El apuro por recuperar el nivel de actividad, con una fuerte expansión fiscal y monetaria, desoyó el desequilibrio que estas medidas generaban. Recuperada la actividad, y con la mira puesta en reducir la inflación, resulta necesaria una reversión de la política fiscal y monetaria. La guerra en Ucrania y los temores por la salud de la economía China complican la tarea, dada la mayor presión que imponen los precios de las materias primas y el riesgo que genera para la economía global la caída en la actividad del gigante asiático.
La FED acelera el endurecimiento de la política monetaria y le pone fin al ciclo de abundante liquidez. Con tasas de interés más elevadas y sin margen para una política fiscal expansiva, la actividad económica pierde impulso y corre el riesgo de entrar en un ciclo recesivo, si es que la inflación golpea al ingreso real de la población. En este contexto, y tras la “fiesta” vivida en 2021 con notables ganancias en las acciones, en 2022 el mercado vive el peor inicio del último siglo, con un importante ajuste tanto en renta fija como en renta variable.
Si bien no esperamos que la inflación se acelere, creemos que seguirá superando el nivel objetivo de la FED, por lo que las tasas de interés seguirán un camino alcista que le aportará volatilidad al mercado. Para el corto plazo, seguimos recomendando estrategias defensivas, apuntando a los sectores con menor volatilidad, e ir aprovechando las elevadas tasas de interés en bonos subsoberanos y corporativos de alta calidad.
Con la política de “cero COVID”, China intensificó la cuarentena en las principales ciudades y la actividad le empieza a pasar factura, poniendo en riesgo la meta de crecimiento del 5,5% para este año. Concretamente, el PMI de servicios marcó 36,3 puntos – vs 42 del mes previo –, el nivel más bajo desde marzo del 2020. Aunque con menor intensidad, el freno también lo mostró el PMI de manufacturas, que cayó hasta 46 puntos. Este índice presenta una importante relación con el crecimiento de la producción industrial, que en marzo todavía se mostraba en crecimiento (5% a/a), pero que es probable que observe una importante desaceleración en los meses que vienen.
Otro indicador del impacto de la esta política fue el comercio exterior de abril, en el que las exportaciones chinas crecieron sólo 3,9% i.a. – 10 pp menos de que lo venían haciendo –, al tiempo que las importaciones se estancaron, confirmando la performance de marzo. Por su parte, en las proyecciones de abril del FMI, incluso antes de conocerse lo fuerte que resultó la nueva cuarentena, ya marcó que China va a crecer al 4,3% en 2022, lo que representa una importante disminución desde el 5,6% de su anterior proyección.
El efecto de una menor producción industrial china también afectará al mundo, ya que amenaza a las cadenas logísticas globales, que son muy dependientes de bienes semi-industrializados de ese país. Es importante destacar que la cuarentena trae el peor efecto para países exportadores de commodities, como lo es la región latinoamericana: disminuye la demanda de materias primas y aumenta los precios de bienes industriales.
La invasión rusa continúa, las sanciones se profundizan y sus efectos también. Luego de más de dos meses de la invasión a Ucrania, en Europa avanza la discusión de no importar gas ni petróleo de Rusia. Los efectos de la disminución de productos energéticos de Rusia a nivel global serían considerables, ya que representa el 12% de la producción global de petróleo y el 16% de gas.
Los efectos ya se empiezan a sentir hasta en EE.UU, donde el gas alcanzó los USD/BTU 8,8, su mayor registro desde el 2008, cuando el boom del shale gas no había comenzado. En marzo de este año, el 75% de los envíos de gas americano fueron a parar a Europa, en comparación con el 44% del año pasado. Adicionalmente, los problemas con la producción agrícola continúan, donde se estima que la cosecha de trigo de Ucrania – uno de los cuatro mayores productores mundiales – caerá al menos un 35% debido a la guerra.
En este sentido, incluso en un escenario con menores proyecciones de crecimiento globales – 3,6%, frente de 4,9% anterior del FMI –, los precios de los commodities agrícolas y energéticos se mantienen bastante firmes. El trigo presentó una suba de 6% en el mes y el maíz de 2%, mientras que la soja mostró una caída de 4%. El petróleo Brent, por su parte, presenta una suba de 11%. Sin embargo, con la desaceleración global, particularmente la de China, los metales muestran caídas importantes. El cobre cae 11%, mientras que el mineral de hierro lo hace un 12%.
En la primera estimación del año, el PBI profundizó la tendencia a la baja que se venía observando en el segundo semestre del año pasado. De hecho, tras crecer a un ritmo del 6,5% trimestral en el primer semestre de 2021, en el segundo bajó a 4,6%. En el 1Q22 el PBI marcó una caída anualizada de 1,4% t/t, muy por debajo a las expectativas del mercado, que esperaba una expansión en torno al 1,5% t/t. Fue la primera caída tras seis trimestres consecutivos de recuperación – luego del desplome que había tenido por los efectos de la pandemia –.
Esta tendencia obedece al deterioro de las cuentas externas – por mayor impulso de las importaciones – y a la contracción que viene marcando el gasto público luego de la fuerte expansión del déficit en 2020. Concretamente, la caída de 1,4% en el 1Q22 fue porque las exportaciones netas que le restaron 3,2 pp al PBI – con exportaciones cayendo 6% t/t e importaciones subiendo al 18% –, además de la influencia de la desacumulación de inventarios, que le restaron 0,8 pp, y la contracción del gasto público en 2,7% t/t, que le restó otros 0,5 pp (esto se explica principalmente por la caída de 5,9% t/t del gasto federal por menores transferencias y gastos en defensa). Esto fue compensado en parte por el consumo privado, que de la mano de alza del consumo de servicios, subió 2,7% t/t y le aportó 1,8 pp al PBI, y por la inversión, que creció 7,3% y aportó 1,3 pp.
Con este resultado, el PBI a precios constantes quedó 3,6% por encima del mismo trimestre del año anterior, promediando en los últimos 4 trimestres un alza de 6,6%. Mientras tanto, los precios implícitos del PBI siguieron acelerando, marcando una suba de 8% t/t en el trimestre – el mayor incremento desde el 2Q81 –, por lo que en términos nominales el PBI creció 6,5% en los primeros 3 meses del año y 11% en el último año.
Pese a la caída en el nivel de actividad en los primeros 3 meses, la inflación no dio señales de moderación. Si bien fue evidente el impacto el alza en los precios de la energía y de los alimentos, los precios en general acentuaron la tendencia que se venía registrando en los trimestres previos. Así, el deflactor del PBI marcó una suba de 8% t/t anualizado (en los últimos doce meses subió 6,8%), en la que todos los componentes se aceleraron. Por caso, el índice de precios implícitos del consumo privado (PCE), que utiliza la FED para medir la inflación, subió 7,0% t/t % (los precios de la energía y alimentos lo hicieron 43% t/t) y 6.3 i.a., mientras que el PCE Core subió 5,2% t/t – idéntico resultado que el acumulado de 12 meses –.
Analizando la evolución mensual, se aprecia mejor la aceleración que la inflación está teniendo en el margen, dado que en marzo el IPC subió al 16% anualizado (1,2% m/m) y el PCE lo hizo al 11% anualizado (0,9% m/m). El dato aliviante, y que le trajo buenas noticias a la FED y al mercado, fue que la medición core moderó su marcha, al subir al 4% anualizado.
Pese a la desaceleración que marcamos en el nivel de actividad, la dinámica del empleo se mantiene robusta, con la tasa de desocupación en el mismo nivel que antes de la pandemia, siendo uno de los niveles más bajos de la historia. Concretamente, en abril se crearon 428 mil nuevos puestos de trabajo no agrícolas, levemente por debajo del ritmo promedio que marcó los doce meses previos (550 mil al mes). Al mismo tiempo, debido a que el empleo agrícola cayó en 781 mil, el empleo total se redujo en 353 mil nuevos puestos. Dado que la tasa de participación laboral bajó de 62,4% a 62,2%, esto permitió que, a pesar de la caída del empleo total, la tasa de desempleo se mantenga en 3,6% en abril.
La recuperación del empleo privado se da en un contexto en el que los salarios vienen creciendo por debajo de la inflación, acumulando en el último año una caída de 2,5% en términos reales. Así las cosas, el mercado laboral se mantiene con muy buen dinamismo, con el empleo privado creciendo al 4.6% i.a., muy por encima del crecimiento del PBI, que lo hace al 3,0% y casi triplicando la dinámica que mostraba previo a la pandemia.
Pese a la fuerte recuperación de los últimos dos años, si bien el PBI es 3% mayor al que tenía previo a la pandemia, la cantidad de empleos no agrícolas se ubica en 1,2 millones (0,5%) abajo: hay 650 mil menos en el sector público y 563 mil menos en de sector privado – de los cuales 400 mil corresponden a servicios –, mientras que la cantidad de desocupados tiene solo 200 mil personas más, dado que la tasa de participación se redujo a en 400 mil personas (de 63,3% en febrero 2020 a 62,3% en abril).
