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Cohen Chief Investment Office
ANALISTAS COHEN
Peter Büchner
Anna Cohen
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Equipo de Financiamiento de Cohen Aliados Financieros
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Equipo de Estrategia de LATAM ConsultUs
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Equipo de Estrategia de Robeco
Lucas Romero
Juan Salerno
Mookie Tenembaum
Agustín Usandizaga
Gabriel Zelpo
April
2025
El dólar se debilita

Noticias globales: el mundo hoy.

Cohen Chief Investment Office
Updates diarios
No items found.

La rueda del lunes fue levemente positiva, con subas en las acciones, en los bonos y en el petróleo, en tanto que el dólar volvió a cerrar a la baja y se ubicó en mínimos de tres años.

El S&P 500 avanzó un 1,5%, al tiempo que el Dow Jones y el Nasdaq ganaron un 1,3%. Apple subió un 3,9%, tras haber llegado a ganar hasta un 8% en la mañana. En cuanto a resultados corporativos, Goldman Sachs aumentó un 1,5% luego de presentar sólidos balances.

El rendimiento de la UST10Y se ubicó en 4,37% este lunes, recortando el repunte de la semana pasada que lo había llevado a superar el 4,5%, mientras los mercados siguen evaluando el futuro de la política comercial de EE. UU. y su impacto en el crecimiento económico y en la demanda extranjera de deuda estadounidense. Por su parte, la UST2Y cerró en 3,85%.

El precio del petróleo WTI avanzó 0,2% y alcanzó los USD 61,6 por barril, fluctuando al tiempo que las noticias sobre posibles restricciones más laxas al petróleo iraní chocaban con un alivio temporal de aranceles en EE. UU. En tanto, las importaciones de crudo de China aumentaron un 5% i.a. en marzo, impulsadas por un mayor ingreso de petróleo iraní y ruso. Por su parte, el oro retrocedió un 0,8% y cerró en un precio de USD 3.212 la onza, a medida que las tensiones comerciales se suavizaron luego de que el presidente Donald Trump otorgara exenciones arancelarias a smartphones, computadoras y otros productos electrónicos, en su mayoría importados desde China.

El índice DXY cayó un 0,2% y cerró en 99,59, debilitándose nuevamente y ubicándose en su nivel más bajo en tres años. Perdió 0,2% contra el euro, 0,9% frente a la libra y 0,3% contra el yen japonés. A su vez, retrocedió en Brasil un 0,3%, cerrando en USDBRL 5,85.

En la noticia económica del día, en marzo de 2025 las expectativas de inflación de los consumidores en EE. UU. subieron por segundo mes consecutivo, alcanzando el 3,6% anual, el nivel más alto desde octubre de 2023. Este aumento se explicó principalmente por mayores expectativas de suba en alimentos, salud y alquileres, mientras que cayeron en gasolina, educación universitaria y precios de viviendas. A mediano plazo, las expectativas se mantuvieron estables o bajaron levemente. Además, los consumidores prevén menores aumentos salariales y un fuerte incremento en el desempleo esperado, que trepó al 44%, el más alto desde abril de 2020.

April
2025
El principio del fin del cepo

Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano local.

Equipo de Estrategia de Cohen Aliados Financieros
Informes
No items found.

Tras una semana marcada por la incertidumbre y la tensión en los mercados, finalmente se confirmó el acuerdo con el FMI. Llegó en un momento clave para el Gobierno, dado que en esos días la sangría de las reservas internacionales se acentuó, con el BCRA debiendo realizar fuertes ventas de divisas en el mercado oficial e interviniendo en el CCL, mientras que la inflación de marzo resultó muy por encima de lo esperado. Con el acuerdo con el FMI no solo se aseguró un desembolso inicial relevante, en conjunto con otros organismos internacionales, sino que también se anunció un giro profundo en la política cambiaria. En una decisión significativa y no exenta de riesgo político, el Gobierno migró a un esquema de bandas móviles y avanzó en una apertura parcial del cepo, eliminando restricciones solo para personas físicas. La eliminación del esquema blend, la posibilidad de giro de dividendos a partir de 2025 y la previsibilidad cambiaria que introduce la banda podrían, en conjunto, facilitar una transición ordenada hacia un tipo de cambio más competitivo y estable. Si bien se espera mayor volatilidad en el corto plazo, si el nuevo equilibrio cambiario se ubica en torno a los $1.200-$1.250 (lo que implicaría una devaluación del 10-15%) y el traslado a precios se mantiene acotado, la economía podría comenzar a tener mayor margen para crecer. Mientras se abandona parcialmente el tipo de cambio como ancla, se refuerzan los pilares fiscal –se eleva de 1,3% a 1,6% el superávit primario proyectado para este año– y monetario –basado en agregados, apunta a recuperar la demanda de pesos sin financiar al Tesoro ni emitir para pasivos–. Con este marco de fondo, las miradas de esta semana estarán puestas en el debut del nuevo esquema cambiario y su impacto sobre las reservas internacionales. En la agenda también figuran los datos de comercio exterior y confianza correspondientes a marzo.

La antesala del cambio. El deterioro del frente externo, que venía en ascenso en el último mes con el BCRA pasando de comprador a vendedor neto de divisas, se acentuó en la última semana ante las expectativas de cambio de régimen cambiario, que habrían frenado la oferta y acelerado la demanda. Concretamente, durante la última semana el BCRA vendió USD 751 M en el mercado de cambios (considerando la venta por USD 398 M que liquida hoy), acumulando un saldo vendedor de USD 851 M en lo que va de abril (un registro inédito para esta altura del año). El agro mantuvo el ritmo de liquidación en torno a USD 105 M diarios –casi 20% más que un año atrás–, por lo que estimamos que el fuerte saldo vendedor obedeció a una mayor presión de la demanda por parte de importadores y al nulo ingreso de préstamos financieros en moneda extranjera. Con estas operaciones, las reservas internacionales brutas cayeron USD 393 M hasta los USD 24.726 M (con las intervenciones de hoy caerían a USD 24.500 M), dado que las ventas en el MULC fueron compensadas en parte por la suba de encajes en moneda extranjera. Por su parte, las reservas netas cayeron casi USD 500 M y cerraron en torno a USD 7.800 M negativas.

Cotizaciones volátiles. Con marcadas variaciones intradiarias, los dólares financieros mostraron caídas del 1,3% para el MEP y del 2,5% para el CCL, cerrando en $1.318,7 y $1.325, respectivamente. La brecha con el tipo de cambio oficial se redujo hasta el 23% para ambos tipos de cambio.

Nuevo esquema cambiario. Se abandona el crawling peg del 1% m/m que regía desde febrero y el régimen cambiario migra hacia un sistema de flotación administrada –o “sucia”– dentro de bandas móviles, que arranca con un piso de $1.000 y un techo de $1.400 por dólar, ajustables mensualmente en ±1%. Dentro de esos límites, el tipo de cambio flotará libremente, con posibilidad de intervención del BCRA para suavizar la volatilidad o acumular reservas, pero sin esterilización. En los extremos de la banda, la autoridad monetaria comprará o venderá divisas según corresponda, facilitando así tanto la remonetización de la economía como la absorción de excedentes de liquidez. El nuevo esquema se completa con la eliminación del dólar blend –los exportadores deberán liquidar todo en el mercado oficial–, el levantamiento del cepo para personas humanas, y una flexibilización de las condiciones de acceso al MLC para importadores y empresas, incluyendo la posibilidad de pagar dividendos al exterior sobre utilidades generadas desde 2025. También se anunció una nueva serie de BOPREAL para atender pasivos heredados, en particular vinculados a servicios de deuda o dividendos previos al nuevo régimen. El objetivo es ordenar la transición hacia un mercado de cambios más previsible y competitivo, compatible con el ancla monetaria basada en agregados y el compromiso fiscal vigente (se elevó la meta de superávit primario de 1,3% del PBI al 1,6% del PBI).

Buen respaldo de organismos internacionales. La nueva etapa del programa económico cuenta con un respaldo financiero significativo. El Gobierno acordó una ampliación del programa con el FMI por USD 20.000 M, de los cuales USD 15.000 M se desembolsarán en 2025 y estarán disponibles para reforzar las reservas internacionales. De ese total, USD 12.000 M ingresarán de forma inmediata (este martes), mientras que los USD 3.000 M restantes se completarían en el corto plazo. A este paquete se suman USD 6.100 M en aportes de organismos multilaterales (como el Banco Mundial y el BID) y una nueva facilidad de Repo con bancos internacionales por hasta USD 2.000 M. Así, el esquema financiero acordado permitiría fortalecer las reservas líquidas en más de USD 23.000 M durante 2025 –recordemos que es el pilar más flojo del programa–, mientras se extiende también por 12 meses el tramo activado del swap con el Banco Popular de China (USD 5.000 M). 

La inflación se aceleró más de lo esperado. El IPC de marzo avanzó 3,7% m/m y quedó muy por encima de nuestras estimaciones y las del mercado que, si bien apuntaban a una aceleración respecto al 2,4% m/m de febrero, la esperaban en torno al 2,7% m/m –aunque un mes atrás la expectativa era de 2,1% m/m–. Como es habitual a esta altura del año, el mayor impulso al IPC del mes se lo dio el fuerte incremento de 21,6% m/m en educación (le aportó 0,9 pp al índice) y alimentos, que aceleró al 5,9% m/m, la mayor suba desde abril del año pasado. La inflación del mes anualizada llegó al 55% y en términos interanuales alcanzó el 56% i.a. desde 67% i.a. de febrero. La aceleración de la inflación también se reflejó en el IPC Core, que subió 3,2% m/m, confirmando la tendencia alcista que había marcado en febrero, cuando aumentó 2,9% m/m desde 2,4% m/m de enero. En la comparación interanual, el alza fue del 51% i.a. Entre los precios regulados, el avance fue de 3,2% m/m, aunque dentro del rubro se destacó la desaceleración de transporte (+2,1%) y electricidad (+1,4%), ambos por debajo del nivel general. Por su parte, los precios estacionales crecieron 8,4%, explicados casi en su totalidad por un aumento de 31,6% en verduras. Un ajuste cambiario inicial en el orden del 10% podría trasladarse a precios con un impacto adicional cercano al 5%, llevando la inflación a niveles de 5,2% m/m en abril y 6/7% m/m en mayo. Si ese shock se mantiene contenido, la desinflación debería retomar en los meses siguientes y, para octubre, los registros mensuales converger nuevamente en torno al 2,0% m/m, cerrando el año en torno al 40% i.a.

La actividad sigue creciendo. La producción industrial registró en febrero una suba de 0,5% m/m en la medición desestacionalizada. En la comparación interanual, la industria creció 5,6% i.a., lo que lleva el crecimiento acumulado del primer bimestre a 6,6% i.a. La mejora fue relativamente amplia: 10 de los 16 sectores industriales relevados mostraron subas i.a. Entre los rubros en negativo, se destacaron los productos minerales no metálicos, con una baja de 6% i.a., reflejando una desaceleración en la caída que venía afectando al sector de la construcción. También se observó una contracción de 11,4% i.a. en la producción de metales. En paralelo, la construcción creció 2% m/m en febrero y avanzó 3,7% i.a. Con estos datos, el sector acumula una expansión de 1,1% i.a. en el primer bimestre de 2025. Si bien la aceleración de la inflación golpeará a los salarios reales entre marzo y mayo, la recuperación económica en un escenario de estabilización del tipo de cambio en torno a $1.250 permite seguir esperando un crecimiento del 5,5% en 2025.

Semana positiva para la deuda en pesos. En una semana colmada por noticias tanto en lo global como en lo local, la deuda soberana en pesos culminó en positivo. La curva a tasa fija fue la excepción que, a pesar del rally del viernes, cerró la semana con caídas del 0,4%, lo cual tiene sentido a raíz de los datos desalentadores de inflación. A estos precios, la curva a tasa fija volvió a invertirse, sobre todo tras la fuerte suba en el tramo largo el viernes (+4,5%). Así, los títulos a tasa fija cotizan a una TEM de 3,4% (vs. 2,9% TEM la semana previa). La curva CER se vio claramente favorecida, principalmente en el tramo corto, al subir un 1,7% y cerrar a spreads de CER +1% para el tramo 2025, CER +8% para 2026 y CER +11% para el resto de los plazos. De esta manera, la inflación breakeven para 2025 se ubica en 35,4% i.a. (vs. 29,9% la semana previa). Los duales recuperaron las caídas de la semana anterior y cerraron con alzas del 2,5%, cotizando a una TEM de 2,7% (0,2 pp por debajo de los Boncap de duration similar). Los dollar-linked volvieron a ser los grandes ganadores, con aumentos en torno al 5,8% y cotizaciones a spreads negativos del -12%. Los futuros de Rofex subieron un 5,5%, expectantes a la definición del nuevo esquema cambiario que finalmente se dio a conocer el viernes. Así, la tasa de devaluación implícita se encuentra en 17% en abril, 8,5% para mayo y un promedio del 4,1% para el resto de los contratos.

