% para el Core. Reflejando esta mayor presión inflacionaria, el Índice de Precios al Productor (IPP) también repuntó. En noviembre, el IPP mostró un incremento de 0,4% m/m, superando tanto la revisión al alza del 0,3% en octubre como la expectativa del mercado de 0,2%. Este fue el mayor aumento en cinco meses. En términos interanuales, la inflación mayorista se ubicó en 3%, frente al 2,6% revisado al alza en el mes anterior.
Una pesada herencia. El resultado fiscal de noviembre reportó un déficit presupuestario de USD 367 MM, lo que representó un incremento del 17% i.a., impulsado parcialmente por ajustes de calendario que adelantaron pagos de Medicare y Seguridad Social de diciembre a noviembre, sumando aproximadamente USD 80 MM a los gastos. Sin estos ajustes, el déficit habría sido de unos USD 29 MM, un 9% menor que el año anterior. Los ingresos mensuales alcanzaron los USD 302 MM, registrando un aumento del 10% i.a., mientras que los gastos totalizaron USD 669 MM, un 13% más que en noviembre del año pasado, impulsados por un crecimiento del 14% i.a. en el gasto primario y del 10% i.a. en los intereses de deuda, que representaron el 18% de los ingresos totales y el 13% del gasto total. En los dos primeros meses del año fiscal 2025, los ingresos acumulados cayeron un 7% i.a., mientras que los gastos totales aumentaron un 18% i.a., impulsados por un alza del 20% en el gasto primario y del 8% en los intereses de deuda. Esto resultó en un déficit acumulado de USD 624 MM, un 64% superior al del mismo período del año anterior, superando incluso los déficits registrados durante la era del COVID-19. Este aumento también estuvo influido por el vencimiento en 2023 de los aplazamientos de pagos de impuestos debido a incendios forestales en California. El deterioro fiscal refleja un incremento en la deuda pública, que a septiembre alcanzaba los USD35.500 billones (120% de PBI), muy por encima del techo de deuda autorizado en USD32.300 billones.
¿Se viene la tercera? Desde el primer recorte de tasas en septiembre, la economía ha respondido con más crecimiento y mayor inflación. A pesar de ello, el mercado asigna una probabilidad del 95% a que la Fed reduzca la tasa en 25 pb, llevándola al rango de 4,25%-4,50%. Sin embargo, la cautela del mercado se refleja en las expectativas para 2025, donde ahora se proyectan solo dos recortes. Según estas previsiones, la Fed no realizaría cambios en enero, mientras que en marzo recortaría la tasa al rango de 4,0%-4,25%, para mantenerla sin modificaciones hasta septiembre, cuando la reduciría a 3,75%-4,0%. Este rango sería el nivel final del año, 0,35 pp por encima de lo indicado en el último Dot-Plot. En este contexto, los rendimientos de los bonos del Tesoro operaron al alza, alcanzando los niveles más altos del último mes. La UST2Y subió 15 pb hasta 4,24%, mientras que la UST10Y aumentó 25 pb hasta 4,41%. Con este marco, el índice de bonos agregado retrocedió 1,4% en la semana, con caídas en todos los segmentos: los bonos del Tesoro bajaron 1,3%, los corporativos Investment Grade un 1,8%, y los High Yield un 0,6%. Como resultado, en lo que va del mes, los bonos acumulan una caída del 1,3%.
¿Se apagó el Trump Trade? En un año caracterizado por subas generalizadas –con la mayoría de los índices cotizando en niveles récord–, diciembre comenzó con un tono más débil, sostenido únicamente por las empresas tecnológicas de alta capitalización. Durante la última semana, el S&P 500 retrocedió un 0,6% –una baja que se amplía al 1,7% si se considera el índice equiponderado–, el Dow Jones perdió un 1,7%, mientras que el Nasdaq se destacó con una leve suba del 0,3%. Todos los sectores cerraron a la baja, excepto el de consumo discrecional, que gracias al impulso de Tesla –con un alza semanal del 11%– logró avanzar un 1,2%. Con estos resultados, en la primera quincena de diciembre, el S&P 500 acumula una ganancia del 0,3%, impulsado por las empresas de mayor capitalización, mientras que el índice equiponderado registra una caída del 3,0%. El Russell 2000, que reúne a las empresas de menor capitalización y que había mostrado una excelente performance tras la victoria de Trump, es el más golpeado en diciembre, con un retroceso del 3,6%.
Dólar fuerte y commodities mixtos. La presión de tasas en EE. UU., sumada a la debilidad de las economías del resto del mundo –especialmente en Europa–, sigue impulsando la revalorización del dólar. El índice DXY avanzó un 0,9% en la semana y acumula una suba del 1,2% en el mes. El mayor avance semanal se dio frente al yen japonés, con una apreciación del 2,4%, mientras que contra el euro subió un 0,7%. Frente al real brasileño, en una semana marcada por la volatilidad, el dólar se fortaleció un 2,0%, cerrando nuevamente por encima de USDBRL 6. En el mercado de commodities, el petróleo destacó con un alza del 6,1%, cerrando la semana en USD 71 por barril de WTI. Este movimiento fue impulsado por la escasez de suministros globales y un aumento en la demanda de combustible, motivado por expectativas de sanciones a Rusia e Irán, proyecciones de tasas de interés más bajas en EE. UU. y Europa, y medidas de estímulo económico en China. En particular, la Unión Europea impuso nuevas sanciones a la flota de petroleros de Rusia, mientras que EE. UU. evalúa tomar medidas similares. Además, las importaciones de crudo en China aumentaron en noviembre, lo que llevó a la Agencia Internacional de Energía (AIE) a mejorar sus perspectivas para la demanda mundial de petróleo.
Lo que viene. Las miradas de la semana estarán puestas en la decisión de la Fed respecto a la tasa de referencia. Como se mencionó anteriormente, el mercado anticipa el tercer recorte del año de 25 pb, que la llevaría a un rango de 4,25%-4,50%. Será crucial no solo la confirmación de esta baja, sino también el cuadro de proyecciones y la conferencia de prensa posterior de Powell, que dará indicios sobre la política monetaria para 2025. Además, la semana estará cargada de datos económicos relevantes. Destaca la tercera y última estimación del PBI del 3Q24, que se mantendría en 2,8% t/t anualizado. También será clave el informe de PCE, que probablemente confirme la persistencia de la inflación. Se espera un aumento de 0,2% m/m en la inflación general y de 0,3% m/m en la inflación core. En paralelo, se anticipa un crecimiento del gasto personal de 0,5% m/m, mientras que los ingresos personales podrían desacelerarse a un aumento del 0,4% m/m. Otros datos a seguir incluyen las ventas minoristas, que habrían crecido un 0,5% m/m en noviembre frente al 0,4% m/m de octubre, y la producción industrial, que se espera que se recupere con un incremento del 0,1% m/m tras haber caído un 0,3% m/m en octubre.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local.
Una semana favorable para los activos locales, en la que los bonos soberanos en dólares recuperaron terreno, el Merval retomó su senda alcista y en la curva de pesos destacaron los instrumentos a tasa fija. El Tesoro no logró refinanciar la totalidad de los vencimientos, lo que anticipa un diciembre expansivo para la Base Monetaria, en línea con la mayor demanda estacional de pesos. En el frente cambiario, el BCRA intensificó sus compras de divisas, logrando su mejor semana desde abril, aunque los dólares financieros repuntaron levemente tras haber tocado mínimos. La inflación de noviembre fue inferior a lo esperado, impulsada por algunos factores que consideramos transitorios, por lo que en diciembre se espera un ligero repunte. En el mercado laboral, se observaron indicios de recuperación en el empleo privado, que registró crecimiento por segundo mes consecutivo. Aunque la situación social sigue siendo desafiante, la pobreza habría retrocedido al 48% en el segundo semestre, desde el 53% registrado en el primero. Esta semana presenta una agenda económica cargada de datos clave. Se publicarán el PBI del tercer trimestre, el balance fiscal de noviembre y la balanza comercial, que confirmarían que lo peor ya quedó atrás. También se espera el EMAE de octubre, con señales mixtas pero una posible recuperación mensual. Además, las negociaciones con el FMI para un nuevo programa de financiamiento serán cruciales para reforzar reservas y avanzar hacia una flexibilización del cepo cambiario en 2025.