Ante este contexto de recuperación del empleo y con la inflación superando el 8% anual, la FED reafirmó el mensaje que había dejado en la reunión de marzo y endureció su política monetaria. De esta manera, terminó el ciclo de tasas de interés bajas y comienza su programa de retiro cuantitativo que, como es habitual, no será fácil de digerir para el mercado, más aún considerando la notable expansión monetaria que había generado en los últimos dos años.
Así, en la reunión del 4 de mayo, la FED subió 50 pb su tasa de interés de referencia, hasta 1%, la mayor suba desde el 2002 y la segunda suba consecutiva por primera vez desde 2006. Sin embargo, queda aún por debajo del 1,75% que marcaba antes de la pandemia. Si bien Powell descartó un alza de 75 pb en la próxima reunión, el mercado está proyectando una dinámica de tasas más agresiva, previendo que para fin de año lleguen a 2,9%. De concretarse, sería la corrección más fuerte desde al menos los años 90’, y mostrándose en línea con la mayor inflación en 40 años.
Adicionalmente, anunció que comenzará con el retiro de USD 30 MM en bonos del Tesoro y USD 17,5 MM en activos con respaldo hipotecario por los próximos tres meses. Posteriormente, hará lo propio con USD 95 MM. Este programa de retiro es considerablemente más fuerte que el realizado 2018, pero también su balance duplica al de aquella situación – USD 9 billones de dólares, vs 4 billones antes –.
Con la FED más agresiva, combinando la venta de títulos con el alza en la tasa de referencia, los rendimientos de los bonos del Tesoro americano aceleraron su recorrido alcista, llegando al nivel más alto desde 2018.
A diferencia de lo ocurrido hasta marzo, donde el mayor aumento lo marcaba la parte corta de la curva, la tasa que más subió en el último mes fue la de los bonos a 10 años, que avanzó 80 pb, el doble de lo que aumentó la tasa a 2 años, por lo que la curva de rendimientos se normalizó. En lo que va del año, la tasa a 2 años pasó de 1,2% a 2,7%, la de 5 años de 1,26% a 3,07% y la de 10 años de 1,51% a 3,14%. Pese a esta suba, las tasas siguen siendo negativas en términos reales, marcando el peor registro desde 1981.
El alza que vienen teniendo las tasas de interés, en conjunto con las preocupaciones por la desaceleración de la actividad económica, continúan teniendo efectos nocivos para los mercados, tanto en renta fija como en renta variable, marcando el segundo peor arranque de año de la historia.
Concretamente, la volatilidad volvió a subir, con el VIX superando los 30 puntos y borrando la mejora que había tenido hasta mediados de abril. Los bonos tuvieron caídas generalizadas: el índice de bonos del Tesoro cayó 4% el último mes y acumula una baja de 10% en lo que va del año. Igual tendencia marcaron los bonos investment grade, los de alto rendimiento y los emergentes.
Por el lado de renta variable, el S&P cayó 17% (retrocedió a los niveles de marzo de 2021) y el Nasdaq fue el más castigado, al marcar una caída de 26% que lo llevó a los valores de noviembre de 2020, borrando toda la ganancia de 2021. La mayor sensibilidad a la suba de tasas se reflejó en las empresas Growth o de alto crecimiento, que en el año acumulan una pérdida de 25% –lideradas por el ajuste en la FAANG –, mientras que las Value cayeron 5%.
Entre los sectores ganadores de este nuevo ciclo, se destacó el energético, que sigue aprovechando el alza en el precio del petróleo, en tanto que las empresas de consumo estable y utilities cumplieron su rol defensivo y prácticamente no registraron cambios en el año.
Pese a que los precios de los commodities se mantuvieron firmes, la incertidumbre global pesó más y los índices regionales se mostraron a la baja. En un mes donde el dólar continuó fortaleciéndose a nivel global, alcanzando su mayor registro en 20 años, las monedas de la región se deprecian: el real de Brasil lo hace un 5,9%, el peso chileno un 5,1%, el colombiano un 8,6% y el peruano un 2,6%.
En el último mes, el ETF de Latinoamérica (ILF) cayó 18%, frente al 12% que lo hizo el de emergentes (EEM). Así, en lo que va del año el ILF perdió gran parte de lo que había ganado en los primeros 4 meses anteriores y acumula un alza de sólo el 4%, mientras que el EEM cayó 18%. La mala performance del último mes fue generalizada, donde se destacó Brasil (EWZ), que bajó un 20%. Además, Colombia (ICOL) cayó un 15%, Chile (ECH) un 13% y Perú (EPU) un 22%.
Entendemos que gran parte de este comportamiento obedeció a la política monetaria contractiva de la FED y a la inesperada cuarentena en China, que afecta de manera directa a la región. Sin tener claro cómo va a continuar la política para enfrentar al COVID-19 en China, no es recomendable posicionarse en Latam.
Dentro de los pocos activos que mostraron rendimientos positivos, se destacan los inversos. Con tasas de interés al alza e incertidumbre respecto al crecimiento económico, las empresas con potencial de crecimiento de largo plazo se ven muy golpeadas. Es por esto que los ETFs inversos de ARK innovación, Tuttle Capital Short Innovation (SARK) y el de pequeñas empresas – Tuttle Capital Short Innovation (SARK) –, recomendados en el artículo Inflación: ¿soft o hard landing?, acumulan subas de 30% y 27%, respectivamente. Hay que tener en cuenta que son instrumentos altamente volátiles, por lo que solo resultan recomendables para perfiles de riesgo elevado, sin abarcar una porción considerable de la cartera.
Por otro lado, existen otros inversos que pueden resultar interesantes para tomar cierto resguardo, en la búsqueda por posicionarse en un período de alta incertidumbre: estos son el ProShares UltraPro Short QQQ (SQQQ) y el ProShares Short S&P500 (SH), que permiten estar en corto en el Nasdaq y S&P 500.
Para perfiles conservadores, ya se observan tasas de interés en ciertos bonos que resultan atractivas para un horizonte de mediano plazo: hablamos de bonos municipales americanos, con el ETF de Vanguard Tax-Exempt Bond (VTEB), y bonos corporativos, con el iShares iBoxx $ High Yield Corp Bd (HYG). Estos fondos recientemente han presentado importantes caídas debido a la suba de tasas. Sin embargo, en un escenario en el que la FED no acentúa su política monetaria contractiva, estos bonos pueden mostrar retornos importantes, debido a que las tasas que exhiben actualmente ya se encuentran cercanas a niveles históricos.
El índice High Yield de Bofa se ubica en 7%, mientras que antes de la pandemia mostraba rendimientos del 5%. Por otro lado, hay que considerar que, en el anterior programa de retiro de estímulos (2018), alcanzaron rendimientos de hasta 7,9%, por lo que, si bien ya muestran rendimientos atractivos, puede que todavía no hayan encontrado un piso.
3 datos clave para invertir.
Es el spread actual entre los bonos TX24 y TX23. Dicho spread ha mostrado un proceso de ajuste producto de la caída en el precio del TX23 y la demanda que tuvieron los bonos CER del tramo medio / largo. Dicho movimiento se dio por: I) lo negativas que están las tasas en el tramo corto; II) el flujo que reciben los fondos CER, que buscan diversificar en los plazos menos arbitrados. Considerando el riesgo implícito de reperfilamiento en la deuda en pesos, que afectaría a los bonos 2024, creemos que dicho spread se mantendrá, o incluso volverá incrementarse.
Es lo que viene retrocediendo Visa (V) en 2022. La compañía financiera se vio afectada fuertemente por la invasión rusa, además de los confinamientos generados por la variante Ómicron en los primeros meses del presente año. Sin embargo, Visa presentó buenos resultados gracias a la mayor bancarización, especialmente en los países emergentes. Se espera que la compañía logre un repunte de cara a los próximos meses, por lo que su caída representa una interesante oportunidad para posicionarse en esta empresa. La misma se puede adquirir en moneda local mediante Cedears.
Es lo que viene retrocediendo el sector de salud – medido en el ETF XLV – en lo que va del año. La caída en los contagios puso a la vacunación en segundo plano, lo que hizo retroceder al sector, que se había visto beneficiado por estas ganancias en un contexto de pandemia. Sin embargo, los rebrotes de contagios en China y otros países vuelven a poner en la mira a empresas como Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson, al ser estas las principales productoras de vacunas. El ETF XLV no cotiza en moneda local, pero sí lo hacen sus principales empresas, por lo que se las puede adquirir mediante Cedears en el mercado local.
Noticias locales: el país hoy.
En una jornada en la que los mercados externos tuvieron una leve recuperación respecto a la caída del lunes, el mercado local tuvo una rueda neutral, en la que mejoraron las acciones y cayeron los bonos.
Tanto los bonos ley local como los ley extranjera volvieron a mostrarse ofrecidos, con caídas promedio del 0,7%. Los únicos que evitaron dicha corrección fueron los de maturity 2035, el AL35 y GD35, que subieron 0,74% y 0,53%, respectivamente. En este sentido, el riesgo país tuvo un incremento del 0,6% y se ubica en los 1.858 puntos – valores que no alcanzaba desde comienzos de marzo de este año –.