La deuda soberana se mantuvo neutra. Los bonos soberanos en dólares tuvieron una semana mixta y volátil, en la cual el riesgo país llegó a superar los 1.000 pb y cerró el viernes en 874 pb, lo que dejó a los bonos con un rendimiento neutro en la semana. Se vio una mejor performance en el tramo corto de los instrumentos bajo ley local, con subas de 2,4% para el AL29 y 1,7% para el AL30. De esta manera, acortaron el spread de tasas legislativas de un 5,0% a 2,2%. Con esta suba en los soberanos, los rendimientos quedaron entre 15% de TIR para el tramo corto y 13% de TIR para el tramo largo. Aunque la semana fue neutral, analizando el desempeño de los soberanos frente a los países comparables, los bonos argentinos se destacan por sobre estos últimos, que retrocedieron un 2,9%. Sumado a esto, el spread de tasas con los CCC se acortó de 270 pb a 114 pb, lo que muestra que, a pesar de un contexto global adverso para la renta fija, la deuda argentina logró anteponerse. Los Bopreal avanzaron un 0,9%, impulsados mayormente por la Serie 3, que avanzó un 1,4%, y la Serie 1-C, con una suba de 1,0%. Con esto, los Bopreal Serie 1 rinden entre 11% y 15% de TIR. Distinta fue la historia para los corporativos y provinciales, que retrocedieron un 0,8% y 0,9%, respectivamente. Se vio una caída importante en Arcor 2026 de 2,5% y nuevamente en Buenos Aires 2037 en sub-soberanos, cayendo un 2,0%.

Semana verde para el Merval. La volatilidad se hizo notar también en las acciones que, contagiadas por el contexto global y a la expectativa previa a los anuncios del Gobierno el día viernes, terminaron con subas de 6,5% en pesos y 8,5% en dólares CCL, por encima del crecimiento que tuvieron las acciones en Brasil, Emergentes y EE. UU. Esta nueva suba deja al Merval en un nivel de USD 1.678, con lo cual en lo que va del 2025 acumula una caída del 21,6%. En la semana, los sectores más destacados fueron comunicación, construcción y bancos. En cuanto a acciones, Holcim (12,8%), Edenor (11,9%) y Loma Negra (9,2%) fueron las que más subieron, en tanto que solo se vieron bajas en Mirgor (-0,3%) y VALO (-0,2%). Para las acciones que cotizan en la Bolsa de Nueva York, la historia fue similar, con subas promedio de 7,2%, impulsadas por Edenor (12,8%), Supervielle (10,8%) y BBVA (10,8%).

Lo que viene. Todas las miradas estarán puestas en el debut del nuevo esquema cambiario y en el punto de estabilización del tipo de cambio nominal, en el que competirán la demanda de individuos e importadores con la mayor oferta de exportadores, impulsada por la eliminación del blend. Esperamos que el tipo de cambio oficial suba a un rango de entre $1.200 y $1.250, lo que implicaría un salto inicial de entre el 10% y el 15%. Por otro lado, el lunes se llevará a cabo la primera licitación del Tesoro en el marco del nuevo régimen cambiario de bandas. El Tesoro enfrenta vencimientos por $6,6 billones, correspondientes principalmente a la LECAP S16A5. El menú de opciones contempla la reapertura de dos títulos dollar-linked –el TZV25 (deva -25,7%) y el D16E6 (deva -10,2%)–, tres Lecaps cortas (S16Y5, S18J5 y S31L5, todas a 3,3% TEM) y dos bonos CER (TZXO5 con un rendimiento CER +0,2% y TZXO6 con CER +9,3%). Además, se licitarán dos títulos de nueva emisión, con capitalización a tasa TAMAR. En la agenda macroeconómica, el miércoles se publican el ICA de marzo (se espera un superávit en torno a los USD 1.000 M) y los precios mayoristas, mientras que el viernes se conocerá el Índice de Confianza del Consumidor.

April
2025
EE. UU. vs. China, segundos afuera

Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano internacional.

Equipo de Estrategia de Cohen Aliados Financieros
Informes
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Semana históricamente volátil para el mercado global. Las marchas y contramarchas de las medidas de Trump desorientan a los inversores y las preocupaciones aumentan. Lo más claro es un enfrentamiento mano a mano entre EE. UU. y China, con subas de aranceles que superan el 100%, tan inédito como peligroso. El resto del mundo respira algo más aliviado, dado que Trump suspendió por 90 días los aranceles recíprocos, dejando “solo” el 10%. Las negociaciones, las excepciones y el lobby de cada uno de los sectores estarán a la orden del día, lo que será otro factor de volatilidad, aunque con la ventaja de que traería mejores noticias, dado que se espera que los aranceles no queden tan altos como al principio de abril. Seguramente, cuando culmine la vorágine de medidas, EE. UU. tendrá un arancel promedio no menor al 15%, lo que representa un notable cambio respecto al 3% que tenía a fines de 2024, siendo el más alto desde principios de la década del 30. El resto del mundo, y China en particular, caminan en la misma dirección, lo que es un golpe para la globalización. Este cambio obligará a las empresas a reestructurar sus planes de producción, lo que será una transición costosa para la actividad americana y global, con menor crecimiento y más inflación. Con este marco de fondo, la semana se caracterizó por un rebote de las acciones y mejora de los commodities, mientras que los bonos y el dólar fueron los más golpeados, este último alcanzando el nivel más bajo de los últimos tres años. La incertidumbre por la política arancelaria, la caída en la confianza del consumidor y los malos resultados fiscales opacaron los buenos datos de la inflación de marzo, que resultó menor a la esperada. Con una agenda económica más liberada, las miradas de esta semana estarán puestas en la evolución de la guerra comercial, al tiempo que arranca la temporada de balances del 1Q25 de las empresas del S&P 500.

EE. UU. vs. China. A 13 horas de ponerse en marcha el “Día de la Liberación”, que implicaba una fuerte suba de aranceles de EE. UU. para con sus socios comerciales (ver “Aranceles y shock global”), Trump anunció una pausa de 90 días a los aranceles recíprocos –manteniendo la base de 10%– para todos los países que no tomaron represalias. Claro está que el gran excluido fue China, que no solo no buscó acercar posiciones, sino que redobló la apuesta elevando los aranceles a EE. UU. al 84%, por lo que Trump respondió con nuevas subas de hasta 145%, a lo que a su vez el gobierno chino contraatacó subiéndolos hasta 125%. Para EE. UU., el gigante asiático representa el 7% de sus exportaciones y el 14% de sus importaciones, en tanto que para China, el país norteamericano representa el 15% de sus ventas externas y solo el 6% de sus compras. Con estos parámetros, en 2024 el saldo comercial de EE. UU. con China representó el 25% del déficit comercial, al tiempo que desde el lado de China, EE. UU. representó el 36% de su superávit comercial. Así, la guerra comercial escala y, si bien su final es incierto, sus consecuencias son bastante certeras: menor crecimiento y mayor inflación.

Buen dato de inflación. Al igual que la semana anterior, cuando se publicaron los datos de empleo de marzo, la tensión comercial y el aumento de la incertidumbre erosionaron la buena noticia que trajo el dato de inflación de marzo, dado que tanto el primero como el segundo tuvieron resultados mejores a los esperados. En cuanto al IPC, en marzo retrocedió 0,1% m/m –el mercado esperaba un alza de 0,1% m/m– y se ubicó 2,4% por encima respecto a un año atrás, frente al 2,8% i.a. de febrero, siendo el menor incremento interanual desde septiembre del año pasado y alejándose del 3,0% i.a. que había registrado al cierre de 2024. El resultado de marzo marcó la primera caída del IPC desde mayo de 2020, impulsada principalmente por bajas de 2,4% m/m en los costos de la energía y de 1,4% m/m en transporte. También contribuyeron el capítulo de vivienda, que subió 0,2% m/m –vs. 0,3% m/m de febrero–, e indumentaria, que anotó un alza de 0,4% m/m –vs. 0,6% m/m del mes anterior–. Esto fue parcialmente compensado por la aceleración en los precios de los alimentos, que aumentaron un 0,4% m/m –vs. 0,2% en febrero–, y salud, que lo hizo al 0,5% m/m –desde 0,3% en febrero–. Con esto, el IPC Core (que excluye alimentos y energía) apenas subió 0,1% m/m, muy por debajo de la expectativa del mercado de un 0,3% m/m, siendo el aumento mensual más bajo desde junio de 2024. En los últimos doce meses acumuló un alza de 2,8%, quebrando la barrera del 3,0% por primera vez desde marzo de 2021.

Derrumbe de la confianza. El índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan para EE. UU. se desplomó 11% respecto a marzo y se ubicó en 50,8 en abril de 2025, el nivel más bajo desde junio de 2022 y muy por debajo de las previsiones de 54,5. Se trata del segundo valor más bajo desde 1952 y se encuentra por debajo del que existía durante la Gran Recesión. El índice cayó por cuarto mes consecutivo y ya acumula una pérdida superior al 30% desde diciembre de 2024, en medio de la creciente preocupación por la evolución de la guerra comercial. Las expectativas sobre las condiciones comerciales, las finanzas personales, los ingresos, la inflación y los mercados laborales continuaron deteriorándose. El indicador de condiciones económicas actuales bajó a 56,5 desde 53,8, y el índice que mide las expectativas descendió a 47,2 –el nivel más bajo desde mayo de 1980– desde 52,6. Mientras tanto, las expectativas de inflación para los próximos doce meses se dispararon a 6,7% –la lectura más alta desde 1981– desde el 5%, mientras que para los próximos cinco años subieron a 4,4% desde 4,1%.

Deterioro fiscal. Como lo venimos remarcando, el principal desafío del gobierno de Trump no es equilibrar las cuentas externas, sino las cuentas públicas, ya que en los últimos años aumentó el gasto primario y la carga de intereses, con los ingresos manteniéndose estables. De hecho, en 2024 terminó con un déficit primario de 3,9% del PBI y uno global de 7,0% del PBI, lo que hizo que la deuda pública supere el 100% del PBI. En este contexto, los datos de marzo marcaron un déficit presupuestario de USD 161 MM, 32% más bajo respecto al año anterior, debido principalmente a un cambio en el calendario de pagos de beneficios. A pesar de esta disminución mensual, en la primera mitad del ejercicio fiscal 2024/25 –con ingresos subiendo 3,3% i.a. y gasto total al 10% i.a. (la carga por intereses subió 14% i.a. y el gasto primario 9% i.a.)– el Tesoro reportó un déficit de USD 1.307 MM,, 23% más alto al del mismo período del ejercicio anterior, siendo el segundo más elevado para los primeros seis meses de cualquier año fiscal, solo superado por el de 2021 que sobrepasó los USD 1.700 MM y estuvo fuertemente influenciado por el gasto relacionado con la pandemia. En otros términos, en los seis meses del año fiscal el déficit llegó al 4,4% del PBI, por lo que anualizado se ubica cerca del 9%.

Bonos golpeados. A pesar del contexto de mayor incertidumbre y riesgo de recesión, los rendimientos de los bonos del Tesoro operaron con subas generalizadas, en especial en el tramo largo de la curva. La UST2Y cerró la semana en 3,97%, 30 pb por encima de la semana previa, en tanto que la UST10Y y la UST30Y subieron 50 pb y terminaron en 4,50% y 4,88%, respectivamente, alcanzando su nivel más alto desde mediados de febrero. Esta suba en los rendimientos implicó la liquidación semanal más pronunciada en el mercado de bonos estadounidense desde septiembre de 2019, lo que indica una posible erosión de la confianza en la tradicional condición de refugio seguro de la deuda pública estadounidense. Como resultado, arrastró a toda la renta fija, que a nivel agregado marcó una caída de 2,4% en la semana, impulsada por los bonos corporativos Investment Grade que perdieron 3,3% y los bonos del Tesoro que lo hicieron 2,3%, mientras que los corporativos High Yield no registraron cambios, dado que ya habían caído fuertemente la semana previa.

Se debilita el dólar. La incertidumbre sobre la evolución de la economía americana siguió golpeando la cotización del dólar frente a las principales monedas, aunque se fortaleció frente a las monedas emergentes. Concretamente, el índice del dólar DXY cayó 2,8% en la semana y cerró en 100,2, el nivel más bajo en casi tres años. El principal retroceso se dio frente al euro, contra el cual retrocedió 3,6% en la semana –en el mes acumula una caída de 4,8% y en lo que va del año de 8,9%–, cerrando en el nivel más bajo desde enero de 2022. También perdió frente al yen, que cerró el viernes cotizando en USDJPY 143, 2,3% por debajo de la semana anterior –en abril pierde 4,3% y 8,7% en lo que va de 2025–. Diferente fue el caso del yuan y el real brasileño, frente a los cuales avanzó 0,1% y 0,4%, respectivamente, –el real brasileño terminó la semana cotizando en USDBRL 5,83–.