Baja la inflación. La inflación de noviembre se desaceleró a 2,4% m/m, el nivel más bajo desde julio de 2020 y por debajo del 2,8% m/m estimado tanto por el mercado como por nuestras proyecciones. Como era de esperarse, la inflación general reflejó la mayor presión de los precios regulados (+3,5% m/m vs. 2,7% m/m en octubre), con incrementos destacados en transporte público, educación y tarifas energéticas. Sin embargo, este impacto fue compensado por una caída del 1,2% m/m en los precios estacionales –la primera desde marzo de 2018–, liderada por una baja del 13% en los precios de las verduras. La inflación núcleo también desaceleró, ubicándose en 2,7% m/m (-0,2 pp frente a octubre), aunque se mantuvo por segundo mes consecutivo por encima del índice general. A nivel de divisiones, los mayores aumentos se registraron en educación y vivienda, mientras que alimentos y bebidas, con un alza del 0,9% m/m, fue la categoría de menor incremento, explicado por el retroceso en los precios de las verduras, mencionado previamente. En el desglose geográfico, la inflación mostró una dispersión significativa: la Patagonia registró la mayor suba (3,3% m/m), en tanto que el Noreste tuvo la menor (1,8% m/m). En Gran Buenos Aires (GBA), el aumento fue del 2,6% m/m, nuevamente por debajo del 3,2% m/m observado en la Ciudad de Buenos Aires, lo que podría explicarse por diferencias en las canastas de consumo, ya que el IPC del INDEC utiliza las de 2004/2005. De cara a diciembre, proyectamos una inflación cercana al nivel de la inflación núcleo de noviembre. Este ajuste responde a la ausencia de deflación estacional como la observada en noviembre y al impacto del aumento en el precio de la carne registrado en la última semana de noviembre, que podría sumar al menos 0,5 pp al índice general.
Baja –desde máximos– la pobreza. Con la desaceleración de la inflación general, y en particular de los alimentos en noviembre, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) aumentó un 1,1% m/m, al tiempo que la Canasta Básica Total (CBT) subió un 1,5% m/m, acumulando incrementos interanuales del 82,5% y 102%, respectivamente. Esta ralentización en las canastas que definen las líneas de pobreza e indigencia, junto con la recuperación del empleo, tendría un impacto en la reducción de la pobreza. Tras haber alcanzado el 52,9% en el primer semestre, la pobreza se ubicaría en torno al 48% en el segundo semestre del año, estimándose un 48,6% para el tercer trimestre de 2024 y un 45,7% para el bimestre octubre-noviembre. Aunque la situación social sigue siendo compleja, esta mejora relativa es clave para sostener el apoyo al Gobierno y a las reformas que impulsa.
Se recupera el empleo en el margen. El empleo registrado total creció un 0,2% en septiembre (+23 mil puestos), alcanzando el mismo nivel que hace un año, aunque todavía se encuentra un 0,3% por debajo de noviembre de 2023 (-42 mil puestos). Lo más destacado fue el incremento de los asalariados privados, que sumaron 10 mil puestos (+0,15% mensual), consolidando el cambio de tendencia iniciado en agosto tras 11 meses seguidos de caídas. A nivel sectorial, el empleo en construcción (+0,3% mensual) e industria (+0,1% mensual) creció por segundo mes consecutivo. En cuanto a los no asalariados, estos aumentaron un 0,4% mensual, impulsados por los monotributistas (+0,6% mensual y +140 mil desde noviembre de 2023), mientras que los autónomos registraron una caída del 0,4%. Por otro lado, los asalariados públicos continúan mostrando descensos marginales, acumulando una disminución del 1,1% en lo que va del año (-39 mil puestos).
Compras en máximos del BCRA. En la semana, el BCRA aceleró el ritmo de compras, adquiriendo USD 902 M, su mejor resultado semanal desde abril. Con esto, en la primera mitad del mes, acumuló compras por USD 932 M, comparado con los USD 560 M registrados en la primera quincena de noviembre. Estas intervenciones fueron impulsadas por una mayor liquidación del agro, que promedió USD 111 M diarios (frente a los USD 95 M de la semana anterior), y por mayores ingresos derivados de préstamos financieros. A pesar de estas compras, las reservas internacionales aumentaron USD 481 M, alcanzando un stock bruto de USD 32.016 M debido la caída de encajes en moneda extranjera y el pago de vencimientos a organismos internacionales. Como consecuencia, las reservas netas mantienen un saldo negativo de USD 2.700 M, que se amplía a USD 5.200 M al considerar los vencimientos corrientes de BOPREAL.
Se sigue recomponiendo el ratio préstamos/depósito en dólares. Desde la finalización de la primera etapa del blanqueo el 8 de noviembre pasado, los depósitos acumularon hasta el 10 de diciembre una caída de USD 2.358 M, con un promedio diario de USD 112 M, alcanzando un stock de USD 31.881 M. Este goteo se aceleró en las últimas cinco ruedas hábiles, con una caída diaria promedio de USD 151 M. Por otro lado, los préstamos en moneda extranjera continuaron con su tendencia al alza, aumentando USD 1.136 M en el mismo período –un promedio de USD 54 M diarios–, llegando a un total de USD 9.685 M. Como resultado, la relación entre préstamos y depósitos en dólares se ubica en 30%, por debajo del 36% previo al blanqueo, pero considerablemente por encima del mínimo de 24% registrado en octubre. Si esta relación regresara al 57% que promedió durante 2018/2019, los préstamos en dólares deberían crecer en USD 8.600 M, lo que sugiere que aún tienen margen para seguir aumentando.
Otra gran semana para el financiamiento externo corporativo. Continuaron las colocaciones de deuda corporativa en Nueva York con las emisiones de Pampa Energía (USD 360 M) y Raghsa (USD 49 M), ambas a tasas cercanas al 8,0% y con plazos superiores a ocho años. Con esto, diciembre se posiciona como el segundo mejor mes del año en términos de financiamiento externo, con nueve colocaciones (cinco locales y cuatro en Nueva York) por un total de USD 1.580 M, quedando solo por debajo de los USD 2.100 M emitidos en octubre. La mala noticia de la semana fue la decisión de la Ciudad de Buenos Aires de suspender la oferta de recompra de su bono 2027 por hasta USD 550 M, debido a que el volumen de ofertas recibido no justificaba la operación. En paralelo, la jurisdicción decidió no avanzar con la emisión de nuevos títulos previstos para financiar el pago de dichos vencimientos. Así, esta semana no se perfilan grandes emisiones y el mercado primario de deuda corporativa argentina se tomaría un breve respiro.
Rebotan los dólares financieros. En una semana de comportamiento mixto, los dólares financieros cerraron al alza tras haber tocado mínimos. El MEP (GD30) avanzó un 2,2%, finalizando en $1.074, mientras que el CCL subió un 1,3%, cerrando en $1.088. Así, las brechas con el dólar oficial se ubicaron en 5% y 7%, respectivamente.
Crece la demanda por Lecaps largas. Tras conocerse los datos de inflación y con una licitación de por medio, los bonos a tasa fija y los CER mostraron subas, en tanto que los dollar-linked volvieron a retroceder. Las Lecaps lideraron la semana con un avance del 2,4%, al tiempo que el TO26 subió un 0,8%. Las mayores ganancias se observaron en el tramo largo de la curva, reflejando un interés del mercado por extender la duration. A los precios actuales, los instrumentos a tasa fija rinden un promedio del 2,5% TEM. En cuanto a los bonos CER, registraron una suba del 1,3%, con rendimientos de CER +5% para 2025 y CER +9% a partir de 2026. Por el contrario, los dollar-linked cayeron un 1,0% y actualmente rinden devaluación +10%. Con estas variaciones, el mercado está poniendo en precios una inflación de 1,6% m/m para diciembre y del 21% i.a. para 2025. Por último, las expectativas de devaluación para fines de 2025 se ajustaron a la baja, con un ritmo promedio estimado en 1,7% m/m.
El Tesoro cierra el 2024 con un rollover alto, pero con problemas en el margen. En la última licitación del año, el Tesoro no logró renovar la totalidad de los vencimientos, colocando $5,4 billones frente a pagos por $6,2 billones, lo que implicó un rollover del 87%, incluso con la inclusión de Lecaps en el menú de instrumentos. Con este resultado, el Tesoro cerró 2024 con un rollover acumulado del 136%, aunque la renovación de vencimientos mostró una marcada desaceleración a lo largo del año: 179% en el 1Q24, 200% en el 2Q24, 112% en el 3Q24 y 93% en el 4Q24. En términos de plazos, la extensión promedio fue de 10 meses, pero con fluctuaciones significativas durante el año: 26 meses en el 1Q24, 5 meses en el 2Q24, 7 meses en el 3Q24 y 11 meses en el 4Q24. Por último, el porcentaje de colocaciones indexadas cayó al 24% en 2024, muy por debajo del 78% registrado en 2023. Esta tendencia se consolidó trimestre a trimestre: 89% en el 1Q24, 13% en el 2Q24, 10% en el 3Q24 y 24% en el 4Q24. Este último repunte respondió a que el Tesoro optó por no ofrecer Lecaps, a pesar de la alta demanda, una situación diametralmente opuesta a lo que ocurría a principios de año.