Respecto a la curva de instrumentos en pesos, los resultados observados fueron dispares. En primer lugar, tanto bonos como las letras CER cerraron a la baja. Mientras los bonos retrocedieron 0,47%, las letras lo hicieron 0,41%. Sobre la dinámica de los plazos, el tramo largo fue más ofrecido que el corto. Al respecto, como antesala al dato que se publicará mañana, se conoció el IPC de CABA, que arrojó una variación de 5,3% m/m para el mes de abril (56% i.a.), valor por debajo de las estimaciones que tiene el mercado para el IPC general que se conocerá el día jueves. Por este motivo, las expectativas mostraron un leve ajuste, que se materializó en las cotizaciones de los bonos y letras CER.
Ante la expectativa de que el BCRA vuelva a subir las tasas de interés tras conocerse la inflación de abril, los bonos que ajustan por Badlar tuvieron día levemente positivo, con cierres promedio del 0,2% al alza, contrarrestado por el BDC (-0,38%) y el TB23P (-0,19%).
En un punto intermedio se ubicaron los bonos dollar linked, que finalizaron el día neutros, con el T2V2 apenas positivo, en una jornada donde el BCRA volvió a devaluar por encima del 60% – 65% anualizado – en términos de tasa efectiva. Este aumento en el ritmo devaluatorio pudo observarse también en la reacción del mercado de futuros de dólar, que tuvo un avance promedio de 0,44%. Dentro de este segmento, los contratos que mayores subas mostraron fueron los de octubre (+0,76%) y noviembre (+0,7%).
En cuanto al mercado cambiario, el BCRA compró apenas USD 5 M, lo que marca una fuerte desaceleración respecto a las jornadas previas, en las que adquirió a razón de USD 105 M por día. Esto se debió a que el agro redujo la liquidación del día a USD 167 M, casi USD 100 M menos que el ritmo que venía mostrando en las jornadas anteriores. Pese a que el resultado de las operaciones en el mercado de cambios continúa siendo favorable, las reservas internacionales cerraron la jornada con una baja de USD 17 M, cerrando en USD 46.169 M.
Los tipos de cambio financieros, por su parte, operaron al alza, con avances del 1,1% en el MEP ($208,16) y 0,5% en el CCL ($209,08).
El índice Merval logró repuntar en la jornada de ayer, al avanzar 1,7% en moneda local y 4,1% medido en USD CCL, acompañando de esta manera al contexto internacional.
Entre los sectores ganadores, se destacaron el de utilidades (3,5%) y el de materiales generales (3,1%). Dentro de las empresas, Aluar fue la principal ganadora (6,1%), seguida por Pampa Energía (4,1%) y Ternium Argentina (4%). Sin embargo, entre las tres, solo Pampa Energía logra rendimientos positivos (1,7%) en lo que va del año. Por el lado contrario, el sector de construcción fue el principal perdedor (-1,7%), con Loma Negra marcando la mayor caída del día (-2%) y arrastrando así al sector.
Las empresas que cotizan en el exterior lograron repuntar luego de la caída de ayer, con MercadoLibre (2,4%) y Vista Oil & Gas (2,1%) marcando las principales subas del día.
Noticias globales: el mundo hoy.
La Organización Mundial de la Salud anunció ayer que considera insostenibles los bloqueos que tienen lugar en este país para controlar el COVID-19, dado el impacto de este cierre en la economía global, principalmente por el cierre de uno de los mayores mercados del mundo.
Considerando los efectos del virus, la entidad declaró también que no considera necesaria una intervención de tal magnitud, y que cree que los efectos negativos sobre la economía – tanto local como internacional – se observarán en los próximos meses.
A pesar de la caída en los contagios que está presentando el país, el confinamiento extremo está afectando a la cadena de suministros global, dada la cantidad de empresas que tienen fábricas o producen insumos en el país. Esto tiene un impacto directo en las grandes economías e influye en el encarecimiento de los productos, aumentando así la presión inflacionaria que está sacudiendo al mundo actualmente.
Cabe destacar, a su vez, que el rebrote en China tuvo una gran desaceleración en los últimos días, marcando un promedio de 10.000 casos diarios – vs 30.000 dos semanas atrás –. Sin embargo, continúa el confinamiento en Shanghái y en Pekín, lo que deja en duda la veracidad de los datos publicados por el gobierno populista chino respecto a los contagios.
Cierres y primeros movimientos del día.
Los principales índices bursátiles marcaron resultados mixtos ayer, ante la espera del dato inflacionario de Estados Unidos. Bajo este escenario, el Nasdaq y el S&P avanzaron 1,5% y 0,2% respectivamente, mientras que el Dow Jones retrocedió 0,3%.
Por el lado de los sectores, solo 4 de los 11 que componen el S&P lograron rendimientos positivos. El tecnológico fue el principal ganador de la jornada (1,5%), seguido por el sector energético (0,9%). Entre los perdedores, se destacaron el sector de utilidades (-0,9%) y el de Real Estate (-2,2%), este último afectado principalmente por las proyecciones de suba de tasas que se esperan para los próximos meses. A su vez, miembros de la FED dieron a entender ayer que los tipos de tasas podrían alcanzar entre un 2% y un 3%, lo que no necesariamente implicaría un ajuste en la economía del país. Esta suba afecta fuertemente al encarecimiento de créditos hipotecarios, lo que impacta directamente en el sector de Real Estate.
Por el lado de los commodities, el petróleo volvió a retroceder (-3,5%) y cerró la jornada por debajo de los USD 100. Las nuevas medidas – cada vez más restrictivas – por parte de China, con el fin de controlar los contagios de COVID-19, generan preocupación por los efectos que las mismas tendrían sobre la actividad económica global. Esto impacta directamente en el petróleo, que acumula una baja de casi 5% en lo que va de la semana.
Las tasas de Treasuries cerraron con un retorno de 2,99%, luego de marcar una jornada de alta volatilidad, afectada por las declaraciones de la FED. Sin embargo, la búsqueda de activos menos riesgosos impactó directamente en una caída en los rendimientos de los bonos del Tesoro norteamericanos.
Los futuros de los mercados norteamericanos operan al alza esta mañana, encabezados por el Nasdaq, que avanza 1,1%, y seguido por el S&P y el Dow Jones, con +0,9% y +0,8% respectivamente.
Por el lado de los commodities, el petróleo avanza un 2,9% y se recupera de la fuerte caída marcada en el día de ayer, mientras que el oro sube un 0,5% en lo que va de la mañana.
En el día de hoy, la mira estará puesta en el dato de inflación de Estados Unidos del mes de abril. El pronóstico se ubica en una suba de 0,2% m/m, marcando así una importante caída respecto al 1,2% m/m de marzo, lo que concluiría en una suba de 8,1% i.a. La gran caída respecto al mes previo correspondería a la estabilidad que mostraron los precios energéticos el mes previo. Un resultado por encima de estas expectativas podría aumentar la incertidumbre del mercado respecto a si las medidas tomadas por la FED son suficientes para controlar la inflación al alza del país.
Bajo este contexto, el índice DXY retrocede levemente hasta los 103,6 puntos, mientras que las tasas de Treasuries caen 6 pb, llegando a 2,93%.
Tanto los mercados europeos como los asiáticos operan al alza en lo que va de la mañana, a excepción de India y Singapur, que retroceden levemente.
Noticias locales: el país hoy.
El índice Merval no logró superar el contexto internacional y terminó la jornada a la baja, tanto en moneda local (-4,9%) como en USD (-4,9%). Dentro del panel líder, todos los sectores cerraron a la baja, con el de Real Estate encabezando las pérdidas del día (-8%). Por el lado de las empresas, todas terminaron retrocediendo, destacándose Cresud (-10,2%) y Central Puerto (-7,7%), que marcaron las mayores pérdidas.
Con respecto a las compañías que cotizan en el exterior, Mercado Libre fue la más afectada, al retroceder un 16,9% durante la jornada de ayer, marcando así su peor caída en los últimos 13 años. Los temores respecto al futuro del e-commerce están afectando a todas aquellas compañías que lograron beneficiarse durante la pandemia, pero que hoy no logran repuntar luego de ese momentum.
Esto ocurre luego de que la empresa presentara sólidos resultados empresariales durante el 1Q22, con expectativas de generar más de 14.000 nuevos puestos de trabajo. Al igual que Amazon, Mercado Libre está viéndose fuertemente afectada por el contexto actual, y ya retrocede un 42% en lo que va del año.
En línea con lo ocurrido en el plano internacional, en el comienzo de la semana los activos locales sufrieron importantes correcciones, tanto en el plano de la renta fija como en el de renta variable.
Los bonos soberanos en dólares promediaron una caída de 0,6% y el riesgo país volvió a escalar 2,3%, para ubicarse en las 1.847 unidades. Esta situación añade un viento de frente adicional a los bonos locales, que ya se encontraban golpeados por la situación macroeconómica local. En lo que va del año, algunos de ellos acumulan caídas de hasta 20%.
En el plano de los bonos en pesos, también se observó un escenario más conservador, ya que los instrumentos CER – que venían siendo demandados por la inercia inflacionaria – finalizaron la jornada con leves pérdidas. Mientras los bonos ajustaron 0,18%, con el tramo corto como el más afectado, las Lecer lo hicieron 0,65%. Esto ocurre en la antesala de la publicación del dato de inflación de abril (próximo jueves a las 16 hs.), que se estima entre 5,5% y 6%.