La mirada de la Fed. En las minutas de la última reunión, las autoridades de la Fed esperaban un aumento de la inflación para este año a partir del impacto de los aranceles elevados, aunque reconocieron una considerable incertidumbre sobre la magnitud y la persistencia de estos efectos. Al mismo tiempo, la mayoría de los funcionarios destacaron la posibilidad de que las presiones inflacionarias de diversas fuentes pudieran resultar más persistentes de lo previsto. Casi todos los participantes consideraron que los riesgos de inflación estaban sesgados al alza, mientras que los riesgos para el empleo se percibían como sesgados a la baja. Recordemos que en dicha reunión, la Fed mantuvo la tasa de interés sin cambios en 4,25%-4,5%, extendiendo la pausa en su ciclo de recortes de tasas que comenzó en enero, en línea con las expectativas. La Fed también elevó sus expectativas de inflación para 2025 y 2026 y rebajó sus pronósticos de crecimiento para 2025, aunque aún anticipa una reducción de las tasas de interés de alrededor de 50 puntos básicos este año, al igual que en la proyección de diciembre.

Se recuperan los commodities. Tras el derrumbe de la semana anterior, los precios de las materias primas tuvieron una semana de recuperación generalizada, salvo en el caso del petróleo, que cerró prácticamente sin cambios, aunque con gran volatilidad. El precio de la soja subió 6,7% hasta USD 383 la tonelada –en el mes acumula un alza de 2,8% y 4,5% en lo que va del año–. También fue una semana positiva para el cobre, que avanzó 2,8% y compensó parte de las pérdidas de la semana previa –en lo que va del mes pierde 10%, aunque en el año acumula un alza de 13,1%–. El precio del petróleo terminó con una caída de 1%, hasta USD 61,5 el barril de WTI, acumulando en abril y en lo que va de 2025 un retroceso de 14% ante las crecientes preocupaciones sobre la demanda. La Administración de Información Energética de EE. UU. recortó su pronóstico de demanda mundial de petróleo, advirtiendo que las tensiones comerciales prolongadas podrían frenar el consumo, mientras que la OPEP+ sorprendió a los mercados al acelerar los planes para impulsar la producción, lo que generó temores de un exceso de oferta. Finalmente, el oro rebotó 6,5% y cerró la semana cotizando en USD 3.236 la onza, nuevo récord histórico.

Rebote las acciones americanas. En una de las semanas más volátiles de la historia, finalmente las acciones en general terminaron con importantes subas que permitieron achicar las pérdidas acumuladas en lo que va del mes y del año, ubicando al período como uno de los peores arranques de los últimos tiempos. Los inversores no pierden las esperanzas de un posible acuerdo comercial entre EE. UU. y China. Concretamente, la semana pasada el S&P 500 subió un 5,7%, el Dow Jones un 4,9%, al tiempo que el Nasdaq lideró la recuperación con una suba de 7,4%. Encabezadas por el salto de Nvidia (+17%) y de Microsoft (+8%), las acciones del sector tecnológico subieron 8,9% en la semana –aunque en abril acumulan una caída de 3,9%–, siendo el sector de mejor desempeño, mientras que el peor volvió a ser el energético, que apenas repuntó 0,2%, acumulando en abril una caída de 15%. Con este resultado, en lo que va de abril el S&P 500 acumula una caída de 4,5% y de 8,9% en lo que va de 2025. En el mismo período, el Dow Jones perdió 4,3% y 5,5%, en tanto que el Nasdaq es el que menos cae en abril (–3,1%) pero el que más pierde en el año, con un derrumbe del 13,3%.

Todas las bolsas festejaron, menos China. Entre los vaivenes de la guerra comercial, la mayoría de las bolsas del mundo festejó la tregua de 90 días que anunció Trump para los aranceles recíprocos. En concreto, el índice de acciones global subió 4,8% en la semana y 4,5% si se excluye a EE. UU. Entre los de mejor desempeño estuvieron Japón, con un avance de 7,0%, seguido por Europa que subió 5,3%, mientras que el índice emergente aumentó 2,9%. El flojo desempeño de este último se debió a que, a contramano del resto del mundo, las acciones chinas retrocedieron 0,6%. Tampoco fue una buena semana para Latam, que apenas subió 0,3%, con Brasil anotando un alza de 0,8%. Con estos resultados, en lo que va de abril y del año, el índice global de acciones perdió 4,5% y 5,4%, respectivamente, en tanto que si se excluye a EE. UU., la caída de abril se reduce a 3,5% y en el acumulado del año pasa a una ganancia de 2,9%.

Lo que viene. En una semana corta por los feriados de Semana Santa, la atención de los inversores se centrará en las novedades en torno a la guerra comercial y los comentarios de Jerome Powell, quien tiene previsto hablar en el Club Económico de Chicago. En cuanto a los datos económicos, se espera que las ventas minoristas de marzo muestren una sólida suba del 1,3% m/m, probablemente impulsado por la expectativa de suba de precios ante el aumento de aranceles. También se publicará la producción industrial, para la cual se proyecta una caída del 0,3% m/m, interrumpiendo tres meses consecutivos de recuperación. En el mercado de viviendas, se prevé que el inicio de la construcción se modere hasta los 1,41 millones de unidades luego del repunte de febrero. No menos importante será la temporada de resultados del 1Q25, donde las miradas estarán puestas en las previsiones futuras en medio de la actual incertidumbre económica. Los informes de resultados de Goldman Sachs, Bank of America, Citigroup, Johnson & Johnson, Abbott Laboratories, American Express, Blackstone, UnitedHealth Group y Netflix serán el centro de atención.

April
2025
Informe semanal Rofex

La expectativa de la salida del cepo y un nuevo esquema cambiario impulsaron al alza a los futuros.

Cohen Chief Investment Office
Tipo de Cambio
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En la semana previa al anuncio de la salida del cepo, y con la expectativa de un cambio en el esquema cambiario, los contratos futuros de Rofex cerraron otra semana al alza. En concreto, subieron en promedio un 4,9%. Las principales subas se dieron en los contratos de mayo (6,4%), abril (6,2%) y junio (5,7%). A partir de ahora, el tipo de cambio flotará dentro de las bandas cambiarias que comenzarán en $1.000 la inferior y $1.400 la superior, y se ajustarán de manera ascendente y descendente respectivamente al 1% mensual.

El próximo contrato en vencer es el de abril que cotiza en $1.191 y marca una devaluación directa de 10,4% y mensualizada de 17,0%. Para los tres meses siguientes, los precios reflejan que la suba en el precio del dólar, ya sin crawling peg correría en niveles en torno al 5,1%: 8,5% en mayo ($1.236), 6,2% en junio ($1.265) y 5,1% en julio ($1.295). A partir de ahí, los precios señalan una devaluación que continúa al ritmo de 3,1% promedio hasta marzo del 2026.

De esta manera, la curva de tasas (TNA) se volvió a empinar en todos sus tramos, sobre todo en el corto. Abril se ubica en 201%, luego cae a 59% en agosto, posteriormente comienza un lento descenso hasta 44% en marzo 2026.

El volumen operado cayó. En las últimas cinco ruedas se comerciaron 4,4 millones de contratos. El viernes 4 de abril el interés abierto cerró en USD 3.527 M, mostrando una caída de 9% m/m y una suba de 62% i.a.

April
2025
Nuevo acuerdo con el FMI: giro en el régimen cambiario

Alivio inmediato en la reservas y un giro en materia de política económica.

Milagros Gismondi
Macroeconomía
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Aunque el corto plazo puede traer volatilidad y un impacto inflacionario adicional, el resultado dependerá en buena medida del punto de equilibrio que alcance el tipo de cambio —si se estabiliza en niveles intermedios, como $1.200–1.250, el ajuste podría ser más transitorio— y de la respuesta social al nuevo escenario de precios. El programa financiero otorga liquidez y tiempo, pero el verdadero desafío será sostener la confianza, máxime en un año electoral y perdiendo el principal activo político de la actual gestión: la desinflación. La eliminación parcial del cepo representa un cambio de régimen significativo, y la decisión de priorizar la consistencia macroeconómica por sobre los tiempos políticos marca un punto de inflexión para la economía argentina reciente.

Bandas cambiarias y fin del cepo para personas humanas

El nuevo régimen cambiario abandona el crawling peg del 1% m/m –o devaluaciones mensuales anunciadas– y pasa a un sistema de flotación “sucia o administrada” dentro de bandas móviles, con un piso de $1.000 y un techo de $1.400 por dólar, ajustables mensualmente en ±1%. Dentro de ese rango, el tipo de cambio flotará, con posibilidad de intervención del BCRA sin esterilización. En los extremos, la autoridad monetaria comprará o venderá divisas para acumular reservas o absorber pesos.

El nuevo marco también elimina el esquema de dólar blend para exportadores, y levanta el cepo para personas humanas: se elimina el límite mensual de USD 200, junto con las percepciones impositivas (salvo para turismo y tarjetas). Las importaciones de bienes y servicios que antes podían pagarse a los 30 días ahora lo pueden hacer al contado. Para las empresas, se habilita el giro de dividendos generados desde 2025, mientras que se ofrecerá una nueva serie de bonos BOPREAL para atender pasivos anteriores.

Meta de reservas netas 

El nuevo marco cambiario tiene como objetivo central la recomposición de las reservas internacionales netas (RIN). El acuerdo con el FMI establece metas trimestrales para 2025 que, bajo el escenario base, implican una acumulación de USD 8.900 M hasta fin de año. El objetivo es cerrar 2025 con un stock positivo de USD 1.600 M, partiendo de un nivel actual negativo de USD 7.300 M.

Sin embargo, estas metas podrán ajustarse si los desembolsos de organismos multilaterales y bilaterales no se concretan en los montos previstos. Puntualmente, si los ingresos por financiamiento general (excluyendo préstamos de proyecto y del propio FMI) se ubican por debajo de los USD 5.173 M proyectados para todo el año, las metas de RIN se reducirán en forma proporcional, con un tope de ajuste de hasta USD 4.000 M.

En la práctica, esto implica que, neto del financiamiento externo, el BCRA deberá acumular al menos USD 5.000 M a través de compras en el mercado. Ese esfuerzo estará concentrado en el segundo y cuarto trimestre, con un ritmo estimado de USD 1.400 M hasta junio y USD 4.000 M en el último trimestre del año. 

Desembolsos y nuevo cronograma con el FMI

El nuevo acuerdo con el FMI prevé un desembolso inmediato de USD 12.000 M, seguido por otros USD 3.000 M en 2025. A estos se suman USD 3.600 M netos del BID y el BIRF, y una facilidad repo en negociación con bancos por hasta USD 2.000 M. En total, se esperan USD 19.600 M en los próximos 60 días y USD 3.500 M adicionales en el segundo semestre. El total de liquidez externa proyectada para 2025 asciende a USD 23.100 M, más una extensión del swap con China por USD 5.000 M.

El nuevo programa reemplaza el anterior stand-by y extiende el plazo de repago hasta 2034. 

Un programa monetario basado en agregados

El nuevo régimen monetario se basa en el control de agregados, con el M2 privado transaccional como objetivo operativo principal. Este indicador —que incluye efectivo en manos del público y depósitos a la vista no remunerados del sector privado— se convierte en la variable clave, con metas trimestrales definidas como el promedio del tercer mes de cada trimestre.

Aunque la tasa de interés deja de ser el ancla nominal, sigue cumpliendo un rol importante: ayuda a sostener la demanda de pesos y a contener expectativas, especialmente a través de tasas reales positivas derivadas de mayores encajes. Esto se traduce en una política monetaria más contractiva sin necesidad de fijar una tasa explícita.

El esquema se complementa con metas sobre los activos internos netos (AIN) del BCRA —la diferencia entre base monetaria y reservas netas— que sirven como ancla adicional para asegurar la coherencia entre la política fiscal, monetaria y cambiaria. Además, se prohíbe la emisión para financiar al Tesoro o pagar intereses de pasivos remunerados, lo que refuerza la disciplina monetaria.

Impactos macroeconómicos esperados (primera lectura)

El nuevo régimen cambiario traerá efectos inmediatos sobre precios, actividad y flujos financieros. Se espera una devaluación inicial moderada, necesaria para estimular la liquidación de exportaciones. Aunque el tipo de cambio podría superar niveles actuales en un primer momento, luego tendería a estabilizarse a medida que ingresen dólares de la cosecha y se consolide la confianza.

Este ajuste tendrá un impacto inflacionario transitorio. Un salto cambiario del 10% podría sumar unos 5 puntos porcentuales a la dinámica de precios en los primeros meses. Un ajuste cambiario inicial en el orden del 10% podría trasladarse a precios con un impacto adicional cercano al 5%, llevando la inflación a niveles de 5,2% m/m en abril y 6/7% m/m en mayo. Si ese shock se mantiene contenido, la dinámica desinflacionaria debería retomar en los meses siguientes y que hacia octubre los registros mensuales converjan nuevamente en torno al 2,0% m/m, cerrando el año en torno al 40% i.a.