Perfil de vencimientos en pesos para el 2025. De cara a 2025, el Tesoro Nacional enfrenta vencimientos de deuda en pesos por un total de $82,65 billones, de los cuales $75,50 billones (91%) están en manos de tenedores privados. De esta última cifra, el 32% vence en el primer trimestre, el 28% en el segundo trimestre y solo el 10% en el tercer trimestre, que presenta un perfil más aliviado. El 30% restante se concentra en el último trimestre del año, con una mayor carga en diciembre. Para 2026, los vencimientos ascienden a $46,79 billones, mientras que entre 2027 y los años posteriores se reducen a $30,92 billones. De los $75,50 billones que vencen en 2025 en manos privadas, el 49% ($37,3 billones) corresponde a deuda indexada por inflación, devaluación o ambas. Dentro de este segmento, los bonos CER representan el 79%, con una marcada concentración de vencimientos en diciembre. Los bonos duales constituyen el 14% de la deuda indexada, con la totalidad de sus vencimientos en enero, con los dollar-linked representando el 7%, concentrados principalmente en junio. El 51% restante corresponde a deuda a tasa fija, compuesta por Lecaps y Boncaps. De este grupo, el 68% tiene vencimientos programados durante el primer semestre del año. Este perfil de vencimientos destaca los desafíos que enfrentará el Tesoro en 2025, con una elevada concentración en el corto plazo y una dependencia significativa de instrumentos indexados.
Soberanos en dólares al alza. Los bonos del Tesoro en dólares tuvieron una excelente semana, recuperando el terreno perdido la semana anterior. Con subas de hasta casi un 4%, los soberanos registraron un avance promedio del 2,2%, lo que llevó al riesgo país a ubicarse en torno a los 710 pb. Esta performance resulta aún más notable en comparación con los bonos de países emergentes similares, que cerraron la semana sin variaciones. En cuanto a la deuda del Banco Central, los BOPREAL registraron subas promedio del 0,3% en la semana. Por el lado de los sub-soberanos, las últimas cinco ruedas mostraron una leve caída del 0,1%, con retrocesos destacados en Córdoba 2025 (-0,6%) y Mendoza 2029 (-0,3%). Finalmente, los bonos corporativos ganaron un 0,1%, con un desempeño sobresaliente de Arcor 2026, que subió un 5,4%.
El Merval nuevamente al alza. Tras una semana de pausa, el Merval retomó su tendencia alcista, avanzando un 7,5% en pesos y un 5,7% en dólares CCL, cerrando el viernes en USD 2.176 y marcando nuevos máximos de la era Milei. Energía, Construcción y Financiero fueron los sectores con mejor desempeño. Entre las acciones, las mayores subas correspondieron a Transener (+16,2%), YPF (+14,7%) y Loma Negra (+11,0%), en tanto que Sociedad Comercial del Plata (-5,0%), IRSA (-2,2%) y Ternium (-0,4%) sufrieron las principales bajas. En la Bolsa de Nueva York, YPF (+13,1%), Loma Negra (+8,0%) y Transportadora Gas del Sur (+7,1%) fueron las acciones más destacadas, con Globant (-4,4%), Mercado Libre (-3,9%) y Despegar (-3,7%) registrando las mayores caídas.
Lo que viene. Hoy, lunes 16 de diciembre, se publicarán los datos del PBI del 3Q24, que habría registrado un crecimiento del 3,4% t/t. Mañana, martes, se dará a conocer el balance fiscal de noviembre, junto con los índices de precios mayoristas y de construcción correspondientes al mismo mes. El miércoles será el turno de la balanza comercial de noviembre, que, según la recaudación y los datos de comercio exterior de Brasil, podría mostrar un superávit superior a los USD 1.000 M. También se publicarán los indicadores laborales del 3Q24. Finalmente, el viernes se informarán la balanza de pagos del tercer trimestre, los salarios y el EMAE de octubre, que –pese a señales mixtas– podría mostrar una leve recuperación mensual. Además, Argentina estaría negociando con el FMI un nuevo programa por DEG 20.000 M (USD 26.400 M), cuya concreción podría darse a comienzos de 2025. Un acuerdo de esta magnitud sería crucial para reforzar las reservas netas y facilitar la salida del cepo. Será fundamental seguir cualquier avance relacionado con este programa, así como los detalles sobre sus términos y condiciones.
Análisis de instrumentos de renta fija y variable.
A continuación podrás descargar el informe semanal del mercado local, en el que analizamos los distintos instrumentos de renta fija con posibles escenarios de sensibilidad. Además, mostramos los índices de mercados accionarios locales e internacionales, y finalmente el mercado de renta variable local.
Descargar informe al 13/12/2024
Administran más de USD 16 billones en activos y buscan expandir su alcance a los mercados públicos.
Existe una clase de activos que ha venido creciendo de manera acelerada y sigilosa durante décadas: las inversiones alternativas. Este segmento abarca la gestión de todos aquellos activos que no cotizan en bolsa, como empresas privadas, crédito privado y bienes raíces.
Las empresas dedicadas a la gestión de inversiones de terceros en mercados privados llevan más de 40 años experimentando un crecimiento acelerado. En la última década, sus activos bajo administración aumentaron un 15% anual, superando actualmente los USD 16 billones.
Esta notable expansión ha pasado desapercibida por los inversores individuales, ya que el sector se centró inicialmente en gestionar capitales de inversores institucionales, como fondos soberanos, aseguradoras y grandes corporaciones.
Esto se debe a que invertir en mercados privados implica inmovilizar el capital por períodos prolongados, suficientes para adquirir, desarrollar y vender un puñado de empresas o propiedades. Al mismo tiempo, los montos mínimos de inversión se miden en millones de dólares, excluyendo a la mayoría de los inversores individuales.
Por lo general, un fondo de este tipo tiene una duración de 10 años, período durante el cual la gestora percibe una comisión fija anual del 2% sobre el capital invertido, además de un 20% sobre las ganancias obtenidas.
Aunque estas comisiones pueden parecer excesivas, los retornos excepcionalmente elevados las justifican. Los fondos de private equity, como se denomina a las inversiones en empresas privadas, han mostrado retornos promedio del 15% anual después de comisiones.
Los inversores institucionales encontraron en esta clase de activos la posibilidad de obtener rendimientos superiores a los de los mercados públicos, junto con una menor volatilidad.
Apoyados en estos resultados, los inversores institucionales han incrementado año a año su exposición a inversiones alternativas. Actualmente, se estima que los fondos soberanos asignan el 25% de sus activos a este segmento. Las aseguradoras, limitadas por requisitos de liquidez, destinan el 10% de su fondo de riesgo, mientras que las fundaciones y universidades, caracterizadas por su horizonte temporal infinito, alcanzan una exposición superior al 50%.
Ahora bien, con los inversores institucionales habiendo alcanzado sus niveles de exposición objetivo, la industria comienza a explorar nuevas fuentes de crecimiento, destacándose entre ellas los patrimonios privados.
Se estima que los capitales en manos de individuos ascienden a USD 150 billones, con una participación casi inexistente en fondos de inversiones alternativas. Esto se debe, nuevamente, a las condiciones de estos fondos, que exigen inmovilizar inversiones mínimas de millones de dólares durante una década, lo que resulta prohibitivo para este segmento.
Por ello, los administradores de inversiones alternativas están desarrollando nuevos productos para acceder al segmento de inversores individuales. En este sentido, firmas líderes como KKR y Apollo establecieron este año alianzas estratégicas con gigantes de los mercados públicos, como Capital Group y State Street, para aprovechar sus canales de distribución y lanzar fondos de inversiones alternativas que cotizan en bolsa.
Por otro lado, BlackRock, gigante de los mercados públicos que administra más de USD 11 billones en activos bursátiles, dejó en claro su intención de sumarse a esta tendencia a través de una serie de adquisiciones realizadas en 2024. En concreto, la firma destinó USD 28.000 millones a la compra de dos gestores de fondos privados, GIP y HPS, además de una plataforma de datos especializada en el segmento, Preqin.
Estos movimientos recientes sugieren que 2025 estará marcado por novedades respecto a la apertura de las inversiones alternativas al público inversor.
Proyecciones sobre la campaña agrícola argentina para el año que viene.