La buena noticia fue que el BCRA continuó aprovechando el fuerte incremento en la liquidación del agro y compró USD 110 M en el mercado de cambios, acumulando en lo que va del mes compras netas por USD 625 M. Pese a estas intervenciones, dada la depreciación del yuan y caída del precio del oro, las reservas internacionales cayeron USD 178 M, cerrando en USD 41.631 M.
En cuanto al tipo de cambio, ayer el BCRA volvió a devaluar al 60% anualizado, con escasos efectos en el mercado secundario, dado que los bonos dollar linked continuaron su camino a la baja. Los mismos cerraron el día con ajustes del 0,5%, con el TV23 marcando la mayor caída (-0,65%). Si consideramos que a fines de marzo los rendimientos de los instrumentos en cuestión se encontraban por encima de 0%, el margen para que los precios continúen en caída todavía es amplio.
Una de las sorpresas del día fue lo ocurrido con los tipos de cambio financieros. Frente a un escenario de caídas generalizadas, tanto el dólar MEP como el CCL no representaron un refugio para los inversores. El MEP cayó 0,9% y el CCL 0,1%, quedando las cotizaciones en $208,49 y $208,16 respectivamente. El canje, por su parte, se mantiene estable en 0,7%.
Noticias globales: el mundo hoy.
La compañía productora de autos eléctricos continúa viéndose afectada por el confinamiento que sigue vigente en China, lo que llevó a que en los últimos días detuviera la mayor parte de su producción en Shanghái.
Tras un cierre total de 22 días, la empresa volvió a generar 1.200 autos por día el 19 de abril, luego de la reapertura parcial que se estableció en la ciudad. Sin embargo, dada la falta de insumos y la ausencia de trabajadores, la fábrica reportó que no espera producir más de 200 autos diarios en los próximos días.
Luego de la reapertura de la ciudad, la compañía tenía planificado llegar a producir más de 2.600 autos diarios durante mayo, aunque nuevas medidas de confinamiento llevaron a frenar nuevamente la producción en su planta principal. De esta manera, la empresa de Elon Musk se está viendo fuertemente afectada por el confinamiento, al ser la segunda mayor fabricante de autos eléctricos en China.
Afectada también por el contexto actual, la empresa retrocedió un 12,8% durante la última semana, lo que se acumula a la caída de 34,4% en lo que va del 2022.
Cierres y primeros movimientos del día.
Ayer el mercado de acciones cerró con fuertes caídas, ocasionadas por nuevos temores ante la suba de tasas futura que se espera por parte de la FED. Luego de darse a conocer el dato de empleo el día viernes, el mercado volvió a retroceder, producto de la fortaleza que continúa marcando el mercado laboral. De esta manera, los tres principales índices cerraron a la baja, con el Nasdaq (-4%) encabezando las caídas, seguido por el S&P (-3,2%) y el Dow Jones (-2%).
Dentro del S&P 500, que terminó por debajo de los 4.000 puntos por primera vez desde marzo de 2021, todos los sectores cerraron la jornada a la baja. El energético fue el principal perdedor (-8,3%), afectado por la caída que marcó el petróleo, seguido por Real Estate (-4,7%) y Consumo Discrecional (-4,3%). El sector de consumo defensivo fue el único que no registró variaciones. Entre las compañías, Apple (-3,2%), Microsoft (-3,7%) y Amazon (-5,2%) fueron las principales impulsoras a la baja del índice S&P, dada su gran ponderación. A su vez, cabe destacar que las compañías Growth y las Value, tanto las large caps como las small caps en ambas categorías, cerraron a la baja, afectadas por la aversión al riesgo en este contexto.
A pesar de haber iniciado el día al alza, la búsqueda de activos menos riesgosos llevó a retroceder a la tasa de Treasuries, que cerró el día en 3,03%, cayendo así 5 pb. El gran ganador del día fue el dólar, que logró consolidar su posición en este escenario y alcanzó su máximo valor de los últimos 20 años, con el índice DXY marcando los 104 puntos a lo largo del día.
Por el lado del petróleo, el temor a una caída en la actividad llevó al WTI a retroceder 7,3%, hasta los USD 102,5. A esto se le sumó que diversos países – como por ejemplo Hungría – continúan negociando alternativas a la prohibición de petróleo ruso que busca imponer la Unión Europea. Esto significa que la medida podría no ser tan drástica como se esperaba en un principio, ya que varios países continúan solicitando una accionar más gradual a lo largo del año. El oro, por el contrario, terminó al alza, avanzando un 0,2% durante la jornada de ayer.
Los futuros de los mercados norteamericanos operan al alza esta mañana, en lo que podría considerarse un rebote respecto a la caída que sufrieron ayer. Los tres principales índices operan al alza, encabezados por el Nasdaq (1,5%), seguido por el S&P (1%) y el Dow Jones (0,9%). Esto demuestra que la volatilidad continúa marcando la agenda de los inversores, con el índice VIX manteniendo un crecimiento del 37% durante el último mes.
Por el lado de los commodities, los futuros del oro se mantienen sin variaciones, mientras que los futuros del crudo retroceden un 1,4% en lo que va de la mañana. A pesar de su caída, el conflicto geopolítico continúa en la mira, a la espera de nuevas sanciones y los efectos que estas podrían generar en la demanda energética mundial.
Las tasas de Treasuries, por su parte, retroceden levemente hasta 3,02%. Durante el día de hoy comparecerán varios miembros de la FED, luego de la suba de tasas de la semana previa. Se espera que declaraciones más hawkish puedan afectar la volatilidad de las tasas de los bonos del Tesoro durante el día de hoy.
Los mercados europeos se ven contagiados por el optimismo y operan todos al alza esta mañana, promediando subas del 1%. Por el contrario, los principales índices asiáticos retroceden, a excepción de Shanghái, que avanza un 1,1% en los que va del día.
Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local e internacional.
La decisión de la FED y la renovada tensión por los precios de la energía fueron los grandes protagonistas en una semana marcada – nuevamente – por la volatilidad. Las tasas de interés volvieron a subir y el mercado no logró hacer pie, con los principales índices bursátiles cerrando a la baja.
Continúa el confinamiento en China. A pesar de la leve caída que vienen marcando los contagios en China (18.000 casos diarios, vs 30.000 la semana previa), el país no muestra señales de reapertura. Los cierres están afectando tanto a Shanghái como a Beijing, que se sumó en los últimos días. Esto lleva a agravar los efectos de una menor producción, que ya impacta no solo a estas ciudades, sino también a todo el país. Esto queda a la vista en el PMI de servicios de abril, que consolidó la caída registrada en marzo y llegó a 36,2 puntos, el nivel más bajo desde febrero de 2020, cuando el país se encontraba en plena pandemia. Esto es una luz amarilla no solo para la segunda economía mundial, sino también para el resto del mundo.
Se viene la sexta sanción. Los mercados continúan expectantes ante el sexto paquete de sanciones hacia Rusia por parte de la Unión Europea. Entre las medidas, se destaca la prohibición de importaciones de gas ruso, además de eliminar las compras en un plazo de 6 meses, para así detener el financiamiento de la invasión. Sin embargo, no todos los miembros están a favor de la medida dado el impacto que tendría en sus economías: este es el caso, por ejemplo, de Hungría, Eslovaquia y República Checa. Los tres estados piden que la prohibición sea gradual, considerando su alta dependencia, por lo que aún continúa el armado de las sanciones, que se espera que se den a conocer en los próximos días.
Petróleo nuevamente al alza. Las nuevas sanciones a Rusia y la negativa de la OPEP a aumentar la producción aumentan la tensión de los suministros globales de energía y presionan sobre el precio del petróleo. Si bien la OPEP decidió aumentar en 432.000 barriles diarios la oferta, resulta poco en vistas compensar la salida de Rusia del mercado. La organización se niega a aumentar más la oferta ante los temores de que la desaceleración económica de China y de la economía global golpeen la cotización del petróleo. De esta forma, el crudo avanzó un 5,5% en la última semana y volvió a alcanzar los USD 113. Lo mismo ocurrió con el gas natural, que avanzó un 9,9% y se estima que mantendrá este camino de volatilidad, al continuar las especulaciones respecto a las sanciones a Rusia.
La FED endurece la política monetaria. El último miércoles la FED anunció una nueva suba de la tasa de interés de referencia. Al alza de 25 bp que había anunciado en marzo se sumó otra suba de 50 bp, por lo que la tasa de interés pasó al 1%, aún por debajo a los niveles prepandemia, cuando se ubicaba en 1,75%. La decisión tuvo dos características: es la suba más fuerte desde mayo de 2002 y, además, es la primera vez desde 2006 que la FED decide subir la tasa en dos reuniones consecutivas. A su vez, la entidad indicó que comenzaría a reducir su tenencia de activos a partir de junio: USD 47.500 M los primeros tres meses y luego USD 95.000 M. La buena noticia para el mercado fue que Powell aclaró que no espera un escenario recesivo para los próximos meses – a pesar de la desaceleración del primer trimestre – y descartó una suba de 75 pb para la reunión de julio, indicando que no se necesitaría una medida tan extrema.