La eliminación del dólar blend canaliza la demanda al mercado oficial, reduciendo la presión sobre los dólares financieros y achicando la brecha. A nivel sectorial, el reacomodamiento de precios y tasas afectará en el corto plazo al consumo y a la inversión. Pero a mediano plazo, el levantamiento parcial del cepo y un esquema más previsible podrían favorecer la llegada de inversiones, en especial en sectores exportadores que venían afectados por la apreciación.

Reformas estructurales: privatizaciones, desregulación y rediseño institucional

El programa incluye un conjunto de reformas estructurales que apuntan a rediseñar la arquitectura del sector público. Entre ellas se destacan:
- La privatización de empresas públicas bajo la Ley 27.742, con hoja de ruta y criterios de transparencia (noviembre 2025).

- Eliminación de fondos fiduciarios, salvo el de gas residencial (diciembre 2025).

- Reforma del sistema tributario (propuesta a diciembre 2025) y del sistema previsional (informe al Congreso en 2026).

- Reforma de la Ley de Responsabilidad Fiscal (también prevista para 2026).

- Desregulación del mercado eléctrico mayorista (noviembre 2025).

- Integración de registros sociales con apoyo del Banco Mundial, y expansión del sistema e-SIDIF (Sistema Integrado de Información Financiera) junto al BID.

Estas medidas buscan dar sustento institucional y operativo a un programa que combina ajuste fiscal, desinflación por vía monetaria y apertura paulatina del mercado cambiario. La efectividad del nuevo régimen dependerá, en gran medida, de la coordinación entre estos frentes y de la velocidad con la que se logre recomponer la confianza.

April
2025
Cierre semanal del mercado local: renta fija y variable

Análisis de instrumentos de renta fija y variable.

Juan José Vazquez
Informes
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A continuación podrás descargar el informe semanal del mercado local, en el que analizamos los distintos instrumentos de renta fija con posibles escenarios de sensibilidad. Además, mostramos los índices de mercados accionarios locales e internacionales, y finalmente el mercado de renta variable local.

Descargar informe al 11/04/2025

April
2025
Los futuros en vilo

Noticias locales: el país hoy.

Cohen Chief Investment Office
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Este jueves, el BCRA anunció la renovación total del tramo activado del acuerdo bilateral de swap con China (PBOC) por USD 5.000 M, por un plazo adicional de doce meses. Sin embargo, el mercado sigue atento a la firma del acuerdo con el FMI y a las definiciones en cuanto a lo cambiario. Este contexto, sumado al contagio global, derivó en una suba en los contratos de dólar futuro —sobre todo el de abril—, en los dólares financieros y en los bonos dollar-linked. Además, se vio una corrección en acciones y en bonos en dólares, en tanto que las curvas en dólares operaron en terreno positivo y el Central amplió su racha vendedora por sexta rueda consecutiva. Por último, el Tesoro publicó el llamado a licitación que se llevará a cabo el lunes de la semana próxima, en el que se destacó la reapertura de dos instrumentos dollar-linked, a junio 2025 y enero 2026.

Sobre este último punto, la Secretaría de Finanzas informó las condiciones de la licitación del Tesoro programada para el próximo lunes, la cual enfrentará vencimientos por un monto de $6,6 billones, principalmente correspondientes a la LECAP S16A5. El abanico de opciones propuesto contempla la reapertura de dos títulos dollar-linked —el TZV25 (deva -22%) y el TZV26 (deva -5,6%)—, tres Lecaps cortas (S16Y5 a 3,3% TEM, S18J5 a 3,4% TEM y S31L5 a 3,4% TEM) y dos bonos CER (TZXO5 con un rendimiento CER +5% y TZXO6 con CER +11,2%). Además, se licitarán dos títulos de nueva emisión, con capitalización a tasa TAMAR. Es muy probable que el resultado de la licitación esté fuertemente sujeto a las definiciones de la reunión con el directorio del FMI que tendrá lugar el día de hoy, sobre todo en materia cambiaria.

En la antesala de la firma del acuerdo con el FMI, los futuros volvieron a tener una escalada en la rueda del jueves. Subieron en promedio un 1,48%, con subas de hasta 5,78% para el contrato de abril, marcando así una devaluación directa para este mes de 10,5%. La devaluación implícita mensual promedio para diciembre 2025 se ubica en 3,5%. Nuevamente se observaron altos volúmenes operados, sobre todo en los contratos más cortos. En concreto, se operaron 1.258 M de contratos.

La deuda soberana en pesos tuvo un comportamiento mixto; otra vez, los dollar-linked se consagraron como los grandes ganadores de la rueda. Con mayores subas en el tramo largo y caídas en el tramo corto, la curva a tasa fija, en promedio, cerró sin variaciones. Mientras tanto, la demanda de los bonos CER se mantuvo firme, con subas del 0,2%, anticipándose al dato de inflación que se dará a conocer el día de hoy. Los duales, por su parte, cerraron con subas del 0,3%, siendo el TTM26 el más destacado (+0,8%). En tanto, los dollar-linked marcaron una suba promedio del 0,9%. El TZV25 (deva -23%), habiendo subido un 1,8%, cotiza a una devaluación breakeven del 15,7%, respecto a una LECAP de duration similar.

Tras el rally de ayer, la deuda soberana en dólares cayó nuevamente a la espera de la confirmación del acuerdo con el FMI. Tanto los Bonares como los Globales registraron pérdidas por 1,2% y 1,4%, respectivamente, siendo el GD35 el que registró las mayores caídas (-2,6%). Mientras tanto, el riesgo país repuntó 38 pb hasta los 927 pb y los BOPREAL registraron caídas del 1,4%.

En el mercado de cambios, el BCRA continúa su mal desempeño. Este jueves, registró ventas por USD 62 M y, en lo que va del mes, el BCRA acumula un saldo vendedor por USD 453 M. Las reservas brutas, por su parte, cayeron en USD 21 M, cerrando el jueves en USD 24.712 M.

El dólar oficial subió 25 centavos diarios hasta los $1.077,38. De esta manera, el ritmo de devaluación en lo que va de abril corre al 1,0% promedio mensual. Los dólares financieros mostraron subas de 1,4% el MEP (GD30) y 2,5% el CCL, con ambos tipos de cambio cerrando en $1.359,1. Con esto, las brechas con el dólar oficial se ampliaron hasta el 26%.

El Merval, en sintonía al resto de los índices de renta variable en el mundo, retrocedió un 2,76% en pesos y un 5,13% en USD CCL, cerrando en un nivel de USD 1.554. Las acciones que más retrocedieron fueron TGS (-8,99%), Mirgor (-5,38%) y Banco Macro (-5,24%).

April
2025
El buen dato de inflación no logró calmar al mercado

Noticias globales: el mundo hoy.

Cohen Chief Investment Office
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La rueda del jueves volvió a estar marcada por una gran volatilidad, en la que los activos recortaron gran parte de las fuertes ganancias registradas el miércoles. Acciones y petróleo retrocedieron, en tanto que las tasas se mantuvieron estables y el oro y la soja anotaron subas. La publicación del IPC y el resultado fiscal de marzo en EE. UU., que mostraron resultados mejores a los esperados, tuvieron poca incidencia.

La renta variable retrocedió gran parte del avance registrado el miércoles tras la pausa en los aranceles de Trump. Concretamente, el S&P 500 y el Nasdaq bajaron un 4,0%, en tanto que el Dow Jones lo hizo en un 2,5%. Las grandes tecnológicas lideraron las caídas, con Tesla desplomándose un 6,5%, mientras que Nvidia, Apple y Amazon perdieron más del 3,5%. Asimismo, las petroleras Chevron y Exxon Mobil bajaron 6%, presionadas por el derrumbe del precio del petróleo.

En el mercado de commodities, el petróleo recortó un 3,3% en la rueda del jueves, cerrando en un nivel de USD 60,3 por barril, ya que, a pesar de la pausa en los aranceles, persisten las tensiones comerciales entre EE. UU. y China. Mientras tanto, la OPEP+ acordó acelerar el aumento de la producción, lo que incrementó los temores de sobreoferta. En paralelo, el oro y la soja prolongaron las subas en 3,0% y 1,6%, respectivamente.

En cuanto a la renta fija, el rendimiento de la UST10Y se mantuvo en 4,4% a pesar del dato positivo de inflación, en tanto que la UST2Y retrocedió 10 pb hasta el 3,85%. En el mercado aún persiste la incertidumbre respecto del rumbo de la inflación en EE. UU. con esta nueva política arancelaria. Por otro lado, tanto los Investment Grade como los High Yield y los emergentes recortaron en torno al 1,5%.

En monedas, el índice DXY tuvo un fuerte retroceso al perder un 2,3% frente al euro y un 1,3% frente a la libra, lo que lo dejó en un nivel de 100,87. En Brasil, el real se devaluó nuevamente un 1,2% y cerró en USDBRL 5,89.

Como noticia económica del día, la tasa de inflación anual del IPC núcleo en EE. UU. (que excluye rubros volátiles como alimentos y energía) se desaceleró al 2,8% i.a. en marzo, desde el 3,1% i.a. registrado en febrero y por debajo de la expectativa del mercado, que era del 3% i.a. Se trata del nivel más bajo desde marzo de 2021, a raíz de menores aumentos en los precios de vivienda (4,0% i.a. vs. 4,2% i.a. en febrero), servicios de transporte (3,1% i.a. vs. 6,0% i.a.), productos médicos (1,0% i.a. vs. 2,3% i.a.), indumentaria (0,3% i.a. vs. 0,6% i.a.) y autos y camiones usados (0,6% i.a. vs. 0,8% i.a.). En términos mensuales, los precios núcleo subieron un 0,1% en marzo tras un aumento del 0,2% en febrero, aunque por debajo del pronóstico del mercado de 0,3%.

Por último, EE. UU. registró un déficit fiscal de USD 161.000 M en marzo de 2025, un 32% menos que el año anterior por un cambio en el calendario de pagos. Sin embargo, en lo que va del año fiscal, el déficit acumulado asciende a USD 1,3 billones (+23% i.a.), lo que lo convierte en el segundo déficit más elevado registrado en un primer semestre fiscal. Los ingresos por aranceles alcanzaron su mayor nivel desde 2022 (USD 8.750 M), impulsados por subas aplicadas por Trump, aunque el Tesoro considera exageradas sus afirmaciones sobre la recaudación diaria. Pese al crecimiento de los ingresos, el panorama fiscal sigue siendo desafiante.

April
2025
Termómetro Macro-Financiero

¿Qué variables macro avanzan de manera positiva y cuáles se encuentran bajo tensión?

Equipo de Estrategia de Cohen Aliados Financieros
Macroeconomía
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✅D A T O   P O S I T I V O   D E   L A   S E M A N A

La industria mostró señales de recuperación en febrero, con una suba de 0,5% m/m y un crecimiento de 5,6% i.a. En el primer bimestre acumuló un avance de 6,6% i.a., con mejoras en la mayoría de los sectores. También la construcción creció 2% m/m y 3,7% i.a. en febrero. Si bien el bimestre cerró con una suba más moderada (+1,1% i.a.), el movimiento sugiere cierta reactivación tras un 2024 muy difícil (-17,6% i.a.).

⚠️A   M O N I T O R E A R

En marzo, la inflación de CABA fue de 3,2% m/m, acelerando desde el 2,1% previo. La suba fue generalizada entre bienes y servicios, y estuvo impulsada por la suba estacional de Educación y Alimentos y Bebidas (+4,7%). Aplicando la canasta nacional, el IPC Nacional (que se conocerá hoy) rondaría el 3,1% m/m, por encima del 2,4% de febrero.

🚨R I E S G O

El precio del petróleo WTI retrocede un 25% desde sus máximos de enero, cuando tocó los USD 80 por barril. El actual precio de USD 60,2 por barril podría reducir el ingreso de divisas generado por el sector energético. Concretamente, el saldo comercial energético para 2025 que se proyectaba en torno a los USD 8.500 M pasaría a ubicarse en torno a los USD 7.500 M.

April
2025
Pausa por 90 días a los aranceles y rebote histórico de acciones

Noticias globales: el mundo hoy.

Cohen Chief Investment Office
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Luego de que Trump anunciara una pausa de 90 días en la aplicación de los aranceles para aquellos países que no tomaron represalias, los mercados registraron un fuerte rebote, con una suba histórica del 10% en un día para el S&P 500. La medida representa una nueva reversión en el cambiante enfoque de política económica de la administración. Además, suspendería las tasas sobre proveedores de bienes a EE. UU. que son clave y que inicialmente habían sido afectados por impuestos agresivos, como Vietnam y Camboya. Aun así, Trump continuó escalando la guerra comercial con China al elevar sus aranceles al 125%, mientras que las medidas contra la Unión Europea probablemente no sean suspendidas tras el anuncio de represalias por parte de Bruselas. Esta nueva decisión impulsada por el presidente Trump también empujó al petróleo, al oro y la soja. En tanto, las tasas de los bonos del Tesoro continuaron en alza. Por último, las minutas de la Fed mostraron preocupación por la presión inflacionaria.