La producción de granos y oleaginosas en Argentina para el año entrante presenta un panorama alentador tras superar un inicio afectado por condiciones climáticas adversas. Se proyecta un volumen total cercano a 120 M de toneladas entre los tres principales cultivos, lo que significa un incremento de casi un 5% respecto al ciclo anterior, impulsado por mejores rendimientos y un mayor avance en la siembra. Las lluvias registradas hacia finales de 2024 contribuyeron a mejorar las reservas hídricas y permitieron alcanzar un avance del 97% y 60% del área proyectada para la soja y el maíz, respectivamente, lo que se traduce en mejores expectativas para los rindes de ambos cultivos. Sin embargo, el ajuste de los precios, especialmente de la soja, podría contrarrestar este crecimiento. Si los valores actuales se mantienen, se estima que el valor de la cosecha rondaría los USD 32.000 M, similar al del año anterior, por lo que, bajo el esquema del blend vigente, la oferta de divisas en el mercado de cambios se ubicaría en torno a los USD 23.000 M.
La producción de trigo en Argentina se proyecta en 18,3 M de toneladas (promediando las estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y el USDA de Estados Unidos), lo que implica un incremento respecto a los 15,2 M de la campaña anterior. Esta cifra es una de las más precisas, dado que la cosecha ya avanzó al 63% del área proyectada, con rendimientos promedio de 30-31 qq/ha y picos superiores a lo esperado en zonas clave como el Núcleo Sur y el Sudeste de Buenos Aires. Las lluvias oportunas y temperaturas moderadas durante etapas críticas contribuyeron a este desempeño, que superó ampliamente las expectativas iniciales. A nivel global, la producción de trigo se contrae ligeramente a 793 M de toneladas, mientras que los stocks finales mundiales se estiman en 257,7 M, el nivel más bajo desde la campaña 2015/16. Esta reducción en los inventarios podría ejercer presión alcista sobre los precios internacionales. En el ámbito regional, la Unión Europea y Rusia sostienen su liderazgo en la oferta, aunque con ajustes en sus proyecciones debido a factores climáticos y regulatorios. Paralelamente, Brasil incrementa su dependencia de importaciones, consolidando a Argentina como su principal proveedor.
Aunque es prematuro para estimar con precisión, la producción de soja en el país se proyecta en 52 M de toneladas, superando los 49,5 M de la campaña anterior. Este rebote posiciona a la Argentina como un actor central en la oferta global, en un contexto donde se espera que la producción mundial alcance 427,1 M de toneladas (Brasil con 169 M). A nivel local, las condiciones climáticas actuales y una gestión adecuada de nutrientes generan expectativas de mayor procesamiento industrial, con una previsión de 41 M de toneladas de soja destinada a molienda, 1 M más respecto al ciclo anterior. Sin embargo, los stocks finales globales, estimados en 132,5 M de toneladas, reflejan una mejora frente al periodo previo, lo que podría impactar negativamente en los precios, que ya muestran una tendencia descendente en las últimas ruedas.
Por último, la producción de maíz en Argentina se estima en 49,6 M de toneladas, apenas por debajo de los 50,0 M del ciclo anterior. En el plano local, el maíz temprano muestra un desarrollo favorable gracias a las lluvias recientes, que mejoraron las reservas hídricas. Mientras que, a nivel global, si bien la producción se mantiene estable en 1.217 M de toneladas, los stocks finales descienden a 296,4 M. Esta reducción en los inventarios internacionales genera presión alcista sobre los precios, debido a una menor oferta en regiones clave de Estados Unidos.
El cierre de 2024 señala una liquidación neta de divisas por importaciones estimada en USD 23.000 M, lo que supone un incremento del 30% respecto a 2023 y anticipa un flujo similar para 2025. Este monto incluye importaciones del sector agroindustrial, en particular de soja para industrialización y otros insumos, que alcanzarían USD 2.450 M. La continuidad del esquema del "dólar blend" seguirá condicionando la dinámica de ingresos y egresos del sector, estableciendo límites a la capacidad de generación neta de divisas. Por su parte, las nuevas normativas del BCRA, como la extensión a 30 días del plazo para la liquidación de divisas de productos clave como trigo, maíz y soja, buscan moderar la estacionalidad de los ingresos sin alterar significativamente la operatividad del mercado. En resumen, el aporte del agro en 2025 se proyecta similar al de este año, condicionado por las fluctuaciones de los precios internacionales y la evolución de las condiciones climáticas, hasta ahora favorables.
¿Qué variables macro avanzan de manera positiva y cuáles se encuentran bajo tensión?
✅D A T O P O S I T I V O D E L A S E M A N A
Las provincias lograron un destacado resultado fiscal en el 2Q24, alcanzando un superávit primario del 10,0% y financiero del 8,6% de los ingresos totales. En el acumulado del primer semestre, el superávit fiscal llegó al 10,6% de los ingresos. Esto fue posible a pesar de la caída en los ingresos reales: ingresos provinciales -11% i.a. y transferencias nacionales -15% i.a. (coparticipación -8% i.a. y discrecionales -78% i.a.). Este ajuste se logró gracias a una reducción del gasto primario del 23% i.a. real, impulsada principalmente por caída en la obra pública (-58% i.a.) y una contracción en los salarios (-20% i.a.).
⚠️A M O N I T O R E A R
La inflación de noviembre se desaceleró a 2,4% m/m, el nivel más bajo desde julio de 2020, pero influida por la caída del 13% en verduras, un efecto posiblemente transitorio. El dato, menor al 2,8% m/m esperado por el mercado, mostró una amplia dispersión geográfica: 3,3% m/m en la Patagonia y 1,8% m/m en el Noreste, regiones con menor peso en el IPC Nacional pero no consideradas en estimaciones privadas. La inflación núcleo (por segundo mes consecutivo por encima del nivel general) bajó a 2,7% m/m (-0,2 pp vs. octubre), en línea con lo esperado para diciembre, cuando el aumento de la carne podría sumar 0,5 pp al índice general.
🚨R I E S G O
La construcción sigue en terreno negativo, afectada por la apreciación cambiaria y el consecuente aumento del costo del metro cuadrado en dólares. En noviembre, el Índice Construya cayó 3,2% m/m sin estacionalidad y acumula una baja interanual del 27%. Tras una recuperación parcial entre marzo y julio, desde entonces retrocedió un 14,9%, explicada por el alza del 31,5% en el costo del metro cuadrado en dólares. La apreciación cambiaria sigue siendo un riesgo para un sector que emplea al 8,2% de la fuerza laboral.
Noticias locales: el país hoy.
El BCRA continúa con un ritmo sostenido de compras netas en el mercado de cambios. En la jornada de ayer adquirió USD 168 M, manteniendo en las últimas cinco ruedas un promedio diario de USD 180 M. Con esto, el acumulado mensual alcanzó USD 938 M, comparado con los USD 576 M en el mismo período del mes pasado. Por otro lado, las reservas brutas cayeron en USD 139 M, cerrando con un stock bruto de USD 31.848 M.
El dólar oficial subió 1 peso diario, cerrando la jornada en $1.018,75. De esta manera, el ritmo de devaluación en las últimas cinco ruedas se mantiene en un 2,1% TEM.
Por su parte, los dólares financieros cerraron la jornada al alza. El MEP (GD30) aumentó un 0,4%, finalizando en $1.057, mientras que el CCL subió un 0,6%, cerrando en $1.076. Como resultado, las brechas con el dólar oficial se ubicaron en 4% y 6%, respectivamente.
La deuda en dólares tuvo una jornada moderadamente positiva, con los bonos soberanos registrando un incremento promedio del 0,3% y los BOPREAL subiendo un 0,2%. El riesgo país cayó ligeramente, ubicándose en 715 pb. De esta forma, los bonos soberanos presentan un rendimiento promedio (TIR) del 11,8%, con paridades en torno al 70,5%.
En el segmento de pesos, tras el dato de inflación y la licitación del miércoles, los bonos a tasa fija fueron los únicos en mostrar subas, con un aumento promedio del 0,2% y un avance destacado del TO26, que ganó un 0,7%. Estos instrumentos continúan operando a una TEM promedio del 2,7%. Por su parte, los bonos con CER no registraron movimientos y mantienen un rendimiento de CER +9%. En contraste, los dollar-linked volvieron a caer, retrocediendo un 0,9%, ante una expectativa cada vez más firme de reducción del crawling peg, y presentan un rendimiento de devaluación +10,6%. Este mismo escenario afectó a los futuros de dólar, que nuevamente operaron a la baja con una caída promedio del 1,03%. Los mayores retrocesos se observaron en los contratos de junio (-1,65%), julio (-1,62%), y agosto y noviembre (-1,51%). Así, se empieza a reflejar una devaluación promedio del 1,7% para noviembre de 2025.