El mercado laboral fuerte. El informe de empleo publicado al cierre de la semana estuvo levemente por encima de las expectativas. Concretamente, en abril se crearon 428 mil nuevos puestos de trabajo no agrícolas, idéntico resultado al de marzo, aunque el empleo privado sumó 406 mil nuevos puestos, levemente por debajo de los 424 mil que había marcado en marzo. Al mismo tiempo, el empleo agrícola cayó en 781 mil – el peor registro desde febrero del año pasado –, por lo que el empleo total marcó una caída de 353 mil nuevos puestos, el peor resultado desde abril de 2020. La tasa de participación se redujo del 62,4% al 62,2% y esto permitió que, a pesar de la caída del empleo, la tasa de desempleo se mantenga en 3,6%.
Continúa el crecimiento. En la última semana se dio a conocer también la balanza comercial de marzo que resultó en un déficit récord que alcanzó los 109,8 MM, superando tanto las expectativas (107 MM) como al mes (89,8 MM). Esto se debe al mayor dinamismo que están mostrando las importaciones (27% i.a.) respecto a las exportaciones (18% i.a.). Medidas a precios constantes, las importaciones crecieron 14% i.a. y las exportaciones 1,4% i.a. A su vez, se publicó el PMI de servicios, que resultó en 55,6 – vs 54,7 de expectativas y 58 del mes previo- en tanto que el PMI manufacturero cerró en 59.8 puntos, mejor que el mes anterior –. Se espera que los inconvenientes en las cadenas de suministros producto del confinamiento en China afecten aún más a la actividad económica, lo que demanda seguir de cerca estos datos en los próximos meses.
Bonos sin piso. Los bonos volvieron a caer la semana pasada, afectados nuevamente por la suba de tasas y la proyección de mayores subas para los próximos meses. Bajo este contexto, la USD10YR cerró en 3,14%, 20 pb por encima de la semana previa, valor alcanzado una sola vez en los últimos 10 años. La USD2YR solo avanzó 3 pb, llegando a 2,73%, lo que hace más empinada la curva de rendimientos. Esto demuestra la gran preocupación de los mercados respecto al crecimiento de la economía estadounidense para el largo plazo. Por su lado, tanto los bonos de alto rendimiento como los de mayor calidad cerraron la semana con nuevas caídas en sus precios (1,2% y 1,6% respectivamente), acumulando bajas mensuales respectivas de 4% y 6,6%.
Sin repunte en los mercados bursátiles. A pesar de haber empezado la semana al alza, los mercados terminaron retrocediendo. El Nasdaq retrocede un 1,3% (22% en el año), seguido por el S&P y el Dow Jones, ambos con bajas de 0,2% (bajan 13,4% y 9,4% respectivamente en lo que va del año). Dentro de los sectores, el energético se vio beneficiado por el contexto internacional, lo que lo impulsó un 10,3%, seguido por el de utilidades, con 1,3%. Por el contrario, el gran perdedor de la semana fue el segmento de Real Estate, que retrocedió 3,8% afectado negativamente por la suba de tasas, que encarece los créditos hipotecarios. Lo propio ocurrió con el sector de innovación disruptiva, que cayó 3,2% y acumula una baja de 52% en lo que va del año. Esto le dio impulso al sector Value, que en la semana subió 0,5% mientras el Growth cayó 0,9%.
El mundo afectado por la suba de tasas. Las bolsas globales también cerraron la semana en rojo. El índice global cayó 1,2% producto de la suba de tasas y del contexto en Europa y China. Los países emergentes también sufrieron con este escenario (-3,4%), mientras que la región de Latam retrocedió (-3%) afectada por el encarecimiento de la deuda futura que pueda tomar producto del alza en las tasas de interés. Solo Chile logró desprenderse de esta caída (2,1%), al terminar la semana al alza, mientras que Brasil continúa retrocediendo (-4,4%) y perdiendo así parte de las ganancias que acumuló durante el primer trimestre del año.
El mercado local se vio golpeado por la volatilidad del contexto global y la incertidumbre en el ámbito interno, donde la dinámica de las cuentas públicas y la inflación adquieren especial protagonismo. La buena noticia es que, de la mano de la mayor liquidación del agro, el BCRA viene comprando divisas en el mercado de cambios.
Viento de frente. El deterioro que viene marcando el contexto global es un nuevo golpe para los activos argentinos. El fortalecimiento del dólar frente a la mayoría de las monedas – y del Real Brasileño en particular – y la inflación local siguen deteriorando el Tipo de Cambio Real Multilateral (TCRM), que arrancó mayo con una baja de 0,8%, acumulando en el último mes una caída de 4,3% (17% en el último año). La mayor pérdida de la semana y del mes la anotó el tipo de cambio real bilateral, con Brasil ajustando 2,2% en la semana y 7,6% en el mes. A diferencia de las semanas previas, en las que actuó como “colchón” para la pérdida de competitividad, el Índice de Precios de Materias Primas (IPMP) arrancó la primera semana de mayo cayendo 0,2%, dado que la caída de 0,5% en los precios agrícolas no logró ser compensada por el alza de 6,9% en los precios de la energía. Más allá de esta caída, los precios de las materias primas continúan siendo los aliados del mercado local, ya que se ubican 20% por encima de los de un año atrás, marcando nuevos récords.
Temporada de cosecha. Tras un primer cuatrimestre en el que el BCRA apenas pudo comprar USD 113 M, contrastando con el mismo período del año pasado, en el que había adquirido más de USD 3.600 M, en la primera semana de mayo arrancó con mejor dinamismo, al comprar US D520 M – vs USD 620 M en el mismo período del año pasado –. Esta mejor performance se apoyó en la mayor liquidación de divisas del agro, que en las primeras 5 ruedas del mes aportó USD 1.200 M, unos USD 240 M por día, 40% más que en abril y 30% por encima de lo liquidado en la primera semana de mayo del año pasado.
Caen las reservas. Pese a la buena cantidad de divisas que adquirió el BRCA en el mercado de cambios, en la última semana las reservas internacionales presentaron una baja de USD 198 M, cerrando la semana con un stock bruto de USD 41.809 M y, además, con USD 3.800 M reservas netas. La caída obedeció principalmente al pago de intereses al FMI por USD 360 M y a la devaluación del Yuan. En lo que va del año, las reservas brutas subieron USD 2.200 M gracias al desembolso del FMI por USD 6.500 M. Como venimos comentando, el BCRA deberá mantener el ritmo de compra de divisas para cumplir la meta acordada con el FMI, que establece que el stock de reservas netas deberá terminar junio en USD 6.400 M. Vale destacar que, por el “fondo de resiliencia” del FMI, a Argentina le tocarían USD 1.300 M, lo que le permitirá pasar el trimestre sin sobresaltos.
Modera el ritmo de devaluación. Con un mercado cambiario más holgado, el BCRA volvió a moderar el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial. Mientras en la última semana de abril subió al 63% anualizado, en la primera semana de mayo se redujo al 55%. Mientras tanto, el dólar CCL y el MEP tuvieron una leve tendencia alcista y subieron en torno al 1%, cerrando en torno a $208. De esta manera, la brecha cambiaria se mantuvo en torno al 80%. El tipo de cambio cobertura de los pasivos monetarios (circulante, depósitos a la vista y 50% de plazos fijos) se ubica en $225.
Ajustan los bonos dollar linked y comprime la curva Rofex. El mejor momentun del mercado cambiario también impactó en los bonos ajustables por tipo de cambio (dollar linked) y en el mercado de futuros de dólar, que en la semana se mostraron a la baja. Los bonos dollar linked cayeron un 3,1% (2,4% el T2V2 y 3,8% el TV23) y las TNA de Rofex comprimieron en 7,2% en promedio. Recordemos que mayo y junio históricamente suelen ser los meses de mayor liquidación del agro, por lo que el tipo de cambio oficial debería estar calmado
Los bonos CER siguen subiendo. Los bonos ajustables por CER continúan captando el flujo dentro de la curva pesos: la semana pasada finalizaron con un alza promedio de 2,6%, de la mano de los bonos que vencen a partir de 2024, que se recuperaron de la caída de la semana previa, al aumentar el riesgo de reperfilamiento.
Sin piso para los bonos. A pesar de que el escenario de default ha quedado atrás luego del nuevo acuerdo con el FMI, los bonos soberanos locales se mantienen a la suerte del mercado internacional y expuestos a los vaivenes del contexto local. No hay demanda genuina que rompa la dinámica actual, por lo que las paridades se mantienen en el rango de 30% - 35%. Así, el riesgo país finaliza en las 1.806 unidades (5 unidades más que la semana pasada).
Mala semana para las acciones. El mercado accionario local no logra revertir la tendencia y sumó una nueva semana en terreno negativo. En la primera semana de mayo, arrancó con una baja de 2% – medida en pesos – (cerró en 86.507 unidades) y de 2,5% en dólares CCL (cerró en USD 415). Dentro de los papeles más afectados, encontramos a Cresud (-13,15%) y a Transportadora de Gas del Sur (-4,36%).