Las acciones se dispararon el miércoles, rebotando tras haber tocado mínimos de más de un año más temprano en la jornada. Luego de la noticia de la pausa por 90 días en los aranceles, el S&P 500 subió un 10% y el Dow Jones un 6,9%. El Nasdaq 100 fue el que más se destacó, con un alza de hasta el 10,2%, impulsado por el renovado interés por activos de riesgo en las tecnológicas. En este sentido, Nvidia se disparó un 17%, Tesla un 19% y Apple un 9,4%.

Al igual que en las acciones, en commodities se vio un fuerte rebote en el precio del petróleo WTI, el oro y la soja. En concreto, el WTI avanzó un 4,3% y cerró en USD 62,5, favorecido por la suspensión transitoria de aranceles. También fue respaldado por el repunte del último informe de la EIA, que reveló una caída mayor a la esperada en los inventarios de gasolina y destilados, lo que ayudó a compensar un leve aumento en los inventarios de crudo. El oro, por su lado, aumentó un 3,7% a raíz del contexto general y del informe del World Gold Council, que señala que los ETFs respaldados en oro registraron inversiones por 226,5 toneladas métricas, valuadas en USD 21.100 M durante el primer trimestre. En los agrícolas, la soja subió un 2,0% hasta USD 372,1.

El rendimiento de la UST10Y llegó a tocar el 4,40% y cerró la rueda en 4,35%, en tanto que la UST2Y subió 24 pb y terminó en 3,92%. Informes sobre ventas de deuda por parte de extranjeros y señales de un desplazamiento hacia posiciones en efectivo sugieren que los inversores están liquidando activos, lo que alimenta el temor de que los bonos del Tesoro de EE. UU. estén perdiendo su estatus tradicional de refugio seguro. Con esto, el mercado ahora descuenta tres recortes de tasas por parte de la Fed para este año. En contraposición a la deuda del Tesoro, los High Yield ganaron un 2,0%, Emergentes un 1,8% e Investment Grade un 0,8%.

En monedas, el índice DXY perdió un 0,1%, explicado por una caída del 0,5% frente a la libra, que lo dejó en un nivel de 102,86. En Brasil el dólar también cedió terreno, con una caída del 2,9%, cerrando en USDBRL 5,84. Por su parte, el yuan siguió depreciándose ante el dólar, con una baja del 0,2%.

En la noticia económica del día, las minutas de la reunión de marzo de la Reserva Federal reflejaron una creciente preocupación por las presiones inflacionarias, impulsadas por el impacto de aranceles más altos. Aunque persiste la incertidumbre sobre la magnitud y duración de estos efectos, la mayoría de los funcionarios considera que los riesgos inflacionarios están sesgados al alza, mientras que los riesgos sobre el empleo apuntan a la baja. La Fed mantuvo sin cambios la tasa de referencia en 4,25%-4,5% y, pese a recortar su previsión de crecimiento para 2025, mantuvo su proyección de recortes de tasas por 50 pb en el año.

April
2025
Impacto global positivo

Noticias locales: el país hoy.

Cohen Chief Investment Office
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Empujados por el contexto global y la pausa por 90 días a los aranceles que anunció Trump, los activos argentinos tuvieron un fuerte rebote tanto en acciones como en bonos soberanos en dólares. Se dio a conocer el dato de inflación de CABA (3,2%), que resultó peor a lo esperado y generó presión compradora en bonos CER. El Central, por su parte, profundizó su racha negativa al vender USD 165 M. También se difundieron datos de actividad industrial y de construcción. 

En marzo, el IPC de la Ciudad de Buenos Aires registró una suba de 3,2% m/m, acelerándose frente al 2,1% de febrero. La inflación núcleo se ubicó en 2,7% m/m. La dinámica fue pareja entre bienes (+3%) y servicios (+3,3%). El rubro Educación (estacional) aportó 0,4 p.p. al dato general, pero también incidió la aceleración de Alimentos y Bebidas (+4,7%), en particular por el salto de 25,8% en verduras —que venían colaborando a la baja y esta vez revirtieron su tendencia. Si se aplican los precios relevados en CABA a la canasta del IPC Nacional, la inflación del mes rondaría el 3,1% m/m, una fuerte aceleración frente al 2,4% de febrero. El dato se confirmará mañana, viernes 11.

La actividad industrial creció 0,5% m/m en febrero, lo que implicó una suba de 5,6% i.a. En el acumulado del primer bimestre, la industria avanzó 6,6% i.a., reflejando un arranque positivo del año. El crecimiento interanual se dio en la mayoría de los sectores (10 de 16). Entre los rubros con caídas se destacaron los productos minerales no metálicos (−6% i.a.), vinculados a la construcción, donde se moderó la baja, y los productos de metal, que retrocedieron 11,4% i.a. Por su parte, la construcción se expandió 2% m/m en febrero y registró una suba de 3,7% i.a. En el primer bimestre, la mejora fue de 1,1% i.a.

Las noticias en lo global parecerían marcar el rumbo para la deuda soberana en dólares. El mercado había abierto a la baja, a pesar de que el día anterior se confirmara la reunión para discutir el acuerdo con el FMI; sin embargo, tras los anuncios de Trump, los bonos soberanos rebotaron fuertemente, cerrando con ganancias del 4,8%. Los instrumentos más destacados fueron el AL35 (+7,3%) y el GD35 (+5,4%), acompañados de una caída en el riesgo país de 89 pb hasta los 889 pb. En tanto, los BOPREAL también cerraron al alza, con subas promedio del 2,4%.

Por otro lado, el dato de inflación de CABA no fue una buena noticia para la curva a tasa fija, que continuó mostrando signos de debilitamiento y cerró el miércoles con caídas del 0,2%. Por el contrario, la curva CER se vio favorecida y cerró al alza con subas del 0,4%.

Mientras tanto, los duales repuntaron un 2,1%, lo cual tiene sentido por su capacidad de captar tasas reales positivas a través de la tasa variable TAMAR. El más destacado fue el dual TTS26, con subas del 3,2%. En cuanto a los dollar linked, avanzaron un 1,2%, con mayores subas en el D16E6 (+3,7%).

Los futuros marcaron una nueva suba de 0,25%, que deja a la tasa implícita mensual promedio a diciembre 2025 en 3,5%. El volumen operado llegó a 1.302 M de contratos, superior a los volúmenes promedio. Con esto, el mercado sigue poniendo en precios un salto por encima de 4,4% para los meses de abril, mayo, junio y octubre.

Por otro lado, el BCRA amplía su racha negativa en el mercado de cambios, registrando ventas netas por USD 165 M este miércoles. En lo que va del mes, el BCRA acumula un saldo vendedor por USD 391 M. Sin embargo, las reservas brutas subieron en USD 76 M, cerrando el miércoles en USD 24.733 M. 

El dólar oficial subió 54 centavos diarios hasta los $1.077,13. De esta manera, el ritmo de devaluación en lo que va de abril corre al 1,0% promedio mensual. Los dólares financieros mostraron caídas pronunciadas del 2,5% el MEP (GD30) y 3,5% el CCL, cerrando en $1.339,6 y $1.326, respectivamente. Con esto, las brechas con el dólar oficial se redujeron desde el 28% hasta el 24% para el MEP y 23% para el CCL.

El Merval tuvo un fuerte rebote en sintonía con el resto de las acciones en EE. UU. y el resto del mundo. Concretamente, avanzó un 9,7% en pesos y 10,5% en USD CCL, impulsado por Banco Macro (+12,7%), Edenor (+12,0%) y Pampa Energía (+11,4%), en tanto que no se registraron bajas. En acciones que cotizan en la Bolsa de Nueva York, la suba promedio fue de 9,1%, y las principales protagonistas fueron Edenor (+15,1%), Globant (+13,8%) y Banco Macro (+13,5%).

April
2025
Al mal tiempo, buena cobertura

¿Qué instrumentos de renta fija pueden servir de protección contra la volatilidad actual?

Renta Fija
Justina Gedikian
Francisco Speroni

El contexto global actual se caracteriza por una elevada volatilidad, exacerbada por la guerra comercial tras las medidas arancelarias anunciadas por Trump. Estas políticas sacudieron a los mercados globales, con derrumbe de acciones, caída de precios de commodities, apreciación del dólar frente a las monedas emergentes e inestabilidad en los rendimientos de los bonos del Tesoro. La incertidumbre es extrema y no vemos que se solucione en el corto plazo, siendo lo más probable que la economía global entre en un ciclo de bajo crecimiento –incluso con trimestres recesivos–, con inflación más alta y tensiones geopolíticas.

La inestabilidad de los mercados globales deterioró las condiciones del mercado local, que ya venía golpeado por la inquietud generada en torno a las negociaciones con el FMI y la continuidad del esquema cambiario actual. Los efectos se sintieron en el mercado de cambios, con el BCRA pasando de comprador a vendedor neto de divisas: USD 1.360 M durante marzo y USD 166 M en las primeras cinco ruedas de abril. Esto profundizó la caída de las reservas internacionales, con un stock neto negativo de USD 7.200 M (sin considerar los vencimientos de deuda en moneda extranjera de los próximos doce meses). Así, el nuevo escenario global, sumado a los desafíos locales y una brecha cambiaria que continúa en ascenso, pone de relieve la necesidad de optar por estrategias más defensivas, tal como veníamos analizando en nuestros informes previos.

ESTRATEGIAS EN DÓLARES

Deuda del BCRA

Ante este contexto de mayor incertidumbre, privilegiamos las estrategias en dólares, sobre todo por las presiones que venimos observando sobre la brecha cambiaria y un acuerdo con el FMI que, semanas atrás, parecía inminente, pero cuyas discusiones en torno al desembolso inicial aún persisten.

Dentro de las estrategias dolarizadoras, nos inclinamos por la deuda del BCRA. En nuestro artículo Incertidumbre en el mercado: ¿dónde nos posicionamos?. destacamos que estos bonos han demostrado ser menos volátiles ante momentos de inestabilidad como el que estamos transitando, en comparación con los soberanos en dólares. Desde aquel momento, los BOPREAL registraron subas de 2,0% para el Strip 1-C y 0,3% para el Strip 1-A. La explicación es que, a pesar de haber visto un Banco Central vendiendo reservas, los USD 20.000 M por parte del FMI para capitalizar al BCRA primero beneficiaría a la deuda directa que tiene la autoridad monetaria.

Además, el monto de emisión de estos instrumentos es menor que el de los soberanos, y los plazos de vencimiento son más cortos, amortizando el 100% del capital durante la gestión del actual gobierno. Esta menor exposición al riesgo es lo que generó que, incluso en un entorno de pérdida de reservas, los BOPREAL continuaran avanzando.

En este sentido, por paridad, tasa y beneficios impositivos, seguimos eligiendo el BOPREAL Strip 1-C. A una paridad de 87,4%, este instrumento ofrece una TIR de 12,6% y una current yield del 5,5% (vs. un 1,1% que ofrece el Bonar 2030). Estos títulos no solo poseen rendimientos atractivos, sino que también brindan la opcionalidad de cancelarse contra impuestos.

Si bien el vencimiento de este título es en 2027, para ese entonces el proceso de cancelación del instrumento contra impuestos –que es nuevo y aún se desconoce cómo se ejecutará– contará con mayor información y certezas sobre su operatividad, lo que podría impulsar la paridad del instrumento.

En cuanto a los soberanos, para aquellos inversores que quieran tomar algo más de riesgo en este escenario, pensando en un horizonte a un año –en el que se vuelve a las paridades de enero 2025 con el pago de cupones–, los títulos con mayor potencial de upside son el GD35 (13,9% TIR) y el GD41 (13,4% TIR), con retornos potenciales de 35,5% y 39,7% respectivamente. Incluso considerando un escenario de riesgo país en niveles de 1.000 pb en 2026, el upside potencial sería del 12,5% para el GD35 y del 14,2% para el GD41, teniendo en cuenta el pago de cupones.

Corporativos

Los bonos corporativos son una buena alternativa para aquellos inversores que no quieran estar expuestos al riesgo político-económico argentino. Como venimos mencionando, existen compañías sólidas que ofrecen rendimientos de entre 7% y 8% de TIR.

Optamos por el tramo corto de instrumentos que cotizan bajo Ley NY debido a las exigencias que requiere la legislación extranjera a la hora de colocar deuda y la seguridad jurídica que brinda para el acreedor. Además, con mayor frecuencia, los instrumentos bajo ley extranjera se licitan a mejores tasas.

Dado el bajo spread de tasas que hay entre el tramo largo y el corto, nos inclinamos por este último. Con la incertidumbre global que se generó en el último tiempo a raíz de la guerra comercial iniciada por Trump, sumado a una inflación que aún no da señales de baja, el tramo largo de obligaciones negociables debería ofrecer mayores rendimientos para compensar ese riesgo y alargar los plazos.