En el mercado de acciones, el Merval subió un 0,5% en pesos pero retrocedió un 0,9% en dólares, cerrando en USD 2.145. Construcción, Energía y Financiero fueron los sectores con mejor desempeño, en tanto que Utilidades y Materiales lideraron las caídas. Entre las empresas, las mayores subas fueron registradas por Sociedad Comercial del Plata (+4,4%), Holcim (+3,8%) y Loma Negra (+3,1%). Por otro lado, las mayores bajas correspondieron a Transener (-2,1%), Transportadora Gas del Norte (-1,9%) e IRSA (-1,7%). Para los activos que cotizan en Nueva York, la jornada también fue negativa, destacándose las caídas de Cresud (-3,1%), AdecoAgro (-3,1%) y Bioceres (-2,6%). En contraste, YPF (+2,2%), Telecom (+2,0%) y Vista (+0,9%) registraron las principales subas.
Noticias globales: el mundo hoy.
En una rueda volátil, las acciones operaron a la baja, impulsadas por el retroceso en el sector tecnológico, devolviendo parte de las ganancias de la jornada anterior. El S&P 500 y el Dow Jones cedieron un 0,5%, con el Nasdaq cayendo un 0,6%. Entre las grandes tecnológicas, Nvidia bajó un 1,1%, Amazon un 0,5%, Tesla un 0,9% y Alphabet un 1,4%. Por su parte, la acción de Adobe se destacó al desplomarse un 13,8% tras presentar balances con ingresos inferiores a lo esperado.
A pesar de que la expectativa de recorte de tasas en la próxima reunión de la Fed alcanzó el 98%, los rendimientos de los bonos del Tesoro continuaron en alza, marcando el nivel más alto en dos semanas. En detalle, la UST2Y subió 4 pb, cerrando en 4,20%, mientras que la UST10Y aumentó 6 pb, alcanzando 4,34%. Este incremento arrastró a la baja a todos los índices de renta fija, que retrocedieron un 0,4% en la jornada. Los bonos del Tesoro cayeron un 0,4%, los corporativos Investment Grade un 0,6%, y los High Yield un 0,3%. Los bonos emergentes también tuvieron una mala jornada, con una pérdida del 0,5%.
El dólar cerró una jornada moderadamente alcista. Registró una apreciación del 0,6% frente a la libra, un 0,2% respecto al euro y se mantuvo estable frente al yen. Entre las monedas emergentes, subió un 0,6% frente al real brasileño, llevándolo nuevamente a USDBRL 6.
En cuanto a los commodities, registraron una caída del 0,4%. El petróleo, que había iniciado la rueda con subas, terminó retrocediendo un 0,4%, cerrando en USD 70 por barril, debido a las incertidumbres sobre el nivel de producción fuera de OPEP+ y la demanda proyectada para 2025 desde China en el marco de una política monetaria más flexible. En el segmento de metales, el oro retrocedió un 1,3% tras tres jornadas consecutivas de subas, afectado por la expectativa de bajas de tasas por parte de los principales Bancos Centrales, finalizando en USD 2.685 la onza. Por último, la soja se mantuvo sin variaciones, cerrando en USD 366 la tonelada.
Respecto al dato económico del día, el PPI (Índice de Precios al Productor) de EE. UU. para noviembre mostró un aumento del 0,4% m/m, superando tanto la revisión al alza del 0,3% m/m de octubre como la expectativa del mercado, que era del 0,2% m/m. Este incremento, el mayor en cinco meses, estuvo impulsado por una suba del 0,7% m/m en bienes, mientras que los servicios aumentaron un 0,2% m/m. En términos interanuales, la inflación de precios al productor se ubicó en 3%, frente al 2,6% revisado al alza del mes anterior.
En el ámbito laboral, las solicitudes de pensión por desempleo aumentaron en 17.000 respecto a la semana anterior, alcanzando un total de 242.000. Este resultado superó las expectativas del mercado, que proyectaban 220.000.
Noticias locales: el país hoy.
El IPC Nacional de noviembre mostró un alza del 2,4% m/m, por debajo de nuestras expectativas y las del mercado –que apuntaban al 2,8% m/m–, y menor al 2,7% m/m registrado en octubre. Este resultado representa el nivel más bajo desde julio de 2020, en un contexto de desaceleración interanual al 166% y acumulada en el año al 112%. A nivel regional, la Patagonia tuvo la inflación más alta del mes (3,3% m/m), en oposición al Noreste que registró solo un 1,8% m/m. En Gran Buenos Aires (GBA), el incremento fue del 2,6% m/m, nuevamente por debajo del 3,2% m/m observado en la Ciudad de Buenos Aires. La inflación núcleo desaceleró a 2,7% m/m, aunque sigue por encima del índice general. Por su parte, los precios regulados continuaron presionando al índice, con un alza del 3,5% m/m, impulsada principalmente por mayores incrementos en transporte público, educación y tarifas energéticas. En contraste, los precios estacionales cayeron un 1,2% m/m, liderados por la baja en verduras, lo que contribuyó a moderar la inflación general. En cuanto a divisiones, las mayores subas se observaron en educación y vivienda, mientras que alimentos y bebidas, con un incremento del 0,9% m/m, fueron la categoría de menor aumento. De cara a diciembre, mantenemos nuestra proyección en torno a la inflación núcleo del mes pasado, considerando la ausencia de deflación estacional como la de noviembre y el impacto esperado del alza en el precio de la carne registrada en la última semana del mes.
En el mercado laboral, el empleo registrado total creció un 0,2% en septiembre (+23 mil puestos), alcanzando el mismo nivel que hace un año. Sin embargo, desde noviembre de 2023, todavía se encuentra un 0,3% por debajo (-42 mil puestos acumulados). Durante el tercer trimestre, con un crecimiento económico del 3,4% t/t, el empleo registrado avanzó un 0,2% t/t, potenciado mayormente por el incremento de monotributistas (+4,5% t/t), que lograron compensar la caída de asalariados privados (-0,2% t/t). En septiembre, estos últimos crecieron un 0,15% m/m (+10 mil puestos sin estacionalidad), consolidando el cambio de tendencia iniciado en agosto tras 11 meses consecutivos de caídas y desacelerando la contracción interanual, que ahora se ubica en -2,4%. Por sectores, destacó el crecimiento del empleo en construcción (+0,3% m/m) e industria (+0,1% m/m), ambos con subas por segundo mes consecutivo. En cuanto a los no asalariados, el empleo avanzó un 0,4% m/m (+17 mil puestos), liderado por los monotributistas, que aumentaron un 0,6% m/m (+22 mil puestos) y acumulan 140 mil nuevos puestos desde noviembre de 2023, compensando la caída del 0,4% m/m (-5 mil puestos) en los autónomos. Por su parte, los asalariados públicos continúan con caídas marginales (-0,1% mensual), acumulando una disminución del 1,1% en el año (-39 mil puestos).
En la última licitación del año, el Tesoro no logró renovar la totalidad de los vencimientos, colocando $5,4 billones frente a pagos por $6,2 billones, lo que implicó un rollover del 87%. En el canje de la S31E5, se adjudicó un valor efectivo equivalente a $0,7 billones (un 20% del remanente). A diferencia de ocasiones anteriores, el bajo rollover no se debió a la ausencia de Lecaps en el menú de instrumentos. El grado de aceptación fue elevado, con un 91% de las ofertas realizadas por $5,9 billones adjudicadas, lo que implica que el Tesoro no habría conseguido renovar los vencimientos incluso considerando todas las ofertas. El 94% de la demanda se orientó a instrumentos a tasa fija, distribuyéndose en un 44% al 1S25, 28% al 2S25 y 22% al 1S26. El 6% restante se destinó al Boncer con vencimiento en marzo de 2026. Las tasas cortaron en línea con los precios de mercado previos a la publicación del IPC de noviembre, que aún no se conocía al momento del cierre de la licitación. Con estos resultados, el Tesoro cerró 2024 con un rollover del 136%, una extensión de plazos promedio de 10 meses, y un mix de colocaciones compuesto por un 74% a tasa fija y un 26% en instrumentos indexados (24% en CER y 3% en dollar-linked).
En el mercado cambiario, el BCRA continuó con su tendencia de compras, registrando un saldo positivo de USD 167 M en la rueda de ayer, lo que llevó el promedio diario de las últimas cinco ruedas a USD 161 M. De esta manera, el acumulado mensual alcanzó los USD 770 M, manteniéndose en línea con las compras netas de USD 827 M registradas a esta altura en noviembre. Por otro lado, las reservas brutas aumentaron en USD 369 M, cerrando la jornada con un stock bruto de USD 31.987 M.
El dólar oficial aumentó 50 centavos diarios y cerró la jornada en $1.017,75. Así, en las últimas cinco ruedas el ritmo de devaluación corre a una TEM de 1,9%.