Más inflación esperada. Cerrando la semana, el BCRA publicó el REM (Relevamiento de Expectativas de Mercado) de abril. Una de las primeras observaciones es el ajuste al alza en las expectativas de inflación para 2022, que subió de 59,2% a 65,7%. Para los próximos 12 meses, la media se ubica en 58,1%. lo que implica un ajuste de expectativas de casi 3 pp. Para la versión núcleo, la media de estimaciones para 2022 se encuentra en 65,3% (+5.9% respecto al REM anterior). Para el tipo de cambio, el REM espera que el promedio de 2022 se ubique en $155,8, levemente por encima del estimado el mes previo, en tanto que para los próximos doce meses espera que llegue a $174, lo que implica un alza de 54% i.a.
La mira de la semana estará puesta en el IPC de EE.UU de abril, que se publicará el miércoles próximo. Dado el menor impulso de los precios de la energía, las expectativas ubican al dato mensual levemente por debajo del registrado en marzo (0,3% m/m, vs 1,2% m/m en marzo), lo que moderaría la suba anual al 8,1%, en tanto que para el IPC core subiría a 0,5% m/m, quebrando tres meses consecutivos de moderación.
También se publicará el dato de IPP (Índice de Precios del Productor), donde las expectativas se ubican en 0,6% m/m, levemente por debajo del 1% de marzo. También se publicará la confianza del consumidor de Michigan de mayo, donde el pronóstico está en 63 puntos (vs 62,5 de abril).
Todas las miradas estarán puestas en el resultado del IPC nacional de abril. Revisamos al alza nuestra expectativa, llevándola de 5% a 5,5% (el REM la elevó de 4,4% a 5,5%). Si bien esto marcaría una baja respecto al registro de marzo, la variación anual subiría al 57%, la más alta desde enero de 1992.
También se publicará el índice de salarios de marzo, que viene creciendo al 52% i.a. En este contexto, las paritarias salariales siguen estando muy por encima del objetivo del gobierno, con gremios cerrando con ajustes superiores al 80%. No hay ningún ancla para moderar las expectativas de inflación, lo que representa el mayor riesgo de la coyuntura actual.
Mientras tanto, el BCRA deberá seguir aprovechando la temporada alta de liquidación de exportaciones para fortalecer las reservas internacionales.
Ante la reducción del ritmo devaluatorio del BCRA, las tasas implícitas mostraron un ajuste...
Mayo arrancó con el BCRA reduciendo el ritmo devaluatorio diario: de un 60% anualizado en abril, pasó a un 55% (promedio en las 5 primeras ruedas del mes). Esto se debe a que nos encontramos en un mes donde – históricamente – las liquidaciones del agro suelen ser de las más altas del año.
En consecuencia, las tasas implícitas mostraron un ajuste promedio del 7,2%, siendo los meses de agosto y septiembre los de mayor ajuste (-11,5% y -9,9% respectivamente). De esta manera, las implícitas pasan de un rango de 59% - 67% en el último viernes de abril a otro de 54% - 62% la semana pasada – sin contemplar los contratos de mayo –.
De cara a las próximas semanas, y considerando que el grueso de liquidación de divisas suele incluir a junio, el BCRA no tendría incentivos para volver a aumentar el ritmo devaluatorio. por lo que los contratos futuros de dólar tendrían algo más de margen para ajustar en materia precios.
En cuanto a métricas de volumen, si tomamos el promedio de la semana pasada respecto a la anterior, este cayó un 67%, aunque dicha diferencia radica en que hubo un rolleo importante de los contratos que correspondían a finales de abril.
Por el lado del interés abierto, aumentó un 13% en una semana, pese a las menores expectativas devaluatorias. Esto encuentra razón en el ruido político de la actualidad. y lleva a los inversores a querer seguir cubiertos ante cualquier evento inesperado de corto plazo.
Los futuros norteamericanos retroceden fuertemente en el primer día de la semana...
Los futuros norteamericanos retroceden fuertemente en el primer día de la semana, luego de darse a conocer el informe de empleo de EE.UU el último viernes. De esta manera, ante la espera de una FED más hawkish, el índice Nasdaq marca la mayor caída (-2,6%), seguido por el S&P y el Dow Jones (-1,9% y -1,5% respectivamente).
Esto también afecta a los futuros del petróleo, que caen 2,4%, mientras que el oro, por su parte, retrocede 1,3%. De esta manera, la preocupación respecto a una posible recesión hace retroceder el precio del crudo – a pesar de que el mercado aún espera las sanciones contra Rusia –, lo que en caso de incluir la prohibición de importaciones energéticas, afectaría fuertemente la demanda global del commodity.
Por otra parte, el dólar se fortalece y llega a su máximo de las últimas dos décadas. Así, el índice DXY alcanza los 103,8 puntos, mientras que las tasas de Treasuries no encuentran freno y avanzan 5 pb, llegando a 3,18%, un nuevo máximo desde 2018.
Cabe destacar que esta semana continuarán compareciendo distintos miembros de la FED, por lo que posturas más agresivas podrían impactar aún más en los mercados de acciones y en los rendimientos de los bonos del tesoro.
Bajo este contexto, la mira de la semana estará puesta en el dato de inflación de EE.UU que se publicará el próximo miércoles. Las expectativas ubican el dato interanual en 8,1% – vs 8,5% en marzo – y al mensual en 0,2%, ampliamente por debajo del 1,2% m/m del mes previo. Un resultado superior podría acrecentar la preocupación respecto a una FED más hawkish, lo que podría impactar fuertemente en los mercados bursátiles.
Este escenario también arrastra tanto a las principales bolsas europeas como a las asiáticas, a excepción de China, que avanza 0,1% en lo que va de la mañana.
Noticias locales: el país hoy.
En una jornada muy adversa para el plano local, que se vio afectado por el desplome global, los bonos soberanos sufrieron un duro revés ayer, cayendo 0,9% en promedio. El contexto de ajuste no discriminó legislación, y ambas curvas – ley local y extranjera – se mostraron negativas. Por dicho motivo, el riesgo país subió 1,9% cerrando en 1.783 unidades.
De este modo, ya sea por el contexto global o por las condiciones de la economía local, los bonos soberanos siguen sin encontrar rumbo, y se pierden en la lateralización. Estimamos que las cotizaciones irán encontrando sostén a medida que se aprueben las revisiones trimestrales con el FMI, ya que el problema del default quedó atrás.
Dentro de los bonos en pesos, el contexto inflacionario sigue direccionando el flujo hacia los instrumentos CER, que terminaron el día 0,55% al alza en promedio. Los más destacados fueron el TX28 y el TX26, con movimientos de +2,7% y +2%, respectivamente. Las LECER, por su parte, tuvieron un cierre con un sesgo bajista de 0,08%.
Los bonos CER del tramo largo siguen demandados, pese a los temores de reperfilamiento que giran en torno a la deuda en pesos. Recordemos que dichos rumores cobraron fuerza luego de que el Tesoro no logre cubrir el total de los vencimientos en abril.
En lo que respecta a los bonos dollar linked, el ajuste que acumulan desde comienzos de la semana se mantiene, dado que con la estacionalidad de la liquidación del agro las expectativas de devaluación caen. De hecho, el BCRA ayer devaluó al 57% anualizado, por debajo del 60% aproximado que se observó durante abril.
En cuanto a la curva Badlar, no hubo movimientos destacados, a excepción de la recuperación que tuvo el PR15, que finalizó en positivo por 1,6%.
Finalmente, y en línea con mayor aversión al riesgo a nivel general, los tipos de cambio financieros escalaron un 0,85% en promedio. Así, el dólar MEP cerró en $205,39 y el CCL en $206,61, ambos medidos por GD30.
La renta variable tampoco pudo escapar a lo ocurrido en los mercados globales, por lo que registró una caída de 3,3%, donde ALUA y TGSU2 fueron los más perjudicados (-5,04% cada uno).
Noticias globales: el mundo hoy.
Ayer se dio a conocer la noticia de que Elon Musk se posicionará como CEO temporario de la red social, luego de concretarse su compra por USD 44.000 M.
El antiguo CEO de la compañía, Parag Agrawal, indicó que el mandato de la misma es incierto bajo el manejo del multimillonario Elon Musk. Esto confirma los rumores de una presunta mala relación entre el directorio de la compañía y el nuevo dueño de la misma.
A pesar de esto, Twitter se sigue diferenciando del sector de comunicaciones y del índice Nasdaq, al avanzar 2,3% el día de ayer, a pesar del desplome general. De esta manera, la compañía acumula un alza de 18%, beneficiada principalmente por la noticia de la compra que se dio a conocer el mes previo.
Cierres y primeros movimientos del día.
Si bien las primeras reacciones al comunicado de la FED habían sido favorables, con los principales índices bursátiles cerrando el miércoles con fuertes subas, el “buen humor” duró poco y ayer se vivió la peor jornada de los últimos dos años. Las preocupaciones sobre la dinámica inflacionaria y la tardía respuesta de la FED volvieron a golpear a los rendimientos de los bonos del Tesoro, con la tasa de los UST10Y cerrando en 3,07%, el nivel más alto desde octubre de 2018. En este contexto, los principales índices bursátiles americanos perdieron todo lo que habían ganado en la jornada anterior, marcando importantes caídas: el Nasdaq fue el más castigado, con una baja de 5%, seguido por el S&P, que cayó 3,7%, y el Dow Jones, que retrocedió 3,3%.