Recomendación: dentro del universo Ley Nueva York, destacamos los créditos de Mastellone 2026 (MTCGO TIR 7,81%), Arcor 2027 (RCCJO TIR 6,98%), YPF 2027 (YCAMO TIR 7,93%), YPF garantizado 2031 (YMCUO TIR 8,99%), TGS 2031 (TSC3O TIR 8,12%) y Aeropuertos 2000 2031 (ARC1O TIR 8,93%). Dentro de Ley Argentina resaltamos los créditos de Cresud 2026 (CS38O TIR 7,17%), Minera Exar 2027 (XMC1O TIR 9,08%) y Vista Energy 2030 (VSCUO TIR 7,86%).

ESTRATEGIAS EN PESOS

Tasa fija

Si bien remarcamos la necesidad de dolarizar carteras, sugerimos mantener posiciones cortas en la curva a tasa fija para aquellos inversores que necesiten administrar su liquidez en el corto plazo. La estrategia responde a tres principales motivos: 1) la presión al alza en las tasas, 2) una inflación que aún no logra perforar el 2%, y 3) la volatilidad cambiaria, que podría ejercer mayor presión sobre las tasas que convalide el Tesoro en las próximas licitaciones.

Con una base monetaria amplia que se ubica en torno a $46,7 billones, una base monetaria con tendencia al alza en $30,1 billones, depósitos del Tesoro por $6,1 billones y un stock de LEFI cercano a $10,5 billones, se observa una liquidez disponible cada vez menor para captar en las licitaciones del Tesoro. Esto provocó una descompresión en las tasas, tanto en las licitaciones del Tesoro como en el mercado secundario, lo que, por efecto duration, impacta principalmente en los precios de los instrumentos más largos.

A su vez, si bien observamos una inflación con tendencia a la baja en 2025, en el corto plazo se percibe cierta resistencia a perforar la barrera del 2%, al menos hasta mayo, incluso con cierta aceleración en el margen. Esto nos lleva a pensar que difícilmente se vea una reducción en las tasas de interés.

Por otro lado, entre abril y junio, el Tesoro enfrenta vencimientos de deuda por alrededor de $34 billones. Es un monto desafiante y, aunque el control de cambios le da ventajas para renovar los vencimientos, el mercado podría exigir un premio en la tasa a la hora de refinanciar al Tesoro.

Todo esto, junto a la incertidumbre sobre el esquema cambiario, nos lleva a mantener nuestra posición en el tramo corto de la curva, como la Lecap S28A5 (TEM 2,8%) y la S30Y5 (TEM 2,7%).

Si bien elegimos acortar duration en la curva a tasa fija, encontramos puntos de entrada atractivos en los duales, que vienen acumulando más de dos meses de pérdidas, con una caída del 10,1% desde principios de febrero. Con base en nuestras proyecciones para tasas de interés e inflación en 2025 y 2026 –las cuales se prevé sigan una tendencia decreciente– estimamos que los duales pagarían tasa fija en lugar de TAMAR. En este sentido, el TTD26 (3% TEM) obtendría un retorno directo del 82,6% vs. el bono CER TZXD6 (CER +12,1%) que pagaría un 66,8% a diciembre de 2026. Sin embargo, si la inflación se resiste a la baja, probablemente eso derive en una moderación en el ciclo de descenso de tasas, lo que podría impactar en el precio de estos títulos.

ESTRATEGIAS DE COBERTURA 

El escenario actual ejerce mayores presiones sobre la continuidad del crawling peg al 1% m/m, lo que nos obliga a incorporar posiciones de cobertura, sobre todo para los inversores que requieran mitigar su exposición al tipo de cambio oficial. En las últimas semanas, el aumento de demanda de dollar-linked encareció el costo de cobertura, que ahora refleja una devaluación implícita –respecto a títulos a tasa fija de similar duration– del 11,1% para el TZV25 (devaluación -12,8%) y del 34% para el TZVD5 (devaluación -2,1%). 

En este sentido, el TZVD5 es una buena opción para aquellos inversores que quieran cubrirse del riesgo cambiario hacia fines de 2025. Los bonos CER se presentan como una buena opción para estrategias en pesos, no sólo por su mayor upside estimado vs. la alternativa a tasa fija (más detalles en Incertidumbre en el mercado: ¿dónde nos posicionamos?), sino porque constituyen una cobertura eficaz frente a una posible resistencia en la desaceleración inflacionaria. Además, la curva CER relativamente flat nos hace privilegiar el tramo medio, en particular el TZXD5 (CER +9,4%) y el TZXM6 (CER +11,8%).

Recomendación: para inversiones en pesos sugerimos la siguiente cartera: 10% S28A5 (TEM 2,8%) + 15% S30Y5 (TEM 2,7%) + 15% TZXD5 (CER + 9,4%) + 20% TZXM6 (CER +11,8%) + 15% TTD26 (3% TEM) +10% TZV25 (devaluación -12,8%) +15% TZVD5 (devaluación -2,1%).

April
2025
Informe mensual del mercado de Financiamiento

Análisis de instrumentos de financiamiento.

Equipo de Financiamiento de Cohen Aliados Financieros
Financiamiento
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A continuación podrás descargar el informe mensual del mercado de Financiamiento, en el que analizamos los distintos productos que ofrece el mercado y su evolución durante el último mes.

Descargar informe al 31/03/2025

April
2025
Más del 100% de aranceles a China profundizan la caída de los mercados

Noticias globales: el mundo hoy.

Cohen Chief Investment Office
Updates diarios
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El martes comenzó con un rebote por encima del 3% para el S&P 500, impulsado por informes de que más de 70 países, incluidos Japón y Corea del Sur, expresaron interés en iniciar conversaciones. Sin embargo, la falta de avances concretos, la declaración de Trump con aranceles por encima del 100% a China, y la continua resistencia de China –que prometió “luchar hasta el final”– mantuvieron las tensiones geopolíticas en el centro de la escena, lo que llevó a los inversores a recalibrar sus expectativas sobre una pronta desescalada, haciendo retroceder a la renta variable. La tasa a diez años volvió a subir y el petróleo cayó por encima del 3%.

Las acciones perdieron impulso el martes por la tarde tras un fuerte repunte inicial, ya que el optimismo por las negociaciones arancelarias globales dio paso a una renovada incertidumbre en torno a la política comercial. Los tres índices principales devolvieron las ganancias del inicio de la rueda y terminaron retrocediendo un 2,2% el Nasdaq, un 1,6% el S&P 500 y un 0,7% el Dow Jones. Mientras tanto, en acciones, UnitedHealth Group se disparó un 5,8% luego de que el gobierno estadounidense anunciara tasas de reembolso más altas de lo esperado para los planes Medicare Advantage.

A la espera de los datos de inflación que se conocerán esta semana, en el mercado de bonos, la UST10Y subió nuevamente unos 8 pb respecto del cierre del lunes, alcanzando el 4,23%, en tanto que la UST2Y retrocedió 4 pb y cerró en 3,68%. Con esto, el mercado descuenta cuatro recortes de tasa para lo que resta de 2025 por parte de la Fed.

El dólar recortó la suba que había tenido el lunes y retrocedió un 0,63%, cerrando en un nivel de 102.82. Sin embargo, lo más destacado en el mercado de monedas es que China devaluó un 0,8% entre el lunes y el martes, alcanzando los USDCNY 7,34. Por otro lado, en Brasil volvió a ganar terreno al avanzar un 1,25% y cerrar en USDBRL 5,99.

En cuanto a commodities, para el petróleo WTI fue nuevamente una rueda negativa, con una caída del 3,2% que lo llevó a USD 58,67 el barril, mínimos de cuatro años. Esta baja fue impulsada luego de que Trump confirmara aranceles a China por encima del 100%, lo que generó temor a una recesión global que derive en una menor demanda por crudo. El oro, por su parte, se mantuvo sin variaciones.

April
2025
Sin signos de recuperación para la deuda soberana

Noticias locales: el país hoy.

Cohen Chief Investment Office
Updates diarios
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En otra rueda marcada por la volatilidad global y la caída de acciones, retrocedieron tanto los bonos en dólares como en pesos, a excepción de los duales cortos. Los dólares financieros y los futuros continúan presionados al alza, al tiempo que el BCRA mantiene su racha vendedora.

A pesar de haberse confirmado que este viernes se entablará el diálogo con el FMI, la deuda soberana en dólares continúa sin mostrar signos de recuperación y ya acumula siete ruedas consecutivas con caídas, cerrando el martes con un retroceso del 1,5%. Mientras que los Globales cayeron un 0,7%, los Bonares mostraron una baja más pronunciada del 2,5%. Por su parte, los BOPREAL registraron una caída marginal del 0,2%, en tanto que el riesgo país subió hasta los 978 pb (desde 960 pb al cierre del lunes).

En cuanto a la deuda soberana en pesos, continúa mostrando debilidad, sobre todo en la curva a tasa fija que cayó un 0,9%. Si bien se registró una baja generalizada en todos los tramos, el largo sigue siendo el más afectado, con bajas promedio del 1,7%. En cambio, los duales se mantuvieron prácticamente sin variaciones respecto a la rueda del lunes, destacándose el TTJ26 con una suba del 1,2%. Paralelamente, los CER mostraron caídas más moderadas, en torno al 0,5%, a pesar de que el tramo corto medio de la curva se mantuvo firme. En cuanto a los dollar-linked, retrocedieron un 0,4%.

Los futuros de dólar en Rofex marcaron una suba del 1%, impulsados por los contratos a noviembre (1,32%), octubre (1,24%) y septiembre (1,19%). Con este nuevo avance, la devaluación mensual implícita promedio a diciembre 2025 se ubica en 3,5%, al tiempo que abril, mayo, junio y octubre marcan saltos cambiarios por encima del 4,2% m/m. Tanto el volumen operado (596 M de contratos) como el interés abierto (USD 3,2 M) se mantuvieron en niveles dentro del promedio.

En el mercado de cambios, el BCRA registró otra jornada de ventas netas, esta vez por USD 60 M. En lo que va de abril, el Central acumula un saldo vendedor por USD 226 M. Por otro lado, las reservas brutas cayeron en USD 134 M, cerrando el martes en USD 24.657 M y sumando una caída total de USD 485 M desde comienzos del mes.

El dólar oficial subió 25 centavos diarios hasta los $1.076,58. De esta manera, el ritmo de devaluación en lo que va de abril corre al 1,0% promedio mensual. Los dólares financieros, por su parte, continúan su tendencia alcista y subieron un 0,7% el MEP (GD30) y un 0,8% el CCL, cerrando en $1.373,8 y $1.374, respectivamente. Con esto, las brechas con el dólar oficial se ampliaron hasta el 28% para ambos tipos de cambio.

Por último, el Merval operó nuevamente a la baja, retrocediendo un 2,1% en pesos y 2,8% en dólares CCL hasta USD 1.453. Industria, energía y utilidades fueron los sectores que más sufrieron en la rueda del martes, a partir del desempeño de TGN (-9,8%), Transener (-7,7%) y Mirgor (-6,4%). En cambio, Telecom (3,6%), Supervielle (1,6%) y Banco Macro (1,3%) lograron retornos positivos. En las acciones que cotizan en la Bolsa de Nueva York el retroceso estuvo en línea con el mercado local, cayendo en promedio 2,9%, con Vista (-7,8%), Ternium (-7,3%) y Bioceres (-6,8%) a la cabeza.

April
2025
Impacto del “Liberation Day” en Argentina

Los efectos de la política arancelaria de Trump en el programa económico argentino.

Milagros Gismondi
Macroeconomía
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El anuncio de Trump del 2 de abril –que eleva el arancel promedio de EE. UU. de 2,3% a 26%, el nivel más alto desde 1930– marca no solo un giro táctico, sino un cambio de paradigma: un quiebre con décadas de globalización y apertura comercial. En parte, esta respuesta proteccionista refleja la creciente preocupación por el ascenso económico de China. Como muestra el gráfico, mientras la participación de EE. UU. en el PBI global cayó del 31% en 1960 al 24% en 2023, la de China creció de apenas 1% a 18% en el mismo período. En este contexto, los aranceles aparecen como una forma de contener esa convergencia, aunque los costos macroeconómicos para EE. UU. no serían menores. Las primeras estimaciones sugieren una caída de hasta 2,9% del PBI y una suba de la inflación de 2,3 pp si el aumento de precios de las importaciones se traslada a los consumidores. A esto se suma una mayor probabilidad de recesión y deterioro en los balances corporativos.

Este giro global hacia el proteccionismo se traduce en un entorno internacional de menor crecimiento, mayor inflación, más incertidumbre geopolítica y volatilidad financiera. Malas noticias para los activos de riesgo: caídas generalizadas en acciones y commodities, con los rendimientos de los bonos del Tesoro aún en niveles elevados ante la persistencia del déficit fiscal y las expectativas inflacionarias. La mayor aversión al riesgo fortalece al dólar y acelera la salida de capitales desde los mercados emergentes.

En el caso argentino, el impacto directo podría ser acotado. En 2024, EE. UU. representó el 8% del comercio exterior del país, con exportaciones por USD 6.400 M (principalmente petróleo) e importaciones por USD 6.200 M (mayormente energía y maquinaria). Esto abre incluso una oportunidad relativa frente a exportadores de países más castigados por los aranceles, como China.