Los dólares financieros retomaron su tendencia a la baja. El MEP (GD30) retrocedió un 0,9%, cerrando la rueda en $1.052, mientras que el CCL cayó un 0,8%, finalizando en $1.070. De este modo, las brechas con el dólar oficial se redujeron nuevamente a 3% y 5%, respectivamente.
La deuda en dólares del Tesoro cerró una jornada positiva, con un avance del 1,1%. De esta forma, los rendimientos se ubican en torno al 11,3%, las paridades en el 70,3% y el riesgo país quedó alrededor de los 720 pb. Por su parte, los BOPREAL del Banco Central tuvieron una jornada más moderada, con una ganancia del 0,1%, aunque acumulan una caída del 0,2% en la última semana.
En las curvas de deuda en pesos, subieron los bonos a tasa fija, mientras que los bonos CER cayeron tras el buen dato de inflación. Las Lecap aumentaron un 0,9%, con la mayor parte del incremento concentrado en el tramo largo de la curva. Por su parte, el TO26 registró un alza del 2,3%. Actualmente, la tasa fija en pesos rinde una TEM promedio de 2,7%. En segundo lugar, los dollar-linked tuvieron una leve suba del 0,1%, impulsada principalmente por el TZV25, que ganó un 1,9%, con rendimientos en devaluación +9%. Por último, los bonos CER retrocedieron un 0,3% y ofrecen un retorno de CER +8%.
En Rofex, los contratos de dólar futuro registraron una caída promedio del 0,3%. Los contratos más largos fueron los más afectados, con bajas destacadas en noviembre (-0,98%), octubre (-0,96%) y septiembre (-0,45%). Como resultado, la devaluación mensual promedio proyectada para noviembre de 2025 se redujo a 1,8%.
El Merval volvió a marcar máximos. En la rueda de ayer, subió un 3,0% en pesos y un 3,7% en USD CCL, cerrando en un nivel de USD 2.115. Los sectores de energía, construcción y utilidades lideraron las subas, en tanto que la industria fue el único sector en retroceder. Entre las empresas destacadas, las mayores alzas correspondieron a Loma Negra (+4,6%), YPF (+4,5%) y Transportadora Gas del Sur (+4,2%), con Holcim (-2,3%), Sociedad Comercial del Plata (-0,9%) y Aluar (-0,9%) entre las más perjudicadas. Fue también una jornada positiva para los activos que cotizan en EE. UU., con un incremento promedio del 2,9%. Entre las subas, sobresalieron Loma Negra (+7,1%), Grupo Supervielle (+5,0%) y Telecom (+5,0%). Por el lado de las bajas, Globant fue la única acción que retrocedió, con una caída del 1,0%.
Noticias globales: el mundo hoy.
La jornada de ayer estuvo marcada especialmente por el dato de inflación de noviembre en EE. UU., que, aunque alineado con las expectativas del mercado, evidencia la persistencia de la resistencia para converger al objetivo de la Fed. Esto será clave para la decisión que tome la autoridad monetaria la próxima semana respecto a la tasa de referencia, sobre la cual el consenso del mercado anticipa un nuevo recorte de 25 pb.
En este contexto, las acciones retomaron su impulso, lideradas nuevamente por las empresas tecnológicas. El S&P 500 avanzó un 0,8%, el Nasdaq subió un 1,8% -alcanzando un nuevo máximo histórico-, mientras que el Dow Jones retrocedió un 0,1%. Entre las tecnológicas, destacaron Alphabet (+3,9%), Tesla (+4,5%), Nvidia (+3,4%), Meta (+1,9%) y Broadcom (+6,6%). Por otro lado, el sector de salud fue el más afectado, con United Health liderando las caídas (-4,9%).
En la renta fija, los rendimientos de los bonos del Tesoro tuvieron un leve repunte, aunque el mercado incrementó la probabilidad de un recorte de tasas de 25 pb para la próxima semana al 95%. Concretamente, el rendimiento de la UST10Y subió 5 pb hasta 4,27%, mientras que la UST2Y se mantuvo en 4,16%. En este contexto, el índice que agrupa los bonos del Tesoro retrocedió un 0,2%, resultado similar al de los corporativos Investment Grade, mientras que los High Yield se mantuvieron sin cambios y los bonos de Mercados Emergentes cayeron un 0,1%.
El dólar DXY retomó su tendencia alcista, avanzando un 0,31% con una apreciación del 0,4% frente al Euro, 0,3% frente al Yen y 0,2% frente a la Libra. Este fortalecimiento se da en un contexto en el que Canadá realizó su segundo recorte consecutivo de tasas de 50 pb, y el mercado anticipa reducciones de 25 pb en las tasas del Banco Central Europeo. La única excepción fue el Real brasileño, frente al cual el dólar perdió un 1,2%, luego de que el Banco Central de Brasil decidiera incrementar la tasa Selic en 100 pb hasta 12,25% –nivel al que no llegaba desde hace un año– acumulando un alza de 1,75 pp desde el último recorte de mayo, en un esfuerzo por contener las presiones inflacionarias.
En el mercado de commodities, el índice general subió un 1,3%. El petróleo WTI lideró con un avance del 2,5%, cerrando en USD 70 por barril, impulsado por las expectativas de recortes de tasas y un aumento en la demanda, especialmente desde China. Por su parte, el oro ganó un 0,9% para ubicarse en USD 2.718 la onza, mientras que la soja registró una leve suba del 0,1%, alcanzando los USD 366 por tonelada.
En cuanto al dato económico del día, el IPC confirmó que la batalla contra la inflación sigue vigente y es probable que cierre el año por encima del objetivo y de las proyecciones de la Fed. En detalle, el IPC general subió un 0,3% m/m –la mayor alza desde abril– y un 2,7% i.a., frente al 2,6% i.a. registrado en el mes anterior. El IPC Core también mostró un incremento mensual del 0,3%, manteniendo una variación interanual del 3,3%, estable desde agosto. La mayoría de los componentes del IPC reflejaron un mayor dinamismo en comparación con octubre, destacándose los alimentos, la energía y la vivienda. Aunque esta última desaceleró frente al mes anterior, con un aumento del 0,3% m/m, explicó cerca del 40% del alza total de precios. En términos anualizados, tanto el IPC general como el Core se ubicaron en un 3,8%, aún lejos del objetivo de la Fed.
Por último, en cuanto al dato fiscal de EE. UU., se reportó un déficit presupuestario de USD 367 MM en noviembre de 2024, lo que representa un aumento del 17% i.a., impulsado parcialmente por ajustes de calendario que adelantaron pagos de Medicare y Seguridad Social de diciembre a noviembre, sumando aproximadamente USD 80 MM a los gastos. Sin estos ajustes, el déficit habría sido de aproximadamente USD 29 MM, un 9% menor al del año anterior. Tanto los ingresos como los gastos alcanzaron niveles récord para noviembre, con un incremento del 10% i.a. en los ingresos, que llegaron a USD 302 MM, y un aumento del 14% i.a. en los gastos, que ascendieron a USD 669 MM. En los primeros dos meses del año fiscal 2025, que comenzó el 1 de octubre, el déficit acumulado alcanzó un récord de USD 624 MM, 64% más que en el mismo período del año anterior, superando incluso los déficits registrados durante la era del COVID-19. Este aumento también fue influido por el vencimiento en 2023 de los aplazamientos de pagos de impuestos debido a incendios forestales en California. Los ingresos acumulados del año fiscal disminuyeron un 7% i.a. a USD 629 MM, mientras que los gastos aumentaron un 18% i.a., alcanzando USD 1.253 MM.
Tras la baja de la tasa de política monetaria, ¿cómo nos posicionamos en deuda en moneda local?
CURVAS EN PESOS
La reciente baja de 300 pb en la tasa de política monetaria del BCRA –que pasó de 35% TNA a 32% TNA– nos lleva a buscar mayores retornos en el tramo largo, manteniéndonos indiferentes entre CER y tasa fija.
La decisión de reducir la tasa de interés, en un contexto de aumento de la demanda de dinero, no deja de ser arriesgada. El equipo económico apunta a una sintonía fina en la política monetaria, con una tasa neutra en términos reales (para aliviar la carga de la deuda del Tesoro), pero positiva en relación al dólar oficial (para fomentar el carry trade y contener las expectativas inflacionarias). En este marco, y con la esperanza de que la inflación continúe cayendo en el mediano plazo, las tasas de interés deberían seguir esta tendencia.
Las expectativas de menores tasas deberían beneficiar a los instrumentos más largos, que permiten fijar el rendimiento por mayor tiempo. En contraste, el tramo corto ofrece retornos más limitados, ya que al momento de reinvertir encontraremos que el mercado presenta tasas menos atractivas. Actualmente, una Lecap larga rinde 2,8% TEM, mientras que una corta está en 2,7% TEM. En el caso de los bonos CER, los largos están rindiendo CER +9%, frente a un CER +5% en los de corto plazo.