Todos los sectores que componen el S&P tuvieron una muy mala jornada. El peor resultado lo tuvo el de consumo discrecional, que de la mano de Amazon y Tesla cayó 5,6%, seguido por el tecnológico y el de comunicaciones, que presentaron bajas de 4,8% y 3,7% respectivamente.
Las preocupaciones en cuanto a la dinámica inflacionaria se potenciaron ayer ante la nueva escalada del precio del petróleo y del gas natural, ante las preocupaciones sobre la escasez de suministros globales por el inminente embargo de la Unión Europea sobre el petróleo ruso. La propuesta europea es eliminar los suministros de crudo ruso y productos refinados en seis meses, así como también prohibir todos los envíos, corretaje, seguros y financiamiento ofrecidos por empresas de la Unión Europea para transportar petróleo ruso. Al mismo tiempo, la OPEP se niega a aumentar la oferta, siguiendo con su estrategia de recortar los suministros, que están en niveles récord. Ayer, el WTI cerró en USD 108, acumulando en las últimas dos ruedas un alza de 6%.
El dólar retomó su camino alcista contra el resto de las monedas. El índice del dólar DXY se mantuvo por encima de 103,5, el nivel más alto desde finales de 2016. Así, el índice que mide la cotización del dólar frente a las principales monedas se encamina a cerrar su quinta semana consecutiva de suba. Con respecto al resto de las monedas, el dólar se fortaleció 2% frente al real brasileño, que volvió a cerrar por encima de USDBRL 5, en tanto que el yuan subió 0,7%, llegando a 6.67.
Los futuros de los mercados norteamericanos continúan el camino del día de ayer y marcan caídas: 0,4% el Nasdaq, 0,3% el S&P y 0,2% el Dow Jones.
Esto ocurre ante la espera del informe de empleo de EE.UU, que se dará a conocer el día de hoy. Los pronósticos ubican a la tasa de desempleo de abril en 3,5% – vs 3,6% del mes previo –. En caso de confirmarse este dato, y manteniéndose la tasa de participación, el mercado podría tomarlo como una confirmación de mayor suba de tasas futura, dada la solidez que mantiene el mercado laboral. Al ser uno de los datos que analiza la FED, junto con la actividad económica, una caída cada vez mayor del desempleo llevaría a especular con que la entidad aún tiene margen para mayores subas de tasas con el objetivo de controlar la inflación.
Bajo este contexto, la tasa de Treasuries avanza hasta 3,08%, mientras que el DXY cae levemente, aunque se mantiene cercano a sus valores máximos del año (103,3 puntos).
El petróleo, por su lado, avanza un 2,2% ante la preocupación de que la prohibición de importación de petróleo ruso afecte fuertemente la demanda del mercado europeo. Sin embargo, la Unión Europea dio a conocer que flexibilizará la medida para que países como Hungría, Eslovaquia y República Checa puedan tener un mayor margen de tiempo para adaptarse a la restricción.
Noticias locales: el país hoy.
En un contexto global favorable por el comunicado de la FED, los bonos soberanos aprovecharon este “buen humor” y terminaron al alza. Los bonos en dólares cerraron el día con una suba del 1%, con los globales (+1,12%) performando mejor que los bonares (+0,3%). Así, el riesgo país cayó 2,5%, para finalizar en las 1.750 unidades.
Por el lado de los bonos en pesos, la curva CER no mostró grandes variaciones, ya que en promedio tuvo un movimiento diario de +0,17%. Aún así, los bonos largos de la curva, como el DICP y el TX26, tuvieron ascensos de 1,85% y 1,05% respectivamente. Las Lecer, por su parte, cerraron el día levemente positivas (0,15%).
Dentro de los bonos que ajustan por tasa, los cierres fueron dispares, donde el BC24 fue de lo mejor, ya que escaló un 0,7%. El PR15, por el contrario, cayó 1,7%.
Ya moviéndonos en el plano de los bonos que ajustan por tipo de cambio, los mismos cerraron con caídas generalizadas de 1,2%, con el T2V2 siendo el más afectado (-1,8%), aunque el TV24 fue el más operado ($550 M).
Respecto a los tipos de cambio financieros, el MEP retrocedió un 1,9%, hacia los $104,87, y el CCL hizo lo propio un 1,8%, hacia los $208,6. El canje se mantuvo estable en 0,7% (todo esto medido con GD30).
Acerca de la renta variable, el índice Merval tuvo un leve retroceso de 0,2%, para cerrar en las 89.401 unidades. Dentro de las subas, las más destacadas fueron las de COME (+2,68%) y BYMA (+1,91%). Por el lado de las bajas, sobresalieron las de CRES (-3,04%) y SUPV (-3,03%).
Noticias globales: el mundo hoy.
Tal como estaba previsto, la FED confirmó el endurecimiento de la política monetaria, al elevar la tasa de referencia en 50 pb. Se agrega al alza de 25 pb de marzo, por lo que la tasa ahora se ubica en 1%, la más alta desde febrero de 2020, cuando previo a la pandemia estaba en 1,75%. Además de ser el mayor movimiento desde mayo de 2020, es la primera vez desde 2006 que sube la tasa en dos reuniones consecutivas, lo que marca la reacción de Powell luego de que la inflación llegue al nivel más alto desde 1981.
Además de la suba de tasas, la FED confirmó que comenzará a reducir las tenencias de activos en su balance, que superan los USD 9 billones. La reducción se hará en fases: a partir de junio, al reducir en USD 47.500 M en los primeros tres meses, y luego se acelerará a USD 95.000 M (USD 60.000 M de bonos del Tesoro y USD 35.000 de cédulas hipotecarias).
La FED destacó que, si bien la actividad económica se contrajo en el primer trimestre, no prevé un escenario recesivo. El gasto de los hogares y la inversión mantuvieron un buen dinamismo. Además, la creación de empleo se mantuvo fuerte en los primeros meses del año, lo que permitió una caída sustancial de la tasa de desempleo. También reconoció que la inflación sigue siendo elevada producto de los desequilibrios de oferta y demanda que dejó la pandemia, potenciada además por la suba de precios de la energía – derivada del conflicto en Ucrania –.
Cierres y primeros movimientos del día.
En una jornada en la que las miradas apuntaban a la decisión de la FED, los mercados cerraron al alza. Si bien la entidad conducida por Powell subió la tasa de referencia en 50 bp, hasta 1% – el mayor movimiento alcista desde mayo de 2000 –, el comunicado trazó un escenario menos agresivo al esperado, lo que le dio un impulso a los mercados. La tasa de los bonos del Tesoro bajaron levemente, con la UST10Y cerrando en 2,92%, el dólar se debilitó y todos los mercados de renta variable respondieron al alza, siendo la mejor jornada desde mayo de 2020. El Nasdaq subió 3,4%, acumulando en las últimas tres ruedas un alza de 5,4%, en tanto que el S&P avanzó 3% (4,1% en el mes).
Todos los sectores que componen el S&P tuvieron una jornada positiva, con muy buenos resultados que les permiten arrancar el mes recuperando parte del terreno perdido en abril. El sector de mejor resultado volvió a ser energético que, de la mano de la suba del petróleo, subió 4,2% en la jornada y 8,8% en las 3 primeras ruedas del mes. Le siguieron las acciones del sector tecnológico y de comunicaciones, que marcaron alzas de 3,5% y 3,4% – respectivamente –, impulsadas por la recuperación que marcaron las grandes FANGS: Meta subió 5,2%, Google 4,2% y Apple 4,1%.
Entre las noticias del día, se destacó la publicación del ADP de abril, que marcó que la creación de empleo en EE.UU creció menos de lo esperado. De acuerdo a la consultora privada, que suele ser un buen anticipo del dato de empleo oficial que se publicará mañana, en abril se crearon 247 mil nuevos puestos de trabajo, bastante por debajo de los 479 mil que se habían creado en marzo y de los 395 mil que esperaba el consenso de analistas.
En Brasil, tal como se esperaba ante un contexto inflacionario que no da señales de moderación (todo indica que en abril el IPC volvió a subir por encima del 1.6% m/m), el Banco Central decidió subir la tasa de interés de referencia en 100 pb, llevándola a 12,75%, el nivel más alto desde febrero de 2017. Esto, sumado al impulso que le dio a los mercados la decisión de la FED, fortaleció al real, que cerró la jornada en USDBRL 4,91. Se prevé que en las próximas reuniones el BCB tendrá una política menos agresiva, acorde se vayan moderando las presiones inflacionarias. Las perspectivas del mercado apuntan a que la inflación se moderará en los próximos meses y terminará el año en 7,9%, en tanto que prevé que la tasa Selic terminará este año en 13,25% y el USDBRL en 5.