Sin embargo, los efectos indirectos pueden ser más significativos. La caída del precio del petróleo tras el anuncio (-14% desde el 1° de abril) recorta el saldo comercial energético, que se proyectaba en torno a USD 8.000-9.000 M para 2025, a una cifra más cercana a USD 7.000 M si el precio no se recupera. Además, una menor demanda global afectaría otros sectores sensibles como el oro, el litio y la agroindustria.

También hay que considerar el canal financiero: mayores tasas globales y riesgo país dificultan el roll-over de deuda, tensando la negociación con el FMI. El fortalecimiento del dólar deja al crawling peg del 1% m/m aún más desalineado con la dinámica regional, intensificando presiones sobre la brecha cambiaria. En paralelo, la suba del costo de financiamiento externo limita la disponibilidad de crédito e inversiones, justo cuando Argentina necesita reconstruir credibilidad y sostener un sendero de estabilización. Con un entorno externo más adverso, se reduce el margen político y técnico para sostener la hoja de ruta oficial.

En definitiva, la coyuntura internacional complejiza el camino que tenía por delante el programa económico. Si bien la Argentina cuenta con ciertos amortiguadores que podrían suavizar el impacto directo del giro proteccionista global, los efectos en los canales indirectos –comerciales, financieros y cambiarios– aún están por verse.

April
2025
Trump redobla la apuesta

Noticias globales: el mundo hoy.

Cohen Chief Investment Office
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En medio de la guerra comercial, con nuevas amenazas por parte de Trump de aplicar aranceles por un 50 % adicional a China a partir del 9 de abril, el lunes estuvo marcado por una alta volatilidad. Las acciones abrieron al alza tras una falsa noticia sobre una pausa de 90 días en las tarifas y cerraron mayormente a la baja. Con la fuerte corrección del petróleo, las empresas que más sufrieron fueron las del sector energético. El oro cayó por tercera rueda consecutiva y los rendimientos de los bonos subieron nuevamente. Por su parte, la Comisión Europea propuso contraaranceles del 25 % sobre una serie de productos estadounidenses, en respuesta a los gravámenes impuestos por Trump sobre el acero y el aluminio. Estos entrarían en vigor el 16 de mayo para ciertos productos y el 1 de diciembre para otros. Por último, se dieron a conocer datos de crédito al consumo en EE. UU., que estuvieron por debajo de lo esperado.

Las acciones oscilaron el lunes, alternando entre fuertes subas y bajas, mientras los mercados intentaban un breve rebote tras una caída de dos días que llevó a los principales índices a mínimos de varios meses y a territorio de mercado bajista. En concreto, el S&P 500 y el Dow Jones terminaron en terreno negativo, al caer 0,7 % y 0,5 %, respectivamente, en tanto que el Nasdaq avanzó 0,1 %. Los sectores de bienes raíces, materiales y energía estuvieron entre los de peor desempeño.

En el mercado de bonos, la UST10Y subió 15 pb respecto del cierre del viernes, alcanzando el 4,15 %, en tanto que la UST2Y sumó 8 pb y cerró en 3,72 %. El repunte en los rendimientos se da a pesar de que los operadores han incrementado sus apuestas por recortes de tasas por parte de la Reserva Federal, impulsados por expectativas de una economía debilitada. Los futuros de tasas de los fondos federales ahora sugieren una probabilidad cercana al 50 % de un recorte de 25 pb en la reunión de mayo de la Fed, y descuentan al menos cinco recortes a lo largo de 2025. De esta manera, el índice que agrupa los bonos del Tesoro retrocedió 0,8 %. En los demás segmentos de renta fija, los más perjudicados fueron los Investment Grade (-1,7 %) y Mercados Emergentes (-1,4 %).

De la mano de las subas en las tasas de los bonos, el dólar se fortaleció a nivel global, con un US Dollar Index subiendo 0,27 %, al ganar terreno frente al euro (0,2 %), la libra (1,2 %) y el yen (0,5 %). Con esta suba, el DXY cerró en 103,3. A su vez, el dólar en Brasil subió un 1,2 % y cerró en USDBRL 5,91.

Para los commodities, la jornada fue negativa, con caídas de hasta 2,3 % en el oro y 2,1 % en el petróleo WTI. El crudo había comenzado la rueda al alza y concluyó en USD 60,7 por barril, acumulando una baja de 15,4 % en 2025 y ubicándose en mínimos desde abril de 2021. La caída se produjo luego de que se desmintiera la especulación sobre una pausa de 90 días en la nueva política arancelaria de EE. UU. En cuanto al oro, cerró en USD 2.969 la onza, marcando su tercera jornada consecutiva de pérdidas, a medida que los inversores vendieron posiciones para cubrir margin calls y tomar ganancias en medio de la turbulencia generalizada en los mercados.

En la noticia económica del día, en febrero de 2025 el crédito al consumidor en EE. UU. cayó USD 0,81 mil millones, marcando su primera baja desde noviembre y sorprendiendo al mercado, que esperaba un aumento. La caída reflejó una fuerte contracción en los préstamos no renovables, como los destinados a autos y educación, que bajaron por primera vez en casi un año. En cambio, el crédito renovable, como el de tarjetas, se mantuvo prácticamente estable.

April
2025
Riesgo país, cercano a los 1.000 pb

Noticias locales: el país hoy.

Cohen Chief Investment Office
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La volatilidad global se hizo notar en los mercados locales. La deuda soberana en dólares marcó otra rueda con fuertes caídas, mientras el riesgo país se aproxima a los 1.000 pb. Asimismo, la deuda soberana en pesos no muestra signos de recuperación: la curva a tasa fija cae casi un 1% y los CER retroceden, aunque en menor medida. Por otro lado, la demanda de cobertura se mantiene firme, con subas tanto en los títulos dollar-linked como en los contratos de dólar futuro. Todo esto ocurre en medio de una marcada volatilidad cambiaria y una brecha con el dólar oficial que se amplía hasta el 27%. En paralelo, se publicó el REM del BCRA, cuyas proyecciones de inflación se ajustaron al alza.

Según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA, las expectativas de inflación se ajustaron al alza. Para marzo se estima una suba de 2,6% m/m (vs. 2,2% en el relevamiento previo), en tanto que para abril se espera una desaceleración a 2,3% m/m (vs. 1,9% m/m anterior). A diciembre de 2025, la inflación proyectada se ubica en 27,0% i.a., 4 puntos por encima del mes anterior. En cuanto al nivel de actividad, se prevé un crecimiento real del PBI de 5,0% en 2025, 0,2 pp por encima del REM previo. Respecto al tipo de cambio, el crawling peg de 1% m/m continuaría, con una cotización proyectada de $1.253/USD en diciembre, lo que implicaría una suba interanual del 22,8%. Esta proyección incorpora una corrección al alza de 7,6 pp en la devaluación esperada para 2025 respecto del REM previo. Finalmente, la tasa de interés de referencia (TAMAR) para bancos privados se ubicaría en 30,2% TNA en abril (2,5% efectiva mensual), descendiendo a 24,1% TNA hacia fin de año (2,0% efectiva mensual).

En medio de una jornada volátil en los mercados globales, el sell-off continuó para la deuda soberana en dólares, registrando seis ruedas consecutivas de caídas. Tanto los Bonares como los Globales registraron pérdidas del 3,2% y 3,6%, respectivamente. Las mayores caídas se dieron en el tramo 2041 bajo legislación local, con bajas del 5%. Mientras tanto, los BOPREAL se mantuvieron estables, aunque el BOPREAL 1-C cayó un 0,8%. En tanto, el riesgo país subió 35 pb hasta los 960 pb.

La rueda de ayer fue también muy negativa para la deuda soberana en pesos. Las tensiones globales, junto con los desafíos locales en torno a la acumulación de reservas y una brecha cambiaria que no logra sostenerse, no son una buena combinación para la curva a tasa fija. Esta retrocedió un 0,9%, mayormente impulsada por el tramo largo, que cayó un 2,1%. En tanto, los duales retrocedieron un 3,4%, al igual que los bonos ajustables por CER, aunque en menor medida, con pérdidas del 0,6%. En cuanto a los títulos dollar-linked, fueron los únicos ganadores de la jornada y avanzaron un 1,2%.

Los futuros de dólar en Rofex volvieron a operar al alza y marcaron una suba de 1,35% en promedio, pareja en todos los tramos. Con esta nueva suba, la devaluación implícita promedio mensual se ubica en 3,3% para diciembre 2025, con saltos por encima del 4% para abril, mayo y octubre.

En el mercado de cambios, el BCRA sigue sin mostrar un repunte en la compra de divisas y el lunes cerró con ventas por USD 35 M. En lo que va del mes, el BCRA acumula un saldo vendedor por USD 166 M. Por otro lado, las reservas brutas cayeron en USD 328 M y se situaron por debajo de los USD 25.000 M (USD 24.791 M al cierre de ayer).

El dólar oficial subió 46 centavos diarios hasta los $1.076,33. De esta manera, el ritmo de devaluación en lo que va de abril corre al 1,0% promedio mensual. Los dólares financieros, por su parte, repuntaron fuertemente. Tanto el MEP (GD30) como el CCL registraron una suba del 2,1% y cerraron en $1.364,3 y $1.363,6, respectivamente. Con esto, las brechas con el dólar oficial se ampliaron hasta el 27% para ambos tipos de cambio.

El Merval sufrió fuertes caídas en la rueda del lunes, con pérdidas de entre 5% y 7% para Transener, Holcim y TGS, al tiempo que solo BYMA y Telecom registraron subas de 2,4%. Como resultado, el Merval cayó un 3,4% en pesos y 4,5% en dólares, cerrando en un nivel de USD 1.508. En los activos que cotizan en la Bolsa de Nueva York se observó el mismo comportamiento, con un retroceso promedio del 3,1%, impulsado por Galicia, BBVA y TGS, que sufrieron pérdidas por encima del 6%.

April
2025
Aranceles y shock global

Noticias y mercado: lo que pasó y lo que viene en el plano internacional.

Equipo de Estrategia de Cohen Aliados Financieros
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Finalmente, Trump avanzó con la medida de aumentar los aranceles sobre todas las importaciones de EE. UU., siendo la más fuerte desde la década del 30. Las esperanzas de moderación se diluyeron y ahora queda esperar si los países afectados decidirán negociar y/o aplicar medidas similares, lo que abre un escenario de guerra comercial global que probablemente reconfigurará las relaciones económicas internacionales. El riesgo de recesión en EE. UU. con una inflación más alta es cada vez más elevado y lo mismo ocurrirá para el resto del mundo; solo resta determinar su profundidad y duración. Las consecuencias del "remedio" que propone Trump para equilibrar sus cuentas externas son ampliamente conocidas, pues fue lo que durante el último siglo el mundo intentó evitar, orientando sus políticas hacia economías más abiertas que traen mayores beneficios y crecimiento de largo plazo. En este contexto de pánico global, los indicadores económicos publicados en la semana –entre los que se destacó el buen reporte del mercado laboral de marzo, con una sólida creación de empleo no agrícola y mejora en los salarios– no lograron cambiar el ánimo de los inversores. Así, los mercados tuvieron la peor semana desde la pandemia, con caídas fuertes y generalizadas en acciones, commodities y bonos de menor calidad, mientras que los inversores priorizaron bonos del Tesoro americano y corporativos Investment Grade. Si bien en la agenda económica semanal se destaca la publicación del IPC de marzo, todas las miradas de los inversores estarán centradas en la dinámica de la guerra comercial, sobre la cual esperan –y desean– que el presidente estadounidense abra un canal de negociación con los demás países.

Tarifazo. Llegó el día que nadie quería que llegara: el pasado 2 de abril el presidente Trump cumplió su palabra y declaró el "Día de la Liberación", anunciando un paquete de fuertes aumentos arancelarios con el argumento de que se trata de "aranceles recíprocos" destinados a corregir los desequilibrios comerciales con otros países. El incremento arancelario tiene una estructura de dos niveles, siendo el primero un arancel base del 10% para todas las importaciones –excepto las provenientes de Canadá y México–, en tanto que el segundo corresponde a aranceles "recíprocos" adicionales, con tasas específicas basadas en prácticas comerciales que la administración considera desleales. La fórmula elegida para definir el nivel del arancel consiste en dividir el déficit comercial por las importaciones totales y luego reducir este resultado a la mitad, como un "beneficio" que otorga la administración Trump al país en cuestión. De esta manera, cuanto mayor sea el desequilibrio comercial con EE. UU., mayor será el arancel aplicado. Por ejemplo, en el caso de Europa, EE. UU. exporta USD 370 MM e importa USD 605 MM; el resultado sería (USD 370 MM - USD 605 MM) / USD 605 MM = -40%, que se reduciría al -20% con el "beneficio" de Trump. Si se aplican las sanciones recíprocas descritas en el anuncio a las 50 naciones más importantes, ponderadas por el 70% que representan sobre el total de importaciones estadounidenses, y se suma una tarifa "universal" del 10% a los países restantes, se obtiene una tasa efectiva sobre importaciones cercana al 23%. Este nivel supera el 20% establecido por la Ley Smoot-Hawley de 1933 y se acerca al 28% alcanzado durante la presidencia de William McKinley, autodenominado "Tariff Man", en 1897.