Para inversiones de corto plazo, nos gusta más la curva CER, dado que proyectamos una inflación de 2,8% m/m, superior al 2,4% m/m que pone en precios el mercado. Para capturar este “trade”, recomendamos adquirir el bono CER T2X5, que cotiza en CER +5%.
Recomendación: para inversiones en pesos sugerimos la siguiente cartera: 10% T2X5 (CER +5%) + 15% TZXY5 (CER +6%) + 20% TZX26 (CER +8%) + 25% S31E5 (TEA 43%) + 20% T17O5 (TEA 37%) + 10% TZV26 (devaluación +8%).
CURVAS EN DÓLARES
Deuda del Tesoro
Luego de un espectacular rally en noviembre, los bonos soberanos han entrado en una pausa, con paridades en torno al 70% por alrededor de tres semanas. Con esto, hoy el riesgo país se sitúa cerca de los 740 pb. Por otro lado, la curva luce prácticamente plana, con el tramo corto ofreciendo rendimientos de TIR 12% y el largo de TIR 11%.
Consideramos que los bonos en dólares aún tienen recorrido alcista. El riesgo país se mantiene por encima de otros países emergentes comparables, que operan en un rango de entre 700 pb y 400 pb, pese a que Argentina se perfila a continuar con buenos indicadores económicos y políticos.
El principal factor de riesgo sigue siendo el cambiario, derivado de la fuerte apreciación que ha tenido (y continuará teniendo) el peso en términos reales. Los ingresos de dólares por préstamos financieros deberían contribuir a sostener las compras del BCRA en el MULC. Por un lado, las empresas aún están colocando ONs de forma regular, y con el perfil de deuda de corto plazo ya despejado, estos nuevos ingresos se destinan casi exclusivamente a CAPEX en Argentina. Por otro lado, los préstamos en dólares todavía tienen espacio para avanzar, gracias al fuerte crecimiento en los depósitos en dólares por el blanqueo. Además, también es posible que el Gobierno consiga financiamiento adicional a través de un Repo con bancos privados o de un nuevo acuerdo con el FMI, lo que sería un catalizador clave para las paridades argentinas.
El segundo riesgo es el político. Hoy las encuestas indican un fuerte apoyo a la gestión de Milei, principalmente producto de la estabilización de la economía argentina. Sin embargo, también señalan que la principal preocupación del votante medio se está trasladando desde la inflación hacia la economía real. En este sentido, será fundamental que –en la antesala electoral– los votantes conserven sus preferencias actuales y/o que el Gobierno comience a exhibir mejores resultados en términos de actividad, empleo y salarios reales.
Recomendación: en el tramo corto sugerimos el AL30, que amortiza el 52% del capital durante la gestión Milei y está rindiendo una TIR de 12,5% con una paridad de 75,5%. En el tramo largo, nos gusta el GD35 (TIR 11,5%, paridad 66%) y AE38 (TIR 12,1%, paridad 68,1%).
Deuda BCRA (BOPREAL)
El BOPREAL 1-A (BPOA7) se posiciona como una de las opciones más atractivas en el mercado argentino actual. Este bono sobresale por incluir una doble opción de venta, ejercible a partir de abril de 2025. En caso de una unificación monetaria, la opción de venta se liquidaría en pesos al tipo de cambio oficial. No obstante, todo indica que la brecha persistirá en 2025, lo que hace más relevante la segunda opción de venta: la posibilidad de liquidar el bono contra impuestos al valor del dólar MEP.
Para quienes planeen utilizar este bono para el pago de impuestos, el instrumento ofrece un rendimiento directo en dólares del 6% en menos de cinco meses (16% anualizado).
Sin embargo, los tenedores de bonos sin obligaciones fiscales tendrán que vender sus posiciones con algún descuento, aunque esperamos que este sea relativamente bajo. Mayo y junio son meses de elevada estacionalidad en el pago de impuestos a las ganancias corporativas, concentrando cerca del 20% de la recaudación anual de este impuesto. Según el proyecto de Ley de Presupuesto 2025, el Gobierno estima una recaudación de $38 billones por impuestos a las ganancias el próximo año (5,1% del PBI). Así, la recaudación debería rondar los $3,6 billones en mayo y $3,8 billones en junio.
Con una brecha del 10%, el cobro de ganancias equivaldría a USD 2.950 M en mayo y USD 3.000 M en junio, lo que representa 6x el remanente de USD 1.000 M del Strip A. Si la brecha fuera mayor*, por ejemplo, entre 30% y 50%, el cobro de ganancias en el bimestre sería entre 4x y 5x el remanente del bono del Banco Central. En cualquier caso, hacia fin de año, el total recaudado en ganancias desde mayo equivaldría a entre 16x y 23x el remanente.
A esto se suma que Ganancias no es el único impuesto. Según las estimaciones del Gobierno, la recaudación impositiva de 2025 rondará los $133 billones (17,4% del PBI), por lo que Ganancias representaría un 30% del total. Además, el put también puede utilizarse para el pago de aranceles comerciales, lo que añade una fuente extra de demanda.
En conclusión, la demanda para el pago de impuestos mediante el Strip A debería ser lo suficientemente elevada como para permitir su venta sin un gran descuento entre mayo y junio de 2025. En caso contrario, aún debería ser posible liquidarlo cerca de la par en una fecha posterior.
Con esto en consideración, en el siguiente gráfico se resume un ejercicio de sensibilidad del retorno anualizado del BOPREAL en función del momento de ejecución del put y la tasa de descuento. Para una tasa del 1%, la TNA es del 14% a principios de mayo y disminuye al 8% al inicio de diciembre. Con un descuento del 3%, la TNA se sitúa en 8% si se ejecuta en mayo y cae a 6% para diciembre. Finalmente, con una tasa de descuento alta del 5%, la TNA del bono aumenta gradualmente gracias al pago de cupones: comienza en 3% en mayo y sube al 4% en diciembre. Es decir, en caso de que el Strip cotice a un precio poco atractivo, esperar para venderlo más adelante es una estrategia dominante.
*Nótese que una menor brecha beneficia el retorno del bono de dos maneras: i) reduce el costo de oportunidad asociado a ejecutar la opción de cobrar pesos al dólar oficial; y ii) disminuye la proporción del remanente del BOPREAL Strip A respecto a la totalidad de impuestos a pagar, facilitando así su venta.
Recomendación: sugerimos incorporar el BPOA7 para todos los inversores con impuestos a pagar entre mayo y diciembre del próximo año. Aquellos que no tengan obligaciones fiscales, posiblemente deban venderlo a un descuento, el cual tenderá a caer a lo largo del año debido a la elevada demanda para el pago de impuestos. A más largo plazo, también identificamos atractivo en el BPOC7.
Deuda Provincial
El Ministerio de Economía de la Nación actualizó los datos fiscales de las provincias del 2Q24. Similar al primer trimestre del año, en el 2Q24 las cuentas públicas subsoberanas tuvieron un gran desempeño, registrando un superávit primario del 10,0% de los ingresos totales y uno financiero del 8,6%.
Al igual que la Nación, la mejora en los resultados fiscales provinciales se debió a que la caída de ingresos fue compensada con un ajuste aún mayor en el gasto. En concreto, los ingresos totales disminuyeron un 13% i.a. en términos reales, a partir de una reducción del 11% i.a. en los ingresos provinciales y del 15% i.a. en las transferencias desde Nación (con una baja del 8% i.a. en los coparticipables y del 78% i.a. en las transferencias discrecionales). Por su parte, el gasto primario retrocedió un 23% i.a., –principalmente por una caída real del 58% i.a. en inversión y del 20% i.a. en salarios–. Con este resultado, las provincias acumularon en el primer semestre de 2024 un superávit fiscal del 10,6% de los ingresos totales, comparado con el 0,3% del mismo período del año anterior y el 7,0% en 2022.
Entre las provincias emisoras de deuda, las que mejoraron su performance –tanto en el resultado fiscal como el porcentaje de los ingresos totales– fueron: Jujuy (39% 2Q24 vs. 4% 2Q23); Tierra del Fuego (17% vs. -14%), Mendoza (21% vs. -2%) y Neuquén (14% vs. -3%). Por el contrario, las que menos mejoraron (o directamente empeoraron) fueron: CABA (10% 2Q24 vs. 12% 2Q23), Chaco (6% vs. 5%) y Santa Fe (5% vs. 3%).