En cuanto a China, la política de confinamiento masivo en Shanghái y otras mega ciudades afectó notablemente la actividad económica. Al cierre de la jornada, se publicó el índice PMI Caixin de servicios de abril, que se derrumbó, llegando a 36,3 – desde el 42 de marzo –, alcanzando el nivel más bajo desde el mínimo que había registrado en febrero del 2020. Esto se suma al mal dato que había marcado la actividad manufacturera, por lo que el PMI compuesto cayó a 37,2, desde el 43,9 de marzo.
Por su parte, siguiendo a la FED, el Banco de Inglaterra (BoE) subió la tasa de interés de referencia 25 pb, hasta el 1%, por lo que alcanza el nivel más alto de los últimos 13 años. Este último aumento es la cuarta suba consecutiva desde diciembre, en medio de las preocupaciones por una fuerte desaceleración económica. Aunque el BoE predice que Reino Unido evitará una recesión técnica y mantiene su pronóstico de crecimiento económico para este año (3,75%), recortó su pronóstico para 2023, mostrando una contracción de 0,25%, desde una estimación anterior de crecimiento de 1,25%. Además, recortó su proyección de crecimiento para 2024 al 0,25%, desde un 1% anterior.
Las alzas que tuvo Wall Street ayer le dieron impulso a las bolsas asiáticas. La bolsa de Shanghái, que volvió del feriado, cerró con un alza de 0,68%, algo limitada por los temores a la extensión de las restricciones por COVID-19. Las acciones europeas – con el Stoxx 600 – suben un 1%. La mala noticia es que los futuros de Wall Street arrancaron el día a la baja, con el Nasdaq cayendo 0,8% y el S&P 0,6%.
El dólar se aprecia y los commodities suben, con el petróleo WTI superando los USD 108 por barril, casi 1% por encima del cierre de ayer. El cobre tiene otra buena sesión en Londres y sube 1,30%.
3 datos clave para invertir.
Es lo que viene retrocediendo Alphabet (GOOGL) en lo que va del año. La Big Tech se vio afectada por la alta volatilidad – que golpea a todo el mercado – y por sus resultados del 1Q22, que estuvieron por debajo de las expectativas. Sin embargo, continúa siendo una empresa con gran diversificación entre sus productos, y generando constantemente nuevos servicios. Por dicho motivo, se la considera una oportunidad para los meses futuros, como una alternativa para posicionarse en el sector tecnológico. La acción de la empresa puede adquirirse mediante Cedears en el mercado local.
Es lo que cayó en el año Pfizer (PFE), una de las grandes farmacéuticas productoras de la vacuna COVID-19. A pesar de que no se espera que la empresa alcance las ganancias que produjo en el último año, el aumento en los contagios en China impulsó a la compañía en el último mes. Se considera que, de continuar esta suba de casos, la empresa volverá a tener relevancia en el mercado. A esto se le suma que pronto se aprobará la vacuna para menores de tres años, lo que aumenta aún más el mercado de la firma en comparación a otras productoras de la vacuna contra el COVID-19. Esta acción también puede adquirirse mediante Cedears en el mercado local.
Es la devaluación real implícita que descuenta el mercado para marzo de 2023. Si bien para mediados de marzo se esperaba que la misma sea del -5%, la dinámica compradora de divisas del BCRA ha elevado las perspectivas devaluatorias, aumentando la demanda de productos dollar linked. De esta manera, la inflación y la devaluación hacia marzo de 2023, según el mercado, terminarían empatadas.
¿Qué le permite diferenciarse y qué oportunidades de inversión brinda?
En 2018 la FED comenzó un programa monetario contractivo que golpeó a todo el mercado. Prácticamente todos los activos cayeron: el Dow Jones se contrajo un 7%, el S&P 500 un 6% y el Nasdaq un 4%- Sin embargo, el sector utilities (servicios públicos) se diferenció del resto y ganó 1%. Y este no fue el único episodio, pues en el 2000, año de la crisis de las “.com”, el S&P 500 cayó un 10%, mientras que este sector subió 17%. Además, en el 2008 cayó 31%, pero en menor medida que el S&P, que bajó casi 40%.
La fortaleza de este sector proviene de su certidumbre en los ingresos y dividendos estables. Las empresas que lo componen son principalmente compañías eléctricas, de gas y agua. Estas no suelen ser empresas atractivas en términos de innovación, pero tienen la característica de que, en momentos de crisis, los usuarios no disminuyen la demanda por sus servicios. Además, son empresas que han mantenido dividendos constantes – en torno al 3% – y crecientes a lo largo del tiempo, generando que, en momentos de tasas altas, se convierta en un activo atractivo.
Adicionalmente, gracias a las comisiones por la facturación del servicio, se ven beneficiadas con el reciente aumento de los precios energéticos. La invasión de Rusia a Ucrania llevó a disrupciones en la oferta de commodities global, impulsando fuertes subas de sus precios. Este fue particularmente el caso del gas, donde Rusia tiene el 24% de las exportaciones globales. Si bien esta situación afecta particularmente a Europa, EE.UU no se queda atrás, ya que la demanda por el gas americano se incrementó para sustituir a la oferta rusa. En marzo de este año, el 75% de los envíos de gas americano fueron hacia Europa, en comparación con el 44% del año pasado, lo que determinó un aumento del 28% en el total de envíos. Como resultado, el precio del gas natural en EE.UU alcanzó en mayo su mayor registro desde 2008, cuando el boom del shale gas (gas de lutita) no había comenzado y no era tan utilizado como lo es hoy en día en la economía americana. Además, esto también impacta en la generación de electricidad, donde el 38% de la oferta proviene del gas.
Por otro lado, la incorporación de nuevas energías y programas nacionales de infraestructura le aportan mayor relevancia a este sector. El gobierno de Biden ha identificado el cambio climático como el mayor desafío que enfrenta EE.UU y el mundo. En este sentido, aprobó un programa de USD 62 MM para modernizar y hacer la matriz energética menos dependiente de combustibles fósiles. De esta forma, empresas de generación eléctrica que se encuentran en este sector se han transformado en sectores estratégicos de la economía americana, dejando de lado su tradicional rol de solo brindar servicios públicos.
Modernizaciones en otras industrias también están incidiendo positivamente en este sector. Con más autos eléctricos, también aumentará la demanda de energía. En los EE.UU, el objetivo federal es que los vehículos eléctricos representen el 50% de las ventas de autos y camiones para 2030. Al mismo tiempo, varios estados individuales han anunciado objetivos más ambiciosos. Según la IEA, se espera que al 2030 el consumo de este sector represente el 5% del total de la energía consumida, frente al 0,2% actual.
En resumen, este sector es atractivo no solo por sus características ante la crisis, sino también porque se está convirtiendo en un segmento relevante en términos de las modernizaciones que llevará a cabo la economía americana en los próximos años.
Entre las energéticas que más están invirtiendo en este sector, encontramos a Duke Energy ($DUK), que ha aumentado sus activos eólicos y solares. El año pasado, anunció un ambicioso plan de gastos de USD 58 MM a cinco años, que implica invertir en energías renovables, almacenamiento de baterías, programas de eficiencia energética y proyectos de red. Duke no es un caso atípico, NextEra Energy ($NEE), Southern Company ($SO) y Xcel Energy ($XEL) son otros ejemplos de empresas de servicios públicos con objetivos de reducción de carbono. Adicionalmente, se puede optar por diversificarse en varias empresas del sector, sin estar sujeto a una en particular, mediante el ETF de utilities ($XLU).
Noticias locales: el país hoy.
En un contexto donde el escenario local acompañó al optimismo global, los bonos en dólares de legislación argentina fueron los principales ganadores de la jornada, mientras que el riesgo país retrocedió hasta los 1.800 puntos. Se destacó la suba del 2,8% que marcó el AL30, la opción de mayor liquidez del segmento. Por su parte, los de legislación extranjera terminaron con resultados mixtos, con el GD30 avanzando un 1%.
Por el lado de los bonos en moneda local, se destacó el segmento CER, con el TX24 marcando la mayor suba (1%), mientras que los de mayor vencimiento tuvieron subas más moderadas. Los dollar linked, por su parte, terminaron todos a la baja, con el TV23 retrocediendo un 0,7% durante la jornada de ayer. Finalmente, los bonos a tasa fija marcaron resultados mixtos y sin importantes variaciones.
Ante este escenario, los tipos de cambio financieros cerraron dispares, con el dólar MEP (AL30) retrocediendo 2,1%, hasta $205,7, mientras que el dólar CCL (GD30) cayó hasta $208,6. De esta manera, el canje MEP - CCL medido en GD30 se ubicó en 0,5%.
Respecto a la renta variable, el Merval acompañó la suba, al avanzar un 2,3% en moneda local y un 3,5% en USD, llegando a USD 429,5. Sin embargo, sigue marcando ese valor en dólares como una constante resistencia.
En el panel líder, sólo BYMA resultó a la baja ayer, retrocediendo un 0,3%. Por el lado opuesto, entre los ganadores se destacaron Banco BBVA Francés (BBAR), que avanzó un 4,9%, seguido por Transener (TRAN), que ascendió 4,8%. Ambas compañías acumulan resultados similares en lo que va del año, ya que mientras BBAR cae un 7,1%, TRAN retrocede un 4,8%.