Los riesgos. Creemos que las medidas lanzadas por Trump representan un claro riesgo para la economía estadounidense y global, dado que incrementan significativamente las probabilidades de que EE. UU. ingrese en un ciclo de estanflación, caracterizado por una caída del PBI junto con una aceleración de la inflación, que afectaría también al resto del mundo. De hecho, un informe de la Fed de 2018 estimó que un incremento del 1% en los aranceles reduce el PBI en un 0,14% y eleva el PCE subyacente en un 0,09%. Por lo tanto, si se aplica una suba efectiva del 19%-20%, el impacto podría rondar en una contracción del 2,8% del PBI y un aumento de hasta 1,5% en la inflación en los próximos 24-32 meses. Este escenario afectaría negativamente las ganancias de las empresas, ya que se estima que cada punto porcentual de caída en el PBI real se traduciría en una reducción del 5%-6% en el crecimiento de los beneficios por acción (BPA) del S&P 500.

Powell más preocupado, pero sin apuro. En el marco del shock que sintió el mercado tras los anuncios, Trump volvió a presionar a la Fed para que recorte rápidamente los tipos de interés: “Este sería un momento PERFECTO para que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, recorte los tipos de interés. Siempre llega ‘tarde’, pero ahora podría cambiar su imagen, y rápidamente. ¡Baja los tipos de interés, Jerome, y deja de jugar a la política!”. Ante este escenario, el viernes Powell señaló que los efectos económicos de las medidas serán “significativamente mayores” de lo esperado y que se traducirán en menor crecimiento y mayor inflación. No se pronunció sobre las implicaciones que esto podría tener para el rumbo de la política monetaria, alegando que era “demasiado pronto para decirlo”. Además, agregó: “Hemos subrayado que será muy difícil evaluar los posibles efectos económicos de unos aranceles más elevados hasta que haya una mayor certeza sobre los detalles, como qué se gravará, a qué nivel y durante cuánto tiempo, y el alcance de las represalias de nuestros socios comerciales”. A pesar de estas palabras, los inversores estiman que, con la economía entrando en un ciclo recesivo, la Fed podría reducir la tasa más rápidamente de lo previsto hace apenas un mes. Actualmente, esperan cinco recortes de 25 pb cada uno para este año, previendo que la tasa termine en 3,25%, es decir, 50 pb menos de lo proyectado a principios de marzo.

Deterioro del saldo comercial. Mientras Trump basó sus primeros tres meses de gestión en reducir el déficit comercial, la expectativa por la suba de aranceles hizo que las empresas se apresuraran a importar la mayor cantidad de bienes posible para evitar un alza en sus costos, lo cual terminó aumentando fuertemente el saldo negativo de la balanza comercial. En concreto, en febrero el déficit comercial de EE. UU. alcanzó los USD 122,7 MM, que, aunque marcó cierta mejora respecto al récord de USD 130,7 MM registrado en enero, fue muy superior al déficit de febrero de 2024, que había sido de USD 69,0 MM. Las exportaciones del mes crecieron 5% i.a. hasta USD 278,5 MM, al tiempo que las importaciones avanzaron 20% i.a. hasta USD 401 MM. Con este resultado, en los últimos tres meses —de diciembre a febrero— el déficit comercial acumulado llegó a USD 351,4 MM, lo que implica un incremento de USD 150 MM o 75% respecto al mismo período del año anterior, a partir de que las exportaciones totales subieron solo 4% i.a., mientras que las importaciones crecieron 18% i.a. Vale destacar que el saldo comercial de bienes marcó un déficit de USD 426 MM frente a USD 274 MM del período previo, debido a que las ventas al exterior aumentaron apenas 1,8% i.a. pero las importaciones lo hicieron en un 20% i.a.

Subió la tasa de desocupación, aunque mejoró el empleo. En marzo, la creación de empleo no agrícola superó las expectativas de los inversores al marcar 228 mil puestos, muy por encima de los 117 mil de febrero (cifra revisada a la baja) y superando ampliamente las previsiones de 135 mil. Este resultado estuvo impulsado por el empleo privado, que sumó 209 mil puestos. Sin embargo, debido a la pérdida de 27 mil empleos agrícolas en el mes y al ingreso de 232 mil personas al mercado laboral, la creación de empleo no agrícola no logró evitar una suba en el desempleo, que aumentó en 31 mil personas, llevando la tasa de desocupación al 4,2%. La mejora en el empleo en general vino acompañada de cierta aceleración en los salarios: el salario promedio por hora de todos los empleados en nóminas privadas no agrícolas subió 0,3% m/m –alcanzando los USD 36–, acumulando en los últimos 12 meses un alza del 3,8%, ligeramente por debajo de las previsiones del mercado del 3,9% y del avance del 4% registrado en febrero. La recuperación del empleo privado en el sector servicios quedó confirmada por el resultado del PMI compuesto, que en el último mes subió a 53,5 desde el 51,6 del mes anterior, en línea con la estimación preliminar.

Semana trágica. La suba de aranceles y la inmediata respuesta de China, incrementando un 34% sus propios aranceles sobre todas las importaciones desde EE. UU., profundizaron la caída de los mercados, que tuvieron su peor desempeño desde 2020, en plena pandemia. Se observó un derrumbe generalizado en la mayoría de los índices bursátiles globales y en commodities, mientras que los inversores migraron hacia bonos más seguros. Por su parte, el dólar mantuvo una alta volatilidad, aunque cerró la semana en baja. En concreto, los principales índices del mercado estadounidense sufrieron fuertes pérdidas y profundizaron el desempeño negativo registrado desde el comienzo de 2025. El S&P 500 retrocedió un 9,1% en la semana, acumulando una caída del 14% en lo que va del año. El Nasdaq perdió un 10% y amplió su baja anual al 19%. La situación fue similar para el Dow Jones, que cayó un 8% semanal, llevando su baja acumulada del año a “solo” un 11%. Aunque el mercado esperaba que las políticas de Trump favorecieran las perspectivas de empresas de mediana capitalización, el índice Russell 2000 mostró una de las peores performances, con un descenso semanal del 9,6% y del 18% en lo que va de 2025. A nivel sectorial, si bien todos operaron a la baja, el peor desempeño semanal correspondió al sector energético, que cayó un 14,8%, arrastrado por la baja del 10,6% en el precio del petróleo. Por su parte, sectores defensivos como consumo estable y utilities retrocedieron 2,4% y 4,4%, respectivamente. En el total del año, las acciones tecnológicas y de consumo discrecional registran las caídas más fuertes, perdiendo un 22% y un 19%, respectivamente, destacándose el derrumbe de las Siete Magníficas, con retrocesos de hasta el 37% para Tesla y 33% para Nvidia.

Derrumbe global. El desacople entre la performance de la bolsa estadounidense y la del resto del mundo duró hasta mediados de marzo, desde entonces las acciones operan en la misma dirección. En la última semana, el índice global de acciones perdió un 8,8%, acumulando en lo que va del año una caída del 9,8%, mientras que, excluyendo a EE. UU., las pérdidas fueron del 8,2% semanal y del 1,8% anual. Las preocupaciones sobre una posible recesión global afectaron especialmente a la bolsa de Japón, que retrocedió un 11%, seguida por Europa, que perdió un 8,1%. Asimismo, los mercados emergentes cayeron un 7,3%, debido al derrumbe del 8,4% de China, en tanto que Latam retrocedió un 5,5%.

Caída de los commodities y volatilidad del dólar. Los precios de las materias primas no estuvieron exentos del sell-off global. El más golpeado fue el cobre, que interrumpió abruptamente el rally alcista que venía mostrando hasta fines de marzo –había acumulado una suba del 30% desde finales de 2024–, hundiéndose un 14%. Le siguió el petróleo, cuyo precio cayó un 10,6%, con el WTI cerrando en USD 62 el barril, con una baja total del 13,6% en el año. Aunque con menor intensidad, la soja acompañó esta tendencia cayendo un 4,5% hasta los USD 359 por tonelada. Por su parte, el oro perdió un 1,5% semanal y cerró en USD 3.037 por onza, aunque aún en niveles máximos históricos. En cuanto al dólar, se debilitó frente a las monedas desarrolladas –con bajas del 1,9% frente al yen japonés y del 1,2% frente al euro–, mientras que se apreció frente a las monedas emergentes. En particular, el real brasileño cerró en USDBRL 5,84, lo que representó un alza del 1,4% respecto a la semana anterior, en tanto que contra el yuan avanzó un 0,3% hasta USDCNY 7,28.

Buscando refugio. Con un sentimiento de pánico, los inversores migraron sus posiciones hacia la renta fija, en especial hacia los instrumentos de mayor calidad. Como mencionamos anteriormente, los inversores temen más a una caída en la actividad económica que a un rebrote de la inflación, por lo que ahora anticipan que la Fed bajará las tasas en cinco instancias de 25 pb cada una. Esto descomprimió toda la curva de rendimientos de los bonos del Tesoro americano, que retrocedió a niveles de septiembre del año pasado: la UST2Y cerró en 3,64% –27 pb menos que la semana previa, acumulando una caída anual de 61 pb–, mientras que la UST10Y finalizó en 4,0% –26 pb menos en la semana y 58 pb menos en el año–. Los bonos corporativos Investment Grade cerraron la semana con una TIR de 5,14%, prácticamente sin cambios respecto a la semana anterior, aunque incrementaron su spread contra los bonos del Tesoro en 20 pb. Por su parte, los bonos corporativos High Yield subieron 73 pb hasta 8,39%, ampliando su spread en la misma magnitud, al tiempo que los bonos emergentes cerraron con un rendimiento del 6,81%, 11 pb por encima de la semana previa. Con estos movimientos, en los últimos 30 días, los spreads de los bonos corporativos IG y HY aumentaron 27 pb y 157 pb respectivamente, en tanto que el de los bonos emergentes lo hizo en 51 pb. De este modo, el índice agregado de bonos se diferenció positivamente del resto de los activos al anotar un alza semanal del 0,7%, impulsado por los bonos del Tesoro (+1,0%) y los corporativos IG (+0,3%). En cambio, los bonos HY y emergentes retrocedieron un 2,6% y 2,0%, respectivamente. En lo que va del año, el índice agregado de bonos acumula una ganancia del 2,6%.

Lo que viene. Con Trump reafirmando su compromiso de equilibrar la balanza comercial mediante la política arancelaria, la guerra comercial seguirá en el centro de la escena. El riesgo de estanflación global continúa en ascenso, golpeando el ánimo de los inversores, quienes ahora también estarán atentos a las posibles respuestas de los demás países. En la agenda económica, se destaca la publicación del IPC general, del cual se espera un alza mensual del 0,2% y una variación interanual del 2,6%, comparada con el 2,8% i.a. registrado en febrero. Para el IPC Core se prevé que mantenga la tendencia de meses anteriores, con un aumento del 0,3% m/m y del 3,0% i.a., frente al 3,1% i.a. del mes anterior. También será relevante la publicación de los precios mayoristas –para los que se anticipa cierta aceleración–, los resultados fiscales de marzo, el crédito al consumidor y el índice de confianza de la Universidad de Michigan, que se espera vuelva a mostrar una caída. Asimismo, la atención estará en las minutas de la última reunión de la Fed, en la que, si bien mantuvo sin cambios la tasa de referencia, elevó sus proyecciones de inflación, revisó a la baja sus expectativas de crecimiento y destacó los riesgos derivados del aumento de aranceles.

April
2025
Informe semanal Rofex

Los contratos futuros de Rofex cerraron otra semana al alza: subieron en promedio un 1,8%.

Cohen Chief Investment Office
Tipo de Cambio
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Los contratos futuros de Rofex cerraron otra semana al alza. En concreto, subieron en promedio un 1,8%. Las principales subas se dieron en los contratos de noviembre (2,7%), febrero (2,7%) y diciembre (2,4%).

El próximo contrato en vencer es el de abril que cotiza en $1.122 y marca una devaluación directa de 4,3%  y mensualizada de 5,0%; 4,0 puntos por encima del ritmo del crawling peg. Para los tres meses siguientes, los precios reflejan que el crawling peg correría en niveles en torno al 3,5%: 4,2% en mayo ($1.162), 3,8% en junio ($1.197) y 3,5% en julio ($1.232). A partir de ahí, los precios señalan una devaluación que continúa al ritmo de 2,9% promedio hasta febrero del 2026.

De esta manera, la curva de tasas (TNA) se volvió a empinar en todos sus tramos. Abril se ubica en 61%,  luego cae a 40% en septiembre, donde se mantiene hasta marzo de 2026.

El volumen operado cayó. En las últimas cinco ruedas se comerciaron 5,0 millones de contratos. El viernes 4 de abril el interés abierto cerró en USD 3.225 M, mostrando una caída de 13% m/m y una suba de 62% i.a.