Recomendación: dada la solidez fiscal provincial en un contexto de recorte de transferencias desde Nación, mantenemos nuestra mirada positiva sobre los créditos provinciales. Reiteramos nuestra sugerencia de los bonos de Mendoza 2029 (TIR 10%), Córdoba 2029 (TIR 10%) y Neuquén no garantizado 2030 (TIR 8%). Asimismo, incluimos al bono de Jujuy 2027 (TIR 13%) en nuestra lista de recomendaciones, considerando la destacada performance fiscal de la provincia y el hecho de que la mayor parte de su deuda es con Nación, lo que la hace más manejable en comparación con obligaciones hacia privados u organismos multilaterales.
Deuda Corporativa
Para el segmento Ley Nueva York, sugerimos posicionarse en el tramo largo de la curva corporativa, que brinda buenos créditos y mayores rendimientos en comparación con los instrumentos de menor duración. Actualmente, estos bonos presentan TIRs cercanas al 7,5%, lo que implica un premio de 2-3 puntos porcentuales respecto a los instrumentos de corto plazo. Como alternativa para quienes buscan mayores retornos, destacamos los créditos de empresas con un perfil algo más riesgoso. En este sentido, nos gusta el crédito de Minera Exar, que cotiza con una TIR de 6,9%.
Recomendación: en ley extranjera: YPF 2027 (YCAMO; TIR 6,5%), Galicia 2028 (BYCHO; TIR 6,6%), Minera Exar (XMC1O), Pampa Energía 2031 (MGCMO; TIR 7,4%), TGS 2031 (TSC3O; TIR 7,5%) e YPF Luz 2032 (YFCJO; TIR 7,8%). En ley argentina: Loma Negra 2025 (LOC2O; TIR 6,5%), Pampa Energía 2025 (MGCJO; TIR 4,8%) y YPF 2026 (YMCQO; TIR 5,1%).
Noticias locales: el país hoy.
La Ciudad de Buenos Aires decidió suspender la oferta de recompra de su bono a 2027 por hasta USD 550 M, tras recibir ofertas por USD 319 M, equivalentes al 36% del monto en circulación. De forma simultánea, optó por no avanzar con la emisión de los nuevos títulos previstos para financiar el pago de dichos vencimientos. Según las autoridades locales, la suspensión responde a que el volumen de ofertas recibido para el nuevo bono no alcanzó un nivel significativo que justificara la operación ni la creación de una nueva Serie de bonos.
En el mercado cambiario, y continuando con la sólida dinámica de las dos ruedas anteriores, el BCRA adquirió USD 165 M, lo que le permitió mantener un ritmo diario de compras de USD 189 M en las últimas tres ruedas. Así, el acumulado mensual alcanzó los USD 603 M, superando las compras netas de USD 582 M registradas a esta misma altura de noviembre. Por otro lado, las reservas internacionales brutas aumentaron en USD 107 M, cerrando con un stock de USD 31.618 M.
El dólar oficial subió 50 centavos diarios y cerró la jornada en $1.017,25. De esta manera, el ritmo de devaluación en las últimas cinco ruedas se ubica en un 1,7% TEM.
Los dólares financieros registraron un rebote. El MEP (GD30) avanzó un 1,2%, cerrando en $1.062, mientras que el CCL aumentó un 0,9%, finalizando en $1.079. Así, las brechas con el dólar oficial se ampliaron a 4% y 6%, respectivamente.
Los bonos en dólares recortaron parte de las ganancias de la rueda del lunes y retrocedieron un 0,8%. De este modo, la deuda en dólares rinde en promedio una TIR del 12%, mientras que el riesgo país se mantiene en torno a los 740 pb. En cuanto a la deuda del Banco Central, los BOPREAL registraron una caída del 0,7% y acumulan una baja del 0,5% en las últimas cinco ruedas.
En el segmento de pesos, la jornada mostró resultados mixtos. Los bonos CER lideraron con un alza del 0,3%, destacándose el TZMX7 con una suba de hasta el 3,9%. Por su parte, las Lecap operaron sin cambios, mientras que el TO26 retrocedió un 1,4%. En tanto, los dollar-linked registraron nuevamente la peor performance, con una caída del 0,4%.
Los contratos de dólar futuro operaron mayormente estables. Los movimientos más destacados se observaron en los contratos de noviembre (-0,39%), abril (-0,18%) y mayo, julio y agosto (-0,13%). De esta manera, el mercado continúa reflejando en sus precios una devaluación promedio mensual de 1,9% para noviembre de 2025.
El Merval revirtió la suba del lunes y retrocedió un 1,1% en pesos y 1,3% en dólares CCL, cerrando en USD 2.045. Las bajas estuvieron lideradas por los sectores de comunicación, financiero y materiales, mientras que se registraron leves avances en energía e industria. Las mayores caídas fueron de BBVA (-4,0%), Telecom (-3,5%) y Holcim (-3,4%), mientras que las únicas empresas en terreno positivo fueron Transportadora Gas del Sur (1,1%) e YPF (0,8%). En la Bolsa de Nueva York, las acciones de compañías argentinas también cayeron un 1,3%, destacándose IRSA (-4,8%), BBVA (-3,8%) y Telecom (-3,3%) entre las bajas. Por el lado de las subas, Mercado Libre, AdecoAgro e YPF avanzaron 0,7%, 0,6% y 0,3%, respectivamente.
Noticias globales: el mundo hoy.
Las acciones continuaron con un leve ajuste a la espera de los datos de inflación que se publican hoy. El S&P 500 y el Dow Jones retrocedieron un 0,1%, mientras que el Nasdaq cayó un 0,2%. El sector de comunicación registró el mejor desempeño, con utilities liderando las caídas. Las acciones de Alphabet subieron un 4,5% tras anunciar un avance significativo en computación cuántica con el desarrollo de una nueva generación de chips. En contraste, Nvidia continuó afectada por la denuncia de la Administración Estatal de Regulación del Mercado de China por prácticas monopólicas, con una pérdida del 2,3% y acumulando una caída superior al 2,5% en la rueda anterior. Por su parte, Oracle bajó un 8,0% tras anunciar los resultados de su segundo trimestre fiscal. La compañía reportó ingresos de USD 14,06 MM, un incremento del 9% i.a., pero ligeramente por debajo de las expectativas de los analistas, que proyectaban USD 14,12 MM.
La jornada tampoco fue favorable para la renta fija, con los rendimientos de los bonos del Tesoro subiendo levemente a pesar de que las expectativas de un recorte de tasas de 25 pb en la reunión de la Fed de la próxima semana se mantuvieron en un 86%. La UST10Y y la UST2Y aumentaron 2 pb, alcanzando un 4,22% y 4,15%, respectivamente. Esto llevó al índice de bonos del Tesoro a retroceder un 0,2%. Por su parte, los bonos Investment Grade y de Mercados Emergentes registraron una caída del 0,1%, mientras que los High Yield cerraron sin cambios.
El dólar DXY subió un 0,21% el martes, cerrando en 106,5, impulsado por expectativas moderadas de recortes de tasas por parte de los principales bancos centrales. Se prevé que el Banco de Canadá reduzca sus tasas en 50 pb y que el BCE recorte las suyas en 25 pb el jueves, lo que genera presión sobre las principales monedas. En detalle, el dólar se apreció un 0,2% frente al euro y un 0,5% ante el yen; no obstante, se depreció un 0,2% contra la libra, un 0,1% frente al yuan y un 0,4% comparado con el real.
Los commodities registraron un aumento del 0,5%, principalmente a raíz de las expectativas de mejora en la demanda desde China. El petróleo WTI subió un 0,5%, cerrando en USD 68,7 por barril. En cuanto a los conflictos geopolíticos, disminuyeron las preocupaciones relacionadas con el colapso del gobierno sirio. En el segmento de metales, el oro avanzó por segunda jornada consecutiva, con un alza de 1,3% hasta los USD 2.694 la onza, por la reanudación de compras por parte del Banco Central de China tras siete meses. Por último, la soja también registró un incremento del 0,5%.
En el dato económico del día, el IPC de Brasil subió al 4,87% i.a. en noviembre desde el 4,76% i.a. del mes anterior, superando ligeramente las proyecciones del mercado de 4,85% i.a. y alcanzando su nivel más alto en 14 meses. Este resultado estuvo alineado con la advertencia del banco central sobre el impacto del aumento de las expectativas de inflación, acentuado por el incremento del gasto público que ha impulsado el consumo de los hogares para sostener el PBI en los últimos trimestres. Los precios crecieron a un ritmo más acelerado en alimentos y bebidas (7,63% vs. 6,65%), transporte (3,11% vs. 2,48% en octubre) y gastos personales (4,98% vs. 4,11%). Por el contrario, la inflación mostró una desaceleración en vivienda y servicios públicos (4% vs. 6,12%).